Las compañías de seguros son uno de los inversores institucionales más relevantes de la industria, lo que convierte sus decisiones de inversión en todo un indicador de la percepción que se tiene del mercado. Según un estudio global*, realizado por Ortec Finance y basado en un centenar de encuestas a profesionales, las aseguradoras están tomando medidas para contrarrestar el riesgo de la inflación en sus carteras.
En concreto, el 40% de los encuestados cree que las carteras que ayudan a gestionar están «muy bien» cubiertas contra la inflación, y el 55% afirma que están «bastante bien» cubiertas. El estudio revela que, para ayudar a protegerse contra la inflación, el 79% de los profesionales de la inversión en el sector seguros afirma haber aumentado su asignación a bonos vinculados a la inflación en los últimos 12 meses.
Además, el 54% afirma haber aumentado su asignación a cuentas del mercado monetario y el 47% ha invertido más en bienes inmuebles indirectos (cotizados). Casi dos de cada cinco (el 38%) y uno de cada cinco (el 21%) afirman que los fondos que ayudan a gestionar han aumentado su asignación al oro y a las infraestructuras, respectivamente, para protegerse de la inflación.
En cuanto a las medidas que los encuestados prevén que tomen los fondos que ayudan a gestionar en los próximos 12 meses para protegerse de la inflación, el 75% espera que aumenten su asignación a bonos ligados a la inflación, seguidos del 53% que espera un aumento de la asignación a cuentas del mercado monetario, y el 51% que prevé más inversiones en oro.
Según la encuesta, a pesar de tomar estas medidas, con una inflación que sigue por encima del objetivo y la presión sobre el crecimiento económico, el 51% de los profesionales de la inversión en seguros encuestados afirma estar muy preocupado por la amenaza de la estanflación, y otro 47% se declara bastante preocupado.
“Aunque la inflación está bajando, nuestra encuesta muestra que los inversores siguen considerándola una amenaza importante para sus carteras. Está claro que muchos han tomado medidas proactivas para asegurarse de que están adecuadamente cubiertos, y estas medidas están evolucionando en términos de asignación de activos prevista para 2024. Sin embargo, con la subida de precios y la presión sobre el crecimiento económico, la amenaza de estanflación es real, y esto preocupa claramente a las aseguradoras”, explica Hamish Bailey, director general para el Reino Unido de Insurance & Investment.
En su opinión, en estos tiempos volátiles y difíciles, “las aseguradoras deben vigilar los numerosos riesgos a los que se enfrentan sus carteras de inversión y disponer de estrategias probadas para gestionarlos”.
*Ortec Finance encargó a la empresa de investigación independiente Pureprofile que entrevistara a 100 profesionales de la gestión de inversiones en compañías de seguros de vida, aseguradoras y reaseguradoras de Lloyds of London y en gestoras de fondos que apoyan a las aseguradoras en noviembre de 2023. Los encuestados se encuentran en el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Hong Kong, Italia, Países Bajos, Singapur y Corea del Sur. En conjunto, las organizaciones para las que trabajan gestionan alrededor de 5 billones de dólares.
Foto cedidaMatt Malloy, nuevo director de la región EMEA de Neuberger Berman.
Neuberger Berman anunció, a finales de enero, el nombramiento de Matt Malloy como nuevo responsable de EMEA. Este anuncio se produce como consecuencia de que Dik van Lomwel haya pasado a ocupar el cargo de vicepresidente de EMEA, tras haber sido responsable de la región desde 2009.
Malloy se incorporó a Neuberger Berman en 2015, liderando la creación de su negocio de soluciones de seguros antes de asumir el liderazgo de los esfuerzos institucionales globales de la firma. Tras trasladarse a Londres el año pasado, Malloy mantendrá ambos puestos y ampliará sus responsabilidades. Desde la gestora matizan que este nombramiento aún está pendiente de aprobación regulatoria.
La firma destaca que, bajo la dirección de van Lomwel, el negocio de EMEA ha experimentado un fuerte crecimiento gracias a las sólidas alianzas con los clientes, incluido un aumento de los activos gestionados de 3.000 millones de dólares a 64.000 millones de dólares*desde 2009 y una importante incorporación de empleados para atender a la creciente base de clientes. Esto se acompaña de la expansión de los equipos de inversión con sede en Europa a través de los mercados públicos y privados, y la construcción de la plataforma operativa local de Neuberger Berman. Desde su nuevo cargo, Van Lomwel se centrará en apoyar las relaciones con los clientes y asesorar a la dirección regional de la empresa.
“Me siento honrado de tener la oportunidad de aprovechar las contribuciones de Dik a la empresa. La próxima década presentará nuevas oportunidades y muchos retos para nuestros clientes, dada la volatilidad del contexto económico y geopolítico, y confío en que podamos seguir ofreciendo soluciones diferenciadas utilizando nuestra amplia plataforma de inversión de activos cruzados y nuestro talento global”, ha declarado Matt Malloy, responsable para la región de EMEA de Neuberger Berman.
Por su parte, Dik van Lomwel, vicepresidente de EMEA en Neuberger Berman, ha añadido: “El impacto de Matt en la base de clientes institucionales globales y de seguros y su contribución más amplia a la empresa han sido significativos. Sabemos que Matt abordará su liderazgo de EMEA con el mismo enfoque centrado en el cliente, disciplina y perspectiva estratégica que ya ha demostrado”.
Foto cedidaMichele Ward, especialista de producto de T. Rowe Price
“Finalmente, ha llegado el momento de invertir en small caps estadounidenses”, afirma rotundamente Michele Ward, especialista de producto de T. Rowe Price con más de 40 años de experiencia en este mercado. En su opinión, han confluido una serie de factores que apoyan de manera positiva la inversión en esta clase de activo con un enfoque de largo plazo, hasta el punto de hablar de “una oportunidad de inversión única en una generación”.
Ward, consciente de lo bajo que está el sentimiento inversor frente a las small caps frente al contexto de altas valoraciones y la previsible llegada de una recesión, procede a desmontar estas creencias una por una a base de entusiastas argumentos. En primer lugar, señala que los indicadores de la confianza empresarial y del consumo han mejorado en el país en 2023, particularmente en la recta final del año. Una de las principales razones para este giro en el sentimiento es el retroceso de la inflación desde niveles elevados, pero sostiene que hay más factores estructurales que se dejarán notar sobre las valoraciones en los próximos diez años: el envejecimiento del perfil demográfico en EE.UU., el colosal paquete fiscal aprobado en los dos últimos años – cuyos efectos afirma que aún no se han canalizado hacia la economía real-, el incremento de los costes laborales o la dificultad de las compañías para encontrar mano de obra cualificada.
También están monitorizando tendencias como el reshoring (traer de vuelta a EE.UU. fábricas situadas en otras partes del mundo) o el onshoring (construcción de nuevas fábricas en EE.UU. o países amigos cercanos, principalmente México). “El conflicto en el Mar Rojo está dando la razón a muchas compañías que empezaron el reshoring después del Covid. Traen de vuelta la producción para no tener que preocuparse por los riesgos geopolíticos, aunque apuestan más por la automatización dados los elevados costes laborales”, explica Ward. Precisamente una de las tendencias donde están encontrando más oportunidades de inversión el equipo de T. Rowe Price está en el sector industrial, al buscar por ejemplo compañías que sean líderes en la fabricación de maquinaria que mejore la productividad.
Al margen de estos elementos, la especialista también destaca la fortaleza de los balances de las small caps estadounidenses, dado que muchas compañías aprovecharon el entorno de tipos muy bajos para refinanciarse a vencimientos más largos y así cubrirse del riesgo de tipos. Como resultado, desde la firma constatan que no se verá un “muro de vencimientos” notable hasta el periodo 2025- 2027, para cuando calculan que llegarán a su fin el 42,6% de la deuda emitida por pequeñas capitalizadas.
La lupa sobre las valoraciones
Finalmente, el último argumento que esgrime Ward a favor de su clase de activo es la valoración. Sí, admite que todas las categorías de renta variable estadounidense están caras en términos absolutos. Sin embargo, explica que, por efecto de la inflación, la noción de qué es barato ha cambiado y que, en términos relativos, hoy estamos presenciando la mayor divergencia entre small caps y big caps en décadas. Y no se trata solo de la valoración, también del sentimiento: “Los inversores ya están descontando una recesión en el Russell 2500, mientras que el S&P 500 está descontando que EE.UU. entrará en un periodo de expansión. Uno de los dos se equivoca”, afirma Michele Ward.
De hecho, la experta constata que históricamente solo ha habido dos momentos antes de 2023 en que el suelo de las small caps coincidiera con el grado de concentración más alto de las big caps: en 1973 y en el 2000 con la burbuja puntocom; después de que sucediera esto, en las dos ocasiones las small caps fueron capaces de batir en retornos a las grandes los tres años siguientes, incluso en un contexto de recesión.
T. Rowe Price cuenta actualmente con 1,3 billones de dólares en activos bajo gestión, de los cuales más de 70.000 millones están invertidos en small caps. La firma considera a las small caps estadounidenses como un activo clave, porque les permite conocer con mucho detalle compañías estadounidenses y acompañarlas en su desarrollo hasta que se convierten en small caps; así ha sucedido con inversiones históricas de esta estrategia – cuya versión europea tiene un track record que se remonta a 2001-, como Netflix, Tesla o Starbucks. T. Rowe Price es una de las compañías pioneras en la inversión en pequeñas capitalizadas estadounidenses, al haber lanzado su primer estratega en la década de 1960.
Todos estos factores llevan a Ward a habla de “memoria institucional”, en el sentido de que los analistas de la firma disponen de un amplio conocimiento sobre las compañías en las que invierten. En el caso del fondo T. Rowe Price Funds SICAV – US Smaller Companies Equity Fund A USD, la especialista de producto ofrece acceso a una cartera muy diversificada, compuesta por unas 175 compañías en las que se ha puesto un alto grado de research detrás, hasta el punto de que la cartera tiene una rotación media en torno al 30%, por lo que los valores se mantienen en cartera típicamente entre 3 y 5 años, aunque históricamente hayan mantenido inversiones en algunas compañías hasta nueve años.
La experta indica que el objetivo de esta estrategia en concreto consiste en “ofrecer acceso no solo al mercado de small caps estadounidenses, sino a la economía estadounidense”, por lo que un requisito adicional para las compañías consiste en que al menos el 80% de sus ingresos tiene que venir de EE.UU. y/o Canadá. Entre las principales posiciones del fondo figuran compañías como Teledyne Technologies, Element Solutions o Molina Healthcare.
La inflación en Brasil se mantendrá ligeramente por debajo del 4% y la tasa de Selic continuará bajando hasta el 9% en 2024, según la última encuesta del Banco Central de Brasil. En cuanto a la política cambiaria, en los últimos dos años, el tipo de cambio nominal se ha mantenido relativamente estable. A pesar de un crecimiento económico más moderado, se espera un aumento del PBI del 1,7% para este año. En este contexto, ¿2024 es un momento de entrada para la renta fija brasileña?, se pregunta Nicolás Roset, Analista de Estrategia en Mercados Globales de Cohen.
Y la respuesta del analistas es que sí es el momento adecuado, ya que «la combinación de inflación estable, tasas de interés en descenso y una moneda apreciada crea un entorno favorable para la inversión en renta fija en el país».
Para evaluar las opciones que presenta el mercado de renta fija de Brasil, Roset consideró la volatilidad del tipo de cambio y la expectativa de movimiento de los rendimientos de los bonos locales, comparándolos con la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro americano.
«Dichos bonos estadounidenses se asumieron con una tasa fija, en un contexto en el que, aunque se espera una desaceleración de la inflación en Estados Unidos y la expectativa de que la Fed inicie el camino hacia la flexibilización monetaria está presente, la normalización de la curva de bonos está ocurriendo con cierto retraso en comparación con los países de América Latina. También es importante destacar la alta correlación (0,82) entre la curva brasileña y la tasa Selic, lo que resalta las ventajas frente al bono estadounidense», dice el informe.
Los bonos brasileños en moneda local, tanto los que tienen vencimiento a dos años como los que vencen a 10 años, muestran retornos atractivos. El bono de dos años ofrece una tasa del 9,7% y tiene una duración de 1,8 años, mientras que el bono de 10 años ofrece una tasa del 10,7% y tiene una duración de 5,7 años, lo que los destaca por su potencial de rendimiento.
Actualmente, un bono brasileño a 10 años ofrece un rendimiento anual del 10,7%, y se espera que se mantenga en niveles similares hacia fin de año, con el real brasileño oscilando entre 0 y 5%. Esto contrasta con el 4,1% ofrecido por un T-Bill estadounidense a 10 años, lo que resulta en un premio de 6,5% en dólares. Una dinámica similar se observa en los bonos a 2 años, donde se anticipa un premio de 5,4% en comparación con su equivalente estadounidense.
En resumen, para el experto de Cohen, los bonos brasileños se presentan como una alternativa de inversión prometedora para 2024, especialmente para inversores argentinos y aquellos que buscan diversificación fuera del riesgo local. Con un entorno económico favorable marcado por políticas monetarias flexibles y tasas decrecientes, estos bonos ofrecen rendimientos potencialmente más altos en comparación con los treasuries estadounidenses. Adicionalmente, los beneficios fiscales en Argentina, como la exención de impuestos sobre los ingresos por cupones, añaden un atractivo adicional. Por lo tanto, los bonos brasileños representan una opción sólida para inversores conservadores a moderados interesados en mantener sus inversiones en dólares y ampliar su cartera global.
BlackTORO anunció este jueves la incorporación de Luis Eduardo Gutiérrez Cárdenas como Managing Director en sus oficinas de Miami.
“La llegada de Luis Eduardo es un gran paso en el plan de crecimiento y expansión de la compañía en Latinoamérica y Estados Unidos”, dice el comunicado emitido por la empresa.
Gutiérrez Cárdenas vive en EE.UU. hace 14 años y cuenta con una larga y destacada trayectoria en Oppenheimer & Co., donde se desempeñó como Portfolio Manager Director donde “adquirió un profundo conocimiento de los mercados financieros y la gestión de activos de inversores Latinoamericanos”, agrega el comunicado.
Previo a unirse a BlackTORO, fue director y cofundador de Pentagon Energy y CATEC Gases, así como socio y director financiero en Pentacles Energy, LLP.
Es Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Metropolitana de Caracas.
«Estoy muy entusiasmado por la oportunidad de unirme a un equipo con el talento y experiencia de BlackTORO, y espero poder contribuir con mi vasta experiencia y conocimiento a la expansión de la compañía en Latinoamérica y Estados Unidos», expresó el advisor.
BlackTORO es un RIA basado y registrado en EE.UU., especializado en brindar asesoramiento en inversiones independientes, globales y sin conflicto de interés a individuos y familias que busquen altos estándares a la hora de invertir y gestionar su patrimonio.
«Estamos muy contentos con su ingreso a la compañía, cuya experiencia y habilidades serán fundamentales para continuar con el plan de expansión de BlackTORO en el mercado de gestión de activos y asesoramiento de inversiones a clientes en Latinoamérica y Estados Unidos. Sin dudas fortalecerá nuestra capacidad para ofrecer soluciones financieras innovadoras y de alta calidad a nuestros clientes», comentó Gabriel Ruiz, presidente de BlackTORO.
Pixabay CC0 Public DomainAutor: Alexas_Fotos. La lucha contra el "lavado verde": por qué los bonos verdes podrían ser la solución
En caso de que la reforma de pensiones propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llegara a pasar en los términos expuestos, las finanzas públicas del país se verían sometidas a presiones constantes y crecientes, aseguró el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO, centro de estudios independiente), en un breve análisis que realizó dos días después de conocerse los detalles de la reforma que el mandatario envió al Congreso.
«Actualmente, para solventar el gasto las finanzas públicas del país ya registran presiones y registran debilidad en los ingresos públicos así como un aumento del endeudamiento para solventar el gasto», explicó el organismo.
El IMCO destacó que las reformas presentadas demandarán cambios profundos que, aunque positivos, históricamente no son fáciles de llevar a cabo, entre ellos la imperiosa necesidad de una reforma fiscal que permitiera financiar las modificaciones y enfrentar los gastos crecientes para las finanzas mexicanas, especialmente en lo relacionado con el sistema de pensiones.
El presidente de México propuso que los trabajadores que se pensionen bajo la Ley 97, de cuentas individualizadas, puedan acceder a una pensión de 100% de su último salario, hasta un tope determinado por el promedio salarial que reporta el IMSS y que al cierre de 2023 se ubicó en 16.777,78 pesos. Adicionalmente, dicho tope se incrementará año con año de acuerdo a la inflación.
Sin embargo, el IMCO señala que la iniciativa es contraria al objetivo principal del sistema de ahorro para el retiro vigente actualmente, que consiste en garantizar la sostenibilidad fiscal del país.
Según el IMCO, si la iniciativa es aprobada en los mismos términos, el estado mexicano asumirá un pasivo que aumentará conforme se incremente la población de 65 años y más en el país. A este respecto, se espera que en los siguientes 26 años esta población pase de 11,4 a 24,9 millones de personas.
Los especialistas del IMCO insisten en que dicho compromiso financiero para el estado se adquirirá justo en el momento en el que las pensiones ya constituyen una parte significativa y creciente del gasto del sector público federal, actualmente representan el 22% del total (incluyendo las Pensiones para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores).
«Por este motivo, un incremento adicional limitaría aún más la capacidad del Estado para proveer bienes y servicios, en detrimento de distintos sectores de la población y de la competitividad del país”, aseguró.
La iniciativa de reforma de pensiones en resumen
Las Afores permanecen y no se tocan los recursos de las cuentas individuales de los trabajadores.
La iniciativa propone garantizar una pensión de retiro por vejez que sea igual al último salario del trabajador.
Sin embargo, la pensión igual al último salario sólo aplica para los trabajadores que ganen menos del salario promedio de cotización en el IMSS (16,777.78 pesos al mes) y se jubilen bajo la ley 97.
Se propone crear un Fondo de Pensiones para el Bienestar (Fondo semilla), que servirá para completar las pensiones con el fin de que éstas cubran el 100% del último salario del trabajador.
Este «Fondo semilla» se iniciará con un capital de 64.619 millones de pesos y será financiado por diversas fuentes, como los recursos que se obtengan de la extinción de los órganos autónomos y la eliminación de los fideicomisos del Poder Judicial.
De aprobarse el «fondo semilla», se constituirá a partir del próximo 1 de mayo por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y será administrado por el Banco de México (Banxico).
Cada 8 años, se llevará a cabo una revisión actuarial para determinar la viabilidad financiera del «fondo semilla» y en su caso realizar los ajustes necesarios.
Sin embargo, la iniciativa no señala si será retroactiva para los trabajadores que ya se jubilaron y que no alcanzaron dicho beneficio; además, el principal problema es la inestabilidad de las fuentes de financiamiento que se proponen, los especialistas del IMCO también se refirieron al tema en los mismos términos.
Julius Baer, el grupo suizo líder en gestión de patrimonios, informó los resultados de su índice temático relacionado con el cómputo en la nube y la inteligencia artificial (IA).
Luca Menozzi, Analista de Investigación de Next Generation en Julius Baer destacó lo más relevante del tema el año pasado y sus perspectivas para este 2024.
El especialista refiere que 2023 fue excepcional para el Índice Temático de Cómputo en la Nube e Inteligencia Artificial de Julius Baer, que entregó un rendimiento total de más del 76% y superó al MSCI ACWI en más de 53%.
El rendimiento superior fue impulsado por mejoras en la demanda, motivadas por la euforia en torno a la IA generativa.
«Hacia 2024, observamos que las condiciones iniciales no son tan atractivas como lo eran en el mismo período del año pasado, principalmente desde una perspectiva de valuación. Dicho esto, seguimos favoreciendo el panorama estructural y cíclico, y mantenemos una perspectiva constructiva sobre el tema de Cómputo en la Nube e IA, ya que esperamos un mayor rendimiento», señaló el experto.
Para proporcionar más contexto, los múltiplos de valuación han pasado de niveles atractivos a fines de 2022, cuando estaban aproximadamente en 1.0 de desviación estándar por debajo de su promedio histórico de 10 años, a un punto donde ya no son respaldados.
El modelo z-score muestra que la valuación ahora está 1.4 desviaciones estándar por encima de su rango histórico. Si bien este cambio puede explicarse parcialmente por una reevaluación de las perspectivas de crecimiento y la calidad de los modelos de negocio, de ninguna manera es un movimiento extremo y señala expectativas exigentes.
Por lo tanto, en el futuro, en Julius Baer esperan que la valuación sea una fuente de volatilidad, si no un obstáculo para el rendimiento general. Dicho esto, la valuación por sí sola no ayuda a evaluar el rendimiento futuro y debe considerarse junto con el trasfondo fundamental.
En Julius Baer mantienen su perspectiva constructiva sobre los impulsores estructurales y cíclicos. A largo plazo, confían en que la IA penetrará aún más en nuestras vidas y economías, ya que su capacidad para resolver problemas cada vez más complejos avanza a un ritmo rápido.
Desde un punto de vista cíclico, consideran que el ciclo alcista que comenzó con el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 está en pleno apogeo, y esperan que el crecimiento de la demanda continúe superando al crecimiento de la oferta, respaldando así fuertes mejoras en las ganancias.
Al observar los diferentes segmentos de la cadena de valor, los expertos analistas de la gestora observan que las empresas de semiconductores están experimentando una mejor demanda de muchos mercados finales, como smartphones y PCs, además de la IA.
La demanda de proveedores de servicios en la nube también se está acelerando nuevamente, ya que la llegada de la IA generativa debería obligar a más empresas a migrar a la nube.
También, Julius Baer explica que las empresas de software se benefician de nuevos lanzamientos de productos, además de mejoras en las perspectivas de gastos en TI, según lo indicado por muchas encuestas de la industria.
«En general, el impulso de ganancias y precios para el Cómputo en la Nube y la AI sigue siendo extremadamente fuerte y justifica nuestra recomendación constructiva para el tema. Dicho esto, el margen de seguridad ha desaparecido y continuaremos monitoreando los resultados en busca de cualquier signo de fatiga o desaceleración en la demanda que pueda requerir un cambio en nuestra calificación», concluye Luca Menozzi.
Foto cedidaKenneth Ward (izquierda) y Euan McNeil (derecha), gestores de Aegon AM
Desde hace algún tiempo, las perspectivas de los mercados de bonos de alto grado de inversión están directamente vinculadas con la perspectiva de tasas de interés global y el debate sobre cuánto tiempo más seguirá siendo restrictiva la política monetaria de los bancos centrales. Desde el segundo semestre de 2023, Aegon Asset Management mantiene la opinión de que la amenaza de la inflación -especialmente en EE.UU. y Europa- empezará a disiparse y la amenaza de nuevas subidas de tipos de interés.
A su vez, la gestora cree que las pruebas tangibles de una desaceleración en el continente europeo, y señales de que la actividad económica en EE.UU. está empezando a tornarse negativa y se mantendrán en los primeros meses de 2024, lo que llevará a los principales bancos centrales a recortar las tasas durante los próximos 12 meses, lo que en última instancia apuntalará los diferenciales de crédito de alto grado de inversión.
Funds Society mantuvo una conversación con Euan McNeil y Kenneth Ward, los gestores del fondo Aegon Investment Grade Global Bond Fund, para hablar de la estrategia y las perspectivas de este fondo de gestión activa, creado hace 16 años y que busca activamente oportunidades en los mercados globales de bonos corporativos.
En la charla, los gestores señalaron que, a medida que el efectivo empieza a convertirse en una opción menos atractiva como clase de activo en este entorno, la probable asignación hacia el crédito de grado de inversión debería resultar un motor técnico de gran apoyo. También afirmaron que las valoraciones genéricas (sobre la base del rendimiento) son tan atractivas como lo han sido durante varios años.
«En este contexto, nuestra expectativa sería que el papel financiero subordinado (y de mayor rendimiento) sería probablemente el más atractivo en tal escenario», subrayaron.
En 2023, el fondo Aegon Investment Grade Global Bond Fund B Inc USD rentó casi un 10% neto de comisiones, lo que le situó unos 70 puntos básicos por delante de su índice de referencia, el Bloomberg Global Aggregate Corporate.
«Tuvimos un año fuerte», comienza Euan McNeil, un veterano del sector con 20 años de experiencia. «Nos hemos beneficiado tanto de nuestro posicionamiento proactivo del riesgo de crédito como de haber gestionado muy activamente el riesgo de tipos de interés y de duración a lo largo del año. Este ha sido otro factor importante que ha contribuido a la rentabilidad del fondo», detalla.
«Estábamos preparados para que, en gran parte de la segunda mitad de 2023, que el mercado comenzara a valorar los recortes de tipos en Europa, EE.UU. y Reino Unido, que reflejaría lo que creíamos que sería un contexto de mejora de la inflación», explica McNeil. Posicionaron la cartera con un sesgo de larga duración y una mayor sobreponderación crediticia. Cuando en octubre aparecieron las primeras señales de cambio en la retórica de los bancos centrales en octubre -que reflejan en parte el deterioro tangible de los datos macroeconómicos y las expectativas de una respuesta moderada- el fondo se benefició de este posicionamiento a finales de octubre y durante todo noviembre, con una caída de los rendimientos de la deuda pública en toda la curva y un estrechamiento de los diferenciales de crédito. «Con el mercado moviéndose ahora hacia nuestra visión, moderamos la sobreponderación en duración (y crédito) hasta finales de año», completa.
¿Cuáles son sus expectativas para el rendimiento de las clases de activos en 2024?
Nos sentiríamos razonablemente cómodos con unas expectativas de rentabilidad total para el crédito global con alto grado de inversión en la zona del 6%, aunque, como siempre, nada se mueve en línea recta. Dado el repunte que que observamos al cerrar 2023, consideramos que era prudente aumentar ligeramente el efectivo con el objetivo de redistribuirlo a niveles más atractivos en el corto y aprovechar el tradicional repunte de las emisiones que se observa en enero. Pero, en última instancia, creemos que las perspectivas más moderadas de los bancos centrales, los recortes de tipos y la posible ralentización de la economía deberían apuntalar los diferenciales y proporcionar un telón de fondo bastante favorable para la clase de activos en 2024.
¿Cuáles podrían ser los riesgos en 2024?
Un riesgo sería que la desaceleración económica sea mayor de lo esperado. También existe el riesgo de que la inflación se acelere. En otras palabras, si la inflación sorprende al alza y los bancos centrales consideran que deben seguir aplicando una política monetaria estricta, eso podría representar una amenaza para los activos de riesgo, y los diferenciales de crédito serían vulnerables en ese escenario.
¿Cuál es el posicionamiento actual del fondo?
Recientemente hemos emprendido una pequeña reducción del riesgo agregado en toda la cartera. Seguimos ligeramente sobreponderados en activos de riesgo frente al índice de referencia, pero la magnitud de esa sobreponderación se ha moderado. Todavía nos sigue gustando el sector financiero, donde recientemente hemos reducido el riesgo, pero hemos visto cierta rehabilitación y cierta recuperación en esa industria. Sin embargo, vemos que el sector financiero tiene fundamentos sólidos, siempre que se puedan elegir las ubicaciones geográficas, como Europa y Estados Unidos.
Y seguimos siendo más cautelosos en sectores como el de las materias primas, donde hemos visto resultados más dispares. En diciembre, el fondo tenía aproximadamente un 67% de exposición al crédito de grado de inversión denominado en dólares, con un 22% en euros y un 10% en libras esterlinas.
¿Cuáles son los factores diferenciadores de la estrategia del fondo?
El primero es la voluntad y la capacidad de gestionar el riesgo de crédito descendente de una cartera para ajustar activamente su duración y su tipo de interés. Muchos fondos con grado de inversión se limitan a operar con una posición de duración neutra frente al índice de referencia; nosotros, en cambio, adoptamos posiciones de duración activas, y también gestionamos activamente las partes de crédito globales de la cartera. También hemos creado un fondo que es una cartera concentrada y de alta convicción con un enfoque ascendente. Creo que eso nos diferencia de la competencia: la naturaleza concentrada de las carteras que gestionamos.
El fondo Aegon Investment Grade Global Bond Fund tiene como objetivo proporcionar una combinación de crecimiento del capital e ingresos. Sus gestores se especializan en tratar de añadir valor a través de la selección de títulos impulsada por una sólida investigación crediticia ascendente, invirtiendo principalmente en bonos gubernamentales y corporativos con grado de inversión en cualquier divisa, que pueden ser de tipo fijo o variable, con o sin calificación. El fondo también puede tener bonos de alto rendimiento seleccionados y efectivo.
Según datos de diciembre de 2023, la asignación sectorial sectorial se distribuye actualmente en un 47% en el sector industrial y un 36% en las instituciones financieras, mientras que aproximadamente un 8% está posicionado en el sector de servicios públicos. En cuanto a la calificación crediticia, el 55% es BBB; el 30% es A; y el 11%, es AA. Geográficamente, casi el 49% del crédito proviene de Estados Unidos, mientras que el crédito procedente de Europa, distribuido por países, tiene una proporción similar.
En un momento como el actual, en el que la falta de energía esencial afecta a la vida de más de 34 millones de personas en la Unión Europea y otros 17 millones no tienen electricidad en América Latina y El Caribe, BBVA ha publicado un monográfico que recoge medidas que deben ponerse en marcha para combatir la pobreza energética. De la mano de diferentes expertos, el banco analiza la importancia de afrontar esta problemática teniendo en cuenta que se trata de un derecho básico indispensable para que una transición ecológica justa en todo el mundo se materialice.
El documento, titulado El derecho a la energía para un mundo más justo, propone para luchar contra la pobreza energética una legislación que contemple el acceso universal a la energía y la garantía del derecho a la energía limpia y asequible para todas las personas; la creación de un modelo económico sostenible que genere empleo verde; el impulso de las energías renovables, las comunidades energéticas y la rehabilitación energética de los edificios para que sean más eficientes. A esto hay que añadir, entre otras cosas, el asesoramiento, los talleres de formación o el desarrollo de herramientas tecnológicas que contribuyan al ahorro de las facturas relacionadas con suministros como la luz o el gas.
En opinión de la entidad, esta serie de iniciativas deben sumarse a las ya adoptadas por los países de todos los continentes, como la adaptación de sus políticas a la inflación, la adopción de medidas de ahorro o la reducción de la dependencia energética.
El sector de la deuda privada luxemburguesa muestra un crecimiento extraordinario, según el informe anual “KPMG Private Debt Fund Survey 2023”, encargado por la Asociación de la Industria de Fondos de Luxemburgo (ALFI, por sus siglas en inglés). El documento señala que los activos bajo gestión se dispararon un 51% en 2023, hasta alcanzar los 404.400 millones de euros. Un porcentaje llamativo si tenemos en cuenta que en 2022 registró un crecimiento del 45,4%, en un entorno geopolítico y macroeconómico profundamente transformado.
“A pesar de las incertidumbres, el mercado luxemburgués de fondos de deuda privada ha demostrado una vez más su atractivo al expandirse a un ritmo notable y las perspectivas para esta clase de activos son optimistas. El centro financiero luxemburgués ha logrado captar este crecimiento fenomenal gracias a sus conocimientos en materia de captación de fondos transfronterizos e inversión. Estamos viendo cómo la deuda privada alcanza nuevos niveles de aceptación general en comparación con los préstamos bancarios tradicionales, lo que repercute en la forma en que los prestatarios acceden a los paquetes de deuda y los negocian. La demanda de financiación de deuda sigue siendo sólida, como la financiación de proyectos sostenibles en muchos sectores económicos y grandes infraestructuras. El atractivo de esta clase de activos no deja de crecer», explica Julien Bieber, socio de Impuestos, Inversiones Alternativas y codirector de Deuda Privada de KPMG en Luxemburgo.
Para Britta Borneff, directora de Eventos, Comunicaciones y Desarrollo Empresarial de ALFI, la deuda privada es una próspera oportunidad de inversión. “Aunque los retos y las oportunidades en medio de las turbulencias geopolíticas y macroeconómicas exigen cautela, el apetito de los inversores por los fondos de deuda privada ha seguido creciendo. El compromiso con las estrategias ESG y la integración de la tecnología, desde la tokenización a la IA, señalan un futuro en el que los inversores minoristas podrían disfrutar de un mejor acceso a la deuda privada y una mayor liquidez”, añade Borneff.
El documento también revela algunos datos interesantes. Por ejemplo, el 86% de los fondos de deuda privada son de tipo cerrado, mientras que el 14% son de tipo abierto. Además, los fondos de inversión alternativos reservados (RAIF) han superado a los fondos de inversión especializados (SIF) como el vehículo de fondo más popular, representando la mayoría con un 53% frente al 38%. La mayoría de los fondos siguen estando regulados (55%), mientras que el 45% no lo están.
Una tendencia que continúa sin cambios es que la mayoría de los inversores en fondos de deuda privada son inversores institucionales, en concreto el 81%, seguidos de inversores minoristas, que representan un 8%, y bancos privados, que son el 4,5% de los inversores. “Sin embargo, se observa un descenso del 3% y el 1% en los inversores institucionales y minoristas, respectivamente, y un aumento del 2,5% en los bancos privados en comparación con el año pasado. Al igual que el año pasado, la mayoría de los inversores proceden de la UE (46,5%) y de la Europa ampliada (22%)”, señala el documento en sus conclusiones.
La estrategia de inversión de los fondos de deuda privada luxemburgueses se centra principalmente en tres estrategias de deuda, cuyas proporciones siguen siendo las mismas que el año pasado, a pesar del aumento del número de fondos subyacentes: préstamos directos (64%), deuda distressed (13%) y mezzanine (13%).
También destaca que los fondos de deuda privada invierten ampliamente en diversos sectores, con la mayor proporción invertida en infraestructuras y transporte (18%), seguidos de cerca por energía y medio ambiente, y productos químicos, TI, telecomunicaciones y comunicaciones (ambos 16%), y sanidad y ciencias de la vida (15%). “El 98% de los fondos de deuda tieneun enfoque de inversión multinacional y, al igual que el año pasado, la UE (42%) y la Europa ampliada (27%) siguen siendo el objetivo de inversión preferido, seguidas de Norteamérica (13%)”, añade el informe.
Respecto al enfoque de sostenibilidad en este tipo de fondos, la mayoría de los vehículos son del artículo 6 sin objetivos ESG formales, mientras que los fondos del artículo 8 con consideraciones sostenibles constituyen una parte significativa. En cambio, los fondos del artículo 9 con objetivos sostenibles claros representan el 6% restante.
En opinión de Bieber, el mercado de deuda privada puede beneficiarse aún más de una cierta sofisticación. “La UE sigue siendo muy atractiva para las inversiones, ya que otros mercados se enfrentan a una sobresaturación, especialmente en Estados Unidos. La deuda privada es especialmente ágil en el nuevo entorno, con inflación elevada, tipos de interés nominales altos y bajo crecimiento económico: Los inversores están encontrando una opción interesante para proteger su capital con fuertes rendimientos ponderados por riesgo generados por estrategias de inversión tales como préstamos con tipos de interés variables a prestatarios bien capitalizados. Además, la UE está reforzando su marco regulador y la integración de ESG como impulso para ofrecer productos paneuropeos de alta calidad. No debe subestimarse el potencial de la digitalización y la tokenización para revolucionar este mercado, ya que encierra promesas de minorización, reducción del riesgo y, en última instancia, ayuda a tomar mejores decisiones”, concluye Bieber.