El Grupo La Française ha nombrado a Roland Rott director de análisis de inversión sostenible y ASEG. Esta decisión se enmarca dentro de la estrategia ASG que el Grupo comenzó a desarrollar en 2008 y que en 2014 le llevó a crear su centro de investigación ASG multiactivo, recientemente rebautizado como La Française Sustainable Investment Research (LF SIR).
Como director de análisis de inversión sostenible y ASG, Roland Rott seguirá trabajando en estrecha colaboración con Laurent Jacquier-Laforge, director global de inversiones sostenibles del Grupo La Française, en la definición y aplicación de la estrategia ASG del grupo.
Además, junto con un equipo de cinco analistas ASG, lidera las actividades de investigación en materia de inversión sostenible, así como aquellas comprometidas con este tipo de inversiones. Además, es responsable de los datos y las metodologías ASG, de la dirección de los proyectos de cambio ASG y de la participación en el desarrollo y la comercialización de productos ASG con los equipos de inversión y distribución de todas las entidades del grupo
Rott se incorporó al Grupo La Française en 2016 y fue ascendido a director general del centro de investigación ASG en 2018. Según destaca la entidad, bajo su liderazgo, La Française Sustainable Investment Research, con sede en Londres, se ha convertido en el centro de conocimiento del grupo en materia de inversión sostenible, abarcando todas las clases de activos: renta variable, renta fija y valores inmobiliarios.
«De ahora en adelante, me ocuparé de nuestra investigación sobre inversiones sostenibles y en de la estrategia de inversión sostenible de las compañías del Grupo La Française. En los últimos dos años, el equipo de LF SIR ha sido fundamental en el diseño de soluciones de inversión ASG y ha desarrollado un conjunto de herramientas propias de gestión del riesgo climático y ASG, que seguiremos ampliando para todas las clases de activos», ha destacado Roland Rott, director de análisis de inversión sostenible y ASG del Grupo La Française.
Por su parte, Laurent Jacquier-Laforge, director de inversión sostenible del Grupo La Française, ha explicado: “El nombramiento de Roland como director de investigación de inversión sostenible y ASG para el Grupo La Française asegura la consistencia en la calidad de la investigación proporcionada a nuestros equipos de gestión de carteras. Además, la contribución de Roland será fundamental para transformar con éxito los fondos abiertos de La Française AM en una gama de productos 100% sostenibles para finales de 2022”.
Actualmente, el Grupo La Française gestiona más de 10.000 millones de euros (dato a 31 de diciembre de 2020) en inversiones sostenibles, incluidas todas las clases de activos.
Los diamantes siempre son un acierto, no solo para regalar este fin de semana con motivo del Día de San Valentín, sino también para invertir ellos. Según el último informe de Bain & Company, la industria de los diamantes sufrió durante la crisis generada por la pandemia global del COVID-19, pero también fue el mercado de lujo personal que mejor se recuperó y que mostró mayor resiliencia.
“Los bloqueos, las restricciones de viaje y la incertidumbre económica hicieron que las ventas de joyas de diamantes cayeran un 15% en 2020, y la mayor parte de la caída se produjo en el primer y segundo trimestre. Pero frente al cierre de tiendas, las ventas minoristas de diamantes dieron un giro en línea y se beneficiaron de los consumidores que no podían gastar en viajes o en experiencias eligiendo joyas de diamantes. La demanda volvió durante el cuarto trimestre, culminando con una fuerte temporada navideña en todo el mundo”, explica el documento en sus conclusiones.
La industria demostró su resistencia frente a una recesión económica a medida que los consumidores continúan viendo su valor. El impulso fue gracias a las ventas de joyas navideñas, particularmente en los EE. UU., y China, que experimentaron un aumento del 5% al 10% y del 15% al 20% en el cuarto trimestre, respectivamente, año con año. Se espera que las joyas de diamantes tengan un mejor rendimiento que el mercado mundial de lujo personal en 2020, con solo una caída del 15% en comparación con una disminución del 22% en el lujo.
Según recoge el informe, la producción de diamantes en bruto continuó su tendencia a la baja, cayendo a 111 millones de quilates. Después de alcanzar un máximo de 152 millones de quilates en 2017, la producción de diamantes en bruto ha disminuido en aproximadamente un 5% por año. En 2020, la producción disminuyó un 20% en comparación con los niveles de 2019. A pesar de los cambios, la combinación de diamantes se mantuvo en gran parte constante, con diamantes medianos y grandes que representan el 25% del volumen de producción en quilates, pero alrededor del 70% al 80% ciento en valor en dólares estadounidenses.
“En 2020, la industria de los diamantes en su conjunto se benefició inesperadamente ya que los consumidores que no podían gastar en experiencias o viajes utilizaron esos fondos para artículos como diamantes, que se consideran una inversión física tangible. Nuestra investigación encontró que más del 75% de los consumidores tienen la intención de gastar la misma cantidad o más en joyas de diamantes que antes de la crisis, lo que indica una conexión emocional fuerte y continua con la historia de los diamantes”, explica Olya Linde, socia de Bain & Company de la Práctica de Energía y recursos naturales.
Además, el documento ha identificado algunas tendencias clave, como por ejemplo que los principales mercados para las joyas con diamantes son Estados Unidos y China. “Los consumidores siguen valorando las joyas de diamantes como un regalo deseable y un elemento clave del matrimonio. En la encuesta de 2020 de Bain sobre la confianza del cliente, los consumidores estadounidenses dijeron que las joyas y los relojes se encuentran entre los cuatro principales regalos que les gustaría recibir; los consumidores de China e India los clasificaron entre los dos primeros. En los EE.UU., China e India, entre el 60% y el 70% de los encuestados cree que los diamantes son una parte esencial del compromiso matrimonial”, apunta el informe.
En este sentido, la sostenibilidad y el consumismo social influyeron cada vez más en las decisiones de compra de diamantes, siendo el impacto social la principal preocupación de sostenibilidad para los consumidores estadounidenses. En China e India, los consumidores se preocupan más por la preservación del medio ambiente, las cadenas de suministro libres de conflictos y la huella de carbono.
La segunda de las tendencias detectadas es el aumento de las ventas online. El COVID-19 ha acelerado la convergencia de los canales en línea y fuera de línea, lo que obligó a los minoristas a reorganizar las operaciones y reorientar la experiencia de participación del cliente. En 2020, hasta el 20% de las ventas minoristas de diamantes se realizaron online (en comparación con el 13% en 2019). “A pesar de este aumento y una fuerte preferencia por la investigación online antes de realizar compras, casi todos los consumidores (90%-95%) todavía prefieren comprar diamantes en tiendas físicas, sin embargo, los canales digitales siguen siendo fundamentales para las estrategias omnicanal de los minoristas. Los consumidores valoran la oportunidad de ver y tocar las joyas, y se benefician del asesoramiento en persona y otros servicios personales. La participación en línea de las ventas de joyas de diamantes sigue siendo baja en comparación con otros productos de lujo y de consumo”, señala en sus conclusiones.
Una industria flexible y resiliente
Otra de las observaciones que realiza en el informe es que la flexibilidad ayudó a los actores de la industria a “capear la tormenta”. Cuando comenzó la crisis del COVID-19 en la primera mitad de 2020, las principales empresas mineras cancelaron las ventas y permitieron a los clientes posponer las compras. Esta respuesta ayudó a los jugadores de midstream a capear lo peor de la tormenta. Sin embargo, los inventarios upstream de diamantes en bruto crecieron a 65 millones de quilates al final del tercer trimestre, antes de disminuir debido a las ventas del cuarto trimestre a 52 millones de quilates, o 17% más al nivel de inventario de finales de 2019.
“El COVID-19 provocó cambios estructurales en la industria del diamante que la ayudarán a recuperarse de la recesión. Debido a la crisis, los inventarios midstream se encuentran en niveles saludables y están mejor alineados con la demanda de los consumidores. Hay más asociaciones entre los actores upstream y midstream con respecto a la tecnología, las estrategias de comercialización y el marketing. Se creó una cadena de suministro más transparente y habilitada digitalmente en los segmentos de diamantes en bruto y pulidos, y vemos nuevos enfoques innovadores para la participación del cliente. Bain es optimista: estos cambios ayudarán a la industria a salir de la crisis en una posición más fuerte”, explica.
Por último, y sobre las perspectivas para 2021, el informe de Bain & Company señala que la mayoría de los mineros informaron una mejora de entre un 5% y un 8% en los precios y las ventas de los diamantes en bruto en enero, mientras que, además, los principales mineros mantuvieron una política de ventas flexible que contribuyó a un sólido comienzo de 2021.
La perspectiva de la consultora es que el mercado minorista de joyería de diamantes de China se recuperará a principios de 2021, mientras que otros países desarrollados alcanzarán niveles prepandémicos en 2022-2023. La recuperación minorista en los países emergentes seguirá un año después. Además, advierte que todavía hay mucha incertidumbre económica por delante: “La crisis actual podría ser más severa que la de 2009 y es posible que se produzca una recesión doble. No se espera una recuperación total y un retorno a la trayectoria histórica de crecimiento hasta 2022-2024. Tres factores afectarán el ritmo y la forma de la recuperación: epidemiología, respuesta de la política gubernamental y respuesta de los consumidores”.
“La industria del diamante ha mostrado una notable agilidad frente a una crisis y el ritmo del cambio se ha acelerado. A lo largo de la cadena de valor de los diamantes, los jugadores se han adaptado rápidamente y los consumidores de joyas de diamantes han demostrado que valoran el producto final y están dispuestos a invertir en él, incluso en tiempos difíciles. Esperamos que la industria se recupere y salga más fuerte de la tormenta», concluye Ari Epstein, director ejecutivo de AWDC.
Si bien las acciones de gran capitalización suelen acaparar los titulares, las empresas de pequeña y mediana capitalización son las que en realidad representan el latido de la economía estadounidense. Así lo explicó Bob Kaynor, Head of US Small and Mid-Cap Equities en Schroders, en un nuevo Virtual Investment Summit que contó con la presencia de William M. Gambardella, Head of Offshore Solutions en Morgan Stanley Wealth Management Global Investment Office (GIO), como moderador.
En su gestión, Schroders limita el universo de empresas de pequeña y mediana capitalización estadounidenses a aquellas compañías cuya capitalización bursátil se encuentra entre los 300 millones de dólares -una capitalización menor a esta cifra supone aceptar una cantidad significativa de riesgo de liquidez- y los 12.000 millones de dólares (12 billones en nomenclatura anglosajona). Estos límites son flexibles, pues la composición de los índices de referencia cambia cada año, pero se podría decir que la media ponderada se encuentra sobre los 7.000 millones de dólares (o 7 billones).
“Con una menor concentración por acciones y sectores que en el índice S&P 500, es realmente en las empresas de pequeña y mediana capitalización donde se puede sentir un ligero optimismo conforme la economía comienza a reabrirse”, explicó Bob Kaynor.
Las valoraciones
Las empresas de pequeña y mediana capitalización están cotizando en unos múltiplos de 21x sobre los beneficios y en torno a 16x sobre los beneficios esperados. Estas cifras pueden parecer razonables teniendo en cuenta el nivel actual de los tipos de interés. Pero se trata de un universo diversificado, por lo que hay varias oportunidades para encontrar empresas e industrias que van a experimentar un crecimiento diferenciado al que puedan estar señalando las acciones de gran capitalización.
En la opinión de Kaynor, los rendimientos que se obtuvieron el pasado año se explican a partir de una expansión en los múltiplos gracias a los significativos programas de estímulos monetarios y fiscales anunciados. Si bien los mercados han anticipado una recuperación en los ingresos, de cara a 2021 y 2022 es muy importante que estas expectativas se cumplan porque no se puede esperar unos rendimientos elevados con una ausencia de beneficios.
El foco en la economía doméstica
Cuando se examina la composición de los ingresos del universo de empresas de pequeña y mediana capitalización, alrededor de un 22% de los ingresos procede de otras regiones frente al 33% del índice S&P 500.
Estados Unidos tiene una economía global. Incluso en el segmento de empresas de mediana y pequeña capitalización, muchas de las empresas seleccionadas por Schroders en su estrategia desarrollan parte de su negocio de forma internacional. En consecuencia, la debilidad o fortaleza del dólar podría tener un cierto impacto en su actividad. No obstante, en líneas generales, este segmento tiene un mayor foco en la economía doméstica que en la economía global. Cuando un inversor asigna una parte de sus activos en este universo está realmente apostando por una mejora en la economía estadounidense.
Los efectos de la administración Biden
Nos encontramos en un entorno en el que las políticas monetarias y fiscales en Estados Unidos están trabajando de forma conjunta para obtener una recuperación tanto en los activos financieros como en la economía real. Conforme nos adentramos en 2021, para llegar a la reapertura de la economía, se necesitaría realizar una transición del apoyo de las políticas monetarias y fiscales al crecimiento real.
Según Kaynor, se podría argumentar que las políticas fiscales promueven la inflación y los sectores cíclicos. Estos estímulos podrían favorecer al universo de las acciones de pequeña y mediana capitalización, pues al contrario de lo que sucede en el S&P 500, no depende tanto de un grupo reducido de acciones con unos múltiplos altamente elevados que se benefician del crecimiento secular para determinar los rendimientos del índice de referencia.
La concentración de los índices de gran capitalización
Cuando se examina el índice S&P 500, las cinco mayores acciones por capitalización bursátil -las también llamadas “FAMAG”, Apple, Microsoft, Amazon, Facebook y Alphabet (Google)- representan cerca del 25% de su capitalización total. En cambio, cuando se exploran los índices de referencia para el universo de pequeña y mediana capitalización, las cinco mayores acciones tienen un peso del 2,5%.
Un inversor en renta variable estadounidense de gran capitalización necesita tener exposición en esas cinco acciones. Mientras que en el mercado de pequeña y mediana capitalización existe un riesgo muy pequeño si no se tiene exposición a alguna de las acciones que componen el universo. El sector tecnológico representa un 15% del índice de referencia, pero ese porcentaje se duplica en el universo de gran capitalización. Las empresas US Small and Mid Caps presentan un sesgo mayor hacia los sectores industrial, de bienes de consumo y financiero -con exposición a bancos regionales-, de nuevo, sectores más cercanos a la actividad real de la economía estadounidense.
Un balance entre riesgo y valor
Este universo permite gestionar el riesgo añadiendo al mismo tiempo valor. Si se examinan los rendimientos ajustados al riesgo en un horizonte a largo plazo, se puede observar que ofrecen una mayor rentabilidad en relación con la volatilidad adicional en la que incurren que en cualquier otra parte del mercado. En las empresas de pequeña capitalización existe un mayor riesgo en compensación por la exposición al dinamismo que se está buscando al invertir en ellas. Los inversores de este segmento deben tener una mayor tolerancia a este riesgo. Conforme nos movemos hacia empresas de mediana capitalización, el mercado muestra un cierto grado de ineficiencia, sin necesidad de tomar una cantidad de riesgo excesiva, existe la oportunidad de identificar alfa y todavía se puede gestionar el riesgo de la cartera dada la naturaleza diversificada del universo.
El sector industrial es el sector con más peso dentro del índice y probablemente el segmento donde se presenten más oportunidades. A medida que la economía se recupere, habrá un incremento del gasto en infraestructura y en bienes de capital, invirtiendo en la mejora de las cadenas de suministros o los procesos de automatización de las fábricas. Esto repercutirá en estas empresas con rendimientos basados en la economía real en lugar de en la economía financiera.
El sector tecnológico
En el sector tecnológico tienen una preferencia por las empresas productoras de semiconductores en contraste con las empresas de software de un rápido crecimiento, en las que con unos múltiplos de valor de empresa por ingresos (EV/R) de 18x, no tienen tanto atractivo.
Históricamente, las empresas semiconductores eran percibidos como la parte cíclica del sector tecnológico mientras que las empresas de software eran percibidas como las de crecimiento secular. Con una mayor presencia de los semiconductores en los procesos automatizados de otras industrias, como, por ejemplo, la automovilística o de telecomunicaciones, esta percepción está cambiando.
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Los ETFs reunieron un récord de 520.000 millones en flujos netos durante 2020, impulsados por fondos de renta fija imponible, con 195.900 millones de dólares, y capital estadounidense, con 131.800 millones de dólares, según la edición mensual de The Cerulli Edge — U.S.
Los activos de fondos mutuos superaron los 18 billones de dólares a fines de 2020, a pesar de sufrir más de 289.000 millones en salidas durante el año. Los activos de ETFs alcanzaron los 5.5 billones a fines de 2020, agregando más de un billón desde fines de 2019.
Si bien la transición de los fondos mutuos a los ETFs está en curso, la inercia resultará en un largo período de aceptación de los ETFs semitransparentes, mientras que los casos de uso de conversión pueden seguir siendo limitados. A medida que las industrias de asset y wealth management luchan contra la compresión de tarifas, las asociaciones atractivas seguirán siendo críticas.
Las asociaciones educativas pueden ayudar a orientar los activos hacia productos que sean atractivos para ambas partes. En lugar de evitar elementos más arriesgados e innovadores del ecosistema ETF. En este caso, Cerulli recomienda que los emisores evalúen si pueden o deben seguir el juego.
Los fondos mutuos siguen siendo la opción de vehículo más común para los inversores, pero los administradores que ofrecen el vehículo enfrentan un panorama desafiante para 2021.
Los datos de una encuesta de 2020 de ejecutivos de productos en compañías de fondos mutuos revelan que el 88% de las empresas planean priorizar el desarrollo y la distribución de otros vehículos sobre el fondo mutuo.
De los ejecutivos de productos de fondos mutuos, el 60% indica que ofrecerá menos clases de acciones, mientras que otro 44% espera ofrecer menos estrategias. Además, se puede esperar que la compresión de tarifas continúe a medida que los administradores muevan a más inversionistas hacia clases de acciones de menor costo, reduciendo así el costo total para los inversionistas.
UBS Wealth Management ha designado a Tony Morely Alfredo Maldonado como Sales Managers dentro de su unidad de ventas y productos para las Américas con sede en Nueva York.
Morel y Maldonado pasan al equipo liderado por Catherine Lapadula, directora general de la sucursal de UBS International en Nueva York, confirmaron fuentes de la empresa a Funds Society.
En sus nuevos roles, Morel y Maldonado atenderán a más de 100 asesores offshore con base en la sucursal de UBSen Nueva York. Uno de los puestos que asumirán es el del manager, James Feggelle, quien recientemente cambió a un rol de asesor financiero en UBS dentro del equipo con sede en Nueva York dirigido por Andrew Peake.
Morel ha estado con UBS durante casi 17 años y recientemente trabajó dentro del equipo de ventas de wealth management de las Américas dirigido por Joshua Heimann, donde durante todo el año pasado se centró principalmente en los esfuerzos de la firma para trasladar a sus asesores financieros del modelo del broker al de advisors.
Maldonado se incorporó a UBS en 1998 y hasta hace poco era gerente de ventas de UBS Private Bank en Nueva York. Sin embargo, la firma suiza anunció el año pasado que cerraría su negocio de banca privada en Estados Unidos a finales de 2020.
El volumen de negocios del sistema bancario de Uruguay muestra, al cierre del año 2020, un incremento real del 10,4%. Ese resultado está apalancado en el crecimiento real de los depósitos de los clientes que fue del 13,8%. Respecto al otro componente del volumen de negocios, los créditos a clientes, al cierre del año muestran un crecimiento real del 3,4%.
El crecimiento de los depósitos “se concentra en los depósitos a la vista, ya que en los depósitos a plazo se da una caída en términos reales”, afirmó José Luis Rey, socio director de Deloitte Uruguay.
Sólida liquidez y morosidad estable
De acuerdo a la información publicada, al cierre del 2020 los ratios de liquidez a 30 días y a 91 días muestran niveles superiores en comparación al cierre del año anterior. Los bancos privados cerraron con 63,4% y 65,3% respectivamente, lo que significa un crecimiento real levemente superior al 10%, mientras que se mantiene similar en los bancos oficiales, alcanzando al cierre del 2020 un 94,3% y 91,9%, respectivamente.
La morosidad se encuentra estable en relación al cierre del año anterior. Los créditos vencidos representan el 2,3% del total de créditos, lo que significa una leve mejoría respecto al año anterior. A pesar dela caída del nivel de actividad económica en el año, las cifras son auspiciosas.
Solvencia firme, con un patrimonio que vuelve a presentar incremento real
El patrimonio del sistema bancario al cierre del año presenta un crecimiento real del 2,9%. Por otro lado, la solvencia presenta consistencia con un ratio de apalancamiento donde el pasivo es 10,6 veces el patrimonio para los bancos privados y 6,3 veces en el caso de los bancos oficiales, creciendo en ambos casos, pero manteniendo márgenes importantes por encima de los requisitos mínimos de responsabilidad patrimonial que exige el Banco Central de Uruguay.
Ganancias nominales para todo el sistema, pero con comportamiento dispar en términos reales
Todos los bancos de plaza presentaron utilidades en términos nominales al cabo del año culminado el 31 de diciembre de 2020, excepto el Banco de la Nación Argentina. Sin embargo, en términos reales, los bancos privados presentan una caída de sus utilidades del 3,4%, mientras que los bancos oficiales alcanzan una mejora del 7,1%, respecto al año 2019. Si lo vemos en términos consolidados se llega a un crecimiento real del 3.1%
En cuanto a la composición de la utilidad se identifica una caída real en el margen financiero, en particular acentuada en la baja real de los ingresos financieros, que se explicaría por una caída de tasas activas y por las facilidades otorgadas a los clientes y la suspensión de cobro de intereses en los primeros meses de la pandemia, así como también porque el crecimiento del volumen de negocios está traccionado por el aumento de depósitos de clientes.
En lo que respecta al negocio de comisiones y servicios, se expone una caída en términos reales, por lo que no contribuye a cubrir la baja real que se da en el negocio tradicional de intermediación financiera. También tiene una reducción real importante, sobre todo en la segunda parte del año, las ganancias por diferencia de cambio, originadas en el muy leve aumento del precio del dólar en el segundo semestre del año.
La eficiencia en los gastos de funcionamiento, que presentan también reducciones reales respecto al año anterior, atemperaron las caídas reales mencionadas más arriba.
“Se presenta un año muy desafiante, donde la evolución del control de la pandemia y la posibilidad de reactivación de la economía en todos sus sectores, así como la eventual llegada de nuevas inversiones, permitirá al sistema bancario jugar un rol importante en ese escenario, dada la liquidez y solvencia existentes. Asimismo, en paralelo, la optimización digital, la generación de nuevos servicios y canales, brindando más cercanía y soluciones a los clientes, marcarán el camino de este año”, explicó José Luis Rey, Socio Director de Deloitte Uruguay.
La infraestructura, que es uno de los sectores de mayor impacto socioeconómico en todo Latinoamérica, enfrenta desde hace años algunos problemas asociados al reducido volumen de inversiones en áreas prioritarias para la población y el crecimiento económico de sus países. Y el rol del sector público aparece como un elemento fundamental para revertir este escenario, según un informe publicado por KPMG.
El estudio “Los cambios en infraestructura en América Latina. Perspectivas del sector público”, realizado por KPMG América Latina, se basó en las respuestas a una encuesta realizada entre marzo y mayo del 2020 a 81 profesionales del sector público de Latinoamérica.
El informe brinda una visión general del área de infraestructura incluyendo, entre otros aspectos, los desafíos que enfrentan los gobiernos para incrementar las inversiones e iniciativas en este sector. Por ejemplo, la región invierte actualmente entre el 2% y el 3% de su PIB en infraestructura, cuando la recomendación internacional, o de “buena práctica”, es que esta cifra alcance al menos el 5%.
No obstante, debe señalarse que existen algunos obstáculos que impiden alcanzar ese porcentaje. Según los resultados del estudio los principales impedimentos son: 1) falta de recursos; 2) politización de las prioridades del proyecto; y 3) ausencia de una planificación estratégica de largo plazo.
A pesar de ello, algunas iniciativas serán cruciales para mejorar el nivel de estas inversiones. En esa misma línea de análisis se pueden citar: a) despolitización de la gestión de las políticas públicas relacionadas a infraestructura; b) mejora de la formación de los profesionales del sector público; y c) un mayor uso de las Asociaciones Público-Privadas (APP).
El papel social de la infraestructura
Para responder a los impactos de la pandemia, la atención del sector público se ha concentrado en la recuperación económica y la infraestructura. Sin embargo, no basta simplemente con invertir, es necesario que los recursos sean provistos con mayor transparencia y, entre otras cualidades, que se consideren también los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), que tanta relevancia están teniendo en la economía. Dado que el desarrollo de obras de infraestructura puede tener un rol social clave, especialmente en el contexto actual de la crisis pandémica, los gobiernos deben poder asegurar que los más vulnerables estén en el centro de sus políticas y decisiones.
“Para ello, se necesita una agenda progresista que incluya aportes más significativos al sector social, al tiempo que deben despolitizarse los planes y prioridades de infraestructura. Esto resulta fundamental para que el sector sea un catalizador de la recuperación económica en el período posterior a COVID-19”, comentó Fernando Faría, socio líder de la industria de Infraestructura de KPMG en América Latina.-
El gran déficit y la alta carga de la deuda pública de Brasil subrayan sus continuos desafíos fiscales a pesar del desempeño algo mejor de lo esperado del año pasado, afirma Fitch Ratings en un informe. Con las elecciones generales previstas para octubre de 2022, este año es clave para revitalizar la agenda de reforma fiscal del gobierno para impulsar la flexibilidad presupuestaria y mantener la credibilidad del límite de gasto.
“Los últimos datos mostraron que el déficit del gobierno de Brasil se duplicó con creces hasta el 14% del PIB desde alrededor del 6% en 2019. Esto fue mejor que nuestro pronóstico del 16,4% principalmente debido a la infraejecución del gasto presupuestado, que mejoró el resultado del gobierno central, y mayores superávits de las administraciones regionales. Los ingresos del gobierno central se contrajeron un 10,2% nominal, mientras que el gasto primario creció un 35% cuando Brasil implementó uno de los paquetes de soporte COVID-19 más grandes de Latinoamérica”, escriben los analistas de Fitch.
La calificadora estima la contracción económica en más del 4%. Esto, junto con el déficit más amplio empujaron la deuda del gobierno general al 89,3% del PIB desde el 74,3% en 2019, muy por encima de la mediana de la categoría ‘BB’ del 60%: “Anticipamos aumentos más pequeños en 2021-2022 debido a la reducción del déficit primario y al crecimiento del PIB. El déficit primario de 2021 debería reducirse a aproximadamente el 3,1% del PIB a medida que los ingresos se recuperen y se retiren las medidas de estímulo de emergencia. La posibilidad de que la pandemia limite la actividad económica y el estímulo se extienda más allá de 2021 es un riesgo significativo para nuestras previsiones fiscales”.
Fitch asume que el gobierno se adherirá al tope de gasto este año. El tope se ha convertido en un ancla importante de la política fiscal, pero fue efectivamente suspendido el año pasado a través de una ley de «calamidades públicas» para facilitar la respuesta a la pandemia.
El desajuste entre el Índice Nacional de Precios al Consumidor Extendido (IPCA) y el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) podría ejercer presión sobre el límite de gasto en 2021, ya que el límite está vinculado al IPCA más bajo, mientras que algunos ajustes de gasto utilizan el INPC más alto. Cualquier presión política para aumentar las transferencias sociales permanentes o el gasto relacionado con la pandemia también podría dificultar el cumplimiento.
“Sin embargo, en un escenario de gasto pandémico extendido, no está claro si el gobierno introduciría una medida provisional de autorización del Congreso para emitir «créditos extraordinarios» que estarían exentos del tope o trataría de renovar la ley de calamidades públicas, liberándolo de tener que cumplir el tope o el objetivo de déficit primario”, añaden los expertos.
Las bajas tasas de interés y los profundos mercados de capital internos respaldan la asequibilidad de la deuda y la flexibilidad financiera, y las medidas excepcionales podrían mejorar temporalmente la trayectoria de la deuda pública. Sin embargo, se espera que las tasas de interés aumenten este año en respuesta a las recientes presiones inflacionarias. Además, estabilizar y reducir permanentemente la deuda / PIB requeriría una reducción más rápida del déficit primario y el cumplimiento de los límites de gasto, y esto requeriría reiniciar las reformas. La administración del presidente Bolsonaro ha presentado proyectos de ley destinados a simplificar el sistema tributario, contener los costos de la nómina pública y detener el crecimiento del gasto obligatorio para aumentar la flexibilidad presupuestaria.
Según Fitch, el contexto político deja poco claro si estas medidas pasarán por la legislatura y cuándo: “La pandemia, las elecciones municipales del pasado mes de noviembre y las elecciones de líderes de la Cámara Baja y el Senado del 1 de febrero han estancado las reformas. El gobierno de Bolsonaro ha hecho esfuerzos para construir una alianza en el Congreso para promulgarlos, pero su capacidad para hacerlo podría ser probada por la resistencia de intereses creados, la dinámica política fluida en el Congreso y la reciente disminución en los índices de aprobación del presidente”.
La Perspectiva Negativa de la calificación ‘BB-‘ de Brasil refleja el impacto de la pandemia sobre el déficit fiscal y la carga de la deuda pública de Brasil, así como la persistente incertidumbre sobre las perspectivas de consolidación dadas las presiones de gasto y las perspectivas poco claras de reforma fiscal.
Los desequilibrios externos permanecen bajo control, lo que respalda la calificación. El déficit en cuenta corriente se redujo al 0,9% del PIB desde el 2,7% en 2019 debido a una importante compresión de las importaciones y reducciones en los viajes al exterior y las remesas de ganancias. Las entradas de IED se redujeron aproximadamente a la mitad hasta los 34.100 millones de dólares, pero cubrieron por completo el déficit en cuenta corriente. Fitch espera un leve deterioro en 2021 dado el repunte del crecimiento proyectado.
Allfunds Blockchain, la rama tecnológica de Allfunds lanzada en septiembre de 2020, ha anunciado un acuerdo con ConsenSys, firma especializada en software ethereum, para impulsar la tecnología blockchain en la industria y en particular en la distribución de fondos.
Según explican desde Allfunds, históricamente, la operativa tradicional entre entidades financieras, intermediarios y sistemas de pagos ha sido compleja. Por ello considera que la llegada de la tecnología blockchain y su implementación puede revolucionar todos estos procesos y “reducir drásticamente” los tiempos de distribución, pero también la ejecución y liquidación de los vehículos de inversión, además de facilitar el cumplimiento de la normativa al proporcionar pistas de auditoría. “A la vez que proporcionar un sistema seguro para los diferentes agentes que participan de todo este proceso”, añaden desde la compañía.
A través de este acuerdo, ConsenSys y Allfunds Blockchain combinarán las soluciones técnicas de Allfunds y ConsenSys Quorum para impulsar la plataforma de la industria de fondos de Allfunds. Además, las compañías trabajarán de forma conjunta para desarrollar y fomentar aún más la Solución Técnica Blockchain de Allfunds, en combinación con ConsenSys Quorum, y un protocolo de código abierto para desarrollar con ethereum.
“Estamos encantados de asociarnos con ConsenSys para llevar esta revolucionaria solución blockchain a un mercado más amplio. Gracias a la experiencia de ConsenSys, los clientes de Allfunds Blockchain se beneficiarán de un producto blockchain verdaderamente único. Seleccionamos ConsenSys Quorum para ser nuestro protocolo de blockchain empresarial debido a su significativa adopción en blockchain empresarial y al continuo desarrollo y apoyo que ConsenSys proporciona. Este es otro paso importante en la evolución de apuesta por la tecnología de Allfunds Blockchain», explica Rubén Nieto, director general de Allfunds Blockchain.
Por su parte, Madeline Murray, jefa de producto de ConsenSys Quorum, ha destacado su satisfacción por la oportunidad de crecimiento que supone para la firma. “Estamos satisfechos del interés que ha supuesto el protocolo Ethereum empresarial de código abierto construido para simplificar el uso de blockchain empresarial. Esta asociación con Allfunds facilitará aún más la adopción global de blockchain para la industria de fondos y enriquecerá el ecosistema con innovaciones técnicas adecuadas para casos de uso de privacidad avanzados”, ha añadido.
Los fondos de gestión pasiva capearon la volatilidad del mercado en 2020. En opinión de Cerulli Associates, tal y como recoge en su último número de The Cerulli Edge-European Monthly Product Trends Edition, haber logrado lidiar con la volatilidad pone más presión para que los gestores activos ofrezcan rendimientos más atractivos y consistentes, y frenar la pérdida de cuota de mercado de los fondos de gestión activa.
Según contextualiza el documento, cuando se hizo evidente que el COVID-19 se estaba extendiendo por todo el mundo, los mercados mundiales de renta variable cayeron más de un 30% en marzo, lo que provocó una volatilidad sin precedentes para los fondos que siguen índices, así como para muchas inversiones pasivas. De hecho, ambos tipos de estrategias registraron salidas netas durante aquel mes, hace ya casi un año. Sin embargo, mientras que los fondos activos perdieron el 3% de los activos gestionados a principios de año, sus homólogos de gestión pasiva sólo perdieron el 1%, según los datos de Cerulli.
«Aunque las caídas del mercado bursátil a principios de 2020 pusieron a prueba las estrategias pasivas, la rápida recuperación de los mercados mundiales de renta variable eliminó el riesgo de que se produjera un éxodo hacia vehículos de gestión activa. Desde Cerulli esperamos que los fondos pasivos sigan ganando cuota de mercado en 2021″, afirma Fabrizio Zumbo, director asociado de análisis de gestión de activos y patrimonios en Europa de Cerulli Associates.
Los datos muestran que las entradas netas hacia fondos pasivos han aumentado de forma constante en los últimos años. En respuesta a esta tendencia, en lugar de enfrentar las estrategias activas a las pasivas en la construcción de carteras, la industria de inversión ha pasado a respaldar más ampliamente un enfoque que combina ambas. Sin embargo, los productos pasivos siguen ganando terreno, ayudados por un historial de rendimiento superior y la reducción de las comisiones.
Zumbo espera que la creciente demanda de inversiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) impulse la demanda de fondos tanto activos como pasivos. Los activos de los fondos ETFs ESG han crecido rápidamente en los últimos cinco años: de 2015 a 2019, los activos de fondos de inversión gestionados activamente crecieron a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 15%, los activos de fondos indexados crecieron a una tasa CAGR del 34%, y los activos de ETFs al 72%.
Además, en gran medida, los inversores institucionales han impulsado el crecimiento de los activos de inversión responsable en Europa. Según estimaciones Cerulli, desde 2015, el total de activos de ISR de inversores institucionales, incluidos los mantenidos en fondos de inversión y ETFs, ha crecido un 16,8% anual hasta superar los 5 billones de euros (6,7 billones de dólares). Respecto al mercado de inversión minorista, los fondos de inversión y los ETFs domiciliados en Europa superaron el billón de euros en activos ESG en agosto de 2020. Una tendencia de crecimiento que también está respaldada por las gestoras. De hecho, el 57% de los emisores de ETFs en Europa que Cerulli encuestó identificaron el desarrollo de productos de ETFs ESG como una prioridad principal de su negocio en los próximos dos años.
Desde la firma explican que las inversiones ESG han favorecido a los gestores activos, además su enfoque de integración de estos criterios está evolucionando pasando desde la simple exclusión a una interpretación más sistémica e integral. Esto sitúa la visión ESG en una posición nuclear dentro del negocio de gestión con ejemplos tan prácticos y concretos como la incorporación de estos criterios en la toma de decisiones de inversión o su empleo para evaluar riesgos o en la búsqueda de rentabilidad.
“Sin embargo, los fondos pasivos están ganando cada vez más terreno en este ámbito. Los activos de ETFs de renta variable ESG pasivos crecieron a una tasa CAGR del 32% desde 2015 hasta finales de 2019 y los activos de fondos de renta variable ESG de gestión activa lo hicieron al 17%, durante este mismo periodo”, destacan desde Cerulli.