CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: DonkeyHotey
. El impacto del primer año de Trump en la economía norteamericana
Se ha cumplido el primer aniversario del mandato del presidente Donald Trump. Cuando inició su periodo se generaron diversas expectativas sobre la política económica que iba a seguir y el impacto que tendría sobre la economía de los Estados Unidos de Norteamérica.
Hasta el momento los resultados le son muy favorables. Se estima que el PIB va a crecer 2%, nivel superior al del año anterior, la tasa de desempleo es la más baja desde la crisis de 2009, la inflación se ubicó en 2.11%, nivel ligeramente por encima del año anterior lo que indica que continúa el dinamismo de la actividad económica. La Federal Reserve aumentó su tasa de referencia, lo cual también refleja que ve mayor dinamismo en la economía. Por su parte, el principal indicador de la bolsa de valores registró un aumento de 25% durante 2017.
Es un hecho que a la economía norteamericana le fue muy bien en el primer año de gobierno de Trump. La pregunta que se vuelve relevante es si dichos resultados se debieron a sus decisiones de política económica o provienen de una inercia que ya traía la economía desde 2016. Todo indica que el bienestar se debe más bien a la combinación de dos factores, la inercia que traía la economía, quizá la principal causa, y a las expectativas que generaron sus planteamientos económicos. A pesar de que no se llegaron a materializar la gran mayoría de los planteamientos hechos por Trump, muchos agentes económicos creyeron en ellos y actuaron en consecuencia.
En otras palabras, las decisiones de Trump no afectaron negativamente en el corto plazo al ciudadano promedio de su país. Sin embargo, algunos de sus efectos si serán nocivos para Estados Unidos en el mediano plazo. Medidas como, salirse del Acuerdo de París, del Acuerdo Transpacífico, cuestionar el apoyo a la OTAN, criticar el comercio internacional y otras más, van a provocar que con el tiempo la hegemonía internacional de Estados Unidos disminuya y difícilmente pueda volver a recuperarse.
Ahora resulta que China es el abanderado de cuidar el medio ambiente, el promotor del libre comercio, ofrece créditos a los países con quienes Estados Unidos desea reducir sus relaciones económicas. Un claro ejemplo es América Latina, donde la inversión China ha estado creciendo en varios sectores. El Presidente de China ha visitado a los principales países de la Comunidad Europea para fortalecer las relaciones económicas y no se limita únicamente a las comerciales. Con el tamaño que tiene la economía China, la velocidad a la que crece y las relaciones económico financieras que está estableciendo, junto con la posición de Estados Unidos de centrar su preocupación en su propia economía y desentenderse de las situaciones internacionales, provocará que la influencia de Estados Unidos en las decisiones económicas internacionales disminuya y la de China se fortalezca. Particularmente, en la medida que China continúe aumentando sus relaciones comerciales y ofreciendo créditos o adquiriendo bonos de países con necesidad de financiamiento, como lo ha estado haciendo desde hace algunos años. Este cambio en el poder económico internacional va tomar tiempo, pero en la medida que Trump continúe como hasta ahora, se acelerará y llegará a ser irreversible.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Seyed Mostafa Zamani. Guía de calidad sobre el gobierno corporativo
Creemos que un buen gobierno corporativo resulta crucial, ya que es preciso garantizar que los equipos directivos de las compañías actúen en interés de los accionistas. Esto es necesario para afrontar el problema clásico del principal-agente, cuando los accionistas no administran la compañía en la que invierten y quedan expuestos a la posible diferencia de prioridades de la dirección.
El dilema típico es la naturaleza temporal: administrar la compañía a ultra largo plazo independientemente de la rentabilidad o el rendimiento (un problema clásico en Japón), puede ser tan perjudicial como dirigirla para obtener beneficios a corto plazo, a menudo para ganar un mayor sueldo (un problema clásico angloestadounidense). Sin duda, los inversores deben estar en guardia.
Es vital dirigir las compañías en pos de la rentabilidad a largo plazo en lugar de a corto plazo. En concreto, es necesario invertir lo suficiente para mantener sus franquicias, innovar y, cuando corresponda, respaldar esas innovaciones a través de publicidad y marketing. Estas inversiones se financian tanto a través de la cuenta de resultados como de gasto en capex.
También es crucial que cualquier flujo de caja libre remanente se invierta a altas tasas de rentabilidad o, en ausencia de tales oportunidades, que se devuelva a los accionistas, preferiblemente a través de dividendos. Se deben cerrar las unidades de negocio que no tienen perspectivas de ofrecer una rentabilidad aceptable a largo plazo, y el capital se debe dirigir hacia áreas que generen mayor rentabilidad, o devolverse a los accionistas.
Si bien existen operaciones corporativas interesantes, generalmente somos cautelosos respecto a las grandes adquisiciones, ya que tienden a ser una transferencia de valor desde los accionistas que compran a los afortunados que han sido comprados.
“Compouders” de alta calidad
Puede parecer contrario al sentido común, pero en nuestra opinión, el gobierno corporativo es aún más importante en los “compouders” de alta calidad. El motivo radica simplemente en el hecho de que el equipo directivo dispone de un mayor margen de libertad.
Las compañías del sector de consumo básico cuentan con generosos presupuestos para publicidad, que pueden ser recortados en épocas de vacas flacas con el objetivo de inflar los beneficios a corto plazo a costa de destruir valor a largo plazo, cuando en realidad las compañías que reinvierten a altas tasas de rentabilidad deberían generar grandes cantidades de flujo de caja libre, con todas las tentaciones de asignarlo de forma indebida que esto conlleva.
Analizar la gestión y el gobierno corporativo ha sido un elemento central del proceso de inversión del equipo International Equityde Morgan Stanley desde su fundación en 1986. El trabajo en esta área no se subcontrata a empresas como ISS o Glass Lewis, sino que lo lleva a cabo el propio equipo de inversión, respaldado por el equipo de Gobierno corporativo de MSIM.
Aunque tenemos preferencias claras, que abordamos a continuación, las decisiones sobre votaciones analizando cada caso particular y no utilizando una fórmula general. En un mundo profundamente imperfecto, no queremos que nuestra búsqueda de la perfección se interponga en lo razonable, particularmente cuando lo razonable mejora cada año. No obstante, nos sentimos muy cómodos votando en contra de las recomendaciones del consejo de administración, e incluso en contra de sus miembros, cuando creemos que es necesario.
Roles y remuneración
En cuanto a la estructura, preferimos que los roles del CEO y del presidente del consejo estén separados, y lo ideal sería tener un consejero independiente sénior al que acudir cuando no estemos satisfechos con ellos. En términos más generales, no nos gustan las “píldoras venenosas”, los derechos de voto doble para algunos accionistas, ni las clases de acciones diferenciadas. No creemos que las compañías, y en particular su equipo directivo, requieran protección por parte de sus dueños.
La remuneración de los ejecutivos es un tema central, ya que la mayoría tiende a hacer lo que se les paga por hacer, lo que significa que los incentivos deberían recompensar el comportamiento que beneficia a los accionistas. Esto hace que seamos cautelosos y que no nos fiemos demasiado de los beneficios por acción, ya que se pueden manipular con maniobras a corto plazo, en concreto, mediante aumentos del apalancamiento o adquisiciones de baja rentabilidad.
En especial, nos resistimos al uso de “beneficios ajustados” o, como preferimos llamarlos, “beneficios antes de que suceda algo negativo”. Lo negativo pueden ser pérdidas, los costes por impactos medioambientales o sociales, o incluso el pago con acciones de la compañía. Por el contrario, acogemos positivamente la (aunque no muy común) inclusión de objetivos basados en la rentabilidad sobre el capital.
Uno de nuestros objetivos es evitar pagar demasiado por una rentabilidad ordinaria o deficiente. Por esa razón, buscamos metas más amplias en lugar de objetivos fáciles o acciones solo por el tiempo como inversores. Otra señal de alerta es el cambio sobre la marcha de los objetivos, por ejemplo, al descontar los efectos de la divisa cuando esta fluctúa lastrando los resultados, que a menudo ha reportado beneficios cuando se movía en sentido contrario.
También desaprobamos los objetivos que se cumplen mediante adquisiciones. Apoyamos que los directivos posean un mínimo de acciones, y vamos más allá, alentando a las compañías a mantener los objetivos aún después de que se jubilen los ejecutivos, para evitar la tentación de engordar el negocio de forma insostenible cuando estos dejan la empresa.
En última instancia, aunque las estructuras son importantes, lo que más importa es la cultura de la organización y el comportamiento de su equipo directivo, por lo que es fundamental reunirse con ellos regularmente. Gran parte de la “industria de gobierno corporativo” se concentra en calificar lo que se mide fácilmente, y termina siendo únicamente un ejercicio de marcar casillas, descuidando el elemento humano. El peligro es que el proceso termine como la historia del borracho que ha perdido las llaves en el parque y las busca bajo la farola, porque ahí es donde está la luz. Nuestro proceso, más complejo, laborioso y necesariamente subjetivo procura buscar donde realmente están las llaves.
Opinión de William Lock, Bruno Paulson y Dirk Hoffmann-Becking, del equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management.
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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Alonis. ¿Cómo afecta la reforma fiscal de Trump al impuesto de sucesiones de los no residentes?
Antes de la aprobación de la nueva reforma tributaria de la Administración Trump, muchos habían especulado sobre dos posibles impactos clave para los clientes no residentes de la banca privada y de los broker: la eliminación de la disparidad en la exención del impuesto de sucesiones entre personas no estadounidenses y estadounidenses, y la eliminación del impuesto de sucesiones en sí, que podría haber suprimido una de las razones más antiguas para utilizar estructuras offshore.
El 22 de diciembre de 2017, se promulgó la «Ley de reducción de impuestos y empleos». En ella se modifica el impuesto de sucesiones para personas estadounidenses únicamente. Las secciones número 2010 y 2001, que se aplican a propiedades de ciudadanos o de residentes, no modificaron los impuestos que atañen a las propiedades de los no residentes que no son ciudadanos de Estados Unidos.
Bajo la Sección 2010, el monto de la exclusión básica para las propiedades de los fallecidos residentes o ciudadanos que fallezcan después del 31 de diciembre de 2017 y antes del 1 de enero de 2026 se incrementa de US$5.000.000 a US$10.000.000. Pero, las secciones con número 2101-2108, las que fijan las condiciones para los no residentes o no ciudadanos, no registraron ningún tipo de enmienda.
En consecuencia, el impuesto que se aplica a la transferencia de patrimonio imponible de difuntos no residentes que no sean ciudadanos de EE. UU. está sujeto a una exclusión básica mínima de solo US$60.000.
Dado que la fiscalidad sobre los activos en Estados Unidos cuando se traspasan tras la defunción sigue vigente, los clientes de wealth management deben tener cuidado al planificar cómo se mantienen esos activos, incluida la consideración apropiada de las estructuras de inversión personal offshore.
Si tiene alguna pregunta sobre este u otros asuntos de banca privada transfronteriza, comuníquese con Sergio Alvarez-Mena (305-71-9759) o Kathy Keneally (212-326-3402).
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Wikimedia CommonsEl presidente de Perú, Pablo Kuczynski. Perú: La incertidumbre política se profundiza, pero la gestión macroeconómica resiste
El proceso de impeachment superado recientemente por el presidente de Perú, Pablo Kuczynski, ha dejado un escenario de incertidumbre política, pero la gestión macro económica del país suele mantenerse sólida y estable a pesar de que la política peruana es a menudo disfuncional, considera Irina Topa-Serry, del equipo de Research and Investment Strategy de AXA Investment Management.
“El peor escenario para el caso de inversión de Perú sería una convocatoria de elecciones anticipadas, pero esto parece altamente improbable”, señala en informe, añadiendo que los dos vicepresidentes del país han declarado que asumirían las tareas de gobierno hasta el final del mandato presidencial en 2021, alejando así la posibilidad de nuevos comicios.
De todos modos, la analista señala que “la gestión macroeconómica de Perú suele ser sólida y estable mientras que la política ha sido a menudo disfuncional. Esto ha hecho que el país sea bastante inmune a la volatilidad política y el ruido, logrando avances en su calificación crediticia”.
Las políticas y reformas macroeconómicas de las últimas dos décadas supusieron una reducción significativa del desempleo y pobreza, en un contexto de fuerte crecimiento (superior al 5% en promedio desde 2000), transformando a Perú en una de las economías estelares de América Latina, destaca AXA.
“El gobierno actual ha realizado pasos adicionales hacia la modernización de la economía y el potencial aumento del crecimiento: reforma fiscal (destinada a aumentar recaudación mediante el fortalecimiento de la administración tributaria), reforma de la infraestructura (mejorando el marco para inversión pública y asociaciones públicas y privadas), reformas educativas y anticorrupción”, señalan los analistas de AXA.
Factores externos adversos (precios más bajos de las materias primas) y desafíos internos (el caso de corrupción de Odebrecht, inundaciones, la falta de mayoría del gobierno en el Congreso), sin embargo, pesaron en el corto plazo perspectivas económicas. El crecimiento ha oscilado por debajo del 2.5% desde el comienzo de 2017.
“Se estima que el caso Odebrecht y la parada repentina de todos los proyectos de construcción relacionados con la empresa, deberían costar unos 0,3 puntos porcentuales de crecimiento del PIB en 2017”, señala AXA.
Después de las devastadoras inundaciones provocadas por el fenómeno el niño, el gobierno peruano lanzó un gran plan de estímulo fiscal para abordar necesidades de reconstrucción que deberían alimentar el crecimiento en 2018, siempre que los costos involucrados se mantengan bajo control.
AXA IM concluye que la incertidumbre del pasado año provocó una liquidación de las acciones y la depreciación de la moneda local, mientras que para la tasa fija, las reacciones fueron más moderadas, por ello, “el buen historial económico de Perú nos ofrece confianza y esos episodios deberían constituir buenas oportunidades de compra para los inversores”.
Wikimedia CommonsPlaza Independencia en Montevideo. Uruguay recibe un reconocimiento por su gestión de la deuda y su emisión en pesos de 2017
La primera emisión nominal en pesos de la historia de Uruguay, en junio de 2017, fue premiada por la publicación LatinFinance a doble título, recibiendo el reconocimiento por la mejor gestión responsable de deuda de 2017 y la mejor oferta en moneda local del mismo año.
“En un contexto de fuerte demanda de los inversores por la deuda de mercados emergentes en moneda local, Uruguay emitió un bono de 1.250 millones de pesos con vencimiento en 2022. La transacción permitió recaudar 1.000 millones de pesos en efectivo y el resto se utilizó para financiar una operación de gestión de pasivos realizada el mismo día que la emisión”, señaló en una nota LatinFinance.
La operación de las autoridades uruguayas de deuda permitió que Uruguay “bajara los costos de endeudamiento, redujera su deuda en dólares y diversificara su base de inversores”, añadió la publicación.
Una vez al añ, LatinFinance reconoce los logros de las empresas líderes de la región y de aquellos bonos soberanos que realizan transacciones excepcionales, además de premiar la labor de los bancos y bufetes de abogados que operan en los mercados de capitales de América Latina.
Brian Duperreault, presidente y director ejecutivo de AIG. AIG compra a Validus por US$5.560 millones en efectivo
AIG ha entrado a aun acuerdo para comprar el total de las acciones de Validus, un proveedor de reaseguros, seguros primarios y servicios de asset manager.
La transacción mejora el negocio de Seguros Generales de AIG, agregando una plataforma de reaseguro líder, un asset managerde valores ligado al seguro, una presencia significativa en Lloyd’s, entre otras cosas.
Los titulares de las acciones ordinarias de Validus US$68 en efectivo por acción, en una operación valorada en US$5.560 millones, financiado con efectivo en caja.
La adquisición incluye a Validus Re, AlphaCat, Talbot y Western World y se espera que la operación se cierre a mediados de 2018.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Es el momento de reducir el riesgo de la cartera y arriesgarse a perder posibles rentabilidades?
En una fantástica viñeta de The Far Side, se ve una orquesta y a un hombre de pie detrás de ella que sostiene un enorme platillo, listo para hacerlo sonar. Al hombre le sale un bocadillo que dice “Esta vez no voy a pifiarla”. El pie de la viñeta dice “Roger la pifia”.
Esta viñeta nos representa a todos nosotros intentando determinar cuándo tocará techo el mercado. Obviamente, este esfuerzo puede saldarse de tres formas: demasiado pronto, demasiado tarde o en el momento exacto. Algunos de nosotros podríamos tener suerte y acertar, pero a efectos de la planificación financiera, es mejor suponer que nos adelantaremos o nos retrasaremos. Un error en cualquiera de los dos sentidos resulta caro.
Nuestra estimación del PER de equilibrio del S&P 500 se sitúa en 16, por lo que habría resultado fácil tomar nota del PER de 21 del año pasado por estas fechas y considerar que el mercado estaba caro. Si hubiéramos reducido el riesgo entonces, nos habríamos perdido las ganancias del 22% de 2017. Cuando se desate la caída de las bolsas, me sorprendería que esta fuera superior al 20%, porcentaje que solo se ha alcanzado dos veces: en 2000-2002 y en 2007-2009. Como siempre, la inversión es un binomio formado por el riesgo y la recompensa.
Me da la impresión de que los inversores pueden escoger una de estas dos opciones: aceptar el riesgo de caída de los mercados y mantener las inversiones en activos de riesgo, o reducir precozmente el riesgo y aceptar que se pueden perder ganancias potenciales.
Es esencial tener clara esa decisión, ya que las acciones a realizar son bastante diferentes en cada caso. Al no tomar esta decisión explícita, me temo que muchos están suponiendo implícitamente que podrán salir en el momento justo. Ciertamente, es una suposición valiente.
Permítanme explicarles las dos opciones:
1.- Mantener las inversiones
Si los inversores toleran bien el riesgo y, por lo tanto, están a gusto manteniendo sus inversiones, deberían tomar esa decisión siendo conscientes explícitamente de que en algún momento se estrellarán. La configuración de la cartera desempeña un papel importante a este respecto.
Por ejemplo, suponiendo un escenario negativo con una caída de las cotizaciones del 20%, mantener aproximadamente un tercio de los activos en renta variable significaría que la cartera se enfrentaría a unas pérdidas del 6%, lo que podría ser perfectamente tolerable para algunos inversores.
Además, en los dos episodios en los que las bolsas registraron caídas superiores al 20%, el mercado de bonos ganó un 30% y un 17%, respectivamente (según el S&P 7-10 Year Treasury Index).
Por lo tanto, con independencia de la valoración de la renta fija, aumentar la duración de los bonos de una cartera puede ser un mecanismo de protección frente a una caída de las bolsas. Para dar algunas cifras, si una cartera invierte un 70% en un índice de bonos a diez años y un 30% en bolsa, entonces un descenso bursátil del 20% y un descenso de un 1% del rendimiento de los bonos todavía se traducirían en una rentabilidad global positiva.
Aunque muchos activos están caros, sigue habiendo áreas atractivas. La bolsa europea es una de las que capta mi atención, pero la clase de activos que me atrae sobremanera son los bonos indexados a la inflación de los mercados emergentes. La situación que me provoca pesadillas es una caída de las bolsas provocada por un aumento de los rendimientos de los bonos. Ese improbable escenario ocurriría presumiblemente si la inflación hace acto de presencia con fuerza y, en ese caso, los bonos indexados emergentes se comportarían bien y sus rendimientos reales son atractivamente altos.
2.- Reducir precozmente el riesgo
Un inversor que no tolera el riesgo podría haber reducido ya el riesgo, con el argumento de que la fortaleza relativa ha impulsado las rentabilidades, los fundamentales son solo moderadamente buenos y el mercado ha experimentado una excelente racha. Este inversor podría pensar que la caída bursátil podría ser superior al 20%.
Más allá del coste de oportunidad, el problema de la reducción del riesgo es que los activos de menor riesgo son los más caros de todos y garantizan una merma de poder adquisitivo. Por lo tanto, lo importante es ser conscientes de que el inversor experimentará rentabilidades reales negativas durante todo el tiempo que ha reducido el riesgo. A los que prefieren mantener las inversiones no les gustaría eso y he ahí la diferencia que los separa en gran medida del grupo que reduce precozmente el riesgo.
Así pues, si usted va a reducir el riesgo, no caiga en el exceso y asegúrese de que lo hace de manera uniforme para mantener una cartera equilibrada, lo que implica diversificar en diferentes clases de activos y regiones. A un partidario de reducir el riesgo le gustará saber que la exposición al mercado de deuda asiática suele ser baja en las carteras de renta fija mundial.
Buena suerte en 2018. Si formula un propósito de año nuevo, decida rápidamente si reducir el riesgo o no. ¿Prefiere hacer sonar los platillos demasiado pronto o demasiado tarde?
David Buckle es responsable de análisis cuantitativo de Fidelity.
Pixabay CC0 Public Domain. 2018 deparará un crecimiento sólido
En 2018, todos los países de la OCDE deberían registrar un crecimiento superior a su capacidad de producción salvo el Reino Unido, que debería seguir sufriendo los efectos negativos de la incertidumbre derivada del Brexit.
Estados Unidos es el país con el ciclo económico más avanzado. La reforma fiscal prevista inicialmente en 2017 debería entrar en vigor finalmente durante el primer trimestre de 2018, si bien la rebaja de los impuestos a las empresas se aplicará a partir de 2019. Este plan de estímulos aumentará los beneficios de las empresas, sobre todo del sector industrial, y sostendrá el crecimiento.
Sin embargo, a más largo plazo inflará todavía más el déficit y el efecto sobre la economía será escaso, ya que la brecha de producción es positiva en estos momentos. En Europa, el crecimiento se ralentizará levemente, hasta el entorno del 2%, mientras que la economía suiza repuntará y crecerá un 1,7%.
Los bancos centrales de los países desarrollados reducirán sus estímulos a la economía. La Reserva Federal estadounidense adelgazará 420.000 millones de dólares su balance –que alcanzará los 4 billones de dólares–, lo que tirará al alza de la prima a plazo en la deuda pública con vencimientos largos.
Condiciones financieras
Por otro lado, las condiciones financieras se endurecerán en paralelo a la normalización progresiva de los tipos de interés. En este sentido, en 2018 prevemos cuatro subidas de 25 puntos básicos de los tipos de referencia en Estados Unidos.
En paralelo, los balances del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Japón seguirán creciendo, pero las compras mensuales se reducirán. En Europa, el BCE podría poner fin a su programa de compra de activos a finales de año y podría concentrarse en la reinversión de los bonos que lleguen al vencimiento, así como en la evolución futura de los tipos de interés. En este sentido, el riesgo de que los mercados descuenten demasiado pronto el fin del ciclo de liquidez es alto. En Suiza, el banco central continuará con su política monetaria basada en los tipos de interés negativos y las intervenciones en los mercados de divisas.
Con respecto a China, el endeudamiento sigue siendo elevado, pero se ha observado una estabilización durante el año. El deterioro de la coyuntura durante el cuarto trimestre se debe al menor apoyo del estado y a la ralentización del frenesí inmobiliario. El escenario de ralentización controlada debería volver al primer plano de la actualidad en 2018. Sin embargo, la aportación de China al crecimiento mundial sigue aumentando en paralelo al tamaño de su economía.
En cuanto a los riesgos, el mercado inmobiliario no debería lastrar el sistema bancario gracias a la solidez de los balances de los hogares chinos. Por el contrario, el riesgo de las inversiones en infraestructuras y en equipos de producción no es, en absoluto, desdeñable.
Un contexto de crecimiento global que nos alienta a seguir recomendando una gestión flexible y muy personalizada y en la que soluciones como nuestros fondos Mirabaud European Small and Mid Caps o Mirabaud Equities Spain. Ambos pueden ser una de las mejores opciones por su capacidad de selección de compañías, siempre basada en la búsqueda de valor en el mercado.
Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.
Pixabay CC0 Public DomainSchwoaze. La clave de Flossbach von Storch para 2018: cubrir las divisas
Durante este primer mes del año, las gestoras terminan de hacer sus balances y presentar sus perspectivas para 2018. En el caso de Flossbach von Storch, 2017 ha sido, una vez más, un año de máximos históricos: el índice MSCI World ha ganado casi un 6% en lo que va de año, mientras que el Nikkei japonés ha superado el 10% y el DAX roza el 14%.
Teniendo en cuenta la evolución de los índices, 2017 ha sido un buen año para los inversores de renta variable. En opinión de Flossbach von Storch, sería presuntuoso pensar que el auge durará eternamente, pero hay motivos para entrar en ahora en renta variable. “La tendencia positiva acumula ya varios ejercicios. Sería presuntuoso pensar que el auge durará eternamente, apoyado en el fabuloso arte de la política monetaria. Pero, sin prestar mucha atención a la actuación de los bancos centrales, si la coyuntura resbala, la renta variable puede también sufrir correcciones”, advierte.
Sobre ese posible “resbalón” de la economía, la firma señala a los bancos centrales como el riesgo potencial de provocarlo. Según explica en su último informe, “es posible que los bancos centrales se hayan convertido en presa de su propia política y no sean capaces de elevar los tipos de interés cuando los niveles de inflación así lo exijan”.
Según su análisis, en un supuesto de unos tipos nominales reducidos y una inflación al alza, las acciones deberían permanecer en niveles altos, incluso cuando el crecimiento económico real pueda parecer utópico. Entonces la inflación podría provocar un crecimiento exagerado de las ganancias nominales y utilizar bajos tipos de interés para descontarlos. “En otras palabras: incluso cuando una inversión logre una revalorización nominal, la mejora en la inflación supondrá una escasa tasa de rentabilidad para dicha inversión”, advierte.
Asignación de activos
Durante este año, Flossbach von Storch señala que sus carteras se han beneficiado de una acertada selección de activos bottom up, tanto en acciones de calidad como en posiciones oportunistas en bonos. “Algunos ejemplos son la inversión en deuda subordinada de una empresa líder del sector automovilístico o deuda soberana de México. Sin embargo, la falta de cobertura de nuestras posiciones en dólares y en francos suizos nos ha costado algunos puntos básicos de rentabilidad”, apuntan.
Según explica la firma, a inicios de año, las medidas anunciadas por Trump impulsaron la apreciación temporal del dólar. Al revertirse esta tendencia, muchos inversores se encontraron en una situación incómoda: no habían cubierto sus posiciones en dólares y estaban dispuestos a corregir esta situación como fuera.
“Esta situación se ha repetido en la corrección del euro entre octubre y noviembre. La creencia del mercado en la fortaleza del euro ha impulsado el momentum de la divisa y propulsado el mercado de forwards. A corto plazo vemos factible una nueva apreciación de la moneda única. A largo plazo, sin embargo, consideramos que el euro es una divisa frágil con un potencial de mejora limitado y, por consiguiente, nos mantenemos cautos sobre los rangos de cotización respecto al dólar”, apunta.
De cara a 2018, firma tiene previsto mantener una cobertura parcial a divisas y, por otro lado, buscar títulos de empresas penalizados por el efecto de la disrupción tecnológica sobre sus modelos de negocio porque consideran que pueden encontrar nombres con un buen potencial.
Pixabay CC0 Public DomainBilaleldaou. Natixis IM adquiere una participación minoritaria en Airborne Capital
Natixis IM, una de las mayores firmas de gestión de activos, ha adquirido una participación minoritaria en el accionariado del especialista en arrendamiento aéreo y firma de gestión de activos Airborne Capital. No se conocen los detalles sobre el valor de la operación, pero sí que la participación fue adquirida a los actuales accionistas, el equipo de gestión de Airborne y FEXCO, la mayor empresa privada de servicios financieros de Irlanda.
Con esta operación, Airborne tendrá acceso a una plataforma global de gestión de activos que contribuirá a acelerar sus planes de crecimiento del negocio. Además, la transacción permite a Natixis IM avanzar en su experiencia en inversión alternativa, en especial en activos materiales.
Jean Raby, director general de Natixis Investment Managers, señaló respecto a la adquisición que “Airborne Capital combina un equipo de gestión experimentado, un sólido historial y un modelo único para invertir en activos materiales en el creciente sector de la aviación comercial. Confiamos en nuestra alianza con Airborne y creemos en su potencial de crecimiento. Por nuestra parte, a medida que aumenta la demanda de clases de activos alternativos y materiales, seguiremos invirtiendo en nuestra capacidad de llevar a nuestros clientes las mejores soluciones disponibles”.
Actualmente la estrategia de Airborne Capital es apoyar a los proveedores de capital que buscan invertir en una clase emergente de activos en un entorno donde la industria de la aviación se prepara para un rápido crecimiento promovido por el aumento de las flotas. Airborne invierte en el sector de la aviación como una clase de activo en una diversidad de estrategias de inversión con el fin de generar retornos estables, a largo plazo y no-correlacionados.
Por su parte, Ramki Sundaram, director general de Airborne Capital, ha apuntado que “estamos contentos de dar la bienvenida a Natixis Investment Managers como accionista de Airborne Capital. Es una sólida señal de confianza en nuestra estrategia”.