Como continuación del populismo que está arrasando en el mundo, la elección de Donald Trump ha causado conmoción. El programa que trae es tan republicano (reforma fiscal) como demócrata (gasto público), pero además incluye ideas disidentes de su propia cosecha. Cabe destacar varios factores:
Ampliación del ciclo crediticio
Nos estabamos acostumbrando a que Estados Unidos llegue muy tarde en el ciclo, pero la expansión fiscal y las rebajas de impuestos podrían propiciar un estallido complementario de actividad económica que beneficiaría a los ingresos brutos de las empresas estadounidenses, lo cual ayudaría a proteger los flujos de tesorería y evitar o retrasar los ‘defaults’. El debate sobre la reforma del impuesto de sociedades también podría deparar en flujos de entrada de liquidez procedentes de beneficios repatriados del extranjero, lo que impulsaría el consumo estadounidense.
Trump se muestra «favorable a la empresa”. Los títulos de deuda privada en energía (más a favor del petróleo), en el sector farmacéutico (que probablemente no imponga controles de precios al estilo Clinton) y en defensa (firme defensor de la seguridad) están respondiendo de manera positiva. Ya habíamos elevado nuestra exposición a energía en meses anteriores de este año ante la mejoría del entorno de precios. Los principales perdedores probablemente sean los hospitales, dada la derogación prevista (de forma parcial o total) de la Ley de Asistencia Asequible (Obamacare), así como las compañías de energías renovables.
A pesar de la expectativa de que el marco normativo será menos oneroso, existen ciertas advertencias. Los republicanos probablemente tomen el control de 52 escaños en el Senado. Aunque esta pequeña mayoría es suficiente para aprobar medidas presupuestarias, las propuestas de ley que tienen carácter normativo (como cualquier derogación o suavización de la ley Frank Dodd) se enfrentan a maniobras de obstrucción (aplazamiento de medidas), a menos que 60 senadores lleguen a pactos. Sin el apoyo de los demócratas , y suponiendo que todos los republicados estén conformes, Trump podría tener problemas para sacar adelante, al menos con rapidez, algunos de sus planes más atrevidos.
Reflación y apreciación de la divisa
A diferencia de la mayoría de sus colegas republicanos, Trump no parece que tenga recelos viscerales sobre el gasto público. Gracias a sus operaciones inmobiliarias, está familiarizado con la construcción, y gracias a la financiación de inmuebles se siente cómodo con el endeudamiento, por lo que parece razonable creer que seguirá adelante con el gasto en infraestructuras. Las rebajas de impuestos tenderán a ser la moneda de cambio para convencer a los republicanos de que respalden la generosidad fiscal, pero los proyectos de infraestructura tardan tiempo en ponerse en marcha y, por tanto, el mercado puede hacerse demasiadas ilusiones con los márgenes de ganancia de los sectores cíclicos.
La retórica de Trump ha favorecido la reflación, así que el mercado está esperando un entorno más inflacionario; esto explica el aumento de los retornos de los bonos del tesoro en los últimos días. Resulta grato observar que los márgenes de los bonos high yield han ido cumpliendo el rol, de manual, de absorber parte de este aumento. No obstante, la retirada progresiva de estímulos iniciada en 2013 produjo una ampliación retrasada de los diferenciales, que, aunque luego invirtió el rumbo, dio lugar a caidas coyunturales del precio de la deuda high yield.
Los tipos de interés más altos tenderán a absorber dinero rápido, por lo que el dólar probablemente se mantenga sólido; esta situación debería beneficiar a las empresas estadounidenses con proyección local a costa de las que perciben ingresos en el extranjero. Si se pone freno a la inmigración, podría producirse una presión alcista adicional en los salarios. Unos salarios más altos deberían traducirse en un aumento del consumo, pero también podrían comerse los márgenes de beneficio, un aspecto que debe tenerse en cuenta a la hora de evaluar el valor orgánico de una empresa.
Los bonos del sector financiero tenderían a comportarse mejor a medida que se hace más empinada la curva de tipos y en previsión de un régimen regulatorio más laxo. No obstante, las tasas más altas estrechan la ventanilla de refinanciación para las empresas menos solventes.
Proteccionismo
La gran incógnita es si la feroz retórica de Trump perseguía fines electoralistas o representa un programa político auténtico. Las posibles guerras comerciales con otros países podrían desembocar en una ralentización del comercio mundial, lo cual anularía los estímulos derivados de la expansión fiscal. Hace tiempo que tenemos muy poca exposición a mercados emergentes y cabría esperar que esta área de high yield continuará sometida a presión en un contexto de dólar fuerte e inclinación hacia el proteccionismo.
Al presidente de EE.UU se le atribuyen ciertas facultades unilaterales poderosas sobre el comercio, de modo que sus amenazas deben tomarse en serio. El comité de investigación, el Peterson Institute, ha elaborado una lista de estas facultades, que incluyen la capacidad de abandonar el NAFTA y de imponer aranceles y cuotas a los socios comerciales.
Sus declaraciones sin tapujos abren la puerta a una incidencia geopolítica, por lo que las primas de riesgo en las distintas clases de activos seguramente serán más altas. También prevemos mayores niveles de volatilidad del mercado, lo cual debería brindar oportunidades a los gestores activos.
Habida cuenta de lo anterior, la victoria de Trump es una noticia generalmente positiva para la deuda privada high yield dadas sus políticas favorables al crecimiento, aunque las altas tasas de la deuda soberana y las medidas de comercio proteccionistas podrían actuar como un obstáculo.
Kevin Loome es responsable de deuda corporativa estadounidense de Henderson.
El Banco de México, en su reunión calendarizada, decidió subir la tasa de referencia en 50 puntos base, al 5,25%. La decisión estuvo en línea con las expectativas de mercado y con nuestro estimado para esta reunión.
A nuestro juicio, Banxico iba por 100 puntos base (pbs) en lo que resta del año, por lo que para la reunión de diciembre seguimos esperando un alza igual de 50pbs. A diferencia del comunicado anterior de septiembre, en el que el Banco de México subió también la tasa 50pbs, esta vez no incluyó la frase “Este aumento al objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día no pretende iniciar un ciclo alcista de éste”. Aunque claramente subió la tasa en la reunión siguiente, pero en dicho momento no se anticipaba la victoria de Trump en las elecciones presidenciales que hoy ya es una realidad. Banxico, de alguna forma, en el comunicado de hoy dejó abierta la puerta para seguir ajustando la tasa al alza, incluso por encima de la Fed en las próximas reuniones.
A nuestro juicio, apenas comienza un nuevo ciclo de alzas de tasa por encima de la Fed. Como hemos apuntado y así lo reconoce Banxico en el comunicado de hoy: “Tomando en cuenta lo anterior, se espera un ajuste al alza en la tasa de fondos federales en diciembre de este año. Asimismo, si bien se sigue anticipando que ese Instituto Central (la Fed) continúe con el proceso de normalización de su postura monetaria a un ritmo gradual, ante los eventos recientes en los mercados financieros se estima ahora que dicho ritmo podría ser más acelerado y posiblemente de mayor magnitud a lo anticipado”.
Nos hemos referido a esta tesis, como el fin de las “eternas” tasas bajas de la Fed. En este contexto, pensamos que apenas comienza un nuevo ciclo de alza de tasas de interés de Banxico en el que además de seguir a la Fed, tendrá que subir por encima de dichos movimientos. En 2017 Banxico estaría lidiando con: i) la reducción de flujos de cartera a mercados emergentes por el fin de las “eternas” tasas bajas de la Fed, ii) con la descomposición del riesgo país por las menores perspectivas de crecimiento económico, en particular de inversión pública y privada, y por las menores exportaciones consecuencia de la renegociación del TLCAN (NAFTA), y iii) con las mayores presiones inflacionarias provenientes del peso más débil, que también estará buscando su nuevo nivel de equilibrio, el cual a nuestro juicio es más débil que el nivel actual.
A manera de plantear un escenario conservador respecto a la viabilidad e instrumentación de las políticas fiscales y de comercio de Trump en la próxima administración, esperamos que la economía mexicana tenga un crecimiento en 2017 del 1,5%, un tipo de cambio de cierre de año de 22 pesos por dólar, y una tasa de referencia de Banxico del 6,75%. Banxico subiría 50pb en diciembre y la Fed 25pb, mientras que en 2017 serían 100pbs y 50pbs, respectivamente. La inflación estaría terminando 2017 alrededor del 4,0%.
En el informe de octubre de Compass Group, elaborado a partir de la información publicada por la Superintendencia de Pensiones de Chile, la firma especializada en gestión de activos y asesoría financiera analiza el volumen de inversión internacional de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Un mes más, el fondo DWS Deutschland encabeza la clasificación con 1.856 millones de dólares en activos bajo gestión, una estrategia que invierte en renta variable alemana de la gestora Deutsche AM.
En segundo lugar, se sitúa el fondo Robeco High Yield Bonds con 1.741 millones de dólares, con una disminución de 32 millones con respecto al mes anterior. En tercer y cuarto lugar, el fondo indexado Vanguard Institutional Total Stock Market Index Fund Institutional Plus Shares, que invierte en acciones de compañías de grande, mediana y pequeña capitalización tanto en estilo growth como valor, y el fondo Julius Baer Multibond Local Emerging Bond, que invierte en deuda emergente denominada en moneda local, consiguen 1.687 y 1.681 millones de dólares en activos bajo gestión. En quinto lugar, el fondo Henderson Gartmore Fund Continental European, alcanza los 1.649 millones de dólares.
Entre los ETFs, el SPDR S&P 500ETF acumula unos 1.793 millones de dólares, creciendo unos 475 millones de dólares con respecto al mes de octubre, el mayor incremento en renta variable que se ha producido en el mes. En segundo lugar, el Vanguard ValueETF con 1.314 millones de dólares, disminuyó en 19 millones con respecto al mes anterior, y en tercer lugar, el iShares MSCI Brazil Capped ETF alcanzó los 733 millones de dólares, lo representa un aumento de 279 millones de dólares con respecto al mes anterior, el segundo mayor incremento en renta variable que se ha producido en el mes.
Entre las salidas de flujo en renta variable, la renta variable japonesa es la que mayores pérdidas de activos bajo gestión experimentó con una disminución de 74 millones de dólares. El fondo de gestión activa Julius Baer Multistock Japan Stock y el ETF iShares MSCI Japan, sufrieron salidas de 143 y 138 millones respectivamente. A pesar de que los fondos Aberdeen Global Japanese Equity, Tokio Marine Japanese Equity, la clase distributiva del ETF iShares MSCI Japan y el Aberdeen Global Japanese Smaller Companies recibieron 75, 70, 18 y 13 millones de dólares, esto no fue suficiente para compensar las salidas que se produjeron en esta clase de activo.
En renta fija, las AFPs siguen apostando por la deuda high yield denominada en dólares, con un aumento de 142 millones de dólares en activos bajo gestión. Las apuestas más fuertes dentro de esta clase de activo fueron el fondo Nomura Fds US High Yield Bond, el Pioneer US High Yield y el PIMCO GIS High Yield Bond Fund, con 132, 65 y 46 millones respectivamente. Dentro de esta misma clase de activo, los fondos Eurizon Easy Fund Bond High Yield y AXA World Funds US High Yield pierden 36 y 32 millones de dólares respectivamente.
Sin embargo, la renta fija high yield europea perdió un total de 76 millones en activos bajo gestión, el fondo Nordea European High Yield Bond fue el que mayor pérdida sufrió con una salida de 36 millones. El HSBC GIF Euro High Yield Bond y el Aberdeen Select Euro High Yield empatan con unas salidas de 10 millones; y los fondos Deutsche Invest Euro High Yield Corporates y Pioneer Funds Euro High Yield pierden 8 y 7 millones. respectivamente.
Durante mucho tiempo se ha visto la curva de rendimiento del mercado de bonos de Estados Unidos como un indicador principal de la actividad económica. En la etapa tardía de una expansión, el achatamiento de la curva podría ser el resultado de la acción de la Reserva Federal para aumentar su tasa de fondos federales objetivo en un intento por controlar el crecimiento inflacionario. En cierto punto, el mercado reaccionaría para al juste disminuyendo las tasas a largo plazo anticipándose a una desaceleración o recesión, aplanando aún más o invirtiendo la curva.
Para bien o para mal, las antiguas reglas de oro ya no aplican en la actualidad. Esto no es de extrañar, dado los aspectos únicos de la crisis financiera global de 2008, el ámbito de las acciones posteriores del gobierno y del banco central, y la naturaleza de la recuperación. Por ejemplo, hubo un aplanamiento de la curva de rendimiento en 2016, pero esto pasó porque los bancos centrales globales siguieron con políticas de flexibilización monetaria, incluidas compras a gran escala de bonos del gobierno en el extremo de la curva.
Estas compras han sido un ancla para las tasas del Tesoro de EE. UU. a largo plazo, con una caída del pagaré a diez años de 67 puntos básicos este año hasta el 30 de septiembre, incluso después del primer movimiento de la Reserva Federal de aumentar los fondos federales en diciembre de 2015. Si hay una señal de mercado en algún lugar de la disminución de las tasas a largo plazo, es difícil de descifrar dada la escala de actividad del banco central global. Las tasas a largo plazo, bajo el control del gobierno, ahora son un indicador poco fiable.
Después de la Reserva Federal
La vista no es mucho más clara a corto plazo. Una de las dificultades es que para su transparencia, la Reserva Federal se comprometió a ser «impulsada por datos». Eso ha dejado el mercado a merced de sus expectativas para los indicadores financieros clave como el número de nóminas.
En este gráfico, los porcentajes de probabilidad representan la expectativa del mercado, en diferentes momentos del año, de que la Reserva Federal aumente las tasas en diciembre de este año, según los futuros precios de los fondos federales. Para algunos informes, como el de febrero y el de marzo, parece que el mercado anticipó de manera correcta que los datos de las nóminas serían más débiles o más fuertes de lo esperado. No tuvo tanto éxito en adelante, en los informes de abril y junio. Además de eso, el impacto del Brexit el 23 de junio también sacudió los mercados. Como resultado se observó una volatilidad extrema de las expectativas del mercado de cuándo la Reserva Federal seguirá aumentando las tasas; el pronóstico osciló entre más del 90% de con anza al inicio del año y 10% después del Brexit.
Cambios en los fondos monetarios
Pero como dije anteriormente, esta recuperación también estuvo sujeta a variables técnicas no presentes en ciclos anteriores, en parte debido a regulaciones derivadas de la ley de reforma Dodd-Frank. Por ejemplo, la SEC introdujo nuevas reglas para los fondos de mercado monetario, programadas para adquirir vigencia el 14 de octubre, lo que permitirá que los fondos impongan comisiones de reembolso o comisiones paradas durante tiempos de estrés; también se requerirán algunos fondos para permitir que sus NAV floten, en lugar de aproximarse a 1 dólar.
Esto ha tenido un impacto importante en los principales fondos de mercado monetario, que invierten en pagarés bancarios y otras deudas a corto plazo. A medida que se acercaba la fecha límite de octubre, provocó un éxodo de los inversionistas minoristas, mientras que los fondos perdían pagarés y movían la liquidez a fin de reunir comisiones de fondos. El resultado neto es que una importante fuente nanciera para bancos se ha tornado más costosa.
Presión ascendente en Libor
Si bien todas las miradas han estado sobre la Reserva Federal y la tasa de fondos federales, la salida de los principales fondos (posiblemente hacia los fondos del gobierno) redujo una fuente de nanciación para bancos y contribuyó a un aumento en la referencia a corto plazo – Libor a tres meses, que se basa en el rendimiento pagado por los bancos para el crédito a corto plazo. (Si bien Libor no está controlado por la Reserva Federal, históricamente ha estado altamente correlacionado con la tasa de fondos federales, y Libor generalmente aumenta cuando lo hace la tasa de fondos federales). El siguiente gráfico muestra que mientras Libor y los fondos federales se siguen bastante cerca, comienzan a divergir en julio hasta el 30 de septiembre, Libor permaneció en 85 puntos básicos, más del doble de la tasa de fondos federales.
Esto es significativo ya que muchos contractos financieros como préstamos bancarios, hipotecas, préstamos estudiantiles y tarjetas de crédito se vinculan a Libor. Su aumento puede no tener el impacto de «titulares» de un movimiento de los fondos federales, pero existen muchos prestamistas que sentirán el efecto dominó. Como asunto práctico, la Reserva Federal ya ha realizado el ajuste plani cado con el aumento de Libor, lo que representa un mayor aumento en el extremo a corto plazo de la curva de rendimiento.
Manos en los diales
Con tantas «manos en los diales» (es decir, bancos centrales, reguladores SEC e incluso multas de agencias gubernamentales, por ejemplo, multa del Departamento de justicia de un importante banco europeo que elevó el riesgo de manera sistémica), interpretar los cambios de la curva de rendimiento es más peligroso que lo usual.
Nuestra visión es que las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos son razonablemente sólidas, con indicadores clave como nóminas e inflación no tan alejados de los objetivos de las Reservas Federales. Más del 50 % del mercado (gráfico 1) espera un aumento de la tasa de 25 puntos básicos de la Reserva Federal en diciembre, y aún creemos que es el resultado más probable, por lo que la tasa de fondos federales puede compensar el terreno en Libor.
La presión bajista a largo plazo parece estar flexibilizándose, a medida que el Banco de Japón indicó que seguirá concentrando su actividad más hacia abajo en la curva. De manera similar, el Banco Central Europeo decidió plantarse en su reunión más reciente. Vimos cierta elevación a largo plazo al nal del trimestre, lo que refleja estas señales.
El mayor ambiente de tasa a corto plazo debería abrir las posibilidades de los inversionistas. En la actualidad, las VRDO son atractivas desde una perspectiva de riesgo/ retorno y rinden más a medida que las tasas aumentan y se puede acceder a ellos invirtiendo en vehículos libres de impuestos fuera de los fondos de mercados monetarios libres de impuesto (es decir, fondos mutuos de bonos municipales a corto plazo). De manera similar, la mayoría de los préstamos bancarios de tasa otante están vinculados con Libor, por lo que también merecen ser tenidos en cuenta.
Un enfoque en los aspectos fundamentales
Si bien los factores técnicos y las políticas gubernamentales son parte de cualquier ámbito del mercado, parecen ser los impulsores dominantes de la forma de la curva de rendimiento actual de EE. UU. Por último, creemos que los fundamentos basados en el mercado se reevaluarán a sí mismos, en cierto punto
el florecimiento continuo de la economía estadounidense debe resultar en tasas de mayor interés. Los inversionistas de ingresos jos que prestan atención a los fundamentos y a la vez aprecian el riesgo asimétrico inherente en los bonos de máxima calidad actuales (más notablemente, el Tesoro de EE. UU.) deben ser bien recompensados a mediano y largo plazo.
Payson F. Swaffield es gerente general de Inversiones en Renta de Eaton Vance Management.
La reacción de los mercados a la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos ha sido en general bastante moderada. Aun así pueden advertirse una serie de sucesos notables. Los mercados emergentes parecen ser la principal víctima del resultado, mientras que el brusco alza de los rendimientos de los bonos beneficia a las acciones financieras y a otros sectores cíclicos.
El impacto del resultado electoral sobre la economía y los mercados financieros más allá del corto plazo dependerá crucialmente de lo pronto que puedan evaluar los mercados si Trump, una vez en el cargo, exhibe o no pragmatismo, cree el equipo de NN Investment Partners. “Si fuera pragmático buscaría colaborar estrechamente con el Congreso y evitaría medidas de política extremas. En relación con la economía interna, su agenda probablemente combinase entonces reducciones de impuestos para particulares con rentas elevadas y empresas, un programa de infraestructuras públicas y desregulación. De forma aislada, tal paquete respaldaría la cotización de las acciones estadounidenses. A fin de cuentas, el déficit presupuestario probablemente aumentaría de forma sustancial”, dice la gestora en su último análisis de mercado.
Un Trump pragmático —que es el escenario principal de NN IP— probablemente aplicaría de forma más estricta las leyes de inmigración y sólo implementaría medidas proteccionistas limitadas y encubiertas (es decir, no denunciaría los tratados comerciales sino que elevaría sustancialmente los aranceles). Sin embargo, explica, incluso esto último seguiría exponiéndole a las represalias de otros países, especialmente China, y podría alentar la tendencia actual a un mayor proteccionismo. Esto acabaría repercutiendo en el PIB mundial y en el crecimiento de la productividad. Todo esto, por sí mismo, podría justificar que los mercados aumentaran su aversión al riesgo.
NN IP estima que otra razón para la subida de las primas de riesgo podría ser que los mercados percibieran una mayor probabilidad de que los políticos anti‐globalización y contrarios a la inmigración llegasen al poder también en otros países. Algo que se aplica en especial a Europa, a la luz del próximo referéndum en Italia y las elecciones en Países Bajos, Francia y Alemania.
“El voto por el Brexit se ha encajado admirablemente bien; pero si los mismos sentimientos subyacentes (anti-inmigración y anti-globalización) prevalecieran de nuevo –y, esta vez, en la economía más importante del mundo– los mercados podrían concluir que la rebelión de los votantes contra la globalización es más fuerte de lo percibido inicialmente”, reza el análisis.
Fiscalidad más expansiva y endurecimiento de la política monetaria
Por lo tanto, los gestores de NN IP creen que a corto plazo no está claro el efecto sobre la disposición a asumir riesgo en Estados Unidos y a nivel global las perspectivas de estímulo fiscal y de un mayor grado de libertad para las empresas estadounidenses han de contraponerse a los crecientes riesgos políticos, y de política, mundiales. Además, habría que considerar la respuesta más a medio plazo de la política monetaria.
Pero si el impulso fiscal en Estados Unidos resultase sustancial (como lo fue en el primer mandato de Reagan), esto podría acabar induciendo a la Fed a acelerar el ritmo de subidas de tipos. Esta combinación de una política fiscal más expansiva con otra monetaria más restrictiva, en contraste con la situación de partida de la administración de Obama, puede propiciar una apreciación adicional del dólar.
“Como vimos en agosto de 2015 y también a principios de este año, esto, en un mundo caracterizado por desequilibrios, podría deteriorar severamente los flujos de capital de los mercados emergentes y acabar por suprimir el apetito global por el riesgo. Tanto más en la medida en que los precios de las materias primas también disminuyeran marcadamente. En qué medida se materializarían estos efectos negativos es incierto, ya que la resiliencia fundamental de los emergentes y del apetito global por el riesgo frente a expectativas de subidas de tipos por la Fed ha aumentado desde comienzos de año”, apunta la gestora holandesa.
Siendo así, incluso con Trump imbuido de pragmatismo, NN IP cree que aguardaría un período de más incertidumbre, que sería mucho mayor si Trump realmente intentase implementar las políticas por las que abogó durante su campaña. Esto llevaría muy probablemente a un fuerte aumento de la aversión al riesgo en todo el mundo, así como a una radical reevaluación de las perspectivas de crecimiento nominal futuro en muchas partes del mundo ante el riesgo real de que se produjeran guerras comerciales. En ese caso los rendimientos de la deuda pública deberían caer de forma generalizada, si bien no cabe descartar que los inversores empezaran en algún momento a exigir mayores primas de riesgo a los bonos del Tesoro estadounidense, dice.
Sin embargo, ese no es el escenario principal de la firma. No resultará tan fácil describir giros de 180 grados en las relaciones internacionales y la política comercial. Aparte de que, además, implicaría una ruptura con décadas de ortodoxia republicana sobre la importancia del libre comercio.
Hablar de mercados financieros ahora pasa inexorablemente por analizar las consecuencias que tendrá el próximo mandato presidencial de Donald Trump en Estados Unidos. Nicolo Carpaneda, director de inversión del equipo de renta fija de M&G Investments, lo sabe muy bien y reconoce que, aunque todavía no han movido sus carteras ante la falta de información sobre sus futuras políticas, su victoria electoral está provocando un cambio en sus perspectivas. “Antes de las elecciones el mercado pensaba que era altamente improbable que Trump gobernara y vaticinaba una potencial recesión global, con problemas en los mercados si eso ocurría. Pero los inversores cambiaron rápidamente su visión, y nosotros también, porque nos dimos cuenta de que no había suficiente información sobre sus ideas”, explica en una entrevista con Funds Society.
Sin embargo, sobre lo poco que se sabe puede aventurarse una mejoría económica en EE.UU., con importantes consecuencias sobre la inflación y las políticas monetarias que habrá que empezar a considerar. “Sabemos que Trump implementará una política fiscal expansionista en el país, que invertirá en infraestructuras y que bajará los impuestos a las empresas, dando un empuje a la economía doméstica y propiciando cambios monetarios”. Así, si el empleo aumenta y la economía doméstica crece con más fuerza, la inflación acabará llegando, algo positivo para el dólar y algo que podría cambiar la actuación de la Fed. “No solo subirá tipos en diciembre (el mercado ya le da una probabilidad del 80%) sino que podría adoptar una actitud más agresiva en 2017”, añade.
Estas políticas, positivas a corto plazo para la renta variable estadounidense y, dentro de la renta fija, para activos como el high yield, sin embargo llevarían a aumentar el déficit fiscal del país, y su deuda sobre el PIB, algo que podría perjudicar a la larga a los bonos del Tesoro (y tener efectos colaterales en otros bonos de gobiernos alrededor del mundo). Con todo, el experto explica sus dudas sobre la viabilidad de un plan de gobierno que requiere de financiación exterior, en un momento en el que países como China y Japón ya son grandes tenedores de deuda pública estadounidense (en proporciones cercanas al 20%) y considerando además que los planes de Trump tratan de proteger la economía doméstica y van en contra de países como México o China. “Las políticas de Trump podrían desincentivar la entrada de capitales en EE.UU.”, explica.
Con este análisis sobre la mesa, en M&G Investments no han movido aún sus posiciones por varios motivos: el primero, ya cuentan con duraciones cortas en sus carteras de renta fija; sus estrategias ya muestran preferencia por los diferenciales de crédito, de forma que ya tienen incorporado un mayor componente de riesgo; y además, y aunque son positivos a corto plazo con la evolución de la deuda pública estadounidense –si actúa como refugio en un escenario de incertidumbre- y aunque en este punto no tienen una total convicción, consideran que el activo podría hacerlo mal a largo plazo.
“Además del tema Trump, hay otros temas clave sobre la mesa, como un mundo que crece más (algo positivo para las empresas y para el consumo, sumado a la ayuda de las políticas fiscales, que beneficiarán a las empresas); la continuidad de las subidas de tipos por parte de la Fed (que llevará al BCE a modificar su política acomodaticia para finales de 2017 o 2018, con el Banco de Japón ya en proceso, al pasar del QE al control de la curva de tipos), que pondrá fin a 35 años alcistas para la deuda pública y la duración (aunque los tipos no llegarán a situarse en el nivel pre-crisis); y la importancia del riesgo político –ante el que el experto recomienda no reaccionar a corto plazo y buscar oportunidades sin prisa-. Con estos factores sobre la mesa, las oportunidades cambian: “Somos positivos con emergentes a largo plazo, así como con crédito y negativos con la duración”. En definitiva, hay que tomar más riesgo en las carteras.
Positivos en crédito
En cuanto al crédito, la evolución a corto plazo dependerá de si hay episodios de nerviosismo y venta pero a largo plazo -teniendo en cuenta que los tipos subirán para reflejar mejores perspectivas de crecimiento y podrían aflorar oportunidades más atractivas- en un entorno positivo los diferenciales se comprimirán, lo que beneficiará al activo. “Si nos gusta la deuda corporativa”, explica, frente al riesgo de tipos, que opta por cubrir: “Habrá mucho movimiento en los próximos meses. No nos gusta la deuda pública pero sí el crédito. No vemos oportunidades en Reino Unido, donde podría haber una recesión y Europa paga poco”, dice. De hecho, en el Viejo Continente no gusta la deuda pública (por las bajas rentabilidades y el riesgo de pérdidas si repunta la inflación) y, aunque el crédito es más atractivo, solo lo es por razones técnicas (por la presión compradora del BCE, que podría incluso aumentar su QE en la era Trump).“Así que la alternativa es Estados Unidos. Y si hay episodios de venta a corto plazo, compraremos”, explica.
La segunda alternativa está en los mercados emergentes, aunque más de cara ya a 2017. Así, el experto reconoce que habrá consecuencias tras la victoria de Trump a corto plazo, debido a la incertidumbre, pero también se muestra dispuesto a entrar si ve caídas en los próximos meses. “Suponen el 50% de la economía global y no todos los países dependen de EE.UU: Centroamérica sí, pero Europa del Este no y muchos países de Asia dependen más de China”, dice. Por eso, si en 2017 su precio es atractivo, aumentará la inversión.
Viraje de Latinoamérica a Asia y Europa del Este
Antes de la victoria de Trump, la visión era muy positiva en emergentes, debido a varias ideas: los bancos centrales seguirían con políticas acomodaticias en el mundo desarrollado (con el BCE beneficiando a Europa del Este); China no presenta problemas de crecimiento; la caída de muchas divisas que aún no se han recuperado -con algunas excepciones, como Brasil o Suráfrica- hace a los países más competitivos y propicia una dinámica de crecimiento; además de desarrollos positivos en países como Argentina o Brasil (tras el cambio de Gobierno). Pero ahora, en la era Trump, llega la incertidumbre: Centroamérica, región de gran crecimiento gracias a las remesas, podría sufrir consecuencias; un mundo más incierto podría dificultar la financiación exterior a países como Argentina…
“Latinoamérica, que era nuestra región favorita hasta ahora, se verá impactada por la victoria de Trump, sufrirá”, dice Carpaneda, que asegura que darán más peso a Europa del Este y Asia en sus carteras, aunque sin perder de vista las oportunidades en mercados concretos latinoamericanos con señales positivas, como el colombiano. Habrá que mirar país a país, dice, explicando que potenciales caídas debido a este negativo sentimiento tras la victoria de Trump podrían propiciar atractivas oportunidades de compra dentro de un tiempo.
En opinión del experto, en los próximos 12 meses el riesgo político será el más difícil al que se enfrentan, aunque quita hierro al referéndum de Italia de diciembre y al auge de los partidos antisistema en Europa. La gestión de deuda en M&G se basa en un 80% en la macro y en un 20% en análisis de crédito, de forma que estos sucesos son clave para determinar el devenir de los tipos de interés y tomar decisiones en cuanto a las duraciones en las carteras.
Sacar partido del riesgo duración
De momento, no toman apenas riesgo de tipos pero en la gestora no solo asumen esta idea desde una perspectiva defensiva, sino también ofensiva. Por ejemplo, aprovechando oportunidades en bonos ligados a la inflación: en enero de este año, el equipo de M&G compró este activo, que está vendiendo ahora. De cara a futuro, volverá a apostar dependiendo de su precio y las perspectivas: “El mercado descuenta una inflación del 2% en EE.UU. pero hay que verlo”, dice Carpaneda.
Una segunda idea es abrir algunas posiciones en duración negativa en las estrategias que lo permiten, como hicieron en los últimos meses con el Gilt de Reino Unido, ganando en la medida que su rentabilidad aumentaba (desde el 0,5% hasta el 1,3%, una posición ya cerrada).
La victoria de Trump pone de manifiesto el creciente descontento de la población global con el estatus-quo, y su demanda de un cambio. Rahul Chadha, co-director de inversiones de Mirae Asset, evalúa los puntos clave a tener en cuenta en los mercados emergentes, y en especial en Asia, tras el resultado de las elecciones americanas.
En el lado positivo, si la nueva administración lleva a cabo un mayor gasto en infraestructura, habrá una mayor demanda de materiales, y esto puede ser positivo para el crecimiento global. Además, el entorno de menores impuestos, mayores déficits y un mayor gasto en infraestructuras que Trump ha predicado durante su campaña, es favorable para la bolsa.
En el lado negativo, existe una clara tendencia hacia el proteccionismo y la desglobalización que podría afectar a aquellas economías asiáticas más orientadas hacia el exterior, especialmente a los países productores de bienes de consumo de bajo coste, que estarían en riesgo.
Mientras tanto, en Asia, ya se están produciendo cambios en positivo. El último ejemplo viene de la lucha de India contra el dinero negro. El primer ministro indio, Narendra Modi, en una decisión drástica y repentina para luchar contra la corrupción y el dinero negro, eliminó de golpe los billetes de 500 rupias y 1.000 rupias. Los ciudadanos tendrán hasta el 30 de diciembre para efectuar el canje en sucursales y oficinas de correo y, posteriormente, se permitirán cambios hasta el 31 de marzo en el banco central del país.
El gobernador del Banco de la Reserva India, Urjit Patel, afirmó que los nuevos billetes de 500 y 2.000 rupias contarán con un mejor diseño y serán más difíciles de copiar. La medida se implementó tras la preocupación del banco central del país ante el creciente número de billetes falsos. Actualmente se mueven en el país 16.500 millones de billetes de 500 rupias y 6.700 millones de billetes de 1.000.
Bajo este nuevo paradigma económico global de creciente proteccionismo, Mirae Asset afirma que conviene centrarse en países, sectores y compañías con catalizadores internos estructurales, relativamente “aislados” del entorno macro global.
¿Cuál es la clave para equilibrar el binomio riesgo-retorno en el actual entorno de búsqueda de riesgo (risk-on) y aversión al riesgo (risk-off)? ¿Cómo de eficiente es mi cartera? ¿Existen riesgos ocultos en mi cartera que yo deba saber?
Estas son solo algunas de las frecuentemente preguntas planteadas por los consultores de carteras al Grupo de Análisis y Consulta de Portafolios de la división de Global Asset Management de Natixis (PRCG, por sus siglas en inglés). El grupo ha proporcionado a inversores profesionales miles de evaluaciones imparciales en las que se ha prestado especial atención a la gestión del riesgo. El responsable del grupo PRCG en Londres, James Beaumont, cree que un análisis completo de la cartera y las herramientas del servicio Portfolio Clarity SM de Natixis ayudan a los inversores profesionales a conseguir una visión más profunda para construir carteras más inteligentes para sus clientes.
“Portfolio Clarity SM realmente examina la exposición al riesgo de la cartera porque creemos que el riesgo es una variable más estable que el rendimiento en la construcción de una cartera”, comentó Beaumont.
Tras años de análisis, los estudios de PRCG han mostrado que el uso estratégico de inversiones alternativas puede mejorar los retornos ajustados al riesgo de las carteras. “Creemos que los activos alternativos se han convertido en un componente esencial de una cartera adecuadamente diversificada en el mundo después de la crisis. La flexibilidad de sus mandatos tiende a proporcionar a los gestores expertos más oportunidades de generar retornos que no dependen de las condiciones imperantes en el mercado de renta variable o de las tendencias en tipos de interés”, comenta Beaumont. También, con un mayor número de herramientas de gestión del riesgo –tales como la posibilidad de ponerse en corto– a su disposición los gestores alternativos tienen el potencial de mejorar la construcción total de la cartera y los objetivos de la diversificación.
Mientras un número cada vez mayor de inversores están hablando de llevar la diversificación más allá de la mezcla tradicional de 60% renta variable y 40% bonos, los informes de Portfolio Clarity muestran que todavía hay mucho trabajo por realizar, especialmente entre losportafolios offshore de los clientes de América Latina. Juan José González de Paz, consultor de PRCG, ha descubierto que en el modelo moderado de las carteras de América Latina que ha evaluado hay cerca de un 7% de asignación a alternativos.
“Las estrategias más comúnmente utilizadas entre los alternativos son renta variable long/short, deuda long/short y posición neutral de mercado. La exposición a managed futures, que nosotros creemos que se distingue por ser una de las estrategias alternativas más versátiles –si no la más–, debido a su perfil de reducción de riesgo y diversificación, es prácticamente inexistente en los portafolios moderados de América Latina”, comentó González de Paz. Por el contrario, los managed futures ahora abarcan en promedio cerca del 28% del componente de alternativos de las carteras estadounidenses PRCG analizadas por Portfolio Clarity SM.
El promedio del portafolio modelo de PRCG se extrae a partir de 32 modelos analizados realizados entre julio de 2015 y julio de 2016 por clientes basados en América Latina y offshore en Estados Unidos que han sido analizados por el Grupo Internacional de Análisis y Consultoría de Natixis y han sido designados como moderados por profesionales de la inversión.
Cuando González de Paz y su equipo preguntan a los asesores de América Latina por qué no utilizan estrategias de managed futures en su asignación de activos, la respuesta más común es que los managed futures tienen una volatilidad similar a la de la renta variable. También tienen la percepción de que los managed futures suelen tener menores rendimientos en mercados al alza.
Volatilidad similar a la renta variable
Puede que sea cierto que la gestión de futuros suponga una volatilidad similar a la de las acciones. Sin embargo, el gráfico 2 muestra que el riesgo realizado de los managed futures en el total de un portafolio es bastante reducido (en realidad negativo), mientras que es significativamente mayor para acciones globales. El riesgo individual es la volatilidad de los activos en sí mismos, mientras que el riesgo realizado mide el riesgo que un activo proporciona a la cartera, después de tener en cuenta los efectos de reducción de riesgo de su diversificación.
¿Qué son exactamente las estrategias de managed futures?
La mayoría de los especialistas en managed futures realizan un enfoque sistemático en su inversión basado en estrategias que siguen tendencias. Se centran en identificar momentum en precios en un amplio rango de mercados, incluyendo renta variable, renta fija, divisas y materias primas. Las decisiones de la cartera son generalmente implementadas utilizando futuros y contratos de forwards. Además, las estrategias de managed futures tienen la flexibilidad de comprar en largo o vender en corto a través de estos mercados globales. Esto puede crear el potencial para beneficiarse si los activos en los que están invirtiendo están en alza o cayendo. Sin embargo, es importante entender por qué tienen esta tendencia a seguir un camino divergente, los managed futures han fallado a la hora de mantener los retornos de la renta variable en mercados alcistas.
Diversificador, especialmente en los mercados a la baja
Los managed futures han demostrado históricamente la capacidad de mantener sus características diversificadoras cuando más eran necesitadas en un mercado en crisis.
Por ejemplo, durante la crisis financiera de 2008, los managed futures como clase de activo consiguieron un 18,33% al alza, mientras que el índice S&P 500 perdió un 37% este año. Además, esta tendencia se puede apreciar en el gráfico 3, con correlación históricamente baja y negativa entre los managed futures y el promedio de Portafolio Moderado Modelo de América Latina de PRCG, durante mercados al alza y a la baja.
Reducción del riesgo en la totalidad de la cartera
En el gráfico 4, vemos como una asignación del 15% a los managed futures reduce el promedio del riesgo del Portafolio Moderado Modelo de América Latina de PRCG. Por el contrario, añadir un 15% de renta variable global incrementa el riesgo de la cartera, para niveles muy similares de rendimientos. “El resumen es que, con el paso del tiempo, añadir managed futures puede ayudar a reducir el riesgo de la cartera, manteniendo niveles similares de retornos”, dice González de Paz.
Una asignación en el largo plazo
Las estrategias que siguen tendencias, que son la mayoría de las inversiones de managed futures requieren que estas tendencias estén presentes para poder capturarlas. Es difícil para este enfoque generar beneficios en mercados sin dirección, mercados acotados o mercados que son propensos a tener abruptos cambios. Sin embargo, es virtualmente imposible predecir cuando estas tendencias puedan ocurrir. Por lo tanto, los asesores financieros deberían considerar los managed futures como una asignación a largo plazo en la totalidad de sus carteras. “A nuestro modo de ver, los beneficios de tener una estrategia implementada cuando lo necesitas, contrarresta los inconvenientes de mantener esta estrategia cuando ésta no funciona tan bien. Y recuerden que los managed futures invierten en toda clase de activos, normalmente alguna de estas clases tiene una tendencia”, comenta Beaumont.
En resumen, mientras no hay manera de controlar los mercados y los eventos, hay estrategias alternativas disponibles hoy en día que pueden ayudar a hacer que los portafolios sean más diversificados y resistentes contra fuertes caídas.
1 PRCG U.S. Moderate Model Portfolio consiste en 2290 carteras modelo, presentadas desde enero de 2013 a junio de 2016, que han sido analizadas por el NGAM-US Portfolio Research and Consulting Group y que han sido designadas como moderadas por profesionales de inversión..
2 Credit Suisse Managed Futures Hedge Fund Index es un índice no gestionado que está diseñado para medir el desempeño de futuros gestionados. Es un subconjunto de Credit Suisse Hedge Fund IndexSM que mide el desempeño global de los fondos dedicados de sesgo corto..
3 MSCI World Index es un índice no gestionado del mercado de acciones compuesto por 1643 acciones “mundiales”.
4 El período del 1 de enero de 1999 al 1 de junio de 2016 se utilizó como un período estándar en las Figuras 2, 3, 4, ya que era el período más largo disponible para los índices y las carteras PRCG analizados. Los futuros son un acuerdo para comprar o vender en el futuro un producto básico o título valor en particular a un precio predeterminado. El contrato a plazo es un contrato adaptado entre dos partes para comprar o vender en una fecha futura un activo a un precio determinado. Los futuros y contratos a plazo pueden implicar un alto grado de riesgo y pueden dar lugar a pérdidas potencialmente ilimitadas. Posición larga/corta en acciones es una estrategia de inversión que consiste en tomar posiciones largas en acciones que se espera que se aprecien y posiciones cortas en acciones que se espera que desciendan. La deuda a largo/corto plazo tiene beneficios similares a los de una estrategia de carteras de acciones, aprovechando todas las oportunidades disponibles en el mercado de crédito al tomar posiciones largas, cortas o largas/cortas.
Mercado neutro es un tipo agresivo de estrategia de inversión, que tiene como objetivo ofrecer rendimientos superiores mediante un equilibrio en la selección de acciones alcistas y bajistas. Usted también puede generar ingresos de las ganancias por intereses producto de las ventas de títulos valores cortos. Venta corta es la venta de un título valor prestado con la expectativa de que el activo tendrá una caída en su valor. las estrategias de seguimiento de tendencias buscan beneficiarse tanto de los precios de los activos que suben como de los que bajan mediante la toma de posiciones largas en activos que se ha determinado que están en una tendencia al alza, y posiciones cortas en activos que se ha determinado que están en una tendencia a la baja. Los riesgos incluyen la incapacidad de sincronizar correctamente los cambios de precios, lo que puede resultar en mayores pérdidas.
Riesgos: las inversiones alternativas no garantizan ganancias ni protegen contra pérdidas. Las técnicas sofisticadas pueden magnificar una ganancia o pérdida. los futuros gestionados utilizan instrumentos derivados, sobre todo futuros y contratos a plazo, que generalmente han implicado apalancamiento (una pequeña cantidad de dinero que se utiliza para hacer una inversión de mayor valor económico). Por lo tanto, las estrategias de futuros gestionados pueden magnificar las ganancias o pérdidas experimentadas por los mercados a los que están expuestas. las inversiones relacionadas con productos básicos, incluidos los instrumentos derivados, pueden verse afectadas por una serie de factores que incluyen los precios de los productos básicos, los acontecimientos mundiales, los controles de importación y las condiciones económicas, y, por lo tanto, pueden implicar un riesgo considerable de pérdida. la venta corta conlleva un riesgo considerable, especialmente la venta corta al descubierto, que podría disminuir severamente los rendimientos globales de la cartera.
Este material se proporciona con fines informativos únicamente y no debe considerarse asesoramiento de inversión. No se puede garantizar que los acontecimientos se desarrollarán según los pronósticos. Los resultados reales pueden variar. Los puntos de vista y opiniones expresados pueden cambiar según las condiciones de mercado y otras condiciones. La información aquí contenida es el resultado del análisis realizado por NGAM International and NGAM US Portfolio Research and Consulting Group (PRCG) sobre carteras modelo presen- tadas por profesionales de inversión. Las carteras modelo moderadas están compuestas por carteras modelo individuales categorizadas como moderadas por profesionales de inversión. PRCG recopila información de la cartera y combina tal información según la categoría de cartera del grupo de inversiones pares que es asignada a una cartera individual por el profesional de inversión. Una cartera se clasificará en una de las siguientes categorías: Agresiva, moderada y conservadora. La categorización de las carteras individuales no es determinada por NGAM, dado que la función de NGAM es únicamente combinar las carteras previamente categorizadas. Tenga en cuenta que los atributos de riesgo del grupo de inversiones pares cambiarán con el tiempo debido a los movimientos en los mercados de capitales. Las asignaciones de cartera proporcionadas a NGAM son de naturaleza estática, y es posible que los cambios posteriores en las asignaciones de cartera de un profesional de inversión no estén reflejados en la información actual del grupo de inversiones pares.
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Start-up o fintech son algunos de los términos que se cuelan últimamente en la industria bancaria y, seguramente, en cualquier conversación. Sin embargo, y aunque a veces se relaciona erróneamente ambos términos, no deben confundirse.
Una startup es una empresa pequeña o mediana de reciente creación, relacionada habitualmente con el mundo tecnológico, mientras que el término fintech engloba empresas financieras que aprovechan la tecnología para mejorar sus servicios y la experiencia del cliente, independientemente de su tamaño.
Aclarados los términos, cada vez hay más voces que consideran que tanto start-ups como empresas fintech están comiéndose el futuro de la banca tradicional. Aunque sin lugar a dudas hay y habrá start-ups que lo harán magníficamente bien, los actores principales lo pueden hacer mejor. Los grandes bancos han multiplicado clientes con negocios de millones de dólares, pero es cierto que muchos se han quedado atrás en la transformación tecnológica, en una época en la que el ahorro de costes y la interacción con el cliente cada vez más digitalizado son la clave del futuro.
Según Matteo Cassina, responsable global de ventas y líneas de negocio de Saxo Bank, más que pensar en que los grandes bancos van a echar el cierre, cree que los bancos tienen que seguir adaptándose a este nuevo cambio de paradigma. La banca de inversión lleva adaptándose desde hace años. La primera ola fuerte de transformación tecnológica se vio a finales de 1990 o principios del 2000, donde la industria brokerage online fue vista como una revolución. Por aquél entonces había miedo de que los bancos desaparecieran y los brokers online se hicieran cargo de dicha parte del negocio. Pero nada más lejos de la realidad. Si analizamos el escenario hasta el día de hoy, esto no ha sucedido todavía, es más, desde Saxo Bank pueden asegurar que llevan 20 años haciendo fintech.
La solución en este nuevo escenario disruptivo pasa por la conversión del modelo de negocio, el ahorro de costes y el cliente digital. La tecnología va a continuar siendo parte de la interacción diaria con los bancos y las gestoras, y es aquí precisamente donde se deben poner manos a la obra. La conversación tiene que moverse hacia los robo-advisor (servicios online de gestión financiera, en los que la elaboración y/o gestión de la cartera de inversión del cliente se hace de forma totalmente automatizada) y hacia el “user experience” (experiencia de usuario). Algunas start-ups han demostrado con sus sitios web y experiencia de usuario un gusto por el buen diseño y la facilidad de uso frente a los bancos tradicionales y a costes inferiores.
Reducción de costes ¿el salvavidas de la gran banca?
Comprimir costes tiene que ser una prioridad. Cada vez hay más “key players” que ofrecen servicios financieros, lo que obliga a ser más competitivos y a ajustar los precios. Los avances tecnológicos han permitido, además, democratizar la banca privada, lo que antes estaba sólo al alcance de clientes institucionales, hoy está disponible para los clientes minoristas, que se han vuelto más exigentes y buscan entre toda la oferta un asesoramiento de máxima calidad al precio más reducido.
La industria aún tiene demasiadas funciones que no están automatizados y en la banca digital del futuro hay que tener un “user experience” de un cliente totalmente digitalizado. Es aquí donde la figura del robo-advisor juega un papel imprescindible.
Ventajas del robo-advisor: atractivo para el banco y para el cliente
Lo más importante de la figura del robo-advisor (gestor automatizado) es que el cliente final interactúa con la gestora de forma directa y puede tener acceso a su dinero y su rendimiento de forma real. Mientras que con la gestión tradicional es imposible.
A día de hoy, existe un problema importante con las comisiones, pues no podemos olvidar que las comisiones siempre van a competir con los rendimientos. En un momento de volatilidad y retorno bajo en Europa en general, invertir en algo donde el gestor no automatizado se lleva un 2-3%, y el 80% de las veces intenta hacer tracking de los mercados, hace que el inversor tras 10 años haya pagado a la gestora mucho más en comisiones del rendimiento final que le deberían entregar.
Desde Saxo Bank han comparado un robo-advisor con ETFs, con comisiones de 70 puntos básicos por año y un asset management tradicional que ofrece el mismo rendimiento que se puede tener a través de un ETF. Con una inversión de 1.000 euros a 10 años, la diferencia radica en que el cliente que opera a través de un gestor automatizado tiene 5.000 euros más que quien ha llevado a cabo la gestión sin automatizar.
La diferencia no parece insignificante si pensamos o nos preocupa el futuro, donde el ahorro es cada vez más difícil y donde a los gobiernos les supone un problema creciente el pago de las pensiones.
La industria bancaria podría pasar al modelo del “automóvil”
La “columna vertebral” de esta industria se está moviendo cada vez hacia el modelo de “fabricación” industrial. Un gran ejemplo de ello es la industria del automóvil – con empresas especializadas en neumáticos, limpiaparabrisas, baterías, etc. En definitiva, tenemos que comprender que los actores que están aquí han venido para quedarse, pero no necesariamente van a sustituir a los grandes bancos.
El mismo escenario de la industria del automóvil ocurrirá en el sector bancario, donde habrá margen tanto para grandes bancos como para los pequeños. Por ejemplo, los bancos podrán ofrecer acuerdos o servicios peer-to-peer a otras organizaciones. Si cuesta un céntimo y ya ha sido resuelto, ¿por qué habría que encontrar una alternativa? La columna vertebral está aquí.
Andbank ha sido elegida como mejor entidad de banca privada de Andorra por la prestigiosa revista británica “The Banker”, editada por el Grupo The Financial Times. La publicación ha reconocido con este galardón los más de 85 años de experiencia en banca privada, su experiencia contrastada en gestión de patrimonios, así como el crecimiento y la diversificación internacional del grupo.
Este premio se otorga anualmente a los mejores bancos privados de cada país siendo Andbank el ganador por tercer año consecutivo de este galardón. La distinción confirma la sólida trayectoria de la entidad, que cuenta con uno de los ratios de liquidez y solvencia más altos del sector (70,46% y 24,78%, respectivamente a cierre del tercer trimestre de 2016).
La creación de valor para el cliente, junto con la protección de su riqueza, han sido los pilares en los cuales se ha basado la gestión patrimonial del grupo, siempre siguiendo criterios de rentabilidad y excelencia. A pesar del entorno actual, los tipos de interés negativos, la inversión en crecimiento internacional y los criterios de prudencia en la gestión del balance, el Grupo Andbank cerró el 2015 con un beneficio neto de 54 millones de euros, un 20% por encima del presupuestado. Este buen resultado se debe a la consolidación de su modelo de banca privada, que permitió cerrar el 2015 con un nuevo máximo de 22.760 millones de euros y a la evolución positiva del negocio tanto en Andorra como las jurisdicciones internacionales.
Este incremento ha sido uno de los factores clave para recibir este galardón. A cierre del tercer trimestre de 2016, el grupo ha consolidado los más de 22.000 millones de euros de activos bajo gestión, hecho que lo ratifica como líder en la plaza.
La entidad ha acompañado los buenos resultados en la gestión de patrimonios con unos altos niveles de rentabilidad para el accionista en 2015. El margen ordinario se cerró en el máximo histórico de 249 millones de euros, un 13,3% superior al del año anterior, demostrando una vez más la excelente capacidad del modelo de negocio en generación de resultados.
Además, y para seguir en línea con los más altos estándares europeos, el Grupo continúa reforzando el gobierno corporativo del banco añadiendo las comisiones especializadas de gestión del riesgo y de cumplimiento normativo. Entre estos estándares se encuentra la normativa CRD-IV, que es la normativa europea que marca los estándares de gobierno corporativo y en la que filiales como Andbank España o Andbank Luxemburgo operan completamente integradas bajo esta norma.
Los premios ponen de manifiesto que la buena evolución del Grupo adquiere todavía más valor, teniendo en cuenta el entorno económico-financiero vivido, la inversión continuada en su crecimiento internacional y el refuerzo de las estructuras de control que el Banco ha realizado a nivel central y en cada uno de los países en los cuales está presente.