Un estudio global realizado por New Horizon Aircraft revela que los gestores de fondos muestran cada vez más interés por las llamadas small y micro caps. El informe, elaborado a raíz de una encuesta a gestores de fondos de EE.UU., Canadá, Europa, Oriente Medio y Asia, con un total de 82.400 millones de dólares en activos bajo gestión, concluye que el 76% de los encuestados anticipa que el nivel de exposición a las pequeñas y micro capitalizaciones por parte de los inversores institucionales aumentará en los próximos seis a doce meses. Es más, uno de cada tres (34%) gestores de fondos cree que las asignaciones podrían aumentar en un 25% o más.
En el caso de los inversores minoristas, la tendencia será la misma: El 83% de los gestores de fondos encuestados espera que estos eleven su asignación en los próximos seis a doce meses y el 52% afirma que la asignación podría aumentar en más del 25%, y uno de cada ocho (12%) cree que la exposición a pequeñas y micro capitalizaciones podría aumentar en más del 50%.
«Uno de cada tres gestores de fondos describe el nivel actual de exposición de los inversores institucionales a peste tipo de activo como infraponderado, con el 21% de los encuestados describiendo la asignación a micro capitalizaciones como ligeramente infraponderad y el 11% describiéndolo como extremadamente infraponderado. Y el nivel actual de exposición de los inversores se describe como sobreponderado en un 4% y 23%, respectivamente. Un panorama similar se observa con los inversores minoristas, con los gestores de fondos describiendo la asignación de este grupo a pequeñas y micro capitalizaciones como infraponderada (32% y 27%, respectivamente) y como sobreponderada (17% y 13%, respectivamente)», apunta el informe.
En opinión de Brandon Robinson, CEO de Horizon Aircraft, este análisis demuestra que los gestores de fondos creen que la exposición a pequeñas y micro capitalizaciones tanto por parte de los inversores institucionales como minoristas es menor de lo que debería ser. «Sin embargo, con los recortes de tasas de interés previstos y las condiciones del mercado que se espera mejoren, los gestores de fondos anticipan que los inversores buscarán aumentar significativamente su asignación a acciones de pequeña y micro capitalización. A medida que la economía se recupere, las empresas de pequeña y micro capitalización pueden tener un mayor potencial de crecimiento que las empresas de gran capitalización debido a sus bases de ingresos más pequeñas y su agilidad para capitalizar las oportunidades. Esto históricamente las ha hecho más atractivas para los inversores que se ven impulsados por el potencial de altos retornos y una mayor aceleración de ganancias en los próximos 12 meses», explica.
Según el último informe elaborado por Peder Beck-Friis, economista, y Richard Clarida, asesor económico global de PIMCO, la preocupación por el crecimiento de la deuda pública en los mercados desarrollados es limitada. Los expertos reconocen que es comprensible que las perspectivas fiscales a largo plazo en un contexto de deuda elevada y creciente generen inquietudes, pero no deberían generar alarmas.
Si bien la sostenibilidad de la deuda ha empeorado en medio de los altos tipos de interés y las secuelas de los estímulos de la era de la pandemia, desde PIMCO creen que esta sigue siendo sostenible en términos generales. «Un aspecto relevante del informe es que Estados Unidos, aunque se enfrenta a restricciones fiscales menos vinculantes, a largo plazo el país debe abordar la trayectoria de su deuda, por lo que el impulso para el cambio debería dar lugar a algunos ajustes en la política fiscal o de prestaciones sociales. Las condiciones monetarias restrictivas derivadas de la pandemia, no han desencadenado una inestabilidad financiera más amplia por lo que el informe concluye que la deuda corporativa general ha disminuido en los últimos años», explican en el documento.
Sin embargo, desde PIMCO demuestran que el sector público se ha llevado la peor parte de la tensión financiera posterior a la pandemia. En este sentido argumenta que en los mercados desarrollados, la sostenibilidad de la deuda pública ha empeorado en tres áreas clave que son, en primer lugar, el aumento del stock de la deuda pública como consecuencia de los grandes paquetes de estímulo desde 2020. Si bien la inflación ha erosionado parte de este aumento, la deuda pública como proporción del PIB en los países avanzados se mantiene cerca de máximos históricos, sostiene el informe.
En segundo lugar, el informe señala que el flujo de endeudamiento público sigue siendo elevado. «Los déficits primarios (ajustados por los costos de intereses) en los países avanzados siguen siendo más altos que los niveles anteriores a la pandemia y, por último, las tasas de interés se han disparado, agravando el costo del servicio de los déficits. A diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de la historia, según el informe, las tasas de interés pueden superar pronto el crecimiento del PIB en muchos países, un umbral por encima del cual la dinámica de la deuda tiende a ser menos estable», explican los expertos de PIMCO.
En muchos países desarrollados, la sostenibilidad de la deuda no es motivo de preocupación, según el informe. El panorama es más precario en países con mayor deuda, como Francia, España, Italia, Reino Unido y Japón, según el informe. Esto significa que es probable que estos países tengan una capacidad fiscal limitada para hacer frente a futuras desaceleraciones, según PIMCO, y un alto nivel inicial de deuda aumenta la vulnerabilidad a nuevos shocks. Y si estos países continúan luchando con un bajo crecimiento a largo plazo, entonces sus perspectivas fiscales podrían empeorar. A pesar de esto, el informe establece que la dinámica fiscal de estos países sigue pareciendo sostenible en términos generales ya que, cabe destacar, la mayoría de estos países tienen previsto apretarse el cinturón fiscal.
El caso atípico entre las economías desarrolladas es Estados Unidos, según el informe, donde la deuda tiene una tendencia de fuerte aumento. A primera vista, la dinámica parece preocupante. El stock de deuda en relación con el PIB es comparable al de muchos otros países avanzados, incluso inferior al de algunos.
Estados Unidos celebra sus elecciones presidenciales el próximo 5 de noviembre, lo que supone un período de cierta incertidumbre a medio plazo, según el informe, ya que es difícil prever las políticas fiscales y sus consecuencias en la economía norteamericana. Muchas de las políticas de Estados Unidos en materia de inmigración, comercio y regulación dependerán de las elecciones, aunque independientemente del resultado, es probable que, según el informe, el déficit se mantenga prácticamente sin cambios en los próximos años, e incluso aumente un poco si los recortes fiscales de Trump se extienden a fines de 2025.
En consecuencia, según el informe, la relación entre la deuda pública y el PIB de Estados Unidos está a punto de aumentar bruscamente, mucho más que en otros países.
Sin embargo, una mirada más profunda del informe a la situación fiscal de Estados Unidos revela un panorama menos sombrío: «Es cierto que la deuda en relación con el PIB ha aumentado en la última década. Pero en relación con la riqueza nacional neta, el informe demuestra que la deuda pública en realidad ha caído. El crecimiento del stock de capital de la economía ha superado al endeudamiento público desde 2011».
Además, según el informe, Estados Unidos también enfrenta restricciones fiscales menos vinculantes que otros países y la carga tributaria del país, alrededor del 30% del PIB, es baja en comparación con otros países y con su propia historia.
Por lo tanto, es probable que los inversores otorguen más credibilidad fiscal a Estados Unidos que a otros países, según el informe. Todo esto se traduce en que, según PIMCO, el déficit sigue siendo elevado, la deuda sigue aumentando y la demanda de bonos del Tesoro de EE.UU. sigue siendo sólida, en parte debido a la condición del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial.
Por último, si los tipos de interés neutrales se mantienen bajos, esto podría mejorar las perspectivas fiscales de EE.UU. hasta cierto punto, incluso en medio de primas a plazo modestamente más altas. La solución más probable a largo plazo es, según PIMCO, alguna forma de consolidación de la deuda a través de reformas del gasto en prestaciones sociales o impuestos más altos. Si bien eso parece poco probable ahora, las actitudes pueden cambiar con el tiempo.
«El escenario base para la economía estadounidense es una senda de statu quo de aumento de la deuda que conduce finalmente a un giro hacia cierto grado de restricción fiscal, según el informe, aunque también consideran algunos escenarios de riesgo poco probables para ellos. En primer lugar, el caso más perturbador: una pérdida repentina y desordenada de credibilidad fiscal, con la demanda de bonos del Tesoro de EE.UU. agotándose y la prima por plazo aumentando bruscamente», apuntan y matizan que este escenario es altamente improbable para PIMCO.
En segundo lugar, un escenario de dominancia fiscal: las autoridades recurren a una inflación elevada para erosionar el valor nominal del saldo de la deuda. Esto también es poco probable. Y, según la gestora, en tercer lugar, una perspectiva más benigna: la senda de la deuda de Estados Unidos mejora gracias a un crecimiento notablemente mayor de la actividad real. Esto también es poco probable.
Conclusiones
En un contexto de elevada deuda y déficits, desde PIMCO, esperan una mayor volatilidad de los mercados en el futuro, a medida que los mercados financieros se se vuelven más sensibles a las perturbaciones fiscales y políticas. «Un espacio fiscal más limitado tenderá a limitar las políticas fiscales en futuras recesiones. Junto con la fatiga de la QE, se esperan políticas que contengan menos la volatilidad en los próximos años, lo que se suma a unas perspectivas macroeconómicas más volátiles», indica el informe.
Desde PIMCO esperan que los tipos de interés de los mercados desarrollados bajen en el horizonte secular. «Esto se debe, en parte, a que es probable que la política fiscal siga siendo restrictiva. La dinámica fiscal variable entre los países también crea oportunidades de valor relativo en la duración global. Los mercados de renta fija están preparados para generar rentabilidades competitivas y un menor riesgo en comparación con otras clases de activos», concluyen.
La campaña electoral ante las elecciones presidenciales estadounidenses se intensifica. Además, el voto anticipado ya ha comenzado, incluso en algunos de los estados clave que podrían ser decisivos para el resultado. Las gestoras internacionales reconocen que los inversores de todo el mundo están analizando cómo podría influir en los mercados una carrera que, por ahora, sigue siendo muy ajustada.
“Como era previsible, las políticas de la vicepresidenta Harris son bastante parecidas a las del presidente Biden. Esto sugiere que, si gana Harris, los inversores podrían esperar un cierto grado de continuidad en el actual entorno político y económico. Por el contrario, el expresidente Trump ha endurecido su discurso, reforzando su enfoque de ‘América primero’. Si vuelve a ganar, podríamos presenciar una transición radical hacia aranceles más altos, desregulación de sectores clave, un control fronterizo más estricto y una política exterior más independiente”, resume Greg Meier, economista senior en Global de Allianz Global Investors.
La cuestión del déficit
Hasta ahora, hemos analizado qué separa a los candidatos y cómo pueden afectar los diferentes escenarios electorales a los inversores, pero también hay que tener en cuenta lo que une a Harris y Trump. Según el informe elaborado por Natixis CIB, tanto Harris como Trump serán derrochadores, proponiendo políticas que degradarán aún más la trayectoria fiscal a largo plazo. “Las políticas de Harris proporcionarán algunas compensaciones de ingresos, pero darán lugar a un crecimiento más lento y menos inversión. Las políticas fiscales de Trump promoverán el crecimiento, pero aumentarán las presiones sobre los precios y empeorarán las perspectivas de la deuda”, se desprende del estudio.
Joseph V. Amato, President and Chief Investment Officer—Equities de Neuberger Berman, coincide en que ninguno de los candidatos parece dispuesto a abordar el problema de la sostenibilidad de la deuda de Estados Unidos y esto, en su opinión, es importante. “Parece haber poco apetito por recortar el gasto en defensa o prestaciones sociales, dos de los tres elementos más importantes del presupuesto federal, el otro es el gasto en intereses”, apunta.
Según explica, el Modelo Presupuestario de Penn Wharton atrajo mucha atención con su estimación de que las propuestas de impuestos y gastos de Harris agregarían 2 billones de dólares al déficit primario, acumulativamente, durante la próxima década, mientras que las propuestas de Trump agregarían poco más de 4 billones de dólares.
“Las proyecciones de los economistas muestran sólo una diferencia modesta en el déficit de cada candidato durante los próximos cinco años. En términos generales, las propuestas de Harris muestran una redistribución neutral del déficit de los contribuyentes corporativos y de mayores ingresos a los contribuyentes de menores ingresos. Y los de Trump muestran una ligera reducción del déficit, suponiendo que los ingresos arancelarios compensen los impuestos más bajos. Una vez más, se espera que un gobierno dividido suavice el efecto de las propuestas de cualquiera de los presidentes y, en ambos casos, mejore ligeramente las perspectivas de la deuda”, afirma.
En opinión de Alvise Lennkh-Yunus, director de calificaciones soberanas y del sector público de Scope Ratings, a menos que el partido del candidato presidencial ganador consiga la mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, Estados Unidos se encamina hacia otra crisis del techo de la deuda a principios de 2025.
«Tanto los demócratas como los republicanos muestran poco apetito por contener o incluso revertir la política fiscal expansiva del Gobierno. Las políticas propuestas por Kamala Harris aumentarían el déficit entre 1,2 y 2 billones de dólares en los próximos 10 años, mientras que las de Donald Trump se estima que lo elevarían entre 4,1 y 5,8 billones. Aunque estas estimaciones son inciertas, está claro que ninguno de los candidatos tiene un plan concreto para consolidar las finanzas públicas estadounidenses», señala el experto de Scope Ratings.
Impugnación y limbo
Desde Lombard Odier coinciden con la mayoría de los análisis en que estas elecciones son el factor de riesgo político más destacado para los mercados. “La reñida contienda entre los candidatos demócrata y republicano ha aumentado las posibilidades de que se produzca un resultado impugnado en las elecciones estadounidenses tras los comicios del 5 de noviembre. Creemos que la carrera presidencial está demasiado reñida, aunque nuestra hipótesis de base sigue siendo que el Senado será republicano y la Cámara de Representantes estará controlada por el partido que gane las elecciones. Aunque la votación debería arrojar un resultado claro, un resultado impugnado sigue siendo una posibilidad”, explican.
En este sentido, son pocos los análisis que hemos escuchado acerca de qué supondría una impugnación de las elecciones. Según explican desde Lombard Odier, desde 1800 ha habido cinco elecciones presidenciales impugnadas, la última en el año 2000. “Existen tres soluciones para una votación impugnada: La intervención del Tribunal Supremo, la Ley de Reforma del Recuento Electoral de 2022 o una “elección contingente”. Las tres están abiertas al debate jurídico. En 2000, el Tribunal Supremo detuvo un recuento en Florida que dio la presidencia a George W. Bush. Hoy, el Tribunal Supremo probablemente querría evitar decidir quién se sienta en la Casa Blanca”, señalan.
De hecho, el S&P 500 cayó casi un 12% desde el día de las elecciones hasta mediados de diciembre, después de las elecciones de Bush/Gore en 2000, aunque muchos otros factores estaban en juego. “Pero la historia sugiere que, una vez que se conozca el resultado, es probable un rally de la ‘bievenida’ a quien llegue a la Casa Blanca”, matiza el responsable de Neuberger Bernan.
En un escenario de “elecciones contingentes”, la Cámara de Representantes elegiría al próximo presidente, mientras que el Senado seleccionaría al vicepresidente. “Cualquier disputa electoral en el Congreso tendría que resolverse antes del 20 de enero de 2025, cuando termina el mandato del actual presidente. Esto sería problemático, especialmente si Kamala Harris, como presidenta del Senado, participara en el desbloqueo con su voto de calidad. Si el Congreso no puede pronunciarse a favor de uno de los candidatos, la Ley de Sucesión Presidencial estipula que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ejerza de presidente en funciones”, añaden desde Lombard Odier.
En consecuencia, la firma espera que cualquier limbo político a partir de la votación del 5 de noviembre y hasta 2025 provoque volatilidad en los mercados y un impacto negativo en los activos estadounidenses. “Observamos que, tras las elecciones de 2000, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años subieron 75 puntos básicos entre las elecciones y el final del año, mientras que el oro ganó un 3%, a pesar de que la renta variable estadounidense y el índice del dólar cayeron. En caso de una victoria más clara de cualquiera de las partes, nuestras opiniones sobre los efectos previstos en las clases de activos se exponen en el cuadro siguiente”, concluyen.
Un telón de fondo paradójico
Los expertos coinciden en que Estados Unidos ha disfrutado de la recuperación pospandémica más sólida de todas las grandes economías desarrolladas. Sin embargo, en opinión de Raphaël Gallardo, economista jefe de Carmignac, esta larga expansión ha entrado en una fase de ralentización, a medida que se desvanece la «adrenalina» de las gigantescas medidas de estímulo relacionadas con COVID, un dólar fuerte pesa sobre el sector manufacturero y los elevados tipos reales que se necesitaban para ahuyentar la inflación han aplastado la demanda en sectores sensibles a los tipos, como la construcción y el sector inmobiliario.
“Los consumidores siguen llevando la antorcha del crecimiento, pero, a pesar de un bajo nivel de desempleo, la mayor parte del dinamismo procede cada vez más de los quintiles más altos de la distribución de la riqueza, que se benefician de los continuos efectos riqueza de un mercado bursátil ya de por sí caro. El envejecimiento de la población, el aumento de las transferencias sociales y las subvenciones a la transición energética también han ampliado el déficit fiscal hasta niveles inauditos fuera de recesiones, guerras o pandemias (7% del PIB)”, señala el economista jefe de Carmignac.
Justamente, en su opinión, ésta es la paradoja de estas elecciones: “Tras ocho años de resultados superiores de la economía estadounidense y un comportamiento estelar de su mercado de valores, la frustración de los votantes con el estado de la economía ha dado forma a las plataformas electorales de los dos principales candidatos. El próximo gobierno heredará una economía más vulnerable de lo que sugiere su trayectoria reciente, y por eso las medidas populistas que defienden ambos candidatos podrían tener repercusiones desmesuradas en los mercados financieros”.
Para Gallardo el verdadero “elefante en la habitación” es que, independientemente del resultado, “estas elecciones podrían cambiar el motor de una economía que ha sido la envidia del mundo durante décadas”.
Para responder al aumento de la demanda de ETFs a plazo fijo, DWS ha ampliado su gama de ETF Xtrackers de vencimiento objetivo. Los cuatro nuevos vehículos Xtrackers II Target Maturity EUR Corporate Bond UCITS ETFs, con vencimientos hasta septiembre de 2028, 2030, 2032 y 2034, comenzaron a cotizar en la Deutsche Börse la semana pasada.
Según destaca la gestora, estos productos están diseñados de la misma manera que los ETFs de la gama Target Maturity lanzados en noviembre de 2023. Además, permiten distribuciones trimestrales regulares y los activos restantes del fondo se distribuyen en la fecha de vencimiento. Su objetivo es combinar las ventajas de los valores de renta fija con las características de los ETFs, como la amplia diversificación, la liquidez y la facilidad de negociación, destacan desde la gestora.
Además, DWS ha lanzado nuevas clases de acciones acumulativas para los ETFs de vencimiento objetivo (Target Maturity) que ya se comercializan desde hace tiempo, con vencimientos hasta septiembre de 2027, 2029, 2031 y 2033. Estos también se cotizaron en la Deutsche Börse el 9 de octubre de 2024. (Detalles del producto en la tabla a continuación). Según explica, desde mediados de 2023, los inversores han estado demandando cada vez más ETFs de bonos en euros a plazo fijo. Muestra de ello es que este grupo de productos registró entradas de 4.000 millones de euros en Europa.
«Los ETFs de vencimiento objetivo (Target maturity) ofrecen a los inversores la oportunidad de participar en el nivel de tasas de interés aún más alto en los próximos años, en comparación con el periodo de tasas de interés cero hasta 2022. Específicamente, los ETFs siguen el rendimiento de varios índices de Bloomberg MSCI, cada uno de los cuales contiene cientos de bonos corporativos en euros con calificaciones de crédito, de buenas a muy buenas, según las principales agencias de calificación que tienen fechas de vencimiento similares», indican desde la gestora
A raíz de este anuncio Simon Klein, director global de Ventas de Xtrackers en DWS, ha indicado: «Los ETFs de renta fija están desempeñando un papel cada vez más importante en muchos portfolios de inversión. Con la significativa expansión de nuestra oferta, ahora proporcionamos a los inversores ETFs a plazo fijo con fechas objetivo entre 2027 y 2034. Estos ETFs combinan muchas de las características de un solo bono, pero tienen las características de diversificación y liquidez de los ETFs de bonos tradicionales”.
El South Chapter de Women in ETFs llevará a cabo la segunda edición anual del evento «Deep Dive into the U.S. Offshore Market» con el objetivo de analizar el crecimiento y desarrollo del mercado de US Offshore.
El encuentro, que se realizará el 7 de noviembre a las 5pm hora local de Miami, abordará el flujo continuo de capital hacia los ETFs y explorará cómo se implementan y comercializan los activos a través de modelos UCITS.
Además de las perspectivas sobre el uso de los modelos UCITS, el evento incluirá una sección dedicada a la experiencia de los inversionistas de América Latina, resaltando las diferencias en comparación con el enfoque adoptado en Estados Unidos, dice la información proporcionada por al organización.
El evento también ofrecerá un espacio cultural con un enfoque en Venezuela, a través de una degustación de ron y una clase de coctelería. Esta actividad permitirá a los asistentes conocer más sobre una de las tradiciones del país sudamericano y su producción de ron, reconocida en el mercado internacional, agrega la invitación.
El evento representa una oportunidad para profesionales de la industria de fondos cotizados en bolsa (ETFs), gestores de activos, consultores de inversión y otros actores del sector financiero interesados en comprender mejor el panorama actual del mercado de US Offshore y su evolución.
El encuentro tendrá cita en el W Miami, Great Ballroom ubicado en el 485 Brickell y para inscribirse debe ingresar al siguiente enlace.
La renta variable estadounidense siguió subiendo en julio, impulsada por un IPC de junio más bajo de lo esperado, que provocó una rotación desde los grandes valores tecnológicos y de crecimiento hacia los valores de pequeña capitalización y de valor. Aunque es demasiado pronto para determinar si este cambio se mantendrá, parece probable que se produzca la tan esperada reversión a la media, especialmente tras las importantes ganancias de los «Siete Magníficos» en el curso de los últimos 18 meses.
Dados los numerosos factores que influyen en las perspectivas bursátiles, como las próximas elecciones estadounidenses y los cambios en los tipos de interés, quizá los inversores empiecen a ser conscientes de la actual concentración del mercado. Ya hemos destacado anteriormente que sólo siete valores representan casi un tercio de la ponderación del S&P 500 y fueron responsables de más del 50% de las ganancias del índice en el año natural. La ralentización del crecimiento económico, el enfriamiento del mercado laboral y la reducción del gasto de los consumidores son factores potenciales que podrían aumentar la volatilidad del mercado, lo que podría beneficiar a los inversores que mantienen una cartera diversificada.
El 31 de julio, la Reserva Federal mantuvo estables los tipos de interés por octava reunión consecutiva y aún no ha indicado si se prevé un recorte de tipos en la próxima reunión de septiembre. El presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró que la Fed seguirá reevaluando las condiciones reunión tras reunión y que están dispuestos a mantener los tipos estables tanto tiempo como sea necesario. Como dato positivo, la inflación sigue enfriándose y ha avanzado hacia el objetivo del 2% de la Fed. La próxima reunión del FOMC está prevista para los días 17 y 18 de septiembre. En julio, el Russell 2000 Value superó con creces al S&P 500, aunque su rentabilidad en lo que va de año sigue siendo inferior en más de 500 puntos básicos. Prevemos un entorno favorable para las empresas más pequeñas, ya que los tipos posteriores al máximo y la necesaria consolidación en determinados sectores, como los medios de comunicación, la energía y la banca, deberían propiciar un año más robusto.
El rendimiento del arbitraje de fusiones en julio se vio reforzado por las operaciones cerradas, las operaciones que avanzaron notablemente en la obtención de las autorizaciones reglamentarias y una estabilización general de los diferenciales de las operaciones tras un periodo de gran volatilidad. Amedisys (AMED-$98,05-NASDAQ), que acordó ser adquirida por United Health por 101 $ en efectivo por acción, acordó ceder un paquete de centros asistenciales propiedad de Amedisys y UNH al operador de asistencia domiciliaria Vital Caring, en un esfuerzo por disipar las preocupaciones del Departamento de Justicia de EE.UU. sobre el solapamiento geográfico entre las empresas, y las acciones reaccionaron positivamente ante el optimismo sobre la operación. Tras un proceso de revisión estratégica, el operador de ferias Ascential plc (ASCL LN-£5,71-Londres) acordó ser adquirido por Informa por 5,68 libras en efectivo por acción, con ingresos adicionales procedentes de una futura venta de activos. Cristalizamos ganancias en Westrock Co. (WRK-NYSE), Equitrans Midstream (ETRN-NYSE), Olink Holding AB (OLK-NASDAQ), Cerevel Therapeutics (CERE-NASDAQ) e Hibbett Inc. (HIBB-NASDAQ), entre otras. Seguimos siendo optimistas sobre nuestra capacidad de generar rendimientos absolutos en el futuro, y con un aumento de la actividad de fusiones y adquisiciones en el primer semestre del 18% hasta 1,5 billones de dólares, esperamos seguir encontrando oportunidades de inversión atractivas.
En julio, el mercado de bonos convertibles experimentó un aumento de la amplitud, con una rotación largamente esperada de las empresas tecnológicas de gran capitalización a las de pequeña capitalización. Esta rotación benefició a muchas de las empresas del mercado de convertibles. Aunque creemos que hay margen para que esta rotación continúe en un horizonte temporal más largo, seguimos centrados en empresas con sólidos fundamentales subyacentes en las que esperamos que el convertible proporcione una exposición asimétrica a lo largo del tiempo. Además, tras meses de expectativas de recortes de tipos aplazados, empezamos a ver algunos datos que sugieren que la relajación de las condiciones financieras es inminente. Esto llevó a una oferta en muchas participaciones que se beneficiarían de un entorno de tipos más bajos, particularmente en el sector de servicios públicos, donde hemos aumentado nuestras participaciones.
Tribuna de opinión de Michael Gabelli, managing director de Gabelli & Partners.
La disparidad de opiniones que se aprecia en el mapa de puntos actualizado en septiembre, respecto de dónde estarán situados los tipos oficiales a cierre de 2024, se ha visto más agitada esta semana.
Aunque la mediana de las proyecciones sugiere hasta tres recortes más (9 banqueros proyectando 4,375%), hay otros 7 que solo ven dos y, en los extremos, alguien que apuesta por rebajas de hasta un 1%, que compensa a los 2 más conservadores que consideran que no haría falta rebajar más de 0,25% de aquí a diciembre.
Esta falta de concreción en el seno del banco central estadounidense se ha hecho más evidente esta semana: Mary Daly, de la Fed de San Francisco y que apoyó la inesperada decisión de revisar los Fed Funds en 0,5%, no ve motivos de momento para suspender los planes de relajación en política monetaria.
No obstante, crecen los comentarios que defienden una aproximación más cautelosa. Entre ellos, los de Lorie Logan (Dallas) y Jeff Schmid (Kansas), que esta semana explicó: “Aunque soy partidario de reducir el carácter restrictivo de la política monetaria, preferiría evitar movimientos exagerados, sobre todo teniendo en cuenta la incertidumbre sobre el destino final de la política monetaria y mi deseo de no contribuir a la volatilidad de los mercados financieros”.
También Neel Kashkari (Minneapolis) muestra preferencia por aproximarse lentamente hacia la tasa neutral (R*, en torno al 3%, según los puntos). La mejora en productividad en Estados Unidos, el incremento sustancial (sobre todo por el lado de la inmigración ilegal) en trabajadores desde 2021, y una recuperación estructural en el consumo después del proceso de desapalancamiento de balances tras la crisis subprime, podrían justificar una R* por encima de la que apunta, por ejemplo, el modelo de la Fed (Laubach-Williams-Holston). Si este fuera el caso, el recorte de un 0,5% y los otros seis que esperan los economistas de aquí a 2025 podrían recalentar la economía.
Incluso desde el sector privado se aboga por la mesura: en una entrevista con Bloomberg, Brian Moynihan, CEO de Bank of America –después de apuntar que la Fed ha estado por detrás de la curva desde 2022– pedía prudencia a la hora de ajustar el coste del dinero. El riesgo de “ir muy rápido o muy despacio (en ajuste de tipos oficiales) es ahora mayor que hace seis meses”.
Y el mercado no se ha quedado al margen. Las apuestas, que como apuntábamos la semana pasada –de manera natural o premeditada– muestran una inercia cada vez más positiva para la candidatura republicana, están haciendo mella en la confianza de los inversores en deuda pública, que continúan matizando sus perspectivas en lo que a recortes de tipos se refiere. Como podemos ver en la gráfica, la correlación entre las probabilidades de victoria de Trump y la rentabilidad del bono del Tesoro de Estados Unidos ha aumentado significativamente.
Kamala está 1,8 puntos por encima en las encuestas cuando, en 2020, Joe Biden aventajaba a Trump por ~7. Harris, además, está por debajo de la marca de Biden en 2020 (respecto a Trump) y de la de Hillary Clinton (2016) en estados que pueden decantar el resultado de las elecciones (Michigan, Wisconsin o Georgia).
Adicionalmente, Trump lidera con claridad la intención de voto entre la población blanca con educación básica (o sin título universitario) en los estados bisagra, lo cual es relevante. Curiosamente, aunque las cifras de paro apuntan en la dirección contraria, en varios sondeos un 60%-70% de los encuestados pertenecientes a diferentes grupos sociales (mujeres, afroamericanos, votantes independientes, no universitarios…) piensan que la economía podría hacerlo mejor, probablemente porque el crecimiento real de los salarios sigue siendo negativo en muchos estados bisagra.
Para ser justos, la vertiente macro (con el pronóstico GDPNow de la Fed de Atlanta subiendo sin parar y apuntando ya a un crecimiento de un 3,4% este trimestre, y los extraños datos de empleo de septiembre) está también teniendo su incidencia. No obstante, de acuerdo con Polymarket, la probabilidad del escenario de una “ola roja” que consolide el poder republicano en la Casa Blanca, y en las dos cámaras del Congreso, es ya del 45%, y continúa mejorando. Lo cierto es que Trump solo necesita ganar 12 de los 27 escaños en juego en la Cámara de Representantes para que los republicanos tomen el control.
Los ajustes recientes en la cotización de la bolsa, deuda pública y oro, entre otros activos, siguen las pautas de lo experimentado en 2016, por lo que todo apunta a que los inversores están tratando de anticipar el resultado de las elecciones de noviembre, poniendo ya en valor la victoria de Donald Trump.
La caída en el precio de los bonos del Tesoro es bastante lógica. Bajo el plan de Harris, a pesar de las tasas impositivas corporativas más altas, otras iniciativas, como los programas sociales ampliados y los créditos fiscales, aumentarían significativamente el déficit. Las estimaciones sugieren que sus políticas podrían aumentar la deuda pública en 3,5 billones de dólares a 8,1 billones de dólares para 2035, empujando la relación deuda-PIB del nivel actual del 102% al 133%.
Los recortes de impuestos de Trump (aunque improbable que lleven el tipo hasta el 15%), aumentarían aún más el déficit, con estimaciones que oscilan entre 1,5 billones de dólares y más de 15 billones de dólares para 2035. Su plan, especialmente la reducción de la fiscalidad a empresas y las posibles políticas basadas en aranceles, reduciría significativamente los ingresos federales, lo que dificultaría contener el aumento de la deuda pública. Siendo generosos, los aranceles y tarifas podrían proporcionar ingresos de en torno a 1 billón de dólares, y la gestión eficiente de los gastos administrativos del gobierno, otros 2 billones de dólares.
No obstante, el escenario más factible es todavía el de un Congreso dividido, lo que dificultaría mucho que cualquiera de los dos candidatos ponga en práctica la versión más agresiva de su agenda fiscal. Y aunque Trump podría tomar la iniciativa y subir los aranceles y tarifas (60% para productos importados desde China y 10% para el resto) sin necesitar la aprobación del Congreso, esto equivaldría a un aumento de impuestos que afectaría al consumo de los hogares y que, a la postre, sería deflacionista (como sucedió con Smoot-Hawley en 1930).
Por otro lado, los datos de empleo siguen apuntando a una paulatina disminución en la actividad del mercado laboral. Hay que ser precavidos y no poner demasiado énfasis en las cifras de septiembre; el ejemplo más próximo de la rapidez con la que los inversores cambian de escenario lo tenemos en lo sucedido la primera semana de agosto. Los datos de octubre serán complicados de interpretar por los huracanes (Helena y Milton) o por las contrataciones estacionales de cara a la campaña de Navidad. Los ajustes estacionales pueden no ser suficientes y los datos pueden sufrir revisiones importantes. Adicionalmente, indicadores a tiempo real muestran una evolución en la oferta de empleo que no es concordante con lo que dicen los números oficiales.
En contraposición a lo que sucede en el ámbito de la renta variable, las posiciones especulativas netas en derivados del bono a 10 años de Estados Unidos han sido recortadas agresivamente. Este sentimiento pesimista queda también de manifiesto en la encuesta de JP Morgan sobre posiciones de duración o en la que BofA Merrill Lynch realiza entre gestores de fondos de inversión, quienes rebajaron su exposición al riesgo de tipos de interés de forma muy apresurada, como vemos en la gráfica.
La rentabilidad del T-Bond ha sobre-descontado el repunte de un índice de sorpresas macro que se acerca a un punto de inflexión.
Por todo ello, con los tipos oficiales en un 5% y, en dos semanas, probablemente en 4,75%, el recorrido al alza en la TIR del T-Bond no debería superar el 4,8%. Mientras que, si –como en agosto– regresa el escenario de ralentización, podríamos volver rápidamente a la zona de ≤3,5%. En un aterrizaje suave, y si la tasa terminal acaba siendo superior a la del mapa de puntos (~3,5% – 3,75% vs. 2,875%), con una prima por plazo de 0,2-0,4, nos mantendríamos en los niveles actuales (~3,7% – 4,2%) y la distribución de rentabilidades a 12 meses sería atractiva, acercándonos al 4,4% – 4,5%.
El precio del oro vuelve a tocar máximos. A mitad de semana, el activo refugio por excelencia alcanzaba los 2.753 dólares la onza, lo que supone que a lo largo del año lleva una revalorización del 33%. Según los expertos, la tensión geopolítica que genera la situación de Oriente Próximo es el factor que explica este repunte.
A principios de semana, Ned Naylor-Leyland, gestor de inversiones en oro de Jupiter AM, señalaba que el reciente aumento del precio del oro se había debido fundamentalmente a los contratos de futuros, más que a la demanda física o las compras de los bancos centrales. “Es una distinción crucial, ya que pone de relieve la naturaleza del mercado del oro y cómo el precio del metal amarillo en dólares no se mueve por tendencias físicas, sino por la actividad del mercado de futuros”.
Además, recuerda que el oro ha ido acaparando más protagonismo conforme los bancos centrales buscan un amortiguador frente a los riesgos que para la estabilidad financiera entraña el aumento de las tensiones geopolíticas, así como acontecimientos como la crisis financiera mundial y la pandemia de coronavirus. “Alrededor de una quinta parte de las reservas de oro en superficie están en manos de los bancos centrales”, puntualiza Naylor-Leyland.
En cambio, en opinión de Carsten Menke, Head Next Generation Research de Julius Baer, este impulso de su precio tiene más que ver con un sentimiento de mercado que sus fundamentales. “El impresionante repunte del oro continúa, con los precios superando los 2.700 dólares por onza la semana pasada. Al buscar los factores que están alimentando este rally, parece que se trata principalmente de impulso y estado de ánimo del mercado. La posición de los operadores especulativos a corto plazo y los seguidores de tendencias en el mercado de futuros recientemente alcanzó uno de los niveles más altos registrados. Típicamente, tal euforia extrema es una señal de advertencia, ya que muestra cierto desapego de los precios respecto a los factores fundamentales”, argumenta Menke.
Según explica, el dólar estadounidense y los rendimientos de los bonos de EE.UU. han vuelto a subir, ya que las expectativas de reducción de las tasas de interés se han moderado. Como resultado, apunta que los ya moderados flujos hacia productos respaldados físicamente por oro han disminuido aún más. “La compra de oro en Asia sigue siendo débil, como lo indican las importaciones chinas, las entregas físicas y las primas de precios nacionales. Las importaciones de oro de la India también se han normalizado, tras volúmenes elevados en respuesta a una sorpresiva reducción de aranceles de importación”, añade el experto de Julius Baer.
Perspectivas a corto plazo
Pese a este debate sobre qué motores están detrás del crecimiento del precio del oro, hay consenso sobre las perspectivas positivas que tiene a corto plazo. Marcus Garvey, responsable de estrategia de materias primas de Macquarie, coincide en que continúa el rally “prácticamente constante” del oro, que vuelve a mostrar un comportamiento superior al de otros activos. “Aunque los recientes avances no han sido explosivos, su ascenso está siendo más rápido que el que estimábamos en nuestro escenario base de septiembre, cuando actualizamos las previsiones, y en el que se proyectaba un precio de 2.600 dólares por onza de media en el primer trimestre de 2025, con potencial para avanzar hacia el nivel de los 3.000 dólares por onza”, indica.
Desde Macquarie mantienen la opinión de que las complicadas perspectivas presupuestarias en todos los mercados desarrollados son, ahora, una característica clave del mercado alcista.
“Evidentemente, las próximas elecciones en Estados Unidos contribuyen a la incertidumbre en este plano. Siguen sin estar claros ni el alcance ni la posible eficacia de las medidas de estímulo de las autoridades chinas, pero si consiguen impulsar significativamente al mercado nacional de renta variable o al inmobiliario, o a ambos, podrían lastrar la demanda china de oro”, argumenta Garvey.
“Seguimos viendo un panorama fundamental sólido para el oro”, afirma Menke y explica: “Un mayor enfriamiento de la economía estadounidense y la perspectiva de tasas de interés más bajas en EE.UU. podrían atraer a más inversores occidentales al mercado. Lo mismo se aplica a las elecciones presidenciales de EE.UU., que supuestamente están fomentando compras de oro no observadas por grandes inversores que creen que, independientemente de quién llegue a la Casa Blanca, el dólar estadounidense estará bajo presión debido al aumento de los déficits fiscales”.
Por último, desde Julius Baer añaden que los inversores chinos y el Banco Popular de China también deberían regresar al mercado del oro. “Para los primeros, se trata de la debilidad persistente de la economía a pesar de las recientes medidas de apoyo. Para el segundo, se trata de la baja proporción de oro en sus reservas de divisas y las continuas tensiones geopolíticas, especialmente en relación con EE.UU. En este contexto, es probable que los retrocesos a corto plazo se traten como oportunidades de compra”, concluye Menke.
Independientemente del patrimonio neto de una persona, es ampliamente conocido que las emociones y los sesgos cognitivos nublan el juicio de los inversionistas. De hecho, el 65% de los individuos de alto patrimonio neto (HNWIs) que participaron en el Informe Mundial de la Riqueza 2024 de Capgemini admitieron que los sesgos afectan sus decisiones de inversión.
Para combatir esto, el 79% cree que la orientación de un gestor puede ayudar a mitigar el sesgo. Sin embargo, históricamente los bancos han confiado únicamente en perfiles demográficos de alto nivel y fuentes de datos primarias para determinar los sesgos, lo que resulta en una imagen incompleta que a menudo contribuye a experiencias del cliente decididamente insatisfactorias.
En consecuencia, el mismo porcentaje de HNWIs que admitieron tener sesgos, el 65%, también expresa preocupación por la falta de asesoramiento personalizado adaptado a sus situaciones cambiantes. Afortunadamente, las finanzas conductuales se pueden apoyar en la inteligencia artificial (IA) para ofrecer un mejor acompañamiento a los inversores. «Van más allá de las evaluaciones tradicionales al proporcionar una visión más profunda sobre las actitudes frente al riesgo, la tolerancia al riesgo, la respuesta al estrés, el compromiso con el mercado y el estilo de toma de decisiones», señala el informe
La IA conductual
Entre sus ventajas, las finanzas conductuales impulsadas por IA integran conocimientos psicográficos, datos conductuales e inteligencia artificial para construir una visión integral de 360 grados del cliente que se actualiza continuamente para capturar los impactos de los eventos de la vida y otros cambios situacionales.
Además, las soluciones más efectivas de finanzas conductuales recopilan datos tanto de repositorios tradicionales, como transacciones financieras, como de fuentes alternativas, como publicaciones en redes sociales y otro comportamiento en línea, para asegurar que el retrato del cliente HNWI esté completo.
Aunque las primeras formas de finanzas conductuales utilizaban métodos tradicionales de análisis de datos, la adición de la IA revela patrones ocultos, sentimientos y sesgos que frecuentemente eludían las iteraciones anteriores de la disciplina.
Los 3 principales dominios de gestión de patrimonio donde la IA aporta valor
En general, el 75% de los ejecutivos de gestión de patrimonio es optimistas sobre el uso de la IA, con un 49% que actualmente utiliza IA en algunas áreas y un 73% que planea aumentar la adopción de IA en la empresa dentro de dos años. Esto hace que la adopción de finanzas conductuales impulsadas por IA y herramientas relacionadas, como la IA generativa, sea una necesidad competitiva.
Es una historia similar para los gestores de relaciones (RMs) ya que la mayoría de los encuestados (65%) para este informe indicaron que las preferencias de los clientes, los puntos de dolor únicos, las tendencias conductuales y otros conocimientos psicológicos son cruciales para proporcionar asesoramiento personalizado.
Para la mayoría de los bancos, esto significa que las adopciones iniciales de finanzas conductuales impulsadas por IA y formas relacionadas de IA se centrarán en infundir inteligencia en tres dominios clave de gestión de patrimonio. Estos incluyen:
Impulsar la planificación financiera y la creación de carteras
Según el informe, utilizando los perfiles de clientes completos y continuamente actualizados desarrollados con finanzas conductuales impulsadas por IA, los RMs pueden construir planes financieros altamente personalizados. Al agregar la segmentación conductual impulsada por IA, que incorpora comportamientos dinámicos y actitudinales en la planificación financiera, los bancos pueden refinar aún más los perfiles de clientes HNWI para crear planes financieros más precisos y carteras más resilientes.
Además de refrescar constantemente los perfiles de los clientes, los bancos pueden desplegar IA para monitorear otras fuentes de datos, como información de mercados globales, noticias y eventos actuales. Esto asegura que los RMs puedan ajustar rápidamente los planes financieros y tomar acciones basadas en las preferencias de los clientes, resultando en una asignación de activos siempre optimizada.
Desde el punto de vista de la productividad del asesor, la IA también puede aumentar la eficiencia y efectividad del RM al identificar patrones de manera autónoma, señalar activos de baja correlación, desencadenar alertas y sugerir ajustes en la planificación financiera y la cartera que se alineen con los objetivos de los inversionistas en evolución.
Mejorar la comunicación y el compromiso del cliente
«Un despliegue robusto de finanzas conductuales incluye comunicaciones en tiempo real habilitadas por IA generativa. Esto es vital para ayudar a los asesores a proporcionar asesoramiento oportuno, hiper-personalizado y estrategias de inversión a medida, así como para gestionar el estrés comúnmente desencadenado por la volatilidad repentina del mercado para mantener a sus clientes HNWI y carteras en el buen camino», indica el informe.
Además, las alertas en tiempo real sobre eventos del mercado o hitos de la vida pueden señalar a los asesores cuándo deben comunicarse con los clientes, con un análisis impulsado por IA que determina los canales y mensajes más efectivos para la interacción con los clientes.
Además, al integrar también el análisis de sentimiento impulsado por IA y la analítica predictiva, los RMs pueden obtener conocimientos más profundos sobre el sentimiento de los inversionistas, anticipar cambios en el sentimiento del mercado y del cliente, y descubrir oportunidades o riesgos potenciales, todo lo cual permite una comunicación proactiva y dirigida.
Estas ventajas ya se están demostrando en el mercado. Según el Informe Mundial de la Riqueza 2024, el 59% de los ejecutivos de gestión de patrimonio que ya aprovechan las finanzas conductuales afirman que la tecnología ayuda a asesorar a los clientes durante condiciones de mercado volátiles y momentos significativos de la vida.
De manera similar, la adquisición de clientes impulsada por IA puede identificar prospectos de alto potencial, apoyando los esfuerzos de crecimiento y adquisición de clientes. Por ejemplo, Vanguard Institutional mejoró su tasa de conversión en un 16% al aprovechar Persado AI y generó una tasa de clics un 15.76% más alta que el mensaje de control.
Mejorar el rendimiento en las operaciones de gestión de patrimonio. La IA también agrega valor al automatizar varias tareas operativas, como la gestión de documentos, el procesamiento de transacciones y el mantenimiento de registros. La IA también puede mejorar la gestión de riesgos y la detección de fraudes con análisis de datos en tiempo real que identifican patrones o anomalías sospechosas para ayudar a proteger a los bancos y a sus clientes HNWI.
Captar cuota de mercado de HNWI
En el panorama de gestión de patrimonio en rápida evolución, la integración de los principios de las finanzas conductuales con las tecnologías de IA es clave para mitigar las respuestas emocionales a las inversiones, ofrecer experiencias superiores a los clientes y posicionar a las firmas de gestión de patrimonio para destacarse en un mercado competitivo.
Al aprovechar el poder de la IA, los bancos pueden obtener conocimientos sin precedentes sobre el comportamiento, las preferencias y los sesgos de los clientes, lo que les permite proporcionar asesoramiento hiper-personalizado, estrategias de inversión a medida y comunicación dirigida. Al adoptar las finanzas conductuales transformadoras impulsadas por IA y las aplicaciones de IA relacionadas, las firmas pueden atraer a inversionistas expertos, desbloquear nuevos niveles de intimidad con el cliente y garantizar una mayor participación, confianza y lealtad a la marca, todo lo cual contribuye a captar y retener una significativa cuota de mercado de HNWI.
A medida que crece la participación de las mujeres en las actividades económicas y aumenta su potencial de ingresos, las mujeres inversoras se están convirtiendo en una fuerza cada vez más importante en la gestión de patrimonios. Un dato que apoya esta reflexión es que, en la actualidad, alrededor de un tercio de la riqueza mundial está en manos de mujeres, con cerca de la mitad de esta en los EE.UU., donde las mujeres controlan más de 10 billones de dólares en activos.
Además, en 2030, la generación del baby boom estadounidense invertirá más de 30 billones de dólares en activos financieros, cifra que se aproxima al PIB anual de EE.UU. En el caso de mientras que en Europa Occidetal, las mujeres poseen alrededor de un tercio de los activos gestionados. Este auge de la riqueza también se refleja en el porcentaje de mujeres millonarias y multimillonarias en todo el mundo, que sigue alcanzando cifras récord. En 2000, solo había cuatro mujeres en la lista de las 100 personas más ricas del mundo, pero en 2024, este número había alcanzado las 15.
“A medida que las mujeres se hacen más ricas, sus oportunidades para invertir se amplían, lo que aumenta la importancia de las inversoras, equipándolas con las herramientas y los recursos adecuados. Un informe de 2019 estimaba que, para 2025, el 60% de la riqueza del Reino Unido estará en manos de mujeres, que a menudo asumen el control del patrimonio familiar cuando fallecen sus maridos”, señala DWS en su último informe.
Respecto a Asia, se estima que la riqueza total de las mujeres, excluyendo Japón, alcanzó los 13 billones de dólares en 2019 y llegará a los 19 billones de dólares este año, lo que convierte a la región en la de mayor tasa de crecimiento de la riqueza de mujeres en el mundo. “Esto también significa que se espera que, para finales de 2023, las mujeres en Asia posean más activos de riqueza que las mujeres de cualquier otra región del mundo fuera de América del Norte”, apuntan desde la gestora.
En este sentido, en Asia, la inversión de las mujeres cobra más importancia en caso de divorcio o separación, ya que las mujeres tienen una mayor dependencia de los hombres para obtener ingresos que en otras partes del mundo. En China, más del 80% de las mujeres urbanas desean volverse más independientes económicamente, mostrando una motivación más fuerte que los hombres para el empoderamiento financiero, según una encuesta reciente. Otras encuestas muestran que las mujeres esperan volverse financieramente independientes a los 37 años, cuatro años antes de lo que esperan los hombres. Además, el 82% de las mujeres encuestadas en otro estudio manifestó querer tener un mejor control de su situación financiera.
Perfil inversor
Con estos datos sobre la mesa, no hay duda que el potencial de las mujeres como inversoras es una realidad, ahora bien ¿qué frenos se encuentran? Según apunta la literatura académica, uno de los principales motivos es la actitud hacia el riesgo, en concreto, que son más adversas al riesgo que los hombres.
“Un estudio de 2018 realizado por Falk et al. mostró que, condicionadas a otros factores, las mujeres son significativamente menos tolerantes al riesgo que los hombres en todo el mundo. Esto está en línea con investigaciones similares de Dohmen et al. en 2011, que encontraron que, entre la población adulta alemana, no solo las mujeres son más adversas al riesgo que los hombres en general, sino que esta actitud hacia el riesgo se mantiene en todos los aspectos de la vida: en los deportes, la conducción, los asuntos financieros, la carrera profesional y la salud, incluso después de controlar una serie de factores demográficos y económicos”, explican desde DWS.
La segunda característica reseñable es que las mujeres no solo tienen el potencial de invertir más, sino que sus inversiones también tienden a generar mayores rendimientos en un período de 10 años. El informe señala que varios factores pueden explicar estas diferencias, incluidos el menor volumen de transacciones, mantener las inversiones durante las caídas del mercado, usar órdenes de stop-loss y seguir más de cerca los consejos de su asesor financiero en comparación con los hombres.
En tercer lugar, el informe señala que las mujeres desean alinear sus inversiones con sus objetivos y son más propensas a invertir en función de objetivos sociales y ambientales. De hecho, la Encuesta de Sentimiento de Inversión de UBS destacó que el 71% de las mujeres considera la sostenibilidad al tomar decisiones de inversión, en comparación con el 58% de los hombres.
“Esta tendencia también es evidente entre los fondos de inversión; las firmas de capital privado que son al menos en un 50% propiedad de mujeres tienen un 6.8% más de probabilidades de perseguir inversiones de impacto, que apuntan a factores ambientales o sociales específicos, según un estudio de académicos del Reino Unido, Irlanda, Bélgica y los EE.UU. En cuanto a los objetivos ambientales y sociales, un estudio encontró que la pobreza, la atención médica y el cambio climático estaban entre los temas más importantes para las mujeres”, concluye el informe.
Mirando a la industria
¿Y qué hay de la industria? Según apunta el informe, en el sector de la gestión de activos, en todo el mundo, aproximadamente 1 de cada 8 gestores de fondos es mujer. «Esa proporción no ha cambiado significativamente en más de una década, incluso a medida que han crecido los equipos y se han incorporado más profesionales al sector. En 2022, sólo alrededor del 12,5% de los gestores de carteras de fondos con sede en EE.UU. eran mujeres, casi sin cambios desde hace 10 años, mientras que sólo alrededor del 26% de más de 10.000 fondos en EE.UU. estaban dirigidos por un equipo que incluía al menos a una mujer», indica el documento.