La edición de 2015 del GRESB (Índice Mundial de Sostenibilidad para el Mercado Inmobiliario, por sus siglas en inglés) ha otorgado a diez fondos europeos y estadounidenses de TH Real Estate la clasificación de Green Star, frente a los ocho del año pasado. Asimismo, dos fondos, el UK Retail Warehouse Fund y el Henderson UK Property Fund, se situaron a la cabeza de su grupo de homólogos, y el Shopping Centre Fund se hizo con la segunda posición de su clasificación.
La decisión del GRESB supone un reconocimiento a los fondos de TH Real Estate por su liderazgo a escala mundial a la hora de incluir criterios de sostenibilidad en el ciclo completo de las inversiones inmobiliarias.
TH Real Estate es una consolidada gestora de inversiones especializada en capital y deuda inmobiliarias a escala internacional. Como una de las grandes gestoras inmobiliarias del mundo, TH Real Estate cuenta con el tamaño, el capital y los conocimientos necesarios para proporcionar a sus clientes soluciones de inversión inmobiliaria creativas y eficientes. Centrada en los sectores retail, de oficinas, logística, deuda y residencial, TH Real Estate apuesta por prácticas sostenibles para proteger los activos y potenciar al máximo su valor.
GRESB es una organización sectorial dedicada a valorar la sostenibilidad de activos inmobiliarios en todo el mundo, incluidas carteras de esta clase de activos (públicas, privadas y de inversión directa). En nombre de casi sesenta inversores institucionales, GRESB ha evaluado la sostenibilidad de casi 1.100 firmas y fondos inmobiliarios a escala internacional mediante el análisis de 759 entidades en 63 países. El valor bruto de los activos gestionados por las empresas y fondos evaluados por el GRESB asciende a 2,8 billones de dólares. El mercado otorga mucha importancia al desempeño de los fondos en función de los criterios del GRESB y muchos de los inversores de TH Real Estate exigen a la firma participar en esta clasificación.
Los 14 fondos que participaron en la evaluación suman 27.000 millones de dólares en activos gestionados.
Recientemente se especulaba con un retraso de 12 meses aunque la Comisión Europea descartó hacer comentarios entonces, algo que ahora confirma.
Según el comunicado, la prórroga de un año se propone “excepcionalmente para garantizar una aplicación fluida para los consumidores europeos y garantizar la seguridad jurídica para el sector”.
En una declaración tras la noticia, Efama, la asociación europea de fondos, celebró la noticia. “Solo hay una razón por la que consideramos que un retraso es absolutamente esencial: es porque es materialmente imposible y simplemente no realista para los fabricantes de productos y los distribuidores cumplir el original deadline, el 31 de diciembre de este año”, dice la asociación. “Era necesario un retraso y ahora se materializará en una agenda más realista para cumplir con la regulación”.
Así, Efama considera que el retraso permitirá a las entidades implementar de forma apropiada las nuevas normas.
“Igualmente importante es el hecho de que este retraso también asegurará que hay más tiempo para que se encuentren soluciones sobre los estándares técnicos”, explica. En su opinión es clave que se aclare la forma de informar sobre la rentabilidad pasada y fijar la metodología sobre los costes de transacciones. “Es una parte clave para asegurar el éxito del KID”, aseguran en la asociación.
Los denominados millennials, también conocidos como la «generación Y», representan aproximadamente el 21% de la población británica y un total de 92 millones de personas en Estados Unidos, lo que los convierte en la generación más numerosa en la historia del país, superando incluso a los baby boomers. Aunque no hay consenso sobre el rango de edad exacto que define a los millenials, diversos estudios demuestran que las personas de entre 20-25 a 35 años gestionan sus finanzas de forma muy diferente a las generaciones anteriores.
Según Craig Bonthron, cogestor del Kames Global Sustainable Equity Fund, «los millennials tienden a concentrar sus gastos en actividades de ocio, como cocinar o comer fuera, en vez de adquirir bienes materiales. Más exigentes que sus predecesores, consumen alimentos más saludables y de mayor calidad». Pero esta demanda de calidad no acaba ahí. «A la hora de echar raíces, algo que está sucediendo más tarde que en el caso de las generaciones previas, los millennials exigen unos estándares de calidad muy altos en la construcción o la mejora de las infraestructuras que les rodean como, por ejemplo, en el hogar», añade Bonthron.
Aunque, como recuerda el gestor, las participaciones del fondo se seleccionan mediante un análisis bottom-up de sus meritos individuales, la cartera cuenta con varias acciones que están bien posicionadas para explotar el tema de los millennials.
Ingredion y Kerry
«La estadounidense Ingredion y la irlandesa Kerry son dos empresas internacionales que proveen ingredientes alimentarios para marcas de productos de alimentación y marcas blancas de grandes cadenas de supermercados que, de esta forma, pueden desarrollar nuevos productos para satisfacer las necesidades de los consumidores y adaptarse a los nuevos gustos y tendencias, como el abandono de la comida preparada tradicional, elaborada con ingredientes procesados, a favor de alimentos frescos, ecológicos y más saludables. También se observa un fuerte crecimiento entre las pequeñas marcas nicho. Así, estas empresas de ingredientes están experimentando una demanda creciente, ya que pueden respaldar tanto la necesidad de adaptación de las grandes marcas mundiales como el crecimiento de las nuevas marcas nicho. Aunque, en cierta medida, Ingredion y Kerry compiten a nivel mundial, tienden a especializarse en nichos diferentes».
Mohawk Industries
«Mohawk es una cotizada estadounidense especializada en el diseño y la fabricación de pavimentos residenciales y (en menor medida) comerciales. La empresa, que empezó fabricando moquetas, ha diversificado su negocio mediante adquisiciones y ahora produce diferentes tipos de pavimento (cerámico, vinilo, etc.) y opera en diversas regiones. Gran beneficiaria de la actividad de reparación y rehabilitación de viviendas (R&R) tan frecuente en Estados Unidos, se trata de un negocio muy bien gestionado que es líder en un mercado muy fragmentado gracias a su tamaño, su red de distribución y su liderazgo en costes frente a la competencia».
«Mohawk se verá beneficiada cuando los millenials empiecen a formar familias y cambien sus apartamentos en la ciudad por casas en barrios residenciales. Aunque este movimiento aún no se ha producido (lleva un retraso de cinco años con respecto a las estimaciones iniciales), no se pospondrá eternamente por lo que, si no se desata una nueva crisis, el gasto en R&R aumentará significativamente en los próximos cinco años, lo que resulta positivo para Mohawk».
Mednax
«Mednax es una empresa estadounidense que provee servicios de radiología, anestesia y cuidados neonatales en hospitales de Estados Unidos. Los cuidados neonatales (bajo la marca Pediatrix) representan el origen y la parte más importante de su negocio. El número de bebés prematuros o enfermos es directamente proporcional al número total de nacimientos que registra un país y, en Estados Unidos, las tasas de natalidad llevan varios años en niveles inferiores a su media histórica. Aunque los estadounidenses tienden a tener hijos antes que los británicos o los europeos (sobre los 25 años, de media), los millenials han retrasado esta decisión por motivos generacionales y económicos, por lo que las tasas de natalidad aún tienen que recuperarse para reflejar los datos demográficos. Como en el caso de Mohawk, se espera que la formación de nuevas familias provoque un repunte de las tasas de natalidad en los próximos cinco años, lo que resultará beneficioso para Mednax por la citada relación directa».
Aunque todavía es pronto para hablar con certeza sobre los efectos económicos de la victoria de Trump, se espera que las políticas económicas sean por lo general favorables a la actividad económica. El equipo gestor de renta fija de Muzinich comparte algunas de sus primeras reflexiones sobre el triunfo del candidato republicano.
La capacidad de Trump para implementar sus políticas ha aumentado, pues el partido republicano controlará el Senado y la Cámara de Representantes. Según las propuestas políticas avanzadas durante su campaña, existen varios efectos claves que Muzinich evalúa a continuación:
Política fiscal: Lo más destacable es que Trump ha propuesto una política de estimulación fiscal. Ha defendido una política fiscal con menores impuestos las personas y organizaciones con el fin de estimular el crecimiento económico. Durante la campaña habló de tratar de alcanzar un crecimiento económico del 4%, basado en más de 4.000 millones de dólares en recortes de impuestos. Esto sería un gran cambio en la política económica de Estados Unidos, en comparación con los últimos 8 años, durante los cuales han aumentado los impuestos. Puede que sea una reminiscencia de los recortes de impuestos de la era Reagan. Para complementar esta política de impuestos, Trump también ha propuesto para embarcarse en el gasto en infraestructura, esto no sería un estímulo tan significativo para la política fiscal, pero se sumará a un entorno de estimulación fiscal.
Política regulatoria: Trump mencionó que va a reducir las regulaciones que interfieren con el crecimiento de las empresas. La reforma regulatoria no suele ser interpretada como una medida de impacto económico a corto plazo, como la reforma fiscal, pero puede causar cambios significativos en el ambiente empresarial de Estados Unidos. Mientras que Trump no ha esbozado muchos detalles, la reforma normativa general significa la eliminación de regulaciones que aumentan el coste de hacer negocios, o de iniciar un negocio. Por ejemplo, las regulaciones ambientales y de licencia pueden disminuir.
Efectos sectoriales: La incertidumbre se incrementará para algunos sectores o tipos de negocio específicos. Los sectores cíclicos orientados al consumo doméstico en Estados Unidos deberían hacerlo relativamente bien en un ambiente de estimulación fiscal a favor de los fabricantes estadounidenses. Los negocios basados en la exportación experimentarán más incertidumbre hasta que la agenda de comercio de Trump se concrete. Además, las empresas del sector salud tendrán que hacer frente la incertidumbre. Trump ha dicho que le gustaría derogar y sustituir el Obamacare, pero el plan total aún no ha surgido.
Política de la Fed: Trump ha indicado que podría favorecer a un presidente de la Fed, que sea más proclive a aumentar las tasas de interés.
Evaluando todos estos puntos, Muzinich sugiere que las presiones inflacionarias podrían aumentar, así como el riesgo de tipos de interés. Además, será importante vigilar los efectos específicos en los diferentes sectores. Mucho dependerá del equipo que Trump ponga en pie, dicen los expertos.
Consideraciones para los mercados de crédito
En general, dada la mayor probabilidad de aumento de los tipos de interés y una mayor incertidumbre, en Muzinich creen que tanto la gestión de la duración como la gestión del riesgo de crédito serán cada vez más importantes. Por el lado de la duración, Muzinich esperará que las opciones de inversión a tasa variable, tales como préstamos bancarios y deuda privada, sean cada vez más atractivas, así como las carteras de bonos a más corto plazo. Esperan también que las obligaciones a largo plazo con grado de inversión sean cada vez menos atractivas. Por lo general, los mercados high yield han limitado su duración a alrededor de 4 años, por lo que cabe esperar una menor volatilidad en estos mercados que en los de grado de inversión.
En el lado del riesgo de crédito, Muzinich cree en los fundamentales del crédito, que siguen siendo sólidos; y en que las tasas globales de morosidad en el mercado no cambiarán significativamente. Mientras que el apalancamiento es ligeramente superior, la cobertura de intereses se mantiene por encima de la media a largo plazo. Y las empresas han empujado en general por mayores vencimientos, con sólo un 10% de las empresas en el mercado de high yield necesitando ser refinanciadas en los dos próximos años. Desde Muzinich esperan que el estímulo fiscal sea constructivo en líneas generales para la rentabilidad global de las empresas.
Los efectos más importantes en el riesgo de crédito estarán en el nivel de sectores, algunos sectores se beneficiarán y algunos se enfrentan a la incertidumbre de cambios en las políticas, por lo que un análisis en profundidad del crédito tomará más relevancia.
Habrá mucho ruido a nivel macroeconómico y político. Lo que importa para las carteras es que las empresas puedan proceder al pago de intereses y al pago de principal con un margen importante de seguridad. En Muzinich han experimentado muchos ciclos económicos antes, y continúan centrándose en un análisis profundo, en el trabajo de los fundamentales del crédito, que para ellos encierra la clave del éxito a largo plazo; mientras puedan evitar incurrir en impagos y recuperar el principal a vencimiento, el ruido macroeconómico no importará a la hora de alcanzar retornos a largo plazo.
El pasado viernes, con el resultado de las elecciones aún calientes, Donald Trump concedió su primera entrevista a The Wall Street Journal. Desde la Trump Tower en Nueva York, el magnate inmobiliario repasó las que serán sus primeras líneas de actuación, cuando el próximo 20 de enero jure el cargo.
Una de sus prioridades más urgentes, según sus declaraciones al diario, es la de desregular las instituciones financieras para permitir que los bancos «presten otra vez». Según los analistas, la simple posibilidad de revisar la regulación de los bancos hizo repuntar el viernes las acciones de Wells Fargo & Co en un 13%.
«Estoy ansioso por revisar la ley financiera Dodd-Frank”, declaró a WSJ. Trump dijo que esta ley «era una carga tremenda para los bancos». «Tenemos que deshacernos de ella o hacerla más pequeña. Los bancos son incapaces de prestar y esto ha hecho a nuestro país no competitivo, ha ralentizado el crecimiento”.
Uno de los principales puntos de la ley, aprobada por Obama en 2010, que cambió el panorama en Wall Street, es que las operaciones de los bancos comerciales y los bancos de inversión debían quedar completamente separadas.
El próximo presidente de Estados Unidos añadió que las personas con dinero no se habían visto afectadas por el aumento de las regulaciones financieras. «Yo puedo obtener un crédito. Las personas que son realmente buenas, pero necesitan dinero para abrir un negocio o ampliar un negocio, no pueden obtener préstamos de los bancos”, dijo.
Janet Yellen y la Fed
A tenor de las críticas vertidas durante la campaña, parece poco probable que Trump respete el papel y la independencia de la Fed. En varias ocasiones ha declarado que reemplazaría a Janet Yellen al frente del organismo si llega a la presidencia, con lo que es posible que no continúe en el cargo al concluir su mandato en 2018. Algunas gestoras ven esto como un riesgo, pues aumentará claramente la incertidumbre sobre la política monetaria estadounidense y apunta a un endurecimiento más rápido de las tasas.
Acuerdos comerciales
Además, Trump explicó que tratará de crear puestos de trabajo mediante un plan de infraestructuras a nivel estatal y ‘mejorando los acuerdos comerciales’. Una retórica mucho más suave que la usada en campaña, cuando insistía en que su mandato derogaría los tratados existentes como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) o el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA en inglés).
Para preservar los puestos de trabajo estadounidenses, la administración republicana podría estar pensando en imponer tarifas a los productos de las multinacionales que hayan colocado sus fábricas en el extranjero.
En un entorno de menor crecimiento, las expectativas de retornos en las inversiones también han bajado pero los proveedores de fondos siguen ofreciendo ideas muy atractivas para batir a los mercados. En su tercera conferencia organizada en Madrid para selectores de fondos, la publicación británica Investment Europe reunió la semana pasada a cinco gestoras que presentaron sus apuestas para los próximos meses, algunas de carácter más conservador y otras más atrevidas, pero todas ellas con interesantes características que aportar a las carteras.
Entre las apuestas de tono más conservador, Nordea presentó su fondo Nordea 1-Flexible Fixed Income Fund de la mano de su especialista de producto Cristian Balteo. Un fondo diseñado para inversores que deseen “escapar” del entorno de tipos cercanos a cero o incluso negativos al que les condenan sus posiciones en mercados monetarios o cuentas corrientes y que estén preparados para tomar algo más de riesgo para generar retornos, pero no quieran asumir más riesgo en renta variable y busquen una estrategia basada en el riesgo capaz de preservar el capital. El fondo, que busca retornos dos puntos porcentuales superiores a la liquidez y con una volatilidad entre el 2% y 5%, realiza una asignación de activos centrándose en el riesgo (y no en los activos en sí) y busca un equilibrio entre aquellos que suelen funcionar bien en mercados bajistas (deuda pública de alta calidad, deuda ligada a la inflación, divisas de alta calidad…) y aquellos otros que suelen comportarse bien en los alcistas (high yield, mercados emergentes, crédito…).
El especialista destacó tres claves del fondo: su flexibilidad para encontrar diversificación y retornos fuera del área euro (por ejemplo, en activos estadounidenses), una gestión activa de las divisas para facilitar el equilibro de riesgo en el fondo (por su correlación negativa con el crédito) y un modelo de asset allocation táctico que rebaja el riesgo en momentos problemáticos. De hecho, actualmente ese modelo pide una reducción del riesgo, de forma que en la gestora han reducido la duración del fondo hasta 1,5 años y la sensibilidad al riesgo de crédito hasta 0,8 –el fondo no puede ponerse negativo en ninguna de estas métricas-. “La cartera tiene una baja volatilidad actualmente, en torno al 2%, está posicionada de forma muy conservadora. En los últimos seis años, el modelo siempre había estado positivo en crédito pero en agosto, por primera vez, la recomendación fue reducir la exposición”, explica Balteo. Con todo, más allá de la exposición a duración (vía bono estadounidense a 5 y 7 años, sueco, japonés y algo de Gilts), cédulas hipotecarias como forma de gestionar la liquidez, divisas y crédito con grado de inversión, la posición de mayor convicción está en los emergentes, con un peso superior al 15% (el doble que a principios de año), a costa de la reducción de posiciones en high yield, que actualmente es solo del 13%, la mitad que a principios de 2016.
En clave cauta, pero hablando de renta variable, John Teahan e Ian Lance, gestores de RWC, presentaron la estrategia de renta variable de la gestora con carácter conservador. En un entorno en el que la confianza de los inversores en los bancos centrales ha animado un comportamiento más enfocado al riesgo, que roza la complacencia, los reguladores empiezan a alarmarse. En la medida en que los mercados y fundamentales siguen moviéndose en direcciones contrarias, los inversores necesitan considerar y prever cómo su riqueza se verá impactada si la confianza en los las políticas monetarias se cuestiona, mientras al mismo tiempo deben mantener exposición a activos de riesgo en un entorno de tipos cero si quieren obtener retornos. La gestora presentó el RWC Global Enhanced DIvidend Fund, que ofrece exposición y participación a los mercados bursátiles (con una cartera de alta calidad), pero también protección para momentos bajistas (con acciones de bajo riesgo y valores ligados al oro, entre otros); y también incluye valores y posiciones que ofrezcan rentas (dividendos).
Multiactivos: una evolución hacia la multiestrategia
Desde Aviva Investors la presentación giró en torno a sus fondos multiestrategia (AIMS Target Return y AIMS Target Income). Brendan Walsh, gestor de multiactivos en la entidad, explicó los retos de un entorno en el que los retornos serán más bajos y los beneficios de diversificación de una asignación de activos tradicional están en entredicho, pues los activos no solo presentan mayores correlaciones entre sí, sino que “las relaciones entre ellos son menos estables que en el pasado y es difícil basarse en las correlaciones históricas para tratar de analizar el futuro”. Por eso, en un momento de retornos más bajos, no bastará con moverse hacia activos de mayor riesgo para aumentar las rentabilidades: el gestor propone estrategias más que multiactivo, multiestrategia, con una asignación más granular, capacidad para tomar posiciones cortas, que asignen capital al riesgo más que a los activos así y centradas en la construcción de la cartera, con el objetivo de aumentar la diversificación y reducir la volatilidad.
La cartera de sus vehículos multiestrategia está formada por tres patas: la primera, con activos tradicionales, trata de cosechar las primas de riesgo de mercados tradicionales que pueden ofrecer retornos atractivos a largo plazo; la segunda, más oportunista, busca beneficiarse de oportunidades que pueden aparecer en el mercado debido a la segmentación, la intervención de los bancos centrales o cambios regulatorios, lo que puede ofrecer por ejemplo oportunidades en divisas. Aunque estas estrategias ofrecen retornos con baja correlación frente los tradicionales, no hay descorrelación por lo que es necesaria una tercera pata que busque retornos que reduzcan el riesgo, mediante estrategias que lo hagan bien en momentos de estrés. Entre los últimos cambios de la cartera este año destacan la reducción en divisa y renta variable japonesa (con posiciones más pequeñas centradas en los bancos del país); la reducción de las posiciones largas en el dólar (que no subirá tanto como en el pasado); el incremento de las posiciones en emergentes, la apuesta por high yield estadounidense, o las posiciones cortas en los bonos de mercados desarrollados.
En una clave más atrevida, Raiffeisen Capital Management presentó su fondo Eurasia Equities, de la mano de su co-gestor Jürgen Maier. La entidad es positiva en la evolución de los mercados emergentes: las valoraciones aún son atractivas y la renta variable ofrece un fuerte potencial de subida a largo plazo, tras años de mal comportamiento; hay un gran margen para las mejoras económicas, el impulso del crecimiento y la historia de consumo; y, además, históricamente las subidas de tipos en EE.UU. no han dañado a las acciones emergentes. Sin embargo, un fuerte dólar sí lo ha hecho: de ahí el mayor peligro aunque en los últimos meses la divisa estadounidense se ha mostrado más estable. En este contexto, la entidad apuesta por un fondo que invierte en los mercados emergentes más dinámicos, y que tienen más influencia en los mercados y en la economía global a largo plazo, como el Raiffeisen Eurasia, sin guiarse por la capitalización de mercado, lo que le permite tener una mayor presencia de países más pequeños.
El universo del fondo está formado en un 25% por los países ASEAN (Indonesia, Malasia, Tailandia, Filipinas…), una región muy dinámica que goza de inversiones internacionales directas, de una población superior a los 500 millones de personas, una clase media creciente y un gran potencial de consumo; en otro 25% por China, que según el gestor aún crecerá a ritmos del 6%-6,5% y, aunque ralentice su crecimiento fruto de su transformación, a largo plazo el cambio será positivo; en otro 25% por India, mercado en el que el gestor tiene gran optimismo ante el proactivo Gobierno del país y el camino de reformas emprendido; en un 20% por Rusia, puente entre el Oriente y Occidente; y en un 5% por Turquía, un país capaz de crecer a ritmos del 3%-3,5% y también entre Europa, Oriente Medio y Asia. Actualmente el fondo sobrepondera Indonesia, Tailandia y Filipinas (aunque la sobreponderación en este país se ha reducido recientemente) y también, ligeramente Rusia, sobre todo por la apuesta en acciones ligadas al consumo y que ofrecen dividendos. Aunque infrapondera China, los gestores han reducido ese gap con la convicción de que las noticias negativas sobre el país ya van estando en precio. Por sectores, sobrepondera sobre todo financieras: “Muchos bancos están bajo presión en Asia y los precios no están justificados”, dice el gestor.
Tendencias de futuro
Por su parte, Jean-Marc Point, especialista de Inversiones en Generali Investments, explicó la estrategia de su fondo GIS SRI Ageing Population, que invierte en renta variable europea expuesta al tema del envejecimiento de la población, a través de tres pilares fundamentales: el cuidado de la salud, las pensiones y el ahorro, y el consumo. Así, aunque el envejecimiento de la población tendrá impactos notables en las sociedades y los modelos económicos, también abre un nuevo abanico de oportunidades para las compañías expuestas a esta temática y a su crecimiento.
La estrategia de inversión se basa en tres pasos complementarios: un screening de criterios ISR (seleccionando compañías con las mejores prácticas en este sentido); un filtro temático (identificando aquellas con mayor nivel de exposición al envejecimiento de la población) y un enfoque bottom-up y fundamental, de forma que se eligen los valores con las mejores métricas financieras y potencial alcista.
En agosto pasado se publicó el reporte de registro electrónico de los planes privados de pensiones elaborado por el departamento de estudios de Principal Financial Group en México. En general, este año se registraron 2.017 planes de pensiones patrocinados por 1.803 razones sociales.
Si bien el número de planes se incrementó en un 3% y el número de empresas patrocinadoras en un 2,5% con respecto al año anterior, el crecimiento absoluto durante los últimos cuatro años ha sido de 37 planes y 41 razones sociales más que brindan este beneficio a sus empleados. Éste ha sido un crecimiento bastante discreto considerando que existen en México alrededor de 874.000 patrones registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En total, los planes privados de pensiones cubren a 1,39 millones de trabajadores del sector privado formal, es decir, únicamente el 2,47% del total de trabajadores registrados en el Sistema de las AFORE.
En términos de cobertura, el número de trabajadores inscritos en estos planes se incrementó en un 1% con respecto a 2015 y en 91.000 empleados durante los últimos cuatro años. A pesar de esto, el monto total administrado cayó en 17.960 millones de pesos debido, principalmente, a la reducción en las deducciones que pueden realizar los patrones por las aportaciones complementarias a fondos de pensiones de sus trabajadores. Esta reducción de casi el 50% ha provocado que 9 de cada 10 empresas dejaran de aportar a dichos fondos. Recientemente, distintos organismos y asociaciones nacionales de contadores y abogados criticaron la resolución de la Suprema Corte de Justicia respecto a respaldar la cancelación de la deducción plena de las prestaciones laborales de las empresas pues son los trabajadores quienes se verán afectados por esta decisión.
Incrementar el número de planes privados de pensiones y, en consecuencia, el nivel de ahorro voluntario para el retiro, es relevante porque los recursos acumulados en los fondos que administran dichos planes complementarán la pensión que, en su caso, un trabajador podría obtener a través del sistema obligatorio de cuentas individuales en AFORE que se rige por la Ley del Seguro Social de 1997. Estos trabajadores, que se pensionarán a partir de 2022 – 2023, obtendrán una pensión promedio estimada del 25,5% de su último sueldo según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico.
¿Qué está faltando para motivar la constitución y utilización de los planes privados de pensiones?
En una reciente publicación, la CONSAR destacó la importancia de contar con un sistema de pensiones que incluya tres pilares fundamentales: 1) no contributivo, 2) contributivo y 3) voluntario. Además, señaló que estos pilares deben estar integrados para evitar competencia entre ellos, así como distorsiones en el mercado laboral formal; y estar vinculados entre sí para incrementar la cobertura y mejorar los ingresos pensionarios.
Si bien no existe una receta única que se pueda copiar o adoptar de las experiencias en otros países para el caso mexicano, resaltan algunas características clave para motivar el ahorro para el retiro: incentivos fiscales adecuados para las aportaciones voluntarias que realice el trabajador y para incentivar contribuciones pari passu por parte del empleador; afiliación automática de los trabajadores del sector privado a planes patrocinados por empresas y de los trabajadores independientes al sistema obligatorio, brindándoles a estos últimos facilidades para complementar su ahorro pensionario mediante otros mecanismos individuales, y contribuciones voluntarias con un monto mínimo establecido y con mecanismos de escalamiento automático, entre otros.
Países que cuentan con algunos o todos estos elementos en su sistema de pensiones alcanzan cobertura pensionaria por encima del 65% para los cotizantes activos y hasta el 100% de la población en edad de retiro. Los sistemas obligatorios de contribución definida, como el esquema de las AFORE en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), no resuelven por sí solos la suficiencia de las pensiones o la cobertura; se requieren mecanismos adicionales de ahorro voluntario de largo plazo, así como otros apoyos para complementar los ingresos en la edad de retiro.
En el futuro casi próximo -por ejemplo, en el siguiente sexenio- considerando el panorama de envejecimiento y bajos niveles de ahorro obligatorio para el retiro actuales, la perspectiva de las pensiones en México generará una presión adicional en las finanzas públicas por tres vías:
Por una parte, las pensiones de Leyes anteriores (IMSS e ISSSTE), así como las derivadas de esquemas de reparto otorgadas por universidades, paraestatales, estados y municipios tienen un alto costo fiscal, que según diversos autores, se estima en un105% del PIB. En el presupuesto de egresos de la federación que actualmente se discute en la Cámara de Diputados, se programó un gasto para el pago de pensiones equivalente al 3,5% del PIB en 2017 -que representa el 12,5% del presupuesto total- y se espera que alcance el 4,4% en 2022.
Bajo el escenario de envejecimiento próximo y la tendencia de un presupuesto federal cada vez más austero, en un entorno global en desaceleración y tasas de interés al alza, no habrá recursos públicos que alcancen para pagar estos beneficios pensionarios.
Por otro lado, se estima que los trabajadores de la generación AFORE -que se rigen bajo las Leyes del IMSS e ISSSTE vigentes- reciban una pensión promedio máxima del 30% de su último sueldo, cotizando durante toda su vida activa en el mercado laboral formal. Situación directamente relacionada con el bajo nivel de ahorro obligatorio que actualmente es del 6,5% de su salario base mensual.
En el Sistema de Ahorro para el Retiro se administran 56,3 millones de cuentas individuales, de las cuales solo 24,5 millones (el 43.5%) registraron por lo menos una aportación en los últimos tres años, particularmente debido a la alta intermitencia en el mercado laboral. En el mejor de los casos, un grupo de trabajadores podrá recibir la pensión mínima equivalente a un salario mínimo.
Finalmente, ligado al punto anterior, seis de cada diez personas ocupadas en México laboran en el mercado informal, sin derecho a prestaciones sociales como seguro social o pensiones. Este grupo de mexicanos serán los más desprotegidos al llegar a su etapa de retiro. El gobierno tiene un programa federal dirigido a adultos mayores de 65 años sin cobertura pensionaria, que actualmente cubre a 5,6 millones de beneficiarios (el 48% de esta población).
Los adultos de 65 años y más, son 9 millones (el 7,7% de la población total en 2016) y hacia 2050 representarán poco más de la quinta parte de la población mexicana; situación que agrava la presión en el ejercicio del presupuesto federal para el pago de pensiones.
Ahorrar más de forma constante tiene un impacto mayor que cualquier otro factor; por ejemplo, aumentar en un 1% el nivel de ahorro como porcentaje del sueldo incrementa el monto de la pensión en un 12%. Los planes privados de pensiones ocupacionales o colectivos en México son un vehículo que puede incrementar de forma potencial el ahorro voluntario de largo plazo, porque son las propias empresas quienes tienen un canal de comunicación directo con sus trabajadores. No obstante, se requeriría establecer reglas de operación claras, así como mejorar ciertos elementos en su regulación, a saber:
Integrar elementos conductuales que rompan con la indiferencia del ahorro, tales como la afiliación automática, la retención de las aportaciones vía nómina o las aportaciones mínimas establecidas ancladas a escalamientos automáticos conforme a incrementos salariales, aguinaldos, bonos o utilidades.
Reinstalar los incentivos fiscales dirigidos a las aportaciones patronales que fueron reducidos en la Reforma a la Ley del Impuesto sobre la Renta, para motivar a que más empresas constituyan planes privados de pensiones y aporten en éstos a favor de las pensiones de sus trabajadores.
Los planes privados de pensiones son un vehículo que se puede utilizar adecuadamente para incrementar el nivel de ahorro voluntario para el retiro de los trabajadores del sector formal. También los planes personales de retiro dirigidos especialmente a personas que no tienen cobertura pensionaria vía el mercado laboral formal -como los trabajadores independientes y autoempleados – así como las AFORE en el SAR, representan excelentes vehículos para ahorrar de forma voluntaria.
A menudo pienso que el gasto del consumidor y la producción industrial son el yin y el yang de la economía de Estados Unidos. En los años posteriores a la crisis financiera, se sorprende la yuxtaposición de la resistencia del consumidor en comparación con la debilidad del lado industrial y de fabricación de la economía.
Sin embargo, ahora hay señales de problemas de que el consumidor está bajo presión.
«Está ocurriendo algo malo que no podemos explicar». Esta cita sobre el consumidor estadounidense nos la dijo la administración de un minorista de artículos del hogar. ¿Dramático? Sí, pero no atípico de lo que escuchamos de otras empresas de consumidor. Por ejemplo, el CEO de Starbucks, Howard Schultz, dijo que la empresa nunca ha visto en un trimestre una convergencia de la agitación social y política en el país, que debilitara la confianza del consumidor y aumentara la incertidumbre a nivel global.
Si profundizamos un poco en los números, los datos recientes no hablan tampoco de una historia optimista. Por ejemplo, la mitad de los minoristas informó un crecimiento negativo en las ventas año tras año en la misma tienda durante el segundo trimestre de 2016.
Por supuesto, el minorista tradicional se enfrenta a desafíos estructurales del comercio electrónico y el continuo aumento de Amazon. Pero algo más ocurre aquí.
¿Un consumidor decaído significa que el mercado de acciones no puede seguir subiendo? Por supuesto que no. De hecho, hay algunos motivos para esperar que el sector industrial y una recuperación en el gasto de capital (CapEx) podrían hacer repuntar el déficit del consumidor estadounidense.
Se menciona ampliamente que los gastos del consumidor representan alrededor de dos tercios de la economía de EE. UU. Sin embargo, el gasto del consumidor ha contribuido únicamente en un 20% de la variación en el crecimiento del PBI en los últimos cinco años.
Mientras tanto, la inversión privada, que representa menos del 20% de la producción, contribuyó en un 52% de la variación en el crecimiento.
Sí, el gasto del consumidor es una parte enorme de la economía, pero posiblemente no sea el lugar correcto en el cual concentrarnos en este momento. El capital productivo o el gasto de la planta y el equipo, pueden ser una parte pequeña de la economía, pero son mucho más volátiles que el gasto del consumidor.
Intuitivamente, esto tiene sentido. Por poner un ejemplo, los consumidores del supermercado podrían gastar un poco más en artículos de mayor valor si se sintieran confiados. Pero no duplicarán su consumo de alimentos.
El gasto de capital es diferente. Las empresas pueden cambiar rápidamente de manera razonable su gasto de capital si cambiar su perspectiva. Dado que el gasto comercial es más volátil, una mejora puede cambiar de manera significativa la trayectoria de la economía.
En otras palabras, la acción real para la economía está en el gasto de capital, y se está dejando de lado durante la débil recuperación. Existen muchas razones para esto.
Primero, al inicio de la crisis financiera, los inversores han recompensado a las empresas que generaron un libre flujo de efectivo, dividendos y recompra. Los inversores querían producción y no les entusiasmaba que las empresas hicieran costosas inversiones a largo plazo. También hemos visto más industrias con una cantidad relativamente menor de grandes empresa que han mantenido el suministro y la capacidad limitados, evitando así disputas en la participación de mercado.
Por último, en muchas industrias, la regulación se ha tornado un factor mucho más significativo en los últimos años. Eso ha forzado a que las empresas a desviar recursos internamente y aumentó la incertidumbre sobre la perspectiva a largo plazo de sus negocios.
En general, ha sido un esfuerzo duro para el sector de fabricación. El aumento del dólar estadounidense lastimó las exportaciones, la caída de los precios del petróleo golpeó a las empresas de energía y las ventas de autos dieron marcha atrás, a pesar de los niveles del registro del 2015. El índice de gerentes de compras (PMI) del Instituto de la Administración de suministro (ISM) ha estado rondando los 50, lo que indica un crecimiento más bien plano.
En general, las empresas han recortado sus gastos y no invirtieron en la planta y en los equipos. Si miramos los datos macro como el ISM y el envío, las cosas son laxas.
Pero podría haber motivos para tener esperanza. La elección de noviembre proporcionará claridad y políticas potenciales que respaldan el crecimiento en la economía industrial. Estas políticas pueden incluir la repatriación de una parte signi cativa de los 2.000 millones de dólares en efectivo en el extranjero, reducciones de la tasa impositiva de las corporaciones federales de EE. UU. del 35%, gasto de infraestructura y regulación reducida.
El escenario del mejor caso sería un círculo virtuoso del aumento del gasto de capital, que impulsaría la productividad y llevarían a un crecimiento económico más fuerte.
En resumen: Es más necesario un repunte en la inversión del capital productivo que un gasto del consumidor impulsado por la deuda.
Edward J. Perkin es director de Inversión de Capital Eaton Vance Management.
El apetito inversor en Europa se ha visto afectado por la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, según la cuarta edición del European M&A Outlook, publicada por CMS en colaboración con Mergermarket.
El informe analiza la opinión de 230 ejecutivos de empresas y firmas de private equity en Europa, antes y después del referéndum del Reino Unido de 23 de junio. Después de la votación del Brexit, el 66% de los encuestados opinaba que las operaciones de M&A en Europa serían mínimas en los próximos 12 meses en comparación con el 18% antes del referéndum. Aunque solo el 23% de los encuestados antes del 23 de junio se mostraba menos optimista que el año anterior sobre los niveles de actividad europea de M&A, después de la votación, el 90% manifestó un menor optimismo sobre la perspectiva europea de operaciones.
A pesar de la volatilidad e incertidumbre, aún queda margen para un optimismo cauto. Stefan Brunnschweiler, responsable del Grupo de Corporate M&A en CMS, comenta: “Europa se sigue considerando un destino importante de operaciones, tanto transfronterizas como intrarregionales Europa está muy abierta al negocio y las valoraciones favorables podrían estimular potencialmente el mercado. Y, con el paso del tiempo, ganarán aquellas compañías que estén preparadas para invertir.”
De hecho, los datos de Mergermarket muestran solamente una pequeña ralentización en las operaciones de M&A del Reino Unido y Europa en el tercer trimestre.
Charles Currier, responsable de Corporate M&A en CMS en Londres, afirma que: “Los datos sobre la tendencia de M&A están muy en línea con los globales, que en términos de valor y volumen están más cerca de la actividad de 2013 que los altos niveles de 2014 y 2015. El Reino Unido encabeza la lista en términos de volumen y valor transaccional en Europa, a pesar de la votación del Brexit, y muchos otros mercados en Europa siguen siendo perspectivas atractivas para los nuevos compradores.
Una ventaja potencial del Brexit para los compradores es su efecto sobre el precio de los activos. Después del Brexit, el 54% de los encuestados afirma que los activos infravalorados serán uno de los factores más importantes para el comprador, comparado con el 39% antes de la votación. Entre las empresas y las firmas de capital riesgo que se plantean una adquisición, los precios favorables son un factor clave de motivación para casi nueve de cada diez.
Los ejecutivos encuestados también tienen la sensación de que las operaciones transfronterizas en Europa aumentarán en términos de volumen y valor en los próximos 12 meses. Casi cuatro de cada cinco anticipan más operaciones transfronterizas de M&A en Europa para el próximo año, y el 61% cree que aumentará el valor de esas operaciones. Los compradores de Norte América y China, en particular, se asegurarán de comprar activos para fomentar el crecimiento extranjero.
Mientras tanto, la tecnología podría constituir el catalizador que acelera el mercado de M&A en una Europa post-Brexit. La gran mayoría de los encuestados (un 80%) dicen que la tecnología o propiedad intelectual supondrían el aspecto más importante de su próximo objetivo de M&A europeo.
Metodología
En el segundo trimestre de 2016, Mergermarket encuestó a altos ejecutivos de 170 empresas y 60 firmas de capital riesgo con sede en Europa sobre sus expectativas para el mercado de M&A europeo en lo que queda de año. Volvimos a encuestar a los mismos participantes después de la votación del Brexit en julio y agosto. Todos los encuestados habían participado en operaciones de M&A en los últimos dos años.
El debate sobre si el final del ciclo de crédito está cerca encuentra en Ken Leech, director de inversiones de Western Asset, un punto de vista negativo. El experto de esta filial de Legg Mason especializada en renta fija global cree que en esta teoría lo que no encaja es la fase increíblemente bajista en los productos de mayor riesgo que observamos desde junio de 2014 hasta el 11 de febrero de 2016. “Estas fases suelen caracterizarse por un repunte en los mercados de activos de riesgo, unos diferenciales ajustados y la creación de burbujas”, afirma.
Leech sitúa el punto álgido de esta tendencia en el mes de febrero, cuando cristalizaron los temores sobre el aterrizaje forzoso de China, los reducidos precios de las materias primas y las preocupaciones sobre el sector bancario a escala mundial. “Desde entonces el repunte de los bonos de alto rendimiento energéticos ha sido espectacular, arrojaron una rentabilidad del 59% desde el 11 de febrero de 2016 hasta el 30 de septiembre de 2016. Por consiguiente, no creemos que nos encontremos en las últimas fases del ciclo crediticio».
Sus perspectivas a nivel global contemplan un crecimiento mundial aceptable en el entorno del 3% mientras EE.UU. seguirá anémico a un ritmo del 1,5%, algo que, además, no creen que vaya a acelerarse en el corto plazo. Ken Leech considera, además, necesario que los bancos centrales continúen con sus políticas acomodaticias hasta que la recuperación mundial se afiance. “Los elevados niveles de deuda a escala mundial sugieren que será necesario un tiempo para que se materialicen las mejoras, así como unos estímulos monetarios muy superiores por parte de los bancos centrales”, sostiene.
En este sentido, su pronóstico es que la Fed mantendrá su cambio de rumbo hacia una postura más acomodaticia al menos hasta que el crecimiento económico alcance su objetivo, las condiciones financieras mejoren considerablemente y las perspectivas de inflación aumenten. “Debido a los desafíos a los que se enfrentan los bancos centrales, nosotros, como gestora, no creemos que vayamos a asistir a un cambio de tendencia significativo e inminente en el plano monetario”, explica.
De hecho, el experto ve claro que las reducidas perspectivas de inflación obligarán al Banco Central Europeo (BCE) a actuar de nuevo. “Si el BCE da por terminado su programa de relajación cuantitativa y empieza a retirarlo, los rendimientos europeos podrían aumentar drásticamente. No obstante, en cuanto a la pregunta de si nos encontramos en un cambio de tendencia, nosotros creemos que la respuesta es «no» y esperamos que el BCE mantenga su programa de relajación cuantitativa».
En cuanto a Reino Unido, Leech no muestra una especial preocupación por el desenlace del Brexit. “Supondrá una transición muy complicada, pero no tenemos una postura excesivamente pesimista. La política presupuestaria desempeñará un papel determinante, pero la monetaria seguirá siendo muy destacada”, comenta.
China tampoco parece a sus ojos un foco de inestabilidad excesivamente preocupante con una tasa de crecimiento “manejable” y la certeza de que el gigante asiático seguirá revistiendo una importancia crucial para entender las perspectivas de crecimiento mundiales. “Los temores sobre China se han calmado, pero podría ser demasiado pronto para apagar las alarmas. Los inversores deberán seguir estando alerta y ser prudentes».
En este contexto, el experto cree que los bonos del Tesoro estadounidense y demás deuda pública cuentan con el respaldo de la política monetaria. “Las valoraciones parecen razonables, especialmente en el complicado contexto al que se enfrentaron durante los dos años anteriores, y priorizamos una asignación diversificada y centrada en los activos de mayor riesgo”. Sin embargo, reconoce que en aquellos sectores donde aprecian una recuperación total del valor, empezarán a liquidar posiciones.