Deuda, digitalización y cambio climático: los otros temas sobre la mesa de los bancos centrales

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Pixabay CC0 Public Domain. Deuda, digitalización y cambio climático: las preocupaciones de los bancos centrales más allá de la inflación

Los bancos centrales preparan sus reuniones de junio. La atención está puesta en el Banco Central Europeo (BCE), que se reúne esta semana con el foco en si habrá o no una reducción del programa de compras de activos a partir de este mes. El testigo pasará a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), cuya cita será el 15 y 16 de junio, quien sigue demostrando que no está preocupada por la inflación. Dos eventos relevantes que tienen de fondo la cumbre del G7 y sus propuestas. 

La relevancia de las reuniones del BCE y la Fed se resumen en lo que BlackRock llama “el largo alcance de la revolución de la política monetaria”. En su comentario semanal, la gestora recuerda que la actual postura de los bancos centrales implica que “los tipos de interés se situarán en un nivel inferior al que descuenta el mercado, incluso en un contexto de aumento de la inflación a medio plazo”. En consecuencia, apunta que unos tipos más reducidos, “nos llevan a revisar al alza las rentabilidades esperadas en todas las clases de activos durante nuestro horizonte estratégico y acentúan nuestra preferencia por la renta variable en detrimento de la renta fija”.

Las gestoras y expertos coinciden en que este horizonte de tipos bajo se prolongará en el tiempo, ya que por ahora el mensaje está centrado en apoyar la recuperación económica. “Otro de los temas protagonistas en esas reuniones será la respuesta que los bancos centrales puedan poner en práctica ante las perspectivas de inflación. La inflación sigue siendo la piedra de toque de este año 2021”, apunta Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, y advierte que lo trascendental del asunto «es su carácter coyuntural o menos coyuntural».

Sobre esto último, y a juzgar por sus palabras, los bancos centrales no tienen ningún deseo ni razón para temer las presiones inflacionistas. “Ya han reconocido que las cifras de inflación aumentarán considerable y probablemente incluso superarán los objetivos de inflación en los próximos meses. Este repunte es el resultado de las presiones temporales en algunos mercados con exceso de demanda reprimida (petróleo, metales industriales, patatas fritas y flete marítimo), señal de que la crisis económica se está revirtiendo rápidamente. Este es precisamente el objetivo de las políticas de estabilización. El pleno empleo está lejos de alcanzarse tanto en Estados Unidos como en Europa y no hay tensiones salariales. Además, las nuevas estrategias monetarias hacen hincapié de forma más o menos explícita en la necesidad de compensar la debilidad pasada de la inflación. Aparte del puro efecto de recuperación, no hay nada realmente alarmante en el repunte de los indicadores de inflación esperada. Apenas abierto, el debate sobre la reducción de las compras de activos (tapering) fue rápidamente cerrado de nuevo por la Fed. No tiene sentido alimentar la volatilidad en los mercados. Por el momento, no hay indicios de que la Fed se oponga a la inclinación de la curva de rendimiento. Esta es la señal misma de que la reflación está en marcha”, añade Bruno Cavalier, economista jefe de ODDO BHF.

Según destaca Marcus Weston, gestor de renta fija de JK Capital Management, firma del grupo La Française, las políticas monetarias y fiscales de la mayoría de las principales economías desarrolladas del mundo mantendrán el actual rumbo expansivo, al menos hasta que veamos si el aumento de la inflación resulta ser realmente «temporal» o no.

Una vez más, la excepción más llamativa es China. Sin el lastre de los brotes de virus incontrolados y los cierres de negocios, China ha sido la primera economía importante en endurecer sus políticas financieras tras la pandemia. Esto quedó aún más patente después de que el Banco Popular de China publicara sus estadísticas mensuales de préstamos y financiación social de abril, que no sólo mostraron un nuevo descenso del crecimiento del crédito en la segunda economía más importante del mundo, sino una desaceleración que superó las expectativas del mercado. La desaceleración del crédito ha sido muy marcada. De hecho, China ha seguido una senda de desapalancamiento desde 2018 y el retroceso del año pasado solo se consideró temporal para hacer frente a los efectos iniciales del COVID-19”, explica Weston.

Más allá de la inflación y la política monetaria

En opinión de Fabrizio Pagani, director global de economía y estrategia de mercados de capitales de Muzinich & Co, apunta que hay otros factores que están transformando las estrategias de los bancos centrales: la deuda, la digitalización del dinero y el cambio climático.  Además, considera que la respuesta de los principales bancos centrales a dichos retos provocará cambios importantes en la naturaleza de la política monetaria y en la función o el rol que estos asumen en la economía y en la sociedad.

Sobre la deuda, Pagani explica que “en la última década, los balances de los bancos centrales han crecido de forma espectacular”. Por ejemplo, el BCE y la Fed acabarán poseyendo entre el 25% y el 30% de la deuda de sus gobiernos, y el Banco de Japón más del 40%. Según el experto, cuestiones existenciales se ciernen sobre esta deuda como la duración de la prórroga de los programas de compra actuales o si se convertirá esta deuda en perpetua o incluso se anulará como algunos lo han propuesto. “Existe una incertidumbre generalizada sobre el papel que desempeñarán a largo plazo los bancos centrales ante los crecientes niveles de endeudamiento de los gobiernos y la cada vez mayor cantidad de deuda soberana que poseen” asegura Pagani.

En segundo lugar, respecto a la digitalización, advierte de que “el reto para los bancos centrales será combinar el mundo de las tecnologías digitales, que evoluciona rápidamente, con el mandato de estabilidad que se les ha encomendado”. Además, “es necesario un gran trabajo de preparación y hay numerosas cuestiones por resolver, como el acceso, la privacidad, la seguridad, la lucha contra el blanqueo de dinero, las posibles restricciones de uso, la remuneración, etc.”. Por otra parte, destaca que “el sistema bancario también se verá profundamente afectado, con la posibilidad de una drástica desintermediación de los bancos comerciales”.

Y en último lugar, señala: “La lucha contra el cambio climático parece estar más allá de las competencias de los bancos centrales. Sin embargo, el cambio climático tiene un impacto en la economía, incluso en la estabilidad financiera y en la de los precios. Por lo tanto, existe un creciente consenso en que los bancos centrales, sin ser los actores principales, deben desempeñar un papel. Este papel, que muchos defienden como parte de la movilización de toda la sociedad contra el cambio climático, podría ser transversal a la política monetaria, la estabilidad financiera, la regulación y la supervisión prudencial”.

Como conclusión, el experto sostiene que “los bancos centrales deben encontrar nuevos caminos que, sin comprometer su neutralidad en el mercado, les permitan tomar medidas contra esta amenaza”.

State Street Global Advisors lanza tres ETFs de renta variable internacional de alto rendimiento de dividendos

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Pixabay CC0 Public Domain. State Street Global Advisers lanza 3 ETF sobre los indices S&P Dividend Aristocrats ESG

State Street Global Advisors, la división de gestión de activos de State Street Corporation, ha anunciado el lanzamiento de tres nuevos vehículos de inversión de renta variable internacional. En concreto se trata del S&P Global Dividend Aristocrats ESG UCITS ETF, el SPDR S&P Euro Dividend Aristocrats ESG UCITS ETF y el SPDR S&P U.S. Dividend Aristocrats ESG UCITS ETF.

Además, S&P Dividend Aristocrats, una marca internacional de índices de dividendos, amplía su gama con nuevos vehículos para la asignación de carteras a estrategias ESG a través de sus índices S&P ESG Dividend Aristocrats de reciente lanzamiento. Los fondos replicarán la rentabilidad de determinados valores de renta variable de alto rendimiento que han sido emitidos por las empresas en la Eurozona, Estados Unidos y globales. 

Los filtros ESG añaden un elemento adicional de sostenibilidad a la gama de índices Aristocrats. El crecimiento del dividendo, que sustenta la filosofía de inversión de la gama Aristocrats, se considera un criterio consolidado para asignar carteras a este factor; un ‘overlay’ ESG podría aumentar considerablemente la resiliencia de la estrategia. 

Mejora del rendimiento 

Como demostración de su resiliencia, las versiones ESG de los SPDR Dividend Aristocrats generaron rentabilidades superiores durante el periodo de recuperación en 2020 (posterior a las caídas del mercado impulsadas por la pandemia), mientras las estrategias convencionales de dividendos, que tradicionalmente han desempeñado un papel defensivo en carteras de inversión, tuvieron un año difícil con recortes significativos y rendimientos inferiores.

Los índices miden la rentabilidad de las acciones de alto rendimiento que cotizan en los mercados global, EE.UU. y la Eurozona que cumplen con los requisitos de participación definidos en la metodología de los índices Dividend Aristocrats; asimismo, pretenden descartar determinados valores en función de sus características ESG, considerando tanto su calificación en materia de ESG como su implicación en determinados industrias controvertidas. Los restantes títulos se ponderan en función de la cuantía de sus dividendos. 

«Conforme el apetito de los inversores por contar con soluciones ESG de bajo coste aumenta día a día, la nueva gama de SPDR ETF impulsará el acceso a estrategias de rentas de calidad con conciencia. Con exposición a diferentes regiones, el inversor dispone de nuevas herramientas para mejorar la diversificación de sus carteras ESG con estrategias que aportan estabilidad de dividendos que cumplan simultáneamente con los requisitos de una inversión sostenible”, explica Ana Concejero, directora de SPDR para España.

Subidas en los tipos estadounidenses: cómo distinguir las previsiones de la Fed de las expectativas del mercado

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Pixabay CC0 Public DomainPaisaje de montaña. Montañas

Tras un 2020 extraordinario, el mercado de renta fija estadounidense comienza a verse sometido a presión. Las medidas de estímulo gubernamental masivo y la mejora de las previsiones económicas están concatenándose para avivar uno de los mayores temores de los inversores en renta fija: el aumento de la inflación.

Las ventas masivas han sido pronunciadas, y tras avanzar más de un 7% el pasado año, el Bloomberg Barclays U.S. Aggregate Index registra un retroceso de más del 3% en el año en curso (datos de marzo 2021). Aunque muchos inversores se estarán preguntando si las ventas masivas estaban justificadas y si es probable que los tipos continúen subiendo de manera significativa en el futuro, creemos que la respuesta a ambas cuestiones es «no» por las siguientes razones.

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1. El mercado exagera

En nuestra opinión, el mercado está dejándose llevar por el temor relacionado con las subidas de tipos. Mientras que los inversores prevén una subida de tipos por parte de la Reserva Federal (la Fed) en 2022, nuestra previsión es que esta tendrá lugar más tarde, basándonos en la pretensión de la Fed de que Estados Unidos recupere el pleno empleo.

Además, la Fed ya ha manifestado que no le resulta un problema permitir que la inflación «se desborde» —es decir, que suba por encima de su objetivo del 2%— durante un periodo de tiempo determinado si las políticas monetarias contribuyen a agilizar la creación de empleo en un contexto de alta desocupación. La adopción de políticas como el objetivo de inflación media hacen de la anterior una intención evidente. Dicha política tiene por meta alcanzar una tasa de inflación media en cada periodo en lugar de establecer un límite rígido para todos los periodos.

Por estas razones, creemos que la Fed mantendrá una postura ampliamente flexible y, previsiblemente, fomentará el fortalecimiento de la actividad económica hasta finales de 2023 o incluso comienzos de 2024. El presidente de la Fed, Jerome Powell, parece comprometido a anunciar cualquier acción que pudiera suponer un ajuste de las políticas monetarias con mucha antelación con respecto a su implementación. En nuestra opinión, la Fed seguirá una trayectoria de ajuste estructurada. Dicha estrategia sería similar a las orientaciones de 2013-2015 que desembocaron en la primera subida de tipos tras la crisis financiera mundial.

Debido en parte a nuestra visión sobre la Fed, en este momento encontramos atractivos los bonos del Tesoro estadounidense a corto plazo. En caso de que el mercado termine coincidiendo con nuestra visión sobre la política monetaria, estos rendimientos podrían reducirse, con el consiguiente incremento en los valores de los bonos asociados. Nuestra visión sobre los bonos del Tesoro a largo plazo es neutra.

2. Los tipos suben por una buena razón: una recuperación sólida

Conforme los mercados ven la luz al final del túnel de la pandemia, las expectativas de crecimiento de inflación van repuntando. El avance progresivo de la vacunación y la disminución de los contagios presagian un crecimiento sólido. Además, dichos datos ponen de manifiesto que la mejora en la tendencia del mercado laboral estadounidense probablemente continuará conforme vayan levantándose las restricciones impuestas a causa de la COVID-19.

Aunque estos factores no han llevado la Fed a anunciar subidas de tipos, su compromiso de mantenerlos en niveles bajos en un contexto de mayor solidez de la actividad económica ha contribuido a que las expectativas de inflación aumenten. De hecho, el banco central estadounidense ha manifestado su voluntad de tolerar una inflación moderada con el objetivo de reducir aún más el desempleo. Pese a todo, el mercado considera que el avance de la inflación podría suponer incrementos en los tipos en un futuro no tan lejano. De hecho, el consenso de los inversores prevé una subida inicial en 2022.

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3. Los bonos «core» han mostrado resiliencia en periodos de subidas de tipos

El valor de los bonos se reduce cuando los tipos aumentan. Sin embargo, la historia sugiere que hay mucho más detrás. Normalmente, cuando los tipos han aumentado no lo han hecho de una forma lo suficientemente rápida y radical como para provocar pérdidas significativas a los inversores en bonos «core» durante el ciclo de subidas.

De hecho, el rendimiento que los bonos ofrecen a los inversores y otros factores que impulsan su valor pueden contribuir a proporcionar una rentabilidad total positiva. El gráfico de abajo muestra los periodos de subidas de tipos durante las últimas décadas. En todos estos periodos, solo dos han supuesto rentabilidades totales negativas para el índice de referencia de bonos «core». Pese a los incrementos de los tipos, la rentabilidad media de estos periodos fue de aproximadamente el 4%.

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Probablemente, la historia reciente nos ofrece también una experiencia más relevante de lo que cabría esperar de la Fed. Cuando los miembros del banco central comenzaron a incrementar los tipos en 2015, lo hicieron de forma gradual, empezando por un incremento de 25 puntos básicos en diciembre de ese mismo año. Posteriormente, la Fed esperó todo un año para aplicar la siguiente subida. Durante el ejercicio siguiente, el banco central decretó otras tres subidas de solo 25 puntos básicos cada una.

Por tanto, la historia por sí sola parece ofrecer un motivo lo suficientemente convincente como para no salir de una asignación a bonos «core» cuando los tipos comienzan a subir. Esta asignación es, desde nuestro punto de vista, un elemento fundamental para contar con una cartera equilibrada en cualquier contexto de mercado. Disponer de una asignación sólida a bonos «core» ofrece, además, un componente de estabilidad frente a situaciones imprevistas, y el actual entorno de mercado no hace sino justificar aún más la necesidad de mantenerla.

En una coyuntura en la que los precios de los activos de mayor riesgo se disparan, creemos que los inversores deberían priorizar la diversificación en renta variable y la conservación del capital en renta fija. Aunque actualmente los mercados reflejan la probabilidad de un repunte económico tras la pandemia, no hay que descartar que encontremos con baches en el camino hacia la recuperación. Tal y como puso de manifiesto el desplome de los mercados a comienzos de 2020, una asignación a renta fija «core» de alta calidad puede lastrar las carteras en periodos de estrés para la renta variable.

Ventajas y oportunidades de la deuda high yield a tipo flotante, y por qué estos bonos pueden ser una opción atractiva en el entorno actual

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Pixabay CC0 Public DomainDavid Clode. David Clode

En un mundo de tipos de interés en mínimos y de TIRes de la deuda bajas, los mercados de deuda high yield podrían tener más capacidad de proporcionar lo que tantos inversores desean con ansia: rentas atractivas. En los últimos años, a los inversores les ha resultado más difícil lograr tal flujo de rentas de sus carteras, ya que los tipos de interés siguen cerca de cero y son incluso negativos en muchas áreas del mercado. Esto ha llevado a muchos a buscar más allá de los depósitos bancarios y de los bonos tradicionales de mayor calidad, y la deuda high yield ganado popularidad como clase de activos.

Concentrándose en bonos flotantes (FRN, por sus siglas inglesas), los inversores pueden protegerse de los efectos negativos de la subida de las TIRes de la deuda sobre el valor de los bonos a tipo fijo. Como se ha visto recientemente en los mercados europeo y estadounidense, las expectativas de mayor inflación suelen propiciar subidas de las TIRes, y por consiguiente, caídas de las cotizaciones. En este contexto cabe preguntarse: ¿Qué espera el mercado? ¿Y pueden cambiar estas expectativas? Estas dos cuestiones determinarán la volatilidad en el mercado de deuda a tipo fijo. Si a los inversores les preocupa que estos altibajos puedan afectar a sus bonos en cartera, los FRN podrían brindarles resguardo frente a condiciones tormentosas en otros segmentos del mercado de renta fija. Los inversores en FRN también podrían beneficiarse de eventuales subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para amortiguar la inflación, al aumentar asimismo los intereses aportados por sus posiciones.

Los mercados high yield conllevan más riesgo que los de deuda con grado de inversión, con lo que preferimos adoptar un enfoque relativamente conservador de FRN high yield, para ayudar a reducir la volatilidad del perfil de rentabilidad para nuestros clientes. Junto a esta cautela en torno a los sectores de mercado más sensibles a la economía, seguimos concentrados en el segmento de emisiones senior garantizadas. Estos instrumentos pueden brindar una mayor protección al inversor en el caso de que su emisor incumpla o tenga dificultades para realizar pagos asociados con su deuda: además de estar garantizados por activos del emisor, tienen prioridad sobre los bonos subordinados en el proceso de recuperación.

En nuestra opinión, la clase de activos representa una oportunidad interesante en un entorno de tipos de interés y TIRes en niveles bajos. La perspectiva limitada de nuevas caídas de los niveles de renta podría restar atractivo a las estrategias concentradas en bonos a tipo fijo. Los emisores high yield suelen mostrar una buena evolución cuando las actividad económica mejora, lo cual les permite satisfacer más cómodamente sus obligaciones de servicio de deuda. A medida que continúa la recuperación económica de la pandemia de COVID-19, es probable que mejore el entorno para las empresas. Dicho esto, creemos que el mercado ya descuenta gran parte de esta buena noticia, con lo que sopesamos cuidadosamente dónde invertimos.

Nuestro extenso  y experimentado equipo de análisis de crédito nos ayuda a identificar las mejores oportunidades en el mercado (incluida la deuda a tipo fijo), y además podemos utilizar derivados para aislar específicamente el elemento de crédito que buscamos de un bono, eliminando exposición no deseada a las TIRes de la deuda. Creemos que la estrategia puede ofrecer a los inversores una oportunidad bien diversificada para lograr un nivel de rentabilidad atractivo en un entorno de tipos de interés bajos: está protegida de los efectos negativos que pueden tener unas TIRes crecientes en las estrategias de deuda a tipo fijo, y de hecho podría beneficiarse de una eventual subida del precio del dinero.

 

Columna de James Tomlins, gestor del fondo de bonos flotantes de M&G Investments.

 

 

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Borja Martínez-Laredo se une a JP Morgan Private Bank como managing director del equipo de Oriente Medio

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Foto cedidaBorja Martínez-Laredo, banquero senior para el equipo de Oriente Medio de JP Morgan Private Bank.. Borja Martínez-Laredo se une a JP Morgan Private Bank como banquero senior para el equipo de Oriente Medio

JP Morgan Private Bank ha anunciado la incorporación de Borja Martínez-Laredo como banquero senior y managing director de la región de Oriente Medio, norte de África y Turquía (MENAT, por sus siglas en inglés). 

Según indica la entidad, Martínez-Laredo formará parte del equipo de MENAT que está ubicado en Ginebra. “Su amplia experiencia y perspicacia para los negocios será una gran cualidad a sumar en nuestro equipo”, indican desde la JP Morgan Private Bank.

Martínez-Laredo cuenta con una dilata experiencia en la industria de gestión y banca. En particular destacan sus más de ocho años como director de UBS y puesto como CEO en Carbures, que ocupó durante casi dos años. Se incorpora a JP Morgan Private Bank desde Airtificial, compañía resultante de la integración de Carbures e Inypsa, donde ocupó el cargo de CEO hasta septiembre de 2019 y ha sido miembro de Junta Directiva.

BBVA iluminará sus sedes en el mundo con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente

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Foto cedidaSe de BBVA en Madrid, España. . BBVA iluminará sus sedes en el mundo con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente

La noche del 5 de junio, BBVA iluminará de verde sus sedes corporativas de España, México, Argentina, Perú y Turquía para sumarse así a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, cuyo objetivo es concienciar a la sociedad sobre la importancia de garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales. 

“El verde es el color que habitualmente se asocia con el medio ambiente y su cuidado. Al iluminar sus principales sedes corporativas con este color, BBVA expresa, de forma simbólica, el compromiso que desde hace muchos años ha adquirido en la lucha contra el cambio climático. Y es que fue hace 23 años, en 1998, cuando el banco se adhirió a UNEP FI, (United Nations Environment Programme-Finance Initiative) un programa ambiental de Naciones Unidas cuya misión es movilizar a la industria financiera para contribuir al desarrollo sostenible”, explican desde BBVA

Desde entonces, la entidad ha ido reforzando ese compromiso con múltiples acciones, adhesiones y alianzas con organizaciones supranacionales. Así, se adhirió en 2002 al Pacto Mundial de Naciones Unidas y posteriormente, en 2004, adoptó los Principios de Ecuador.  Y en 2007, BBVA arrancaba su impulso a la financiación sostenible participando en la primera emisión de un bono verde cuyo emisor fue el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

En 2008, el plan de pensiones de empleados en España fue el primero en suscribir los Principios de Inversión Responsable. Una década después, la entidad presentó su Compromiso 2025 para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y los retos derivados del Acuerdo de París sobre el Clima. Un compromiso de movilizar 100.000 millones de euros en financiación sostenible.

El proceso culminó a comienzos de 2020 cuando BBVA incorpora a la sostenibilidad entre sus prioridades estratégicas. Así, desde 2020 el banco es neutro en emisiones directas de carbono, y en la Junta General de Accionistas celebrada en abril anunció su compromiso de serlo también en las indirectas en 2050, teniendo en cuenta el impacto en emisiones que tienen sus clientes. Este hito supone alinearse con el escenario más ambicioso del Acuerdo de París (limitar el incremento de las temperaturas a 1,5ºC respecto a los niveles anteriores a la revolución industrial). Con ello, BBVA se adelanta en 20 años el escenario base del Acuerdo de París, de 2ºC.

A día de hoy la actividad del banco en materia sostenible sigue creciendo. En este sentido, y aprovechando la celebración del Día Mundial del Medioambiente, BBVA ha anunciado su adhesión a PCAF, la alianza para medir las emisiones de carbono financiadas por los bancos. Además, la entidad se ha incorporado recientemente como uno de los miembros fundadores a la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance: NZBA, por sus siglas en inglés) en la que los bancos adheridos se comprometen a que todas sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite.

BBVA también ha hecho público que dejará de financiar empresas relacionadas con el carbón antes de 2030 en países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países. BBVA es el banco más sostenible de Europa y el segundo del mundo, según el Dow Jones Sustainability Index. 

La ESG marca el gran salto en el compromiso de las gestoras con la biodiversidad

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Foto cedida. La ESG marca el gran salto en el compromiso de las gestoras con la biodiversidad

En el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra mañana 5 de junio y que este año tiene a Pakistán como país anfitrión, se exigen acciones urgentes para devolverle la vida a los ecosistemas dañados. De hecho, la biodiversidad y la actividad económica están estrechamente relacionadas. Se calcula que la pérdida de naturaleza podría afectar a más de la mitad del PIB mundial, que asciende a 44 billones de dólares.

“La adopción de medidas a favor de la naturaleza puede ayudar a cambiar la situación, generar miles de millones de dólares en oportunidades de negocio y crear millones de puestos de trabajo. La falta de actuación, por el contrario, puede llevar a la aparición de varios riesgos sistémicos: el deterioro y la desestabilización de los ecosistemas provocarían sequías, hambrunas y enfermedades, así como las inevitables migraciones masivas y conflictos que acompañan a estos desastres, inesperados pero previsibles”, advierten desde BNP Paribas AM.

En este contexto, las gestoras defienden el papel catalizador que la inversión sostenible y bajo criterios ESG tiene para preservar la biodiversidad de nuestro planeta. “Las cuestiones medioambientales, que abarcan desde el cambio climático hasta la biodiversidad, pasando por la contaminación local, las cepas microbianas resistentes a los antibióticos y las pandemias mundiales ocupan un lugar destacado en la inversión ESG. Aunque la importancia financiera a corto plazo de las cuestiones medioambientales puede variar de un caso a otro, siempre tenemos la obligación, como inversores responsables, de tenerlas en cuenta. Y, siempre que sea posible, mitigar los riesgos medioambientales que veamos. Una forma de hacerlo es crear coaliciones entre inversores para lograr el cambio”, apunta Eric Pedersen, director de inversiones responsables en Nordea Asset Management.

Un ejemplo de este espíritu de coalición es la iniciativa Finance for Biodiversity Pledge, que implica un compromiso y que ha sido firmado por 55 compañías del sector financiero que representan 9 billones de dólares en activos bajo gestión. “Se trata de una increíble fuerza sobre el progreso que la industria financiera está realizando para combatir el riesgo sistémico que representa la pérdida de biodiversidad a nivel mundial”, destaca Peter van der Werf, director senior de participación y propiedad activa de Robeco, quien considera que este Día Mundial del Medio Ambiente “es un buen momento para hacer un balance de las iniciativas que todas las partes interesadas a nivel global deberían considerar para proteger el medio ambiente”.

En este sentido, Van der Werf añade: “Estamos convencidos de que los esfuerzos concertados de la industria financiera mundial pueden facilitar de forma significativa poder cumplir con los compromisos del Marco Mundial de la Biodiversidad que se negociará en la COP 15 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) en Kunming a finales de este año. Asuntos como las pérdidas netas para 2030 y la biodiversidad positiva neta para 2050 no estarán sobre la mesa, pero todos los signatarios del Compromiso de Financiación para la Diversidad Biológica trabajarán para cumplir estos compromisos de manera colectiva. Debemos actuar ahora y alentar a todas las instituciones a que desempeñen el papel que les corresponde”.

Desde La Financière de l’Echiquier (LFDE) destacan que participar en esta iniciativa ha ayudado a la formalización de su estrategia climática, lo cual tiene una traducción pragmática. Por ejemplo, para controlar mejor su exposición a los riesgos climáticos, LFDE pretende evaluar los riesgos físicos y de transición de sus fondos ISR de aquí a finales de 2021 y del resto de fondos de aquí a finales de 2022. La medición de la huella de carbono se ampliará al alcance en todos los fondos y la medición de la parte verde será acorde con la taxonomía europea. Según indica la gestora, estas mediciones estarán operativas a finales de 2021.

La protección de la biodiversidad es una cuestión urgente y de primer orden, al mismo nivel que la lucha contra el cambio climático. La movilización de LFDE en favor de Finance for Biodiversity Foundation y las inversiones de impacto en los mercados cotizados subrayan nuestra voluntad de reforzar nuestro diálogo con las empresas, que son eslabones esenciales de la protección de la biodiversidad”, afirma Bettina Ducat, directora general de La Financière de l’Echiquier.

Según la experiencia de las gestoras, trabajar dentro de estos compromisos internacionales son un paso clave para la orientación de sus negocios, pero es necesario un mayor consenso sobre todo a la hora de medir la biodiversidad. En 2002 se fijaron determinados objetivos para reducir la pérdida de biodiversidad en 2010, ya que se definió un plan estratégico 2011-2020. Ahora, la COP 15 debería revisar un marco posterior a 2020 para la Década de la Biodiversidad de la ONU. En opinión de Ophélie Mortier, estratega de inversión responsable en DPAM, “hay que definir objetivos concretos e indicadores que se puedan captar y medir. Actualmente, los países informan cada cuatro años sobre el tema, pero esta información no se utiliza a nivel internacional. Falta responsabilidad global para una mayor cooperación y transparencia. Es clave implementar una taxonomía sobre lo que es dañino para la biodiversidad y detener los subsidios a estas actividades.»

Con este marco de fondo, el verdadero reto está en que las inversiones estén alineadas con estos compromisos y, en este sentido, una clave importante es la aplicación de criterios ESG en los fondos. Según Bank of America, 4 de cada 10 dólares de las entradas de capital mundial se destinan a ESG. Además, casi el 80% de los encuestados por el banco están interesados en tener en cuenta los aspectos ASG en sus inversiones, mientras que el 29% de los 1.000 inversores en 2020 dijeron que la pandemia les ha hecho creer aún más firmemente que las cuestiones ASG son importantes.

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Los inversores de todo el mundo están incorporando las cuestiones ESG de varias maneras. Una de ellas es a nivel de la empresa de gestión de activos. Otra consiste en excluir las inversiones en función de su puntuación ESG. Otros inversores se dedican a la inversión temática en materia de ESG en empresas con sólidas prácticas de ESG o a la inversión de impacto en empresas que tratan de impulsar un cambio específico en estas materias. Y lo que es más importante, algunos inversores se comprometen directamente con las empresas para instarlas a mejorar sus prácticas ESG”, resumen desde Alger, socio del Grupo La Française.

Natixis anuncia que modificará el plazo de venta de su participación en H2O AM

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Pixabay CC0 Public Domain. resultados

A finales de 2020, durante la presentación de sus resultados trimestrales, Natixis anunció que estaba negociando la ruptura definitiva de sus relaciones con H2O AM, tras considerar que su participación en la gestora no era un “activo estratégico para el grupo”. En un primer momento, el banco indicó que este proceso se daría a lo largo de 2021, ahora ha anunciado que modificará este plazo. 

Según explica la entidad, “tras los intercambios con las autoridades reguladoras en relación con la propuesta de venta por parte de Natixis IM de su participación en H2O AM, Natixis IM y H2O AM están trabajando para modificar la transacción propuesta con el fin de completar la disolución de su asociación, garantizando al mismo tiempo una transición ordenada en interés de los inversores de H2O AM”. 

Por lo tanto, el mercado tendrá que esperar a que se informe sobre un nuevo calendario para ejecutar esta venta y saber cómo acaba una relación que se torció a raíz de los acontecimiento de en junio de 2019.

*En el caso de España, el negocio de H2O apenas supone un 1,5% del total en el país.

Los activos netos en fondos europeos alcanzaron los 19,6 billones de euros en el primer trimestre del año

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Pixabay CC0 Public Domain. Los activos netos en fondos europeos alcanzaron los 19,6 billones de euros en el primer trimestre del año

Los activos netos en UCTIS y FIAs (vehículos alternativos ilíquidos) mantuvieron su crecimiento durante el primer trimestre del año, tras cerrar un 2020 en máximos. Según los últimos datos correspondientes a Europa publicados por la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés), los fondos alcanzaron los 19,6 millones de euros, lo supone un incremento del 4,5%. 

Los activos netos en UCITS aumentaron un 5,6%, gracias a las sólidas ganancias bursátiles y a las fuertes ventas netas, mientras que los FIAs crecieron un 2,6%. En conjunto, los UCITS y los FIAs atrajeron 201.000 millones de euros de entradas netas en el primer trimestre de 2021. Las ventas netas de UCITS ascendieron a 169.000 millones de euros, frente a los 226.000 millones de euros del cuarto trimestre de 2020. Mientras que los FIAs atrajeron 32.000 millones de euros en dinero nuevo hasta marzo de 2021, en comparación con los 64.000 millones de euros del cuarto trimestre de 2020.

“Las ventas netas positivas y la subida de los mercados bursátiles hicieron que los activos netos en fondos UCITS y FIAs estuvieran muy cerca del nivel simbólico de 20 billones de euros en el primer trimestre del año. Las ventas netas de los UCITS de renta variable se mantuvieron excepcionalmente fuertes a lo largo del trimestre, ya que la confianza de los inversores siguió fortaleciéndose gracias a la amplia implantación de vacunas, a los fuertes signos de recuperación económica y al buen comportamiento de los mercados bursátiles”, explica Bernard Delbecque, director principal de economía y análisis de Efama

Efama Q1

 

Tal y como destaca Delbecque, el dato más relevante y significativo de este primer trimestre del año lo han protagonizado los fondos de renta variable, que alcanzaron un nuevo récord. Según explican desde Efama, tras las entradas netas, ya excepcionalmente elevadas, del cuarto trimestre de 2020 (129.000 millones de euros), las ventas netas de fondos de renta variable aumentaron aún más en el primer trimestre de 2021, hasta los 133.000 millones de euros. “El atractivo sostenido de los fondos de renta variable se vio respaldado por los buenos resultados de los mercados bursátiles, tanto en Europa como en el resto del mundo”, sostienen desde la organización europea. 

También destaca el comportamiento que tuvieron los fondos del mercado monetario que, por primera vez desde el primer trimestre de 2020, registraron salidas netas por valor de 80.000 millones de euros. En opinión de Efama, estas cifras significan que “al aumentar aún más la confianza de los inversores en el primer trimestre de 2021, estos desplazaron sus inversiones hacia los fondos a largo plazo”.

Por último, los datos datos muestran que las entradas netas en fondos de renta fija, multiactivos y otros fondos siguieron siendo sólidas. En concreto, las ventas netas de fondos de renta fija aumentaron de 49.000 millones de euros en el cuarto trimestre de 2020 a 54.000 millones de euros en el primer trimestre de 2021. En cambio, las entradas netas en fondos multiactivos disminuyeron ligeramente de 39.000 millones de euros en el cuarto trimestre de 2020 a 34.000 millones de euros en el primer trimestre de 2021, mientras que las ventas netas de otros fondos aumentaron de 30.000 millones de euros en el cuarto trimestre de 2020 a 60.000 millones de euros en el primer trimestre de 2021.

Efama Q1 2

Ninety One Global Multi-Asset Income: una mejor alternativa de diversificación que los bonos gubernamentales

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Pixabay CC0 Public DomainRae Legget. Rae Legget

Históricamente, los bonos del gobierno se han incluido en las carteras para proporcionar rentabilidad, rendimiento y diversificación. Ahora su papel está siendo desafiado, especialmente con la amenaza del aumento de las tasas y la inflación. Entonces, ¿cuáles son las alternativas? ¿De qué otra manera puede un inversor generar unos niveles atractivos de ingresos junto con cierta estabilidad -o lastre- para contrarrestar un mercado de valores potencialmente volátil?

Según apuntan John Stopford y Jason Borbora-Sheen, gestores de la estrategia Ninety One Global Multi-Asset Income, los bonos soberanos no están diversificando, los principales impulsores de la diversificación en las carteras de deuda del gobierno se están deteriorando, siendo cada vez más inciertos:

Los rendimientos:

Ninety One

Con la perspectiva de una recuperación económica posterior a la pandemia y la amenaza de un aumento de la inflación, los rendimientos han aumentado recientemente. Sin embargo, se mantienen en niveles históricamente bajos.

La diversificación:

Ninety One

La correlación negativa entre los bonos del gobierno y las acciones se ha vuelto menos estable. En consecuencia, los bonos del Estado se han convertido en diversificadores menos eficaces.

La consecuencia:

Ninety One

Desde la gran crisis financiera, los retiros de las carteras de renta fija se han vuelto más frecuentes y de mayor volumen. Los bonos del gobierno han sido cada vez más incapaces de compensar suficientemente por las pérdidas de capital.

En este contexto, la estrategia Ninety One Global Multi-Asset Income Fund se presenta como una alternativa dentro de las estrategias multiactivo que busca proporcionar unos rendimientos defensivos, unos ingresos atractivos y resilientes, con un objetivo del 4% por año, con una volatilidad similar a la de la renta fija, es decir, aproximadamente la mitad que en la renta variable (1).

Una mejor alternativa:

Desde su inicio (2), la estrategia Ninety One Global Multi-Asset Income Fund ha proporcionado un rendimiento atractivo y resiliente que ha sido mayor y más consistente que el de los bonos del gobierno de mercados desarrollados.

Ninety One

El equipo gestor accede a un mayor rendimiento mediante una cuidadosa selección de títulos con un enfoque ascendente a través de una amplia gama de clases de activos. Con ello, evita la búsqueda indiscriminada de activos que a menudo está asociada a un nivel de riesgo no compensado.

Diversificación frente a los bonos:

Ninety One

La estrategia ha proporcionado rendimientos positivos en entornos de rendimientos crecientes en el mercado de bonos.

Diversificación frente a la renta variable:

Ninety One

La estrategia procura gestionar activamente el riesgo a la baja. La beta de la estrategia ha sido baja desde su creación y se gestiona activamente.

El resultado:

Ninety One

La estrategia Ninety One Global Multi-Asset Income Fund ha producido unos mayores rendimientos ajustados al riesgo que los bonos del gobierno del mercado desarrollado y con un rendimiento superior y más consistente.

Ninety One

La estrategia ha logrado un rendimiento a la par con la deuda de los mercados emergentes, pero con una volatilidad relativamente baja. El fondo ha logrado su perfil de rendimiento defensivo centrándose en limitar el impacto de las caídas del mercado y maximizar la captura de beneficios.

Ninety One

Ha entregado una mayor captura al alza en relación con la baja frente a la renta variable y fija global.

Global Multi-Asset Income Fund:

Un registro de rendimientos positivos cada año natural desde su inicio (3).

Ninety One

 

 

 

 

Anotaciones: 

(1) Es posible que no se alcancen necesariamente los objetivos de rendimiento y volatilidad, sino que se produzcan pérdidas. La cantidad de ingresos puede subir o bajar.

(2) El objetivo de rendimiento, si bien se ha alcanzado hasta la fecha desde su creación, depende de las condiciones del mercado y, en consecuencia, puede ser necesario revisarlo. Estos parámetros internos están sujetos a cambios no necesariamente con notificación previa. Acciones globales definidas como MSCI ACWI.

(3) Desde su creación: 31 de mayo de 2013.

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