M&G: «Las cotizadas estadounidenses tienen mejores retornos sobre el capital y mayores tasas de reinversión»
| Por Cecilia Prieto | 0 Comentarios
El gestor John Weavers ha dedicado los últimos diez años a supervisar la propuesta de M&G Investments para invertir en dividendos americanos, el fondo M&G (Lux) North American Dividend Fund. En este tiempo, admite que una de las preguntas que ha recibido de los clientes tiene que ver con las valoraciones, sobre todo si se compara a las compañías estadounidenses que pagan dividendo con lo que estamos acostumbrados a ver en Europa o Asia. “EE.UU. siempre es un poco más caro que otras bolsas del mundo”, admite Weavers, que añade que el mercado estadounidense suele ser un 5% más caro que el europeo. Sin embargo, afirma que “las valoraciones no son tan diferentes” si lo que se hace es comparar las compañías de un sector particular del mercado estadounidense con las del mismo sector que cotizan en otras geografías. El gestor defiende que la razón de la prima con la que cotiza EE.UU. tiene más que ver con la diferente composición de los índices: “Tiene que ver con el crecimiento y los retornos. Las cotizadas de EE.UU. tiene mucho mejores retornos sobre el capital, y tasas de reinversión más elevadas. Eso es lo que impulsa un crecimiento mejor”.
Este enfoque en el crecimiento es lo que marca la diferencia para Weavers y su estrategia, que es un fondo orientado al income y al crecimiento del income. Así, mientras que en Reino Unido, Europa o muchos países emergentes el porcentaje de dividendos puede superar al 40%, en EE.UU. el componente de los dividendos supone el 25% del mercado.
La rentabilidad media por dividendo de las acciones en cartera se sitúa actualmente en torno al 1,6%. Sin embargo, Weavers aclara que la forma en que el equipo sigue la rentabilidad de los dividendos es como una prima sobre el mercado: “Siempre tratamos de dar a nuestros clientes una prima de rendimiento de entre el 15% y el 30%, y luego tratamos de invertir en negocios que nos ayuden a hacer crecer ese dividendo lo más rápido posible”.
Para un inversor conservador, quizá quepa preguntarse por qué invertir con un enfoque de dividendo en EE.UU. considerando los rendimientos que siguen ofreciendo los Treasuries actualmente. El gestor no elude la pregunta: “Definitivamente, hay una parte del mercado que paga una elevada rentabilidad por dividendo que es muy sensible a los tipos de interés. En lo que nuestra estrategia difiere respecto a un fondo tradicional de dividendos es que nosotros también buscamos el crecimiento de las rentas. Esa es la vía que nos permite salir de esa restricción en torno al rendimiento del Tesoro”.
De este modo, la estrategia se centra en valores que presentan robustas tasas de crecimiento, hasta el punto de que, incluso aunque se vean penalizados temporalmente si suben los tipos de interés, luego son capaces de recuperarse. “Cuando inviertes en EE.UU., debes tener la idea de tratar de aprovechar la parte del mercado que es más atractiva, que es la parte del precio de las acciones, y luego el dividendo sigue siendo importante, pero es una pieza adicional en vez de ser la mayor parte de la rentabilidad, como lo es en otras partes del mundo”, explica Weavers. La cartera del fondo está concentrada en torno a 50 valores donde el equipo deposita sus más altas convicciones.
Un punto de inflexión
El fondo sigue un enfoque bottom-up muy basado en el análisis, pero sin ignorar las condiciones macro, para poder tener una mejor gestión de los riesgos para evitar que la cartera esté sesgada de manera inconsciente a un factor de estilo u otro. Con esto en mente, el gestor habla del punto de inflexión para su estrategia que supuso la publicación del IPC estadounidense del mes de julio, que causó una fuerte corrección en los mercados.
Por un lado, observa que las bolsas estadounidenses han registrado una fuerte apreciación en los dos últimos años, pero con un mercado excepcionalmente estrecho, siendo unos pocos valores los que han impulsado los rendimientos, particularmente las “Siete Magníficas” de la tecnología.
Weavers cree que la corrección del verano ha puesto las bases para una mayor amplitud del mercado por las razones correctas, pues considera que está más impulsada por los números (beneficios corporativos) que por el sentimiento de los inversores. “El crecimiento de las Siete Magníficas se está ralentizando, mientras que las otras 493 cotizadas del S&P 500 están acelerando su crecimiento, aunque la brecha de valoración entre ambas partes del mercado sigue siendo increíblemente amplia”.
El experto considera que este lento relevo en el liderazgo es “emocionante”, porque significa que “los mercados ya no van a estar definidos solo por NVIDIA”. Como la estrategia busca tanto una buena rentabilidad por dividendo como un fuerte crecimiento de los dividendos, Weavers se muestra optimista con las posibilidades de stock picking en el futuro inmediato.
De hecho, explica que el equipo ha visto en los últimos nueve meses oportunidades en algunas de las áreas más sensibles a los tipos de interés, que han mostrado buen comportamiento desde el mes de julio, cuando la lectura del IPC hizo tomar conciencia a los mercados de que definitivamente la Fed no podría mantener los tipos más altos por más tiempo. Aunque considera que algunos de esos nombres siguen mostrando valor, el gestor indica que ahora la duda está en su capacidad para seguir creciendo de aquí en adelante, por lo que han ido reduciendo la exposición a compañías más sensibles a los tipos de interés (particularmente utilities y real estate) desde cerca del 15% al entre el 5% y el 10% actual.
Cómo afrontar Trump 2.0
A la pregunta de si el segundo mandato de Trump puede afectar de alguna manera a su universo de inversión, Weavers se muestra cauto. Cree que esta vez será un poco diferente, en el sentido de que “la administración parece un poco más organizada” y de que espera ver “más órdenes ejecutivas desde el mismo momento en que se inaugure”.
El gestor considera que, de ser aprobados por el Senado algunos de los nombramientos propuestos por Trump para su equipo, varios perfiles muestran un perfil “un poco más agresivo, de mayor convicción” en la forma en que quieren implementar sus políticas, y de hecho anticipa maniobras para relajar la regulación en varios ámbitos. “Hay una serie de departamentos en los que la postura política de la persona que sea nombrada para el cargo va a ser realmente importante”, añade.
¿Qué puede hacer el gestor para afrontar este entorno? “Posiblemente seamos un poco más reactivos de lo que fuimos la última vez porque va a depender en quién es nombrado y a quién confirman. Pero siento que muchos de los temas que saldrán se ubicarán dentro de la misma narrativa que hemos visto en las últimas semanas desde la elección” explica, destacando el regreso del lema “America first”, en el sentido de que el mercado está premiando especialmente a los negocios donde gran parte de sus ingresos proceden del mercado interno y negocios que potencialmente puedan beneficiarse de algunas de las medidas prometidas por Trump, como la bajada de impuestos a las empresas.
En el plano práctico, Weavers comienza detallando que el fondo mantiene desde antes de las elecciones presidenciales una gran sobreponderación en el sector financiero. También detalla que la exposición no se limita solo a bancos (aunque por ejemplo tienen una posición en J.P.Morgan), sino también a otras compañías de calidad como Visa o Mastercard (vinculadas al consumo) o negocios de naturaleza más defensiva, como Arthur J. Gallagher o Progressive, que han repuntado desde las elecciones estadounidenses porque se benefician del entorno de tipos más elevados y sus negocios están muy orientados al mercado estadounidenses.
El gestor aclara que el financiero sigue teniendo un peso dominante en cartera, pero que ha tomado algo de beneficios y ha utilizado ese dinero para invertir en el sector salud, pero no en farmacéuticas sino en el segmento de seguros de salud y los gestores de prestaciones farmacéuticas. “Es una parte del mercado que históricamente lo ha hecho muy bien durante las administraciones republicanas y también tienen ingresos 100% domésticos, por lo que tienen una sensibilidad muy fuerte a los posibles recortes de impuestos que puedan venir”, detalla. Éste añade que estas compañías están cotizando con valoraciones muy atractivas después de haber registrado en 2024 un año complicado, pero que tradicionalmente han sido capaces de hacer crecer sus beneficios entre el 10% y el 15% en largos periodos de tiempo con muy baja volatilidad. Finalmente, indica que es una manera de obtener exposición a la tendencia del envejecimiento de la población.