El petróleo al alza: ¿es una subida sostenible o un repunte a corto plazo que carece de cualquier base fundamental?

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El petróleo al alza: ¿es una subida sostenible o un repunte a corto plazo que carece de cualquier base fundamental?
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Aristipo Crónica Popular. Oil: Up, Up And...?

Tras un 2015 para olvidar, el nuevo año comenzó de manera desastrosa para el mercado del petróleo con el barril de Brent tocando mínimos de 12 años en enero. La confianza en las perspectivas para el precio del petróleo parecían irremediablemente bajas cuando se anunció la decisión de levantar las sanciones a Irán y las estadísticas del crecimiento de la economía china seguían pintando un cuadro bastante sombrío para el crecimiento global. Sin embargo, el petróleo ha experimentado una rápida recuperación desde su punto más bajo tocado el 18 de enero. El rebote en el sentimiento no ha sido exclusivo de petróleo, el mineral de hierro, el cobre y el carbón también están experimentando un aumento en sus respectivos precios. La cuestión clave aquí sigue siendo: ¿es una subida sostenible o es poco más que un repunte a corto plazo que carece de cualquier base fundamental?

Como ya indicamos anteriormente, creíamos que cuando el crudo Brent tocó el mínimo de 27,88 dólares por barril en enero no estaba justificado. Desde entoncecs hemos sido testigos de una serie de acontecimientos interesantes en el que podemos destacar el principio de acuerdo entre Arabia Saudí y Rusia para poner un límite a la producción. Si bien el acuerdo en sí tuvo poco impacto en el suministro a corto plazo, ya que dejaba fuera otros productores clave (incluyendo Irán), fue simbólico que en el entorno actual fueran capaces de llegar a un acuerdo. El cártel petrolero se había abstenido anteriormente de fijar un limite a la oferta, pese a las débiles condiciones de mercado, optando en su lugar por mantener el mercado saturado para provocar, de forma implícita, la quiebra de los productores de ‘shale gas’.

El fin a las sanciones iraníes finalmente llegó el 16 de enero, cuando seis potencias occidentales alcanzaron un acuerdo nuclear con el país. Tras esto el mercado tuvo pocas dudas de que esta flexibilización de las sanciones iraníes podría provocar un alza significativa en el suministro de petróleo, aunque aún no se sabe la cantidad y la rapidez con la que Irán puede aumentar su producción hasta niveles que se parezcan al periodo anterior a ellas. Desde que fueron eliminadas, la producción iraní se ha quedado significativamente por debajo de las expectativas del mercado, sobre todo gracias al envejecimiento de las infraestructuras y la falta de inversión, lo que ha reducido por ahora su capacidad para aumentar la producción. El mercado del petróleo también se ha beneficiado de una caída en la producción de petróleo en Iraq y Nigeria. El primero está experimentando una caída mayor debido al corte en el flujo de un oleoducto que transporta petróleo través de la frontera kurda.

En un fenómeno que comenzó en octubre de 2014, el número de plataformas de petróleo de Estados Unidos ha ido disminuyendo y cae aproximadamente un 72% desde sus niveles máximos. Al mismo tiempo, el capex mundial para la industria del petróleo también se ha reducido, y la previsión de Simmons es que retroceda en torno al 50% en 2016, tras un recorte similar en el año 2015. Si bien la caída en número de plataformas y el gasto de capital han sido rápidas, el descenso de la producción de petróleo de Estados Unidos ha sido modesto en comparación. Creemos que el mercado anticipó demasiado la velocidad en la que la producción se reduciría -en respuesta a la caída de los gastos de capital-, lo que exacerbó la presión a la baja sobre los precios del petróleo. No obstante, nuestra opinión es que es probable que la producción estadounidense siga una trayectoria similar a la caída del número de plataformas para el resto del año y en 2017, ya que creemos que los productores de esquisto serán reacios a aumentar sus gastos de perforación mientras los precios sean inferiores a sus respectivos costes de producción.

Un factor que tiene potencial para poner en peligro la reciente recuperación en el mercado del petróleo es el nivel históricamente alto de los inventarios de petróleo. Este nivel por encima de la media habitual se debe a dos factores principales:

  1. La oferta de petróleo supera fuertemente la demanda
  2. La pronunciada curva hacia adelante que actúa como un fuerte incentivo para aumentar los inventarios. Sin embargo, recientemente hemos visto como esta curva se aplana, minimizando así el incentivo para aumentar inventarios debido a que la prima recibida por hacerlo es comparativamente menor. A corto plazo esto debería provocar que aparezca nueva oferta, lo que teóricamente amenaza un mercado con exceso de petróleo. Aunque obviamente somos conscientes de este riesgo, creemos que una caída sustancial de los inventarios respaldará un mercado del petróleo más estable.

Mantenemos nuestra visión de principios de año de que un precio del petróleo en niveles por debajo de los 28 dólares no es sostenible a largo plazo y no está en línea con los fundamentos. La reciente recuperación ha sido más ligera incluso que nuestras expectativas. A la luz de la actual incertidumbre en el mercado, creemos que a corto plazo el mercado de petróleo seguirá siendo volátil, especialmente en lo que respecta a que la amenaza de que los inventarios hunden el mercado es muy real. Sin embargo, a largo plazo, somos más constructivos tanto en lo que se refiere a la estabilidad del mercado como al precio. La caída de los gastos de capital y de los equipos de perforación comenzará a tener un impacto más pronunciado. Del mismo modo, el principio de acuerdo de los miembros de la OPEP para congelar la producción, sigue teniendo un potencial positivo para controlar la oferta en el largo plazo. En cuanto al posicionamiento de nuestras carteras, somos conscientes de los riesgos a corto plazo que hay por delante, aunque sí creemos que hay factores genuinos que ahora respaldan un mayor precio del petróleo.

Philip Saunders es co-responsable de Multiactivos de Investec.

Standard Life Wealth refuerza su equipo de inversión con el fichaje de Matthew Grange y Matthew Burrows

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Standard Life Wealth refuerza su equipo de inversión con el fichaje de Matthew Grange y Matthew Burrows
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Matthew Grange. Standard Life Wealth Strengthens Investment Team

Standard Life Wealth anunció recientemente el nombramiento de Matthew Grange y Matthew Burrows como senior portfolio managers para la oficina que la firma tiene en Londres. Ambos trabajarán con clientes en Reino Unido y a nivel internacional y reportarán directamente a Charles Insley, responsable internacional de Standard Life Wealth.

Matthew Grange acumula más de 18 años de experiencia en inversiones con clientes privados e institucionales. Antes de llegar a Standard Life Wealth trabajó doce años en la gestión de carteras de renta variable en Reino Unido para ABN Amro Asset Management.

Matthew Burrows tiene cinco años de experiencia en la gestión de carteras discrecionales para trusts, pensiones y clientes tanto institucionales como privados. Anteriormente, desarrolló su carrera en Falcon Private Wealth and Sarasin & Partners LLP, cubriendo la gama de activos tradicionales, así como alternativos y derivados.

«Como inversores a largo plazo ofrecemos a nuestros clientes estrategias en todo el espectro de riesgo y un proceso de inversión centrado en la exposición a factores de crecimiento. Tanto Matthew Grange como Matthew Burrows suponen excelentes incorporaciones al equipo y aportarán nuevos puntos de vista a nuestro proceso de inversión», afirmó Insley.

¿Se van a mantener los tipos eternamente bajos?

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¿Se van a mantener los tipos eternamente bajos?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Lunita Lu. ¿Se van a mantener los tipos eternamente bajos?

Los tipos oficiales de los bancos centrales siguen fluctuando en torno a cero en el mundo occidental. Lo mismo ocurre con los tipos de interés efectivo sobre las obligaciones a más largo plazo. Al mismo tiempo, los indicadores de confianza permiten augurar una nueva desaceleración de la actividad económica mundial, tras una recuperación más bien tenue desde la Gran Recesión de 2008-2009. Y, entretanto, los bancos centrales, aunque han ampliado considerablemente sus balances, aguardan a la desesperada un aumento de la inflación.

Es más, varios observadores critican cada vez más a las autoridades monetarias por agravar la situación en lugar de mejorarla. Y con razón afirman que soplan vientos adversos para el sector financiero, cuyos principales beneficios provienen de los diferenciales de los tipos de interés. No obstante, conviene precisar que son esos mismos observadores quienes, cuando estalló la crisis financiera mundial, advirtieron sobre las nefastas consecuencias de una inflación galopante, en un contexto de excepcionales medidas de estímulo de los bancos centrales. Los gobernadores de los bancos centrales no son superhéroes, pero un análisis contradictorio indica que merecen al menos un poco de credibilidad por haber contenido, siquiera parcialmente, las fuerzas deflacionistas mundiales surgidas tras la crisis de 2008. Además, las autoridades monetarias son las primeras en reconocer que su margen de actuación es limitado. Así pues, resulta sorprendente ver tantos observadores… sorprendidos. Y lo que proponen en concreto para mejorar las condiciones económicas tampoco está muy claro, puesto que no suelen ir más allá de las llamadas “reformas estructurales”. Incluso llegan a considerar que la reducción del gasto público y la subida de los tipos de interés son respuestas adecuadas para la difícil coyuntura económica actual. Una minoría es partidaria de una marginación total del sector público, para que la destrucción creativa surta efecto.

Ahora bien, lo que parece claro a estas alturas es que la economía mundial sufre ante todo un problema de demanda, no de oferta. Aunque los tipos de interés están en mínimos históricos, se ahorra más de lo que se invierte y las perspectivas económicas, poco halagüeñas, no dejan traslucir cambios en este punto, al menos en un futuro próximo. No obstante, no creemos que la economía mundial esté a punto de caer en una repentina recesión. Una de las razones radica en que los bajos precios de la energía y las materias primas deberían apuntalar la economía durante cierto tiempo más, incluso tras la atenuación de los efectos perturbadores sobre las inversiones y el comercio. Además, varios efectos básicos asociados a los precios de las materias primas indican que la inflación general tiene bastantes probabilidades de aumentar de aquí a finales de año. Pero eso no significa que todo vaya bien. Aunque la economía mundial logre evitar una desaceleración aún más acusada, es poco probable que las perspectivas estructurales mejoren de repente. Por otro lado, no vemos ninguna presión inflacionista en la zona euro, por ejemplo, y las previsiones a este respecto se mantienen a niveles increíblemente bajos. Por último, varios barómetros de la actividad económica sugieren asimismo que el BCE no alcanzará su objetivo de inflación, fijado en el 2%.

A medio y largo plazo, son altas las probabilidades de que asistamos a un período prolongado de crecimiento relativamente lento, asociado a los tipos de interés fluctuantes en torno a cero, en un contexto de adversas perspectivas demográficas y de reducción del margen de maniobra frente a la acumulación de la deuda futura. De hecho, los tipos de interés efectivo han caído durante los últimos 30 años, a pesar de una inmensa acumulación de deuda privada y pública, una situación demográfica todavía relativamente favorable y una afluencia masiva de capitales hacia los mercados emergentes.

En resumen, parece claro que en las últimas décadas los tipos de interés naturales han disminuido sensiblemente en todo el mundo. Se ha escrito mucho en los últimos años sobre la posibilidad de un escenario de estancamiento a largo plazo (incluso secular). Algunos observadores, como Laurence Summers, han abordado la problemática desde el punto de vista de la demanda, mientras que otros (como Robert Gordon) creen que la mayor parte de los avances tecnológicos que respaldaban el crecimiento han quedado atrás. Es pronto para saber si se va a materializar un escenario de estancamiento secular. El tiempo lo dirá. Entretanto, la economía parece acorralada en una trampa de liquidez.

No es recomendable concluir que las autoridades políticas han agotado sus municiones para combatir esta peliaguda situación. Las ciencias económicas nos enseñan que la política monetaria pierde su eficacia en situaciones como esta (la curva LM es plana) y que el gasto presupuestario resulta mucho más eficaz para estimular la actividad económica (la curva IS se desplaza hacia la derecha). Esta situación es coherente con un estudio del FMI en el que se indica que los multiplicadores presupuestarios son bastante elevados en este momento. ¿Cómo es posible que hayamos olvidado tan fácilmente estos conocimientos que se remontan a las teorías de Keynes y Hicks de los años treinta? ¿Por qué intranquiliza tanto a los observadores el nivel de endeudamiento, en una época en que los tipos de interés negativos representan un incentivo para que los gobiernos recurran al crédito e inviertan en infraestructuras?

Así pues, la acción política podría influir de manera notable y, de hecho, el consenso sobre la necesidad de aumentar el gasto en infraestructuras aumenta de forma lenta pero firme. Aunque la OCDE se ha concentrado (erróneamente) en el equilibrio de los presupuestos públicos tras el inicio de la Gran Recesión, hoy parece dispuesta a reconocer que un aumento de las inversiones podría contribuir a respaldar el crecimiento. Como los recursos resultan improductivos en una trampa de liquidez, no hay motivos para temer un efecto desplazamiento por el eventual aumento de los tipos de interés, que incrementaría la eficacia de dicha política. Pero nadie sabe realmente si las autoridades políticas están dispuestas a adoptar este planteamiento. La cumbre del G20 celebrada en Shanghái la semana pasada arroja en este aspecto algunos resultados alentadores, aunque inciertos. A pesar de que los Estados miembros del G20 acordaron utilizar “todos los instrumentos políticos —monetarios, presupuestarios y estructurales— de manera individual y colectiva” para alcanzar los objetivos económicos del grupo; todavía no existe ningún plan por el que se establezcan gastos de estímulo específicos y coordinados. Solo cabe esperar que se formule pronto, para reimpulsar así el crecimiento. Si se hace correctamente, aumentarán por fin las probabilidades de un aumento de tipos y la política monetaria podrá volver a desempeñar una función relevante en la próxima recesión.

¿Cabe confiar en que las autoridades presupuestarias elijan esta vía próximamente? La respuesta sucinta es “no”. La oposición de Alemania a un crecimiento “financiado por la deuda” pone en relieve que los obstáculos siguen siendo considerables. Idealmente, las autoridades políticas deberían actuar con mayor eficacia para combatir la debilidad crónica de la demanda. Es evidente que las autoridades monetarias y presupuestarias nunca pueden quedarse sin munición. Si colaboraran de manera intensiva, conseguirían un aumento de la demanda y de la inflación. No obstante, nadie sabe realmente si están dispuestas a salirse de los caminos trillados. Las reformas estructurales se deben aplicar en este contexto y no de forma aislada. Si se adoptan este tipo de medidas, es más probable que aumenten por fin los tipos de interés. En caso contrario, los bajos tipos de interés seguirán siendo un indicador del entorno económico deprimido. Europa se encuentra en una situación mucho más complicada que la del resto del mundo. Como el euro sigue siendo una divisa sin país y no parece que avancemos hacia una mayor integración, cuesta imaginar cómo pueden colaborar más estrechamente las autoridades monetarias y presupuestarias.

¿Qué esperan los inversores de los hedge funds en 2016?

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¿Qué esperan los inversores de los hedge funds en 2016?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: srgpicker . ¿Qué esperan los inversores de los hedge funds en 2016?

A finales de 2015, Preqin realizó una encuesta entre más de 500 gestores de hedge funds e inversores institucionales de todo el mundo para determinar las perspectivas de la industria para 2016. A partir de sus respuestas, la firma pudo identificar algunas tendencias entre las que se encuentran que la vigilancia a la que se verán sometidas estas estrategias se intensificará este año, después de unos resultados decepcionantes en 2015.

Según informes anteriores de la firma, la satisfacción de los inversores con la evolución de los hedge funds había caído de finales de 2013 a finales de 2014, por lo que 2015 era el año en que éstos esperaban que los hegde funds demostraran de lo que eran capaces. Pero en 2015 las expectativas de hasta el 33% de los inversores no se vieron cumplidas y el 40% de los managers cree que no alcanzaron su retorno objetivo.

A pesar de eso, el valor de las inversiones en hedge funds es cada vez más evidente –dice la firma- dados los recientes acontecimientos en los mercados tradicionales de  renta variable y fija. En 2015, los hedge funds superaron a muchos índices globales como el S&P 500, MSCI World Index o Barclays Capital Global Aggregate Bond Index y las turbulencias que han guiado los mercados se han trasladado a 2016. Si, en el entorno actual, los hedge funds son capaces de demostrar su valor como producto,  ayudando a preservar los activos, reduciendo la volatilidad de la cartera y ofreciendo un flujo de rendimientos ajustados al riesgo, los inversores –que ahora muestran una cierta precaución- podrían reconsiderar su actitud.

En relación con los temores anteriores, las respuestas de los inversores indican que la captación de fondos será más difícil este año, puesto que sus asignaciones de nuevo capital serán menores que en años anteriores.

En cuanto a cuales resultarán más y menos exitosas en 2016, el trabajo apunta a que serán las estrategias de CTAs, macro y de renta variable las que saldrán ganando, mientras que las de crédito tendrán más dificultades.

Por último y en relación a la satisfacción y los fees cobrados por las gestoras, la encuesta muestra que puesto la satisfacción no mejora los fees seguirán siendo un punto conflictivo este año.

Las 10 mejores marcas de gestión de activos de 2015

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Las 10 mejores marcas de gestión de activos de 2015
Foto: Walt Jabasco. Las 10 mejores marcas de gestión de activos de 2015

La incertidumbre macroeconómica y la inestabilidad de los mercados provocó que el año pasado los inversores europeos escogieran aquellas casas de fondos que conocen y en las que confían. El último análisis de Fund Buyer Focus, bajo el título Fund Brand 50, realizado entre varios países y firmas de terceros, muestra que no hay cambios entre los seis primeros grupos más deseados frente a otros años anteriores, pero que la diferencia entre la primera gestora líder en marca, BlackRock, y su rival más próximo se está ampliando. Según el grupo de investigación de Fund Buyer Focus, BlackRock superó a sus competidores en la mayoría de atributos de marca evaluados por los selectores de fondos.

El estudio, elaborado de forma independiente, mide el atractivo relativo de la marca de las gestoras de activos a través de diez factores para proporcionar una clasificación sobre los canales de distribución y los mercados locales y transfronterizos. Los resultados del estudio incluyen un papel creciente del rol de las marcas en el proceso de selección de fondos y su reciente migración desde los compradores de fondos hacia las grandes gestoras.

En comentarios sobre el informe, Diana Mackay, directora de Fund Buyer Focus, afirma: “Cuando la confianza del inversor es baja, la marca se convierte de forma natural en un factor más importante dentro del proceso de compra de un fondo, los inversores buscan la comodidad y estabilidad percibida en los nombres de marcas más grandes y más conocidas. Las “gestoras seguras”, en especial el líder en marca, se han beneficiado de esta tendencia en mercados extremadamente agitados. El poder de la marca fue también evidente en la resistencia de las posiciones de algunos grupos, incluso cuando los productos insignia de la casa de fondos estaban siendo desfavorecidos por los mercados”.    

Fuera de las diez primeras casas de fondos de la clasificación, las presiones sobre los márgenes y los cambios regulatorios promovieron un respaldo para los proveedores de productos de gestión pasiva. iShares y Vanguard obtuvieron el mayor impacto dentro de la clasificación transfronteriza. Pero fue Vanguard la que creció más rápidamente, mejorando su clasificación dentro de la lista de FB50 en 13 posiciones con respecto al año anterior.                          

Cuatro nuevos grupos ganaron suficiente reconocimiento como para entrar en los 50 primeros puestos de la clasificación. La mayor entrada fue el ganador de la categoría de boutique de inversión del año anterior, Flossbach von Storch, que extendió su marca hasta alcanzar nuevos mercados y ganar una posición 32 en la clasificación. Mientras tanto el grupo estadounidense, T. Rowe Price vio cómo la inversión realizada en el desarrollo de su presencia retail incrementó su reconocimiento en múltiples mercados para alcanzar una posición 46.  

Un buen año para las boutiques

No todo gira en torno a las grandes marcas. En el otro extremo de la escala de la gestión de activos, las boutiques de inversión tuvieron un buen año. La boutique nórdica Lannebo Fonder se movió dos posiciones para alcanzar la corona entre las marcas de boutiques de inversión. El éxito de Lannebo Fonder refleja una tendencia que aparece en las clasificaciones de este año y que se trata del apetito por generar rentabilidad al invertir en especialistas locales.

“El interés en los gestores especializados en generar alfa ha permanecido fuerte, ayudando a poner en el punto de mira a nuevos y más establecidos gestores de mercados nichos. Pero incluso para estos pequeños grupos, los seleccionadores de fondos pusieron un gran énfasis en la importancia de la consistencia corporativa, clasificando la estabilidad de los equipos de inversión como el factor más influyente dentro de la elección de marca”, explica Diana Mackay.  

Los 10 primeros grupos de gestoras internacionales clasificados por puntuación total en su marca son los siguientes:

La apuesta de Robeco en bolsa emergente: China, India y Corea del Sur, mejor que Latinoamérica y Europa del Este

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La apuesta de Robeco en bolsa emergente: China, India y Corea del Sur, mejor que Latinoamérica y Europa del Este
Wim-Hein Pals, gestor de renta variable emergente en Robeco. Foto cedida. La apuesta de Robeco en bolsa emergente: China, India y Corea del Sur, mejor que Latinoamérica y Europa del Este

Las bolsas de los mercados emergentes acumulan ya unos años difíciles y los primeros meses de 2016 no han sido una excepción, quitando el buen comportamiento de algunos como el brasileño, uno de los mejores en lo que llevamos de año. Pero Wim-Hein Pals, gestor de renta variable emergente en Robeco, infrapondera Latinoamérica en sus carteras, preocupado por la confluencia en la región de factores como las altas valoraciones de algunos mercados, la inestabilidad política o la inevitable reducción de la demanda de materias primas en una China que reduce su crecimiento.

“El rally en las materias primas ya no es sostenible, debido a que China crecerá menos e India no compensará esa desaceleración de la demanda, lo que afectará al crecimiento en Latinoamérica”, explica en una entrevista a Funds Society, en el marco de unas recientes conferencias en la sede central de la gestora en Rotterdam. Tampoco ayudan las valoraciones o la situación política en casos como el de Brasil, país donde hay “un desastre político” y que plantea un gran interrogante en sus carteras. “China crece y sus acciones cotizan a un PER de 11 veces, mientras Brasil decrece y cotiza a 14 veces”, comenta, contrastando además la situación de estabilidad política en el primer país frente al segundo. Sobre México, destaca sus excesivas valoraciones y también el hecho de que su mercado bursátil no refleja su economía. Con todo, sobrepondera Perú, si bien sus posiciones en la región son muy selectivas.

En general, el análisis top-down del que parte para la selección de su cartera le lleva a ser muy cauto en la región latinoamericana, al igual que ocurre con Europa del Este, África y Oriente Medio, mientras sobrepondera Asia. “Nos gustan China, India y Corea del Sur, que están realizando reformas en diferentes aspectos de su economía”.

Las razones que llevan a Asia

Son varios los factores que le llevan a esa conclusión. En primer lugar, su convicción de que los precios del petróleo se mantendrán bajos, lo que beneficia a grandes consumidores como los países asiáticos mencionados y perjudica a exportadores como México, Malasia –infraponderados-, Colombia o Venezuela –en los que no invierte-. “Quizá vimos los mínimos del barril de petróleo el pasado enero, en 26-27 dólares, pero vemos difícil que haya una tendencia alcista continuada que pueda llevar su precio a los 40-50 u 80 dólares”. El experto cree que será difícil una apreciación teniendo en cuenta la abundante oferta, con el mantenimiento del nivel de producción de crudo cerca de sus máximos históricos. En general, se muestra positivo con los importadores de materias primas y negativo con los exportadores.

Otra razón que explica sus posiciones es el análisis del posible impacto de un dólar más fuerte en ciertos países. “Hemos de ser cautos con las compañías, y los países, que tienen deuda pública denominada en dólares, como Brasil o Turquía. El balance de los países no debe estar expuesto a este riesgo”, defiende.

Hablando más en detalle sobre las razones de su apuesta por China, India y Corea destaca de este último mercado su notable crecimiento (del 3,5%-4,5%), las atractivas valoraciones de sus acciones y el anuncio de muchas compañías de aumentar sus ratios de payouts, con lo que “el descuento podría desaparecer al menos parcialmente. Veremos una continuación del re-rating apoyada por esa actitud de las empresas coreanas más cercana a los accionistas”, dice. De India destaca la mejora de la demanda interna y el aumento del gasto público en infraestructuras, mientras en China, que ha logrado reducir el peso de su sector manufacturero del 60% al 40% en tres años, ve positiva esa transformación y cree que, ante la potencial futura inclusión parcial de las acciones A en los índices bursátiles, “mucho dinero pasivo tendrá que comprar este mercado”.

Razones para el optimismo

En general, Pals considera que hay razones para apostar por la renta variable del mundo emergente. Entre ellas, su infraponderación en las carteras de renta variable global, sus atractivas valoraciones, su potencial de crecimiento de beneficios, el apoyo de un ciclo de subidas de tipos en EE.UU. inspirado por un mayor crecimiento o mejores fundamentales frente al mundo desarrollado (por ejemplo, su menor deuda). “Estos mercados están en niveles mínimos históricos en cuanto a su asignación y peso en las carteras de los inversores institucionales, como los fondos de pensiones. Las carteras en EE.UU. y Europa están muy poco posicionadas, mientras la bolsa europea es la región más sobreponderada del mundo en la asignación de renta variable global. Las acciones europeas ya no están baratas, aunque hay historias interesantes, y desde una perspectiva de diversificación hay una sobre-exposición al Viejo Continente, al contrario de lo que ocurre con los emergentes”, explica. En su opinión, los inversores en primer lugar tendrán que cerrar sus posiciones de infraponderación en emergentes para evitar mayor dolor: tras las salidas de 80.000 millones de dólares el año pasado ante la volatilidad en China, matiza que el Gobierno está estabilizando el renminbi y hará cada vez la vida más difícil a los que intenten especular contra la divisa.

Como otro factor a favor, destaca las favorables perspectivas de beneficios y crecimiento. “Es difícil que los mercados desarrollados repitan consistentemente el crecimiento en sus beneficios. Será difícil crecer desde un nivel tan alto, y en ese sentido vemos más potencial en el mundo emergente”, dice, comparando el crecimiento de los países desarrollados con el 6% de China (que sus estimaciones reales estiman en el 4%-5%, en todo caso el doble que EE.UU. y muy por encima de Europa y Japón). Por eso, y aunque muchas veces se dice que los emergentes están baratos por una razón –destacando las bajas valoraciones como otra razón añadida para comprar-, el gestor destaca el potencial de crecimiento de sus beneficios.

¿Puede la Fed jugar a favor?

Además de estos factores, añade uno que es toda una sorpresa: la actuación de la Fed subiendo tipos puede apoyar también a estos mercados. “Los mercados emergentes iniciaron un rally alcista cuando la Fed empezó a subir los tipos en 2004. En diciembre del año pasado vimos la primera subida en casi una década y el ciclo de subidas seguirá. La Fed no ha cometido un error, irá más lejos a lo largo de este año (con más alzas en abril o junio), dos o tres más, ya que los números en el país son resistentes y pueden conllevar una inflación de momento benigna, que puede cambiar si la política monetaria sigue tan laxa”, explica. De ahí que considere que, un ciclo de subidas de tipos inspirado en un mayor crecimiento en EE.UU. pueda apoyar a los mercados emergentes ahora, como pasó hace una década.

Con todos estos factores sobre la mesa, defiende que las acciones emergentes pueden ofrecer retornos de doble dígito, a pesar del menor crecimiento. “Creemos que pueden ofrecer retornos del 12%, pero a largo plazo”. “Hay mucho valor que podemos encontrar en el mundo emergente”, apostilla, siempre desde una perspectiva top-down, seleccionando los mejores países, con valoraciones más atractivas y con vientos de cola estructurales.

La venta de súper-yates se dispara en un 40% en 2015

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Wealth-X Presents: What Do You Buy the Person Who Has It All?

Los ultra-ricos salieron de compras para adquirir los más fabulosos y gigantes yates del mercado, según apunta el reporte de Knight Frank Wealth, que determina que la venta de súper-yates se disparó en un 40% de 2014 a 2015. El reporte realizó una encuesta entre unos 45,000 individuos del segmento de mayor riqueza, los denominados “Ultra High Net Worth Individuals”, cuya riqueza colectiva es mayor al medio billón de dólares.

Los súper-yates, definidos en el reporte como aquellos yates con más de 23 metros de eslora, son muy populares en la región del Pacífico. Los yates son extremadamente caros, no solo en el momento de su compra sino también por el coste de operarlos, que según la asociación USSA (United States Superyacht Association), puede llegar a los 4,75 millones de dólares por año para un yate de 55 metros.  

Las ventas de compañías retail especializadas son las que experimentaron un mayor crecimiento. Este es el caso de Y.Co, una compañía de Monte Carlo que se dedica en exclusiva a la venta y gestión de yates, la empresa vendió unos 16 súper-yates en 2015, con una longitud media de 47 metros, por un valor total de 350 millones de dólares, el doble de la facturación realizada en 2014. Aunque todavía los niveles de ventas no alcanzan los de antes de 2008, se están acortando distancias.

Otra cuestión que está cambiando, son los destinos visitados por los súper-yates. Si en el pasado éstos eran fundamentalmente utilizados para viajar en torno al Caribe y el Mediterráneo, en la actualidad se decantan por destinos más aventureros como pueden ser Asia y la Antártica.

Con el cambio de destino, cambian los diseños de los barcos, los clientes buscan un diseño más aventurero, con más inclinación hacia los deportes de agua, diferente a las líneas más clásicas de cruceros.

Con un mayor número de súper-yates en circulación aumenta la demanda por tripulaciones altamente preparadas, incluyendo paramédicos e instructores de deportes acuáticos, que puedan navegar y gestionar barcos de semejante tamaño a más de 2.000 kilómetros de la costa.

Por regiones, Latinoamérica se sitúa en tercer lugar superando la media global de propietarios de yates, por detrás de las regiones del Pacífico y Europa, pero por delante de Estados Unidos.

El despacho de abogados Garrigues desembarca en Chile

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El despacho de abogados Garrigues desembarca en Chile
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: alobos Life. El despacho de abogados Garrigues desembarca en Chile

El prestigioso despacho español de abogadosGarrigues, completa la integración del despacho chileno Avendaño Merino, concluyendo así la primera fase de su expansión en el mercado latinoamericano. La firma, que ya cuenta con oficinas en México, Colombia, Brasil, Perú y ahora en Chile, está estudiando nuevas oportunidades en otros países de la región, según informa Expansión.

La firma chilena aporta más de 20 abogados al despacho presidido por Fernando Vives, de entre ellos, cinco pasaran a ser socios de Garrigues: Óscar Ferrari, Luis Felipe Merino, José Miguel Rioseco, Luis Eduardo Correa y Rodrigo Fernández.

A la hora de establecerse en Chile, el bufete español ha optado por integrar una firma chilena ya establecida, dado que el mercado legal chileno es más complejo y las barreras a la entrada son mayores. La firma Avendaño Merino se fundó en 2003 y ofrece asesoramiento legal en todas las materias que afectan a las empresas, con un enfoque especial en derecho mercantil y fiscal.

Con esta operación, Garrigues finaliza la primera fase de su plan estratégico en América Latina, que comenzó hace dos años. En una segunda etapa, Garrigues se plantea reforzar su presencia en los países en los que ya dispone de oficina, ya sea integrando nuevas firmas, equipos o abogados concretos, siempre y cuando encajen con la cultura y estrategia del despacho.

A pesar de que la prioridad es reforzar las sedes de México, Perú, Colombia y Chile; la firma no descarta nuevas posibles operaciones en Ecuador y Argentina, en los que, si finalmente se consolida un mercado con seguridad jurídica, poder entrar con ayuda de un socio local.

El dinero extra del bonus y la devolución de impuestos: ¿me lo gasto o lo ahorro?

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El dinero extra del bonus y la devolución de impuestos: ¿me lo gasto o lo ahorro?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: jon collier . El dinero extra del bonus y la devolución de impuestos: ¿me lo gasto o lo ahorro?

Acercándose el “Tax Day”, en que los contribuyentes presentarán sus cuentas al fisco, y con los bonus recién cobrados, todos nos enfrentamos a la misma decisión: ¿me lo gasto o lo ahorro? Este año el “Capital One Bonus and Tax Survey”, una encuesta sobre impuestos y bonus llevada a cabo por Capital One, desvela lo que de verdad hace la gente con ese potencial dinero extra.

Impuestos

  • Casi tres cuartas partes de los encuestados, el 71%, declara que preferiría una menor devolución a tener que facilitar sus claves de acceso a redes sociales a su ex pareja.
  • Poco más de uno de cada 10, el 12%, considera “dinero liberado” que puede gastar libremente el que el recibe de vuelta tras la el Tax Day.
  • El 61% dice que prefiere gastar el dinero devuelto en algo que necesita ahora a guardarlo para algo que quiera más adelante.
  • Más de la mitad de los entrevistados, el 51%, se siente bien gastando el dinero recibido en algo que necesita, pero el 23% admite que le gustaría poder gastarlo en cosas que desea.

Bonus

  • El 43% de los encuestados dice que estaría dispuesto a renunciar a la cafeína por un año para obtener un mayor bonus.
  • Casi dos tercios, el 64%, preferiría encontrarse con un bonus menor del esperado a encontrarse con una cita a ciegas organizada por sus padres.
  • El 46% de los Millennials y el 31% de la generación X están dispuestos a pasar un año de desintoxicación digital con acceso limitado a teléfono, internet y social media a cambio de un bonus más abultado.
  • Pocos eligen despilfarrar (12%), invertir (7%) o donar (2%) su bonus. El 42% declaró que su primer pensamiento es guardar su bonus para un momento difícil o la jubilación.

Costa Rica, Puerto Rico y Brasil son los países más felices de Latinoamérica

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66% of the World’s Population Feels Happy About Their Lives

El último ranking sobre felicidad, “World Happiness Report 2016 Update”, realizado por la división de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (Sustainable Development Solutions Network), fue publicado unos días antes de la llegada del Día Internacional de Felicidad, el pasado 20 de marzo.

Debido al amplio interés demostrado por los informes que utilizan la felicidad y medidas subjetivas de bienestar como principales indicadores de la calidad del desarrollo humano, muchos gobiernos, comunidades y organizaciones están utilizando estos datos para implantar políticas que aporten una mejor calidad de vida.  

Al igual que en las anteriores cuatro ediciones anteriores, el informe busca tendencias en los datos registrando cómo de alto evalúan los participantes sus vidas en una escala del 0 a 10.  La clasificación, que está basada en encuestas realizadas en 156 países durante tres años, de 2013 a 2015, revela una media global de 5,1 en una escala con un máximo de 10. Siete principales variables explican tres cuartos de la variación anual nacional en la puntuación a lo largo del tiempo y en cada país: PIB real per cápita, expectativas de vida saludable, tener a alguien con quien contar, percibir libertad para hacer elecciones de vida, libertad de corrupción y generosidad.

Aunque en los diez primeros países siguen siendo los mismos que en 2015, el orden en la clasificación ha cambiado con Dinamarca en primer lugar, Suiza en segundo y en tercer y cuarto lugar, Islandia y Noruega, con muy poca distancia de diferencia. Estados Unidos, aunque se sitúa fuera de los diez primeros del ranking, adelanta dos posiciones con respecto al año pasado, situándose en el puesto número 13.  

Costa Rica, Puerto Rico y Brasil son los primeros países de Latinoamérica, ocupando los puestos 14, 15 y 17 respectivamente. Algo sorprendente, si se tiene en cuenta que el número 16 de la clasificación lo ocupa Alemania.

Después México, Chile, Panamá y Argentina, entran justo en el corte de los primeros 25, con posiciones 21, 24, 25 y 26. Uruguay y Colombia consiguen las posiciones 29 y 31, por encima de Francia con posición 32 y de España con posición 37. Otro dato nada evidente, es la obtención en la clasificación de un puesto 64 en Perú y un puesto 70 para Paraguay, mientras que Venezuela obtiene una posición 44. Al mismo tiempo que Portugal permanece en el puesto 94.  

“Medir los niveles de felicidad y alcanzar el bienestar de la sociedad debería figurar en la agenda de cada nación a la vez que éstas comienzan a perseguir objetivos de desarrollo sostenible. Es más, las metas en sí mismas abarcan la idea de que el bienestar del ser humano debería nutrirse a través de un alcance holístico que combine objetivos económicos, sociales y medioambientales. En lugar de tener un enfoque solo basado en datos de crecimiento económico, deberíamos promover sociedades que son prosperas, justas y sostenibles medioambientalmente”, comentó Jeffrey Sachs, director del instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia durante los actos de presentación del reporte.

Puede acceder al reporte completo a través de este enlace.