Moody´s acaba de publicar un detallado informe sobre los riesgos políticos que amenazan a las economías latinoamericanas, examinando país por país los principales eventos (como la celebración de elecciones) que pueden alterar las reformas en curso o cambiar el escenario para los inversores.
Según la calificadora: “América Latina se enfrenta a una serie de fuentes de riesgo político. En varios países, las próximas elecciones elevan las perspectivas de que las reformas favorables a los mercados se detengan o se inviertan, y que entren en un proceso de inercia. El riesgo político también es evidente en las relaciones contenciosas entre los partidos políticos, o entre los poderes ejecutivo y legislativo y judicial de los gobiernos de toda la región”.
Una de las preocupaciones de la calificadora es que Latinoamérica se encuentra en lo más bajo del ranking mundial de indicadores institucionales de calidad.
Moody´s señala que los riesgos políticos varían según los países: “Chile (Aa3 negativo), Colombia (Baa2 estable) y México (A3 negativo) celebrarán próximamente procesos electorales que podrían afectar la dirección política y las perspectivas económicas en 2018 y más allá. El riesgo político es moderando en Brasil (Ba2 negativo, a pesar de la incertidumbre persistente que rodea al presidente Michel Temer y el resultado de las elecciones del próximo año. Las instituciones de la nación (incluyendo el banco central, los ministerios de finanzas y planificación y la judicatura) están funcionando, permitiendo que la economía comience a recuperarse después de varios años de recesión. En la Argentina (B3 positivo), las elecciones legislativas de octubre determinarán si se seguirán haciendo progresos en las reformas para combatir la inflación y estimular el robusto crecimiento requerido para atender los crecientes niveles de deuda. En Venezuela (Caa3 negativo), el impacto crediticio del riesgo político es el más obvio, y conduce a una probabilidad muy alta y creciente de default de la petrolera nacional Petroleos de Venezuala SA (PDVSA, Caa3 negativa). La escalada de la crisis ha llevado a protestas violentas, a la fuga de capitales, y a la destrucción de la capacidad productiva, resultando en la peor crisis económica de la historia de la nación”.
El sí en las urnas a la salida del Reino Unido de la Unión Europea fue una sorpresa para el 85% de los gestores de fondos. Según un estudio elaborado por MJ Hudson sobre la industria de gestión de activos en la era post-Brexit, el 80% de los gestores de fondos británicos no creen que el equipo de negociación del Reino Unido comprenda suficientemente bien este sector como para velar por sus interese.
El proceso del Brexit sigue su ritmo y pone la atención en lo que el gobierno de May logre negociar. Eso sí, según el citado informe, el Brexit sigue siendo un motivo de frustración y de incertidumbre para los gestores, tanto ingleses como para los del resto del mundo. Algo lógico si tenemos en cuenta que el Reino Unido es el segundo mayor centro financiero a nivel mundial y el primero en Europa.
Según muestra el informe de MJ Hudson, elaborado a partir de la encuesta a 300 gestores, los pasos del proceso no se alinean con las necesidades del sector ni de los inversores. Por ello, más de tres cuartas partes, casi un 77%, de los encuestados cree que el gobierno inglés debería haber consultado a la industria de gestión de activos antes de comenzar las negociaciones de Brexit.
Mientras tanto, sólo tres de las 12 prioridades que se negocian fueron identificadas por más de la mitad de los gestores como beneficiosas para la industria de gestión de activos del Reino Unido. En concreto se tata del establecimiento de un acuerdo de libre comercio con los mercados europeos, de proporcionar seguridad durante y después de las negociaciones, y mantener los derechos de los ciudadanos de la UE en Gran Bretaña y de los ciudadanos británicos en la UE.
En este contexto, el estudio MJ Hudson detectó que el 76% de los gestores de fondos europeos y los inversores fuera del Reino Unido son pesimistas con respecto a la capacidad del Gobierno del Reino Unido para lograr un resultado aceptable para la industria británica. Esto es una percepción mucho más negativa de la que tienen los propios gestores inglesas, de los cuales sólo el 53% coincide con esa visión.
Qué esperar
Según muestra el informe, que se puede consultar en este enlace, los resultados de Brexit son importantes para toda la industria de gestión de activos. Existe una gran incertidumbre para los gestores e inversores europeos fuera del Reino Unido sobre si podrán acceder a fondos basados en el Reino Unido, así como si podrán vender sus propios fondos dentro del Reino Unido.
Por su parte, tanto gestores como inversores piden que, pase lo que pase, se mantenga la transparencia, así como el flujo recíproco de dinero y servicios. “No interesa a nadie dar un gigantesco retroceso en el proteccionismo, ya que esto afectaría al capitalismo global y, sobre todo, a la elección de inversiones”, recuerda Matthew Hudson, consejero delegado MJ Hudson.
La posición de las gestoras continua siendo la misma y Hudson explica que “después del resultado del referéndum, que pocos de nuestra industria querían y menos todavía esperaban, tanto los gerentes como los inversores no han esperado a que políticamente se resuelva y han empezado a implementar sus propios planes, creando nuevas oficinas y equipos para que retengan y crezcan sus activos bajo gestión con independencia de lo que ocurra”.
Según recoge el informe tres son los principales miedos que tienen los gestores ingleses respecto al Brexit: perder el liderazgo de la industria a nivel europea y mundial, el impacto en la economía inglesa y perder el acceso a ciertos mercados europeos o perder directamente el “pasaporte financiero”.
En cuanto al resto de gestores europeos, están principalmente preocupados por el impacto que pueda tener en el economía y en el crecimiento global, por que se produzcan unas negociaciones lentas y llenas de incertidumbre, y, por último, por unos resultados mediocres.
La firma de gestión de activos China AMC ha lanzado un subfondo de retorno absoluto dentro de su sicav China AMC UCITS, con sede en Luxemburgo, según informa la publicación Investment Europe.
El China AMC Summerspring Fund fue lanzado en junio de 2017 e invierte principalmente en acciones relacionadas con China en todo el mundo. Incluye, pero no se limita a, acciones H, acciones de red-chip en la lista de Hong Kong, y acciones de las bolsas de Shanghai, así como de otras empresas chinas en los Estados Unidos, Europa y Singapur y acciones de empresas no chinas que se espera logren un crecimiento significativo fuera de China.
“También considera opciones de crecimiento en otros mercados que pueden beneficiarse de cambios demográficos, tecnológicos y/o económicos favorables. Las inversiones pueden realizarse en ETFs y fondos de capital indefinido que se invierten total o parcialmente en acciones chinas”, dice la publicación.
La publicación recoge las impresiones de la gestora que considera que “la actual reestructuración económica de China, de una economía impulsada por las inversiones a una economía impulsada por el consumo y los servicios, puede dar lugar a muchas empresas emergentes con un gran potencial de crecimiento”.
Por último, destaca que este fondo también buscará oportunidades surgiendo en la consolidación de la industria y las tendencias de fusiones y adquisiciones en el contexto de la desaceleración del crecimiento económico de China durante los próximos cinco años.
Las previsiones a 12 meses de Deutsche Bank Wealth Management para la renta variable indican que aún puede quedar algo de recorrido. En su opinión, en todo el mundo, las empresas están invirtiendo, contratando y, en promedio, generando unos sólidos flujos de efectivo, una parte de los cuales finalmente se distribuirá a los accionistas.
Según explica Andres Francoy, director de Asesoramiento de Inversiones de Deutsche Bank Wealth Management España, hay cinco factores que mantienen vivas las tendencias alcistas que están registrando las principales bolsas mundiales. El primero de los factores que Francoy apunta es que el mercado da por hecho que Estados Unidos aprobará la reforma fiscal.
La hipótesis de la entidad es que se aprobará la reforma del impuesto de sociedades en 2018, con un tipo resultante del 25%, algo que las empresas verían con buenos ojos. “Suponiendo que la reforma del impuesto de sociedades salga adelante, el escenario de base para la renta variable estadounidense es de un beneficio por acción –BPA para los próximos 12 meses– de 140 dólares y un objetivo de ratio precio/beneficio (PER) de 17,50 veces, lo que significaría que el S&P 500 llegaría a un nivel de 2.450 para finales de junio de 2018”, apunta la entidad en su análisis.
Por el contrario, considera que de no aprobarse esta reforma, se calcula que el impacto negativo para la renta variable estadounidense podría ser de en torno al 3% o al 7%, o incluso más si también fracasan otras reformas políticas.
El segundo de los factores positivo lo constituyen los mejores indicadores económicos y de crecimiento de los beneficios en Europa. En este sentido, Deutsche Bank Wealth Management es bastante optimista debido a los nuevos indicios de mejora económica, el fuerte crecimiento de los beneficios –junto con unas revisiones al alza de los mismos– y los flujos positivos.
“Un mayor crecimiento de los mercados emergentes también beneficiaría las acciones europeas relacionadas con las materias primas. Dentro de Europa, Alemania parece un país atractivo, con unas valoraciones razonables”, explica. Ahora bien, considera que en este crecimiento hay una clara incertidumbre: el efecto a nivel regional de la retirada de los estímulos del BCE. La gestora opina que este impacto “es difícil de cuantificar”, pero podría ser ligeramente positivo si la reducción, por el mero hecho de producirse, eleva las expectativas de crecimiento del PIB de la región.
Japón, el dólar y los sectores clave
El tercero de los factores que identifica Francoy es el buen estado de forma que tiene las empresas japonés. Según su criterio, las empresas niponas parecen, en general, en buena forma y un mercado laboral tenso podría favorecer un mayor consumo y también cierta reflación. No obstante, ello dependerá mucho de la futura dirección del yen: el aumento de las tensiones con Corea, por ejemplo, podría limitar el potencial alcista del mercado de renta variable japonés.
Un dólar menos fuerte, lo que favorece a los mercados emergentes,también beneficiará a que la bolsa suba. “Para la renta variable de mercados emergentes, las perspectivas algo menos boyantes del dólar estadounidense deberían eliminar un posible factor en contra. Y a nivel local, se observan revisiones positivas de los beneficios y una recuperación de la rentabilidad de los recursos propios”, explica la entidad.
Las valoraciones de la renta variable de mercados emergentes siguen pareciendo atractivas en relación con las mundiales y, pese a un mayor interés, las posiciones de los inversores internacionales en esta clase de activo aún parecen bajas. La firma considera que la caída de los tipos de interés en algunos mercados emergentes también podría ayudar a aumentar el atractivo de la renta variable con respecto a la fija en los mercados emergentes. “En consecuencia, parece que pronto va a finalizar la casi una década de rentabilidad inferior de los mercados emergentes con respecto a los desarrollados”, afirma.
Por último, considera que los sectores financiero, salud y de tecnología de la información tiran del carro para que las bolsas suban. A nivel sectorial global, Deutsche Bank Wealth Management sobrepondera valores financieros mundiales, pues sus analistas consideran que se beneficiarán del giro del ciclo de los tipos en Estados Unidos, el aumento de los dividendos, las recompras de acciones, las reducciones de costes y la gestión del capital de algunas entidades individuales. También sobrepondera los sectores de salud y de tecnología de la información e infrapondera los servicios de telecomunicaciones y utilities.
Este ciclo es difícil de comprender. Las acciones de Facebook, Amazon, Apple, Netflix, Microsoft y Google han registrado sólidas ganancias durante el último año y, juntas, suponen casi la mitad de la rentabilidad total del S&P 500 a pesar de representar apenas el 15% de la capitalización de este mercado. ¿Estamos ante un mercado alcista o una burbuja?
Comparar lo que está ocurriendo con las burbujas anteriores probablemente arroje un resultado engañoso. En el mercado actual, lo que está alimentando las distorsiones en los precios es el miedo de los inversores a las pérdidas, no su deseo de no quedarse fuera de las ganancias, y los nuevos vehículos y estrategias de inversión no hacen sino amplificar este efecto. Los riesgos de pérdidas de valor pueden esconderse en rincones inesperados.
La historia no siempre rima
Reza el dicho que la historia no se repite, pero sí rima. Sin embargo, la excepcional revalorización de los valores tecnológicos estadounidenses difiere bastante de la burbuja de finales de la década de 1990, cuando las empresas de comunicación y telecomunicaciones se pusieron a la cabeza del mercado empujadas por una oleada de salidas a bolsa con precios inflados.
Por un lado, no se trata ni mucho menos de un fenómeno mundial: las bolsas europeas, sin ir más lejos, están dominadas por empresas de la “vieja economía”, como petroleras, tabaqueras, farmacéuticas y bancos. Además, la inversión empresarial actual palidece comparada con el boom de la década de los 90, que giraba en torno a las infraestructuras físicas en la misma medida que el software, y creó las infraestructuras de telecomunicaciones modernas necesarias para prestar servicios de internet (a pesar de que una gran cantidad de capitales especulativos se evaporaron).
La financiación también es diferente, ya que las empresas jóvenes permanecen en manos privadas durante mucho más tiempo que la última vez, cuando la bolsa demostró ser un voluntarioso proveedor de capital para nuevos proyectos empresariales y se pusieron de relieve las llamativas valoraciones de las empresas en sus etapas iniciales.
Si el último boom de la tecnología no nos ofrece una analogía útil para lo que está pasando, tenemos que buscar explicaciones en otra parte.
En su última carta a inversores, titulada There They Go Again Again, el afamado inversor Howard Marks hace sonar la alarma sobre los elevados precios de los activos en todo el espectro, desde las acciones hasta los bonos de alto rendimiento y la deuda de los mercados emergentes. En ella, describe un entorno donde “las conductas de riesgo son habituales”.
Estoy de acuerdo en que el efecto del comportamiento de los actores del mercado encaja con la visión de Marks, pero creo que hemos alcanzado este punto del ciclo en los precios de los activos prácticamente sin el optimismo o la actitud de búsqueda del riesgo sobre la que Marks alerta.
De hecho, creo que los motivos de los inversores podrían ser más bien los opuestos: escaldados todavía por la crisis financiera, desean fervientemente evitar las pérdidas de capital, incluso a corto plazo, y necesitan rentabilidades estables de ese capital. La creencia generalizada de que las perspectivas de la economía mundial siguen siendo muy inciertas —percepción amplificada por un panorama político marcado por una inestabilidad sin precedentes— no estimula precisamente la confianza.
Mientras que la mayoría de mercados alcistas y burbujas se nutren del énfasis de los inversores en las plusvalías y su consiguiente miedo a quedar fuera de las ganancias, creo que esta fase de mercado se ha visto impulsada por un deseo abrumador de conseguir seguridad para el capital o, quizá, unas ganancias moderadas. Las inversiones que ofrecen certidumbre en los rendimientos (con independencia de los activos subyacentes) o en el crecimiento (los colosos tecnológicos) han captado los mayores flujos de inversión. Estas tendencias se han mantenido prácticamente sin cambios durante años.
Sin embargo, colectivamente este comportamiento de rechazo al riesgo ha elevado los precios de los activos hasta niveles alarmantes. Allí donde fluye el capital, se producen las lógicas revalorizaciones. Así pues, los precios de activos aparentemente seguros y estables se han disparado, lo que significa que quienes poseen activos con vistas al largo plazo se enfrentan a un mercado realmente difícil donde la seguridad nunca antes había tenido tanto riesgo.
Nuevos últimos compradores
Si estoy en lo cierto y los mercados han subido a causa de un exceso de prudencia, entonces ¿de dónde salen los últimos compradores? Por citar a otro gurú de la inversión, Warren Buffet dice: “Lo que hacen los sensatos al principio, los insensatos lo hacen al final”. Es habitual que las fases de auge en los precios de los activos terminen atrayendo a los inversores que al principio eran escépticos. Así ocurrió ciertamente con la burbuja tecnológica original, cuando los escépticos que se habían quedado al margen estaban asumiendo cada vez mayores cantidades de riesgo vinculado a los índices, y también riesgo profesional, hasta que la mayoría de ellos se vieron obligados a sumarse a la fiesta.
Pero esta vez no son los escépticos lo que están subiéndose al carro y empujando cada vez más al alza los precios. Más importante aún es el auge de los nuevos vehículos no discrecionales, como los fondos pasivos, los fondos cotizados y las estrategias cuantitativas. De nuevo, merece la pena recordar que estas decisiones de asignación de activos generalmente no se basan en una actitud de tolerancia al riesgo, sino que representan un deseo de tener un acceso barato al mercado, nada más.
La mentalidad conservadora de los inversores también se refleja en el crecimiento de las estrategias de baja volatilidad. Su objetivo es conseguir rentabilidades absolutas moderadas mediante la inversión en activos de baja volatilidad, reduciendo así el riesgo de sufrir pérdidas de capital. Sin embargo, cuando los inversores entran en masa en activos concretos durante periodos prolongados, la volatilidad que registran esos activos desciende, ya que las pérdidas de valor se reducen por las persistentes compras.
Lo que parece estar ocurriendo en estos momentos es que las entradas continuas en los colosos tecnológicos estadounidenses están alimentando un ciclo que se perpetúa a sí mismo. A este respecto, cabe destacar que estos valores tienen una volatilidad realizada menor que los valores de consumo básico o de servicios públicos. Este hecho habrá estimulado la demanda de las estrategias cuantitativas de volatilidad mínima y los fondos cotizados, así como de las estrategias pasivas basadas en la capitalización bursátil.
Entender lo anterior ayuda a explicar no solo la evolución de los grandes valores tecnológicos en EE.UU., sino también por qué se han mantenido las estructuras dominantes de capitalización bursátil en otros mercados.
Es indudable que los inversores harían bien en tomar nota de las advertencias lanzadas por Marks sobre los precios de muchos activos. Podría ser verdad, como él mismo señala, que los inversores de estilo value suelen hacer sonar la alarma pronto, pero existen ciertamente suficientes ejemplos de asignaciones orientadas hacia los activos de mayor riesgo (y de activos de mayor riesgo que pasan a ser inversiones generalizadas) como para tomarnos una tregua.
No obstante, creo que es importante tener en cuenta la psicología dominante entre los inversores (las motivaciones de los actores relevantes) a la hora de evaluar las ganancias conseguidas durante los últimos años. A diferencia de la burbuja anterior, la búsqueda generalizada de la seguridad y la aversión a las pérdidas de capital son los factores que están alimentando los avances de los gigantes tecnológicos estadounidenses en bolsa.
Eso me lleva a extraer conclusiones muy diferentes sobre dónde residen los riesgos de sufrir pérdidas de capital sustanciales si realmente nos estamos aproximando al final del mercado alcista posterior a la crisis financiera.
Podría ocurrir que los valores que no resultan atractivos para aquellos que sienten una fuerte aversión a las pérdidas de capital terminen siendo, paradójicamente, los que mejor aguanten. En otras palabras: si el precio por evitar la volatilidad es elevado, podrían obtenerse réditos económicos asumiendo la volatilidad que otros rechazan.
Paras Anand es responsable de renta variable europea de Fidelity.
El sector del private equity está creciendo en México. Es por ello que RiskMathics Financial Innovation regresa con su curso sobre “Private Equity & Venture Capital- Estructura y operación”.
Entre el 4 de septiembre al 18 de octubre, los participantes se darán cita en el Centro DLíderes de Torre Diana y el piso 51 de la Torre Mayor de la Ciudad de México para, en 78 horas y 24 clases, analizar y entender el ecosistema de private equity en México.
Durante el curso se utilizarán casos reales para ejemplificar la dinámica del Private Equity & Venture Capital, su evolución, el origen de creación de valor, los riesgos asociados y la particularidad de esta clase de activo.
Especialistas de la talla de Eduard Tarradellas, Felipe Vilá, Victoria Hyde, Miguel Revilla, Miguel Duhalt, Adriana Tortajada, Marcus Dantus, Fernando Serrallonga, Alejandro Santoyo y Ricardo Granja guiarán a los participantes a través de cada etapa del desarrollo de una compañía, desde su creación, crecimiento, cambio de socios, reestructuración, riesgo, rendimientos, valuación de las empresas y eventos adicionales para identificar el rol de un Private Equity y un Venture Capital en cada etapa.
Para mayor información e inscripciones, siga este link.
El huracán Harvey tocó tierra la noche del viernes en Texas con categoría 4 y vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora. El cierre del puerto de Houston y otros de Texas está impidiendo la llegada de crudo importado y también evita que las exportaciones de crudo y combustibles salgan del país. Es el corazón de la producción de Estados Unidos.
Como resultado de dos días de intensas lluvias, los analistas de Goldman Sachs recuerdan que se han dejado de producir más de 2 millones de barriles procedentes del refino y va a llevar días o semanas que las refinerías de la zona estén plenamente operativas. Para la firma, las gasolinas van a ser las primeras en notar el impacto del cierre de refinerías. De hecho, los precios del crudo han permanecido estables durante las operaciones de la mañana, pero los precios de la gasolina han aumentado casi un 7%.
“Históricamente, los movimientos de precios relacionados con las tormentas han sido temporales y de corta duración”, explica Norbert Rücker, responsable de análisis macro y materias primas de Julius Baer.
“El elemento crucial de equilibrio es la apertura de los puertos y la reanudación del comercio de petróleo crudo y productos derivados. Sólo si las perturbaciones son vuelvan más severas, los precios de la energía deberían registrar un impacto más duradero. Mantenemos una visión neutral sobre el petróleo y vemos los precios cotizando de forma lateral que hará que pasen más tiempo cerca de la parte baja de la horquilla de 40 a 50 dólares”, añade Rücker en su análisis.
Dado que México depende de los combustibles estadounidenses para satisfacer casi las tres cuartas partes de su demanda interna de gasolina podría ser uno de los primeron damnificados del cierre de puertos de Texas.
“Cualquier freno en las exportaciones de productos refinados de Estados Unidos es muy perjudicial para la cadena de suministro, dada la dependencia de países como México y otros países latinoamericanos de Estados Unidos”, dijo Michael Tran, director de estrategia energética global de RBC Capital Markets a Reuters.
CaixaBank ha contribuido a poner en marcha una planta de cogeneración de biomasa en Viñales (Chile), como vía para compensar las emisiones de CO₂ derivadas de su actividad durante el año pasado.
La entidad financiera realiza cada año un inventario de sus emisiones de gases de efecto invernadero generadas como consecuencia de su actividad corporativa para calcular la huella de carbono y establecer acciones dirigidas a reducirla progresivamente.
Además, CaixaBank ha puesto en marcha una iniciativa ambiental para ser el primer banco de España, y uno de los primeros de Europa, que compensa el 100% de las emisiones calculadas de CO₂ derivadas del conjunto de su actividad. El objetivo es convertirse, antes de finales de 2018, en entidad “Carbon neutral” en referencia al alcance calculado de su huella de carbono.
El proyecto escogido por CaixaBank para compensar 22.949 toneladas de CO₂ emitidas a la atmósfera contribuirá al crecimiento sostenible de Chile al suministrar electricidad verde a partir de biomasa. La actividad del proyecto de Viñales generará una nueva inyección de energía limpia a la red eléctrica local y logrará un beneficio adicional de reducción de gases de efecto invernadero (GEI).
El proyecto ha generado 300 puestos de trabajo durante la construcción de la planta y actualmente emplea a 34 personas de manera estable. Además, la comunidad local se beneficia de un sistema para fomentar la relación con el entorno que tiene como objetivo, construir y mantener relaciones permanentes de confianza y de beneficio mutuo con la comunidad, buscando la creación de valor económico, social y ambiental.
Está siendo un cambio progresivo, que en algunos casos se detectó hace tan solo unos días, en otro hace unas semanas: los bancos estadounidenses están exigiendo a los clientes extranjeros, y particularmente a los argentinos, su identificación fiscal, confirmaron fuentes de la industria financiera en Montevideo.
El nuevo formulario W-8BEN, que se pide a personas y entidades que realizan pagos a no residentes, requiere la introducción de los datos fiscales del beneficiario, además de la información de identificación que se venía pidiendo tradicionalmente.
Un asesor financiero basado en Montevideo confirmó a Funds Society que hasta hace poco los propietarios de cuentas en Estados Unidos dejaban sin llenar esa parte del formulario W-8BEN, pero que recientemente, los bancos han empezado a solicitarlo.
Sentando las bases
“La medida no tiene ninguna consecuencia inmediata porque Estados Unidos tiene pocos acuerdos de intercambio de información tributaria firmados, y ninguno en la región. Pero está claro que se están preparando y están creando una base de datos inmensa que pueden utilizar en cualquier momento”, añadió la misma fuente.
La medida afecta a todo extranjero con una cuenta en Estados Unidos y no solo a aquellos que decidan abrir una cuenta ahora.
En el caso de los argentinos, se está exigiendo el llamado número de CUIT (Clave Unica de Identificación Tributaria).
Presiones internacionales
Andrés Bagnasco, director del Certificado de Asesoría de Inversiones de la Universidad Católica, considera que este cambio está relacionado con el aumento de las presiones internacionales hacia Estados Unidos para que comparta información tributaria.
“En muchos países del mundo, la evasión fiscal es un delito de precedencia del lavado de activos. Y Estados Unidos, aunque no está sujeto a los acuerdos internacionales de intercambio de información tributaria, sí es miembro de los tratados contra el lavado de activos”, explicó Bagnasco.
Argentina es uno de los países que consideran que la evasión fiscal es un precedente de lavado de activos y, en ese marco, Estados Unidos debe prevenir cualquier conflicto y conocer la situación tributaria de los clientes extranjeros de sus bancos.
El intercambio de información entre jurisdicciones fiscales se estrecha cada día más y las firmas en toda América emplean más recursos en cumplir con los requisitos de lucha contra el lavado de dinero y la financiación de organizaciones terroristas.
Lo que antes era una cuestión de reputación ha pasado a convertirse un tema clave en las instituciones financieras, que se arriesgan a recibir multas astronómicas si no cumplen escrupulosamente con los procedimientos de detección de delitos financieros.
Para conocer las nuevas tipologías de fraude financiero, que incluyen la compra venta de inmuebles y metales preciosos, o las nuevas técnicas para rastrear las actividades de alto riesgo en el sector de juegos y apuestas, ACAMS celebra la Conferencia Anual del Hemisferio Sur sobre ALD y delitos financieros en Montevideo, Uruguay, del 26 al 27 de octubre.
Los profesionales de la región podrán repasar los requerimientos regulatorios internacionales y locales referente a la identificación del beneficiario final de una cuenta, desarrollar políticas y herramientas practicas para la resolución de conflictos multi-jurisdiccionales o aprovechar las bases de datos públicas y el intercambio de información global para identificar el beneficiario último de entidades extranjeras y la asignación efectiva de los niveles de riesgo.
Argentina y Uruguay
Además, en el primer día de la conferencia se analizarán las diversas tendencias regulatorias en el Cono Sur, tales como el proyecto de ley de responsabilidad penal de las personas jurídicas en Argentina y la nueva ley de transparencia fiscal en Uruguay.
Las jornadas tendrán lugar en el Sheraton Montevideo Hotel. En su segundo día, el caso del ex presidente brasileño, Lula Da Silva, pondrá sobre la mesa un tema de máxima actualidad: evitar el ingreso de fondos de corrupción y soborno en su firma.
ACAMS es la mayor organización internacional de afiliados que se dedica a intensificar los conocimientos, las habilidades y la experiencia de los profesionales en antilavado de dinero (ALD) y contra el financiamiento del terrorismo (CTF, por sus siglas en inglés), y en la detección y prevención del delito financiero.