El nuevo presidente electo peruano, Pedro Pablo Kuczynski, se enfrenta a la delicada tarea de compensar el estímulo fiscal con un mantenimiento prudente de las finanzas públicas, según el último informe de Fitch Ratings.
Además, tendrá que asegurarse de que la inversión en infraestructura y las propuestas en cambios de regímenes fiscales proporcionan un crecimiento sostenible más allá de su impacto en el corto plazo. En el medio plazo, la calificación de la deuda soberana dependerá en parte de la habilidad del gobierno para ajustar las finanzas públicas a unos menores ingresos en la minería del cobre.
La solvencia de Perú se basa en su trayectoria política de credibilidad macroeconómica, su consistencia y flexibilidad, así como en sus fuertes cuentas fiscales y balance exterior. Estos factores han permitido al país navegar riesgos como su alta dependencia en el precio de las materias primas, una menor base de ingresos del gobierno y una dolarización financiera.
El partido de Kuczynski ha indicado que se apoyará en el estímulo fiscal para contrarrestar el impacto negativo de unos menores precios del cobre a través de un incremento de la inversión pública y ajustes en el régimen fiscal para favorecer la formalización de la pequeña empresa y de la inversión privada. Una mayor producción de cobre y una mayor inversión pública esperan alcanzar un crecimiento del 3,5% en 2016 y un 4,0% en 2017. Mientras que el crecimiento de Perú desde 2011 a 2015 se sitúo de media en el 5,8%, Fitch Ratings prevé que la economía supere a la mediana de los países BBB, con un 2,4% y un 2,9% de crecimiento medio en 2016 y 2017 respectivamente.
Perú mantiene una baja deuda general del gobierno, con un 22,8% del PIB en 2015. El fondo de ahorro, que incluye un fondo de estabilización que representa un 4% del PIB y un amplio colchón en depósitos de los gobiernos locales y regionales, permitirán a Perú implementar una moderada política fiscal contra cíclica a corto plazo. Sin embargo, el ritmo interno de deterioro fiscal y la consolidación a medio plazo de la estrategia de mantenimiento de la credibilidad fiscal y la consistencia política deberían ser las claves principales a la hora de evaluar el perfil de riesgo de Perú.
El presidente electo y el nuevo Congreso serán inaugurados el próximo 28 de julio, y el ejecutivo debe publicar una agenda de política fiscal a cinco años en los 90 días siguientes a la toma de posesión.
El mantenimiento del crecimiento peruano dependerá del éxito de las iniciativas que incluyen mejorar el tráfico del país, la energía y la infraestructura logística; mientras que se eleva la productividad de los sectores alternativos como el turismo y la agricultura. También dependería de crear las condiciones adecuadas que movilizaran la formalización del trabajo y ampliaran la base fiscal. Además, una mejora en la gestión y resolución de los conflictos sociales en la inversión minera podría ser crítica en la recuperación de la competitividad de la industria minera del país.
El congreso tendrá un rol importante en estas reformas mayoritarias. En abril 10, el partido de Kuczynski, Peruanos por el Kambio, obtuvo un 15% de los diputados, una minoría dentro del Congreso unicameral. Mientras el partido de centro derecha Fuerza Popular, dirigido por Keiko Fujimori, ganó una mayoría simple. Sin embargo, el partido de izquierda Frente Amplio, con un fuerte soporte en las provincias mineras del sur, obtuvo una representación similar a la del partido de Kuczynski. Por lo tanto, la aprobación de la agenda del presidente electo dependerá de cómo de bien la administración de Kuczynski construye un consenso en las principales reformas legislativas.
Desde que la confianza en el apoyo incondicional de los bancos centrales comenzara a resquebrajarse, los mercados navegan a tientas. Ante la falta de visibilidad, su predisposición al riesgo fluctúa al compás de los datos que se van publicando sobre el crecimiento, la inflación o los titubeos de la Fed, y que a menudo contradicen os anteriores. De hecho, en este periodo de inestabilidad, los índices bursátiles S&P 500 y MSCI World cerraron el mes de mayo muy cerca de los niveles del mes anterior y el Euro Stoxx 50 avanzó ligeramente, mientras que el índice chino siguió cediendo terreno. En lo que respecta a los tipos de interés a largo plazo, continúa la caída tanto en EE. UU. como en Europa, a pesar de las expectativas de subidas de tipos por parte de la Fed.
Resultaría presuntuoso predecir cuándo llegará a su fin este vals de las dudas (véase nuestra Nota del pasado mes de abril, «Bailando sobre el volcán»), pero mientras esperamos a que la música termine, debemos abordar con cordura la fase de inestabilidad en la que se han adentrado los mercados debido a la asimetría de los riesgos presentes. En el caso concreto de EE. UU., antes o después los inversores deberán tomar conciencia del descenso de los márgenes, la debilidad de la productividad y el aumento del apalancamiento financiero de las empresas. Con una valoración actual de 18 veces los resultados previstos este año, el mercado estadounidense es frágil. A pesar de los buenos datos de mayo, la tendencia del consumo hace un año que no mejora y amenaza con debilitarse bajo el peso del encarecimiento de la energía y los alquileres.
En China, la mejora de las cifras económicas gracias al plan de estímulos anunciado en el primer trimestre parece haber tranquilizado a los inversores internacionales (no así a los inversores chinos), pero ha traído consigo un marcado aumento del riesgo económico y financiero a medio plazo. El ánimo de los inversores podría cambiar si cunden rápidamente las dudas sobre la sostenibilidad del plan de estímulos o si toman conciencia de los peligros que conlleva el fuerte aumento del endeudamiento de las empresas.
En cuanto a la Unión Europea, las incertidumbres económicas se suman a varios riesgos políticos y geopolíticos de tipo existencial que sería imprudente obviar. En este contexto, hay que invertir con los ojos bien abiertos. El periodo de gran moderación que vivieron los mercados entre mediados de 2012 y mediados de 2015, gracias a la confianza sin reservas depositada en los bancos centrales, ha terminado. En cuanto a la esperanza de que los estímulos monetarios dejen paso a los presupuestarios, ésta choca con el nivel de endeudamiento de los estados, que limita enormemente los márgenes de maniobra. Ahora las carteras necesitan estructuraciones «todoterreno», es decir, poco vulnerables a las vicisitudes económicas y políticas, así como una gestión muy activa de todas las oportunidades que ofrecen los mercados, al modo de un francotirador.
El consumo, último bastión del crecimiento estadounidense A pesar de que la actividad manufacturera está ya muy debilitada, EE. UU. sigue mostrando un perfil de crecimiento relativamente envidiable gracias a la fortaleza del consumo. Sin embargo, un análisis más detallado revela que el consumo no progresa desde hace un año. Dado que las mismas causas producen los mismos efectos, la ralentización de la tendencia de los mercados —financieros e inmobiliarios— ha mermado el efecto riqueza en los hogares estadounidenses que había sostenido el consumo desde 2010. A esta debilidad en la dinámica del consumo viene a sumarse ahora el repunte de los precios de la energía y los alquileres, que actúa como un impuesto al consumo.
A este respecto, resulta esclarecedor constatar que, a pesar de haber vivido uno de los inviernos más suaves de los últimos cien años, los grupos de distribución tradicio- nales (de Walmart a Macy’s, pasando por Target y Nordstrom) presentan desde comienzos de año sus peores resultados desde la recesión de 2009. Ciertamente, el comercio electrónico sigue creciendo con fuerza, pero este crecimiento no puede ocultar la señal procedente de la debilidad que muestran los resultados del primer trimestre de los grandes almacenes (-47,8 %) y los hipermercados (-14 %). La ralentización del consumo sería, además, doblemente problemática, ya que los distribuidores estadounidenses no parecen haberse preparado para ello: sus existencias se sitúan actualmente en un nivel próximo a un año y medio de ventas, lo que supone su cota más alta desde 2009.
Pero es que encontramos más obstáculos en el camino del crecimiento estadounidense: la Fed pretende reto- mar su ciclo de ajuste monetario tan pronto como los mercados lo permitan, la creación de empleo está frenándose, el uso de la capacidad de producción se reduce desde hace un año, el número de permisos de construcción desciende desde principios de año y la incertidumbre cada vez mayor en torno al resultado de las elecciones presidenciales amenazan con penalizar la inversión en el segundo semestre. Los mercados siguen confiando en la fortaleza de la locomotora estadounidense y, en nuestra opinión, pecan de complacientes.
El riesgo chino
La mejora de la economía china en el primer trimestre fue espectacular, pero no debemos caer en la ilusión: si China se obstina en mantener a toda costa su ritmo de crecimiento, no hará sino agravar su ya de por sí acuciante problema de exceso de endeudamiento. Sobre la base de la tendencia actual, la tasa de endeudamiento total del 240% que presenta el país actualmente alcanzaría un nivel crítico del orden del 320% dentro de cinco años y vendría acompañada de un fuerte deterioro de la relación préstamos-depósitos. La tasa de impago en los prestamos bancarios, que a nuestro juicio está muy subestimada actualmente, se aceleraría aun más y provocaría casi con toda seguridad una grave crisis crediticia. Por consiguiente, o bien las autoridades chinas asumen el riesgo de llevar a la economía del país hacia ese precipicio o bien adoptan un planteamiento más razonable y aceptan el impacto sobre el crecimiento a corto plazo que se deriva de la necesaria continuación de las reformas estructurales, el saneamiento del sector bancario y el reequilibrio de la actividad económica. La hipótesis más positiva es que China acepte, al menos, una desaceleración de su ritmo de crecimiento a partir del segundo semestre de este año.
Riesgo político
Los mercados tienen por costumbre hacer caso omiso al riesgo político, un factor que, en efecto, apenas suele repercutir en la economía real, pero esta vez quizá sí deberían preocuparse. En las elecciones presidenciales de finales de este año en EE. UU., la victoria de un candidato abiertamente proteccionista y dispuesto a renegociar la deuda federal —algo casi inconcebible hace apenas seis meses— es ya una posibilidad plausible. Por su parte, la victoria en el referéndum de los partidarios de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, un resultado que estaría motiva- do por razones principalmente de índole política, constituiría un grave riesgo de perturbaciones para el comercio intraeuropeo y el crecimiento. Circulan multitud de estimaciones más o menos argumentadas, aunque partidistas en su mayor parte, sobre las probabilidades de los acontecimientos en cuestión y sus consecuencias económicas, pero sea como fuere, lo importante es que el riesgo es asimétrico: en el mejor de los casos, las diferentes citas electorales mantendrán el statu quo y en el peor, podrían provocar una reacción en cadena, ya que un voto de ruptura constituiría un precedente de primer orden que reforzaría, incluso legitimaría, otras votaciones en contra del orden establecido o antieuropeas.
Los mercados están comenzando a orientarse hacia esta nueva tendencia que describíamos a comienzos de año y que se caracteriza por estar menos soste- nida por la intervención cada vez más contundente de los bancos centrales y más expuesta a los riesgos económicos y políticos. Generalmente, los cambios de tendencia dan paso a un periodo de inestabilidad y los mercados se encuentran plenamente inmersos en él. Este contexto incita a mantenerse al acecho, listos para aprovechar los blancos a tiro con la mayor precisión posible y desde un posicionamiento seguro.
Didier Saint-Georges, Miembro del comité de inversiones de Carmignac.
ESMA -la Autoridad Europea de Valores y Mercados- publicó el día 8 de junio de 2016 el proyecto de normas técnicas relativas al Reglamento 2015/760 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre los fondos de inversión a largo plazo europeos (ELTIF por sus siglas en inglés).
El documento publicado el pasado miércoles comienza sintetizando los principales comentarios del sector (gestores de activos, representantes de los inversores, autoridades competentes y asociaciones de profesionales) en relación al documento de consulta previamente divulgado.
Entre las preocupaciones formuladas destaca la necesidad de diferenciar las restricciones a los ELTIFs dirigidos a inversores institucionales y family offices, respecto de las aplicables a los fondos dirigidos a minoristas. También expresaron la importancia de incentivar la inversión en este tipo de fondos a través de UCITS, eliminando el límite del 10% vigente; la posibilidad de que se incluyan como activos los préstamos otorgados por otros prestamistas, que son sean el propio ELTIF; o la necesidad de que la forma de divulgación de los costes en el folleto y en el documento de información clave para los inversores (KIID) se armonice. Asimismo, destaca la exigencia de clarificar determinados conceptos como «empresas en cartera admisibles» o la relevancia de modificar el ratio de apalancamiento, puesto que actualmente no se ajusta a las necesidades del sector en relación con las inversiones inmobiliarias.
A pesar de ello, ESMA ha declarado que la solución a los problemas expuestos se escapa de su ámbito de competencia, pues considera que se trata de problemas que han de ser tratados en el nivel 1, por lo que se ha centrado en desarrollar el proyecto de normas que a continuación se analiza brevemente. Argumenta la autoridad europea que con ello se evita incluir restricciones que pudiesen poner el peligro el éxito de los ELTIFs, si bien reconoce que determinados conceptos deberán ser clarificados.
El proyecto se centra en desarrollar determinados preceptos del Reglamento ELTIF. En concreto establece los criterios para determinar cuándo un derivado financiero es usado con meros propósitos de cobertura de los riesgos inherentes a otros activos del ELTIF, lo cual será permisible en el caso de que se produzca una reducción del riesgo verificable objetivamente.
Se establece también la necesidad de que la vida del ELTIF sea lo suficientemente larga como para cubrir el ciclo de vida de cada activo de su cartera, por lo que la vida del fondo deberá ser, al menos, igual a la del activo cuyo horizonte de inversión sea superior.
Asimismo, el borrador contiene los criterios de evaluación que los gestores de los ELTIFs han de tener en cuenta en relación con la enajenación ordenada de sus activos, concretamente para evaluar el mercado de potenciales compradores, y para valorar los activos enajenables.
Con respecto a los inversores minoristas, se incluyen determinadas especificaciones en relación con las definiciones y la metodología de cálculo de los costes que estos han de soportar, así como el formato en que dichos datos habrán de ser presentados.
Finalmente, se otorga a los ELTIFs el plazo de un año, a contar desde la entrada en vigor del Reglamento Delegado, para adaptarse a la nueva regulación.
En este link puede acceder a la versión completa del documento.
Tribuna de Ana García Rodríguez, socia responsable del departamento de Derecho Financiero y Regulatorio Bancario de Baker & McKenzie
La composición de los mercados de crédito europeos presenta, de media, una calidad superior. El índice europeo cuenta con mayor porcentaje de compañías con calificación de BB (67% frente al 49% de EE. UU.) y con más ángeles caídos (35% frente al 15% estadounidense). Los ángeles caídos son compañías que en el pasado tuvieron una calificación de investment grade pero que se ha rebajado a alto rendimiento, normalmente por problemas del sector o específicos de la compañía. Según los estudios de Moody’s sobre bonos no financieros entre 1993 y 2013, existe una posibilidad modestamente superior de que un ángel caído recupere su nivel previo (y se convierta en una “estrella ascendente”) que en el caso de las demás empresas de su misma calificación.
Reflexiones sobre los ángeles caídos
Un detalle que hay que tener en cuenta al invertir en bonos originalmente emitidos con la calificación de investment grade es que a menudo no incluyen pactos (cláusulas de protección inherentes al bono). Si una compañía se ve en dificultades, existe la posibilidad de emitir deuda garantizada con una calificación superior a la de los bonos sin condiciones pactadas.
Otro problema, aunque este sea un fenómeno más frecuente en Estados Unidos que en Europa, es que la base de inversores a menudo migra cuando se produce una bajada de calificación, por lo que, salvo si existen normas estrictas sobre no disponer de deuda de alto rendimiento, el inversor que haya adquirido bonos BBB normalmente los conservará si pasan a BB. Dado que los bonos no pierden necesariamente su base de inversores, se evita que se produzca una pérdida masiva de valor, aunque sí suela producirse una caída inicial de precios dado que la base de inversores de bonos investment grade es mayor que la de alto rendimiento. La única ocasión en la que un bono se convierte técnicamente en barato es si su calificación cae a B y se produce un cambio significativo en su base de inversores.
Composición del sector energético
El sector energético supone una pequeña parte del mercado de deuda high yield europeo (con tan solo el 5,4%) frente al 13,8% del estadounidense. Por este motivo, el mercado europeo es menos vulnerable a la volatilidad en el precio del petróleo. Además, este sector presenta una mayor concentración en Europa; de hecho, Gazprom y Petrobras son responsables de dos tercios de la emisión del sector en Europa, mientras que en Estados Unidos nos encontramos con una gran variedad de pequeños emisores.
Pese al repunte en el precio del petróleo desde los mínimos de este año, el de finales de abril (46 dólares/barril) seguía estando más barato que hace un año, y no hablemos ya de hace dos. Muchas de las compañías energéticas más débiles se constituyeron hace tres o cuatro años y lograron hacerse con préstamos contratando coberturas a entre 3 y 5 años que bloqueaban el precio de su producción entre los 80 y los 100 dólares/barril, aproximadamente. No obstante, según vayan venciendo dichas coberturas sus flujos de efectivo van a pasarlo realmente mal y probablemente se encuentren con problemas para renovar su deuda. Nuestra previsión es que se produzca una creciente cantidad de impagos en el sector energético este año, por lo que seguimos infraponderados en este sector dentro de nuestras carteras de deuda high yield.
La dinámica de la morosidad
Para los inversores a largo plazo, el elevado riesgo de impago es el impulsor clave de primas diversificadas para los bonos de alto rendimiento. En términos de impagos, la tasa de morosidad de los títulos estadounidenses de deuda high yield se prevé que alcance el 5,6% en marzo de 2017, según Moody’s, frente al 4,1% de marzo de 2016.
En Europa, Moody’s prevé que la tasa de morosidad a 12 meses suba al 2,8% en marzo de 2017, lo que no supone grandes cambios con respecto de la cifra de marzo de 2016, de un 2,7%3. Los tres factores a los que hemos hecho referencia en artículos anteriores (la política de los bancos centrales, el comportamiento de las empresas y la composición de los mercados) hacen prever que la tasa europea de impagos se mantenga baja, tanto en términos históricos como con respecto de Estados Unidos, durante el próximo par de años.
El 11 de abril de 2016, Deutsche Bank publicó su Estudio anual de morosidad para 2016. En dicho estudio, se informó de que, para proteger del riesgo de morosidad a un grupo de bonos a cinco años formado en 2011 y mantenido entre 2011 y 2015, los inversores habrían necesitado durante este período unos diferenciales de 38 puntos básicos (pb) en el caso de los bonos con calificación de BB y de 133 pb para los de B. Para contextualizar este dato, en la actualidad, los diferenciales europeos y estadounidenses para BB son 320/381 pb y 595/605 pb4 para B, lo cual sugiere que la deuda high yield en general compensan sin duda el moderado repunte de los impagos. El gráfico 2 muestra dónde se encuentran los diferenciales dentro de su contexto histórico.
La deuda high yield siguen pareciéndonos atractiva y Europa sigue siendo nuestra área más favorecida para los mercados de crédito global de esta calificación. Aunque la rentabilidad y los diferenciales se han ajustado desde las ventas de febrero, siguen resultando interesantes tanto en términos absolutos como relativos. Además, encontramos apoyo adicional en la actitud paciente del BCE y en los bajos niveles de oferta primaria a ambos lados del Atlántico.
Tom Ross es portfolio manager del Credit Alpha Fund de Henderson.
La gestora de activos mundial Standard Life Investments ha nombrado a Mauro Lorán como director de Ventas para el Sur de Europa. A partir de ahora, Mauro será responsable de las ventas transfronterizas y de ampliar el alcance de la firma dentro de la región.
Mauro, que cuenta con una trayectoria de más de 25 años en el ámbito de la inversión y una experiencia específica de 20 años en el sector de la gestión de activos, se incorporó a Standard Life Investments tras la adquisición de Ignis Asset Management en julio de 2014. Anteriormente, trabajó para New Star AM y ABN AMRO Asset Management.
A su nombramiento se suma el de Andrés Pedreño Gil, quien ocupará el cargo de Responsable de Desarrollo de Negocio para los mercados Ibéricos. Andrés se incorpora procedente de HSBC Global Asset Management, donde anteriormente trabajaba en el equipo de desarrollo de negocio en España. Andrés trabaja desde la sede principal de Standard Life Investments en Edimburgo
“Hemos creado el puesto de Director de Ventas para el Sur de Europa con el objetivo de incrementar nuestra atención y compromiso con la región y, dadas las aportaciones que Mauro ha realizado a Standard Life Investments hasta la fecha, era el candidato idóneo para ocuparlo. Su experiencia nos ayudará a ampliar el conjunto de oportunidades en la región, liderando un equipo de individuos de talento que ha logrado multitud de éxitos en el desarrollo de nuestro negocio entre una amplia variedad de clientes en diferentes clases de activos”, afrimó Åsa Norrie, Responsable de Desarrollo de Negocio para Europa de Standard Life Investments.
“A lo largo del último año, hemos contratado a 10 nuevos profesionales para el equipo europeo, y al hacerlo hemos introducido en él una amplia variedad de experiencias y habilidades que contribuirán a impulsar la actividad de Standard Life Investments en Europa en el marco de nuestro compromiso de expansión de nuestra franquicia a escala mundial”, añadió.
Standard Life Investments prosigue con su crecimiento global y ya cuenta con representación en 21 ciudades de todo el mundo. Actualmente, el equipo de Desarrollo de Negocio Europeo de Standard Life Investments posee más de 30 miembros repartidos por sus divisiones en el Norte y el Sur de Europa y su sede principal de Edimburgo.
Singapur mantiene el primer puesto en la clasificación global del informe del Grupo del Banco Mundial sobre la facilidad de hacer negocios, seguido por Nueva Zelanda, Dinamarca, República de Corea, Hong Kong RAE, China, Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, Noruega, y Finlandia, para completa el listado de las 10 economías con los entornos regulatorios más favorables a la actividad empresarial. Por lo que respecta a las que más han mejorado su actuación están Costa Rica, Uganda, Kenia, Chipre, Mauritania, Uzbekistán, Kazajstán, Jamaica, Senegal y Benín.
América Latina y el Caribe es la región con menor proporción de reformas. Costa Rica y Jamaica se encuentran entre las 10 economías que han mejorado más en su desempeño a nivel global. México es la economía mejor posicionada en la región, en el puesto 38 de la clasificación global.
En la región de Europa y Asia Central también fue importante el número de reformas, con Chipre, Uzbekistán y Kazajstán entre las 10 economías que más mejoraron en su desempeño a nivel mundial. La región tuvo la mayor proporción de economías que implementaron al menos una reforma así como el mayor número de reformas regulatorias por economía.
Asia Oriental y el Pacífico acoge a cuatro de las cinco economías mejor clasificadas en el mundo, incluyendo Singapur, quien ocupa el primer puesto en la clasificación, mientras que en Asia Meridional, India, Bután y Sri Lanka se encuentran entre las economías que implementaron varias reformas. La economía con la clasificación más alta es Bután, que obtiene el puesto 71 a nivel global.
En Oriente Medio y Norte de África, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Marruecos, Túnez y Argelia se encuentran entre las economías que llevaron a cabo varias reformas. EAU es la economía mejor clasificada de la región, y se encuentra en el puesto 31 en la clasificación global.
Por último, en África Subsahariana destaca Mauricio, que se sitúa en la posición 32 del ranking global, y la región se encuentran la mitad de las 10 economías que más mejoraron a nivel mundial. Costa de Marfil, Madagascar, Níger, Togo y Rwanda implementaron también múltiples reformas.
Las economías en desarrollo aceleraron el ritmo de sus reformas regulatorias durante los últimos meses para facilitar a los empresarios locales el abrir y operar un negocio, dice el informe, que revela que la mayoría de las nuevas reformas puestas en marcha se encaminaron a mejorar la eficiencia de las regulaciones, al reducir su costo y complejidad. El mayor número de ellas fueron realizadas en el área de Apertura de una Empresa, que mide cuánto tiempo se tarda en obtener un permiso para abrir un nuevo negocio y los costos relacionados.
Los datos de Doing Business de los últimos 12 años muestran que en 2003, abrir una nueva empresa costaba 51 días en promedio a nivel global. Este tiempo se ha reducido más de la mitad, a 20 días. El informe también nota el uso creciente de internet por parte de los emprendedores para interactuar con el gobierno y el esfuerzo realizado para añadir más mediciones de calidad de las instituciones que apoyan el entorno de negocios, con el fin de capturar mejor las realidades en el terreno.
Antes de reunirse con los responsables políticos de Kenia en las reuniones anuales del Banco Africano de Desarrollo, Global Evolution estaba posicionada en larga duración en la curva de bonos locales, y sobreponderada en eurobonos. Sin embargo, la reunión del equipo de la firma, liderado por el estratega Stephen Bailey-Smith, reforzó la confianza hacia las perspectivas a largo plazo del país y con nuestras posiciones de inversión.
El mensaje clave de los responsables políticos de Kenia es que los elevados déficits gemelos son un mal necesario a corto plazo con el fin de superar el déficit de infraestructura del país. Esta estrategia está siendo ampliamente implantada en todo el continente africano, pero Kenia es uno de los pocos países en los que la firma cree que va a llevarse a cabo sin poner en peligro la estabilidad macroeconómica.
“Nuestra opinión no está respaldado de manera uniforme por el mercado o las agencias de calificación, preocupadas por la tasa de acumulación de deuda, especialmente antes de las elecciones el 17 de agosto. Ciertamente, el plan para gastar unos 450 millones de dólares en las elecciones del que hablamos durante nuestras reuniones parece un poco excesivo y reitera para nosotros uno de los aspectos negativos para el crédito: la división étnicas profundamente arraigadas en el sistema político, que elevan los costes de la administración y podría decirse que se han exagerado en el marco del cambio hacia un gobierno más local”, explica Bailey-Smith.
Para el gestor de Global Evolution, es importante destacar que el secretario del gabinete Henry Rotich entregará el presupuesto final al Parlamento en junio y cree que será más limitado que el proyecto de abril, que propuso un déficit presupuestario del 9,3% del PIB. Por otra parte, el resultado del año fiscal 2015-2016 se parece más a un déficit del 6,9% del PIB en lugar del 7,9% previsto, lo que refleja las actuales dificultades para cumplir con las promesas de gasto.
“Seguimos estando razonablemente seguros de que el gobierno no permitirá que la posición financiera de su deuda se vuelva desordenada. Fundamentalmente, parece que hay un par de directrices prudentes, incluyendo que los gastos corrientes correrán a cargo de los ingresos y la deuda en términos de valor neto inferior o igual al 50% del PIB”, dice Bailey-Smith.
También es importante tener en cuenta el enorme gasto de inversión ya en marcha dedicado al ferrocarril de vía individual – Single Gauge Railway- que tiene un presupuesto de alrededor del 2,6% del PIB.
“Seguimos siendo razonablemente constructivos sobre la modernización tanto de las instalaciones ferroviarias como de las portuarias, junto con el marcado avance en la generación y distribución de energía para generar un crecimiento significativo de la productividad de la economía. Todos estos parámetros nos sugieren estabilidad de la moneda, lo que debería permitir que la inflación caiga más y permitir que el partido político en el poder continúe relajando la política monetaria en los próximos meses”, concluye Bailey-Smith.
Global Evolution es una firma de gestión de activos especializada en deuda de mercados emergentes y mercados frontera. Está representado por Capital Stragtegies en la región de las Américas.
El consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, ha escrito un mensaje abierto en el que anuncia la salida de Quintin Price, responsable de Deutsche Asset Management, por razones médicas, y explica que ha empezado a buscar un reemplazo para liderar ese negocio de gestión de activos.
Mientras tanto, Jon Eilbeck, COO global y responsable regional para Asia Pacífico en Deutsche AM, se encargará del negocio. Y Cryan seguirá representando la parte de Asset Management del grupo en el Consejo de Gestión, acorde al plan de asignación de negocio del banco.
“Quintin sigue enfocado en su plan de tratamiento médico y sé que os uniréis a mí para desearle lo mejor y para agradecerle su contribución desde que se unió a nosotros en octubre de 2015. El Consejo de Supervisión ha empezado a buscar un sucesor para liderar Deutsche Asset Management”, explica Cryan en la web de la entidad.
“Os agradezco vuestro continuo compromiso durante este periodo de transición”, apostilla en el comunicado.
En su último video blog, James Swanson, estratega jefe de MFS Investment Management, afirma que, tras la temporada de resultados en Estados Unidos, hemos podido ver cómo los beneficios empresariales se han visto erosionados en un número cada vez mayor de sectores del S&P 500 y no sólo en el de energía y minería como era de prever.
“Mi preocupación es la siguiente”, dice el gestor, “las empresas de Estados Unidos están perdiendo poder de fijación de precios. ¿Por qué?”, se pregunta.
Para Swanson China sigue, en esencia creando un exceso de capacidad que se ha propagado a nivel global. “Este exceso de capacidad dificulta a las empresas de todo el mundo, pero especialmente a las multinacionales, fijar el precio de sus productos a un nivel competitivo”. Esto conlleva, irremediablemente, a una depresión en los precios que es la que esta limando los beneficios de las empresas.
El estratega jefe de MFS enumera los factores a los que habrá que estar muy atentos este verano para ver si esto cambia.
En primer lugar, explica, hay que ver si las empresas recuperan este poder de fijación de precios. En segundo, si la tendencia de desinflación se vuelve más moderada. «Algo de inflación sería bueno para estos mercados», dice. Y tercero, señala, los consumidores estadounidenses han ahorrado el dinero derivado de la caída de los precios del petróleo y necesitaríamos ver como ese gasto vuelve a la economía para impulsar realmente los beneficios de estas compañías.
Por último, MFS va a estar muy atento en los próximos meses a las cifras de gastos de capital porque este es un indicador a futuro muy fiable de lo que va a pasar en el mercado labora y en los beneficios corporativos.
“Si estos cuatro factores mejoran, tendré más confianza cuando lleguemos al momento de las elecciones presidenciales en otoño y quizás esté más positivo, pero mientras tanto, recomendaría precaución en dónde colocamos el dinero y estaría muy atento a los datos económicos”, concluye Swanson.
Hace poco, la empresa holandesa de productos de consumo Unilever se convirtió en el último emisor corporativo en emitir deuda a cuatro años a un tipo de interés inferior al 0,1% anual. Esta situación, en un mundo en el que más de 16 billones de dólares en bonos soberanos de todo el mundo ofrecen rentabilidades inferiores al 1%, pone de manifiesto las dificultades a las que se enfrentan quienes desean invertir en renta fija y obtener rentas atractivas, explica Adam Mossakowski, gestor de Insight Investment, boutique de BNY Mellon IM.
Source: Bloomberg Global Developed Sovereign Bond Index, 27 April 2016
En este entorno, Insight Investment estima que una inversión pasiva en activos de renta fija que ofrecen bajas rentabilidades presenta dos riesgos. El primero es obvio: las bajas rentabilidades resultan poco atractivas, mientras que las rentabilidades negativas garantizan pérdidas de capital si la inversión se mantiene hasta el vencimiento.
El segundo riesgo tiene que ver con la relación inversa entre la rentabilidad de un bono y su precio. Teniendo en cuenta ambos factores, los inversores no solo tienen que lidiar con los escasos rendimientos que generan los ‘activos seguros’ sino que, además, los riesgos para el capital son asimétricos, es decir, las potenciales pérdidas de capital superan a las posibles ganancias.
“Los tipos de interés llevan en mínimos históricos desde la crisis financiera mundial de 2009 y, aún así, las rentabilidades de los bonos han ido reduciéndose de forma generalizada desde entonces. Sin embargo, creemos que podría haber llegado el momento de cambiar de estrategia y empezar a cubrir o a eliminar las exposiciones no deseadas a tipos de interés”, explica Mossakowski.
El motivo es que la Reserva Federal estadounidense ha iniciado un ciclo de subidas de tipos y que en Europa, aunque es probable que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga sus tipos de interés oficiales en niveles bajos durante varios años más, el enfoque ha pasado claramente de los recortes de tipos a la flexibilización de las condiciones de crédito. En cuanto al Reino Unido –y siempre que el país vote a favor de permanecer en la UE en el referéndum de junio– las condiciones económicas relativamente robustas podrían justificar una subida de tipos en los próximos doce meses.
Por todo ello, la filial de BNY Mellon IM estima que los mercados mundiales de bonos gubernamentales empiezan a estar sobrevalorados. Obviamente, dice, aún podrían volver a caer ante una nueva ralentización del crecimiento, pero los inversores prácticamente no están siendo recompensados por el riesgo, ni por la volatilidad, como se pudo observar durante la brusca corrección que sufrieron los bunds alemanes el verano pasado o durante el taper tantrum de 2013. Pese a que las rentabilidades de los bonos gubernamentales se han reducido, Mossakowski no cree que la volatilidad se haya moderado de forma proporcional.
“Ante este panorama, creemos que los inversores podrían beneficiarse de una estrategia de renta fija que pueda usar instrumentos derivados para proteger la cartera de las subidas de tipos y, además, ganar dinero con las variaciones de tipos. Nuestro enfoque nos permite invertir en todo el mundo y en toda la curva de tipos y ofrece numerosas oportunidades relacionadas con la duración y la inflación, como las apuestas a favor del aplanamiento o de la mayor inclinación de las curvas de tipos. También podemos adoptar posiciones cortas en una región (en la que veamos probable una subida de tipos) y compensarlas con posiciones largas en otros mercados (con posibilidades de registrar caídas de tipos)”, añade.
Por otra parte, una estrategia que pueda generar valor en distintos mercados de tipos de interés puede contribuir a mitigar el riesgo de que un aumento de los tipos de interés se lleve por delante el valor del capital en renta fija. “El problema que plantean unas rentabilidades persistentemente bajas puede resolverse mediante una cartera que no solo tenga acceso a distintas estrategias en deuda gubernamental de todo el mundo, sino que además pueda invertir en todos los segmentos del crédito: desde el grado de inversión al high yield, pasando por los préstamos apalancados y las titulizaciones de activos (ABS) que, en nuestra opinión, representan los activos de crédito líquidos más atractivos en estos momentos”, concluye Mossakowski.