En un contexto internacional marcado por la inflación desbocada, la subida de tipos de interés y la extrema volatilidad en las principales bolsas de valores del mundo, los inversores deben ser más cuidadosos que nunca a la hora de tomar decisiones. Para UBP, el refugio ideal para la inversión en estos tiempos de incertidumbre se encuentra en los mercados privados, con las infraestructuras y el Real Estate como segmentos más atractivos y en la inversión de impacto, con foco en compañías que aportan soluciones a problemas ambientales y sociales . Para el inversor minorista, la gestión activa y la diversificación son esenciales , según defiende el co-CEO Asset Management , Nicolas Faller, con el que Funds Society tuvo la oportunidad de discutir sobre estos y otros temas en una reciente entrevista.
Fernando Moldenhauer.- Primero fue la pandemia y ahora la guerra y la hiperinflación: ¿Cómo ha sido estar al frente de una gestora de activos como UBP durante los últimos dos o tres años de incertidumbre?
Nicolas Faller.- La situación ha sido un poco difícil, pero probablemente nunca hemos sido tan activos como en estos últimos años Hemos desarrollado avances notables en lo que respecta a nuestras capacidades de inversión, y en concreto, hemos dado un paso al frente en inversión de impacto. Estamos convencidos de que este será uno de nuestros principales motores de crecimiento durante los próximos cinco o diez años. Además, hemos lanzado varios nuevos productos, como fondos que invierten en mercados frontera o que invierten en renta variable japonesa con un sesgo market neutral, es decir, combinando posiciones largas y cortas para ofrecer un producto casi sin correlación con el mercado de acciones. En definitiva, , hemos pasado de un modelo de negocio muy especializado en estrategias de renta fija, a disponer de una oferta de producto que amplia nuestras capacidades en renta variable, Hedge Funds y Private Markets . En realidad 2021 fue un año muy bueno para nosotros, en el que registramos fuertes entradas de capital en nuestras estrategias de renta variable y en Private Markets y empezamos a ver un buen impulso que ha dado sus frutos en 2022, cuando hemos visto que los clientes han vuelto a apostar por los Hedge Funds y hemos tenido algunos reembolsos en las estrategias de renta fija, especialmente en las de larga duración por razones obvias.
Así que ha sido un año difícil, pero en realidad bastante bueno en términos de aprovechar la oportunidad que representa para los inversores la volatilidad, así como para ampliar y diversificar nuestra oferta de productos. Hoy en día seguimos siendo muy positivos en renta variable y respecto a private markets nuestras estrategias en infraestructuras y real estate, creemos que van a seguir siendo interesantes como refugio contra la inflación. Mientras en los mercados privados estamos siendo más cautos para evitar la sobrevaloración, en renta fija, estamos poco a poco volviendo a apostar por activos de mayor duración , bajo la premisa de que hemos pasado una etapa en la que los tipos han descontado la mayor parte o todas las subidas y no hay garantía de que el crecimiento económico se mantenga como está.
F.M.- El conflicto en Ucrania y la actual escasez energética han añadido presión a la necesidad de una transición sostenible. ¿Qué cree que puede hacer el ecosistema inversor para impulsar el cambio? Y respecto a UBP, ¿cuál es su apuesta por la inversión de impacto?
N.F.- Creo que en este tema tenemos que tener en cuenta dos aspectos. Por un lado, ahora los gestores de fondos tienen en cuenta todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad que contempla la normativa. Y lo hacen no sólo porque creen que va a generar más crecimiento, sino porque piensan que la regulación va a ser muy dura contra ellos si no cumplen con los criterios de sostenibilidad, y eso podría traducirse en fuertes multas y la consecuente caída de la cotización. Así que eso es algo que cada vez es más destacable en la industria de gestión de activos. Por otra parte, creo que todavía hay algunas personas que cuestionan la necesidad de una transición sostenible, especialmente a la luz de lo que ha sucedido en los últimos tres a seis meses, con la interrupción de la oferta y el aumento de los precios de las materias primas. Ante este escenario, podrían pensar que, al final, los activos de empresas relacionadas con los combustibles y el gas son siempre una buena apuesta.
Sin embargo, si se observa el modelo de negocio de las compañías energéticas, como Total o Shell, todas están reinvirtiendo sus flujos de caja en una producción de energía más neutra en carbono. porque están totalmente convencidos de que eso es algo que hay que hacer. Por otro lado, creemos que apostar por valores de impacto real también es un camino a largo plazo, no se va a hacer de la noche a la mañana, pero seguro que esos valores se beneficiarán de muchas inversiones públicas y sabemos que cada vez más países están redistribuyendo su capex para invertir en soluciones que puedan llevar a una economía neutral en emisiones de carbono. Este objetivo va a ser un gran motor de crecimiento y la tecnología va a estar muy asociada a ello en los próximos cinco o diez años.
F.M.- A principios de año UBP lanzó una nueva estrategia inmobiliaria centrada en la colaboración con entidades públicas, y creo que hay un próximo proyecto que va a abordar la vivienda social y asequible, entre otras estrategias. ¿Podría profundizar un poco más en este nuevo enfoque?
N.F. – Sí. El sector inmobiliario es algo en lo que contamos con unas capacidades únicas, francamente hablando. Es un segmento en el que hemos sido muy activos como inversores directos, mediante la adquisición de edificios de propiedad gubernamental y también de la Comunidad Europea en Bruselas, donde la ventaja es que tienes una calificación AAA en términos de garantía del arrendatario. Además, son activos inmobiliarios con contratos de arrendamiento muy largos, ya que cuando un gobierno se traslada a una oficina no es por tres o cuatro años, sino para una estancia muy larga, que nos permite tener la garantía y prever el flujo de caja durante mucho tiempo. Además, a ello hay que añadir una estrategia de valor añadido, ya que algunos edificios tendrán que ser reconstruidos y rehabilitados de acuerdo a las actuales normas de sostenibilidad y cero emisiones , lo que nos permiten obtener un rendimiento adicional muy atractivo, que ronda el 4 o 4,5% .
F.M.- ¿Va a ser este uno de los principales motores de UBP en un futuro próximo? ¿Cree que va a ser un sector que va a impulsar a la compañía?
N.F.- Tenemos otros tipos de estrategias en mercados privados, pero definitivamente vamos a centrarnos en el sector inmobiliario porque también es un refugio para la inflación y creemos que actualmente no existe otro activo real que sustituya lo que millones de personas han estado haciendo durante bastante tiempo, que es la inversión en la parte privada o comercial del sector inmobiliario. En definitiva, nos gustaría ser muy activos en este segmento de inversión inmobiliaria, así como en el sector inmobiliario a través de fondos de deuda privada que también es un área defensiva en la que nos estamos expandiendo.
F.M.- Ha dicho que UBP está empezando a invertir en valores de renta fija de larga duración, pero esta clase de activo ha tenido uno de sus peores resultados en décadas en los últimos meses. ¿Qué les diría a los inversores que tienen miedo de invertir en este tipo de activos? ¿Cuál es su estrategia?
N.F.- Sí, creo que lo que hemos vivido durante los últimos cuatro o cinco meses es el peor periodo de tiempo para la renta fija desde 1994. Creo que sin la guerra, habría sido probablemente un poco menos extremo, y nuestra conjetura es que la situación actual va a perdurar durante los próximos dos o tres años. Se ha producido también un cambio más estructural en el escenario post-covid, por el que estamos pasando de una globalización total a un contexto más equilibrado entre la producción global y regional. Así que para responder a su pregunta, para el inversor minorista abogaría más que nunca por la gestión activa y una cartera diversificada. Deberían confiar en profesionales que sean capaces de utilizar diferentes formas de generar rendimiento, no solo mediante la duración, sino también mediante el segmento de crédito, el valor relativo o las divisas, y que sepan utilizar algunos instrumentos que puedan producir un buen rendimiento con una volatilidad limitada.
Por otro lado, con el sell-off que hay en el mercado actualmente, se puede ver que el mercado de alto rendimiento está ofreciendo una rentabilidad muy interesante para el riesgo asumido. Para justificar el nivel de rentabilidad hoy en día en el alto rendimiento, la tasa de impago debería aumentar significativamente a un nivel que no hemos visto desde 2008-2009. Y no creemos que estemos en la misma situación que entonces. En primer lugar, porque la mayoría de las empresas siguen teniendo mucho dinero en efectivo y todavía tienen mucha producción almacenada en stock, mientras que el sector bancario está en una situación mucho más saludable de la que estaba en 2008 y 2009, así que no existe el mismo nivel de riesgo que en 2008 y 2009. Por tanto, los inversores deberían apostar por oportunidades en productos con ingresos diversificados o, si tienen un poco más de tiempo, deberían reconsiderar la compra de high yield.
F.M.- Esta tendencia estructural que empuja a los países hacia un modelo más autosuficiente de la que hablaba, ¿la están considerando en sus fondos, en sus inversiones, en su gestión en España y en el resto del mundo?
N.F.- Sí, esa es una de las temáticas más potentes que tenemos en nuestros productos de inversión de impacto, donde estamos apostando fuertemente por la temática de la inflación verde, donde básicamente tendremos una inflación en servicios y productos que se utilizará para compensar el problema de sostenibilidad que tenemos en el planeta. Lo mismo ocurrirá con las empresas. Si compras un coche eléctrico hoy, este empleará entre 40.000 y 50.000 kilómetros para que sus emisiones sean inferiores a un vehículo normal. ¿Por qué? Porque el coste de producción del coche eléctrico es mucho más alto en términos de emisiones de carbono que lo que cuesta un coche normal. ¿A qué se debe? Eso se debe al hecho de que la mayoría de las baterías se producen en China. Y luego hay que transportar todas las baterías. Esto sucede no solo con las baterías, sino con muchos otros compuestos que se producen en países lejanos. Así que creo que hay un gran reto para el país, para las empresas, de producir de forma local para compensar el coste de las emisiones de carbono.
F.M.- Para terminar, me gustaría preguntarle qué lugar ocupa el mercado español para UBP. ¿Cuál es su estrategia para el país?
N.F.- Hemos establecido una estrategia desde hace mucho tiempo en España. Abrimos nuestra oficina aquí en el año 2000 y hemos desarrollado muchas conexiones con la mayor parte del mercado. Tenemos fuertes alianzas con los grandes actores, como BBVA, la Caixa y otros. Uno de los objetivos actuales es aumentar nuestra presencia en las compañías de mediana capitalización, y también dirigirnos a los clientes institucionales, porque están muy centrados en los mercados privados por diferentes tipos de razones. Por último, en España, al igual que en otros países, hay más oferta en el sector inmobiliario, en infraestructuras y en deuda privada, por lo que también es un área en la que nos gustaría seguir creciendo.