Un 29% de la riqueza de América Latina fue enviada como inversión offshore a Estados Unidos

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Un 29% de la riqueza de América Latina fue enviada como inversión offshore a Estados Unidos
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Rodrigo Soldon. Un 29% de la riqueza de América Latina fue enviada como inversión offshore a Estados Unidos

Con la reciente desaceleración económica y los mercados europeos y asiáticos de renta variable mostrando signos de debilitamiento, los inversores extranjeros han buscado crecientemente invertir en Estados Unidos para destinar una parte de su inversión en dólares, eclipsando a centros tradicionales para la inversión offshore como pueden ser Suiza y Reino Unido.  

Ahora, un nuevo reporte, “Riesgo y retorno en Latinoamérica”, sugiere que las familias de grandes patrimonios de Latinoamérica, que se enfrentan a retos económicos en sus países de origen, prefieren invertir en Estados Unidos. Además, este interés de Latinoamérica por invertir en Estados Unidos está preparado para crecer a medida que las familias de grandes patrimonios buscan explorar nuevas formas de preservar y crecer sus activos.

La hierba es más verde en Estados Unidos

En la primera encuesta de este tipo realizada por Morgan Stanley en asociación con Campden Wealth, se entrevistaron a 45 ejecutivos de negocios familiares con sede en América Latina y pertenecientes al segmento patrimonial más alto (Ultra High Net Worth, o UHNW, por sus siglas en inglés). Los resultados desvelaron que los encuestados eran más positivos en cuanto a las perspectivas económicas de Estados Unidos y las perspectivas globales, que los propios inversores norteamericanos. Según un estudio realizado recientemente, de los 1,4 billones de dólares invertidos en Estados Unidos por las familias de grandes patrimonios, una cantidad significativa tiene su origen en América Latina. De hecho, el 29% de la riqueza de América Latina fue enviada como inversión offshore a Estados Unidos. El informe realizado por Campden indica que hay potencial para mucho más.

“Estos ejecutivos están buscando un lugar donde resguardar su patrimonio e invertir tanto en activos reales, como negocios y bienes raíces, así como en sus prioridades personales, incluyendo educación de nivel superior para sus hijos, un lugar de residencia e incluso una potencial ciudadanía”, comenta James Jesse, director del equipo internacional de Wealth Management de Morgan Stanley. Por ejemplo, el año pasado en Florida, el 56% de las compras internacionales de bienes raíces fueron realizadas por ciudadanos de América Latina.

La misma encuesta desveló que el 58% de los ejecutivos latinoamericanos pensaban que la economía de Estados Unidos iba a mejorar en el próximo año, frente a solo un 29% de los inversores basados en Estados Unidos.  A pesar de que las perspectivas variaban según el país, el optimismo era fuerte: un 78% de los ejecutivos brasileños tenían una perspectiva favorable sobre la economía de Estados Unidos, junto con un 66% de los ejecutivos mexicanos. De hecho, mientras los estadounidenses han perdido confianza en su sistema político o está menos entusiasmado con la recuperación económica del país, a nivel global, Estados Unidos es un refugio de estabilidad financiera. “No solo hay oportunidades aquí, sino que existen procesos predecibles y regulaciones que pueden ayudar al inversor extranjero a la realización de sus metas”, comenta James Jesse.

Priorizando en preservación y crecimiento de capital

Más del 40% de los ejecutivos de América Latina encuestados citaron la preservación del capital como su principal objetivo en la gestión de su patrimonio. Cabe de esperar que estos inversores se sientan vulnerables, dado que la mayoría de las economías de la región se encuentran en su quinto año de contracción. Según el Fondo Monetario Internacional, las tres economías más grandes de América Latina, Argentina, Brasil y Venezuela, experimentaron recesión en 2015.

“Estos inversores han estado más expuestos a la crisis económica global y están muy enfocados en buscar vías de diversificación estable para su patrimonio”, comenta James Jesse. Sin embargo, al mismo tiempo, un tercio de los encuestados priorizaban la inversión y el crecimiento de su negocio por encima de los demás objetivos. Mientras la situación económica en cada país de forma individual contribuye a que los inversores mantengan estos objetivos duales, muchos de los ejecutivos están luchando por objetivos aparentemente contradictorios: necesitan proteger el patrimonio familiar y tomar los riesgos necesarios para hacer crecer sus negocios y carteras de inversión.

Algunos perciben el potencial de Estados Unidos para servir en ambos objetivos, proporcionando una diversificación que ayuda a minimizar el riesgo a la vez que ofrece oportunidades empresariales y de inversión.  

En Estados Unidos y Europa tienen una mayor atracción por los grandes patrimonios en América Latina, por su “proximidad, fuertes relaciones y facilidad a la hora de realizar negocios, en comparación con otras regiones en crecimiento”, según el informe “Riesgo y Retorno en Latinoamérica”.

Un compromiso renovado

Morgan Stanley ha intensificado recientemente su compromiso con la región, incluso cuando otras firmas se están retirando. Por ejemplo, Credit Suisse anunció que estaba cesando su negocio de banca privada en Estados Unidos que da servicio a la región de Latinoamérica, ya que su escasa presencia obstaculizaba la competitividad del banco.

“Navegar por el mercado Latinoamericano requiere un alto nivel de experiencia y habilidades, así como un compromiso y una familiaridad con la región”, comenta James Jesse. Con 12 oficinas dedicadas al inversor latinoamericano, 435 asesores financieros, incluyendo 75 nuevas contrataciones, Morgan Stanley ofrece estos tres criterios.

La firma cuenta con 30 años de presencia en la región, proporcionando servicios de banca de inversión, de renta fija, operaciones de divisas y materias primas además de corretaje y gestión de tesorería. John Moore, presidente del negocio de Latinoamérica, comenta que la asociación complementaria entre el lado institucional de la firma y la gestión patrimonial trabaja en beneficio del cliente, especialmente para aquellos que buscan oportunidades en Estados Unidos. “En América Latina, las relaciones dirigen el negocio”, comenta Moore. “El hecho de que podemos poner en contacto personalmente a los clientes con los servicios institucionales, además de ofrecerles oportunidades en la región y en el extranjero, nos permite profundizar aún más en las relaciones”.   

Tres fondos aprobados de Edmond de Rothschild AM y empate a dos para las gestoras Legg Mason y Credit Suisse

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Tres fondos aprobados de Edmond de Rothschild AM y empate a dos para las gestoras Legg Mason y Credit Suisse
Foto: John Tammaro. Tres fondos aprobados de Edmond de Rothschild AM y empate a dos para las gestoras Legg Mason y Credit Suisse

En su revisión mensual de marzo, la Comisión Clasificadora del Riesgo (CCR) chilena publicó los últimos instrumentos de inversión extranjera aprobados. Un total de diez fondos de seis gestoras internacionales recibieron el visto bueno de la entidad reguladora.

La gestora que más aprobaciones consiguió fue Edmond de Rothschild AM, con tres aprobaciones de fondos registrados en Luxemburgo, el mismo número que en el mes anterior. El primero de ellos, el fondo Edmond de Rothschild Fund Emerging Bonds, se trata de una cartera gestionada de forma activa que invierte en todo el espectro de deuda emergente, tanto en divisa extranjera como en divisa local. La estrategia del fondo es totalmente flexible, permitiendo una cobertura total de la cartera y gestionar el nivel de liquidez de 0% al 100%. El segundo fondo es el Edmond de Rothschild Fund Europe Convertibles, fondo que tiene por objetivo obtener una rentabilidad estable a medio plazo invirtiendo en bonos convertibles europeos (80% de la cartera son emisiones en euros). Para conseguir un enfoque defensivo, el fondo utiliza emisiones equilibradas con alta liquidez, de las que al menos un 70% debe contar con calificación de grado de inversión. Y por último, el tercer fondo aprobado fue el Edmond de Rothschild Fund Global Convertibles, fondo que invierte al menos el 50% de la cartera en bonos convertibles globales con grado de inversión buscando siempre una elevada diversificación geográfica. La exposición a mercados emergentes está limitada al 40% y no existe riesgo de divisa pues el fondo está cubierto.

La gestora estadounidense Legg Mason consiguió aprobación para dos de sus fondos registrados en Irlanda. El primero de los fondos es el Legg Mason ClearBridge US Large Cap Growth, fondo que invierte al menos el 70% de sus activos en un grupo concentrado de acciones de empresas estadounidenses de grande capitalización, dominantes en sus respectivas industrias. Y el segundo es el Legg Mason QS MV European Equity Growth and Income Fund, fondo que invierte en acciones europeas, pudiendo invertir hasta un 20% en empresas de países europeos emergentes, buscando el crecimiento a largo plazo y favoreciendo aquellas empresas que hayan pagado dividendos atractivos y que se espere que vayan a seguir haciéndolo.

La gestora suiza Credit Suisse también consiguió aprobación de otros dos fondos, ambos invierten en renta fija de corta duración (emisiones de deuda corporativa de entre 1 y 5 años de vencimiento), con el objetivo de conseguir un pago de cupón estable. Se trata de los fondos CS (Lux) Corporate Short Duration EUR Bondy CS (Lux) Corporate Short Duration USD Bond, que además, utilizan instrumentos derivados para reducir el riesgo de interés de instrumentos de deuda con un mayor vencimiento.

Otras gestoras que consiguieron aprobar alguno de sus fondos fueron Julius Baer, Lazard Asset Management e Investec con dos fondos de renta variable, Julius Baer Multistock Emerging Equity Fund y Lazard European Smaller Companies; y uno de renta fija, Investec Global Strategy Fund Emerging Markets Local Currency Dynamic Debt Fund.

PineBridge: “Nos enfrentamos a un contexto en el que ir a lo seguro es una decisión de riesgo”

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PineBridge: “Nos enfrentamos a un contexto en el que ir a lo seguro es una decisión de riesgo”
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Michael J. Kelly, CFA, global head of multi-asset at PineBridge Investments. PineBridge: “Asset Allocation Is The Biggest Decision In Every Portfolio”

Conforme la volatilidad aumenta en los mercados globales y las rentabilidades son menores, los inversores se enfrentan a un punto de inflexión. Michael J. Kelly, CFA, responsable global de multiactivos en PineBridge Investments, explica por qué la asignación de activos -junto con un enfoque dinámico- es ahora más importante que nunca.

¿Qué está pasando en los mercados?

La volatilidad de hoy es el resultado de fuerzas que se han ido acumulando durante un tiempo. Durante muchos años, la tasa de ahorro global se mantuvo relativamente estable. Entonces, justo antes de la crisis financiera global, se intensificó. Vimos mucha cautela por parte de las empresas, los bancos centrales, y los inversores. Invertían un número mucho menor de personas e instituciones.

Este fue uno de los obstáculos más grandes jamás experimentado por los activos financieros. Demasiado dinero estaba persiguiendo muy pocas oportunidades. Mientras tanto, los bancos centrales estaban aumentando sus balances con respecto a las cifras de crecimiento económico mundial. Así que han ido añadiendo liquidez a la liquidez formada naturalmente, y esto supone otro gran viento de cola para los activos financieros.

Esto provocó un aumento de la liquidez global e hizo que muchos inversores se decantaran por los activos de crecimiento, lastrando los rendimientos potenciales. Sin embargo, este entorno de mercado desafiante también crea oportunidades para los inversores que pueden identificar de forma selectiva ideas atractivas y que pueden cambiar dinámicamente su mix de inversiones.

¿Qué significa esto para los inversores de cara al futuro?

Ahora es un buen momento para que los inversores empiecen a pensar en el futuro y a darse cuenta de que los próximos años no serán fáciles. A diferencia de lo que sucedió durante la crisis, que fue un proceso muy doloroso, pero terminó con relativa rapidez, este será un goteo lento. Hay que esperar más riesgo y no veremos suficientes retornos para satisfacer las expectativas de los inversores. Y la respuesta no es sólo la diversificación sino la asignación óptima en todo el universo de inversión, que exprese las convicciones.

Esto me lleva a la asignación de activos. Esta es la decisión más importante en todas las carteras. No es un concepto nuevo, pero muchos inversores todavía no prestan la  suficiente atención a ello.

Y lo que ha estado muy bien hasta ahora es que los inversores han podido ir a lo seguro con pocas consecuencias, pero esta llegando el momento en el que los mercados van a llegar a un punto de inflexión, y los inversores tendrán que utilizar la asignación de activos para navegar por un mundo de rentabilidades mucho más bajas, aunque las expectativas sigan siendo altas.

¿Qué peligro corren los inversores al ir a lo seguro?

Estamos entrando en un período de un progresivo aumento de los tipos de interés, y ha pasado un tiempo desde la última vez que los mercados tuvieron que lidiar con eso. Durante mucho tiempo, hemos estado en un mercado dominado por la caída de los tipos. Se puede ir a lo seguro sin correr riesgos en un mundo como ese. En los períodos de deflación, la correlación entre los activos que tienden a conservar el capital y los activos de crecimiento se vuelve negativa. La eficacia de uno para cubrir el otro sube. Así que ir a lo seguro ha funcionado muy bien en el entorno de tipos de interés a la baja.

¿Pero qué sucede cuando las tasas ya no caen? Que son planas o aumentan. Aunque invertir a lo seguro disminuye el riesgo, también penaliza las rentabilidades. Cuando la inflación y los tipos son planos o aumentan, lo que es una correlación negativa se convierte en positiva. Ya hemos empezado a ver esto, por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2015, cuando el mercado anticipaba mayores tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos. La eficacia de ambos para compensarse disminuye mientras el costo sube, ya que el diferencial de rentabilidad es mucho mayor.

¿Cómo ha posicionado sus portfolios en este contexto?

Vemos algunas oportunidades, pero para explicarlo tenemos que volver a la idea de la diversificación. Si usted es dueño de un poco de todo en un sentido de capitalización de mercado, eso significa que es propietario de la pendiente de la Línea de Mercado de Capitales (CML por sus siglas en inglés). La CML constituye el punto de vista a cinco años vista de nuestra firma en lo que respecta al riesgo y a las rentabilidades en todas las clases de activos. En este momento estamos viendo que la pendiente es decepcionantemente positiva.

Pero hay un lado positivo: La dispersión de puntos alrededor de la línea se ha ampliado con el tiempo, y es la más amplia que hemos visto desde que comenzó a elaborarse la CML. Esto significa que el próximo período tendrá más ganadores y más perdedores. Así que para los inversores, es una cuestión de incluir en las carteras más activos ganadores y evitar los perdedores. Algo que, por supuesto, no es tan fácil como parece.

¿Cómo hacemos esto? Con inversiones más oportunistas, al tiempo que utilizando una perspectiva a medio plazo. Claramente, tienes que ser mucho más oportunista si lo que se busca es producir resultados en un horizonte de 3, 5, 7 o 10 años.

En un mundo de mercados distorsionados por políticas monetarias que han creado este masivo viento de cola, creemos que es relativamente fácil ya que el contexto evoluciona para evitar las clases de activos que se han visto más beneficiadas, aquellas que podrían tener mayor viento de cola.

¿Cuál es el enfoque de PineBridge en la asignación de activos?

Nuestro enfoque se centra en activos de crecimiento, tratando de obtener rentabilidades como las de los activos de crecimiento pero en activos similares, con un 60% o menos de los riesgos que normalmente les acompaña. Creemos que la única manera de hacerlo es ser mucho más oportunistas en el movimiento entre mercados y entre los activos de crecimiento, cambiando crecimiento por conservación de capital cuando sea necesario. Ese cambio, de hecho, a veces puede ser tan dinámico como una rotación.

Así que creo en un equilibrio de enfoques. Pero realmente no va a haber ninguna alternativa en un mundo de retornos inferiores con tipos planos o en aumento de ser más oportunista en los activos de crecimiento que lo que perseguimos. Esperamos que esto lleve a los inversores a buscar el alfa.

El mercado ha crecido en términos de personas que buscan alfa. Antes de la crisis, la búsqueda de alfa no se usaba demasiado. ¿Cómo van a hacer eso los inversores? La respuesta no es sólo conseguir más alfa en la selección de valores, sino la búsqueda de mejores y más eficientes formas de distribuir activos.

Las inversiones oportunistas están proporcionando una fuente sin explotar de la alfa para llenar la brecha entre los rendimientos del mercado y las expectativas de los inversores. En el entorno actual, todo el mundo está invirtiendo en más activos, en más áreas del mundo. Así que para llegar a esas ventanas de oportunidad, tenemos que avanzar más hacia la búsqueda de rendimientos mediante la asignación de activos.

Esta información tiene sólo fines educativos y no pretende servir como asesoramiento de inversión. No supone una oferta de venta o solicitud de compra de ningún producto de inversión o valor. Cualquier opinión proporcionada en este artículo no se debe ser tenida en cuenta en decisiones sobre inversión. Cualquier opinión, proyecciones, pronósticos y declaraciones a futuro son de carácter especulativo. Son válidas únicamente a la fecha presente y están sujetas a cambios. PineBridge Investments no está solicitando o recomendando actuaciones basadas en esta información.

 

 

 

 

La crisis de Brasil, de máxima actualidad: el mercado contra los medios

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La crisis de Brasil, de máxima actualidad: el mercado contra los medios
Foto: BeraldoLeal, Flickr, Creative Commons. La crisis de Brasil, de máxima actualidad: el mercado contra los medios

Brasil está en la primera plana de los medios, ya sea por su grave recesión (la peor en décadas), el escándalo de Lula y la corrupción del país o las protestas en las calles. Todo muy negativo. Vamos, dan ganas para salir corriendo, quien no lo haya hecho ya.

Sin embargo, los mercados parecen ver las cosas desde un punto de vista diferente. El principal ETF de la renta variable brasileña, que incluye el efecto de la variación de la divisa (real), se ha disparado un 28% desde que comenzó 2016 (el Bovespa ha subido un 17,5%). Este aumento es mayor (+50%) si lo medimos desde los mínimos del año.

Interesante ejemplo de cómo de unos mismos hechos negativos, se pueden extraer conclusiones muy distintas. Vamos a darle la vuelta a los elementos de preocupación señalados arriba. 

Antes de entrar en harina, un apunte: la realidad es prácticamente la misma hoy que el 21-22 de enero, cuando el ETF de Brasil hizo mínimos, antes de subir un 50%. Pero el mercado no cotiza «la realidad», sino la interpretación de la misma y las expectativas. Y éstas a veces funcionan como un péndulo, oscilando del pesimismo al optimismo, sin términos medios.

Recesión

Una imagen vale más que mil palabras.

La economía brasileña se hunde. Parece que la contracción se acelera. Pero también se puede ver desde una perspectiva más positiva (contracción desacelerándose), como sugieren los siguientes gráficos:

Además, tengamos en cuenta que la recesión no es un mal que venga de forma exógena y repentina, sino que es la consecuencia de excesos y malas decisiones (expansión del crédito, privado pero sobre todo público con la mala asignación de recursos que conllevapolíticas fiscales de gasto muy expansivaspeligrosas) tomadas en el pasado. Por tanto, es el reconocimiento de que se han hecho mal las cosas, y una oportunidad para retomar una mejor senda. ¿Qué es mejor, invertir en una situación de boom insostenible o en una recesión?

No he mencionado el auge y desplome en las materias primas y China, que es el factor en el que más énfasis se suele hacer para explicar lo que está pasando en Brasil. Pero realmente no creo que sea el principal factor. La economía de Brasil tan solo exporta un 11,5% de su PIB, por lo que pienso que lo que ha sucedido debe explicarse más por factores internos. Desde luego que los problemas de diversificación de la estructura productiva son importantes.

Escándalo de Lula, corrupción y protestas

El otro elemento de gran preocupación es el político y social, en concreto los gravísimos escándalos de corrupción que se están destapando, ya sea con Lula, Petrobras y Rousseff… lo que ha hecho que la gente vuelva a salir a las calles a protestar. 

¿Es esto negativo? Por un lado, sí. Lo ideal sería que no se destaparan escándalos de corrupción porque no los hubiera. Que Brasil fuera como un estado nórdico, donde las instituciones funcionan y la corrupción es mínima. Pero no es así. Y el hecho de que se destapen estos casos, ilustra cosas positivas. 

Trasladémonos al caso de España para verlo de forma más cercana. ¿Cuándo había más corrupción, en la fase de burbuja y pelotazo inmobiliario-financiero, o cuando ésta pincha? A juzgar por los casos que se destaparon, cuando pinchó. Pero lo cierto es que lo que se destapó fue lo que ya existía, lo que se venía fraguando desde hace tiempo. Cuando la burbuja pincha es cuando sale a la luz. 

En Brasil puede suceder algo similar. Y es positivo que salten a los medios estos casos y se conozcan. Que Lula no sea inmune y que no pueda salirse con la suya a pesar de todo. Esto no sucede en otros países donde las instituciones funcionan (todavía) peor que Brasil, donde ciertas personas son totalmente inmunes, y los casos de corrupción no saltan a la luz porque no interesa (la vida de quien lo saque y de su familia puede peligrar).

Y que la gente salga a protestar también me parece positivo. Parece que la gente está cada vez más despierta y consciente de los problemas de las autoridades, y esperemos que sean cada vez más exigentes con ellas (y ojo, ¡también con ellos mismos! Que aquí parece que «el pueblo» es siempre inocente, y los malos son siempre y solo los de arriba).

Lo que los mercados quizá están cotizando con su optimismo, además de que quizás la contracción económica se esté desacelerando y el escenario tan negativo actual ya estuviera descontado en el precio (¿quizá de forma exagerada?), es el cambio político. Que acabe la era Lula-Rousseff, y se dé paso a un nuevo gobierno más competente. El problema, según lo que he leído, es que tampoco hay una alternativa sólida que pueda tomar este relevo. (Recordemos que ya antes de las elecciones de 2014 el mercado subió bastante descontando un cambio político que al final no se produjo.)

Columna de Ángel Martín Oro, investigador de UFM Market Trends-Instituto Juan de Mariana.

El petróleo al alza: ¿es una subida sostenible o un repunte a corto plazo que carece de cualquier base fundamental?

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El petróleo al alza: ¿es una subida sostenible o un repunte a corto plazo que carece de cualquier base fundamental?
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Aristipo Crónica Popular. Oil: Up, Up And...?

Tras un 2015 para olvidar, el nuevo año comenzó de manera desastrosa para el mercado del petróleo con el barril de Brent tocando mínimos de 12 años en enero. La confianza en las perspectivas para el precio del petróleo parecían irremediablemente bajas cuando se anunció la decisión de levantar las sanciones a Irán y las estadísticas del crecimiento de la economía china seguían pintando un cuadro bastante sombrío para el crecimiento global. Sin embargo, el petróleo ha experimentado una rápida recuperación desde su punto más bajo tocado el 18 de enero. El rebote en el sentimiento no ha sido exclusivo de petróleo, el mineral de hierro, el cobre y el carbón también están experimentando un aumento en sus respectivos precios. La cuestión clave aquí sigue siendo: ¿es una subida sostenible o es poco más que un repunte a corto plazo que carece de cualquier base fundamental?

Como ya indicamos anteriormente, creíamos que cuando el crudo Brent tocó el mínimo de 27,88 dólares por barril en enero no estaba justificado. Desde entoncecs hemos sido testigos de una serie de acontecimientos interesantes en el que podemos destacar el principio de acuerdo entre Arabia Saudí y Rusia para poner un límite a la producción. Si bien el acuerdo en sí tuvo poco impacto en el suministro a corto plazo, ya que dejaba fuera otros productores clave (incluyendo Irán), fue simbólico que en el entorno actual fueran capaces de llegar a un acuerdo. El cártel petrolero se había abstenido anteriormente de fijar un limite a la oferta, pese a las débiles condiciones de mercado, optando en su lugar por mantener el mercado saturado para provocar, de forma implícita, la quiebra de los productores de ‘shale gas’.

El fin a las sanciones iraníes finalmente llegó el 16 de enero, cuando seis potencias occidentales alcanzaron un acuerdo nuclear con el país. Tras esto el mercado tuvo pocas dudas de que esta flexibilización de las sanciones iraníes podría provocar un alza significativa en el suministro de petróleo, aunque aún no se sabe la cantidad y la rapidez con la que Irán puede aumentar su producción hasta niveles que se parezcan al periodo anterior a ellas. Desde que fueron eliminadas, la producción iraní se ha quedado significativamente por debajo de las expectativas del mercado, sobre todo gracias al envejecimiento de las infraestructuras y la falta de inversión, lo que ha reducido por ahora su capacidad para aumentar la producción. El mercado del petróleo también se ha beneficiado de una caída en la producción de petróleo en Iraq y Nigeria. El primero está experimentando una caída mayor debido al corte en el flujo de un oleoducto que transporta petróleo través de la frontera kurda.

En un fenómeno que comenzó en octubre de 2014, el número de plataformas de petróleo de Estados Unidos ha ido disminuyendo y cae aproximadamente un 72% desde sus niveles máximos. Al mismo tiempo, el capex mundial para la industria del petróleo también se ha reducido, y la previsión de Simmons es que retroceda en torno al 50% en 2016, tras un recorte similar en el año 2015. Si bien la caída en número de plataformas y el gasto de capital han sido rápidas, el descenso de la producción de petróleo de Estados Unidos ha sido modesto en comparación. Creemos que el mercado anticipó demasiado la velocidad en la que la producción se reduciría -en respuesta a la caída de los gastos de capital-, lo que exacerbó la presión a la baja sobre los precios del petróleo. No obstante, nuestra opinión es que es probable que la producción estadounidense siga una trayectoria similar a la caída del número de plataformas para el resto del año y en 2017, ya que creemos que los productores de esquisto serán reacios a aumentar sus gastos de perforación mientras los precios sean inferiores a sus respectivos costes de producción.

Un factor que tiene potencial para poner en peligro la reciente recuperación en el mercado del petróleo es el nivel históricamente alto de los inventarios de petróleo. Este nivel por encima de la media habitual se debe a dos factores principales:

  1. La oferta de petróleo supera fuertemente la demanda
  2. La pronunciada curva hacia adelante que actúa como un fuerte incentivo para aumentar los inventarios. Sin embargo, recientemente hemos visto como esta curva se aplana, minimizando así el incentivo para aumentar inventarios debido a que la prima recibida por hacerlo es comparativamente menor. A corto plazo esto debería provocar que aparezca nueva oferta, lo que teóricamente amenaza un mercado con exceso de petróleo. Aunque obviamente somos conscientes de este riesgo, creemos que una caída sustancial de los inventarios respaldará un mercado del petróleo más estable.

Mantenemos nuestra visión de principios de año de que un precio del petróleo en niveles por debajo de los 28 dólares no es sostenible a largo plazo y no está en línea con los fundamentos. La reciente recuperación ha sido más ligera incluso que nuestras expectativas. A la luz de la actual incertidumbre en el mercado, creemos que a corto plazo el mercado de petróleo seguirá siendo volátil, especialmente en lo que respecta a que la amenaza de que los inventarios hunden el mercado es muy real. Sin embargo, a largo plazo, somos más constructivos tanto en lo que se refiere a la estabilidad del mercado como al precio. La caída de los gastos de capital y de los equipos de perforación comenzará a tener un impacto más pronunciado. Del mismo modo, el principio de acuerdo de los miembros de la OPEP para congelar la producción, sigue teniendo un potencial positivo para controlar la oferta en el largo plazo. En cuanto al posicionamiento de nuestras carteras, somos conscientes de los riesgos a corto plazo que hay por delante, aunque sí creemos que hay factores genuinos que ahora respaldan un mayor precio del petróleo.

Philip Saunders es co-responsable de Multiactivos de Investec.

Standard Life Wealth refuerza su equipo de inversión con el fichaje de Matthew Grange y Matthew Burrows

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Standard Life Wealth refuerza su equipo de inversión con el fichaje de Matthew Grange y Matthew Burrows
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Matthew Grange. Standard Life Wealth Strengthens Investment Team

Standard Life Wealth anunció recientemente el nombramiento de Matthew Grange y Matthew Burrows como senior portfolio managers para la oficina que la firma tiene en Londres. Ambos trabajarán con clientes en Reino Unido y a nivel internacional y reportarán directamente a Charles Insley, responsable internacional de Standard Life Wealth.

Matthew Grange acumula más de 18 años de experiencia en inversiones con clientes privados e institucionales. Antes de llegar a Standard Life Wealth trabajó doce años en la gestión de carteras de renta variable en Reino Unido para ABN Amro Asset Management.

Matthew Burrows tiene cinco años de experiencia en la gestión de carteras discrecionales para trusts, pensiones y clientes tanto institucionales como privados. Anteriormente, desarrolló su carrera en Falcon Private Wealth and Sarasin & Partners LLP, cubriendo la gama de activos tradicionales, así como alternativos y derivados.

«Como inversores a largo plazo ofrecemos a nuestros clientes estrategias en todo el espectro de riesgo y un proceso de inversión centrado en la exposición a factores de crecimiento. Tanto Matthew Grange como Matthew Burrows suponen excelentes incorporaciones al equipo y aportarán nuevos puntos de vista a nuestro proceso de inversión», afirmó Insley.

¿Se van a mantener los tipos eternamente bajos?

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¿Se van a mantener los tipos eternamente bajos?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Lunita Lu. ¿Se van a mantener los tipos eternamente bajos?

Los tipos oficiales de los bancos centrales siguen fluctuando en torno a cero en el mundo occidental. Lo mismo ocurre con los tipos de interés efectivo sobre las obligaciones a más largo plazo. Al mismo tiempo, los indicadores de confianza permiten augurar una nueva desaceleración de la actividad económica mundial, tras una recuperación más bien tenue desde la Gran Recesión de 2008-2009. Y, entretanto, los bancos centrales, aunque han ampliado considerablemente sus balances, aguardan a la desesperada un aumento de la inflación.

Es más, varios observadores critican cada vez más a las autoridades monetarias por agravar la situación en lugar de mejorarla. Y con razón afirman que soplan vientos adversos para el sector financiero, cuyos principales beneficios provienen de los diferenciales de los tipos de interés. No obstante, conviene precisar que son esos mismos observadores quienes, cuando estalló la crisis financiera mundial, advirtieron sobre las nefastas consecuencias de una inflación galopante, en un contexto de excepcionales medidas de estímulo de los bancos centrales. Los gobernadores de los bancos centrales no son superhéroes, pero un análisis contradictorio indica que merecen al menos un poco de credibilidad por haber contenido, siquiera parcialmente, las fuerzas deflacionistas mundiales surgidas tras la crisis de 2008. Además, las autoridades monetarias son las primeras en reconocer que su margen de actuación es limitado. Así pues, resulta sorprendente ver tantos observadores… sorprendidos. Y lo que proponen en concreto para mejorar las condiciones económicas tampoco está muy claro, puesto que no suelen ir más allá de las llamadas “reformas estructurales”. Incluso llegan a considerar que la reducción del gasto público y la subida de los tipos de interés son respuestas adecuadas para la difícil coyuntura económica actual. Una minoría es partidaria de una marginación total del sector público, para que la destrucción creativa surta efecto.

Ahora bien, lo que parece claro a estas alturas es que la economía mundial sufre ante todo un problema de demanda, no de oferta. Aunque los tipos de interés están en mínimos históricos, se ahorra más de lo que se invierte y las perspectivas económicas, poco halagüeñas, no dejan traslucir cambios en este punto, al menos en un futuro próximo. No obstante, no creemos que la economía mundial esté a punto de caer en una repentina recesión. Una de las razones radica en que los bajos precios de la energía y las materias primas deberían apuntalar la economía durante cierto tiempo más, incluso tras la atenuación de los efectos perturbadores sobre las inversiones y el comercio. Además, varios efectos básicos asociados a los precios de las materias primas indican que la inflación general tiene bastantes probabilidades de aumentar de aquí a finales de año. Pero eso no significa que todo vaya bien. Aunque la economía mundial logre evitar una desaceleración aún más acusada, es poco probable que las perspectivas estructurales mejoren de repente. Por otro lado, no vemos ninguna presión inflacionista en la zona euro, por ejemplo, y las previsiones a este respecto se mantienen a niveles increíblemente bajos. Por último, varios barómetros de la actividad económica sugieren asimismo que el BCE no alcanzará su objetivo de inflación, fijado en el 2%.

A medio y largo plazo, son altas las probabilidades de que asistamos a un período prolongado de crecimiento relativamente lento, asociado a los tipos de interés fluctuantes en torno a cero, en un contexto de adversas perspectivas demográficas y de reducción del margen de maniobra frente a la acumulación de la deuda futura. De hecho, los tipos de interés efectivo han caído durante los últimos 30 años, a pesar de una inmensa acumulación de deuda privada y pública, una situación demográfica todavía relativamente favorable y una afluencia masiva de capitales hacia los mercados emergentes.

En resumen, parece claro que en las últimas décadas los tipos de interés naturales han disminuido sensiblemente en todo el mundo. Se ha escrito mucho en los últimos años sobre la posibilidad de un escenario de estancamiento a largo plazo (incluso secular). Algunos observadores, como Laurence Summers, han abordado la problemática desde el punto de vista de la demanda, mientras que otros (como Robert Gordon) creen que la mayor parte de los avances tecnológicos que respaldaban el crecimiento han quedado atrás. Es pronto para saber si se va a materializar un escenario de estancamiento secular. El tiempo lo dirá. Entretanto, la economía parece acorralada en una trampa de liquidez.

No es recomendable concluir que las autoridades políticas han agotado sus municiones para combatir esta peliaguda situación. Las ciencias económicas nos enseñan que la política monetaria pierde su eficacia en situaciones como esta (la curva LM es plana) y que el gasto presupuestario resulta mucho más eficaz para estimular la actividad económica (la curva IS se desplaza hacia la derecha). Esta situación es coherente con un estudio del FMI en el que se indica que los multiplicadores presupuestarios son bastante elevados en este momento. ¿Cómo es posible que hayamos olvidado tan fácilmente estos conocimientos que se remontan a las teorías de Keynes y Hicks de los años treinta? ¿Por qué intranquiliza tanto a los observadores el nivel de endeudamiento, en una época en que los tipos de interés negativos representan un incentivo para que los gobiernos recurran al crédito e inviertan en infraestructuras?

Así pues, la acción política podría influir de manera notable y, de hecho, el consenso sobre la necesidad de aumentar el gasto en infraestructuras aumenta de forma lenta pero firme. Aunque la OCDE se ha concentrado (erróneamente) en el equilibrio de los presupuestos públicos tras el inicio de la Gran Recesión, hoy parece dispuesta a reconocer que un aumento de las inversiones podría contribuir a respaldar el crecimiento. Como los recursos resultan improductivos en una trampa de liquidez, no hay motivos para temer un efecto desplazamiento por el eventual aumento de los tipos de interés, que incrementaría la eficacia de dicha política. Pero nadie sabe realmente si las autoridades políticas están dispuestas a adoptar este planteamiento. La cumbre del G20 celebrada en Shanghái la semana pasada arroja en este aspecto algunos resultados alentadores, aunque inciertos. A pesar de que los Estados miembros del G20 acordaron utilizar “todos los instrumentos políticos —monetarios, presupuestarios y estructurales— de manera individual y colectiva” para alcanzar los objetivos económicos del grupo; todavía no existe ningún plan por el que se establezcan gastos de estímulo específicos y coordinados. Solo cabe esperar que se formule pronto, para reimpulsar así el crecimiento. Si se hace correctamente, aumentarán por fin las probabilidades de un aumento de tipos y la política monetaria podrá volver a desempeñar una función relevante en la próxima recesión.

¿Cabe confiar en que las autoridades presupuestarias elijan esta vía próximamente? La respuesta sucinta es “no”. La oposición de Alemania a un crecimiento “financiado por la deuda” pone en relieve que los obstáculos siguen siendo considerables. Idealmente, las autoridades políticas deberían actuar con mayor eficacia para combatir la debilidad crónica de la demanda. Es evidente que las autoridades monetarias y presupuestarias nunca pueden quedarse sin munición. Si colaboraran de manera intensiva, conseguirían un aumento de la demanda y de la inflación. No obstante, nadie sabe realmente si están dispuestas a salirse de los caminos trillados. Las reformas estructurales se deben aplicar en este contexto y no de forma aislada. Si se adoptan este tipo de medidas, es más probable que aumenten por fin los tipos de interés. En caso contrario, los bajos tipos de interés seguirán siendo un indicador del entorno económico deprimido. Europa se encuentra en una situación mucho más complicada que la del resto del mundo. Como el euro sigue siendo una divisa sin país y no parece que avancemos hacia una mayor integración, cuesta imaginar cómo pueden colaborar más estrechamente las autoridades monetarias y presupuestarias.

¿Qué esperan los inversores de los hedge funds en 2016?

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¿Qué esperan los inversores de los hedge funds en 2016?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: srgpicker . ¿Qué esperan los inversores de los hedge funds en 2016?

A finales de 2015, Preqin realizó una encuesta entre más de 500 gestores de hedge funds e inversores institucionales de todo el mundo para determinar las perspectivas de la industria para 2016. A partir de sus respuestas, la firma pudo identificar algunas tendencias entre las que se encuentran que la vigilancia a la que se verán sometidas estas estrategias se intensificará este año, después de unos resultados decepcionantes en 2015.

Según informes anteriores de la firma, la satisfacción de los inversores con la evolución de los hedge funds había caído de finales de 2013 a finales de 2014, por lo que 2015 era el año en que éstos esperaban que los hegde funds demostraran de lo que eran capaces. Pero en 2015 las expectativas de hasta el 33% de los inversores no se vieron cumplidas y el 40% de los managers cree que no alcanzaron su retorno objetivo.

A pesar de eso, el valor de las inversiones en hedge funds es cada vez más evidente –dice la firma- dados los recientes acontecimientos en los mercados tradicionales de  renta variable y fija. En 2015, los hedge funds superaron a muchos índices globales como el S&P 500, MSCI World Index o Barclays Capital Global Aggregate Bond Index y las turbulencias que han guiado los mercados se han trasladado a 2016. Si, en el entorno actual, los hedge funds son capaces de demostrar su valor como producto,  ayudando a preservar los activos, reduciendo la volatilidad de la cartera y ofreciendo un flujo de rendimientos ajustados al riesgo, los inversores –que ahora muestran una cierta precaución- podrían reconsiderar su actitud.

En relación con los temores anteriores, las respuestas de los inversores indican que la captación de fondos será más difícil este año, puesto que sus asignaciones de nuevo capital serán menores que en años anteriores.

En cuanto a cuales resultarán más y menos exitosas en 2016, el trabajo apunta a que serán las estrategias de CTAs, macro y de renta variable las que saldrán ganando, mientras que las de crédito tendrán más dificultades.

Por último y en relación a la satisfacción y los fees cobrados por las gestoras, la encuesta muestra que puesto la satisfacción no mejora los fees seguirán siendo un punto conflictivo este año.

Las 10 mejores marcas de gestión de activos de 2015

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Las 10 mejores marcas de gestión de activos de 2015
Foto: Walt Jabasco. Las 10 mejores marcas de gestión de activos de 2015

La incertidumbre macroeconómica y la inestabilidad de los mercados provocó que el año pasado los inversores europeos escogieran aquellas casas de fondos que conocen y en las que confían. El último análisis de Fund Buyer Focus, bajo el título Fund Brand 50, realizado entre varios países y firmas de terceros, muestra que no hay cambios entre los seis primeros grupos más deseados frente a otros años anteriores, pero que la diferencia entre la primera gestora líder en marca, BlackRock, y su rival más próximo se está ampliando. Según el grupo de investigación de Fund Buyer Focus, BlackRock superó a sus competidores en la mayoría de atributos de marca evaluados por los selectores de fondos.

El estudio, elaborado de forma independiente, mide el atractivo relativo de la marca de las gestoras de activos a través de diez factores para proporcionar una clasificación sobre los canales de distribución y los mercados locales y transfronterizos. Los resultados del estudio incluyen un papel creciente del rol de las marcas en el proceso de selección de fondos y su reciente migración desde los compradores de fondos hacia las grandes gestoras.

En comentarios sobre el informe, Diana Mackay, directora de Fund Buyer Focus, afirma: “Cuando la confianza del inversor es baja, la marca se convierte de forma natural en un factor más importante dentro del proceso de compra de un fondo, los inversores buscan la comodidad y estabilidad percibida en los nombres de marcas más grandes y más conocidas. Las “gestoras seguras”, en especial el líder en marca, se han beneficiado de esta tendencia en mercados extremadamente agitados. El poder de la marca fue también evidente en la resistencia de las posiciones de algunos grupos, incluso cuando los productos insignia de la casa de fondos estaban siendo desfavorecidos por los mercados”.    

Fuera de las diez primeras casas de fondos de la clasificación, las presiones sobre los márgenes y los cambios regulatorios promovieron un respaldo para los proveedores de productos de gestión pasiva. iShares y Vanguard obtuvieron el mayor impacto dentro de la clasificación transfronteriza. Pero fue Vanguard la que creció más rápidamente, mejorando su clasificación dentro de la lista de FB50 en 13 posiciones con respecto al año anterior.                          

Cuatro nuevos grupos ganaron suficiente reconocimiento como para entrar en los 50 primeros puestos de la clasificación. La mayor entrada fue el ganador de la categoría de boutique de inversión del año anterior, Flossbach von Storch, que extendió su marca hasta alcanzar nuevos mercados y ganar una posición 32 en la clasificación. Mientras tanto el grupo estadounidense, T. Rowe Price vio cómo la inversión realizada en el desarrollo de su presencia retail incrementó su reconocimiento en múltiples mercados para alcanzar una posición 46.  

Un buen año para las boutiques

No todo gira en torno a las grandes marcas. En el otro extremo de la escala de la gestión de activos, las boutiques de inversión tuvieron un buen año. La boutique nórdica Lannebo Fonder se movió dos posiciones para alcanzar la corona entre las marcas de boutiques de inversión. El éxito de Lannebo Fonder refleja una tendencia que aparece en las clasificaciones de este año y que se trata del apetito por generar rentabilidad al invertir en especialistas locales.

“El interés en los gestores especializados en generar alfa ha permanecido fuerte, ayudando a poner en el punto de mira a nuevos y más establecidos gestores de mercados nichos. Pero incluso para estos pequeños grupos, los seleccionadores de fondos pusieron un gran énfasis en la importancia de la consistencia corporativa, clasificando la estabilidad de los equipos de inversión como el factor más influyente dentro de la elección de marca”, explica Diana Mackay.  

Los 10 primeros grupos de gestoras internacionales clasificados por puntuación total en su marca son los siguientes:

La apuesta de Robeco en bolsa emergente: China, India y Corea del Sur, mejor que Latinoamérica y Europa del Este

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La apuesta de Robeco en bolsa emergente: China, India y Corea del Sur, mejor que Latinoamérica y Europa del Este
Wim-Hein Pals, gestor de renta variable emergente en Robeco. Foto cedida. La apuesta de Robeco en bolsa emergente: China, India y Corea del Sur, mejor que Latinoamérica y Europa del Este

Las bolsas de los mercados emergentes acumulan ya unos años difíciles y los primeros meses de 2016 no han sido una excepción, quitando el buen comportamiento de algunos como el brasileño, uno de los mejores en lo que llevamos de año. Pero Wim-Hein Pals, gestor de renta variable emergente en Robeco, infrapondera Latinoamérica en sus carteras, preocupado por la confluencia en la región de factores como las altas valoraciones de algunos mercados, la inestabilidad política o la inevitable reducción de la demanda de materias primas en una China que reduce su crecimiento.

“El rally en las materias primas ya no es sostenible, debido a que China crecerá menos e India no compensará esa desaceleración de la demanda, lo que afectará al crecimiento en Latinoamérica”, explica en una entrevista a Funds Society, en el marco de unas recientes conferencias en la sede central de la gestora en Rotterdam. Tampoco ayudan las valoraciones o la situación política en casos como el de Brasil, país donde hay “un desastre político” y que plantea un gran interrogante en sus carteras. “China crece y sus acciones cotizan a un PER de 11 veces, mientras Brasil decrece y cotiza a 14 veces”, comenta, contrastando además la situación de estabilidad política en el primer país frente al segundo. Sobre México, destaca sus excesivas valoraciones y también el hecho de que su mercado bursátil no refleja su economía. Con todo, sobrepondera Perú, si bien sus posiciones en la región son muy selectivas.

En general, el análisis top-down del que parte para la selección de su cartera le lleva a ser muy cauto en la región latinoamericana, al igual que ocurre con Europa del Este, África y Oriente Medio, mientras sobrepondera Asia. “Nos gustan China, India y Corea del Sur, que están realizando reformas en diferentes aspectos de su economía”.

Las razones que llevan a Asia

Son varios los factores que le llevan a esa conclusión. En primer lugar, su convicción de que los precios del petróleo se mantendrán bajos, lo que beneficia a grandes consumidores como los países asiáticos mencionados y perjudica a exportadores como México, Malasia –infraponderados-, Colombia o Venezuela –en los que no invierte-. “Quizá vimos los mínimos del barril de petróleo el pasado enero, en 26-27 dólares, pero vemos difícil que haya una tendencia alcista continuada que pueda llevar su precio a los 40-50 u 80 dólares”. El experto cree que será difícil una apreciación teniendo en cuenta la abundante oferta, con el mantenimiento del nivel de producción de crudo cerca de sus máximos históricos. En general, se muestra positivo con los importadores de materias primas y negativo con los exportadores.

Otra razón que explica sus posiciones es el análisis del posible impacto de un dólar más fuerte en ciertos países. “Hemos de ser cautos con las compañías, y los países, que tienen deuda pública denominada en dólares, como Brasil o Turquía. El balance de los países no debe estar expuesto a este riesgo”, defiende.

Hablando más en detalle sobre las razones de su apuesta por China, India y Corea destaca de este último mercado su notable crecimiento (del 3,5%-4,5%), las atractivas valoraciones de sus acciones y el anuncio de muchas compañías de aumentar sus ratios de payouts, con lo que “el descuento podría desaparecer al menos parcialmente. Veremos una continuación del re-rating apoyada por esa actitud de las empresas coreanas más cercana a los accionistas”, dice. De India destaca la mejora de la demanda interna y el aumento del gasto público en infraestructuras, mientras en China, que ha logrado reducir el peso de su sector manufacturero del 60% al 40% en tres años, ve positiva esa transformación y cree que, ante la potencial futura inclusión parcial de las acciones A en los índices bursátiles, “mucho dinero pasivo tendrá que comprar este mercado”.

Razones para el optimismo

En general, Pals considera que hay razones para apostar por la renta variable del mundo emergente. Entre ellas, su infraponderación en las carteras de renta variable global, sus atractivas valoraciones, su potencial de crecimiento de beneficios, el apoyo de un ciclo de subidas de tipos en EE.UU. inspirado por un mayor crecimiento o mejores fundamentales frente al mundo desarrollado (por ejemplo, su menor deuda). “Estos mercados están en niveles mínimos históricos en cuanto a su asignación y peso en las carteras de los inversores institucionales, como los fondos de pensiones. Las carteras en EE.UU. y Europa están muy poco posicionadas, mientras la bolsa europea es la región más sobreponderada del mundo en la asignación de renta variable global. Las acciones europeas ya no están baratas, aunque hay historias interesantes, y desde una perspectiva de diversificación hay una sobre-exposición al Viejo Continente, al contrario de lo que ocurre con los emergentes”, explica. En su opinión, los inversores en primer lugar tendrán que cerrar sus posiciones de infraponderación en emergentes para evitar mayor dolor: tras las salidas de 80.000 millones de dólares el año pasado ante la volatilidad en China, matiza que el Gobierno está estabilizando el renminbi y hará cada vez la vida más difícil a los que intenten especular contra la divisa.

Como otro factor a favor, destaca las favorables perspectivas de beneficios y crecimiento. “Es difícil que los mercados desarrollados repitan consistentemente el crecimiento en sus beneficios. Será difícil crecer desde un nivel tan alto, y en ese sentido vemos más potencial en el mundo emergente”, dice, comparando el crecimiento de los países desarrollados con el 6% de China (que sus estimaciones reales estiman en el 4%-5%, en todo caso el doble que EE.UU. y muy por encima de Europa y Japón). Por eso, y aunque muchas veces se dice que los emergentes están baratos por una razón –destacando las bajas valoraciones como otra razón añadida para comprar-, el gestor destaca el potencial de crecimiento de sus beneficios.

¿Puede la Fed jugar a favor?

Además de estos factores, añade uno que es toda una sorpresa: la actuación de la Fed subiendo tipos puede apoyar también a estos mercados. “Los mercados emergentes iniciaron un rally alcista cuando la Fed empezó a subir los tipos en 2004. En diciembre del año pasado vimos la primera subida en casi una década y el ciclo de subidas seguirá. La Fed no ha cometido un error, irá más lejos a lo largo de este año (con más alzas en abril o junio), dos o tres más, ya que los números en el país son resistentes y pueden conllevar una inflación de momento benigna, que puede cambiar si la política monetaria sigue tan laxa”, explica. De ahí que considere que, un ciclo de subidas de tipos inspirado en un mayor crecimiento en EE.UU. pueda apoyar a los mercados emergentes ahora, como pasó hace una década.

Con todos estos factores sobre la mesa, defiende que las acciones emergentes pueden ofrecer retornos de doble dígito, a pesar del menor crecimiento. “Creemos que pueden ofrecer retornos del 12%, pero a largo plazo”. “Hay mucho valor que podemos encontrar en el mundo emergente”, apostilla, siempre desde una perspectiva top-down, seleccionando los mejores países, con valoraciones más atractivas y con vientos de cola estructurales.