Con un espectáculo sin precedente de luces y pirotecnia que duró ocho minutos, por la inauguración de la Torre BBVA Bancomer en la Ciudad de México, la empresa Creatividad y Espectáculos (CREA), filial de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), fue premiada en Nueva York en la categoría internacional de “Mejor diseño de iluminación de eventos”.
La Torre BBVA Bancomer, un ícono arquitectónico sobre Paseo de la Reforma, fue inaugurada el pasado 9 de febrero por el presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, acompañado por el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Dr. Miguel Ángel Manera, quienes fueron recibidos por el presidente del Grupo BBVA, Francisco González, el presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, Luis Robles Miaja, y por el vicepresidente y director General de BBVA Bancomer, Eduardo Osuna Osuna.
“Para un evento tan relevante, como la inauguración de la Torre BBVA Bancomer, que no sólo es un hito arquitectónico del México actual, sino que muestra el compromiso de BBVA con México en el largo plazo, queríamos algo sin precedentes, no un simple corte de listón; deseábamos un espectáculo vistoso, colorido y memorable; y por ello decidimos ponernos en las manos de CREA, expertos de clase mundial en este tipo de acontecimientos, y no nos equivocamos”, comentó Eduardo Osuna Osuna, director general de BBVA Bancomer.
Por su parte, Alejandro Soberón, presidente y director general de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), manifestó que este premio es la muestra del trabajo profesional y comprometido que se hace en México, así como de la colaboración entre empresas líderes como lo son BBVA Bancomer y CREA quien recibe este importante premio.
CREA, que dirige Jaime Alcobe, en colaboración con COCOLAB Internacional, llevó todo el proyecto y fue la encargada de perfilar el espectáculo pirotécnico y de luces del edificio más alto de la Ciudad de México, que fue diseñado por los reconocidos arquitectos de talla internacional: Víctor Legorreta y Richard Rogers.
El espectáculo de iluminación y fuegos artificiales requirió de un complejo montaje durante 44 días, en el que fueron necesarios: 650 técnicos audiovisuales, 7,000 metros de cableado, 2,600 metros de cuerda, 1,092 de tiras de luz, 420 luces led en fachadas, 130 kilogramos de pólvora y más de 2,000 detonaciones, entre otros recursos utilizados.
El ganador fue anunciado el pasado martes 16 de noviembre en una ceremonia organizada por BizBash en la Expo de Nueva York para premiar a lo mejor en el terreno internacional de las producciones, tendencias de marketing, diseño y estilo.
Deutsche Asset Management ha rediseñado su gama de ETFs no ponderados por criterio de capitalización bursátil y además ha lanzado dos nuevos ETFs de mínima volatilidad como parte de su objetivo de liderar el importante segmento de beta estratégica.
Los dos nuevos ETF proveen mínima volatilidad en su exposición a los mercados de renta variable de EE.UU. y la Eurozona y han sido registrados en las bolsas de Londres y Fráncfort respectivamente. Los nuevos ETF de mínima volatilidad son db x-trackers MSCI USA Minimum Volatility UCITS ETF (DR) y db x-trackers MSCI EMU Minimum Volatility UCITS ETF (DR). Ambos ETFs de acciones son de réplica física directa.
Estos son los últimos lanzamientos de una serie de transformaciones y novedades en la gama de Deutsche AM que replica índices no ponderados por capitalización, con los que la gestora de fondos busca afianzar su posición de liderazgo como proveedor de soluciones de beta estratégica.
“La expansión y evolución de nuestra gama de productos de beta estratégica a lo largo de 2016 junto con el lanzamiento de nuestros dos nuevos ETFs de mínima volatilidad nos coloca en una posición fuerte para convertirnos en el proveedor líder de ETFs de beta estratégica en Europa”, según Martin Weithofer, responsable de Beta estratégica en Deutsche AM.
La gama de ETFs de beta estratégica de Deutsche AM se compone de fondos de renta variable y de renta fija. La gestora ofrece actualmente 28 ETFs de beta estratégica dentro de su gama de ETF UCITS registrada en Europa y en Asia, representando 5.000 millones de euros en activos –de un total de aproximadamente 51.000 millones de activos totales bajo gestión en ETF UCITS-.
Los nuevos lanzamientos complementan la gama de ETF con la que Deutsche AM cuenta para ofrecer exposición a los diferentes factores que MSCI identifica en renta variable, específicamente: calidad, valor, momentum y volatilidad mínima global. Además de estos ETFs sobre factores, esta gama de beta estratégica incluye otros tres ETFs sobre acciones: ponderados en función de su dividendo, con pesos similares en todos sus valores, o con exposición a acciones de pequeña capitalización. Para la renta fija, la gama incluye exposición a bonos soberanos ponderados por calidad crediticia, tanto de la Eurozona como de mercados emergentes, así como ETFs con exposición a bonos soberanos y corporativos que aporten mayores rendimientos -con exposición a renta fija de mayor rendimiento, pero siempre dentro de grado de inversión-.
A principios de este mes, Deutsche AM celebró su segunda conferencia sobre Smart Beta Summit en Fráncfort, a la que asistieron más de 150 inversores institucionales europeos para conocer las últimas novedades de mano de expertos de la industria.
Martin Weithofer comentó: “Esperamos un crecimiento rápido de la inversión en beta estratégica en los próximos años. Estamos decididos a estar a la vanguardia de esta importante tendencia».
La consolidación sigue avanzando en la industria de fondos de inversión europea. Según recoge el último informe “Launches, Liquidations & Mergers in the European Mutual Fund Industry: Q3 2016”, elaborado por Thomson Reuters Lipper, el tercer trimestre de 2016 fue testigo del lanzamiento de 466 fondos en el mercado europeo, pero las fusiones y liquidaciones de productos superaron esta cifra (599), de forma que el tercer trimestre del año se saldó con 133 fondos menos disponibles para los inversores europeos. Según los autores del informe, los intentos de la industria por ser más competitiva están llevando a la continuidad de ese proceso de consolidación.
A pesar de ese proceso de reducción de la gama disponible por parte de las gestoras, los lanzamientos se mantienen en línea con los de los últimos trimestres. De los 466 productos nuevos que vieron la luz de julio a septiembre, el grupo más numeroso fue el de los fondos mixtos y multiactivo, con 166 nuevos lanzamientos, seguido de los 145 nuevos de renta variable, 94 de renta fija, 51 productos que pueden incluirse en la categoría “otros” (fondos inmobiliarios, fondos de hedge funds…), y, por último, los monetarios (se lanzaron 10 nuevos fondos de este tipo).
En el mismo periodo, 368 fondos fueron liquidados, de los cuales los fondos mixtos fueron uno de los grupos que sufrió menos liquidaciones: 119 fondos de renta variable desaparecieron, 76 fondos de renta fija, 72 mixtos y 84 en la categoría de “otros», además de otros 17 fondos de mercado monetario.
En el lado de las fusiones (231 en total), los multiactivo también sufrieron menos operaciones de este tipo que los fondos de deuda y renta variable: en el trimestre, 82 fondos de renta fija se fusionaron, 66 fondos de bolsa, 60 multiactivos, 17 monetarios y 6 de otro tipo.
Así las cosas, el cambio neto para el número de fondos en el tercer trimestre de 2016 mostró una reducción de fondos en todas las categorías, excepto en los fondos mixtos, gracias a que estos últimos se beneficiaron de mayores lanzamientos y menores fusiones y liquidaciones que sus contrapartes de deuda y bolsa. En total, el trimestre cerró con 40 fondos menos de renta variable en Europa, 24 monetarios menos, 39 menos en la categoría de otros y 64 menos de renta fija. En cambio, los productos multiactivo sumaron 34 vehículos en términos netos de julio a septiembre.
«La tendencia positiva en relación a los lanzamientos en el sector de multiactivos no debería ser muy sorprendente», dicen los autores del informe de Lipper, ya que este sector viene contando con el favor de los inversores en los últimos dos años. «Los promotores de fondos parece que quieren participar de esta tendencia lanzando nuevos productos. Especialmente en un entorno de bajos tipos de interés, los productos mixtos y multiactivo continúan siendo la categoría preferida por los inversores», explican los autores del estudio.
En total, a finales de septiembre de 2016 había 31.889 fondos mutuos registrados para su venta en Europa. Luxemburgo continúa dominando el mercado de fondos europeo, con 9.243 fondos, seguido de Francia, donde están domiciliados 4.404 fondos.
Los mercados emergentes han sido una de las áreas más golpeadas por la victoria de Trump, ya que sus conocidos planteamientos proteccionistas podrían dañar las exportaciones de estos países a la mayor economía del mundo. El peso mexicano fue de nuevo la correa de transmisión de ese movimiento inversamente correlacionado que son Trump y los mercados emergentes.
A pesar de este pesimismo, desde Legg Mason destacan que algunos bonos denominados en divisa local y algunas monedas del universo emergente avanzaron, síntoma de la creciente diferenciación que aplican los inversores a una clase de activos que en el pasado se movía casi en bloque. Ponen como ejemplo los tipos de los bonos indios en moneda nacional que cayeron por los escasos lazos del país con EE.UU. y porque su economía está más volcada hacia el mercado interno.
“La rupia india fue una de las pocas monedas que se revalorizaron frente al billete verde. Los tipos de la deuda pública de los países de Europa del Este denominados en moneda nacional también descendieron, ya que la región depende más de Europa que de EE.UU. “, explican en su análisis.
Relajación cuantitativa europea: ¿actuar a la fuerza?
Los rumores sobre una posible ampliación del programa de relajación cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE) se multiplicaron tras la victoria de Trump y el euro se revalorizó en primera instancia frente al dólar. Uneuro fuerte hace que los productos europeos sean menos competitivos en el exterior y también entorpece los planes del BCE de estimular la inflación como medio para reactivar el aún renqueante crecimiento europeo.
Según explican en Legg Mason, “EE. UU. es el primer socio comercial de Europa, por lo que un mayor proteccionismo estadounidense podría ser perjudicial para los beneficios de las empresas europeas”. Aunque los inversores comenzaron a descontar un aumento de las previsiones de inflación, algunos observadores del mercado cuestionaron la reacción, argumentando que, si los estímulos monetarios de 2008 y los esfuerzos recientes de los bancos centrales y los gobiernos para dinamizar la economía no han conseguido tirar al alza de los tipos de los bonos, será difícil que lo hagan ahora.
“Por ejemplo, los planes de Trump para aumentar la inversión en infraestructuras podrían toparse con limitaciones presupuestarias. No obstante, el mercado descontaba un aumento de la inflación y una probabilidad del 82% de que la Reserva Federal estadounidense suba los tipos de interés en diciembre, a pesar de la mayor incertidumbre”, afirman desde Legg Mason.
Brexit, Trump… ¿es Italia el siguiente?
La victoria de Trump perjudicó a los bonos europeos, especialmente a los italianos. El país va a celebrar un referéndum sobre sus reformas políticas el 4 de diciembre, que podría verse amenazado por los mismos partidos no tradicionales que se alzaron con la victoria en el referéndum sobre la UE en el Reino Unido y, ahora, en las elecciones estadounidenses.
En su análisis post-electoral, la gestora considera que los mercados perciben en estos momentos que el voto reaccionario es una amenaza para la estabilidad, y eso eleva las primas de riesgo. Los tipos de los bonos italianos a diez años subieron hasta el 1,75%, bastante por encima del 1,27% de los españoles, en lo que supone su mayor diferencia desde 2012.
Gobierno corporativo y sostenibilidad
La elección de Donald Trump plantea una serie de cuestiones que podrían influir en el gobierno y la sostenibilidad de las empresas. Según David Sheasby, responsable de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de Martin Currie, filial de Legg Mason, un aspecto clave tiene que ver con la posición de EE.UU. en materia de cambio climático.
El Acuerdo de París, que fija un plan de acción mundial para limitar el calentamiento del planeta por debajo de 2 grados, se ratificó en noviembre, pero Trump, que es un acérrimo defensor de los combustibles fósiles y tiene intención de reducir al mínimo los costes energéticos para los ciudadanos estadounidenses, ya ha señalado que romperá los compromisos asumidos por EE. UU. “Aunque es más fácil decirlo que hacerlo (el país tendría que esperar tres años para poder desvincularse del acuerdo), sí significa que EE. UU. dejará de ser esa cabeza visible de las iniciativas contra el cambio climático en que lo había convertido su predecesor en el cargo”, comenta Sheasby.
También se plantearán preguntas sobre el futuro de la política tributaria, qué orientación va a imprimirle Trump a la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC) y las implicaciones generales para el Tribunal Supremo. A juicio de Sheasby, una de las decisiones clave del presidente será el nombramiento de un nuevo miembro del Tribunal Supremo en sustitución de Antonin Scalia, fallecido en febrero.
El alto tribunal tiene potestad para decidir qué es constitucional y qué no lo es y, a pesar de los intentos de Barack Obama, no se ha encontrado un sustituto. Con el nuevo gobierno, es prácticamente seguro que el Tribunal Supremo virará a la derecha”. Además, dado que la retribución es un asunto de gobierno societario cada vez más importante, los comentarios en campaña de Trump criticando los elevados sueldos de los consejeros delegados sugieren que las cosas podrían cambiar en esta área”, concluye.
La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos sigue siendo analizada por los expertos de la industria de gestión de activos. En opinion de León Cornelissen, economista jefe de Robeco, “es la mayor decepción política de la historia de Estados Unidos. Está claro que los votantes estadounidenses han optado por un candidato que defiende políticas rompedoras, burlándose de la continuidad. Podemos hablar de un voto masivo contra el establishment, que sigue la misma línea del Brexit, que refleja básicamente el hartazgo de los electores con el statu quo».
En este sentido Cornelissen pronostica malos tiempos para la renta variable y un retorno hacia la deuda soberana, como activo refugio. “El aumento de la incertidumbre supone que las próximas semanas serán adversas para la renta variable, mientras que la deuda soberana se beneficiará de sus atributos como refugio seguro, aunque podrían intensificarse los temores inflacionarios. En Europa, es probable que el Banco Central Europeo amplíe su programa de flexibilización cuantitativa, con sus consabidas implicaciones para los mercados de renta fija”.
En su opinión, el comercio global y el crecimiento son los aspectos que más peligran ahora mismo, ya que Trump ha amenazado con romper importantes acuerdos comerciales, como el NAFTA, e imponer cuantiosos aranceles sobre los productos importados de China, entre otras medidas. “Naturalmente, está por ver cómo se materializará todo esto pero, comprensiblemente, los mercados están muy preocupados. Básicamente, se está produciendo una apresurada fuga hacia refugios seguros, como el oro o el yen japonés. En los mercados comienza a observarse una venta forzada –inversores que tienen que liquidar sus posiciones debido a la nueva situación– lo que probablemente haga bajar más los precios de los activos».
La Fed, bajo amenaza
Cornelissen afirma que el futuro papel de la Reserva Federal estadounidense también pende de un hilo, y que la subida de tipos de interés que se preveía para diciembre probablemente no llegue a producirse. “Trump ha cuestionado la independencia de la Fed durante su campaña, cosa que también inquieta a los inversores”, explica. “Está claro que no va a renovar a Janet Yellen como presidenta de la Fed cuando concluya su mandato en 2018, aunque no cabe descartar que dimita anticipadamente, o incluso que los republicanos propongan modificaciones legislativas que afecten a la independencia de este banco central».
A juicio del experto, la ironía de esto es que el propio Trump sugirió que la Fed mantenía los tipos de interés artificialmente bajos para ayudar a Clinton, por lo que esto podría interpretarse como un factor que hiciera subir los tipos, lo que resultaría deflacionario. “Pero la postura de Trump hacia la Fed podría cambiar rápidamente cuando tome posesión de su cargo”, afirma.
La aplastante victoria eliminará el bloqueo legislativo
Cornelissen afirma que un posible efecto positivo de la victoria de los republicanos en todas las Cámaras es que se eliminaría el bloqueo legislativo que sufría el presidente Obama, cuyas políticas demócratas han sido bloqueadas una y otra vez por el Congreso, en manos republicanas, durante gran parte de sus ocho años de mandato.
Ya se esperaba que los republicanos mantuvieran el control de la Cámara de Representantes, pero los demócratas creían poder ganar en el Senado, que ejerce una función más decisiva en la confirmación de los nombramientos del presidente. “Lo más importante es que los republicanos van a hacerse con la mayoría del Senado, lo que resultará vital para la aprobación de las candidaturas propuestas por Trump para los cargos de su Gabinete y del Tribunal Supremo”, aclara Cornelissen. El bloqueo legislativo quedaría así eliminado, aunque una mayoría en el Senado podría no bastar para evitar que la minoría demócrata bloqueara las cosas. La cuestión esencial es cuáles serán las prioridades de Trump.
El “plus” de inversión en infraestructuras
Cornelissen afirma que un elemento positivo para el crecimiento económico será el aumento del gasto en infraestructuras en Estados Unidos, ya que uno de los pocos aspectos en que coincidían ambos candidatos era en la necesidad de arreglar las maltrechas carreteras y puentes del país.
Otro aspecto positivo, según el experto, es que Trump ha propuesto una drástica reducción del impuesto de sociedades, que podría suponer el regreso del capital estadounidense al país, ya que muchas empresas americanas han estado almacenando su dinero en el extranjero. “Ha dicho que ninguna empresa estadounidense debería tributar más del 15% de sus beneficios, lo que supone una importante reducción respecto del actual máximo del 35%. Este factor resultaría favorable para los beneficios de las empresas americanas a largo plazo”, concluye.
Como continuación del populismo que está arrasando en el mundo, la elección de Donald Trump ha causado conmoción. El programa que trae es tan republicano (reforma fiscal) como demócrata (gasto público), pero además incluye ideas disidentes de su propia cosecha. Cabe destacar varios factores:
Ampliación del ciclo crediticio
Nos estabamos acostumbrando a que Estados Unidos llegue muy tarde en el ciclo, pero la expansión fiscal y las rebajas de impuestos podrían propiciar un estallido complementario de actividad económica que beneficiaría a los ingresos brutos de las empresas estadounidenses, lo cual ayudaría a proteger los flujos de tesorería y evitar o retrasar los ‘defaults’. El debate sobre la reforma del impuesto de sociedades también podría deparar en flujos de entrada de liquidez procedentes de beneficios repatriados del extranjero, lo que impulsaría el consumo estadounidense.
Trump se muestra «favorable a la empresa”. Los títulos de deuda privada en energía (más a favor del petróleo), en el sector farmacéutico (que probablemente no imponga controles de precios al estilo Clinton) y en defensa (firme defensor de la seguridad) están respondiendo de manera positiva. Ya habíamos elevado nuestra exposición a energía en meses anteriores de este año ante la mejoría del entorno de precios. Los principales perdedores probablemente sean los hospitales, dada la derogación prevista (de forma parcial o total) de la Ley de Asistencia Asequible (Obamacare), así como las compañías de energías renovables.
A pesar de la expectativa de que el marco normativo será menos oneroso, existen ciertas advertencias. Los republicanos probablemente tomen el control de 52 escaños en el Senado. Aunque esta pequeña mayoría es suficiente para aprobar medidas presupuestarias, las propuestas de ley que tienen carácter normativo (como cualquier derogación o suavización de la ley Frank Dodd) se enfrentan a maniobras de obstrucción (aplazamiento de medidas), a menos que 60 senadores lleguen a pactos. Sin el apoyo de los demócratas , y suponiendo que todos los republicados estén conformes, Trump podría tener problemas para sacar adelante, al menos con rapidez, algunos de sus planes más atrevidos.
Reflación y apreciación de la divisa
A diferencia de la mayoría de sus colegas republicanos, Trump no parece que tenga recelos viscerales sobre el gasto público. Gracias a sus operaciones inmobiliarias, está familiarizado con la construcción, y gracias a la financiación de inmuebles se siente cómodo con el endeudamiento, por lo que parece razonable creer que seguirá adelante con el gasto en infraestructuras. Las rebajas de impuestos tenderán a ser la moneda de cambio para convencer a los republicanos de que respalden la generosidad fiscal, pero los proyectos de infraestructura tardan tiempo en ponerse en marcha y, por tanto, el mercado puede hacerse demasiadas ilusiones con los márgenes de ganancia de los sectores cíclicos.
La retórica de Trump ha favorecido la reflación, así que el mercado está esperando un entorno más inflacionario; esto explica el aumento de los retornos de los bonos del tesoro en los últimos días. Resulta grato observar que los márgenes de los bonos high yield han ido cumpliendo el rol, de manual, de absorber parte de este aumento. No obstante, la retirada progresiva de estímulos iniciada en 2013 produjo una ampliación retrasada de los diferenciales, que, aunque luego invirtió el rumbo, dio lugar a caidas coyunturales del precio de la deuda high yield.
Los tipos de interés más altos tenderán a absorber dinero rápido, por lo que el dólar probablemente se mantenga sólido; esta situación debería beneficiar a las empresas estadounidenses con proyección local a costa de las que perciben ingresos en el extranjero. Si se pone freno a la inmigración, podría producirse una presión alcista adicional en los salarios. Unos salarios más altos deberían traducirse en un aumento del consumo, pero también podrían comerse los márgenes de beneficio, un aspecto que debe tenerse en cuenta a la hora de evaluar el valor orgánico de una empresa.
Los bonos del sector financiero tenderían a comportarse mejor a medida que se hace más empinada la curva de tipos y en previsión de un régimen regulatorio más laxo. No obstante, las tasas más altas estrechan la ventanilla de refinanciación para las empresas menos solventes.
Proteccionismo
La gran incógnita es si la feroz retórica de Trump perseguía fines electoralistas o representa un programa político auténtico. Las posibles guerras comerciales con otros países podrían desembocar en una ralentización del comercio mundial, lo cual anularía los estímulos derivados de la expansión fiscal. Hace tiempo que tenemos muy poca exposición a mercados emergentes y cabría esperar que esta área de high yield continuará sometida a presión en un contexto de dólar fuerte e inclinación hacia el proteccionismo.
Al presidente de EE.UU se le atribuyen ciertas facultades unilaterales poderosas sobre el comercio, de modo que sus amenazas deben tomarse en serio. El comité de investigación, el Peterson Institute, ha elaborado una lista de estas facultades, que incluyen la capacidad de abandonar el NAFTA y de imponer aranceles y cuotas a los socios comerciales.
Sus declaraciones sin tapujos abren la puerta a una incidencia geopolítica, por lo que las primas de riesgo en las distintas clases de activos seguramente serán más altas. También prevemos mayores niveles de volatilidad del mercado, lo cual debería brindar oportunidades a los gestores activos.
Habida cuenta de lo anterior, la victoria de Trump es una noticia generalmente positiva para la deuda privada high yield dadas sus políticas favorables al crecimiento, aunque las altas tasas de la deuda soberana y las medidas de comercio proteccionistas podrían actuar como un obstáculo.
Kevin Loome es responsable de deuda corporativa estadounidense de Henderson.
El Banco de México, en su reunión calendarizada, decidió subir la tasa de referencia en 50 puntos base, al 5,25%. La decisión estuvo en línea con las expectativas de mercado y con nuestro estimado para esta reunión.
A nuestro juicio, Banxico iba por 100 puntos base (pbs) en lo que resta del año, por lo que para la reunión de diciembre seguimos esperando un alza igual de 50pbs. A diferencia del comunicado anterior de septiembre, en el que el Banco de México subió también la tasa 50pbs, esta vez no incluyó la frase “Este aumento al objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día no pretende iniciar un ciclo alcista de éste”. Aunque claramente subió la tasa en la reunión siguiente, pero en dicho momento no se anticipaba la victoria de Trump en las elecciones presidenciales que hoy ya es una realidad. Banxico, de alguna forma, en el comunicado de hoy dejó abierta la puerta para seguir ajustando la tasa al alza, incluso por encima de la Fed en las próximas reuniones.
A nuestro juicio, apenas comienza un nuevo ciclo de alzas de tasa por encima de la Fed. Como hemos apuntado y así lo reconoce Banxico en el comunicado de hoy: “Tomando en cuenta lo anterior, se espera un ajuste al alza en la tasa de fondos federales en diciembre de este año. Asimismo, si bien se sigue anticipando que ese Instituto Central (la Fed) continúe con el proceso de normalización de su postura monetaria a un ritmo gradual, ante los eventos recientes en los mercados financieros se estima ahora que dicho ritmo podría ser más acelerado y posiblemente de mayor magnitud a lo anticipado”.
Nos hemos referido a esta tesis, como el fin de las “eternas” tasas bajas de la Fed. En este contexto, pensamos que apenas comienza un nuevo ciclo de alza de tasas de interés de Banxico en el que además de seguir a la Fed, tendrá que subir por encima de dichos movimientos. En 2017 Banxico estaría lidiando con: i) la reducción de flujos de cartera a mercados emergentes por el fin de las “eternas” tasas bajas de la Fed, ii) con la descomposición del riesgo país por las menores perspectivas de crecimiento económico, en particular de inversión pública y privada, y por las menores exportaciones consecuencia de la renegociación del TLCAN (NAFTA), y iii) con las mayores presiones inflacionarias provenientes del peso más débil, que también estará buscando su nuevo nivel de equilibrio, el cual a nuestro juicio es más débil que el nivel actual.
A manera de plantear un escenario conservador respecto a la viabilidad e instrumentación de las políticas fiscales y de comercio de Trump en la próxima administración, esperamos que la economía mexicana tenga un crecimiento en 2017 del 1,5%, un tipo de cambio de cierre de año de 22 pesos por dólar, y una tasa de referencia de Banxico del 6,75%. Banxico subiría 50pb en diciembre y la Fed 25pb, mientras que en 2017 serían 100pbs y 50pbs, respectivamente. La inflación estaría terminando 2017 alrededor del 4,0%.
En el informe de octubre de Compass Group, elaborado a partir de la información publicada por la Superintendencia de Pensiones de Chile, la firma especializada en gestión de activos y asesoría financiera analiza el volumen de inversión internacional de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Un mes más, el fondo DWS Deutschland encabeza la clasificación con 1.856 millones de dólares en activos bajo gestión, una estrategia que invierte en renta variable alemana de la gestora Deutsche AM.
En segundo lugar, se sitúa el fondo Robeco High Yield Bonds con 1.741 millones de dólares, con una disminución de 32 millones con respecto al mes anterior. En tercer y cuarto lugar, el fondo indexado Vanguard Institutional Total Stock Market Index Fund Institutional Plus Shares, que invierte en acciones de compañías de grande, mediana y pequeña capitalización tanto en estilo growth como valor, y el fondo Julius Baer Multibond Local Emerging Bond, que invierte en deuda emergente denominada en moneda local, consiguen 1.687 y 1.681 millones de dólares en activos bajo gestión. En quinto lugar, el fondo Henderson Gartmore Fund Continental European, alcanza los 1.649 millones de dólares.
Entre los ETFs, el SPDR S&P 500ETF acumula unos 1.793 millones de dólares, creciendo unos 475 millones de dólares con respecto al mes de octubre, el mayor incremento en renta variable que se ha producido en el mes. En segundo lugar, el Vanguard ValueETF con 1.314 millones de dólares, disminuyó en 19 millones con respecto al mes anterior, y en tercer lugar, el iShares MSCI Brazil Capped ETF alcanzó los 733 millones de dólares, lo representa un aumento de 279 millones de dólares con respecto al mes anterior, el segundo mayor incremento en renta variable que se ha producido en el mes.
Entre las salidas de flujo en renta variable, la renta variable japonesa es la que mayores pérdidas de activos bajo gestión experimentó con una disminución de 74 millones de dólares. El fondo de gestión activa Julius Baer Multistock Japan Stock y el ETF iShares MSCI Japan, sufrieron salidas de 143 y 138 millones respectivamente. A pesar de que los fondos Aberdeen Global Japanese Equity, Tokio Marine Japanese Equity, la clase distributiva del ETF iShares MSCI Japan y el Aberdeen Global Japanese Smaller Companies recibieron 75, 70, 18 y 13 millones de dólares, esto no fue suficiente para compensar las salidas que se produjeron en esta clase de activo.
En renta fija, las AFPs siguen apostando por la deuda high yield denominada en dólares, con un aumento de 142 millones de dólares en activos bajo gestión. Las apuestas más fuertes dentro de esta clase de activo fueron el fondo Nomura Fds US High Yield Bond, el Pioneer US High Yield y el PIMCO GIS High Yield Bond Fund, con 132, 65 y 46 millones respectivamente. Dentro de esta misma clase de activo, los fondos Eurizon Easy Fund Bond High Yield y AXA World Funds US High Yield pierden 36 y 32 millones de dólares respectivamente.
Sin embargo, la renta fija high yield europea perdió un total de 76 millones en activos bajo gestión, el fondo Nordea European High Yield Bond fue el que mayor pérdida sufrió con una salida de 36 millones. El HSBC GIF Euro High Yield Bond y el Aberdeen Select Euro High Yield empatan con unas salidas de 10 millones; y los fondos Deutsche Invest Euro High Yield Corporates y Pioneer Funds Euro High Yield pierden 8 y 7 millones. respectivamente.
Durante mucho tiempo se ha visto la curva de rendimiento del mercado de bonos de Estados Unidos como un indicador principal de la actividad económica. En la etapa tardía de una expansión, el achatamiento de la curva podría ser el resultado de la acción de la Reserva Federal para aumentar su tasa de fondos federales objetivo en un intento por controlar el crecimiento inflacionario. En cierto punto, el mercado reaccionaría para al juste disminuyendo las tasas a largo plazo anticipándose a una desaceleración o recesión, aplanando aún más o invirtiendo la curva.
Para bien o para mal, las antiguas reglas de oro ya no aplican en la actualidad. Esto no es de extrañar, dado los aspectos únicos de la crisis financiera global de 2008, el ámbito de las acciones posteriores del gobierno y del banco central, y la naturaleza de la recuperación. Por ejemplo, hubo un aplanamiento de la curva de rendimiento en 2016, pero esto pasó porque los bancos centrales globales siguieron con políticas de flexibilización monetaria, incluidas compras a gran escala de bonos del gobierno en el extremo de la curva.
Estas compras han sido un ancla para las tasas del Tesoro de EE. UU. a largo plazo, con una caída del pagaré a diez años de 67 puntos básicos este año hasta el 30 de septiembre, incluso después del primer movimiento de la Reserva Federal de aumentar los fondos federales en diciembre de 2015. Si hay una señal de mercado en algún lugar de la disminución de las tasas a largo plazo, es difícil de descifrar dada la escala de actividad del banco central global. Las tasas a largo plazo, bajo el control del gobierno, ahora son un indicador poco fiable.
Después de la Reserva Federal
La vista no es mucho más clara a corto plazo. Una de las dificultades es que para su transparencia, la Reserva Federal se comprometió a ser «impulsada por datos». Eso ha dejado el mercado a merced de sus expectativas para los indicadores financieros clave como el número de nóminas.
En este gráfico, los porcentajes de probabilidad representan la expectativa del mercado, en diferentes momentos del año, de que la Reserva Federal aumente las tasas en diciembre de este año, según los futuros precios de los fondos federales. Para algunos informes, como el de febrero y el de marzo, parece que el mercado anticipó de manera correcta que los datos de las nóminas serían más débiles o más fuertes de lo esperado. No tuvo tanto éxito en adelante, en los informes de abril y junio. Además de eso, el impacto del Brexit el 23 de junio también sacudió los mercados. Como resultado se observó una volatilidad extrema de las expectativas del mercado de cuándo la Reserva Federal seguirá aumentando las tasas; el pronóstico osciló entre más del 90% de con anza al inicio del año y 10% después del Brexit.
Cambios en los fondos monetarios
Pero como dije anteriormente, esta recuperación también estuvo sujeta a variables técnicas no presentes en ciclos anteriores, en parte debido a regulaciones derivadas de la ley de reforma Dodd-Frank. Por ejemplo, la SEC introdujo nuevas reglas para los fondos de mercado monetario, programadas para adquirir vigencia el 14 de octubre, lo que permitirá que los fondos impongan comisiones de reembolso o comisiones paradas durante tiempos de estrés; también se requerirán algunos fondos para permitir que sus NAV floten, en lugar de aproximarse a 1 dólar.
Esto ha tenido un impacto importante en los principales fondos de mercado monetario, que invierten en pagarés bancarios y otras deudas a corto plazo. A medida que se acercaba la fecha límite de octubre, provocó un éxodo de los inversionistas minoristas, mientras que los fondos perdían pagarés y movían la liquidez a fin de reunir comisiones de fondos. El resultado neto es que una importante fuente nanciera para bancos se ha tornado más costosa.
Presión ascendente en Libor
Si bien todas las miradas han estado sobre la Reserva Federal y la tasa de fondos federales, la salida de los principales fondos (posiblemente hacia los fondos del gobierno) redujo una fuente de nanciación para bancos y contribuyó a un aumento en la referencia a corto plazo – Libor a tres meses, que se basa en el rendimiento pagado por los bancos para el crédito a corto plazo. (Si bien Libor no está controlado por la Reserva Federal, históricamente ha estado altamente correlacionado con la tasa de fondos federales, y Libor generalmente aumenta cuando lo hace la tasa de fondos federales). El siguiente gráfico muestra que mientras Libor y los fondos federales se siguen bastante cerca, comienzan a divergir en julio hasta el 30 de septiembre, Libor permaneció en 85 puntos básicos, más del doble de la tasa de fondos federales.
Esto es significativo ya que muchos contractos financieros como préstamos bancarios, hipotecas, préstamos estudiantiles y tarjetas de crédito se vinculan a Libor. Su aumento puede no tener el impacto de «titulares» de un movimiento de los fondos federales, pero existen muchos prestamistas que sentirán el efecto dominó. Como asunto práctico, la Reserva Federal ya ha realizado el ajuste plani cado con el aumento de Libor, lo que representa un mayor aumento en el extremo a corto plazo de la curva de rendimiento.
Manos en los diales
Con tantas «manos en los diales» (es decir, bancos centrales, reguladores SEC e incluso multas de agencias gubernamentales, por ejemplo, multa del Departamento de justicia de un importante banco europeo que elevó el riesgo de manera sistémica), interpretar los cambios de la curva de rendimiento es más peligroso que lo usual.
Nuestra visión es que las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos son razonablemente sólidas, con indicadores clave como nóminas e inflación no tan alejados de los objetivos de las Reservas Federales. Más del 50 % del mercado (gráfico 1) espera un aumento de la tasa de 25 puntos básicos de la Reserva Federal en diciembre, y aún creemos que es el resultado más probable, por lo que la tasa de fondos federales puede compensar el terreno en Libor.
La presión bajista a largo plazo parece estar flexibilizándose, a medida que el Banco de Japón indicó que seguirá concentrando su actividad más hacia abajo en la curva. De manera similar, el Banco Central Europeo decidió plantarse en su reunión más reciente. Vimos cierta elevación a largo plazo al nal del trimestre, lo que refleja estas señales.
El mayor ambiente de tasa a corto plazo debería abrir las posibilidades de los inversionistas. En la actualidad, las VRDO son atractivas desde una perspectiva de riesgo/ retorno y rinden más a medida que las tasas aumentan y se puede acceder a ellos invirtiendo en vehículos libres de impuestos fuera de los fondos de mercados monetarios libres de impuesto (es decir, fondos mutuos de bonos municipales a corto plazo). De manera similar, la mayoría de los préstamos bancarios de tasa otante están vinculados con Libor, por lo que también merecen ser tenidos en cuenta.
Un enfoque en los aspectos fundamentales
Si bien los factores técnicos y las políticas gubernamentales son parte de cualquier ámbito del mercado, parecen ser los impulsores dominantes de la forma de la curva de rendimiento actual de EE. UU. Por último, creemos que los fundamentos basados en el mercado se reevaluarán a sí mismos, en cierto punto
el florecimiento continuo de la economía estadounidense debe resultar en tasas de mayor interés. Los inversionistas de ingresos jos que prestan atención a los fundamentos y a la vez aprecian el riesgo asimétrico inherente en los bonos de máxima calidad actuales (más notablemente, el Tesoro de EE. UU.) deben ser bien recompensados a mediano y largo plazo.
Payson F. Swaffield es gerente general de Inversiones en Renta de Eaton Vance Management.
La reacción de los mercados a la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos ha sido en general bastante moderada. Aun así pueden advertirse una serie de sucesos notables. Los mercados emergentes parecen ser la principal víctima del resultado, mientras que el brusco alza de los rendimientos de los bonos beneficia a las acciones financieras y a otros sectores cíclicos.
El impacto del resultado electoral sobre la economía y los mercados financieros más allá del corto plazo dependerá crucialmente de lo pronto que puedan evaluar los mercados si Trump, una vez en el cargo, exhibe o no pragmatismo, cree el equipo de NN Investment Partners. “Si fuera pragmático buscaría colaborar estrechamente con el Congreso y evitaría medidas de política extremas. En relación con la economía interna, su agenda probablemente combinase entonces reducciones de impuestos para particulares con rentas elevadas y empresas, un programa de infraestructuras públicas y desregulación. De forma aislada, tal paquete respaldaría la cotización de las acciones estadounidenses. A fin de cuentas, el déficit presupuestario probablemente aumentaría de forma sustancial”, dice la gestora en su último análisis de mercado.
Un Trump pragmático —que es el escenario principal de NN IP— probablemente aplicaría de forma más estricta las leyes de inmigración y sólo implementaría medidas proteccionistas limitadas y encubiertas (es decir, no denunciaría los tratados comerciales sino que elevaría sustancialmente los aranceles). Sin embargo, explica, incluso esto último seguiría exponiéndole a las represalias de otros países, especialmente China, y podría alentar la tendencia actual a un mayor proteccionismo. Esto acabaría repercutiendo en el PIB mundial y en el crecimiento de la productividad. Todo esto, por sí mismo, podría justificar que los mercados aumentaran su aversión al riesgo.
NN IP estima que otra razón para la subida de las primas de riesgo podría ser que los mercados percibieran una mayor probabilidad de que los políticos anti‐globalización y contrarios a la inmigración llegasen al poder también en otros países. Algo que se aplica en especial a Europa, a la luz del próximo referéndum en Italia y las elecciones en Países Bajos, Francia y Alemania.
“El voto por el Brexit se ha encajado admirablemente bien; pero si los mismos sentimientos subyacentes (anti-inmigración y anti-globalización) prevalecieran de nuevo –y, esta vez, en la economía más importante del mundo– los mercados podrían concluir que la rebelión de los votantes contra la globalización es más fuerte de lo percibido inicialmente”, reza el análisis.
Fiscalidad más expansiva y endurecimiento de la política monetaria
Por lo tanto, los gestores de NN IP creen que a corto plazo no está claro el efecto sobre la disposición a asumir riesgo en Estados Unidos y a nivel global las perspectivas de estímulo fiscal y de un mayor grado de libertad para las empresas estadounidenses han de contraponerse a los crecientes riesgos políticos, y de política, mundiales. Además, habría que considerar la respuesta más a medio plazo de la política monetaria.
Pero si el impulso fiscal en Estados Unidos resultase sustancial (como lo fue en el primer mandato de Reagan), esto podría acabar induciendo a la Fed a acelerar el ritmo de subidas de tipos. Esta combinación de una política fiscal más expansiva con otra monetaria más restrictiva, en contraste con la situación de partida de la administración de Obama, puede propiciar una apreciación adicional del dólar.
“Como vimos en agosto de 2015 y también a principios de este año, esto, en un mundo caracterizado por desequilibrios, podría deteriorar severamente los flujos de capital de los mercados emergentes y acabar por suprimir el apetito global por el riesgo. Tanto más en la medida en que los precios de las materias primas también disminuyeran marcadamente. En qué medida se materializarían estos efectos negativos es incierto, ya que la resiliencia fundamental de los emergentes y del apetito global por el riesgo frente a expectativas de subidas de tipos por la Fed ha aumentado desde comienzos de año”, apunta la gestora holandesa.
Siendo así, incluso con Trump imbuido de pragmatismo, NN IP cree que aguardaría un período de más incertidumbre, que sería mucho mayor si Trump realmente intentase implementar las políticas por las que abogó durante su campaña. Esto llevaría muy probablemente a un fuerte aumento de la aversión al riesgo en todo el mundo, así como a una radical reevaluación de las perspectivas de crecimiento nominal futuro en muchas partes del mundo ante el riesgo real de que se produjeran guerras comerciales. En ese caso los rendimientos de la deuda pública deberían caer de forma generalizada, si bien no cabe descartar que los inversores empezaran en algún momento a exigir mayores primas de riesgo a los bonos del Tesoro estadounidense, dice.
Sin embargo, ese no es el escenario principal de la firma. No resultará tan fácil describir giros de 180 grados en las relaciones internacionales y la política comercial. Aparte de que, además, implicaría una ruptura con décadas de ortodoxia republicana sobre la importancia del libre comercio.