Las noticias positivas sobre las vacunas y el consiguiente optimismo respecto a la salida de la crisis del COVID-19 impulsaron las aportaciones netas a ETFs globales a 122.500 millones de euros en noviembre, casi el triple de los 42.700 millones de euros captados en octubre, según los datos de Amundi ETF sobre el mercado europeo.
La gestora señala que “la confianza de los inversores propició que las asignaciones en renta variable global ascendieran a 105.400 millones de euros, más de seis veces las suscripciones de 17.400 millones del mes anterior. La renta fIja, por otra parte, experimentó una ligera disminución de las suscripciones hasta los 22.300 millones de euros, en comparación con los 25.400 millones de euros de octubre”.
Entre lo más destacado del mes sobre los flujos europeos, destaca que las entradas experimentadas en ETFs de renta fija representaron menos del 10% de los activos asignados a renta variable, con 1.500 millones de euros. “Esto refleja el reciente estrechamiento de los diferenciales de crédito, pero también es una señal de que los inversores no quieren asignar más a esta clase de activo”, afirman desde Amundi ETF.
En concreto, la deuda corporativa registró pequeñas salidas de 207 millones de euros y el mismo fenómeno se habría observado en la deuda soberana si no se hubieran registrado flujos significativos hacia los mercados emergentes. Según explica la gestora, “la confianza de los inversores en la capacidad de Asia para recuperarse de la crisis del coraonavirus permitió que la deuda de mercados emergentes y la deuda soberana china captaran 1.200 millones de euros y 1.100 millones de euros, respectivamente”. Como resultado, las suscripciones globales en deuda soberana alcanzaron 2.100 millones de euros.
En renta variable, las entradas en ETFs registrados en Europa se multiplicaron por más de seis, con 16.300 millones de euros invertidos en este tipo de activos, frente a los 2.600 millones de euros del mes anterior. Según apuntan los datos de la gestora, la renta variable global fue la asignación más demandada, captando 7.700 millones de euros. A diferencia de los meses anteriores, en los que los inversores habían favorecido los fondos sectoriales y temáticos y los fondos ESG frente a las estrategias smart beta y los principales índices, en noviembre los inversores se centraron en todas las estrategias de renta variable y regionales.
Las suscripciones en ETF regionales aumentaron en 14.600 millones de euros, mientras que los inversores asignaron 4.400 millones de euros a ETFs sectoriales o temáticos y 4.100 millones de euros a estrategias smart beta. La temática ESG siguió siendo muy popular, con suscripciones por valor de 6.400 millones de euros.
“Las estrategias favorecidas reflejan la confianza de los inversores en las perspectivas económicas. El sector financiero y el de consumo discrecional fueron dos de los sectores más atractivos, registrando entradas de 1.180 millones de euros y 498 millones de euros, respectivamente. Las estrategias value registraron suscripciones por valor de 2.300 millones de euros”, explican desde Amundi ETF.
Este ha sido el primer mes que Amundi ha clasificado los ETFs climáticos en una categoría específica. Un reciente acto delegado de la Comisión Europea sobre los índices climáticos europeos supone el reconocimiento oficial de esta serie de índices. Las suscripciones en productos denominados «climáticos» alcanzaron 1.200 millones de euros en noviembre. Actualmente, los inversores están rotando sus asignaciones a renta variable desde productos más tradicionales a asignaciones core ESG, así como a asignaciones satélites a ETFs climáticos.
Investment Placement Group contrata a Angelita Fuentes como vice president de su oficina en Miami.
La gestora, que reportará a Rocío Harb, comenzará el 4 de enero y trabajará con clientes de Colombia, México y Argentina como vicepresidente.
Fuentes dejó su puesto en SunTrust en julio de este año, compañía en la que trabajaba desde 2004. En ese cargo realizó tareas de gestión de riesgos e inversiones, asignación estratégica de activos, oportunidades de crédito, planificación patrimonial y financiera multigeneracional para que todos los clientes ofrezcan soluciones financieras y aumenten la participación en la cartera, según su perfil de Linkedin.
La oficina de Miami de IPG, con sede en San Diego, cuenta actualmente con cinco gestores, que forman parte del equipo de 20 de IPG.
Una gran parte de su cartera Offshore está compuesta por clientes mexicanos y uno de los objetivos de su campaña de contratación es atraer asesores para ayudar a diversificar su base de clientes.
IPG tiene oficinas en Arizona, California y Florida y empresas afiliadas en México y Panamá. Además una oficina comercial institucional en Argentina.
Actualmente, el grupo supervisa más de 3.000 millones de dólares en activos y cuenta con Pershing como custodio para el mercado US Offshore.
En la actualización de diciembre sobre los vehículos en los que las afores pueden invertir, sólo Natixis IM sumó un fondo a la lista. Se trata del MIROVA Global Sustainable Equity, el cuál se une a los Loomis Sayles US Growth y Seeyond Europe Min Vol, para sumar tres fondos de la gestora francesa en la lista.
De acuerdo con Mauricio Giordano, Country Manager de Natixis en México, MIROVA «es uno de los principales jugadores a nivel global en inversiones ESG, habiendo sido seleccionado este año dentro del grupo de Líderes PRI integrado por 36 compañías (de un universo de 2400 signatarios) que, a juicio de la organización de los Principios para la Inversión Responsable (PRI), se encuentran a la vanguardia en cuestión de información medioambiental. Nos complace mucho el que nuestro fondo MIROVA Global Sustainable Equity esté despertando interés por parte de las Afores que a la par con la tendencia global de inversionistas institucionales, están buscando las mejores alternativas para incorporar productos y estrategias de inversión responsable en sus portafolios que puedan generar retornos importantes en beneficio de sus agremiados mientras generan un impacto positivo en la sociedad y en el mundo».
Ya son 101 fondos de 23 gestoras entre los que las afores pueden elegir. Estos son:
Amundi AM con 18 fondos
Schroders IM con nueve fondos
AllianceBernstein con siete fondos
BlackRock con siete fondos
NinetyOne (antes Investec AM) con seis fondos
Henderson Global Investors con cinco fondos
Jupiter AM con cinco fondos
Morgan Stanley IM con cinco fondos
Vanguard con cinco fondos
Pictet AM con cuatro fondos
UBS Asset Management con cuatro fondos
Wellington Management con cuatro fondos
AXA IM con tres fondos
GAM con tres fondos
Goldman Sachs Asset Management con tres fondos
Natixis IM con tres fondos
Columbia Threadneedle Investments con dos fondos
Franklin Templeton con dos fondos
JPMorgan Investment Funds con dos fondos
NNIP con dos fondos
Fidelity International con un fondo
PIMCO con un fondo
UTI AM con un fondo
StateStreet suma uno para cerrar con 33 opciones disponibles para las afores. La lista completa se compone por:
iShares con 169
Vanguard con 53
StateStreet con 33
DWS con 25
WisdomTree con 18
First Trust con 12
Amundi AM con 11
Franklin Templeton con cuatro
GlobalX con cuatro
PIMCO con tres
BBVA con dos
JohnHancock con dos
Invesco con uno
JPMorgan con uno
KRaneShares con uno
Nikko con uno
ProShares con uno
SherpaCapital con uno
Baja de comisiones
Para 2021 las afores también siguieron la tendencia de los últimos años de seguir bajando sus comisiones, logrando una reducción de 11,5 puntos base, para dejar el promedio de las diez afore en 0,807% para 2021.
Afore PENSIONISSSTE seguirá siendo la administradora con la comisión más baja de la industria en 2021 al disminuir en 26 puntos base la comisión de 0,79 usada en 2020.
Este nivel se encuentra ya dentro del esperado por la reforma de pensiones que buscará tener una tasa menor a 0,54%.
El pasado 10 de diciembre fallecía, a la edad de 82 años, Joseph Safra, el banquero más rico del mundo y el segundo hombre más rico de la Latinoamérica según la lista Forbes 2020. Sus herederos, viuda y 4 hijos, recibirán una fortuna valorada en 17.600 millones de dólares y su grupo empresarial deberá hacer frente al reto del relevo generacional.
El Grupo está formado por bancos de propiedad privada que operan bajo el nombre de Safra y participaciones de inversión en sectores diversos que incluyen el inmobiliario y la agroindustria, según se explica en la página web del grupo. Los activos bancarios del Grupo, valorados en 85.000 millones de dólares por Bloomberg, que tienen representación en más de 165 lugares en todo el mundo, son: J. Safra Sarasin, con sede en Basilea, Suiza; Banco Safra, con sede en Sao Paulo, Brasil; y Safra National Bank of New York con sede en la ciudad de Nueva York, todos independientes entre sí desde el punto de vista de la supervisión consolidada.
Las propiedades inmobiliarias del Grupo, con un valor aproximado de 2.300 millones de dólares según Bloomberg, consisten en más de 200 propiedades comerciales, residenciales, minoristas y agrícolas de primer nivel en todo el mundo, como el complejo de oficinas 660 Madison Avenue de la ciudad de Nueva York y el emblemático edificio Gherkin de Londres. Sus inversiones en otros sectores incluyen, entre otros, participaciones de agronegocios en Brasil y Chiquita Brands International. Inc.
Familia judía de origen sirio
Joseph Safra, nació en 1938 en el Libano y emigró a Brasil en los años 60 donde su padre Jacob, perteneciente a una saga de banqueros judíos de origen sirio, fundó el Banco Safra en 1957. Joseph continuó con el negocio junto con uno de su hermano Moise, y posteriormente crearon Safra National Bank de Nueva York y Banque Safra en Luxemburgo. Los hermanos empezaron a tener desavenencias de negocio en el año 2000, que quedaron saldadas con la venta de la participación de Moise a Joseph en 2006, por un valor de 2.500 millones de dólares, según Bloomberg. Moise falleció en 2014.
En 1969, se casó con Vicky Sarfaty, con quien tuvo 4 hijos y 14 nietos. Safra al llevar muchos años enfermo de párkinson, sí tomo medidas de cara a su sucesión. De esta forma, y según reporta Bloomberg citando un comunicado oficial, sus cuatro hijos recibieron acciones del principal activo del grupo, Banco Safra, el pasado mes de diciembre.
Enfoque menos tradicional de los negocios
Dos de sus hijos ya estaban involucrados en la gestión diaria de los negocios: su primogénito, Jacob, está a cargo de J. Safra Sarasin, Safra National Bank of New York y activos inmobiliarios en Estados Unidos mientras que su hijo David se ocupa del Banco Safra en Brasil. Su hijo Alberto, el mediano, dejó el consejo de administración del banco en 2019, “exclusivamente con la intención personal de dedicarse a otro proyecto dentro de la familia”, según un comunicado que emitió la familia por entonces. Su única hija, Esther, se dedica a la educación y nunca ha estado involucrada en los negocios familiares.
El Banco Safra ha sido considerado un banco tradicional y con buena reputación para los negocios, aunque se vio afectado por el escándalo Madoff en 2009. La cita más famosa de Joseph Safra es: “ Si eliges navegar por los mares bancarios, construye tu banco como harías tu barco, con la fortaleza para navegar seguro por cualquier tormenta”. Sin embargo, ahora sus herederos se enfrentan al reto de modernizar sus negocios tradicionales cuya transformación se ha visto acelerada por la pandemia, y con una economía en su principal mercado, el brasileño, especialmente impactada por el covid-19.
Sin embargo, pasos en esta línea ya habían sido dados antes de la muerte del patriarca. Desde el punto de vista de los negocios, el banco brasileño, dirigido a gestión de altos patrimonios y grandes compañías, ha dado un giro digital. Así, en octubre 2020, lanzó AgZero, un banco digital sin sucursales, dirigido a clientes de alto patrimonio y de banca privada. Con anterioridad, había lanzado SafraInvest, una plataforma digital con acceso a toda la gama de sus productos y servicios.
Desde el punto de vista de una mayor exposición pública, su hijo David, ya ha dado señales de cambio frente a la actitud discreta y reservada de su padre. Así, Bloomberg, destacó su presencia el año pasado en un importante evento de la Federación de Bancos Brasileños, al que solía asistir un alto ejecutivo de la entidad y no un miembro de la familia, lo que ha sido percibido como una exhibición de su poder dentro del grupo.
Los analistas de la firma argentina Consultatio consideran que la principal enseñanza que nos deja 2020 es que la dinámica que ocurre entre el estallido de una crisis y la recuperación del mercado puede suceder mucho más rápido de lo que pensamos. Y también nos recuerda lo importante que son las señales de política en un contexto donde no hay una mejora tangible de fundamentos.
¡Dios salve a la Fed!
2020 fueron varios años adentro de uno, con al menos 4 etapas bien marcadas y lideradas por distintas clases de activos, pero que –al fin de cuentas– termina siendo un año positivo para los activos de riesgo.
Con la vacuna, los expertos de Consultatio creen que la economía global podría retomar la tendencia de crecimiento pre-pandemia en el 2do semestre de 2021. Los Bancos Centrales seguirán apuntalando la demanda con una política monetaria acomodaticia. En el plano fiscal, el principal desafío es desarmar el gran impulso de este año sin sobresaltos. Este combo debería empezar a gestar un resurgimiento en las presiones inflacionarias, algo que el mercado empieza a descontar.
El escenario macro sienta las bases de buen año para los activos de riesgo
Consultatio proyecta que la recuperación se traducirá en un mayor empinamiento de la curva, con la tasa a 10 años en 1,35% en dic-21 (+45 pbs vs. hoy; +15 pbs vs. consenso). Observan compresión de spreads crediticios, pero marginal en High Grade (-20 pbs) y algo mayor en High Yield y EM (-35 pbs).
En las acciones, el crecimiento de las ganancias (+40% a/a) más que compensará una reducción en los múltiplos (por las mayores tasas). Según las mismas proyecciones, los retornos de renta variable serán muy superiores a la renta fija (+13,5% vs +1,8% en 2021).
Exposición a acciones
Consultatio profundiza su recomendación de aumentar exposición a acciones. Esta visión está bastante en línea con el consenso: los osos están en la cueva.
Dentro de las acciones, sin embargo, vemos chances de un cambio de liderazgo. La derrota secular de las acciones Value podría llegar a su fin, de la mano de la recuperación, suba de tasas y valuaciones muy castigadas.
Sectores como Bancos, Energía e Industria nos gustan, aunque también nos sigue gustando Tecnología. También vemos un caso para el resurgimiento de las Small Caps: su mayor apalancamiento operativo las posiciona mejor para captar la recuperación, y vienen teniendo una performance muy débil hace años. Por último, favorecemos acciones EM y Europa sobre EEUU.
Finalmente, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) prolongará la compra de deuda el tiempo que sea necesario. Tal y como destacan los analistas de Banca March, la segunda y última sesión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) cumplió con el guion esperado, sin cambios en tipos y en el que la Fed extenderá lo necesario su programa de ayudas.
“En este contexto, la Fed seguirá comprando al menos 120.000 millones de dólares mensuales de deuda hasta que la economía del país registre progresos sustanciales. Así, y con una votación unánime, los miembros del Comité decidieron mantener sin cambios el ritmo de compras en los niveles actuales, y enfatizaron el lenguaje empleado al concluir que su política de compras se mantendrá al menos hasta que el mercado laboral haya alcanzado niveles consistentes de pleno empleo y estabilidad de precios, esto es, cuando la inflación se encuentre en la senda de superar el 2% de forma moderada”, resumen desde la entidad bancaria.
John Bellows, gestor de Western Asset, gestora de inversión especializada en renta fija de Franklin Templeton, sostiene que el contraste entre las preocupantes condiciones actuales y las perspectivas a medio plazo, más favorables, probablemente haya dado lugar a un debate inusualmente intenso en la reunión. «Durante este año, el FOMC ha demostrado ser tanto agresivo como preventivo a la hora de responder a la crisis económica en curso. El anuncio de una política aún más acomodaticia habría mantenido esa tendencia», afirma Bellows.
Sobre la inflación, Powell dijo que se necesitaría algún tiempo para que los precios empiecen a subir, incluso con un nivel monetario acomodaticio muy alto. Y hay presiones desinflacionarias globales significativas, en tanto que la persistencia de la inflación no fue visible en los últimos años cuando la economía era fuerte, por lo que esto no es una gran preocupación para la Fed.
“Tal y como se esperaba, la Fed fortaleció el forward guidance sobre las compras de bonos y anunció que seguirá comprando hasta que se vea un progreso sustancial hacia su doble mandato. Sin embargo, se abstuvo de cambiar la composición de las compras o de comprar vencimientos más largos. Las perspectivas económicas de la Fed para los próximos años mejoraron. En general, el presidente, Jerome Powell, dijo que el camino a seguir sigue siendo muy incierto y que es probable que los próximos meses sean muy difíciles en términos del virus. El FOMC sigue siendo flexible en cuanto a hacer más, si es necesario, pero considera que ahora no es necesario y, por lo tanto, no hubo cambios en sus políticas, aunque con un forward guidance más fuerte”, añade Sandrine Perret, economista senior y estrategias de renta fija de Vontobel.
A pesar de que no incrementan el ritmo actual del QE a la espera de la evolución de la economía, los miembros de la Fed no prevén subidas de tipos hasta al menos 2023, con solo 5 miembros partidarios de subirlos en ese año y seguirán ampliando el balance por encima de los 7,2 billones de dólares actuales en caso de que sea necesario.
En opinión de Carlos del Campo, miembro del departamento de Inversiones de Diaphanum, “la reacción inmediata del mercado no ha sido violenta ya que se esperaba un discurso similar de apoyo a las condiciones financieras, en un escenario en el que se especulaba con la posibilidad de aumentar las compras de activos para reducir los tipos de financiación del sector privado, pero el estado de las conversaciones sobre un nuevo plan fiscal por 900.000 millones de dólares, probablemente hayan provocado una reacción más prudente del Banco Central”.
Además, la depreciación del dólar y la relativa estabilidad de la curva de deuda a pesar del previsible nuevo plan fiscal reflejan ya el tono dovish de la Fed, mientras que el oro y las bolsas aumentaron su atractivo ante la persistencia de unos tipos de interés reales muy bajos en los próximos años y la mejora del cuadro macro presentado. Según indican los analistas de Monex Europe, el comunicado de la Fed mantuvo un tono moderadamente alcista al margen, lo que disparó la operativa del billete verde frente a algunos rivales importantes momentáneamente. «No obstante, el tono de cautela de Powell para el corto plazo no pasó desapercibido, facilitando la corrección bajista del dólar un rato después. La última reunión de la Fed en el año ratifica el rol ultra-acomodaticio del banco en la etapa de recuperación económica y, en balance, refuerza nuestras proyecciones bajistas para el billete verde durante el próximo año«, apuntan.
Perspectivas y proyecciones
«Nuestra opinión es que la Reserva Federal se mantiene en un modo reactivo, esperando ver cómo se desarrollan las negociaciones en el Capitolio, mientras está preparada para reaccionar si las condiciones financieras empeoran. La posibilidad de un aumento en la compra de activos o la extensión de los vencimientos sigue en la mesa si la situación lo requiere, tal y como Powell insinuó durante la conferencia de prensa. Los meses más fríos serán decisivos para la recuperación a principios de 2021, y por lo tanto para el curso de la política monetaria», añade Christian Scherrmann, economista de DWS.
Para el experto de Diaphanum, “Powell insistió en que la pandemia seguirá condicionando el ritmo de recuperación de la economía, como está ocurriendo en el último trimestre del año, si bien subieron ligeramente las previsiones de crecimiento del PIB para 2021 ante el comienzo de la campaña de vacunación».
Por su parte, Scherrmann destaca que, sin embargo, para 2023 se prevé que la inflación y el desempleo se sitúen en niveles que probablemente reflejen lo que la Reserva Federal consideraría actualmente como una recuperación total. «Un elemento notable de las proyecciones es la amplia gama de expectativas de crecimiento para 2021 entre los miembros; al menos un miembro espera que 2021 no sea un año nada fácil. Una tasa de crecimiento de sólo el 0,5% para 2021 implica riesgos de caídas sostenidas en el primer trimestre de 2021. Sin embargo, en general, la mayoría de los miembros consideran que los riesgos para el crecimiento del PIB están equilibrados, a pesar de que algunos todavía los ven ponderados a la baja, lo que supone una mejora significativa en comparación con las proyecciones de septiembre», argumenta el economista de DWS.
En opinión de Perret, la valoración económica fue más positiva que en septiembre, ya que las previsiones del PIB aumentaron para este año. La entidad presidida por Jerome Powell ahora espera una caída del 2,4% para el PIB este año frente al -3,7% previo, y modificó ligeramente al alza sus expectativas en 2021 y 2022, hasta el +4,2% y +3,2%, respectivamente
“Las proyecciones para el desempleo fueron revisadas a la baja, como se esperaba. Powell declaró que la recuperación había sido más rápida de lo esperado, aunque en los últimos meses el ritmo de mejora se había moderado. Las proyecciones de la inflación del PCE básico también fueron un poco más altas en 2021 (1,8% vs. 1,7% anteriormente), pero sólo en el 2% en 2023”, añade la experta de Vontobel.
Según apunta el último informe de UBS, la inversión sostenible es un tema que preocupa a todos los inversores tanto desde el punto de vista de la rentabilidad financiera como del impacto que logra. Ahora bien, ¿por qué? El informe del banco suizo apunta tres razones clave: el momento es oportuno, los criterios ESG son relevantes y esta clase de inversión ofrece rentabilidad.
Además, la aplicación de criterios ESG en los procesos de inversión se han convertido, según apunta el documento titulado A private investor perspective. Sustainability matters, en una herramienta para poner de relieve posibles riesgos y posibles oportunidades de inversión. “A raíz de la crisis del COVID-19 y mientras nos enfrentamos a un futuro más incierto que en cualquier otro momento de la historia reciente, las empresas y los gobiernos reconocen la interdependencia de los mercados de capitales, las economías, las limitaciones medioambientales, las tendencias sociales y el comportamiento humano. Los tres últimos temas tienen ahora un impacto cada vez más importante en los mercados y la inversión con un enfoque dinámico”, apunta el informe.
Según la experiencia del banco suizo, los inversores están en un momento muy particular, ya que están evaluando qué es lo importante para ellos y cómo desplegar su capital, y esperan cierta responsabilidad por parte de sus socios de inversión y de las organizaciones en las que invierten. Este punto de partida hace que, según Iqbal Khan, co-presidente de UBS Global Wealth Management, “el cambio en las preferencias hacia productos y servicios sostenibles está prácticamente en sus inicios y creemos que este tipo de inversiones se convertirán en oportunidades rentables y duraderas para los clientes en décadas venideras”.
Así, para dar respuesta a ese “por qué” planteado por los inversores, desde UBS defienden que están centrándose en la mejor forma de incorporar las consideraciones relacionadas con la sostenibilidad en sus inversiones y en las diferentes formas de ayudar a que los inversores cumplan con sus objetivos.
Las claves de la ISR
El contexto actual es la primera clave que explica que los inversores se decanten por la inversión sostenible. El informe defiende que dos desarrollos sociales están contribuyendo a que la inversión sostenible deje de ser de nicho y se popularice entre los inversores retail: los movimientos sociales para afrontar los desafíos sostenibles y climáticos, y la regulación de los mercados financieros. Además, argumenta que la recuperación económica tras la pandemia del COVID-19 es otro ingrediente más en este caldo de cultivo, ya que el gasto necesario para salir del bache tendrá un enfoque sostenible.
“Bajo nuestro punto de vista, no estamos ante una burbuja. Los flujos de entrada hacia fondos sostenibles han superado con creces los flujos hacia fondos convencionales en 2020, al menos hasta la fecha. De hecho, los flujos de entradas a fondos sostenibles durante la mitad de este año igualaron al total de 2019. En junio de 2020, se invirtió más de un billón de dólares en fondos de inversión específicos, lo que supone un aumento considerable en sólo 18 meses con respecto a los 600.000 millones de dólares de finales de 2018”, explican desde UBS.
La segunda de las claves que apunta el informe es la relevancia que han tomado los factores ESG en la industria de inversión, pasando de ser vistos como una herramienta para evitar riesgos a servir para identificar las mejores oportunidades de inversión. Según apunta el informe, además, estos factores permiten a los inversores ver la parte más tangible de la inversión sostenible.
“Los catalizadores de mucha de la inversión temática a largo plazo está conectada con la sostenibilidad. El crecimiento de la población, su envejecimiento o la urbanización en las ciudades son tendencias que plantean desafíos de sostenibilidad como el acceso a la comida, agua no contaminada, salud o educación. Estos temas de sostenibilidad o impacto a largo plazo proporcionan una hoja de ruta para los inversionistas que buscan impulsar un impacto positivo con su capital de inversión”, afirma la entidad suiza en su informe.
Por último, la tercera clave que identifica es la rentabilidad. En 2020 y ante un entorno volátil, las estrategias de inversión sostenible, tanto en caso de los fondos como de los índices u otros instrumentos de inversión, han demostrado un rendimiento financiero similar o mejor que los equivalentes convencionales no sostenibles.
En definitiva, el informe concluye que los inversores están mostrando interés por comprender mejor el impacto positivo y negativo de sus inversiones, tanto en la sociedad como en el entorno, y también por incorporar esas consideraciones a la hora de estructurar sus carteras. “La decisión de invertir de manera sostenible empieza y termina con cada uno de nosotros y lo que esperamos lograr con nuestro capital, más allá de los rendimientos financieros. La inversión sostenible ofrece el potencial de un impacto social positivo, además de un rendimiento financiero competitivo. El cambio positivo real requiere inversores comprometidos y equipos de gestión de empresas con visión de futuro que reconozcan los beneficios a largo plazo de abordar los desafíos de la sociedad mediante operaciones más responsables y/o productos y servicios centrados en la sostenibilidad”, concluye el informe.
Llegamos a las últimas semanas de un año que ha sido diferente y duro. 2020 comenzó de forma esperanzadora y tras la pandemia del COVID-19, nos ha brindado el reto de transformar el entorno en algo positivo. En nuestro balance del año queremos tener un recuerdo para aquellos que se marcharon y dar las gracias a todos los que nos habéis acompañado: lectores, anunciantes, gestoras, entidades financieras, asesores financieros, inversores privados, inversores institucionales…
Gracias a vosotros, desde Funds Society hemos podido acompañar, informar y crecer. Hemos estado conectados a través de eventos online, profundizado en las tendencias de la industria, analizado el mercado, escuchado la opinión de los protagonistas de esta industria, de los expertos … y apostado por nuevas experiencias como los podcast y nuestros Virtual Investment Summit.
Un 2020 que hemos aprovechado para ser más cercanos, multimedia e interactivos, pero también más sostenibles. Esta es nuestra gran apuesta para 2021, la sostenibilidad.
Al igual que toda la industria de gestión de activos, caminamos hacia un horizonte diverso, ecológico y sostenible, usando para nuestra revista papel reciclable acorde con los tiempos. Confiamos en que la sostenibilidad será la clave para afrontar 2021 desde la resiliencia y la ilusión.
Gracias por acompañarnos en este viaje. Con nuestros mejores deseos: ¡Feliz 2021!
La previsión de estímulo fiscal junto con los indicios de que muy pronto habrá una vacuna que proteja contra el COVID-19 han impulsado el optimismo. Muchos esperan ya una vuelta más rápida a la normalidad económica y una recuperación de los beneficios en 2021. En los últimos meses, los activos financieros directamente expuestos a los altibajos de la economía, como los valores cíclicos y los de pequeña capitalización, se han comportado mejor que los valores favorecidos por la necesidad de permanecer en casa y que las acciones de crecimiento.
Asimismo, la menor volatilidad de la renta variable, el encarecimiento de las materias, las curvas de tipos pronunciadas y el aumento de las expectativas de inflación apuntan al mismo resultado: reflación en 2021. De cara al futuro, las valoraciones actuales de la renta variable y los diferenciales de crédito no solo implican un fuerte crecimiento de los beneficios el año que viene, sino que también sugieren que los exorbitantes múltiplos actuales son sostenibles. En este contexto, y con poco margen de error, ¿son las expectativas para 2021 demasiado elevadas?
¿Qué podría salir mal?
Al inicio de la pandemia, básicamente los bancos centrales socializaron las pérdidas de explotación de las empresas para impedir una crisis de crédito y reducir la duración de la posible recesión resultante. Aunque esta política parece haber dado sus frutos, en función de su perspectiva, puede que la política monetaria ya no dé para más. En estas circunstancias, los bancos centrales prestan dinero, si bien son los gobiernos quienes lo gastan, cargando el peso de las perspectivas de futuro crecimiento económico directamente sobre los hombros de los políticos.
Al mismo tiempo, los casos de COVID-19 y las hospitalizaciones están aumentando rápidamente en todo el continente americano, Europa y algunas partes de Asia. Aunque las esperanzas de una vacuna ayudan a los inversores a imaginar un futuro más normal, no pueden solucionar el actual deterioro de la situación. Tememos que el endurecimiento de las órdenes de permanecer en casa y distancia social reduzcan la movilidad y pongan en riesgo la recuperación hasta ahora en forma de V, además de aumentar la necesidad ya de por sí enorme de respaldo fiscal. Aunque los inversores han dado por hecho que habrá más ayudas, sigue siendo incierto cuándo y en qué medida.
En 2020, las rentabilidades de la renta variable han dependido totalmente de la expansión de los múltiplos, dado el desplome de los beneficios provocado por la pandemia. Si bien este patrón no es un comportamiento inusual del mercado antes del fin de una recesión, su magnitud conlleva que los mercados de riesgo sean vulnerables a sorpresas económicas imprevistas o a medidas insuficientes de política fiscal.
Aunque hemos de pensar en estos factores de riesgo, nos enfocamos en los perfiles de riesgo de los negocios con respecto a los posibles resultados: doble recesión, reflación, estancamiento. Al inicio de la crisis y durante toda la recuperación, algunas empresas registraron unos datos comparativos de ventas récord, al beneficiarse del COVID-19 o de la necesidad de permanecer en casa. Por el contrario, los sectores afectados por la distancia social sufrieron graves problemas financieros.
Ahora bien, resulta importante no dejarse llevar por las noticias ni sacar demasiadas conclusiones del pasado reciente. Eso lo hacen las máquinas, pero no los inversores. Invertir consiste en pensar detenidamente sobre lo que acaba de suceder y decidir si los acontecimientos han alterado la fortaleza o debilidad de un negocio, y luego determinar cuál podría ser el perfil de flujo de caja en los próximos años y, en definitiva, cuál es el valor de ese flujo de caja.
En una reciente reunión de análisis interno, Barnaby Wiener, director de sostenibilidad y gestor de carteras de MFS, comentó que «el verdadero riesgo no suele verse a simple vista». Para mí, eso quiere decir que a veces el riesgo no puede cuantificarse en una hoja de cálculo de Excel. Aunque los mercados nunca tienen toda la información y la incertidumbre siempre es alta, las valoraciones actuales indican una gran confianza sobre las diversas posibilidades en 2021.
La inversión responsable es la sostenibilidad financiera en varias dimensiones
Al reflexionar sobre 2020 y mirar hacia delante, sigo volviendo a pensar en el objetivo de los mercados financieros: determinar los precios y asignación los recursos de forma eficiente. Los inversores evalúan las perspectivas de rentabilidad de una inversión frente a sus riesgos, poniendo en la balanza los costes de oportunidad frente a oportunidades de inversión similares. En MFS, nuestro objetivo estriba en cubrir esos riesgos y luego asignar el capital de forma responsable. Aunque invertir nunca ha sido fácil, el entorno actual ha elevado el listón de dificultad.
Por innumerables razones, siempre hay oportunidades de inversión llamativas con perspectivas de rentabilidad atractivas, sobre todo dados los actuales tipos de interés prácticamente nulos que ofrece el ahorro. Sin embargo, hemos de preguntarnos cuántas cosas tienen que salir bien para que esas ideas cumplan las expectativas. ¿Puede una empresa sobrevivir a una doble recesión? ¿Tiene suficiente liquidez para afrontar otra perturbación en el crédito? ¿Puede resistir a cambios en el marco reglamentario? ¿Es el foso económico lo suficientemente profundo para proteger frente a los nuevos competidores en un mundo digital acelerado?
Esperanza de cara al futuro
Espero y confío en que 2021 será un año mejor que 2020. Me entusiasma pensar en lo que nos deparará el futuro, sobre todo por las grandes oportunidades de alfa y diferencias de rentabilidad. ¿Por qué? Las mejores empresas son aquellas que crean valor para sus grupos de interés, no las que extraen valor de estos. Aunque las empresas que extraen valor puedan tener una gran rentabilidad financiera, es probable que tengan fecha de caducidad.
Durante la última década, el crecimiento de los ingresos cada vez menor ha llevado a cada vez más empresas a extraer valor de sus proveedores, empleados, titulares de bonos y clientes. Sin embargo, las mejores empresas – con una cultura de colaboración con todos sus grupos de interés – suelen tener algo que escasea: unos resultados financieros superiores que duran y que se reflejan en los precios de sus activos.
Eso es lo que significa para nosotros la asignación responsable de capital, el principio que constituye nuestra estrella polar en un mundo incierto. Muchas gracias por su colaboración.
Manténganse seguros y sanos en el año nuevo.
Columna de Robert M. Almeida, gestor de carteras y estratega de inversión mundial en MFS Investment Management.
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Vontobel Asset Management ha anunciado la apertura de su oficina en Tokio y el nombramiento de Goji Yoshino como Country Head para Japón. Yoshino se encargará de gestionar las relaciones con instituciones financieras y consultores, y de desarrollar nuevas asociaciones de distribución, aprovechando las capacidades del modelo multiboutique de la gestora.
Yoshino se une a Vontobel AM desde BlueBay Asset Management, donde ha sido responsable de ventas institucionales. Con anterioridad, ha trabajado en firmas como Goldman Sachs Asset Management. En este sentido, cuenta con más de 25 años de experiencia en la industria de fondos.
«Nuestra presencia onshore en Japón reafirma el compromiso de Vontobel con los clientes institucionales del país. La experiencia y la mentalidad orientada al cliente de Goji Yoshino serán cruciales para expandir nuestra oferta de productos y para satisfacer la demanda de soluciones de inversión gestionadas activamente», ha señalado Ulrich Behm, CEO de Vontobel Asset Management para Asia-Pacífico.
Por su parte, Goji Yoshino ha destacado sobre su nombramiento: “Estoy muy emocionado de unirme a Vontobel AM. Como los inversores japoneses se enfrentan a bajos rendimientos, el modelo multiboutique de Vontobel ofrece las soluciones diferenciadas y sostenibles que los inversores institucionales están buscando».
Vontobel AM lleva desde 2010 ofreciendo soluciones de inversión a clientes institucionales y consultores. Según destaca la gestora, la apertura de su oficina en Tokio sigue a Singular y una serie de contrataciones clave en Hong Kong y Singapur, confirmando el compromiso de Vontobel AM con la región Asia-Pacífico. La oficina de Vontobel en Japón está registrada como una agencia y asesoría de Inversiones en el país.