Foto: BTG Pactual. EFG International AG comprará BSI, la unidad de banca privada suiza de BTG Pactual, por 1.330 millones de francos suizos
EFG International AG ha llegado a un acuerdo para la adquisición de BSI S.A., la unidad de banca privada suiza de la entidad brasileña BTG Pactual SA, por unos 1.330 millones de francos suizos (aproximadamente unos 1.340 millones de dólares), de los cuales 975 millones se entregarán en efectivo y el resto en acciones. BTG tendrá una participación cercana al 20% en EFG y representación en su consejo directivo.
Con esta adquisición, EFG se convertiría en el quinto mayor banco privado de Suiza, por detrás de UBS, Credit Suisse, Julius Baer y Pictet. El intercambio de acciones entre EFG y BTG Pactual convertirían al banco brasileño en el segundo mayor accionista de EFG después de EFG Group, controlado por el billonario de origen griego Spiro Latsis y su familia.
A finales de junio de 2015, EFG International AG supervisaba unos 80.000 millones de francos suizos para sus clientes y sus bancos en Europa, Asia y el Caribe, mientras que BSI tenía unos 82.000 millones de francos suizos en activos bajo gestión.
BTG Pactual, que había completado la adquisición del BSI por 1.250 millones de francos suizos en septiembre de 2015, ha estado vendiendo activos para conseguir capital después de que su anterior CEO, André Esteves, fuera arrestado el pasado mes de noviembre, lo que provocó que los bonos y acciones de la entidad se desplomaran.
“Al combinar las fortalezas complementarias de BSI y EFG, estamos formando un grupo líder global en banca privada con fuertes raíces en todas las regiones idiomáticas de Suiza. Estamos ofreciendo a nuestros accionistas perspectivas atractivas, y la transacción es en el mejor interés del centro financiero suizo», dijo el presidente ejecutivo de EFG International AG con sede en Zúrich, Joachim Straehle, en un comunicado conjunto con BSI, con sede en Lugano.
Marcelo Kalim, co-CEO de BTG Pactual, dijo sobre la transacción: “EFG encaja a la perfección con BSI y la combinación de estos dos bancos es un gran avance en nuestra visión de la consolidación del mercado de banca privada en Suiza. Mantenemos nuestra confianza en este país como centro financiero de wealth management y estamos comprometidos con nuestra inversión a largo plazo en este nuevo campeón financiero suizo producto a la combinación de ambas compañías”.
Las firmas Skadden, Arps, Slate, Meagher&Flom LLP y Lenz &Staehelin actuaron como asesores legales, y Lazard actuó como asesor financiero para BTG Pactual en la transacción.
Foto: Alpstedt, Flickr, Creative Commons. Legg Mason incorpora a Rick Andrews como nuevo responsable de Marketing internacional
Legg Mason Inc. ha anunciado el nombramiento de Rick Andrews como responsable de Marketing internacional, quien dependerá directamente de Matthew Schiffman, responsable mundial de Marketing. Éste trabaja desde la oficina londinense de Legg Mason desde el 22 de febrero de 2016.
Rick Andrews se encargará de desarrollar e implantar la estrategia de marketing de la gestora en toda Europa, Asia, Australia y Sudamérica.
Tras desempeñar de manera provisional la función de responsable mundial de Marketing en Aviva Investors, más recientemente lideró en calidad de consultor la reorganización del departamento de Desarrollo de negocio mundial de la firma.
Rick cuenta con una amplia experiencia y una excelente trayectoria en el sector de la gestión de activos. Aportará a Legg Mason toda la experiencia y saber hacer en gestión y marketing mundial que ha adquirido en su paso por Credit Suisse Asset Management (como responsable mundial de Marketing), BlackRock (responsable de marketing de iShares para Europa y, posteriormente, director regional de Marketing), Cofunds y Merrill Lynch Investment Managers.
«Rick será un valioso activo en la expansión internacional de nuestro negocio —comentó Schiffman—. Nuestra base mundial de clientes precisa mayor capacidad de elección en cuanto a estrategias de inversión, productos, vehículos de inversión y acceso a la distribución y es fundamental que nuestra estrategia de marketing respalde nuestros esfuerzos para brindar esta propuesta. Su dilatada experiencia en una amplia gama de productos de inversión y su profundo conocimiento de las necesidades específicas de los distintos canales de distribución internacionales serán valiosísimos para Legg Mason en nuestro esfuerzo constante por perfeccionar e implantar nuestra estrategia mundial de marketing».
Sobre su nombramiento, Rick Andrews comentó: “No podría incorporarme a Legg Mason en un momento más emocionante. Sus últimas adquisiciones, su compromiso con el negocio de la gestión de activos a escala mundial y su estructura de filiales brinda a la firma una enorme ventaja y la diferencia de muchos otros actores del sector”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Tony Hisgett. Investigating the Market Correction
Después de cualquier oleada de ventas de envergadura invariablemente se intenta racionalizar lo ocurrido tras el evento. «¿De quién es la culpa?». Muchos creen que el detonante de la oleada de ventas fue la decisión en diciembre del Banco Popular de China de medir el valor del renminbi frente a una cesta de divisas en lugar de hacerlo frente al dólar, lo que volvió más fácil devaluar la moneda en alrededor de un 1,4%.
Tal y como sucedió en agosto del año pasado, esto se interpretó como una prueba más de un aumento del riesgo de un aterrizaje brusco de la economía china, y lo inevitable que era realizar una devaluación sustancial con las consiguientes implicaciones deflacionarias. Por muy enormes que sean, parecía que las reservas de divisas corrían el riesgo de verse afectadas por la creciente salida de capitales.
La Junta de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) también elaboró su propia lista de «culpables «. El riesgo de subida delos tipos de interés de la Fed, pese a la evidencia cada vez más alarmante de debilidad en el sector manufacturero estadounidense, junto con el conflicto en las posiciones mantenidas por sus miembros, sugirió que hay una determinación para luchar contra las fuerzas inflacionistas en lugar de las fuerzas deflacionistas.
La caída de los precios del petróleo también se colocó entre los sospechosos, (han estado causando la liquidación de activos en los fondos soberanos y obligando a los bancos a renegociar préstamos), junto con el deterioro de la liquidez, la gestión de riesgos pro-cíclica y la negociación de alta frecuencia. En resumen, los mercados están llenos de convexidad (riesgos de tipos de interés) y son no sólo propensos a los shocks más violentos, si no también de carácter esporádico.
Desde Investec, seguimos esperando un crecimiento débil, pero positivo a nivel global en 2016, y creemos que los riesgos de recesión en las economías desarrolladas clave son exagerados.
En nuestra opinión, la debilidad del precio del petróleo es en gran medida un problema de exceso de oferta más que un indicador de que la demanda ha colapsado. Y aunque es un factor negativo a corto plazo, la debilidad de las materias primas y, especialmente, de los precios del petróleo deberían ser, en última instancia, factores positivos para el crecimiento global. Frente al sector manufacturero, el consumo es un sector mucho más grande y está en mejor forma en los países desarrollados. Un cambio en el equilibrio de la demanda continuará moviéndose a favor del consumo.
Así que, a pesar de la angustia del mercado, nuestra opinión es que la economía china se está desacelerando de manera relativamente comedida y el miedo a una huida de capitales es muy exagerado. Esto no niega que existen desafíos y riesgos a la baja. Si la Fed sube los tipos de interés en línea con las estimaciones más altas, lo hará frente a un contexto de fortalecimiento de la economía de Estados Unidos. Por ahora, a pesar de las rebajas, las expectativas de beneficios empresariales en Estados Unidos, Europa y Japón siguen siendo positivas.
Es la liquidez
La liquidez sigue siendo el reto clave. Las estrictas condiciones monetarias de Estados Unidos y la anticipación de un mayor endurecimiento de los tipos ha provocado que la liquidez en los mercados emergentes pase de ser abundante a ser escasa ahora mismo. Esto ha compensado de manera efectiva la política monetaria más flexible en Europa y Japón. Paradójicamente, las condiciones monetarias globales parecen ser mucho más restrictivas de lo que implica tener unos bajos niveles nominal y real de los tipos de interés.
Contrariamente a lo esperado, el Banco de Japón han ampliado eficazmente su programa de expansión cuantitativa aún más, con la introducción de tipos de interés negativos y el Banco Central Europeo ha dado a entender que podría hacer lo mismo. Un reconocimiento de esto por parte de la Fed en 2016 podría ser decisivo en la reducción del riesgo de obtener resultados más negativos.
El ‘risk-on, risk-off’ ha vuelto
Por lo tanto, creemos que es probable que en los próximos meses veamos un periodo de incertidumbre y transición, no muy diferente al tiempo ‘risk-on, risk-off’ que vivimos entre 2010 y mediados de 2012. La resistencia del portfolio seguirá siendo un tema de especial importancia. Un punto que requiere selección en cuanto a la elección de los activos defensivos. Entre estos, los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo, el yen y el euro son nuestras preferencias actuales. Es interesante que el dólar, que cumplió con este papel durante los últimos tres años, esté perdiendo algo de su brillo frente a otras divisas de los mercados desarrollados. Podría decirse que el dólar se ha movido mucho más allá de lo que está justificado por la actual divergencia en las políticas monetarias.
En nuestra opinión, la renta variable, especialmente después de la reciente debilidad del mercado, no está cotizando con valoraciones excesivas. Las primas de riesgo frente a los bonos son altas, si, como sospechamos, la rentabilidad de los bonos va a permanecer por debajo de lo que consideramos una base estructural. La paciencia puede ser necesaria a la hora de evaluar la valoración de los activos en revisión, como la deuda high yield, las divisas de mercados emergentes y la deuda. Sin embargo, están emergiendo oportunidades selectivas.
Philip Saunders es co-responsable de las estrategias multiactivo de Investec.
Foto: ClarisasZuszan, Flickr, Creative Commons. Es increíble…¿el agua Perrier más cara que el petróleo?
No hace mucho, cuando el precio del crudo se situaba en 140 dólares el barril, un litro de petróleo costaba lo mismo que una botella de Perrier. El desplome de los precios del petróleo por debajo de 30 dólares -antes del último rally vivido-, junto con la estabilidad del precio del agua con gas, nos lleva hoy a una situación inesperada: el petróleo cuesta actualmente cinco veces menos que ese tipo de agua.
Esta divertida constatación, revelada por una gran sociedad de intermediación, no alterará los arbitrajes, ya que el litro de Perrier no cotiza en bolsa. No obstante, la reciente correlación entre precios de las acciones y el precio del crudo resulta más alarmante –no solo en lo referente a los arbitrajes, sino también en relación con la comunidad financiera en general-. Un ejemplo es la caída de precio de los contratos de futuros sobre petróleo que se aceleró el pasado 20 de enero, y el Dow Jones perdió más de un 4%; y después el petróleo se recuperó por la tarde provocando que las acciones subiesen de inmediato. Esta sesión bursátil, excepcional por su amplitud, ilustra perfectamente un fenómeno nuevo: desde el comienzo del año, el precio del petróleo se ha convertido en el factor de predicción de los precios de las acciones.
A largo plazo, sin embargo, la correlación entre el precio del crudo y el precio de las acciones se revela muy baja. ¿Por qué entonces este vínculo sin precedentes? ¿Por qué la caída del precio del petróleo, inicialmente percibida como un factor de apoyo al consumo y, por consiguiente al crecimiento, ha pasado a ser considerada como un factor negativo para nuestros mercados de renta variable?
Resulta evidente que la violencia de la caída del crudo incidirá de forma muy negativa en la industria del petróleo y los países productores. CLSA, en un estudio reciente, mencionaba una disminución de los ingresos anuales de 2,4 billones de dólares en el caso de los productores de petróleo y de 400.000 millones para los productores de carbón. El sector energético de Estados Unidos se ve afectado: el 73% de las empresas tienen ahora una calificación de bono basura. La aventura del esquisto, en la que se habían depositado tantas esperanzas, se ha convertido en una dolorosa retirada: el 60% de las instalaciones han cerrado en un año. En el marco de los datos de vértigo, cabe mencionar que la capitalización bursátil de los diez primeros grupos mundiales del sector del petróleo y del gas se ha reducido en 750.000 millones en comparación con su valor en bolsa a finales de 2014.
Ahora bien, la desgracia de los productores es la felicidad de los importadores. Para China, que consume 7,5 millones de barriles al día, un descenso del 10% en el precio del barril equivale a un 0,3% de crecimiento adicional. Lo mismo ocurre en el caso de la India (0,5%) o de Indonesia (0,3%). Finalmente, incluso los economistas más pesimistas reconocen que el impacto neto de un petróleo barato es globalmente positivo para el crecimiento de la economía mundial ya que, en este entorno, el número de ganadores supera el de perdedores.
¿Qué ven los mercados que los economistas no han logrado captar? En realidad, no ven. Los mercados recuerdan con preocupación que en 2008 un único sector (el inmobiliario) fue suficiente para quebrar el balance de los grandes bancos y, posteriormente, el ritmo del crecimiento global. La deuda del sector del petróleo y los futuros impagos les recuerdan la situación anterior a la crisis subprime. La recesión se hallaría a la vuelta de la esquina de la torre de perforación abandonada.
Al hacer esta lectura, los mercados cometen dos errores. El primero es un error de escala: las inversiones inmobiliarias representaban en 2007 el 6,5% del PIB de Estados Unidos, mientras que las inversiones del sector del petróleo hoy en día ascienden al 0,5%. Del mismo modo, la deuda relacionada con los bienes inmuebles representaba el 70% del PIB en 2007 frente a tan solo el 3% en el caso del sector del petróleo en la actualidad. El segundo es un error de perímetro. El hecho de que la crisis subprime fuese tan devastadora también se debió a que las deudas tóxicas se expandieron prácticamente por doquier a través de los productos estructurados. Nada que ver con el caso del petróleo. El riesgo de contagio se revela mucho menor.
Los mercados tienen verdaderos motivos para estar nerviosos, pero si su ritmo de descenso se acopla al del petróleo, si el precio del Brent se convierte en la estrella que les guía, podremos aprovechar las oportunidades recordando que, como en el caso de Perrier, los mercados a veces se vuelven locos.
Columna de Didier Le Menestrel, presidente de La Financière de l’Echiquier
. EDM fija altas expectativas para sus fondos en 2016
En un entorno de elevada volatilidad con la que los mercados financieros internacionales han comenzado 2016, a raíz de la caída en picado del precio del crudo y las muestras de debilidad de la economía china, el Grupo EDM ha logrado cerrar el primer mes del año con un resultado relativamente positivo. Los fondos de inversión de la entidad han reaccionado mejor que sus principales índices de referencia al nerviosismo al que se han visto sometidas las principales plazas bursátiles durante las últimas semanas.
El grupo EDM ha sido capaz de amortiguar el impacto de la pérdida de valor en las bolsas, gracias a su acierto a la hora de seleccionar para sus carteras compañías con excelentes fundamentales a buenos precios. Un claro ejemplo de ello es la apuesta que ha hecho EDM Inversión por Gamesa durante los últimos cuatro años. Las acciones de la compañía española de aerogeneradores se han apreciado en un 8,15% durante el mes de enero, a raíz del interés de Siemens en cerrar una alianza estratégica con la empresa líder en España en turbinas eólicas.
El grupo cifra el PER estimado para 2016 del fondo EDM Inversión en 13,3 veces (por debajo de su media histórica de 16) y prevé una tasa de incremento de los beneficios por acción del 10,5% anual para los próximos cinco años, que podría ser incluso superior si la economía española continúa en la senda de la recuperación, el precio del “Brent” se mantiene en niveles bajos y el euro continúa mostrando debilidad frente al dólar.
Asimismo, las previsiones de beneficio para el fondo EDM Strategy, que actualmente cotiza a un PER estimado para 2016 de 17,1 veces (inferior a su media histórica de 19), se sitúan en una tasa anual del 12%.
El fondo de renta variable EDM Inversión Clase Retail logró cerrar el mes de enero con una caída del 6,25% (6,14% en su clase institucional), sensiblemente inferior a la que sufrió el índice de referencia IBEX NR, que se anotó un desplome del 7,26%.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Joisey Showaa. Rentabilidad por dividendo: ¿dónde están las empresas más atractivas?
En un entorno de baja rentabilidad, puede surgir la tentación de invertir en las compañías con dividendos más altos. Sin embargo, un estudio de Eaton Vance ha demostrado recientemente que, aunque desde la década de 1940 las estrategias focalizadas en las acciones que pagan altos dividendos han superado a las estrategias que se centran en valores con baja remuneración, dicha diferencia de rentabilidad no ha llegado invirtiendo en los valores con rendimientos más altos.
“A lo largo del tiempo, hemos advertido que las compañías que pagan dividendos dentro del índice S&P 500 que tienen los mejores resultados son las del segundo mayor quintil (valores que dividen una muestra de datos en cinco grupos). En esencia, hemos dividido estas compañías en función de su rentabilidad por dividendo. El primer quintil (20%) incluye las poblaciones que más pagan, pero nuestros análisis encontraron que, históricamente, éstas son las empresas más débiles y con una mayor incapacidad para mantener el pago de dividendos”, explica en el blog de la compañíaMichael Allison, portfolio manager de renta variable en Eaton Vance.
El análisis llevado a cabo por la firma explica que si consideramos las empresas del segundo quintil (el siguiente 20%) veremos cómo estas conforman el «grupo dulce», ya que han superado al mercado por un amplio margen, con una rentabilidad por dividendo acumulada significativamente mayor que la de otros quintiles del índice S&P 500 en los últimos 25 años, tal y como demuestra el gráfico.
“Al centrar las inversiones en las empresas que forman parte de este segundo quintil, encontramos empresas que creemos que son de alta calidad con valoraciones atractivas. Además, estas empresas tienden a mostrar capacidad para sostener y hacer crecer sus dividendos con el tiempo”, concluye Allison.
Los ingresos por dividendos es un componente importante de la rentabilidad total de los valores de renta variable. Más allá de esta contribución, las acciones que pagan dividendos pueden proporcionar a los inversores ingresos atractivos en relación con otras fuentes de rentabilidad.
Foto: Matt Buck. Citigroup se desprende de su negocio minorista en Argentina, Brasil y Colombia
Citigroup ha hecho pública su intención de vender sus unidades de banca minorista y negocios de tarjetas de crédito en Argentina, Brasil y Colombia, con el fin de concentrarse en el negocio de clientes corporativos e institucionales.
El banco, que obtiene más ingresos fuera de Estados Unidos que ningún otro de sus competidores en el país, anunció ya en octubre de 2014 que se retiraría del negocio de banca del consumidor en aquellos países en los que no contara con suficientes sucursales para ser competitivo; en aquel momento se retiró de Perú, Panamá, Costa Rica y otros tres países más de América Latina. Siguiendo con los planes de reducción y simplificación de Mike Corbat, CEO del banco, a partir del primer trimestre de este año, los activos de los negocios de banca minorista en Argentina, Brasil y Colombia serán transferidos a Citi Holdings, división del banco que engloba los activos no esenciales que el banco está vendiendo.
Posibles compradores
Según la información publicada por Bloomberg, se espera que bancos locales o bancos extranjeros que ya tengan una fuerte presencia en la región puedan acudir a la compra de estos activos. Los analistas de mercado están apostando por Itaú Unibanco, banco brasileño que ya hizo pública su intención de buscar oportunidades en la región, que está expandiéndose en Colombia y que podría estar interesado en realizar adquisiciones en Argentina y Brasil. Otro posible candidato podría ser el Grupo Santander, banco de origen español con una fuerte presencia en la región, que podría estar interesado en aumentar su negocio en estos tres países, dependiendo del precio de compra.
En Argentina, Citigroup comenzó a operar por primera vez en 1914, cuenta con más de 2.700 empleados en el país, 71 sucursales y alrededor de 3.000 millones de dólares en activos, lo que lo posicionan en el puesto número 12 entre los bancos que operan en el país. Dos bancos locales, el Banco Macro S.A. y Banco Hipotecario S.A., podrían estar interesados en incrementar el número de sucursales en la capital y en ganar cuota de mercado. Otro jugador extranjero con presencia local que pudiera estar considerando la compra para consolidar su presencia es el ICBC (Industrial & Commercial Bank of China Ltd.).
En Brasil, Citigroup, que abrió su primera oficina en 1915, tiene más de 6.000 empleados (según cifras de 2014), opera 71 sucursales y supervisa unos 20.000 millones de dólares en activos, según cifras del banco central. Los analistas no esperan que ningún banco extranjero intente entrar en este mercado, ya que Citigroup no dispone de la suficiente escala.
En Colombia, el negocio de Citigroup tenía un valor en libros de 506 millones de dólares en septiembre de 2015. El Banco de Bogotá S.A., el Banco Davivienda S.A. y Bancolombia S.A., como principales jugadores del mercado, podrían estar interesados en ampliar su cuota de mercado.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Theis Kofoed Hjorth. Los mercados emergentes serán un factor decisivo del crecimiento este año
La pésima evolución de los activos de riesgo en las últimas semanas ha hecho que algunos inversores se cuestionen si el debilitamiento de las expectativas de crecimiento mundial justifican los precios más bajos de los activos o si la oleada de ventas podría ser en sí misma el catalizador que empuje a la economía mundial a una recesión. Cuando se trata de las perspectivas del mercado financiero, BNP Paribas Investement Partners cree que los mercados emergentes son el factor que inclina la balanza.
Unos resultados económicos mixtos en Estados Unidos, una gama cada vez más amplia de posibles resultados para China y los persistentemente bajos precios del petróleo están contribuyendo a crear una imagen desordenada de la economía mundial. Todo esto ha llevado a correcciones de tamaño considerable desde el inicio de 2016 en los mercados de valores y de crédito. Pero en términos de economía mundial, explica Lewis Jones, portfolio manager de renta fija de los mercados emergentes en Fischer Francis Trees & Watts, filial de BNP Paribas IP, hay razones para seguir siendo cautelosamente optimistas. “Creemos que va a haber una mejora del apetito por el riesgo en las próximas semanas como continuación del rally visto desde el repunte del en el S & P 500, el pasado 12 de febrero”, dice.
Tipos de interés
En Estados Unidos, la pausa en el ajuste monetario llevado a cabo por la Reserva Federal ha disminuido las expectativas de que aumenten los divergencias en las políticas monetarias que servían de base para el fortalecimiento del dólar. Aunque Janet Yellen destacó los riesgos globales y las condiciones de crédito como las preocupaciones que justifican la decisión, es evidente que la tendencia de la Fed a seguir endureciendo la política monetaria no ha cambiado, por lo que deberíamos ver otra subida de 25 puntos básicos antes del final del primer trimestre de 2016, estima Jones, que recuerda que la confianza del consumidorsigue respaldando esta tesis.
En última instancia, los bajos precios de la energía también deberían ser positivos para el crecimiento pero hasta ahora, la mayor parte de los beneficios en los hogares se ha gastado en desapalancar en lugar de al consumo (véase el gráfico 1). Conforme se revierta esta tendencia, la ganancia marginal en el consumo compensará la contribución negativa al crecimiento del sector de la energía. La conclusión a la que llega el experto de BNP Paribas IP es que el impulso del consumidor sigue estando en su lugar. De hecho, ya hemos visto las ventas minoristas de enero superando las expectativas con un aumento del 0,2% inermensual, frente a la previsión del consenso del 0,1%.
Gráfico: Los hogares de Estados Unidos han aprovechado hasta ahora los preciosmás bajos de energía para reducir su apalancamiento financiero.
La opinión de consenso en China, sin embargo, es considerablemente peor que la tesis de que un programa de varios años de reformas económicas es ahora más difícil por el tipo de cambio sobrevalorado, una acumulación de malos préstamos en el sistema financiero y una pérdida de reservas debido a la lucha del banco central por combatir la fuga de capitales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recortado en repetidas ocasiones las previsiones de crecimiento para el país y ahora espera un 6,3% este año y un 6% en 2017.
“Aunque este resultado revela una desaceleración considerable durante los últimos años, el escenario seguirá siendo un lio, dado que el gobierno conserva una serie de instrumentos de política monetaria y opciones suficientes para evitar un resultado más estresado. Así, mientras es probable China no añada un impulso positivo al crecimiento mundial, si evita un escenario más pesimista, esto podría respaldar las perspectivas regionales y en definitiva, los precios de las materias primas”, explica Jones.
Los mercados emergentes
“El factor que decante la balanza del crecimiento hacia uno u otro lado sigue siendo el universo de los mercados emergentes en general. La sobreabundancia de los productores de materias primas y la dependencia del capital extranjero ha provocado una revaluación drástica en las divisas de los mercados emergentes en divisas y una fuerte baja de la actividad económica. Con la mayoría de las monedas emergentes con un aspecto barato ahora deberíamos ver una menor volatilidad en los próximos trimestres”, concluye el análisis de BNP Paribas.
El primer ministro británico, David Cameron, anunció el sábado la fecha en la que se llevará a cabo el referéndum nacional sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea. Será el próximo 23 de junio. Aunque la salida del Reino Unido parece poco probable, los expertos estiman que notaremos los efectos de la incertidumbre en los mercados. El anuncio se produjo tras dos jornada de intensas negociaciones en la cumbre Europea celebrada en Bruselas el jueves y viernes destinadas a ofrecer a los británicos un acuerdo que redefina el papel del país dentro de la UE y evite el temido ‘Brexit’.
Tras conseguir un limite de acceso a los beneficios sociales de los trabajadores comunitarios, Cameron regresa a Londres con un documento que le permitirá hacer campaña por el sí en los próximos cuatro meses. Pero los sondeos apuntan a un resultado ajustado entre los partidarios del sí y del no.
Para Paul O’Connor, co-responsable del área de Multi-Activos en Henderson Global Investors, la población británica no está en absoluto involucrada en el debate. “Llegados a este punto, nuestra hipótesis de base sigue siendo que la opción de la permanencia ganará apoyos cuando la campaña se inicie en serio y buena parte del Partido Conservador se unirá al bando del primer ministro, los otros grandes partidos políticos y el sector privado en defensa de la permanencia del Reino Unido en la UE”.
Con todo, O’Connor recuerda que existen numerosas amenazas para esta hipótesis. Cualquier acontecimiento que socave la estabilidad de la UE podría hacer que los votantes se decantaran por la salida. “La crisis de los refugiados probablemente sea el mayor riesgo a este respecto”, explica.
“El crecimiento de Reino Unido se puede haber ralentizado, pero con tasas de crecimiento de entorno al 1,5-2%, no es un desastre. El problema real para los inversores ahora es un problema de confianza. El Brexit preocupa, tal y como hemos visto con el debilitamiento de la libra, y no ayuda a los inversores a decantarse por Reino Unido como destino de sus activos. Esto contrasta con su papel histórico de refugio seguro para los inversores. A corto plazo al menos este estatus va a sufrir”, cree Richard Buxton, responsable de renta variable de Reino Unido en Old Mutual Global Investors.
“Un resultado a favor de la salida de la UE podría suponer que los inversores estuvieran menos dispuestos a financiar el gran déficit por cuenta corriente del Reino Unido, lo que haría peligrar su reciente estabilidad económica. Ese golpe podría ocasionar una reacción adversa en cadena, con una fuerte caída de la libra esterlina, un deterioro de la trayectoria de crecimiento del PIB y un posible aumento del riesgo nacional, entre otras consecuencias fundamentales”, explica Michael Clements, gestor de los fondos Oyster European Opportunities y Oyster European Selection de SYZ AM.
La libra, sufriendo
Pero lo que de verdad está notando los efectos del debate es la libra esterlina, que desde principios de noviembre ha sido la divisa de los países del G10 que peor ha evolucionado. De hecho, cayó la semana pasada a su nivel más bajo frente al euro en un año, pese a la mejora de los datos económicos.
El descenso de las previsiones de tipos de interés (probablemente influenciadas por la caída del precio del petróleo) parece ser el motivo de este peor comportamiento, apuntan los expertos de Schroders, Keith Wade, economista jefe, Azad Zangana, economista europeo, y Craig Botham, economista de mercados emergentes. “Aunque parte de las ventas sufridas por la libra podrían deberse al desafío que plantearía un «Brexit», creemos que existe margen para una nueva depreciación si los riesgos aumentaran”, afirman en su último análisis de mercado.
“La preocupación por la posibilidad de una salida y un próximo referéndum sobre el asunto han lastrado la moneda. La economía doméstica, sin embargo, se está recuperando, y el desempleo tocó en diciembre mínimos de una década en el 5,1%”, confirman los analistas de Legg Mason.
Pero, por el momento, el problema real frente a los inversores del Reino Unido es uno de confianza. Porque las preocupaciones por el Brexit, que actualmente se manifiestan en una libra más débil, no son útiles para los inversores extranjeros que deciden invertir en el Reino Unido. Históricamente, el Reino Unido se ha visto como una especie de refugio para los inversores. Al menos en el corto plazo esa condición está siendo desafiada.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kristy Hom. Los cuatro temores del mercado: el crecimiento de China y el de EE.UU., el precio del crudo y la banca europea
La violencia de la corrección actual en los mercados (-16% en el EuroStoxx desde comienzos de año) ha cogido a muchos participantes por sorpresa. Frente a este tipo de movimientos, la respuesta de Lazard Frères Gestión es la de intentar comprender las preocupaciones de los mercados y tratar de ver si están justificadas. Nada sería más perjudicial para los resultados a largo plazo de las carteras que vender tras una fuerte bajada y perder la oportunidad de una posible recuperación si esas preocupaciones resultan carentes de fundamento, explican en un reciente informe.
Estas últimas parecen sucederse a un ritmo desenfrenado, alimentando todavía más el pesimismo de los inversores. En primer lugar fue China, después el petróleo y ahora la coyuntura estadounidense y la estabilidad del sistema financiero europeo. Desorientados, los inversores han establecido una correlación entre los mercados de renta variable y el precio del petróleo hasta niveles inauditos. Los mercados están reaccionando como si estuviéramos en vísperas de un nuevo 2008.
Pero basta con analizar mínimamente la situación para darse cuenta que se trata más de un ataque de pánico de los mercados que de una «verdadera degradación de los fundamentales», defienden desde la entidad.
¿Va a hundirse el crecimiento chino en 2016?
La psicología del mercado empezó a tornarse negativa el verano pasado con la decisión del Banco Central de China de modificar el método de fijación de la paridad del yuan y del dólar, para que la divisa china reflejara mejor las condiciones del mercado. Este movimiento fue interpretado, erróneamente, como el comienzo de una devaluación competitiva, el preludio a una nueva guerra de tipos de cambio. Sin embargo, desde Lazard Frères Gestión creen que esta decisión respondía ante todo a la voluntad de China de internacionalizar el yuan y convertirlo en una de las principales divisas del sistema monetario mundial, para reforzar de esta manera su estabilidad. Varias estimaciones muestran un impacto relativamente pequeño del tipo de cambio sobre el crecimiento chino.
¿Está la economía china en el umbral de una nueva recesión? Desde Lazard Frères Gestión creen que no. El consumo está tomando progresivamente el relevo a otros factores de demanda, lo que implica necesariamente una ralentización del crecimiento del país. ¿Cuáles son los desequilibrios de los que adolece la economía china? Sin duda, ha incurrido en el pasado en un exceso de inversión en el sector inmobiliario y en algunos sectores industriales, donde las capacidades productivas son en la actualidad demasiado importantes: aluminio, acero, etcétera… El uso excesivo del endeudamiento para financiar estas inversiones ha provocado también fragilidades en el sector financiero. En el inmobiliario, los ajustes están verificándose. Algunas señales son esperanzadoras, como por ejemplo la recuperación del precio en las ciudades de primera categoría.
Respecto de las sobrecapacidades, el Gobierno ha anunciado el 22 de enero que se ha marcado como objetivo prioritario para 2016 el reducirlos. En cuanto a los problemas del sector financiero, los bancos chinos disponen de recursos suficientes para absorber los créditos morosos (RoE en torno al 20%). El objetivo para el Gobierno chino es amortiguar la ralentización en curso. Para ello, ha relajado desde hace un año su política monetaria y ha establecido medidas específicas para dinamizar ciertos sectores de la economía. Por ejemplo, en septiembre, bajó los impuestos sobre los automóviles, lo que ha dado lugar a un fuerte incremento de las ventas. Esta política lleva tres años dando pruebas de su efectividad. El crecimiento chino debería, por tanto, proseguir por una senda de ralentización progresiva, de manera controlada, según la opinión de Lazard Frères Gestión.
¿Es la bajada del precio del petróleo una mala noticia para la economía mundial?
A comienzos de 2015, las simulaciones del FMI mostraban una notable aceleración del crecimiento gracias a los efectos beneficiosos de la bajada de los precios del crudo, al considerar que conllevaba una transferencia de renta de agentes con una débil propensión marginal a consumir a agentes con una mayor propensión marginal a consumir. En comparación con ciclos anteriores, el cese de las inversiones en explotaciones petrolíferas ha sido mucho más abrupto, lo que ha concentrado los efectos negativos en un horizonte temporal muy corto. Dada la evolución reciente de la inversión en este sector, es probable que estemos cerca del final de la corrección. Por otra parte, los hogares estadounidenses no han terminado de trasladar la totalidad de la mejora de su poder adquisitivo hacia el consumo. Los efectos de la bajada del precio del petróleo se harán notar próximamente en su dimensión más positiva.
Una preocupación reciente apunta a que la bajada de los precios en los seis últimos meses sería una señal de debilidad de la demanda, debida a su vez a una ralentización económica. Esta preocupación parece infundada. La demanda, lejos de ralentizarse, está en aceleración constante desde hace dos años, defienden en la firma. De hecho, está experimentando actualmente el mayor ritmo de crecimiento desde el año 2010. Si los precios han vuelto a bajar tras una fase de estabilización en verano, es únicamente debido a un aumento de la producción. Por una parte, la producción estadounidense de petróleo de esquisto resiste mucho mejor de lo esperado la caída de los precios, y de otra, Arabia Saudí, por razones estratégicas y de preservación de su cuota de mercado, no ha querido jugar su papel de estabilizador y ha mantenido un elevado nivel de producción. La bajada de los precios del petróleo, según Lazard Frères Gestión, no es en absoluto un signo de ralentización coyuntural. Al contrario, conlleva el germen de una próxima re-aceleración de la economía mundial, impulsada por una recuperación del consumo de los hogares.
¿Se dirige Estados Unidos hacia una recesión?
En un contexto en el que los inversores están desorientados, la degradación en Estados Unidos de los índices ISM manufacturero y no manufacturero, así como las malas cifras de pedidos de bienes de inversión, han llevado a numerosos analistas a diagnosticar una entrada en recesión de la primera economía mundial, con las consecuencias que podemos imaginar para el resto del planeta. Desde Larard Frères Geestión creen, sin embargo, que este guión no va a materializarse. La debilidad actual de la economía estadounidense se explica esencialmente por dos cosas: el ciclo de almacenamiento y la corrección de la inversión vinculada al petróleo de esquisto.
Más allá de estos aspectos, la economía estadounidense está sana, dicen. Va bien, como lo atestiguan las cifras de empleo. Tal es así que el número de ofertas de empleo se ha recuperado considerablemente en diciembre. Como regla general, este dato suele ir a peor en vísperas de una recesión. El incremento de la cifra semanal de altas en las oficinas de desempleo registrado en estas últimas semanas es el único atisbo de debilidad en lo que respecta al empleo. Es sin duda el principal motivo de preocupación, pero lo más probable es que este incremento sea puntual, dado que responde a factores volátiles. En cuanto a la cuestión del crédito, los hay que vaticinan una crisis de la amplitud de la de 2008, provocada no por las sub-primes sino esta vez por los préstamos al sector petrolífero. Sin embargo, cabe recordar que la exposición actual de los bancos no tiene nada que ver con la de aquel entonces, tanto desde el punto de vista de las sumas como de su naturaleza. Los préstamos concedidos al sector energético representan un 2% del saldo vivo de los préstamos bancarios, mientras que los préstamos al sector inmobiliario representaban el 40% del saldo vivo en 2008. El problema es por tanto esencialmente de índole obligacionista. Y es ahí donde incide la diferencia de naturaleza entre esos dos tipos de préstamo.
De manera más prospectiva, las condiciones de concesión de créditos se han endurecido para las empresas privadas, pero en proporciones muy razonables. Tanto es así, que los datos no permiten distinguir lo que concierne específicamente al sector de la energía del resto. Por el contrario, las condiciones para los préstamos hipotecarios de buena calidad siguen siendo flexibles. Por tanto, parece poco probable que la economía estadounidense esté a las puertas de una nueva crisis crediticia o “credit crunch”. En resumen, el crecimiento debería acelerarse de nuevo en Estados Unidos en los próximos meses.
¿La banca europea va a conocer un nuevo 2008?
El sector bancario europeo ha sufrido particularmente en las bolsas en estos últimos meses, perjudicando claramente los grandes índices en la reciente corrección. Los temores relacionados al choque petrolero han conllevado una fuerte ampliación de los diferenciales en el segmento de deuda de alto rendimiento, reactivando el miedo a las considerables pérdidas para el sistema bancario europeo. Al mismo tiempo, los tipos a largo han caído, tanto en Europa como en Estados Unidos, reduciendo de este modo la perspectiva de márgenes de interés. Como consecuencia, los credit default swap (CDS) de los bancos europeos se han degradado fuertemente, dando paso a dudas sobre su capacidad para refinanciar su financiación de mercado en buenas condiciones. Pero llegados a este punto, tan solo se trata de una percepción, ya que en este intervalo el sistema bancario europeo ha cambiado muy poco.
El choque petrolero podría afectar la rentabilidad a corto plazo de los bancos, pero la caída del coste de la energía es una buena noticia para la macroeconomía. Según las estimaciones, el sector bancario europeo se expondría a unas pérdidas de 28.000 millones de euros en un escenario extremo (suponiendo una tasa de pérdidas del 50% en los segmentos con más riesgo y con una tasa de recuperación nula). Si el importe de las pérdidas se viera concentrado en 2016, sería suficiente con amputar un 25% de la capacidad beneficiaria del sector. El impacto en los fondos propios sería inferior al 3%. En Lazard Frères Gestión consideran que no se puede descartar esta situación, pero tampoco compararla con las pérdidas de 2008 tras la crisis de las sub-prime, por lo que no justifica los movimientos actuales de pánico.