A falta de seis meses para la entrada en vigor de MiFID II, los profesionales de la banca y las finanzas deben demostrar su cualificación a través de certificados y títulos. Para analizar y debatir sobre lo que esto supone, los 50 responsables de la principal red europea de institutos de formación bancaria (EBTN) se han reunido en Sitges (España), invitados por el Instituto de Estudios Financieros (IEF).
La principal red europea de institutos de formación bancaria (EBTN) ha celebrado en Sitges su asamblea anual, donde se debaten los planes para 2017 y 2018 entre los que se encuentran: colaborar para homogeneizar la formación bancaria en vistas de MiFID II, lanzar la segunda etapa de su acreditación de calidad Triple E y evaluar cuáles van a ser las necesidades formativas en el mundo Fintech.
El abordar estos retos es fundamental para la industria, ya que estos meses miles de empleados, agentes bancarios y profesionales de otras entidades financieras en toda Europa están apurando su formación para obtener su certificación. En el caso del IEF, que en España encabeza la adaptación de MiFID II, prevé formar a más de 15.000 profesionales este año.
Esta formación urge ya que, según explica Josep Soler, director general del IEF, “la cualificación de los profesionales financieros implicará más alto nivel de protección para los clientes. Finalmente serán médicos financieros los que diagnosticarán la salud financiera de la ciudadanía”.
Y es que a consecuencia de la normativa MiFID II, que entrará en vigor el próximo enero de 2018, se exigirá a todos los profesionales que informan o asesoran sobre productos financieros una cualificación reconocida y estar sujeto a formación continua. Esto supondrá un esfuerzo para la industria en todos los países europeos. Se prevé que en algunos como el caso de en España la nueva normativa afecte hasta 75.000 asesores financieros, que ahora deberán cualificarse.
El crecimiento global de la riqueza privada aumentó en 2016. Todas las regiones experimentaron un crecimiento positivo como América del Norte, Europa Occidental, América Latina y Oriente Medio, y además África registró una fuerte mejora en comparación con el año anterior. Otras regiones como Asia-Pacífico o el este de Europa crecieron a un mejor ritmo.
Esta es la evolución de la riqueza por regiones según la última publicación de Boston Consulting Group. Su informe Riqueza Global 2017. La transformación de la experiencia del cliente pone de manifiesto las últimas tendencias desde 2016 y llama la atención sobre la región Asia-Pacífico, que logra un aumento importante. “Esperamos que continúe un crecimiento considerable”, dice el informe.
El documento, que analiza la evolución de la industria global de gestión de patrimonios, señala que la riqueza financiera privada global creció un 5,3% en 2016 hasta los 166,5 billones de dólares. Este aumento se debió principalmente a la aceleración del crecimiento económico y al fuerte desempeño de los mercados de renta variable en muchas partes del mundo. De hecho, este incremento fue mayor que en el año anterior, cuando la riqueza global aumentó un 4,4%.
La tendencia de crecimiento seguirá los próximos años y, a finales de 2021, se prevé que la tasa de crecimiento de la riqueza privada mundial sea del 6% –superando la cifra registrada en 2001– con Asia y el Pacífico como los mercados que lideran ese crecimiento.
Todas las regiones experimentaron el año pasado un aumento en la riqueza global. Europa Occidental, por ejemplo, registró un crecimiento modesto del 3,2% en 2016, dado el efecto que causó la incertidumbre sobre el Brexit y su impacto en la Unión Europea, tanto a corto como a largo plazo.
Según las estimaciones del informe, a finales de 2017 se prevé que el nivel de riqueza privada en Asia y el Pacífico supere el de Europa Occidental, y para 2019 se calcula que el nivel de riqueza privada en Asia y el Pacífico superará el de Norteamérica.
En América del Norte, Japón y Europa del Este, el principal impulsor será el desempeño de los activos ya existentes. En Asia-Pacífico, que se caracteriza por un fuerte crecimiento del PIB, el impulso clave serán los nuevos ahorros. Y, en caso de América Latina, Oriente Medio y África (MEA) y Europa Occidental, la expansión de la riqueza debería derivarse, en proporciones relativamente iguales, de los activos existentes y del mayor ahorro de los hogares.
¿Quién crece más?
En cuanto a la expansión de la riqueza por segmentos, los altos patrimonios -high net worth (HNW)-, es decir aquellos con al menos un millón de dólares, registraron el mayor crecimiento en 2016 –un 8%– tanto a nivel mundial como en la mayoría de las regiones. Una excepción fue la de Europa Occidental, donde el segmento inferior de HNW aumentó un 7%.
Además, el número de hogares millonarios –los que tienen más de un millón de dólares– está aumentando a un ritmo más alto que en 2015, impulsado por el fuerte crecimiento de las acciones. Su participación en la riqueza general también siguió creciendo en 2016, una tendencia que no muestra señales de detenerse, según apunta el informe. Se espera que estos hogares mantengan un poco más de la mitad de la riqueza mundial total en 2021, impulsada por el rendimiento esperado de los mercados de renta variable.
En cuanto al número de hogares millonarios por país en 2016, Canadá pasó de la posición octava a la quinta, mientras que Alemania cayó entre los cinco primeros. Una de las razones del avance de Canadá fue el aumento de las acciones canadienses en 2016. Por su parte, China y el Reino Unido experimentaron un gran aumento en el número de hogares millonarios en 2016, debido al desempeño de los mercados locales. No hubo cambios significativos en términos de densidad millonaria en 2016, por lo que Bahrein, Liechtenstein y Suiza siguen manteniendo las posiciones de liderazgo.
Preferencia por la renta variable
A nivel mundial, la mayor parte de la riqueza financiera privada permaneció invertida en renta variable en 2016, con diferencias significativas por región. América del Norte, por ejemplo, se inclinó fuertemente hacia las acciones. En cambio, Europa Occidental mostró una asignación más equilibrada, con sólo una ligera tendencia hacia las acciones. Las regiones restantes, incluyendo Japón y Asia-Pacífico, se inclinaron más hacia el efectivo y los depósitos.
En términos de clases de activos, los bonos registraron un crecimiento de asignación inferior al de las acciones o efectivo y depósitos en 2016. No obstante, para finales de 2021, se espera que las acciones ganen peso.
JP Morgan AM considera que la tendencia de crecimiento general y las favorables condiciones financieras se combinan para crear un entorno positivo para los activos de riesgo. Este contexto también favorece a la renta variable regional diversificada, que la firma cree que está mejor posicionada para beneficiarse del repunte del crecimiento global.
Estas son algunas de las conclusiones y valoraciones a las que ha llegado el equipo de Soluciones Multiactivo de JP Morgan Asset Management. La gestora, como cada trimestre, organiza una cumbre estratégica en la que reúne a sus gestores, estrategas y analistas para analizar y debatir la su visión sobre la asignación de activos e identificar cuáles son los temas globales claves.
Según sus conclusiones, esperan que el crecimiento sea la tendencia global de la economía, lo que les lleva a posicionarse en renta variable japonesa, europea y de mercados emergentes sobre la de Estados Unidos y Reino Unido; y respecto a los bonos, consideran que las actuales tires demostrarán que están en el punto más bajo del rango de 2017.
En este sentido, la gestora señala que su cartera refleja el punto de vista fundamental del crecimiento global como tendencia persistente que se traducirá en niveles más altos de las rentabilidades y los beneficios. “El sentimiento moderado entre inversores y empresas por igual puede retrasar la exuberancia que puede preceder al final del ciclo económico. Pero las economías de final de ciclo están ya, por definición, bastante maduras, por eso nuestro tono moderadamente proriesgo viene acompañado de una cuidadosa diversificación y un escrutinio constante de cualquier bajada en los datos”, explica en el informe que JP Morgan ha publicado a raíz de este encuentro trimestral.
Visión del entorno
La gestora considera que el primer semestre de 2017 se está conformando como el mejor comienzo de año desde 2011. En su opinión, el aumento del momentum económico en Europa y Japón, y los sólidos beneficios corporativos en todo el mundo, compensan ampliamente algunos tropiezos en los datos y las cifras por debajo de lo esperado del crecimiento del primer trimestre de Estados Unidos.
“La renta variable, tal como se esperaba, presentó buenos beneficios como resultado; pero aún así, el sentimiento inversor pareció más cauteloso de lo que podría implicar el comportamiento de los precios. La bajada en las tires de bonos, sin embargo, podría pintar una imagen diferente. Aunque éstos y los precios de la renta variable ya han sido divergentes previamente en esta expansión, la desviación está planteando ahora cuestiones sobre la reflación y, a su vez, sobre la política de la Reserva Federal (Fed)”, defiende. En este sentido, considera el nivel de las tries un aspecto calve para posicionarse de cara al resto de 2017.
Esta tendencia de crecimiento global se sustenta en que la ralentización en la fabricación en Estados Unidos es moderada y transitoria, en que la expansión económica en Europa y Japón son sólidas, y en que todos los segmentos clave de las economías participan en la subida, y las economías de mercados emergentes (ME) también muestran signos de mejora, a pesar de la ligera ralentización del ritmo de crecimiento de China.
Como punto negativo, señala que el optimismo sobre el estímulo fiscal de Estados Unidos se ha desvanecido en gran medida, aunque quedan algunas esperanzas de recortes fiscales este otoño. Además, con Estados Unidos en el pleno empleo y la economía aproximándose al final del ciclo, “la mayor amenaza para nuestro punto de vista constructivo es un excesivo endurecimiento de la política”, matiza.
Pero considera que la reducción del balance de Fed de aquí a final de año y las subidas de tipos graduales les tranquilizan. Según apunta en su último informe, “un ritmo de subidas trimestrales sigue en sincronía con la tendencia económica prevalente y no debería dañar nuestro punto de vista positivo de los mercados de activos”.
Asignación de activos
Respecto a qué supone toda esta visión en la asignación de activos que hace la gestora, destaca que “seguimos sobreponderados en renta variable e infraponderados en duración globalmente. A medida que la economía de Estados Unidos se aproxima al final del ciclo, nuestro único cambio en el nivel de la clase de activos es recortar el crédito desde sobreponderados a neutral, reflejando así que, aunque el crédito probablemente continuará batiendo la rentabilidad de los bonos gubernamentales, no es probable que supere a las acciones. En otros lugares, mantenemos un punto de vista neutral en inmuebles y productos básicos”.
Dentro de la renta variable, la gestora apunta que el bajo nivel de correlación de índices de renta variable interregional, junto con el alza global en el crecimiento, apuntan a una exposición a renta variable diversificada en todas las regiones.
“Nuestras señales cuantitativas y nuestro análisis fundamental nos llevan a una preferencia marginal, en orden aproximado, por la renta variable japonesa, europea y de ME sobre la de Estados Unidos y Reino Unido; por lo tanto mantenemos una sobreponderación a Japón, Europa y mercados emergentes y una infraponderación a acciones de Reino Unido. Somos conscientes de los altos precios de las acciones de Estados Unidos, pero preferimos mantener una pequeña exposición sobreponderada, ya que teniendo todo en cuenta las rentabilidades siguen siendo atractivas, y si los recortes fiscales volvieran a estar en la agenda, probablemente esto impulsaría los beneficios de Estados Unidos”, explica.
En cuanto a los bonos, la gestora considera que los actuales tires demostrarán que están en el punto más bajo del rango de 2017, a medida que la reciente debilidad de la inflación desaparezca y la tendencia económica global persista. “Con 2018 preparado para ser el primer año de oferta de bonos G4 neta positiva desde 2014, vemos espacio para que las tires globales se ralenticen en el segundo semestre de 2017”, argumenta la gestora.
Además, espera que el Bund alemán lleve a otros mercados a rentabilidades más altas a medida que la mejora del crecimiento, la desaparición de los riesgos políticos y la perspectiva de una reducción de las compras de bonos por parte del Banco Central Europeo lastren los precios de los bonos de la eurozona. Según advierte, “es probable que la trayectoria de las tires de los bonos impida que el dólar vuelva a fortalecerse, y aunque vemos algunas subidas modestas frente al yen japonés, esperamos que otros cambios de divisas importantes frente al dólar estén contenidos”.
Durante la segunda parte del año pasado observamos un cambio importante en el discurso de los mercados europeos. Pasamos de un entorno en el que los inversores esperaban un estancamiento permanente y tipos “más bajos durante más tiempo” a otro en el que se preveía un aumento de la inflación y los tipos de interés. Para Alexandra Hartmann, gestora del European Blue Chip Fund, este cambio se vio acelerado por la victoria electoral de Trump y tuvo varias consecuencias importantes en las bolsas, que explica en esta entrevista.
En primer lugar, enumera, los valores cíclicos empezaron a superar ampliamente a los defensivos y la baja calidad se imponía a la alta calidad a medida que el mercado se volvía más optimista. En segundo lugar, las acciones de crecimiento se comportaron mucho peor que las infravaloradas, ya que el mercado buscó el riesgo y estaba menos dispuesto a pagar una prima por el crecimiento fiable. Por último, las correlaciones sectoriales se hundieron, ya que las áreas que se consideraban beneficiarias de la inflación y los estímulos presupuestarios subieron con fuerza, mientras que los sectores con consideración “cercana” a los bonos descendieron con fuerza. Dentro de los propios sectores, la dispersión entre los valores se hundió, ya que el mercado no diferenciaba entre alta y baja calidad.
“Ninguno de estos efectos fue positivo para mi enfoque, caracterizado por una selección de valores bottom-up centrada en empresas que pueden ofrecer crecimiento “orgánico”, independiente del entorno macroeconómico”, apunta en esta entrevista, que se detalla a continuación.
¿Ha realizado muchos cambios en la cartera recientemente?
Varias de mis ideas de mayor convicción se situaron a la cola del mercado durante la segunda mitad de 2016 por motivos que cabe atribuir al sentimiento y a las noticias macroeconómicas. En la mayoría de los casos, la tesis de inversión no cambió y creo que ahora es el peor momento para hacer cambios.
Lo que he hecho ha sido concentrar la cartera en ideas donde tengo una convicción elevada y que creo que han caído de forma injustificada debido al sentimiento del mercado y no por los fundamentales. Ha habido ventas en valores cuyos fundamentales se han deteriorado, como BT, y también en valores que se han comportado bien y ahora están caros, como Kering.
¿Está funcionando ese enfoque?
Sí. Estamos empezando a obtener recompensas, ya que varias de las posiciones del fondo han rebotado con fuerza a medida que el mercado ha comenzado a fijarse de nuevo en los fundamentales.
Un buen ejemplo es Cellnex. Explota torres de telefonía móvil en Europa y se ha embarcado en una estrategia de consolidación en este mercado fuertemente fragmentado. Cuenta con varios motores de crecimiento, como el incremento de los alquileres de las torres un 25% durante los próximos tres años, los nuevos movimientos de concentración y la indexación a la inflación de los precios de sus contratos.
¿Qué otros ejemplos hay?
Fresenius Medical Care (FMC) ha caído con fuerza junto con el resto del sector sanitario a raíz de las inquietudes en torno a los precios de los medicamentos, a pesar de que la compañía, como proveedor de sistemas de diálisis, es más un comprador que un vendedor de fármacos. Se trata del operador líder en un mercado con crecimiento estructural y ha comenzado a expandir su oferta a través de la coordinación de la atención sanitaria para aumentar su cuota de mercado. También tiene margen para reducir los costes. A pesar de ello, las acciones cotizan a 17 veces los beneficios de 2019 para un negocio con una gran visibilidad y una tasa de crecimiento anual compuesto de los beneficios del 12% durante los próximos cuatro años, hasta 2020.
¿Cómo se ha comportado el fondo?
La segunda mitad del año fue difícil desde un punto de vista relativo, pero ahora puedo decir que la situación ha empezado a cambiar. En lo que llevamos de 2017, el sesgo de crecimiento del fondo ha sido favorable para sus resultados. La selección de valores en telecomunicaciones ha sido positiva. El posicionamiento en el sector industrial también ha funcionado bien, y tanto la sobreponderación en esta área como la selección de valores han contribuido positivamente.
¿Cómo está posicionada la cartera?
Las sobreponderaciones más importantes están en industria, TI y atención sanitaria, mientras que mantengo la cautela en materiales, consumo discrecional y consumo básico. Busco empresas que puedan registrar crecimiento orgánico. Las oportunidades deben encajar en una de estas tres categorías: crecimiento a partir de restructuraciones, multiplicadores de crecimiento y crecimiento estructural.
La sobreponderación en consumo discrecional se debe a la falta de exposición a automóviles: las ventas están a punto de tocar techo en Europa en estos momentos y en EE.UU. ya lo han hecho. El sector se enfrenta a los retos estructurales derivados de los vehículos eléctricos y autónomos, dos tendencias que demandan más inversiones, pero no está claro quiénes serán los ganadores. También hemos reducido la exposición a los productos de lujo en fechas recientes, tras un periodo de buen comportamiento, y ahora solo tenemos en cartera a Inditex en esta área.
¿Cuáles son sus perspectivas para las bolsas de la zona euro?
Espero que el mercado se tome una pausa. Hemos asistido al movimiento reflacionista propiciado por Trump y los indicadores macroeconómicos adelantados han tocado techo. Tras un 2016 marcado por las salidas masivas de capitales de la bolsa europea, la situación se ha revertido en parte en lo que llevamos de año. Sin embargo, todavía hay recorrido y el sentimiento hacia la región sigue siendo positivo ahora que gran parte del riesgo político ha quedado atrás. Las valoraciones del mercado europeo siguen siendo atractivas frente a otros mercados desarrollados y los bonos corporativos, pero no están baratas en términos absolutos. Por lo tanto, necesitamos ver nuevas revisiones al alza de los beneficios. En este entorno, espero que un enfoque ascendente y el énfasis en las empresas que puedan crecer orgánicamente se vean recompensados.
Global Evolution, gestora especializada en mercados emergentes y frontera, ha anunciado esta semana que sus activos gestionados han superado los 5.000 millones de dólares por primera vez, lo que coincide además con su décimo aniversario.
De cara a este año, la firma está dando importantes pasos hacia la expansión de su tradicional base de clientes europeos. A través de su filial de propiedad absoluta, Global Evolution USA, LLC, un asesor de inversiones registrado en la SEC con sede en Nueva York, la empresa ha contratado al veterano del sector Robert Morier, anteriormente de ClearBridge Investments, para liderar el negocio norteamericano. Hay planes para lanzar pronto una serie de fondos combinados destinados a inversores institucionales estadounidenses.
«Este hito, alcanzado a la vez que nuestro reciente éxito en recaudación de fondos, atestigua la solidez de nuestra innovadora filosofía de inversión y enfoque centrado en el cliente», afirma Soren Rump, director ejecutivo y cofundador de Global Evolution. «Somos un equipo entusiasta con un profundo conocimiento del sector y operamos con la única intención de superar sistemáticamente las expectativas de nuestros inversores.»
Global Evolution gestiona activamente inversiones en mercados emergentes y frontera para inversores de fondos mancomunados y cuentas segregadas. La empresa ofrece cinco estrategias de inversión básicas a largo plazo o de rentabilidad absoluta, que incluyen deuda en moneda fuerte y en moneda local de los mercados emergentes, renta fija de los mercados frontera, deuda mixta de mercados emergentes y deuda de mercados emergentes y divisas.
«Nuestra filosofía de inversión se basa en la convicción de que la evolución del capitalismo industrial en todo el mundo crea nuevas y apasionantes oportunidades de inversión», señala Morten Bugge, director ejecutivo y cofundador de Global Evolution. «Centrarnos en una selección de países más amplia y diversa, junto con un enfoque de gran convicción no basado en un índice de referencia, nos permite ofrecer una rentabilidad competitiva.»
Compromiso con la inversión de impacto
Fundada en 2007, Global Evolution está comprometida también con la inversión de impacto. La financiación de la deuda que proporciona sostenibilidad macroeconómica y se destina a promover la productividad y a crear infraestructuras, como la producción de electricidad, agua, seguridad, transporte y sistemas escolares, tiene un impacto significativo en la reducción de los niveles de pobreza. Estos aspectos medioambientales, sociales y relacionados con el gobierno (ESG), están incorporados en el proceso de inversión de la empresa a través de diversos modelos econométricos cuantitativos patentados y sistemas de calificación.
«Hemos encontrado evidencias sólidas de una correlación entre la mejora de la dinámica ESG y una rentabilidad superior en los mercados emergentes y frontera soberanos», señala Ramp. «Para nosotros está claro que los países que invierten en mejoras de ESG aumentarán la confianza de los inversores, atraerán la entrada de capital y fomentarán un crecimiento más sostenible.»
Global Evolution es una firma de gestión de activos especializada en deuda soberana de mercados emergentes y mercados frontera. Está representada por Capital Strategies en la región de las Américas.
Desde hace varios meses, el clima empresarial marca una clara mejoría tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes. Por este motivo, desde Candriam señalan que esta bonanza proseguirá y, de ser así, el crecimiento rondaría el 2% en la zona euro tanto en 2017 como en 2018.
Según las perspectivas financieras y económicas realizadas por Candriam, la economía mundial ha vuelto a acelerar con claridad, si se tiene en consideración la reactivación del comercio y de la producción industrial. “A ello ha contribuido la disipación del temor a que se produjera una desaceleración brusca de la economía china, pues ello ha dado pie a que se estabilicen los precios de las materias primas”, apuntan de la firma.
En particular, destaca China, donde Candriam considera que se está reequilibrando el crecimiento en favor del consumo privado, pero que aún es un país se requiere de un avance en las reformas estructurales.
“Mejora de políticas sociales para reducir el esfuerzo del ahorro individual de los hogares, mayor crecimiento salarial para mejorar su poder adquisitivo, etc. Aun así, las autoridades se siguen enfrentando a continuos desafíos, ya que tienen que estar buscando constantemente un equilibrio entre desacelerar la expansión del crédito y mantener un crecimiento económico suficiente”, apunta en su última nota informativa sobre perspectivas.
La incógnita de Estados Unidos
La firma también llama la atención sobre Estados Unidos que tras la victoria de Trump, a finales de 2016, había suscitado esperanzas y temores por igual. Según explica la gestora, la perspectiva de importantes bajadas de impuestos y de una reactivación de la inversión en infraestructuras condujo de inmediato a que se dispararan las cotizaciones bursátiles.
“Aun así, no se puede obviar que al margen del proyecto de reforma del sistema sanitario de Obama, adoptado por ahora sólo por la Cámara de Representantes, las demás iniciativas, y en primer término la reforma tributaria, no han avanzado mucho. Y ello pese a que el partido republicano tiene mayoría en el Congreso”, explica Anton Brender, economista jefe de Candriam.
Desde Candriam se plantean si, en caso de no llegar a producirse la prometida reforma tributaria, habrá que preocuparse por un agotamiento de la economía estadounidense. Bernder cree que no, sin embargo la economía seguirá beneficiándose de la recuperación mundial. Además, la estabilización del precio del petróleo favorece la reactivación de la inversión en el sector minero. Por último, el mercado laboral mantiene su dinamismo y cabe prever que la aceleración salarial continúe y apoye el gasto de los hogares.
Firma señala que, ante todo, cabe pensar que pese a las restricciones presupuestarias y políticas, en 2018 se producirá una rebaja tributaria que permitiría acelerar el crecimiento hasta el 2,5% frente al 2% de este año. “En este contexto, cabe prever que la Reserva Federal prosiga su movimiento de normalización de tipos de interés y emprenda la reducción del tamaño de su balance, antes de que el mandato de Janet Yellen llegue a su fin en febrero 2018”, añaden.
La recuperación en la zona euro
El escenario de Estados Unidos contrasta con la zona euro, donde la gestora considera que el crecimiento ha vuelto a despegar con claridad y parece sólido. Florence Pisani, directora de investigación económica de Candriam, subraya que el motor principal de este crecimiento es la demanda interna. Considera que, tras varios años de ajuste, el sector de la construcción residencial se está enderezando. Pese al repunte de la inflación y un ascenso salarial aún escaso, el consumo de los hogares se está beneficiando del mayor dinamismo de la creación de empleo.
Por lo tanto, con la mejora de sus perspectivas de demanda y unas condiciones de crédito favorables, cabe prever que las empresas inviertan más. Ahora bien, Candriam llama la atención sobre el comercio exterior que, según sus previsiones, frenaría levemente el crecimiento. “Si bien es cierto que las exportaciones se están beneficiando de la recuperación mundial, el tipo de cambio del euro no ha dejado de caer y cabe prever que las importaciones crezcan algo más rápido”, explica la gestora.
Por último, el esfuerzo de ajuste de las cuentas públicas sigue siendo en promedio relativamente modesto, por lo que cabe Candriam prevé que el crecimiento alcance el 1,8% en 2017 para acelerar después algo más en 2018 hasta el 2%.
Debido a que la recuperación económica es más robusta, el BCE tiene ahora margen de maniobra para emprender una reorientación de su política. No obstante, según señala Pisani, “el BCE evitará subir de forma brusca los tipos de interés de largo plazo” en un escenario en el que la economía dista del pleno empleo, la inflación subyacente es débil y el crecimiento del crédito aún moderado.
En este sentido, la gestora apunta que si bien el BCE ha contribuido en gran medida a la reactivación de la actividad, ahora los gobiernos tendrán que arrimar el hombro para reducir las divergencias crecientes entre las grandes economías de la zona en materia de evolución del paro y el endeudamiento. “En concreto, si en los próximos años hubiera grandes economías a las que les costara ir reduciendo su deuda pública conforme a los compromisos presupuestarios contraídos, volverían a surgir tensiones entre países, así como en los mercados… Y es que, más allá de la recuperación, hay cambios políticos que necesitan implementarse”, destaca.
En la estela de Banco Popular, el sector bancario europeo ha sufrido su segunda quiebra bancaria en pocas semanas. Esta vez han sido dos bancos de la región de Veneto, Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca, cuya solidez financiera ha estado bajo fuertes presiones durante varios trimestres por numerosos préstamos morosos y mal provisionados, que han minado profundamente las ratios de solvencia de ambos bancos. Esto ha ocurrido a pesar de las repetidas intervenciones del fondo Atlante1.
El viernes 23 de junio, el BCE dijo que los dos bancos venecianos estaban en una situación muy compleja. Ya que son bancos de pequeña escala, no sistémicos, la Junta de Resolución Única del BCE decidió permitir a las autoridades italianas liquidarlos.
Los accionistas y los tenedores de deuda subordinada (principalmente Tier 2) sufrirán el impacto del coste de liquidar los bancos y separar en un banco los préstamos morosos de los dos bancos, siguiendo el modelo de Banco Espirito Santo e indicando que las tasas de recuperación serán indudablemente escasas.
Los pequeños tenedores individuales de deuda subordinada podrían buscar una compensación después, pero la proporción que pueden esperar recibir todavía es desconocida.
Por otro lado, Intesa Sanpaolo – el banco líder en Italia – va a comprar las partes “sanas” de los balances de los dos bancos4 por un euro nocional, lo que significa que conseguirá: 26.100 millones de préstamos sanos y 4.000 millones de crédito vigente pero arriesgado (totalizando en torno al 8% de la cartera de préstamos de Intesa Sanpaolo); 8.900 millones de otros activos financieros; 1.900 millones en activos por impuestos; 25.800 millones de recursos de clientes (depósitos); 23.000 millones en ahorros fuera de balance (depósitos indirectos); 11.800 millones de deuda senior emitida por los dos bancos; 960 sucursales con en torno a 10.840 empleados.
Esto es capital neutral para Intesa Sanpaolo, ya que el gobierno italiano pagará cerca de 4.800 millones para cubrir los costes de recapitalización y reestructuración (cierres de sucursales y duplicidades) en los activos adquiridos y proporcionar una garantía pública de1.500 millones frente a cualquier contingencia legal producida por la adquisición.
El gobierno italiano también ha comprometido hasta 12.000 millones frente a pérdidas potenciales de la cartera de préstamos sana recientemente adquirida.
Finalmente, Intesa podrá transferir cualquiera de los préstamos actuales pero arriesgados (total de 4.000 millones de euros) al banco malo si su calidad resulta dañada antes de 2020.
Esta resolución a la crisis de los bancos venecianos es en nuestra opinión una buena noticia para el sector bancario italiano. En primer lugar, los balances de dos bancos no viables han sido finalmente limpiados y transferidos a una institución más sólida. Para el comprador, Intesa, el acuerdo se ha hecho en términos muy ventajosos sin dañar las ratios de solvencia.
Los acreedores senior de los dos pequeños bancos sobreviven a pesar de todo. Esto calma los miedos a un contagio, dado que muchos son ahorradores individuales.
El siguiente obstáculo en la reforma del sector bancario italiano es Banca Monte dei Paschi di Siena. El 1 de junio, la Comisión Europea aprobó una recapitalización preventiva que permite al banco acceder a ayuda estatal y salvaguardar los intereses de los acreedores senior, mientras descarga sus préstamos morosos al fondo Atlante (las negociaciones sobre este punto están en curso).
De nuevo, los tenedores de deuda senior y los accionistas sufrirán el impacto, de acuerdo con la ley europea, como condición para desbloquear la ayuda estatal.
A la luz de estos últimos eventos, reafirmamos una vez más nuestra filosofía de tomar sólo posiciones premium en deuda subordinada, ya que las tasas de recuperación en caso de un impago son cercanas a cero tanto en deuda Tier 2 y Tier 1 Adicional.
La única deuda subordinada que mantenemos en el fondo de La Française AM es Intesa Sanpaolo y Unicredit. Ambos nombres fueron impulsados ayer por la acción de las autoridades europeas e italianas y su fortaleza financiera ha sido reforzada significativamente en los últimos trimestres.
El contenido de esta presentación no constituye una oferta o solicitud para invertir, ni un consejo de inversión ni una recomendación para hacer una inversión específica. La información, opiniones y datos numéricos están considerados bien fundamentados y precisos en el día en que la presentación fue escrita a la luz de las circunstancias económicas, financieras y del mercado de valores en el momento y reflejan la visión de esos datos de La Française Group sobre los mercados y sus tendencias.
Columna de Paul Gurzal, director de Crédito en La Française
Tras una economía mundial aparentemente en constante expansión, un hecho sorprendente y, en cierto modo, inesperado ha hecho un discreto acto de presencia en los últimos trimestres: Europa ha batido a Estados Unidos en crecimiento del PIB. Hoy en día, incluso muestra más dinamismo cíclico que la mayoría de las economías emergentes. ¡Eso sí que es un giro de 180 grados!
Hace tan solo unos años, las sucesivas crisis en las economías periféricas, los temores sobre la desintegración del euro y la recesión que asolaba toda la región habían convertido a la zona euro en el ‘patito feo’ (y desesperado) de la economía mundial. Si la recuperación de Europa ha ido avanzando discretamente, de repente se encuentra en el candelero porque: el riesgo político a corto plazo ha desaparecido tras las elecciones francesas y la economía estadounidense está perdiendo fuelle, en contra de la mayoría de las expectativas sobre el programa económico de Trump.
La espectacular racha de cifras sólidas y superiores a las expectativas en Europa sigue su curso. Alemania y España van a la cabeza, pero la zona euro en su conjunto disfruta de unas condiciones económicas muy favorables. Todas las encuestas apuntan a que el Viejo Continente es la zona más dinámica de la economía mundial a día de hoy.
Convertirse en el cisne de la economía mundial implica que la atención probablemente se centre en la normalización de la política monetaria y en los posibles riesgos alcistas para la moneda, dos factores que pueden convertirse en última instancia en lastres para la dinámica actual, como ha sido el caso de Estados Unidos desde 2014. Sin embargo, todo apunta a que la robusta dinámica económica actual durará, como mínimo, hasta finales de año en Europa, un hecho positivo para la economía mundial en un momento en que el crecimiento estadounidense está decepcionando y China lucha por reequilibrar su modelo económico.
En general, la economía global continúa experimentando un crecimiento positivo del PIB. Entre los principales mercados, destaca claramente la zona euro, tanto en términos de tasa de expansión como en dinamismo, mientras que Estados Unidos y China experimentan una ralentización en su dinámica de crecimiento. El Viejo Continente y Japón son actualmente las únicas grandes zonas económicas que crecen por encima de su potencial a largo plazo.
Desde los datos de abril, las tasas de inflación ya no se han visto notablemente distorsionadas por los efectos de base relacionados con el petróleo. Así pues, la inflación ha regresado a un «aburrido» entorno de niveles bajos pero de signo positivo en las economías desarrolladas. En el universo emergente, la estabilización de las divisas y las políticas monetarias restrictivas ayudan a contener, e incluso a revertir, las dinámicas inflacionistas.
En cuanto a la política monetaria, probablemente la atención se centre más en el BCE que en la Fed en lo relativo a la normalización en el segundo semestre del año, ya que el BCE tendrá que ser muy cauteloso al comunicar la normalización gradual de su política monetaria si no quiere socavar la recuperación europea. Sin embargo, la naturaleza expansiva de las políticas monetarias en todo el universo desarrollado —que tan necesarias hizo la combinación de inflación baja y endeudamiento elevado— no desaparecerá.
Un tenso debate en la Cámara de Diputados de Argentina concluyó con la media sanción de la Ley de Responsabilidad Penal Empresarial que servirá para que el país avance en su proceso de ingreso en la OCDE y mejore su imagen internacional.
La normativa, que tiene pendiente el voto en el Senado, establece la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción tanto de empresas como de personalidades jurídicas como asociaciones.
Las penas por delitos contra la administración pública aumentan (entre 4 y 10 años de prisión) y las hacen excarcelables.
Las multas serán del 0,5% al 20% de las ganancias brutas anuales de la empresa. En caso de colaboración de la entidad para dilucidar un delito de corrupción se podrá obtener la inmunidad.
La bancada oficialista no logró una mayoría suficiente para aprobar el artículo 37 de la normativa, que tenía como objetivo hacerla retroactiva. Con el llamado “artículo Odebrecht”, el gobierno tenía intención de investigar los vínculos entre la constructora brasileña y la administración de Cristina Fernández de Kirchner.
Pero la oposición bloqueó este capítulo de la reforma y el gobierno dio marcha atrás dándole prioridad a un cambio necesario para que Argentina se acerque a la OCDE.
“Crisis ha sido la palabra de la última década, pero también puede ser la oportunidad de la próxima”, con estas palabras Yves Perrier, director general de Amundi, abría el foro mundial de inversión que la gestora organizó para sus clientes del 29 al 30 de junio, en París. Durante el fórum, economistas, ex políticos, expertos y gestores de la firma pusieron sobre la mesa los principales retos del mercado, como la política de los bancos centrales y los riesgos geopolíticos, pero también las oportunidades, como la vuelta a activos más cíclicos y la gestión activa.
Oportunidades que pasan también por reforzar aún más la gestora tras la adquisición de Pioneer Investments, que finalizó el pasado 3 de julio. Aunque Perrier no quiso adelantar nada más sobre las consecuencias de esta adquisición, sí defendió ante sus clientes que con está integración las proyecciones apuntan a 150 millones de euros en sinergias de costes y 30 millones en sinergias de ingresos durante un año completo, a partir de la finalización del proceso de integración. “Reforzamos nuestro posicionamiento y oferta de productos, lo que nos va a permitir responder mejor a las necesidades de inversión de nuestros clientes”, destacó.
Dejando a un lado la integración de Pioneer Investments, Perrier puso el foco de su discurso en explicar la interpretación que hace Amundi del entorno actual que, en su opinión, “está muy polarizado”. Según explicó, en el aspecto económico, necesitamos entender que el mundo lo está haciendo mejor y está creciendo; esperamos un 2,5% de crecimiento para este año. “Hay dos elementos que están impulsando este crecimiento: los mercados emergentes y el proceso tecnológico que la sociedad, los mercados y la propia economía está viviendo”, destacó.
Ahora bien, esa polarización que citaba al inicio de su intervención la argumentaba explicando que “la macro tan positiva contrasta con los efectos que tiene y que va a tener la política de los bancos centrales según vayan retirando sus estímulos. Esto deja un escenario divergente que no todos los países están aprovechando. Aún así, hemos de ser optimistas y recordar que los fundamentales, tanto de las economías como de numerosas empresas, son fuertes”.
Liderazgo europeo
Pese a que Perrier mostró ese positivismo, no quiso dar la espalda a ciertas tendencias que pueden llegar a ensombrecer este escenario. “Los riesgos políticos, que habían desaparecido, han vuelto a escena. Está el Brexit y la incógnita sobre cómo el Reino Unido se desconectará de la Unión Europa y de cómo quedará configurado el proyecto europeo; Trump y las expectativas que ha generado sobre sus políticas, y el populismo, que marca una nueva forma de política”, apuntó como principales riesgos.
En este contexto, Perrier no duda de la fortaleza de Europa, de la que destaca su crecimiento económico sostenido y las valoraciones positivas de sus empresas en el mercado. Además, asume que la salida de Reino Unido de la Unión Europea y de Estados Unidos del pacto por el cambio climático son una oportunidad para que Europa se posicione y muestre su liderazgo internacional. Opinión que también comparte Enrico Letta, ex primer ministro de Italia, que participó en la primera mesa del fórum, en la que abordó el escenario geopolítico actual junto con Catherine Ashton, ex presidenta de la Cámara de los Lores y ex representante, y Simon Fraser, ex secretario permanente de la oficina de Exteriores y la Commonwealth.
“Creo que los ocho meses que tenemos por delante con las negociaciones del Brexit son una oportunidad para reorientar y reforzar el proyecto europeo; y esto nos va a preparar para el futuro como región. Estamos en el momento más importante para Europa desde el Tratado de Maastricht”, destacaba Enrico durante la mesa de debate.
Inversores e inversiones
Frente a toda esta escena, Perrier considera que los inversores “tienen un papel muy importante apoyando a las empresas y a sus estrategias, para que sean sostenibles en el tiempo”. En este sentido, señaló que el no existe ningún tipo de contracción entre el fin que persiguen los inversores y lo que el mercado les puede ofrecer. “Vemos que una de las tendencias más trasversales que se están dando es la inclusión de criterios ESG en las decisiones de inversión y así lo estamos haciendo en Amundi”, afirmó.
Respecto al posicionamiento de la gestora de cara a las oportunidades de inversión, Pascal Blanqué, jefe de inversiones del Grupo Amundi, afirmó que “creemos que en Europa hay potencial para coger rentabilidades si nos fijamos en los fundamentales de las empresas”. Blanqué destacó que el contexto actual, la gestora se mantiene neutrales en Estados Unidos y positivos en mercados emergentes. En este sentido, la gestora apuntó algunos activos que están presentes en las numerosas estrategias y fondos que tiene, como por ejemplo el real estate, las empresas de mediana capitalización o los bonos corporativos.
Desde una óptica del negocio, Laurent Bertiau, subdirector de la división institucional y de clientes corporativos de Amundi, recordó que la industria vive un momento de reinvención. “Es necesario desarrollar nuevas estrategias para nuestros clientes, como el smart beta, y adaptarse a los nuevos procesos y grandes tendencias que nos rodean; así como ser más estrategas que tácticos”, defendió.