Foto: RonKikuchi, Flickr, Creative Commons. ¿Es el momento de volver al crédito de grado de inversión?
El crédito de grado de inversión parece ahora una opción más atractiva tras la notable ampliación de los diferenciales, de acuerdo con los responsables de renta fija de Insight y Standish, ambas parte de BNY Mellon.
Los directivos de Insight afirman que han mantenido durante algún tiempo una posición sobreponderada en el grado de inversión estadounidense, convencidos del atractivo de los diferenciales y de que probablemente ese mercado tenga más facilidades a la hora de absorber la oferta. “Dentro de los títulos de alta rentabilidad, las valoraciones ofrecen una compensación adecuada por el riesgo de impagos, pero preocupa la liquidez, especialmente en EE.UU., y continúan existiendo riesgos idiosincrásicos”, dicen.
Los diferenciales de crédito estadounidenses comenzaron a retroceder hasta junio de 2014, pero se ampliaron significativamente al final del tercer trimestre, según comenta Jake Gaul, gestor principal de carteras y director de crédito de grado de inversión en Standish, parte de BNY Mellon, quien también afirma que se ha tratado de una cantidad nada despreciable para un periodo no recesivo como éste.
“Durante este mismo periodo de 18 meses, el S&P 500 muestra una curva de retorno total plana. Dicho de una manera más sencilla, las primas de riesgo sobre bonos corporativos de grado de inversión prácticamente se multiplicaron por dos mientras los valores hacían aguas. Ha surgido un desequilibrio en los diferenciales de crédito a consecuencia de la volatilidad del mercado de valores, donde tradicionalmente ha existido una correlación positiva consolidada.
Gaul se pregunta: ¿tienen razón los inversores de crédito que se muestran nerviosos? ¿O sucede todo lo contrario? “Existen razones evidentemente válidas por las que los inversores del mercado de crédito han demandado últimamente primas de riesgo más altas; un ligero incremento del apalancamiento, una oferta incesante de nuevos bonos y un incremento del riesgo de supuestos de fusión y adquisición, por mencionar solo algunos”.
Sin embargo, no cree que la ampliación de los diferenciales de crédito sea el presagio de una recesión en EE.UU. o de un cambio de ciclo para el crédito en un futuro cercano. Al contrario, opina que la venta de crédito es exagerada. Liderando dicha venta tenemos a los bonos del sector de las materias primas, según apunta Gaul, quien también añade que muy probablemente, en el corto plazo, los diferenciales de grado de inversión de esta área sigan los pasos de las materias primas subyacentes. “No obstante, a largo plazo esperamos que estos sectores ofrezcan algunas oportunidades de retorno total, al mismo tiempo que determinados emisores consolidan la disciplina en su balance de cuentas y demuestran que pueden ajustar su estructura de costes a un entorno de precios “más bajos durante más tiempo” para las materias primas.
Los directivos de Insight advierten que para Australia soplan vientos desfavorables por la desaceleración de la economía china y los precios más bajos de las materias primas, aunque pronostican una reducción de sus tipos de interés. El equipo de Insight tiene una pequeña posición larga en Australia frente a EE.UU. y el Reino Unido.
Con respecto a la exposición estadounidense, Insight mantiene una modesta posición de corta duración y un posicionamiento de aplanamiento de curva. Insight continúa esperando que el Banco de Inglaterra comience a elevar los tipos entre tres y seis meses después de que intervenga la Reserva Federal. De ese modo, en 2016 podríamos presenciar dos incrementos de tipos, y ello a pesar de que el mercado parece inclinarse por que el primer incremento de tipos del Reino Unido sea en el primer trimestre de 2017, según comentan en Insight. “Mantenemos una parcialidad estratégica para estar en duraciones cortas y consideramos el Reino Unido como una posición corta atractiva en comparación con EE.UU. o Australia”.
Foto de XRay. Hasta 24 bancos globales forman parte este año del Carbon Performance Leadership Index
Como cada año, el Carbon Disclosure Project (CDP) reconoció a nivel mundial los esfuerzos que realizan distintas instituciones por aminorar el impacto del cambio climático al seleccionandolas para su Carbon Performance Leadership Index.
Este año, Grupo Financiero Banorte se convirtió en la primera institución de América Latina en pertenecer a la categoría “A”, máxima posición de este índice, la cual incluye 187 empresas identificadas a nivel mundial, de un total aproximado de 2.000 seleccionadas. La lista ha sido publicada en el informe CDP S&P 500 Climate Change Report 2015. En el cual aparecen 25 bancos del mundo entre los que se encuenttran además de Banorte, las españolas Mapfre y Caixabank, así como las estadounidenses Bank of America y Citigroup y el banco suizo Credit Suisse.
CDP es una organización internacional no lucrativa que trabaja con inversionistas para alentar a las empresas a difundir información sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de energía y los riesgos de carbono asociados a sus actividades comerciales, así como a medir y reducir el impacto de sus acciones en el medio ambiente.
El organismo se encarga también de analizar exhaustivamente tanto la labor de aquellas empresas que han implementado iniciativas para mitigar el cambio climático, como su nivel de transparencia en dicha tarea. El análisis se realiza mediante los dos índices previamente citados:
Carbon Disclosure Leadership Index (CDLI): En el cual se otorga una calificación del 0 al 100 en materia de transparencia en el área.
Carbon Performance Leadership Index (CPLI): Se considera el grado de desempeño de las compañías para clasificarlas en categorías de la A hasta la E.
“Ingresar a la máxima categoría del CDP es otro importante indicador del trabajo realizado al interior de Banorte en donde, a la par de fomentar el desarrollo económico, promovemos el bienestar social y contribuimos al cuidado del medio ambiente al mitigar los impactos ambientales que nuestras operaciones puedan generar”, dijo Mayra Hernández, directora ejecutiva de Responsabilidad Social de Grupo Financiero Banorte, al referirse a este nuevo logro de la institución.
Recibir esta distinción representa para GFNorte un gran honor y avala el compromiso que tiene de conducir sus operaciones hacia la mitigación y adaptación al cambio climático, así como su esfuerzo por mantenerse como líder en sustentabilidad.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Mark Fischer. Los emergentes tocarán suelo en 2016
Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, repasó estos días el panorama global de inversión para 2016. La firma suiza espera que el próximo año se registre un crecimiento moderado, un ajuste monetario poco significativo y rentabilidades positivas –de hasta el 10%–, con mayor potencial en Europa y emergentes. “En el caso de las bolsas estadounidenses, es probable que los retornos se limiten a cifras de un sólo dígito. Sin embargo han aumentado ligeramente las probabilidades de un escenario extremo, de recesión con deflación o inflación con recesión, pues Estados Unidos lleva siete años de expansión y existen riesgos obvios en China”, explicó.
En el mercado de divisas, Paolini estima que, en contra de la opinión de consenso, es probable que el euro siga cotizando a la baja. La moneda única podría acabar el próximo año en el entorno de 1,10 a 1,15 por dólar. “El dólar está caro y no pensamos que la divergencia de políticas monetarias vaya a permanecer siempre, pues el crecimiento en Europa y en Estados Unidos no es muy diferente. Sin embargo, no estamos preocupados por el alza de tipos de interés que la Reserva Federal podría llevar a cabo en los próximos meses”, apuntó. El verdadero riesgo es, para el estratega jefe de Pictet AM, que la segunda subida se produzca inmediatamente después de la primera. De momento el mercado espera dos o tres subidas el año que viene.
Estamos cerca de un suelo en mercados emergentes
En parte debido al previsible máximo en el dólar, Paolini cree que estamos cerca de un suelo en renta variable de mercados emergentes, y no tanto en los precios de las materias primas, pues aún no han desaparecido las preocupaciones sobre exceso de oferta. Pese a esto, es probable que el experto de Pictet aumente en los próximos meses el peso en emergentes. “Una razón para ser más optimistas es que el sentimiento está muy deprimido y esto se refleja en las bajas valoraciones, aunque estamos esperando a que la Reserva Federal suba tipos de interés para realizar una apuesta táctica. De todas formas hay que ser selectivos”, advierte.
Pictet prefiere, por valoraciones, la renta variable de Asia, especialmente de Taiwán y Corea -muy baratas-, Rusia y potencialmente de China, y recuerda que las acciones consideradas de mayor calidad, por su bajo apalancamiento, buenas tendencias demográficas y agenda de reformas, como México, Filipinas e India cotizan con prima, incluso respecto a las de Estados Unidos.
“Al mismo tiempo no podemos ignorar el valor en algunos mercados latinoamericanos, especialmente Brasil, donde los fundamentales no son buenos y puede ver subida de tipos de interés, pero cuyo bono proporciona rentabilidad a vencimiento del 15% en un momento en que el real brasileño está en mínimos nunca vistos. Además, desde hace algunos meses, estamos tomando poco a poco posiciones, tácticamente, en deuda empresarial de mercados emergentes”.
Bolsa europea frente a estadounidense
En lo que respecta a las bolsas, el consenso de mercado sobrepondera Europa, donde las valoraciones son neutrales y más baratas que en Estados Unidos. Pero Paolini recuerda que no se trata sólo de la política monetaria expansiva del BCE, sino de que los márgenes empresariales son todavía bajos, la inversión escasa y la mejora del crédito bancario ha sido gradual. “El principal riesgo es que a todo el mundo le gusta la eurozona”, dice.
El experto de Pictet infrapondera acciones estadounidenses, donde no ve aumento de beneficios, los márgenes están en máximos, hay ajuste monetario y las acciones cotizan cerca de 16 veces beneficios esperados, por encima de la tendencia. A ello suma la fortaleza de la actividad fusiones y adquisiciones.
“En conjunto tenemos preferencias por títulos cíclicos baratos con poca exposición a materias primas y perspectivas de aumento de beneficios. Nos gustan tecnológicas y bancos. Infraponderamos sectores defensivos, que parecen caros”, cuenta.
BBVA ha decidido invertir 45 millones de libras (64 millones de euros aproximadamente) en el capital de Atom por una participación del 29,5%. Es el primer banco exclusivamente móvil de Reino Unido que iniciará sus operaciones a principios de 2016.
La inversión forma parte de la estrategia de BBVA para liderar los servicios financieros en la era digital y viene a sumarse a la compra en abril de este año de la californiana Spring Studio, especializada en diseño digital, y de la plataforma Prosper, centrada en el mercado online para préstamos de consumo. Además, el banco español se hacía, el pasado enero, con Coinbase, una plataforma bitcoin, donde los comercios y consumidores pueden realizar transacciones.
BBVA cree que el Reino Unido está listo para nuevos servicios bancarios con un alto componente tecnológico como el modelo de Atom Bank, que combina el servicio móvil con un servicio al cliente de banca a la altura de las mejores marcas de internet.
“Todo negocio nuevo implica un riesgo. Siempre hay algunas incógnitas. Pero creemos que hay sitio en el mercado de Reino Unido para nuevos jugadores. Más de un millón de clientes cambian de banco cada año en el Reino Unido. Y Atom es el líder de estos nuevos bancos digitales, de los que habrá varios, y nosotros creemos que realmente hay sitio para más de uno”, explicó Teppo Paavola al frente del área responsable de inversión y lanzamiento de nuevos negocios digitales de BBVA, incluyendo BBVA Ventures.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: BCE Official. El 3 de diciembre la política monetaria vivirá otro Día D
Los bancos centrales tuvieron el coraje de actuar en medio de la crisis financiera mundial y le damos las gracias por su audacia. Hoy en día, se ha puesto en duda el objetivo de perseguir la inflación a toda costa. Los precios de mercado reaccionan más un anuncio de un banco central, a sus promesas y medidas que a la evolución del ciclo económico. Algo que denota cierta desconexión a nivel general.
Además de esto, la falta de cooperación entre los bancos centrales también ha resultado ser perjudicial. Dado que, a estas alturas, casi todos tienen un mandato de vigilancia de la inflación, la cooperación podría dar mejores resultados. De acuerdo con el cálculo del FMI, la inflación mundial se situó en el 2,3% en septiembre (0,0% en las economías avanzadas), la cifra más baja (a excepción de un par de meses en 2009) desde el inicio de la serie en 1969. No hace mucho, los principales bancos centrales coordinaban sus medidas con el fin de maximizar el alcance de sus decisiones. En 2008, seis bancos centrales (la Fed, el BCE, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco Nacional Suizo y el Banco de Suecia) recortaron los tipos de interés. En 2011, otros seis de ellos (la Fed, BCE, BOC, BOE, SNB y el Banco de Japón) proporcionaron préstamos de emergencia en dólares a los bancos.
¿Por qué los bancos centrales no cooperan de nuevo con el fin de luchar juntos contra la deflación tal y como requieren sus mandatos? La unión de todos conformaría un lema potente. Imagine que los principales bancos centrales establecen el mismo tipo de interés negativo y lanzan una flexibilización cuantitativa global, similar en tamaño en función de sus respectivos PIB. El efecto sería máximo y eliminaría las asimetrías en las políticas monetarias que son la base de la guerra de divisas que empobrecen al vecino.
En este contexto, una subida de los tipos de interés de la Reserva Federal en diciembre sería muy instructivo, ya que significaría que la economía de Estados Unidos está por encima de la refriega y que la Fed, es independiente, aunque no cooperativa. Por contra, si al final el organismo que preside Janet Yellen decide no endurecer la política monetaria, sabremos que no es cooperativo, pero que no es independiente tampoco, ya que habría optado por no navegar en soledad contra la oleada de relajación que se está produciendo en muchos países.
El coste que tiene la deflación a nivel mundial plantea una cuestión fundamental: si la deflación no está relacionada con la depresión o incluso con la recesión, ¿por qué se debe evitar a cualquier precio?
Los tipos de interés demasiado bajos y la abundante liquidez conducen a una mala asignación de capital. Se adopta demasiado riesgo porque éste queda subestimado y la búsqueda de rentabilidad se convierte en una obsesión haciendo frágil las bases del edificio financiero. Si la fuente de la deflación se debe sobre todo a un desajuste entre la oferta y la demanda mundial de materias primas y de productos manufacturados, un exceso de oferta mundial de mano de obra y la revolución tecnológica que mejora nuestras vidas, la política monetaria está pobremente armada para combatir la deflación y, es potencialmente peligrosa.
Aunque la respuesta coordinada contra los bajos niveles de inflaciónes una posibilidad, la ampliación del QE europeo y una posible reducción adicional de los tipos de interés hacia territorio negativo suenan más como una certeza. El 3 de diciembre vamos a experimentar otro día D. Mientras esperamos, desde el punto de vista de inversión, seguimos siendo cautos.
La credibilidad de los bancos centrales se mide no sólo por su capacidad para cumplir con su mandato, sino también por su capacidad para convencer a los inversores, consumidores y exportadores de que tienen todo bajo control. Como ejemplo, el 15 de enero de 2015, sin embargo, el superfiable Banco Nacional de Suiza perdió su legendario control sobre su régimen monetario, lo que dificultará en el futuro su capacidad para dirigir su política monetaria.
Yves Longchamp es responsable de análisis macroeconómico de ETHENEA Independent Investors (Schweiz) AG desde finales de 2013. Capital Strategies es distribuidor de Ethenea en España y Portugal.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gerry Lauzon. Sigue el pesimismo sobre Volkswagen, pero Fidelity ve atractiva su cotización
Matt Siddle es gestor del European Larger Companies Fund de Fidelity. Durante los últimos cinco años ha estado posicionando esta estrategia para aprovechar las valoraciones atractivas que existen en algunos valores cíclicos de gran capitalización.
Para el gestor, Volkswagen era uno de esos valores del sector automovilístico que, aunque estaba en un nivel inferior en la escala de calidad, tenía una valoración atractiva y potencial para mejorar los márgenes y, por tanto, era una posición activa en la cartera. Sin embargo, la incertidumbre en torno al escándalo de las emisiones le llevó a recortar el tamaño de las posiciones del fondo aproximadamente un 25 %, ya que la convicción era menor de lo que justificaba el tamaño de la posición.
Problemas como el sufrido por el fabricante alemán son difíciles de detectar y a menudo afectan al todo el sector casi sin diferenciar, dañando la confianza de los inversores. “Aunque la empresa ha tomado medidas para abordar los problemas, todavía está por ver la magnitud del impacto sobre la marca Volkswagen. La historia nos demuestra que es posible contener el impacto a largo plazo de estos acontecimientos; por ejemplo, Toyota se ha recuperado totalmente de su propio escándalo y desde entonces ha superado a otros fabricantes automovilísticos japoneses. Volkswagen tiene un balance sólido con una gran cantidad de tesorería, lo que significa que las repercusiones financieras a corto plazo probablemente sean manejables”, explica Siddle.
El mercado sigue apostando por un desenlace de gravedad para la compañía y, dado que la cotización ya descuenta gran parte de los acontecimientos, la valoración es muy atractiva. Este hecho, junto con el recorrido alcista adicional, justifica las actuales posiciones reducidas del fondo.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Michael Pardo. ¿Hasta qué punto pueden existir diferencias entre la liquidez de un ETF y la de sus activos subyacentes?
El mercado de fondos cotizados (ETF) sigue creciendo rápidamente tanto en tamaño como en popularidad, y en mayo de 2015 alcanzó la cifra de tres billones de dólares en activos en todo el mundo. Los ETF ofrecen a los inversores acceso inmediato a diversas clases de activos.
La liquidez del mercado secundario es la razón de ser de los ETF, aunque también se trata de un asunto poco entendido. A los economistas les ha costado explicar por qué la liquidez de un ETF puede desviarse de la cesta subyacente de activos mantenidos por el fondo, por qué puede haber diferencias en la liquidez de los diferentes ETF que siguen el mismo índice y por qué algunas características intrínsecas de un ETF pueden incidir en su liquidez.
Estas preguntas son la base de uno de los cinco primeros trabajos académicos realizados por ETF Research Academy, una iniciativa fundada por Paris-Duaphine House of Finance con el apoyo de Lyxor Asset Management para potenciar la investigación independiente y el análisis sobre esta industria.
Por primera vez, utilizando pruebas empíricas de una amplia muestra de ETF europeos durante un periodo de doce años, los investigadores Anna Calamia, Laurent Deville y Fabrice Riva demuestran que, aunque las posiciones de un ETF influyen en su liquidez, el diferencial de la cesta subyacente solamente justifica el 7% de la volatilidad de los diferenciales del ETF. Los diferenciales de compra y venta de los ETF también están sistemáticamente relacionados con variables como la volatilidad de los índices, la actividad de negociación y el tamaño de los ETF, y la disponibilidad de los futuros sobre índices.
Los inversores en ETF deben tener en cuenta el efecto que tienen esas variables relacionadas con los inventarios sobre los diferenciales de compra y venta de los ETF. Hay otros factores estructurales que también pueden contribuir a influir en la liquidez de los fondos, como la organización de la liquidez adoptada por el emisor del ETF, es decir, el número de relaciones con creadores de mercado y participantes autorizados y la flexibilidad del mecanismo de creación/reembolso. El marco de investigación presentado por Calamia, Deville y Riva debería servir como una valiosa guía para los inversores que sopesen invertir en ETF y deseen comparar fondos.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto de Tim Evanson
. Estados Unidos parece desacelerarse pero el alza de tipos en diciembre sigue en las cartas
De acuerdo con el área de Inversiones de SURA México, “los recientes datos económicos estadounidenses apuntan a una ligera baja en el dinamismo económico, lo que podría generar presión en el ánimo del mercado en las próximas sesiones”. No obstante, la gestora señala el que el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal, subrayó en sus minutas, publicadas la semana pasada, que “podría ser apropiado» elevar la tasa de interés de referencia en diciembre, notando que, el ritmo de aumento para normalizar su política monetaria sería gradual, lo que los mercados descontaron como positivo.
La próxima reunión de política monetaria que llevará a cabo el comité del banco central más importante del mundo tendrá lugar los próximos 15 y 16 de diciembre, y según el consenso de analistas existe un 70% de probabilidad que, aún con los datos recientes, se de un alza en los tipos.
Eso sí, al ver los bonos del tesoro a 10 años notamos que estos han bajado luego del 2,35 reciente lo que indica que la probabilidad de un alza también ha bajado ligeramente, pero sigue siendo muy alta. De hecho, los comentarios del presidente de la Fed de San Francisco, John Williams, del sábado pasado, en los que comentó que la Reserva Federal está lista para subir la tasa de referencia en la próxima reunión, llevaron al dólar a máximos de siete meses el lunes.
Mientras tanto en México, y a pesar del entorno global desfavorable, los datos relacionados al crecimiento económico han mejorado “gracias a las solidas exportaciones [a EEUU] y un crecimiento en el consumo interno” señala Sura. La gestora espera que los datos favorables, y la tendencia positiva continúen así “gracias al consumo mas dinámico, además de las ventas del buen fin y la estacionalidad que se presenta en el cuarto trimestre del año”. Sin embargo recomiendan tener cautela en las exposiciones al país azteca.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jacinta Lluch. BlackRock, Aviva y Amundi: las gestoras que más captaron en octubre en Europa
En el informe de octubre de Lipper Thomson Reuters, sobre las tendencias en los flujos netos de entrada de activos en los fondos europeos, Detlef Glow, responsable de área de investigación para la región de Europa, Oriente Medio y África, destaca el aumento del apetito por el riesgo por parte de los inversores, en contraste con meses pasados.
En el mes de octubre, la industria europea de fondos mutuos disfrutó de unas entradas netas de 20.600 millones de euros en fondos de inversión a largo plazo. Los fondos de renta variable fueron el activo con mayor número de ventas con cerca de 15.700 millones de euros en nuevas subscripciones, seguido por los fondos alternativos UCITS con 4.100 millones de euros, los fondos de activos mixtos con 1.900 millones de euros y los fondos de bonos con 700 millones de euros, demostrando en este mes una clara preferencia de los inversores por los activos con más riesgo. Así mismo, los fondos inmobiliarios y los fondos que invierten en materias primas crecieron en 300 y 20 millones de euros respectivamente. La única clase de activo que experimentó salidas fueron los productos englobados dentro de la categoría “otros”, con una salida de 2.100 millones de euros.
También fue un buen mes para los fondos de mercado de dinero que registraron entradas netas de 25.100 millones de euros, acercándose a los 45.500 millones de euros de suscripciones en lo que va de año. Esta entrada de flujos llevó al total de las ventas de fondos mutuos de inversión en Europa a alcanzar la cifra de 340.400 millones de euros en el transcurso del 2015.
En cuanto a qué mercados han registrado un mayor número de entradas netas en sus fondos de inversión, Francia encabeza la lista con 19.400 millones de euros, seguido de cerca por Irlanda y Luxemburgo, países con una extensa tradición en el registro de fondos de inversión, con 17.000 y 7.800 millones de euros respectivamente. Le siguen Alemania con 2.200 millones y Bélgica con 7.800 millones de euros. Por el contrario, Reino Unido, Países Bajos y España vieron salidas de flujos en sus fondos, con 1.700 millones de euros en salidas para los británicos, 500 millones para los holandeses, y 300 millones para los españoles.
Las mejores gestoras en ventas en Europa
BlackRock fue la gestora que más flujos de entrada recibió en octubre, con 5.740 millones de euros, seguida muy de cerca por la cantidad registrada por Aviva con 5.690 millones de euros, y por Amundi con 4.390 millones de euros.
Teniendo en cuenta el tipo de activo, BlackRock, JP Morgan, UBS y Aviva lideraron las ventas en fondos de renta fija con 3.100 millones de euros para la gestora presidida por Larry Fink, 900 millones para JP Morgan y UBS, y 800 millones para Aviva. BlackRock también encabeza la clasificación de fondos de renta variable con 2.700 millones de euros, tras ella KBC con 1.300 millones, Vanguard con 900 millones, JP Morgan con 800 millones, y Schroders con 700 millones. Entre los fondos mixtos, destaca la gestora francesa DNCA Finance con 500 millones de euros, junto con JP Morgan y Pioneer Investments con 400 millones, y por último Allianz con 200 millones de euros.
Los diez mejores fondos en ventas en Europa
Los diez “super-ventas” acumularon entradas netas de flujos de 3.700 millones de euros en octubre. Siendo el ETF iShares Core Euro Stoxx 50 UCITS, el fondo individual más vendido en el mes de octubre, con 460 millones de euros. Seguido en la clasificación, el UBS MSCI Emerging Markets SF UCITS con 393 millones, y el JP Morgan Managed Reserves con 378 millones.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ged Carroll. La guerra de divisas continúa cinco años después de la crisis financiera
El término “guerra de divisas” puede sonar sensacionalista, pero la serie de devaluaciones competitivas vistas en los mercados mundiales durante los últimos años ha dado continuidad a esta batalla.
La Reserva Federal disparó primero
Fue Estados Unidos quien realizó el primer disparo en 2008 cuando la Reserva Federal introdujo el programa de expansión cuantitativa en medio de la crisis financiera mundial. Siguió con el refuerzo de posteriores QE en 2010, que acabó en una protesta de los bancos centrales de los mercados emergentes, que temían una oleada de flujos de capital en sus economías. Ese era un peligroso efecto secundario que tenía el potencial de desestabilizar estas economías a largo plazo fomentando la mala asignación de capital, un crecimiento de crédito excesivo, una inflación del precio de activos y unos valores de moneda inflados.
Cuando observo el panorama económico mundial cinco años más tarde, parece que los temores de aquellos banqueros de los mercados emergentes estaban bien fundados. Tras años de entrada de capitales a las economías emergentes, los flujos están ahora revirtiéndose rápidamente, a menudo dejando una ola de volatilidad a su paso. El resultado ha sido una fuerte depreciación del tipo de cambio para las economías emergentes más débiles, junto a un aumento de los costes por intereses del dólar estadounidense. En muchos casos, la depreciación de la moneda ha llevado a presiones de inflación importada, que, en combinación con el débil crecimiento a causa de los reducidos flujos de crédito, ha creado condiciones económicas estanflacionarias.
Esto ha puesto a muchos banqueros centrales de los mercados emergentes en un apuro extremadamente difícil. No pueden flexibilizar la política monetaria para estimular el crecimiento como harían normalmente en una situación así, pues eso posiblemente empeoraría las cosas para ellos con respecto a las salidas de capital. Pero tampoco pueden permitirse correr el riesgo de avivar las presiones de inflación todavía más. Este fundamental y desfavorable telón de fondo que actualmente caracteriza a las economías de Brasil, Turquía y Sudáfrica, tiende a crear un bucle de reacciones negativas, que comienza con un débil crecimiento, un aumento de las salidas de capital, unos valores de moneda más bajos, una mayor inflación importada, una política monetaria más restrictiva y al final un crecimiento aún más débil, en respuesta a todos estos acontecimientos; ninguno de los cuales es bueno para los valores de activos, solo complican aún más las cosas.
¿Qué podría romper el círculo?
La buena noticia es que muchas divisas emergentes están infravaloradas en comparación con las medidas a largo plazo del valor razonable. Esto podría ayudar a apoyar la competitividad de sus exportaciones, a pesar de las bajadas de las divisas de otras grandes economías orientadas a la exportación, incluyendo Alemania, Japón y China, donde la depreciación de las divisas ha sido menos grave. La otra variable clave es el crecimiento mundial más fuerte. La mayoría de economías de mercados emergentes dependen en cierta medida de la demanda exterior. Es más, un mejor crecimiento mundial puede subir el ánimo de los inversores y hacer que estén más dispuestos y se sientan más cómodos invirtiendo en economías emergentes atribuladas que necesitan desesperadamente su capital.
Veo bolsas de valor en los activos de mercados emergentes hoy en día. Sin embargo, por ahora, por lo general todavía necesitan urgentemente un catalizador fundamental para ayudarles a desbloquear la oportunidad.