Guerra, inflación, volatilidad y bancos centrales: una visión femenina de los mercados
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios
En el Día Internacional de la Mujer, hemos querido dar visibilidad a las profesionales que trabajan en la industria de gestión de activos, donde muchas ocupan cargos de alta responsabilidad o lideran exitosas estrategias de inversión en firmas internacionales. Por ello, hemos pedido que compartan cuál es su visión de mercado, los temas que dominarán el año y su activo “favorito” en este entorno volátil.
Entre sus valoraciones coinciden en destacar el riesgo geopolítico y la guerra entre Rusia y Ucrania, el aumento de la inflación y la volatilidad, el papel de los bancos centrales en su objetivo por normalizar la política monetaria sin dañar las economías y la apuesta de la industria, las empresas y los inversores por la ISR, en particular por la sostenibilidad y el medio ambiente. Estas han sido sus aportaciones.
Temas que determinarán el mercado este año
Para Inma Conde, Head of Manager Research para Mediolanum International Funds Limited, mientras el mundo deja atrás una pandemia mundial con varias olas, los inversores siguen preocupados por la inflación y el aumento de los tipos de interés. A lo que ahora se suma un nuevo frente: “En los próximos meses, los inversores se centrarán probablemente en el deterioro de las relaciones entre Rusia y Occidente, y la interrupción de la cadena de suministro energético. Existe un gran grado de incertidumbre sobre el resultado y la evolución del conflicto”.
Teniendo en cuenta este punto de partida, María García, Head of Sales Iberia en Edmond de Rothschild AM, añade: “Creo que debemos adoptar un posicionamiento más defensivo en nuestra asignación. A corto plazo, la visibilidad geopolítica es demasiado baja para tomar posiciones fuertes y, más allá del corto plazo, la incertidumbre relacionada con el endurecimiento cuantitativo nos lleva a pensar que esta posición más defensiva podría ser un poco más sostenible. En el actual entorno excepcional, estamos dispuestos a cambiar nuestra política de inversión de forma más táctica en función de las circunstancias”.
Por su parte, Almudena Mendaza, directora de ventas para Iberia de Generali Investments Partners, afirma: “Creemos que la actualidad manda y ahora mismo vivimos un momento de incertidumbre en el que es importante manejar distintos escenarios para adecuar nuestras inversiones a los mismos. En cualquier caso, y como ha pasado históricamente en otras crisis, la prudencia y la reflexión son claves para no solamente preservar nuestras inversiones, sino también para encontrar nuevas oportunidades de inversión. Los gestores activos pueden aprovechar momentos de dispersión actual para encontrar oportunidades y esa es una lectura positiva que también debemos tener en cuenta incluso en estos momentos más volátiles”.
Y Johanna Kyrklund, directora de inversiones y jefa global de inversiones en multiactivo de Schroders, apunta: “Aunque en los últimos 25 años me he centrado siempre en el ciclo de los tipos de interés, podría decirse que, en el futuro, la fijación de precios y la regulación del carbono, así como el giro más amplio desde los combustibles fósiles hacia las fuentes de energía sostenibles, serán igual de fundamentales para el comportamiento del mercado”.
Todas coinciden en que, en menos de tres semanas, la vida y el mercado ha cambiado radicalmente y no solo por la guerra -ante la que todas muestran su sensibilidad y pesadumbre-, también por las sanciones económicas. Marie-Anne Allier, gestora de fondos de renta fija europea de Carmignac, lo explica así: “Los efectos de las sanciones, el aumento de la incertidumbre, deben pesar sobre la confianza de los hogares y sobre la inversión de las empresas, lo que pesará sobre el crecimiento, en particular en Europa. Evaluar el «nuevo» mundo económico y geopolítico, comprender sus consecuencias sobre la valoración de los distintos activos será la principal tarea de los participantes en el mercado en las próximas semanas/meses.
Isabel Vento, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock para Iberia, define claramente tres temas clave para este 2022: vivir con la inflación, superar la confusión, navegar hacia las cero emisiones netas. “Los mercados se han visto afectados por un doble golpe este año: las expectativas cada vez más halagüeñas de subidas de tipos de interés y la escalada del conflicto en Ucrania. En Estados Unidos, los mercados han adelantado el endurecimiento de la política prevista. Sin embargo, el total acumulado de subidas apenas ha variado, lo que supone una respuesta históricamente débil a una inflación que se sitúa en máximos de cuatro décadas. En la zona del euro, los mercados no sólo valoran la aceleración de las subidas por parte del Banco Central Europeo (BCE), sino que también ven un punto final de la política significativamente más alto. Todo esto está ocurriendo mientras los fundamentos económicos no han cambiado materialmente, y creemos que la revalorización es ahora exagerada”, señala.
Perspectivas de mercado
Esta valoración de Vento da pie a la segunda pregunta que les hemos lanzado a estas profesionales del sector: ¿cuál es tu principal perspectiva macro para este año? Conde prevé que la volatilidad del mercado continúe, ya que el conflicto entre Rusia y Ucrania provocará un aumento de los precios del petróleo en un momento en que la inflación ya es preocupante. “Es importante mencionar el papel de Rusia en la cadena mundial de suministro de energía, especialmente como principal proveedor de petróleo para Europa. En este contexto, las variables clave a vigilar son la inflación, los tipos de interés y el crecimiento económico”, matiza.
Según Suzanne Hutchins, gestora del BNY Mellon Global Real Return (EUR) Fund, habrá que mantenerse prudente todo el año: “Creemos que el paso de la expansión cuantitativa a la restricción cuantitativa, junto con las subidas de tipos que llevarán a cabo varios bancos centrales del mundo, como la Fed, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo, para combatir la inflación será un factor de desestabilización tanto para los activos de riesgo como para los bonos gubernamentales considerados seguros, que ofrecen rendimientos muy bajos. Además, la posibilidad de que la inflación siga subiendo, la escalada de los conflictos geopolíticos y unas valoraciones forzadas en ciertas partes del mercado justifican que mantengamos una postura prudente”.
“Al mismo tiempo, los segmentos con valoraciones más elevadas presionarán a las partes más activas del mercado, provocando la rotación y la volatilidad. Este escenario nos recuerda que, los tiempos cambian, las oportunidades persisten, pero la capacidad de ser flexible y ágil es la clave. En términos más sencillos, hay que diversificar el riesgo: no es momento de hacer grandes apuestas”, añade Kyrklund.
Para Monica Wang, a co-fund manager of Eurizon Fund – Bond Aggregate RMB, podríamos ir hacia una mayor divergencia entre las regiones geográficas en términos de políticas monetarias y fiscales. En este sentido, destaca a China. “La política macroeconómica china para 2022 puede resumirse en un enfoque de «3S» por sus siglas en inglés: stability, security, and sustainability. El desarrollo del país será presumiblemente más sostenible. Se introducirán más políticas respetuosas con el medio ambiente, con más racionalidad, para prevenir los choques de la oferta. A excepción de las políticas anticíclicas destinadas a salvaguardar la estabilidad, creemos que China no renunciará a sus políticas anticíclicas. El endeudamiento de las administraciones locales será objeto de control y el mercado financiero será más transparente”, comenta.
Identificando un activo “favorito”
Por último, en un contexto tan impredecible como el actual, estas profesionales reconocen que es complicado definir un único activo favorito, pero sí comparten con nosotros algunas de sus ideas y reflexiones. “Creemos que la reciente dislocación de los valores de crecimiento ofrece una gran oportunidad de compra para quienes se centran en poseer empresas de alta calidad y en invertir a largo plazo. Pero debemos seguir siendo diligentes y disciplinados a la hora de seleccionar sólo las empresas que ofrecerán resultados a nuestros clientes en los próximos años”, explica, por ejemplo, Rayna Lesser Hannaway, gestora en Polen Capital y del fondo iMGP US Small and Mid Company Growth.
En este sentido Charlotte Greville, analista del equipo de renta variable global de Janus Henderson, añade también su visión: “En este contexto, las empresas con posiciones competitivas defendibles y poder de fijación de precios deberían ofrecer la mayor protección contra la inflación de costes. Me inclino por los valores que pagan dividendos con valoraciones bajas en relación con el mercado, fuertes flujos de caja y balances conservadores. Esta preferencia se debe a la opinión de que es probable que el crecimiento de los beneficios en 2022 se desacelere con respecto a los niveles de 2021 y que las valoraciones del mercado sigan siendo elevadas. Es importante centrarse en las valoraciones razonables, ya que es probable que el crecimiento de los beneficios proporcione menos apoyo a las valoraciones del mercado este año, mientras que centrarse en los valores que pagan dividendos que generan efectivo significa que se está pagando a los inversores para que esperen durante este periodo de gran incertidumbre.
Por su parte Allier añade: “Más que nunca es importante la cuestión del horizonte temporal. A corto plazo, los activos positivamente correlacionados con la inflación (ligados a la inflación, oro, etc.) son probablemente una buena forma de proteger una cartera. A medio plazo, la subida de los precios de las materias primas favorecerá a los países exportadores y a las empresas que operan en estos sectores. Por último, la volatilidad actual creará oportunidades en todos los sectores y todas las clases de activos que surjan de la no discriminación de las ventas (vendedores forzados) en un entorno estresado”.
En este sentido Hutchins reflexiona: “En un mundo inflacionario, el poder de fijación de precios será un atributo muy valioso, al igual que contar con el impulso de robustos factores temáticos como el auge del consumo. Hay muchas empresas cuyos negocios no se orientan directamente a los consumidores, pero que se benefician enormemente del auge del consumo, como las tecnológicas o las financieras. Otros temas que tenemos muy en cuenta a la hora de seleccionar nuestras inversiones son la innovación tecnológica y las tendencias demográficas”.
Aneeka Gupta, Director, Macroeconomic Research de WisdomTree, habla de oportunidades concretas. “Las materias primas son las mejor posicionadas para prosperar en 2022 en un contexto de alta inflación y escasez de oferta. Las materias primas cíclicas, que suelen tener un buen comportamiento incluso al final de la recuperación económica, parecen estar bien respaldadas, pero el deterioro de las lecturas del Índice de Gerentes de Compras (PMI) de China puede ser un área de preocupación. Sin embargo, sabemos que China está estimulando a través de canales monetarios y fiscales, lo que debería mitigar este riesgo. En la actualidad, las materias primas más cíclicas, como la energía y los metales industriales, se comportan muy bien debido a la escasa oferta, y esperamos que esta tendencia continúe a lo largo de 2022”.
Wong vuelve a poner el foco en China y apunta: “Somos muy positivos para los bonos onshore y el renminbi. En 2021, el mercado de bonos chino se erigió como el mercado de renta fija con mejores rendimientos del mundo y se espera que mantenga esta condición este año. En 2022, los bonos chinos podrían beneficiarse de las divergencias de la política económica a nivel mundial, con el Banco Popular de China destacando como el único banco central de las principales economías que ha relajado la política monetaria, aunque de forma selectiva”.
Del ámbito de los activos alternativos, que han ganado atractivo para los inversores, nos habla Virginie Wallut, directora de Análisis Inmobiliario e Inversión Sostenible de La Française Real Estate Managers. “En toda Europa existe un desequilibrio estructural entre la demanda y la oferta de viviendas de alquiler. Los inmuebles residenciales se consideran inversiones defensivas y el bajo o inexistente riesgo de desocupación es lo que atrae a los inversores. Sin embargo, la competencia está presionando los beneficios, que son inferiores a los de los inmuebles de oficinas. Así que, como alternativa, nos interesa el residencial gestionado, que combina el carácter defensivo de los inmuebles residenciales con el rendimiento del inmobiliario comercial”, explica.