Finalmente, no habrá fusión entre el BBVA y Sabadell. Según han comunicado las entidades españolas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las conversaciones entre ambos bancos para una potencial operación de fusión se dan por finalizadas al no haber alcanzado un acuerdo sobre la “eventual ecuación de canje de las acciones de ambas entidades”, apuntan desde Sabadell.
Casi dos semanas después de que se iniciaran formalmente estas conversiones, después de meses de rumores, la operación se da por cerrada. Según señalan fuentes del mercado, el punto de desacuerdo estaría en que BBVA no estaba dispuesto a subir la prima por Sabadell. La ruptura de la negociación se ha dejado sentir en la cotización de sus valores en bolsa. El banco catalán iniciaba la jornada registrando una caída del 12%, mientras que el BBVA subía un 2%.
Aparcada esta operación, ambos bancos siguen sus respectivos caminos. Sabadell no ha tardado en anunciar que “desarrollará un nuevo plan priorizando el mercado doméstico”. Una hoja de ruta que presentará durante el primer trimestre de 2021. “Sin perjuicio de que los ejes y objetivos principales del plan se harán públicos durante el primer trimestre de 2021, Banco de Sabadell está en condiciones de anticipar que el mismo contemplará, entre otras medidas, la ampliación del programa de eficiencia y transformación en el mercado retail en España, con impacto neutro en el capital, y analizará con sus asesores alternativas estratégicas de creación de valor respecto a los activos internacionales del Grupo, incluyendo TSB”, ha señalado en un comunicado esta mañana.
Además, la entidad que preside Jospe Oliu ha destacado que Sabadell cuenta con una sólida franquicia en España y es líder en índice de satisfacción de clientes en el segmento de pymes. Según indica esta posición le permitirá “centrarse en estos segmentos de mayor valor añadido y rentabilidad, e implementará su nuevo plan mejorando tanto su eficiencia como la generación orgánica de capital”.
Por su parte, el CEO de BBVA, Onur Genç, ya comentó al inicio de las conversaciones con Sabadell que esta operación no era la única opción de la entidad y que solamente tendría sentido si “creara valor real para los accionistas”. En este sentido, su última gran operación ha sido la venta de su filial en Estados Unidos a PNC por 11.600 millones de dólares. “Esta es una gran operación para todas las partes. El acuerdo fortalece nuestra ya sólida posición financiera. Nos aporta mucha flexibilidad para invertir de forma rentable en nuestros mercados, impulsando nuestro crecimiento a largo plazo y apoyando a las economías en la fase de recuperación, así como para incrementar la remuneración al accionista”, señalaba Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, sobre esta operación.
El pasado 16 de noviembre, la gestora Ninety One celebró un evento virtual en el que sus principales gestores abordaron los temas del cambio climático, el proceso de descarbonización de la economía, la construcción de carteras resilientes y el crecimiento de China.
Desde Nueva York, Richard Garland, Managing Director, fue el encargado de dar la bienvenida a los participantes. Desde Londres, Hendrik du Toit, CEO de Ninety One, entrevistó a Mark Carney, economista y banquero de inversión que ocupó el cargo de gobernador del Banco de Canadá de 2008 a 2013 y, desde entonces hasta marzo de este año, fue gobernador del Banco de Inglaterra.
Carney, quien también es asesor financiero en la cumbre mundial del clima (COP-26) que se celebrará a finales de 2021 en Glasgow, explicó que hay dos objetivos de “gran ambición” en esta reunión: el primero, a nivel intergubernamental, es que los compromisos asumidos por los países para la reducción de los gases del efecto invernadero deben ser de cero emisiones netas de CO2 y estar respaldados por planes creíbles; el segundo, es que en el lado financiero privado se establezcan referencias de descarbonización en el curso de las próximas décadas. El enfoque central que se quiere tomar para este segundo objetivo es que cada decisión financiera privada tenga la información, las herramientas y los mercados necesarios para que el cambio climático se tenga en cuenta.
Durante la charla “Allocating to decarbonisation”, Deirdre Cooper, co-responsable de renta variable temática dentro del equipo de Multi-Asset y co-gestora de la estrategia Global Environment de Ninety One, contó con la participación de Ben Palmer, director de inversiones y responsable del equipo de inversión responsable de Brooks McDonald, Boudewijn de Haan, Managing Director de renta variable en Anthos Fund & Asset Management, y Michaela Edwards, socia de Capricorn Investment Group para hablar sobre los riesgos y oportunidades que la necesidad de abordar el cambio climático crea para los inversores. En este panel, se discutió sobre cómo asignar a la “descarbonización” el desafío de lidiar con datos incompletos y poco confiables, así como sobre la necesidad de mejorar la medición del impacto.
Así, Ben Palmer explicó que están buscando la integración de los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo en un mayor grado en todas sus selecciones de inversión. Además, a principios de este año, incorporaron un tema central de sostenibilidad en todas sus carteras. En su opinión, esto es solo una tendencia creciente en la que las diferencias entre su oferta central de carteras -que en la actualidad carecen de unos criterios explícitos de sostenibilidad en sus mandatos- y sus servicios con unos criterios explícitos de sostenibilidad se estrecharán. La razón para que esta integración continúe viene de varias áreas: la demanda regulatoria, la demanda del consumidor y los méritos conseguidos por la inversión sostenible.
Mientras que, Boudewijn de Haan expuso como en los últimos años han incrementado significativamente su inversión en varias estrategias de inversión socialmente responsable, abarcando todo el espectro, desde la exclusión de posiciones a la inversión de impacto. La huella de carbono de estas carteras ha sido bastante favorable en relación con el índice de referencia tradicional porque muchas de estas estrategias de inversión socialmente responsable no invierten en industrias que producen una alta huella de carbono, como pueden ser la industria de servicios públicos, las empresas de energía y algunas partes del sector industrial. Pero se dieron cuenta de que para convertirse en una verdadera “fuerza para el bien” necesitaban ampliar su perspectiva y también considerar la incorporación de fuentes de descarbonización como un tema de inversión dentro de sus carteras. Ese fue el motivo principal por el que reconsideraron invertir en la estrategia Global Environment de Ninety One.
Por su parte, Michaela Edwards reflexionó sobre lo novedoso que resultaba la inversión sostenible en 2009. Desde la perspectiva de Capricorn Investment Group la principal creencia es que las prácticas de inversión sostenible pueden de hecho mejorar los rendimientos ajustados al riesgo en el largo plazo. Desde un enfoque total de la cartera buscan tener impacto a través de sus inversiones directas en venture capital y buscan integrar criterios de sostenibilidad en el resto de las clases de activos.
Hace 15 años, cuando Capricorn Investment Group comenzó, se tomó la decisión de no invertir en ninguna empresa que tuviera relación con el petróleo y el gas. En consecuencia, se han encontrado en una posición en la que muchos de sus competidores tenían una necesidad para “descarbonizar” sus carteras y desinvertir sus posiciones en determinados sectores. Hace una década, la elección de excluir hidrocarburos de la cartera de inversión parecía poco sensata para muchos. Después del acuerdo de París, algunos comenzaron a considerar favorablemente a Capricorn Investment Groupy esta percepción mejoró aún más cuando el precio del crudo descendió estrepitosamente durante los primeros meses de este año. Pero la principal conclusión que debe tomarse es que han conseguido ser siempre bastante consistentes con su tesis de inversión. Sus principales focos de atención son la selección positiva y la mitigación de riesgos ESG, tratando de minimizar el riesgo al que se enfrentan sus estrategias. Ambos enfoques han resultado en unos mejores rendimientos ajustados al riesgo en el largo plazo.
El desafío de los datos
Según Boudewijn de Haan, si se compara la huella de carbono de una estrategia climática como el Global Environment de Ninety One, que considera la descarbonización como uno de sus temas y que de hecho invierte y proporciona capital a empresas que están realizando una transición hacia la descarbonización, puede que no salga muy bien parada. El desafío viene de hacer comprender a los inversores que este es el camino del cambio y que de hecho se está haciendo lo correcto. Basarse únicamente en los datos de la huella de carbono no es realmente la respuesta. Además, muchos de los proveedores de datos no mantienen una consistencia en los datos reportados. Los datos reportados en la trayectoria histórica de emisiones de una misma compañía pueden variar según el proveedor de datos.
Los datos pueden ayudar hasta cierto punto, pero también elevan nuevas cuestiones sobre su consistencia. A nivel de cartera, en la opinión de Ben Palmer, esto incrementa la irregularidad de los datos y complica la selección de fondos en la construcción de cartera porque es necesario interpretar la clasificación aplicada por el gestor del fondo para después agregarla en las carteras finales.
Además, Michaela Edwards indicó la falta de un marco regulatorio común sobre qué, cómo y cuándo se deben reportar y clasificar los datos de los factores ESG. Algunos de los mayores proveedores de datos ESG utilizan encuestas para que las empresas realicen sus informes, y muchas de las empresas encuestadas presentan una cierta fatiga hacia las encuestas. Haciendo hincapié en las ideas anteriormente mencionadas, Edwards remarcó que la correlación entre las calificaciones de los diferentes proveedores es del 32%, por lo que para los usuarios finales de estos datos queda patente que el sistema de calificaciones ESG todavía está en la primera etapa de desarrollo. La aspiración es conseguir un estándar comparativo en las calificaciones ESG, pero al igual que los inversores no solo se guían por las calificaciones de las agencias de crédito, los datos ESG deberían ser solo el punto de partida y no el final de la evaluación de los factores ESG.
Generali Global Infrastructure (GGI), firma independiente de gestión de activos especializada en inversiones en infraestructura dentro del Grupo Generali, ha anunciado el lanzamiento de dos fondos de infraestructuras para apoyar la recuperación europea. En opinión de la firma, los activos de infraestructura son fundamentales para dar forma a una recuperación sostenible y resistente para Europa, junto con un mundo más ecológico, más digital y centrado en las personas.
Según explican, los fondos tienen por objeto apoyar la recuperación de las economías europeas de los efectos adversos del COVID-19, mediante inversiones resistentes y sostenibles en infraestructuras y ofrecen una asignación flexible tanto en deuda como en renta variable. Los dos fondos, cada uno de ellos con un objetivo de entre 400 y 700 millones de euros, se han puesto en marcha en octubre 2020 con una inversión inicial de 290 millones de euros por parte del Grupo Generali, 145 millones de euros para cada fondo. Ambas estrategias de inversión también son accesibles para los inversores institucionales fuera del Grupo Generali que busquen inversiones con un impacto positivo y que a la vez ofrecen rendimientos atractivos y estables.
El equipo de inversión de GGI seleccionará inversiones brownfield y greenfield con una capacidad distintiva para contribuir a la recuperación de las economías europeas, así como de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Ambos fondos están alineados con la trayectoria climática diseñada por el Acuerdo de París. Según destaca la firma, “ambos fondos representan un paso más en la definición del Grupo Generali de soluciones de inversión para apoyar la recuperación de las economías europeas”.
Más concretamente, uno de los fondos se centra en la transición energética, el medio ambiente y la movilidad sostenible, y el otro en la transición digital y las infraestructuras sociales. La gestora considera que los ámbitos geográficos y los sectores a los que se dirigen “ofrecen una gama muy amplia de oportunidades de inversión”, lo que permite a GGI construir carteras diversificadas y ser muy selectivo centrándose en la generación de rendimientos financieros y extrafinancieros.
El sector de la infraestructura generó globalmente 657 mil millones de dólares de inversiones en 2019 en operaciones de renta fija y variable, lo que ofrece una gran diversidad de oportunidades de inversión privada en todos los instrumentos, sectores y geografías. Europa confirmó su posición de liderazgo con más de 220 mil millones de dólares de proyectos en 2019.
«El Pacto Verde Europeo implica un esfuerzo renovado para acelerar la transición ambiental y social, generando impactos positivos a largo plazo en la vida de los ciudadanos y las empresas en Europa. La contribución de las infraestructuras será estratégica en esta vía de desarrollo, aportando fuertes beneficios sociales y económicos a la sociedad. Los nuevos fondos GGI confirman el papel central que las inversiones sostenibles tienen en nuestra estrategia de Grupo, destinado el capital hacia proyectos de alta calidad y de impacto positivo», ha señalado Timothy Ryan, CEO de Generali Asset Management.
En palabras de Philippe Benaroya, CEO de Generali Global Infrastructure, “la actual crisis representa una oportunidad para que los gobiernos aceleren unas inversiones ambiciosas en los ámbitos de la energía y la transición social, canalizando el capital para hacer nuestras economías y sociedades más resistentes y sostenibles. La infraestructura es una clase de activo con carácter anticíclico muy establecido, y una de las pocas capaces de asociar el capital público y privado para lograr efectos financieros y extrafinancieros positivos a largo plazo. Esta clase de activos será una estrategia relevante para los inversores que busquen inversiones resistentes, que proporcionen un rendimiento valioso en un escenario de tipos de interés bajos”.
M&G ha anunciado la creación de un nuevo equipo de buen gobierno y sostenibilidad, que estará dirigido por Rob Marshall, con el objetivo de priorizar los factores ESG en su forma de invertir y gestionar los activos de sus clientes.
Según ha explicado, este equipo contribuirá a atender la creciente demanda de productos de inversión impacto, sostenible y con integración de factores ESG, así como a desarrollar la hoja de ruta para cumplir el compromiso de M&G de lograr cero emisiones netas de carbono en sus carteras de inversión para el año 2050. El nuevo equipo de buen gobierno y sostenibilidad, compuesto por 13 profesionales, reforzará aún más los recursos de M&G en análisis, normativa, evaluación, integración y divulgación de información sobre riesgos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, así como las oportunidades de inversión que estos presenten en todas las clases de activos.
Además, señala que se apoyará en la dimensión e influencia de M&G como gestora y propietaria de activos global para trabajar con las empresas en las que invierte para alentar la transición a modelos de negocio sostenibles. Esto incluye un nuevo Programa de Interacción Climática, centrado en empresas con una alta exposición a carbono. El equipo será además el centro de excelencia de la creciente gama de soluciones de impacto de M&G, enfocada a clientes que quieran generar una diferencia tangible en la sociedad y el medioambiente a través de sus inversiones. Según indica, un reciente ejemplo es la nueva estrategia de impacto sobre el cambio climático, M&G (Lux) Climate Solutions Fund, que invierte con el objetivo de lograr un futuro más limpio, buscando a la vez rentabilidades de inversión atractivas.
Rob Marshall, director del nuevo equipo, ha estado al frente del equipo de análisis global de crédito y renta variable de M&G desde 2017. A partir de ahora, desde su nuevo puesto, trabajará con Rupert Krefting, director de finanzas corporativas y buen gobierno corporativo; Annabel Nelson, directora de normativa y divulgación ESG; Michael Posnansky, director de análisis e integración ESG; y Ben Constable-Maxwell, director de inversión de impacto.
En este sentido, Jack Daniels, CIO de M&G, ha afirmado: “Nuestros clientes quieren saber que invertimos de la forma adecuada, que respaldamos sus objetivos financieros teniendo en cuenta cómo sus inversiones afectan y se ven afectadas por lo que pasa en nuestra sociedad y el medioambiente. Desde nuestro punto de vista, la sostenibilidad a largo plazo de nuestro negocio, del medioambiente y de las comunidades en las que vivimos depende de que integremos los factores ESG en todo lo que hacemos. Nuestro equipo de buen gobierno y sostenibilidad jugará un papel fundamental para garantizar que los factores ESG estén en el centro de nuestras inversiones, como una de las gestoras y propietaria de activos líder a nivel global”.
Por su parte, Rob Marshall, director del equipo de buen gobierno y sostenibilidad de M&G, ha destacado que M&G cuenta con un largo historial en invertir con responsabilidad e integridad en defensa de los intereses de sus clientes. “Queremos ponernos a la altura de los desafíos medioambientales y sociales sin precedentes a los que se enfrenta el mundo, reforzando aún más nuestros recursos para invertir de forma sostenible y responsable, mientras seguimos proporcionando la rentabilidad a largo plazo que buscan nuestros clientes. Para ello, incrementamos nuestra interacción activa con las empresas en las que invertimos para asegurarnos que hacen los cambios adecuados, especialmente en relación con los riesgos de cambio climático; y trabajamos para seguir innovando en los productos e información que ofrecemos a nuestros clientes”, concluye Marshall.
Morningstar ha hecho públicos los ganadores de los Pan-European Awards, los premios paneuropeos a la excelencia en la inversión, que engloban las categorías de mejor gestor, mejor entidad gestora y talento creciente.
Tal y como explica la firma, estos premios son un reconocimiento a los gestores y entidad gestora más destacados de la industria, que han creado valor para los inversores y han alineado sus intereses con los de los accionistas. El premio se otorga a los gestores de cartera y a las entidades gestoras que demuestren una excelente capacidad de gestión, la habilidad de ir a contracorriente en beneficio de los inversores y la alineación con los intereses de los partícipes”, señalan.
El reconocimiento se basa en el sistema de evaluación cualitativa del fondo, el Morningstar Analyst Rating™ para fondos, que es una evaluación prospectiva de la capacidad de una estrategia para superar no sólo a la media de sus competidores en el futuro, sino también a su índice de referencia, descontando los costes y teniendo en cuenta también los riesgos asumidos. Se asigna al final de un largo proceso de análisis realizado por el equipo de analistas que se centra en tres pilares que juegan un papel clave en el éxito de los fondos: las personas, el proceso y la entidad gestora.
Según ha comunicado, los ganadores de los 2020 Morningstar Pan-European Morningstar Awards for Investing Excellence son: Philippe Igigabel, del fondo HSBC GIF Euro High Yield Bond, como mejor gestor; Lorenzo Pagani, del fondo PIMCO GIS Euro Bond, como talento creciente, y Baillie Gifford como mejor gestora.
«Nos complace anunciar que Philippe Igigabel ha ganado el prestigioso premio al mejor gestor. Todos los años buscamos premiar a los profesionales que producen rendimientos excepcionales a largo plazo. Philippe tiene casi 20 años de experiencia en la industria de la inversión, invirtiendo en bonos europeos de alto rendimiento desde finales de los años 90, lo que le convierte en uno de los gestores de cartera más experimentados según los analistas de Morningstar. Igigabel ha aplicado hábilmente un enfoque selectivo, basado en sus fuertes creencias de inversión y atento a las valoraciones del mercado europeo de high yeld. Es un excelente inversor y un excepcional gestor de inversiones», ha destacado Mara Dobrescu, Director of Manager Research for EMEA and Asia.
«Lorenzo Pagani, cogestor del PIMCO GIS Euro Bond, es el ganador en nuestra categoría de gestores emergentes. Esta categoría presenta una lista de gestores emergentes en el universo de cobertura de Morningstar, con menos de siete años de trayectoria gestionando carteras y que, sin embargo, ha proporcionado resultados excepcionales a los inversores durante ese período de tiempo. Basándose en una gama de estrategias más amplia que la de muchos de sus colegas, Pagani ha aprovechado los amplios recursos de PIMCO para gestionar admirablemente esta estrategia desde que asumió el cargo de gestor responsable de la cartera en 2017”, ha concluido Dobrescu.
Por su parte, Mathieu Caquineau, Associate Director of Manager Research for EMEA and Asia, ha destacado que «Baillie Gifford ha sido premiada como la Mejor Gestora. Con una alta calificación de Morningstar Parent, esta gestora ha demostrado una increíble dedicación para servir los intereses de los inversores, gracias a una fuerte cultura de inversión y a una rotación de personal que se encuentra entre las más bajas de la industria”.
Desde el punto de vista del manejo de las finanzas personales, la trayectoria de Maradona daría para varios doctorados, como bien saben los administradores de patrimonio. Pero como el futbolista argentino era mucho más que una fortuna y una herencia, vale la pena recordar que su genialidad para el gol generó una pequeña teoría monetaria muy recordada estos días: “el efecto Maradona”.
Los famosos goles del partido contra Inglaterra de 1986
Argentina había sido derrotada en la guerra de las Malvinas y toda una nación obtendría su revancha durante el Mundial de 1986 en un partido contra Inglaterra. Entre los británicos que, a pesar de la eliminación, terminaron apreciando el talento de Maradona estaba Mervyn King, presidente del Banco Central de Inglaterra de 2003 a 2013.
El primer gol de ese día, conocido como “la mano de Dios”, fue para King “inesperado, inconsistente en el tiempo y contra las reglas. Tuvo suerte de salirse con la suya”. Aplicado a la teoría monetaria, esa estrategia se pueden manejar los momentos críticos del mercado.
La descripción de King del segundo gol es la siguiente: “Maradona corrió 55 metros desde el interior de su propio campo sobrepasando a cinco jugadores antes de colocar la pelota en el arco inglés. Sin embargo, lo verdaderamente destacable es que Maradona corrió prácticamente en línea recta. ¿Cómo se puede superar a cinco jugadores corriendo en línea recta?, la respuesta es que los defensores ingleses reaccionaron a lo que esperaban que hiciera Maradona”.
De este gol, sale la teoría de que los bancos centrales pueden influir en el curso de la economía sin mover su política oficial, justamente aplicando “el efecto Maradona” con un sabio manejo de expectativas pero sin cambiar su camino trazado en línea recta.
La FIFA eligió el segundo gol de Maradona en ese partido como el mejor del siglo XX. Y buscando la teoríca económica, el diario argentino BAENegocios recuerda estos días de luto oficial (tres en Argentina desde el miércoles 25 de noviembre) que el expresidente del Banco Central trató de contener Guido Sandleris, pretendió aplicar la “Teoría Maradoniana” para contener un dólar que desde fines de febrero de 2019 había aumentado 16,25%. El objetivo del Central era también de esa manera morigerar una inflación que entre enero y abril había acumulado una suba de 15,6% y amenazaba con desbocarse en el año de las elecciones presidenciales, cuando Mauricio Macri buscaba su reelección.
“Sin embargo, el resultado esperado nunca llegó, y a pesar de emplear el amague a intervenir -como la juagada de Maradona a los ingleses- en el mercado para que los agentes operasen de acuerdo a las expectativas de esa intervención, el dólar siguió su derrotero alcista hasta los $ 65 el 31 de octubre del año pasado, es decir, un aumento adicional de 40% al incremento del que venía”, explica el artículo de BAENegocios.
Sobre la política monetaria de Gran Bretaña en pleno Brexi, Steven Major, director global de renta fija de HSBC, advirtió que «El efecto Maradona se utilizó con bastante éxito en el pasado, pero hay que tener cuidado con él», dijo refiriéndose a la política del amago que viene utilizando el Banco Central de Inglaterra para evitar las tasas negativas.
«De tanto gritar que viene el lobo, puede ser que cuando llegué nadie te crea», añadió el experto.
Banchile Inversiones, Administradora General de Fondos y la mayor Corredora de Bolsa de Chile, con más de 15.000 millones de dólares en activos bajo gestión y 300.000 clientes, y BlackRock, Asset Manager con más de 7,8 billones de dólares (trillones en nomenclatura inglesa) en activos bajo administración (al 30 de septiembre de 2020), unen fuerzas para expandir el acceso a los mercados globales para los inversionistas chilenos.
A través de un acuerdo comercial, Banchile Inversiones incorporará estrategias de inversión de BlackRock en sus fondos internacionales y ofrecerá una amplia cartera de ETFs iShares en sus plataformas digitales, entregando acceso móvil y web a estos productos para todo el mercado local.
“Los beneficios de este acuerdo comercial para nuestros clientes son extraordinarios. Desde ahora accederán a fondos internacionales powered by BlackRock, lo que significa la incorporación de más y mejor información y análisis para la toma de decisiones de inversión de estos fondos, además de poder invertir en ETFs directamente desde la palma de su mano, a través de nuestra aplicación móvil Mi_INVERSIÓN”, indicó Hernán Arellano, gerente general de Banchile Inversiones.
“Nuestra misión es que cada vez más personas accedan a un mejor futuro financiero. Para lograr aquello, incentivamos la inversión de largo plazo así como carteras diversificadas en diferentes clases de activos y regiones. Este acuerdo apunta en esa dirección, ampliar el acceso a inversiones que antes eran efectuadas principalmente por inversores institucionales”, destacó Andrés De Goyeneche, Country Head de BlackRock en Chile.
El acuerdo comercial contempla el desarrollo de estrategias comerciales conjuntas, intercambio de mejores prácticas en inversiones y capacitación a la fuerza comercial. Los ejecutivos comerciales de Banchile tendrán acceso a bibliotecas de materiales y productos, capacitaciones, reportería, análisis de inversiones y gestión de riesgos de BlackRock, con un importante foco en la sustentabilidad e incorporación de los factores ESG para la evaluación de las alternativas de inversión. Todo esto con el objetivo de mejorar la oferta de productos ajustada a los perfiles de los distintos inversionistas, siguiendo el propósito de construir y mantener relaciones de largo plazo con ellos.
ProShares, el mayor proveedor de ETF´s de volatilidad con sede en Estados Unidos ya tiene disponible en México a su ETF VIX de Futuros a Corto Plazo (VIXY). El ETF VIXY busca resultados de inversión, antes de comisiones y gastos, que rastrean el rendimiento del S&P 500 VIX Short-Term Futures Índex.
María Ariza, directora general de BIVA, afirmó: “En BIVA estamos muy emocionados por el listado en México del ETF VIXY de ProShares a través del SIC, con el abrimos la posibilidad para que los inversionistas del país tengan acceso a una mayor oferta de productos novedosos que se encuentran en el mercado internacional, brindándoles así mejores y diferenciadas alternativas de inversión en un contexto marcado por la volatilidad que registran actualmente los mercados globales».
Según un comunicado de prensa, «el ETF VIXY puede ser atractivo para inversionistas que buscan beneficiarse del incremento en la volatilidad esperada del S&P 500, que es medida por los precios de los contratos a futuro del VIX. Además, también puede ser parte de una estrategia de gestión de riesgos para reducir el riesgo de la cartera de acciones en Estados Unidos.
ProShare ofrece una de las mayores líneas de ETF en Estados Unidos, con más de 44.000 millones de dólares en activos.
Union Bancaire Privée (UBP) ha firmado un acuerdo exclusivo de colaboración con Fasanara Capital, sociedad gestora de inversión especializada en crédito alternativo basado en tecnologías financieras, para lanzar Trade and Receivable Finance Fund. Según explican se trata de una solución de inversión “capaz de ejercer un verdadero impacto favorable sobre la economía real”.
El fondo tiene por objetivo obtener rendimientos absolutos con una baja volatilidad y correlación con el mercado así como distribución de rentas. Para alcanzar dicho objetivo, la estrategia invertirá principalmente en créditos corporativos con grado de inversión y de corto plazo y en facturas digitales adquiridas de pymes a nivel internacional, con un énfasis especial en las pymes europeas.
“Estamos encantados de haber establecido esta colaboración con Fasanara Capital y ofrecer a nuestros clientes institucionales una estrategia capaz de tener un verdadero efecto favorable sobre la economía real y en particular sobre las pymes europeas, con el respaldo de organismos de prestigio como el Fondo Europeo de Inversiones. Fasanara Capital constituye una posición ideal para capear las turbulencias actuales gracias a su original estrategia de inversión de corta duración, la exposición a contrapartes de calidad investment grade, a su experiencia en fintechs y a su potente tecnología exclusiva, sin olvidar su vinculación con los Principios para la Inversión Responsable”, ha destacado Nicolas Faller, Co-CEO de la división Asset Management en UBP.
Fasanara es una gestora de activos institucionales con sede en Londres y especialista europeo en el ámbito de los efectos comerciales originados mediante tecnologías financieras, además cuenta con uno de los historiales de operaciones más antiguos del mercado. La sociedad gestiona activos por valor de más de 1.400 millones de euros, principalmente en el universo del crédito alternativo y del factoring digital europeo. Fasanara cuenta con una red muy amplia y de alcance mundial, que pone a su alcance un flujo de operaciones de gran calidad en las que la sociedad es prioritaria. Gracias a su original enfoque, que combina la ciencia de datos y sus conocimientos y experiencia en el ámbito del crédito alternativo, es capaz de ofrecer una rentabilidad elevada, como la que ofrecen las pymes, acompañada de un riesgo crediticio de gran calidad (investment grade).
Por su parte, Francesco Filia, CEO de Fasanara Capital, ha añadido: “Las finanzas de los intercambios comerciales y de los derechos de cobro, también conocidas como factoring, son uno de los pilares de las finanzas comerciales en Europa; con un volumen de casi dos billones de euros, el 11% del PIB de la Unión Europea. Puesto que la banca comercial está abandonando este ámbito para centrarse principalmente en las grandes empresas, las pymes europeas necesitan contar urgentemente con una fuente alternativa de financiación estable. El inversor institucional tiene tanto la oportunidad como la necesidad de diversificarse, con el objetivo de alejarse de la renta fija y de la renta variable cotizadas, y puede aprovechar este nicho de inversión. Es para nosotros un honor haber unido nuestras fuerzas a las de UBP con el fin de ayudar al inversor institucional a canalizar eficientemente sus fondos hacia la economía real, logrando un verdadero impacto sobre esta”.
Continúa el optimismo en los mercados globales. La posibilidad de que haya diversas vacunas disponibles para el próximo año ha marcado una meta clara: controlar esta pandemia y frenar su impacto económico. Durante la presentación de perspectivas de cara a 2021, las gestoras coinciden en que tener una vacuna será clave para abordar una recuperación económica el próximo año, pero recuerdan que no hay que ignorar ciertos riesgos que pueden persistir.
Además de las vacunas, hay otros factores positivos que están ayudando al mercado como el previsible traspaso pacífico en el gobierno estadounidense, el compromiso de la mayoría de las instituciones monetarias de apoyar las economías y los estímulos fiscales y gasto que están dispuestos a hacer los gobiernos de medio mundo para frenar el impacto económico del COVID-19 y los confinamientos.
“Es muy pronto, pero las noticias sobre una vacuna efectiva son claramente positivas. Sin embargo, todavía no se conoce con certeza la duración de la respuesta inmune tras la vacunación y aún queda por resolver los problemas de logística. Dado que es probable que varias vacunas lleguen al mercado en el primer semestre de 2021, la capacidad total de vacunación no se verá limitada por un único proceso. En este sentido, las campañas de vacunación podrían entonces levantar las restricciones y dar paso a la vuelta a la normalidad en 2021. Y en el segundo semestre, las economías podrían beneficiarse de las políticas monetarias y de la normalización de los niveles de actividad”, señalan desde Lazard Frères Gestion.
Sin renunciar a este escenario optimista, la gestora recuerda que hasta que las vacunas permitan volver a la normalidad, la economía seguirá funcionando en un entorno de restricciones y muy por debajo de su potencial. “Los nervios en los mercados seguirán a flor de piel. Con este telón de fondo, las medidas de apoyo de los gobiernos seguirán siendo clave para preservar la capacidad de producción. El banco central deberá centrarse en impulsar las finanzas del los estados y la combinación de las políticas fiscal y monetaria debería estimular los mercados financieros. Si se confirma, la perspectiva de un final de la crisis podría empujar el valor de los activos de riesgo al alza, dado la tendencia persistente de tipos de interés ultrabajos”, argumenta.
De los posibles riesgos de caer en una euforia desmedida también advierte Chris Iggo, CIO de AXA Investment Managers, quien ve un posible exceso de entusiasmo de los mercados. Ante las incertidumbres que suponen algunos aspectos de las vacunas, Iggo apunta que “el peligro es que los mercados recaigan ahora en una fase de esperar y ver, similar a la caracterizó el escenario entre agosto y las elecciones estadounidenses. Un periodo en el que, recordemos, la rentabilidad de la Bolsa estadounidense fue negativa”. En este punto, el experto de la gestora AXA IM recuerda: “Los mercados quieren cotizar la esperanza cíclica, pero las economías occidentales están una vez más limitadas por la única respuesta que se tiene hasta ahora a los altos niveles de contagio por COVID-19, los confinamientos”.
En este mismo sentido, Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM (afiliada de Natixis IM), argumenta que aunque el ciclo económico se fortaleciera con la vacuna, “la crisis no se habría acabo”, ya que el impacto estructural provocado por la pandemia «será persistente» y «necesitará inversión pública».
Según su valoración, «una vacuna trae la posibilidad de establecer una duración finita de la crisis» lo que solucionaría parte del problema con este tipo shock económico que, ahora mismo, «no sabemos cuándo terminará» y que tiene dos vertientes: una asociada al ciclo económico que «se puede solucionar rápidamente con una vacuna», y otro más estructural que «será más duradero».
Consecuencias de la crisis en los activos
Para Toby Nangle, director mundial de asignación de activos de Columbia Threadneedle Investments, el efecto de la pandemia sobre los activos se notará a largo plazo aunque, a corto, las expectativas de una vacuna hayan impulsado los mercados al alza más de lo esperado. En este sentido, considera que sin el nuevo coronavirus no habríamos asistido al impresionante y repentino despertar de la economía real que ha ofrecido a las grandes compañías cotizadas la oportunidad de acelerar la disrupción de los sectores de la vieja economía.
“La crisis sanitaria ha incidido notablemente en la economía y en los mercados financieros. Sin la crisis tampoco habríamos sido testigos del desplome de los rendimientos de los bonos a largo plazo, y con ellos los tipos de descuento utilizados para valorar los activos de riesgo; lo que ha catapultado el valor actual de los flujos de caja futuros. La magnitud del daño económico todavía se desconoce, pero la mayor parte de los analistas, inversores y responsables políticos consideran que los rendimientos a largo plazo no experimentarán un rápido aumento, dado el impacto desinflacionista de la COVID-19, probablemente durante los dos próximos años”, señala Nangle.
En su opinión, sin la pandemia tampoco habría repuntado el nivel de endeudamiento de los hogares, las compañías y los gobiernos. “Unos mayores niveles de endeudamiento no implican necesariamente unos mayores niveles de servicio de la deuda, dado el colapso de los rendimientos de los bonos, pero sí limitan en cierto modo el grado en el que los tipos pueden subir antes de que se adopten medidas de endurecimiento monetario; lo que significa que, suponiendo constantes los demás factores, los tipos de interés de equilibrio se situarán, a buen seguro, en cotas más reducidas”, afirma.
El papel de los gobiernos
Como indica el experto de Ostrum AM, esta incertidumbre ha cambiado drásticamente los comportamientos: “Los hogares han ahorrado más de lo habitual, las empresas han dejado de invertir y los banqueros centrales han decidido comprar toda la deuda pública emitida por los gobiernos». Y, todo ello, «tiene efectos secundarios, ya que demasiado ahorro conduce a una menor demanda y a un mayor desempleo y la baja inversión conduce a un menor crecimiento potencial». Pero, como comenta Waechter, «la vacuna cambiaría todo» porque una menor incertidumbre animaría «a los responsables políticos a adoptar políticas muy acomodaticias para impulsar el crecimiento y a los hogares a ahorrar menos» lo que «ayudaría a reducir rápidamente un exceso de ahorro, haría crecer la demanda y las empresas tendrán incentivos para invertir». «Así podríamos encaminarnos rápidamente a una trayectoria más robusta», señala el experto.
Por otra parte, Chris Iggo destaca que “de momento, los beneficios derivados de las políticas fiscales de apoyo superan a las preocupaciones por los niveles de deuda y los déficits públicos. Puede llegar un momento en que esto se convierta en un problema; que los bancos centrales dejen de expandir sus balances y los mercados de bonos no estén tan dispuestos a comprar deuda con tipos negativos. Hoy no estamos en ese escenario todavía y los aportes de la política monetaria y fiscal y sus nuevos niveles de interacción son un soporte clave para la actividad económica y los mercados financieros”.