BNY Mellon IM: «La combinación de una inflación creciente con el QE del BCE no tiene sentido»
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios
Este es quizás uno de los momentos donde los buenos gestores de renta fija pueden dar el Do de pecho. Con un horizonte de subidas de tipos de interés y unas rentabilidades bajas, e incluso negativas, decir que en la renta fija se pueden encontrar oportunidades es casi un ejercicio temerario.
Bien lo sabe Paul Brain, gestor de renta fija y responsable del fondo BNY Mellon Global Dynamic Bond Fund. “Estamos en un momento realmente difícil para lograr buenas rentabilidad, en particular en la renta fija europea, donde nos encontramos yield bajos o negativos. En este contexto vemos que todos los activos tienen poco atractivo a la par de que todos presentan oportunidades, depende del riesgo que se quiera asumir”, señala.
Entre los activos que le resultan más atractivos se encuentran los bonos del tesoro norteamericanos. “Tradicionalmente los hemos considerado una opción segura, al igual que algunos bonos de países emergentes”, apunta. Lo que es clave, según ha podido contrastar durante este último año, es elegir bien el tipo de activo. “No se trata tanto de una región o de un determinado sector, sino de aquel tipo de activo que mejor se pueda comportar en un contexto volátil como el actual”, matiza.
Un ejemplo de ello es su posición en el mercado de bonos emergente donde invierte en un mix de activos, tanto en moneda fuerte como local. “En países como Marruecos estamos en euros y en otros como Polonia o Indonesia, en dólares”, afirma. Ahora bien, en este mercado, según explica Brain, en cuanto a oportunidades, hay una gran diferencia entre los países seguros y con buen gobierno, y los que no lo son. “Países como Sudáfrica, Turquía, México y Brasil nos gustan y tenemos posiciones en ellos, se logra más beneficio que en otros mercados, pero también el riesgo es mayor”.
Respecto a los activos high yield, en su opinión, siguen siendo una buena opción. “Lo son porque tiene unas tasas de default bajas. Además, el consenso de mercado considera que la devaluación no está ahí. Pese a que los spreads están ajustados, los bonos high yield lo seguirán haciendo bien porque no están muy sobrevalorados”, aclara.
Tendencias que influyen
En su opinión, las tornas cambiarán en el tercer o cuarto trimestre del año, ya considera que el crecimiento puede ralentizarse. “No vamos a lograr mucho dinero ahora mismo en la renta fija, por lo que no vamos a correr excesivos riesgos, porque la prioridad es no perder el dinero de los inversores. Por eso, mirando este 2017, en este ambiente, puedes comprar emergentes o bonos de tesoro, pero mejor manteniéndote alejado del riesgo y del crédito”, recuerda.
Y es que, en su opinión, el contexto actual pesa mucho y supedita bastante las oportunidades. El alto nivel de endeudamiento de los países es un ejemplo de ello. “No, no creo que haya un crisis de deuda cuando el BCE retire los estímulos, sino una revaloración. Mi reflexión es que, teniendo en cuenta el nivel de deuda de países como España, Portugal, Italia y, por qué no también Francia, los yields no deberían estar tan bajos como están. Creo que si la economía tiene altos niveles de endeudamiento, deberíamos tener retornos positivos y si la economía tiene niveles de endeudamiento bajos, posiblemente obtendríamos retornos más negativos porque son inversiones más seguras”.
Esta distorsión del mercado la achaca a las políticas de compra del BCE, sobre las que considera que empezarán a remitir tímidamente en la medida que la inflación llegue al 2% o al 2,5%. En su opinión, “la combinación de una inflación creciente con la política QE no tiene sentido y ya se empiezan a oír voces que reclaman el fin de estas políticas de compras. Cuando estas políticas remitan, los bonos y los yield serán mayores”.
Frenazo a la vista
Cuando Brain se refería a que estamos en un “momento difícil”, no sólo lo hace pensando en las próximas elecciones inglesas ni en tan si quiera en la segunda vuelta de las francesas. En su opinión, el verdadero riesgo es Italia. “Si valoramos la situación de los países comparando la correlación de la riqueza y la calidad y el crecimiento y la población, vemos que Francia, Reino Unido y Holanda están en una mejor posición, frente a Italia. Esto significa que el voto en esos países es un voto de enfado, pero en el caso de Italia, lo que se quiere es cambio. Es una población enfadada que considera que el crecimiento global no le está beneficiando y eso entraña más riesgo. Cuando las elecciones italianas se acerquen, veremos más nervios en el mercado”, afirma.
Además del riesgo político, el análisis de Brain sobre el entorno actual tiene una clara conclusión: vamos hacia una ralentización del crecimiento económico. Según explica, “muchos de los signos de crecimiento que hemos visto durante los últimos doce meses, como son las políticas expansivas del Banco de China, del BCE, banco de Japón incluso del Banco de Inglaterra, o el crecimiento en las exportaciones, veremos cómo se disminuyen en 2019”.
En su opinión, cuando las políticas de estímulo se retiren, el crecimiento frenará a no ser que sean sustituidas por estímulos fiscales, pero “algo así tardaría tiempo en implementarse y en notarse el efecto”, matiza. Sobre todo Brain considera que no es fácil desarrollarlas porque “ya hemos visto la dificultad de Trump para hacer cambios, en Reino Unido también deberían darse tras el Brexit, pero los conservadores todavía están preocupados por el gasto público, y en Europa hay un nivel muy alto de endeudamiento. Lo que sugerimos es que la economía se ralentizará en 2019 porque no hay muchas opciones para implementar políticas fiscales y no hay nada que lo reemplace”, argumenta.