BNP Paribas Securities Services, un custodio global con más de 9 billones de dólaresen activos, anunció el lanzamiento de un servicio local de liquidación y custodia en Perú, ampliando la red propietaria de custodios locales a 26 mercados. BNP Paribas Securities Services lanzó un servicio local de liquidación y custodia en Brasil en 2010, seguido del servicio local de Colombia en 2013.
El movimiento permitirá a BNP Paribas Securities Services proporcionar a inversores internacionales y regionales acceso al mercado peruano. Como consecuencia de este lanzamiento, BNP Paribas Securities Services se ha convertido en un participante directo de CAVALI, el registro central de valores y liquidaciones del país.
Víctor Sánchez, gerente general de CAVALI, comentó: “La entrada de BNP Paribas Securities Services a CAVALI representa un importante hito, que contribuirá al desarrollo del mercado peruano. BNP Paribas aporta su amplia experiencia internacional y ayudará a promover aún más el crecimiento de nuestro mercado financiero”
Alvaro Camuñas, jefe de BNP Paribas Securities Services para la región de España, Portugal y América Latina, comentó: “Estamos comprometidos con la región de América Latina, donde hemos estado expandiendo nuestra red y desarrollando un fuerte conocimiento local. Perú es una interesante suma a nuestra red global y esperamos seguir asociados con nuestros clientes en la región”.
Grupo BMV ha liderado y conformado un grupo de trabajo para impulsar el desarrollo del mercado de bonos verdes, facilitando el financiamiento hacia proyectos bajos en carbono que tienen como objetivo combatir el cambio climático.
El grupo de trabajo está conformado por representantes del mercado, líderes en sus sectores, que desean participar en el desarrollo de las finanzas climáticas en México: asociaciones, inversionistas institucionales, banca de desarrollo, banca multilateral, banca de inversión, abogados corporativos y fiscales, consultores especializados, certificadores. Esta iniciativa, que alinea al sistema financiero con el desarrollo sustentable del país, es liderada por la Bolsa Mexicana de Valores.
En marzo de este mismo año, se anunció la creación de un segmento dedicado para la emisión de bonos verdes dentro del mercado de deuda; con lo cual los inversionistas podrán identificar las emisiones con etiqueta verde por su clave de pizarra, lo que facilita el financiamiento hacia proyectos bajos en carbono que tienen como objetivo combatir el cambio climático.
Los bonos verdes representan una poderosa herramienta de mercado para movilizar recursos hacia la construcción de infraestructura climática, impulsando el financiamiento de proyectos en energía renovable, eficiencia energética, transporte limpio, construcción sustentable, entre otros. Estas acciones responden a las necesidades de inversionistas institucionales, ofreciendo una herramienta transparente que apoya la gestión del riesgo climático.
Grupo BMV comentó en un comunicado, que «considera que existe un gran potencial de crecimiento en financiamiento climático, con acciones prácticas que promuevan la sustentabilidad y responsabilidad corporativa, aseguren el crecimiento económico de las empresas a largo plazo y que permitan elevar el nivel de las prácticas de inversión en nuestro país».
Allianz Global Investors anunció ayer que ha recibido todos los permisos regulatorios que le permiten completar satisfactoriamente la adquisición de Rogge Global Partners, la firma especialista en renta fija global que tiene su sede en Londres.
Al incorporar la experiencia de RGP en renta fija mundial a su plataforma de inversión, AlliazGI amplía su gama de productos para los clientes y refuerza considerablemente su base de conocimiento en este activo, más allá de sus tradicionales centros de Europa, Asia y EE. UU. “Con el tiempo, nos ofrecerá nuevas e interesantes oportunidades de crear productos adicionales”, explicó la firma en un comunicado.
Por su parte, Rogge Global Partners se beneficiará de la red de distribución global de Allianz GI para sus estrategias.
Tal como ha ocurrido en anteriores integraciones, las diferentes dinámicas y procesos de la filosofía de inversión de RGP, desarrollada a lo largo de treinta años, se mantendrán dentro de la plataforma de inversión global de AllianzGI.
Por consiguiente, Malie Conway seguirá liderando el equipo de RGP y, como CIO Global Fixed Income, trabajará bajo las órdenes de Franck Dixmier, Global Head of Fixed Income y miembro del Comité Ejecutivo Global. Paralelamente, la experiencia en mercados emergentes de RGP se sumará al equipo de EM Debt de AllianzGI, que dirige Greg Saichin. Los gestores de carteras del nuevo equipo conjunto de EM Debt seguirán trabajando bajo las órdenes de Greg Saichin, como parte de la organización de RGP.
Olaf Rogge asumirá el cargo de Senior Advisor de AllianzGI, desde el que seguirá trabajando con sus clientes actuales y varios clientes estratégicos de AllianzGI en el futuro. La entidad RGP seguirá siendo una estructura jurídica independiente durante un tiempo, lo que exigirá la continuidad de su actual estructura de gobierno corporativo. Olaf pasará a ser Non-Executive Chairman de RGP y seguirá siendo miembro del consejo de la joint venture de RGP, Tokio Marine Rogge. Además de estas responsabilidades, Olaf se mantendrá a disposición del equipo de inversión para comentar sus perspectivas macroeconómicas globales.
AllianzGI ha adquirido el 100% del capital emitido de RGP por Old Mutual y los gestores de RGP por una suma no revelada.
«La finalización con éxito de esta operación marca un hito importante en la evolución de AllianzGI, dando a nuestros clientes el acceso a un conjunto de estrategias globales de renta fija, una clase de activos donde seguimos viendo muy fuerte demanda de los clientes. Además, la adquisición de RGP aumenta sustancialmente nuestra presencia en el Reino Unido, un mercado de importancia estratégica para AllianzGI”, explicó Andreas Utermann, CEO y CIO Global de AllianzGI.
De cara al mes de junio podemos esperar un aumento de la volatilidad en los mercados que aconseja tomar un posicionamiento más conservador ante eventos que pueden frenar la complacencia vista en los mercados, como son: el referéndum de Reino Unido, respecto a su permanencia en la Unión Europea; las segundas elecciones en España, tras el fallido intento de formar gobierno; y una posible subida de tipos por parte de la Reserva Federal en el mes de junio, dice Eduardo Antón, portfolio manager de Andbanc Advisory basado en Miami. Si bien el escenario económico y la asignación de activos de largo plazo se mantiene, tomar un posicionamiento más prudente en el corto plazo puede proteger las carteras frente a la volatilidad de corto plazo.
Europa: el foco de atención para el mes de junio
El verano trae consigo una ocupada agenda política en el viejo continente. Comenzando con el referéndum de Reino Unido del día 23, sobre el que las recientes encuestas de Bloomberg muestra unos resultados bastante ajustados con un 41% apoyando la salida, un 41% apoyando la permanencia y un decisivo 17% que no está seguro de su elección. “Si bien los plazos y las implicaciones económicas de un resultado a favor del llamado “Brexit” no son claras, podemos esperar un contagio al resto de Europa, ya que sentaría un referente para otros países que se muestren interesados en salir, ocasionando una debilitación de la Unión Europea”.
La segunda cita tiene lugar el día 26, cuando se celebrarán unas segundas elecciones en España, tras el fallido intento de formar gobierno con el parlamento formado en diciembre. Las recientes encuestas muestran un resultado similar al anterior -con el PP liderando seguido del PSOE-, si bien el riesgo de que los partidos de izquierda (Podemos e izquierda Unida) se presenten juntos a las elecciones, llegando a sobrepasar al PSOE como segunda fuerza política más votada, aumentaría la incertidumbre y complicaría la formación de un gobierno. Esta situación dejaría en manos de un acuerdo entre el PP y Ciudadanos la creación de gobierno, el cual el mercado miraría con buenos ojos.
“Este huracán político llega con un Banco Central que amplió los detalles de su programa de compra de activos, en el que se incluye ya un universo cercano a los 800 billones de euros -representando un 50% más de las estimaciones iniciales-. La flexibilización de este programa del BCEha apoyado el mercado de crédito europeo, en el cual, si bien vemos un recorrido ya agotado, no esperamos una ampliación de los diferenciales ni un aumento en la volatilidad, ya que el mercado está ya posicionado a la espera de que el BCE inicie las compras”, señala Antón.
El sentimiento en contra de las valoraciones
Tras un difícil inicio de año, la volatilidad (medida a través del índice VIX) ha disminuido desde los 28 puntos del 11 de febrero hasta los 14 del 31 de mayo. “Esta `tranquilidad´ que hemos tenido en los mercados de renta variable durante los dos últimos meses ha dominado el sentimiento de los inversores, que han aumentado su exposición a activos de riesgo”. Según los datos de la encuesta de Bank of America Merrill Lynch -explica el portfolio manager de Andbanc Advisory-, la última semana de mayo fue la primera de las últimas ocho en que se observaron flujos de entrada positivos. Y fue la renta variable americana el activo que capto la mayor cantidad de estos flujos, coincidiendo con el índice S&P500 a tan solo un 1.5% de su nivel máximo histórico. “Esto demuestra como el sentimiento del mercado no, necesariamente, está basado en los fundamentales y como el `temor´ a quedarnos fuera de un mercado alcista o la `avaricia´ de vender en máximos esperando ganar el último dólar, puede llevarnos a tomar decisiones de inversión alejadas de nuestros objetivos de largo plazo”.
Un buen indicador del sentimiento de mercado, es el índice “Fear & Greed” de CNN, que con 7 indicadores de sentimiento construyen un índice, que va de 0 (pánico) a 100 (avaricia), y actualmente se encuentra en niveles de 79.
El mes pasado Antón ya mostró su opinión respecto a las ajustadas valoraciones en el mercado americano y, tomando en cuenta que el mercado actualmente cotiza a un PER de 16,78x utilizando un BPA de 123 dólares, “una corrección de entre un 5% y un 10% sería nuestro escenario más probable para los próximos meses, manteniendo nuestro objetivo para el S&P de los 1949 puntos”.
Su naturaleza “contrarían” –concluye Antón- le invita a tomar un posicionamiento más conservador en el mercado americano,si bien no hay que olvidar –advierte- que el mercado puede permanecer mayor tiempo en la complacencia que en el pánico.
En un nuevo entorno económico el rol del auditor interno madura y se posiciona como fundamental en la evolución e implementación de procesos de calidad dentro de las organizaciones, así como la creación de estrategias clave para la eficiencia de la empresa, y la alineación general de gobierno corporativo. Las exigencias de negocio actuales exigen que la capacidad técnica y la independencia de los profesionales de la Auditoría Interna constituyan una fuente de información fiable y objetiva que ayude a la gestión de la dirección. Aunado a los retos internos, fuertes regulaciones por parte de los diferentes organismos de contralor exigen hoy más que nunca el impecable funcionamiento de modelos de control interno.
Es por eso que marcus evans reúne a líderes clave en Auditoría Interna, Control Interno y Buen Gobierno en una conferencia de dos días titulada «El papel del Auditor Interno como gestor de riesgos y asesor clave de proyectos en un nuevo entorno económico«.
La conferencia, que se llevará a cabo el 22 y 23 de junio, con pretalleres el 21, en la Ciudad de México tiene como fin avanzar el debate, compartir mejores prácticas, establecer contactos con otros líderes de auditoría de alto nivel, y poner de relieve los desafíos y éxitos como líderes en este papel.
Los temas a discutir incluyen: • Mejorar la infraestructura de auditoría y el avance tecnológico de su departamento • Superar las expectativas de los diferentes reguladores para evitar sanciones y reducir riesgos para su empresa • Considerar ERM y Auditoría Interna como las dos caras de una misma moneda • Identificar riesgos clave en fraude, anti-lavado y anti-corrupción acrecentados por las nuevas tecnologías y cómo prevenirlos • Comunicar efectivamente con los altos mandos para lograr sinergia, acelerar procesos y mitigar riesgos
Entre los asistentes se encuentran:
José Ángel Arias – Citi
Arturo Garcia Hernandez- Banco de México
Sergio Sahagún Campos- Grupo Salinas
Daniela Juárez- Uber
Raúl Vaca- Grupo México
Vicente Quiroz- Bancoppel
María del Mar Azcoitia Bernot – Monex Grupo Financiero
Para todo inversor, la búsqueda de la estabilidad en los rendimientos es un tema capital. En estos momentos, no sorprende pues que haya una cuestión recurrente: ¿merece la pena continuar invirtiendo en los mercados de renta fija, donde cerca del 25% –incluyendo la deuda soberana europea– ofrece rendimientos negativos? Desde nuestro punto de vista sí, pero con conocimiento de cómo y dónde. No todo vale.
En primer lugar, hemos de destacar que la actual situación es consecuencia, sobre todo, de las tendencias desinflacionistas y del debilitamiento económico. Con el fin de contrarrestar ambos el BCE continúa con su plan de compra directa de bonos. Inicialmente fue a través de deuda soberana y, más recientemente, amplió el marco a deuda de empresas con rating investment grade. El efecto es el perseguido exactamente por el Banco Central: los tipos se van a mantener bajos en el medio y largo plazo.
En general, las rentabilidades deberían compensar al inversor por cualquier riesgo de ‘default’ u otros factores que afectan a los precios de las obligaciones, como puede ser una subida inesperada de la inflación. Pero, actualmente, y principalmente en Europa, el valor de los bonos refleja una situación económica que sigue por el mismo camino: bajo crecimiento e inflación inexistente y, despues de varios años de rentabilidades positivas en renta fija, confiamos en seguir sacando provecho y proporcionando buenos retornos si la política monetaria continua por el mismo camino.
Desde Mirabaud Asset Management vemos buenas oportunidades en el mercado americano, principalmente en deuda high yield. Actualmente, el cupón medio del índice Global de High Yield es del 6,5% y rinde por encima del 7%, alcanzando el pasado febrero el 9% debido a las dudas que se generaron sobre el crecimiento global, fundamentalmente por los precios de las materias primas y las incertidumbre generadas por la Fed sobre la subida de tipos en Estados Unidos. En este aspecto creemos que las cuatro subidas que se preveian para este año se verán reducidas, pues no parace que haya el suficiente crecimiento económico que lo justifique.
En un mercado sin una clara dirección y con diferentes riesgos en el corto plazo ¿Cómo lograr rentabilidad en renta fija?. Con un enfoque flexible, global y oportunista, y con la búsqueda de la baja volatilidad. Un enfoque “total return” que es el que mantenemos en nuestro fondo Global Strategic Bond, donde las principales fuentes de rentabilidad son la buena selección del crédito, la gestión activa de la duración y la utilización del ‘hedging’. Con esto el fondo ha generado en lo que va de año una rentabilida por encima del 3%, y de más de un 2,6%desde su lanzamiento, con una volatilidad de apenas el 2%.
Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.
NewAlpha Asset Management, gestora global especializada en la incubación y aceleración de fondos con sede en París, ha anunciado su acuerdo estratégico de inversión con Naqvi-Van Ness Asset Management. Como firma de referencia en incubación, NewAlpha está continuamente buscando gestores de inversión con talento que se encuentren en una fase inicial de desarrollo o que busquen una alianza estratégica para acelerar su crecimiento… y ha elegido ahora a Naqvi-Van Ness AM.
El enfoque de inversión de Naqvi-Van Ness combina una estrategia de renta variable estadounidense core, cuantitativa long/short con oportunidades descorrelacionadas que buscan detectar y explotar los potenciales cambios en el comportamiento de los mercados.
El objetivo de inversión es generar alfa y obtener rendimientos absolutos en todos los entornos de mercado. La estrategia ha sido calificada por Bloomberg en el Top 6, entre los fondos de su categorías durante los últimos cinco años, y en el Top 10 en lo que va de año (con datos a finales de mayo). La estrategia más conocida de Naqvi-Van Ness cuenta con 90 millones de dólares bajo gestión.
NewAlpha Asset Management ofrece a los inversores cualificados un acceso privilegiado a las firmas más innovadoras y dinámicas de la industria financiera gracias a una completa gama de productos y servicios. En nombre de sus clientes, selecciona, financia y acompaña proyectos empresariales innovadores, principalmente en gestión de activos, pero también en sectores que están estrechamente relacionados, como las tecnologías financieras o los servicios de gestión de inversiones. Como líder europeo en gestores de capital semilla para inversores institucionales, NewAlpha ha firmado más de 60 acuerdos estratégicos e invertido más de 1.000 millones de euros en Francia y en boutiques de gestión de inversiones internacionales. NewAlpha ha sido uno de los distribuidores más activos a nivel mundial en este segmento, con más de 500 millones de dólares asignados a 17 socios desde 2012.
En relación al acuerdo estratégico, Ali Naqvi, co-fundador de Naqvi-Van Ness, señaló: “Estoy encantado de que nuestros esfuerzos en I+D para aplicar nuestros conocimientos de inversión en un formato altamente líquido hayan tenido éxito en el desarrollo de nuestro enfoque. Esta estrategia es innovadora y se suma a la oferta existente de hedge funds tradicionales y vemos el hecho de contar con un inversor experimentado como NewAlpha como un sello de calidad en relación a la rigurosidad de nuestros procesos y operaciones de inversión”.
Albert Van Ness, co-fundador de Naqvi-Van Ness, añadió: “Además, la inversión de NewAlpha acelerará el crecimiento y aumentará el atractivo de la estrategia. Tener una inversión estratégica nos dará un nivel institucional de credibilidad. Junto con nuestra estrategia diferenciadora de renta variable long/short, debería ser una combinación positiva para los clientes que nos tienen en su radar”.
Antoine Rolland, CEO de NewAlpha, afirmó: “Estamos entusiasmados de entrar en esta alianza estratégica con Naqvi-Van Ness. Durante su carrera, Ali, Albert y Charles han mostrado, de forma constante, su dedicación y su deseo de ofrecer la más alta calidad en términos de análisis de la inversión, conocimientos del mercado y gestión de carteras. La estrategia de inversión ofrece muchos beneficios, incluyendo la diversificación y la rentabilidad. Además, Naqvi-Van Ness y NewAlpha comparten valores comunes y ambas organizaciones tienen una cultura empresarial emprendedora”.
Naqvi–Van Ness Asset Management
En 2001, Ali Naqvi y Albert Van Ness fundaron Naqvi–Van Ness Asset Management (NVAM) con el objetivo de desarrollar un enfoque de inversión sistemática. Este esfuerzo dio como resultado una firma de análisis intensivo con modelos propios que utilizan factores y puntos de vista apoyados en el comportamiento de los inversores y las tendencias persistentes.
Antes de fundar NVAM, Ali Naqvi adquirió una amplia experiencia en la industria de inversión en los 18 años que trabajó en Citibank Global Asset Management, durante los cuales fue responsable de gestionar las carteras de los grandes clientes institucionales. Las carteras bajo su supervisión sumaban cerca de 8.000 millones de dólares. El co-fundador de la firma, Albert Van Ness, también fue gestor en Citibank Investment Management de 1994 a 2000. En 1994, se incorporó a Ali Naqvi, gestionando las carteras de los clientes con muy altos patrimonios, planes de pensiones e inversores soberanos, con unos activos bajo gestión de alrededor de 1.200 millones de dólares.
En 2010, Charles DuBois fichó por NVAM como director de Estrategias de Inversión y Análisis. Actualmente es responsable de desarrollar modelos y estrategias y, de analizar nuevas ideas de inversión. Previamente, DuBois fue socio global y responsable de Estrategias de Asignación de Activos de EE.UU. para el Grupo de Productos Estructurados Globales de Invesco.
Lyxor anuncia el lanzamiento de Lyxor USD 10Y Inflation BreakevenUCITS y Lyxor EUR 2-10Y Inflation Breakeven UCITS ETF, los primeros ETFs en ofrecer al inversor exposición a las crecientes expectativas de inflación eliminando el riesgo de una subida de tipos de interés.
Mientras la inflación está cerca de niveles históricamente bajos en Europa y Estados Unidos, hay cada vez más evidencia de que la inflación podría incrementar más rápido de lo esperado, lo que impulsaría a los inversores en bonos a proteger sus carteras frente a las consecuencias. El objetivo de los nuevos ETFs de Lyxor es ofrecer exposición a cambios en las expectativas de inflación a través del spread entre el rendimiento de bonos nominales y el de bonos ligados a inflación, por tanto, dejando al inversor en una postura neutral ante cambios en tipos de interés. Hay diferencias frente a los Treasury Inflation Protected Securities (TIPS), que proporcionan una cobertura frente a la inflación, pero que, como cualquier bono, puede disminuir su valor si los incrementos de inflación se traducen en mayores tipos de interés.
Ambos ETFs cuentan con unas comisiones de gestión de tan solo 0,25%, ofreciendo una exposición simple y de bajo coste a las expectativas de inflación. Francois Millet, director de ETF and Index Product Development en Lyxor: “Los ETFs Lyxor’s Breakeven UCITS ofrecen a los inversores exposición a la tasa de inflación de equilibrio con el beneficio de la transparencia y liquidez, convirtiéndola así en una clase de activo adecuada e invertible”.
El mercado está demasiado volcado en las cosas que pueden ir mal, como la posibilidad de una desaceleración económica, el impacto negativo de un petróleo muy bajo en las firmas energéticas, el Brexit, las subidas de tipos en Estados Unidos… Pero la perspectiva de Joel Rubenstein, Senior Portfolio Manager del fondo New Capital US Growth, y Donald Klotter, Client Portfolio Manager, se centra más en lo que puede ir bien en los mercados… y, a parte de tener una visión macroeconómica moderadamente optimista en EE.UU., encuentran los mejores motivos para ser positivos en las oportunidades que ofrecen algunas de las compañías que analizan, capaces de crecer y de ganar cuota de mercado en un entorno de modesto crecimiento.
Porque el foco de estos dos expertos de la gestora New Capital –marca de EFG Asset Management, el brazo de inversión del grupo de banca privada global EFG International- son las empresas estadounidenses de mayor calidad, que ofrecen un potencial de crecimiento superior y con modelos de negocio escalables y más rentables; y con esa perspectiva construyen la cartera de su fondo, que invierte en acciones de unas 70 compañías estadounidense con un sesgo puramente growth.
Porque este estilo tiene un gran potencial de ser más rentable que otro tipo de inversiones (como el value) en los próximos años, según defendieron Rubenstein y Klotter en una entrevista con Funds Society recientemente en Madrid. “Es cierto que de 2000 a 2007 el value batió al growth y desde 2007 hasta ahora ha sido al contrario, pero no fue hasta 2013 cuando el estilo de crecimiento -y sectores como el consumo discrecional o la tecnología- realmente empezó a tomar el liderazgo, de forma que aún estamos en una fase temprana del ciclo en el que el estilo growth bate a otros”, explica Klotter.
Y no solo eso: también ofrece valoraciones más atractivas que el value. Así, el experto responde a la “acusación” de que el activo está caro con dos ideas: “En primer lugar, en la cartera invertimos solo en 70 nombres, de forma que nos concentramos en aquellos con mejores valoraciones de acuerdo con nuestras estimaciones; y en segundo término, actualmente los sectores growth, como el de tecnología, telecomunicaciones o salud, cotizan a un PER más bajo comparado con la media de 15 años que otros sectores más value, como energía, utilities o consumo básico, más caros”.
El experto explica que, en un escenario de bajos tipos de interés y volatilidad, los inversores buscan rentas y nombres que ofrezcan dividendos, aunque no crezcan, lo que ha encarecido estos activos más value. “Son las inversiones más populares, pero esa parte de mercado es cara y tiene mayor riesgo”, añade Rubenstein.
Así, es la combinación de la búsqueda de compañías capaces de crecer y ganar cuota de mercado en un entorno de bajo crecimiento en EE.UU., y las atractivas valoraciones, lo que explica sus fuertes posiciones en sectores como la tecnología o el consumo discrecional, sobreponderados en su cartera; o en compañías archiconocidas como Alphabet, Facebook, Amazon.com, VISA, Northrop Grumman, Priceline o Nike (todas en su top 10), complementadas con empresas emergentes en temáticas atractivas como Under Armour o Lululmon.
En general, y pese a los recientes rallies en la bolsa estadounidense, los expertos confían en que el ciclo alcista tienen aún varios años por delante: si la duración de los ciclos bursátiles suele ser de unos 16-18 años, consideran que el verdadero ciclo alcista en el activo comenzó en 2013, por lo que aún hay mucho recorrido por delante.
La macro también apoya
Aunque se trata de inversores puramente bottom-up y activos (el active share en el fondo es superior al 60%), los expertos creen que la macro también apoya a las bolsas. Hablan de un crecimiento económico sostenible en el país, en un entorno de subidas de tipos que responden a esa situación positiva y que debería apoyar los precios de las acciones, como ha ocurrido históricamente, “especialmente cuando los ciclos de subidas de tipos parten de bases muy bajas”.
Los expertos hablan de una o dos subidas más de tasas este año, aunque no muestran preocupación por ello, también porque las compañías en las que invierten, según indica Rubenstein, tienen poca deuda y se verán poco impactadas.
Tampoco están preocupados por el impacto que las potenciales quiebras en las firmas energéticas, debido al bajo precio del petróleo, pueda tener en otros sectores, ni por el horizonte político del país, ante las elecciones de otoño. Rubenstein apunta a que podría haber reformas fiscales para impulsar la economía tras las elecciones, algo positivo, y apunta a un posible aumento en el gasto en sectores como el de defensa tanto si gana el candidato demócrata como el republicano. También apunta que el sector farmacéutico podría verse afectado de manera distinta dependiendo de quién sea el futuro presidente.
Si los tipos de interés son bajos, ¿es razonable imaginar que oscilarán de forma indefinida en torno a los mínimos históricos que hemos constatado desde hace siglos? A menos que sea partidario del estancamiento secular, estoy convencido de que éste no será el caso.
A excepción del declive durante la crisis de la deuda soberana en los países periféricos, los tipos de interés están a la baja desde la implantación del euro, incluso desde principios de los años 80. Esta caída de los tipos de interés refleja fundamentalmente un contexto deflacionista y de recesión causado por una serie de factores como el envejecimiento de la población, la falta de demanda y de inversión, el bloqueo de los circuitos de créditos bancarios, etc. Evidentemente, la espiral deflacionista se ha visto acentuada por la política de un euro fuerte llevada a cabo entre 2008 y 2015 y cuyo objetivo era garantizar una credibilidad internacional al tiempo que la crisis griega evidenciaba la vulnerabilidad del plan monetario. Lo mismo ocurre con las políticas de austeridad presupuestaria decretadas a destiempo y cuya cristalización, en forma de pacto de estabilidad y crecimiento, es sin duda un error histórico comparable a aquellos que se cometieron en los años 30.
No obstante, si los tipos de interés son bajos, ¿es razonable imaginar que oscilarán de forma indefinida en torno a los mínimos históricos (¡desde hace siglos!) que hemos constatado? A menos que sea partidario del estancamiento secular, estoy convencido de que este no será el caso, ya que las medidas monetarias tienen por objeto volver a impulsar una inflación que tendrá como consecuencia inevitable un aumento de los tipos de interés a largo plazo. No se trataría de un incremento de los tipos de interés reales (que corresponden a los tipos de crecimiento de la economía), sino más bien de una subida asociada al riesgo crediticio y la vuelta de la inflación.
Sin embargo, hay otro factor absolutamente esencial que inevitablemente va a provocar un aumento de los tipos; se trata de la deuda pública. A día de hoy la deuda alcanza cotas inauditas en tiempos de paz y, tanto en términos relativos como absolutos, se encuentra como mínimo al nivel más elevado desde la II Guerra Mundial. Ahora bien, el riesgo asociado a la importancia de esta deuda pública no se refleja en los tipos de interés. Para convencerse de ello, basta con pensar en el hecho de que el estado belga ha emitido un bono con un vencimiento de un siglo a un interés nominal del 2,3%. Si se cumple el objetivo del Banco Central Europeo de alcanzar una tasa de inflación del 2% (y se cumplirá tras las políticas de flexibilidad monetaria), esto significa que el riesgo asociado al estado belga y la remuneración real de los acreedores (es decir, su remuneración mediante la retirada del ahorro) es del 0,3%. Por intuición, este importe es insuficiente. Por tanto es probable, si no es prácticamente cierto, que va a aumentar la prima de riesgo soberano, es decir, la exigencia de remuneración para prestar a los estados cuyo endeudamiento aumenta de forma estructural.
Por otra parte, existe una constante económica: es imposible mantener la intangibilidad de una moneda cuando están en vías de cambio las fuerzas y las contingencias con las que debe garantizar un equilibrio. El desequilibrio de las finanzas públicas siempre (y es una ley universal) acaba por corromper y degradar una moneda. Esto significa que un exceso de deuda pública provoca irremediablemente un ajuste monetario, así como su desaparición dentro de la inflación a través de su monetización (práctica llevada a cabo por el Banco Central Europeo) o mediante su reducción autoritaria (como fue el caso en muchos países, entre ellos Chipre). Sin estos dos casos (reducción autoritaria o inflación), se produce un incremento del precio de la moneda, es decir, el tipo de interés, ya que la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda no está garantizada y el riesgo de los emisores públicos aumenta. En este sentido, hay un dato revelador: la deuda pública en la zona Euro prácticamente ha aumentado un 50% en diez años, lo que equivale a un tipo muy por encima del objetivo de inflación del 2%. Ha habido por tanto un aumento real de dicha deuda a un ritmo que excede la depreciación de la moneda mientras que los tipos de interés caían. Esto es una contradicción.
Por el contrario, se podría argumentar que los tipos de interés deben permanecer bajos porque los Estados, que están limitados por el presupuesto, no se pueden permitir tal aumento. Por lo demás, es esta perspectiva la que ha llevado al Banco Central Europeo a crear dinero tomando en garantía las obligaciones del Estado, es decir, monetizándolas. Sin embargo, las leyes del mercado tienen su propia dinámica: los programas de monetización tendrán un plazo y el riesgo no se puede ocultar indefinidamente por medio de inyecciones monetarias. El único recurso que tendrán los Estados para asegurarse una financiación a un tipo de interés bajo implica obligar, a través de diversas medidas reguladoras ya aplicadas, a los bancos y las compañías de seguros a suscribir sus obligaciones. Por lo tanto las deudas del Estado se consideran ejemplos de riesgo y no requieren ninguna garantía de capital propio para las entidades financieras, a diferencia de cualquier otra contrapartida privada. Pero en este aspecto también hay una restricción: sin asumir riesgos, las entidades financieras no pueden ofrecer un rendimiento satisfactorio a sus depositantes, titulares de seguros de vida y accionistas, salvo considerar una nacionalización sutil de todos los circuitos financieros.
Dicho esto, ¿hay que temer este aumento de los tipos de interés? La respuesta debe ser matizada. Un aumento brusco de los tipos es poco probable, ya que se vería contrarrestado por los bancos centrales. Por otra parte, este aumento podría tener un efecto devastador en los mercados de activos. Sobre la base de los datos promedio, el valor de los mercados de acciones y obligaciones podría caer en torno al 10% si se produjera un improbable aumento brusco de los tipos de interés a largo plazo del uno por ciento. Por el contrario, un aumento gradual de los tipos de interés sería el anuncio de una normalización monetaria y, por tanto, una señal positiva de que se está saliendo de una situación extremadamente singular. En este último supuesto, los tipos aumentarían progresivamente por un efecto alcista sobre los tipos a corto plazo, que se propagarían gradualmente a los tipos de interés a largo plazo. Si este aumento de los tipos de interés correspondiera a una presión inflacionista, el impacto negativo sería mitigado.
En definitiva, independientemente del enfoque, el rigor intelectual provoca una necesidad de contemplar un posible aumento de los tipos de interés a largo plazo. Por tanto, no parece razonable considerar que la situación actual pueda continuar así.
Columna de Bruno Colmant, responsable de investigación macroeconómica en el Banco Degroof Petercam.