El BCE se mantiene firme y sube los tipos otros 50 puntos básicos

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Foto cedidaChristine Lagarde, presidenta del BCE, en la reunión de hoy.

El Banco Central Europeo (BCE) prevé que la inflación seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo, y por eso, y a pesar de la crisis bancaria que azota los mercados, ha decidido subir los tres tipos de interés oficiales del BCE en 50 puntos básicos en línea, según ha explicado, con su determinación de asegurar que la inflación vuelva a situarse de forma oportuna en el objetivo del 2% a medio plazo.

Su decisión, tal y como ha explicado, está justificado pese al contexto de volatilidad al que hemos asistido esta semana: “El elevado nivel de incertidumbre refuerza la importancia de un enfoque dependiente de los datos para las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés, que estarán determinadas por su valoración de las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria”.

Justamente sobre lo que está ocurriendo en el mercado, el comunicado del BCE asegura que el Consejo de Gobierno está haciendo un atento seguimiento de las actuales tensiones y que está preparado para responder como resulte necesario a fin de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro. “El sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas. En todo caso, el BCE cuenta con todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria”, afirma. 

Su decisión ha sido clara en esta reunión. El Consejo de Gobierno ha decidido subir los tres tipos de interés oficiales del BCE en 50 puntos básicos. En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 3,5%, el 3,75% y el 3%, respectivamente, con efectos a partir del 22 de marzo de 2023.

Respecto a su segunda herramienta, los programas de compras, el BCE ha señalado que el tamaño de la cartera APP está descendiendo a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema no está reinvirtiendo íntegramente el principal de los valores que van venciendo. Según ha explicado, el descenso será, en promedio, de 15.000 millones de euros mensuales hasta el final de junio de 2023 y su ritmo posterior se determinará más adelante.

En lo que se refiere al PEPP, el Consejo de Gobierno prevé reinvertir el principal de los valores adquiridos en el marco del programa que vayan venciendo al menos hasta el final de 2024. “En todo caso, la futura extinción de la cartera del PEPP se gestionará de forma que se eviten interferencias con la orientación adecuada de la política monetaria. El Consejo de Gobierno continuará actuando con flexibilidad en la reinversión del principal de los valores de la cartera del PEPP que vayan venciendo, con el objetivo de contrarrestar los riesgos para el mecanismo de transmisión de la política monetaria relacionados con la pandemia”, ha matizado. 

Por último, sobre las operaciones de financiación, ha indicado que “a medida que las entidades de crédito reembolsen los importes obtenidos en el marco de las operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico, el Consejo de Gobierno evaluará periódicamente la forma en que estas operaciones están contribuyendo a la orientación de su política monetaria”.

«El papelón» del BCE

Los expertos reconocen «el papelón» del BCE en un contexto de volatilidad en los mercados. “Hoy el BCE tenía un auténtico papelón. La crisis de Credit Suisse hizo que en el día de ayer el BCE pidiese información a los principales bancos europeos sobre su exposición al banco suizo. De hecho, para la reunión de hoy, el mercado tenía muchísimas dudas sobre cuál sería la actuación del Consejo de Gobierno del BCE, algo inusual. A pesar de que desde la última reunión todo apuntaba a otra gran subida (50 puntos básicos) de los tipos de interés, durante la tarde de ayer y a primera hora de la mañana de hoy se daba por sentado que subirían tan sólo 25 puntos básicos, algo que fue cambiando durante la mañana”, comenta Miguel Ángel Rico, portfolio Manager de Creand Asset Management. “En la rueda de prensa, Lagarde ha querido tranquilizar al mercado en cuanto a la solidez del sector bancario europeo, comentando que se encuentra en una situación muchísimo mejor que en 2008. El mercado ha reaccionado bien a la subida esperada, con la rentabilidad de los bonos y la divisa sin mucho movimiento, y bolsas al alza”, añade.

«La reunión de hoy es la primera que se ha producido después de los problemas de SVB en EE.UU. y el banco suizo Credit Suisse con importante presencia en Europa y EE.UU. Se trata de problemas diferentes pero que se producen en un escenario de importantes subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales y que tienen como consecuencia el endurecimiento de las condiciones financieras. El BCE, al mantener la prevista subida de tipos de interés, refuerza su compromiso de control de la inflación atendiendo a su mandato y a la vez transmite su tranquilidad sobre la solvencia del sistema financiero, aunque matiza al enfatizar que los datos de los que dispone son previos a los dos acontecimientos», comenta Rafael Peña, socio fundador de Olea Gestión y cogestor del fondo Olea Neutral. «En resumen: confianza en el sistema y un mensaje ligeramente complaciente con las acciones a tomar de aquí en adelante, siempre que no afecte al mandato de control de la inflación», añade el experto.

En opinión del departamento de estrategia de Nextep Finance, el BCE no parece muy preocupado por la volatilidad en el sector bancario; no solo porque haya subido los tipos de interés un 0,50 % -y por lo tanto lo mismo que había anunciado antes de que se produjera la inestabilidad que estamos viviendo en el sector bancario-, sino porque en su declaración casi ha obviado este tema. “Se ha referido en una ocasión a que están siempre preparados y tienen las herramientas adecuadas para hacer frente a la inestabilidad en el sector financiero y luego lo ha vuelto a mencionar entre los factores que pueden hacer que la inflación pudiera ser más baja de lo previsto, pero dándole la misma importancia que a sus proyecciones de inflación en general y de crecimiento. Si luego ha hablado algo más de ello ha sido por la insistencia de los periodistas”, dice Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de la firma de asesoramiento independiente.

En opinión de Nextep Finance, la declaración bien pudiera haber sido la que hubiera hecho si no hubiera habido volatilidad en los mercados financieros. Ha dedicado el 95% del comunicado hablar de proyecciones de inflación y de crecimiento y solo un 5% a la inestabilidad en el sector bancario. “En nuestra opinión, bien deliberadamente quieren quitarle hierro al asunto para demostrar fortaleza, o realmente no le dan mucha importancia porque consideran que el sector bancario europeo está fuerte y vacunado ante lo que está ocurriendo en EE.UU. Ha insistido mucho sobre este tema de la fortaleza del sector.

«El tono de la intervención de Lagarde fue prudente, al no comprometerse a seguir subiendo los tipos, dado el alto grado de incertidumbre, siendo totalmente dependientes de la evolución de los datos económicos y estabilidad financiera», añade Carlos del Campo, miembro del equipo de Inversiones de Diaphanum.

«El Banco Central Europeo ha hecho un movimiento pensando en la inflación y no tanto en el impacto de la inestabilidad financiera de estos días, pero dejando claro que está preparado y tiene capacidad para actuar y preservar la estabilidad financiera de la zona euro», comenta Virginia Pérez, directora de inversiones de Tressis.

Sobre las consecuencias de las subidas de tipos en la banca, Carlos Santiso, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB, recuerda que «una subida rápida de los tipos puede poner en jaque a los deudores del banco, tanto si su deuda es a tipo variable como si es a tipo fijo, pero tienen que refinanciarla. Es de esperar que la mora suba, lo cual deteriora los activos del banco. Este deterioro se suma a las pérdidas por caída en el valor de los bonos, también consecuencia del aumento de tipos”, como consecuencia de las subidas de tipos que vienen en el mercado.

Entre los más positivos, Ebury cree que “la decisión del BCE es acertada: viene justificada por la elevada inflación subyacente y la solidez de la economía de la zona del euro, y envía una clara señal de confianza en la solidez del sector bancario europeo”.

Las proyecciones del BCE

Lo que sí reconoce el BCE es que las actuales tensiones añaden incertidumbre en torno a las evaluaciones del escenario de referencia para la inflación y el crecimiento que tienen. Antes de estos recientes acontecimientos, el BCE ya había revisado a la baja la senda de referencia para la inflación general debido, principalmente, a una contribución de los precios de la energía menor de lo esperado anteriormente. Los expertos del BCE prevén ahora que la inflación se situará, en promedio, en el 5,3 % en 2023, el 2,9 % en 2024 y el 2,1 % en 2025

Al mismo tiempo, añade que las presiones inflacionistas subyacentes siguen siendo fuertes. La inflación excluidos la energía y los alimentos continuó aumentando en febrero y los expertos del BCE esperan que se sitúe en una media del 4,6 % en 2023, por encima de lo estimado en las proyecciones de diciembre. Posteriormente, descendería hasta el 2,5 % en 2024 y el 2,2 % en 2025, en un contexto de desaparición gradual de las presiones al alza debidas a las perturbaciones de oferta anteriores y a la reapertura de la economía y en el que el endurecimiento de la política monetaria frena cada vez más la demanda.

Las proyecciones de referencia para el crecimiento en 2023 se han revisado al alza hasta una media del 1,0 % como resultado, tanto del descenso de los precios de la energía, como de la mayor capacidad de resistencia de la economía ante el difícil entorno internacional. En este sentido, los expertos del BCE esperan que el crecimiento repunte posteriormente en mayor medida, hasta situarse en el 1,6 %, tanto en 2024 como en 2025, respaldado por la fortaleza del mercado de trabajo, el aumento de la confianza y la recuperación de las rentas reales. Al mismo tiempo, el repunte del crecimiento en 2024 y 2025 es más débil de lo estimado en las proyecciones de diciembre debido a la orientación más restrictiva de la política monetaria.

El mercado pone el foco en el BCE y la Fed mientras sigue la volatilidad en el sector bancario europeo y estadounidense

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Tras la agitada sesión de ayer protagonizada por Credit Suisse, los mercados han puesto todo el peso en lo que hagan y digan la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) y sus responsables, empezando hoy mismo por este último. Hasta que esto ocurra, la jornada arranca con caídas en las bolsas y con la entidad suiza pidiendo un préstamo de 50.000 millones de francos suizos (53.700 millones de dólares) al Banco Nacional Suizo (BNS), para reforzar preventivamente su liquidez. 

A priori, una de las conclusiones que ha sacado el mercado de estos últimos días es que la quiebra de SVB y los apuros de Credit Suisse muestran que la fuerte subida de los tipos de interés que están realizando los bancos centrales saca a la luz los puntos débiles del sistema bancario y financiero a ambos lados del océano Atlántico.  Sobre todo, según reconoce Yves Bonzon, CIO de Julius Baer, “los recientes acontecimientos nos recuerdan que normalizar la política monetaria tras la relajación cuantitativa, así como los tipos de interés cero o incluso negativos, no es tarea fácil para los responsables políticos, especialmente para los banqueros centrales”.

Por ahora, y las recientes preocupaciones sobre el sistema bancario estadounidense, desencadenadas por la debilidad de los bancos Silicon Valley, Signature y Silvergate, se han extendido ahora a Europa. “El índice Stoxx 600 Banks, el mayor sector de Europa, ha caído un 18% en una semana. Esto refleja tanto la naturaleza de los mercados nerviosos como la singular importancia de los bancos para las economías. Pero el sistema bancario europeo presenta una serie de diferencias clave con respecto al estadounidense, buenas y malas. La quiebra de un gran banco es menos probable, ya que el capital es elevado, la normativa estricta y las autoridades están sometidas a pruebas de estrés. Sin embargo, cualquier quiebra eventual, por improbable que sea, podría tener un mayor impacto y tardar más en resolverse que en Estados Unidos”, afirma Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro.

El BCE y Lagarde

Todo esto explica que hoy todos estén atentos a lo que el BCE y Christine Lagarde vayan a hacer o decir. En este sentido, nadie duda de la intención de la institución monetaria de subir los tipos de interés, pero parte del debate está en si será una subida de 50 o de 25 puntos básicos, así como el tono más o menos estricto que Lagarde traslade en su rueda de prensa.

Por ejemplo, Nadia Gharbi, economista para Europa de Pictet WM, considera que las  renovadas incertidumbres tras el colapso del banco estadounidense Silicon Valley Bank refuerzan argumentos a favor de un enfoque “reunión a reunión” por parte del BCE. “De manera que es posible que su Consejo de Gobierno no proporcione orientación clara sobre trayectoria de tipos de interés y diga que las decisiones dependerán de los datos. Esperamos que el BCE aumente su tipo de interés oficial de depósito bancario en 0,5% este jueves 16 de marzo, como había previsto, con una subida adicional de 0,5% en junio, hasta llegar al 3,5%, aunque es posible un ritmo más lento de subidas de 0,25%”, reconoce Gharbi.

En cambio, Jesse Cohen, analista de Investing.com, considera que “los crecientes signos de tensión en el sector bancario europeo obligarán a la presidenta del BCE, Christine Lagarde, a aparcar sus planes de subidas de tipos cuando el banco central se reúna hoy. Los indicios de problemas en Credit Suisse y la preocupación por la exposición de los bancos franceses, alemanes, italianos y españoles al banco suizo en dificultades no dejan dormir a los responsables del BCE, que temen un contagio cada vez mayor. Lagarde tiene que tomar una decisión difícil y espero que ceda ante la presión y señale una pausa a pesar de la persistente alta inflación”.

La Fed y Powell

La presión que recae hoy sobre el BCE y Lagarde es similar a la que la Fed y Powell están soportando esta semana. Tras la intervención rápida y coordinada de las autoridades estadounidenses, los expertos analizan si la Fed puede reducir también el ritmo de subida de tipos o hasta incluso hacer ya la tan esperada pausa. En opinión de Stéphane Déo, jefe de estrategia de mercados de Ostrum AM (Natixis IM), “las medidas tomadas por la  FDIC y la  Fed reducen significativamente la probabilidad de una crisis sistémica de este tipo. Pero hay secuelas, la rentabilidad de los bancos o, al menos, la capacidad de los bancos para asignar créditos se verá inevitablemente afectada. Esta es, después de todo, la crisis crediticia que la Fed quería para frenar la inflación”. 

Desde Schroders recuerdan que la próxima reunión de la Fed, prevista para el 21 y 22 de marzo, será clave. Se preveía en este encuentro una subida de 50 puntos básicos en un contexto de inflación aún elevada, pero consideran que la quiebra de SVB puede cambiar la situación. En palabras de Keith Wade, economista jefe y estratega de Schroders, “la Fed no quiere empeorar la situación actual, por lo que podría renunciar a un endurecimiento significativo. Sin embargo, la diferencia entre ahora y la crisis financiera mundial es que ahora la inflación es un problema. Eso limita lo que la Reserva Federal puede hacer, dado que el objetivo principal debe ser volver a situar la inflación en su nivel objetivo«.

Por su parte, Stéphane Monier, Chief Investment Officer de Lombard Odier, considera que la Fed también seguirá centrada en los datos y en cumplir su principal mandato: contener la inflación. “Aunque no estamos ante un panorama sencillo -la demanda de mano de obra sigue siendo fuerte y el crecimiento de los salarios debe ralentizarse aún más-, en conjunto estas cifras subrayan que las subidas de tipos de la Fed, que ascienden a 425 puntos básicos desde marzo de 2022, aún no han bastado para frenar la economía. La evolución de los datos económicos y la confianza en la capacidad de la Reserva Federal para gestionar la desaceleración estadounidense seguirán impulsando los mercados”, afirma Monier.

El sector bancario europeo y Credit Suisse

El segundo gran argumento que hemos escuchado esta semana por parte de los expertos es que la solidez, liquidez y solvencia del sistema financiero actual dista mucho de cómo era en la gran crisis financiera de 2008, tanto en Europa como en Estados Unidos. Una afirmación que, tras desatarse los problemas de SVB y Signature Bank, las propias autoridades han defendido.

Según Generali Investments, en general, los bancos de la UE parecen estar mejor posicionados frente a las tensiones del mercado que sus homólogos estadounidenses. “Actualmente, no vemos una lectura negativa significativa para los bancos europeos. Están mejor regulados, se financian a través de depósitos minoristas, que son más sólidos, y sus ratios de liquidez y capital están muy por encima de los requisitos mínimos”, señala. 

Además, explica que la liquidez de los bancos europeos se gestiona adecuadamente, con ratios LCR muy por encima de los requisitos mínimos y ratios LTD generalmente en torno al 100%, con variaciones nacionales, por supuesto. “Los bancos han mejorado notablemente su gestión de la liquidez tras la crisis soberana de 2011; la dependencia de los instrumentos a corto plazo se ha reducido drásticamente y se han reducido los desajustes de duración. Están bien situados para evitar la necesidad de vender bonos con pérdidas; a la luz de la estabilidad de su base de depósitos, pueden esperar una recuperación del valor de los bonos”, añaden.

A esto hay que sumar, según su visión, el hecho de que el BCE también ha demostrado su capacidad para evitar problemas de liquidez en todo el sistema: “La inflación limita ahora su potencia de disparo, pero esperamos que un mayor escrutinio refuerce aún más la resistencia de todo el sistema”. 

Es cierto que lo ocurrido ayer con Credit Suisse hace dudar de este argumento, pero los analistas insisten en que la entidad suiza simplemente está haciendo frente a sus propios problemas en el peor de los momentos. De hecho, ayer el  Banco Nacional Suizo (BNS) y la Autoridad Suiza de Supervisión de los Mercados Financieros (FINMA) emitieron un comunicado en el que afirmaron que los problemas de algunos bancos en EE.UU. no suponen un riesgo directo de contagio para los mercados financieros suizos. “Los estrictos requisitos de capital y liquidez aplicables a las instituciones financieras suizas garantizan su estabilidad. Credit Suisse cumple los requisitos de capital y liquidez impuestos a los bancos de importancia sistémica. En caso necesario, el BNS proporcionará liquidez a Credit Suisse”, indica el comunicado.

Los bancos regionales en EE.UU.

En el caso de EE.UU., algunos expertos advierten de que el caso del Silicon Valley Bank (SVB) ha puesto ha descubierto la debilidad y falta de supervisión regulatoria de los bancos regionales estadounidenses. “El negocio de SVB ha estado muy concentrado en los sectores de la tecnología y las ciencias de la vida, respaldado por capital riesgo, lo que contribuyó a que se conociese su comportamiento una vez que las malas noticias empezaron a circular. Sus depósitos estaban muy concentrados, con una base de negocio minorista muy inferior a la del banco promedio regional; por ejemplo, el 95% no estaba cubierto por la protección de la FDIC (limitada a 250.000 dólares). Las salidas de depósitos se aceleraron, mientras que el precio de las acciones cayó en picado. El más pequeño Signature Bank -un prestamista líder para la comunidad de start-ups y la industria de las criptomonedas- se enfrentó a problemas similares a los de SVB”, explican desde el equipo de Insurance Management de Generali Investments.

Por su parte, Stéphane Déo, jefe de estrategia de mercados de Ostrum AM (Natixis IM), considera que los bancos pequeños están claramente bajo presión. “Su reciente bajo rendimiento en comparación con el S&P 500 es impresionante. El problema es, hasta cierto punto, específico. Los depósitos de SVB habían aumentado enormemente, lo que llevó al banco a  invertir su liquidez en valores a largo plazo. Otro elemento específico era que el riesgo de tipo de interés no estaba cubierto, una aberración total en términos de gestión de riesgos”, aclara Déo.

La crisis de SVB y Signature Bank parece ser muy específica de un pequeño número de bancos estadounidenses con un modelo de negocio similar. Sorprendentemente, SVB cometió un error clásico de desajuste entre activos y pasivos, lo que plantea dudas sobre la eficacia de la supervisión de su regulador. La era posterior a la crisis financiera de 2008 se ha caracterizado por una regulación mucho más estricta y eficaz del sector bancario en Estados Unidos y la Unión Europea. Se han endurecido los requisitos de capital y liquidez, y la situación actual no es comparable a la de 2008. Las pérdidas en activos de renta fija provocadas por la rápida subida del tipo de interés de los fondos federales han afectado a todos los bancos en distintos grados, pero no ponen en peligro sus requisitos de coeficiente de capital”, concluye Bonzon.

Dubai, la ciudad del mundo donde más se revaloriza el residencial prime

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De acuerdo con The Wealth Report, el informe anual de la consultora internacional Knight Frank, los precios de las viviendas prime en Dubai aumentaron un 44,2% en 2022, manteniendo su posición en lo más alto del Prime International Residential Index de Knight Frank (PIRI 100) y consolidando su estatus como centro mundial para particulares con patrimonios de más de treinta millones de dólares (UHNWIs, por sus siglas en inglés).

De los 100 mercados incluidos en este índice, que analiza el comportamiento de los precios en 100 ciudades, zonas de sol y esquí de todo el mundo, 85 registraron un crecimiento positivo o plano en 2022. Las Américas, con un 7% superaron por poco al 6,5% de Europa, Oriente Medio y África en el título de región con mejores resultados. Asia-África obtuvo un 0,4%. Las localidades costeras y rurales de climas más soleados registraron un crecimiento medio del 8,4%, ligeramente por delante de las estaciones de esquí, que subieron un 8,3% de media, eclipsando su récord de 2021. El menor crecimiento de los precios se observó en los principales mercados urbanos, donde los precios aumentaron, de media, la mitad que en las zonas costeras y rurales (4,2%).

«El auge de los mercados inmobiliarios mundiales tras la crisis ha impulsado un mayor crecimiento de los precios en los últimos 12 meses, pero ni siquiera los mercados de lujo son inmunes al mayor cambio de los tipos de interés de la historia. El crecimiento de los precios se ralentizará en 2023, pero los mercados se desinflarán en lugar de hundirse: no estamos en 2008», señala Liam Bailey, Partner, Global Head of Research de Knight Frank.

El menor crecimiento de los precios no es un panorama uniforme, como revela el análisis de Knight Frank, ya que algunos mercados prime están notando los efectos del cambiante panorama macroeconómico más que otros. Quince vieron disminuir los precios de los prime en 2022, frente a siete en 2021.

Los mercados que registraron el mayor crecimiento de precios durante la pandemia figuran entre los que más cayeron: Wellington, que ha bajado un 24%, Auckland, bajando un 19%, Estocolmo, con un porcentaje de -8%, Vancouver, -7%, y Seúl, -5%. No obstante, la transición de un mercado de vendedores a un mercado de compradores está en marcha, y la escasez de viviendas de primera calidad en varias grandes ciudades, agravada por la pandemia, está poniendo suelo a los precios del lujo. Con varias economías que podrían haber superado su pico de inflación -y, por tanto, acercándose al final de su fase de endurecimiento monetario-, todas las miradas se volverán hacia la resistencia de los mercados laborales.

A partir de datos sobre alquileres residenciales de primer nivel, desde Knight Frank han explorado los patrones de propiedad en los principales mercados mundiales. A escala mundial, los datos confirman que Francia es el mercado residencial prime más internacional, seguido por España en segundo lugar.

Concretamente en Madrid los precios se han incrementado un 6% durante 2022. Además, las previsiones de Knight Frank señalan que estos seguirán creciendo en un 4% en 2023.

“El crecimiento experimentado por los precios del residencial prime en la capital ha sido el más pronunciado desde 2018, lo que hace reforzar la buena situación en la que se encuentra el mercado, así como su resiliencia ante situaciones de incertidumbre económica como la vivida actualmente. Las previsiones para el próximo año también son positivas ya que se espera que los precios sigan aumentando “, señala Carlos Zamora, Partner, Head of Residential de Knight Frank en España.

En este sentido, una buena forma de comparar entre distintos mercados residenciales a nivel global es analizar lo que un millón de dólares te permite comprar en cada uno de ellos, en términos de espacio de inmueble residencial. La ciudad más exclusiva es Mónaco, donde 17 metros cuadrados cuestan un millón de dólares.

La capital española se encuentra entre las 20 principales de todas las analizadas por Knight Frank. En concreto, por un millón de dólares se pueden adquirir 106 metros cuadrados, lo que la ubica como la quinta ciudad europea más exclusiva en esta línea. Madrid se encuentra solo por detrás de Mónaco, Londres, París y Berlín (imagen incluida en los gráficos).

Las cinco claves por las que PIMCO cree que la crisis de SVB podría llevar a una recesión

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Recientemente hemos caracterizado la estrategia de política monetaria de la Reserva Federal como algo parecido a subir lentamente el fuego hasta que sea demasiado tarde. La semana pasada, durante su testimonio semestral, el presidente del FOMC, Jerome Powell, subió la temperatura al señalar que la Fed podría volver a aumentar su tipo de referencia a un día de los fondos federales en 50 puntos básicos (pb), y esto coincidió con una corrida contra el Silicon Valley Bank (SVB).

SVB era un banco de tamaño medio con una fuerte exposición a las empresas tecnológicas emergentes, incluida una gran concentración de financiación de depósitos a través de cuentas de depósitos institucionales, e importantes pérdidas no realizadas en una cartera de valores respaldados por hipotecas gubernamentales y de agencias, que se vio obligado a realizar al vender activos para financiar las salidas de depósitos. Las pérdidas no realizadas en las tenencias de valores del SVB fueron superiores a su capital ordinario de nivel 1, y los depositantes perdieron la confianza en la capacidad del banco para reembolsar sus 175.000 millones de dólares en depósitos (a 31 de diciembre de 2022), la gran mayoría de los cuales no estaban cubiertos por el seguro de la FDIC. Como resultado, los depositantes retiraron 42.000 millones de dólares en depósitos el pasado jueves y el viernes el banco fue intervenido por los reguladores del estado de California, que nombraron a la FDIC (Corporación Federal de Seguros de Depósitos) como administrador judicial.

La quiebra de SVB ha contribuido a una venta generalizada de acciones de bancos, especialmente de otros bancos regionales estadounidenses. Es de suponer que la salida de depósitos de todos los bancos regionales en las horas y días posteriores a la quiebra de SVB fue suficiente para que los responsables políticos tomaran medidas decisivas para intentar frenar el contagio durante el fin de semana. El domingo, el Tesoro de Estados Unidos, la FDIC y la Reserva Federal anunciaron conjuntamente que la FDIC garantizaría los depósitos del SVB y del Signature Bank -un banco distinto que tenía problemas similares- y que la Reserva Federal establecería una nueva línea de crédito bancario con condiciones de préstamo muy favorables para dar a los bancos algún tiempo adicional para apuntalar sus balances. La Reserva Federal acordó prestar dinero a los bancos con la garantía de sus activos de alta calidad valorados a la par (no al valor actual de mercado).

Sin duda, SVB era un banco único en muchos aspectos. Otros bancos regionales de tamaño similar no tienen concentraciones similares de depósitos de inversores institucionales no asegurados, lo que ha significado que sus «betas de depósito» -el aumento del tipo de interés que se ven obligados a pagar por los depósitos cuando la Reserva Federal sube los tipos- han sido menores. Tampoco tienen concentraciones similares de pérdidas no realizadas en sus carteras de valores en relación con su capital de nivel 1 de capital ordinario. Como resultado, si se ven obligados a vender valores para financiar las salidas de depósitos, tienen mayores reservas de capital para hacer frente a cualquier realización forzada de pérdidas. Además, consideramos que los grandes bancos de importancia sistémica (SIB, por sus siglas en inglés) que deben cumplir la Ley Dodd-Frank y están sujetos a pruebas periódicas de estrés de liquidez y capital son financieramente sólidos y menos vulnerables a una retirada masiva de depósitos. De hecho, varios de los mayores bancos han recibido entradas netas de depósitos en los últimos días.

No obstante, estos acontecimientos pueden muy bien conducir a una recesión. De hecho, un evento de desapalancamiento como el de 2008 no es esencial para que la economía caiga en recesión. La ralentización del crecimiento del crédito por sí sola puede ser un importante factor adverso para el crecimiento del PIB. Dado que el crédito pendiente en toda la economía es una variable de stock y el PIB es una variable de flujo, es el flujo de crédito lo que importa para el PIB. Los cambios en el flujo de crédito – lo que los economistas llaman el impulso crediticio – son lo que importa para el crecimiento real del PIB. Hay muy buenas razones para creer que el crecimiento del crédito, que ya se estaba ralentizando, se ralentizará aún más como consecuencia directa de estos últimos acontecimientos, a pesar de las medidas adoptadas por los funcionarios y la Reserva Federal.

  1. En primer lugar, es probable que los bancos regionales, cuyas cotizaciones bursátiles habían bajado sustancialmente en el momento de escribir estas líneas, muestren una mayor aversión al riesgo, al menos a corto plazo, hasta que la situación se aclare y la volatilidad disminuya. Muchos de estos bancos siguen corriendo el riesgo de que los depósitos se vayan a los bancos más grandes. Los anuncios de la FDIC durante el fin de semana sólo garantizaron de forma importante todos los depósitos no asegurados de SVB y Signature Bank; no garantizaron todos los depósitos no asegurados de todo el sistema bancario (ni puede hacerlo en virtud de la autoridad existente, lo que significa que hacerlo requeriría una ley del Congreso). El tamaño de una garantía explícita de todos los depósitos no asegurados requeriría una ley del Congreso. Además, según la Reserva Federal, los bancos pequeños representan alrededor de la mitad del total de activos bancarios nacionales, un tercio de los préstamos comerciales e industriales en circulación y la mitad de los préstamos inmobiliarios. Es difícil creer que estos bancos, temiendo una posible salida brusca de depósitos, no endurezcan sus normas de concesión de préstamos y ralenticen la originación de créditos como resultado directo.
  2. Segundo, y relacionado con lo anterior, la regulación bancaria para los regionales tiene el potencial de volverse más estricta. En 2018 se aprobó un proyecto de ley (S. 2155) sobre una base bipartidista que hizo retroceder muchos de los requisitos de Dodd-Frank para los bancos más pequeños y medianos en términos de liquidez y capital. No se puede culpar de todo al retroceso normativo. La Reserva Federal tenía cierto margen de maniobra en la aplicación específica, y la supervisión probablemente desempeñó un papel. Como resultado, es probable que la Fed endurezca las normas regulatorias de los grandes bancos regionales allí donde pueda (concretamente para aquellos bancos que tienen activos superiores a 100.000 millones de dólares), reduciendo su capacidad y voluntad de conceder algunos de los préstamos más arriesgados que los bancos más grandes que tenían que cumplir con Dodd-Frank no querían.
  3. En tercer término, suponiendo que la respuesta política sea suficiente para estabilizar la confianza y las bases de depósitos bancarios regionales a corto plazo, las políticas anunciadas hasta la fecha no abordan la cuestión central de que los inversores pueden obtener mayores rendimientos en un vehículo de inversión de menor riesgo con un fondo monetario de valores públicos, que tiene acceso a la Reverse Repo Facility (RRP) de la Fed. Dando un paso atrás, los tipos de los depósitos bancarios han ido a la zaga del aumento del tipo de los fondos federales, lo que hace que las inversiones en fondos monetarios ofrezcan un mayor rendimiento que los depósitos bancarios. Sin embargo, aumentar el interés pagado por los depósitos no está exento de costes. En el caso básico, reducirá el margen de interés neto y contribuirá a la volatilidad de los precios de las acciones. En el peor de los casos, el aumento de los tipos de interés de los depósitos podría hacer que algunos bancos dejaran de ser rentables, ya que pagan más por los depósitos que el rendimiento que están obteniendo por los valores y los préstamos acumulados en los últimos dos o tres años. Algunos bancos podrían intentar defender sus márgenes netos de interés aumentando el tipo que cobran por los préstamos. O si los bancos son compradores de precios en el mercado de préstamos, podrían tener menos apetito para conceder préstamos que ahora son menos rentables por asumir el mismo riesgo crediticio. En cualquier caso, esto debería ralentizar el crecimiento de los préstamos.  
  4. Cuarto, incluso antes de esto, los estándares de crédito bancario se estaban endureciendo y el crecimiento de los préstamos se estaba ralentizando como resultado de unas condiciones monetarias más restrictivas. La política monetaria funciona con retardos, y los efectos retardados del endurecimiento material de las condiciones financieras por parte de la Reserva Federal el año pasado estaban teniendo al mismo tiempo un efecto mayor sobre la economía y las condiciones financieras. Lo que el episodio del SVB reveló fue que la economía es, de hecho, sensible a los tipos de interés, y que las condiciones de la política monetaria son realmente restrictivas y tienen un efecto sobre los segmentos de mayor riesgo del mercado.
  5. En quinto lugar, con el aumento de los riesgos de recesión, es difícil creer que no vaya a haber implicaciones para los mercados de deuda privada en general, incluida una menor afluencia de dinero a este espacio. En la última década, una gran cantidad de financiación abandonó los mercados públicos, ya que el endurecimiento de la regulación de los grandes bancos restó atractivo al negocio. Los mercados de deuda privada han explotado como porcentaje del PIB en los últimos años -pasando de aproximadamente el 5% del PIB en 2016 a aproximadamente el 10% ahora (alrededor de 2,5 billones de dólares)- con vínculos económicos y de mercados financieros que son mucho más opacos. Aunque las empresas de capital riesgo que mantenían sus depósitos operativos en SVB serán resarcidas para financiar las necesidades de capital circulante, el suceso plantea interrogantes sobre los otros tipos de riesgos que pueden estar acechando en estos mercados. La mayor parte de las estructuras de deuda del mercado privado son de tipo variable con coberturas limitadas de los tipos de interés, y tienden a ser utilizadas por empresas que tienen un elevado apalancamiento y son más sensibles a los ciclos económicos. Mientras que los mercados financieros públicos pueden estar dominados por empresas de gran capitalización, las pequeñas y medianas empresas que tienden a endeudarse con los bancos y en los mercados privados dominan la economía real, representando aproximadamente la mitad del empleo total de Estados Unidos.

¿Cuál es el resultado final? Aunque SVB tenía características únicas que dieron lugar a esta vulnerabilidad revelada, su quiebra probablemente endurecerá las condiciones financieras y ralentizará el crecimiento de los préstamos a pesar de los esfuerzos del gobierno por apuntalar la confianza durante el fin de semana. Los bancos en general pueden estar bien capitalizados, pero las retiradas masivas de depósitos siguen siendo un riesgo, ya que los bancos deben competir con fondos monetarios con mayores rendimientos y acceso al PRR de la Reserva Federal. En consecuencia, es difícil imaginar cómo los bancos no endurecerán las normas de concesión de préstamos y ralentizarán su crecimiento. Para el crecimiento económico y la inflación, es el crecimiento del crédito lo que importa para el crecimiento real.

Todo esto significa que la Reserva Federal tiene que hacer menos trabajo pesado para llegar al mismo resultado: unas condiciones financieras restrictivas están ralentizando la creación de crédito y, a la larga, ralentizarán la inflación. Como resultado, la cuestión no es si la Fed sube 50 puntos básicos o 25 puntos básicos en la reunión de marzo. Más bien se trata de si el ciclo de subidas de tipos de la Fed ha terminado. Obviamente, esto dependerá de la rapidez y el grado de endurecimiento de las condiciones financieras en los próximos días y semanas. Con una inflación elevada y unos mercados laborales fuertes, es posible que la respuesta de las autoridades a las quiebras bancarias suavice los riesgos para la estabilidad financiera lo suficiente como para que la Fed vuelva a subir los tipos la semana que viene”.  

 

Tribuna elaborada por Tiffany Wilding, economista de PIMCO para EE.UU.

Philippe Brassac, nuevo presidente del Consejo de Administración de Amundi

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Foto cedidaPhilippe Brassac, nuevo presidente del Consejo de Administración de Amundi.

Amundi ha anunciado importantes cambios en su gobierno corporativo. En concreto, ha anunciado que Philippe Brassac ha sido elegido como próximo presidente del Consejo de Administración, cargo para el que será nombrado en la próxima junta general de la compañía en mayo. Por su parte, Yves Perrier, que ocupaba ese cargo de forma transitoria, será nombrado presidente honorario.

Según explican desde la firma, Yves Perrier aceptó la presidencia del Consejo de Administración de Amundi para apoyar a la empresa durante un periodo de transición. Ahora bien, este periodo finalizará tras la Junta General Anual que se celebrará el 12 de mayo de 2023. “En consecuencia, el Consejo de Administración de Amundi aprobó los siguientes cambios en la gobernanza en su reunión del 13 de marzo de 2023:  Philippe Brassac, que se incorporó al Consejo de Administración en octubre de 2022, sustituirá a Yves Perrier como Presidente tras la Junta General Anual del 12 de mayo; e Yves Perrier será nombrado Presidente Honorario de la empresa”, explican desde la firma.

Expreso mi más sincero agradecimiento a Yves por sus logros, tanto en mi nombre como en el del Grupo Crédit Agricole. Visionario y pragmático, Yves fue el artífice de la creación de Amundi en 2009 y ha impulsado el notable desarrollo de la empresa, que ahora se ha convertido en el líder europeo del sector. Bajo su liderazgo, Amundi ha hecho de la inversión responsable una seña de identidad de su estrategia, en línea con las orientaciones del Grupo Crédit Agricole. También me gustaría subrayar el carácter ejemplar de la transición directiva llevada a cabo, que ha permitido a Amundi -los resultados de 2021 y 2022 así lo atestiguan- confirmar su impulso de desarrollo rentable”, ha señalado Philippe Brassac

Por su parte, Yves Perrier ha añadido: “Ahora que me dispongo a ceder mi responsabilidad como presidente, me gustaría en primer lugar expresar mi orgullo por la trayectoria de la empresa. Hoy en día, Amundi es el líder europeo, respetado por su experiencia, sus resultados económicos y su compromiso como inversor responsable. Quiero compartir este orgullo con todos los directivos y empleados por su compromiso con nuestros valores compartidos. El éxito de Amundi es el suyo. También quiero dar las gracias a nuestros clientes, por su confianza, y a nuestros accionistas -en primer lugar Crédit Agricole-, cuyo apoyo ha sido constante. Amundi tiene un modelo de negocio sólido y fuertes motores de crecimiento para el futuro. Estoy seguro de que, bajo el liderazgo de Valérie Baudson y con el apoyo de Philippe Brassac y del Grupo Crédit Agricole, Amundi continuará su camino de crecimiento. Por mi parte, entre mis futuras responsabilidades, mantendré mi compromiso de promover unas finanzas al servicio de los retos de transición y desarrollo del país».

Inflación, desajuste entre activos y pasivos y liquidez: las tres piezas que podrían hacer caer el dominó, según Larry Fink

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Foto cedidaLarry Fink, presidente y CEO de BlackRock.

Si el año pasado Larry Fink, presidente y CEO de BlackRock, ponía el foco en cómo había cambiado el escenario global y el proceso de desglobalización al que nos enfrentamos, este año se ha centrado en el nuevo escenario macroeconómico al que se enfrentan los clientes e inversores de BlackRock. 

Este entorno, que ya viene describiendo en sus últimas misivas, incluye no solo la inflación, la subida de tipos y las tensiones en el sector bancario, sino también unas economías cada vez más fragmentadas y un mayor proteccionismo y polarización. “Desde la crisis financiera de 2008, los mercados se definieron por una política fiscal y monetaria extraordinariamente agresiva. Como resultado de estas políticas, hemos visto cómo la inflación subía bruscamente hasta niveles no vistos desde la década de 1980. Para luchar contra esta inflación, la Reserva Federal subió los tipos el año pasado casi 500 puntos básicos. Este es uno de los precios que ya estamos pagando por años de dinero fácil, y ha sido la primera ficha del dominó en caer”, destaca.

Un precio que, en su opinión, ha pagado Silicon Valley Bank. “Algo más tenía que ceder a medida que el ritmo más rápido de subidas de tipos desde la década de 1980 dejaba al descubierto las grietas del sistema financiero. La semana pasada asistimos a la mayor quiebra bancaria en más de 15 años, cuando los reguladores federales embargaron el Silicon Valley Bank. Se trata de un clásico desajuste entre activos y pasivos. La semana pasada también quebraron dos bancos más pequeños. Es demasiado pronto para saber el alcance de los daños. Hasta ahora, la respuesta reguladora ha sido rápida y las medidas decisivas han contribuido a evitar los riesgos de contagio. Pero los mercados siguen en vilo”, reconoce.

En este sentido, la pregunta que se hace es si serán los desajustes entre activos y pasivos la segunda ficha del dominó en caer. Según explica, “los anteriores ciclos de endurecimiento han desembocado a menudo en espectaculares catástrofes financieras, como la crisis de las cajas de ahorros y los préstamos de los años ochenta y principios de los noventa o la quiebra del condado de Orange (California) en 1994”. Sin embargo, no quiere ser alarmista e insiste: “Aún no sabemos si las consecuencias del dinero fácil y de los cambios normativos se extenderán en cascada por todo el sector bancario regional estadounidense, de forma similar a la crisis de S&L, con más embargos y cierres por venir”. 

Por último, Fink advierte en su carta de una posible “tercera ficha de dominó” que también podría caer antes este contexto: la liquidez. “Además de los desajustes de duración, es posible que ahora también veamos desajustes de liquidez. Años de tipos bajos han llevado a algunos propietarios de activos a aumentar sus compromisos con inversiones ilíquidas, cambiando menor liquidez por mayor rentabilidad. Ahora existe el riesgo de un desajuste de liquidez para estos propietarios de activos, especialmente aquellos con carteras apalancadas”, afirma. 

Según su previsión, como la inflación sigue siendo elevada, la Reserva Federal seguirá centrada en combatirla y continuará subiendo los tipos y, aunque reconoce que el sistema financiero es claramente más fuerte que en 2008, las herramientas monetarias y fiscales de que disponen los responsables políticos y los reguladores para hacer frente a la crisis actual son limitadas. “Tras años de crecimiento mundial impulsado por un gasto público récord y unos tipos de interés mínimos, el mundo necesita ahora al sector privado para hacer crecer las economías y elevar el nivel de vida de los ciudadanos de todo el planeta. Necesitamos que los líderes de los gobiernos y las empresas reconozcan este imperativo y trabajen juntos para liberar el potencial del sector privado”, propone en su carta.

En su opinión, estas cuestiones, junto con las crecientes tensiones geopolíticas, han situado la seguridad nacional y económica en el centro de atención. Por ejemplo,  defiende que el equilibrio entre precio y seguridad es una de las razones por las que la inflación persistirá y será más difícil de controlar a largo plazo para los bancos centrales. “En consecuencia, creo que es más probable que la inflación se mantenga más cerca del 3,5% o el 4% en los próximos años. Esta nueva economía fragmentada conlleva riesgos, como una inflación elevada, pero también oportunidades”, afirma. 

Implicaciones para la inversión

Todo ello tendrá, según el CEO, importantes repercusiones en la forma en que los propietarios de activos decidan asignar el capital y diseñar carteras duraderas. La primera de esas claves, señala, tiene que ver con la “crisis silenciosa” de la jubilación. “Las menores expectativas de rentabilidad de los mercados, el aumento de los costes de la vivienda y la asistencia sanitaria para los jubilados y el desplazamiento de los riesgos de jubilación a los particulares han hecho que sea más difícil que nunca apoyar el aumento de la longevidad”, afirma. Frente a ello defiende que “para jubilarse cómodamente, la gente necesita invertir sus ahorros durante décadas y aprovechar los rendimientos a largo plazo que ofrece el crecimiento de los mercados de capitales”. Además, argumenta que para ayudar a afrontar la crisis, el papel de la firma pasa por entender qué impulsa la toma de decisiones financieras en los distintos mercados.

“La inversión a largo plazo requiere confianza en el sistema financiero y la creencia fundamental de que mañana será mejor que hoy. Hoy necesitamos líderes que den a la gente razones para tener esperanza, que puedan articular una visión de un futuro mejor. Y necesitamos instituciones que inspiren confianza. Invertir para alcanzar un objetivo financiero como la jubilación es un acto de esperanza y optimismo, que demuestra una perspectiva a largo plazo, confianza en las instituciones financieras y fe en la integridad del mercado. La falta de esperanza, sobre todo ahora que nos adentramos en un periodo de incertidumbre y malestar económico -si no en una recesión en toda regla-, podría ser uno de los mayores obstáculos para convertir a los ahorradores en inversores a largo plazo”, defiende en su misiva a los inversores. 

Como gestora, Fink destaca que BlackRock trabaja por reducir las barreras a la inversión mediante la creación de opciones que faciliten el acceso al mercado y lo hagan asequible allí donde se encuentren sus clientes. 

Una de las propuestas que lanza el CEO en su carta de este año es ayudar a los clientes a navegar e invertir en la transición energética mundial, lo cual está muy conectado con la visión a largo plazo que defiende. “A corto plazo, la política monetaria y fiscal será el principal motor de los rendimientos. A largo plazo, los inversores también deben considerar cómo la transición energética, entre otros factores, afectará a la economía, a los precios de los activos y al rendimiento de la inversión”, argumenta. Y explica que el enfoque de BlackRock ante la inversión en la transición es el mismo que el de toda su plataforma: “Ofrecemos opciones a nuestros clientes; buscamos la mejor rentabilidad ajustada al riesgo dentro del mandato que nos confían; y respaldamos nuestro trabajo con investigación, datos y análisis”.

Por último, Fink ha querido plasmar cómo trabaja BlackRock para ofrecer más opciones de voto por delegación a sus clientes. Según explica, los cambios en el ecosistema de voto tienen el potencial de ser una fuerza transformadora en el gobierno corporativo. 

Seguimos innovando en diversos ámbitos para ampliar las opciones que ofrecemos a los clientes. Algunos de nuestros clientes han expresado su interés por desempeñar un papel más directo en la gestión de su capital, y hemos tratado de ofrecerles soluciones que les permitan votar sus acciones. Como escribí el año pasado a clientes y consejeros delegados de empresas, creo que, si se adopta de forma generalizada, la opción de voto puede mejorar el gobierno corporativo aportando nuevas voces a la democracia accionarial”, indica Fink. 

Planes de negocio y crecimiento

Tras hacer un repaso por las cifras más destacadas de 2022, Fink comparte con los inversores de la firma los planes de crecimiento de la gestora. Según indica, la estrategia de BlackRock seguirá centrada en el crecimiento de Aladdin, iShares y los mercados privados, manteniendo el alfa en el corazón de la compañía, liderando la inversión sostenible y asesorando a los clientes en toda su cartera.

Vemos oportunidades crecientes en áreas como las finanzas de transición, la externalización institucional, una mayor personalización de las carteras institucionales y patrimoniales, y las inversiones alternativas para clientes patrimoniales de todo el mundo. Los clientes desean cada vez más trabajar con BlackRock como gestor de activos global, multiproducto y orientado a las soluciones, con una sólida cultura de inversión y la capacidad de resolver las necesidades tecnológicas”, afirma.

Aun siendo la mayor gestora de activos del mundo, BlackRock sólo tiene una cuota del 3% de los ingresos de un sector fragmentado, por lo que Fink confirma que la gestora sigue teniendo como objetivo un crecimiento orgánico del 5% a lo largo de un ciclo de mercado y esperan superar a la industria tanto en mercados bajistas como alcistas.

Otro de los aspectos destacados de la carta de este año es la referencia específica que Fink hace a los activos digitales. Según reconoce, se están produciendo avances muy interesantes en el espacio de los activos digitales. En concreto, considera que muchos de ellos se están haciendo en mercados emergentes (India, Brasil y partes de África), mientras que  muchos mercados desarrollados, incluido el estadounidense, se están quedando atrás en innovación, lo que encarece mucho los pagos. 

Para el sector de la gestión de activos, creemos que el potencial operativo de algunas de las tecnologías subyacentes en el espacio de los activos digitales podría tener aplicaciones interesantes. En particular, la tokenización de las clases de activos ofrece la perspectiva de impulsar la eficiencia en los mercados de capitales, acortar las cadenas de valor y mejorar el coste y el acceso para los inversores. En BlackRock seguimos explorando el ecosistema de los activos digitales, especialmente las áreas más relevantes para nuestros clientes, como las cadenas de bloques autorizadas y la tokenización de acciones y bonos. Aunque el sector está madurando, existen riesgos claramente elevados y una necesidad de regulación en este mercado. BlackRock está comprometido con la excelencia operativa, y tenemos previsto aplicar a los activos digitales las mismas normas y controles que aplicamos a toda nuestra actividad”, afirma.

No hay lugar para la complacencia con la inflación

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Pixabay CC0 Public Domain

La expectativa de que la inflación retorne de manera persistente al entorno del 2,5% es una dulce utopía.

La caída de la inflación estadounidense desde junio pasado ha impulsado a los mercados de renta variable en los últimos meses. Las expectativas de inflación reflejadas en los precios de los bonos indexados implican que la subida de los precios volverá a ser de en torno al 2,5% a partir de junio y se estabilizarán cerca de este nivel en los años siguientes. Esta perspectiva es la de una vuelta persistente a los mercados de la década de 2010, cuando las rentabilidades netas de inflación eran bastante favorables para los activos financieros e inmobiliarios y fácilmente aprovechables por la gestión pasiva. No creemos que vaya a materializarse ese escenario de retorno persistente de la inflación a niveles bajos. Por el contrario, consideramos que la inflación ha llegado «para quedarse» durante mucho tiempo.

Cada vez hay más pruebas de que las economías desarrolladas están entrando en una fase inflacionista del ciclo económico de largo plazo en la que la oferta no siempre sigue el ritmo de la demanda. La rápida sucesión de periodos de crecimiento inflacionista, impulsado por fuerzas estructurales, y de ralentización desinflacionista, orquestada por los bancos centrales, recrea la coyuntura del ciclo económico, que es desfavorable a la gestión pasiva y exige un renovado interés por las temáticas que se hayan visto afectadas negativamente por la desaparición del ciclo.

Nuestras aspiraciones antes que la eficiencia económica

Además de los factores estructurales de una demografía que genera menos ahorro y de un menor dinamismo del comercio mundial, la inflación se ve alimentada ahora, y así seguirá en los próximos años, por otros dos factores significativos que probablemente limitarán la oferta de bienes y servicios:

  • la descarbonización de las economías, que conduce a una disminución drástica de la inversión en combustibles fósiles (y, por tanto, a una disminución estructural de las reservas) y provoca un aumento de los precios de la energía;
  • y la aspiración, tras la pandemia, de cambiar de vida, materializada en una relación diferente con el trabajo, marcada por el deseo de teletrabajar y reducir la jornada laboral, o incluso de cambiar de empleo, a menudo optando por un puesto más alejado de los grandes centros urbanos, donde la escasez de mano de obra es mayor.

Los combustibles fósiles seguirán dominando el mix energético mundial durante mucho tiempo

Aunque las cifras difieren, el consenso es que en los últimos diez años se han invertido varios billones de dólares en la transición energética, pero al mismo tiempo la cuota de los combustibles fósiles en el mix de consumo energético mundial solo ha descendido poco más de un punto, hasta el 81%.

La combinación de un drástico descenso de la inversión en combustibles fósiles y la estabilidad de este tipo de combustibles en el mix energético mundial contiene los ingredientes para una crisis energética del mismo orden que la que contribuyó al último gran periodo inflacionista, de 1965 a 1980, alimentado por la crisis del petróleo de 1973. La OPEP considera —como cabía esperar— que deberían invertirse 1,5 billones de dólares anuales en el desarrollo de combustibles fósiles hasta 2045, frente al billón actual, para garantizar el suministro energético.

La verdad está probablemente en algún punto intermedio, pero no dejemos que el árbol de la guerra en Ucrania nos impida ver el bosque del déficit energético estructural que padecemos con la fe sincera de un minero del carbón, ya que la producción rusa de petróleo está solo un 2% por debajo del nivel anterior a la invasión de Ucrania.

Pero, ¿a dónde se ha ido la mano de obra?

Al mismo tiempo, es probable que el profundo cambio en la relación con el trabajo, que conlleva menos horas trabajadas, menos trabajadores y un nivel muy alto de movilidad laboral, y por tanto una pérdida de productividad, también provoque una persistente escasez de la oferta.

En todo el mundo occidental, la proporción entre ofertas de empleo y mano de obra disponible se acerca a máximos históricos: las empresas son incapaces de contratar para satisfacer la demanda que se les plantea en buenas condiciones. Por tanto, es natural que empiecen a aparecer subidas salariales emblemáticas. Por ejemplo, en las últimas semanas, Inditex (propietaria de Zara, entre otras marcas) ha anunciado alzas salariales de más del 20% en España, mientras que su competidor japonés Uniqlo ha aplicado aumentos de entre el 20% y el 40% en Japón.

El consenso no cree en una larga lucha contra la inflación

La escasez de mano de obra y los precios de la energía son ahora, junto con la subida de los tipos de interés, las razones que mejor explican la desaceleración económica. La ralentización debida a la reducción de la oferta es inflacionista, lo cual complica el uso de la política monetaria como herramienta. A este respecto, es interesante observar que la serie de subidas de tipos de la Reserva Federal, de una magnitud y velocidad nunca vistas (475 puntos básicos en diez meses), ha ido acompañada hasta ahora de la tasa de paro estadounidense más baja desde 1969.

Por supuesto, la batalla actual contra la inflación se ganará a corto plazo con algunas subidas de tipos más, que probablemente provocarán la recesión necesaria para una caída más brusca de los precios, al debilitar el consumo, sin resolver el déficit de la oferta. Pero las aspiraciones socioeconómicas actuales apuntan a una sucesión de repuntes inflacionistas que auguran una larga batalla contra la inflación en la que la opinión de consenso no parece creer. La menor disponibilidad de mano de obra y el encarecimiento de la energía que se derivan de estas aspiraciones no encontrarán sino una resistencia esporádica por parte de las políticas monetarias y presupuestarias, toda vez que se ha rebajado el umbral del dolor aceptado por los países económicamente avanzados. Por lo tanto, las recesiones provocadas por las políticas económicas y monetarias para reducir la inflación serán cortas y superficiales. La inflación bajará, pero volverá a acelerarse una y otra vez. Porque su condición es resistente.

No temamos a la inflación, ya que genera un sinfín de oportunidades

La probada capacidad de nuestra gestión de renta fija para aprovechar las rentabilidades de la deuda pública y privada en un entorno de tipos de interés más altos, detectar situaciones asimétricas en el universo emergente o gestionar positiva o negativamente la exposición global a los tipos de interés es una baza importante en el contexto económico que hemos descrito.

En los mercados de renta variable, los bajos tipos de interés reales previstos deberían proporcionar apoyo a las bolsas. Esta perspectiva justifica una exposición significativa al oro. En cuanto a China, la ausencia de inflación en esta fase le confiere un estatus muy diversificador.

La introducción de un sesgo inflacionista en nuestra gestión nos permite aprovechar al máximo las numerosas oportunidades que ofrecerá el ciclo económico, además de aportar diversificación a la gestión patrimonial. Estamos trabajando en ello con firmeza y convicción. No temamos a la inflación, ¡convirtámosla en nuestra aliada !

 

Tribuna de Frédéric Leroux, Head of Cross Asset y gestor de fondos de Carmignac 

 

Cinco razones para invertir de manera inteligente comprando y alquilando propiedades en EE.UU.

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La mayoría de los millonarios en Estados Unidos hicieron su fortuna invirtiendo en real estate. El billonario Andrew Carnegie es quien dijo la famosa frase: “90% de los millonarios hicieron su fortuna al invertir en el mercado inmobiliario”.  Hoy, esta afirmación sigue teniendo la misma validez que años atrás. Según Forbes, fue una de las industrias con más billonarios activos, liderada por Lee Shau Kee con $32.6 billones. A pesar de ser un tipo de inversión que demanda tiempo y conocimiento, el real estate puede construir riqueza si se tiene la paciencia suficiente para ver los resultados.

Hay distintas formas de invertir en este sector, dependiendo de las necesidades de cada individuo. Sin embargo, comprar propiedades–ya sean casas, departamentos, o unidades de condo-hotel, por ejemplo–, para luego rentarlas, tiene varios beneficios. ¿Cuáles?  

1.Rentabilidad

Comprar una propiedad en Estados Unidos y luego alquilarla, genera una rentabilidad inmediata y de corto plazo, que puede ser mensual, o trimestral, por ejemplo. La ventaja más destacable, además de obtener ingresos, es que éstos serán en dólares–una moneda muy fuerte, estable y la mejor reserva de valor en el mundo–, que se hace especialmente atractiva para inversores latinoamericanos.

Dependiendo del tipo de propiedad en el que se invierte, habrá que considerar distintas expensas para poder entender qué rentabilidad neta se obtendrá, como ser servicios públicos, reparaciones, seguro, e impuestos, entre otros. Incluso, está siempre vigente la alternativa de contratar a un Property Manager para que se encargue de mantener la propiedad. Así puede resultar una tasa de rendimiento neto del orden del 7 al 11%– o incluso más–, dependiendo del producto de Real Estate por el cual se opte.

Para el inversor extranjero, una de las opciones preferidas es comprar una propiedad -un departamento o condo-hotel-, donde suele ofrecerse desde el mismo momento de la compraventa, un acuerdo de Management (administración), donde la empresa administradora se encarga de todos los costos de mantenimiento, impuestos, seguros, arreglos, e incluso de promocionar y alquilar la propiedad. En unidades tradicionales como departamentos u oficinas el costo de las administradoras suele ser del doble en general que lo que cobran esas mismas administradoras para un condo-hotel.

2.Valorización

Además de la ganancia que puede provenir del alquiler de una propiedad, el inversor suele beneficiarse, en el mediano y largo plazo (3/5 años), con la apreciación de ese bien, dado que, por razones de demanda, la tendencia de las propiedades en esos períodos, es de incrementar en valor, lo cual históricamente ha sucedido en Estados Unidos.

Entre abril del 2021 y abril del 2022, los valores de las propiedades subieron 18.8% en Estados Unidos, de acuerdo con la Federal Housing Finance Agency. Esto representa un aumento respecto al promedio histórico de 4.3% desde 1991, de 4.7% desde el 2000, y de 7.7% desde 2021. Se puede observar, a través de estos números, el aumento gradual pero significativo que se genera en los precios de las propiedades.

Esto puede variar de estado a estado, e incluso por regiones. Por ejemplo, los valores de las propiedades en Florida aumentaron casi un 30% en el primer cuatrimestre del 2022, respecto al año anterior. El estado con la valorización más baja fue Dakota del Norte con un 10%.

Entre 1940 y 2000, el valor promedio de una casa se cuadruplicó incluso luego de un ajuste inflacionario. En cada década de este periodo, los valores de las propiedades aumentaron, con un alta de 43% en los 70s y con una baja del 8% en los 80s. El único momento en el que los valores bajaron, fue en 2007 y 2010, a causa de la Gran Recesión. Un hecho excepcional y, medido en términos históricos, de muy corto plazo.

3.Préstamos

Otro beneficio saliente de comprar propiedades para alquilarlas es aquel que resulta de los préstamos. Un inversor puede comprar una propiedad con un crédito a 25/30 años con un pago inicial del 40-50% y para el resto del saldo obtener una hipoteca. Cuando esta propiedad se pone en alquiler, alguien más (un inquilino o huésped) va a trabajar para pagar ese préstamo por el inversor. Es decir, quien rente la propiedad va a estar pagando la deuda del propietario.

De esta forma, el inversor puede ir pagando sus propiedades con la renta obtenida de su alquiler. Simultáneamente se reduce la deuda, mejoran los ingresos, y se valoriza la propiedad.

4.La Primera Economía del Mundo

Otra ventaja de comprar propiedades en USA para rentarlas es la certeza de operar en un mercado rentable, donde los niveles de ocupación se mantienen normalmente altos y sostenidos. Por ejemplo, los niveles de ocupación de apartamentos en Estados Unidos en el primer trimestre del 2022, fue de 97.6%, de acuerdo con RealPage. Este número se ve acompañado de aumentos en el valor de las rentas.

Adicionalmente, Estados Unidos es un país con fuerte seguridad jurídica y estabilidad económica, y esto trae consigo varias ventajas. Además de ser, la mayor economía del planeta.

El mercado inmobiliario, con el respaldo de una sólida economía, es una gran opción para combatir la inflación, que en Estados Unidos fue de 3.8% en promedio entre 1960 y 2021. En 2022, hubo un alza por encima de este promedio, y llegó a ser de 6.5%, un número alto para el país, pero que sigue siendo insignificante en comparación a las tasas de algunos países latinoamericanos. El objetivo del país es volver a una inflación anual del 2/2.5% para finales del año 2024.

En el Real Estate, el inversor se protege, porque a medida que aumentan los precios, también aumenta el valor de sus bienes. Se protege más aún si el inversor hace palanca, potenciando su rentabilidad al comprar una o varias propiedades con crédito a bajas tasas de interés e incluso fijas.

A su vez, si el inversor compra la propiedad para luego rentarla, en un mercado donde los valores de los alquileres suben también incluso en mayor proporción que la inflación. A modo de ejemplo, en 2022 la renta promedio en Estados Unidos aumentó un 14%, aunque en algunas ciudades o estados este valor puede ser incluso mayor (en Miami, la renta aumentó un 24.61% entre julio del 2021 y julio del 2022, de acuerdo con el Washington Post, y llegó a aumentar un 45.8% en mayo). De esta manera, queda protegido, y siempre está un paso delante de la inflación.

5.Otros beneficios

Además de todos los beneficios ya mencionados, comprar propiedades en USA para alquilarlas también otorga al propietario libertad. Por un lado, la libertad de tener un título de propiedad a su nombre, que le permitirá venderla cuando quiera, en un mercado con acceso mundial (en el que países como China, los países árabes y los asiáticos deciden invertir en Real Estate, no solo los latinoamericanos) y ser quien disfrute de su valorización. Por otro lado, la libertad de poder usar la propiedad para vacacionar, lo cual es especialmente factible cuando se utiliza ese bien para rentas de corto plazo.

Por último, es una gran opción para diversificar de manera inteligente y adecuada, el riesgo natural de un porfolio de inversión, con la posibilidad concreta de poder acceder a beneficios impositivos, que por razones profesionales sugerimos siempre conocer de la mano experta de un contador americano.

Comprar propiedades en Estados Unidos y destinarlas a su renta puede generar grandes ganancias para el inversor a lo largo del tiempo, quién podrá además disfrutar de todos estos beneficios con la certeza de que su dinero está trabajando por él, en una moneda que actúa como la mayor reserva de valor del mundo, en un país seguro y fuerte con la mayor economía del planeta.

 

Baylor Lancaster-Samuel es promovida a CIO en Amerant

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Después de sólo cuatro meses desde su última promoción, Baylor Lancaster-Samuel volvió a tomar nuevas responsabilidades en Amerant Bank, luego de ser nombrada CIO de la firma en Miami.

En su nuevo puesto, se encargará de la estrategia de inversión y comunicación del área. Además se une al Comité Administrativo.

Según su perfil de LinkedIn, se unió hace menos de dos años y tiene más de 20 años de experiencia en inversiones, habiendo trabajado en firmas como CV Advisors, BMO Global Asset Management, CreditSights y Standard & Poors. Además cuenta con las series 7 y 66.

Llega a México un nuevo Venture Capital: Latin Leap

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Ante medios de comunicación nacionales y especializados en negocios, empresas y emprendedurismo, fue presentado en México Latin Leap, un estudio de capital de riesgo (VC Studio). Mediante un fuerte compromiso humano y financiero facilita el acceso a los recursos esenciales para el despliegue exitoso en la región de compañías cuyo diferencial se encuentre en el uso de innovaciones tecnológicas, como la inteligencia artificial por ejemplo, en sectores como agricultura, movilidad, clima, e-commerce y salud.

Fundado por Stefan Krautwald, un experimentado empresario y ejecutivo de tecnología con experiencia en América Latina y Asia, este nuevo fondo de capital de riesgo cuenta con un sólido comité de inversiones, en donde se encuentran personalidades del mundo financiero como Rodrigo Zorrilla, presidente del consejo de inversión en Latin Leap y presidente del consejo de Afore Citibanamex; Pablo Padilla, Fundador de Columbus Asesores Patrimoniales; Madeleine Clavijo, cofundadora del fintech unicornio Kushki, así como presidenta de Colombia Fintech; y David Geisen, CEO de Mercado Libre México y Fundador de la Asociación Mexicano de Venta Online (AMWO).

Ellos coinciden en que el entorno macroeconómico tanto del país como de la región reúne las condiciones necesarias para que compañías de tecnología nacientes con cierto recorrido se conviertan en las ganadoras que impacten positivamente a la economía en los próximos 6 a 8 años. En este sentido, Latin Leap no es una incubadora de ideas o startups, sino un facilitador de capital de riesgo para empresas cuyo catalizador sea la tecnología.

“Si volteamos a ver las crisis del 2008 al 2011, en esos momentos nacieron importantes compañías que a partir de su uso de la tecnología ahora son mucho más que unicornios, en segmentos como la movilidad y el real estate. En Latin Leap creemos que hay talento para que ese tipo de historias se repitan en Latinoamérica; pero lo que hacía falta aquí, en comparación con otras regiones del mundo, era el acceso a capital de riesgo para financiar proyectos, que es a lo que nos dedicamos. De ahí nuestro nombre, donde la palabra ‘leap’, que se traduce como salto, encierra nuestro objetivo: ayudar a dar ese salto a las empresas prometedoras de base tecnológica en México y América Latina”; comentó al respecto Stefan Krautwald, fundador y socio general de Latin Leap.

A través del concepto de soft-landing, que es una estrategia de expansión empresarial en la cual los facilitadores saben cómo escalar en nuevos mercados, dada la asimetría de lainformación, Latin Leap busca que las compañías a las que apoye puedan crecer hasta convertirse en jugadores relevantes que trasciendan las fronteras, sobre todo en la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú), cuyos países comparten muchas similitudes.

El papel de los equipos más allá de las ideas

Como grupo, desde el 2022 Latin Leap ha realizado 12 inversiones exitosas en distintas compañías jóvenes que están impactando en sus mercados, lo que derivó en conformar su primer fondo de inversión en fase semilla, de 25 millones de dólares, para impulsar el crecimiento de proyectos tecnológicos que tengan una idea atractiva pero también el talento necesario para escalar sin perder tiempo ni oportunidades en el camino.

“En Latin Leap creemos que la idea representa el 1% de un buen proyecto y el 99% restante depende del equipo. Por ello, al analizar las propuestas, algo muy importante para nosotros es el equipo fundador, el quién hace qué. Ponemos mucho énfasis en detectar quiénes tienen una mentalidad más moldeable a la cabeza de las empresas para poder dar los giros necesarios sobre la marcha”; agregó al respecto Stefan Krautwald.

Por su parte, Rodrigo Zorrilla, destacó ante los medios que las empresas de tecnología en América Latina están viviendo un momento histórico, con algunos unicornios que han transformado completamente la manera en cómo funcionan las cosas, creando mercados o expandiendo los servicios de empresas tradicionales de manera disruptiva, dando paso a nuevas realidades y procesos.

“A través de Latin Leap, tratamos de contribuir a esa tendencia muy clara en la región, después de la experiencia de empresas que creemos son apenas la punta del iceberg. Hemos visto nacer unicornios en Latinoamérica, pero pensamos que no son suficientes; queremos ver una explosión enorme de estas compañías en comparación con las de otras regiones del mundo, y que se conviertan en un motor de transformación en lo económico y en lo social. Eso es lo que buscamos como fondo de inversión de capital de riesgo”; señaló Rodrigo Zorrilla.

Por último, los voceros de Latin Leap resaltaron que si bien en esta parte del mundo los fondeadores han sido cautelosos respecto del venture capital, la situación está cambiando en consonancia con los factores macroeconómicos. “En el mundo hay más cautela con las rondas de inversión series B, C y D en adelante, ahí hay cierta contracción, pero nosotros vemos que las inversiones semilla o pre semilla van a seguir fuertes, pues ahí es donde el capital es paciente y las compañías tienen el tiempo suficiente como para desarrollarse en algo relevante”.