UBS Wealth Management ha designado a Tony Morely Alfredo Maldonado como Sales Managers dentro de su unidad de ventas y productos para las Américas con sede en Nueva York.
Morel y Maldonado pasan al equipo liderado por Catherine Lapadula, directora general de la sucursal de UBS International en Nueva York, confirmaron fuentes de la empresa a Funds Society.
En sus nuevos roles, Morel y Maldonado atenderán a más de 100 asesores offshore con base en la sucursal de UBSen Nueva York. Uno de los puestos que asumirán es el del manager, James Feggelle, quien recientemente cambió a un rol de asesor financiero en UBS dentro del equipo con sede en Nueva York dirigido por Andrew Peake.
Morel ha estado con UBS durante casi 17 años y recientemente trabajó dentro del equipo de ventas de wealth management de las Américas dirigido por Joshua Heimann, donde durante todo el año pasado se centró principalmente en los esfuerzos de la firma para trasladar a sus asesores financieros del modelo del broker al de advisors.
Maldonado se incorporó a UBS en 1998 y hasta hace poco era gerente de ventas de UBS Private Bank en Nueva York. Sin embargo, la firma suiza anunció el año pasado que cerraría su negocio de banca privada en Estados Unidos a finales de 2020.
El volumen de negocios del sistema bancario de Uruguay muestra, al cierre del año 2020, un incremento real del 10,4%. Ese resultado está apalancado en el crecimiento real de los depósitos de los clientes que fue del 13,8%. Respecto al otro componente del volumen de negocios, los créditos a clientes, al cierre del año muestran un crecimiento real del 3,4%.
El crecimiento de los depósitos “se concentra en los depósitos a la vista, ya que en los depósitos a plazo se da una caída en términos reales”, afirmó José Luis Rey, socio director de Deloitte Uruguay.
Sólida liquidez y morosidad estable
De acuerdo a la información publicada, al cierre del 2020 los ratios de liquidez a 30 días y a 91 días muestran niveles superiores en comparación al cierre del año anterior. Los bancos privados cerraron con 63,4% y 65,3% respectivamente, lo que significa un crecimiento real levemente superior al 10%, mientras que se mantiene similar en los bancos oficiales, alcanzando al cierre del 2020 un 94,3% y 91,9%, respectivamente.
La morosidad se encuentra estable en relación al cierre del año anterior. Los créditos vencidos representan el 2,3% del total de créditos, lo que significa una leve mejoría respecto al año anterior. A pesar dela caída del nivel de actividad económica en el año, las cifras son auspiciosas.
Solvencia firme, con un patrimonio que vuelve a presentar incremento real
El patrimonio del sistema bancario al cierre del año presenta un crecimiento real del 2,9%. Por otro lado, la solvencia presenta consistencia con un ratio de apalancamiento donde el pasivo es 10,6 veces el patrimonio para los bancos privados y 6,3 veces en el caso de los bancos oficiales, creciendo en ambos casos, pero manteniendo márgenes importantes por encima de los requisitos mínimos de responsabilidad patrimonial que exige el Banco Central de Uruguay.
Ganancias nominales para todo el sistema, pero con comportamiento dispar en términos reales
Todos los bancos de plaza presentaron utilidades en términos nominales al cabo del año culminado el 31 de diciembre de 2020, excepto el Banco de la Nación Argentina. Sin embargo, en términos reales, los bancos privados presentan una caída de sus utilidades del 3,4%, mientras que los bancos oficiales alcanzan una mejora del 7,1%, respecto al año 2019. Si lo vemos en términos consolidados se llega a un crecimiento real del 3.1%
En cuanto a la composición de la utilidad se identifica una caída real en el margen financiero, en particular acentuada en la baja real de los ingresos financieros, que se explicaría por una caída de tasas activas y por las facilidades otorgadas a los clientes y la suspensión de cobro de intereses en los primeros meses de la pandemia, así como también porque el crecimiento del volumen de negocios está traccionado por el aumento de depósitos de clientes.
En lo que respecta al negocio de comisiones y servicios, se expone una caída en términos reales, por lo que no contribuye a cubrir la baja real que se da en el negocio tradicional de intermediación financiera. También tiene una reducción real importante, sobre todo en la segunda parte del año, las ganancias por diferencia de cambio, originadas en el muy leve aumento del precio del dólar en el segundo semestre del año.
La eficiencia en los gastos de funcionamiento, que presentan también reducciones reales respecto al año anterior, atemperaron las caídas reales mencionadas más arriba.
“Se presenta un año muy desafiante, donde la evolución del control de la pandemia y la posibilidad de reactivación de la economía en todos sus sectores, así como la eventual llegada de nuevas inversiones, permitirá al sistema bancario jugar un rol importante en ese escenario, dada la liquidez y solvencia existentes. Asimismo, en paralelo, la optimización digital, la generación de nuevos servicios y canales, brindando más cercanía y soluciones a los clientes, marcarán el camino de este año”, explicó José Luis Rey, Socio Director de Deloitte Uruguay.
La infraestructura, que es uno de los sectores de mayor impacto socioeconómico en todo Latinoamérica, enfrenta desde hace años algunos problemas asociados al reducido volumen de inversiones en áreas prioritarias para la población y el crecimiento económico de sus países. Y el rol del sector público aparece como un elemento fundamental para revertir este escenario, según un informe publicado por KPMG.
El estudio “Los cambios en infraestructura en América Latina. Perspectivas del sector público”, realizado por KPMG América Latina, se basó en las respuestas a una encuesta realizada entre marzo y mayo del 2020 a 81 profesionales del sector público de Latinoamérica.
El informe brinda una visión general del área de infraestructura incluyendo, entre otros aspectos, los desafíos que enfrentan los gobiernos para incrementar las inversiones e iniciativas en este sector. Por ejemplo, la región invierte actualmente entre el 2% y el 3% de su PIB en infraestructura, cuando la recomendación internacional, o de “buena práctica”, es que esta cifra alcance al menos el 5%.
No obstante, debe señalarse que existen algunos obstáculos que impiden alcanzar ese porcentaje. Según los resultados del estudio los principales impedimentos son: 1) falta de recursos; 2) politización de las prioridades del proyecto; y 3) ausencia de una planificación estratégica de largo plazo.
A pesar de ello, algunas iniciativas serán cruciales para mejorar el nivel de estas inversiones. En esa misma línea de análisis se pueden citar: a) despolitización de la gestión de las políticas públicas relacionadas a infraestructura; b) mejora de la formación de los profesionales del sector público; y c) un mayor uso de las Asociaciones Público-Privadas (APP).
El papel social de la infraestructura
Para responder a los impactos de la pandemia, la atención del sector público se ha concentrado en la recuperación económica y la infraestructura. Sin embargo, no basta simplemente con invertir, es necesario que los recursos sean provistos con mayor transparencia y, entre otras cualidades, que se consideren también los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), que tanta relevancia están teniendo en la economía. Dado que el desarrollo de obras de infraestructura puede tener un rol social clave, especialmente en el contexto actual de la crisis pandémica, los gobiernos deben poder asegurar que los más vulnerables estén en el centro de sus políticas y decisiones.
“Para ello, se necesita una agenda progresista que incluya aportes más significativos al sector social, al tiempo que deben despolitizarse los planes y prioridades de infraestructura. Esto resulta fundamental para que el sector sea un catalizador de la recuperación económica en el período posterior a COVID-19”, comentó Fernando Faría, socio líder de la industria de Infraestructura de KPMG en América Latina.-
El gran déficit y la alta carga de la deuda pública de Brasil subrayan sus continuos desafíos fiscales a pesar del desempeño algo mejor de lo esperado del año pasado, afirma Fitch Ratings en un informe. Con las elecciones generales previstas para octubre de 2022, este año es clave para revitalizar la agenda de reforma fiscal del gobierno para impulsar la flexibilidad presupuestaria y mantener la credibilidad del límite de gasto.
“Los últimos datos mostraron que el déficit del gobierno de Brasil se duplicó con creces hasta el 14% del PIB desde alrededor del 6% en 2019. Esto fue mejor que nuestro pronóstico del 16,4% principalmente debido a la infraejecución del gasto presupuestado, que mejoró el resultado del gobierno central, y mayores superávits de las administraciones regionales. Los ingresos del gobierno central se contrajeron un 10,2% nominal, mientras que el gasto primario creció un 35% cuando Brasil implementó uno de los paquetes de soporte COVID-19 más grandes de Latinoamérica”, escriben los analistas de Fitch.
La calificadora estima la contracción económica en más del 4%. Esto, junto con el déficit más amplio empujaron la deuda del gobierno general al 89,3% del PIB desde el 74,3% en 2019, muy por encima de la mediana de la categoría ‘BB’ del 60%: “Anticipamos aumentos más pequeños en 2021-2022 debido a la reducción del déficit primario y al crecimiento del PIB. El déficit primario de 2021 debería reducirse a aproximadamente el 3,1% del PIB a medida que los ingresos se recuperen y se retiren las medidas de estímulo de emergencia. La posibilidad de que la pandemia limite la actividad económica y el estímulo se extienda más allá de 2021 es un riesgo significativo para nuestras previsiones fiscales”.
Fitch asume que el gobierno se adherirá al tope de gasto este año. El tope se ha convertido en un ancla importante de la política fiscal, pero fue efectivamente suspendido el año pasado a través de una ley de «calamidades públicas» para facilitar la respuesta a la pandemia.
El desajuste entre el Índice Nacional de Precios al Consumidor Extendido (IPCA) y el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) podría ejercer presión sobre el límite de gasto en 2021, ya que el límite está vinculado al IPCA más bajo, mientras que algunos ajustes de gasto utilizan el INPC más alto. Cualquier presión política para aumentar las transferencias sociales permanentes o el gasto relacionado con la pandemia también podría dificultar el cumplimiento.
“Sin embargo, en un escenario de gasto pandémico extendido, no está claro si el gobierno introduciría una medida provisional de autorización del Congreso para emitir «créditos extraordinarios» que estarían exentos del tope o trataría de renovar la ley de calamidades públicas, liberándolo de tener que cumplir el tope o el objetivo de déficit primario”, añaden los expertos.
Las bajas tasas de interés y los profundos mercados de capital internos respaldan la asequibilidad de la deuda y la flexibilidad financiera, y las medidas excepcionales podrían mejorar temporalmente la trayectoria de la deuda pública. Sin embargo, se espera que las tasas de interés aumenten este año en respuesta a las recientes presiones inflacionarias. Además, estabilizar y reducir permanentemente la deuda / PIB requeriría una reducción más rápida del déficit primario y el cumplimiento de los límites de gasto, y esto requeriría reiniciar las reformas. La administración del presidente Bolsonaro ha presentado proyectos de ley destinados a simplificar el sistema tributario, contener los costos de la nómina pública y detener el crecimiento del gasto obligatorio para aumentar la flexibilidad presupuestaria.
Según Fitch, el contexto político deja poco claro si estas medidas pasarán por la legislatura y cuándo: “La pandemia, las elecciones municipales del pasado mes de noviembre y las elecciones de líderes de la Cámara Baja y el Senado del 1 de febrero han estancado las reformas. El gobierno de Bolsonaro ha hecho esfuerzos para construir una alianza en el Congreso para promulgarlos, pero su capacidad para hacerlo podría ser probada por la resistencia de intereses creados, la dinámica política fluida en el Congreso y la reciente disminución en los índices de aprobación del presidente”.
La Perspectiva Negativa de la calificación ‘BB-‘ de Brasil refleja el impacto de la pandemia sobre el déficit fiscal y la carga de la deuda pública de Brasil, así como la persistente incertidumbre sobre las perspectivas de consolidación dadas las presiones de gasto y las perspectivas poco claras de reforma fiscal.
Los desequilibrios externos permanecen bajo control, lo que respalda la calificación. El déficit en cuenta corriente se redujo al 0,9% del PIB desde el 2,7% en 2019 debido a una importante compresión de las importaciones y reducciones en los viajes al exterior y las remesas de ganancias. Las entradas de IED se redujeron aproximadamente a la mitad hasta los 34.100 millones de dólares, pero cubrieron por completo el déficit en cuenta corriente. Fitch espera un leve deterioro en 2021 dado el repunte del crecimiento proyectado.
. Allfunds Blockchain y ConsenSys se asocian para desarrollar la tecnología blockchain en la industria de fondos
Allfunds Blockchain, la rama tecnológica de Allfunds lanzada en septiembre de 2020, ha anunciado un acuerdo con ConsenSys, firma especializada en software ethereum, para impulsar la tecnología blockchain en la industria y en particular en la distribución de fondos.
Según explican desde Allfunds, históricamente, la operativa tradicional entre entidades financieras, intermediarios y sistemas de pagos ha sido compleja. Por ello considera que la llegada de la tecnología blockchain y su implementación puede revolucionar todos estos procesos y “reducir drásticamente” los tiempos de distribución, pero también la ejecución y liquidación de los vehículos de inversión, además de facilitar el cumplimiento de la normativa al proporcionar pistas de auditoría. “A la vez que proporcionar un sistema seguro para los diferentes agentes que participan de todo este proceso”, añaden desde la compañía.
A través de este acuerdo, ConsenSys y Allfunds Blockchain combinarán las soluciones técnicas de Allfunds y ConsenSys Quorum para impulsar la plataforma de la industria de fondos de Allfunds. Además, las compañías trabajarán de forma conjunta para desarrollar y fomentar aún más la Solución Técnica Blockchain de Allfunds, en combinación con ConsenSys Quorum, y un protocolo de código abierto para desarrollar con ethereum.
“Estamos encantados de asociarnos con ConsenSys para llevar esta revolucionaria solución blockchain a un mercado más amplio. Gracias a la experiencia de ConsenSys, los clientes de Allfunds Blockchain se beneficiarán de un producto blockchain verdaderamente único. Seleccionamos ConsenSys Quorum para ser nuestro protocolo de blockchain empresarial debido a su significativa adopción en blockchain empresarial y al continuo desarrollo y apoyo que ConsenSys proporciona. Este es otro paso importante en la evolución de apuesta por la tecnología de Allfunds Blockchain», explica Rubén Nieto, director general de Allfunds Blockchain.
Por su parte, Madeline Murray, jefa de producto de ConsenSys Quorum, ha destacado su satisfacción por la oportunidad de crecimiento que supone para la firma. “Estamos satisfechos del interés que ha supuesto el protocolo Ethereum empresarial de código abierto construido para simplificar el uso de blockchain empresarial. Esta asociación con Allfunds facilitará aún más la adopción global de blockchain para la industria de fondos y enriquecerá el ecosistema con innovaciones técnicas adecuadas para casos de uso de privacidad avanzados”, ha añadido.
Pixabay CC0 Public Domain. La rápida recuperación de los mercados de renta variable en 2020 evitó un éxodo hacia estrategias de gestión activa
Los fondos de gestión pasiva capearon la volatilidad del mercado en 2020. En opinión de Cerulli Associates, tal y como recoge en su último número de The Cerulli Edge-European Monthly Product Trends Edition, haber logrado lidiar con la volatilidad pone más presión para que los gestores activos ofrezcan rendimientos más atractivos y consistentes, y frenar la pérdida de cuota de mercado de los fondos de gestión activa.
Según contextualiza el documento, cuando se hizo evidente que el COVID-19 se estaba extendiendo por todo el mundo, los mercados mundiales de renta variable cayeron más de un 30% en marzo, lo que provocó una volatilidad sin precedentes para los fondos que siguen índices, así como para muchas inversiones pasivas. De hecho, ambos tipos de estrategias registraron salidas netas durante aquel mes, hace ya casi un año. Sin embargo, mientras que los fondos activos perdieron el 3% de los activos gestionados a principios de año, sus homólogos de gestión pasiva sólo perdieron el 1%, según los datos de Cerulli.
«Aunque las caídas del mercado bursátil a principios de 2020 pusieron a prueba las estrategias pasivas, la rápida recuperación de los mercados mundiales de renta variable eliminó el riesgo de que se produjera un éxodo hacia vehículos de gestión activa. Desde Cerulli esperamos que los fondos pasivos sigan ganando cuota de mercado en 2021″, afirma Fabrizio Zumbo, director asociado de análisis de gestión de activos y patrimonios en Europa de Cerulli Associates.
Los datos muestran que las entradas netas hacia fondos pasivos han aumentado de forma constante en los últimos años. En respuesta a esta tendencia, en lugar de enfrentar las estrategias activas a las pasivas en la construcción de carteras, la industria de inversión ha pasado a respaldar más ampliamente un enfoque que combina ambas. Sin embargo, los productos pasivos siguen ganando terreno, ayudados por un historial de rendimiento superior y la reducción de las comisiones.
Zumbo espera que la creciente demanda de inversiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) impulse la demanda de fondos tanto activos como pasivos. Los activos de los fondos ETFs ESG han crecido rápidamente en los últimos cinco años: de 2015 a 2019, los activos de fondos de inversión gestionados activamente crecieron a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 15%, los activos de fondos indexados crecieron a una tasa CAGR del 34%, y los activos de ETFs al 72%.
Además, en gran medida, los inversores institucionales han impulsado el crecimiento de los activos de inversión responsable en Europa. Según estimaciones Cerulli, desde 2015, el total de activos de ISR de inversores institucionales, incluidos los mantenidos en fondos de inversión y ETFs, ha crecido un 16,8% anual hasta superar los 5 billones de euros (6,7 billones de dólares). Respecto al mercado de inversión minorista, los fondos de inversión y los ETFs domiciliados en Europa superaron el billón de euros en activos ESG en agosto de 2020. Una tendencia de crecimiento que también está respaldada por las gestoras. De hecho, el 57% de los emisores de ETFs en Europa que Cerulli encuestó identificaron el desarrollo de productos de ETFs ESG como una prioridad principal de su negocio en los próximos dos años.
Desde la firma explican que las inversiones ESG han favorecido a los gestores activos, además su enfoque de integración de estos criterios está evolucionando pasando desde la simple exclusión a una interpretación más sistémica e integral. Esto sitúa la visión ESG en una posición nuclear dentro del negocio de gestión con ejemplos tan prácticos y concretos como la incorporación de estos criterios en la toma de decisiones de inversión o su empleo para evaluar riesgos o en la búsqueda de rentabilidad.
“Sin embargo, los fondos pasivos están ganando cada vez más terreno en este ámbito. Los activos de ETFs de renta variable ESG pasivos crecieron a una tasa CAGR del 32% desde 2015 hasta finales de 2019 y los activos de fondos de renta variable ESG de gestión activa lo hicieron al 17%, durante este mismo periodo”, destacan desde Cerulli.
Foto cedidaJohn Stopford, gestor de la estrategia Global Multi-Asset Income en Ninety One. John Stopford, gestor de la estrategia Global Multi-Asset Income en Ninety One
Según explicó John Stopford, gestor del fondo Global Multi-Asset Income en Ninety One, son tres los factores que contribuyeron a que la estrategia consiguiera de nuevo unos rendimientos positivos en un entorno de mercado tan complejo como el de 2020. En primer lugar, el equipo gestor de Ninety One selecciona títulos desde una perspectiva ascendente buscando aquellas empresas que muestran unos ingresos resilientes.
La capacidad de hacer frente al pago de dividendos y cupones de muchas empresas se vio desafiada por el gran impacto sufrido con la crisis de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, la estrategia de Ninety One no sufrió unos fuertes recortes en los dividendos de las posiciones de la cartera, gracias a su mayor exposición a empresas con ingresos resilientes. En segundo lugar, el equipo gestor busca siempre una cartera que esté correctamente diversificada. En unos mercados que atraviesan turbulencias, esto es especialmente importante, asegurándose no solo tener exposición a activos de crecimiento, sino también posiciones más defensivas. A principios de 2020, la cartera ya estaba posicionada con un sesgo relativamente defensivo, pero se hizo aún más defensiva conforme avanzó el año y se centraron en la gestión del riesgo a la baja.
En concreto, en febrero y marzo, redujeron el riesgo de la cartera de forma muy significativa, llegando a posicionarse con una exposición neta en renta variable del 6% o 7%. En tercer lugar, la gestión del riesgo es clave para el equipo gestor. Saber cuándo tomar una menor o mayor exposición al riesgo es clave para poder aprovechar las oportunidades que el mercado presenta. Claramente, el mercado mostró unas dislocaciones extremas, en particular en el área de renta fija con grado de inversión.
La exposición al crédito
El gestor indicó un ejemplo de cómo había gestionado la exposición al crédito de la cartera. En sus posiciones de grado de inversión, que términos de rentabilidad ajustada al riesgo tuvieron un comportamiento mucho peor que la renta variable durante las oleadas de ventas, Johnson & Johnson, una empresa con una calificación crediticia de AAA y que por su posicionamiento en el sector sanitario se puede beneficiar enormemente durante la crisis de la pandemia, sufrió ventas masivas en sus bonos porque los inversores estaban buscando liquidez.
Los bonos de Johnson & Johnson con un vencimiento mayor bajaron significativamente en precio, incluso cuando los bonos del Tesoro estadounidense repuntaron. Esto representó algo de problema durante el mes de marzo, porque en una cartera defensiva estaban posicionados de forma significativa en estos bonos. Sin embargo, supieron tomar ventaja de esta situación, incrementando la exposición de la cartera, primero a deuda de grado de inversión con un vencimiento en el largo plazo y después aumentando las posiciones en deuda high yield de empresas con apuros conforme vieron que los efectos del COVID-19 en la economía serían temporales. Este cambio de posicionamiento se produjo a mediados de abril y mayo, después de haber tomado posiciones muy defensivas a finales de marzo.
En el crédito con grado de inversión, no cambiaron tanto el porcentaje de la cartera, como la exposición a la duración, pasando de una duración de aproximadamente un año a una duración 1,7 años (un incremento del 70% en duración). Mientras que en la exposición a la duración de la deuda high yield, se mantuvo más o menos estática en torno a los 4 o 5 años. Comenzaron el año con una ponderación del 6% en la cartera y lo terminaron con un peso del 15%. De forma colectiva, más que incrementar el riesgo a través de una mayor exposición en renta variable, que varió de un 7% a casi un 20% de exposición neta de la cartera, incrementaron su exposición a los activos de crecimiento a través del crédito, porque para el equipo gestor de la estrategia Global Multi-Asset Income era donde había un mayor número de oportunidades en términos de precio como resultado de las dislocaciones del mercado provocadas por la pandemia en marzo.
Deuda en mercados emergentes
Los mercados emergentes de deuda suelen percibirse como activos de riesgo. Sin embargo, en Ninety One tienden a centrarse en títulos con una menor duración denominados en moneda local con una cobertura con la divisa base de la cartera. De esta manera, la cartera no se ve expuesta tanto a riesgo de tipo de cambio, sino al riesgo en los cambios en los tipos de interés.
Muchos de los mercados emergentes fueron capaces de recortar sus tasas de interés gracias a que los principales bancos centrales a nivel global redujeron sus tipos de interés. Al contrario que en muchos mercados desarrollados, los bonos con un vencimiento a medio o largo plazo siguen ofreciendo unos rendimientos razonables, sin necesidad de incurrir en un riesgo de cobertura muy alto.
Un retorno total atractivo, con una menor volatilidad y riesgo a la baja
Una de las características más importantes para John Stopford es la capacidad de ofrecer unos rendimientos consistentes en el tiempo con un bajo nivel de riesgo. Desde su fecha de lanzamiento, la cartera ha sido capaz de mantener una máxima caída del 7,4%, mientras que el índice de renta fija Bloomberg Barclays Global Aggregate, que presenta el desempeño de la deuda con grado de inversión, y el índice MSCI All Country World Index, que representa el comportamiento de la renta variable global, experimentaron una caída máxima del 7,7% y 21,4%, respectivamente.
¿Por qué quisiéramos mantener una cartera defensiva cuando se espera un repunte del crecimiento?
Según especificó Stopford, vivimos en un mundo de máximos contrastes en los que hay fuerzas masivas en acción. Esto ha llevado a mercados que están frecuentemente al alza, pero que con más frecuencia experimentan caídas. En la última década, desde la crisis financiera global, existen varias tendencias que están minando el potencial del crecimiento, como la demografía, el alto nivel de deuda, la desigualdad de clases, el cambio tecnológico, a la vez que los bancos centrales y las autoridades políticas que intentan rescatar la economía con nuevos paquetes de estímulo.
Con estas políticas se crean unos entornos de mercado en los que hay un alto potencial al alza, pero también una mayor frecuencia en las correcciones. Esto se ha visto en 2020, en 2018, en 2015, en 2016 y en 2011. Y el tipo de movimientos que se han visto en los mercados en su conjunto es que los mercados han aumentado en su totalidad. Pero puede que haya una parte de los inversores que necesite que su rendimiento sea más predecible, pero el mundo en el que vivimos es altamente impredecible.
Si es cierto que se esperan buenos augurios en el conjunto de las clases de activos, pero una gran parte de estas expectativas ya se encuentra en el precio. La renta variable sigue creciendo a pesar de que estamos saliendo de una recesión. Hay un alto nivel de especulación en el mercado, los participantes del mercado han regresado a unos altos niveles de optimismo en el mercado de renta variable, existiendo un alto potencial por un episodio de caídas a la baja. Según Stopford, los mercados siguen siendo frágiles, por ello, una cartera defensiva es la mejor forma de ataque.
Pixabay CC0 Public Domain. La ESMA propone a la Comisión modificaciones adicionales en el régimen de los FILPE
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas inglesas) apuesta por que los fondos de inversión a largo plazo europeos (FILPE) sean vehículos más atractivos para los inversores profesionales y una alternativa viable para la canalización del ahorro de inversores minoristas. Para ello, insta a la Comisión a encontrar un equilibrio entre flexibilidad y protección.
La propuesta de la ESMA llega en forma de carta, que se publicó el pasado 3 de febrero, y en ella subraya la necesidad de que los FILPE ayuden a canalizar la inversión en la economía real, es decir, “en proyectos de infraestructuras, bienes inmuebles y pequeñas y medianas empresas (pymes)”.
El objetivo es contribuir a acelerar la recuperación económica tras la pandemia de la COVID-19. Por ello, la ESMA considera que, en la próxima revisión del Reglamento (UE) 2015/760,1 es importante: asegurar que las modificaciones permanecen alineadas con el espíritu de la normativa original; evitar excesivos desajustes de liquidez y posibles riesgos para la estabilidad financiera en el caso de que el mercado de los FILPE se incremente; y, por último, garantizar una adecuada protección al inversor minorista.
“Tras la consulta a la ESMA y al resto de partes interesadas, la Comisión presentará al Parlamento Europeo y al Consejo su informe final sobre el funcionamiento de los FILPE en la Capital Markets Union (CMU) y propondrá modificaciones a su actual régimen”, recuerdan desde finReg360.
Desde la firma especializada en consultoría, destacan cuatro de las consideraciones que propone ESMA: “La autoridad europea considera conveniente aclarar qué inversiones son activos aptos para los FILPE y ampliar su definición en algunos casos. En particular, definir qué se entiende por “activos reales” y por “inversiones a largo plazo que contribuyan a un crecimiento sostenible, inteligente e integrado”. También, permitirles invertir en otra tipología de instituciones de inversión colectiva (IIC) cuyos activos aptos sean similares a los de los FILPE, reducir el importe requerido para la participación directa o indirecta en compañías (actualmente, 10 millones de euros), y, por último, suavizar el requisito de «filial de participación mayoritaria» y permitir la coinversión minoritaria”. Además, propone ampliar los activos aptos para permitir a las pymes acceder a la financiación que ofrece un FILPE.
Desde finReg360 también consideran relevante la propuesta sobre los procedimientos de autorización. En este sentido, destacan que “se plantea la posibilidad de eliminar la necesidad de autorización para la gestión del FILPE, distinta de la autorización para crearlo. Esta doble autorización plantea confusión y puede dar lugar a un conflicto entre las responsabilidades de las autoridades nacionales competentes involucradas”.
Además, la ESMA solicita aclaración sobre qué situaciones podrían dar lugar a un conflicto de intereses. La falta de claridad actual podría subsanarse incluyendo un régimen similar al previsto para los fondos de capital riesgo europeos (FCRE) o los fondos de emprendimiento social europeos (FESE).
Otro aspecto delicado es la política de reembolso. Los inversores del FILPE no pueden solicitar el reembolso de sus participaciones o acciones antes del vencimiento del fondo. Aunque esta limitación resulta lógica, dado el grado de iliquidez de los FILPE, es posible que este hecho esté desincentivando la inversión de los minoristas. “En consecuencia, la ESMA propone constituir mecanismos que permitan a los inversores desinvertir del FILPE antes de su vencimiento, aunque siempre sujetos a unas condiciones de liquidez. Entre las posibles alternativas, la ESMA sugiere la creación de fondos de duración indefinida”, explican desde finReg360.
Además, plantea también la posibilidad de reducir el límite mínimo de inversión a menos de diez activos diferentes cuando el FILPE va dirigido solo a inversores profesionales. Según la firma de consultoría, el motivo es que, en el caso de invertir en proyectos de gran envergadura, en especial de infraestructuras, este límite mínimo puede ser difícil de alcanzar además de costoso en términos de capital. Por último, ante la gran cantidad de información que debe contener el folleto del FILPE, la ESMA propone reducir su contenido para que sea más claro para el inversor minorista y entienda que se trata de un producto ilíquido y a largo plazo.
“El regulador estima también que se deberían reducir y flexibilizar los requerimientos aplicables a los inversores profesionales, de forma que se fomente la inversión en este tipo de productos. No obstante, señala los problemas que podrían surgir si se crean FILPE específicos para inversores profesionales, sobre la base del principio de no discriminación entre minoristas y profesionales. Por último, dada la baja aceptación de este tipo de productos financieros desde que se regularon en 2015, se propone que cada Estado miembro considere la posibilidad de flexibilizar su tratamiento fiscal, para hacer más atractiva la inversión”, destacan desde finReg360 sobre otras cuestiones que propone la ESMA.
Foto cedida. Euromoney premia a Santander como la mejor banca privada de España
El liderazgo de Santander Private Banking ha sido reconocido por Euromoney en varias categorías de sus premios anuales. En 2021, Santander ha obtenido la calificación de mejor banca privada en España, Portugal, México, Polonia y Chile, y de mejor banco para clientes con grandes patrimonios en Latinoamérica, Estados Unidos, Portugal, Chile, México, Polonia y España.
A raíz de este reconocimiento, Adela Martín, directora de Santander Banca Privada España, ha declarado: “Mantener la cercanía con nuestros clientes ha sido nuestra principal razón de ser en 2020. Todo el trabajo realizado en los últimos años nos ha permitido acelerar el despliegue de nuestras capacidades digitales, con el fin de preservar la seguridad de nuestros clientes y equipo. Los clientes nos lo han reconocido con un importante incremento en los indicadores de calidad percibida y es muy satisfactorio comprobar que Euromoney también lo ha hecho con su prestigioso premio a la mejor banca privada de España”.
La publicación también ha valorado la inversión de Santander en tecnología y su compromiso con la banca responsable. Ha sido galardonado por la revista en las categorías de mejor banca privada en las áreas de sostenibilidad, gobernanza y medio ambiente (ESG) e inversión de impacto, y de mejor tecnología innovadora o emergente y gestión de datos en América Latina, junto con otros reconocimientos similares para diversos países de la región y Europa.
Los premios Euromoney, que este año cumplen su 18ª edición, valoran el trabajo del sector de la banca privada y se basan en una encuesta con más de 2000 participantes, entre los que se cuentan bancos, gestores de fondos y family offices.
Por su parte, Victor Matarranz, responsable global de la división de Wealth Management & Insurance de Banco Santander, ha destacado que,en 2020, «pese a los retos planteados por la pandemia del COVID-19 y la priorización de la salud y la seguridad de todos, Santander Private Banking ha ganado impulso gracias a su plataforma global, a una oferta integral de producto y a plataformas como Future Wealth. También hemos consolidado nuestra oferta en ESG y hemos mejorado la comunicación con los clientes gracias a nuestros canales digitales. Estoy contento al comprobar que Euromoney ha reconocido el servicio que nuestros equipos prestan a los clientes”.
Thornburg Investment Management una firma de inversión global anunció este miércoles el nombramiento de Julia Sze como directora independiente de su junta directiva, informa un comunicado al que accedió Funds Society.
Sze asumió el 1 de diciembre de 2020 y también se desempeña como miembro del comité de auditoría. La junta directiva de Thornburg ahora está compuesta por seis miembros, tres de los cuales son independientes.
«Nos complace dar la bienvenida a Julia a la Junta Directiva de Thornburg», dijo Garrett Thornburg, presidente y fundador de Thornburg. El directivo también destacó estar seguros de que la perspectiva, la percepción y el juicio de Sze “subrayan nuestro compromiso con los clientes y una gobernanza eficaz».
La Junta Directiva aprueba y audita el presupuesto de la empresa, evalúa el desempeño del CEO y aprueba los objetivos estratégicos de la empresa. Además de Sze, la junta directiva de Thornburg está compuesta por Garrett Thornburg, presidente; Brian McMahon, vicepresidente y estratega jefe de inversiones; Jason Brady, presidente y director ejecutivo; y Eliot Cutler y Joshua Gotbaum, cada uno un director independiente.
«Durante mucho tiempo he admirado el enfoque de Thornburg en el éxito del cliente y su larga trayectoria de cumplimiento de la promesa de una gestión activa», dijo Sze y agregó que espera “trabajar con Garrett y los otros miembros de la junta para ayudar a que Thornburg continúe construyendo sobre una historia de casi cuatro décadas de excelencia en inversiones».
Sze comenzó su carrera en Hong Kong administrando carteras en los mercados de renta variable asiáticos y dirigiendo varios fondos galardonados en la región durante más de una década en Cameron Global Investments, Credit Lyonnais Asset Management e Indosuez Asset Management.
Posteriormente, se desempeñó como estratega senior de inversiones y directora de inversiones en Wells Fargo Family Wealth Group y brindó apoyo de ventas y educación para equipos de bancos privados que prestan servicios a personas, fundaciones y fondos de alto patrimonio en inversiones alternativas de Bank of America Group.
A partir de 2008, comenzó a trabajar con fundaciones, familias e individuos para desarrollar e implementar estrategias de inversión de impacto personalizadas en todos los sectores y geografías para construir mejores estándares ESG en todas las etapas de las empresas.
Además de la junta directiva de Thornburg, la Sze es miembro de la junta y del comité de auditoría de Cavco Industries y la junta de la empresa de bicicletas eléctricas plegables con sede en Taiwán, Tern. También es miembro del comité de inversiones de la Fundación Comunitaria de Santa Fe y es miembro de la junta de la Fundación del Banco Amalgamado.
Desde 2018, Sze ha enseñado gestión de inversiones, inversión de impacto y emprendimiento social en la Universidad de California, Haas School of Business de Berkeley. Se desempeña como profesora de Haas Impact Fund, Haas Sustainable Investment Fund y Impact Startup Launchpad, y es parte del equipo de liderazgo fundador de la iniciativa Sustainable and Impact Finance.