Citi anunció este jueves que trabajó exclusivamente con cuatro firmas de propiedad de afrodescendientes para sindicar una emisión de bonos por 2.500 millones de dólares, en conmemoración del día de Martin Luther King.
Según un informe de Citi GPS, si las brechas raciales clave para los estadounidenses afrodescendientes en salarios, vivienda, educación e inversión se cierran hoy, se podrían agregar 5.000 millones de dólares al PIB de EE.UU. durante los próximos cinco años.
En septiembre pasado, Citi dio a conocer una iniciativa de acción por la equidad racial de mil millones de dólares, diseñada para ayudar a cerrar la brecha de riqueza racial en Estados Unidos. Este enfoque integral para promover la equidad racial incluye el objetivo de fortalecer las propias políticas y prácticas de Citi, incluida la expansión de las actividades comerciales centrales propias de la empresa con corredores de bolsa e instituciones de depósito propiedad de minorías.
“Los corredores de bolsa de propiedad de minorías, las empresas de propiedad de afrodescendientes en particular, históricamente y en gran medida han sido excluidas de los mercados de capital. Sin embargo, datos recientes muestran que invertir en estas empresas es un buen negocio y contribuye a la economía”, dijo Mark Mason, director financiero de Citi.
Para esta transacción, Citi emitió un pagaré de tasa fija a variable a cinco años sin opción de compra a seis años por 2.500 millones indexado a SOFR. Citi contrató a cuatro firmas financieras de propiedad de afrodescendientes para distribuir los bonos a los inversionistas, cuyo precio era el 21 de enero. Las firmas son Blaylock Van, LLC; CastleOak Securities, L.P; Global Oak Capital Markets y Loop Capital Markets LLC.
“Citi continúa buscando de manera proactiva oportunidades para asociarse con diversos grupos sindicales para nuestras ofertas de bonos”, dijo Michael Verdeschi, tesorero de Citi.
Desde 2015, Citi ha trabajado con más de 30 firmas propiedad de minorías subrepresentadas, mujeres y veteranos por un total de más de 150.000 millones de dólares en emisión de bonos, según el comunicado de la empresa.
El PIB de Estados Unidos creció a una tasa anualizada de 4% en el último trimestre del 2020. Esto representó, indudablemente, una pérdida de impulso a medida que se endurecieron las restricciones de Covid-19, pero las primeras señales sugieren que 2021 está comenzando bien con el último pago de estímulo fiscal de 600 dólares que impulsa el gasto. Por otro lado, el estado de California comienza a reabrirse y el programa de vacunación está ganando impulso. Un crecimiento superior al 5% parece alcanzable este año, dice un informe de ING.
El crecimiento del PIB se desaceleró a una tasa anualizada del 4% a final de año en comparación al 33,4% del tercer trimestre del 2020, en general en línea con el pronóstico de consenso del 4,2%. Los detalles muestran que el gasto del consumidor creció un 2.5% con la reintroducción de las medidas de contención de Covid en varias áreas que claramente tienen un impacto en la disposición y capacidad de gasto de los consumidores.
La inversión residencial dio un salto de 33,5% tras una ganancia de 63% en el segundo trimestre gracias al repunte de las transacciones producto de la caída de las tasas hipotecarias. La inversión empresarial también se mantuvo firme, con un aumento de la inversión fija no residencial del 13,8%. El consumo del gobierno cayó un 0,5%, liderado por una disminución del 8,4% en el gasto no relacionado con la defensa, mientras que la reconstrucción de inventarios agregó un 1% a la cifra del PIB general y las exportaciones netas restaron 1.5 puntos porcentuales del crecimiento general.
El resultado neto es que el PIB cayó un 3,5% interanual durante todo el año 2020, pero la economía ahora está solo un 2,5% por debajo de los niveles prepandémicos, lo que a la luz de lo sucedido es un resultado notable.
Con este panorama, las primeras señales del 2021 son que ha comenzado en buena forma. La evidencia de www.tracktherecovery.org sugiere que el cheque de estímulo de 600 dólares, que se distribuyó a principios de enero, se está gastando. Es probable que el pujante mercado de la vivienda también mantenga robusta la actividad de la construcción residencial, mientras que el fin de la orden de quedarse en casa de California abre la puerta a restaurantes y servicios personales, como salones de belleza.
Al mismo tiempo, EE.UU. se está acercando a un promedio de un millón de dosis de vacunas contra el Covid-19 diarias. Además, el presidente Joe Biden promete más recursos para acelerar el proceso a 1,5 millones y posiblemente incluso a dos millones por día. Con el clima más cálido de la primavera acercándose y las cifras de hospitalización ya cayendo, existe la esperanza de que sea posible una reapertura de la economía en el segundo trimestre y esto puede ayudar a mantener fuerte la confianza.
Según ING, una vez que comience la reapertura, esperamos que el gasto del consumidor lidere la carga con una demanda reprimida centrada en los sectores de ocio, viajes y entretenimiento. Los hogares son ricos en efectivo con programas de apoyo del gobierno, como beneficios de desempleo extendidos y cheques individuales, que impulsan a los hogares de menores ingresos.
Al mismo tiempo, la incapacidad de viajar y gastar dinero en «experiencias» ha provocado ahorros involuntarios por parte de los grupos de mayores ingresos. El resultado es que los ahorros en efectivo, cheques y depósitos a plazo han aumentado 2.400 millones entre el tercer trimestre del 2019 y la misma fecha de 2020.
El hecho de que los saldos de las tarjetas de crédito se encuentren en mínimos de cuatro años significa que hay una gran cantidad de municiones en efectivo con las que impulsar el gasto. Además, la perspectiva de ganancias significativas en el empleo a medida que el sector de servicios oprimido se recupera y el 2021 parece ser el año más fuerte para el crecimiento económico en décadas, explica el informe
Se propone más apoyo con un plan fiscal de 1.900 millones de dólares que se abrirá paso en el Congreso, aunque es probable que se requieran algunas diluciones y modificaciones para aprobarlo.
En otros lugares, es probable que el gasto de capital de las empresas estadounidenses se recupere después de 12 meses de línea plana y una recuperación del comercio mundial, y un dólar estadounidense más competitivo a nivel internacional tras sus recientes caídas también respaldará la actividad.
“Si bien reconocemos que existen riesgos obvios de que las mutaciones del virus produzcan contratiempos o surjan problemas con el programa de vacunación, creemos que los aspectos positivos superan los riesgos negativos. En consecuencia, el crecimiento del 5% parece alcanzable este año y esto es antes de que consideremos el impulso potencial del plan de infraestructura y energía de 3.000 millones de dólares”, concluye el banco.
Un comprador anónimo consiguió por 99.184.000 dólares el “Retrato de un hombre joven sosteniendo un medallón” atribuido a Sandro Botticelli (1445-1510).
La subasta realizada por Sotheby,s en Nueva York duró 5 minutos, suficiente para que el comprador procedente de Londres de hiciera con la obra del gran maestro italiano, cuyos cuadros se están cotizando actualmente en el mercado del arte justo después de los de Leonardo da Vinci.
Cabe recordar que en 2017 el cuadro Salvator Mundi de Leonardo da Vinci se había atribuído por 450,3 millones de dólares en Christies.
“En excepcionalmente buenas condiciones, este cuadro de un joven sosteniendo un medallón encarna los mayores logros de Sandro Botticelli como retratista. Elogiado por el gran erudito del Renacimiento italiano y director de museo John Pope Hennessy como «un gigante entre los retratistas», Botticelli fue célebre en este campo, pero pocos ejemplos preciosos de sus retratos de él sobreviven hoy”, explicó Sotheby´s en la presentación de la subasta.
Como parte de la globalización, y respondiendo a la creciente tendencia por parte de las compañías multinacionales a centralizar la gestión financiera de las operaciones que tienen en las distintas geografías, Bci y BBVA se unieron en una alianza estratégica para prestar servicios de cash managementa los clientes multinacionales del banco español que operan en Chile.
La alianza considera una importante integración tecnológica que permitirá a los clientes globales gestionar sus necesidades transaccionales en Chile desde una única conexión que tienen implementada con BBVA, de la misma forma que lo hacen en los demás países donde el banco hispano tiene presencia.
La primera fase de esta alianza considera que, desde marzo de 2021, los clientes podrán utilizar el servicio de pago a proveedores en moneda local. Más adelante se sumarán otros servicios como el pago de remuneraciones y órdenes de pago en moneda extranjera.
Gerardo Spoerer, gerente de la división Wholesale & Investment Banking de Bci explica los beneficios de esta alianza: “En Bci estamos muy contentos de esta nueva alianza con BBVA y estamos convencidos que esta unión viene a reforzar nuestra estrategia de transformación digital y fortalecer nuestra relación con clientes globales. Esto ha significado un importante esfuerzo en desplegar soluciones tecnológicas que se encuentren a la vanguardia, y en especial que respondan a las nuevas exigencias de nuestros clientes en el ámbito de la conectividad, automatización y seguridad”.
“Actualmente damos a nuestros clientes cobertura a sus necesidades transaccionales y financieras, por lo que los desarrollos tecnológicos que hemos impulsado y los que seguiremos trabajando, además de habilitar esta alianza, permiten a nuestros clientes locales acceder a soluciones transaccionales por medio de canales directos como Swift y Host to Host (web service y SFTP), lo que responde a las exigencias de conexiones cada vez más seguras, integrales y compatibles con los sistemas de las compañías”, agregó Spoerer.
Al ser uno de los principales bancos chilenos y contar con una importante participación de mercado, especialmente en el segmento empresarial, Bci cuenta con todas las capacidades que habilitan el negocio transaccional y permiten acompañar a los clientes de diferentes segmentos en sus gestiones financieras. La amplia gama de soluciones financieras y las 244 sucursales a lo largo del país que tiene Bci, son otras de las fortalezas que BBVA consideró para elegir al banco chileno como su partneren esta alianza.
El 2021 girará en torno a la recuperación económica tras el impacto sin precedentes del coronavirus, y los mercados ya comienzan a tenerlo en cuenta. Además, Carmignac considera que los tipos de interés van a abandonar los niveles mínimos en los que llevan sumidos demasiado tiempo y comenzarán a subir, un riesgo que vigila de cerca mediante su gestión flexible. Esta también le permitirá hallar oportunidades en renta fija, donde cree que destacan especialmente el crédito y los mercados emergentes.
En la conferencia anual de la gestora, su director general y miembro del Comité Estratégico de Inversión, Didier Saint-Georges, admitió que la gestión diversificada no ha tenido mucho éxito en los últimos años, pero, a su juicio, es el momento ideal para recomendarla. «Nosotros no somos víctimas de la tiranía de los indicadores y nuestra gestión diversificada es flexible: contamos con la capacidad de aumentar o reducir nuestras posiciones en función de la evolución del mercado para capear los temporales durante las crisis», señaló.
Esto, aseguró, en el caso de la renta fija, les permite variar la sensibilidad a los tipos de interés y poder invertir en todas las clases de activos, en todos los sectores y en todas las regiones. «Es la manera que tenemos de no resultar presos de ningún ámbito particular», aseveró.
Los emergentes, en primera línea
En este sentido, la responsable del equipo de renta fija, Rose Ouahba, subrayó que sus decisiones de cara a 2021 girarán en torno a tres ejes. El primero de ellos es que la bajada de los tipos quizás haya terminado en el cuarto trimestre del año pasado. «Gracias a una gestión flexible como la nuestra, ya hemos anticipado este riesgo reduciendo la sensibilidad de nuestros activos de 6 a 3 en los sectores más vulnerables de los mercados de renta fija», afirmó.
Lo positivo es que esta subida va de la mano del segundo punto a tener en cuenta: la reactivación económica; y, para aprovecharla, han reestructurado su asignación de crédito. Ouahba recordó que, en 2020, el 66% del tráfico aéreo fue cancelado, lo que supone casi un 7% de la demanda de petróleo. Pero, a su juicio, la vacuna es el bálsamo para la vuelta a una vida normal e irá de la mano de un resultado superior en los sectores del turismo, el transporte aéreo «y, por supuesto, el de las energías y la banca». En torno a esta mirada girará su posicionamiento en sus carteras de crédito.
El tercer y último eje que guiará la gestión de la renta fija de Carmignac en 2021 son los mercados emergentes. «Los incentivos fiscales y una política monetaria complaciente en Estados Unidos van a favorecer a los emergentes y a sus divisas; y allí vamos a optar por la especificidad», apuntó.
Con ella coincidió Frédéric Leroux, responsable del equipo Cross-Asset, al afirmar que la combinación del crecimiento con el alza de tipos y un dólar débil va a ser muy beneficioso para estos mercados, que, en su opinión se encuentran en «la situación perfecta». «Implementarán incentivos para reducir el desequilibrio, apostarán por la economía doméstica y, en muchos de ellos, habrá una mejora de la balanza por cuenta corriente», señaló.
Por ello, Rose Ouahba reveló que no van a centrase en la deuda local, salvo en los bonos chinos, ya que estos tienen buenas posibilidades de apreciación con rendimientos de en torno al 2,5%. Principalmente, apostarán por la deuda externa, especialmente la de países como Ucrania y Rumanía. Además, cuentan con una vertiente dedicada al análisis a las divisas emergentes, al tener en cuenta que muchas se debilitaron en 2020, pero repuntarán este año en aquellos países con buenos fundamentales.
Consultada por el posible incremento de la inflación tras un tiempo a niveles mínimos, señaló que observan de cerca el impacto que puede tener en todas las categorías de activos. «Lo positivo es cuando vemos una subida de los rendimientos que va de la mano de una reorganización de los indicadores de inflación, ya que eso tiene un impacto en los tipos de interés reales y beneficia a los activos de riesgo», añadió.
Puede ver de nuevo la conferencia anual de Carmignac en este enlace.
La reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se ha saldado con un claro mensaje: se mantendrá una postura acomodaticia de la política monetaria hasta que se logre alcanzar el pleno empleo y una tasa de inflación del 2% a largo plazo.
Tal y cómo indican las valoraciones previas, la reunión de la Fed no ha dejado sorpresas. Aún así, los analistas destacan el mensaje de claridad que Jerome Powell, presidente de la Fed, ha dado sobre su intención de no reducir el ritmo de la expansión cuantitativa con la intención de seguir dando soporte a la economía ante la pandemia actual.
“La Fed reiteró que mantendría su programa de compra de bonos al ritmo actual de 120.000 millones de dólares al mes hasta que se logre un progreso sustancial hacia sus metas de empleo e inflación. Powell refirió que el enfoque de salida era prematuro, indicando que la Fed se encargaría de comunicar con claridad el momento para la disminución gradual de las compras”, señalan los analistas de Monex Europe.
Esta postura despeja las dudas que había en torno al debate sobre la ralentización de las compras de activos (tapering). “Estas compras de activos ayudan a fomentar el buen funcionamiento del mercado y las condiciones financieras acomodaticias, lo que respalda el flujo de crédito a los hogares y las empresas”, asegura la autoridad monetaria.
En opinión de James McCann, economista global senior de Aberdeen Standard Investments, la Fed ha dejado claro que la evolución de la economía depende de la evolución de la pandemia y las vacunaciones, y que la retirada de estímulos no está sobre la mesa.
«La última reunión de la Reserva Federal no trataba de fuegos artificiales. Se trataba de que Jerome Powell dejara claro que la autoridad monetaria no va a reducir su actividad a corto plazo. Aunque el optimismo en torno a la recuperación se basa en la perspectiva de nuevos estímulos fiscales junto con el despliegue de vacunas, por ahora la economía sigue luchando contra el último aumento del COVID-19. Sin duda, Powell estará atento a lo que pueda hacer su predecesora Janet Yellen en el frente fiscal, pero por ahora no está dispuesto a mantener una conversación sobre la retirada de estas medidas”, sostiene McCann.
Según la valoración de Anna Stupnytska, economista macro global en Fidelity International, la increíble relajación de las condiciones financieras observada desde el inicio de la pandemia está dando claramente a la Fed mucha confianza en la idoneidad de su postura actual. “A pesar de la expectativa de un rebote inducido por la reapertura, se espera que la Reserva Federal mantenga la postura política extremadamente acomodaticia en los próximos meses para demostrar la credibilidad de su nuevo marco. Pero con los mercados ya centrados en el riesgo de salida de la política de la Fed, y anticipando un taper tantrum, la Fed se enfrenta a un acto de equilibrio muy ajustado a la hora de comunicar cualquier cambio de política en los próximos meses y años”, advierte Stupnytska.
Por su parte, Christian Scherrmann, U.S. Economist de DWS, destaca de la reunión que los pequeños cambios respecto a la declaración anterior ponen de manifiesto la reciente pérdida de impulso económico relacionada con la pandemia. “La declaración de ayer menciona el progreso de las vacunas como relevante para la recuperación económica, y el impacto de la pandemia en la actividad económica ya no se juzga a medio plazo. Powell lo aclaró en la rueda de prensa: ahora se considera que esos riesgos son a corto plazo. Aun así, la senda de la recuperación sigue siendo incierta, añadió. También destacó que la reciente moderación de la actividad parece ser más diferenciada, y mencionó que las pérdidas de empleo han sido elevadas en el ocio y la hostelería. También hemos observado lo siguiente: la economía se está ajustando a la pandemia y el empleo fuera del ocio y la hostelería se ha mantenido bastante robusto, una señal bastante optimista”, apunta Scherrmann.
En su opinión, la Fed sigue considerando que la política monetaria desempeñará un papel fundamental en el apoyo a la economía, y las compras de activos y los tipos bajos siguen siendo su arma preferida. En este sentido apunta: “La Fed sigue insistiendo en que podría hacer más si fuera necesario, por supuesto. En lo que respecta al mercado laboral, Powell declaró que lo más probable es que pase algún tiempo antes de que veamos un progreso sustancial hacia los objetivos de la Fed. Curiosamente, añadió que lo más probable es que algunos puestos de trabajo desaparezcan por completo una vez que la pandemia haya terminado. Se trata de una declaración más bien pesimista, ya que implica que la Reserva Federal espera una persistente atonía en el mercado laboral. Estamos de acuerdo, las subidas de tipos, en función del empleo, están muy lejos. Sin embargo, la insinuación de Powell también podría interpretarse como una indicación de que la Fed espera cambios duraderos en la economía, alterando el futuro en el que todos viviremos”.
Como reacción a los mensajes lanzados ayer por la Fed y su presidente, el dólar mantuvo su avance en el día. “La incertidumbre global sobre el despliegue de las vacunas continúa generando una creciente demanda por activos refugios”, matizan los analistas de Monex Europe.
En la década de 1990, el papel de los bancos centrales independientes era actuar como agentes del orden que reprimían la inflación siempre que se descontrolaba. Sin embargo, según indican Ariel Bezalel y Harry Richards, responsable de estrategia y gestor de fondos de renta fija en Jupiter Asset Management, respectivamente, tras la gran crisis financiera los árbitros se convirtieron en jugadores, mientras que en 2021 la línea que separa a los bancos centrales independientes de sus gobiernos se hará cada vez más borrosa. ¿A qué tipo de mundo se podrían enfrentar los inversores en renta fija?
¿Deberíamos estar preocupados por el aumento de la inflación?
A algunas personas les preocupa el regreso de la inflación. Son conscientes de la extraordinaria respuesta de los gobiernos ante la pandemia, saben que los grandes bancos centrales siguen “imprimiendo dinero” en cantidades considerables y han visto cómo el precio del oro —tradicionalmente, una cobertura frente a la inflación— se ha disparado.
Sin embargo, Bezalel y Richards piensan que, en lugar de inflación, muchas de las economías desarrolladas seguirán enfrentándose a un frío mundo de crecimiento económico renqueante. ¿Por qué? Durante las últimas décadas, la tasa de crecimiento económico se ha ido ralentizando y, he ahí lo preocupante, ha necesitado cantidades cada vez más grandes de deuda para conseguir los estímulos necesarios. Unos niveles de deuda elevados constriñen el crecimiento.
Existen otras potentes presiones deflacionistas: la globalización, las persistentes presiones a la baja que ejerce Internet sobre los precios, el envejecimiento de las poblaciones y la caída de las tasas de fertilidad, la cual apunta a tasas de crecimiento económico más bajas. Los bancos centrales de Japón y la UE han intentado elevar la inflación hasta el 2% y los dos han fracasado. ¿Por qué debería ser diferente en el Reino Unido o en EE. UU.? Los bancos centrales saben exactamente qué hay que hacer con la inflación; es la deflación lo que les quita el sueño. Los mercados de renta fija tampoco esperan inflación. Cuando las bolsas saltaron de alegría ante las prometedoras noticias sobre las vacunas, los mercados de renta fija apenas se inmutaron. Además, los precios diarios de los bonos indexados pueden utilizarse para mostrar qué tasas de inflación a largo plazo se prevén, y estas expectativas siguen hundidas.
Podemos esperar más insolvencias e impagos, pero…
La pandemia está acelerando muchas tendencias. El desplazamiento de las compras hacia Internet está socavando el comercio a pie de calle, mientras que el trabajo desde casa trae consigo oficinas más vacías y descensos de los alquileres. Basta considerar el impacto sobre el turismo, que representa casi el 10% del PIB mundial. Las restricciones a los viajes se traducen en menos vacaciones, congresos y cruceros, con la consiguiente reducción de los vuelos y las visitas a hoteles, galerías y restaurantes. Parte de este negocio se ha perdido para siempre. Obviamente, la demanda regresará, pero podría ser más lenta de lo previsto. La gente tardará en recuperar la confianza.
Lo anterior convierte el mercado de bonos corporativos en algo parecido a un campo de minas. Desde la llegada de la impresión de dinero, se ha visto que, si bien los bancos centrales han podido prestar cierto apoyo a los precios de los bonos corporativos, no han podido impedir el reciente aumento de las tasas de impago entre las empresas. Sí, los bancos centrales pueden aportar esa marea de liquidez que eleva todos los barcos, pero sigue habiendo muchos remolinos ahí fuera que en 2021 podrían engullir a algunas empresas por la debilidad de sus balances. Concretamente, esas empresas altamente endeudadas que están muy expuestas al ciclo económico podrían sufrir.
… nada hay más permanente que un programa de gobierno temporal
Sin embargo, al mismo tiempo se ha visto una gran cantidad de programas y préstamos públicos para sacar del apuro al sector empresarial y varios de ellos podrían prorrogarse en un contexto en el que los gobiernos están tratando de tender una red de seguridad para las empresas. Eso podría postergar algunas posibles insolvencias y quiebras.
Además, aunque el lastre de deuda puede ser preocupantemente alto, los pagos de intereses sobre esa deuda son comparativamente bajos y los bancos centrales querrán que siga siendo así, razón por la cual se espera que actúen para mantener bajos los tipos de los bonos. Disponen de herramientas para conseguirlo. Dado que un aumento brusco de los impuestos podría asfixiar la recuperación necesaria para reducir la deuda, en algún momento del futuro podríamos ver cómo los bancos centrales aportan dinero directamente a los gobiernos para financiar algunos de sus planes de gasto. Estaríamos ante una aplicación de la teoría monetaria moderna (1), algo que no piensan que vaya a ocurrir todavía y que, de hecho, podría requerir una enmienda a la Ley de la Reserva Federal (2).
Entonces, ¿dónde deberían acudir los inversores en renta fija en busca de rentabilidad?
Con los tipos básicos de los bancos atornillados al suelo en tantos países, invertir en el conjunto del mercado podría resultar decepcionante. Los inversores tendrán que esforzarse más para encontrar rentabilidades. Bezalel y Richards aprecian un conjunto de oportunidades en la parte baja del espectro de los bonos investment grade, así como en algunos bonos con mayores rendimientos y más riesgo emitidos por empresas defensivas. También existen algunas oportunidades muy concretas en los mercados de deuda pública: la deuda pública china es interesante actualmente, al igual que la deuda del estado ruso y algunos bonos de los mercados emergentes.
Por último, Bezalel y Richards piensan que hay margen para que los tipos de los bonos del estado australiano con vencimientos más largos converjan con los bajos rendimientos de los países occidentales y eso podría traducirse en una considerable revalorización del capital. En su opinión, algunas personas no ven estas oportunidades porque solo se fijan en que los rendimientos están en mínimos históricos, pero si las vacunas generan un impulso económico menor del que se espera, estos rendimientos podrían descender aún más.
Anotaciones:
(1) Una polémica modalidad de financiación de la administración pública que solo es adecuada en situaciones excepcionales, por ejemplo, cuando las economías están lejos del pleno empleo, las presiones deflacionistas son evidentes y los tipos de interés están próximos al cero. En una contracción, cuando subir los impuestos podría ser contraproducente, los gobiernos pueden imprimir dinero —hasta cierto punto— para pagar directamente bienes y servicios.
(2) Una ley que define y articula la estructura y el funcionamiento del banco central estadounidense.
Por favor, tenga en cuenta:
Los movimientos de los mercados y de los tipos de cambio pueden provocar alteraciones al alza o a la baja del valor de una inversión, y es posible que usted no recupere todo el capital inicialmente invertido. Las opiniones expresadas en este documento pertenecen a las personas mencionadas en el momento de su redacción, no coinciden necesariamente con las de Jupiter como empresa y podrían estar sujetas a cambio. Eso es algo que sucede sobre todo durante periodos en los que las circunstancias del mercado cambian rápidamente.
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Esta semana, la Asociación Europea de Fondos de Inversión y Gestión de Activos (Efama) ha hecho públicas sus recomendaciones a la Comisión Europea para que los European Long-Term Investment Fund (ELTIF) sean más atractivos para los inversores.
En concreto, Efama propone una serie de medidas para mejorar el régimen de estos fondos que parecen no haber despegado, desde su entrada en vigor en 2015. Desde la asociación destacan que solo se han creado 28 fondos ELTIF, con un patrimonio conjunto de 2.000 millones de euros, desde 2015. Por lo que considera que “desde este perspectiva, el reglamento sobre ELTIF no ha cumplido su objetivo de impulsar las inversiones europeas a largo plazo en la economía real”.
Sin embargo, la organización considera si se adapta adecuadamente, la normativa que regula los fondos ELTIF “puede convertirse en una poderosa herramienta para cumplir algunos de los objetivos de la Unión de Mercados de Capitales (UMC) y representar un vehículo atractivo para los inversores en un entorno de tipos de interés bajos y largos”.
En este sentido, EFMA recomienda realizar diversos cambios claves en su régimen actual. En primer lugar, propone con convertir el ELTIF en una estructura de tipo abierta junto a la actual opción cerrada, eliminando así las limitaciones actuales de su ciclo de vida e introduciendo condiciones de reembolso apropiadas e herramientas adecuadas de gestión de la liquidez.
También recomienda ampliar el ámbito de aplicación de la actual disposición sobre activos admisibles para incluir otros tipos de fondos, además de los FILPE, los FCRE y los FESE, así como las empresas financieras de nueva creación que no cotizan en bolsa. Así como reducir el actual umbral de 10 millones de euros para las inversiones en «activos reales», ampliando así las opciones para que los gestores consideren proyectos de inversión más pequeños, y eliminar los límites cuantitativos (es decir, 500.000 euros, el 10% de la cartera invertible y un mínimo de 10.000 euros) y permitir las inversiones en los ELTIF a partir de 1.000 euros para reducir las limitaciones de la «oferta».
Por último, propone garantizar la neutralidad fiscal de la estructura de los ELTIF para que sean una herramienta de inversión que merezca la pena.
«Son necesarios cambios profundos para hacer de los ELTIF un producto real de elección en la Unión Europea y para ayudar a cumplir algunos de los objetivos de la UMC. Entre ellos, promover una mayor participación en los mercados de activos reales menos líquidos, así como permitir que tanto las instituciones como los particulares inviertan una parte de su patrimonio a largo plazo y diversifiquen su exposición en los mercados privados. En este sentido, abogamos por una recalibración de los requisitos de elegibilidad de los activos del Reglamento, los importes mínimos de inversión y los incentivos fiscales adecuados», explica Federico Cupelli, asesor principal de política regulatoria de EFAMA.
En su perspectiva para 2021, Rob Almeida y Erik Weisman responden rápidamente preguntas sobre el este año que arranca.
Pregunta. Erik, las valoraciones actuales solo parecen justificados en un mundo en el que prevemos niveles sostenidos de sólido crecimiento económico para los próximos años. ¿Cuáles son las probabilidades de que el repunte en el crecimiento que observamos en estos momentos se mantenga?
Erik Weisman: Lo más probable es que la combinación de las medidas monetarias y fiscales extraordinariamente notables adoptadas hasta la fecha y que posiblemente se mantendrán en los próximos meses sustentará la economía en 2021, sobre todo si no nos demoramos demasiado en conseguir la inmunidad de rebaño. Además, anticipamos que una parte sustancial del ahorro que han acumulado muchas familias durante la pandemia se gastará a medida que la gente vuelve a los restaurantes y las tiendas, a viajar y a hacer otras actividades de este estilo. En conjunto, estos acontecimientos deberían respaldar el crecimiento durante cierto tiempo.
Por tanto, la cuestión radica en la sostenibilidad. Los responsables políticos están ansiosos por evitar el menoscabo económico permanente que podría arraigar si se retiran demasiado pronto las medidas de estímulo fiscal. En mi opinión, se necesita otro paquete de ayudas importante, que probablemente se pagará por sí solo si logra evitar que la economía resulte dañada de forma permanente. Otro paquete podría ayudar a minimizar la brecha entre el actual empeoramiento de la crisis provocada por la pandemia y el momento en el que se puedan distribuir a gran escala las vacunas y la vida vuelva a algo parecido a la normalidad.
P. Una vez reducida esa brecha, ¿se aclara el panorama?
Erik Weisman: Esa es la pregunta clave. Cómo será el crecimiento cuando hayamos dejado atrás la pandemia y empiecen a retirarse las ayudas fiscales y monetarias. Uno de los aspectos que preocupan es que, si bien estamos tomando medidas para impulsar la economía a corto plazo, los problemas sistémicos no están abordándose, sino solo posponiéndose.
Sin embargo, creo que la coyuntura monetaria y fiscal favorable se mantendrá durante bastante tiempo. Deberíamos asistir a un aumento considerable de la demanda de consumo cuando finalice la pandemia. Probablemente las empresas se desapalancarán de forma muy gradual, y es poco plausible que el gobierno aborde un gran desapalancamiento implementando la austeridad fiscal. Con este telón de fondo, existe algún resquicio para que parte de esa liquidez pueda llegar a la economía real en lugar de simplemente favorecer a los activos financieros.
P. ¿Cabe la posibilidad de que algunos de los cambios culturales y socioeconómicos que nos ha traído la pandemia hayan venido para quedarse?
Erik Weisman: Parece como si la pandemia hubiera acelerado algunos comportamientos que suponen mejoras tanto en el mercado laboral como en la productividad. Por ejemplo, el fenómeno del teletrabajo podría incrementar la participación laboral. No es difícil imaginar que trabajadores altamente productivos que se acercan a la edad de la jubilación podrían quedarse en la plantilla más tiempo si pueden trabajar con horarios más flexibles o no tienen que asistir presencialmente al trabajo todos los días. De igual manera, puede resultar mucho más sencillo para las personas que quieren trabajar a media jornada hacerlo desde casa, ya que aportarían más horas trabajadas a la economía que antes no habrían estado disponibles. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que algunos sectores económicos, como la distribución minorista en tiendas físicas, están sufriendo un deterioro más rápido, lo que eliminará una buena porción de horas trabajadas.
P. Rob, estamos despidiéndonos de un 2020 en el que el mercado ha dejado de prestar atención a nefastos fundamentales a corto plazo y, en su lugar, ha puesto el énfasis de manera casi exclusiva en una realidad poscoronavirus en la que el crecimiento de los beneficios está acelerándose. ¿Cabe la posibilidad de que las sólidas ganancias que hemos observado en 2020 se mantengan en 2021?
Rob Almeida: Un repunte del crecimiento económico hace reflotar el mercado en su conjunto. Supongo que asistiremos a un robusto crecimiento de los beneficios en los últimos compases de 2020 y la entrada en 2021, y que los beneficios del S&P 500 estarán a la altura de las previsiones de un avance de entre el 20% y el 25%. En mi opinión, el repunte de los beneficios se atribuirá a las empresas que presentan un amplio apalancamiento operativo tras haber aplicado drásticos recortes de gastos la primavera pasada durante los peores momentos de la pandemia. Una recuperación económica se traducirá en un crecimiento de los ingresos con una base de costes mucho más reducida. Esto explica por qué últimamente empresas con un elevado apalancamiento operativo han rendido mejor que otras con niveles más reducidos; por qué, por ejemplo, el estilo de valor ha desbancado al de crecimiento; por qué los valores de pequeña capitalización han superado a los de gran capitalización, y por qué las apuestas cíclicas han resultado más favorables que las seculares. Pongamos un ejemplo: por regla general, los bancos revelaban un enorme nivel de apalancamiento operativo durante periodos de sólido crecimiento económico, mientras que los fondos de inversión inmobiliaria tenían muy poco.
P. ¿Qué podría poner en riesgo esta perspectiva relativamente optimista?
Rob Almeida: Me temo que la adrenalina que los bancos centrales y las políticas fiscales han estado inyectando en la economía mundial se desvanecerá en algún momento. ¿Qué les quedará entonces a los inversores? Creo que se verán ante unas tasas de crecimiento económico similares a las de antes de la pandemia de alrededor del 2% y la misma trayectoria de márgenes de beneficios a la baja que ya se había iniciado en 2018, antes de la llegada del virus.
P. ¿Qué sucederá con las valoraciones actuales, que se hallan en cotas máximas históricas?
Rob Almeida: Sinceramente, a los inversores a largo plazo no deberían afectarles demasiado las valoraciones actuales, suponiendo que los fundamentales se revelen exactos en los cinco o diez próximos años, pero resultan preocupantes cuando están situadas en niveles extremos o cuando los fundamentales se deterioran. En vista de que los PER ajustados al ciclo se hallan en su segundo nivel más elevado del que se tienen registros, superan la cota alcanzada antes del colapso de 1929 y solo han sido superados por la burbuja tecnológica de finales de la década de 1990, creemos que las valoraciones actuales pueden considerarse extremas.
P. ¿En qué situación se hallan los fundamentales?
Rob Almeida: Los fundamentales han suscitado preocupación durante algún tiempo, y la pandemia no ha hecho sino deteriorarlos. Por ejemplo, el crecimiento de los ingresos lleva una década de caída. Además, dado que los consejeros delegados tienen unos incentivos inadecuados, han estado extrayendo valor de los accionistas en lugar de aportándolo:
Al añadir capas y más capas de apalancamiento financiero, han extraído valor de los poseedores de bonos.
Al permitir un estancamiento de los salarios, los empleadores han extraído valor de los trabajadores y, al mismo tiempo, han fomentado la desigualdad de ingresos.
Se ha extraído valor de los proveedores con el uso que han hecho los clientes del reverse factoring para prolongar los ciclos de pago.
La falta de interés por el medio ambiente ha extraído valor de todos nosotros.
En resumen, la calidad de los beneficios antes de la pandemia por la COVID-19 era bastante mala porque las palancas que se accionaban para generar los beneficios solían carecer de durabilidad. En mi opinión, un despliegue rápido de la vacuna u otro paquete de estímulos no resolverá ni los problemas estructurales ni los niveles extremos de las valoraciones que acabamos de comentar. Los mercados descuentan una situación de los fundamentales mucho más sólida, y han recibido una buena dosis de anestesia de los bancos centrales, que alivia el dolor económico y financiero, pero no cura la enfermedad. No cabe la menor duda de que los estímulos tienen una gran importancia, pero los precios ya reflejan gran parte de ellos. En última instancia, nos preocupa la sostenibilidad de las tendencias recientes.
P. Erik, para resumir, ¿qué nos están diciendo los mercados?
Erik Weisman: Creo que nos están diciendo que prevén un panorama más robusto tanto para el crecimiento económico como para los beneficios empresariales que el observado en 2019 justo antes de la pandemia. Aunque los mercados financieros funcionan a corto plazo, también son inteligentes, por lo que Rob y yo no tenemos por qué tener la misma opinión en este sentido. Sin embargo, la inversión a largo plazo consiste en diferenciar entre el «ruido» a corto plazo y los cambios en los fundamentales a largo plazo que provocan modificaciones en las tesis.
P. ¿Cómo se prevé que será el futuro a más largo plazo?
Erik Weisman: Aunque las intervenciones puestas en marcha durante el último año han sido beneficiosas a corto plazo, no saldrán gratis. Han expoliado todavía más los balances de los gobiernos y los bancos centrales y, en última instancia, habrá que lidiar con la deuda que se ha acumulado.
P. Rob, ¿cómo se presenta la situación a corto plazo en comparación con las previsiones para los próximos 5 o 10 años?
Rob Almeida: Las vacunas deberían permitir que la sociedad recupere cierta normalidad relativamente pronto, y los beneficios mejorarán a corto plazo, pero no lograrán revertir más de una década de desfavorable ingeniería financiera. No revertirán el impacto desinflacionista inherente a la tecnología ni la mayor «comoditización» o banalización de sectores tradicionales de costes elevados. Las vacunas no protegerán a las empresas de un número creciente de inversores que exigirán un mayor respeto por las partes interesadas, no solo por los accionistas. Las condiciones laborales más seguras, los salarios más elevados y los niveles más reducidos de contaminación no son gratis. Sospecho que los mercados ya no pueden seguir pasando por alto estos riesgos. Nuestro trabajo es intentar determinar qué inversiones pueden soportar estos riesgos y cuáles no, y actuar en consecuencia.
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La gestora DWS ha anunciado el lanzamiento del fondo ETF Nasdaq-100 Xtrackers. Se trata de una estrategia que proporciona exposición al índice Nasdaq-100 y, según indica la gestora, tiene una comisión anual total del 0,2%. El índice, compuesto por 100 de las mayores empresas no financieras, tanto nacionales como internacionales, que cotizan en el Nasdaq, cuenta con un fuerte sesgo tecnológico.
Desde la gestora explica que el Xtrackers Nasdaq-100 UCITS ETF ha comenzado a cotizar en la Deutsche Boerse y lo hará también en la bolsa de Londres. Además, matiza que este ETFutiliza réplica directa, física y tiene una estructura de distribución de dividendos de acumulación.
Simon Klein, responsable de ventas de gestión pasiva de DWS a nivel global, señala: «A medida que las carteras de los inversores evolucionan para posicionarse en la economía de la innovación posterior al COVID-19, esperamos que la demanda de nuestro ETF Nasdaq 100 UCITS sea elevada, gracias a su precio extraordinariamente competitivo».
Además, también han comenzado a cotizar en la bolsa alemana el Xtrackers MSCI USA Industrials UCITS ETF, el Xtrackers MSCI USA Communication Services UCITS ETF, y el Xtrackers MSCI EMU ESG UCITS ETF, y lo harán también en la bolsa de Londres.