El fenómeno de GameStop no supondrá el fin del actual mercado alcista en la bolsa

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Pixabay CC0 Public Domain. El fenómeno de GameStop no supondrá el fin del actual mercado alcista en la bolsa

Hace un par de semanas, las acciones a nivel mundial experimentaron una corrección en todos los sectores, reflejando la preocupación de que las recientes actuaciones de traders minoristas podrían sembrar el caos en el mercado. Hordas de operadores minoristas alentados por Reddit, a través de plataformas en línea gratuitas, asaltaron acciones que habían sido ampliamente vendidas en corto por inversores institucionales. Los precios de los valores en cuestión se multiplicaron en un abrir y cerrar de ojos. 

No hay nada como un mercado alcista de larga duración y una plataforma de trading innovadora para que una nueva generación de inversores vea la luz. Robinhood Markets Inc. ha democratizado la negociación de valores poniendo la inversión sin comisiones al alcance de todas y todos en unos pocos clics. Estos operadores millennials y de la generación Z no disponen individualmente de grandes capitales (al menos todavía), ya que la gran mayoría de los activos sigue en manos de los baby boomers, pero esto no les impide operar frenéticamente. 

¿Qué valoraciones se pueden extraer de todo esto? Principalmente, que algunos gestores de hedge funds long/short que a menudo recurren al apalancamiento, sufrieron grandes pérdidas, alimentando así especulaciones del mercado de que se verían obligados a reducir su exposición, lo que afectaría a las bolsas en general. 

A nuestro modo de ver, esto no es así. Desde Julius Baer no compartimos la idea de que este sea el fin del actual mercado alcista en la renta variable. Después del reciente movimiento al alza, los mercados se han vuelto vulnerables a una corrección. A nuestro parecer, los flujos y el posicionamiento se han vuelto demasiado optimistas a corto plazo. 

Este fenómeno se ha desarrollado tanto que los observadores del mercado ya hablan de una burbuja comparable a la madre de todas las burbujas: la que se produjo en vísperas del cambio de siglo. Pero una cosa es detectar los síntomas, y otra entender las causas. 

En primer lugar y con el máximo respeto, nos permitimos discrepar de esta opinión sobre una burbuja. Es cierto que los valores estadounidenses cotizan a múltiplos exigentes, pero en distinta medida con relación a los sectores y subsectores a los que pertenecen en los mercados. Quienes estén familiarizados con nuestro proceso de inversión, nuestra filosofía y nuestras opiniones, saben que entendemos la inversión como un juego relativo y que, por lo tanto, prestamos atención a las métricas y estimaciones de valoración relativas en lugar de absolutas. 

Lo cierto es que, con una prima de riesgo prevista del 4,5% para la renta variable, y con los tipos de interés a largo plazo descontados para retornar poco a poco al 2%, la valoración justa para el S&P 500 se sitúa en torno a los 3.400 puntos. Por tanto, nos encontraríamos con una sobrevaloración de aproximadamente el 12% sobre los niveles actuales, lo cual es estadísticamente insignificante. 

La fiesta terminará, pero no todavía. Las situaciones tienden a repetirse porque las nuevas generaciones siguen el mismo proceso de aprendizaje que sus predecesoras. El S&P 500, efectivamente, cotiza a 22 veces los beneficios de 2021. Mientras, el bono del Tesoro estadounidense a 30 años tiene una rentabilidad del 1,8% o, lo que es lo mismo, a 55 veces los beneficios

Los valores cotizados en la bolsa ofrecen una cobertura aceptable contra la inflación, pero no así los bonos nominales del Tesoro estadounidense. En mi humilde opinión, el activo más seguro de aquí a las próximas navidades es el bono del Tesoro estadounidense a 30 años, pero el activo más seguro para dentro de una década es el S&P 500.

Por eso, correcciones como la que se produjo hace un par de semanas constituyen evoluciones saludables que depuran las posiciones débiles y especulativas. Especialmente, las bolsas siguen respaldadas por tres factores: la amplia liquidez que ofrecen los principales bancos centrales, una buena temporada de resultados y la esperanza en la recuperación económica que ha de producirse gracias a las vacunas y a los estímulos fiscales. Como conclusión cabe destacar que no merece la pena adoptar una postura activamente defensiva en la asignación de activos ya que seguimos dentro del margen de error inherente a este complejo ejercicio que combina arte y ciencia llamado valoración

 

Tribuna de Yves Bonzon, Julius Baer Group Chief Investment Officer .

 

Biden, el mercado y el petróleo

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Pixabay CC0 Public Domain. Biden, el mercado y el petróleo

Lo expansivo de la política monetaria y fiscal, el fuerte crecimiento en la masa monetaria y el temor a perderse el rally han empujado al inversor profesional a incrementar el perfil de riesgo de su cartera, contagiándose en parte del populismo que ha invadido Wall Street.

Los gestores de fondos se apoyan en el argumento de la rentabilidad relativa (cuyo riesgo más claro explicamos aquí), usando las tasas de interés -artificialmente comprimidas por los grandes bancos centrales- para justificar múltiplos de valoración muy exigentes. Por su parte el inversor minorista se ve arropado por el “instinto de manada” que le proporciona Reddit y por la solidez de la tendencia alcista que comenzó en 2009 y que por fin le dio la confianza suficiente para aprovechar la oportunidad de entrar en 2020.

Eventos como el auge y caída de GameStop (y otros desgranados aquí), la rentabilidad de los bonos High Yield (USD) por debajo del 4% por primera vez en la historia de la serie, o la inclusión en el S&P 500 de los títulos de un fabricante de vehículos eléctricos que cotiza a más de 159x P/E 2022 y que acaba de invertir un buen pico de su tesorería en criptodivisas, muestran la pérdida de relevancia del análisis fundamental en las decisiones de inversión.

Establecer con una mínima exactitud la longevidad de este tipo de mercados es imposible, pero lo que sí nos muestra la historia es que son los eventos que obligan al inversor a ajustar su percepción del riesgo los que acaban por sacarle de su plácido sueño obligándole a volver a prestar atención a criterios mas tradicionales de selección de activos (valoración).

Muchas veces estas sorpresas son de carácter geopolítico; a pesar del nivel de especialización que ha alcanzado nuestra industria, al mercado sigue costándole descontar adecuadamente este tipo de sucesos. Como explica Marko Papic en su (muy recomendable y ameno) primer libro, Geopolitical Alpha, “las preferencias son una opción sujeta a restricciones, mientras que las restricciones ni son una opción ni están sujetas a preferencias”; los programas son deseos políticos que no siempre se cumplen y el no tener presente esta premisa ha llevado al mercado a tropezar recurrentemente (Grexit, Brexit, “Make America Great Again”, por poner algunos ejemplos recientes).

Con argumentos de sobra para apostar por un dólar a la baja y un desequilibrio demanda-oferta de petróleo en el medio plazo, el precio del barril de crudo puede ser un factor disruptivo para la bolsa si su precio sufre el impacto de imprevistos. 

En 2015 el gobierno de Obama decidió formar parte del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). Los estadounidenses buscaban diluir la presencia de tropas en Oriente Medio coincidiendo con la consecución de la “independencia energética” (en 2016 EE.UU. alcanzó la autosuficiencia en abastecimiento y en 2019 gozó por primera vez de un excedente de producción) y liberar recursos para enfrentar la amenaza comercial y militar que suponía el auge de China en el sudeste asiático. La firma del acuerdo tenía sentido político porque el americano medio se mostraba reacio a embarcarse en nuevos conflictos y militar porque la guerra de Iraq desgastó los apoyos de EE.UU., pero implícitamente asumía la hegemonía de Teherán al crearse un vacío de poder en el Golfo. 

En 2018 Trump abandonó el JCPOA e impuso nuevas sanciones buscando un trato más ventajoso, para él y sus socios. La preferencia de Biden es volver al status quo a pesar de haber adoptado dos iniciativas que pueden ser contraproducentes: eliminar a los hutíes que luchan en Yemen de la lista de organizaciones terroristas y suspender los apoyos a Arabia Saudí en la guerra yemení. 

Así, aumentan las restricciones para revivir el JCPOA. La alianza israelí-suní (Israel y los EAU, apoyados por los Acuerdos de Abraham), difícilmente aceptará ahora ningún tratado que ponga fin a las sanciones sin antes aumentar materialmente no solo los controles sobre el programa nuclear sino también sobre otras amenazas no-nucleares; estas dos decisiones facilitan a Irán ampliar su área de influencia (Iraq, Libia, Siria) a Yemen, que goza de una localización estratégica destacada en Oriente Medio, y ponen en alerta al gobierno de Netanyahu. La disminución de efectivos militares estadounidenses en la zona y lo avanzado del programa nuclear iraní complican aún más el acuerdo haciendo improbable que Irán incremente sus exportaciones en ~1,2 millones de b/d de crudo

Y llueve sobre mojado porque otras cuatro propuestas radicales del presidente demócrata pueden potenciar la inercia en el precio del petróleo

  • La orden ejecutiva que suspende el arrendamiento de terrenos de propiedad federal para la producción de petróleo y gas. 
  • La moratoria en el arrendamiento para extracción de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico de Alaska, revirtiendo la acción del Congreso tomada en 2017.
  • Suspensión de las autorizaciones relacionadas con los combustibles fósiles en tierra y en el mar durante 60 días.
  • Cancelación del programa Keystone XL, cuyo objetivo era poder trasladar 830.000 b/d de fuel pesado desde Alberta (Canadá) al medio oeste de EE.UU. para ser refinado y posteriormente exportado; en el medio plazo, menos oferta. 

Aunque los managers de las petroleras, entre otras las de mayor exposición a propiedad federal (ConocoPhillips, Occidental o EOG) se apresuraron para obtener nuevos permisos ante el cambio de gobierno, a medida que expiren los contratos de arrendamiento actuales y se ralentice la exploración, EE.UU. perderá anualmente más de 300.000 b/d de producción. Con el negocio de esquisto habiendo caído en volumen desde los máximos de 2017, y teniendo en cuenta que la gran mayoría de las importaciones estadounidenses provienen de Canadá (que exporta el 98% de su producción a EE.UU.), Biden se verá obligado a compensar -con riesgo- apoyándose en productores menos afines ideológicamente como Venezuela.

Petróleo

 

No olvidemos que la caída en producción de crudo los últimos 12 meses es comparable a la registrada en 2008 y se une al retiro de 1 millón de b/d de oferta instrumentado por la OPEC 2.0. 

Asimismo, el número de plataformas petroleras (295) es el más apretado de los últimos 11 años; esta serie es especialmente útil como indicador contrario de la tendencia en precio del barril al coincidir puntos de inflexión desde mínimos con fuertes recuperaciones en la cotización del WTI (mezcla West Texas Intermediate). Finalmente, la semana pasada los futuros sobre el petróleo que se entregará el próximo mes costaban ~5 dólares más por barril que los contratos para el crudo que cambiará de manos en marzo de 2022, la mayor prima para los contratos del primer mes desde el inicio de la pandemia y otro indicador adelantado de la dirección de la tendencia a corto plazo.

Por todo lo anterior, y si apuestan por un repunte en expectativas de inflación, además de oro y plata, el petróleo puede ayudarnos a compensar riesgos potenciales.

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Standard Life Aberdeen podría cambiar su nombre tras venderle a Phoenix Group su marca

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Pixabay CC0 Public Domain. Standard Life Aberdeen podría cambiar su nombre tras venderle a Phoenix Group su marca

Los medios internacionales apuntan a que Standard Life Aberdeen podría cambiar su nombre tras haber llegado a un acuerdo con Phoenix Group, que estaría dispuesto a comprar su marca, que tiene 200 años de antigüedad.

Aunque la gestora no ha confirmado esta información, la publicación International Investment indica que en los próximos días podría anunciarlo. Este acuerdo para vender el nombre Standard Life ampliaría el acuerdo que ambas firmas alcanzaron en 2018 y no tendría ningún tipo de implicación a nivel de negocio. Según señalan, el acuerdo formaría parte de una “reestructuración de su relación” y, además, la gestora se convertiría en “socio preferente” para la gestión de activos de Phoenix Group.

Standard Life Aberdeen vendió su rama de seguros a Phoenix en un acuerdo de 3.000 millones de libras en 2018, lo que además incluía una participación del 19,9% en Phoenix y una ampliación de la gestión de Aberdeen Standard Investments de unos 48.000 millones de libras en nombre de Phoenix.

Desde la citada publicación, matizan que “no se ha revelado cuánto pagará Phoenix por la marca Standard Life, o si SLA dará prioridad a una de las otras marcas existentes del grupo o creará un nuevo nombre por completo”.

BNY Mellon crea una nueva unidad de activos digitales bajo la dirección de Mike Demissie

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Pixabay CC0 Public DomainMike Demissie, responsable de la nueva unidad de activos digitales de BNY Mellon. . BNY Mellon crea una nueva unidad de activos digitales bajo la dirección de Mike Demissie

BNY Mellon se suma a la revolución de los activos digitales. La entidad financiera ha anunciado la creación de una unidad de negocio centrada en esta clase de activos para acelerar el desarrollo de sus capacidades y soluciones de inversión con el objetivo de atender las cambiantes necesidades de sus clientes. 

Según explica, se formará un “equipo interfuncional e interempresarial” dirigido por Mike Demissie, jefe de soluciones avanzadas de BNY Mellon. Actualmente, este equipo está trabajando en el desarrollo de un prototipo de plataforma de custodia y gestión de multiactivos digitales para clientes, lo que supondrá la primera herramienta de este tipo dentro del sector.

“BNY Mellon se enorgullece de ser el primer banco global en anunciar una propuesta que ofrezca un servicio que integra activos digitales. La creciente demanda de activos digitales por parte de los clientes, la madurez de las soluciones avanzadas y la mejora de la claridad regulatoria presentan una enorme oportunidad para que ampliemos nuestra actual oferta de servicios a este campo emergente. A la espera de nuevas evaluaciones y aprobaciones, esperamos comenzar a ofrecer estas capacidades innovadoras a finales de este año”, ha destacado Roman Regelman, CEO de Asset Servicing y responsable digital en BNY Mellon.  

 Por su parte, Mike Demissie, jefe de soluciones avanzadas de BNY Mellon, apunta que esta unidad tiene como objetivo ofrecer una infraestructura segura para transferir, custodiar y emitir activos digitales. “En consonancia con nuestro enfoque de arquitectura abierta, la unidad aprovechará la experiencia digital de BNY Mellon y las tecnologías desarrolladas por diversas fintech, así como otros colaboradores, para acelerar el desarrollo de productos y ayudar a que nuestros clientes aprovechen las mejores soluciones disponibles en el mercado”, ha matizado Demissie.

Desde la entidad matizan que la unidad de activos digitales se basará en los conocimientos digitales de BNY Mellon y en su sólida experiencia en servicios de inversión y gestión de inversiones. Aprovechando soluciones avanzadas como el blockchain, la tecnología detrás de los activos digitales, BNY Mellon mejorará la custodia y otros servicios de inversión.

“Permitir el uso de activos digitales es fundamental para transformar el futuro de los servicios de custodia. Construir el puente entre los espacios tradicionales y digitales creará un ecosistema de cara a apostar por la innovación. Nuestras capacidades de activos digitales deberían ayudar a evolucionar la forma en que opera la industria financiera, incluyendo la custodia, la gestión de garantías, la emisión, la gestión de inversiones y otros segmentos en los que BNY Mellon es un proveedor de servicios clave”, concluye Caroline Butler, jefa de Custodia de BNY Mellon.

El Año del Buey confirmará el crecimiento de China y el atractivo de su mercado de acciones clase A

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Pixabay CC0 Public Domain. El Año del Buey confirmará el crecimiento sostenible de China y el atractivo de su mercado de acciones clase A

¡Feliz Año Lunar del Buey (o Toro)! China arranca un nuevo año con perspectivas positivas gracias a la gestión de la pandemia y a la recuperación de su PIB, tras terminar 2020 como la única economía que se mantuvo en territorio positivo. Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), seguirá ganando terreno elevando su crecimiento hasta el 7,9%. ¿Qué pueden esperar los inversores del Año del Buey?

En primer lugar, las gestoras coinciden en que los inversores interesados en China deberán estar atentos a cómo evoluciona la recuperación económica, si habrá o no endurecimiento de las medidas por parte del Banco Popular de China y al comportamiento de la inflación. 

Para Lars Kalbreier, CIO en Edmond de Rothschild Banca Privada, el gigante asiático aprovechará su diferencial de crecimiento con los países occidentales para invertir y acelerar así su avance hacia el primer puesto en la economía mundial. En su opinión, hay cinco aspectos que explican el crecimiento del país: “Son relevantes: las áreas en las que China destacó durante la pandemia; el plan a cinco años vista del gobierno chino; los objetivos estratégicos a largo plazo: Plan «Made in China 2025» diseñado para crear 50 empresas líderes en industrias estratégicas; los beneficios de la nueva zona de libre comercio de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés); y los cambios a los que se enfrenta la sociedad china como, por ejemplo, el consumo digital”.

Un factor importante, en opinión de Jaime Raga, responsable de relación con clientes de UBS AM Iberia, es la mayor madurez empresarial. Según explica Raga, en 2020 surgieron nuevos modelos de negocios en China, nuevas compañías y muchas empresas han madurado porque, durante los últimos años, han usado dinero del capital privado para financiar el desarrollo de sus negocios. “Ahora estas son suficientemente maduras como para generar flujos de caja e ingresos y, están listas para cotizar en bolsa. Y, por lo tanto, durante 2021 esta tendencia continuará”, señala. 

Respecto a la gestión de la pandemia, el gran riesgo a vigilar este año, Guillaume Dhamelincourt, especialista en producto de JK Capital Management (grupo La Française), el objetivo de China sigue siendo similar al de 2020: eliminar todos los contagios nacionales, cueste lo que cueste. Por ello, está aplicando de nuevo medidas agresivas y estrictas sin tener en cuenta las celebraciones, el gasto interno o el crecimiento económico. Las olas de contagios de 2020 demostraron que este era el enfoque correcto para el país, ya que acortó la duración de la pandemia y permitió una rápida recuperación económica. Las autoridades esperan repetir este éxito este año.

Aunque China ha destacado por su gestión de la crisis, desde BNY Mellon IM señalan que el COVID-19 dejará importantes cambios en la sociedad china. “La creciente marea de crecimiento mundial probablemente impulsará aún más la economía china. Sin embargo, una vez que la marea se aleje, veremos todos los efectos de las tendencias preexistentes que se han acelerado gracias al COVID-19. En nuestra opinión, hay dos tendencias que probablemente tendrán el mayor impacto en la economía y la sociedad chinas a largo plazo: la desglobalización y la digitalización”, señalan en su último análisis.

Oportunidades en renta variable…

Según reconoce Kiran Nandra, especialista de Pictet AM, existe un mayor interés en las asignaciones a China de inversores deseosos de obtener una exposición «pura» a lo que se considera una clase de activos muy atractiva, que puede superar a muchas otras regiones.   “Por supuesto, en esta clase de activos hay empresas de valor poco apreciadas por el mercado. Es el caso de determinadas empresas financieras y algunos proveedores de servicios inmobiliarios.  Por otra parte, sabemos por experiencia que el mercado de acciones A de China puede llegar a sobrecalentarse. Así que nuestro consejo, especialmente para los nuevos inversores en este mercado, es la precaución. Hay empresas chinas excelentes, pero hay que mantener un ojo puesto en las valoraciones” afirma Nandra.

En opinión de Nicholas Yeo, director de renta variable china de Aberdeen Standard Investments, en un principio, el auge de China se vio impulsado por un repunte en la producción industrial: la producción de las fábricas abarca desde materiales tecnológicos y de comunicación para facilitar el trabajo desde casa hasta equipos de protección personal, como las mascarillas. Junto con las medidas de estímulo fiscal, esto precipitó una reactivación del consumo interno y de la inversión en activos fijos.

Esta fortaleza económica inherente está haciendo que el mercado de acciones clase A se haya convertido para el consenso en una apuesta positiva, lo que hace temer que se produzca una burbuja similar a la de 2015. La participación del inversor minorista local es elevada, al igual que la inversión mundial en acciones A a través del sistema de negociación Stock Connect. No obstante, los inversores aún pueden encontrar valor relativo en las acciones clase A. Con un PER forward (relación precio-beneficio a plazo) de 17 veces (basado en la previsión de beneficios para 2021), el índice MSCI China A Onshore cotiza por encima de su media histórica. Sin embargo, sigue teniendo un descuento del 40% con respecto al S&P500 en términos de precio valor en libros y es un 23% más barato en términos de PER. Estos niveles de valoración también parecen estar bien fundamentados, ya que el consenso sitúa las previsiones de crecimiento de beneficios para las empresas del índice MSCI China A Onshore cómodamente por encima de los dos dígitos”, explica Yeo. 

Según recuerdan los expertos Fidelity, el último Año Lunar del Buey, en 2009-2010, trajo consigo una escalada del 51% en el índice de referencia Shanghai Composite. En el ciclo anterior, en 1997-1998, la subida fue del 27%. “Obviamente, las rentabilidades pasadas no son un indicador fiable de los resultados futuros, pero ante el arranque de este nuevo lunar, varios serán los factores que coparán la atención de los inversores en los mercados chinos. El primero de ellos es que la amplia liquidez y la condición de China como país que primero entró y primero dejó atrás las consecuencias económicas de la pandemia del COVID-19 parece que contribuirán a sostener el sentimiento alcista en los mercados de cara a la primavera, tanto en el mercado interno como en Hong Kong. Sin embargo, cualquier repunte de las presiones inflacionistas -o un giro brusco hacia el endurecimiento monetario- podría atenazar a unos mercados que avanzan con fuerza”, explican Victoria Mio, directora de renta variable asiática,  Lynda Zhou, gestora de fondos de renta variable asiática, y Hyomi Jie, gestora de fondos de renta variable china, de Fidelity.

Y en renta fija

Los expertos de Allianz Global Investors (Allianz GI) coinciden en que las acciones A de China siguen beneficiándose de las tendencias positivas, que incluyen el creciente interés de los inversores y el nuevo gobierno estadounidense que puede reducir las tensiones. Pero también ve oportunidades en renta fija. “En China, y Asia en general, preferimos los bonos de menor duración y los valores highyield sobre los valores de grado de inversión”, afirman.

David Cheng, director de inversión en renta fija asiática de Schroders, también considera que los activos de renta fija son una oportunidad, en particular los bonos. “Los rendimientos absolutos de los bonos chinos en el extranjero se están negociando a sus niveles más atractivos en relación con los soberanos de los mercados desarrollados mundiales. Creemos que los bonos del gobierno chino, a un 3,25% aproximadamente, ofrecen un perfil de rentabilidad asimétrico para los inversores, con un margen de caída limitado, pero con potencial de apreciación de los precios. Los diferenciales de los bonos del gobierno chino se encuentran en sus niveles más amplios en comparación con los soberanos mundiales en los últimos 10 años, gracias a la fuerza de la recuperación económica del país tras la pandemia”, explica Cheng.

Ahora bien, Cosmo Zhang, analista de Vontobel Fixed Income Boutique, advierte sobre esta de activo: “Debido a la pandemia, el número de impagos de algunas emisiones de crédito chinas ha aumentado desde principios de noviembre del año pasado, lo que  desencadenó caídas en noviembre tanto en los mercados onshore como en los offshore. Como resultado, el total de impagos en 2020 podría ser mayor que en 2019, e impulsar el ratio de defaults de los bonos corporativos onshore de 2020 hasta más del 1,0% desde un 0,62% de 2019. Sin embargo, esta cifra sigue siendo inferior a la media mundial. Además, el riesgo es manejable y no supone una amenaza sistémica gracias a los abundantes recursos de los responsables políticos chinos. El hecho de que estos impagos se produzcan ahora un poco antes evidencia los esfuerzos del gobierno chino por aumentar la eficiencia y la transparencia del mercado en beneficio de la economía en general”.

ESG: el reto de China

Otro ámbito en el que los inversores pueden  esperar que China mejore este año es el de la energía verde, ya que China se ha comprometido a lograr la neutralidad de carbono para 2060. “Esta transición requerirá una inversión masiva en empresas que suministren energía renovable, baterías, vehículos eléctricos e infraestructuras relacionadas. Las empresas chinas ya son líderes mundiales en la cadena de suministro de energías renovables. Los fabricantes de aerogeneradores chinos representan el 26% de la capacidad mundial y los de baterías el 78%. Además, son responsables del 91% de la producción de placas de silicio para captar la energía solar. Creemos que los inversores deberían centrarse en los fabricantes de equipos y en las empresas que operan en la cadena de valor”, sostiene el director de renta variable china de Aberdeen Standard Investments.

A la hora de invertir en China, Sudhir Roc-Sennett, Responsable de Thought Leadership y ESG de Quality Growth (Boutique de Vontobel AM), advierte que cuando pensamos en factores ASG hay que prestar mucha atención a este país, sobre todo en su lucha contra el cambio climático y el efecto que es va a tener en su economía y en los mercados globales.

Es probable que 2021 sea un año de progreso espectacular para la ASG, impulsado por la mejora de los datos.  Algunos cambios serán más visibles que otros. Uno de los que debería destacar por encima de los demás en términos de escala y visibilidad es el de China y su reciente promesa de reducir masivamente sus emisiones de gases de efecto invernadero.  A medida que los costes asociados a la ignorancia de la sostenibilidad se hacen cada vez más visibles, parece que los problemas estructurales básicos se están abordando por fin, gracias a la mejora de los datos”, apunta Roc-Sennett.

Jim Cielinski (Janus Henderson): “Puede haber límites para los estímulos fiscales porque demasiado de algo bueno puede tener repercusiones negativas”

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Después de la sacudida sufrida en el primer semestre del año pasado, la crisis del COVID-19 se dejará sentir por años. Según explicó Jim Cielinski, responsable global de renta fija en Janus Henderson Investors, nos encontramos ante un cambio de paradigma, en el que se dan muchos extremos que no se habían contemplado con anterioridad.

En primer lugar, los bancos centrales siguen mostrando un papel principal en la determinación de los precios de los activos, con una gran cantidad de liquidez en circulación, a la vez que los niveles de inflación siguen siendo muy bajos. En segundo lugar, los rendimientos de los bonos soberanos se encuentran en niveles mínimos, mientras que, el nivel de endeudamiento y de déficits a nivel global no había sido tan elevados desde la Segunda Guerra Mundial. Por último, por la parte del crédito corporativo, los diferenciales de la deuda están muy comprimidos, en comparación con el estado de sus balances financieros.

El nivel global de endeudamiento

Los confinamientos han provocado una explosión en los niveles de deuda gubernamental. El porcentaje de deuda que mantienen los países se ha disparado tanto en las economías desarrolladas como en las de los mercados emergentes. Sin embargo, estos altos niveles no sirven para predecir el comportamiento del mercado. Por ejemplo, existe una narrativa que defiende que las tasas de interés deben subir porque la oferta de bonos es muy alta, pero tal vez, los rendimientos deban seguir bajando porque un alto nivel de deuda se asocia generalmente a un lento crecimiento.

Si se tuviera que comparar el panorama actual con algún otro escenario pasado, éste sería más parecido al que el mundo se enfrentó después de la Crisis Financiera Global, cuando la deuda global se disparó, pero no se pudo reducir tan rápidamente por un menor nivel de crecimiento. Las economías necesitaron más deuda y prosperaron con esa deuda. Los inversores deberán acostumbrarse a un nivel de endeudamiento más alto y a lo que esto significa para los mercados: es más probable que los rendimientos se mantengan bajos, que experimenten subidas.

Existe una correlación negativa entre los niveles de deuda -representada por el porcentaje de deuda frente al PIB- y el rango de rentabilidades de los bonos gubernamentales a 10 años. Unos altos niveles de deuda suelen estar asociados con unos niveles más bajos de rendimientos. Por ejemplo, Japón ha creado unos altos niveles de apalancamiento, a la vez que la rentabilidad de sus bonos se encuentra entre las menores a nivel global.

Pero un alto nivel de apalancamiento es solo la mitad de la historia, la otra mitad viene explicada por un alto nivel de déficits. Los déficits se crean porque existe una demanda insuficiente, es decir, son la imagen opuesta del ahorro privado. Cuando la población ahorra más y no gasta lo necesario para que una economía crezca sin intervención, los gobiernos incrementan sus déficits para contrarrestar su efecto. El año pasado, las rentabilidades se desplomaron al mismo tiempo que se estaban emitiendo unos niveles de deuda récord. Esto indica que hay un claro exceso de ahorros y que mientras ese exceso exista, las rentabilidades seguirán siendo bajas.

La política fiscal y su contribución al crecimiento del PIB

La proporción y la escala de la actuación que se ha visto en materia de política fiscal no tiene precedentes en la historia. En Estados Unidos, quizá el ejemplo más llamativo, se espera que, la intervención del principal programa lanzado en los meses de abril y mayo de 2020, además de los 900.000 millones de dólares adicionales en estímulos en el cuarto trimestre del pasado año, contribuya de forma positiva al crecimiento del PIB.

Asimismo, el programa propuesto por la administración de Biden, que está en proceso de discusión en estos momentos, podría incrementar todavía más el efecto de los estímulos fiscales sobre la economía. Si finalmente este nuevo paquete de estímulos es aprobado, inicialmente, se podrá ver una reacción positiva en los activos de riesgo y un ligero repunte en las tasas de rentabilidad de los bonos.

Sin embargo, Cielinski cree que podría haber límites para los estímulos fiscales y que “demasiado de algo bueno” puede tener repercusiones negativas. Los ingresos perdidos en la crisis se han reemplazado con políticas fiscales y si los ingresos regresan a la vez que se promueve un enorme estímulo adicional, puede que un exceso de estímulo fiscal sea difícil de digerir para los mercados. En el caso que estas políticas fiscales tengan éxito y logren arrancar de nuevo el crecimiento, al año siguiente podría darse un abismo fiscal y la contribución al crecimiento se desvanecería muy rápido. Esto representaría una señal de preocupación para los activos de riesgo. Por eso, el experto sostiene que una cantidad menor de estímulos, separados en el tiempo y centrados en restaurar la demanda del sector privado sería un mejor paquete para los mercados en el medio plazo.

Las tasas de interés y las expectativas sobre los tipos han convergido y colapsado

La crisis de la pandemia del COVID-19 ha ejercido una presión cíclica y estructural sobre los tipos, pero queda muy poca prima de riesgo. Las rentabilidades de los bonos soberanos a dos años en Alemania y Japón se encuentran en terreno negativo, mientras que la deuda soberana estadounidense y australiana se encuentra en niveles muy cercanos a cero. Mientras que los indicadores de los tipos implícitos (o forward) a cinco años en cinco años se encuentran en terreno negativo para Alemania y en un rango comprendido entre 0 y 2 para Japón, Estados Unidos y Australia. Las rentabilidades no muestran signos de recuperación en un horizonte a medio plazo.

Algunas personas sostienen que no se debería comprar bonos porque la inflación o el crecimiento están a punto de comenzar a crecer. En cambio, Cielinski no cree que estas sean necesariamente las razones por las que los rendimientos de los bonos deberían subir. Una de las razones por las que Cielinski cree que los bonos no son especialmente atractivos en la parte más conservadora del mercado de bonos es porque no se está cotizando suficiente prima de riesgo por la incertidumbre en estos bonos y los mercados se vuelven menos atractivos cuando no hay prima de riesgo. Puede que se llegue a conseguir inflación y crecimiento, pero si no hay prima de riesgo incorporada en los activos, de nuevo, esto serían señales de preocupación para el experto.

La liquidez produce inflación solo cuando es excesiva

La inflación podría crecer en este año, pero no de forma persistente. La liquidez está en todas partes, pero no infunde una rápida creación de crédito o una enorme demanda privada. El año pasado, conforme se sustituyeron ingresos con una mayor oferta monetaria, la población incrementó sus ahorros. Un mayor nivel de ahorros lleva a unas tasas de interés menores, que en contrapartida llevan a unos mayores ahorros para poder llegar a un determinado nivel de renta. En la opinión de Cielinski, probablemente se vea un incremento en la velocidad del dinero por la cantidad del estímulo monetario, pero, en resumen, esta inercia es la contraria a lo sucedido el año pasado y no es necesariamente altamente inflacionaria.

¿Siguen teniendo sentido los fundamentales del crédito?

El apalancamiento del crédito corporativo se encuentra en niveles récord. En cambio, los diferenciales de la deuda son cada vez más bajos. Las dos principales medidas de calidad crediticia, el nivel de apalancamiento y el ratio de cobertura de los intereses de la deuda, no han ofrecido unas buenas métricas en los 12 últimos meses y siguen ofreciendo una tendencia negativa, mientras que los diferenciales están cada vez más comprimidos. Ante este escenario, muchos inversores se preguntan si existe una desconexión entre el mercado de deuda y la economía real. Para Cielinski, la respuesta es que estamos a punto de ver una reversión en esta tendencia, los fundamentales están a punto de mejorar con el respaldo de las políticas monetarias. Esta es la razón por la que el crédito corporativo sigue siendo razonablemente atractivo, aunque los diferenciales seguirán comprimiéndose.

En la búsqueda de unos rendimientos más elevados

Los bonos corporativos con grado de inversión siguen siendo caros. Los diferenciales de la mayoría de los bonos en la parte con mayor calidad crediticia se encuentran en sus niveles históricos de compresión. Sin embargo, aunque los diferenciales de la deuda high yield y de mercados emergentes están más comprimidos que sus valores medios, pero no se encuentran en sus extremos. Por lo que el valor se encuentra en la parte con más riesgo de la curva, en un entorno inusual de bajos tipos de interés y alta liquidez.

Mirabaud AM formaliza la adquisición de una plataforma logística en Estados Unidos

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Pixabay CC0 Public Domain. Bankinter Investment cierra la compra de la plataforma de activos Montepino a CBRE Global Investors a través de una nueva socimi con clientes del banco

Mirabaud Asset Management ha adquirido unas instalaciones logísticas ubicadas en Houston (Texas) que, en la actualidad, están arrendadas a una reconocida compañía de comercio electrónico. Esta operación ha contado con el asesoramiento de EXAN a una sociedad de gestión de propiedades inmobiliarias comerciales e institucionales estructurada por Mirabaud AM para sus clientes internacionales.

Según detalla la gestora, la plataforma ha sido adquirida por 108 millones de dólares a Duke Realty Corp., con sede en Indiana. La plataforma Katy Logistics, un centro logístico de última generación de 94.000 metros cuadrados, está ubicada en Houston y alquilada en su totalidad y hasta 2033 a la mayor empresa de comercio electrónico del mundo. Y apunta que se trata de una instalación esencial para la operativa de su arrendador y cuenta con un diseño óptimo que satisface sus necesidades logísticas. Se encuentra ubicada en la zona de mayor crecimiento de Houston, a tan solo 15 minutos del centro de la ciudad, proporciona empleo a 1.600 trabajadores y distribuye 40.000 paquetes al día. 

Esta operación responde a la intención de Mirabaud AM ampliar su consolidada cartera inmobiliaria con la adquisición de activos logísticos y oficinas que cuenten con un único arrendatario en mercados clave de Estados Unidos. En esta iniciativa se enmarca su asesoramiento para la adquisición de tres propiedades en este país desde 2019. El equipo de inversiones inmobiliarias sigue centrándose en bienes fundamentales y de gran calidad en regiones que registren tendencias demográficas y económicas positivas, con arrendatarios que invierten y con contratos de alquiler a largo plazo. 

En relación a esta operación, Vaqar Zuberi, director de Mirabaud Asset Management, ha señalado: “La plataforma Katy Logistics constituye un activo de primera clase en un mercado clave de Estados Unidos, y está alquilada a una empresa mundial de comercio electrónico con un gran crecimiento. Estamos satisfechos de haber formalizado esta adquisición para beneficio de nuestros clientes, y seguiremos apostando por el desarrollo de nuestra cartera inmobiliaria institucional con propiedades industriales y de oficinas similares y de gran calidad”. 

Mirabaud ha contado en esta operación con la asesoría de EXAN, King & Spalding, EY y Elvinger Hoss Prussen. Por su parte, New York Life Real Estate Investors ha proporcionado la financiación hipotecaria. Según destaca la gestora, actualmente, su equipo de bienes inmobiliarios está compuesto por un ecosistema de expertos en materia de estructuración, fiscalidad, aspectos jurídicos, de diligencia y gestión de propiedades. Su socio principal es EXAN, firma de gestión de activos inmobiliarios con más de 2.500 millones de dólares en activos gestionados y que asiste y asesora a Mirabaud en todo el proceso de adquisición y gestión.

Roland Rott, nuevo director de análisis de inversión sostenible y ASG del Grupo La Française

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Foto cedidaRoland Rott, director de análisis de inversión sostenible y ASG del Grupo La Française.. Roland Rott, nuevo director de investigación de inversión sostenible y ASG del Grupo La Française

El Grupo La Française ha nombrado a Roland Rott director de análisis de inversión sostenible y ASEG. Esta decisión se enmarca dentro de la estrategia ASG que el Grupo comenzó a desarrollar en 2008 y que en 2014 le llevó a crear su centro de investigación ASG multiactivo, recientemente rebautizado como La Française Sustainable Investment Research (LF SIR). 

Como director de análisis de inversión sostenible y ASG, Roland Rott seguirá trabajando en estrecha colaboración con Laurent Jacquier-Laforge, director global de inversiones sostenibles del Grupo La Française, en la definición y aplicación de la estrategia ASG del grupo.

Además, junto con un equipo de cinco analistas ASG, lidera las actividades de investigación en materia de inversión sostenible, así como aquellas comprometidas con este tipo de inversiones. Además, es responsable de los datos y las metodologías ASG, de la dirección de los proyectos de cambio ASG y de la participación en el desarrollo y la comercialización de productos ASG con los equipos de inversión y distribución de todas las entidades del grupo

Rott se incorporó al Grupo La Française en 2016 y fue ascendido a director general del centro de investigación ASG en 2018. Según destaca la entidad, bajo su liderazgo, La Française Sustainable Investment Research, con sede en Londres, se ha convertido en el centro de conocimiento del grupo en materia de inversión sostenible, abarcando todas las clases de activos: renta variable, renta fija y valores inmobiliarios.

«De ahora en adelante, me ocuparé de nuestra investigación sobre inversiones sostenibles y en de la estrategia de inversión sostenible de las compañías del Grupo La Française. En los últimos dos años, el equipo de LF SIR ha sido fundamental en el diseño de soluciones de inversión ASG y ha desarrollado un conjunto de herramientas propias de gestión del riesgo climático y ASG, que seguiremos ampliando para todas las clases de activos», ha destacado Roland Rott, director de análisis de inversión sostenible y ASG del Grupo La Française.

Por su parte, Laurent Jacquier-Laforge, director de inversión sostenible del Grupo La Française, ha explicado: “El nombramiento de Roland como director de investigación de inversión sostenible y ASG para el Grupo La Française asegura la consistencia en la calidad de la investigación proporcionada a nuestros equipos de gestión de carteras. Además, la contribución de Roland será fundamental para transformar con éxito los fondos abiertos de La Française AM en una gama de productos 100% sostenibles para finales de 2022”.

Actualmente, el Grupo La Française gestiona más de 10.000 millones de euros (dato a 31 de diciembre de 2020) en inversiones sostenibles, incluidas todas las clases de activos.

El mercado global de diamantes mostró una fuerte resiliencia frente a la crisis

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Pixabay CC0 Public Domain. El mercado global de diamantes muestra una fuerte resiliencia frente a la crisis

Los diamantes siempre son un acierto, no solo para regalar este fin de semana con motivo del Día de San Valentín, sino también para invertir ellos. Según el último informe de Bain & Company, la industria de los diamantes sufrió durante la crisis generada por la pandemia global del COVID-19, pero también fue el mercado de lujo personal que mejor se recuperó y que mostró mayor resiliencia. 

Los bloqueos, las restricciones de viaje y la incertidumbre económica hicieron que las ventas de joyas de diamantes cayeran un 15% en 2020, y la mayor parte de la caída se produjo en el primer y segundo trimestre. Pero frente al cierre de tiendas, las ventas minoristas de diamantes dieron un giro en línea y se beneficiaron de los consumidores que no podían gastar en viajes o en experiencias eligiendo joyas de diamantes. La demanda volvió durante el cuarto trimestre, culminando con una fuerte temporada navideña en todo el mundo”, explica el documento en sus conclusiones. 

La industria demostró su resistencia frente a una recesión económica a medida que los consumidores continúan viendo su valor. El impulso fue gracias a las ventas de joyas navideñas, particularmente en los EE. UU., y China, que experimentaron un aumento del 5% al 10% y del 15% al 20% en el cuarto trimestre, respectivamente, año con año. Se espera que las joyas de diamantes tengan un mejor rendimiento que el mercado mundial de lujo personal en 2020, con solo una caída del 15% en comparación con una disminución del 22% en el lujo. 

Según recoge el informe, la producción de diamantes en bruto continuó su tendencia a la baja, cayendo a 111 millones de quilates. Después de alcanzar un máximo de 152 millones de quilates en 2017, la producción de diamantes en bruto ha disminuido en aproximadamente un 5% por año. En 2020, la producción disminuyó un 20% en comparación con los niveles de 2019. A pesar de los cambios, la combinación de diamantes se mantuvo en gran parte constante, con diamantes medianos y grandes que representan el 25% del volumen de producción en quilates, pero alrededor del 70% al 80% ciento en valor en dólares estadounidenses.

“En 2020, la industria de los diamantes en su conjunto se benefició inesperadamente ya que los consumidores que no podían gastar en experiencias o viajes utilizaron esos fondos para artículos como diamantes, que se consideran una inversión física tangible. Nuestra investigación encontró que más del 75% de los consumidores tienen la intención de gastar la misma cantidad o más en joyas de diamantes que antes de la crisis, lo que indica una conexión emocional fuerte y continua con la historia de los diamantes”, explica Olya Linde, socia de Bain & Company de la Práctica de Energía y recursos naturales. 

Además, el documento ha identificado algunas tendencias clave, como por ejemplo que los principales mercados para las joyas con diamantes son Estados Unidos y China. “Los consumidores siguen valorando las joyas de diamantes como un regalo deseable y un elemento clave del matrimonio. En la encuesta de 2020 de Bain sobre la confianza del cliente, los consumidores estadounidenses dijeron que las joyas y los relojes se encuentran entre los cuatro principales regalos que les gustaría recibir; los consumidores de China e India los clasificaron entre los dos primeros. En los EE.UU., China e India, entre el 60% y el 70% de los encuestados cree que los diamantes son una parte esencial del compromiso matrimonial”, apunta el informe.  

En este sentido, la sostenibilidad y el consumismo social influyeron cada vez más en las decisiones de compra de diamantes, siendo el impacto social la principal preocupación de sostenibilidad para los consumidores estadounidenses. En China e India, los consumidores se preocupan más por la preservación del medio ambiente, las cadenas de suministro libres de conflictos y la huella de carbono. 

La segunda de las tendencias detectadas es el aumento de las ventas online. El COVID-19 ha acelerado la convergencia de los canales en línea y fuera de línea, lo que obligó a los minoristas a reorganizar las operaciones y reorientar la experiencia de participación del cliente. En 2020, hasta el 20% de las ventas minoristas de diamantes se realizaron online (en comparación con el 13% en 2019). “A pesar de este aumento y una fuerte preferencia por la investigación online antes de realizar compras, casi todos los consumidores (90%-95%) todavía prefieren comprar diamantes en tiendas físicas, sin embargo, los canales digitales siguen siendo fundamentales para las estrategias omnicanal de los minoristas. Los consumidores valoran la oportunidad de ver y tocar las joyas, y se benefician del asesoramiento en persona y otros servicios personales. La participación en línea de las ventas de joyas de diamantes sigue siendo baja en comparación con otros productos de lujo y de consumo”, señala en sus conclusiones.

Una industria flexible y resiliente

Otra de las observaciones que realiza en el informe es que la flexibilidad ayudó a los actores de la industria a “capear la tormenta”. Cuando comenzó la crisis del COVID-19 en la primera mitad de 2020, las principales empresas mineras cancelaron las ventas y permitieron a los clientes posponer las compras. Esta respuesta ayudó a los jugadores de midstream a capear lo peor de la tormenta. Sin embargo, los inventarios upstream de diamantes en bruto crecieron a 65 millones de quilates al final del tercer trimestre, antes de disminuir debido a las ventas del cuarto trimestre a 52 millones de quilates, o 17% más al nivel de inventario de finales de 2019.

El COVID-19 provocó cambios estructurales en la industria del diamante que la ayudarán a recuperarse de la recesión. Debido a la crisis, los inventarios midstream se encuentran en niveles saludables y están mejor alineados con la demanda de los consumidores. Hay más asociaciones entre los actores upstream y midstream con respecto a la tecnología, las estrategias de comercialización y el marketing. Se creó una cadena de suministro más transparente y habilitada digitalmente en los segmentos de diamantes en bruto y pulidos, y vemos nuevos enfoques innovadores para la participación del cliente. Bain es optimista: estos cambios ayudarán a la industria a salir de la crisis en una posición más fuerte”, explica.

Por último, y sobre las perspectivas para 2021, el informe de Bain & Company señala que la mayoría de los mineros informaron una mejora de entre un 5% y un 8% en los precios y las ventas de los diamantes en bruto en enero, mientras que, además, los principales mineros mantuvieron una política de ventas flexible que contribuyó a un sólido comienzo de 2021. 

La perspectiva de la consultora es que el mercado minorista de joyería de diamantes de China se recuperará a principios de 2021, mientras que otros países desarrollados alcanzarán niveles prepandémicos en 2022-2023. La recuperación minorista en los países emergentes seguirá un año después. Además, advierte que todavía hay mucha incertidumbre económica por delante: “La crisis actual podría ser más severa que la de 2009 y es posible que se produzca una recesión doble. No se espera una recuperación total y un retorno a la trayectoria histórica de crecimiento hasta 2022-2024. Tres factores afectarán el ritmo y la forma de la recuperación: epidemiología, respuesta de la política gubernamental y respuesta de los consumidores”.

“La industria del diamante ha mostrado una notable agilidad frente a una crisis y el ritmo del cambio se ha acelerado. A lo largo de la cadena de valor de los diamantes, los jugadores se han adaptado rápidamente y los consumidores de joyas de diamantes han demostrado que valoran el producto final y están dispuestos a invertir en él, incluso en tiempos difíciles. Esperamos que la industria se recupere y salga más fuerte de la tormenta», concluye Ari Epstein, director ejecutivo de AWDC.

US Small & Mid-Caps: el latido de la economía estadounidense

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Gonzalo Binello, responsable de la región de América Latina en Schroders, y Malcolm Melville, gestor de la estrategia Schroders AS Commodity Fund. VIS con Schroders

Si bien las acciones de gran capitalización suelen acaparar los titulares, las empresas de pequeña y mediana capitalización son las que en realidad representan el latido de la economía estadounidense. Así lo explicó Bob Kaynor, Head of US Small and Mid-Cap Equities en Schroders, en un nuevo Virtual Investment Summit que contó con la presencia de William M. Gambardella, Head of Offshore Solutions en Morgan Stanley Wealth Management Global Investment Office (GIO), como moderador.

En su gestión, Schroders limita el universo de empresas de pequeña y mediana capitalización estadounidenses a aquellas compañías cuya capitalización bursátil se encuentra entre los 300 millones de dólares -una capitalización menor a esta cifra supone aceptar una cantidad significativa de riesgo de liquidez- y los 12.000 millones de dólares (12 billones en nomenclatura anglosajona). Estos límites son flexibles, pues la composición de los índices de referencia cambia cada año, pero se podría decir que la media ponderada se encuentra sobre los 7.000 millones de dólares (o 7 billones).

“Con una menor concentración por acciones y sectores que en el índice S&P 500, es realmente en las empresas de pequeña y mediana capitalización donde se puede sentir un ligero optimismo conforme la economía comienza a reabrirse”, explicó Bob Kaynor.

Las valoraciones

Las empresas de pequeña y mediana capitalización están cotizando en unos múltiplos de 21x sobre los beneficios y en torno a 16x sobre los beneficios esperados. Estas cifras pueden parecer razonables teniendo en cuenta el nivel actual de los tipos de interés. Pero se trata de un universo diversificado, por lo que hay varias oportunidades para encontrar empresas e industrias que van a experimentar un crecimiento diferenciado al que puedan estar señalando las acciones de gran capitalización. 

En la opinión de Kaynor, los rendimientos que se obtuvieron el pasado año se explican a partir de una expansión en los múltiplos gracias a los significativos programas de estímulos monetarios y fiscales anunciados. Si bien los mercados han anticipado una recuperación en los ingresos, de cara a 2021 y 2022 es muy importante que estas expectativas se cumplan porque no se puede esperar unos rendimientos elevados con una ausencia de beneficios.

El foco en la economía doméstica

Cuando se examina la composición de los ingresos del universo de empresas de pequeña y mediana capitalización, alrededor de un 22% de los ingresos procede de otras regiones frente al 33% del índice S&P 500.

Estados Unidos tiene una economía global. Incluso en el segmento de empresas de mediana y pequeña capitalización, muchas de las empresas seleccionadas por Schroders en su estrategia desarrollan parte de su negocio de forma internacional. En consecuencia, la debilidad o fortaleza del dólar podría tener un cierto impacto en su actividad. No obstante, en líneas generales, este segmento tiene un mayor foco en la economía doméstica que en la economía global. Cuando un inversor asigna una parte de sus activos en este universo está realmente apostando por una mejora en la economía estadounidense.

Los efectos de la administración Biden

Nos encontramos en un entorno en el que las políticas monetarias y fiscales en Estados Unidos están trabajando de forma conjunta para obtener una recuperación tanto en los activos financieros como en la economía real. Conforme nos adentramos en 2021, para llegar a la reapertura de la economía, se necesitaría realizar una transición del apoyo de las políticas monetarias y fiscales al crecimiento real.

Según Kaynor, se podría argumentar que las políticas fiscales promueven la inflación y los sectores cíclicos. Estos estímulos podrían favorecer al universo de las acciones de pequeña y mediana capitalización, pues al contrario de lo que sucede en el S&P 500, no depende tanto de un grupo reducido de acciones con unos múltiplos altamente elevados que se benefician del crecimiento secular para determinar los rendimientos del índice de referencia.

La concentración de los índices de gran capitalización

Cuando se examina el índice S&P 500, las cinco mayores acciones por capitalización bursátil -las también llamadas “FAMAG”, Apple, Microsoft, Amazon, Facebook y Alphabet (Google)- representan cerca del 25% de su capitalización total. En cambio, cuando se exploran los índices de referencia para el universo de pequeña y mediana capitalización, las cinco mayores acciones tienen un peso del 2,5%.

Un inversor en renta variable estadounidense de gran capitalización necesita tener exposición en esas cinco acciones. Mientras que en el mercado de pequeña y mediana capitalización existe un riesgo muy pequeño si no se tiene exposición a alguna de las acciones que componen el universo.  El sector tecnológico representa un 15% del índice de referencia, pero ese porcentaje se duplica en el universo de gran capitalización. Las empresas US Small and Mid Caps presentan un sesgo mayor hacia los sectores industrial, de bienes de consumo y financiero -con exposición a bancos regionales-, de nuevo, sectores más cercanos a la actividad real de la economía estadounidense.

Un balance entre riesgo y valor

Este universo permite gestionar el riesgo añadiendo al mismo tiempo valor. Si se examinan los rendimientos ajustados al riesgo en un horizonte a largo plazo, se puede observar que ofrecen una mayor rentabilidad en relación con la volatilidad adicional en la que incurren que en cualquier otra parte del mercado. En las empresas de pequeña capitalización existe un mayor riesgo en compensación por la exposición al dinamismo que se está buscando al invertir en ellas. Los inversores de este segmento deben tener una mayor tolerancia a este riesgo. Conforme nos movemos hacia empresas de mediana capitalización, el mercado muestra un cierto grado de ineficiencia, sin necesidad de tomar una cantidad de riesgo excesiva, existe la oportunidad de identificar alfa y todavía se puede gestionar el riesgo de la cartera dada la naturaleza diversificada del universo.

El sector industrial es el sector con más peso dentro del índice y probablemente el segmento donde se presenten más oportunidades. A medida que la economía se recupere, habrá un incremento del gasto en infraestructura y en bienes de capital, invirtiendo en la mejora de las cadenas de suministros o los procesos de automatización de las fábricas. Esto repercutirá en estas empresas con rendimientos basados en la economía real en lugar de en la economía financiera.

El sector tecnológico

En el sector tecnológico tienen una preferencia por las empresas productoras de semiconductores en contraste con las empresas de software de un rápido crecimiento, en las que con unos múltiplos de valor de empresa por ingresos (EV/R) de 18x, no tienen tanto atractivo.

Históricamente, las empresas semiconductores eran percibidos como la parte cíclica del sector tecnológico mientras que las empresas de software eran percibidas como las de crecimiento secular.  Con una mayor presencia de los semiconductores en los procesos automatizados de otras industrias, como, por ejemplo, la automovilística o de telecomunicaciones, esta percepción está cambiando.

 

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