“Los millennials tienen una mala reputación; se les suele achacar que son irresponsables con sus finanzas y que prefieren derrochar a ahorrar”, señala Dave Goodsell, director ejecutivo de Natixis IM Center for Investor Insight. Sin embargo, la última encuesta realizada por Natixis IM y publicada bajo el título Five Financial Truths about Millennials at 40, muestra que el 59% de ellos dispone de asesor financiero y son proactivos a la hora de planificar sus finanzas.
Esta encuesta refleja el sentimiento de esa parte de la generación millennial que está cumpliendo los 40 años y se adentran en una etapa de mayores riesgos. En el informe se plantean cinco realidades sobre los millennials y sus hábitos financieros, refutando los estereotipos que rodean a esta generación: derrochadores, malos planificadores financieros y dependientes de «banca padres». “Albergan grandes expectativas, pero también son proactivos a la hora de planificar sus finanzas; ya no son esos veinteañeros que mucha gente suele imaginarse», añade Goodsell.
Según las conclusiones que arroja la encuesta, un 59% de los millennials dispone de un asesor financiero profesional; y este porcentaje supera tanto al de la Generación X (56%) como a la del baby boom (48%). En este sentido, la planificación financiera es el asesoramiento profesional en el que están más interesados, sin duda para ayudarles a cumplir los claros objetivos financieros que un 82% de los millennials afirma tener, entre ellos, jubilarse a los 60 años. Es más, las respuestas de los encuestados dibujan una generación de esmerados ahorradores, ya que destinan un 17 % de sus ingresos, en promedio, de cara a su jubilación.
Hasta la fecha han acumulado un patrimonio considerable gracias, según un 31% de los encuestados, a los ingresos procedentes de sus negocios o trabajos por cuenta propia, o bien de sus inversiones (37%); y tan solo un 17% cita la recepción de una herencia o dinero familiar como fuente de su patrimonio.
“Esta generación ha disfrutado de un prolongado mercado alcista con tipos de interés reducidos y baja inflación durante buena parte de su vida adulta. También han vivido el 11 de septiembre, el estallido de la primera burbuja tecnológica y una grave crisis financiera que destrozó a muchas personas de la generación de sus padres. Han conocido lo que es sufrir pérdidas y quieren proteger sus intereses ahora que ven cómo los riesgos aumentan y sus finanzas se vuelven cada vez más complejas. La buena noticia es que los millennials no solo aprecian el valor del asesoramiento en materia de planificación, sino que también confían en los asesores financieros«, ha añadido Goodsell.
Los hallazgos del sondeo llevado a cabo por Natixis IM revelan cinco realidades sobre los millennials de 40 años. En primer lugar, que “los algoritmos no pueden dar respuesta a todas las cuestiones financieras”. La gestora explica que es fácil suponer que los millennials gestionan todas sus operaciones financieras desde sus teléfonos, sobre todo, si tenemos en cuenta que muchos de ellos utilizan las aplicaciones de banca móvil.
No obstante, esta afinidad digital no se ha traducido en un deseo de recibir asesoramiento automatizado de inversión, ya que esta generación es más propensa a depositar su confianza en las personas que en soluciones digitales. Entre aquellos que recurren a un asesor profesional, un 88% confía en ellos a la hora de adoptar decisiones, mientras que menos de la mitad (48%) de los millennials se fía de los algoritmos —los motores del asesoramiento automatizado— y tan solo una cuarta parte (24%) confía en las redes sociales en este ámbito. El 59% de los integrantes de esta generación recibe asesoramiento de un asesor financiero de forma exclusiva (40%) o en combinación con un consultor automatizado, como un roboadvisors (19%). Tan solo un 7% utiliza en exclusiva el asesoramiento automatizado
“El elevado número de millennials que recurre a asesores profesionales podría obedecer a la mayor complejidad de las finanzas, lo que hace necesario recabar consejos personalizados”, destaca la gestora. Los mayores de este grupo se están casando, comprando casas y empiezan a formar sus familias, a lo que se suma la gran diversidad de sus fuentes de ingresos. La mitad de los encuestados afirma disponer de múltiples fuentes de ingresos, que van desde el trabajo (78 %), negocios o trabajos por cuenta propia (31 %), inversiones (37 %) y prestaciones / herencias (17 %).
En vez de depender de un algoritmo, los millennials desean recibir ayuda directa para gestionar su patrimonio. Cuatro de cada diez señalan que recibir ayuda para capear la volatilidad (40 %) constituye una parte importante de su relación de asesoramiento. Esta misma proporción apunta asimismo que es importante que sus inversiones concuerden con sus valores personales, mientras que un 37 % desea que su asesor le ayude en temas fiscales.
Otra conclusión clave es que “el riesgo se vuelve real cuando tienes más que perder”. La encuesta retrata que esta generación ha disfrutado de un prolongado mercado alcista con tipos de interés reducidos y baja inflación durante buena parte de su vida adulta y dos tercios (66%) afirman que se sienten cómodos asumiendo riesgos para sacar ventaja, aunque son mucho más intolerantes al riesgo de lo que dicen, ya que un 72 % indica que antepone la seguridad de las inversiones a la rentabilidad.
La volatilidad generada por la pandemia de COVID-19 y el repunte de las tensiones geopolíticas y de los tipos de interés motivado por las tensiones geopolíticas conlleva que, a la hora de elegir sus inversiones, los millennials se centren más en la gestión del riesgo (48%) que en la capacidad de un fondo para batir a su índice de referencia (26%). Un 60% de los encuestados sostiene que la volatilidad del mercado menoscaba su capacidad para cumplir sus objetivos de ahorro y jubilación, y cuatro de cada diez indican que la ayuda más importante que reciben de sus asesores financieros se refiere a la gestión de la volatilidad.
“Aunque sentir un grado de respeto saludable por el riesgo es bueno, muchos millennials sufren un auténtico conflicto entre el riesgo y sus expectativas de rentabilidad. Actualmente, estas expectativas se mantienen en un nivel del 16,3% por encima de la inflación, debido en parte a que las rentabilidades generadas durante los tres últimos años han sido entre dos y tres veces superiores a la rentabilidad media anual del 8,19% cosechada por el índice S&P en los 20 años transcurridos entre 2000 y 2020, lo que ha incrementado sus expectativas. Sin embargo, la volatilidad del mercado también ha repuntado, por lo que los inversores deberán ajustar sus planes en consecuencia y evaluar su predisposición al riesgo», explica Dave Goodsell.
La tercera de las conclusiones es que los millennials entienden que no deben traicionar sus valores para ser capitalistas. “Los millennials perciben la riqueza como una extensión de sus valores. Un 78% considera que invertir es una forma de ejercer un impacto positivo en el mundo, mientras que un 63% cree incluso que tiene la obligación de ayudar a resolver problemas sociales a través de sus inversiones. Por ello, después del riesgo, el segundo aspecto al que los millennials prestan más atención a la hora de seleccionar sus inversiones es a si estas concuerdan con sus valores, aunque también quieren obtener rentabilidades mientras tratan de cambiar la sociedad”, apuntan las conclusiones.
También se observa su pragmatismo respecto a la inversión con enfoque ESG aumenta: “Los millennials saben que la inversión por sí sola no es suficiente. Un 77 % de los que mantienen inversiones ESG afirma que sus gestores de fondos deberían implicarse activamente en las empresas en las que invierten, y un 72% espera que voten respecto a todas las acciones que poseen”. Además, un 57% entiende que los fondos indexados incluyen empresas que podrían no reflejar sus valores personales y un 52% solicita a sus asesores financieros que incluyan factores ESG en sus análisis de inversión junto con las métricas financieras más generales. Por otra parte, un 63% de los millennials siente que abordar los mayores problemas del mundo es su responsabilidad personal, también consideran que esta debería ser compartida por las empresas (80%) y los gobiernos (75%).
La otra reflexión que lanza el documento es que la jubilación se ve mucho más cerca a los 40 y muestra de ello es que, en promedio, ahorran un 17% de su renta anual para la jubilación, ya que un 76% cree que financiar su retiro es cada vez más una responsabilidad personal.
Según explica la gestora, en todo el mundo, los millennials esperan jubilarse, en promedio, a los 60 años. «Cumplir los 40 te puede hacer ver las cosas en perspectiva. Jubilarte a los 60 es un objetivo ambicioso, pero son conscientes de los riesgos que implica, lo que podría explicar la importancia que otorgan a la planificación y al asesoramiento», apunta Dave Goodsell.
No obstante, dado que la inflación ha escalado en los dos últimos años hasta máximos de 40 años, un 72% de los encuestados la considera la mayor amenaza para la seguridad de su jubilación. A un 72% le preocupa que los crecientes niveles de deuda pública que soportan sus países puedan provocar una reducción de las pensiones públicas de jubilación en el futuro. Aunque un 70% de los millennials confía en que podrán jubilarse con una situación financiera segura, este objetivo está cada vez más cerca, y un 66 % admite que podría tener que continuar trabajando durante más tiempo del previsto.
Por último, la encuesta muestra que la pandemia ha servido de recordatorio de los conceptos financieros básicos “El COVID-19 ha provocado que un 58% de los millennials se sienta estresado sobre su seguridad financiera. Un 28% de los encuestados respondió que perdió ingresos a nivel personal o familiar durante la pandemia y alrededor de una quinta parte (22%) sufrió un retroceso notable en materia de seguridad financiera”, indican.
No obstante, durante la pandemia, cerca de una cuarta parte de los integrantes de esta generación (24%) incrementó su actividad negociadora a través de sus asesores financieros, lo que quizá refuerce el valor del asesoramiento profesional en épocas de volatilidad en los mercados. Un 68% manifestó sentirse resiliente en términos financieros, lo que podría deberse a que se han asegurado de contar con un plan financiero.
Sus tres mayores temores financieros actuales son tener que afrontar un gran gasto inesperado, la seguridad laboral y los impuestos. Sin embargo, visto en retrospectiva, afirman que la pandemia les ha servido de recordatorio de los conceptos financieros básicos, incluida la importancia de controlar el gasto (46%), de disponer de una cuenta de ahorros para urgencias (38%) y de evitar tomar decisiones de inversión presa de las emociones (32%).