El déficit de cuenta corriente, un tema que tiene a los inversionistas mirando con cuidado a Chile y Colombia, persistiría durante lo que queda de 2022. Según destaca Fitch Ratings en un reporte reciente, esto quiere decir que seguirán siendo un punto de vulnerabilidad para ambas economías andinas.
“Los déficits de cuenta corriente de Chile y Colombia van a seguir altos en 2022, dado un crecimiento en importaciones que sigue siendo fuerte y las altas remesas de ganancias de compañías en el sector de commodities”, indicó la clasificadora de riesgo.
En esa línea, la firma destaca que este déficit es un foco de vulnerabilidad, a medida que las condiciones de financiamiento externo se ponen más restrictivas. Además, agregaron, si es que la incertidumbre política local empieza a impactar los prospectos de inversión extranjera directa, las presiones externas podrían acumularse.
Fitch ha revisado sus pronósticos para la cuenta corriente de Chile y Colombia para este año. “Ahora vemos el déficit de Chile en 6,2% del PIB, comparado con un 6,4% en 2021”, señaló la firma, mientras que antes pronosticaban que cerrara 2022 en 4,1%.
En el caso colombiano, la expectativa de la calificadora de riesgo para este año pasó de 4,6% del PIB al 5,6% que anticipan ahora. Esto representa una leve baja, respecto al 5,7% registrado el año pasado.
“Nuestros nuevos pronósticos reflejan una alta demanda doméstica que está impulsando un fuerte crecimiento en las importaciones, mientras que los precios de exportación de las materias primas son volátiles”, indicó la firma en su reporte.
Los precios del cobre han caída a niveles anteriores a la guerra en Ucrania, mientras que el petróleo ha retrocedido desde su punto álgido. “Las remesas de ganancias de compañías petroleras y mineras privadas siguen siendo un factor significativo”, agregaron.
Foto cedidaLos fundadores y co-directores generales de Covalto, Allan Apoj y David Poritz. Los fundadores y co-directores generales de Covalto, Allan Apoj y David Poritz
Covalto, una plataforma de banca digital y servicios financieros para pequeñas y medianas empresas (pymes) en México, y LIV Capital Acquisition Corp. II, una empresa de adquisiciones de propósito especial (o SPAC, por su sigla en inglés) colocada por el fondo LIV Capital basado en la Ciudad de México, anunciaron este jueves que han celebrado un acuerdo de combinación entre ambas empresas. Esta operación la convertirá en la primera fintech mexicana en cotizar en el Nasdaq.
Según informaron a través de un comunicado, el cierre de la transacción, LIVB cambiará de nombre a Covalto y continuará cotizando en el mercado estadounidense bajo la nueva clave de pizarra “CVTO”.
La compañía ofrece productos de crédito, servicios bancarios y herramientas de análisis de negocio, apuntando a atender las necesidades bancarias de las empresas de menor tamaño y mantener un índice de pérdidas crediticias que es el más bajo del sector en el país latinoamericano, según destacaron en su nota de prensa.
Covalto registra un crecimiento anualizado compuesto en colocación de 152% entre 2015 y 2021. La colocación de crédito en el 2021 fue de 189 millones de dólares y la proyección para 2022 y 2023 es de 270 millones de dólares y 400 millones de dólares, respectivamente.
Por su parte, LIVB recaudó un total de 114,5 millones de dólares en fondos brutos en su oferta pública inicial del 7 de febrero de 2022, con el objetivo de combinarse con una empresa de tecnología que estuviera operando en un segmento con alto potencial de crecimiento en México.
Anteriormente bajo la marca Credijusto, Covalto ha sido uno de los pioneros en el desarrollo de infraestructura tecnológica en México, construyendo bases de información proveniente de facturas y declaraciones fiscales electrónicas, así como de otros datos financieros para ofrecer financiamiento y servicios financieros a pymes a grande escala.
El año pasado, la firma se convirtió en la primera plataforma digital financiera mexicana en adquirir una Institución de Banca Múltiple, lo que le ha permitido continuar expandiendo su oferta de productos, ganar acceso al sistema interbancario de pagos y reducir de forma importante su costo de fondeo.
Covalto está dirigida por sus fundadores y co-directores generales Allan Apoj y David Poritz. Desde su fundación, la empresa tecnológica ha sido respaldada por grandes inversionistas institucionales, como QED Investors, Kaszek, Goldman Sachs, Point72 Ventures, Ignia, Credit Suisse y Victory Park Capital.
La transacción
La operación entre ambas compañías refleja una valuación implícita proforma de Covalto de 547 millones de dólares, destacaron en su comunicado.
Se espera que esta transacción refuerce aún más el balance de Covalto, al aportar hasta 177 millones de dólares en capital a la empresa antes de gastos, bajo el supuesto que no haya llamadas de capital por parte de los accionistas de LIVB.
Esta transacción irá acompañada de un fondeo garantizado de 60 millones de dólares, de los cuales 30 millones serán aportados por LIV Capital posteriormente a este anuncio. Estos recursos le permitirán a la compañía continuar creciendo, ampliar su gama de productos e identificar oportunidades de adquisiciones en México y América Latina, así como cubrir los gastos de la misma transacción.
El 100% de las acciones de los inversionistas actuales de Covalto serán aportadas a esta transacción y se espera estos mantengan más del 72% de participación al cierre de la operación bajo el supuesto que no haya llamadas de capital por parte de los accionistas de LIVB. Los accionistas de Covalto también podrán recibir hasta 2.5 millones de acciones ordinarias de la empresa combinada al cumplirse ciertos determinados objetivos con respecto al precio de las acciones, conforme a lo establecido en el acuerdo de combinación de negocios.
Esta transacción ha sido aprobada unánimemente por los consejos de administración de Covalto y LIVB, y se espera que sea completada en el primer trimestre de 2023, sujeta, entre otros asuntos, a la revisión por parte de la Comisión de Valores y Bolsa de los Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés), la aprobación de parte de los accionistas de LIVB así como a las aprobaciones de las autoridades regulatorias mexicanas, incluyendo a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y al cumplimiento de otras condiciones de cierre habituales.
Financiando pymes
“Las pymes son la columna vertebral de las economías en México y Latinoamérica, sin embargo, sus necesidades bancarias y financieras no están siendo del todo atendidas por la banca tradicional hoy en día”, declaró Poritz.
En esa línea, el fundador aseguró que las pymes en México son, en gran medida, excluidas del sistema financiero tradicional, lo que les ha impedido formar parte de la creciente economía digital. “Fundamos Covalto con la finalidad de atender esta barrera económica y fomentar el potencial de las Pymes latinoamericanas a través de soluciones digitales bancarias y crediticias”, explicó.
Apoj añadió: “Estamos muy agradecidos con el apoyo de LIV Capital. Estamos seguros de que serán socios importantes para Covalto y de que agregarán un importante valor al negocio”.
Desde LIVB también valoran la operación. “La convergencia entre servicios financieros y tecnología está impulsando la disrupción en el mercado mexicano, y Covalto se encuentra a la cabeza de esta tendencia”, dijo Alex Rossi, presidente y director general de LIVB. “Nos estamos aliando con un excepcional equipo ejecutivo que ha construido la plataforma líder de servicios financieros y banca digital en México, a través de la cual están atendiendo la importante oportunidad presente en el mercado de crédito a Pymes en la región”, agregó.
Actualmente México tiene la menor tasa de penetración crediticia de América Latina, con un 38% del PIB, cuando esta tasa es de 70% en Brasil y 216% en los Estados Unidos. Según datos de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su sigla en inglés), la alta concentración de mercado en el país ha resultado en un déficit de financiamiento a pymes ascendiendo a más de 160.000 millones de dólares.
Observando las principales tendencias que influyen sobre el sector corporativo latinoamericano, S&P Global Rating ha identificado distintas variables dignas de monitorear a futuro en las principales economías del vecindario.
Para la agencia calificadora, hay distintas cosas a las que el mundo privado debe estar atenta en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México, incluyendo las dinámicas cambiarias, los precios de las materias primas y la inflación.
Argentina
Unas de las variables clave en el país, según la clasificadora, son los riesgos de transferencia y convertibilidad. “Aunque la mayoría de las corporaciones han reestructurado su deuda externa, el riesgo de controles cambiarios más estrictos es alto y podría afectar su capacidad para pagar intereses y/o principal o incluso para importar materias primas”, señaló la firma en su reporte.
Además, el riesgo de depreciación del peso argentino es “elevado”, destacó la firma. Muchas entidades argentinas emitieron bonos locales con cupones vinculados al dólar. Los llamados son atractivos para los inversionistas nacionales porque ofrecen cierto refugio frente al debilitamiento del peso. Sin embargo, advierte S&P Global Ratings, una fuerte depreciación del tipo de cambio oficial podría encarecer esos instrumentos, lo que debilitaría los perfiles crediticios.
Eso sí, la firma destaca que los exportadores, como los productores de petróleo y gas, se beneficiarían de una fuerte depreciación del peso.
Además, la regulación adversa y los riesgos de los controles de precios siguen siendo altos, según la agencia calificadora. “Esos riesgos pesan mucho sobre las empresas de servicios públicos, los generadores de energía y las empresas integradas de petróleo y gas que tienen márgenes bajo presión debido a su incapacidad para ajustar los precios para igualar la inflación desenfrenada, que está en camino de superar 60% en 2022”, indicaron.
Brasil
Una de las cosas principales a monitorear en el país, señala S&P Global Ratings, es el precio de las materias primas, que aún describen como “un ancla para la calidad crediticia de muchos sectores”.
Como las mineras aprovecharon los altos precios del hierro en 2021 y redujeron significativamente su deuda, sus perfiles crediticios se mantuvieron sólidos, incluso considerando un alza de 15% (respecto a 2019) en los costos de producción. “Las acereras muestran un buen impulso pese a menores volúmenes en sectores como la construcción de viviendas porque los precios internos compensaron con creces la baja del volumen, debido a favorables precios mundiales”, explica la firma.
Por su parte, las forestales y los procesadores de caña de azúcar también se benefician de precios sólidos que en la agencia calificadora esperan que continúen, pese a algunas caídas en volúmenes por la sequía y las heladas que afectaron las cosechas en 2021, respaldados por los altos precios internacionales del petróleo que son la base para el precio del combustible nacional.
Otra variable relevante es la inflación, que aumentó y provocó una reacción contundente del banco central local. “Esperamos que el banco central suba las tasas hasta 13,75% para fines de 2022 y luego las baje a 9,5% en 2023, lo que presionará la carga de intereses de las empresas porque su deuda está indexada en gran medida a la tasa de interés de referencia y al índice de precios al consumidor de Brasil”, auguran.
Por su parte, el mercado local de bonos se revitaliza tras un comienzo lento. Las emisiones nacionales vuelven a la normalidad y superan los niveles récord de 2019. La oferta de crédito es un pilar de crecimiento para sectores como la construcción de vivienda, el comercio minorista, la agroindustria y otros con empresas medianas que no reciben servicio completo de los bancos y no pueden acceder a los mercados internacionales, agregan.
Colombia
En la economía colombiana, el sector privado estará atento a la dinámica de precios al consumidor, con presiones inflacionarias persistentes y un aumento de las tasas de interés que podría dañar los márgenes operativos. “El EBITDA y los niveles de cobertura de deuda estarán presionados en los próximos 18 meses. Si bien las corporaciones podrán transferir parte del aumento en los costos de producción a los consumidores en el corto plazo, esta posibilidad será gradualmente más baja a medida que disminuya la capacidad de pago de los deudores”, advierte la clasificadora de riesgos.
Por su parte, la reforma fiscal podría afectar tanto al sector empresarial como al comportamiento del consumidor. Las políticas de la nueva administración influirán en el sector eléctrico para transformar y modernizar la industria del país, incluido su marco institucional y regulatorio presentado en el segundo semestre de 2021. Para el sector de las telecomunicaciones, el gobierno deberá decidir si modifica o rechaza los cambios que la industria propuso al esquema de remuneración de la renovación del espectro previsto para 2023, comentan desde S&P Global Ratings.
Además, la firma espera que la depreciación del peso colombiano generará mayores costos de inversión que podrían aumentar ligeramente los niveles de deuda. La subasta de espectro en 2020 comprometió a ejecutar inversiones de capital en los próximos 10 años. Los proyectos de energía renovable no convencional asignados con contratos de compra de energía (PPA) a largo plazo en subastas anteriores, afrontan presiones en sus estructuras de costos que los PPA no compensarán por completo. Finalmente, las empresas de distribución deberán cumplir con las inversiones regulatorias relacionadas con la eficiencia energética, indican.
Chile
En el país andino, los potenciales cambios en las regulaciones están al centro de las miradas, considerando que podría aumentar los costos para el sector privado. “El gobierno planea aumentar la recaudación de impuestos en un 5% del PIB durante los próximos cinco años y reformar el sistema de pensiones fortaleciendo su pilar solidario (un nivel mínimo garantizado de pensión para personas con poca o sin pensión) y aumentar las contribuciones. Sin una mayoría en el Congreso, el gobierno dependerá de los legisladores de centro para aprobar reformas, lo que refuerza la necesidad de políticas pragmáticas”, comentan desde S&P Global Ratings.
En esa línea, monitorear las votaciones de la nueva Constitución, el 4 de septiembre, será clave. En mayo de 2021, el país eligió una asamblea constituyente para crear la nueva constitución. La asamblea tiene siete comités que pueden presentar artículos (con un voto de mayoría simple) que luego deben ser aprobados con una mayoría de dos tercios. “El mecanismo de aprobación ha sido eficaz para moderar las propuestas”, destaca la firma.
Un tercer punto clave es la evolución de los precios spot de la hidrología y la electricidad. “Por lo general, en el segundo semestre del año, el precio spot tiende a disminuir debido a mejores condiciones climáticas y menores precios de los combustibles, teniendo en cuenta las importaciones de gas desde Argentina a precios muy competitivos”, señalan.
México
Según S&P Global Ratings, el mundo privado mexicano estará mirando con atención la debilidad económica extendida y generalizada en Estados Unidos. “Es probable que las exportaciones de México a Estados Unidos alcancen un récord este año de alrededor de 450.000 millones de dólares. Estados Unidos representa más de 75% de las exportaciones totales, por lo que el sector manufacturero de exportación depende de la salud de la economía estadounidense, particularmente la industria automotriz que representa 23% de las exportaciones”, explica.
En esa línea, la clasificadora de riesgo destaca la desaceleración de las remesas al país. En el primer semestre de 2022, las remesas superaron los 27.000 millones de dólares y ahora representan más de 4% del PIB. “Los hogares dependen cada vez más de las remesas mensuales para la compra de bienes y servicios, así como para la vivienda y la autoconstrucción. Una caída en las remesas debilitaría la demanda base de muchas industrias en la cartera que calificamos”, advierten.
El proceso de ajuste de las tasas de interés que lleva adelante la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) modificó el precio de todos los activos financieros. Los bonos de Uruguay en dólares cayeron durante el primer semestre de 2022 y sus rendimientos se volvieron más atractivos, en niveles que no se observaban desde 2018, señala la compañía gestora de patrimonios uruguaya Nobilis en un informe.
Sumado a las fortalezas macroeconómicas de Uruguay y al buen manejo de los pasivos, esto genera “un buen momento para invertir en bonos de corto plazo con retornos de entre 2,75% y 4%, libres del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y con liquidez diaria”, sostuvo Sebastián Arena, Head de Trading de Nobilis.
El crecimiento de los retornos no generó un incremento del riesgo país, debido a que Uruguay cuenta con varias fortalezas que permiten ser optimistas en cuanto a la capacidad de repago de las deudas, y que lleva a considerar a este instrumento como una oportunidad de inversión, explicó Arena.
Entre las fortalezas del país se destacan los fundamentos sólidos de la economía y las finanzas. “Uruguay ha demostrado ser muy resiliente a los shocks regionales y a otros, como fue la pandemia en 2020. Mantiene un alto nivel de Producto Bruto Interno (PBI) per cápita en comparación con sus pares de la región y demás países con grado inversor”, apuntó el especialista en inversiones.
A esto se suman las fortalezas institucionales, vinculadas fundamentalmente a la seguridad jurídica que ofrece Uruguay para los inversores, la defensa de las instituciones, la separación de poderes y los bajos niveles de corrupción en comparación con otros países de la región. También se destaca la conformación del Consejo Fiscal Asesor con la Ley de Urgente Consideración. Por otra parte, el riesgo país de Uruguay se ha mantenido bajo incluso cuando en el resto de Latinoamérica se ha deteriorado en el último tiempo.
Las proyecciones económicas son alentadoras para Uruguay, ya que se prevé un fuerte nivel de crecimiento del PBI de 4,7% para 2022, 3% para 2023 y 2,6% para 2024. Además, se espera que el déficit siga controlado y que el ratio de deuda se mantenga estable. En tanto, el desempleo se proyecta en el entorno de 8% para los próximos dos años y el salario real podría recuperarse.
Por último, se destaca el robusto manejo de la deuda, con una política de financiamiento de largo plazo que otorga fortalezas al país.
Hay dos aspectos que conforman la capacidad defensiva de las inversiones en renta fija y que dan seguridad. “Existe una correlación muy alta entre el rendimiento esperado de un bono y el efectivamente observado dentro de tres años”, sostuvo Arena.
Además, considerando el rendimiento esperado y los cupones que van pagando semestralmente estos bonos, las tasas de interés en Estados Unidos deberían subir 100 puntos más de lo que espera el mercado para que la inversión en el bono de Uruguay al 2031 obtenga un retorno negativo en un año. “Incluso en ese caso, si se mantiene la inversión a vencimiento, recuperará esta caída y capturará el rendimiento esperado”, explicó.
“Por estas razones vemos atractivo invertir en bonos de Uruguay en dólares con vencimientos a 2024 y 2027 como punto de partida para aquellos inversores con ahorros ociosos, y como primer paso hacia la construcción de un portafolio diversificado”, remarcó.
Con el aumento de la riqueza de los millennials en los últimos cinco años (algo que está sucediendo más rápido que el de cualquier otra generación), los asesores financieros deberían comenzar a considerar seriamente a este grupo demográfico como un mercado viable para el crecimiento de la cartera, según el último informe de Cerulli Edge—US Edición .
Cerulli estima que los millennials tenían un patrimonio neto promedio de más de 278 000 dólares en 2021, un aumento anual promedio del 23,1 % desde 2016, que es la tasa de crecimiento más alta de cualquier generación.
Los millennials, que alguna vez fueron vistos como demasiado jóvenes y no lo suficientemente ricos como para necesitar relaciones de asesoramiento completo, están comenzando a criar familias, comprar casas y asumir posiciones de liderazgo en sus carreras. Esta generación está buscando progresivamente asesoramiento financiero formal y planificación para administrar mejor sus asuntos y garantizar que sus objetivos de jubilación estén bien encaminados.
La investigación encuentra que el 59 % de los millennials se identifican como buscadores de asesoría: aquellos que quieren más consejos financieros de los que reciben actualmente, están interesados en nuevas ideas y, lo que es más importante, están dispuestos a pagar por ese servicio. Además de eso, la investigación encuentra que los millennials son los menos propensos a ser puramente autodirigidos (6%) y más activamente comprometidos con sus finanzas.
Si bien los millennials históricamente han tenido una alta tasa de uso directo de la plataforma de proveedores, lo que ha dado como resultado un marketing dirigido sustancial de las plataformas de corretaje y los proveedores de asesoramiento digital, cada vez más exigen un asesoramiento más personalizado, incluida la planificación financiera integral.
“El interés activo en sus finanzas también significa que es más probable que los millennials asistan a las reuniones y se muestren abiertos sobre lo que buscan, lo que podría permitir el desarrollo de una sólida relación bidireccional con sus asesores”, dice el analista de investigación John McKenna.
Incluso con la caída de los mercados en 2022, es probable que los millennials puedan capear la tormenta gracias a sus horizontes de inversión y las tendencias históricas de los mercados a aumentar en plazos más largos.
“Cuidar de los clientes millennials en sus años de riqueza es un mercado en gran parte sin explotar para los asesores financieros que están haciendo crecer su libro de clientes. También es una base que podría ser leal durante los próximos 40 años si se hace un esfuerzo por incorporarlos pronto”, concluye McKenna.
Después de siete años trabajando para Galicia Asset Management, Martín Demarchi ha fichado por Supervielle Asset Management, donde tendrá el cargo de Senior Portfolio Manager con foco en renta fija, en especial el segmento T+1, según confirmó a Funds Society.
En Galicia AM Demarchi tuvo funciones similares. Previamente trabajo en Corpbanca Itau (Chile) como Trader International Desk.
Martín Demarchi es Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Católica Pontifica de Argentina (UCA) y Máster en Finanzas (UCEMA).
Excel Capital desembarca en Uruguay con una oficina nueva en Montevideo, que tendrá como Sales Director a Agustina de los Reyes.
Agustina de los Reyes trabajó los últimos ocho años en Citibank, como Product Manager; Previo a eso, fue analista en Integracion AFAP. Reportará a Cristian “Toro” Reynal, socio y Country Head de Argentina y Uruguay.
“Estamos encantados con la nueva incorporación y creemos que Agustina trae a la mesa una excelente combinación entre el aspecto técnico y el comercial. Su experiencia en el buy side le permite entender mejor las necesidades de los asesores financieros a la hora de considerar diferentes alternativas de inversión”, dijo al respecto Toro Reynal.
“En Uruguay, al igual que en Argentina, estamos encargados de la distribución de la familia de fondos mutuos de abrdn y somos placement agents de la gestora de alterntativos KKR. En el corto plazo vamos a incorporar una segunda gestora de fondos mutuos, y estamos próximos a lanzar nuestro primer feeder de alternativos”, añadió.
Desde Chile, Gastón Angélico uno de los founding partners de Excel Capital, dijo: “la incorporación de Agustina y la apertura de oficina en Uruguay representa nuestro compromiso para con la región latinoamericana. Después de asentarnos en México y en Argentina en 2021. De esta forma, y según nuestro plan estratégico y modelo de negocio, ahora contamos con presencia local en todos los países de Latam-ex Brasil, con mercado relevante en el negocio de distribución».
La oficina de Excel Capital en Uruguay estará situada en el Edificio Celebra de Zonamerica.
Excel Capital maneja actualmente 4.000 millones de dólares, con clientes institucionales e intermediarios. Tiene presencia en Chile, Perú, Colombia, México, Uruguay y Argentina.
Los principales mercados desarrollados corrigieron durante el mes; el índice S&P 500 (TR) (USD) volvió a ser el que peor rentabilidad obtuvo, cayendo un 8,3%, seguido por el MSCI Europe (TR) (EUR) y el MSCI Japan (TR) (JPY), que registraron caídas del 7,7% y del 2,7%, respectivamente1. Aunque el índice MSCI EM (USD) perdió un 6,6%, una excepción notable fue el MSCI China (HKD), que aumentó un 6,7%1. A pesar de ser el sector que mejor rentabilidad obtuvo en meses anteriores, con un -14,2%, el MSCI Energy (USD) representó uno de los sectores con peor rentabilidad este mes1. Aunque la tir del bono del Tesoro de EE. UU. a 10 años se situó por encima del 3% en junio, alcanzando su máximo en el 3.5%2 , volvió a situarse en el 3.01%1 a finales de mes, debido al deterioro de los datos de los consumidores y los indicadores de crecimiento.
Esperamos que la inflación se modere lentamente en los próximos 12 meses. Incluso si la demanda se ralentiza en respuesta a los altos precios como esperamos, en algunos componentes del IPC, como la vivienda, puede resultar mucho más permanente debido al retraso entre el índice y los precios de alquiler. Prevemos que el IPC de alimentos alcanzará su máximo durante el tercer trimestre de 2022.
Seguimos preocupados porque cada vez es más probable que se produzca una recesión, dado que la alta inflación podría forzar un ritmo rápido de subidas de tipos en EE. UU. y Europa, lo que significa un ajuste potencialmente excesivo, especialmente por parte de la Reserva Federal, mientras que al mismo tiempo el crecimiento se debilita. A finales de junio se publicaron datos que indicaban que el consumo de EE. UU. ya estaba en un fuerte descenso. Los bienes duraderos cayeron en mayo un -3.2% intermensual3, el crecimiento de la renta disponible cayó un 0,1% intermensual4. Hasta ahora, las estimaciones de ventas y beneficios en Estados Unidos parecen haber aguantado adecuadamente, pero esta situación podría variar. Los bancos centrales podrían terminar girando hacia una actitud más favorable a finales de 2022.
Implicaciones sobre la inversión
Mantenemos estable nuestra asignación a activos en general, con una asignación baja en renta variable; el mes pasado, destinamos nuestra posición de efectivo a renta fija. Llevamos a cabo diversos cambios tácticos durante el mes, que describimos a continuación:
Acciones A de China
Adoptamos un enfoque positivo hacia las acciones A de China y confiamos en esta clase de acciones, ahora que el país deja atrás los confinamientos. El ritmo de la recuperación del consumo y la inversión privada sigue pareciendo lento. Sin embargo, la economía cuenta con el respaldo de un mayor gasto público en infraestructuras y unas medidas favorables para el mercado residencial. Prevemos que continúen los estímulos fiscales, en combinación con más reducciones de los tipos y del coeficiente de reservas obligatorias para los bancos, pero a un ritmo controlado en comparación con ciclos anteriores para evitar provocar burbujas de activos. Consideramos que las valoraciones parecen razonables, con ratios precio/beneficio (PER) a futuro en torno a su mediana de 10 años5. Pensamos que las acciones chinas pueden rendir mejor con respecto a otras regiones. De hecho, la confianza está repuntando, pues, desde comienzos de año, los northbound flows se han vuelto positivos6.
Acciones globales del sector energético
Aumentamos nuestro sesgo positivo hacia el sector de la energía global. Como ya hemos indicado, es de esperar que los problemas de suministro debidos a la guerra de Rusia y Ucrania mantengan elevados los precios de la energía, y las tendencias estructurales, como la escasa inversión de las energéticas con capacidad de producción y refinado, deberían brindar un mayor respaldo. Fijándonos en recesiones pasadas, prevemos que, si avanzamos hacia un entorno recesivo, cualquier obstáculo a la demanda se vea compensado por los problemas de suministro en Rusia y una demanda acumulada residual según la economía global concluya su reapertura durante el verano. Los precios del petróleo por lo general han ido subiendo a pesar de los confinamientos decretados en China. Sin embargo, dada la reapertura de China actual, creemos que este extremo y una demanda acumulada residual deberían compensar los efectos que puedan derivarse de la ralentización del crecimiento.
Deuda pública
Deuda pública italiana
Iniciamos una posición de infraponderación en deuda pública italiana y compramos bonos alemanes y deuda pública francesa, permaneciendo neutrales en estas dos últimas. Consideramos que los riesgos para los diferenciales de la deuda pública italiana presentan un sesgo a la baja. El anuncio de que el Banco Central Europeo (BCE) está diseñando un mecanismo contra la fragmentación llevó a un estrechamiento significativo de los diferenciales y es de esperar que permita al organismo elevar los tipos más rápidamente en caso necesario, con un menor temor a causar otro aumento de la volatilidad de los diferenciales de la deuda periférica. Sin embargo, dado que todavía se está elaborando la estructura del sistema contra la fragmentación, es probable que se dé volatilidad justo cuando el BCE se disponga a subir los tipos. Todavía es probable que esta evolución presione los diferenciales al alza y pensamos que el BCE permitiría una ampliación paulatina de los diferenciales en reflejo de una política monetaria más estricta, si esto no supone una amenaza para el mecanismo de transmisión de la política monetaria.
Deuda pública japonesa
Somo negativos respecto a la deuda pública japonesa (JGB), ampliando en su lugar los bonos del Tesoro de EE. UU., ya que prevemos que los JGB tendrán una rentabilidad inferior en relación con el efectivo a corto plazo y en relación con el universo de bonos a medio plazo. El Banco de Japón podría verse obligado a reducir su control de la curva de tipos y su política monetaria ultralaxa si repuntan las expectativas de inflación y el crecimiento de los salarios.
Posicionamiento táctico
A continuación, proporcionamos nuestras opiniones tácticas:
Tribuna de Andrew Harmstone, gestor sénior en el equipo Global Multi-Asset y responsable de la estrategia Global Balanced Risk Control, y Manfred Hui, gestor de carteras en Morgan Stanley Investment Management.
La rentabilidad de los índices se facilita con fines meramente ilustrativos y no pretende describir el rendimiento de una inversión concreta. La rentabilidad pasada no es garantía de resultados futuros. Consulte el apartado Información importante para conocer las definiciones de los índices.
Anotaciones:
1 Bloomberg, a 30 de junio de 2022.
2 Bloomberg, a 14 de junio de 2022.
3 Morgan Stanley Research. Oficina de Análisis Económico. Gasto en consumo personal por tipo de producto principal y por función principal. Última revisión: 30 de junio de 2022.
4 Morgan Stanley Research. Oficina de Análisis Económico. Ingresos y gastos personales, mayo de 2022. Noticias económicas del 30 de junio de 2022. www.bea.gov/news/2022/personal-income-and-outlays-may-2022 Mayo de 2022, variación porcentual del gasto en consumo personal durante el mes.
5 Datastream, MSIM. MSCI CA – PER a 12 meses, a 30 de junio de 2022.
6 Hong Kong Exchanges and Clearing Limited, MSIM. Las compras netas totales northbound ascendían a 71.800 millones de yuanes desde comienzos de año a 30 de junio de 2022, según los flujos de Shanghai Stock Connect Net Buy y Shenzhen Stock Connect Net Buy.
INFORMACIÓN IMPORTANTE
Los puntos de vista y las opiniones pertenecen al autor en la fecha de publicación, podrán variar en cualquier momento debido a las condiciones del mercado o económicas y podrían no llegar a materializarse. La información que aquí se recoge representa el modo en que el equipo de inversión suele aplicar su proceso inversión en condiciones normales de mercado. Esta comunicación general, que no es imparcial, se facilita únicamente con fines informativos e ilustrativos y no deberá considerarse una recomendación. La información no aborda los objetivos financieros, la situación o las necesidades específicas de ningún inversor en concreto. Las inversiones entrañan riesgos, incluida la posible pérdida del capital principal
No existe garantía de que la estrategia vaya a alcanzar su objetivo de inversión. Las carteras están expuestas al riesgo de mercado, que es la posibilidad de que los valores de mercado de los títulos de la cartera bajen y que, por consiguiente, el valor de las acciones de la cartera sea inferior al que usted pagó por ellas. Los valores de mercado pueden cambiar a diario por acontecimientos económicos y de otro tipo (por ejemplo, catástrofes naturales, crisis sanitarias, atentados terroristas, conflictos y disturbios) que afecten a mercados, países, compañías o gobiernos. Resulta difícil predecir el momento en que se producirán tales acontecimientos, así como su duración y sus posibles efectos adversos (por ejemplo, para la liquidez de las carteras). En consecuencia, su inversión en esta cartera podrá comportar pérdidas. Tenga en cuenta que esta estrategia puede estar sujeta a determinados riesgos adicionales. Existe el riesgo de que la metodología de asignación de activos y los supuestos del asesor con respecto a las carteras subyacentes sean incorrectos a la luz de las condiciones reales del mercado, por lo que la cartera podría no alcanzar su objetivo de inversión. Las cotizaciones también suelen presentar volatilidad y existe una posibilidad significativa de pérdida. Las inversiones de la cartera en pagarés vinculados a materias primas implican riesgos sustanciales, incluido el riesgo de perder una parte significativa del valor de su capital principal. Además de los riesgos relacionados con las materias primas, estas inversiones pueden estar sujetas a otros riesgos específicos, como el riesgo de pérdida de intereses y del capital principal, la ausencia de un mercado secundario y el riesgo de mayor volatilidad, los cuales no afectan a los títulos tradicionales de renta variable y de renta fija. Las fluctuaciones de las divisas podrían anular las ganancias por inversiones o acentuar las pérdidas por inversiones. Los títulos de renta fija están sujetos a la capacidad del emisor de realizar puntualmente los pagos del capital principal y los intereses (riesgo de crédito), a las variaciones de los tipos de interés (riesgo de tipos de interés), a la solvencia del emisor y a la liquidez del mercado en general (riesgo de mercado). En un entorno de subidas de los tipos de interés, los precios de los bonos pueden caer y dar lugar a periodos de volatilidad y a aumentos de los reembolsos en las carteras. En un entorno de caídas de los tipos de interés, la cartera puede generar menos ingresos. Los títulos más a largo plazo pueden ser más sensibles a las variaciones de los tipos de interés. Los títulos de renta variable y extranjeros suelen ser más volátiles que los títulos de renta fija y están supeditados a riesgos de divisa, políticos, económicos y de mercado. La valoración de los títulos de renta variable fluctúa en respuesta a actividades específicas de las compañías. Las acciones de compañías de pequeña capitalización entrañan riesgos específicos, como una limitación de líneas de productos, mercados y recursos financieros y una volatilidad de mercado mayor que los títulos de compañías más grandes y consolidadas. Los riesgos de invertir en países de mercados emergentes son mayores que los riesgos asociados a inversiones en mercados desarrollados extranjeros. Las participaciones de fondos cotizados entrañan muchos de los mismos riesgos que las inversiones directas en acciones ordinarias o bonos y su valor de mercado fluctuará a medida que varíe el valor del índice subyacente. Al invertir en fondos cotizados y otros fondos de inversión, la cartera absorbe tanto sus propios gastos como los de los fondos cotizados y los fondos de inversión en los que invierte. La oferta y la demanda de fondos cotizados y de fondos de inversión pueden no estar correlacionadas con las de los títulos subyacentes. Los instrumentos derivados pueden ser ilíquidos, podrían incrementar las pérdidas de forma desproporcionada e imprimir un efecto negativo potencialmente amplio en la rentabilidad de la cartera. Un contrato de divisas a plazo es una herramienta de cobertura que no implica ningún pago inicial. El uso de apalancamiento puede incrementar la volatilidad de la cartera.
En opinión de Nitesh Shah, Head of Commodities & Macroeconomic Research Europe de WisdomTree, si bien las perspectivas del oro y la plata están obstaculizadas por los mayores rendimientos de los bonos y la apreciación del dólar, la inflación tenazmente elevada debería hacer que sus precios continúen subiendo. “Enfatizamos que, si bien una recesión no es nuestro escenario base, los mercados están cada vez más preocupados respecto a que la economía decaiga. La rentabilidad del oro podría superar a la de la plata en dicho escenario”, destaca Shah.
Según el experto, ante el riesgo de que los bancos centrales se excedan en sus medidas, el oro respondería disparando su valor, pero sobre todo lo haría si la inflación permanece elevada mientras el crecimiento económico continúa “herido”. Además añade que, en un escenario base en el que la inflación se modera sin una recesión, la plata debería mantenerse bastante en sintonía con el oro. “Sin embargo, una contracción del sector industrial la podría golpear desproporcionadamente”, matiza.
El análisis que hace la gestora sobre el oro señala que los rendimientos más elevados de los bonos y la fortaleza del dólar repercuten de manera negativa sobre el precio del oro, mientras que los mayores niveles de inflación lo hacen de manera positiva. “Nuestro modelo indica que, de cara al primer trimestre de 2023, los precios del oro aumentarán, pero no tanto como se hubiese esperado anteriormente (alrededor de los 2300 dólares la onza) cuando los obstáculos para los bonos y el dólar eran menores. Asumimos, en nuestras proyecciones revisadas, que los rendimientos de los bonos a 10 años subirán al 3,2% y la cesta del dólar se aprecia a 105 para el primer trimestre de 2023, mientras que la inflación solamente se modera al 4,3% (desde el 8,3% en abril de 2022. Los escenarios bajistas y alcistas no se ven alterados por estos cambios”, afirma Shah en su último análisis.
En este sentido añade: “Hemos observado que el oro se está manteniendo bien en relación a los mercados de bonos, rompiendo la fuerte relación tradicional que mantiene con los bonos del Tesoro de protección inflacionista”.
Una de las reflexiones más interesante que hace este experto de WisdomTree es que la estanflación podría ser buena para el oro. Según explica, tradicionalmente, las recesiones tienden a moderar las presiones de precios. Sin embargo, cuando los incrementos de precio están generados por choques externos, esto puede no llegar a darse. Los expertos de mercado están hablando cada vez más respecto a la “estanflación”, es decir, una recesión combinada con una inflación elevada.
“Los episodios de estanflación son extremadamente raros y, por lo tanto, es muy difícil la extracción de conclusiones cuantitativas a partir de ellos. Entre el tercer trimestre de 1973 y el primer trimestre de 1975, el PIB estadounidense decayó en términos reales y, además, la inflación subió de un 7,4% al 10,3%. Por su parte, los precios del oro se incrementaron en dicho período en un 73%. A finales de la década de 1970, también se constató una desaceleración económica combinada con una aceleración de la inflación, con los precios del oro duplicándose con creces en 1979”, afirma.
Un comportamiento del oro que no dejaría atrás a la plata. Según explica Shah, basándose en el escenario base de la gestora, es probable que los precios de la plata aumenten a los 28,89 dólares para el primer trimestre de 2023. “El gasto de capital minero ha estado aumentado recientemente y esto podría llevar al mercado de la plata a un déficit de oferta durante el año que viene. Asumimos que la actividad manufacturera (representada por los Índices de Gestores de Compra) continuará moderándose, pero no caerá por debajo de 50 (es decir, no se contraerán en términos absolutos). Nuestra proyección para la plata indica que la relación oro/plata, que actualmente es elevada, podría moderarse un poco”, concluye.
Este año podría ser el año del tigre para la renta variable china. Después de 12 meses de inestabilidad, los inversores extranjeros están empezando a volver a China. Enfrentados a un muro de incertidumbre geopolítica y macroeconómica -una política de cero COVID, un aumento de las tensiones con EE.UU., un escrutinio regulatorio más estricto y la debilidad del sector inmobiliario-, los inversores de la segunda economía del mundo han pasado gran parte del año pasado buscando un mejor hogar para su capital.
La renta variable se vio especialmente afectada. El selectivo Hang Seng China Entreprise -el índice de referencia de la Bolsa de Hong Kong-, por ejemplo, cayó un 22% en 2021. Los llamados valores BAT, los favoritos de los inversores en crecimiento, sufrieron descensos similares.
Pero hay indicios de que la marea puede estar empezando a cambiar. En abril, el banco central de China introdujo una ola de medidas destinadas a apoyar la economía. Entre ellas, una reducción de los niveles de reservas obligatorias para los bancos, junto con un recorte récord de su tipo de interés hipotecario. También hay indicios de que las anteriores medidas reguladoras contra los valores tecnológicos chinos han llegado a su fin.
Ahora, los inversores han empezado a responder en consecuencia. Las entradas extranjeras en el mercado bursátil chino han sido de unos 40.000 millones de renminbi (6.000 millones de dólares) este año, lo que sitúa las participaciones por encima de los niveles de principios de marzo, cuando comenzó la venta masiva, según datos del diario Financial Times. Asimismo, el índice de referencia CSI 300 de empresas que cotizan en la China continental ha subido un 13% desde su mínimo del año a principios de mayo.
Para los inversores que mantuvieron su rumbo durante la venta masiva de acciones en China, esto marca un punto de inflexión. A pesar de los anteriores vientos en contra, no todos los gestores y analistas consideraron que era el momento de dejar de invertir. Hubo quienes creyeron que era precisamente el momento de apostar por el gigante asiático. Este fue el caso de nuestra estrategia, en la que vimos esas caídas de precios como una oportunidad más que como un riesgo.
Este tipo de comportamiento se conoce en el mundo de la inversión como ser contrarian. Es decir, aquellos ahorradores que invierten en sentido contrario al sentimiento general del mercado. Cuando la mayoría de los agentes del mercado compran, el inversor contrario vende. Mientras que si se produce un mercado bajista, el inversor contrario se dedica a buscar oportunidades de compra.
Durante más de una década, ser un contrarian ha sido sinónimo de invertir en valor. Hoy, las cosas están menos claras. La venta de acciones chinas nos ofreció una excelente oportunidad para comprar acciones de mayor calidad a precios de ganga.
El objetivo de nuestra estrategia Asia ex-Japan Equity es lograr la revalorización del capital a largo plazo invirtiendo principalmente en una cartera de valores de renta variable emitidos por empresas de la región de Asia, excluido Japón. El equipo de gestión invierte en valores infravalorados por el mercado y con potencial de beneficios futuros. El proceso de inversión tiene en cuenta criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Además, el gestor se implica en la promoción de buenas prácticas en las empresas en las que invierte, una seña de identidad de Federated Hermes.
Tribuna elaborada por Jonathan Pines, gestor de fondos de Federated Hermes.