La pandemia del COVID-19 contribuyó a acelerar la agenda ESG, pero es posible que la trágica invasión de Ucrania precipite aún más su evolución. Por otro lado, la creciente sensibilización sobre las consecuencias y la importancia del cambio climático provoca que las cuestiones medioambientales continúen dominando el interés de los inversores ESG.
Según reconoce Jessica Ground, directora global de ESG en Capital Group, “la sostenibilidad y las cuestiones ESG continúan cobrando impulso, gracias a la demanda de los inversores y el deseo de generar un impacto”. Así lo muestran las conclusiones del estudio global anual de Capital Group sobre los factores ESG*.
Frente a las cifras registradas el año anterior, esta vez hay una mayor proporción de inversores internacionales que describen su postura en materia de cuestiones ESG como un enfoque de convicción, aceptación o conformidad. En concreto, el grupo de inversores que ya invierte en cuestiones ESG ascendió a casi el 90%, frente al 84% del 2021, mientras que el grupo que aún no lo hace ha caído al 11% desde el 16% del año pasado.
“La convicción en las cuestiones ESG se ve reforzada por el hecho de que solo el 13% de los inversores globales piensa que se trata de una tendencia pasajera que acabará pasando de moda. Es decir, la mayoría de los inversores consideran que las cuestiones ESG constituyen una parte permanente y fundamental del entorno de inversión”, afirma Ground.
Entre las tendencias que recoge el informe destaca el dominio de las cuestiones medioambientales, pero “hay un mayor reconocimiento a las cuestiones sociales”, apunta Ground. Según los datos, las presiones estructurales y sociales derivadas del cambio climático han sido cruciales para convertir a las cuestiones medioambientales (la E de la sigla ESG) en la principal preocupación de los inversores en materia de sostenibilidad. Tal y como demuestra el estudio, estas cuestiones continuaron dominando las decisiones de inversión; el interés de los inversores por los factores medioambientales aumentó con respecto al que mostraban el año pasado (47% frente a 44%).
“A pesar de este mayor interés por las cuestiones medioambientales en 2022, hay indicios que apuntan a que esta situación podría cambiar en el futuro, ya que los inversores reconocen un cierto desequilibrio. El 41% de los inversores encuestados considera que este enfoque medioambiental está pasando por alto las cuestiones sociales”, subraya Ground.
Según Capital Group, el análisis cualitativo que lleva a cabo en el marco del estudio explica el porqué de esta opinión: “Es posible que el impacto de la pandemia del COVID-19 haya aumentado la sensibilización de la sociedad acerca de la importancia que tienen la seguridad en el lugar de trabajo o el acceso a la sanidad y la educación”.
En opinión de Ground, las estrictas medidas de confinamiento que se impusieron en todo el mundo obligaron a las compañías, especialmente a aquellas que operaban en los sectores de la atención sanitaria y el comercio minorista, a garantizar la seguridad y el bienestar de sus empleados. Muchas de ellas proporcionaron equipos de protección a sus trabajadores o ampliaron las bajas por enfermedad al personal temporal y a los empleados externos. Otras, con el fin de extender su ayuda a toda la comunidad, ofrecieron sus bienes y servicios de forma gratuita, como el acceso a internet y a videoconferencias o el aprendizaje a distancia a escuelas y universidades.
“Los inversores son ahora más conscientes de que los problemas sociales pueden tener consecuencias importantes y de gran alcance para las compañías y las comunidades a las que pertenecen, por lo que el impacto de la pandemia podría llevarles a considerar una gama más amplia de cuestiones ESG”, indica.
La relevancia del gobierno corporativo
Según la experta de Capital Group, la invasión de Ucrania por parte de Rusia puso también en el punto de mira ciertas cuestiones ESG. De hecho, la respuesta internacional a la agresión rusa no fue solo política: el sector empresarial también se apresuró a expresar su postura y muchas compañías realizaron declaraciones sobre su exposición a Rusia. En este sentido, los encuestados expresaron su preocupación por las cuestiones relativas al gobierno corporativo.
“En Capital Group, seguimos con atención la actuación de las empresas. Si bien gran parte de la atención mediática se ha centrado en las compañías que han anunciado medidas, nosotros hemos prestado especial atención a aquellas empresas que no han realizado declaraciones públicas al respecto, algo que nos ha ayudado a entender mejor cuáles pueden ser las repercusiones y cómo pueden afectar a la actividad de las compañías”, afirma.
Tras escuchar las impresiones de los encuestados, desde la gestora destacan que los mercados de inversión siempre han sentido el impacto de los grandes acontecimientos que se han producido en el mundo. “Es importante tratar de entender cuáles son sus efectos de primer, segundo y tercer orden y cómo pueden afectar a las decisiones de inversión. Y la consideración de estas consecuencias desde una perspectiva ESG puede ofrecer una visión más amplia y ayudar a los inversores a contextualizar estos acontecimientos”, añaden.
El reto de datos ESG
Por último, la encuesta ha puesto de manifiesto algunos de los retos que aún quedan por superar. Por un lado, aún sigue pendiente el acceso a datos ESG coherentes y fiables sigue siendo uno de los mayores problemas. En este sentido explican: “Una de las cuestiones que salió a la luz en el estudio del año pasado, y que se ha visto reforzada por los resultados de esta nueva edición, se refiere a las dificultades que tienen los inversores para acceder e interpretar los datos ESG. Entre las cuestiones concretas a las que se refirieron los encuestados destacan el acceso a los datos ESG, la coherencia entre los distintos proveedores de datos ESG y la transparencia de los datos procedentes de los índices de referencia”.
En su opinión, estas dificultades relativas a la solidez de los datos y la falta de coherencia entre las calificaciones están limitando la capacidad de los inversores para incorporar las consideraciones ESG a sus procesos de inversión.
Además, la encuesta muestra que el principal problema que alegaron los inversores para realizar inversiones ESG está en la falta de coherencia entre los diferentes proveedores de calificaciones ESG (25%). Le siguen de cerca las dificultades para acceder a los datos y la información ESG.
“La falta de precisión y de coherencia de las calificaciones ESG es el resultado de múltiples factores. Uno de ellos es que estas calificaciones se basan en datos de carácter retrospectivo que no sirven para evaluar de forma adecuada el valor futuro de aquellas compañías que están en proceso de transición hacia un enfoque más sostenible. Estas empresas podrían contribuir a impulsar el cambio que se necesita y convertirse en los líderes ESG del mañana. La naturaleza subjetiva de los sistemas de calificación también favorece que existan opiniones diversas sobre la importancia relativa y el impacto material de los diferentes factores ESG en diferentes sectores y países”, explica Ground.
La falta de homogeneidad de la normativa también se considera un obstáculo importante. En este sentido, la gestora señala que los inversores esperan que los reguladores proporcionen normas y definiciones comunes. “Cuando se les pregunta qué deberían priorizar los marcos normativos en materia de cuestiones ESG en sus respectivos países, la respuesta más citada es la necesidad de armonización de normas, taxonomías e indicadores globales (45%). Es decir, los inversores desean ir simplificando lo que hoy en día es una red cada vez más compleja y desarticulada de normativas internacionales emitidas por entidades distintas”, matizan.
En opinión de Ground, las cuestiones ESG podrían ampliar su alcance si se solventaran todos estos problemas relacionados con los datos. “Los resultados de nuestro estudio global demuestran que la sostenibilidad y las cuestiones ESG continúan cobrando impulso. A pesar de las dificultades que existen en torno a los datos, parece que la sensibilización de los inversores acerca de los factores ESG, no solo está aumentando, sino que además se está ampliando para abarcar una gama más variada de cuestiones sociales y de gobierno corporativo”, concluye.
*El estudio, que recoge las opiniones de más de 1.100 profesionales de la inversión institucional y mayorista de Europa, Norteamérica y Asia Pacífico, muestra que las tendencias ESG continúan ganando terreno.