Peso chileno: nacido en dictadura, sostenido por la institucionalidad

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Historia del peso chileno y su sostenibilidad
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La historia del último cambio de moneda que vivió Chile, como tantas otras a lo largo de América Latina, tiene la hiperinflación como telón de fondo. En las casi cinco décadas que han pasado desde entonces, la divisa ha logrado mantener su solidez, pese a los frecuentes episodios de turbulencia de los últimos años.

El fin del reino del escudo, la anterior moneda del país andino, llegó en un contexto de crisis económica. La inflación alcanzó su punto álgido, con datos de tres dígitos nunca antes vistos, durante el gobierno de Salvador Allende, que terminó con el golpe de Estado de 1973 que sumió a Chile en una dictadura militar de 17 años.

Unas de las reformas que implementó el régimen de Augusto Pinochet, en el golpe de timón con el que redirigió el grueso de la economía chilena, fue la instalación de una nueva moneda. “A partir del 29 de septiembre de 1975, la unidad monetaria de Chile será el ‘peso’ cuyo valor y poder liberatorio será igual a unos mil escudos de la moneda en actual circulación. Su símbolo será la letra S sobrepuesta con una o dos líneas verticales y se antepondrá a su expresión numérica”. Esa fue su presentación formal, en decreto de ley 1.123 del Ministerio de Hacienda.

El cambio de moneda no fue pacífico. La inflación siguió hirviendo y, una vez que se liberó el tipo de cambio, el dólar empezó a escalar frente al recién instalado peso. Un hito clave, con la crisis económica idiosincrática que azotó al país austral a partir de 1982, la peor que había vivido desde los años 30, se dio luego de que las turbulencias económicas de los primeros años de la dictadura llevaron a la intervención de distintos bancos en el país austral entre noviembre de 1981 y enero de 1983. En ese contexto, el gobierno decidió devaluar la divisa en un 18%.

Siguiendo el ritmo de los altos y bajos de la economía local, el peso chileno pasó un buen puñado de años depreciándose. A veces paulatinamente, a veces con menos gentileza. El precio fijo determinado –de 39 pesos por dólar– se hizo insostenible en 1982. Hacia delante, el peso se fue devaluando, pasando la barrera de los 100 pesos por dólar en 1984, según cifras del Banco Central de Chile (BCCh).

Siguiendo el ritmo de los altos y bajos de la economía local, el peso chileno pasó un buen puñado de años depreciándose. A veces paulatinamente, a veces con menos gentileza. El precio fijo determinado –de 39 pesos por dólar– se hizo insostenible en 1982

En medio de ese período, el régimen que dio luz al peso llegó a su fin tras el plebiscito de 1988, que determinó la transición hacia la democracia y dio paso al gobierno de Patricio Aylwin, que se extendió entre 1990 y 1994. Ese período se caracterizó por un crecimiento económico relativamente fuerte y como el inicio del fenómeno llamado por algunos como “el milagro chileno”.

Cifras del Banco Mundial ubican la expansión anual del PIB en 7,3% para 1988, saltando a 9,9% el año siguiente y marcando un máximo de 11,2% en 1992. Descontando la contracción de 1999 –mientras el país lidiaba con los coletazos internacionales de la crisis asiática–, los años 90 oscilaron entre el 4% y 5%, sin embargo, el peso se seguía depreciando, aunque más paulatinamente. A inicios de octubre de 1988, el mes del plebiscito, la paridad cambiaria se ubicaba en torno a 245 pesos por dólar; al cierre de 1990, ya se ubicaba sobre los 330 pesos.

Desde ese punto, siguió subiendo a lo largo de los años hasta un peak sobre los 750 pesos entre finales de 2002 y principios de 2003. Luego, vino un período de recuperación para la divisa andina, con el dólar bajando gradualmente hasta los 440 pesos en el primer trimestre de 2004.

Un presente sacudido

La siguiente década fue de relativa estabilidad, con el tipo de cambio transitando entre los 450 y los 700 pesos hasta que la volatilidad se encendió nuevamente a finales de 2019, cuando se iniciaron las protestas contra el alza del costo de vida en octubre de ese año. Este fenómeno, conocido como el “estallido social”, llevó al dólar por primera vez sobre los 800 pesos, gatillando una intervención por parte del Banco Central, entre diciembre de 2020 y enero de 2021. En esa ocasión, se vendieron 2.550 millones de dólares en spot, además de distintos programas de liquidez.

Desde ese punto, el peso ha tenido distintos episodios de desvalorización. Las condiciones globales adversas de la pandemia de COVID-19 y los eventos geopolíticos, sumado a la incertidumbre política en el país –incluyendo dos proyectos fallidos de nueva constitución, de distinto color político–, llevaron al tipo de cambio a superar los 1.000 pesos por primera vez en la historia, en julio de 2022.

Imagen de la junta militar que gobernaba en 1975

En ese momento, llegó una segunda intervención cambiaria, que se extendió hasta finales de septiembre de ese año. En esa ocasión, el BCCh enajenó 6.150 millones de dólares en el mercado spot.

Más recientemente, los nubarrones en el mercado cambiario local se han visto apoyados por un desajuste entre la política monetaria del país y el resto del mundo. El BCCh inició en julio del año pasado una ambiciosa campaña de normalización monetaria, inaugurada con un recorte de 100 puntos base de la Tasa de Política Monetaria (TPM).

Recientemente –y en parte por la volatilidad que le inyectó al tipo de cambio–, el ente rector ha ido moderando la bajada de los tipos de interés, pero suma una caída de más cinco puntos porcentuales, pasando de 11,25% a 5,75% en doce meses. Esto, comentan en la plaza local, ha ayudado a mantener la paridad sobre los 900 pesos por dólar, donde seguía al momento de escribir este artículo.

Pese a los episodios de volatilidad a lo largo de los años –olvidados en las décadas más recientes, pero incrustados firmemente en la historia económica del país–, el peso ha logrado mantener su credibilidad como una moneda consolidada. Y la clave, según destacan economistas, viene de la institucionalidad que refleja.

Una materia de instituciones

¿Qué ha permitido que el peso chileno subsista por casi 50 años? Economistas de la plaza santiaguina apuntan a la consolidación institucional como un ingrediente clave.

“Probablemente uno de los elementos que caracteriza a la evolución del peso chileno y el desarrollo de su economía y su mercado de capitales, tiene que ver con las instituciones”, comenta Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, en entrevista con Funds Society. En el caso chileno, esta institucionalidad es algo que se ha ido reforzando a lo largo de los años.

Desde Fynsa, el economista jefe Nathan Pincheira concuerda con el diagnóstico. Dos períodos en particular, indica, representaron hitos de solidez para la divisa: la crisis bancaria de 1982 y la crisis asiática de 1998. En el caso de la primera, explica el profesional, la turbulencia trajo consigo una serie de reformas enfocadas en el mercado. “Eso llevó a que, en la década de los 90, sumado al retorno de la democracia y las altas tasas de crecimiento, el peso se consolidara como una moneda relativamente estable”, señala.

A finales de los 90, la crisis llevó a la consolidación de algunos procesos institucionales a inicios de los 2000. “Eso sentó las bases principales para que hoy, independiente de los movimientos de los últimos años, tenga la estabilidad relativa frente a otras monedas en Latinoamérica”, acota. Una institución en particular ha jugado un rol fundamental en esta historia: el Banco Central de Chile. Para Lehmemann, la señal de una institucionalidad sólida es un ente rector de corte autónomo, técnico e independiente porque, “al final, la moneda está muy ligada con la institución del propio banco central” del país que la emite.

El economista también enfatiza en que el BCCh adquirió su autonomía relativamente temprano –en 1989, específicamente–, pero que incluso antes “había consciencia de que era necesario ir implementando una política monetaria responsable, que no generara desequilibrios o presiones que provocaran mayor inestabilidad”.

Los factores fiscales también son algo que ha apoyado el afianzamiento del peso en el país austral. Pincheira, de Fynsa, destaca la incorporación de una meta de balance estructural de la evaluación del presupuesto, lo que sentó una regla para el gasto público, mientras que Lehmann enfatiza en que las monedas actúan como “termómetros” para medir la visión del mercado de una economía. Y un ingrediente relevante de esto es el manejo de las finanzas nacionales.

Un tercer pilar, para el economista de Bci, es la institucionalidad del regulador financiero. Este pilar también es sólido, señala, perfeccionándose con la creación de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Esta entidad reemplazó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) a partir de diciembre de 2017.

El peso mexicano, del “error de diciembre” a la moneda latinoamericana más negociada en el mundo

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Evolución del peso mexicano en los mercados internacionales
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Junto con otras dos monedas (peso chileno y real brasileño), el peso mexicano ha proporcionado relativa estabilidad a la economía de esta parte del mundo, marcada en otras épocas por violentas devaluaciones que golpearon el desempeño económico y condenaban a Latinoamérica al bajo crecimiento, así como al incremento de la pobreza y la desigualdad. Es un pilar para la economía regional por su cercanía con la mayor potencia global; sólo la divisa china supera en monto al peso entre las monedas emergentes más negociadas del planeta.

Esta situación no es fruto de la casualidad. Para entender lo que hoy sucede con el peso mexicano es necesario remontarse a otras épocas, 30 años atrás y más, cuando la constante de la divisa azteca era la devaluación y la volatilidad cambiaria, que invariablemente impactaban en la que hoy es la segunda mayor economía latinoamericana, y en el resto de la zona.

“Error de diciembre”, el shock y el principio del fin 

El 21 de diciembre de 1994 el país se sacudía con una noticia, el Banco de México (Banxico) anunciaba que abandonaba la “banda de flotación” que mantenía al tipo de cambio atado a niveles predeterminados fijados precisamente por el instituto monetario. En otras palabras, Banxico anunciaba la devaluación del peso ya que al abandonar la “banda de flotación” el tipo de cambio se determinaría libremente en el mercado.

La devaluación fue brutal, ese mismo día el tipo de cambio pasó de 3,11 pesos a 3,90 pesos por dólar, una caída para el peso de 25,40%. El desplome fue incontenible y para marzo, es decir tres meses después, el tipo de cambio ya cotizaba en 5,75 pesos por dólar, con una devaluación de casi 85%, y un año después de la gran devaluación la cotización del peso estaba en niveles de 7,25 unidades por dólar.

Los efectos de la devaluación no se limitaron al tipo de cambio ni a la política, eso hubiera sido lo menos dramático: el impacto en la economía fue devastador

Este episodio de la historia económica de México fue conocido después popularmente como “el error de diciembre”, ya que precisamente en diciembre de 1994 había ocurrido el cambio de gobierno federal con la llegada a la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León, en sustitución de Carlos Salinas de Gortari.

Los efectos de la devaluación no se limitaron al tipo de cambio ni a la política, eso hubiera sido lo menos dramático, el impacto en la economía fue devastador, especialmente por el incremento de las tasas de interés que arrasaron todo.

En diciembre de 1994 la tasa de los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), que en ese entonces era principal referencia para la economía mexicana, se había ubicado en niveles mínimos de 7,75% anualizado; pero 12 meses después de la devaluación del peso ya estaba en 80%, más de 10 veces superior al mínimo previo.

Los créditos se volvieron impagables por el hecho de que estaban cotizados y pactados con tasa variable y su costo se multiplicó, el impago generalizado llevó al sistema bancario a la quiebra y obligó al gobierno federal a operar al rescate de las mismas instituciones, con recursos públicos. Esto provocó el episodio conocido como “Fobaproa”, por el nombre del organismo público que adquirió todas las deudas bancarias para gestionar su recuperación.

La sacudida mundial de “la crisis del tequila”

La economía mexicana se sumió entonces en la peor crisis de su historia, hasta la fecha no hay un referente similar, nada de lo acontecido posteriormente ha destruido tanto a México en términos como lo sucedido con la devaluación del peso de diciembre de 1994, la gran devaluación.

El impacto regional fue igualmente grave, Latinoamérica recibió de una u otra manera los coletazos de la crisis mexicana conocida en el exterior como “la crisis del tequila”.

La crisis mexicana desató una estampida de inversiones en Latinoamérica por temor al contagio; la salida de capitales de la región fue de tal magnitud que de acuerdo con cifras de la época del Fondo Monetario Internacional (FMI) la deuda externa de la región pasó de 84.000 millones de dólares en 1994 a 512.000 millones al cierre de 1997 ante la demanda de recursos que se experimentó para resarcir los flujos que salieron, atraídos también por el aumento de la tasa de la Fed, que precisamente a mediados de 1994 había iniciado una campaña alcista para contener la inflación.

Los países más afectados por la pérdida de atractivo ante el aumento de las tasas de la Fed y la “crisis del tequila” fueron Venezuela, Brasil, Chile, Argentina y Colombia. Pero otras naciones también lo padecieron porque sus propias crisis internas previas se profundizaron: Perú, Guatemala, Ecuador y Honduras, entre otros, fueron impactados. Incluso el dólar pasó por un periodo de debilidad ante la posibilidad de que México cayera en moratoria con los bancos internacionales. Al final, un rescate de última hora por 20.000 millones de dólares autorizado por el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en uso de sus facultades ejecutivas, le permitió a México no caer en la moratoria.

Sin embargo, la libre flotación poco a poco corrigió la debilidad estructural del país, junto con otro factor determinante que ya existía antes de la devaluación pero que igualmente requería tiempo para mostrar sus efectos benéficos.

La autonomía de Banxico, un antes y un después

La política de libre flotación fue un cambio muy importante en la economía mexicana porque logró de alguna manera desligar la evolución del tipo de cambio de la situación económica después de una era de shocks generados por devaluaciones constantes.

“La autonomía de Banxico les quitó a los políticos la manipulación del tipo de cambio y junto con la libre flotación permitió que el mercado fijara el precio de este indicador, esencial para la economía del país, con criterios de mercado: nivel de tasas, PIB, inflación, etc; esto le inyectó credibilidad a la economía y certeza para los capitales globales”, comentó Jorge Gordillo Arias, director de análisis de CI Banco.

Efectivamente, todo cambió porque el gobierno ya no pudo financiarse y se orilló a que el tipo de cambio se volviera un precio de mercado, de libre oferta y demanda, sin repercutir en nada las finanzas públicas del país. El tipo de cambio no deja de ser un termómetro de lo que sucede a nivel nacional y global, pero eso es precisamente la virtud de la libre flotación, los choques son apreciatorios o depreciatorios al reflejar las condiciones de la economía.

Hoy la libre flotación sirve más bien como un factor de despresurización a los choques del comercio exterior, es una válvula de ajuste.

Peso mexicano, la divisa latinoamericana más negociada del mundo

Si existiera alguna duda sobre la relevancia del peso en los mercados cambiarios globales, y en consecuencia respecto a su papel como uno de los baluartes monetarios de Latinoamérica, basta ver las cifras para constatarlo.

Actualmente la divisa mexicana es la décimo sexta moneda más negociada en el planeta; según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se negocian diariamente en los mercados globales 114.000 millones de dólares que están relacionados con cruces del peso en diversas monedas, aunque el dólar tiene un porcentaje preponderante. Solamente la moneda de China supera en monto operado al peso mexicano.

Asimismo, cifras del Banco de México señalan que en los mercados locales diariamente se transaccionan alrededor de 30.000 millones de dólares, aproximadamente el 26%de lo que se intercambia en los mercados del mundo.

Las mismas cifras y datos del BID señalan que el volumen de las transacciones con pesos mexicanos a nivel global aumentó 3% tan solo en los últimos tres años, lo que permitió que la moneda avanzara en el ranking al puesto 16 que ocupa actualmente entre las monedas más negociadas del planeta.

Un factor importante para explicar el nivel de liquidez del peso mexicano, además de la autonomía de su banco central y su evidente cercanía con la mayor potencia global, consiste en el hecho de que la divisa mexicana se puede transar las 24 horas del día, mientras que otras monedas, como el real brasileño, tienen restricciones de horario.

Los datos son relevantes porque hace tres décadas el peso mexicano ni siquiera figuraba en la lista de las 30 monedas más negociadas del planeta.

“Venimos de una era de constantes devaluaciones, de 1000% anual o más, que impactaban con fuerza a la economía del país y también a la región por el papel que nuestro país tiene a partir de la segunda mitad del siglo pasado en Latinoamérica”, señala Jorge Gordillo.

Para Gabriela Siller, directora de análisis en Banco Base, “el peso está en la situación actual después de periodos en los que las autoridades monetarias y políticas cometieron una serie de errores que llevaron a la divisa a ser considerada una de las más débiles y volátiles del mundo”.

Real: 30 años de la ‘bala de plata’ contra la hiperinflación brasileña

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Reflexión sobre la bala de plata en Brasil
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El año 1994 fue memorable para Brasil. La brillante selección canarinha aseguraría su 4º título mundial en la Copa del Mundo de fútbol en Estados Unidos; el ídolo nacional y superatleta Ayrton Senna, tricampeón mundial de Fórmula 1, moriría en un accidente en el GP de San Marino, en Ímola, Italia; y un nuevo y audaz plan contra la inflación estaba en camino…

Hace 30 años, el pueblo brasileño ya se había acostumbrado al constante aumento diario de los precios. La sociedad había establecido una rutina frenética, que incluía correr a los supermercados el día de pago de salarios y llenar los carritos con todos los productos posibles, con el objetivo de ahorrar, ya que al día siguiente los precios estarían más altos. Y esto es solo uno de los grandes emblemas que quedaron del enemigo. En esa época, tenía un gran nombre: ‘hiperinflación’.

El prefijo ‘hiper’ no era en vano, después de todo, en junio de ese año, la inflación brasileña alcanzaría el 47,5% mensual (lo que, en una medida anualizada, da más de 10.000%). Pero las cosas estaban a punto de cambiar. En la capital del país, Brasilia, un grupo de economistas estaba a punto de implementar una nueva moneda que sería introducida a través de un gran plan de contención de la inflación, en lo que sería el 6º intento del gobierno brasileño por lidiar con el problema. Desde 1986, los gobiernos brasileños habían intentado acabar con el virus de la inflación. Y con todo tipo de plan, algunos incluso con congelación y control de precios, dejando escenas que quedaron para la historia y para las clases de economía como lecciones de mal ejemplo.

Esta vez, sin embargo, el resultado sería diferente y exitoso. Liderados por el economista Fernando Henrique Cardoso (más conocido por el acrónimo ‘FHC’), entonces ministro de Hacienda del gobierno de Itamar Franco, la nueva medida enfrentaría muchos desafíos, más políticos que técnicos, exigiendo una inmensa pericia de todos los involucrados. El Plan Real se convertiría en la ‘bala de plata’ (expresión utilizada en Brasil para algo extremadamente potente para resolver o eliminar un problema) contra la hiperinflación. Sin embargo, la batalla por su implementación sería intensa.

‘Tres renuncias en la misma reunión’

Uno de los mayores obstáculos del Plan Real se encontraba en el ámbito político. Este mes de junio de 2024, una ceremonia realizada en Sao Paulo, en la Fundación FHC, celebró los 30 años del plan, reuniendo a gran parte del célebre equipo económico, con pocos lugares reservados para invitados selectos, y todo fue transmitido en vivo. Una de las primeras intervenciones fue de Edmar Bacha, uno de los célebres economistas, reflexionando sobre el timing político del plan: “¿Hoy sería posible realizar el Plan?”, preguntó, reflexionando sobre la aprobación de la medida en aquella época, mientras hoy Brasil atraviesa un escenario turbulento entre los poderes legislativo, judicial y ejecutivo. Pero no vamos a profundizar en eso.

El hecho es que, en 1994, ya no era fácil aprobar un proyecto de ley en el país. Y contar con un liderazgo que pudiera capitanear la parte técnica y dialogar con la clase política, según la evaluación del equipo, fue fundamental. Presentada en febrero de ese año, la ley que daría base al Plan Real fue aprobada en mayo, solo tres meses después de presentada. Según Bacha, “la conciencia por parte de los políticos que apoyaron” la medida fue un factor crucial para la aprobación del plan en esa época. ¿Existiría eso hoy? Queda la duda. Pero en aquel entonces, conseguir ese apoyo no fue una tarea fácil y, en algunos momentos, requirió grandes enfrentamientos. Fernando Henrique Cardoso (FHC), de hecho, llegó a presentar su renuncia tres veces en la misma reunión, en uno de los episodios más intensos del proceso. Quien relata el evento es el economista Gustavo Franco, quien fue secretario adjunto de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Hacienda en la época de la implementación del plan (y que después se convertiría en presidente del Banco Central).

“Ese día, en ese momento se pudo ver que era decisivo y el ministro fue firme. ¡Renunció tres veces en esa reunión! ¡Tres veces!”, dice Franco, en una entrevista con periodistas, sobre lo que consideró el peor momento de la implementación del plan. Cuenta que, en vísperas del lanzamiento de la URV, en una larga reunión — que duró 10 horas — en el despacho del presidente Itamar, FHC, parte del equipo económico e integrantes del gobierno se reunieron para discutir la Medida Provisional que implementaría la primera parte del plan. El ala gubernamental intervino, solicitando todo tipo de modificaciones. Los economistas resistieron.

“Lo vi levantarse de la mesa y decir: Así no se puede. Me voy”, dice Franco. Según él, el enfrentamiento involucraba una demanda del gobierno sobre cuestiones técnicas que habrían enterrado todo el Plan Real, como solicitudes de congelación de precios y un salario mínimo de 100 dólares. “El ministro fue muy firme”, dijo. Ese día, el presidente firmó el documento que fundamentaba la URV, el mecanismo que serviría como base para la nueva moneda. Y salió del despacho presidencial tal como entró: sin cambios. Era la victoria de una larga batalla, pero no la última. Después, se envió al Congreso Nacional, donde sería aprobada en unos meses, fruto de también mucha negociación política.

“La conciencia por parte de los políticos que apoyaron” la medida fue un factor crucial para la aprobación del plan en esa época. ¿Existiría eso hoy? Queda la duda

Unidad de Valor Real:  la jugada maestra

Durante el plan, se diseñó un mecanismo que fue una de las partes técnicas más brillantes del proceso. Antes de que la nueva moneda entrara en vigor, hubo una fase de transición con una ‘herramienta’ llamada URV — Unidad de Valor Real. La idea consistía en introducir a la población una unidad de cuenta indexada a la inflación, utilizada como referencia para la conversión de precios, salarios, contratos y otros valores monetarios. No era una moneda física, sino una unidad de medida virtual, que se implementó cuatro meses antes de la nueva moneda. Una de las fuentes de inspiración de la URV fue la lucha contra la hiperinflación alemana en el año 1923, y el mecanismo se basó en un artículo escrito por los economistas del equipo técnico André Lara Resende y Persio Arida, diez años antes.

En aquella época, habían propuesto un plan de estabilización que se conoció como ‘Larida’. La idea era romper la dinámica de alza de precios creando un sistema con dos monedas: la antigua, inflacionada, y una nueva, cuyo valor se corregiría diariamente. El objetivo principal del mecanismo implementado era desacelerar la inercia inflacionaria, preparando la economía para la introducción del real (R$) como la nueva moneda.

Con ello, la URV ayudó a desindexar la economía, rompiendo el círculo vicioso de ajustes automáticos de precios y salarios que perpetuaban la inflación. Funcionaba de la siguiente manera: Conversión de Precios y Salarios: Durante la fase de transición, todos los precios, salarios y contratos se convirtieron en URV. Por ejemplo, si un paquete de arroz costaba 100.000 cruzeiros reales (la moneda de la época) y la tasa de conversión era de 1 URV = 100 cruzeiros reales, el precio del producto sería 100 URV. Esta tasa se ajustaba diariamente según la inflación calculada por el gobierno. Entonces, si el paquete de arroz subía a 101.000 cruzeiros, todavía valdría 100 URVs. Y esto valía para todo. En el caso de los salarios, por ejemplo, los valores se convertían de cruzeiros reales a URVs. Entonces, si un trabajador recibía 1.000.000 de cruzeiros reales, y la tasa de conversión era 1 URV = 1.000 cruzeiros reales, el salario de ese trabajador se convertía en 1.000 URVs. De esta forma, los salarios mantenían su valor real, independientemente de la inflación.

Había incluso una tabla, publicada diariamente por el gobierno y reproducida por los medios de comunicación. Enseñaba a convertir la moneda y proporcionaba los parámetros actualizados. En poco tiempo, todos querían ‘saber los precios en URV’ en los mercados, comercios y empresas. El real se introducía poco a poco en la sociedad brasileña.

1 de julio: el día D

Era viernes. Pero no uno cualquiera: la Copa del Mundo había comenzado unas semanas antes en Estados Unidos, y Brasil, con Romário, Bebeto y Dunga, jugaría esa tarde los Cuartos de Final contra Holanda. Estratégicamente, el real comenzaría a circular ese día, en medio de la paralización social que sufre la nación brasileña durante la ‘Copa’ (aquí, hasta hoy — aunque la selección no haya ganado una copa desde 2002 y ya no tenga el mismo brillo — las escuelas interrumpen las clases, las empresas detienen sus actividades, el Congreso Nacional queda vacío, al igual que las calles del país, cuando la selección juega una Copa del Mundo. Es un evento sagrado en suelo brasileño).

Y Brasil ganó, por 3-2, generando el típico ‘Carnaval fuera de temporada’ que ocurre en el país con cada brillo de la selección canarinha. Y nadie se dio cuenta, pero los billetes del real comenzaron a circular. Unas semanas después, Brasil conquistaría la Copa del Mundo, pero también otro hito importante: por primera vez, la inflación cayó drásticamente. Pocas personas creían en el real — después de todo, era el 6º intento de un gobierno por resolver la cuestión inflacionaria — y hubo quienes llenaron algunas tiendas un día antes del lanzamiento para comprar productos en la antigua moneda, el cruzeiro.

Imagen del Mundial de 1994

Pero, a partir de ese momento, la fe de la población en el nuevo plan aumentó exponencialmente, reflejando los resultados. En el primer mes, en julio, la inflación cerró en un histórico 6,8%; en agosto, alcanzó el 2%. Y así continuó. El país cerró el año 1994 con una inflación anual del 916,43%, en tendencia a la baja. Esa disminución fue la que eligió a FHC al año siguiente, llevándose los créditos por el plan. El nuevo presidente asume en 1995, y la inflación fue del 22,41% en ese año. En 1996, cerró en 9,56%; en 1997, en 5,22%… Era un nuevo país, con una nueva configuración económica. La hiperinflación estaba muerta. Y hasta hoy, nunca más ha regresado.

Ajuste en las cuentas acompañado del plan

Junto con la nueva moneda, el Plan Real trajo un mayor control sobre las cuentas públicas de Brasil, con el objetivo de reducir un creciente déficit en el presupuesto federal. Una de las medidas fue una enmienda constitucional, el Fondo Social de Emergencia. Permitió que el 20% de los ingresos con destino predefinido fueran reasignados libremente por el gobierno. Esto permitió ajustar las cuentas públicas con el objetivo de alcanzar un superávit primario.

Otro problema crónico de Brasil estaba en el endeudamiento de los bancos estatales. Pero su hora había llegado. “La Unión, los Estados y los municipios, en un ambiente de inflación, no tenían límites para la irresponsabilidad”, dijo Franco en una entrevista con periodistas. Según él, cien bancos pertenecientes a los estados quebraron en los años que siguieron al real. Y así se extinguió la idea de los bancos estatales en Brasil. “Querían actuar como ‘bancos centrales’”, dice el economista, señalando que, en ese momento de inflación acentuada, “todos los malos hábitos del mundo eran la norma”. Poco a poco, el marco económico traído con el real eliminó todo eso.

Dólar, tasa de interés y el ‘trípode macroeconómico’

La moneda estadounidense jugó un papel esencial en la construcción del Plan Real. Como era la más segura del mundo, se utilizó como ancla. La indexación dejaría de ser por la inflación y pasaría a ser al dólar. Y, para ello, Brasil necesitaba un gran stock de la moneda. La solución fue aumentar la tasa de interés, atrayendo inversores de todo el mundo.

En los años siguientes, Brasil ganaría otro importante pilar, que perdura hasta hoy: el ‘trípode macroeconómico’. Implementado por los economistas Edmar Bacha y Gustavo Franco, el régimen estableció tres pilares para el gobierno: tener un régimen de metas de inflación; buscar el superávit primario; y el tercero, fruto de una política cambiaria flotante. Esta política se adoptó en 1999, después de la crisis cambiaria, cuando Brasil abandonó el régimen de cambio fijo y permitió que el mercado determinara el tipo de cambio, ajustándose a las condiciones económicas internas y externas.

Estos tres pilares — metas de inflación, superávit primario y cambio flotante — se convirtieron en la base de la política macroeconómica brasileña, ayudando a mantener la estabilidad económica y controlar la inflación en las décadas siguientes.

Los asesores vuelven a invertir en renta fija

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Regreso de los asesores a la renta fija
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Una de las principales tendencias de las carteras observadas en el primer semestre de 2024 ha sido el flujo de activos hacia la renta fija, según el Barómetro de Carteras de Asesores de América Latina y US Offshore. Las asignaciones de cartera se decantaron hacia la renta fija, saliendo del efectivo y alejándose de los activos alternativos.

El Barómetro de Carteras ofrece información sobre las carteras modelo de los asesores financieros y las decisiones de asignación que están tomando. Las observaciones se derivan de un análisis en profundidad de 41 carteras modelo gestionadas por asesores financieros y bancas privadas de América Latina y US Offshore. Las carteras analizadas fueron identificadas como de «riesgo moderado» por las propias empresas. El análisis fue realizado por el equipo de consultoría de carteras de Natixis Investment Managers Solutions, con datos que reflejan las carteras revisadas en el primer semestre de 2024.

Tras años de rendimientos históricamente bajos, el espectacular aumento de los rendimientos observado en 2023 y en 2024 ha hecho que las inversiones en renta fija vuelvan a ser atractivas, afirma Carmen Olds, CFA, Directora de Natixis Investment Managers Solutions. «Como hemos visto en las carteras de los asesores en otras partes del mundo, la redistribución de efectivo hacia la renta fija también se ha producido en Latinoamérica», afirma Olds.

Aunque la cartera media moderada obtuvo una sólida rentabilidad del 5,4% en el primer semestre de 2024, se vio eclipsada por el dominio de los «Siete Magníficos», que llevaron al S&P 500 a una ganancia del 15,1%. En comparación, el índice Bloomberg Global Aggregate Bond (con cobertura en USD) subió un 0,1%, lastrado por unas cifras mixtas de crecimiento e inflación, que llevaron al mercado a reevaluar sus expectativas de relajación monetaria.

Los asesores recuperan la confianza en la renta fija

A tenor de los datos, los asesores latinoamericanos y de US Offshore parecen haber vuelto a apostar por la renta fija de forma significativa. De hecho, la media de carteras moderadas analizadas durante el primer semestre de 2024 tenía una mayor asignación a renta fija (47%) que a renta variable (41%). En comparación, las asignaciones a renta variable siguieron siendo superiores a las de renta fija para sus homólogos europeos y estadounidenses.

En comparación con la media de carteras moderadas en el segundo semestre de 2023, los asesores aumentaron sus asignaciones a la renta fija en un 2%, junto con los fondos de allocation o mixtos (+0,4%). Este cambio se produjo a expensas de alternativos, activos reales y mercados monetarios.

La favorabilidad de la renta fija y las estrategias en duración reflejan el sentimiento de la Encuesta de Selectores de Fondos 2024 de Natixis2 realizada a 500 profesionales financieros de todo el mundo, incluidos 20 de América Latina. «Las tasas de interés más altas implementadas para contener la inflación galopante hicieron que los selectores de fondos fueran alcistas en bonos (66%). Pero el entorno también trajo nuevas preocupaciones a las carteras de renta fija en cuanto a las decisiones de timing para alargar la duración», explicó el director ejecutivo del Center for Investor Insight de Natixis, Dave Goodsell. En Latinoamérica, solo el 15% de los encuestados afirmó haber ampliado ya la duración, porcentaje inferior a la media mundial (24%), Norteamérica (27%) y Asia (37%). Los selectores latinoamericanos que aún no habían ampliado la duración esperaban a que las tasas se situaran en el rango del 4,5-5,0% (50%) antes de recomendar duraciones más largas, mientras que otro 35% quería ver tasas en el rango del 5,1-5,5%.

Preferencia por un enfoque flexible de la duración

Según los datos del Barómetro, la mayor parte de los activos de renta fija siguieron invirtiéndose en fondos de bonos diversificados/ flexibles (51%), que suelen tener un enfoque flexible respecto a la duración. «El posicionamiento general muestra que los asesores aún no estaban preparados para apostar por la duración, ya que las curvas de rendimiento seguían invertidas y las inversiones a corto plazo ofrecían atractivas ganancias de rendimiento sin la reciente volatilidad de los bonos a largo plazo», afirma Olds.

Además, en comparación con los resultados del primer semestre de 2023, los asesores aumentaron las asignaciones a fondos de renta fija a corto plazo, ya que pusieron a trabajar parte del efectivo de los mercados monetarios. También aumentaron las asignaciones a deuda de mercados emergentes, al mejorar el apetito por esta clase de activos a medida que se acercaba el final del ciclo de endurecimiento de la Fed estadounidense.

Análisis de la asignación a la renta variable

A pesar del liderazgo de la renta variable estadounidense desde la pandemia, las asignaciones a la renta variable norteamericana parecen ser prácticamente las mismas, con una mayor exposición estadounidense en las carteras procedente del incremento de las asignaciones a la renta variable mundial. La asignación a la renta variable europea y de mercados emergentes se redujo desde finales de 2019 en favor de «otra renta variable» (como fondos sectoriales y temáticos) e inversiones en renta variable global. «Este cambio parece confirmar la evidencia anecdótica de que los asesores tienen menos convicción sobre en qué parte del mundo asignar y delegan la decisión en gestores profesionales de renta variable que pueden “invertir en a cualquier lugar”, dijo Olds.

Señala que los asesores no quisieron perderse la tendencia de inversiones en tecnología e IA y complementaron las asignaciones en sus carteras de renta variable estadounidense y mundial, que ya eran elevadas, con posiciones satélite en fondos sectoriales y temáticos centrados en la tecnología. ¿Estarán preparadas las carteras para un declive de esta tendencia tecnológica? Aunque una corrección en los precios de muchos nombres tecnológicos es un riesgo real para los asesores, los datos muestran que la exposición a los “Siete Magníficos” se situó en una asignación media del 15% en renta variable, muy lejos de la exposición de más del 30% del S&P 500. Las carteras registraron rentabilidades sólidas, una menor exposición al riesgo y una mayor rentabilidad.

Las carteras registraron rentabilidades sólidas con menor riesgo 

A pesar de la menor asignación a renta variable de la cartera media moderada, la rentabilidad fue sólida, del 5,4% en el primer semestre. Además, se comportó bien frente a un índice de referencia ilustrativo 50:50 (50% MSCI ACWI, 50% Bloomberg Global Agg. con cobertura en USD).

En cuanto al perfil de riesgo, la volatilidad media a 12 meses, medida por la desviación típica, se situó en el 9,2%, por debajo del 9,6% del índice de referencia 50:50 y hacia los mínimos de los tres últimos años.

Cuidado con el déficit de diversificación

Con los activos alternativos y otros diversificadores como los activos reales reducidos en las carteras, la diversificación se limita ahora a las correlaciones entre acciones y bonos y a los fondos mixtos, advierte Olds. Y, dado que la correlación entre acciones y bonos sigue siendo alta en términos históricos, la diversificación se ha convertido en una tarea más difícil. Este gráfico muestra cómo los beneficios de la diversificación del índice de referencia 50:50 han disminuido en los últimos años, lo que pone de relieve la necesidad de alternativas.

Ante la previsión de una mayor volatilidad en el segundo semestre, especialmente si tenemos en cuenta la ralentización de las cifras de crecimiento económico, las próximas elecciones en Estados Unidos y los conflictos geopolíticos en todo el mundo, ahora puede ser un buen momento para asegurarse de que las carteras están adecuadamente diversificadas para suavizar la situación.

Análisis y asesoramiento de carteras

Los últimos años han demostrado lo rápido que puede cambiar el entorno de inversión y lo difícil que puede resultar tener en cuenta el riesgo de mercado y los beneficios potenciales en la asignación de carteras.  Si desea que nuestro equipo de asesores de carteras revise su cartera modelo para identificar fuentes de rentabilidad, diversificación y riesgo, por favor: Póngase en contacto con sus representantes de ventas de Natixis Investment Managers, o visite im.natixis.com

La victoria de Trump y sus efectos en los mercados emergentes

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Efectos de la victoria de Trump en mercados emergentes
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Los mercados financieros de los países emergentes han reaccionado en su mayoría como se esperaba a la victoria de Donald Trump y a una probable victoria republicana. A medida que el dólar estadounidense subía, la mayoría de sus divisas perdían, siendo el peso mexicano y las divisas de los fabricantes asiáticos las más afectadas. Una vez que los detalles sobre el tamaño y el calendario de los aranceles estén más claros, esperamos que las divisas emergentes, especialmente el yuan chino y el peso mexicano, se debiliten aún más. 

La renta variable china cayó como se esperaba, pero el mercado también está a la espera de los detalles de las medidas fiscales que deberían publicarse el viernes. La subida de los tipos estadounidenses ha dominado los rendimientos del crédito de los mercados emergentes. Seguimos esperando que el diferencial de crédito de los mercados emergentes aumente a corto plazo. 

Las divisas

Los mercados emergentes comenzaron a reaccionar a medida que había más claridad sobre el resultado. En general, las primeras reacciones han sido las esperadas: a mediodía, hora central europea, la mayoría de las divisas de los mercados emergentes se habían debilitado frente al dólar estadounidense. Ayer, el yuan chino perdía un 1,3%, situándose en 7,18, mientras que el peso mexicano perdía un 2,8%, situándose en 20,66. 

Las divisas asiáticas sufrieron caídas generalizadas, sobre todo las más expuestas al comercio con Estados Unidos: 1,2% para el won coreano, 1,3% para el ringgit malasio y 1,7% para el baht tailandés. Como era de esperar, los efectos han sido más moderados para la rupia india (0,2%) y la indonesia (0,6%). Dado que Brasil es uno de los pocos mercados emergentes que podría salir ganando en las posibles guerras comerciales por las represalias de China, el real brasileño ganó un 0,65%. 

Renta variable y crédito

Las acciones chinas y mexicanas han caído como se esperaba ante la inminencia de una posible guerra comercial. El índice Hang Seng Chinese Enterprises perdió un 2,6%, mientras que el MSCI Mexico cayó un 1,6% esta mañana. Un dólar estadounidense más alto en las próximas semanas seguiría presionando a la baja las divisas y la renta variable de los mercados emergentes. 

Los tipos estadounidenses han subido casi 20 pb hasta situarse en el 4,44%, lo que ha condicionado el comportamiento del crédito de los mercados emergentes ayer por la mañana. Los diferenciales del crédito corporativo de los mercados emergentes parecen haberse movido muy poco, lo que sugiere que el mercado no ha descontado los posibles aranceles. Pero parte de esto puede ser sólo un retraso en los precios al contado de los bonos, por lo que es posible que tengamos que esperar a una reacción completa mañana. Dado que China representa alrededor del 25% de la clase de activos y que Asia sin China representa otro 25%, esperamos que se produzca una mayor ampliación a corto plazo. 

A la espera de China

El mercado también está a la espera de los detalles de las medidas fiscales de China que se esperan al término del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional del viernes. Un amplio cupo de emisión de bonos con un calendario flexible en términos de emisión se consideraría positivo para el mercado chino. Aun así, unos aranceles del 60% probablemente mermarían el crecimiento chino en un punto porcentual con respecto a nuestra base de referencia para 2025 del 4,5%. El Gobierno chino tendría que ser más audaz en su apoyo a la economía para compensar los vientos en contra de los aranceles.

Comentario de Mali Chivakul, economista de mercados emergentes para J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Frontal Trust y Cordada potencian su negocio en México con un fondo de deuda privada orientado a Afores

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(cedida) Andrés Gardeweg, portfolio manager de Deuda Privada y Private Equity de Frontal Trust (izq), y Andrés Prats, gerente general y fundador de Cordada
Foto cedidaAndrés Gardeweg, portfolio manager de Deuda Privada y Private Equity de Frontal Trust (izq), y Andrés Prats, gerente general y fundador de Cordada

Las carteras que administran las Afores en México, que han ido ampliando sus posibilidades de inversión paulatinamente a lo largo de los años, han llamado la atención de más de un jugador de otros países de América Latina. Este es el caso de las chilenas Frontal Trust, una boutique financiera especializada en alternativos, y Cordada, especializada en dar liquidez a financiadores de pymes latinoamericanas, que unieron fuerzas con la mexicana MXC Capital para lanzar un fideicomiso privado de préstamos a pymes orientado a los fondos de pensiones.

Según relatan representantes de las firmas en entrevista con Funds Society, este lanzamiento busca replicar la fórmula de financiamiento que ya han probado en Chile y Perú en un mercado de alto interés, que cuenta con viento a favor para las estrategias de deuda privada.

La tesis de inversión de la estrategia está anclada en la brecha de financiamiento que las tres firmas identificaron en las empresas medianas en el mercado mexicano. Así, a raíz del interés de Afores en participar de este negocio y de MXC Capital de complementar sus capacidades de originación con conocimientos en pymes y gestión de fondos, el asunto se cristalizó en un joint venture.

“Diseñamos un vehículo, gestionado por exbanqueros, con estándar bancario y que canalice directamente a las pymes con el menor costo de intermediación posible, para poder revitalizar la economía”, explica Andrés Gardeweg, portfolio manager de Deuda Privada y Private Equity de Frontal Trust, destacando la trayectoria de sus socios locales.

MXC Capital, recalca el ejecutivo, está dirigida por los socios Luis Armando Álvarez y Paulina Ezquerra, exejecutivos de Actinver. “Es un grupo con mucha experiencia en banca”, enfatiza.

En esa línea, Andrés Prats,  gerente general y fundador de Cordada, agrega que el objetivo es apoyar a las empresas medianas, lo que calza con la visión de las gestoras previsionales. Además de conseguir una buena rentabilidad, explica, los institucionales están interesados en generar un impacto en la economía nacional.

“Lo que se armó fue un vehículo que pudiera canalizar capital de ahorrantes, fondos de pensiones y otros actores mexicanos muy relevantes, de primer nivel, hacia la empresa mediana de la manera más eficiente posible, con un estándar operativo mucho más parecido a un banco que a una administración de fondos”, señala el ejecutivo de la financiera chilena.

Aprendiendo de México

Gardeweg acota que la fórmula de financiamiento ya la probaron en Chile entre 2019 y 2020. A fines de ese año abrieron su operación en Perú –donde tienen una oficina con un socio local, Raúl Benavides, al timón–, en la que reportan buenos resultados.

El flanco en México lo abrieron en 2022, mientras que este lanzamiento con MXC Capital busca hacer crecer su presencia en el país. “La idea a 2025 es que la cartera de México llegue a 150 millones de dólares, hacerla escalar”, asegura el ejecutivo de Frontal Trust.

Respecto al rol que cada firma juega en el fideicomiso, los ejecutivos recalcan que el GP de la estrategia es MXC Capital y que Frontal Trust y Cordada asesoran el proceso, desde sus respectivas avenidas. Esto incluye participar en los comités técnicos y de inversiones del gobierno corporativo del fideicomiso. “Queremos seguir aprendiendo del mercado mexicano y agregar valor en las instancias de tomas de decisiones”, indica Gardeweg.

El vehículo, que tiene un tamaño de 70 millones de dólares, ya cerró. Es más, los compromisos de capital ya están zanjados y la gestora incluso ya llamó el primero.

Como los inversionistas –incluyendo Afores, cuyos nombres se mantienen bajo reserva, dada la regulación de los fideicomisos privados– hicieron compromisos por sobre el tamaño del vehículo, desde las firmas chilenas auguran que harán un segundo fondo, con algunos inversionistas que probablemente se repetirán el plato.

“Hay que ir paso a paso para demostrar que se puede hacer bien el proceso de inversión y que se puede empezar a recuperar el capital. Es fácil prestarlo, pero es difícil cobrarlo”, comenta Gardeweg.

La estrategia

El principal activo subyacente del fideicomiso son los créditos directos a empresas medianas, sin muchas capas de estructuración financiera, para mantener a raya los costos a las pymes.

La mayoría de estos préstamos cuentan con garantías y tienen una duración promedio de alrededor de tres años. Los montos varían, partiendo desde el millón de dólares y encontrando un tope natural en los 7 millones de dólares, considerando que ninguno puede superar el 10% de la cartera. “El sweet spot es entre uno y tres millones de dólares, máximo cinco millones”, agrega el ejecutivo de Frontal Trust.

Prats, de Cordada, por su parte, enfatiza en la importancia de ser selectivos con los activos. “Hemos hecho un pipeline súper a consciencia y hay una red de primer nivel en México”, explica, agregando que planean realizar 40 financiamientos.

El target son las firmas consideradas en el país norteamericano como medianas, con ventas anuales entre los 100 millones de pesos mexicanos (alrededor de 5 millones de dólares) y 250 millones de pesos (12,5 millones de dólares). “En México, hemos identificado un segmento de 312.285 empresas medianas. Es un mercado muy grande”, indica el profesional.

Más que invertir por sector o zona geográfica, tienen el foco puesto en el análisis bottom-up, sondeando el riesgo y el potencial de crecimiento de cada compañía. Con todo, la cartera incluye empresas de los rubros de manufacturas, retail, logística, vivienda y construcción, transporte, servicios de salud y servicios de telecomunicaciones, entre otros.

Es más, Prats indica que esta puede ser una mejor alternativa para pymes e inversionistas que los mercados tradicionales. “Existe una tremenda oportunidad de entregar financiamiento a empresas a través de fondos, muchas veces generando estructuras mejor pensadas y diseñadas que lo que podría ser un bono”, comenta, agregando que estos préstamos tienen garantías, tienen mejores covenants, mayor seguimiento y monitoreo de la cartera.

Ambiciones a futuro

Por ahora, el enfoque de esta estrategia de deuda privada está puesto 100% en México. Hacia delante, en cambio, los ejecutivos ven espacios de apertura a otros mercados latinoamericanos en el horizonte.

La idea, indica Prats, es poder incorporar capital de otros países. “A medida que esto funcione, vamos a presentar este caso de estudio a los fondos de pensiones de Latinoamérica. Es muy ampliable”, explica, asegurando que tienen “la convicción de que va a ser un éxito”.

Para el profesional, uno de los puntos de atractivo de la estrategia es la innovación. “Estamos canalizando ahorro de fondos de pensiones latinoamericanos a empresas medianas, muchas ya formales, que tienen la oportunidad de aprovechar el nearshoring”, subraya el ejecutivo de Cordada.

Además, las dinámicas de tasas de interés le agregan un componente adicional de atractivo para inversionistas de otros países latinoamericanos. Como los tipos de referencia locales sigue sobre 10%, indica Gardeweg, estos préstamos se colocan a tasas de 15%, 18%, 20%.

“Para un inversionista que puede fondearse acá (en Chile) a una tasa más baja, lleva sus fondos al mercado mexicano y puede acceder a tasas de activación mucho más atractivas con ese diferencial de tasas de la coyuntura”, explica.

En cuanto a expandir su fórmula a otros países, Prats acota que han visto oportunidades en otros países del vecindario –como Colombia–, pero que van avanzando de manera cautelosa. “Creo que esta es una estrategia bien replicable, pero hay que tener cuidado con replicar cosas de manera demasiado apresurada”, advierte.

Por ahora, en 2025 Frontal Trust y Cordada se enfocarán en consolidar sus negocios en Perú –donde operan sin GP y con una plataforma de originación de 18 alianzas– y México.

Viento a favor

“Hay un fuerte crecimiento, a propósito del nearshoring y hay muchas oportunidades que está teniendo México hoy día”, recalca Prats.

Al mundo de la deuda privada en particular, le juega a favor la dinámica que se ve en la banca. Mientras que estas entidades se han puesto cada vez más restrictivas con el crédito –inspiradas por los requisitos de Basilea III–, las Sofomes (Sociedades Financieras de Objeto Múltiple, que son los financiadores no bancarios) no han logrado proveer un financiamiento atractivo para el segmento al que están apuntando Frontal Trust, Cordada y MXC Capital con su nuevo fondo, según describe el profesional.

“Las sofomes más grandes que había en la industria, que cubrían este gap entre la banca y los no bancarizados, en los últimos años hubo tres quiebras relevantes”, amplía Gardeweg, citando los casos de las firmas Crédito Real, Unifin y AlphaCredit. “Con esas quiebras, que se dieron en el período del COVID, quedó el gap aún mayor”, dice.

A todo esto, agrega, se suma que un cambio de régimen de inversión amplió el límite de alternativos, lo que podría beneficiar a la industria.

BlackRock amplía su gama de ETFs iShares iBonds UCITS con el lanzamiento de ocho nuevos fondos

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Compra de GIP por BlackRock
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BlackRock ha ampliado su gama de ETFs iShares iBonds UCITS con el lanzamiento de ocho nuevos vehículos basados en exposiciones a bonos corporativos investment grade, ampliando la gama iShares de ETFs UCITS de vencimiento fijo a 25 fondos con vencimientos entre 2025 y 2034. Según explica la gestora, estos nuevos ETFs tienen como objetivo proporcionar un acceso asequible al mercado de bonos corporativos, mejorado por la eficiencia de costes, la transparencia, la liquidez y la diversificación de la inversión a través de ETFs.

 “Los ETFs iBonds mantienen diversos bonos con fechas de vencimiento similares. Cada ETF proporciona pagos regulares de intereses y distribuye un pago final en su año de vencimiento establecido. Diseñados para vencer como un bono, negociarse como una acción y diversificarse como un fondo, los ETFs iBonds simplifican el escalonamiento de bonos con sólo unos pocos ETFs en lugar de buscar y comprar numerosos bonos individuales”, han subrayado desde BlackRock.

Estos nuevos ETFs iBonds proporcionan vencimientos adicionales en deuda corporativa IG a la gama de iBonds, a través de varios países y sectores en cada ETF. Los ETFs ofrecen cuatro fechas de vencimiento definidas en diciembre de 2031, 2032, 2033 y 2034, en dólares estadounidenses y euros en IG, dando a los inversores flexibilidad entre divisas, vencimientos y países.

«A medida que aumente la gama de ETFs iBonds UCITS, los inversores podrán beneficiarse de una mayor versatilidad para satisfacer las necesidades específicas de sus carteras y ampliar los casos de uso, como el escalonamiento de bonos. Estos nuevos ETFs iBonds proporcionan una opción adicional a los clientes que buscan asegurar rendimientos en un punto específico de la curva, junto con la eficiencia operativa y la comodidad del ETF como vehículo», ha explicado Brett Pybus, Co-Director Global de ETFs iShares de Renta Fija de BlackRock.

Los ETFs iBonds pueden ser utilizados por los inversores para complementar los vehículos de inversión existentes, en una estructura fácil de entender, que tiene como objetivo lograr un rendimiento a través de una combinación de apreciación del capital y los ingresos  que derivan de los pagos de cupones de los bonos subyacentes. El conjunto de ETFs también puede utilizarse para añadir escala a las carteras de bonos ofrecidas por los asesores de inversión y mejorar la simplicidad operativa. Los iBonds están disponibles a través de plataformas de gestión de patrimonios, incluidas las digitales, y brókeres de toda Europa.

“Los inversores también pueden utilizar estos iBonds UCITS para construir escalas de bonos escalables y diversificadas. Al comprar bonos con diferentes fechas de vencimiento, los inversores pueden escalonar los pagos finales y reinvertir en fondos con vencimientos consecutivos posteriores, creando escaleras de bonos. La estructura única de los ETFs iBonds facilita a los inversores estructurar sus inversiones para alcanzar objetivos a más corto plazo y obtener rendimientos definidos durante periodos de inversión determinados”, concluyen desde la entidad.

Deutsche Bank y Apollo se asocian para la distribución de un fondo de transición energética en Europa

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Alianza de Deutsche Bank y Apollo para un fondo energético
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Deutsche Bank y Apollo han llegado a un acuerdo para la distribución del fondo Apollo Clean Transition Equity ELTIF para sus clientes de banca privada de Deutsche Bank en España, Alemania, Italia, y Bélgica. Según explican desde la entidad, el fondo está diseñado para ofrecer a los inversores particulares europeos un mayor acceso a las oportunidades de inversión en mercados de capital privado centrados en la transición energética. «Los inversores podrán acceder a una estrategia de inversión orientada al valor y centrada temáticamente en movilidad sostenible, descarbonización industrial y el uso sostenible de los recursos», apuntan.

Marco Zamberletti, Director Global de Soluciones de Asesoramiento de Deutsche Bank Private Bank, ha señalado que “estamos encantados de asociarnos con Apollo para ofrecer a nuestros clientes la oportunidad de invertir en una innovadora solución de capital privado que apoya la transición hacia una energía limpia, un reto crítico para preservar nuestro planeta y sus recursos. A través de nuevos vehículos de inversión en mercados privados como la estructura ELTIF 2.0 en Europa, estamos abordando la creciente demanda de soluciones menos correlacionadas con los mercados públicos actuales”.

Por su parte, Veronique Fournier, responsable de EMEA Global Wealth de Apollo, reconoce que  los inversores patrimoniales y sus asesores siguen mostrando una fuerte demanda por productos del mercado privado que diversifiquen sus carteras y ofrezcan una exposición de inversión diferenciada a megatendencias como la transición limpia y la industria sostenible. «Estamos encantados de ampliar el acceso al ACT Equity ELTIF a los clientes de banca privada de Deutsche Bank que buscan una estrategia de calidad institucional en un formato de producto diseñado para sus necesidades”, afirma.

Cuatro razones que dejarán cortas las previsiones de crecimiento de los alternativos: fondos soberanos, inversores particulares, aseguradoras y Asia

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Desafíos para los fondos alternativos
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El crecimiento de la industria de activos alternativos será excepcional: se calcula que el volumen de los activos privados aumente a más de 24 billones de dólares, desde un volumen de 15 billones en 2022, según los cálculos de Preqin. Por ahora, El mercado actual de activos alternativos sigue representando menos del 11% del PIB mundial y sólo el 2,4% de los activos financieros mundiales, según KKR. Un estudio de esta firma sobre el pasado, presente y futuro del mercado de alternativos recoge que existen razones para pensar que estas cifras podrían ser conservadoras, puesto que hay oportunidades de crecimiento tanto por producto, como por base de clientes y por áreas geográficas.

1.- Mayor crecimiento de las asignaciones de los fondos soberanos.

A lo largo de la última década, la madurez de los alternativos como clase de activo es evidente, ya que los fondos soberanos de inversión (FSI) -que la firma calcula que suman al menos 12 billones de dólares en activos bajo gestión- han aumentado su exposición a los mercados privados de alrededor del 16% en 2016 al 26% en 2024. Sin embargo, las conversaciones con fondos soberanos de Latinoamérica, Oriente Medio y otras partes del mundo sugieren un saludable deseo de hacer más con alternativos, además de utilizar los mercados privados para ampliar la exposición tanto a los mercados emergentes como a los desarrollados.

En particular, «el alcance y la escala de los fondos soberanos se está ampliando rápidamente más allá de las inversiones tradicionales en infraestructuras y bienes inmuebles para incluir la mayoría de las clases de activos del mercado privado en todas las geografías», asegura el informe.

En KKR creen que la razón de este cambio es doble: en muchos casos, los mercados privados pueden ayudar a impulsar los rendimientos y disminuir la volatilidad, especialmente a medida que ha aumentado la correlación entre acciones y bonos. Por ejemplo, los fondos soberanos pueden aprovechar las oportunidades privadas para invertir el exceso de ingresos o diversificar su dependencia total de los recursos naturales o de sus economías locales. Las inversiones alternativas también pueden facilitar a los fondos soberanos la adquisición de participaciones estratégicas en empresas locales de sectores económicamente importantes.

2.- Los inversores particulares recurren cada vez más a los productos alternativos.

El estudio observa que el mercado de los inversores particulares presenta una importante oportunidad de crecimiento. «Basta con tener en cuenta que la consultora Cerulli afirma que solo el 2,3% de los activos de los clientes de asesores financieros estadounidenses invirtieron en alternativos en 2023. Sin embargo, esta estimación palidece en comparación con el aumento del 60% desde 2007 en el número de inversores particulares, con entre 1 y 5 millones de dólares en Estados Unidos, muchos de los cuales buscan componer sus rendimientos a largo plazo de maneras más eficientes», aseguran desde la firma.

En consonancia con esta opinión y con algunos de los trabajos sobre clientes y encuestas realizados por la estratega jefe de inversiones de KKR Paula Roberts, «la asignación a los productos alternativos puede aumentar a medida que los productos privados sean más accesibles gracias a unos mínimos más bajos, una mayor transparencia y una mayor liquidez».

De hecho, el informe asegura que todos los segmentos, desde el Ultra High Net Worth hasta el inversor minorista, tienen un potencial de crecimiento significativo, ya que el valor de la prima de iliquidez también se vuelve significativo en un mundo en el que los rendimientos agregados están cayendo. «No somos los únicos que pensamos así, ya que Cerulli también estima que podría invertirse un billón de dólares más en activos minoristas en alternativos, con lo que la asignación total por parte de los inversores minoristas pasaría de los 1,4 billones de dólares actuales a más de 2,4 billones en los próximos cinco años», aseguran en KKR.

3.- Creciente apetito por parte de las aseguradoras

Para las aseguradoras, el estudio sugiere que las clases de activos privados no correlacionados, especialmente los de mayor rendimiento, han ganado en importancia. En un contexto de tipos de interés más elevados, han constituido fondos de activos de gran liquidez que pueden ofrecer rendimientos globales en apoyo de las reservas para siniestros cuando suscriben nuevos negocios -algo que la mayoría desea hacer en mayor medida-.

Además, el entorno de inversión más reciente ha creado un cambio de mentalidad en el que los CIO pueden centrarse ahora en aprovechar las asignaciones tanto líquidas como ilíquidas para construir carteras más resistentes y todoterreno.

«Creemos que el valor de un activo no correlacionado en la cartera de uno aumenta materialmente si estamos en lo cierto en nuestro escenario central, que apunta a que el tipo neutral para los fondos de la Fed es ahora más alto; los bonos del Estado tradicionales no pueden diversificarse tanto como lo hicieron en el pasado y los rendimientos globales se han comprimido ahora que hemos salido de un entorno de tipos bajos, monetario flexible y política fiscal restrictiva», recoge el informe.

Aquí, la firma considera «importante» destacar que la diversificación entre emisores, sectores y clases de activos contribuye a mitigar el riesgo idiosincrásico, mientras que la diversificación entre clases de activos ayuda a mitigar el riesgo sistemático.

4. Aumento de la demanda del mercado privado en Asia

Las inversiones asignados a alternativos en Asia crecen a una tasa anual media del 22% desde 2000, casi el doble que los alternativos privados norteamericanos y comparable en tamaño a los actuales mercados privados europeos. «Estos datos nos parecen especialmente interesantes, dado que hemos asistido a un retroceso de la inversión en mercados privados en China -de un 10%-12% a un 5% aproximadamente-, mientras que la demanda de alternativos por parte de los clientes asiáticos va en aumento», aseguran en KKR.

El estudio, además, sugiere que los directores de inversiones en Asia están buscando diversificarse más allá de la renta variable, la renta fija y la renta variable inmobiliaria, hacia el private equity, las infraestructuras y el crédito privado

En consonancia con el crecimiento de los mercados privados asiáticos, KKR ha ido aumentando la exposición a la región. En total, en los últimos cinco años, la asignación de la firma a Asia ha aumentado del 10% al 16%, con un objetivo de asignación del 20% al 30%.

La firma justifica el optimismo con respecto a Asia a que, de todas las macrotendencias que observa, el aumento de la urbanización en Asia es uno de los vientos de cola más poderosos que monitoriza: entre el 40% y el 50% del crecimiento de la población urbana por década, tanto en 2030 como en 2040, procederá de Asia. Además, la urbanización genera demanda de tecnología y eficiencia energética. También cree que mercados clave como China, Japón e India gastarán significativamente en una amplia gama de ofertas de jubilación y asistencia sanitaria en el futuro.

La Fed se mantiene a raya de las expectativas a pesar del triunfo de Trump

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El FOMC culminó su reunión de noviembre a tan solo dos días de las elecciones de EE.UU. y continuó con los planes esperados recortando 25 puntos básicos las tasas.

“El Comité decidió reducir el rango objetivo del tipo de interés de los fondos federales en 1/4 de punto porcentual, hasta situarlo entre el 4-1/2% y el 4-3/4%”, dice el comunicado de la autoridad monetaria.

La Fed aclara, como es común en sus comunicados, que estas políticas responden al objetivo de llegar a controlar la inflación en un 2% y un máximo de empleo. 

En búsqueda de estos objetivos, “a la hora de considerar ajustes adicionales de la banda objetivo del tipo de interés de los fondos federales, el Comité evaluará cuidadosamente los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos”. 

Sin embargo, el comunicado no hace referencia al triunfo del candidato republicano y expresidente Donald Trump. 

Trump ha sido enfático durante la campaña en amenazar con restarle independencia al banco central y despedir a su presidente, Jerome Powell. 

Si bien el mercado aún espera un recorte adicional de un cuarto de punto en diciembre, empieza a recalibrar las expectativas ya que la política comercial y fiscal del presidente electo puede tener efectos inflacionistas y complicar el aterrizaje suave de la economía estadounidense.