Photo: Caio Bruno. Brazil’s Slumping Economy Likely To Decline Further
En 2015, los flujos de capital a los mercados emergentes cayeron casi un 25% en los portfolios, volviendo a los niveles previamente vistos en el verano de 2010. Esta disminución refleja las salidas de capital tanto por los no residentes y, algo nuevo, como por los residentes. En su último análisis, el equipo de Amundi ha detectado que este fenómeno ha sido más significativo en los mercados de renta variable que en los mercados de bonos. “Los factores responsables no son nuevos, pero se han intensificado a lo largo de este año”, dice Julien Moussavi, estratega y analista económico en Amundi.
En el ámbito doméstico, enumera el experto, la falta de vigor en el crecimiento de los mercados emergentes, las preocupaciones sobre la desaceleración de China, la caída de los precios de las materias primas y el aumento de riesgo inherente en Europa del Este y en Oriente Próximo han aumentado la aversión al riesgo. A nivel más global, la divergencia de las políticas monetarias ha intensificado la volatilidad en unos mercados abarrotados de incertidumbres.
En general, en comparación con las salidas masivas de capital que siguieron al anuncio del tapering de la Fed en mayo de 2013, los flujos de salida (en volumen) en 2015 han sido de una escala similar en los mercados de renta variable emergentes (-28,2% este año frente al -30,7% post-tapering), pero menos intensa en los mercados de bonos emergentes (-18,7% este año frente al -41,1% post-tapering). “Además, la fuga de capitales sufrida tras tapering de la Fed no ha tenido tiempo de recuperarse por completo y, sin embargo, un nuevo movimiento a la baja ha estado en marcha desde el otoño de 2014. Sin embargo, estos hechos son algo diferentes entre las regiones emergentes y clases de activos”, apunta Moussavi.
En los mercados de renta fija, los países emergentes de Asia han visto salidas de capital mucho menos acusadas que las de América Latina o la región de EMEA. La razón es que los mercados emergentes más afectados por las recientes turbulencias han sido los que sufren, entre otros factores, altos déficits por cuenta corriente, mayor incertidumbre política y/o alta exposición a materias primas. Es decir, Brasil, Rusia, Sudáfrica y Turquía, por ejemplo.
En los mercados de renta variable, las salidas de capital han sido más significativas, también en las economías emergentes de Asia aunque en este caso, por razones equivocadas. El estallido de la burbuja especulativa en los mercados de renta variable chinos este verano ha planteado nuevas preguntas sobre la desaceleración en China y provocó flujos de salida importantes, que afectaron a todas las bolsas de los emergentes asiáticos de una forma mayormente indiscriminada. Los mercados de renta variable de América Latina y de EMEA también se han visto afectados por las salidas de capital en 2015, pero en menor medida.
En 2016, Amundi cree que los flujos de capital de los portfolios a los mercados emergentes recuperarán los niveles de 2015, aunque sin una tendencia clara, mientras los riesgos deberían seguir lastrando. “De hecho, es probable que las fuentes de incertidumbre vistas en 2015, persistan en 2016”, estima el analista de la firma, que recuerda además que las perspectivas de crecimiento de los mercados emergentes se mantienen muy por debajo de las tendencias históricas, como evidencia la desaceleración en China y las recesiones en Rusia y Brasil. A esto se suma que los precios de las materias primas podrían seguir siendo bajos durante mucho tiempo, mientras los riesgos geopolíticos y la divergencia de las políticas monetarias en los mercados desarrollados siguen siendo una fuente importante de incertidumbre.
Por último, desde un punto de vista técnico, las empresas de los mercados emergentes siguen estando muy expuestas al riesgo de divisa, sobre todo en los mercados de bonos. En los mercados de renta variable en 2015, las salidas de capital fueron significativas en los mercados emergentes, pero aún podrían recuperarse en el 2016; sin embargo, la cautela sigue siendo necesaria dados los riesgos vistos a corto plazo, concluye Moussavi.
Photo: Fut Und Beidl. Groundhog Day for Financial Markets
Los mercados financieros han soportado su propia versión del Día de la marmota en los últimos meses: los tres temas que preocuparon a los inversores a principios de año —conocer el momento preciso en que la Fed subirá los tipos de interés, el moderado ritmo de crecimiento mundial y la incertidumbre macroeconómica actual en China— no están ahora más cerca de su resolución de lo que lo estaban en verano. Por consiguiente, tal vez valga la pena considerar qué ha cambiado en los mercados y qué no.
La Fed, por su parte, se ha esforzado sobremanera por tratar de sostener la importancia de su reunión sobre política monetaria de diciembre (los actuales precios de mercado indican que en diciembre es probable una subida de tipos, mientras que dicha probabilidad era inferior al 30% antes de la reunión de octubre). No obstante, sigue resultando imposible predecir con total seguridad si la Fed actuará o no antes de finales de año, dado el descenso estacional de la liquidez del mercado de la que somos testigos en diciembre. Los críticos de la Fed argumentarían que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) ha sido simplemente demasiado transparente, y que los responsables políticos se han metido en un callejón sin salida. Si el propio FOMC no está seguro de qué debe hacer, se revela imposible que alguien prediga con cierta precisión qué hará la Fed.
Mientras que los movimientos (o falta de ellos) de la Fed han ocupado la mayor parte de las columnas de prensa en las últimas semanas, tal vez lo más preocupante sea la atonía que reflejan los datos económicos a escala mundial. La crisis de Lehman Brothers se produjo hace más de siete años y, pese a ello, aún reviste cierta dificultad detectar indicios de una recuperación cíclica tradicional.
Por el contrario, la preocupación actual de los mercados estriba en la sobrecapacidad de China y qué significará esto no solo para los productores de materias primas y energía, sino también para la rentabilidad industrial en general. Si bien no prevemos una recesión económica, está claro que una serie de sectores mundiales atraviesan una situación bastante complicada, que seguramente empeorará. Hablar de una recesión de los beneficios industriales podría parecer alarmista, aunque puede que no diste mucho de la realidad si se es un productor de equipos de minería o equipos agrícolas, áreas en las que hay un exceso de oferta mundial considerable. Si se fabrica un producto mercantilizado, no diferenciado —como planchas de acero, por ejemplo—, la situación se antoja extremamente complicada y provoca que empresas estén quebrando.
¿Por qué ha sido el crecimiento mundial tan discreto? Una explicación es que mientras que la expansión cuantitativa ha sentado las condiciones (es decir, unos tipos de interés en el entorno del cero) para que las empresas inviertan, las empresas solo cuentan con un incentivo para invertir si creen que existe una demanda por lo que van a producir. Después de la crisis, esa demanda ha destacado por su ausencia, fuera de los mercados emergentes. Por supuesto, como se ha comentado hasta la saciedad, los mercados emergentes están ahora bajo una presión considerable (especialmente los que han basado la expansión de su economía en satisfacer la demanda china de materias primas), lo que significa que las perspectivas de consumo mundial son, en el mejor de los casos, moderadas.
En este contexto, tal vez no sea de extrañar que las empresas hayan optado por reducir costes y utilizar el exceso de efectivo para pagar dividendos (o dividendos especiales) y que últimamente hayan recurrido a la ingeniería financiera (como recompras de acciones) para respaldar sus cotizaciones bursátiles. En un mundo en que es difícil registrar un crecimiento orgánico, cobra mucho más sentido recomprar acciones que comprometerse en proyectos caros a largo plazo que exijan grandes sumas de inversiones de capital y una retribución incierta, como ha ocurrido, muy a su pesar, con muchas empresas de minería.
La falta de confianza empresarial para invertir constituye solo una cara de la moneda. Cuando los precios del petróleo se desplomaron, esperábamos que el consumo se beneficiaría de un dividendo de «energía barata», si bien esto, sencillamente, no ha sucedido del modo que creíamos. ¿Por qué? Creemos que, al igual que las empresas, que se resisten a gastar en proyectos de inversión a gran escala, muchos consumidores están simplemente agradecidos de tener un trabajo en la era poscrisis y, por consiguiente, se están embolsando las ganancias realizadas gracias a los bajos precios de la energía. Tal vez aún más importante, y pese al fortalecimiento de los mercados laborales en países como los EE. UU. y el Reino Unido, el crecimiento de los salarios se ha revelado muy modesto.
Tampoco debemos olvidar que una generación de personas que terminó su educación secundaria o universitaria a finales de la década de 2000 habrá crecido sin conocer nunca el mundo de financiación barata y abundante que existía antes de la crisis de Lehman. El consumo financiado mediante endeudamiento no se está recuperando ni en los EE. UU. ni en otras partes, y esto incidirá de forma notoria en el nivel de aumento del PIB que se registrará el año que viene y los siguientes. En otras palabras: la nefasta alianza de una normativa más estricta, unos mayores costes legales y unos requisitos de capital más exigentes supondrá que los bancos minoristas se parezcan en el futuro cada vez más a las empresas de servicios públicos.
¿Qué significa esto para los inversores? En nuestra opinión, será difícil observar crecimiento orgánico y esto tal vez explique el repunte reciente de la actividad de fusiones y adquisiciones. A las empresas que ya han reducido su base de costes y utilizado operaciones de ingeniería financiera para elevar su cotización bursátil no les quedan muchas otras opciones. En efecto, el aumento de las fusiones y adquisiciones y la mayor creatividad de las empresas al configurar sus balances han desembocado en el deterioro reciente de los fundamentales de crédito en los EE. UU.
Puesto que resulta probable que el crecimiento siga siendo deslucido, los tipos de interés se situarán en cotas más bajas durante más tiempo. De hecho, el tipo final de los fondos federales para este ciclo podría alcanzar un mínimo del 2%. En teoría, este hecho favorece a la renta fija, si bien resulta difícil entusiasmarse por la deuda pública dados los niveles actuales de rendimiento y la subida de tipos esperada de la Fed. No obstante, la deuda de alto rendimiento europea sí parece interesante, en vista del considerable diferencial de rendimiento con respecto a la deuda pública y al hecho de que esta clase de activo suele beneficiarse de las fusiones y adquisiciones, a diferencia de la deuda con calificación investment grade.
Una baja tasa de descuento representa, en teoría, un importante factor positivo para la renta variable, aunque todos los puntos expuestos con anterioridad indican que el crecimiento económico y, por ende, los beneficios, seguramente serán más bajos de lo que serían si parte del exceso de capacidad productiva mundial se hubiera eliminado. Creemos que un enfoque selectivo en renta variable dará sus frutos, especialmente habida cuenta de que existen pocas probabilidades de que las preocupaciones sobre el crecimiento chino remitan pronto. También creemos que los inversores se centrarán más en las valoraciones y en los fundamentales a medida que la liquidez mundial siga disminuyendo, y en ese entorno los inversores deberían estar preparados para llevarse más decepciones con respecto a valores específicos. En el futuro, la Fed no actuará como asegurador de los mercados bursátiles y pese a la probabilidad de que el BCE siga tomando medidas, ya no habrá una marea ascendente de expansión cuantitativa mundial que levante a todos los barcos.
Mark Burgess es director de Inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle Investments.
Foto: José María Buxeda, Dentons. Foto cedida. Dentons aterriza en Latinoamérica de la mano del despacho colombiano Cárdenas & Cárdenas y el mexicano LVHS
El despacho de abogados internacional Dentons ha anunciado que por primera vez se establecerá en Latinoamérica y el Caribe, a través de la posible fusión con los despachos Cárdenas y Cárdenas en Colombia y López Velarde, Heftye y Soria (LVHS) en México. El anuncio se produce tras la reciente noticia sobre las posibles fusiones en la región del Pacífico, con el despacho Gadens en Australia y Rodyk en Singapur, y la formalización de la fusión histórica en China, lo que ha convertido a Dentons en la firma de abogados más grande del mundo.
«Latinoamérica y el Caribe tienen un papel muy relevante para nuestros clientes, al ser una región llena de oportunidades», dijo Joe Andrew, presidente global de Dentons. «Entrar en esta región estableciéndonos en dos de las cuatro principales economías, y además con firmas que están alineadas con el alto nivel de servicio y calidad que nuestros clientes esperan, es clave para cumplir con nuestra estrategia de contar con abogados locales, allí donde nuestros clientes lo necesiten».
“Además del liderazgo de cada uno de estos despachos en sus respectivos mercados, ambas firmas aportan una gran experiencia en las áreas de práctica y sectores ya existentes en Dentons”, dijo Elliott Portnoy, CEO global de Dentons. «La mayoría de nuestros clientes están haciendo negocios en México, Colombia y en toda la región por lo que una unión con Cárdenas & Cárdenas y LVHS añadirá a Dentons más de un siglo de experiencia en la región además de un importante conocimiento en las principales áreas».
Bernardo Cárdenas, socio director de Cárdenas & Cárdenas, comenta que “al habernos consolidado como una firma líder en Colombia durante los últimos 100 años, y uno de los primeros despachos en trabajar con inversores extranjeros en el país, hemos decidido dar el siguiente paso. Estamos convencidos de que la globalización de los servicios jurídicos es una realidad y por lo tanto, unirnos a una firma tan destacada como Dentons y con una amplia cobertura geográfica, es la decisión acertada. Esta unión nos dará acceso a un alcance global y a un conocimiento técnico sin igual, lo que va a beneficiar a nuestros actuales y futuros clientes mientras que, al mismo tiempo, seguiremos manteniendo nuestro nivel de calidad como hasta ahora».
Rogelio Lopez-Velarde, presidente y socio fundador de LVHS, destaca que “después de casi 20 años de liderazgo en México ofreciendo servicios jurídicos en temas de energía, infraestructura, telecomunicaciones y otras industrias, estamos convencidos de que incorporarnos al mayor despacho del mundo, que a su vez se ha posicionado de forma prominente tan rápidamente en el mercado legal a nivel global, aumentará significativamente nuestras capacidades y nos permitirá continuar ofreciendo en México servicios jurídicos basados en la excelencia a clientes internacionales, y a compañías mexicanas allí donde Dentons tenga presencia».
Dentons ya indicó su firme compromiso con la región el año pasado, cuando el despacho nombró a Jorge Alers como su CEO para América Latina y el Caribe. Alers, que se incorporó a Dentons después de haber ejercido como asesor jurídico y gerente general del departamento legal del Banco Interamericano de Desarrollo, se ha centrado en ayudar a la firma en conseguir su objetivo en relación con las fusiones en México, América Central, Latinoamérica y el Caribe.
En dos semanas, el Comité Federal del Mercado Abierto de la Fed (FOMC) se reunirá por última vez en 2015. En sus dos últimos encuentros, la Fed desafió las expectativas de muchos inversores que esperaban la primera subida de tipos desde 2006, citando principalmente amenazas financieras de carácter global. ¿Será esta vez será diferente?
El mercado parece pensar que sí: A 30 de noviembre de 2015, el mercado adjudica un 74% de probabilidades de que haya un aumento de tipos de interés en diciembre. Desde Eaton Vance, Eric Stein, CFA y co-director de Global Income, estima que las probabilidades podrían estar en realidad por encima de esa cifra. Una análisis exhaustivo de las últimas actas de la Fed deja claro que el organismo que preside Janet Yellen quiere iniciar la subida de tipos más temprano que tarde, y los datos económicos respaldan esa decisión. Aunque los datos conocidos últimamente han sido mixtos, hay que tener en cuenta que:
Los últimos datos de empleo publicados son bastante alentadores, y el mercado laboral de Estados Unidos sigue siendo, en general, fuerte. Un mercado laboral como este, no es consistente con los tipos de interés cercanos a cero, al menos a corto plazo.
Aunque la inflación se sitúa por debajo del objetivo ahora mismo, la Fed está ‘razonablemente segura’ de que podrá alcanzar la meta. Además, algunos de los efectos de base como consecuencia de la pronunciada caída de los precios del petróleo vista desde finales de 2014 podrían empezar a perder fuerza haciendo que la inflación suba en 2016.
“Sin duda, no hay que dar por hecho una subida de tipos de interés en diciembre, y todavía hay muchos escépticos que creen que la Fed va a esperar hasta la primera mitad de 2016 o incluso más tarde. Dicho esto, en Eaton Vance creemos que las razones que podrían disuadir a la Fed de la subida en un par de semanas son bastante pocas”, explica Stein.
En este sentido, la firma cree que tendría que ser algo realmente malo o inesperado. Por ejemplo, una fuerte caída en la próxima tanda de datos económicos o una significativa oleada de ventas en los mercados financieros mundiales. Eventos impredecibles, como los recientes ataques terroristas en París, son ciertamente trágicos y tienen significado desde una perspectiva geopolítica, pero en lo que se refiere a la política monetaria de la Fed, todo se centra en el estado de la economía estadounidense.
“Es probable que la primera subida de tipos en casi una década, esté por llegar este mes. Creemos que los mercados podrían comportarse de forma volátil en los próximos meses, ya sea debido a la Fed, a China, a cuestiones geopolíticas o alguna combinación de todas. En este tipo de contexto, seguimos creyendo que muchos inversores pueden beneficiarse de contar con una estrategia de income flexible que puede adoptar posiciones largas y cortas en países de todo el mundo”, concluye el experto de Eaton Vance en el blog de la compañía.
Foto cedida. Ignacio Deschamps, nuevo director general para Banca Digital Global de Scotiabank
Ignacio Deschamps, líder de la banca internacional de Scotiabank y quien pasara 22 años en BBVA Bancomer ha sido nombrado asesor estratégico y director general para Banca Digital Global en Scotiabank, efectivo a partir del 4 de enero.
Deschamps tendrá sus oficinas en Nueva York y Toronto y desde ahí, se encargará de perfeccionar una hoja de ruta de banca digital y de priorizar inversiones y recursos para acelerar la transformación digital del Banco. Además de trabajar en estrecha colaboración con Porter y otros líderes en las líneas de negocios del Banco, Deschamps trabajará de cerca con los cojefes de tecnología Michael Zerbs y Kyle McNamara para acelerar la transformación digital de Scotiabank, reinventar y simplificar la experiencia del cliente y digitalizar los sistemas y procesos del banco en todo el mundo.
Brian Porter, presidente y director general del banco canadiense comentó que “Ignacio es un banquero global talentoso y con mucha experiencia. Su liderazgo para impulsar las tendencias de banca digital, y su vasta experiencia bancaria en mercados clave en América Latina, serán un enorme beneficio para Scotiabank”.
. Tasas de depósitos o artillería pesada para sorprender al mercado: ¿Qué hará Draghi?
Diciembre será un mes cargado de reuniones de los bancos centrales. El Banco Central Europeo (BCE) cogerá el testigo hoy jueves. La pregunta ahora no es si va a optar por una nueva flexibilización de la política monetaria, sino más bien de qué proporciones estamos hablando de dicha flexibilización, comenta Christopher Dembik, analista financiero de Saxo Bank. Durante las últimas semanas, muchos miembros del BCE han preparado el terreno: Ewald Nowotny, el gobernador del Banco Central de Australia, una vez más ha marcado el riesgo de entrar en una situación al estilo de Japón. Y Peter Praet, economista jefe del BCE, ha reiterado la eficiencia de las tasas negativas que incluso tenía un impacto positivo en la rentabilidad de los bancos. Pero esto aún no se ha demostrado, dice el experto.
En su opinión, los tres escenarios principales que son posibles esta semana son los siguientes:
1.Una bajada de la tasa de depósitos para dejar más margen a una mayor flexibilización. Hasta la fecha, la tasa de depósito parece ser el instrumento privilegiado del BCE. «Nuestro escenario base se basa en una disminución de 10 a 20 puntos básicos de este último, lo que significa que van de -0,20% a -0,30%/-0,40%. Tal decisión estaría en línea con las expectativas del mercado». Hay tres argumentos principales en favor de una acción mínima para diciembre, dice: el nivel del euro está indiscutiblemente cómodo para la institución -la tasa de cambio óptimo para el BCE se mantiene en un rango entre 1,12 y 1,15 para el euro-dólar (EURUSD)-; los recientes indicadores del PMI compuesto se relacionan más a una postura de política monetaria más restrictiva que a un período de flexibilización monetaria; el BCE necesita mantener un poco de munición en caso de deterioro de la inflación en la zona euro o pánico del mercado a raíz de la probable subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
A mediados de noviembre, en la audiencia ante el Parlamento Europeo, Mario Draghi, expresó su preocupación por una desaceleración en el aumento de la inflación para el año 2016. A diferencia de su predecesor al frente del BCE, Draghi se basa en la inflación subyacente para medir la evolución futura de los precios en la zona euro. Jean -Claude Trichet, antiguo presidente del BCE, pensaba que el último no era un indicador fiable. Desde su punto más bajo en el 0,6% a principios de año, el HICP aumentó en octubre para llegar a una cifra récord de 1,1%, un nivel no visto desde hace dos años. «Los miedos de un estancamiento de la inflación subyacente durante el año 2016 no son totalmente infundadas; sin embargo, la aceleración pronunciada está lejos de haber terminado. Es muy probable que veamos un aumento hasta el 1,3%. Por tanto, no hay necesidad real de una intervención urgente. Una nueva evaluación en la primavera de 2016 del sistema existente dejaría tiempo suficiente para que el BCE obtenga más datos sobre el panorama económico de la zona euro y para ajustar su política monetaria a la velocidad de la tasa de crecimiento en EE.UU. Entonces, el BCE sólo estaría en condiciones de decidir si extender o no el BCE más allá de septiembre de 2016 y/o fortalecerlo aún más», explica el experto.
2. Se introduce una tasa de depósito en dos niveles para meter más presión a los bancos. El BCE trabaja lógicamente con un rango amplio de herramientas que puede incluir, en concreto, una tasa de depósitos de dos niveles. Esto consistiría en imponer diferentes tasas de depósitos basadas en el exceso del nivel de reservas depositados por los bancos a los bancos centrales. Los bancos con altos niveles de exceso de reserva, sobre todo los grandes bancos europeos que utilizan ampliamente las herramientas de depósito, estarían sujetos a una tasa de depósito más negativa que los bancos con un nivel menos importante de reservas en exceso.
«La idea es, una vez más, empujar a los bancos a prestar dinero. En vista de este enfoque se podría sugerir tener una tasa de depósito inicial en -0,30% y una tasa de depósito «punitiva» en -0,40%. No está claro si este sistema sería muy eficaz, a menos que se introduzca cada vez más la tasa de depósito «punitiva». En el caso de que esta medida se utilice a partir de este mes, sería, en todo caso, una medida de una complejidad sin precedentes en la política monetaria que reflejaría el desorden de todos los bancos centrales, al no poder aumentar significativamente la inflación y el crecimiento».
3. Lanzamiento de un nuevo «bazuca» monetario para sorprender a los mercado. «Dado que un estancamiento de la inflación es inevitable de cara al próximo año, y porque el QE sigue en marcha, el BCE podría decidir la creación de una onda de choque con el lanzamiento de un nuevo «bazuca» monetaria. Aún están disponibles muchos ajustes en el programa de rescate de activos: su extensión, el aumento de las compras mensuales, la introducción de nuevos activos, así como los bonos emitidos por las autoridades locales, o dejar caer el límite de compra del 25% de los bonos soberanos con calificación AAA».
Según Saxo Bank, el BCE podría tratar de aprovechar el elemento sorpresa. «La modificación del QE podría ir de la mano de una disminución de la tasa de depósito a fin de maximizar el impacto psicológico en los actores económicos de las nuevas medidas del BCE. A corto plazo, parece muy poco probable este escenario, ya que requeriría un gran consenso entre el banco central y la información de apoyo a la necesidad de actuar lo más rápido posible», dice. Porque, a día de hoy, las conversaciones sobre este asunto sólo están en una etapa muy preliminar y los miembros alemanes del BCE, Jens Weidmann y Sabine Lautenschläger, están en contra aún de imprimir más dinero. «Además, este escenario presupone que existe un riesgo claro: si siempre esperamos que se sorprenda a los mercados, llega un momento en que no hay nuevas herramientas que se puedan utilizar y seguramente el BCE decepcionaría».
Los límites de la expansión de la política monetaria
En los últimos años, se ha hecho muy difícil anticipar los cambios de la política monetaria. Se ha vuelto cada vez más difícil saber cómo los bancos centrales están analizando los datos macroeconómicos. El deseo, para algunos de ellos, incluido el BCE, para responder siempre de forma proactiva las expectativas del mercado es un tanto desconcertante, dados los más magros resultados de la política expansiva. La zona euro se enfrenta a una paradoja: la política monetaria nunca ha sido tan servicial, y sin embargo, la actividad no ha tenido tanto éxito. «El efecto más positivo de una de las intervenciones del BCE fue la depreciación del euro. Para Francia, una disminución del 10% del euro se tradujo en un aumento de las exportaciones, alcanzando hasta un 8% para el sector del automóvil y en aproximadamente de 20.000 a 30.000 nuevos puestos de trabajo. La caída del euro coincide con las tasas de interés del mercado de bonos, que se encuentran en sus niveles más bajos. Hoy en día, el 30% de los bonos soberanos de la zona euro tienen rendimientos negativos. Para Alemania: más del 50% de los bonos soberanos se ven afectados».
En opinión del banco, a pesar de estos aspectos positivos, el crecimiento sigue siendo débil y una inflación baja en comparación con el objetivo del banco central. «Es hora de reconocer que, en la actualidad, la política monetaria ya no es la palanca más eficiente. Mario Draghi implicaba esto al final de noviembre cuando subrayó el hecho de que un aumento en el crecimiento de los salarios nominales en los sectores de servicios reforzaría la subida de la inflación. Este mensaje se dirige principalmente a Alemania y es probable que el país vaya a hacer oído sordos».
El baile de los bancos centrales
El diferencial de la política monetaria, a ambos lados del Atlántico, tiene un impacto significativo en los mercados financieros. Esto lógicamente debería inducir a la volatilidad del tipo de cambio adicional, lo que podría conducir a una disminución del euro y un movimiento más cerca de la paridad con el dólar. El análisis técnico destaca esencialmente el principal apoyo psicológico para la zona de 1,0450 a 1,0500, lo que limita las posibles tendencias bajistas. Si el nivel era romper, las posiciones cortas de opciones muy probablemente estimularán al par a perder varios cientos de pips en un corto tiempo. La paridad volvería a estar a la vista. Si no se logra a finales de diciembre de este año, será durante 2016 como resultado de la divergencia inevitable de los tipos de interés.
Y vendrán más medidas: a aíz de la intervención del BCE y especialmente de la Fed, se espera un gran ajuste de la política monetaria. El Banco Nacional de Suiza podría, tan pronto como el 10 de diciembre, fortalecer su sistema para luchar contra la apreciación del franco suizo al reducir su tasa de depósitos a un nuevo mínimo, al 1,0%. «Los mercados emergentes, más dependientes de la Fed que del BCE, podrían esperar hasta el 16 de diciembre antes de actuar. En este contexto, Turquía podría ser uno de los principales países emergentes en subir sus tipos. Diciembre de ninguna manera debería ser una réplica de enero de 2015. Ningún banco central debe realmente sorprender a los agentes del mercado. Por otra parte, los bancos centrales han entendido claramente que una verdadera coordinación de las políticas monetarias a nivel mundial se está implementando en torno a las zonas de cambio dólar/euro».
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Diego J Valdivia. La Bolsa de Santiago y Diligent Corporation desarrollan un seminario sobre gobiernos corporativos
Como parte del interés de la Bolsa de Santiago por promover la transparencia y confianza en el mercado de capitales, el próximo jueves 3 de diciembre realizará, junto a Diligent Corporation, un seminario sobre “gobiernos corporativos”, dirigido a empresas emisoras.
El evento contará con la presencia de Juan Andrés Camus, presidente de la Bolsa de Santiago, y de Vivianne Blanlot, presidenta del Consejo para la Transparencia. También participará Richard W. Leblanc, académico de Harvard y especialista en la materia, quien expondrá sobre las últimas tendencias de gobierno corporativo en Norteamérica, además de los beneficios de la aplicación de dichas prácticas en empresas de la región.
La cita tendrá lugar en el hotel Double Tree Hilton, situado en la Avenida Vitacura, 2727, en Las Condes, el próximo jueves 3 de diciembre a las 8:30 de la mañana.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ericsson. BTG Pactual anuncia la salida de André Esteves de su posición de control
Siguen los movimientos en el mayor banco independiente de América Latina, tras la detención y posterior renuncia de André Esteves por su supuesta obstrucción de investigaciones dentro de la operación Lava-Jato, el empresario que fundó BTG Pactual se estaría deshaciendo de su posición de control en la entidad, según informa OGlobo.
BTG Pactual informó en un comunicado que André Esteves se deshizo de su participación mayoritaria mediante un canje de acciones entre el ex-directivo y socio fundador, y los llamados “Top Seven Partners”, grupo compuesto por Marcelo Kalim, Roberto Balls Sallouti, Pérsio Árida, Antonio Carlos Canto Porto Filho James Marcos de Oliveira, Renato Monteiro dos Santos, y Guillherme da Costa Paes. Siendo Pérsio Árida el nuevo CEO interino del banco, y Marcelo Kalim y Roberto Balls Sallouti co-gerentes generales.
André Esteves, que controlaba un 28,8% del capital de la firma, realizó el cambio de acciones con derecho a voto, por acciones sin derecho político. La salida de Esteves ha sido interpretada como una forma de restaurar la credibilidad de BTG Pactual. El cambio de control propietario está sujeto a la aprobación del Banco Central de Brasil.
Por otra parte, en su intento por conseguir una mayor liquidez, el Grupo BTG Pactual vendió su participación en Rede D´Or Sao Luiz SA, la mayor cadena de hospitales de Brasil por unos 618 millones de dólares, a un fondo soberano de Singapur, GIC Pte.
Foto: De izquierda a derecha, José María Casado, Ramón Jáuregui y Valentí Pich /Foto cedida. Economistas internacionales reclaman una alianza estratégica entre la UE y América Latina que garantice la gobernabilidad mundial
Más de un centenar de economistas de los diecinueve países que integran el Comité de Integración Latino Europa – América (CILEA) se reunieron el pasado 27 de noviembre en Santiago, para evaluar el estado de las relaciones de cooperación entre la Unión Europea y América Latina.
El XXXI Seminario Internacional de Países Latinos Europa-América, organizado por el Comité de Integración Latino Europa – América (CILEA) tiene por objetivo favorecer una fluida comunicación entre las organizaciones profesionales de economistas de los países latinos.
Ramón Jáuregui, presidente de la asamblea parlamentaria euro-latinoamericana, explicó en detalle la situación actual de las relaciones económicas, sociales y políticas entre ambos continentes. “No vamos a engañarnos, Europa está muy mal y gravemente dañada”. En este sentido, Jáuregui señaló que la imprevisibilidad de los acontecimientos mundiales condiciona la política. Así, destacó que Europa afronta una grave crisis en diferentes ramas y de desconocidas consecuencias. “El terrorismo, el fenómeno migratorio, la estructura y organización de base de la Unión Europea, los problemas de gobernanza económica de la unión monetaria y los movimientos anti europeístas están afectando de manera peligrosa a Europa”.
El eurodiputado sostuvo además que la Unión Europea no ha estado a la altura en el mantenimiento de las relaciones históricas con América Latina, “Europa se mira demasiado el ombligo y descuida los problemas externos. La política europea no acompañó al marco histórico de cooperación con las regiones latinas y esto fue aprovechado por China para incursionar en esos países”. Como conclusión, Jáuregui manifestó que las relaciones entre Europa y América Latina deben caminar hacia el establecimiento de “una alianza estratégica que garantice la gobernabilidad mundial y favorezca una sociedad civil interrelacionada”.
Diversos retos
Para José María Casado, coordinador del encuentro y director de Relaciones Internacionales del Consejo General de Economistas, las actuales relaciones económicas entre Europa y América Latina “se debaten dentro de un marco de continua profundización”.
En este sentido, apuntó que la “Unión Europea y América Latina cuentan con una larga trayectoria de diálogo económico-político y de cooperación birregional en la que el desarrollo, en sentido amplio, ha ocupado un lugar central. La asociación estratégica birregional entre la Unión Europea y América Latina jugará un papel importante en la agenda global del desarrollo post-2015 en varias dimensiones que hacen referencia, en primer lugar, a su visión sobre la democracia y su contenido de cohesión e inclusión social; en segundo lugar, a la construcción de un marco político consensuado para la gobernanza mundial del desarrollo y, en tercer lugar, en un dialogo de cooperación birregional que puede impulsar la agenda de objetivos de desarrollo sostenible post-2015, a través de cinco ejes: democracia y cohesión social; regionalismo e integración; educación superior; ciencia, tecnología e Innovación y cambio climático”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: A Guy Taking Pictures. El viento que impulsa los mercados financieros y la economía amaina: las velas de la economía mundial se deshinchan
Se prevé que la economía mundial crezca a una tasa moderada del 3,1% en 2016, en sintonía con su evolución este año. Sin embargo, estas perspectivas aparentemente estables ocultan una brecha entre las tendencias predominantemente positivas en las economías desarrolladas y la desaceleración general en las tasas de crecimiento de la mayor parte de los principales mercados emergentes. «Esta marcada divergencia cíclica plantea un grave riesgo económico y deflacionista en todo el mundo para el que no existe un remedio obvio, ya que el margen que ofrecen las medidas de política monetaria está prácticamente agotado y los precios de las materias primas ya se encuentran en niveles bajos», alerta Janwillem Acket, economista jefe de Bank Julius Baer.
La confianza de Bank Julius Baer en la economía de cara al próximo año radica en sus perspectivas para el consumo privado en las grandes economías desarrolladas del mundo, Estados Unidos, Europa y Japón, que se están beneficiando del aumento del poder adquisitivo de los consumidores y el descenso de las tasas de desempleo. El ciclo alcista en EE.UU. entrará en su séptimo año en 2016 y ya ha dejado atrás su punto álgido. Por el contrario, la recuperación de la zona euro apenas tiene tres años de vida y todavía le queda recorrido.
Persisten los riesgos deflacionistas
Aunque la firma prevé que el crecimiento total en el conjunto de los mercados emergentes será decepcionante, los expertos de Bank Julius Baer siguen confiando en las perspectivas de los dos mayores mercados emergentes: China y la India. El gigante asiático se enfrenta ahora a una nueva realidad. En un futuro próximo, necesitará adaptarse a unos objetivos de crecimiento anual considerablemente más bajos que el ambicioso 6,5 % que fija su nuevo Plan Quinquenal para el periodo 2016-2020. Los dos países son grandes importadores de materias primas y seguirán beneficiándose de los bajos precios de estos productos.
Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en 2014 y 2015, es poco probable que la economía mundial reciba un gran impulso adicional de la caída de las materias primas el próximo año. Lo mismo ocurre con la política monetaria. A pesar de los nuevos recortes en los tipos de referencia en China y la India, los tipos de interés reales en todos los mercados emergentes —a diferencia de las economías desarrolladas— siguen estando relativamente altos y, por tanto, constriñen el crecimiento. “En general, la liquidez está cada vez más restringida en las economías emergentes con déficits en sus balanzas de pagos. Y dado que el ciclo crediticio está bastante avanzado en muchas de esas economías, no se pueden descartar perturbaciones”, subraya el economista jefe de Bank Julius Baer.
No hay motivos para plegar velas
Cinco años de crecimiento deflacionista han empujado a las bolsas hasta nuevos máximos y, al mismo tiempo, han reducido los tipos de interés hasta mínimos históricos y, en algunos casos, por debajo del cero. A la vista de que las previsiones apuntan a un clima económico menos benigno en el futuro, las oportunidades de conseguir rentabilidad que ofrecen las inversiones financieras son inferiores a sus medias a largo plazo.
A pesar de ello, Christian Gattiker, estratega jefe y responsable del departamento de Análisis en Bank Julius Baer, recomienda no perder la perspectiva: «La rentabilidad prevista a medio plazo de las acciones está en el entorno del 5% y los bonos ofrecen rendimientos positivos en términos reales, por lo que no hay razones todavía para salir completamente de las inversiones financieras, sobre todo porque las alzas de los precios se han dado prácticamente en todos los activos reales, desde las subastas de arte hasta los traspasos de futbolistas. Lo único que nos sigue faltando es un abanico de alternativas atractivas».