Compounders resilientes: ¿por qué merecen la pena?

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Naveen Kumar Jenga pieces_0
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Los beneficios de las tres estrategias globales del equipo International Equity se muestran planos, de media, desde principios de año, frente a una caída del 15% del índice MSCI World. Bruno Paulson reflexiona sobre por qué los compounders de alta calidad no suponen una prima mayor.

Los compounders se revalorizan mejor

La clave de los compounders es que hacen crecer, o «revalorizan», los beneficios mejor que las compañías «estándar» a lo largo de los ciclos, en gran parte porque sus beneficios resisten mejor en tiempos difíciles… como 2020. Los beneficios de nuestras tres estrategias globales se muestran planos, de media, desde principios de año, frente a una caída del 15% del índice MSCI World.

El misterio es la falta de una prima mayor

El simple hecho de hacer crecer los beneficios más rápidamente a tasas elevadas no es suficiente para obtener un resultado relativo positivo, ya que esto también depende de la valoración inicial; a fin de cuentas, todas las acciones de crecimiento son conocidas por negociarse con una prima en previsión de un avance más rápido de los beneficios. El sostenido rendimiento relativo positivo de los compounders durante décadas implica que el mercado no les otorgue una prima suficiente que compense el crecimiento más fuerte de los beneficios entre ciclos, una anomalía que, en nuestra opinión, continúa hasta el día de hoy.

No debería ser un misterio que mantener altos retornos sobre el capital debería impulsar un crecimiento superior de los beneficios a lo largo del tiempo, pues la combinación de poder de fijación de precios e ingresos recurrentes con baja intensidad de capital es naturalmente atractiva. Los compounders también son generalmente compañías bastante conocidas y sujetas a escrutinio, lo cual contrasta, por ejemplo, con los misteriosos valores de pequeña capitalización. En nuestra opinión, el éxito de la subclase de activos de los compounders se explica mejor como un fallo, o más bien fallos, del mercado en su conjunto. Estos fallos se deben a la medición de factores incorrectos, principalmente, el rendimiento relativo a corto plazo y los múltiplos de precio-beneficio a futuro.

La estructura de la industria impulsa el enfoque hacia el rendimiento relativo

El primer fallo de medición viene de la mano de la estructura de la industria. Por lo general, hay varias partes en la cadena de valor de la inversión que, por ejemplo, podrían incluir al consejo de una compañía con un plan de pensiones, el personal que gestiona el fondo de pensiones de la compañía, el consultor del plan de pensiones o los gestores de carteras. Además, aunque todos estos participantes permanecieran sin cambios durante el periodo de medición, la habilidad de los participantes en la cadena es muy difícil de medir, ya que pueden contribuir significativamente al rendimiento a corto y medio plazo factores de estilo e idiosincráticos.

Como resultado, la industria termina centrándose en el rendimiento relativo, más concretamente en el rendimiento a bastante corto plazo, ya que los participantes de toda la cadena intentan justificar el valor que aportan y, en última instancia, procuran evitar ser despedidos.  Esto conduce a un comportamiento «relativo» de aversión al riesgo y los participantes tienen presupuestos de riesgo limitados basados ​​en el tracking error, en lugar de centrarse en el riesgo absoluto: el riesgo de perder dinero. Dados estos incentivos, se pueden descuidar estrategias con riesgo relativo o tracking error elevados, pero con riesgo absoluto bajo. Es el caso concreto de los compounders, cuando el rendimiento relativo positivo puede ser episódico y concentrarse en periodos de turbulencias del mercado y registrar un comportamiento más ordinario, al menos en términos relativos, durante los periodos entre crisis.

El ratio del PER puede resultar ser engañoso.

El segundo error de medición radica en centrarse en los indicadores de precio-beneficios a futuro. Esto presenta fallos por una serie de razones. Nos gusta referirnos a la parte de los beneficios como «conjeturas sobre mentiras»: «conjeturas», porque las estimaciones a futuro son sistemáticamente demasiado optimistas: los beneficios reales decepcionan a una media del 8% a un año y del 15% a dos años; y «mentiras», porque son beneficios ajustados o, como preferimos llamarlos, «beneficios antes de descontar aspectos negativos», por ejemplo, amortizaciones o pagos al personal mediante acciones. Durante los últimos cinco años (2015-2019), el 15% de los beneficios ajustados del índice MSCI World, la medida utilizada para el consenso y, a menudo, para la remuneración de los equipos directivos, ha desaparecido antes de llegar a la cifra final de la cuenta de resultados (Fuente: Factset). Es decir, en cinco años se han desvanecido 1.700 billones de dólares.

Juntando los elementos de conjeturas y mentiras, las estimaciones de beneficios a dos años probablemente sean de media un 30% demasiado altas, por lo que los múltiplos nocionales serían un 40% demasiado bajos. Es menos probable que las compañías de alta calidad decepcionen por ambos motivos, pues tienen beneficios más predecibles, como se ha demostrado este año, y menos tendencia a verse afectadas más allá de la partida de amortizaciones, entre otras cosas, porque que sus activos intangibles estén en el balance es menos probable que en el caso de los activos tangibles de otras compañías, ya sean fábricas ya sean reservas de petróleo, pues los activos intangibles se integran en la cuenta de resultados más que en las inversiones en inmovilizado.

Los puntos anteriores sugieren que se está utilizando un dato de beneficios incorrecto, aunque ese no es el único problema. Usar el múltiplo de beneficios es problemático, incluso si se usa el dato de beneficios correcto. Las dos preocupaciones son el apalancamiento y la conversión de efectivo. También preferimos analizar el múltiplo sin apalancamiento, comparando el valor de una empresa (EV), que es el valor de mercado del capital más el valor de la deuda, con el NOPAT, que son los beneficios de la compañía si no tuviera deuda, es decir, añadiendo nuevamente los costes por intereses. El análisis de la ratio EV/NOPAT elimina la ventaja de adornar los beneficios a través del apalancamiento y, como resultado, las compañías apalancadas, con razón, parecerán más caras.

También nos gusta centrarnos en el flujo de efectivo libre, cruzando la información de su rentabilidad con la de los flujos de efectivo descontados. Nuestro enfoque hacia el efectivo es natural, ya que los beneficios (una medida contable) en realidad no generan nada. Se requiere efectivo para invertir en el futuro, pagar dividendos, ejecutar recompras o adquirir otras compañías. Tener un mayor retorno sobre el capital operativo también significa que una mayor parte de los beneficios se convierte en efectivo, pues la inversión en inmovilizado y los requisitos de capital circulante no lo absorben. Las elevadas rentabilidades operativas también hacen que haya menos necesidad de apalancamiento para obtener un retorno respetable sobre el capital. Comparemos estos datos con los del sector de suministros, que ofrece un rendimiento promedio del 8% sobre el capital operativo, o el bancario, donde a menudo se halla por debajo del 1% para las rentabilidades no apalancadas.

En términos ajustados, la prima de la cartera frente al mercado es muy baja

El ajuste por apalancamiento y la conversión de efectivo es útil cuando se comparan valoraciones de inversiones potenciales para las carteras, pero también sugiere que los compounders son más baratos de lo que sugieren los simples datos de precio-beneficio. Nuestras tres estrategias globales se negocian actualmente con una prima media del 15% de los beneficios a plazo del índice MSCI World. El cambio al ratio EV/NOPAT reduce el 4% de esta prima y el cambio a efectivo el 5%, lo que significa que solo queda el 6% de la prima del 15%, incluso si se aceptan las «conjeturas sobre mentiras» generadas por la comunidad de analistas, tal como se establece anteriormente. Esto no parece lo suficientemente elevado en ningún momento, dada la calidad mucho mayor y el historial de revalorización de los beneficios. Parece aún menos suficiente en la actualidad, dadas las innumerables incertidumbres económicas y geopolíticas. En un mundo muy frágil, las compañías que ofrecen resistencia a la fragilidad, como los compounders que poseemos, definitivamente cuentan con sus atractivos.

 

Tribuna de William Lock, responsable del equipo de International Equity y Portfolio Manager, y Bruno Paulson, Managing Director y Portfolio Manager en Morgan Stanley Investment Management.

 

 

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Irracionalidad, crash … ¿y qué quiero que haga mi manager en ese momento?

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Por donde se le mire, los mercados financieros están en un punto máximo de irracionalidad que ya raya con el miedo en muchos sentidos. Esta irracionalidad alimentada por el exceso de liquidez de los bancos centrales, que mete más “gasolina al fuego” y que sigue empujando al alza a los valores (especialmente las acciones) en muchos casos nos deja a los analistas o asesores sin argumentos para justificar lo que está sucediendo.

Comenzamos este 2020 con una capitalización bursátil global de algo más de 60 trillones de dólares, y ya en semanas pasadas sobrepasamos los 100 trillones de dólares, justo en el año en que económicamente el mundo se encuentra más mal desde la segunda guerra mundial. Así, la capitalización bursátil global ha subido 39 trillones de dólares, más que el valor de las dos economías más grandes del planeta, USA y China, sumadas.

 Así, tenemos unos desempleos disparados (que aunque se han ido moderando, en gran parte son por una salida masiva de personas de la Tasa Global de Participación, o por un subempleo creciente); casi 100 países en recesión, más de 170 bancos centrales en el mundo han bajado sus tasas de interés, y mucha gente al borde del precipicio: leía en estos días, que una encuesta entre los pequeños negociantes en USA, arrojó que el 48% pensaba que iba a tener que cerrar definitivamente pronto o muy pronto, y que las asistencias alimentarias en ese mismo país, están en niveles nunca antes vistos, ni siquiera en lo peor de la Gran Depresión.

 Todo esto mientras los activos financieros siguen subiendo y no dan tregua, con las relaciones de apetito de riesgo en sus máximos históricos (por ejemplo, la relación Put/Call nunca había estado tan baja, lo cual quiere decir que las opciones Call están en su máximo esplendor), y los bancos centrales que siguen disparados: menciona Michael Harnett, CIO de Bank of America (BofA), que desde marzo los bancos centrales han lanzado 1.300 millones de dólares cada hora a la economía.

Dirán los macroeconomistas, siguiendo los libros de texto, que esto es política monetaria expansiva que se usa para impulsar crecimiento y empleo, aunque la realidad es que ni está impulsando el crecimiento y mucho menos el empleo. Las cosas, económicamente (la economía del día a día, de esa que la gente no entiende pero sí sufre) está muy fea.

La impresión monetaria, también ha impactado fuertemente a la deuda global: sumando nuevas emisiones de tesoros, de bonos grado de inversión, de bonos high yield y de préstamos apalancados, en USA se ha emitido casi 6 trillones de dólares en todo 2020, record histórico por donde se le mire. Y el mundo, nunca antes, había estado más apalancado: ya superó la deuda total (bonos, créditos, préstamos inmobiliarios, etc) los 280 trillones de dólares, lo cual es una bomba de tiempo. Claro, hoy las tasas de créditos son mucho más bajas, sin duda alguna, pero en algún momento hay que pagar el capital principal. Si bien cada vez la deuda se alarga más, si la cosa económicamente no mejora, van a existir dificultades futuras. Y cuando menciono que la deuda se alarga, es que para encontrar tasas positivas en muchas regiones, los inversionistas deben irse a bonos de más de 10 años, pues por solo poner un ejemplo, ya Portugal y España, dos de los GIPSI que en 2011 dieron demasiados problemas a los mercados globales, emiten a 10 años con tasa de interés negativa.

Para que entendamos un poco la irracionalidad, solo hay que mirar lo que puede suceder con Tesla: una compañía que a inicio de 2020 tenía una capitalización bursátil por debaho de los 50.000 millones de dólares, hoy vale casi 12 veces mas (cerca de 580.000 millones de dólares vs los 225.000 millones que vale Toyota, la segunda…la diferencia: Toyota vende más de 10 millones de unidades por año, Tesla vende 375 mil carros anualmente).

Claro, muchos dirán que el futuro es tecnológico, y estoy de acuerdo, sin embargo Tesla vende automóviles, que deben ser comprados por personas de carne y hueso (todavía, quizá más adelante un robot compre un carro), que se están quedando sin empleo o afectados en sus ingresos.

El tema Tesla lleva a una segunda parte de esta reflexión: dicha compañía va entra al índice S&P 500, y muchas cosas deben alinearse: los fondos pasivos y los fondos índice, están comprando Tesla al precio que sea para poder replicar el índice, y muchos managers de inversiones que tiene por benchmark el S&P 500 van a tener que hacer lo mismo (si Tesla sigue subiendo y no compran, se van a quedar rezagados del benchmark, clarísimo).

El problema es que a estos precios, Tesla luce muy costosa y personalmente creo que en algún momento va a caer (al igual que quizá lo hagan Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google, las denominadas FAANG, y que hoy son cerca del 30% de capitalización del S&P 500), corrigiendo gran parte del desempeño que lleva el índice en 2020. El problema: hay más de 490 acciones que no se han comportado igual que las tecnológicas, y que tienen unas potencialidades interesantes aún, en la medida en que la economía se vaya recuperando  en los próximos años. Pero si caen las tecnológicas, caerán todos índices, todos los benchmarks y todos los fondos que los tienen como referencia.

Aquí viene una pregunta y una reflexión: ¿qué quisieras de tu manager de inversiones en un momento en que el mercado haga “crash”? Antes de la reflexión, cabe mencionar que es el mismo Michael Harnett, de BofA, quien mencionó en uno de sus últimos informes, que las autoridades saben que están empujando a los mercados a un “crash” sin precedentes…y personalmente creo que ‘Powi’ de la FED y ‘Cris’ del BCE, entre otros, lo saben perfectamente.

Ahora sí, luego de la aclaración, la reflexión: en estos momentos, todas las razones financieras, quedarán revaluadas en su idea original y en la forma en que las aprendimos. Por ejemplo, el Tracking Error (aunque esta más relacionado con los fondos índice, se vuelve importante en estos momentos en la gestión activa), pues la teoría tradicional dice que este, entre menor, es mejor. Veamos matemáticamente este indicador:

 

TE = o (Rf – Rm)

 

Así, la teoría tradicional nos dice que es mejor tener una rentabilidad del fondo mayor que la rentabilidad del mercado, con una baja desviación. Sin embargo, cuando se venga una corrección del mercado en general, que empuje el índice hacía abajo, vamos a querer de nuestro manager algo totalmente diferente: una desviación muy alta, pues la única manera de lograr retornos mucho más altos que el mercado (no es solo “ganarle” al mercado, es realmente lograr algo radicalmente diferente, si son solo unas pocas acciones la que jalonan todo hacía abajo), es desviarse radicalmente del índice o del benchmark.

Son estos momentos cuando las finanzas son muy, muy diferentes a las que estudiamos y aprendimos normalmente. Y sí, quisiera que cuando llegue el crash, mi manager tenga un Tracking Error gigantesco. Porque el mercado no caerá en conjunto, sino que hay que ser muy selectivo (de la misma forma que subió, caerá: así, en la subida, tener un TE pequeño; en la bajada, un TE muy grande).

No creo que el mercado corrija en 2021, pues aún la máquina de imprimir tiene que estar prendida: la economía la necesita. No estar “en la fiesta” es muy costoso en términos de oportunidad. A los inversionistas les gusta la rentabilidad, aún en medio de la euforia, aunque eso después salga muy caro y la “resaca” sea muy dura.

Anticiparse demasiado (aunque saber el momento exacto es difícil, muy difícil, por no decir, imposible) puede tener sus complicaciones, si no que lo diga  Jeffrey Vinik, manager del fondo Magellan de Fidelity en 1995 (y en ese momento, el fondo mutuo más grande): a finales de 1995 empezó a pasar dinero del fondo de acciones hacía bonos, por la euforia existente entre los inversores. Aunque el mercado sí estaba “desbordado”, siguió subiendo y el fondo se quedó rezagado. Vinik dimitió en mayo de 1996. Su sucesor, Robert Stansky, aumentó las posiciones en tecnológicas, incluso en 1999…como todo el mercado,  el fondo Magellan cayó (¿estrepitosamente?) cuando estalló la crisis…a diferencia de Vinik, Stansky mantuvo su posición; y aunque Vinik estaba en lo correcto, lo estuvo demasiado pronto: su análisis era correcto, los supuestos, tambien; el ‘timing’, no. 

Pero, ¿cómo saber cuándo es el momento adecuado? Solo lectura, análisis y reflexión constante, es lo que sirve en estos momentos en que todo parece (¿un poco?) irracional.

 

 Manuel Felipe García Ospina es vicepresidente Wealth Management de Skandia

 

 

 

Patricia Parise, presidenta de Criteria, se suma al Consejo del Comité de Inversiones de las Naciones Unidas

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Patricia Parise. ,,

A partir del primero de enero del 2021, Patricia Parise, presidenta de Criteria, ha sido invitada a formar parte del Consejo del Comité de Inversiones de las Naciones Unidas, cuyo cometido es asesorar sobre la estrategia de inversión del Fondo Común de Pensiones del Personal de las Naciones Unidas.

El Consejo del Comité de Inversiones está compuesto por 9 miembros (más miembros ad hoc) nombrados por el Secretario General de las Naciones Unidas, previa consulta con la Junta de Pensiones y la Comisión Consultiva de las Naciones Unidas en Asuntos Administrativos y de Presupuesto, con sujeción a la confirmación de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cada miembro del Consejo del Comité representa una región o zona del mundo.

Acorde a la memoria anual de la Asamblea General de 2019, el portfolio administrado es de más de 60 billones de dólares, dónde trabajan numerosos portfolios managers y analistas en la ejecución de la estrategia. Dentro de las políticas del plan, el Comité de Inversiones delimita el asset allocation y el Consejo del Comité lo aprueba para su ejecución.

Patricia Parise es socia fundadora de Criteria y Presidenta del Directorio, cuenta con prestigiosa trayectoria en Banca Privada, Asset Managment y Mercados de Capitales en roles comerciales y ejecutivos.

Antes de fundar Criteria, Parise fue Asesora Financiera Senior en Merril Lynch especializándose en planes de Pensión para compañías americanas y europeas en Latinoamérica. Anteriormente se desempeñó como Director y Chief Investment Officer de HSBC Argentina, siendo responsable del área de Investment Managment e integrando el Comité Ejecutivo. Fue Gerente de Banca Privada y Presidenta de las Sociedades Gerentes de Fondos Comunes de Inversión para ABN Amro en Argentina y Manager de Gestión de Patrimonio en Crédit Lyonnais Bank. Cuenta con un postgrado en Mercado de Capitales de la Universidad de Belgrano y una licenciatura de la UCA.

Actualmente el Comité está integrada por de Simon Jiang (China), Achim Kassow (Alemania), Michael S. Klein (Estados Unidos), Luciane Ribeiro (Brasil) y Madhav Dhar (India) como miembros regulares y como miembros ad hoc a Tay Lim Hock (Singapur), Abel Moffat Sithole (Sudáfrica), Katina Stefanova (Bulgaria) y Macky Tall (Canadá).

 

 

 

 

Los bancos mexicanos unen filas para oponerse a la reforma que obliga a Banxico a comprar dólares

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Judy Robinson-Cox. Foto:

La iniciativa de reforma para que el Banco de México (Banxico) acepte cambiar dólares en efectivo, aprobada por el Senado -y que ahora revisa el Congreso- incrementa el riesgo de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo en el sistema financiero mexicano, según una nota conjunta publicada por la Asociación de Bancos de México.

De acuerdo con la organización, ese riesgo es transferido al Banco de México, pilar de la estabilidad macroeconómica, “lo que dañaría la confianza internacional ganada a través de muchos años por el Banco de México y por la banca mexicana, provocando efectos adversos en la economía nacional”.

Según personas con conocimiento de la situación, “el propio gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León, recibió la semana pasada llamadas de funcionarios del Departamento del Tesoro y del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, para expresar gran preocupación por esta reforma”.

Resguardar a la economía nacional

«La solidez del sistema financiero mexicano es uno de los pilares más importantes que sostienen la estabilidad macroeconómica del país. Esta solidez se ha conseguido gracias a la adopción de diversas medidas, como son, la autonomía del Banco de México, un régimen de tipo de cambio libre, la disciplina fiscal a través de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, la certificación de los criterios de capitalización y liquidez de Basilea III, y la adopción de normas estrictas de prevención de lavado de dinero y de financiamiento al terrorismo que siguen las mejores prácticas a nivel internacional. Gracias a estos cambios el sistema financiero mexicano goza de la confianza del sistema financiero internacional», dice la nota.

«Obligar al banco central a actuar como comprador de última instancia de moneda extranjera en efectivo, aunque estas provengan de instituciones del propio sistema financiero, atenta contra su autonomía. Adicionalmente, podría aumentar el riesgo percibido para Banco de México por la comunidad financiera internacional, y por extensión a todo el sistema financiero mexicano. Como consecuencia habría un impacto negativo en varias de las operaciones financieras que se realizan con el exterior, como son: el manejo de las reservas internacionales, las líneas de crédito y financiamiento para cualquier entidad nacional, incluido el gobierno federal, y la custodia de activos internacionales entre otras», añade. 

Canales abiertos para comunicación

«Es indispensable que a la brevedad posible, y entre todos los actores involucrados, encontremos una mecánica dentro del marco legal y regulatorio que permita ingresar dólares en efectivo, que puedan cambiarse a precios competitivos en un sistema financiero que se mantenga seguro, bien regulado y protegido», concluye la ABM.

Por su parte, y con el fin de alcanzar los beneficios planteados, el Banco de México señaló en un comunicado que acompañará los esfuerzos de la banca mexicana para fortalecer sus relaciones de corresponsalía con entidades del exterior, en coordinación con otras autoridades. Adicionalmente, para la consecución de este fin, el Banco de México continuará colaborando con el Congreso de la Unión y demás participantes.

«El Banco de México se mantiene comprometido con la búsqueda de las mejores alternativas de solución para atender los objetivos del proyecto de decreto. En este esfuerzo, es necesario preservar la autonomía constitucional del Banco de Méxicoy noponer en riesgo el funcionamientodel sistema financiero, la operación del Banco Central y la disponibilidad de la reserva de activos internacionales», señaló.

 

 

Regalos de Navidad anticipados para apoyar el repunte de fin de año

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Regalos de Navidad anticipados para apoyar el repunte de fin de año
Pixabay CC0 Public Domain. Regalos de Navidad anticipados para apoyar el repunte de fin de año

A medida que nos acercamos a final de año, los mercados pueden contar con dos noticias que impulsan el optimismo. La primera viene de Estados Unidos, donde la victoria de Biden sin una «ola azul» es vista por los mercados como el mejor resultado posible. Un republicano, o incluso un Senado al 50%, haría muy difícil que el nuevo presidente aprobara cualquier medida extrema en términos de impulso fiscal, legislaciones más drásticas o aumentos de impuestos. Las otras noticias positivas provienen de Pfizer/BioNTech y Moderna por la alta eficacia de sus vacunas, al tiempo que otros ensayos también se están acelerando.

Sin embargo, ambas noticias traen algunas sombras también. Los mercados están subestimando que Biden tendrá que hacer algunas concesiones al ala más radical de su partido. Además, el desarrollo de vacunas para una gran parte de la población es un desafío. El escenario más probable es uno de paradas y arranques impulsado por la evolución del virus, antes de que llegue la reaceleración de la economía.

Sin embargo, los mercados tienen un fuerte apetito por mirar las cosas de forma optimista. La mayoría de los activos de riesgo han regresado a territorio positivo YTD a pesar del colapso en marzo. En general, se trata de un muy buen resultado si consideramos la excepcionalidad de este año. La creencia generalizada es que una victoria de Biden y la vacuna podrían llevar a que el impulso de crecimiento mundial mejore, pero no tanto y no tan rápido, ya que la segunda ola todavía está en marcha, especialmente en Europa.

Esto implica que la hipótesis de tipos bajos sigue siendo válida, pero al mismo tiempo el crecimiento debería reanudarse en un futuro próximo. Por lo tanto, el apoyo de los bancos centrales continúa y vuelve a tomar la delantera, ahora que el gran acuerdo fiscal en Estados Unidos está fuera de la mesa. La política fiscal también debe mantenerse en esta trayectoria de cooperación con la monetaria. La segunda ola está impulsando a los gobiernos a aumentar sus presupuestos, y empujará aún más a la UE a acelerar la entrega del Fondo de Recuperación.

La victoria de Biden ha reducido (¡pero no eliminado!) el riesgo político y esto es positivo para los mercados. En política exterior, podemos esperar una tendencia hacia un enfoque multilateral, lo que es bueno para Europa. El riesgo de aranceles comerciales en el sector automovilístico ha disminuido significativamente. Sin embargo, en cuanto a China, dudamos de que la relación se vaya a suavizar mucho. Los demócratas también la ven como un desafío, aunque el tono será menos duro que con Trump: la competencia se mantendrá especialmente en el frente tecnológico, pero es probable que Biden asuma un enfoque más estratégico. Con Irán, es probable que utilice la diplomacia para alcanzar un nuevo acuerdo nuclear y reducir la tensión.

Una consecuencia positiva es que, con Biden, podremos ver una reaceleración de la temática ESG, el clima y la igualdad social. El debate de estos días es si la Fed debería dar un paso más explícito hacia la lucha contra las desigualdades como una tercera pata de su mandato, lo que supondría un gran cambio. Podríamos esperar más mejoras de las empresas estadounidenses en cuanto a la adopción de la ESG. Para los inversores, esto significa que la temática a largo plazo del crecimiento de Asia impulsado por China y el foco de EE.UU. en la innovación y la ESG se vería reforzada.

Con una visión cíclica, de cara a 2021, vemos que se aproxima la fase de recuperación, aunque todavía dentro de un régimen de tipos bajos y abundante liquidez. Esto, en nuestra opinión, apoyará a los activos de riesgo y a la renta variable en particular con una rotación de temáticas, buscando oportunidades cíclicas y una recuperación en los poco apreciados sectores de valor.

Es probable que los mercados emergentes (EM) se beneficien de un alto diferencial de crecimiento frente a los desarrollados, especialmente en la primera mitad de 2021, cuando Europa y EE.UU. todavía podrían verse afectados por la segunda ola, mientras que el ciclo del virus está mejorando en el hemisferio sur y China sigue en su senda de recuperación. Esto, unido a un dólar todavía débil, es un buen augurio para los bonos y divisas emergentes, donde la selección sigue siendo importante.

En renta fija, los bonos corporativos se apoyan en una abundante liquidez, pero su atractivo relativo frente a las acciones está disminuyendo a medida que avanzamos hacia una fase de recuperación. Además, continuarán los impagos en los valores de baja calificación y muchas empresas no sobrevivirán. Por lo tanto, en crédito, creemos que no es el momento de hacer una apuesta a ciegas, pero los inversores deberían reforzar su enfoque en la investigación crediticia en busca de empresas de calidad, con modelos de negocio sólidos. Los bonos gubernamentales siguen siendo poco atractivos y deberían considerarse principalmente para liquidez o cobertura.

En conclusión, creemos que es demasiado simplista ceder al optimismo desenfrenado: es probable que nos queden unos meses difíciles por delante. La atención a la cobertura y la liquidez debería mantenerse, porque el camino hacia un crecimiento más fuerte no será lineal. Sin embargo, creemos que la fase de adaptación podría ofrecer algunas oportunidades para reajustar las carteras hacia nuevas temáticas.

Tribuna de Pascal Blanqué y Vincent Mortier, CIO y CIO adjunto, respectivamente, del Grupo Amundi

 

Este artículo forma parte del informe «Global Investment Views» publicado por Amundi en diciembre.

Rotación, mercados emergentes asiáticos o tecnología: estas son las claves de la renta variable para 2021

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Pixabay CC0 Public Domain. De una posible rotación a los mercados emergentes: estas son las claves de la renta variable para 2021

Las gestoras mantienen unas perspectivas prometedoras para la renta variable global en 2021. Las bolsas mundiales han visto la luz al final del túnel de este 2020 tras la aprobación y llegada de las primeras vacunas contra el COVID-19. Aunque, reconocen que los riesgos no han desaparecido totalmente, ya que las fiestas de Navidad y el fin de año podrían despertar una tercera ola de la pandemia si los ciudadanos no son cautos. 

Alex Tedder, responsable de renta variable de Schroders, espera ver una recuperación significativa del mercado en 2021. “La renta variable global puede seguir haciéndolo bien en 2021, pero es posible que el sector tecnológico tenga que compartir protagonismo con algunas áreas menos apreciadas. Mientras tanto, una serie de megatendencias seguirán ganando terreno, como las acciones tecnológicas, la recuperación del mercado o la revolución hacia industrias más verdes”. 

En este sentido considera que las acciones globales están, en conjunto, razonablemente bien valoradas y en línea con sus datos adelantados promedio a largo plazo. “La rentabilidad por dividendo global también se mantiene materialmente por encima de la rentabilidad de los bonos, lo que respalda el argumento relativo a favor de las acciones sobre los bonos del Tesoro. Como clase de activos, creemos que seguirán teniendo una buena rentabilidad en 2021 a medida que se extienda la recuperación. Sin embargo, cabe destacar que tras un período de mayor rentabilidad de la bolsa estadounidense frente al resto del mundo (alrededor del 8% anualizado en los últimos 10 años), Estados Unidos está ahora cotizando con una prima en su valoración de ganancias corrientes a largo plazo. Mientras tanto, el resto de bolsas mundiales cotizan ahora con un descuento sustancial”, argumenta. 

Según el escenario base de Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, la recuperación debe dar fuerte impulso a las acciones mundiales, con la pandemia en retirada aunque no derrotada, fuerte recuperación en V del PIB mundial, que puede crecer 3% a 5%, aún debajo de su tendencia anterior al COVID-19 y China liderando ciclo. “Vemos recuperación parcial en servicios y gran rebote en inversión en capital fijo. La inflación puede mantenerse por debajo de la tendencia, con menor expansión monetaria y un estímulo fiscal que puede reducirse por falta de medidas nuevas. Con menores tensiones comerciales, los beneficios empresariales pueden aumentar 20% al 30% y las acciones globales proporcionar rentabilidad del 10% al 15%”, explica Paolini. 

En opinión de Matthew Benkendorf, CIO de Quality Growth (boutique de Vontobel AM), no cabe duda de que el reciente aumento de las infecciones tanto en Estados Unidos como en Europa sugiere que es probable que a corto plazo prevalezcan los riesgos económicos y la mayor volatilidad del mercado. Sin embargo, estas perturbaciones inducidas por el virus han servido para acelerar algunas tendencias comerciales importantes, como el paso al comercio electrónico, que ya estaban en marcha. 

“Los cambios en los tipos de interés, los trastornos políticos y los riesgos idiosincrásicos podrían sacudir los mercados y las empresas. Pero mientras miramos hacia 2021, seguimos confiando en las perspectivas del mercado para los inversores activos y de alta calidad de crecimiento. El momentum caracterizó la rentabilidad de la renta variable mundial en 2020, impulsada por los bajos tipos de interés y el exceso de liquidez. Sin embargo, la elevada especulación en algunos segmentos del mercado presenta riesgos para los inversores”, sostiene Benkendorf.

Eligiendo compañías

Pese a manejar un escenario positivo, Paolini apunta que no es el momento de rotar completamente hacia el value: “Todavía no es momento de rotar completamente a valor. Aunque los cíclicos relacionados con inversión en capital fijo (materiales, industriales) pueden comportarse bien, dada la demanda acumulada. De hecho estamos añadiendo algo de inversión de valor de manera táctica, pues en 2021 se puede pagar menos por el crecimiento y la exposición de los inversores a sectores en recuperación es moderada.  Sobre todo puede destacar el buen comportamiento de valores industriales por aumento de la inversión en capital fijo -lo que todavía el mercado no ha descontado- y materiales por la bajada del dólar y crecimiento de China. Sin embargo, a falta de un fuerte repunte de la inflación y de la rentabilidad de los bonos, es prematuro rotar completamente de acciones de crecimiento a empresas value desatendidas que cotizan con descuento atractivo y tienden a comportarse mejor en períodos de apetito por el riesgo, como bancos o energía”.

Mark Nichols y Mark Heslop, gestores del equipo gestor del fondo Jupiter European Growth de Jupiter AM, ponen el foco en cómo reconocer las empresas de crecimiento “excelentes”. En su rádar están las empresas que cuentan con ventajas competitivas sostenibles, poder de fijación de precios y presencia en áreas con crecimiento estructural (en contraposición al cíclico), además de buscar compañías que sean capaces de reinvertir el exceso de tesorería disponible a una tasa de rentabilidad elevada. 

“Estas empresas de crecimiento existen, pero no son numerosas. En nuestra opinión, la bolsa tiene dificultades para apreciar plenamente esas empresas por su cortoplacismo inherente. Nuestro enfoque trata de explotar esta ineficiencia de los mercados. No existen filtros sencillos para hacerlo, se trata de un planteamiento cualitativo que requiere grandes dosis de análisis y estudios pormenorizados: hablar con la dirección, los clientes, los competidores, crear nuestros propios modelos, etc.Las fuentes de ventajas sostenibles que brindan poder de fijación de precios a largo plazo pueden encontrarse en muchas áreas: la fidelidad a la marca, los derechos de propiedad intelectual, un ciclo virtuoso en forma de red en expansión, información exclusiva, un producto innovador o incluso escala en la producción y distribución. En última instancia, buscamos empresas cuyos productos estén diferenciados y que sus clientes aprecien”, explican ambos gestores de Jupiter AM.

Sobre qué esperar de cara a los próximos 12 meses, ambos gestores señalan: “Nuestro enfoque de inversión nos lleva a invertir en negocios líderes cuyos productos y servicios son apreciados más allá de los mercados europeos. Por lo tanto, solemos estar considerablemente sobreponderados en empresas que obtienen ingresos en todo el mundo y, por lo tanto, dependen menos de la actividad económica de Europa”.

Tecnología: ¿estrella o burbuja?

Por sectores, desde Union Bancaire Privée (UBP), aunque la tecnología orientada al consumo y los sectores biotecnológicos han sido los líderes de la inversión durante este año, hay otras tecnologías del día a día que se encuentran aún en un estadio temprano. “La pandemia ha puesto de relieve la necesidad de servicios alternativos, en particular del sector sanitario. La valoración de las acciones es alta y, en este contexto, los inversores necesitarán un enfoque orientado a la calidad y a la gestión del riesgo que se centre en estrategias a largo o medio plazo en sectores volátiles” argumentan en su último informe de perspectivas para 2021. 

El sector tecnológico en 2020, y en particular las plataformas más grandes, han experimentado un crecimiento excepcional de los ingresos y, para Tedder, es previsible que las ganancias continúen durante 2021, lejos de producirse una burbuja. 

“El repunte del mercado en 2020 estuvo encabezado por una gama bastante estrecha de valores tecnológicos, en concreto, Amazon, Apple, Microsoft, Facebook y Alphabet (comúnmente conocidos como las FAMAG). Esto se debió principalmente a la percepción justificada de que estas empresas son dominantes en sus respectivos campos, tienen altas tasas de crecimiento de ingresos y ganancias a largo plazo y, se han visto beneficiarias de los cambios forzosos en las prácticas laborales, sociales y de compras durante el confinamiento. En efecto, estas empresas fueron los líderes del confinamiento. La transformación tecnológica que ya estaba en marcha mucho antes de la pandemia simplemente se ha visto acelerada por el COVID-19. La tecnología seguirá siendo un área fructífera para los inversores en los próximos años. Es probable que el mayor riesgo para el sector provenga de la regulación, más que de una rápida disminución de la tasa de crecimiento subyacente”, señala el responsable de renta variable de Schroders.

Con la vista puesta en emergentes

Al igual que ocurre en renta fija, los gestores consideran que los mercados emergentes tienen mucho que ofrecer también en los activos de renta variable. “La renta variable asiática, excluida Japón, ha tenido un rendimiento superior al de muchos de los principales mercados mundiales en doce meses hasta el 31 de octubre de 2020. A pesar de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, y de la continua incertidumbre derivada de la pandemia del COVID-19, muchas empresas de la región de Asia y el Pacífico siguen mostrando un crecimiento positivo de las ganancias y creemos que están bien posicionadas para beneficiarse de los cambios seculares. Las empresas duraderas y bien dirigidas pueden navegar con éxito a través de una variedad de entornos políticos y económicos, y creemos que hay muchas compañías de este tipo para seleccionar en la región”, afirma Jin Zhang, gestor de carteras de Quality Growth (boutique de Vontobel AM).

En opinión de Zhang, el desplazamiento de la demografía del consumo de la clase media de los mercados desarrollados tradicionales -Estados Unidos, Europa, Japón- a los mercados emergentes crea una tremenda oportunidad para las empresas que se enfocan en esos consumidores. Los beneficiarios son tanto las marcas mundiales como las marcas locales bien establecidas. Según su visión, como inversores activos, buscan la previsibilidad en un horizonte temporal a largo plazo, por lo tanto, excluye automáticamente a las empresas que se ven muy afectadas por las imprevisibles corrientes comerciales o las fluctuaciones de los tipos de cambio. “Preferimos centramos en las empresas que dependen principalmente de la demanda de los consumidores. Si bien existen riesgos geopolíticos en la región, las empresas fuertes han podido sortear las turbulencias y lograr un crecimiento sólido”, matiza. 

 Según las perspectivas de Schroders, se espera que los beneficios de las empresas europeas y japonesas se recuperen en 2021 y posiblemente también en 2022. La economía china ya se está recuperando, impulsando una poderosa dinámica de recuperación en toda Asia. Estados Unidos seguirá siendo un mercado defensivo de alta calidad con mucha más profundidad y liquidez que cualquier mercado mundial. “Sin embargo, aunque la huida hacia la seguridad ha creado un flujo de dinero hacia EE.UU., a medida que la recuperación se afiance creemos que esto puede revertirse en parte, y el capital comenzará a fluir en otras direcciones”, concluye Tedder. 

Por último, Soo Nam NG, director de Renta Variable Asiática en Columbia Threadneedle Investments, añade que la presidencia de Joe Biden en Estados Unidos y las perspectivas de recuperación en la era post COVID-19 “sugieren que el crecimiento de Asia se verá de nuevo impulsado por China”. En este contexto, sostiene que 2021 debería ser otro año excelente para la renta variable, cuyas rentabilidades sectoriales probablemente serán menos dispares. “Los sectores no tecnológicos deberían experimentar un sólido repunte, aunque eso no significa que la tecnología no registrará un buen comportamiento: algunos temas como las redes 5G, la inteligencia artificial, los megadatos, los vehículos eléctricos, la informática en la nube, el comercio electrónico y la emisión de vídeo en directo deberían seguir gozando de una fuerte dinámica”, afirma.

Robeco lanza dos estrategias globales de renta fija centradas en el clima

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Pixabay CC0 Public Domain. Tikehau Capital nombra a Laura Scolan como responsable para Francia del área de deuda privada y directora de operaciones

Robeco ha anunciado el lanzamiento de dos innovadoras estrategias: RobecoSAM Climate Global Credits y RobecoSAM Climate Global Bonds. Según indica la gestora, estos fondos globales de gestión activa son los primeros de renta fija que cumplen plenamente con la normativa de referencia de la UE para inversiones alineadas con los acuerdos de la Cumbre de París.

El fondo RobecoSAM Climate Global Credits invierte a nivel mundial en bonos corporativos con objetivos climáticos explícitos que contribuyen a los objetivos del Acuerdo de París. La estrategia comienza con una huella de carbono un 50% más baja que el amplio mercado de bonos corporativos, y tiene como objetivo descarbonizar un 7% anual mientras supera su índice de referencia alineado con París. Será gestionado por Victor Verberk, Reinout Schapers y Peter Kwaak del equipo de Crédito Global de Robeco.

Respecto al fondo RobecoSAM Climate Global Bonds, la estrategia comprende una cartera global agregada de activos de renta fija. La estrategia se dirige a reducir la huella de carbono en relación con el universo de bonos de grado de inversión global en un promedio de, al menos, un 7% de descarbonización anual, mientras supera su índice de referencia de París. Será gestionado por Jamie Stuttard, Regina Borromeo y Bob Stoutjesdijk del equipo global de macro de renta fija de Robeco.

Ambas estrategias se compararán con índices climáticos de reciente creación, desarrollados conjuntamente por Robeco y Solactive utilizando un enfoque innovador, ya que estos índices de referencia aún no están disponibles en el mercado. Las consideraciones sobre el cambio climático están completamente integradas en el proceso de inversión y la construcción de la cartera, y la participación llevada a cabo por el equipo de propiedad activa de Robeco también forma parte de la estrategia. Las dos estrategias están domiciliadas en Luxemburgo y estarán disponibles para inversores institucionales y minoristas a través de distribuidores mayoristas, tras los pertinentes registros locales.

Según indica, Victor Verberk, CIO de renta fija y sostenibilidad de Robeco: “Como líder mundial en inversión sostenible, estamos muy comprometidos con el Acuerdo de París. De hecho, recientemente anunciamos nuestra ambición de lograr emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para 2050 en todos nuestros activos bajo gestión. Poner en marcha estas estrategias y ponerlas a disposición de nuestros clientes es un ejemplo de nuestra firme convicción de que invertir no trata solo de crear riqueza sino también de contribuir al bienestar. Brinda a los inversores la oportunidad de estar a la vanguardia de la transición hacia una economía baja en carbono. Estas estrategias dan vida a nuestro compromiso con el Acuerdo de París, combinan nuestra posición de liderazgo mundial en inversión sostenible con nuestra larga trayectoria y experiencia en renta fija, y son un paso más en nuestros esfuerzos por combatir el cambio climático y reducir la huella de carbono de nuestras inversiones.”

Los costes de los fondos de inversión europeos, en su punto más bajo según Morningstar

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Pixabay CC0 Public Domain. Los inversores europeos pagan menos costes en promedio que en el pasado

Morningstar ha publicado recientemente su primer estudio sobre los costes europeos de los fondos de inversión, que muestra que los inversores están pagando, de media, menos costes que en ningún otro momento de la historia de esta industria. Según sus conclusiones, la caída de los costes es un factor muy positivo para los inversores, ya que éstos tiene una cierta influencia en las rentabilidad que finalmente obtienen los inversores.

El análisis, que abarca las tendencias de los costes para categorías de renta variable y renta fija de Morningstar durante el período que va de 2013 a 2020, muestra que los inversores estaban pagando menos gastos de fondos en octubre de 2020 que nunca antes. “Nuestro estudio encontró que el promedio ponderado de los gastos corrientes de los fondos era del 0,69% en octubre de 2020, un descenso del 31% desde 2013. Durante el mismo período, el promedio igualado de la comisión bajó un 19% hasta el 1,17%. Los fondos activos y pasivos experimentaron disminuciones en las comisiones medidas, siendo los fondos pasivos lo que lideran esta disminución”, apunta el documento. 

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Además, la comisión media facturada por la industria, representada por el coste medio, sin ponderar por patrimonio, de todos los fondos para las categorías analizadas, fue del 1,17%, lo que supone un descenso del 19% a partir de 2013. En este sentido, las estrategias pasivas (fondos indexados, pero sobre todo ETFs) impulsaron la reducción de los costes, con una reducción del 30% de la media simple de los costes desde 2013, en comparación con una reducción del 17% en los fondos de gestión activa.

Esta bajada en las comisiones ha hecho que los productos más económicos también sean los más atractivos para los inversores. Además, el informe indica que los fondos de bajo coste suelen tener mayores probabilidades de sobrevivir y de superar a sus competidores más caros.

“Los inversores europeos han mostrado una clara preferencia por los fondos más baratos a partir de 2013. De hecho, los flujos hacia estos últimos han superado a los de los productos más caros”, señalan desde Morningstar.

En este sentido, los flujos hacia fondos y clases de fondos que cobran comisiones que se encuentran en el último cuartil de su categoría han superado sistemáticamente los flujos hacia fondos y clases de fondos de los cuartiles más caros. Ya apuntan que dentro del cuartil de comisiones más baratas, hay pruebas de migración desde los fondos activos a los pasivos.

Por último, el análisis de Morningstar pone de manifiesta que los costes medios cobrados por los fondos ESG son más bajos que los del grupo de fondos que no son ESG. En octubre de 2020, la comisión media ponderada por patrimonio de los fondos ESG era del 0,57%, frente al 0,71% para los fondos no ESG. Mientras tanto, en términos de media simple sin ponderar por patrimonio, la comisión media para los fondos ESG fue del 0,93%, y del 1,21% para los fondos no ESG.

“Esto valida la evidencia anecdótica que muestra que los fondos ESG no suelen cobrar una prima sobre las propuestas de inversión estándar. En ambas medidas de costes, los fondos pasivos ESG han sufrido las caídas más pronunciadas”, sostienen desde Morningstar.

En opinión de José García-Zarate, Associate Director, Manager Research, Passive Strategies de Morningstar, “los inversores estaban pagando en octubre de 2020 unos costes más bajos que nunca. Nuestro estudio encontró que la media ponderada por patrimonio era del 0,69% en octubre de 2020, un 31% menos que en 2013. Tanto los fondos activos como los pasivos han mostrado una disminución de las comisiones, con los ETFs a la cabeza.» 

Según García-Zarate, “la caída de los costes es una gran ventaja para los inversores porque estos se acumulan con el tiempo y reducen las rentabilidades. La única certeza cuando se invierte es que los inversores deben pagar comisiones todos los años. La forma más fácil de mejorar las posibilidades de maximizar los beneficios a largo plazo es manteniendo un estricto control de los costes».

Sobre el estudio

En el trabajo de investigación se analizan las tendencias de los costes para categorías de renta variable y renta fija de Morningstar durante el período que va de 2013 a 2020. Éstas incluyen 10 categorías de acciones, con exposiciones globales y por país y 2 categorías de renta fija. Las categorías seleccionadas tienen exposiciones principalmente a los mercados clave que constituyen una gran parte de las participaciones en valores que el inversor europeo medio debería tener en una cartera diversificada.

El estudio de costes en Europa utiliza el KIID ongoing charge (es decir, el coste total que aparece en el informe sobre datos fundamentales para el inversor) desde 2013 hasta octubre de 2020 como medida común para los costes de los fondos. Todos los cálculos se han realizado a nivel de clase para los fondos activos y pasivos y a nivel de fondo para los ETFs.

Credit Suisse AM transforma su estrategia de compañías europeas pequeñas y micro en un fondo enfocado a empresas familiares

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Pixabay CC0 Public Domain. Union Bancaire Privée anuncia la adquisición de Millennium Banque Privée - BCP

Credit Suisse Asset Management ha anunciado la transformación del fondo Credit Suisse (Lux) Small and Mic Cap Europe Equity Fund hacia una estrategia enfocada en las empresas familiares europeas. Según informa la gestora, el fondo pasará a denominarse Credit Suisse (Lux) European Entrepeneur Equity Fund, y tratará de “captar el potencial de este atractivo segmento de mercado”.

El fondo, lanzado originalmente en 1994, ha invertido tradicionalmente alrededor de dos tercios de sus activos en negocios europeos de pequeña y media capitalización, favoreciendo empresas familiares. Desde el 14 de enero de 2021, el fondo se enfocará predominantemente en este atractivo segmento de mercado, que incrementará su alcance para incluir empresas en todos los rangos de capitalización.

Desde la gestora indican que, con este cambio de enfoque, el universo de inversión se ampliará para incluir empresas de todas las capitalizaciones de mercado. El fondo rebautizado, dirigido por Gianfranco Iafigliola, también incorporará en su proceso de inversión los criterios ESG definidos en el Marco de Inversión Sostenible de Credit Suisse.

«Como banco líder para empresarios, en Credit Suisse tenemos una larga tradición de apoyo y trabajo con empresas familiares. Las empresas familiares como grupo han superado en general los mercados de valores más amplios en todo el mundo en las últimas décadas, y la diferencia es especialmente grande en Europa. Esto se debe principalmente a la propiedad comprometida de los empresarios en sus negocios, a un mejor rendimiento corporativo, a un menor apalancamiento y a un fuerte enfoque en las decisiones de inversión a largo plazo, que permiten a estos negocios mantenerse resistentes en situaciones de mercado adversas y luchar por un crecimiento sostenible a largo plazo”, ha destacado Filippo Rima, director de renta variable de Credit Suisse Asset Management

Desde la gestora matizan sobre el fondo: “Domiciliado en Luxemburgo, el Credit Suisse (Lux) European Entrepreneur Equity Fund cumple con los requisitos de los OICVM y proporciona liquidez diaria”.

Activos, con criterios ESG y temáticos: este es el camino para la industria de ETFs de cara a la próxima década

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Pixabay CC0 Public Domain. Así es el camino de vuelta de EE.UU. al Acuerdo de París y sus consecuencias para la inversión sostenible

El universo de los ETFs sigue creciendo. Según las estimaciones de Cerulli Associates, en el mercado estadounidense, los activos gestionados por estos vehículos de inversión podrían multiplicarse de aquí a 2030. “En EE.UU. el mercado siguió creciendo durante 2020 y, pese a la situación de la pandemia, alcanzó los 5 billones de dólares”, apunta la firma. 

Según sostiene en su informe U.S. Exchange-Traded Fund Markets 2020: Broadening Product Use, a medida que la industria crece, y se espera que se multiplique en la próxima década, “los emisores tendrán la oportunidad de generar ingresos significativos a través de una mayor variedad de exposiciones diferenciadas más allá del núcleo de productos básicos”.

En su opinión, la industria de los ETF está experimentando un cambio trascendental. Según indican el 79% de los emisores de ETFs en Estados Unidos están desarrollando o trabajando para ofrecer vehículos activos más transparentes, a pesar de que solo un 3% de ellos cuenta ahora mismo con este enfoque. 

En cuanto a las categorías, en el mercado estadounidense, el desarrollo de productos se sigue centrando en los productos de renta fija y de renta variable. Por ello, desde Cerulli Associates advierten de que es muy posible que estas dos categorías de productos ya estén muy saturadas. En cambio, los emisores pueden tratar de lanzar productos temáticos y bajo criterios ESG, según desvela su última encuesta.  «Estos productos permiten una mayor diferenciación y atractivo para los inversores y asesores más jóvenes», afirma Daniil Shapiro, director asociado de Cerulli Associates. Además, añade que los asesores también están más dispuestos a utilizar ETFs de renta fija, tanto pasivos como activos, después de “superar la prueba” de volatilidad que ha supuesto el COVID-19.

Según el documento, varios catalizadores ayudarán a hacer crecer tanto los ETFs activos como el dinero que gestionan: la dinámica más competitiva del mercado, una regulación más sencilla y la voluntad de los asesores de utilizar una mayor variedad de ETFs. Eso sí, en sus conclusiones deja una advertencia: lo fundamental será diferenciarse del resto de ETFs del mercado. 

«A medida que los emisores perciben cada vez más que el panorama pasivo de los ETFs está saturado de productos y comprimido por las comisiones, la capacidad de diferenciarse será clave para generar ingresos», señala Shapiro. La regulación, es decir, la aprobación de la Regla 6c-11, facilita a los emisores el lanzamiento de ofertas activas transparentes. Además, los asesores indican una mayor apertura a la utilización de ETFs activos más transparentes o al menos así lo afirma el 50% de los encuestados. 

Desde Cerulli indican que, a medida que los ETFs se transforma y se convierten en un vehículo más allá de sus posiciones pasivas, los inversores podrán usarlos para lograr más de sus objetivos financieros, y sugieren que los emisores deberían pensar en su papel de atender las necesidades de los clientes a lo largo de su ciclo de vida, ya que hay mucho espacio para la innovación dentro de este mercado. 

Aun así, advierte que la saturación del mercado en torno a ETFs de activos tradicionales puede reformularse con un nuevo enfoque. “Las gestoras que quieran tener éxito tendrán que asegurarse de que los productos se lanzan con intencionalidad y se dirigen a segmentos de mercado distintos, y no simplemente por la urgencia de actuar», concluye Shapiro.