¿Se enfrentan los mercados a una sorpresa otoñal?

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Pixabay CC0 Public DomainImagen de S. Hermann & F. Richter. Mirabaud AM

Iniciamos el último trimestre de un año caracterizado por su gran agitación. Sobrestimé la rapidez de la apertura y la recuperación, pensando que durante las vacaciones de verano la actividad volvería casi a la normalidad. Sin embargo, la variante Delta aguó un poco la fiesta. En cualquier caso, sigo confiando en que el año 2022 tendrá un comportamiento más «normal», una vez superemos el invierno.

Por otro lado, también esperaba ver un resurgimiento de los mercados emergentes en el segundo semestre. Ciertamente, vimos un buen comportamiento de los EMHY (Emerging Markets High Yield bonds) en moneda fuerte/efectivo, pero la resistencia del dólar estadounidense ha retrasado en cierta medida cualquier renacimiento de la moneda local para 2021.

Como siempre, China sigue siendo un enigma. La represión de varios sectores ha servido para recordar a los inversores que el país oriental no es una típica economía capitalista de libre mercado. Todavía hay límites.

Para el resto de los mercados emergentes, los riesgos idiosincráticos siguen siendo elevados, y es difícil hacer suposiciones generales en lo que respecta a los activos como conjunto.

Ahora, la gran pregunta es: ¿qué podría alterar los mercados en estos últimos meses del año?

Es cierto que la recuperación ha empezado a flaquear, pero todavía no se ha traducido en las ventas que algunos estrategas del mercado esperan. ¿Hasta qué punto será mala la temporada de gripe? ¿Veremos una elevada ocupación de las UCI que pueda llevar o no a volver a restringir nuestra actividad?

En este momento es demasiado pronto para saberlo, pero sin duda habrá algún tipo de «efecto gripe», aunque es probable que no sea lo suficientemente importante como para tener un impacto crítico. Estamos aprendiendo a convivir con el virus, y cada oleada tiene un menor impacto que la anterior, especialmente con el programa de vacunas y el aumento de los niveles de anticuerpos. También parece que la variante Delta ha dejado atrás su punto álgido.

¿Qué pasa con la economía?

La narrativa dominante en este momento parece basarse en la idea de que alcanzaremos un pico de crecimiento económico, y que a este le seguirá un periodo de desaceleración, en el ciclo intermedio. También he empezado a oír la temida palabra «estanflación».

Seamos claros, puede que tengamos inflación con una economía en desaceleración, pero que aún mantiene cierta fortaleza, pero no creo que lleguemos a una situación de estanflación real: inflación combinada con un crecimiento económico estancado y un alto desempleo.

Los problemas serán más significativos si estas condiciones pesan sobre la confianza y el gasto de los consumidores. Si las cadenas de suministro superan sus dificultades, tal y como se espera, es posible que nos encontremos en un entorno de Ricitos de Oro (Goldilocks) para la renta variable si los rendimientos de los bonos se mantienen bajos y el tapering no provoca una rabieta.

Las cosas nunca salen como se espera, y tenemos que reconocer que los riesgos han aumentado: los precios de los bienes están subiendo, al igual que los componentes de esos bienes. Y los salarios también están subiendo. Esta situación va a provocar un deterioro de los márgenes y una presión sobre los beneficios a medida que avancemos. Además, la inflación parece convertirse en un problema más duradero, debido en parte a las continuas dificultades en la cadena de suministro mundial.

Es muy posible que tengamos una ola de ventas en las bolsas antes de fin de año como resultado de las altas valoraciones en un momento en que estos riesgos comiencen a impactar en los beneficios y las perspectivas de las empresas. El tapering también puede provocar una rabieta. Es probable que cualquier caída sea dolorosa, pero de corta duración. Todavía hay mucha liquidez en el sistema, por lo que el carrusel continúa.

La semana pasada se habló mucho del tapering, y la Reserva Federal no decepcionó, hablando debidamente de empezar a cerrar los grifos en noviembre, con una subida de tipos ya prevista para 2022.

Creía que el resultado era bastante agresivo, por lo que me sorprendió que los bonos del Tesoro no respondieran. Hicieron falta comentarios beligerantes del Banco de Inglaterra al día siguiente para incitar a tomar una postura más agresiva y encender los motores, logrando así un mayor movimiento de los bonos del Tesoro, los Bunds y los Gilts.

Evergrande fue el otro gran tema de conversación, y parecía que esta empresa inmobiliaria china sobreendeudada podría tener una importancia sistémica para los mercados financieros mundiales mucho mayor de lo previsto. Sin embargo, un día después de que saltara la noticia, este temor se había invertido.

En definitiva, seguimos considerando que nos encontramos a mitad del ciclo económico y, por tanto, mantenemos nuestra atención en el crédito.

Columna de Andrew Lake, director de Renta Fija de Mirabaud Asset Management.

Sacar el capital natural del frío

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Con el mundo observando, el fracaso no es una opción en la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, también conocida como COP26. Cada vez está más claro cómo sería la receta del éxito. 

Reducir las emisiones es el enfoque obvio, pero no es suficiente. Tenemos que difundir y mejorar las tecnologías para capturar el carbono existente en la atmósfera. Para ayudar en este sentido, los líderes mundiales deben centrar sus miras en los sistemas de fijación de precios globales para el carbono. 

Tras el éxito obtenido en el establecimiento de un tipo impositivo mínimo para las empresas[1], acordado por 136 países la semana pasada, es necesario un nivel de ambición similar para rectificar el hecho de que casi el 80% de las emisiones de carbono aún no están cubiertas por ningún precio del carbono[2].

El progreso no debe detenerse ahí. También tenemos que ocuparnos de los depósitos naturales de carbono que existen en la actualidad, es decir, nuestros océanos, la tierra y los bosques. Combinados, estos depósitos de carbono eliminan y almacenan aproximadamente el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero, como muestra el gráfico más abajo[3] 

Creemos que cualquier política climática creíble debe incorporar el papel fundamental de la naturaleza en la reducción y eliminación de emisiones. Los mares están siendo dañados por la acidificación, la contaminación por plásticos y productos químicos, la sobrepesca, la caza de ballenas, la destrucción de los hábitats costeros y la explotación de los fondos marinos, mientras que los bosques sufren la deforestación, los incendios y las sequías.

Las fuentes y los absorbentes de las emisiones de gases de efecto invernadero

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 *Gases de efecto invernadero Fuentes: Proyecto Drawdown – Drawdown Framework, IPCC (2014), Global Carbon Project (2019) DWS Investment GmbH a partir del 10/12/21

Por ello, los responsables políticos deben actuar con rapidez, por ejemplo, ampliando las áreas marinas protegidas y las zonas de conservación, garantizando la protección legal de los hábitats costeros y prohibiendo prácticas nocivas como la pesca de arrastre de fondo, la extracción de fondos marinos, la caza de ballenas, el cercenamiento de las aletas de los tiburones y poniendo fin a las perversas subvenciones a la pesca. También es necesario poner fin a la exploración y producción de combustibles fósiles en alta mar y asegurarse de que las industrias navieras y marítimas paguen por los daños que generan sus operaciones. Aunque la mejor manera de llevar a cabo estos esfuerzos es a través de los Estados, creemos que los inversores privados también tienen un papel importante que desempeñar.

En lo que respecta a los océanos, encontramos que sólo ocho industrias son fundamentales, a saber, el petróleo y el gas en alta mar, el equipamiento y la construcción marina, los productos del mar, el transporte marítimo de contenedores, la construcción y reparación de barcos, el turismo de cruceros, las actividades portuarias y la energía eólica en alta mar. Salvo en el caso de los productos del mar, los equipos marinos y la construcción, el tamaño de las 10 principales empresas de los demás sectores representa una proporción significativa del total de la industria, si se mide en términos de ingresos[4] Se trata, en su mayoría, de grandes empresas que cotizan en bolsa, lo que significa que existe la oportunidad de un compromiso enérgico de los inversores que permita acelerar las conversaciones sobre la gestión de los océanos. Por lo tanto, la comunidad de inversores tiene un gran interés en impulsar la defensa del capital natural en el centro de la agenda de la COP26, dadas las externalidades negativas que suponen para el rendimiento potencial de muchas clases de activos.

1 Reuters (8 de octubre de 2021). Se alcanza un acuerdo sobre el tipo mínimo del impuesto de sociedades a nivel mundial: OCDE.
2 Banco Mundial (2021). Estado y tendencias de la tarificación del carbono 2021.
3 Project Drawdown – Drawdown Framework, IPCC (2014) & Global Carbon Project (2019).
4 Verdin et al. (2021). The Ocean 100: Empresas transnacionales en la economía de los océanos.

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Los fondos de pensiones europeos prefieren los activos alternativos a la renta variable

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Pixabay CC0 Public Domain. dividir

Según la encuesta anual European Asset Allocation 2021, elaborada por Mercer y que aborda las tendencias en asignación de activos de fondos de pensiones europeos, los inversores se están refugiando en activos alternativos frente a la renta variable. Ademas, su principal objetivo es  diversificar las carteras, protegerse de la volatilidad de los mercados y obtener retornos derivados de las mayores expectativas de inflación.

Si bien la rentabilidad media de 2020 acabó siendo positiva, tendencia que parece continuar en 2021, existe una dispersión significativa en la rentabilidad de los fondos de inversión con niveles de riesgo muy similares. La explicación, según señalan desde Mercer Investments radica en las estrategias de inversión, aquellas con estrategias más diversificadas globalmente, se demuestran más robustas en el medio plazo y ante momentos de volatilidad.

Según el estudio, «muchos de los inversores en prestación definida buscan diversificar mediante alternativos (del 18% al 20%) tales como renta fija de crecimiento, capital riesgo o activos inmobiliarios. Además, afirma que la mayoría de los inversores (53%) planean actuar en materia de buen gobierno; una lección que han aprendido durante la pandemia y que les ha conducido a revisar su estrategia de inversión, sus mandatos de gestión o sus planes de gobernanza. No obstante, más de un tercio (38%) no planea realizar ningún cambio en su planificación de gobernanza, a pesar de la situación provocada por la pandemia».

Apuesta por la sostenibilidad

Uno de cada cuatro inversores ha incluido los criterios ESG en sus portfolios de inversión, con un crecimiento del 20% interanual (del 6% en 2020 al 26% en 2021).

«En este sentido, el estudio destaca cómo los inversores institucionales han aumentado el foco en factores de impacto social y el 27% ya tiene en cuenta aspectos como los derechos humanos y laborales. No obstante, el medio ambiente también es una prioridad y el 24% de los propietarios de activos planea ampliar su peso en la construcción de la cartera, con especial atención a aspectos de biodiversidad y patrimonio natural. Además, el sondeo realizado por Mercer apunta a una transición de los inversores, desde posiciones reactivas a posiciones mucho más proactivas; apenas dos tercios (67%) de los inversores
-en comparación con el 85% del año pasado- actúan movidos por un mandato regulatorio, sino que lo hacen por los riesgos que entraña para sus inversiones el no incorporar estos factores ambientales, sociales y de buen gobierno», apunta Cristina San Juan, directora y socia de Mercer Investments.

El caso de España

El 92% de los fondos españoles integran los riesgos ESG en sus valoraciones. No obstante, la prioridad continúa siendo los factores ambientales. En lo referido a la configuración de carteras, integra un 32% de renta variable, un 44% de inversión en bonos y un 17% en alternativos (15% en 2019), con una pequeña proporción en inmobiliario y en cash. 

Dentro de la asignación de renta variable, predomina la inversión en mercados desarrollados (83%), con una mínima inversión en emergentes del 13%, apenas un 1% en small caps y un 2% en renta de baja volatilidad. En lo respecta a la inversión en bonos, casi dos tercios (62%) se centra en deuda soberana, mientras que el 38% lo hace en deuda privada. Mientras, la inversión en alternativos se centra en renta fija de crecimiento (61%) e incorpora private equity (11%), real assets (16%) y hedge funds (12%) en menor proporción.

DWS lanza un fondo de renta variable centrado en el mercado de la salud

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Pixabay CC0 Public Domain. DWS lanza un fondo de renta variable centrado en el mercado de la salud

DWS ha anunciado el lanzamiento de DWS Invest ESG Healthy Living, un fondo de renta variable temática que invierte, según señala la gestora, “en empresas que impulsan el progreso médico y ofrecen productos para una vida más saludable”. Para DWS, la importancia y la urgencia del tema están subrayadas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3 de la ONU, Salud y Bienestar. 

El fondo, que estará gestionado por Oliver Schweers, se centra en tres ámbitos fundamentales: la prevención, la detección precoz y el tratamiento médico moderno de las enfermedades. «En primer lugar, nos centramos en empresas que ofrecen productos y servicios que se benefician de la tendencia hacia estilos de vida más saludables o la promueven. En segundo lugar, nos centramos en empresas que ayudan a prevenir la aparición de enfermedades o a detectarlas en una fase temprana. Y, en tercer lugar, nos centramos en empresas que buscan mejorar la calidad de los resultados de los tratamientos y, por tanto, hacer que la asistencia sanitaria sea más eficiente y menos costosa», señala Oliver Schweers, gestor de DWS Invest ESG Healthy Living

Según explica, la estrategia del fondo está centrada en todo el universo de empresas en torno a la “vida sana”, desde los proveedores de tecnología médica hasta los fabricantes de artículos deportivos. Es decir, en temáticas de inversión basadas en tendencias a largo plazo.

 «El cambio demográfico y la creciente digitalización de la medicina son algunos de los motores más fuertes del creciente mercado mundial de la salud. Sin embargo, hoy en día la salud es también cada vez más una cuestión de estilo de vida«, añade Schweers, en relación a las tendencias actuales como el bienestar, el deporte y la nutrición. 

Por último, el gestor hace hincapié en algunas cifras que muestran la importancia que tiene el tema de la salud de cara al futuro: “Según la OMS, el gasto sanitario mundial en 2018 fue de 8,3 billones de dólares, lo que corresponde a cerca del 10% del producto interior bruto mundial. Para los próximos años, la Organización Mundial de la Salud prevé que el gasto aumente un 5% más cada año. Las inversiones en empresas que se benefician de esta tendencia de crecimiento a largo plazo sugieren un potencial de ganancias superior a la media”.

¿Algo nuevo en el horizonte del gigante asiático?

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Pixabay CC0 Public Domain. ¿Algo nuevo en el horizonte del gigante asiático?

Las dudas sobre la situación de la inmobiliaria Evergrande y de una posible crisis financiera han vuelto a poner el foco en los desafíos y las tensiones de la economía china. Pero si nos fijamos únicamente en ese caso, corremos el riesgo de perder la visión a largo plazo de una realidad tan compleja y diversa como la del gigante asiático.

La pandemia y la situación actual han confirmado que hay varias “Chinas” en una sola, marcadas por diferencias geográficas, étnico-culturales, económicas y sociales. Estas diferencias han creado líneas de ruptura que se entrecruzan: la disparidad de bienestar entre la costa y el interior; la dicotomía geográfica y económica entre el norte y el sur producida por el río Yangtsé; el diferente papel estratégico atribuido por el poder central al núcleo han —la etnia mayoritaria— y las otras etnias; y la creciente tensión entre la China continental y la Región Administrativa Especial de Hong Kong, además del contraste entre la República Popular y Taiwán.

La tarea de Xi Jinping y del poder central es evitar que la fricción entre estas “fallas” produzca un terremoto de incertidumbre económica que desestabilice el país. El presidente Xi prometió de forma solemne la eliminación de la pobreza en las áreas rurales. Sin embargo, la lucha con su nueva política bautizada como “prosperidad común” empieza en otros múltiples frentes a raíz de la desaceleración económica, el envejecimiento de la población (se abolió la “política del hijo único”), la regulación del crédito y la lucha contra el shadow banking —toda la actividad de financiación fuera del crédito bancario tradicional y los supervisores—, pasando por la regulación del sector informático y la crisis inmobiliaria.

Todo esto se une al proyecto de la nueva “ruta de la seda”, que debería aliviar a China del estricto control que le impone EE.UU., que domina la circulación de las mercancías por vía marítima, y equilibrar así la competencia comercial con los estadounidenses.

¿Qué ha pasado en China? En el último Plan Quinquenal, el gobierno chino aspira a conseguir una estructura económica similar a la de EE.UU., donde un porcentaje muy elevado del producto interno bruto está representado por el consumo interno. De esta forma dotaría a su economía de un mayor grado de resiliencia ante los posibles efectos externos de la economía global, haciéndola menos dependiente de sus exportaciones.

Para conseguirlo debe aumentar el poder adquisitivo medio, favoreciendo a los bancos que promuevan el crédito a las empresas de las zonas rurales. Para lograrlo, el gobierno chino ha decidido tomar una serie de medidas modificando la regulación sobre la política crediticia. El plan también prevé el incremento de la productividad de su economía a través de la innovación tecnológica para mejorar la competitividad de su producción, con el objetivo de ser autosuficientes en sectores como las industrias o las tecnologías críticas. Otro objetivo pasa por buscar la autosuficiencia en energía, en dejar de ser importadora de energía tradicional centrándose en energías renovables y de acercar más su industria a unos criterios de sostenibilidad. 

A corto plazo, todo esto puede conllevar unos costes mayores con una posible consecuente pérdida de competitividad respecto a otros países del sudeste asiático y probablemente con respecto a la India. A largo plazo, sin embargo, las previsiones apuntan que ambos liderarán el ranking en la aportación al PIB mundial. China ya ha superado a la zona euro como segunda economía mundial con el 18% del PIB mundial y aporta el 28% del crecimiento global. No obstante, aún tiene un bajo peso en los índices mundiales de bolsa, con solo el 3,7%, y además el sector público pesa muchísimo en su economía. De ahí que todos los cambios mencionados pretendan dar más protagonismo ya a medio plazo al sector privado. Todos estos factores se ven reflejados en las cotizaciones actuales y, como siempre, en la eterna batalla entre los que ven las dificultades presentes y los que ven las oportunidades futuras.

¿Incertidumbre financiera? Es cierto que todos estos cambios no surtirán efecto a corto plazo, pero estoy convencido de que los gestores especializados en estos mercados tendrán el gran reto, especialmente en el corto y medio plazo, de ser capaces de hacer un stock picking muy afinado para aportar alfa —el rendimiento bursátil mediante el que un inversor consigue superar al mercado durante un periodo de tiempo determinado— con su gestión. Disparar al “blanco grande”, entendido como país en general, ya no será suficiente.

 

Tribuna de Mario Rappanello, Responsable Tesorería y Allocation Advisory en Banco Mediolanum.

Ignace De Coene se reincorpora a DPAM como gestor de fondos de renta variable

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Foto cedidaIgnace De Coene, nuevo gestor de fondos de renta variable.. Ignace De Coene se reincorpora a DPAM como gestor de fondos de renta variable

Tras el nombramiento de Johan Van Geeteruyen como director de Inversión (CIO) de Renta Variable Fundamental a principios del tercer trimestre de este año, DPAM ha decidido ampliar de nuevo este equipo con la incorporación de Ignace De Coene como nuevo gestor de fondos.

Desde la gestora explican que la renta variable fundamental es una de sus principales áreas de especialización, por lo que su equipo ha ido creciendo sistemáticamente a lo largo de los años. Como parte de la estrategia de seguir avanzando en el desarrollo de esta competencia, Ignace De Coene se ha reincorporado a DPAM como gestor de fondos de renta variable. Según señala la gestora, De Coene cogestionará junto a Jonathan Graas las estrategias de renta variable estadounidense de dividendos y la temática de agroalimentación.

La firma destaca que Ignace De Coene es un profesional senior del sector de la inversión con más de 25 años de experiencia. Comenzó su carrera profesional en 1996 como gestor de fondos y analista sectorial. Trabajó en el Grupo Fortis como Director de Relaciones con los Inversores hasta 2007, cuando se incorporó a DPAM (en ese momento: Petercam). Fue responsable de análisis buy-side y, posteriormente, gestor de fondos de las estrategias Agrivalue, World & EU Dividend desde el momento de su lanzamiento. Tras un breve periodo como responsable de fondos de renta variable en Quintet/Puilaetco, ahora se une de nuevo a DPAM para co-gestionar estrategias que ya conoce muy bien.

Ahora, en el marco de esta evolución, Jonathan Graas, gestor senior de fondos de renta variable, amplía sus competencias como cogestor de las estrategias sostenibles y temáticas, junto con Tom Demaecker y Dries Dury, gestores de fondos de renta variable fundamental.

“El regreso de Ignace De Coene a DPAM supondrá un gran valor añadido para la firma. Con este equipo altamente experimentado aseguramos la continuidad del área de especialización gracias a la combinación única de un proceso de inversión consistente impulsado por un equipo de investigación basado en convicciones sólidas”, ha destacado Johan Van Geeteruyen, director de Inversión (CIO) de Renta Variable Fundamental.

En septiembre, tres cuartas partes de todos los flujos a ETFs fueron a la renta variable

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Pixabay CC0 Public Domain. En septiembre, tres cuartas partes de todos los flujos a ETFs fueron hacia la renta variable

Durante los nueve primeros meses del año, los flujos de entrada de ETFs a nivel mundial ascendieron a 803.000 millones de euros, de los cuales casi el 80% correspondió a Estados Unidos, con 638.500 millones de euros. Europa aportó el 16%, con unos flujos de 126.000 millones de euros, mientras que los flujos asiáticos, de 38.300 millones de euros, representaron el 5%. 

Según indican los datos recopilados por Amuni y correspondientes a finales de septiembre de 2021, la renta variable fue la clase de activos más popular, representando casi tres cuartas partes de todos los flujos, con 595.000 millones de euros. Se mantiene así la tendencia observada durante el primer semestre, en el que este activo también representó alrededor del 75% de todos los flujos. Los inversores asignaron 202.000 millones de euros a ETFs de renta fija global, lo que equivale a una cuarta parte de todos los flujos, manteniéndose una vez más la tendencia vista los últimos seis meses. Según explica Amundi, los inversores favorecieron la deuda pública en detrimento de los bonos corporativos.

Flujos europeos

Según los datos de flujos europeos de Amundi, la tendencia global se replica a nivel europeo: los ETFs de renta variable registrados en Europa captaron 92.300 millones de euros en los nueve primeros meses del año. “Las tendencias observadas a seis meses se mantuvieron, y los índices mundiales siguieron siendo los más populares, con entradas de 44.400 millones de euros, mientras que los índices norteamericanos fueron los segundos más populares, con 25.700 millones de euros”, apunta la gestora en su informe mensual. Además, los inversores destinaron 7,9 millones de euros a los índices mundiales de mercados emergentes.

Según explica la gestora, el cambio desde los índices de renta variable tradicionales hacia los que se inclinan por las características medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) continuó, y estos productos sumaron 44.100 millones de euros en los nueve primeros meses del año. “Los productos ESG más populares fueron los índices norteamericanos, que captaron 16.500 millones de euros, los índices globales, que añadieron 14.000 millones de euros, y los mercados emergentes globales, que ganaron 4.400 millones de euros. En otras palabras, el 64% de la asignación a índices norteamericanos durante los nueve primeros meses del año se destinó a productos ESG, mientras que los índices globales ESG representaron el 31% de su total y los índices ESG de mercados emergentes supusieron el 55% de la asignación a esta región”, señalan. 

Otro dato relevante es que si bien las asignaciones en lo que va de año a la estrategia value fueron sólidas, con 6.700 millones de euros, esto oculta la aceleración de las salidas en este tipo de fondos en septiembre. En concreto, los inversores retiraron 888 millones de euros de esta estrategia en el último mes.

Gráfico Amundi

Respecto a la renta fija, el último análisis de Amundi muestra que los inversores destinaron 30.600 millones de euros a productos da ETFs de esta tipo registrados en Europa en los nueve primeros meses del año, favoreciendo a los bonos corporativos frente a la deuda pública, que captaron 15.300 millones de euros y 12.000 millones de euros, respectivamente. 

“Las asignaciones a renta fija siguieron trazando una imagen quijotesca de la actitud de los inversores ante el riesgo. Por un lado, los inversores están claramente preocupados por el incremento de los precios en EE.UU. y Europa, favoreciendo la deuda pública china, que sumó 7.700 millones de euros, y los bonos ligados a la inflación. Los índices de bonos ligados a la inflación en EE.UU. y la eurozona captaron en ambos casos 2.000 millones de euros. La deuda estadounidense a corto plazo sumó 2.700 millones de euros. Pero los inversores también destinaron 4.300 y 4.000 millones de euros a los bonos corporativos de la zona euro y de EE.UU., respectivamente, así como a high yield estadounidense, que sumó 1.700 millones de euros”, indican. 

Al igual que ocurre con los ETFs de renta variable, la inversión en productos ESG de renta fija también es una tendencia que se consolida. Los flujos hacia los índices ESG de renta fija durante los nueve primeros meses fueron de 14.000 millones de euros, lo que equivale al 46% del total de los flujos de entrada de renta fija. 

Por último, los datos de Amundi indican que los inversores asignaron 5.400 millones de euros a índices ESG corporativos de EE.UU. y 2.900 millones de euros a productos corporativos de la zona euro. El cambio de la renta fija tradicional a los índices ESG continúa y muestra el apetito de los inversores por estos productos en este segmento.

 

Carmignac refuerza su área de macroeconomía con la incorporación de Apolline Menut

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Foto cedidaApolline Menut, nueva economista del área de macroeconomía de Carmignac. . Carmignac refuerza su área de macroeconomía con la incorporación de Apolline Menut

Carmignac ha anunciado la incorporación y nombramiento de Apolline Menut como nueva economista de su área de macroeconomía. Según explican desde la gestora, Menut se centrará en la zona euro y reportará directamente a Raphaël Gallardo, economista jefe de la firma.

Menut, que se incorporó a la sede de París el pasado 1 de octubre, procede de AXA IM, donde era economista, responsable de la evolución económica y política de la zona euro. Comenzó su carrera en el Massachusetts Institute of Technology Sloan School of Management de Cambridge como asistente de investigación antes de incorporarse a Barclays en el departamento de investigación de economía europea que cubre la zona euro.

“Es un placer dar la bienvenida a nuestro equipo a Apolline, una profesional reconocida y con mucho talento. Su experiencia será fundamental para nuestro análisis macroeconómico independiente y exclusivo, una de las señas de identidad de Carmignac, y nos permitirá articular nuestro estilo de gestión activa global en todas nuestras carteras”, ha indicado Raphaël Gallardo, economista jefe de Carmignac.

Apolline Menut está licenciada por la Ecole Normale Supérieure Paris-Saclay y cuenta con un Máster en Economía Teórica y Aplicada por la Paris School of Economics. Se licenció en Economía y Sociología por la Universidad de la Sorbona de París y ha sido estudiante invitada en el MIT.

A vueltas con la estanflación: ¿estamos reeditando la crisis de los años 70?

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Los datos de inflación fueron más altos en septiembre en Estados Unidos y se pronostica que el crecimiento se desacelerará en el tercer trimestre. Esta combinación está contribuyendo a dar la impresión de que Estados Unidos se está deslizando hacia la estanflación. Pero esta semana tanto el BlackRock Investment Institute (BII) como David Kohl, Economista en Jefe de Julius Baer, desmontan los temores del mercado.

“Es difícil argumentar que la economía de EE.UU. está estancada, refiriéndose a la primera parte de la frase estanflación, dado que la demanda general es muy sólida, las intenciones de contratación y las intenciones de inversión son altas y la necesidad de reabastecimiento de los inventarios son grandes”, explica Kohl.

“Los cuellos de botella en las cadenas de suministro, no la demanda insuficiente, desaceleraron la actividad económica en el tercer trimestre. La consecuencia son precios más altos de bienes y servicios que escasean. Los datos de inflación de septiembre demuestran que ya no es solo en las categorías sensibles a la reapertura donde los precios están subiendo. La dinámica de la inflación se ha ampliado. Para la mayoría de las categorías donde observamos precios en aumento hoy, la oferta se expandirá en los próximos meses, con la complejidad de las cadenas de suministro y los bajos inventarios que tienen el potencial de ralentizar este proceso, pero difícilmente de revertirlo. Esto significa que el crecimiento se recuperará con una mayor inversión, más contrataciones y la reposición de inventarios”, añade el analista.

“A pesar del aumento de la presión inflacionaria, seguimos pensando que las actuales tasas de inflación más altas son transitorias. Realizaremos un seguimiento de si el crecimiento salarial excesivo o la introducción de ajustes salariales automáticos por costo de vida se convierten en un factor que podría hacer que los picos actuales de los precios sean más permanentes. Además, un fuerte incremento en la actividad crediticia sería un riesgo para la narrativa de inflación transitoria. Actualmente, tenemos el visto bueno de ambos lados, ya que los salarios han aumentado, pero no por encima de un fuerte repunte de la productividad, y el crecimiento de los préstamos sigue siendo moderado a pesar de una gran relajación de los estándares crediticios de los bancos”, concluyen desde Julius Baer.

¿Estanflación como en los años 70?: en realidad, es todo lo contrario

En su análisis de mercado semanal, BlackRock señala que “los precios han subido en todo el mundo, los precios de las materias primas se han disparado y la inflación estadounidense ha alcanzado un máximo de 13 años. Así, es la primera vez desde la década de 1970 que un shock de oferta es el principal culpable. Aquí es donde termina la comparación. En nuestra opinión, no hay riesgo de estanflación al estilo de la década de 1970”.

“La actividad económica está aumentando rápidamente y tiene margen para funcionar. Nos mantenemos tácticamente a favor del riesgo, pero vemos un camino más estrecho para que los activos de riesgo se muevan al alza ya que los mercados y los responsables políticos podrían interpretar mal el aumento de precios”, afirman desde la gestora.

“Durante mucho tiempo hemos sostenido que la inflación era uno de los riesgos más subestimados del mercado. Ahora está aquí. El aumento repentino de este año se debe principalmente a un gran impacto en la oferta: el reinicio de la actividad económica impulsado por las vacunas debido a los cierres de la pandemia. Los productores han tenido dificultades para satisfacer la demanda resurgente, los puertos obstruidos han aumentado los costos de envío y el aumento de los productos básicos se ha sumado a las presiones de precios. Estas dinámicas marcan un cambio radical en el medio ambiente que muchos de los inversores de hoy conocen mejor: décadas de baja inflación a raíz de la profundización de la globalización y los avances tecnológicos”, añaden.

El BII explica que la última vez que un gran shock de oferta elevó la inflación fue en la década de 1970, cuando un embargo de petróleo por parte de los productores provocó un aumento en los precios del petróleo: “El aumento actual del precio del petróleo plantea naturalmente la cuestión de si la economía se encamina hacia una estanflación al estilo de la década de 1970, un período de alta inflación junto con un crecimiento débil. Creemos que no. De hecho, la situación actual del crecimiento es, en muchos sentidos, la de los años setenta. El crecimiento está aumentando a un ritmo rápido, en lugar de estancarse, a medida que avanza el reinicio. En nuestra opinión, es de esperar el repunte del precio del petróleo en este entorno. Como muestra el gráfico, los precios del petróleo (la línea amarilla) se han movido en línea con el resurgimiento de la actividad económica (rojo)”.

 “¿Por qué la imagen de hoy es diferente? Primero, el repunte actual de la inflación está impulsado por el reinicio, no por el aumento de los precios de la energía. La capacidad de oferta ha tardado en volver a estar en línea, lo que ha provocado cuellos de botella y presiones sobre los precios. En segundo lugar, creemos que el crecimiento tiene margen para correr, con una actividad global muy por debajo de su potencial a largo plazo. Con el tiempo, la oferta aumentará para satisfacer la demanda, en lugar de la experiencia de la década de 1970 en la que la demanda disminuyó para satisfacer la oferta. En tercer lugar, la actividad resurgente está aumentando la demanda de petróleo y elevando los precios. Una vez más, esto es exactamente lo contrario de la década de 1970, cuando el aumento de los precios del petróleo perjudicó la actividad económica”, explican desde la gestora.

 El BII estima que las presiones de reinicio persistan hasta bien entrado 2022 antes de que finalmente disminuyan a medida que se alivien los desequilibrios entre la oferta y la demanda a corto plazo. Hay factores más allá del reinicio que podrían sumarse a esta persistencia: la consolidación en la industria de recursos, la disciplina de capital por parte de los productores, años de subinversión en la capacidad de producción y quizás el cambio a fuentes de energía más sostenibles. La serie de shocks permite vislumbrar cómo podría ser una transición desordenada hacia un mundo más sostenible, con el riesgo de que la volatilidad de las materias primas salte a otras clases de activos, y el consiguiente aumento de las primas de riesgo en todos los ámbitos.

Para BlackRock, el principal riesgo es que los mercados y los bancos centrales malinterpreten los shocks actuales, lo que provocará un rápido aumento de las expectativas de inflación o un ajuste monetario prematuro.

“El resultado final: hay fuerzas inflacionarias persistentes en juego hoy. Vemos que las presiones de los precios de reinicio eventualmente se resuelven por sí mismas, y creemos que los bancos centrales con marcos de política creíbles revisarán la mayoría de ellos. Nuestro nuevo tema de inversión nominal nos mantiene moderadamente a favor del riesgo sobre una base táctica, incluso cuando vemos un camino más estrecho para que los activos de riesgo se muevan al alza. El repunte de la inflación podría provocar una espiral ascendente de expectativas de inflación, que los bancos centrales endurezcan la política de forma prematura, o que los mercados fijen precios en cualquiera de estos resultados antes de que realmente sucedan. Estamos infraponderados en la deuda pública, ya que esperamos que los rendimientos se pongan al día gradualmente con la realidad del fuerte reinicio. En un horizonte estratégico, todavía vemos un cambio hacia un régimen de inflación moderadamente más alto en medio de presiones de costos estructurales y la revolución política en curso: la coordinación sin precedentes entre la política monetaria y fiscal. Esto nos mantiene prefiriendo los valores protegidos contra la inflación a los bonos nominales”, concluye el informe de BII.

 

AXA IM se asocia con XP Investments para lanzar su estrategia de Economía Limpia en Brasil

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CC-BY-SA-2.0, FlickrAmazonia, Brasil. ,,

Los brasileños han comenzado a invertir cada vez más a nivel internacional y en este contexto, AXA Investment Managers y XP Investimentos han dado un nuevo paso en su asociación para ofrecer la estrategia Economía Limpia en Brasil.. Las dos firmas empezaron a trabajar juntas en 2020 para lanzar fondos alimentadores en Brasil y actualmente manejan 1.000 millones de reales en activos.

“La estrategia está a la vanguardia donde se encuentran la innovación tecnológica y la necesidad de un mundo más sostenible, y brindará a los inversionistas en Brasil acceso a un amplio y diverso conjunto de oportunidades comerciales innovadoras que tienen como objetivo ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los países más contaminantes e industrias nocivas. AXA IM ha identificado cuatro áreas clave que representan las oportunidades de inversión más atractivas dentro de la estrategia de Economía Limpia: transporte bajo en carbono, energía inteligente, agricultura y alimentos y preservación de recursos naturales. Estos sectores tienen potencial de rentabilidad y crecimiento a largo plazo, al tiempo que tienen un impacto positivo en el medio ambiente”, anunció AXA IM en un comunicado.

“El enfoque de AXA IM en la disrupción tecnológica fue clave para traer a Brasil una estrategia enfocada en empresas que permitieron que nuestras vidas continuaran durante los cierres, incluidas empresas de fintech, la nube, trabajo remoto, streaming, videojuegos, inteligencia artificial, etc…”, explicaron desde la gestora, añadiendo que  “los inversores en Brasil también se han sentido cautivados por la inversión sostenible y socialmente responsable. Creemos que estamos frente a una oportunidad de crecimiento de varias décadas en áreas como el transporte con bajas emisiones de carbono, la energía renovable y las redes inteligentes. Las tecnologías de baterías de pilas de combustible eléctricas y de hidrógeno son muy interesantes. Otras áreas incluyen la tecnología agrícola y el desarrollo de alimentos orgánicos y más saludables, el reciclaje y la conservación del agua”.

AXA IM maneja actualmente 1 billón de dólares en activos bajo administración. La gestora se fundó en 1997 en París y se ha convertido en una potencia mundial en la gestión de activos, con presencia en más de 20 países e importantes centros de inversión en EE. UU., Reino Unido, Francia y Hong Kong.