“Secar las Leliqs”, el desafío central de Javier Milei para poder controlar la economía argentina

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Pablo González (Flickr), billete argentino de 500 pesos

Con la elección de Javier Milei como presidente de la Argentina, se cierra el capítulo de la campaña electoral que consumió casi todo el 2023, para volver la atención al tan necesario plan de estabilización económica. Los desequilibrios macroeconómicos en Argentina no solo han sido evidentes en los últimos años, sino que se agrandaron en una magnitud considerablemente durante los últimos meses.

El plan integral depende de la consolidación coordinada en tres frentes: el fiscal, el monetario y el cambiario. A nuestro modo de ver, la rápida implementación de cambios radicales resulta imprescindible, aunque el respeto por la secuencia en la resolución de estos problemas también lo es.

La madre de todas las batallas es, sin duda, el frente fiscal. Con una necesidad imperiosa, Argentina debe ir hacia un nivel de, al menos, equilibrio en 2024 y superávit primario en 2025. La ausencia de crédito debería ser el elemento disciplinador de ese objetivo. El principal desafío se vincula en cómo se llega a ese destino final: con recorte del gasto, con mayor presión impositiva o con una combinación de lo anterior. A priori, según lo expresado por el candidato electo, el camino a seguir será la primera opción, algo que es bien recibido por inversores y agentes de la economía.

Pero además el horizonte luce bastante sombrío en el frente monetario. Acá las Leliqs es la “bomba de tiempo” que amenaza la frágil estabilidad actual.

Las Leliqs es la deuda que tiene el Banco Central de la República Argentina (BCRA) con los bancos comerciales. Es el mecanismo por el cual la autoridad monetaria retira la liquidez excedente, evitando presiones inflacionarias adicionales en una economía que ya navega por encima del 140% de inflación anual. La contracara de las Leliqs son los depósitos de los individuos y empresas, que muchas de ellas los utilizan como capital de trabajo.

¿Cuál es el problema de esta deuda?

En primer lugar, el stock actual de la misma. A un tipo de cambio de 900 pesos argentinos por dólar estadounidense, según la cotización del dólar libre en el mercado de capitales al 21 de noviembre, esta deuda llega a los 15.500 millones de dólares (más otros casi 10.000 millones de dólares de pases). Considerando la delicada situación macroeconómica, es un monto más que considerable.

En segundo lugar, si bien esta deuda no se encuentra indexada a ninguna variable particular, como inflación o tipo de cambio oficial, hoy está capitalizando a una tasa efectiva anual de 254,8%, lo que agranda exponencialmente el pasivo futuro en términos nominales.

Finalmente, si esta cantidad de pesos futuros llegará a salir a mercado por falta de renovación se constituiría en una oferta excedente de moneda doméstica imposible de atender con la débil demanda existente verificada en la actualidad. De mínima, esto generaría una aceleración inflacionaria adicional que podría derivar en un camino hiperinflacionario.

¿Cuál es la solución?

No podemos analizar este stock de deuda de manera aislada, ni tampoco la solución debería ir por esa vía. El plan de estabilización deberá cubrir todas las aristas y ángulos mencionados, con una integralidad de los aspectos fiscales, monetarios y regulatorios. Si el plan es exitoso, la demanda de pesos podría recuperarse paulatinamente de la mano de una mayor credibilidad. Allí, el temor sobre el stock de las Leliqs comenzaría a mermar.

Si se busca un camino resolutorio de shock, el peligro es que la mala praxis aumente los riesgos y costos que fueron planteados, alterando aún más la probabilidad de éxito de un plan de estabilización integral.

Las cartas están arriba de la mesa. Es cuestión de jugar las correctas en un escenario de altísima incertidumbre.

 

Columna de Diego Martinez Burzaco, jefe de Estrategia y Country Manager de Inviu Argentina

BTG Pactual impulsa su estrategia de facturas para canalizar la demanda por deuda privada de corto plazo

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José Miguel Correa, Head de Alternativos de BTG Pactual Chile (cedida)
Foto cedidaJosé Miguel Correa, Head de Alternativos de BTG Pactual Chile

El auge de la deuda privada ha tenido a muchas grandes casas de inversión impulsando sus estrategias, pero el resquemor mantiene a los inversionistas buscando cierta liquidez. En ese contexto, la fórmula por la que está apostando BTG Pactual en Chile son las facturas, que están impulsando a través de su fondo Liquidez Alternativa.

Durante la segunda mitad de este año, los inversionistas chilenos han estado volviendo a mirar opciones alternativas locales, en busca de retornos más atractivos, y están más dispuestos a sacrificar algo de liquidez. Esa es la cruza de variables que ha llevado a la firma de matriz brasileña a impulsar esta estrategia, según dice José Miguel Correa, Head de Alternativos de BTG Pactual Chile, en entrevista con Funds Society.

“Para esta parte del ciclo y para el próximo año al menos, creemos que la gente va a estar mirando cosas de duración más corta donde pueda tener algo de liquidez y pueda rentar más que los depósitos a plazo, con productos y estructuras simples”, explica el ejecutivo.

Además de ese mix de duración y liquidez, el vehículo tiene un retorno que se ve atractivo para Correa. “El retorno que te ofrecen las facturas es súper competitivo frente a casi todos los otros tipos de deuda privada que vemos”, comenta.

El fondo

Liquidez Alternativa es una estrategia que invierte en facturas transadas en el mercado OTC, con la posibilidad de rescatar recursos en pocos días. Es el fondo que protagoniza la campaña de marketing que BTG Pactual inició en octubre de este año.

El resultado han sido flujos de entrada sostenidos, llevándolo al borde de los 10.000 millones de pesos chilenos (11,5 millones de dólares) bajo administración, “y con expectativas de crecer bastante más que eso”, comenta Correa.

El profesional destaca que el vehículo es competitivo frente a un instrumento que ha estado quitándole protagonismo a varios fondos de deuda durante el reino de las tasas altas: el depósito a plazo.

Actualmente, estima, el retorno adicional sobre los depósitos es de 400 puntos base anuales. Para el próximo año, espera que ronde los 500 puntos base. “Es de por sí un spread súper interesante para cualquier tipo de deuda privada”, indica.

Mirando hacia delante, el ejecutivo no ve problemas para la estrategia una vez que la situación con la inflación se controle y los bancos centrales del mundo empiecen a relajar la política monetaria. “El retorno de este tipo de fondos va a ir bajando, eso es inevitable, pero el diferencial frente a los depósitos a plazo se va a ir agrandando en el tiempo”, explica.

En el extranjero

Respecto a las inversiones en deuda privada internacional, Correa asegura que se concentra en los mercados desarrollados, primordialmente en Estados Unidos.

La demanda viene en un momento que el ejecutivo de BTG Pactual describe como “perfecto” para invertir en crédito en el extranjero. “Hoy día es un buen minuto para invertir, porque las tasas de retorno a las que uno accede son muy altas y, dado que hay poca liquidez para financiar compañías, los negocios a los que se puede acceder son muy buenos”, indica, agregando que esto es algo “que no se había visto hace muchos años”.

Sobre el gusto por la liquidez, el Head de Alternativos asegura que también está presente en las inversiones internacionales. Mientras que los clientes institucionales están más dispuestos a tolerar la iliquidez, el mundo de los privados –independiente de su nivel de patrimonio– están privilegiando instrumentos más líquidos.

En este contexto, una categoría que ha estado protagonizando los mercados privados globales en los últimos dos años son las estructuras semilíquidas, que operan de forma similar a un fondo mutuo. Según Correa, “todos los grandes gestores están sacando ese tipo de productos”.

A esto se suma que los gestores han estado sacando más de este tipo de estrategias en busca de captar el mercado de wealth management, dado que este segmento de clientes está impulsando el crecimiento de AUM en la industria, señala el ejecutivo.

En respuesta a este auge de semilíquidos, la firma de capitales brasileños ha lanzado dos feeder funds ligados a grandes fondos internacionales de este tipo. El primero, lanzado en enero de 2022 y ligado al capital privado, es el vehículo BTG Pactual Hamilton Lane GPA, mientras que el segundo, lanzado en enero de este año y enfocado en crédito privado, se llama BTG Pactual Private Debt Evergreen.

Las mejores imágenes del primer Investment Summit de Funds Society en Chile

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I Funds Society Investment Summit en Chile, hotel Las Majadas 2023 (cedida)
Foto cedidaI Funds Society Investment Summit en Chile

Al alero de un imponente palacio al estilo francés rodeado de árboles centenarios, actores de la industria de gestión patrimonial se reunieron para celebrar el primer Funds Society Investment Summit en Chile. Los profesionales asistieron a presentaciones de MFS, Thornburg y T. Rowe Price, donde compartieron sus estrategias preferidas en renta fija internacional.

El evento se llevó a cabo el 9 de noviembre en el palacio del hotel Las Majadas, ubicado en la comuna precordillerana de Pirque, en las afueras de Santiago

Allí, rodeados de un parque centenario con miles de árboles, los profesionales –repartidos en tres secciones– conversaron con los portfolio managers a cargo de los fondos y dialogaron sobre el devenir de los mercados, las tasas de interés y la inflación, entre otros.

La velada finalizó por un recorrido por la bodega de la viña Haras de Pirque, una degustación de vino y una cena.

Ebury desembarca en Chile y continúa su expansión en Latinoamérica

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CanvaDe izquierda a derecha: Duarte Líbano Monteiro, Head of Latam (excluyendo Brasil) y director regional de Ebury para el sur de Europa; y Alfonso Molinare, country manager de Chile.

Ebury, fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, ha iniciado sus operaciones en Chile, con el establecimiento de una sede en Santiago, desde la que centralizará sus actividades financieras enfocadas a las empresas, y en especial a medianas y pymes, con negocios internacionales.

Con el establecimiento de Ebury en Chile, la fintech continúa su expansión en Latinoamérica. Además, este mismo mes, la compañía ha anunciado la creación de Ebury Bank Brasil y próximamente tiene previsto establecerse en México. Actualmente, y tras un rápido crecimiento, Ebury tiene presencia en 25 países a través de 40 oficinas y emplea a más de 1700 empleados.

Duarte Líbano Monteiro, Head of Latam (excluyendo Brasil) y director regional de Ebury para el sur de Europa, explica que en la decisión de establecerse en Chile se han considerado las características económicas y de mercado del país: “Chile es una economía abierta al mundo, con un sector empresarial internacionalizado y un mercado en expansión, que ha sido considerado clave en la ambición de Ebury para crecer en la región de América Latina. Nuestro desembarco es un deseo que teníamos desde hace años: había muchas ganas de llegar a Chile”.

Ebury nació en 2009, tras la crisis financiera, con el objetivo de apoyar a medianas y pequeñas empresas y para “tomar un espacio que los grandes bancos, afectados por la crisis, habían desatendido”, comenta Líbano Monteiro. Según destaca, “Ebury ha tenido un crecimiento récord. La compañía cuenta con inversores de la talla de Banco Santander, Vitruvian, la compañía AngelCoFund y 83North, y su objetivo claro es acometer en un futuro próximo la salida a Bolsa”.

Por su parte, Alfonso Molinare, country manager de Chile, comenta que Ebury viene a apoyar a las empresas medianas y pymes, importadoras y exportadoras a expandirse internacionalmente, sin fronteras, con soluciones financieras sencillas y transparentes.

“Nos dirigimos a estas empresas porque son las que tradicionalmente han tenido más dificultades para acceder a los servicios bancarios”, enfatiza Alfonso Molinare.

Además, señala que el objetivo de Ebury es apoyar a sus clientes entregando soluciones ágiles, competitivas y con know-how especializado. Asimismo, destaca que trabajan con más de 130 monedas alrededor del mundo, lo que permite acercar a las empresas a nuevos mercados fácilmente. “Somos una empresa nacida digital, con casi 15 años de historia y un modelo de éxito probado en Europa, Asia, Oceanía, Norteamérica y, en estos momentos, arrancando en Latinoamérica. Quizás seamos la fintech con más trayectoria de todo Chile”, concluye Molinare.

Abante y Welzia firman un acuerdo de integración para continuar su crecimiento

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Foto cedida

Abante y Welzia han llegado a un acuerdo de integración, que se llevará a cabo de forma progresiva, para continuar su plan de crecimiento con el objetivo de reforzar sus capacidades y seguir dando el mejor servicio de asesoramiento financiero y patrimonial en un entorno en el que este es cada vez más necesario y relevante.

Se trata del cuarto acuerdo de integración de Abante, tras la firma en 2019 de la alianza estratégica con Mapfre. En 2020, se incorporó al grupo C2 Asesores -con oficinas en Pamplona y Logroño- y en 2021, 360ºCorA -Madrid- y Dux Inversores -Bilbao-. «Un recorrido de éxito de la propuesta de Mapfre y Abante, que ha demostrado la capacidad de la entidad de asesoramiento financiero para integrar clientes y equipos profesionales independientes en su modelo de negocio», explica la entidad en un comunicado.

Con la incorporación de Welzia, que gestiona y asesora más de 1.000 millones de euros de 800 clientes, el grupo Abante gestionará y asesorará activos por más de 12.000 millones de euros, de los cuales más de 7.000 millones son activos bajo gestión. Además, con la integración, Abante fortalecerá su posicionamiento en diversas plazas donde Welzia tiene presencia: Madrid, Bilbao, Barcelona y Valencia. En esta última ciudad, Abante no tenía oficina hasta ahora. De esta forma, refuerza su posición de liderazgo en la industria de asesoramiento financiero independiente del mercado español y ha casi triplicado su negocio en los últimos cinco años.

“El acuerdo con Abante es un paso natural dentro de nuestra vocación y trayectoria de dar el mejor asesoramiento, con independencia, a nuestros clientes. Nos permite potenciar y completar la gama de productos y servicios, reforzar nuestras capacidades y dar un salto de calidad gracias a la mejora de las herramientas y la tecnología que supondrá estar integrados en un grupo más grande y, lo que es más importante, que comparte nuestros valores y forma de entender la relación con el cliente”, señala Carlos González, director general de Welzia.

Santiago Satrústegui, presidente de Abante, destaca: “Este acuerdo con Welzia es para nosotros muy importante, ya que nos confirma una vez más que una de las ideas originarias de la alianza con Mapfre tenía mucho sentido y recorrido: ir conformado la mejor plataforma de asesoramiento financiero independiente a la que podíamos ir sumando otros proyectos y profesionales que compartieran nuestra visión, modelo de negocio y que el estar unidos nos permitiese a todos tener mejores capacidades siempre pensando en el cliente”.

El acuerdo, que está pendiente de autorización por parte de CNMV, permitirá a los clientes de Welzia acceder a servicios de asesoramiento de alto valor como el asesoramiento patrimonial, el Plan de Futuro Completo, el asesoramiento corporativo y el inmobiliario para grupos familiares y empresariales. Y a sus profesionales acceder a una compañía con una estructura de partnership, independiente y con un atractivo esquema de desarrollo profesional.

Luis Berruga dimite como CEO de Global X ETF y será sustituido por Thomas Park temporalmente

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Foto cedidaDe izquierda a derecha: Luis Berroga, ex CEO de Global X ETF; y Thomas Park, CEO interino de la firma.

Global X ETFs, proveedor neoyorquino de ETFs, ha anunciado que su consejero delegado, Luis Berruga, ha decidido abandonar su cargo tras 10 años en la empresa, los últimos cinco ocupando este puesto. Según han indicado, será sustituido por Thomas Park, que ejercerá de CEO interino mientras la firma busca a la persona idónea para el cargo. Park es miembro del consejo de Global X ETF y co CEO de la división estadounidense de Mirae Asset Global Investments, filial de la matriz de Global X.

Berruga se incorporó a Global X en 2014 como director de operaciones y fue nombrado consejero delegado en 2018. Bajo su liderazgo, los activos bajo gestión de Global X crecieron hasta alcanzar los 39.000 millones de dólares y su cuota de mercado casi se ha duplicado. Ahora Berruga deja su puesto alegando motivos personales. 

A raíz del anuncio de su salida, Berruga ha declarado: “Estoy increíblemente orgulloso de todo lo que hemos logrado en Global X y me voy sabiendo que hemos construido algo increíblemente especial. Me siento muy afortunado de haber participado en el desarrollo de una franquicia de ETF tan impactante y quiero dar las gracias a nuestro increíble equipo y a Mirae Asset por ayudarnos a construir una empresa maravillosa. Sé que este equipo continuará ofreciendo un tremendo impacto a nuestros clientes en los próximos años”. 

Por su parte, Thomas Park, CEO interino de Global X ETF, ha agradecido la labor y liderazgo de Berruga. “Luis ayudó a convertir Global X en uno de los emisores de ETF más innovadores y admirados del mundo. Aportó entusiasmo y espíritu emprendedor a su trabajo y, al hacerlo, creó un lugar de trabajo apasionante. Estamos agradecidos a Luis por el legado que ha creado y le deseamos lo mejor en su próximo capítulo”.

BBVA trasladará su sede de Nueva York a unas oficinas más sostenibles

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Foto cedidaBBVA ocupará dos plantas de la recién terminada torre Two Manhattan West de Nueva York - Brookfield Properties.

BBVA ha llegado a un acuerdo con la inmobiliaria Brookfield Properties para trasladar su oficina de Nueva York desde el 1345 de Avenue of the Americas al nuevo complejo Two Manhattan West. En concreto, el banco se mudará a un espacio de 6.800 metros cuadrados situado en las plantas 8 y 9 del rascacielos.

Según indican desde la entidad, los empleados y empleadas de BBVA iniciarán el traslado a finales de 2024. La calidad del inmueble, las instalaciones, la ubicación y los aspectos medioambientales del edificio han sido las principales razones para el cambio de localización. “Esperamos mudarnos a un edificio sobresaliente en una ubicación muy atractiva para brindar la mejor experiencia posible a nuestro equipo de BBVA en Nueva York. Este es un paso más en nuestros planes de crecimiento en EE.UU., así como en nuestro compromiso con la sostenibilidad al elegir un edificio abastecido por energías renovables”, explica Regina Gil, responsable de BBVA CIB en EE.UU.

Desde BBVA insisten en que reducir el impacto de su actividad sobre el medioambiente es uno de los objetivos de su estrategia para luchar contra el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible. Con este objetivo se optimiza también el diseño, la construcción y la elección de las sedes corporativas del Grupo. El banco cuenta además con un Plan Global de Ecoeficiencia que establece objetivos interanuales enfocados en la reducción de impactos directos hasta 2025 como disminuir los consumos por empleado de electricidad un 10%, un 7% el energético, un 11% el de agua y papel o un 4% el de residuos netos.

Una oficina más sostenible

La entidad apunta que la construcción de Two Manhattan West ya está completa y ofrece espacios de trabajo e instalaciones de última generación. Diseñado por el estudio SOM (Skidmore, Owings & Merrill), el complejo cuenta con la certificación LEED Oro. El edificio presenta un diseño eficiente, optimización energética, uso de materiales sostenibles y maximización de la luz natural.

Como parte del compromiso de Brookfield Properties de hacer la transición de toda su cartera de oficinas en EE.UU. para que funcionen con electricidad sin emisiones para 2026, Two Manhattan West obtendrá el 100% de sus necesidades eléctricas de fuentes 100% renovables de instalaciones hidroeléctricas del estado de Nueva York. La firma inmobiliaria también proporciona métricas digitales para cada uno de sus inquilinos, permitiéndoles realizar un seguimiento de la parte del consumo eléctrico del edificio impulsada por cada uno de ellos.

“Nos complace dar la bienvenida a BBVA a su nueva sede en Two Manhattan West, una torre que establece el estándar de excelencia para lugares de trabajo. Mientras celebramos la finalización de Two Manhattan West, que marca la última pieza del transformador desarrollo de Manhattan West, estamos orgullosos de añadir a BBVA a nuestra estimada lista de inquilinos y esperamos el inicio de una larga relación con la firma”, ha indicado Callie Haines, vicepresidenta ejecutiva y directora de la región noreste de Brookfield Properties

Con la incorporación de BBVA, Two Manhattan West está ahora arrendado por encima del 80%. El banco compartirá espacio con firmas como KPMG, los despachos de abogados globales Cravath, Swaine & Moore LLP y Clifford Chance, y la firma de inversión y desarrollo tecnológico D.E. Shaw & Co.

Columbia Threadneedle recalifica varios de sus fondos y cambia de denominación los de su sicav luxemburguesa

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Columbia Threadneedle Investments (Columbia Threadneedle) ha elevado a artículo 9 la clasificación de dos fondos de inversión y a artículo 8 otros ocho dentro de su gama de fondos de la sicav luxemburguesa. Tras esta reclasificación, que surte efecto a partir del 20 de noviembre, la oferta de Columbia Threadneedle comprenderá 24 fondos del artículo 8 y cuatro fondos del artículo 9, de modo que el 84% de los activos gestionados de la sicav se clasifican como productos financieros del artículo 8 o del artículo 9.

Además, Columbia Threadneedle considerará las principales incidencias adversas (PIA) de sus decisiones de inversión que puedan perjudicar negativamente a los factores de sostenibilidad mediante una combinación de exclusiones, investigación y seguimiento de las inversiones y compromiso con las empresas participadas.

Según informa la gestora, los dos fondos que se clasificarán como productos del artículo 9 son el CT (Lux) European Social Bond, el CT (Lux) Sustainable Outcomes Global Equity. “Los fondos seguirán realizando inversiones sostenibles. No obstante, la política de inversión y el Anexo relativo a las NTR del SFDR se modificarán para indicar explícitamente el compromiso de los fondos de invertir al menos el 80% de su patrimonio total en inversiones sostenibles en el sentido del artículo 2, apartado 17, del SFDR y se clasificarán con arreglo al artículo 9 del SFDR”, señalan desde la firma. 

Cambio de nombre de los fondos

Además, según informan desde la gestora, con efecto a partir del 20 de noviembre, los nombres de los fondos Threadneedle (Lux) y Columbia Threadneedle (Lux) se modificarán y utilizarán el prefijo CT (Lux). “Con estos cambios se pretende reflejar mejor la marca de Columbia Threadneedle y garantizar la coherencia con sus otras gamas de fondos. Esto sigue la estela del cambio de marca de gran envergadura realizado el año pasado en varias gamas de fondos tras la adquisición del negocio de gestión de activos en EMEA de BMO”, explican. 

“Estamos encantados de poder ofrecer a nuestros clientes y distribuidores todos nuestros productos bajo el mismo nombre simplificado, y estamos orgullosos de la amplia oferta que hemos conformado a lo largo de los años con el fin de seguir respondiendo a las cambiantes necesidades de nuestros clientes”, comenta Florian Uleer, director de Distribución Mayorista de Columbia Threadneedle para la región EMEA.

Según reconoce Uleer, la forma en la que invierten y los activos en los que invierten son tan importantes como las rentabilidades financieras que generamos para sus clientes. “Por ese motivo, desde que lanzamos nuestro primer fondo ético en Europa en 1987, hemos venido desarrollando nuestra gama de fondos para satisfacer los requisitos de sostenibilidad de nuestros clientes. Desde la introducción del Reglamento de la UE sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR) en 2021, nuestra prioridad ha sido reforzar nuestras capacidades en materia de inversión responsable y, al mismo tiempo, ajustar nuestra gama de productos a las nuevas normas. Nos complace añadir ocho fondos del artículo 8 y dos fondos del artículo 9 a nuestra oferta existente, de modo que el 80% de los activos gestionados en nuestra gama de la SICAV luxemburguesa se clasifican ahora como fondos del artículo 8 o del artículo 9. En nuestra opinión, esto ofrece una mayor selección de inversiones para nuestros clientes”, añade Uleer.

Un punto de inflexión inminente para el crédito mundial

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Pixabay CC0 Public Domain

Una de las primeras sorpresas de 2023 fue la fortaleza demostrada por los mercados desarrollados. Esta solidez imprevista impulsó un repunte durante los nueve primeros meses del año, especialmente en los segmentos de crédito más débiles.

Sin embargo, la combinación de subidas continuas de tipos y el desfase temporal desde la primera subida ha llevado a muchas economías a un punto de inflexión. Creemos que el repunte de 2023 podría revertirse con bastante rapidez. Señalaríamos un reciente paralelismo en los mercados de renta variable, donde la renta variable europea perdió el 50% de sus ganancias en lo que va de año en apenas siete semanas, como ilustra el índice Euro Stoxx 50. En el momento de redactar este informe, el crédito con grado de inversión ha entrado en terreno negativo, y los bonos de alto rendimiento han cedido aproximadamente el 40% de sus beneficios en lo que va de año.

De cara al futuro, nos parece alentador ver una mayor dispersión de los diferenciales en los últimos 2-3 meses y creemos que esto continuará.

A medida que evoluciona el mercado, creemos que algunos sectores están a punto de experimentar cambios. Se prevé que sectores procíclicos como el químico, el de materiales de construcción, el minorista y el automovilístico se enfrenten a desafíos. Por el contrario, los sectores que históricamente han sido defensivos durante los mercados bajistas, como el financiero, la energía, la tecnología, los medios de comunicación y las telecomunicaciones, y la sanidad, tienen potencial para ofrecer oportunidades de alfa convexas positivas.

En el horizonte se vislumbra un importante muro de vencimiento en los sectores de préstamos de alto rendimiento y apalancados, que abarca de 2024 a 2026. El coste del capital ha escalado hasta niveles que podrían plantear retos, en particular para las empresas con una situación financiera más débil. En nuestra opinión, esto debería proporcionar una rica fuente de oportunidades de crédito global a largo y corto plazo en 2024.

Si las condiciones macroeconómicas se deterioran con respecto a los niveles actuales, lo que podría afectar a los ingresos de las empresas, la liquidez podría agotarse y volverse muy selectiva. Las tasas de impago ya están aumentando, sobre todo en EE.UU. (cerca del 5%, frente a menos del 2% observado en 2022). Los diferenciales de crédito sólo están empezando a tener en cuenta esta dinámica en evolución.

En nuestra opinión, los niveles de rentabilidad absoluta de los bonos con grado de inversión y de alto rendimiento siguen siendo atractivos, con potencial para serlo aún más. Sin embargo, los diferenciales de crédito siguen siendo notablemente estrechos desde una perspectiva histórica. Para alinearse con los niveles históricos y tener en cuenta los crecientes niveles de impago en EE.UU., que se acercan al 8%-10%, percibimos que se necesita una ampliación sustancial de los diferenciales de 200 puntos básicos para que los bonos reflejen su «valor razonable».

Ante la improbabilidad, y quizás la incapacidad, de los bancos centrales para rescatar a los mercados con recortes de tipos (que impulsarían una inflación ya de por sí pertinaz) y estímulos (los actuales niveles de deuda soberana/PIB son ya demasiado elevados), consideramos prudente mantener una posición defensiva en el crédito mundial en un futuro previsible.

Evidentemente, los recientes acontecimientos en Oriente Medio se suman a los vientos en contra geopolíticos a los que ya se enfrentan los mercados. Como ocurre con cualquier conflicto militar, la incertidumbre se acentúa. En el momento de escribir estas líneas, los mercados han reaccionado con calma y lógica. Creemos que cualquier escalada se manifestará inicialmente a través de los mercados de energía, divisas y deuda pública, con caídas coincidentes en la renta variable y ampliación de los diferenciales de crédito. Con una estrategia ya defensiva, no prevemos hacer muchos cambios, aunque podríamos añadir, de forma oportunista, opciones de venta OMT si la volatilidad disminuye.

«…se necesita una ampliación sustancial del diferencial de 200 puntos básicos para que los bonos reflejen el ‘valor razonable'».

Tribuna de Simon Thorp, CIO de Crédito Corporativo, Aperture Investors, parte del ecosistema de gestoras de Generali Investments.

Próximos pasos para los inversores en renta fija en una nueva era para el ‘income’

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Pixabay CC0 Public DomainCrédito: Riedelmeier, Pixabay

Desde marzo de 2022 hasta la publicación de este artículo, la Fed elevó sus tipos de interés en 525 puntos básicos hasta el 5,5%, un máximo de casi 23 años. La tasa actual de interés está más o menos en línea con la media del 5,31% del periodo 1982-2008, significativamente por encima del periodo de tipos cero que duró la mayor parte del tiempo entre 2008 y 2021. Las implicaciones de la normalización de los tipos (o del coste de capital) reverberarán sobre balances, correlaciones, construcción de carteras y gestión de activos.

Respecto a los balances, una pregunta recurrente entre la prensa financiera y los participantes del mercado es si habrá demasiada deuda en el sistema. Este asunto siempre es una preocupación desde una perspectiva macro. Sin embargo, desde una perspectiva de cartera y del gestor, la pregunta debería ser: “¿Estás seleccionando los balances ‘buenos’ y evitando los ‘malos’? Un proceso de selección de balances disciplinado es una de las señas de identidad del éxito de la inversión en deuda.

En el entorno actual de la renta fija, están apareciendo preocupaciones en torno al impacto de la inflación y los costes laborales al alza sobre los balances corporativos. Hay incluso más preocupación en torno a los balances gubernamentales. Creemos que la situación presupuestaria actual es un riesgo y uno de los varios obstáculos que está experimentando ahora el mercado. Habrá cada vez más emisión de “treasuries”, y el Tesoro prevé rescindir parte de este nuevo “papel”, lo que significa potencialmente mayor oferta en la curva. En combinación con el ajuste cuantitativo de la Fed, que está reduciendo lentamente su balance, las presiones inflacionistas derivadas del mercado laboral, el petróleo o problemas persistentes en la cadena de suministro, son todos parte del mosaico que está impulsando al alza el coste del capital y alimentando las expectativas de que la nueva era de tipos de interés normales se mantendrá en el largo plazo. Esta es la nueva normalidad.

Respecto a las correlaciones, un cambio crítico resultante de unas tasas más elevadas es que los inversores están obligados a lidiar con la forma en que los bonos van a encajar en una cartera más amplia de aquí en adelante. En lo relative a la selección de balances, la normalización de los tipos de interés impacta sobre el rol de la renta fija en la construcción de carteras. Recuerdo que, durante la era de tipos bajos, que nos remite al año 2000 (durante el estallido puntocom, cuando la Fed redujo la tasa de interés hasta alrededor del 1% en 2003), la correlación entre bonos y acciones se volvió positiva y se mantuvo durante unos 20 años, casi una generación.

Los bonos se portaban bien porque los tipos de interés estaban a la baja, y la caída resultante en el coste de capital impulsaba a las acciones. Este periodo es recordado con cariño (o no tanto, en retrospectiva) como el del “put” de Greenspan, después el de Bernanke y después el de Yellen, al extender los sucesivos presidentes de la Fed su rol más allá de los mandatos tradicionales para incluir la supresión del exceso de volatilidad bursátil y mantener contentos a los inversores en acciones. No fue hasta 2022 que finalmente la Fed se libró de esta obligación autoimpuesta. Esto ocurrió cuando las correlaciones repuntaron de vuelta al territorio negativo, en tándem con el ciclo de endurecimiento actual.

En otras palabras, con la normalización de las tasas de interés, es razonable esperar un retorno a las correlaciones negativas entre la renta fija y el rendimiento de la renta variable, como vimos antes de la era de tasas bajas que comenzó en 2003. Durante los 30 años que van de 1971 a 2000, la correlación entre acciones y bonos fue de -0,31. Esa correlación pasó a +0,30 desde 2000 hasta hoy, incluso teniendo en cuenta que las correlaciones volvieron a normalizarse en torno a -0,30 en los últimos meses.

En cuanto a la construcción de carteras, el cambio en las correlaciones entre activos tiene dos consecuencias significativas: En primer lugar, los bonos pueden comportarse de forma diferente a las acciones en cuanto a su comportamiento direccional. En segundo lugar, la renta fija está restableciendo su papel tradicional de contrapeso en una cartera de inversión, ya que la tenencia de bonos ofrece un rendimiento real. Con el tiempo, las posiciones en renta fija ayudan a amortiguar la volatilidad de la cartera. El mercado cuida de sí mismo, en lugar de que la Reserva Federal cuide del mercado.

Desde una perspectiva de construcción de carteras, los asignadores de activos pueden ahora utilizar la renta fija para amortiguar la volatilidad de sus tenencias de renta variable, siempre que se mantengan las correlaciones negativas normales entre las clases de activos. Dada la probabilidad de que la Fed mantenga la mentalidad «higher for longer» en el actual entorno inflacionista del mercado, las correlaciones negativas deberían prolongarse en un futuro previsible.

Esperamos que la volatilidad del mercado aumente a medida que los bancos centrales ya no deseen contener el coste del capital para impulsar la demanda y estimular el crecimiento. Con el aumento de la volatilidad viene el riesgo de dislocación, lo que, en nuestra opinión, exige gestionar las carteras de renta fija y la asignación de activos de renta fija con un enfoque mucho más ágil y flexible. Esto contrasta con el enfoque predominante de muchos gestores de «silos» para mejorar la gestión de la renta.

La velocidad a la que se ampliaron y recuperaron los diferenciales de crédito ha aumentado notablemente en la última década, sobre todo durante la crisis COVID. Durante la burbuja de las puntocom, los diferenciales de alto rendimiento se dispararon a más de 600 puntos básicos, y se necesitaron unos tres años para que se redujeran por debajo de esa marca. Durante la crisis financiera mundial, los diferenciales de alto rendimiento tardaron aproximadamente un año en completar el ciclo de ampliación a estrechamiento. En la crisis del COVID, ese mismo ciclo sólo duró un mes. ¿Por qué se ha acortado tanto el ciclo? Fijémonos en la Fed. La Fed ha aprendido a utilizar una variedad de medidas de liquidez, herramientas y comunicación para estabilizar los mercados financieros durante cada crisis posterior. Esto no significa que otra era de tipos de interés cero esté a la vuelta de la esquina. Aun así, es esencial comprender lo eficaces que se han vuelto los bancos centrales a la hora de prestar apoyo en situaciones de incertidumbre.

Esto reafirma nuestra convicción de que la flexibilidad en cuanto al estilo de inversión de un gestor y las decisiones de asignación de activos de un inversor tendrán mayor importancia a la hora de lograr resultados satisfactorios. Es en estos resultados donde la habilidad y agilidad de la gestión activa deberían proporcionar una clara ventaja sobre las carteras de renta fija gestionadas pasivamente. Desde la perspectiva de la gestión de carteras, somos partidarios de adoptar un enfoque defensivo durante la mayor parte de un ciclo de mercado para permitir la rotación hacia activos con precios atractivos cuando los mercados corrijan.

Este estilo de gestión será probablemente cada vez más importante en el futuro. Las dislocaciones son cada vez más complejas. Supongamos que desea obtener mejores resultados y generar rendimientos e ingresos sólidos para sus inversores. En ese caso, los gestores deben comprender que los distintos mercados se dislocan en momentos diferentes, incluso en el marco de una corrección general del mercado. Dentro de ese periodo, si se actúa y se toman decisiones con rapidez, se puede obtener un exceso de rentabilidad atractivo en los distintos submercados a medida que aparece el valor.

Otra fuente de ingresos en los mercados de renta fija es el efecto «pull to par». Los ingresos importan, y los gestores astutos pueden impulsar los rendimientos durante un periodo de valores con cupones elevados. Los inversores ágiles pueden aumentar los rendimientos seleccionando bonos emitidos durante el periodo de tipos bajos pero que ahora cotizan con descuento. A medida que estos bonos vuelven a la par más cerca de su vencimiento, esto proporciona un impulso a los rendimientos agregados.

Para los inversores, creemos que las implicaciones de la nueva era de la renta se centran en 1) el papel de la renta fija en la cartera más amplia y 2) la mejor manera de captar valor en un entorno caracterizado por tasas más altas y mayor volatilidad.

Los inversores deben reevaluar cómo se comportará la clase de activos de renta fija desde una perspectiva de rentabilidad, riesgo y correlación. Unos tipos más altos y unos rendimientos reales positivos permiten a la renta fija reafirmarse como proveedor de lastre para la cartera más amplia. Con el «put» de los bancos centrales en hibernación, es posible que la correlación vuelva a ser, y siga siendo, negativa, como ocurría en los mercados antes de 2000.

Creemos que la subida de tipos irá acompañada de una mayor volatilidad. Una dislocación moderada del mercado se produce una vez cada 2-3 años, y esperamos que esta tendencia continúe. Para los inversores, esto significa incorporar más flexibilidad en la forma en que los gestores captan las oportunidades y en que los asignadores gestionan la asignación de activos. Creemos que la inversión en «compartimentos estancos» («style box») será más difícil: la mayor volatilidad favorece las estrategias con un conjunto de oportunidades más amplio y a los gestores que captan rápidamente las dislocaciones. En la medida de lo posible, los asignadores deberían incorporar esta flexibilidad a su propia toma de decisiones, ya que la protección frente a las caídas y la capacidad de reasignar el capital a mercados perturbados pueden mejorar el exceso de rentabilidad a largo plazo.

 

Tribuna de Jeff Klingelhofer, co-responsable de inversión de Thornburg IM.