. Luis Buceta se incorpora a Banco Alcalá como CIO de su gestora Gesalcalá
Luis Buceta se ha incorporado a Banco Alcalá -entidad de banca privada perteneciente al Grupo Financiero Crèdit Andorrà– como director de Inversiones de su gestora Gesalcalá, según ha podido saber Funds Society de fuentes del mercado y según ha confirmado la propia entidad, en un movimiento de apuesta por el talento. Desde su salida el pasado mes de septiembre de BNP Paribas Wealth Management Spain, donde era responsable de Inversiones en Renta Variable, el mercado había estado preguntándose sobre su nuevo proyecto.
Así, tras tres meses de ‘garden leave’, Buceta, uno de los gestores de renta variable española más reconocidos en el mercado, iniciará el año como director de Inversiones de la gestora de Banco Alcalá.
Luis Buceta trabajó durante ocho años y medio en BNP Paribas WM como responsable de gestión de carteras de renta variable (fue director de Inversiones de Renta Variable). Con anterioridad, fue vicepresidente en N+1 Patrimonios, de 2005 a 2007, y previamente fue gestor de patrimonios en BNP Paribas, de diciembre de 2002 a noviembre de 2005, según figura en su perfil de Linkedin. Antes fue asociado de The Chase Manhattan Bank, durante cuatro años, una entidad absorbida hoy por JP Morgan Chase y donde inició su carrera profesional.
El nuevo director de Inversiones de la gestora de Banco Alcalá es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, y en Investigación y Técnicas de Mercado por ICADE y realizó un Executive MBA en IESE. En 2003 obtuvo el título de CFA y desde 2013 es miembro del Consejo de Administración de CFA Society Spain, y profesor del CFA Institute en I.E. Instituto de Empresa, CUNEF, ICADE y en I.E.B. Instituto de Estudios Bursátiles, AFI y CIFF.
Planes de futuro
El grupo entra en 2016 con paso firme para seguir avanzado hacia su objetivo, el de consolidarse como una de las primeras entidades de Wealth Management en España. En esta línea, la incorporación de Luis Buceta tiene como objetivo fortalecer la estructura actual de Banco Alcalá de manera que sostenga los ambiciosos planes de crecimiento de la firma.
Banco Alcalá ha pasado de gestionar un patrimonio de 200 millones de euros en 2011 a los 2.014 millones de euros registrados en 2014. Para 2017, el grupo se propone alcanzar los 3.300 millones de euros bajo gestión con un modelo de negocio centrado en los grandes patrimonios y en el asesoramiento a medida en función de las necesidades del cliente.
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: AlfonsoBenayas, Flickr, Creative Commons and I will treat emerging markets as emerging (yet again), among them. UBS AM: Market Resolutions for 2016
En la última edición de su “economist Insights”, UBS Asset Management indica seis propósitos de año Nuevo, según Joshua McCallum –economista senior dentro del área de Renta Fija de la gestora desde 2005, y macroeconomista para el Tesoro británico antes- y Gianluca Moretti –que se unió a UBS AM en 2010 desde el Banco Central de Italia-.
Basándose en la experiencia del año pasado, sugieren algunos propósitos de cara a 2016, para el mercado:
-Debo comportarme como un adulto si quiero que los bancos centrales me traten como tal;
-Debo saber que un menor potencial de crecimiento significa menores tipos de interés;
-Empezaré el año con expectativas más humildes de crecimiento;
-Trataré a los mercados emergentes como emergentes, de nuevo;
-Pensaré en Grecia como un destino vacacional, en lugar de como un potencial problema que destruya el euro;
. Las dudas en China condenan a los mercados mundiales a un año volátil
Arrecian con fuerza las preocupaciones sobre China y el miedo se deja sentir implacable en las bolsas de medio mundo, aunque hoy las aguas están más calmadas que en los últimos días. Como ya sucediera el lunes, ayer los mercados reaccionaron de forma contundente a un nuevo desplome de la renta variable del país, dejando claro que los inversores empiezan a descontar que la desaceleración del gigante asiático será más rápida de lo que se esperaba. Sin embargo, y pese a que China repite como el riesgo más importante para 2016, sorprende la virulencia de las caídas.
Pero hay razones para la reacción: en primer lugar, gran parte de las empresas extranjeras tienen puestas muchas esperanzas en China a la hora de aumentar sus ingresos durante los próximos años. Para Felipe López-Gálvez, analista de Selfbank, esta es la principal razón de que ayer registraran retrocesos casi todos los sectores, desde empresas de materias primas hasta automovilísticas, pasando por la industria farmacéutica. Para las multinacionales con intereses allí, la devaluación que está sufriendo el yuan chino también es un factor negativo para sus cuentas, dice el analista.
Pero aunque esto explica la reacción de las principales plazas bursátiles –las bolsas europeas cerraron ayer con caídas próximas al 2% si bien esta mañana ponían freno a las caídas ante las medidas tomadas por el Gobierno chino para contener la depreciación de su divisa–, la cuestión de fondo sigue siendo la situación económica subyacente en el país. “Dos cosas han asustado a los inversores esta semana: el aumento de las expectativas de que las autoridades permitirán que el renminbi se deprecie frente al dólar y las preocupaciones sobre el impacto que podrá tener en bolsa que los reguladores levanten las restricciones sobre la venta de acciones”, dice Nicholas Yeo, director de Renta Variable China en Aberdeen AM en referencia a la prohibición impuesta por Pekín a que los accionistas de una empresa con un paquete accionarial de más de un 5% puedan vender sus títulos -restricción que termina hoy viernes-.
Para David Gaud, gestor de fondos en Edmond de Rothschild AM, el ambiente de confusión de ayer se debe también a que diversos organismos reguladores comunican de manera torpe, descoordinada y pobre. “Dado que se acerca el final de la prohibición de seis meses para que los grandes accionistas con más de un 5% de una compañía puedan vender sus acciones, las preocupaciones acerca de que se produzcan fuertes ventas eran inminentes”, dice. Las autoridades también comunicaron el fin de la medida que supone la parada automática de las bolsas cuando la caída supere el 7% (algo que ha ocurrido esta semana).
Lo cierto es que el mercado local de valores chino se ha desplomado un 15% en lo poco que va del año, provocando dos cierres de mercado en cuatro días. “Las intervenciones masivas durante el verano de 2015 dirigidas a la estabilización de precios de las acciones locales no han logrado restablecer la confianza y están aumentando los problemas de credibilidad de las autoridades chinas. Además, China ha abandonado de facto la suave paridad de su moneda con el dólar estadounidense al ampliar la referencia a una canasta de monedas, lo que ha alimentado la incertidumbre”, afirman los expertos de Vontobel Asset Management, que dan por seguro que las autoridades chinas intervendrán otra vez para estabilizar las bolsas locales (algo que ya ocurrió esta madrugada aunque las medidas podrían ampliarse). “En este contexto, los precios de las materias primas se mantendrán bajo presión, al igual que los activos de mercados emergentes”, cuentan.
El mayor peligro ahora es que las crecientes tensiones en los mercados conduzcan a un pánico generalizado que podría ser comparado con lo que ocurrió hace unos años.
¿De quién es la culpa?, se pregunta Fabrizio Quirighetti, economista jefe de SYZ AM. “La razón de lo que está sucediendo son las muchas incertidumbres surgidas y a la pérdida de credibilidad del Gobierno chino. Las reacciones de pánico que han estado produciendo desde el verano pasado han arrojado algunas dudas sobre la capacidad real de Pekín para controlar la situación y no a los últimos ajustes sobre el yuan”, apunta.
Por su parte, Vanessa Donegan, jefa de renta variable en Asia de Columbia Threadneedle, estima que es la combinación de una serie de elementos negativos lo que ha llevado a la bolsa china a la situación actual. “Si esta tendencia continúa, podría ofrecer oportunidades a los cazadores de gangas, al cotizar estas acciones chinas con descuentos importantes en comparación a sus homólogas en los mercados chinos”, asegura.
¿Desequilibrios futuros?
«El comportamiento del mercado de acciones A chinas en los últimos 18 meses no se ha basado en los fundamentales económicos. Por lo tanto, la última caída bursátil, en nuestra opinión, no supone una fuente de preocupación sobre el estado de la economía, al igual que su escalada hacia niveles propios de una “burbuja” durante la primera mitad de 2015 tampoco fue motivo de entusiasmo. Sin embargo, sí nos preocupa asistir a un nuevo ejemplo de reticencia de las autoridades chinas a dejar que las fuerzas de mercado determinen el precio correcto de los activos, dado que los desequilibrios económicos que se generan son perjudiciales para un reajuste saludable de la economía”, dice Alice De Charmoy, gestora adjunta del fondo M&G Global Emerging Markets. Explica que el fondo M&G Global Emerging Markets no invierte actualmente en el mercado de acciones A: “Pensamos que los micro-riesgos, concretamente problemas de gestión y modelos de negocio con carencias, no están reflejados en las elevadas valoraciones”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Chris Lott. Los fundamentales juegan a favor de otro año excepcional en las bolsas estadounidenses
La complejidad del mundo que nos rodea y la variedad de opciones a las que se enfrentan los inversores en 2016 pueden llegar a resultar abrumadoras. James Swanson, estratega jefe de MFS Investment Management, cree que si volvemos a lo básico y consideramos las perspectivas de las economías más grandes de la misma forma que analizaríamos las perspectivas individuales de cada compañía, entonces podremos arrojar luz sobre los hechos que más importan.
Esta es, para Swanson, la lista de cosas que no hay que perder de vista de cara a este año:
Observar los fundamentales
Al analizar una empresa, queremos conocer la calidad de sus productos o servicios y su atractivo en el mercado. Tenemos que evaluar la competitividad de la empresa: ¿Qué cuesta fabricar el producto o prestar el servicio? ¿Hay alguna otra empresa con costes más bajos? ¿Quiénes son los compradores y cuánto pueden permitirse el lujo de pagar?
También hay que determinar si la empresa tiene demasiada deuda y si el equipo gestor está motivado para aumentar el valor de los accionistas a largo plazo. La medición de algunos números clave, como los márgenes de beneficio y la rentabilidad sobre recursos propios (ROE), puede ayudarnos a imaginar cuál será la fotografía de la empresa a largo plazo.
Analizar la economía de Estados Unidos
En 2015, la demanda de productos estadounidenses, más allá de las materias primas, repuntó otra vez. A principios de 2016, la principal fuente de demanda mundial sigue siendo la economía de Estados Unidos, no la de China, Europa o Japón. Si el país fuera una empresa podríamos decir que fabrica tecnología, productos farmacéuticos, automóviles, aviones y entretenimiento. Dado que EE.UU. realiza un buen trabajo en todas estas áreas, la demanda mundial no hace más que crecer.
¿Es Estados Unidos un productor con costes altos?
El mayor coste de todo son los salarios y durante más de 10 años el coste unitario de la mano de obra ha ido disminuyendo en la primera potencia mundial con respecto a la mayoría de países. El segundo capítulo de costes es la energía, utilizada por muchas empresas para hacer productos químicos, plásticos y automóviles, pero en este caso podemos decir que el de la energía en Estados Unidos es uno de los más bajos del mundo.
El coste del capital es otro factor a tener en cuenta. Una manera de mantener este gasto bajo es el de utilizar la base de capital existente de forma sabia. Los números revelan que las empresas estadounidenses son buenas en la aplicación de la tecnología que permite mantener el uso de capital bajo y una rotación de activos superior a la del resto de empresas del mundo. Así que creo que podemos decir que Estados Unidos es competitivo en lo que a sus costes se refiere.
¿Quiénes son los compradores de productos estadounidenses?
Lo que Estados Unidos exporta a sus vecinos, a los mercados emergentes y a la zona euro supone alrededor de 13% de su PIB. Las exportaciones han sido débiles durante dos años, pero no se han desplomado. La mayor parte de lo que vende es comprado por los consumidores dentro de sus propias fronteras. Y para ellos, la semana de trabajo se ha sido alargando durante todo este ciclo económico, los salarios han aumentado en todas las categorías laborales y sus cifras han ido en aumento en línea con el repunte en el empleo. Esta multiplicación de tres vías genera gran parte del poder adquisitivo que hemos presenciado durante este ciclo. Y ese poder continúa aumentando.
Sin embargo, el aumento de estos costes no se ha convertido en una carga. A diferencia de los años 1970 y 1980, cuando el poder adquisitivo fue devorado por la inflación galopante, la primera parte de este siglo ha sido testigo de una inflación contenida. De hecho, lo único que parece estar en una tendencia bajista para el consumidor en Estados Unidos es el coste de vida básico, ya que los precios de los alimentos, la ropa y la energía han estado cayendo. Esto significa que el poder de compra real ha aumentado.
¿Qué pasa con el balance de Estados Unidos, los márgenes y los ROE?
Los niveles de deuda de esta compañía llamada Estados Unidos son altos, y eso es una preocupación. Pero ¿a quien ha estado pidiendo prestado? La carga de la deuda de los consumidores en realidad ha estado cayendo durante seis años, mientras que las empresas se han aprovechando los mercados de deuda. En proporción, la deuda del gobierno de Estados Unidos no ha aumentado tanto como en la mayoría de países.
La rentabilidad de las cotizadas indican que el ROE en Estados Unidos es ahora más alto que en cualquier otra región. Los márgenes de beneficio de Estados Unidos se han mantenido muy bien. Incluso en el último trimestre, cuando los ingresos quedaron a la zaga como consecuencia de una menor demanda mundial y los precios del petróleo han estado más débiles, el beneficio por acción del PIB estadounidense se mantuvo en niveles raramente vistos desde la Segunda Guerra Mundial.
En este sentido, el estratega jefe de MFS, cree que la producción, los costes, la demanda, el balance y el margen de beneficios están a favor de un mejor crecimiento para la economía de Estados Unidos.
Atención a las advertencias fatalistas
La temporada de fútbol de Estados Unidos está entrando en los playoffs, y durante cada partido, los comentaristas gritan con fuerza anticipándose a la posibilidad de que el quarterback sea derribado antes de pasar la pelota. Lo mismo sucede con los observadores del mercado y la economía estadounidense. El final del ciclo económico se prevé casi todos los días. Es comprensible que, que la desconfianza que causa el recuerdo de la terrible recesión 2008-2009, alguien prediga el inicio de la próxima después de cada publicación de datos que resulta débil.
Teniendo en cuenta todo lo dicho sobre el envejecimiento del ciclo económico que algunos dan a punto del colapso, la recesión parece a la vuelta de la esquina. Por desgracia, muchos inversores han prestado atención a las advertencias fatalistas y en gran medida se han quedado fuera de las bolsas estadounidenses durante los últimos seis años.
Sin embargo, Swanson estima que los hechos cuentan otra historia: los ciclos económicos no ocurren de repente o mueren sin razón. El crecimiento económico depende del número de personas que trabajan, su capacidad productiva y la capacidad del sistema para pagarles por su trabajo. Las últimas 15 recesiones fueron provocadas por una causa que terminó por robar a los consumidores sus trabajos o su poder adquisitivo. Los culpables más comunes han sido el aumento de los tipos de interés, el exceso de inventarios o los exorbitantes costes de vida (especialmente de la energía).
Permanecer al margen
MFS espera que en el año 2016 la recesión se limite a ciertas industrias y en ciertas economías nacionales. Pero los grandes jugadores en el campo mundial -Estados Unidos, China, la eurozona y Japón- seguirán beneficiándose del menor precio del petróleo. El resultado neto sería un mayor poder adquisitivo de las tres cuartas partes de los consumidores del mundo. Para los inversores que hasta ahora se han mantenido al margen, esta podría ser una buena señal para entrar en el juego.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Cliff. Compliance es un asunto serio en América Latina
Las estadísticas en torno a los datos económicos son defectuosas en el mejor de los casos; a pesar de ello los inversores y autoridades confían en ellas para sus previsiones. Para mostrar cómo de inciertas pueden ser estas cifras, la firma de investigación World Economics ha realizado un ranking comprobando la fiabilidad de las estadísticas del producto interior bruto de 154 países. Chile, Argentina y México encabezan esta lista en América Latina.
World Economics, firma basada en Londres, ha elaborado un índice de calidad de datos (DQI, por sus siglas en inglés), para concienciar de que la definición de producto interior bruto tiene distintos significados según cada país, aunque se comparen en todo momento.
“Sin datos precisos y fiables, se pueden tomar decisiones pobres, y las consecuencias pueden ser serias. Muchos de los observadores creen que las cifras reportadas son correctas y no las cuestionan por ser emitidas por el gobierno”, comenta Ed Jones, jefe ejecutivo de la firma.
El índice de calidad de datos (Data Quality Index o QDI), se calcula en base a cinco criterios:
El año base utilizado
El método internacional utilizado para recopilar los datos del producto interior bruto (cuanto más reciente, mejor)
El tamaño de la economía sumergida, que nunca es medida en su totalidad
El producto interior bruto per cápita, como estimado de cómo los estados emplean su gasto para recopilar datos y medir la actividad económica
La corrupción, medida por la transparencia internacional de cada país
Los países reciben diferentes puntuaciones por cada uno de los criterios, siendo 100% la máxima calificación posible. Como cabría esperar, las economías más pobres gravitan hacia las últimas posiciones. En Latinoamérica, lidera la clasificación Chile, con un índice de calidad de datos de un 70,60%. Le siguen de cerca Argentina, con un 64,8%, y México, con un 63%. En la última parte de la tabla está Bolivia, con un índice de calidad de datos de un 21%. A continuación, El Salvador, con un 25,8% y Honduras, con un 37,8%.
Foto: ruumo, Flickr, Creative Commons. Mapfre se sitúa como compañía líder del sector asegurador en el ranking Merco Latam 2015
Mapfre se ha situado como compañía líder del sector asegurador en el ranking Merco Latam 2015 de las 200 empresas con Mejor Reputación Corporativa en España y Latinoamérica. Dentro de la clasificación general, que encabezan, por este orden, Coca-Cola, Nestlé y Unilever, ocupa la décimo novena posición.
El análisis empresarial realizado por el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO) es un instrumento que mide la reputación en base a la evaluación de expertos, entre los que se encuentran analistas financieros, representantes de ONG, miembros de sindicatos, asociaciones de consumidores, periodistas económicos y catedráticos de administración de empresas. Este ranking es considerado como uno de los monitores de referencia mundial.
Asimismo, Mapfre ha obtenido recientemente el reconocimiento en el estudio Merco Talento 2015 como la mejor empresa del sector por su capacidad para captar talento, reforzando su posición como una de las compañías más deseadas para trabajar.
A lo largo de este año, la compañía ha obtenido, además, distinciones de otras organizaciones, como la consideración de “Best Workplaces” concedida por Great Place To Work, o el reconocimiento a la “Entidad Más Atractiva del Sector Asegurador”, que otorga Randstad.
Mapfre es una aseguradora global con presencia en 49 países de los cinco continentes. Es el líder del mercado asegurador español, el primer grupo asegurador multinacional en América Latina y uno de los 10 mayores grupos europeos por volumen de primas. Mapfre cuenta con más de 38.000 empleados y casi 29 millones de clientes en todo el mundo. En 2014 su beneficio neto superó los 845 millones de euros y sus ingresos ascendieron a 26.367 millones.
Foto: Curiousmatic. Riesgos y oportunidades del TPP para México
Cuando hablamos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) debemos tener presente que no entrará en vigor de inmediato, sino que deberá transcurrir un periodo, el cual se estima sea de al menos un año y fracción, para que los 12 países que recién acordaron su alcance pasen por sus respectivos procesos legislativos internos para su aprobación en cada uno de ellos y que, además, se reúna la cantidad minina de países firmantes [1] para que el TPP cobre fuerza legal. Durante este periodo de aprobación, deben analizarse tanto los riesgos como las oportunidades para los sectores productivos, tanto nacionales como extranjeros, con presencia en nuestro país y principalmente a los consumidores mexicanos cuando México entre a formar parte de este acuerdo comercial.
En efecto, más que de los riesgos que pudiere conllevar para los sectores productivos y comercializadores la entrada en vigor del nuevo tratado, deben conocerse las ventajas que conlleva para los consumidores, quienes podrán acceder a bienes de más países, y para la plataforma exportadora que reside en México, así como la necesidad de adaptación a nuevas circunstancias, con la correspondiente evaluación de riesgos económicos a que deben adaptarse las empresas. Como lo demostró la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés), los temores de los empresarios y las reticencias de algunos funcionarios u organismos sociales, aunados a un nacionalismo anticuado, fueron superados por la realidad que nos trajo más ventajas que problemas, confirmando que el sector privado mexicano es capaz de abrirse a nuevos retos, a competir de tú a tú con empresas de otros países, fortaleciendo sus ventajas comparativas.
Uno de los riesgos, además de la oportunidad perdida que significaría que el TPP no fuese aprobado por el número suficiente de países para que entre en vigor, es que los empresarios mexicanos no lo estudien y no se preparen para su entrada en vigor. En efecto, en el caso del NAFTA, tuvimos la desafortunada experiencia de que varios sectores, como el textil, no se prepararon ni visualizaron riesgos u oportunidades y se vieron afectados por la competencia de la que antes estaban protegidos. Por ello, es indispensable que el TPP sea interiorizado por el sector privado mexicano para que puedan potencializar todas sus ventajas y disminuir los riesgos que implica la mayor competencia.
En este sentido, de la lectura del texto del TPP se puede señalar que los temores respecto a las supuestas limitaciones a derechos humanos en el uso de internet, el infundado temor a abrir sectores a la inversión extrajera, a la restricción a acceder a medicamentos genéricos, supuestos obstáculos a derechos de los consumidores o de acceso al “conocimiento y la cultura” son infundados y sólo muestran que cuando se pretende analizar un texto legal sin conocerlo o basados en prejuicios carentes de un razonamiento, no se fomenta un diálogo constructivo que realmente beneficie a los habitantes de un país o de una zona comercial.
Cuando se habla de oportunidades o riesgos de un tratado como el TPP hay que tomar en cuenta que éste es mucho más que una serie de normas jurídicas relacionadas con el comercio de bienes y servicios entres distintas naciones, siendo en realidad es un impulsor para que en el país se adopten regulaciones más modernas y acordes a principios internacionales, brindando estas regulaciones certidumbre a empresas mexicanas y extranjeras para competir con reglas claras y en igualdad en el mercado de distintos países. Además, este marco jurídico es una forma más transparente de interactuar con el gobierno mexicano, quien a su vez se ve constreñido a ejercer sus funciones con un menor grado de discrecionalidad en su actuación. Hay que tomar en cuenta que siendo un acuerdo multinacional, en caso de que un gobierno, como pudiera ser el mexicano, no disminuya el grado de discrecionalidad que perjudica a los particulares, ese gobierno se enfrenta a la posibilidad de que sus actos sean revisados en paneles multinacionales y que se le imponga sanciones, además del riesgo latente de que las inversiones, tanto extranjeras como nacionales, se trasladen a otros países miembros del tratado.
Aún y cuando se podría decir que en la mayoría de los casos la legislación mexicana que regula el comercio de bienes, servicios, inversiones extranjeras en diversos sectores, el sector financiero y ahora el sector energético, ya han sido modernizadas durante los últimos 20 años a consecuencia de la entrada en vigor del NAFTA, es sabido que aún existen practicas burocráticas, regulaciones de menor rango y requisitos técnicos que dificultan el actuar de las empresas al tiempo que reflejan su influencia negativa en los bajos lugares que le otorgan a México las calificadoras de competitividad, listas en las que nuestro país siempre aparece en lugares muy por debajo de lo que debería tener, dado el tamaño de nuestra economía.
Ante la apertura comercial que significaría la entrada en vigor del TPP, consideramos que quienes sí deben preocuparse e iniciar medidas para enmendar sus conductas y en beneficio de los consumidores mexicanos son algunos sectores productivos mexicanos que históricamente han sido sobreprotegidos. Industrias como la acerera en México, que ha venido abusando de una sobre regulación a las importaciones de acero, o cadenas de tiendas de autoservicio y/o departamentales, las cuales basan muchas de sus ventajas comerciales en requisitos excesivos a importaciones que solo pueden cumplir las cadena de logística de esas mismas grandes empresas dejando fuera a importadores medianos o pequeños con el subsecuente perjuicio al consumidor final, deben estar conscientes de que esas ventajas desleales tenderán a desaparecer en la medida que las normas escritas y no escritas que regulan las inversiones y el comercio en México se adapten a los requerimientos del transparencia y mayor competencia del TPP.
Es por ello que, además de las oportunidades económicas de acceder a nuevos mercados, durante el periodo en que se discute el TTP ante el Senado mexicano, los particulares deben abordar la oportunidad que tiene el sector empresarial de cabildear ante las distintas ramas del gobierno mexicano con el propósito de que los reglamentos mexicanos, las normas oficiales mexicanas, los criterios de aplicación, entre otros, se adapten a las regulaciones del TTP y que estas realmente reflejen las nuevas oportunidades que este tratado significa, evitando la creación o el mantenimiento de regulaciones que perjudiquen la libre entrada y salida de productos y servicios desde y hacia nuestro país.
Dicho de otra manera, la muy posible entrada en vigor del TTP y su periodo de análisis y aprobación brindan al sector empresarial la posibilidad de pronunciarse, de manera decidida, en la ampliación de las reformas que han brindado oportunidades a este sector productivo, así como en la limitación de la discrecionalidad del estado para que este nuevo tratado tenga un impacto mayor en beneficio de los habitantes del país.
Columna de Luis Rubio, socio en las Prácticas de Asuntos Gubernamentales, Fusiones y Adquisiciones y Telecomunicaciones de Jones Day México
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ian Soper. Latinoamérica tiene por delante una ardua batalla en 2016
Siguiendo la tendencia bajista, los mercados de capitales de América Latina no mostraron señales de recuperación durante el mes de diciembre, conforme se pudo percibir en el reporte mensual Latin America Index Dashboard de S&P Dow Jones Indices.
Los declives en las acciones latinoamericanas en 2015 reflejaron los obstáculos enfrentados por los mercados emergentes en general. Entre los factores que redujeron los retornos de las acciones latinoamericanas en 2015 se encuentran la caída de los precios de las materias primas en conjunto con la desaceleración de la economía China y la creciente presión sobre las monedas de los mercados emergentes.
El S&P Latin America BMI y el S&P MILA Pacific Alliance Select declinaron del 31% y 20% respectivamente. El mercado brasileño siguió siendo impactado por la inestabilidad política y la inflación, y fue el que tuvo el desempeño más débil, terminando el año con una baja del 42%, seguido por Colombia, con una baja del 39%. Gracias al resultado general de los sectores de consumo básico y finanzas, México fue el país que tuvo el desempeño más fuerte, declinando únicamente de un 13%.
“2015 fue un año difícil para los mercados latinoamericanos, ya que los inversores perdieron confianza en su potencial ante la anticipada contracción de la política monetaria en los Estados Unidos y también los declives en los precios de las materias primas”, dice Christopher Bennett, analista senior de índices de S&P Dow Jones Indices. “Latinoamérica tiene por delante una ardua batalla en 2016, ya que los bajos precios de las materias primas, la depreciación de las monedas y la alta inflación en algunas regiones crean grandes obstáculos para los mercados financieros”.
Todos los sectores del S&P Latin America BMI terminaron 2015 en rojo. El sector de Consumo Discrecional tuvo un cuarto trimestre fuerte, que ayudó a recuperar pérdidas previas.
Las materias primas tuvieron un año 2015 negativo, mientras que el Dow Jones Commodity Index finalizó con una baja del 25%, mientras que el S&P GSCI terminó bajando un 33%. El sector de energía fue el más débil, con una baja del 42%.
Puede consultar el Dashboard en el siguiente link.
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Vicent_AF. Asia's Long-Term Growth Prospects Still Look Good
Creo que es justo decir que la confianza hacia China, y por extensión, hacia Asia, dentro de la comunidad de inversores de Estados Unidos, está bastante polarizada. Mientras algunos ven oportunidades en la debilidad vista en la segunda mitad del año, las dudas sobre la realidad de las recientes cifras de crecimiento y la ansiedad sobre la ralentización de la economía china ha provocado a otros inversores un gran temor por el papel de China como factor determinante de la deflación en la economía mundial. Creo que esta cautela se refleja en los inversores de todo el mundo, aunque que el grado de malestar con China y Asia es quizás menos agudo en Europa. Mientras que los inversores de Asia parecen ser mucho más optimistas sobre sus propias perspectivas de crecimiento a largo plazo, en general los inversores están todavía en modo cauto de «esperar a ver qué sucede».
No es difícil ver por qué. De hecho, sólo vamos a enumerar los vientos en contra a los que se enfrenta Asia a corto plazo: la perspectiva de un mayor ajuste de Estados Unidos de su política monetaria; la desaceleración del crecimiento nominal; los bajos márgenes y el decepcionante crecimiento de los beneficios; la fortaleza del dólar y la debilidad de las monedas locales; el aumento de los diferenciales de crédito y el pobre impulso en los mercados de renta variable. Y todo esto sucede en un momento en que las valoraciones, aunque no son caras, no pueden considerarse como baratas en términos absolutos. Es comprensible esperar algún evento o alguna mejora antes de cambiar volverse más positivo. Y es racional asumir que las tendencias actuales van a persistir mientras los inversores tratan de predecir el futuro a corto plazo.
Ahora, déjenme sugerir que contamos con algunos datos que deberían permitirnos tener más confianza sobre la capacidad de Asia para capear las fuerzas deflacionistas mundiales. En primer lugar, las cuentas corrientes en Asia son en general positivas. Eso significa que los países asiáticos están ahorrando más a nivel nacional de lo que invierten en el país. De esta forma, son relativamente menos dependientes del capital extranjero. Hay algunas excepcionescomo la India o Indonesia.Peroincluso en estos casos, la dependencia de los mercados de capitales en dólares se ha reducido drásticamente en los últimos años. En segundo lugar, las tasas de inflación son bajas en gran parte de la región (de nuevo Indonesia y la India son excepciones) y esto significa que los políticos de Asia tienen mucho margen para compensar los impulsos deflacionistas, ya sea a través de la política monetaria, del gasto público o de recorte en los impuestos. La vuelta a un contexto de mayor inflación aliviaría un poco la presión sobre los márgenes, los beneficios y las valoraciones.
La pregunta es: ¿Estamos viendo señales de alguna respuesta de este tipo por parte de los gobiernos? Creo que si. La primera es la repuesta natural de los mercados: el ajuste de precios. Ante las presiones deflacionistas de Estados Unidos, la más obvia es que las divisas de Asia se han tensionado. Hemos asistido a descensos agudos se han circunscrito a las divisas ligadas a la evolución de los precios de las materias primas como el ringgit de Malasia y la rupia indonesia. En otros países, la moderada caída de las divisas (ni mucho menos tan graves como las vistas en América Latina) ha actuado como una especie de válvula de presión para proteger el empleo doméstico y mantener la demanda interna. Aunque se trata de un lastre para las rentabilidades de los activos denominados en dólares estadounidenses y (en menor medida) en euros, el hecho de que las monedas hayan sido capaces de actuar como estabilizadores de la demanda muestra el gran progreso realizado por Asia desde finales de los 90.
En segundo lugar, tenemos la respuesta activa de los responsables políticos. En la India, el banco central a conseguido con éxito reducir las tasas de inflación subyacente sin que esto tenga un impacto demasiado severo en los beneficios. En China, estamos viendo cómo las autoridades siguen con sus reformas del sistema financiero, y apoyan el mercado inmobiliario. Por su parte, Japón continúa también con su reformas estructurales. Así que frente a la deflación estadounidense, los tres gigantes de Asia parecen estar respaldando medidas en la otra dirección. El grado de equilibrio es quizás aún pequeño. Pero tras hablar con clientes e inversores en la región creo que no hay una gran crisis de liquidez. De hecho, si la aguda reacción aguda bajista a la devaluación del renminbi chino a mediados de 2015 nos ha enseñado algo, es que, a raíz de la caída de las bolsas, las valoraciones emergieron rápido y los compradores se apresuraron a entrar en los mercados.
Gasto de la clase media
En este contexto, las perspectivas de crecimiento a largo plazo de Asia todavía tienen buena pinta. Las altas tasas de ahorro, la gran base de fábricas, las reformas de los gobiernos en el plano financiero, legal y corporativo significa que Asia debería seguir invirtiendo y creciendo a tasas más altas que el resto del mundo. Con el tiempo, esta inversión continuará aumentando los salarios reales en toda la región. Esta tendencia no sólo apoyará las divisas y el crecimiento, sino que también puede dar lugar a grandes cambios en los hogares de Asia. La región representará dos tercios del gasto global de la clase media en 2050. Creemos que este es sólo el comienzo de un crecimiento sostenido que ayudará a generar beneficios a quienes faciliten este revolucionario cambio en el estilo de vida: las marcas de consumo, los restaurantes, el ocio, los medios de comunicación, los seguros, el sector inmobiliario, la banca de consumo y la gestión de patrimonios. En la industria, los equipos de automatización y el software ayudarán a las empresas compensar los salarios más altos. El aumento del gato público y privado en salud, en el medio ambiente, y el bienestar general abrirán nuevas oportunidades para las empresas que creen ventajas competitivas y aumenten las ganancias y la rentabilidad para los accionistas.
A la luz de estas tendencias, debemos recordar el entorno monetario que domina nuestra visión y los titulares de los medios: ¿Cuándo volverá la Fed a subir los tipos de interés y en qué cantidad? Aunque es importante a corto plazo, en el actual entorno esto sólo distrae nuestra atención de los verdaderos cambios económicos que están pasando casi desapercibidos ante nuestros ojos. Dicho esto, sin embargo, tenemos que admitir que es probable que 2016 sea un año histórico en Estados Unidos tras la subida de tipos de interés llevada a cabo por la Reserva Federal en diciembre.
Dentro de Asia, nuestro objetivo sigue siendo las empresas que respaldarán las tendencias de crecimiento en la economía real, en todos los países. Sin embargo, es cierto que algunos países parecen actualmente más fértiles al análisis corporativo que otros. En lo que respecta a las valoraciones, la India parece bastante cara, con un crecimiento de los beneficios decepcionantes y un montón de expectativas no cumplidas sobre las reformas del primer ministro. En China, las valoraciones son mucho más razonable, incluso partes del mercado de Hong Kong parecen baratas. Y tras un difícil 2015, la ASEAN ofrece nuevas oportunidades. Japón, al menos, ofrece un valor y una cierta esperanza de mejores rendimientos empresariales, aunque hay que tener cuidado con exagerar demasiado los efectos que puede tener la tercera flecha de Abe.
En general, espero con ganas el 2016. A pesar de que los vientos en contra son considerables, las empresas asiáticas parecen estar capeando el temporal, y mientras mantengamos nuestra visión en el largo plazo, el ambiente de inversión debería ofrecer algunas buenas oportunidades.
Robert J. Horrocks es CIO y portfolio manager de Matthews Asia.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jim Makos. Un día en la vida de un gestor de fondos
«Gestionar fondos de renta variable europea es un trabajo tremendamente entretenido. Para estar totalmente al día de la cartera, quedarse con lo importante y usar el tiempo eficazmente, es crucial tener disciplina y hacer el mayor uso posible de los recursos. Si nos fijamos en lo que podía ser un día normal para mí, creo que se puede apreciar la importancia que tiene el proceso de análisis en la firma». Este es el resumen de lo que es un día en la oficina para Matt Siddle, gestor de fondos de Fidelity.
Como mucha gente, Siddle usa los viajes en tren hacia el trabajo para leer los informes elaborados por el equipo de analistas, así como los informes externos. La herramienta clave en este trayecto, que comienza a las 7 de la mañana, es el iPad. “Nuestros informes internos están todos reunidos en nuestra base de datos de análisis, y los descargo antes de salir de la oficina”, explica. El uso de la tableta también le permite enviar los primeros mails de la jornada y cerrar una cita con el equipo de analistas. ”Al llegar a la estación de Waterloo, hago mi trayecto habitual a pie hasta la oficina, caminando junto al Támesis. Es un momento excelente para digerir los análisis que leo y planificar la jornada que tengo por delante”, cuenta.
Al llegar a la oficina, lo primero que hace es consultar las pantallas con los datos que de las empresas que más probabilidades tienen de encajar en sus criterios de calidad o valoración. “Estas pantallas toman datos de nuestros analistas, así como datos de cotizaciones y valoración de fuentes externas. Los mercados han estado muy volátiles últimamente, por lo que quiero echar un vistazo al universo de inversión para ver si han aparecido nuevas oportunidades”.
A las 9, puntual, empiezan a sucederse las reuniones. La primera con los responsables de una empresa en la que ha invertido y otra con un posible candidato para la cartera del European Larger Companies Fund. A esas horas, los analistas ya han enviado sus últimos modelos e informes sobre las compañías.
Posible inclusión en cartera
La hora fuerte de la mañana llega en torno a las 11. El equipo de Fidelity se reúne para hablar del posible candidato para el portafolio, un encuentro que Siddle considera vital para el proceso de revisión y análisis. “Esta empresa en concreto parece atractiva; es un negocio muy sólido, pero su valoración se encuentra en la parte baja de su horquilla histórica debido a las incertidumbres que despiertan los cambios en la dinámica de su sector. Antes de invertir, quise reunirme con el equipo directivo para evaluar su respuesta a los cambios en el entorno y si su estrategia les permitirá mantener una ventaja competitiva fuerte que proteja la calidad del negocio”, explica recordando que el proceso no acaba ahí.
Siddle tendrá que comprobar, más adelante, cómo ejecutan los directivos esa estrategia hablando con ellos periódicamente y controlando lo que dicen los competidores y los clientes, pero también estudiando datos del sector. “Tendremos que dedicar mucho trabajo a esta empresa, pero parece una inversión que podría ser interesante. Cuando incorporo un valor a la cartera, generalmente tomo una posición del 0,5%, que después incremento a medida que voy reforzando la convicción y asegurándome de que el equipo directivo está funcionando”, apunta el gestor de Fidelity.
El tiempo de la comida, aunque más distendido, Siddle lo dedica a la revisión sectorial. Cree que es importante porque le da a un analista la oportunidad de comentar tendencias clave en su sector y revisar los valores individualmente y en detalle. “Hoy quiero darle una vuelta a un par de cosas y me quedo un rato sentado con el analista para comentar varios nombres más detalladamente”.
Tras esto, ya sobre las dos de la tarde, el gestor de Fidelity acude a la cita concertada a primera hora con otro analista que acaba de elaborar un informe sobre una de sus posiciones. “Una de las ventajas de nuestro modelo de rotación de analistas, por el que estos cambian de sector cada dos o tres años, es que garantiza que se analizan las empresas con nuevos ojos de forma periódica y que se ponen en tela de juicio las opiniones. Este analista visitó recientemente las instalaciones de la compañía en China y es algo más cauto de lo que yo había sido con el valor. Aunque concuerdo con su análisis, China es una parte pequeña del negocio de la empresa y el valor sigue siendo atractivo”, valora.
A las 3 de la tarde comienza la otra gran cita del día: la reunión con Smith & Nephew, una de las diez mayores posiciones del European Larger Companies Fund. Se trata de una empresa de dispositivos médicos que cotiza con una valoración atractiva. “Comentamos un estudio entre hospitales estadounidenses que habíamos encargado recientemente y que muestra unos resultados muy favorables para las nuevas soluciones de cirugía ortopédica de la compañía. El equipo directivo muestra su satisfacción ante nuestro interés y entablamos una conversación productiva. El negocio está haciendo menos hincapié en la división ortopédica tradicional, que genera menores tasas de crecimiento, y lo está consiguiendo mediante adquisiciones y crecimiento orgánico en otras áreas, como el tratamiento de heridas y la medicina deportiva. La reunión confirma que esta transición sigue su curso y mantengo mi visión positiva sobre el valor”.
Llegan las 6. Hora de irse a casa. Pero el trabajo aún no ha acabado. Como en el trayecto de ida, en el de vuelta el iPad vuelve a llenarse de nuevos informes. “Y así termina otro ajetreado día de trabajo. Espero que esto ayude a poner de relieve el trabajo que hay que realizar para descubrir buenas oportunidades de inversión y para gestionar una cartera de bolsa europea. Obviamente, tengo la suerte de contar con el apoyo de un amplio equipo de analistas que me facilitan mucho el trabajo. De hecho, sin su ayuda no podría estar al día de todo. No hay muchos gestores que disfruten de semejante apoyo», cuenta satisfecho.