Un nuevo mercado se abrió en Chile con la primera apertura en bolsa de una startup a través del sistema Scalex de la Bolsa de Santiago. Ahora, la ambición de la corredoraNevasa –que estuvo a cargo de la colocación de la firma de robótica Osoji– es que este se convierta en una nueva clase de activos accesible para los inversionistas institucionales.
“Tenemos que invitar a todo el ecosistema, desde la CMF (Comisión para el Mercado Financiero), Corfo (Corporación de Fomento de la Producción), la Bolsa, los distintos agentes a abrir en el mercado un espacio para que Scalex sea una clase de activo reconocida como elegible”, señaló el fundador y presidente de la corredora, Eduardo Muñoz.
Para el ejecutivo, el potencial de desarrollo de este mercado está íntimamente relacionado con la participación de fondos de inversión, como los del segmento small cap, según explicó a Funds Society.
La apertura en bolsa de Osoji, que recaudó 1.829 millones de pesos chilenos –cerca de 1,9 millones de dólares– a través de la colocación de 15.244 acciones, fue adjudicada por completo a inversionistas calificados retail. Los inversionistas institucionales, explica Muñoz, “tenían muchas ganas de entrar”, pero fueron restringidos por la normativa.
Por lo mismo, la ambición de Nevasa es que los fondos puedan participar de este mercado nuevo. “Hay que poner al mercado institucionales, sino esto difícilmente va a funcionar. Es un tema importante, y los fondos de small cap necesitan este tipo de clase de activo”, indica Muñoz.
Nueva clase de activo
En particular, el ejecutivo apunta a la liquidez que otorga el instrumento al cotizar en la Bolsa de Santiago, mientras que el mundo del venture capital local “sigue siendo muy privado” y poco líquido.
El próximo paso de la corredora es reunirse con el regulador de la plaza chilena, la CMF. Si bien no hay una reunión agendada, Muñoz anticipa poder sentarse en las próximas semanas con representantes de la entidad para discutir cómo se puede perfeccionar el mercado.
De todos modos, el fundador de Nevasa destaca que, en el marco del proceso de Osoji, ha tenido la oportunidad de hablar con ellos. “Vi una muy buena recepción por parte de los reguladores”, describió.
Las acciones de las startups colocadas por Scalex transan como títulos normales listados en la plaza santiaguina y pueden circular en el mercado secundario, pero tienen la condición de que sólo pueden ser adquiridas por inversionistas calificados, ya que se trata de activos no inscritos en la CMF. Esto quiere decir que estos papeles tienen los mismos derechos que los títulos accionarios regulares, pero no las mismas obligaciones de información.
Debut y prospectos
Osoji fue la apertura en bolsa inaugural de Scalex, una iniciativa de la Bolsa de Santiago y la Corfo. Y si bien no cumplió su meta máxima de colocación, la operación dejó a la compañía con el capital necesario para expandirse en México.
Con todo, la firma colocó 15.244 acciones, por sobre el mínimo de 12.000 que establecieron.
“Terminamos este proceso de Scalex de forma exitosa y eso nos da mucha satisfacción”, dijo el fundador y CEO de la compañía de robótica, Octavio Urzúa, en el Salón de Ruedas de la Bolsa de Santiago.
El ejecutivo de la firma destacó la entrada de nuevos inversionistas –incluyendo dos unicornios–, algunos de ellos mexicanos, y también la participación por parte de accionistas ya existentes, que reforzaron su apuesta por la compañía.
Pero además de capitalizar a Osoji, la operación tiene el potencial de abrir un nuevo horizonte para los emprendimientos en Chile, según destacan desde Nevasa. “Hemos subido el Aconcagua y queremos subir el Everest”, indicó Muñoz en el evento. El Everest, en este caso, es un escenario donde el mercado Scalex logra atraer inversionistas y emisores desde el extranjero.
El mismo Osoji podría volver a la bolsa en el futuro, en palabras del presidente de la corredora. “Habrá que hacer una segunda ronda, cuando el mercado esté más regulado, más abierto, para que los inversionistas institucionales puedan participar”, comentó.
La Fundación ReachingU organiza su tercera campaña global para recaudar fondos para la educación en Uruguay, anunció la organización en un comunicado al que accedió Funds Society.
Durante el 25 de octubre y 1 de noviembre y bajo el lema “Levantá la mano por la educación en Uruguay”, ReachingU solicitará donaciones a través de su sitio web para luego rematar lotes en una “subasta silenciosa”.
“Nuestra campaña global es un movimiento que convoca a personas en todas partes del mundo a trabajar juntos por un mejor futuro para Uruguay. Lo recaudado durante esa semana será destinado a financiar proyectos educativos en Uruguay. Por cada dólar donado hasta alcanzar 150.000, el Directorio de Fundación ReachingU donará un dólar extra”, dice la fundación.
La campaña se inicia el martes 25 de octubre en un cocktail en Nueva York, que se llevará a cabo en Altro Paradiso, del chef uruguayo Ignacio Mattos, dueño y chef de otros cuatro restaurantes en esa ciudad: Estela, Lodi, Corner Bar y Swan Room.
Su cocina fusión minimalista de sabores de España, Italia y el Medio Oriente le ha permitido ganar el premio James Beard Award y el nombramiento en 2017 como America’s Chef por la revista Esquire. Su restaurante “Estela” ha sido incluido en la lista de los mejores 50 restaurantes del mundo, además de haber sido reconocido con una estrella Michelin. Su primer libro de cocina “Estela” fue listado como uno de los mejores libros del año en 2018 por la prestigiosa New York Times Book Review, agrega el comunicado.
Por otro lado, el martes 1 de noviembre, la campaña cerrará con un evento en el Audi Zentrum de Montevideo, en el que los invitados especiales serán David Vélez y Mariel Reyes.
David Vélez es el fundador y CEO de Nubank, una de las plataformas de banca digital más grandes del mundo y fue nombrado en 2022 como una de las 100 personalidades más influyentes por la revista Time.
Mariel Reyes, es la CEO y fundadora de {reprograma}, una organización sin fines de lucro cuya misión es cerrar la brecha de género en el sector tecnológico a través de la educación, enfocándose en mujeres en situación de vulnerabilidad, enseñándoles a codificar y luego ayudándolas a conseguir empleos en el sector. Como parte de su actividad filantrópica, Vélez y Reyes adhirieron The Giving Pledge, una campaña iniciada en junio de 2010 por los multimillonarios estadounidenses Warren Buffett y Bill Gates. Los firmantes se comprometen a donar la mayor parte de su riqueza a causas benéficas, ya sea durante su vida o en sus testamentos, explica ReachingU.
Acerca Fundación ReachingU
Trabajamos para brindar oportunidades educativas a los sectores sociales más vulnerables de Uruguay. Nos mueve el compromiso de educar para cambiar vidas. Creemos que brindar una educación integral de calidad a los niños, niñas y adolescentes más vulnerables de Uruguay contribuye a su bienestar y el de toda la comunidad. Por eso, desde hace más de 20 años fortalecemos organizaciones y generamos oportunidades educativas para quienes más las necesitan en Uruguay, según la información disponible en la web de la fundación.
El índice de precios al consumidor de EE.UU. consolida otra subida de tipos de 75 puntos básicos en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto, señala en un informe Ryan Sweet, Senior Director de Moody´s Analytics.
“La Fed quiere más pruebas concretas de que la inflación tiende hacia su objetivo del 2% y eso no se ha materializado, en parte porque la mayor parte de los problemas de inflación son atribuibles a shocks de oferta y la política monetaria no puede abordar esa fuente de inflación”, dice el experto.
“El IPC subió 0,4% en septiembre, duplicado nuestras expectativas y el consenso del mercado. Esto viene pisando los talones de una ganancia del 0,1% en agosto y sin cambios en julio. Hace un año, el IPC fue un 8,2% sin desestacionalizar. El hogar estadounidense típico necesita gastar 445 dólares más por mes para comprar los mismos bienes y servicios como hace un año, dada la inflación de 8,2% tasa en septiembre. Esto no le va a sentar bien a la Reserva Federal, y el IPC de septiembre no es una buena noticia para los mercados financieros ni para la economía en general. Los mercados están valorando una tasa de fondos federales terminales del 4,9%”, dice el informe de Moody´s.
La energía pesó sobre la inflación. El IPC de la energía cayó un 2,1% tras caer un 5% en agosto. Dentro de la energía, el IPC de las materias primas energéticas cayó un 4,7%. El IPC de la gasolina bajó un 4,9%. Los precios de los servicios energéticos subieron un 1,1% tras subir un 1,1% en agosto. Los precios de la electricidad subieron un 0,4%.
El IPC de alimentos aumentó 0,8% por segundo mes consecutivo. Los precios de los alimentos en el hogar subieron un 0,7%, idéntico al aumento de agosto. Los precios de los cereales/productos de panadería aumentaron un 0,9 %, mientras que los precios de los productos lácteos aumentaron un 0,3 %. Los precios de las bebidas no alcohólicas subieron un 0,6%. El IPC de alimentos fuera del hogar aumentó un 0,9%, igualando la ganancia de agosto.
Excluyendo alimentos y energía, el IPC subió un 0,6%, idéntico al avance de agosto. El aumento en el IPC subyacente fue el doble de nuestro pronóstico de una ganancia del 0,3%, que también había coincidido con el consenso. El IPC subyacente subió un 6,6% respecto al año anterior en septiembre, una aceleración desde el ritmo del 6,3% del mes anterior. Esta es la tasa de inflación subyacente más fuerte desde 1982, lo cual es preocupante, porque el IPC subyacente es un mejor indicador de la inflación subyacente que el IPC general.
Dentro del IPC subyacente, los precios de los autos y camiones usados cayeron un 1,1% tras caer un 0,1% en agosto. Los precios de los vehículos nuevos subieron un 0,7%, en comparación con el aumento del 0,8% en agosto. El IPC de las tarifas aéreas aumentó un 0,8%, rompiendo una racha de tres caídas mensuales consecutivas. Los precios de la ropa cayeron un 0,3%. Los precios de los productos básicos de atención médica cayeron un 0,1%. Los precios de los servicios de atención médica aumentaron un 1%. El IPC del alquiler equivalente de los propietarios subió un 0,8%, un poco más que el aumento del 0,7% de agosto. El IPC de alquiler de vivienda habitual también aumentó un 0,8% tras un aumento del 0,7% en agosto.
Los alquileres normalmente son bastante rígidos, pero el pronóstico es que el IPC del alquiler equivalente de los propietarios alcance su punto máximo año tras año en algún momento de la primera mitad de 2023.
América Latina se enfrenta a una creciente demanda de producción agrícola y rápidamente se está convirtiendo en el granero del mundo. Las exportaciones agrícolas y de alimentos desde la región representan el 16% del total mundial, señala un informe de JP Morgan que explora los cambios tecnológicos a los que se expone el sector y las oportunidades de inversión que presenta.
¿Es posible que la producción de la región aumente en un 80%?
Si se toman en cuenta las importaciones de alimentos, las ventas al extranjero netas son de 4%, y se prevé que aumenten a 19% entre 2018-2020 y 2030. Se calcula que la producción agrícola de la región tendría que crecer un 80% hasta 2050 para cubrir el aumento de la población de más de 35% que se espera para ese mismo período.
¿Es posible? América Latina es una de las pocas partes del mundo con significativas porciones de tierra agrícola aún sin explotar. Sin embargo, necesita incrementar la productividad y sostenibilidad de sus prácticas agrícolas para hacer frente al ritmo de la creciente demanda.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la agricultura en la región es la fragmentación entre granjas a gran escala (con prácticas y tecnologías avanzadas) y los pequeños agricultores, que operan mayoritariamente de manera informal y a menudo carecen de los recursos y tecnología para mejorar la productividad y adoptar prácticas más sostenibles.
Si bien las inversiones globales en tecnología agrícola (Agro-Tech) se han disparado en los últimos cinco años, las empresas de tecnología agrícola aún representan una mínima porción del total mundial.
La composición única de los sistemas agroalimentarios latinoamericanos y la amplia brecha que separa a los agricultores pequeños de los de gran escala presentan desafíos y oportunidades para los inversionistas. Invertir en tecnologías que se adapten correctamente a un paisaje agrícola tan único es una oportunidad sin explotar en la región. Con nuevas tecnologías, las grandes explotaciones pueden seguir aumentando su escala y productividad–y las de menor tamaño pueden consolidar prácticas sostenibles. Sin embargo, el éxito de las soluciones de agro-techdependerá de que los pequeños agricultores las vayan adoptando.
La agricultura es uno de los sectores económicos más grandes y de más rápido crecimiento de América Latina
América Latina representa una parte significativa de las exportaciones mundiales de alimentos y productos agrícolas (Gráfico 1). Después de Estados Unidos y la Unión Europea, Brasil es el tercer mayor exportador: produce la mayor parte del azúcar, café y jugo de naranja que se consume en el mundo, y es el principal vendedor de carne de res, soya y aves. Por su parte, Argentina es el más grande exportador de harina y aceite de soja a nivel mundial y el tercero en la venta de frijoles. México es el tercer exportador de la región gracias a sus ventas de hortalizas, frutas y otros subproductos agrícolas.
Las explotaciones agrícolas, tanto grandes como pequeñas, están jugando un rol fundamental para compensar las interrupciones en la cadena mundial de suministro de alimentos a partir de pandemia y de los recientes conflictos geopolíticos. A eso hay que sumar la demanda creciente de alimentos tanto a nivel local como global.
La fragmentación entre pequeños y grandes agricultores limita la capacidad del sector para satisfacer la demanda
El sector agrícola de América Latina es único porque los agricultores pequeños juegan un papel importante. La combinación entre agricultura a pequeña y gran escala varía mucho entre países, lo que genera disparidades en términos de capacidad, sofisticación y contribución a la producción económica (Gráfico 2). Si bien se estima que 50% de la producción total proviene de los 14 millones de agricultores pequeños, las granjas a gran escala desempeñan un papel esencial en Argentina, Brasil y Uruguay.
El crecimiento sostenido del sector agrícola presenta desafíos únicos
El sector agrícola latinoamericano enfrenta desafíos de productividad y sostenibilidad que deben abordarse. La industria utiliza una cantidad significativa de recursos naturales y, con la creciente demanda de productos, las presiones medioambientales sólo van a continuar. La agricultura usa más de un tercio de la superficie terrestre de la región, consume casi las tres cuartas partes del agua dulce y genera casi la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Si bien algunos agricultores y ganaderos han estado a la vanguardia con la adopción de tecnologías verdes, muchos sistemas alimentarios están dominados por modelos de producción basados en prácticas no sostenibles que amenazan la viabilidad de la capacidad de producción de alimentos y que deberán ser reemplazados para garantizar la sostenibilidad de los recursos naturales.
El mercado global de agro-tech está subiendo a la par que el interés de los inversores
Los inversionistas globales reconocen la necesidad de llevar la agricultura de la era industrial a la digital para así aumentar el rendimiento de los alimentos, reducir la carga para el medio ambiente, mantener la viabilidad de las granjas y responder a la demanda de productos de calidad.
Las inversiones en agro-tech se centran en los esfuerzos para abordar el desperdicio de alimentos y mejorar su trazabilidad, los modelos comerciales respetuosos con el medio ambiente y la mejora de los rendimientos de los cultivos de manera sostenible.
En la etapa previa a la producción, la tecnología puede, por ejemplo, ayudar a los agricultores a realizar negociaciones de trueque más eficientes, detectar deficiencias en el riego, identificar plantas muertas, proyectar rendimientos de cultivos e identificar qué actividades son productivas y cuáles no. Asimismo, en la fase de comercialización, otras herramientas pueden ayudar a crear mercados más competitivos para la compra, negociación y venta de productos y subproductos.
Además de las inversiones agroalimentarias análogas, que se concentran en genética, pesticidas y fertilización, las interrupciones en la cadena de suministro derivadas de la pandemia, la inestabilidad geopolítica y la escasez de mano de obra han aumentado el enfoque de los inversionistas en la digitalización, ciencia de datos y agricultura alternativa.
Las inversiones de agro-tech en la fase de comercialización, que incluyen supermercados en línea, mercados de restaurantes y cocina casera, han tenido las tasas de crecimiento más altas en el sector de tecnología agroalimentaria, a medida que se van arraigando en los hábitos de los consumidores. El 18% de las consumidores ahora compra comestibles a través de canales digitales con más frecuencia que en las tiendas físicas (Gráfico 3).
Las inversiones latinoamericanas en agro-tech están rezagadas a pesar de su importancia para el crecimiento económico de la región
El sector global de agro-tech ha sido destino de un flujo constante de financiamiento durante la última década, alcanzando un récord de inversiones globales superior a 51 mil millones de dólares en 2021 (Gráfico 4). Estados Unidos domina el sector como el mercado con inversiones en agro-tech más grande del mundo, con empresas emergentes que recaudaron 41% de todo el capital y representaron 34% de las transacciones en 2021. A pesar de la importancia de la agricultura y la necesidad de soluciones que permitan a los agricultores latinoamericanos satisfacer la creciente demanda de producción agrícola, las oportunidades de inversión en agro-tech se está pasando por alto, ya que la región ocupa el último lugar en inversiones del mundo con solo 440 millones de dólares en 152 acuerdos en los últimos cinco años.
Los datos de la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina (LAVCA) muestran cómo solo se invirtieron 35,4 millones de dólares de capital de riesgo en agro-tech en 15 rondas divulgadas en 2021, lo que deja un gran espacio para inversiones adicionales.
El único país latinoamericano que aparece entre los 15 primeros del mundo es Colombia (octavo lugar), con una inversión de 359 millones de dólares. En Brasil, el sector recaudó 70 millones de dólares en 2021.
Los desafíos únicos de los pequeños agricultores latinoamericanos requieren de inversión en soluciones locales
Uno de los factores que frena a los inversionistas latinoamericanos es la necesidad de desarrollar soluciones que sean viables en el paisaje agrícola altamente fragmentado de la región. Los innovadores del agro-tech enfrentan desafíos únicos derivados de la prevalencia de granjas a pequeña escala, incluyendo capacidad, asequibilidad e implementación limitadas. Esto ha dividido el panorama de inversión en tecnología agrícola en dos segmentos.
Si bien los agricultores a gran escala pueden beneficiarse de las innovaciones tecnológicas que se están adoptando en otras partes del mundo para mejorar la sostenibilidad y aumentar el rendimiento de los cultivos, el tamaño y falta de consistencia en la producción de las granjas pequeñas dificultan la adopción masiva de tecnologías.
El mayor desafío para las nuevas empresas latinoamericanas que sirven a los pequeños agricultores será la escalabilidad. La innovación deberá promover la adopción constante de soluciones tecnológicas entre una amplia variedad de actores con recursos limitados. En este segmento, los expertos pronostican que el Internet de las Cosas y el uso de interfaces de programación de aplicaciones (API por sus siglas en inglés) para conectar sensores e información satelital que generan datos inteligente serán clave para escalar el agro-tech en los próximos años.
Y en la intersección entre la tecnología agrícola y financiera, otra oportunidad de crecimiento podría ser mejorar el acceso de los agricultores a los servicios financieros para garantizar que puedan acceder al crédito necesario para modernizar sus operaciones. Un mayor acceso, a través de asociaciones asequibles e innovadoras del sector privado, como fondos de garantía recíproca, factorización y otras facilidades para monetizar las cuentas por cobrar, ayudaría a aliviar las restricciones crediticias que enfrentan los agricultores pequeños en América Latina, y les permitiría aumentar sus inversiones y participación en el mercado al tiempo que introducen nuevos productos y tecnologías para incrementar su productividad.
También se necesitan inversiones en investigación y desarrollo (I+D) que permitan una rápida ampliación de las soluciones locales. El gasto del sector privado podría aumentar significativamente el compromiso general con I+D en América Latina, así como acelerar ganancias importantes en el rendimiento y tolerancia a la sequía, resistencia a las plagas y potencial para mejorar la salud con el enriquecimiento del valor nutricional de los cultivos. Otras formas de inversión agrícola incluyen la investigación para mejorar los sistemas de riego, mecanización de la producción de cultivos, procesamiento y almacenamiento posteriores a la cosecha, así como la innovación en la salud y nutrición animal. Sin embargo, la falta de protecciones más sólidas para la propiedad intelectual también podría estar obstaculizando los esfuerzos de I+D, ya que el sistema actual es demasiado lento o casi inexistente. Todo esto lleva a que estas tecnologías no estén disponibles en algunos países en los que podrían beneficiar las operaciones agrícolas de todos los tamaños.
Desafíos del siglo XXI exigen soluciones del siglo XXI
La viabilidad del sector agrícola de América Latina depende de su capacidad para mantenerse al día con la creciente demanda y amenaza del cambio climático. La transición de los sistemas agrícolas a la era digital puede ayudar a los agricultores a implementar soluciones para retos como la reducción de desechos, aumento del rendimiento de los cultivos y consolidación de recursos.
A pesar del crecimiento de las inversiones globales en tecnología agrícola, los inversionistas latinoamericanos tienen la oportunidad de capitalizar el sector de más rápido crecimiento de la región. Sin embargo, en lugar de mirar hacia afuera para identificar innovaciones tecnológicas y nuevos modelos de negocios, pueden apostar por respuestas que aborden los desafíos únicos de la región. Las tecnologías asequibles, escalables e implementadas de manera consistente tienen más probabilidades de tener éxito en un sector muy fragmentado y liderado por los agricultores pequeños.
Todas las compañías referenciadas han sido mostradas con fines únicamente ilustrativos, y no suponen una recomendación o apoyo por parte de J.P. Morgan en este contexto.
Los ETFs y los fondos comunes de inversión (FCI) son parientes cercanos, pero no son lo mismo. Su estructura es diferente y satisfacen necesidades distintas. Los fondos de inversión tienen 90 años de historia mientras que el lanzamiento formal de los ETFs data de 1990, en Canadá.
Cuando vemos volumen a nivel mundial, los FCI tienen uno que representa 80 veces el PBI Argentino mientras que el volumen de los ETF es de “sólo” 20 veces el del PBI de la Argentina, los que equivale a un volumen de 10 billones de dólares (o “trillions” en inglés). Sin embargo, la industria de ETF más que duplicó su volumen en los últimos tres años. Firmas que tradicionalmente se dedicaron a gerenciar fondos comunes de inversión hoy son, al mismo tiempo, administradoras de ETFs.
Tal como mencionamos al principio, ambos instrumentos son en esencia similares en el sentido de que diversifican un portafolio a bajo costo para el inversor, pero tienen importantes diferencias operativas. A su vez, los dos tipos de activos permiten al inversor tercerizar en una gerencia profesional el trabajo de diversificar un portafolio sujeto a las restricciones impuestas por el reglamento del FCI o el objeto del ETF.
La mayor diferencia entre ETFs y FCI es que los precios a los que los inversores venden y compran participación en estos últimos se determina al final del día. Por su parte, los ETFs tienen formato de acciones y sus precios se determinan en cada operación en función de la oferta y demanda, de manera que se puede comprar y vender en el día generando un resultado para el inversor.
Por otra parte, los ETFs no tienen costos explícitos, sino que se trabajan como “expense ratio”, es decir que se deduce el proporcional diario y está ya implícito en el precio del activo. Típicamente, los ETFs que siguen estrategias pasivas tienen expense ratio bajo, mientras que los manejados de manera activa suelen cobrar relativamente más.
La Argentina no cuenta con ETFs locales. No hay posibilidad de comprar en el mercado un vehículo que siga al índice Merval u otro índice de la bolsa de comercio local. Tampoco se puede comprar un título que siga bonos soberanos en pesos o dólares ni otra clase de bonos, ya sea corporativos o provinciales, por medio de un ETF. Ese trabajo en la Argentina lo hacen los fondos comunes de inversión.
Sin embargo, a principios del año 2022, el regulador autorizó a cotizar CEDEARs –Certificados de Depósito Argentino, que son certificados de depósito de acciones listadas en el extranjero– de ETFs. Es decir, a través de un certificado de depósito se puede acceder en el mercado argentino a comprar ya no una sola acción americana (o su equivalente) sino el ETF que siga el S&P 500, el Nasdaq 100 o muchos otros.
Esta medida generó algunas controversias: (i) le da un poder a los ETFs que los fondos comunes de inversión no tienen (levantar dinero local para invertir en el exterior); (ii) la legislación argentina – Ley 24.083 y resolución de la CNV N°286/96– impide a un fondo del exterior hacer oferta pública en la Argentina; (iii) pérdida de “know how” local, al darle prioridad de inversión en el exterior a un jugador no registrado.
Más allá de estas distorsiones en la regulación, uno de los principales problemas radica en que los ETFs ofrecen un producto muy similar a los fondos comunes de inversión, pero los fondos locales no tienen la posibilidad de diversificar sus carteras internacionalmente. Si bien creemos que la nueva regulación tiene poco tiempo de vida, se activó la necesidad de analizar en mayor profundidad esta nueva industria y sus implicancias para el mercado argentino
En un contexto en que los factores ESG en las inversiones han tomado cada vez más importancia en el mercado chileno, el brazo de corretaje de bolsa del banco Bci marcó un hito al lanzar el primer libro de recomendaciones bursátiles con un análisis de este tipo.
Según anunciaron a través de un comunicado, Bci Corredor de Bolsa presentó su informe de Recomendaciones Bursátiles 2023, el cual incluye por primera vez un análisis ESG para las 32 acciones del IPSA –índice bursátil referente en Chile– que posee bajo su cobertura, dando origen a su primer “Booklet Verde”.
Para el desarrollo de este análisis, la intermediaria generó un conjunto de metodologías que toman en cuenta estándares internacionales como elSustainability Accounting Standards Boards (SASB) y el MSCI ESG Ratings, destacaron en su nota de prensa.
Desde la corredora destacan la importancia que tiene complementar el análisis económico de las acciones con un estudio ligado a factores de sostenibilidad. “Como parte de nuestro trabajo, hemos detectado cada vez con mayor frecuencia el interés que tiene para los clientes invertir en instrumentos que no solo generen rentabilidad, sino que también tienen un impacto positivo en criterios ESG”, dijo el gerente general de Bci Corredor de Bolsa, Juan Pablo Monge.
Un ejemplo de esto, indican de la firma, es el análisis realizado por el informe de empresas del sector eléctrico, como Colbún y Enel Chile, las cuales han llevado a cabo importantes planes para el desarrollo de proyectos de energías limpias, así como una disminución en las emisiones de CO2 y material particulado propias de su negocio.
De igual forma, el reporte destaca cómo la industria forestal está mostrando una proactividad creciente en este ámbito, al que se suman otros sectores como el inmobiliario comercial, el sanitario y el bancario.
“Nuestros análisis nos llevan a concluir que los factores ESG serán cruciales para una mayor rentabilidad sustentable a largo plazo para las compañías a nivel global. Esta tendencia, si bien está en una etapa temprana en Chile, se está desarrollando favorablemente y cada vez con mayor intensidad con una favorable proactividad por parte de fondos mutuos que incluyen estos criterios y las AFP”, agregó Monge.
En cuanto a su proyección para el mercado bursátil, el informe proyecta que el IPSA finalizará el 2023 en torno a los 6.500 puntos, entregando un upside relevante, considerando que el indicador ronda los 5.160 puntos al momento de publicación de esta nota.
Esto, explican, refleja una composición accionaria heterogénea con valorizaciones atractivas y condicionadas al escenario de tasas, los riesgos locales y extranjeros, entre otros factores.
Las dificultades en renta fija han puesto a prueba la firmeza de los inversores ahora que los mercados de bonos han pasado a estar dominados por el contexto inflacionario después de años orientados en torno al crecimiento económico.
2022 será un año recordado por el cambio de régimen en los mercados de renta fija. Las economías avanzadas han iniciado una etapa marcada por unas imponentes subidas de la inflación que no se observaban desde la crisis del petróleo de los años setenta. Desde los años noventa, la inflación no había acaparado tanta atención. Y es que en este 2022 la política y los mercados se han visto subyugados por los vaivenes de la subida de los precios. La vuelta a un régimen, que para algunos es desconocido, ha llevado a los índices de renta fija a niveles de pérdidas poco vistos en el pasado. En lo que va de año, prácticamente ningún mercado de deuda pública ha servido de refugio para los inversores (véase el gráfico 1).
El golpe ha sido inesperado para la mayoría. Muchos han crecido acostumbrados a la tendencia de los últimos 20 años, en la que los tipos subían o bajaban en función del rendimiento económico y el empleo. En ese régimen dominado por el crecimiento, los considerados bonos seguros solían responder bien como protección frente a activos con más riesgo. Por el contrario, la situación actual se asemeja al periodo anterior a 2000, en el que reinaba el miedo a la inflación, lo que llevó a la subida de los tipos.
Con tan pocos sitios en los que refugiarse en los mercados de renta fija, ¿cómo pueden saber los inversores cuál es el camino correcto? La mala noticia es que, en el epicentro del régimen actual centrado en la inflación, en los últimos meses apenas ha habido cambios y no se atisban indicios que nos señalen cuándo y cómo empezará a cambiar este ciclo de agitación. En este punto resulta arriesgado acotar los posibles escenarios resultantes a nivel político y económico.
Pese a ello, tenemos una buena noticia: hay cuatro temáticas convincentes que pueden ayudar a reajustar las asignaciones de renta fija y orientar el posicionamiento de las carteras para lo que queda de 2022. Exploraremos estas temáticas en una serie de artículos, y empezaremos por cómo los inversores pueden proteger sus carteras frente a la volatilidad del mercado.
Formas de protegerse frente a la volatilidad de los diferenciales y los tipos
La volatilidad de los mercados de renta fija sigue siendo elevada y muy inestable. Las medidas de volatilidad esperada y realizada de los bonos han disminuido desde sus máximos recientes en julio (véase el gráfico 2). Sin embargo, la volatilidad implícita de las opciones a un mes para los rendimientos del Tesoro estadounidense ha sido en torno a un 50% más elevada a finales de agosto en comparación con los inicios de 20226, como fue el caso de la volatilidad realizada a un mes para los bonos gubernamentales globales con calificación de grado de inversión (investment grade). Los índices que incluyen bonos corporativos con calificación similar se han recuperado todavía menos al finalizar el verano, ya que su volatilidad realizada a un mes ha sido un 90% más elevada que en enero.
Tanto las medidas de volatilidad realizada como las medidas de volatilidad esperada han experimentado fluctuaciones en forma de U, lo que sugiere que todavía deben estabilizarse en un rango más acotado. En otras palabras, la volatilidad de los bonos sigue siendo elevada. Además, existen indicios de una desconexión más visible entre la volatilidad de los bonos de empresa y la volatilidad de los bonos gubernamentales, otro ejemplo de que la volatilidad no solo está motivada por los tipos, sino también por los movimientos del mercado en base a los diferenciales.
La volatilidad realizada de estos índices de bonos con grado de inversión fue todavía más elevada en la sacudida de los mercados de 2020, ya que la restricción extrema de liquidez golpeó tanto a los activos con grado de inversión como a los que presentaban un mayor riesgo. Aun así, la volatilidad de los activos con grado de inversión ha superado este año los máximos registrados en la crisis financiera mundial de los años 2008 y 2009. En ese momento, la volatilidad de la renta fija tras el colapso de Lehman Brothers estuvo mucho más motivada por los diferenciales de crédito, ya que el riesgo de impago se disparó y los tipos bajaron. En este momento, la situación es distinta. Los mercados deben enfrentarse a una combinación de tipos de interés elevados y riesgos crediticios.
Subida de tipos e inflación impredecible
Muchas cosas dependerán de la inflación. Sin embargo, sigue siendo muy difícil elaborar pronósticos debido a las excepcionales interrupciones que se están viviendo en la cadena de suministro, el mercado laboral y la geopolítica. Más allá de los sectores más sensibles a los tipos, como la vivienda, la mayor parte de los daños colaterales que afectan a hogares, empresas y economías nacionales sigue procediendo de la inflación, y no de los costes por intereses.
Aunque los gráficos de la inflación intermensual empiezan a aplanarse, como en el caso de la inflación global estadounidense en julio, todavía queda mucho por delante. Necesitamos más gráficos consecutivos a cero o que muestren descensos antes de que la inflación interanual pueda volver a valores de un solo dígito. Únicamente un shock deflacionista drástico, como los confinamientos provocados por una pandemia, podrían frenar más rápidamente la inflación.
Los bancos centrales parecen estar dispuestos a seguir subiendo los tipos para reducir la demanda agregada hasta que algo se “rompa”. Pero todavía no ha ocurrido. Las cifras de desempleo en EE.UU. y Europa se mantienen en mínimos históricos y tendrían que incrementarse en varios puntos porcentuales para generar una recesión que vaya más allá de las contracciones técnicas del crecimiento del PIB y los indicadores de la actividad económica.
No podemos estar seguros de cuándo la fijación de los tipos de interés volverá a estar dominada por el miedo a una recesión en lugar de por la inflación. Los responsables políticos tampoco están seguros y han abandonado un enfoque basado en indicaciones sobre sus movimientos futuros (o forward guidance) en favor de uno de reacción a los datos. Los mercados no están acostumbrados a una posición política poco comprometida y podrían verse afectados por nuevos máximos de volatilidad en torno a las nuevas decisiones políticas y los nuevos datos.
El nerviosismo sobre la calidad crediticia está por venir
Otro motivo por el que podemos experimentar varios shocks de volatilidad en los próximos meses es que el ciclo de crédito postpandemia apenas ha empezado a cambiar. La generalización de los efectos secundarios de problemas de refinanciación podría tardar más tiempo en producirse, debido a que los emisores de deuda con mayor riesgo han aprovechado la oportunidad brindada en los últimos años para ampliar el vencimiento de sus obligaciones a tipos más bajos. El preludio al deterioro de la calidad crediticia para muchas empresas serán unos beneficios más débiles.
Según algunas previsiones, en torno a la mitad de las empresas que conforman el índice S&P 500 Equity Index están experimentando un crecimiento negativo de las ventas tras ajustarlo con la inflación. Los beneficios también pueden verse perjudicados por la extensión de condiciones crediticias más negativas a los consumidores. Varias encuestas sobre préstamos bancarios han empezado a señalar en esta dirección.
Ideas para un contexto volátil
Para los inversores con un enfoque a largo plazo y de comprar y mantener, las históricas pérdidas en renta fija han sido especialmente frustrantes, ya que el principal detonante han sido los tipos y los diferenciales, y no tanto los impagos generalizados. Sin embargo, la inflación significa que el efectivo es una opción muy cara en la que refugiarse. Teniendo todo esto en cuenta, ¿a qué podemos recurrir?
Los bonos de alta calidad a corto plazo emitidos por gobiernos y empresas son una alternativa, pero no ayudarán mucho a amortiguar la volatilidad de la cartera, ya que la parte inicial de las curvas de rendimiento sigue siendo vulnerable a posibles alteraciones procedentes de los ajustes de precios de los tipos terminales a corto plazo.
Como todavía no es el momento de incrementar de forma agresiva la beta de las carteras, creemos que vale la pena combinar bonos de tipo fijo a corto plazo con futuros y opciones sobre tipos de interés e índices de derivados de crédito, que pueden ayudar a limitar la volatilidad de los diferenciales y los tipos. Es importante tener en cuenta que puede haber costes de rendimiento y desembolsos en efectivo asociados con estas estrategias de cobertura. Además, podría producirse una falta de concordancia entre los valores en cartera y los componentes de los instrumentos de cobertura disponibles. Gestionar de forma activa las posiciones de cobertura es clave, ya que podrían compensar parcialmente, o incluso aumentar, las pérdidas de la parte de los bonos de la cartera.
Otra opción a las asignaciones en bonos tradicionales pueden ser los flotantes, que han tenido un mejor rendimiento que otros segmentos de renta fija en lo que va de año. Los denominados bonos flotantes, o floaters, emitidos principalmente por instituciones financieras y empresas con grado de inversión, ofrecen cupones que se ajustan con desfases periódicos a los cambios en los tipos de referencia a corto plazo. Los bonos flotantes también presentan una prima de rendimiento por encima de esos tipos de referencia para compensar la posibilidad de que los precios de los bonos con cupones flotantes caigan debido al riesgo crediticio. De este modo, los inversores que quieran exposición al crédito pueden obtener una mejor protección frente a los tipos de interés. Es importante tener en cuenta que los rendimientos de los bonos flotantes suelen ser inferiores a los rendimientos de los bonos corporativos a tipo fijo; se necesitarían varias subidas de tipos consecutivas para que los rendimientos de los bonos flotantes pudieran equipararse. Asimismo, los precios de los bonos flotantes pueden caer si las previsiones económicas y la calidad crediticia de los emisores de deuda se deterioran.
En un momento en el que la volatilidad de los mercados no muestra signos de reducirse, los inversores podrían considerar preparar sus carteras para lo que está por venir, ya que las convulsiones parecen no cesar ante el cambio hacia un régimen centrado en la inflación.
Análisis realizado por Franck Dixmier, director global de Inversiones de Renta Fija en Allianz GI; y Georgios Georgiou, responsable global de los especialistas de Producto de Renta Fija en Allianz GI.
Pixabay CC0 Public DomainAlgunas de las obras (premiada y finalista) del concurso
Allianz Global Investors (Allianz GI) ha dado a conocer a los premiados del concurso internacional de ilustración “Art On Climate”. El concurso, patrocinado por la gestora, tiene como objetivo proporcionar una plataforma para el intercambio de ideas y soluciones para hacer frente a la crisis climática, e inspirar al público para impulsar un cambio significativo en respuesta a este desafío global. Según ha informado, el premiado ha sido Luc Vernimmen, de Bélgica, el primer finalista Reynerio Tamayo Fonseca, de Cuba, y el segundo finalista Cheng Chaocheng, de China.
Durante el periodo de presentación de trabajos, del 20 de junio al 19 de agosto de este año, se recibieron más de 3.400 obras de arte de más de 2.300 ilustradores. Los artistas representan al menos 100 lugares diferentes de todo el mundo, desde Armenia hasta Zimbabue. Alrededor de dos tercios de los ilustradores procedían de Asia-Pacífico, un tercio de EMEA y un 10% de América. Según explica la gestora, entre los cinco enunciados en los que debían inspirarse las obras, alrededor de un tercio de los artistas ilustraron la temática “cambia tu estilo de vida para marcar una verdadera diferencia”; (35%), seguido de “preservar nuestro mundo para la próxima generación” (30%). La selección de las obras ha corrido a cargo de un jurado compuesto por representantes de la comunidad artística de todo el mundo, entre ellos la “Federation of Cartoonists Organizations International” y la “Asian Art Association”, que evaluó cada una de las obras y eligió las 53 mejores.
“Necesitamos empresarios innovadores, agencias gubernamentales, científicos y empresas inmobiliarias para que los edificios sean más adaptables al clima. Que hoy sea el pistoletazo de salida para una mayor colaboración, más adaptación al clima y más innovación. Los científicos están probando los beneficios del vidrio electrocrómico. Este tipo de vidrio bloquea el calor solar y puede refrescar una vivienda durante los días calurosos. Otra innovación es un producto de hormigón al que pueden adherirse las plantas: el hormigón biorreceptivo. Esto permite que el musgo crezca en las fachadas de las casas, etc”, señala el relato de Luc Vernim, premiado.
Por su parte, el relato de Reynerio Tamayo Fonseca, primer finalista: “Imagen de un pingüino solitario sobre un témpano de hielo en medio del mar llevando algo en forma de termómetro. Todas las especies vivas del planeta están condenadas y castigadas por el comportamiento del hombre ante los cambios del clima”. Y en el caso de la obra de Cheng Chaocheng, segundo finalista, su relato dice: “Este cartel toma como punto de partida la protección del entorno natural, que se está contaminando y destruyendo gradualmente. Por ello, el cartel se centra en los osos polares, cuyos hogares están siendo inundados por el deshielo de los glaciares debido a la subida del nivel del mar provocado por el calentamiento global, lo que les dificulta la supervivencia”.
Se espera que el mercado de las calificaciones ESG crezca con fuerza a corto y medio plazo en Europa tras la nueva exigencia, desde el 2 de agosto de 2022, de que los asesores financieros y los distribuidores de fondos tengan en cuenta las preferencias de sus clientes en materia de sostenibilidad y propongan productos que se ajusten a dichas preferencias.
En este contexto, ambos profesionales pueden decidir filtrar los fondos del artículo 8 o del artículo 9 del SFDR y luego encontrar un subconjunto que se ajuste a las preferencias de sus clientes. En opinión de la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés), como parte de este proceso, puede resultarles útil recurrir a la evaluación por parte de terceros de las características ESG de los fondos.
Teniendo esto en cuenta, la organización profesional ha realizado un análisis de las calificaciones ESG a nivel de fondo asignadas por dos proveedores comerciales, en concreto de Refinitiv y Morningstar Direct, utilizando una amplia muestra de fondos del artículo 8 y 9. En concreto, se han centrado en dos aspectos: en primer lugar, la dispersión entre las calificaciones otorgadas por estos proveedores para los mismos fondos y, en segundo lugar, las desviaciones entre las calificaciones de los fondos del artículo 8 y 9.
“De nuestro análisis concluimos que las diferentes metodologías de puntuación/calificación ESG tienen diferentes objetivos de medición, que no están necesariamente en línea con la clasificación SFDR o las preferencias ESG de los inversores. Por lo tanto, estas medidas ESG no deberían utilizarse de forma aislada a la hora de asesorar a los inversores minoristas”, señala Vera Jotanovic, economista principal de Efama, a la luz del resultado de sus análisis.
Según las conclusiones a las que ha llegado Efama, las puntuaciones medias de Refinitiv en materia de ESG para los fondos del artículo 9 son ligeramente superiores a las de los fondos del artículo 8, aunque las diferencias son bastante pequeñas. “Un gran grupo de fondos del artículo 8 tiene puntuaciones ESG relativamente altas, mientras que algunos fondos del artículo 9 tienen puntuaciones bajas”, matizan.
Además, han detectado que las calificaciones de sostenibilidad de Morningstar muestran que la mayoría de los fondos del artículo 8 (un 54%) obtienen una puntuación superior a la «media» en su gestión del riesgo ESG. En el caso de los fondos del artículo 9, indica que esa cifra es superior, con un 71%. Sin embargo, el 7% de los fondos del artículo 9 están clasificados como «por debajo de la media».
Por último, entre sus conclusiones destacan que “existe una correlación positiva entre las calificaciones ESG proporcionadas por Morningstar y Refinitiv, pero es bastante pequeña”. Según explican, muchos fondos con una baja puntuación de Refinitiv obtienen buenos resultados en las calificaciones de Morningstar y viceversa. “Esto no es demasiado sorprendente porque las agencias de calificación basan la calificación ESG de un fondo en su propia evaluación y estas calificaciones tienen poca relación con la clasificación SFDR”, afirman.
En opinión de Bernard Delbecque, director senior de Economía y Análisis de Efama, “la ventaja de la transparencia en la metodología utilizada por los proveedores de calificaciones ESG es que los asesores y distribuidores deberían poder confiar en los proveedores cuyas medidas se ajustan más a las preferencias ESG del inversor”.
Principales recomendaciones
A luz de este análisis, desde Efama han decidido realizar una serie de recomendaciones políticas. “Se espera que el uso de las calificaciones ESG para los fondos crezca rápidamente, ya que la demanda de los inversores de fondos ESG sigue aumentando. Por lo tanto, es importante que el mercado de calificaciones ESG funcione bien, con una divulgación adecuada de información útil para la toma de decisiones. Dado que la Comisión Europea está estudiando actualmente un marco reglamentario para las calificaciones ESG, ahora es el momento adecuado para asegurarse de que tenemos un mercado que es transparente y competitivo, que ayudará a canalizar la inversión donde más se necesita para la transición de Europa a una economía climáticamente neutra”, destaca Tanguy van de Werve, director general de Efama.
Entre las sugerencias que realizan está que los asesores financieros y los distribuidores de fondos no ofrezcan necesariamente solo fondos del artículo 9 a los clientes que expresen fuertes preferencias ESG, y las normas reguladoras deben abstenerse de imponer tal requisito. En opinión de Efama, lo que los asesores y los distribuidores deben hacer es “verificar si el enfoque ESG del fondo está en consonancia con las preferencias ESG del inversor y sus puntos de vista sobre los riesgos”.
También propone que la condición del artículo 8 o 9, así como las calificaciones ESG, no deben utilizarse de forma aislada. “Para comprender las características ESG de un fondo, los asesores y distribuidores deben utilizar herramientas adicionales, como la Plantilla Europea ASG (EET), las orientaciones nacionales e internacionales, los servicios de consultoría, los informes precontractuales y periódicos, etc”, recuerdan.
Además, desde Efama ven la necesidad de desarrollar un marco regulador de la UE para las calificaciones ESG, que debería tener tres objetivos principales: imponer la divulgación de las metodologías y las fuentes de datos utilizadas para proporcionar calificaciones ESG; proporcionar igualdad de condiciones garantizando que todas las principales empresas que asignan calificaciones a los fondos domiciliados en la UE estén dentro del ámbito de aplicación, incluidos los proveedores no pertenecientes a la UE que generen un determinado porcentaje de ingresos en la UE; y preservar la integridad del mercado estableciendo requisitos específicos para los controles internos y los procesos de gobernanza a fin de evitar conflictos de intereses
“Las autoridades supervisoras deberían conocer bien los marcos de fijación de precios y concesión de licencias para garantizar un mercado competitivo de calificaciones ESG que no permita a un pequeño número de proveedores fijar tarifas excesivamente altas por sus servicios. Entretanto, podría elaborarse un código de conducta voluntario que proporcionara una valiosa información para el futuro marco jurídico”, concluyen desde Efama.
En Asia, la demanda minorista de criptomonedas es fuerte a pesar de la volatilidad del mercado. Según explica Cerulli Associates en uno de sus últimos informe, su popularidad se concentra entre los inversores más jóvenes, que son también los más tolerantes al riesgo. El documento concluye que se sienten atraídos por las posibles ganancias rápidas y en el «juego» de criptomonedas de alto riesgo, además de ser capaces de comprender mejor los aspectos técnicos de la inversión de este universo digital.
Un dato relevante relevante es que Corea del Sur, las criptomonedas superan al comercio directo de acciones, a los ETFs y a los fondos de inversión, en ese orden, entre los millennials y la Generación Z, según el informe de Cerulli. Además, detectan que el interés se está despertando entre los clientes adinerados: algunos bancos privados y family offices de Singapur y Hong Kong están viendo atractiva la inversión directa en criptografía o en los ETFs de criptografía. Según la investigación, el 55% de los family offices reconocieron tener interés en aumentar la exposición a las criptomonedas en los próximos dos años.
Aunque no todos los gestores de activos están interesados en las criptomonedas, según Cerulli hay indicios de que los gestores tradicionales están explorando los activos digitales en general. Por ejemplo, algunas firmas han debutado lanzando fondos de inversión con temática blockchain en Corea, Tailandia y Singapur desde 2021. En el mercado, se considera que los ETFs de criptomonedas serán el siguiente paso para los gestores, que por ahora exploran diferentes estrategias en el espacio de los activos digitales.
Por último, el documento de Cerulli también concluye que existe una creciente demanda de este tipo de estrategias y activos por parte de los distribuidores. En concreto, su análisis indica que quieren que sus socios de gestión de activos desarrollen ideas de productos de nicho que ofrezcan oportunidades a largo plazo, incluyendo temas de tecnología como blockchain y criptodivisas. Las barreras normativas y la preocupación por la inversión en criptomonedas hacen que todavía no haya una proliferación de este tipo de fondos en la región. Corea, por ejemplo, aún no permite el lanzamiento de ETFs o fondos de inversión en criptomonedas. Singapur parece tener una postura más cálida respecto a las criptomonedas, pero sigue estando por detrás de mercados como el australiano en lo que respecta a la cotización formal de ETFs relacionados con las criptomonedas.
«Los fondos de criptoactivos ofrecen una importante oportunidad de captación de activos para los gestores. Para los inversores, el creciente número de fondos de inversión y ETFs que salen al mercado ayudan a ampliar las opciones de productos o incluso a legitimar la inversión en criptomonedas al proporcionar rutas posiblemente más seguras para acceder a esta clase de activos, en comparación con la inversión directa en criptomonedas», dice Ken Yap, director general de Cerulli Associates.
En su opinión, “en un entorno de creciente escrutinio normativo y volatilidad del mercado, la seguridad y la protección serían los principales argumentos de venta de los fondos relacionados con el universo cripto frente a las inversiones directas en esta clase de activo. El marketing y la educación también deberán tener en cuenta la forma en que los fondos invierten en criptoactivos subyacentes, sobre todo si estos productos se dirigen a los inversores más jóvenes, que son más sabios y exigentes sobre el creciente espacio digital”.