Buscar refugio cuando la tormenta arrecia
| Por Cecilia Prieto | 0 Comentarios

Este verano la volatilidad volvió a los mercados de renta variable como un rayo caído del cielo. A principios de agosto, unas cifras de empleo en EE.UU. más débiles de lo esperado encendieron los temores de que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) hubiera dejado para demasiado tarde el recorte de los tipos de interés para evitar la desaceleración económica. La preocupación por la economía estadounidense se extendió como la pólvora. El índice VIX (denominado a veces el «índice del miedo») se disparó. El hecho de que el Banco de Japón acabara de subir los tipos de interés explica, en parte, la especial volatilidad que sufrió el mercado de ese país. A mediados de agosto, muchos mercados se habían recuperado parcialmente, pero la lección es clara y conviene no olvidarla: las bolsas pueden comportarse de forma errática e imprevisible. En definitiva, las tormentas pueden estallar en un cielo aparentemente despejado.
En nuestra opinión, tampoco es probable que la volatilidad sea un fenómeno temporal. De cara al futuro, abundan los riesgos de todo tipo. Existe incertidumbre en torno a la economía mundial y la futura trayectoria de los tipos de interés. La geopolítica es otra fuente de riesgo. La guerra que se libra en Ucrania azuza el fantasma de una escalada regional. A mediados de agosto, ese conflicto experimentó un giro sorprendente cuando las fuerzas ucranianas invadieron territorio ruso. En el Reino Unido estalló la violencia callejera contra la inmigración en decenas de pueblos y ciudades, avivada por informaciones falsas difundidas en las redes sociales. Uno de los riesgos de que Donald Trump sea elegido presidente en las elecciones previstas para el 5 de noviembre de 2024, aunque es algo menos probable ahora que Kamala Harris ha sustituido a Joe Biden como su oponente, es que EE.UU. se vuelva aislacionista, permitiendo que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, expanda sus ambiciones territoriales, quizás arremetiendo contra el Báltico. Un riesgo de que Trump no sea elegido es que se niegue a aceptar una derrota justa y sus seguidores salgan a la calle.
No podemos predecir el futuro, y esa es precisamente la cuestión. Los inversores necesitan una forma de exponerse al potencial de rentabilidades positivas, a la vez que amortiguan gran parte del riesgo.
Cuando las bolsas corrigen bruscamente a la baja, apenas supone diferencia para los inversores haber invertido en un fondo que supere ligeramente a su índice de referencia. Las caídas del mercado se llevan todo por delante. Cuando se produce una corrección grave en el mercado, no es un gran consuelo perder algo menos que el índice. Del mismo modo, cuando la volatilidad golpee de verdad, las comisiones ahorradas invirtiendo en fondos de gestión pasiva no ayudarán mucho a conseguir los resultados deseados por los inversores. Los fondos que replican índices caen junto con el mercado; están diseñados precisamente para eso. De hecho, es aún peor: un fondo indexado que replique un índice ponderado por capitalización de mercado caerá más que un fondo equiponderado si la caída es más acusada en unos grandes valores que están inflados.
Existe una alternativa. Un enfoque neutral al mercado trata de evitar la direccionalidad de las bolsas, y lo hace manteniendo en equilibrio una cartera con posiciones largas y otra con posiciones cortas. Al ser una estrategia neutral al mercado, su objetivo es generar rentabilidades a partir del alfa, no de la beta. En un mercado bajista, la cartera de posiciones cortas puede contribuir positivamente, aunque las posiciones largas obtengan resultados negativos. Del mismo modo, en un mercado alcista, la cartera de posiciones largas genera una contribución positiva, aunque la cartera de posiciones cortas obtenga resultados negativos. Cuando una cartera es positiva y la otra negativa, la diferencia relativa entre ambas determina la rentabilidad del fondo.
Las rentabilidades del Jupiter Global Equity Absolute Return (GEAR) Fund (I USD Acc), que gestionamos en el equipo de renta variable sistemática de Jupiter, han mostrado una correlación de -0,10 con el MSCI World NR USD desde su lanzamiento el 30 de junio de 2009 hasta el 30 de junio de 2024. Puede parecer sorprendente a primera vista que una estrategia que invierte en renta variable mundial se haya comportado de forma muy diferente a esa clase de activos. Eso se debe a su enfoque neutral al mercado. Su correlación con el índice JPM GBI Global TR Hdg USD fue la misma: ligeramente negativa con un -0,10. Por lo tanto, también presenta una correlación baja con los mercados de renta fija1.
Además, el GEAR tiene un límite de volatilidad objetivo del 6%, muy inferior a la volatilidad de las bolsas mundiales. Las rentabilidades con una correlación baja con los mercados, y con una baja volatilidad, han tendido a aumentar la diversificación cuando se incorporan a una cartera de acciones y bonos tradicionales.
Entonces, ¿cómo conseguimos alfa? Nuestro proceso de inversión consta de cinco criterios de selección de valores, todos ellos basados en principios de inversión sólidos y diferenciados. Estos cinco principios han sido estudiados en profundidad y son de probada eficacia: valoración dinámica (que tiene en cuenta tanto la calidad como el valor), crecimiento sostenible, equipo directivo, sentimiento y dinámicas del mercado. Estudiamos y probamos continuamente estos métodos de selección de valores y los perfeccionamos periódicamente tras un análisis exhaustivo.
Así pues, cuando se prepare para el próximo episodio de volatilidad de los mercados, tenga en cuenta que existen alternativas. ¡Que no le pille una tormenta!
Tribuna de Amadeo Alentorn, gestor de cartera de Jupiter Asset Management.