Mientras la creciente presión estadounidense sobre Suiza y otras jurisdicciones está provocando un enorme flujo de dinero en efectivo desde el mundo offshore hacia los Estados Unidos, islas como Barbados buscan mantener su status como importantes centros offshore.
Las iniciativas internacionales; más y más competencia; la consolidación de diversos sectores financieros en pocas manos; los cambios en los perfiles demográficos de los clientes; los requisitos de los mercados emergentes; el estancamiento del mercado y, por supuesto, la crisis financiera que estalló hace sólo unos pocos años son algunos de los responsables de que los altos patrimonios busquen más allá de sus fronteras opciones para administrar sus recursos.
En el IFC World 2016, -la primera edición de un anuario sobre el mundo offshore publicado por ClearView Financial Media– se menciona que más de 4.000 empresas extranjeras operan en Barbados.
Los bajos impuestos de la isla atraen a inversores de EEUU y el Reino Unido así como de Canadá. De hecho, Barbados es el segundo destino de capitales canadienses en el mundo, tan sólo después de los EEUU. Además la isla ha firmado acuerdos con la OCDE , así como el FATCA para velar por la integridad de los centros offshore, que después de la filtración de los Papeles de Panamá, se ha visto envuelta en un escandalo.
Considerando que Barbados cuenta con tratados de tributación con 36 países y es el país menos corrupto de América Latina y el Caribe, según transparencia internacional, no es de sorprender que los activos administrados equivalgan el 10% del PIB.
En los últimos meses, el interés de los inversores, tanto minoristas como institucionales, está volviendo al mundo emergente, y especialmente hacia los mercados de deuda. Nish Popat, gestor co-responsable del equipo de Deuda Corporativa Emergente de Neuberger Berman, explica en esta entrevista con Funds Society por qué actualmente hay un buen punto de entrada en el activo. Como oportunidades, destaca la deuda corporativa en empresas latinoamericanas y la deuda pública en mercados como Azerbaiyán y Ecuador, junto a otros que han mejorado su situación como Hungría, Costa de Marfil e Indonesia. En divisas, en la gestora tienen un sesgo positivo hacia la rupia india, la lira turca y algunas divisas latinoamericanas, como el peso de México, Chile y Colombia.
Los mercados emergentes han sido casi denostados por los inversores en los últimos años. ¿Está cambiando esta situación especialmente en el mercado de deuda? ¿En qué segmentos los flujos están apoyando más?
En los últimos años, muchos inversores han estado infra-asignando su exposición a fondos de mercados emergentes debido a que varias preocupaciones (sobre China, Brasil, una desaceleración global, la caída de las materias primas y el petróleo y el gas y la política de subidas de tipos de la Fed) han contribuido a alertar sobre la situación de estos mercados, especialmente sus divisas. En los dos últimos meses, teniendo en cuenta que muchos de estos factores se han estabilizado, hemos empezado a ver fuertes suscripciones hacia la deuda emergente, sobre todo en divisa fuerte pero también hemos visto flujos positivos en divisa local.
¿Qué tipo de inversores empiezan a apostar de nuevo por emergentes?
En los últimos dos años la mayoría de las salidas en este activo venían de inversores minoristas. Sin embargo, este año, estamos viendo suscripciones hacia la deuda emergente tanto por parte de estos inversores como por parte de los institucionales.
¿Empieza a haber una oportunidad atractiva en deuda emergente: es un buen punto de entrada el momento actual?
Las presiones en los fundamentales de la deuda emergente están empezando a aligerarse entre una estabilización de los precios de las materias primas y unas políticas monetarias favorables a nivel global, mientras la fuerte depreciación de las divisas emergentes ha dado como resultado un ajuste en las cuentas corrientes de varios países. Un nivel suficiente de reservas de divisas y una baja deuda externa son factores que siguen apoyando los fundamentales estructurales de los gobiernos, mientras los elevados diferenciales son más que adecuados ahora para compensar por riesgos cíclicos. Finalmente, vemos factores técnicos de apoyo actualmente, pues la demanda de los inversores está volviendo, mientras la oferta de nuevas emisiones es relativamente modesta. Creemos que en general estos factores justifican una asignación al activo y hemos incrementado el riesgo en nuestras carteras de deuda emergente este año, pues creemos que estos desarrollos contrarrestan los retos que algunos emergentes aún afrontan.
¿Cómo cree que puede afectar al activo las decisiones de subida de tipos de la Fed? ¿Qué esperan de Janett Yellen?
El mercado se vio impactado cuando los miedos iniciales de subidas de tipos emergieron en 2013. Desde entonces, hemos visto lo cauta que ha sido la Fed a la hora de gestionar los miedos de los mercados sobre la velocidad y la extensión de esa subida, de forma que cuendo ocurrió el mercado lo había descontado y no tuvo impacto en los emergentes. Seguimos creyendo que la Fed será muy cauta y actualmente vemos que el impacto en la deuda emergente se ha puesto ya en precio.
¿Es ese un factor por el que favorecen las duraciones cortas? ¿Cuáles son ahora mismo las ventajas de tener menos duración en cartera?
La principal ventaja de una perspectiva de duraciones cortas es el perfil de riesgo más conservador con una menor volatilidad y caídas, junto con protección en caso de que los tipos de interés reboten en algún momento. Aunque creemos que puede ser atractivo para los inversores que buscan una perspectivas más conservadora y con perfil de retorno absoluto en la deuda emergente, también sabemos que esta estrategia normalmente no captura todo el potencial alcista que sí capturan las estrategias de mayores duraciones en un rally de mercado.
¿Compensan ese factor con un mayor riesgo de crédito o no es necesario?
En las últimas semanas hemos incrementado nuestro apetito hacia el riesgo en general en el universo emergente pues seguimos pensando que muchos inversores siguen infra expuestos y dado que la estabilidad de algunos motivos de preocupación sugiere que las primas ofrecidas por los emisores emergentes eran demasiado altas a la vista de los riesgos decrecientes. Seguimos siendo positivos y esperamos el momento de seguir, teniendo en cuenta que el mensaje de los bancos centrales de los países desarrollados sigue apoyando a los activos de riesgo.
¿Es posible encontrar inversiones de calidad (IG) en deuda pública y corporativa en EM y con buenas rentabilidades?
Muchas empresas con grado de inversión en emergentes han continuado generando beneficios, aunque más bajos que en el pasado y aunque la desaceleración en sus economías o sectores tiene un impacto. Hemos visto muchas compañías gestionar de forma activa la situación y esperamos que aunque la rentabilidad sea más baja que en 2015, muchas firmas sean capaces de lidiar con el cambiante escenario global mejor de lo que muchos han anticipado.
¿En qué países (deuda pública) y sectores y empresas (deuda privada) ve valor?
En deuda corporativa, seguimos viendo oportunidades en varios sectores especialmente en Latinoamérica donde muchos emisores sufrieron mucho en 2015 y las valoraciones de la deuda alcanzaron niveles que creemos eran excesivas incluso aunque muchas empresas estén pasando dificultades en el presente. En adelante, seguimos creyendo que la búsqueda de rentabilidad es clave en las mentes de los inversores ya que la Fed y el BCE siguen proporcionando comentarios acomodaticios. El momento para las empresas emergentes sigue fuerte. En deuda pública, nos gustan países como Azerbaiyán y Ecuador, que pensamos han sido vendidos excesivamente con el movimiento del precio del petróleo, y nos gustan países que han sido y continúan viviendo un camino de mejoras en crédito, algo que vemos en Hungría, Costa de Marfil e Indonesia.
¿Compensa ahora asumir riesgo divisa o no?
Hemos sido más constructivos en la exposición a divisas emergentes debido a la mejora en el crecimiento de las exportaciones y las cuentas corrientes, a la vez que las valoraciones y los factores técnicos también ayudan. Actualmente tenemos un sesgo positivo hacia la rupia india, la lira turca y algunas divisas latinoamericanas, como el peso de México, Chile y Colombia.
La volatilidad ha sido fuerte en los últimos meses, también ante el tema chino y las materias primas. ¿Seguirá así en el mercado?
El factor miedo a finales de 2015-principios de 2016 ha sido una de las razones clave por la que muchos inversores estaban nerviosos a la hora de invertir, combinado con el incremento de la volatilidad y la desaceleración en China, que fue el factor principal. En los últimos tres meses, hemos visto cómo esos miedos han disminuido dramáticamente y la vuelta al activo ha sido fuerte. En el corto plazo vemos que el momento positivo continuará, aunque el mundo emergente está formado por muchos países y compañías y, por tanto, mientras puede haber problemas en una región, la diversidad del activo permite que otra parte del mundo se beneficie. Y por eso hemos visto resistencia en el activo en los últimos años. Es importante que los inversores miren a los emergentes con un horizonte de largo plazo y aunque en el corto plazo pueda haber riesgos, hay que tener en cuenta que en los últimos 10 años han ofrecido sólidos retornos.
Conforme se acaba la temporada de resultados, los mercados han encontrado cierto apoyo en la mejoría de las ventas en Estados Unidos. Según FactSet, el primer trimestre de 2016 apunta a una recuperación en este capítulo: más de la mitad de las empresas que figuran en el índice S&P 500 (el 55% para ser exactos) han batido hasta el momento sus estimaciones de ventas (en base a las 458 empresas que cotizan en el S&P 500 que han reportado ganancias hasta ahora). Esto supone una fuerte mejora en comparación con el último trimestre de 2015, cuando menos del 46% de las empresas estadounidenses superaron las estimaciones de ventas.
El equipo de Lyxor AM que lidera Philippe Ferreira, senior analista de la firma, estima que esto ha contribuido a estabilizar los mercados en la primera mitad del mes de mayo y a pesar de las ligeras decepciones en los recientes datos macro publicados en Estados Unidos, como las cifras de empleo y de los índices PMI.
Sin embargo, cuando se analizan con detenimiento los factores que están dirigiendo las bolsas, la gestora está convencida de que hay más movimiento de lo que sugieren los titulares. Los valores defensivos y de baja volatilidad han rebotado en las últimas semanas. Mientras tanto, los títulos value cayeron y evolucionaron peor que el mercado. Este patrón (‘momentum up, value down’) es en realidad un retorno a la normalidad de los últimos cinco años, que está tomando forma más global. En este punto, el equipo destaca que esto está teniendo repercusiones positivas para los gestores de estrategias long-short que han mantenido de forma general una posición defensiva.
Dentro de la industria de hedge funds, los gestores de estrategias long-short han recogido rentabilidades inferiores al resto del mercado en lo que va de año, pero Lyxor AM cree que esto podría haber llegado a su fin.
Hasta ahora, este tipo de estrategias han evolucionado peor como resultado de la caída de los mercados vista hasta mediados de febrero y la fuerte rotación en los factores de riesgo, una fase que hemos visto hasta mediados de abril, explica la gestora del grupo Société Générale. “Ahora que los factores de riesgo de las acciones se están normalizando, creemos que los gestores de estrategias long-short están preparados para una recuperación. Como resultado, aumentamos nuestra recomendación a renta variable long-short de mercado neutral a ligeramente sobreponderar. La estrategia es exactamente ‘long’ en momentum y ‘short’ en acciones value”, escriben los analistas de la firma.
Para concluir, Lyxor destaca que esta mejora supone que la normalización de estos factores de riesgo va a continuar, es decir, el ‘momentum’ continuará superando a ‘value’. Mientras tanto, «mantenemos la recomendación sobre variable biased L/S Equity, en ligeramente sobreponderar y long bias L/S Equity, en neutral».
El último informe Henderson Global Dividend Index (HGDI) —estudio a largo plazo sobre las tendencias mundiales de dividendos en dólares estadounidenses— ilustra cómo los dividendos de los mercados emergentes han descendido, en términos generales, durante los dos últimos años, en claro contraste con el significativo crecimiento que registraron entre 2009 y 2013.
La tendencia refuerza la postura de que adoptar un enfoque global con respecto a los ingresos por renta variable, con la flexibilidad de acceder a oportunidades de crecimiento y buscar rentabilidades atractivas, es importante para reducir la dependencia del inversor a cualquier región o sector.
Los dividendos generales reflejan la suma total de los pagos percibidos en el HGDI, en dólares estadounidenses. Los dividendos subyacentes se ajustan en función de los dividendos especiales, las variaciones cambiarias, los efectos temporales y la evolución de los índices.
Los dividendos de los mercados emergentes aumentaron más del doble, en términos generales, entre 2009 y 2013 (+114,4%), muy por encima del 45,1% de los dividendos a escala global. Desde comienzos de 2014, sin embargo, los pagos de empresas cotizadas en mercados emergentes han caído a escala general un 17,9%, mientras que los dividendos globales han aumentado un 8,8%.
La elevada ponderación de empresas del sector de las materias primas —que han acusado la débil demanda por lo que muchas de las cuales han reducido sus dividendos— y el descenso de las monedas de mercados emergentes son los principales factores responsables del descenso en los dividendos de los mercados emergentes desde 2014. China es el país que presenta los mayores pagos de dividendos de la esfera emergente, al aglutinar más de una cuarta parte del total de los mercados emergentes del HGDI (27%), tal y como se muestra en el siguiente gráfico.
Los dividendos de empresas chinas se han casi triplicado desde 2009, en términos generales, superando con holgura el promedio de los mercados emergentes y también el promedio mundial. Sin embargo, el crecimiento se estancó a mediados de 2014 y desde entonces los dividendos chinos han disminuido, en términos generales, por primera vez desde la introducción del HGDI en 2009. Sin embargo, el número limitado de empresas dedicadas al ámbito de las materias primas y la gestión monetaria son los factores que mejor explican por qué los dividendos chinos han caído en menor medida que los de otros países emergentes.
A largo plazo, los efectos del tipo de cambio se igualan en general, pero el impacto en 2015 fue excepcional y puso de manifiesto la fortaleza del dólar estadounidense. El pasado año, los dividendos generales de los mercados emergentes cayeron un 8,3%, si bien el crecimiento subyacente fue sólido con un 12,7% (en términos interanuales). Los efectos del tipo de cambio supusieron el 18% de la diferencia (el mayor impacto correspondió a Rusia y Brasil), mientras que el 3% restante correspondió a dividendos especiales y variaciones de índices.
Estrategia Henderson Global Equity Income
La asignación geográfica de la estrategia Henderson Global Equity Income depende de las zonas en las que los gestores identifiquen valores atractivos con parámetros fundamentales sólidos y valoraciones interesantes, no de una visión macro general.
Actualmente, buscamos los valores más atractivos para lograr el crecimiento del capital y de sus rentas en mercados desarrollados. Las perspectivas de ganancias y dividendos siguen siendo inciertas en numerosos mercados emergentes, si bien la mayor parte de los mercados desarrollados ofrece potencial de crecimiento de los dividendos.
Aunque la estrategia presenta una ponderación directa baja con respecto a los mercados emergentes, también se procura exposición a través de determinadas empresas de mercados desarrollados con flujos de negocio significativos en mercados emergentes.
Ben Lofthouse es miembro del equipo de renta variable internacional de reparto de Henderson.
A los altos patrimonios latinoamericanos les gusta utilizar empresas y fideicomisos en Nueva Zelanda. De acuerdo con la nueva publicación de los Papeles de Panamá, el número de fideicomisos extranjeros en Nueva Zelanda ha aumentado a casi 10.700 este año, desde menos de 2.000 hace diez años.
La firma Mossack Fonseca promovió activamente a Nueva Zelanda como un buen lugar para hacer negocios debido a que además de altos niveles de confidencialidad y seguridad jurídica, es una zona libre de impuestos.
Según un informe de Radio Nueva Zelanda, TVNZ y Nicky Hager, el gobierno de Nueva Zelanda dijo que comenzaría una revisión de sus leyes de fideicomiso extranjero después de los Papeles de Panamá destacaron vulnerabilidades en su marco legal que hacen al país atractivo para la evasión fiscal. Por su parte, el primer ministro, John Key, comentó que era «completamente erróneo» el ver a Nueva Zelanda como un paraíso fiscal, «si hay alguna necesidad de un cambio en esta área, el gobierno lo considerará y si es necesario, tomar medidas,» dijo.
De acuerdo con el informe, el principal contacto de Mossack Fonseca en Nueva Zelanda fue supuestamente Roger Thompson, co-fundador y director de la firma contable Bentley Nueva Zelanda, quien fue incluido en más de 4.500 documentos filtrados. Thompson comenta que, en su experiencia, el uso de fideicomisos para la evasión de impuestos no es común y su firma no ayudan a las personas para ocultar ilegalmente bienes. «Creo que la suposición de que todos los fideicomisos extranjeros Nueva Zelanda están siendo utilizados para propósitos ilegítimos es infundada y basada en gran medida en la ignorancia», dijo a Radio Nueva Zelanda.
Columbia Threadneedle anunció ayer la designación de Kath Cates como directora no ejecutiva en la Junta de Threadneedle Asset Management Holdings Sarl, un cargo que será efectivo a partir del 10 de mayo, y en la Junta de Threadneedle Investment Services Limited a partir del 29 de marzo.
Cates es también directora no ejecutiva de RSA Insurance Group Plc, donde preside el Comité de Riesgos y es miembro del Comité de Auditoría del Grupo y de la Comisión de Retribuciones. Además, es directora no ejecutiva de Brewin Dolphin, donde preside el Comité de Riesgos y es miembro del Comité de Auditoría.
La última función ejecutiva de Cates el de responsable global de operaciones de Standard Chartered Bank, un puesto de trabajo desarrollado en la oficina de Singapur, que se mantuvo hasta 2013. Antes de unirse al banco, Cates pasó más de 20 años en UBS como responsable global del departamento de Compliance en Zúrich.
Cates se licenció con honores como primera de su promoción en Jurisprudencia en la Universidad de Oxford, antes de especializarse en servicios financieros.
«Me complace dar la bienvenida a Kath a Columbia Threadneedle. Creo que aporta una valiosa experiencia en servicios financieros en particular en las áreas de gestión de riesgos, gobierno corporativo y regulación», resumió Tim Gillbanks, responsable provisional de la región de EMEA de Columbia Threadneedle.
Lucara Diamond ha vendido un diamante en bruto de 813 quilates por 63 millones de dólares, con lo que “La Constelación “ se ha convertido en la gema en bruto más cara de la que existe constancia y aumenta la espectación sobre la venta del Lesedi La Rona que, con 1.109 quilates es el segundo mayor diamante en bruto del mundo, será subastado en Sotheby –Londres- el próximo 29 de junio.
La venta de “La Constelación” se cerró a un precio de 77.649 dólares el quilate y Lucara mantiene un 10% en los beneficios netos que produzcan los productos una vez pulidos, según informó la empresa con sede en Vancouver en un comunicado. La piedra fue comprada por una compañía dedicada a los diamantes en bruto, con sede en Dubai, llamada Nemesis Internacional.
Ambos diamantes –el ahora vendido y el Lesedi La Rona- fueron extraídos de la mina Karowe, propiedad de Lucara, en Botswana, que está haciéndose con la reputación de ser la fuente de las mayores y mejores piedras del mundo. El “Lesedi la Rona” es algo más pequeño que una pelota de tenis y fue descubierto el año pasado convirtiéndose en el más importante hallazgo de diamantes del último siglo. Si aplicásemos la misma relación dólar/quilate que se ha alcanzado en esta operación, el precio obtenido por el Lesedi La Rona podría legar a los 86 millones.
El precio de récord alcanzado parece indicar que los diamantes más grandes y más raros aguantan, pues el año pasado los precios de los diamantes en bruto se desplomaron un 18%, en la mayor caída desde 2008.
Los planes de Colombia para renovar sus carreteras podrían recibir un impulso del mercado global. El apetito por deuda corporativa emergente de alta calidad parece continuar, por lo que el consorcio responsable de la Concesión Costera Cartagena-Barranquilla, ha contratado a Goldman Sachs para analizar la posibilidad de realizar una emisión.
La Concesión Costera Cartagena-Barranquilla es una sociedad dedicada a la construcción, rehabilitación, mantenimiento y operación de obras de infraestructura vial en sistema de concesiones de cuarta generación. La inversión estimada para mejorar las vías colombianas equivale a 17.000 millones de dólares y durante febrero, otro consorcio implicado en la renovación de proyectos 4G colocó exitosamente 260 millones de dólares en bonos.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, las carreteras colombianas ocupan el lugar 126 de los 140 países en el ranking.
Los días 17, 18 y 19 de mayo desde las 12:00 a.m., hasta las 4:00 a.m. se realizará el cierre total de la vía que conecta a Cartagena y Barranquilla, para realizar estudios correspondientes.
La emisión de bonos que lanzó Argentina el mes pasado por un valor récord de 16.500 millones de dólares no descontó adecuadamente los riesgos a los que se enfrenta la región, afirma Scott Fleming, gestor del Kames Emerging Market Bond Fund.
Esta emisión –la primera realizada por el país después de quince años fuera de los mercados de deuda– ha sido la más grande lanzada nunca por un mercado emergente y permitió que el país, que mantiene una calificación crediticia de B, colocase cuatro tramos de deuda con cupones que fueron desde el 6,25% para los bonos a tres años, hasta el 7,625% para los títulos a treinta años.
Pese al interés que ha despertado esta emisión, Fleming asegura que el cupón ofrecido por algunos tramos (como el de los bonos a diez años, del 7,5%) resultaba insuficiente, dada la incertidumbre que planea sobre los datos, los fundamentales y el potencial de nuevas emisiones del país.
“Algunos de los bonos están expuestos a diversos riesgos”, explica Fleming. “Para empezar, los datos de Argentina no son muycreíbles. Aunque una de las principales reformas del presidente Macri está orientada a mejorar el funcionamiento del instituto nacional de estadística, no se completará antes de final de año. Hasta entonces, y probablemente después, las estadísticas seguirán siendo poco fiables”.
“En segundo lugar, el entorno fundamental es complicado. El nuevo gobierno se ha propuesto alcanzar el equilibrio presupuestario en 2019 pero el déficit se sitúa ahora mismo justo por debajo del 5% del PIB. Además, un déficit por cuenta corriente equivalente al 2,6% del PIB incrementa las vulnerabilidades, ya que es poco probable que la inversión extranjera directa aumente hasta que no se estabilicen los fundamentales. Pese alapoyo y el optimismo que suscita el gobierno de Macri, la emisión de 16.500 millones de dólares no basta para financiar el déficit fiscal”.
Fleming cree que, en el futuro, pueden surgir buenas oportunidades para invertir en deuda de mercados emergentes a largo plazo, pero, de momento, le parece que los retos a los que se enfrentan tanto Argentina como otros países latinoamericanos representan una gran amenaza para los inversores.
“Treinta años es mucho tiempo para que Argentina repague su deuda, después de los impagos de 2001 y de 2014”, apunta.
“Teniendo en cuenta el impacto social que ha tenido el aumento del 500% del precio de la electricidad, que se espera que la inflación se mantenga cerca del 30% en los próximos dos años y la situación de Brasil (el principal socio comercial de Argentina), el país se enfrentará a numerosos acontecimientos que pondrán a prueba la fortaleza de la coalición política ‘Cambiemos’. Por eso, creemos que existen otros mercados emergentes con mejor calificación crediticia que ofrecen oportunidades más atractivas en términos de rentabilidad-riesgo”.
No obstante, el gestor opina que los bonos a largo plazo son los más afectados por estos problemas, por lo que los títulos a corto plazo pueden representar una oportunidad para los inversores que deseen obtener cupones más altos.
“De momento, el tramo que mejor se ha comportado es el de los bonos a tres años, que han ganado más de tres puntos”, señala.
“El mercado hace bien en mantener su entusiasmo por los bonos a corto plazo, ya que la autoridad política de Macri facilitará su refinanciación”.
El grupo argentino Supervielle SA, grupo controlador del prestamista Banco Supervielle SA, está buscando captar 190 millones de dólares en lo que será la primera oferta pública de venta desde que el presidente Mauricio Macri dirige el país.
El banco espera vender sus certificados de depósito negociados en bolsa, ADRs o American Depositary Receipts entre los 11 y 13 dólares; y espera vender las acciones domésticas en Argentina entre los 2,20 y 2,60 dólares cada una, según la información recogida en la documentación regulatoria registrada en Estados Unidos. La compañía se registró por primera vez para la venta de sus acciones el día 6 de enero y ha ido posponiendo su venta hasta ahora. La salida a bolsa estará organizada por Morgan Stanley, Bank of America Corp y Raymond James Financial Inc.
La venta de Supervielle será la primera salida a bolsa en el extranjero desde qu Globant SA lo hiciera en 2014 y la primera salida a bolsa local desde que Petrolera Pampa SA lo hiciera en 2013, según informa la publicación Bloomberg. La compañía está controlada por la familia Supervielle, que entró en el sector bancario argentino en 1887; y el accionista mayoritario Julio Patricio Supervielle, mantendrá el control de la firma después de su salida a bolsa, con una posición del 62% del total del capital accionario y con un 85% de los derechos de votos tras la oferta pública de venta.
Desde que, en 2009, Argentina dejó de ser considerado mercado emergente para pasar a ser mercado frontera, la calificación más baja para el creador de índices MSCI Inc., el mercado de renta variable de la segunda mayor economía de América del Sur se debilitó. Debido principalmente a los controles de capital que estaban en vigor en aquel momento y que fueron levantados en diciembre del año pasado por Macri, después de comprometerse a restaurar el crecimiento del país abriendo de nuevo los mercados y atrayendo a los inversores.