Janus Henderson Group ha anunciado el nombramiento de James Lowry (J.R.) para el nuevo cargo de director global de Operaciones. La gestora destaca que Lowry cuenta con más de 25 años de experiencia, y se incorpora a la firma desde State Street, donde ha ocupado el cargo de director de Operaciones de State Street Alpha, la división de la plataforma de gestión de inversiones front-to-back de State Street.
Según indican desde la gestora, James Lowry se incorporará a la firma el 1 de octubre de 2021, estará basado en Londres y reportará a Dick Weil, CEO de Janus Henderson. Además, como parte de su nuevo cargo, James Lowry supervisará las operaciones, la tecnología, la gobernanza y la arquitectura de los datos, la gestión del cambio y la supervisión estratégica de los proveedores. Reforzará aún más el equipo de liderazgo, en la entrega de la excelencia operativa y la transformación. Además, James se unirá al Comité Ejecutivo de la empresa.
«Estamos encantados de dar la bienvenida a James Lowry a nuestra firma, su sólida experiencia en la transformación tecnológica y sus excepcionales habilidades para la mejora de procesos acelerarán aún más nuestro objetivo de lograr la Simple Excellence para nuestros clientes», ha destacado Weil. Por su parte, James Lowry ha comentado: «Estoy encantado de unirme a una empresa con una reputación impecable de excelencia y verdadera orientación al cliente. En mi nuevo puesto me centraré en ofrecer procesos innovadores para seguir mejorando los marcos existentes y utilizar mi experiencia en operaciones y tecnología para construir la próxima generación de modelos operativos centrados en los datos y en el cliente».
Invesco ha anunciado el lanzamiento de Invesco USD High Yield Corporate Bond ESG UCITS ETF, un nuevo ETF que ofrecer exposición a los mercados de bonos corporativos de alto rendimiento con características medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) mejoradas.
Según destaca la gestora, con este lanzamiento amplía su oferta pasiva de “coste competitivo” para los inversores que deseen incorporar criterios ESG en sus carteras. Laure Peyranne, Directora de ETFs para Iberia, LatAm y US Offshore en Invesco, explica «Si empezamos a analizar la clase de activos en general, vemos que el entorno actual podría favorecer la toma de riesgo de crédito en lugar de la duración para los inversores en renta que deseen un aumento de la rentabilidad, especialmente si la inflación sigue aumentando las perspectivas de subidas de tipos de la Fed. Una fuerte recuperación económica también apoyaría normalmente a los activos de riesgo como el alto rendimiento. La siguiente consideración se refiere a la sostenibilidad, y el panorama que pronostican los flujos de inversores es real. En los primeros seis meses del año, el 73% de los flujos netos hacia los ETFs de renta fija fueron hacia fondos que incorporan filtros ESG».
El índice Bloomberg Barclays MSCI USD High Yield Liquid Corporate ESG Weighted SRI Bond Index seguido por el ETF de Invesco tratará de aumentar la exposición global a aquellos emisores que demuestren un sólido perfil ESG. En este sentido, la gestora explica que se incluyen: los valores que tengan una calificación MSCI ESG inferior a BB o que no tengan calificación; que se hayan enfrentado a controversias muy graves relacionadas con cuestiones ESG en los últimos tres años o que no tengan una puntuación MSCI ESG Controversy Score; que estén relacionados con el alcohol, el entretenimiento para adultos, las armas controvertidas, las armas convencionales, los organismos genéticamente modificados, las armas de fuego, las armas nucleares, la energía nuclear, las arenas bituminosas, el carbón térmico, el tabaco; o que sean de emisores de mercados emergentes. “A continuación, se asigna a cada uno de los valores componentes elegibles una puntuación ESG utilizando las métricas de MSCI”, explican desde la gestora.
Según señala, esta puntuación ESG se aplica entonces para reponderar los valores elegibles a partir de sus ponderaciones naturales como resultado del tamaño nocional del bono, para construir la ponderación del índice. Los emisores tienen un límite del 5% para reducir el riesgo de concentración.
“Creemos que los inversores, el medio ambiente y la sociedad en su conjunto deberían tener la oportunidad de beneficiarse del aumento de las oportunidades de invertir de forma más responsable. Los ETFs ofrecen a los inversores una mayor posibilidad de expresar sus principios al tiempo que cumplen con sus objetivos financieros, no sólo en su asignación de renta variable, sino cada vez más en otras clases de activos, especialmente la renta fija. Esperamos que esta tendencia continúe en los próximos meses y años”, añade Peyranne apuntó:
Este ETF es la última incorporación a la creciente gama ESG de la empresa. Invesco lanzó el primer ETF de bonos corporativos en libras esterlinas del mundo con un perfil ESG mejorado y está en proceso de lanzar su décimo segundo ETF ESG de renta variable. Además, entre sus últimos lanzamientos, se encuentra un ETF que se centra en las empresas que impulsan la transición hacia la energía limpia.
Sébastien Malafosse se incorpora a Edmond de Rothschild Asset Management como gestor de fondos de renta variable y cogestor del Edmond de Rothschild Fund Healthcare junto con Adeline Salat-Baroux. Según ha explicado la gestora, estará ubicado en las oficinas de París y depenerá de Christophe Foliot y Jacques-Aurélien Marcireau, codirectores de renta variable.
Sébastien es especialista en salud y es cogestor, junto a Adeline Salat-Baroux, del Edmond de Rothschild Fund Healthcare, un fondo con sello ISR Label con cerca de 500 millones de euros bajo gestión. El equipo de salud también incluye a Bartlomiej Szabat-Iriaka, que es doctor farmacéutico y tiene un máster en finanzas por la EM Lyon Business School, como analista. El sector de la salud ha estado en el punto de mira durante meses debido a la pandemia del COVID-19, pero también se beneficia de los motores de crecimiento estructural, ofreciendo numerosas oportunidades de creación de valor.
Este profesional cuenta con casi 15 años de experiencia como analista de ventas en el sector sanitario. Pasó casi 9 años en ODDO BHF, donde dirigió el equipo de investigación farmacéutica. Anteriormente, trabajó en Bryan, Garnier & Co, cubriendo empresas de mediana capitalización en el sector sanitario. De 2007 a 2010, fue analista de salud, especializado en acciones farmacéuticas y biotecnológicas en Natixis Securities. De 2018 a 2020, Sébastien fue director ejecutivo de finanzas corporativas en ODDO BHF, donde participó en numerosas operaciones de financiación de biotecnología y tecnología médica. Sébastien se graduó en la Escuela de Negocios ESSEC y estudió farmacia en la Universidad de París V.
«Estamos encantados de dar la bienvenida a Sébastien Malafosse, un profesional reconocido que cuenta con gran experiencia en las principales empresas de análisis de renta variable. Su profundo conocimiento de los mercados y del sector sanitario dará un nuevo impulso en beneficio de nuestros inversores, al tiempo que reforzará nuestras estrategias temáticas de renta variable. De este modo, seguimos construyendo un centro de experiencia en renta variable líder en el sector sanitario», ha destacado Benjamin Melman, Global CIO Asset Management, tras anunciarse este nombramiento.
La renta variable europea está liderando las clasificaciones en lo que va de año, aunque por poco. Con el proceso de vacunación cogiendo ritmo en el viejo continente, ¿hará buen tiempo por fin para la renta variable? Es difícil de creer, pero este mes se cumple el noveno aniversario del famoso discurso de «lo que sea necesario», de Mario Draghi.
Esas tres simples palabras terminaron con la crisis de deuda del euro, salvaron la moneda única y de alguna manera ayudaron a restaurar la credibilidad del Banco Central Europeo después del mandato de Trichet. Sin embargo, lo que se esperaba que fuera un punto de inflexión en la suerte de Europa no resultó así. Durante gran parte de los últimos diez años, las bolsas europeas se han quedado considerablemente rezagada frente a sus homólogos estadounidenses.
Sin embargo, los inversores le han otorgado a Europa el beneficio de la duda. Afortunadamente, la UE se está poniendo al día en el despliegue de la vacuna y después de años de baja rentabilidad, la renta variable europea está ganando impulso. Principalmente por tres motivos. Por un lado, los inversores se han sentido atraídos por una mayor exposición de Europa a los sectores cíclicos y value. Las acciones europeas tienden a coger impulso en la recuperación global y a tener un buen comportamiento en la fase ascendente del ciclo. El abandono del growth en favor del value también está ayudando a impulsar los valores europeos, con una mayor ponderación de los sectores financiero y energético, los dos más rentables en lo que va de año, con una subida del 20% y el 30% respectivamente.
Por otro lado, las acciones europeas cotizan muy por debajo de su promedio a largo plazo frente a la renta variable mundial. Por supuesto, parte de esta situación se debe a lo que puede describirse como valoraciones elevadas en los EE.UU., y en la tecnología en particular, donde Europa sólo tiene una exposición limitada. No obstante, hay más value en el conjunto de Europa. Y por último, debido a la magnitud del desplome de los beneficios el año pasado, las estimaciones de los analistas pronostican que las ganancias europeas crecerán cerca del 40% este año. Algunas casas como UBS prevén una tasa de crecimiento del 50%, frente a un crecimiento todavía impresionante, pero más sosegado, del 25% en Estados Unidos.
Éstas son las buenas noticias, pero ¿qué viene después? Creemos que la combinación de un fuerte impulso de los beneficios, unas valoraciones más bajas y la naturaleza más cíclica se traduce en más potencial de revalorización para la renta variable europea a medida que continúe la reapertura de las economías. Dicho esto, sigue enfrentándose a muchos desafíos. A falta de una reforma radical (que parece poco probable), la realidad a la que se enfrenta Europa es que parece que seguirá siendo la región de crecimiento más lento entre sus pares, China y EE.UU.
Entretanto, la Comisión Europea desplegará durante este mes de julio su bazooka de 750.000 millones de euros en forma de paquete presupuestario para la pandemia, con los planes de gasto de Portugal y España recién aprobados. Hasta la mitad de este fondo se destina a dos áreas principales: digitalización e iniciativas verdes. Desde el punto de vista de los inversores, esto acelerará el ritmo de las inversiones con criterios ESG, incluyendo las empresas que se benefician de las iniciativas de energías renovables y de la eficiencia energética de los edificios. Por ejemplo, Siemens y Vestas podrían beneficiarse del aumento del uso de turbinas eólicas. Por su parte, Iberdrola, muy centrada en las energías renovables, y la constructora francesa Saint Gobain, que implementa mejoras en las infraestructuras, y las «casas sostenibles» también podrían salir ganando. En cuanto a la digitalización, cada vez es más importante la actualización de las redes 5G en toda Europa. Empresas europeas como Ericson y Nokia son pioneras en esta tecnología.
En general, al observar los flujos de fondos de renta variable, los inversores han favorecido masivamente a EE.UU., y la mayor parte de los flujos se ha dirigido a la renta variable estadounidense, renta variable global y mercados emergentes. Hasta hace muy poco, Europa se encontraba rezagada. Sin embargo, la diferencia en las valoraciones es cada vez más evidente desde la crisis del coronavirus. La renta variable europea es claramente más barata que la estadounidense (donde gran parte del optimismo ya ha sido descontado) y es menos susceptible a los temores de inflación que han agitado los mercados últimamente, dada la relativa escasez de los sectores más afectados, como el tecnológico.
Tribuna elaborada por Brian O’Reilly, responsable de estrategia de mercado de Mediolanum International Funds Limited (MIFL).
«Cuando se trata de inmuebles, hay tres criterios que importan: ubicación, ubicación y ubicación». Aunque no se conoce con seguridad el origen real de esta tan repetida frase (la primera constancia escrita data de 1926, en un anuncio del Chicago Tribune1), su veracidad sigue tan vigente como cuando se pronunció la primera vez. Nadie discute que la ubicación física es uno de los principales determinantes de la inversión en bienes inmuebles.
Pero más allá de la ubicación y algunos otros factores, existen también criterios clave al asignar capital al sector inmobiliario. La inversión en el mercado inmobiliario privado puede instrumentarse por varios medios: ya sea a través de la titularidad directa de edificios o recurriendo a diversos tipos de vehículos de renta variable privada inmobiliaria. Los inversores también pueden optar por las acciones inmobiliarias cotizadas en bolsa (empresas propietarias de inmuebles que obtienen ingresos a través de la titularidad, la compraventa y el desarrollo de activos inmobiliarios que generan rentabilidad). A la hora de asignar capital al sector inmobiliario cotizado, optar por un enfoque pasivo (adquirir un índice de empresas inmobiliarias cotizadas) o activo (invertir en una cartera más selectiva) es otra decisión importante. A medida que cada vez más inversores fijan sus ojos en el sector inmobiliario cotizado, resulta conveniente explorar algunos factores clave dentro de esta clase de activos relativamente joven y en expansión.
Consideraciones sobre clases de activos
Es importante analizar las múltiples partes que componen este universo. La clase de activos del sector inmobiliario cotizado se compone de cientos de empresas que poseen miles de activos físicos representativos de docenas de tipos de inmuebles en todo el mundo. Cada una de estas variables lleva asociado su propio conjunto de características de oferta y demanda, algunas de las cuales son mucho más favorables para los propietarios que otras. Las empresas inmobiliarias cotizadas son vehículos de una escala considerable, y sus equipos directivos pueden captar e invertir capital con criterios oportunistas según lo consideren apropiado. Con frecuencia se especializan en un único tipo de inmueble y emplean equipos directivos muy experimentados con conocimientos relevantes sobre el sector inmobiliario privado y las acciones cotizadas.
El sector inmobiliario comercial se subdivide en dos categorías: «principal» («core«), que incluye locales comerciales, oficinas, edificios residenciales multifamiliares e industrial, y «secundaria» («non-core«). La categoría «secundaria» ha registrado un crecimiento considerable en los últimos 20 años (véase el gráfico 1) y ha ampliado significativamente el abanico de tipos de inmuebles disponibles para la inversión. Ejemplos de esto son los edificios comerciales de un solo inquilino, los activos inmobiliarios experienciales, las torres de telecomunicaciones, los centros de datos, los alquileres residenciales unifamiliares, el autoalmacenamiento, el espacio para laboratorios, las casas prefabricadas y el inmobiliario sanitario.
Los inmuebles «secundarios» han superado a los «principales» a largo plazo2, aunque las rentabilidades pasadas no son promesa ni garantía de rentabilidades futuras. La intensidad operativa y la naturaleza granular (es decir, un número más reducido de inmuebles, cada uno de un valor extremadamente alto) de muchos tipos de inmuebles «secundarios» implica que las carteras pueden tardar años, cuando no décadas, en reunirse y requerir considerables conocimientos para gestionarlas. Estos tipos de negocios son muy difíciles de replicar, y se ajustan perfectamente a un horizonte de inversión largo y a un acceso continuo al capital, dos rasgos típicos de los mercados bursátiles.
Temas clave
Esta es una clase de activos que ofrece riesgos y oportunidades interesantes y cambiantes. Creemos que existen tres consideraciones que deberían figurar en los primeros lugares de la lista al analizar el abanico de oportunidades.
1. ¿Inversión activa o pasiva?
Es posible invertir en el sector inmobiliario cotizado de forma pasiva y adquirir un índice apropiado. O hacerlo a través de una cartera gestionada activamente de empresas inmobiliarias cotizadas. Creemos que el segundo enfoque es más pertinente para una clase de activos especializada que, en nuestra opinión, requiere conocimientos específicos y altas dosis de selectividad.
El sector inmobiliario cotizado ofrece un gran universo de inversiones a partir del cual los gestores activos pueden seleccionar grupos enfocados de empresas en función de los fines perseguidos. Este alto grado de selectividad es, en nuestra opinión, esencial dada la dispar naturaleza de la clase de activos y la importancia del análisis de valoración. Las empresas inmobiliarias cotizadas poseen activos tangibles que pueden ser valorados utilizando las herramientas de valoración tradicionales de las acciones (modelos de múltiplos de beneficios, descuento de flujos de caja, crecimiento de los dividendos), o bien técnicas de valoración del mercado privado (observación de ventas comparables, previsiones de la tasa interna de rentabilidad). Mediante este enfoque dual, los gestores inmobiliarios activos pueden formarse una perspectiva bastante aproximada del valor intrínseco. Los gestores hábiles pueden utilizar esta perspectiva razonada junto con la liquidez diaria de las acciones para explotar potenciales anomalías en los precios del mercado. Esto reviste particular importancia dada las amplias dispersiones en rentabilidad que existen entre las distintas acciones y dentro del sector (véase el gráfico 2).
2. Un panorama cambiante
Lo que ha funcionado en el pasado (tipos de inmuebles fuertemente representados en los índices) podría no ser lo mismo que funcione en el futuro. Un ejemplo de tendencia en curso con potencial disruptivo es la demografía; dicha tendencia está llevando a un giro en las opciones de vivienda preferidas por los baby boomers y los millennials. Otra es la digitización de casi cualquier aspecto de la vida; que conduce a que un creciente porcentaje de las operaciones comerciales tengan lugar en línea, lo cual impulsa un crecimiento exponencial del tráfico de datos y del consumo, y genera un impacto sobre la decisión de dónde vivir y trabajar (véase el gráfico 3).
Estas tendencias pueden hacer que algunos tipos de inmuebles «principales», en particular las oficinas y los locales comerciales, afronten más retos que nunca, mientras que otros, como almacenes, torres de comunicaciones y propietarios de viviendas especializadas, se están beneficiando del viento a favor. Es importante, asimismo, plantearse tipos de activos menos convencionales que podrían no estar aún incluidos en los índices de referencia. Aplicar un enfoque que permita la identificación de, y el acceso a, estos nuevos y crecientes tipos de inmuebles es clave para la inversión en el sector inmobiliario.
«Creemos que la inversión en índices de referencia es como conducir con los ojos en el espejo retrovisor. Hay tendencias dinámicas que están reconfigurando nuestra forma de vivir, y es importante modelar las carteras de activos inmobiliarios cotizados con visión de futuro».
3. El ESG no puede automatizarse
La integración eficaz de los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) en la construcción de una cartera inmobiliaria requiere aplicar juicio y subjetividad. Existen muchos proveedores terceros que intentan clasificar cuantitativamente a las empresas inmobiliarias en función de parámetros ESG. La práctica falta de acuerdo entre estos proveedores sobre qué parámetros medir y sobre si una empresa concreta es «buena» o «mala» en un determinado pilar ESG resulta un reto (véase el gráfico 4). En nuestra opinión, esta es otra clave que apoya el argumento a favor de un enfoque activo donde puede aplicarse la selectividad.
El análisis ESG probablemente no arrojará conclusiones tan definitivas como el análisis de un balance, dados los considerables retos de comparar empresas que operan en sectores distintos. Dentro del sector inmobiliario, para que tenga sentido, una comparación de los principios ESG entre diversas empresas cotizadas requiere un profundo conocimiento de la cartera inmobiliaria de la empresa, su asignación de capital, los incentivos de su equipo directivo y el grado de supervisión ejercido por su órgano de administración. La selección de específicos criterios ESG inmobiliarios también debe contemplar las enormes diferencias operativas que existen entre los distintos tipos de inmuebles y mercados. En un sector especializado como el inmobiliario, cada empresa tiene singularidades únicas a evaluar y no existe un conjunto estándar de parámetros de presentación de informes. Todo esto significa que la construcción de carteras que incluya una consideración racional de los factores ESG probablemente seguirá siendo un reto, salvo que se haga de manera activa. En nuestra opinión, si se aborda adecuadamente en función de criterios sensatos, la integración del ESG en la construcción de la cartera puede llevar a una rentabilidad significativamente superior.
En resumen, creemos que «ubicación, ubicación, ubicación» sigue siendo una verdad irrefutable al invertir en el sector inmobiliario, ligada al hecho de que la localización de un inmueble probablemente sea el único de sus aspectos que no pueda cambiarse. Existen, sin embargo, importantes formas de modificar el enfoque inversor hacia la clase de activos, y el inmobiliario cotizado constituye una vía en rápido desarrollo para capturar las diversas y apasionantes oportunidades disponibles.
Tribuna de Guy Barnard, Tim Gibson y Greg Kuh, gestores de cartera en Janus Henderson Investors.
Anotaciones:
1 Fuente: The New York Times Magazine, «Location, Location, Location», 26 de junio de 2009.
2 Fuente: Bloomberg Real Estate Property Type Indices. Rentabilidades totales acumuladas del 31 de marzo de 2006 al 31 de marzo de 2021. La rentabilidad histórica no constituye una garantía de rentabilidad futura.
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Los titulares del ámbito sanitario han empeorado los últimos días, con un estancamiento en el ritmo de las inoculaciones relativo a la población, mientras que los contagios suben rápidamente (el promedio de siete días de nuevos casos aumentó un 70% en los EE.UU. sólo en la última semana) en virtud de una variante más agresiva en su propagación, y los gobiernos comienzan a reimponer restricciones, aunque de menor calado. La situación no es comparable en gravedad a lo sucedido en 2020, aunque para el inversor existe el riesgo que conllevan la complacencia y unas valoraciones que se sitúan cerca de los niveles máximos.
El mitigante que en la segunda mitad del año pasado aportaron los avances farmacéuticos en el desarrollo de las vacunas no ayudará en esta ocasión, porque esos tratamientos ya forman parte de nuestra realidad. Así, se espera que, sumando la producción de todos los laboratorios, en 2021 se podrán alcanzar los 10.000 millones de dosis fabricadas. Al menos en los países desarrollados, a estas alturas quien no se ha inoculado es porque no tiene intención de hacerlo y asume el riesgo de exposición sin intención de cambiar su estilo de vida. De hecho, los titulares podrían volverse en contra de los intereses de los inversores: de acuerdo a este artículo de The New York Times, la vacuna COVID de Jansen sería mucho menos eficaz contra las variantes delta y lambda, haciendo recomendable que las personas tratadas con este producto obtengan un refuerzo ARNm (Pfizer o Moderna).
En EE.UU. más del 47% de los habitantes en condados con mayoría demócrata están totalmente vacunados, mientras que el porcentaje en zonas que votaron republicano en las últimas presidenciales desciende a solo un 35%. De hecho, de los 3.143 condados registrados en EE.UU., un millar presenta una proporción de población inmunizada entre el 25% y el 35%; no obstante, se siguen retirando medidas para controlar la escalada en infecciones.
Las ganas de dejar atrás lo vivido en 2020 y de recuperar la normalidad en el trabajo y en el ocio quedan de manifiesto en las guías de Netflix para el tercer trimestre (que anticipan “solamente” 3,5 millones de nuevos subscriptores netos, muy por debajo de los cinco millones por los que apostaba el consenso) y en la pérdida de interés de los minoristas en “jugar a los videojuegos” con las inversiones en bolsa, un hecho evidenciado en el anuncio de Robinhood o de Schwab, que reportaba una caída del 28% en volúmenes negociados. El ciudadano de a pie parece asumir la convivencia con el virus, como demuestran los comentarios de los laboratorios Roche, que destacan un pico en el volumen de ventas de pruebas COVID.
Por eso, en principio, el impacto de la variante delta no debería ser significativo sobre el consumo o la economía. Sin embargo, todo dependerá de la contundencia con la que las autoridades vuelvan a instaurar protocolos para frenar el avance de la nueva cepa. En este sentido, la recomendación de volver a utilizar mascarilla en los casinos de Las Vegas (con independencia del estado de vacunación) y en ciudades como San Francisco o Los Ángeles debería pasar desapercibida para los inversores, que sí prestarán más atención a segundas derivadas de actuaciones como la cancelación de varios eventos en Hollywood, el cierre de comercios no esenciales en Sídney (Australia), la decisión en el Reino Unido de exigir cuarentena de diez días a todos los visitantes franceses sin considerar si han recibido o no la inyección, el estado de emergencia en Tokio o la alerta elevada por la CDC (Centre for Desease Control & Prevention) a estadounidenses con planes de viajar a las islas británicas. El ruido también puede afectar a la confianza del ciudadano, puesto que la advertencia de «una pandemia entre los no vacunados» y el auge de noticias que apuntan a la correlación entre hospitalizaciones, muertes y ciudadanos no inmunizados podría trastocar de nuevo planes de vacaciones, de ocio y de consumo en general.
Quizá en esta ocasión utilizar la excusa del COVID para explicar el errático comportamiento de activos financieros registrado la pasada semana, tan manida desde el año pasado, esté más justificada. La explosión en nuevos contagios coincidiendo con el Liberty Day en Reino Unido después de la final en Wembley es un toque de atención para el resto del mundo, que abandona con rapidez las políticas de contención y se lanza a disfrutar de las vacaciones de verano.
Los agentes de mercado parecen estar alerta por el impacto que la incidencia de la cepa delta pueda tener sobre el -hasta ahora- excelente desempeño macroeconómico, aunque las empresas en las que invierten lanzan mensajes de tranquilidad: United o EasyJet restan importancia al efecto de la nueva ola de contagios en sus negocios mientras American Airlines contrata más pilotos y Carnival Cruise Lines pone en servicio más cruceros para atender la creciente demanda.
Esa mayor vigilancia de los inversores es cada vez más evidente. La “sonrisa” en la serie de rentabilidades del bono del Tesoro de EE.UU. es una imagen calcada de la curva de nuevos casos confirmados de enfermos por COVID en Reino Unido, foco principal de la variante delta. En la bolsa lo enfatiza el comportamiento de una cesta de valores con temática pandémica relativo a otra de reapertura (que recoge las 10 acciones estadounidenses con menor/mayor rentabilidad los primeros tres trimestres de 2020; Tesla, Nvidia o Etsy en la parte larga y United, Carnival o Diamondback en la corta) o en la correlación del índice de títulos de cruceros, aerolíneas y hoteles con la caída en la rentabilidad del bono Tesoro 10 años, que venimos comentando en nuestras dos últimas columnas.
La preocupación respecto a un frenazo en actividad económica ha empujado a los gestores a compensar sesgos cíclicos acumulando en acciones que se benefician del aplanamiento en la curva (tecnología, REITs, consumo cíclico o salud) y a mover posiciones hacia EE.UU., donde la construcción de los índices y la calidad y liquidez de las empresas que los componen protegen más los portafolios. Cabe destacar asimismo que la correlación en ventanas de 30 días entre el S&P 500 y el MSCI Global (ex EE.UU.) se ha desplomado hasta lecturas negativas y los ratios tecnología/energía, crecimiento/valor y bolsa EE.UU. /bolsa Euro se han beneficiado de la escalada en contagios.
Analizando la situación con perspectiva, caídas más profundas asociadas con la evolución de variantes del virus deberían ser compradas en tanto en cuanto las vacunas ARNm sigan demostrando efectividad (como es el caso para delta). El mercado de renta variable se ha mantenido prácticamente plano los últimos cuatro meses.El índice MSCI ACWI registra hoy $100,6, comparado con un $99,15 el pasado 15 de abril.
Esta consolidación está permitiendo -de acuerdo con nuestro indicador de tolerancia al riesgo- depurar el exceso de euforia mostrado a principios de año, facilitando un nuevo estirón alcista de cara al cuarto trimestre; el repunte de la TIR hacia el 2% continuaría dando ventaja a la renta variable, que a pesar de estar cara en términos absolutos se muestra superior a la renta fija en base a una prima de riesgo de 3% para EE.UU. y de cerca de 5% para mercados desarrollados excluyendo EE.UU.
El rebote en el dólar ha propiciado un sentimiento más optimista por parte de los traders, que ahora están largos sobre el billete verde; no obstante, técnicamente la foto es de sobrecompra y fundamentalmente el deterioro en el ámbito fiscal y un menor diferencial en tasas reales sugieren un reinicio en la tendencia bajista, que beneficiaría a acciones globales vs S&P 500.
En resumen, todo indica que el mercado se ha vuelto a pasar de frenada una vez más. La TIR del bono EE.UU. no refleja con fidelidad un fondo macro donde -a pesar de una deceleración en crecimiento e inflación- los niveles absolutos se mantendrán elevados respecto a los registrados los últimos 10 años.
Si estamos en lo cierto respecto a un repunte en la pendiente de la curva (algo que hemos defendido las últimas semanas y que sería natural a tenor de unas tasas reales que se ubican ya donde las veíamos en los años 70), el viento a favor debería volver a impulsar la cotización de los sectores más cíclicos.
El Consejo de Gobierno revisó ayer sus indicaciones sobre la orientación futura de los tipos de interés “con el fin de subrayar su compromiso con el mantenimiento de una orientación de política monetaria persistentemente acomodaticia para cumplir su objetivo de inflación”. Con estas palabras, el comunicado del Banco Central Europeo (BCE) se aleja aún más de la retirada de estímulos y recalca su posición dovish.
La esperada reunión de julio ha dejado pocas novedades, cumpliendo las expectativas que las gestoras señalaban. Según los analistas de Banca March, la principal novedad fue el cambio del forward guidance sobre los tipos de interés para adaptarla a la nueva estrategia presentada por el BCE hace escasas semanas en la cual recordamos que el objetivo de inflación pasó a ser simétrico al 2%. “Con esta nueva orientación, antes de que se produzca el primer incremento de los tipos de interés, será necesario que se proyecte una inflación en el 2% a un horizonte cercano y que se mantenga en esa cota de manera sostenida. Es decir, el BCE ha alejado la expectativa de la primera subida de tipos teniendo en cuenta sus actuales previsiones macroeconómicas: la valoración actual del escenario macroeconómico del BCE dibuja una actividad que está rebotando con fuerza en los trimestres centrales del año, pero que el repunte de la inflación está basado en elementos transitorios que en 2022 se habrán desvanecido”.
En cuanto al futuro de los programas de compras de activos, el segundo gran tema que tenía sobre la mesa, el BCE dejó pocas pistas. “Por el momento seguirán y solamente sería después del verano el momento en el cual parece que la autoridad monetaria debatirá el futuro de estas herramientas -recordamos que está previsto finalizar el PEPP en marzo de 2022-. Cabe esperar que el BCE adecue en la parte final de este año el ritmo de compras del programa de cara a una estrategia de salida, o bien incrementar la importancia del APP, otro programa, para facilitar así una reducción suave de las compras netas de activos que ahora realiza cada mes a través del PEPP”, explica Banca March en su último análisis.
Hasta aquí las claves de la reunión de ayer, ahora toca comprender qué significan y cuáles son sus implicaciones. En opinión de Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, la nueva orientación futura reafirma la política monetaria acomodaticia durante un largo periodo de tiempo, “lo que en sí mismo es un viento de cola para los activos de riesgo”. En este sentido, el gestor observa que “los cambios en la orientación futura de los tipos de interés se ajustaron en general a las expectativas”, pero que “la cuestión de cómo prevé el BCE alcanzar un objetivo aún más ambicioso con las mismas herramientas y configuraciones de siempre sigue sin respuesta”.
“No es de extrañar que la nueva interpretación del mandato del BCE se parezca preocupantemente a la anterior con un bonito lazo. Se ha modificado la declaración de forma muy semántica, pero la realidad es que el BCE sigue previendo un enorme déficit de inflación en el horizonte de la política monetaria y, sin embargo, no aporta nuevas herramientas o cambios de política para intentar cerrar esta brecha. Lo mejor que puede hacer el BCE es seguir comprando bonos en cantidad suficiente para aplastar a cualquier justiciero tentado, mientras espera que de alguna manera la realidad estructural cambie. La esperanza no es una gran estrategia. La reacción inicial del mercado expresó una sensación de confusión sobre qué hacer con todas estas nuevas palabras. Desde entonces, los bonos y los diferenciales se han consolado con la ausencia de cualquier sugerencia de que las compras de activos vayan a desaparecer”, añade James Athey, director de inversiones de Aberdeen Standard Investments.
Para Ulrike Kastens, economista europeo en DWS, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, hizo especial referencia a la brecha que aún prevalece en comparación con los niveles anteriores a la crisis. “Las incertidumbres causadas por la propagación de la variante Delta también pueden suponer un riesgo. El BCE sigue una política de mano firme. Sin embargo, es probable que los debates sobre esta cuestión estén en la agenda en septiembre, cuando se publiquen las nuevas proyecciones”, apunta.
A vueltas con la inflación
En este sentido, según Esty Dwek, Head of Global Market Strategy de Natixis IM Solutions, se está evidenciando una “falta de consenso sobre cómo avanzar en el nuevo objetivo de inflación”, pero, dejando este hecho a un lado, considera que “el resultado de este nuevo objetivo de inflación implica una política acomodaticia durante más tiempo, lo que es positivo para los mercados y para los periféricos”.
En opinión de Ario Emami, gestor de fondos de renta fija europea de Fidelity International, la clave fue el énfasis en las proyecciones de inflación y en qué sería necesario que ocurriera para que el Consejo de Gobierno se planteara endurecer la política monetaria. “La declaración insistió, al igual que la Lagarde durante la rueda de prensa posterior, en que la política monetaria seguiría siendo muy expansiva hasta que la inflación haya alcanzado el 2% mucho antes del final del horizonte contemplado en las proyecciones y de forma persistente durante el resto de dicho periodo. Lo interpretamos como un mensaje muy expansivo, considerando que, para que la inflación en Europa alcance el 2% antes del final del horizonte contemplado en las proyecciones y para que se mantenga ahí de forma duradera, harían falta de 2 a 3 años de inflación a un 2% antes de que el BCE pueda justificar una postura de política monetaria más restrictiva”. Para Emani, esto plantea un reto de primer orden a la vista de que la dinámica de la inflación sigue siendo muy débil en la zona euro, donde el IPCA se ha mantenido persistentemente por debajo del umbral del 2% y “ha defraudado sistemáticamente las previsiones del BCE durante muchos años”.
Por su parte, Jai Malhi, Global Market Strategist en JP Morgan Asset Management , añade: «Sin nuevas herramientas que ayuden a alcanzar el nuevo objetivo, el principal ajuste ha sido un cambio en la orientación futura, reforzando el compromiso del Consejo de Gobierno de mantener una política muy fácil hasta que la inflación haya subido de forma sostenible. El nuevo lenguaje aclara a los inversores el grado de proximidad de la inflación al cumplimiento de los criterios, pero también sirve para subrayar la naturaleza gigantesca de la tarea que tenemos por delante. Tan grande es el reto para el banco central de alcanzar su objetivo que estará dispuesto a dejar que la inflación se caliente para asegurarse de que llega allí, aunque los catalizadores para tal rebasamiento siguen siendo mucho menos obvios».
La lectura que hace Patrice Gautry, economista jefe de Union Bancaire Privée (UBP),es que “la inflación no asusta al BCE”, que “seguirá siendo agresivamente acomodaticio”. Considera que la brecha entre la inflación proyectada en 2023 (1,4%) y el objetivo del 2% es tal que se podría haber esperado una declaración más «agresiva» sobre las compras del banco central, y por qué no una extensión ni de la duración ni de las cantidades de la PEP o la APP; pero esto se pospone para la próxima reunión de septiembre donde se presentarán las nuevas proyecciones económicas.
“Si bien el panorama de los bancos centrales se está fracturando entre aquellos que ya están subiendo tipos (América Latina), reduciendo sus compras o no cambiando su estrategia, el BCE se está inclinando a favor de una política todavía extremadamente acomodaticia: así, para 2023 , mientras que la Fed y otros bancos centrales estarán en proceso de subir sus tipos clave, la baja inflación en la zona euro obligaría al BCE a permanecer acomodaticio y volverse aún más agresivo a muy corto plazo”, matiza Gautry.
La “digestión” del mensaje
Sobre cuál fue la reacción del mercado, Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management, apunta que fue satisfactoria: “Todas las curvas de bonos gubernamentales europeos se aplanaron (más pronunciadas en la periferia que en el núcleo / seminúcleo). El BCE sigue siendo un claro apoyo para los mercados de bonos europeos del por el momento y sigue justificando el rendimiento superior de los EGB frente a los bonos del tesoro americanos (UST) y los Gilts. Sin duda, el BCE sigue siendo el banco central más moderado, totalmente respaldado por el contexto macroeconómico y los riesgos a corto plazo”.
Por otra parte, Piazza recuerda que el BCE sigue señalando la importancia de una fuerte coordinación con la política fiscal y acogió con satisfacción la decisión de ampliar la cláusula de escape del pacto de estabilidad y crecimiento hasta que las economías de la unión monetaria vuelvan a niveles pre-pandémicos. “Se necesita una política fiscal anticíclica durante la fase de recuperación y el BCE espera que las reglas fiscales obsoletas hayan cambiado para cuando la pandemia haya terminado (incluso los efectos de segunda ronda de la misma)”, apunta.
En este sentido, Martin Wolburg, economista senior de Generali Investments, considera que el BCE dedicará toda su atención a las condiciones de financiación. Según explica, “con la nueva estrategia, pasan a formar parte del segundo pilar, destinado a evaluar la situación. Se trata de una buena noticia para los tenedores de deuda pública y los ministros de finanzas, ya que la prima de plazo y los diferenciales soberanos figuran entre los indicadores considerados. Preguntada por el dominio fiscal en la sesión de preguntas y respuestas, Lagarde rechazó sin duda su relevancia para las decisiones del BCE. Pero con la nueva estrategia que se está aplicando, vemos margen para algún tipo de apoyo fiscal ligero a través de la puerta trasera de las condiciones de financiación”.
El análisis que hacen las firmas de inversión coincide en que la reunión de ayer se centró exclusivamente en las orientaciones futuras. Así que habrá que esperar a septiembre para conocer las orientaciones sobre el PEPP. “Los riesgos económicos se consideran equilibrados. Compartimos este escenario y esperamos que el BCE empiece a pensar con más fuerza en el después tras la finalización del PEPP. Queda por ver si el Consejo de Gobierno considera que la fase de coronavirus ha terminado o no como condición para poner fin al PEPP”, matiza Wolburg.
Misma opinión comparte Gilles Moëc, economista jefe del Grupo AXA Investment Managers. “Las grandes batallas aún están por delante. La reunión de septiembre -que viene con nuevas previsiones- podría ser el momento adecuado para sincerarse y empezar a hablar de las cuantificaciones, pero también puede que haya que esperar hasta la reunión de diciembre si el flujo de datos sigue siendo ruidoso en medio del resurgimiento de las preocupaciones relacionadas con el COVID-19”, afirma.
Pese a las dificultades que acarrea el control de la pandemia, este está siendo un año activo en competiciones deportivas, como acabamos de ver con la Eurocopa o la Copa América. Sin embargo, la gran estrella de este año son las Olimpiadas que, con un año de retraso, comienzan hoy en Tokio. Un gran evento deportivo que da un respiro al sector de los deportes y todo lo que conlleva esta actividad, captando de nuevo el interés de los inversores.
Según un informe elaborado por Bain & Company, la industria del deporte profesional ha atraído una cantidad significativa de capital de inversión durante los últimos cinco años. “Más del 50% de las operaciones de los últimos años han sido adquisiciones de equipos/ ligas o partnerships con medios”, apunta el documento en sus conclusiones. En cambio, el resto se ha centrado en aspectos relacionados con el ecosistema deportivo, como las apuestas online, el hardware y software de fitness, y la tecnología que respalda las experiencias y mejora digitalmente la experiencia de los seguidores y fans.
El estudio explica que la restricción de liquidez inducida por la pandemia en 2020 y 2021 ha acelerado esta tendencia a medida que los equipos y las ligas están más abiertos a las inversiones de socios limitados. “Como era de esperar, los precios de los activos están aumentando y las nuevas estructuras de propiedad necesitarán un mayor énfasis en una gestión financiera disciplinada y una mayor eficacia operativa. En otras palabras, el negocio de los deportes está a punto de empresarializarse aún más”, explica el informe.
La migración de la transmisión al streaming, el aumento de las experiencias digitales (incluidos los “e-sports”), las tecnologías que permiten una mayor participación de los fans y el aumento de las apuestas online en algunos mercados son otros de los factores que están cambiando la forma en que los seguidores se relacionan con sus equipos y jugadores favoritos, así como cómo se monetiza ese compromiso.
El equipo de Bain & Company ha analizado dónde se origina el valor en el ecosistema deportivo para determinar que todo comienza en última instancia en los seguidores y los comercializadores, y desde allí, el dinero fluye a través de los derechos de los medios, los patrocinios, la venta de entradas y merchandising y las apuestas. Actualmente, los medios suponen la mayor parte de los ingresos para la mayoría de los equipos deportivos y las ligas, como por ejemplo ocurre con el fútbol, pero esta situación puede cambiar.
En este sentido, el informe pone de manifiesto que a medida que los eventos deportivos sigan la tendencia de otros eventos y migren a las plataformas de streaming, las ligas y los equipos tendrán que desarrollar nuevos modelos para ofrecer deportes a los seguidores que aprovechen los nuevos patrones de visualización sin acelerar el declive de los paquetes tradicionales de TV de pago. Y a medida que la cuota de los ingresos de la televisión tradicional se reduce, los equipos y las ligas se ven abocados a buscar otra fuente de ingresos.
MV Credit, firma europea de crédito privado y filial de Natixis Investment Managers, ha celebrado el cierre final de su último fondo de deuda senior, MV Senior II, con 526 millones de euros. Este vehículo de inversión recibió compromisos de inversores institucionales nuevos y existentes, la mayoría de los cuales eran fondos de pensiones internacionales y algunas de las mayores compañías de seguros del mundo.
«La capacidad de MV Credit para completar con éxito la última recaudación de fondos como parte de nuestra consolidada Plataforma Senior de MV es un testimonio de nuestro historial de entrega a nuestros inversores institucionales y nuestra arraigada experiencia en el sector. Hemos tenido un gran interés por parte de nuevos inversores alimentado por nuestra larga experiencia en el sector, el creciente interés por asignar a la deuda privada y el actual entorno de mercado en el que se han abierto oportunidades de despliegue tras el inicio del COVID-19″, ha señalado Rafael Calvo, socio director, jefe de Deuda Senior y co-director de Origination.
Según destacan desde la compañía, la plataforma MV Senior está formada por vehículos centrados en la categoría senior, incluido MV Senior II. Estos vehículos tienen una mezcla de criterios de inversión, pero un enfoque subyacente en la deuda senior, apuntalado por una selección de crédito disciplinada que continuará en un entorno económico pos COVID-19. El MV Senior II se basará en una cartera de operaciones que ya está bien establecida, a pesar de los retos operativos que supone el despliegue de capital durante la pandemia de 2020, centrada en los sectores defensivos y que ya ha invertido en 38 empresas con rendimientos atractivos.
Por su parte, Nicole Downer, socia directora y responsable de relaciones con los inversores, ha añadido: «El equipo altamente experimentado de MV Credit y sus relaciones bien establecidas con algunos de los principales patrocinadores de capital privado del mundo significan que estamos bien posicionados para aprovechar las oportunidades que surgen a medida que las economías se recuperan y las empresas necesitan financiación adicional para ayudar a sus planes de crecimiento y expansión. Me gustaría dar las gracias al equipo que ha sido capaz de alcanzar este hito a pesar de los retos operativos hasta 2020».
La Comisión Europea ha presentado cuatro propuestas normativas para conformar el futuro marco de la prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo (PBCy FT) en la Unión Europea (UE). Estas se presentan en ejecución de los compromisos contraídos por la UE en su plan de acción para una política global de la UE sobre la prevención de estos delitos, aprobado en mayo de 2020.
Según destacan desde finReg360, la Comisión Europea propone crear una autoridad en la UE centrada en este ámbito y reforzar la supervisión con “la sexta directiva”. Además, plantea crear un reglamento único de aplicación directa y un proceso de seguimiento de la operativa con criptoactivos.
Para empezar a dar formar este nuevo marco normativo, se han hecho públicos dos primeros borradores sobre la prevención de la utilización del sistema financiero para el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo; la creación de la Autoridad Europea para la PBCyFT (AMLA, por sus siglas en inglés); y la información que acompaña a las transferencias de fondos y a determinados criptoactivos.
Según explican desde finReg360, la Comisión Europea propone que AMLA sea independiente, y unifique la supervisión en toda la UE y mejore la cooperación entre las unidades de inteligencia financiera (UIF). “Con esta medida, se tratan de solventar las asimetrías actuales en la calidad y eficacia en la supervisión de la PBCyFT entre los estados miembros, especialmente en los supuestos de carácter transfronterizo. La AMLA, que se convertirá en la pieza central de un sistema integrado de supervisión con las autoridades nacionales, está previsto que se cree en el año 2023 y que esté en pleno funcionamiento en 2026”, apuntan.
Entre sus funciones estaría la de coordinar a las autoridades nacionales para que los sujetos obligados apliquen, de forma correcta y coherente, las normas de la UE, y estará dotada de facultades reguladoras. En el sector financiero, la AMLA supervisará directamente a las entidades de este sector expuestas a mayor riesgo de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, y asumirá la supervisión indirecta del resto de sujetos obligados.
Respecto a la propuesta de crear un reglamento único de PBCyFT, la Comisión propone que este incluya normas detalladas sobre la aplicación de las medidas de diligencia debida, e identifique la titularidad real y competencias y tareas de las UIF, entre otros aspectos. Se estima que, el reglamento, incluidas las normas técnicas que emitirá la AMLA, se aplique a finales de 2025.
“De esta manera, las actuales reglas recogidas en la Cuarta Directiva se incluirán en este reglamento, y se modificarán aspectos concretos del régimen actual. Como resultado de esta reforma, las medidas de PBCyFT que aplicarán los sujetos obligados serán las mismas en todos los Estados miembros. La propuesta de reglamento incluye también disposiciones para mejorar los procesos de diligencia debida en el ámbito digital, de acuerdo con la modificación prevista del reglamento eIDAS, que incluye las carteras de identidad digital europeas, entre otras medidas”, destacan desde finReg360.
Otro aspecto interesante de esta propuesta de reglamento es que propone crear dos listas de países de riesgo: una lista “negra” y otra “gris”, a las que se aplicarán medidas reforzadas, proporcionales al riesgo que plantee cada una. De tal forma que podrán añadirse a estas listas países que no formen parte del listado de países de riesgo publicado por el Grupo de Acción Financiera Internacional, pero que suponen una amenaza para el sistema financiero de la UE, basándose en una evaluación autónoma
“Estas propuestas de reglamentos se acompañan de un proyecto de futura Sexta Directiva (siguiendo la técnica de denominar las directivas sobre la prevención de estos delitos por el ordinal de las que lo tratan) que define el régimen institucional de los mecanismos de supervisión de la PBCyFT que deben implantar los estados miembros. La aprobación de esta directiva supondrá derogar la actual Directiva (UE) 2015/849”, añade finReg360 en su análisis.
Por último, la Comisión Europea también pretende abordar el lado más peligroso del uso de los criptoactivos. Por ello, entre otras medidas, las modificaciones garantizarán la plena trazabilidad de las transferencias de criptoactivos para prevenir y detectar su posible uso para el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
“Así, las normas propuestas prohibirán la posibilidad de abrir o utilizar una cuenta anónima de criptoactivos y permitirán a los Estados miembros exigir a los proveedores de servicios sobre criptoactivos establecidos en su territorio con sede en otro Estado miembro que designen un punto de contacto central. Asimismo, todos los proveedores que participen en transferencias de criptoactivos tendrán que recopilar y tener accesibles los datos sobre los ordenantes y beneficiarios de esas transferencias”, destacan desde finReg360.