Mirova ha completado la adquisición de una participación del 51% del gestor de inversiones de impacto Althelia Ecosphere, mientras que el resto de las participaciones de la firma se mantienen en propiedad de los socios fundadores, Sylvain Goupille y Christian Del Valle. Un mecanismo de retiro alineará los intereses a mediano plazo y aumentará gradualmente la participación capital de Mirova de cara al 2022.
De acuerdo con un comunicado de la firma, ‘Mirova-Althelia’, la nueva marca de la entidad, asignará más de 1.000 millones de euros en activos bajo administración a inversiones de capital natural durante los próximos cinco años. «Lo anterior combina la visión estratégica y la experiencia requeridas para escalar este incipiente pero promisorio mercado, y brindar servicio a clientes institucionales que buscan retornos a escala de mercado a través de soluciones de inversión de alto impacto que aborden los grandes retos ambientales a nivel global como el cambio climático, protección de suelo, biodiversidad, y recursos terrestres y marinos», apunta la firma.
Goupille y Del Valle continuarán al frente de la plataforma de inversión en capital natural y continuarán dirigiendo las actividades cotidianas del negocio. Operada desde dos polos financieros globales, Londres y París, la plataforma cuenta con 12 profesionales expertos en inversiones, incluyendo los recursos existentes de Mirova asignados al desarrollo de la estrategia ‘Neutralización de la Degradación de Suelos’. Con especialidades complementarias en finanzas para la conservación y capital natural, estructuración y financiamiento de inversiones, gestión ambiental, social y de gobernabilidad, el equipo aprovechará sus relaciones senior-con una amplia gama de socios comerciales internacionales y locales para soportar y ejecutar nuevas oportunidades de inversión. Se espera que toda la integración operativa concluya en un periodo de 6 meses.
A la fecha, la empresa se encuentra desarrollando tres estrategias y cuenta con los 100 millones de euros del Fondo para el Clima de Althelia I actualmente invertidos en su totalidad en proyectos de reducción de emisiones de carbono en el sector forestal que generan créditos de carbono en África, Asia y Latinoamérica. Los productos de Mirova-Althelia estarán disponibles en la red global de distribución de Natixis Global Asset Management. Su base de inversores son instituciones del sector tanto público como privado.
Los inversores de criptomonedas son un grupo «inconstante que se mueven de una moneda a otra dependiendo de su capacidad para lograr el coste más eficaz para su inversión». Según el análisis de James Butterfill, director de Análisis y Estrategia de Inversión en ETF Securities, “esta búsqueda ha resultado ser lucrativa para ellos, pero como consecuencia los precios de las herramientas usadas en las criptomonedas son altas, algo similar a lo que ocurrió con la fiebre del oro visto en el siglo XIX”.
Como curiosidad, durante la fiebre de oro de California, se disparó el precio de las herramientas usadas para extraerlo. “Las cacerolas que se necesitan normalmente costaban veinte centavos antes de la fiebre en 1848, pero luego aumentaron, bruscamente, en pocos años hasta los ocho dólares”, señala como anécdota Butterfill quien considera que actualmente ocurre algo similar pero con las criptomonedas.
En este sentido, la subida de los precios de las criptomonedas más populares, como Bitcoin y Ethereum, ha llevado a algunos grandes inversores a desarrollar “granjas de servidores de búsqueda” con una gran capacidad de procesamiento. “Es una inversión sencilla”, explica Butterfill, “una vez que la infraestructura está configurada y es autónoma, no hay mucho más que hacer que preocuparse por el precio fluctuante y su punto de equilibrio”.
Aún así, esta actividad tiene dos costes importantes. Uno coste es el inicial, que está relacionado con el hardware, y el otro es el consumo de energía. “A los precios actuales de Ethereum, teniendo en cuenta la volatilidad, es posible que un inversor alcance el punto de equilibrio en menos de seis meses, dependiendo de los costes justamente de la energía. En consecuencia, estas granjas de servidores se encuentran a menudo en lugares donde los costes de energía son bajos; lo que mejora el punto de equilibrio”, explica Butterfill.
En su opinión, es normal que los precios de los equipos disminuyan con el tiempo, ya que los nuevos modelos van dejando obsoletos los anteriores. Aun así este experto defiende que se ha vuelto cada vez más difícil buscar Bitcoin debido a la “exigente potencia del procesador que se necesita, en particular cuando el inversor es un aficionado”.
Esto ha provocado que muchos usuarios pasaran de invertir en Bitcoin a inveritr en Ethereum, creando una volatilidad significativa en ambas monedas. “Pero ahora es cada vez más difícil extraer a Ethereum también”, reconoce Butterfill.
Bill McNabb, consejero delegado de Vanguard, se mostró tajante en sus declaraciones al Financial Times en las que aseguraba que “no creo que vaya a haber una burbuja de la gestión pasiva”. De esta forma se posicionaba McNabb en uno de los debates que más preocupa a las gestoras y a los gestores de fondos: el alza de la gestión pasiva frente a la gestión activa.
McNabb, con 60 años de edad y más de 30 años de experiencia en el sector, conoce las oportunidades y los riesgos de esta industria. Según reconocía en declaraciones al Financial Times, “cuando llegué al puesto de consejero delegado, la crisis financiera estaba en su apogeo«. Ahora tiene delante un sector con muchos otros retos.
Según señala la publicación, actualmente, casi todo el crecimiento de Vanguard proviene de su mercado interno. Los inversores estadounidenses representan más del 90% de sus activos. McNabb apunta que tiene muy buenos contactos con los clientes y las autoridades reguladoras; área que se ha convertido en un área prioritaria. «He pasado mucho tiempo con autoridades y grupos de expertos hablando de grandes temas políticos», dice McNabb.
Vanguard ha hecho una gran apuesta por los fondos cotizados, que han tenido un explosivo crecimiento con una entrada neta de capital de más de un billón de dólares entre 2014 y 2016. Según la información más reciente, tiene 800.000 millones de dólares en fondos cotizados, frente a 40.000 millones en 2009, y 3,7 billones de dólares en fondos de inversión.
Tal y como recoge la publicación, McNabb rechaza las sugerencias de que a Vanguard le será difícil mantener su crecimiento o superar a BlackRock: «Ni siquiera pensamos en eso. Para nosotros el crecimiento nunca es un objetivo, sino que lo más importante son los costes y los inversores, aunque eso no significa que no tengamos un instinto competitivo. La gente solía ignorarnos. Pero de repente los márgenes operativos de las gestoras de activos cotizadas se están esfumando debido a la competencia de precios, que se mantendrá».
Sucesión en Vanguard
En julio, la gestora sorprendió a sus competidores con el anuncio de un “cambio radical en su equipo directivo”, recuerda el Financial Times. El director de inversiones Tim Buckley, de 48 años, fue ascendido para suceder a McNabb como consejero delegado a principios de 2018.
“El cambio se produce en un momento importante para Vanguard, que ha consolidado su posición como líder mundial de fondos de bajo coste, especializándose en estrategias de gestión pasiva”, argumenta la citada publicación.
Tras la última reunión del BCE a principios de septiembre, la política monetaria sigue siendo un foco de atención para el mercado. Durante esta última parte del año, los inversores siguen atentamente los movimientos de la Fed, del Banco de Japón, del Banco de Inglaterra y de los bancos centrales de Suecia y Rusia.
Antes de que acabe 2017, se prevé que la Fed comience a reducir su cartera de bonos del Tesoro estadounidense y MBS –Mortgage Backed Securities o valores respaldados por hipotecas–, al no reinvertir la totalidad de los bonos que venzan. “En los próximos años, prevemos que el balance de la Fed, de unos 4,5 billones de dólares estadounidenses, se reduzca prácticamente a la mitad”, señala Hans-Jörg Naumer, global Head of Capital Markets & Thematic Research de Allianz Global Investors.
Aunque el BCE haya aplazado hasta otoño su decisión sobre el cambio de signo de su política monetaria, Naumer considera queel momento actual resulta especialmente propicio para la reducción gradual de las compras mensuales de bonos. “El órgano superior de protección de la Constitución en Alemania, el Tribunal Constitucional Federal Alemán, ha presentado un recurso contra la flexibilización cuantitativa, el programa de compra de deuda pública, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La acusación consiste en que se está financiando ilegalmente a los Estados a costa de los generosos bolsillos del Banco Central, y no es de extrañar, puesto que, en el caso de Alemania y Portugal, el BCE está comprando ya cerca de un tercio de las nuevas emisiones”, explica.
En su opinión, por lo que respecta al ritmo de la retirada gradual, es probable que el Consejo del BCE se ciña a sus actuales directrices. Dicho de otro modo, la “salida de la flexibilización cuantitativa vendrá antes que cualquier otra medida sobre los tipos. De manera que no es probable que se dé un primer paso antes de finales de 2018” aclara. Las actuales políticas monetarias y las perspectivas sobre su evolución hacen posible que el punto más alto de liquidez de los bancos centrales se sobrepase en 2018, si a las decisiones del BCE y de la Fed, se le suma el hecho de que el Banco de Japón se mantenga firme en su rumbo expansivo.
Exceso de liquidez
“El punto culminante de la inundación de liquidez podría ser también el punto culminante de lo que bautizamos como represión financiera en el Foro de Inversiones celebrado en Hong Kong. Se trata de una fase en la que los bonos estatales con las mejores calificaciones han generado rendimientos anormalmente bajos, incluso negativos, en amplias regiones del mundo y mediante los cuales los inversores ayudan de manera involuntaria a los ministros de finanzas a reducir la deuda de sus Estados”, argumenta Naumer.
En su opinión, esto no significa que la deuda pública vaya a generar rentabilidades suficientes en un futuro próximo, sin olvidar tampoco que hay que descontar la pérdida de poder adquisitivo, es decir, la inflación. “Incluso aunque se sobrepase el punto culminante, la búsqueda de rendimientos no cesará”, puntualiza.
Otro de los factores a destacar, según Naumer, es la geopolítica, que “puede servir en bandeja una u otra excusa a las autoridades monetarias para que la reducción no tenga que comenzar tan pronto. Indudablemente, a medida que el descenso desde el punto culminante se acerque, aumentará la agitación en los mercados. Mi deseo es que la inundación de liquidez de los bancos centrales se acabe pronto”.
Asignación táctica
Como resultado de todo ello, Naumer advierte que los mercados de capitales muestran valoraciones dispares en las distintas clases de activos. “Mientras que los precios de la deuda pública alemana, los bonos del Tesoro estadounidense y el mercado de acciones de Estados Unidos podrían considerarse altos, las valoraciones de los mercados emergentes son, en general, bajas y el mercado de acciones europeo tiene precios aceptables”, afirma.
El experto consideran que los datos económicos apuntan a un mercado de acciones al alza y un mercado de deuda más débil. Según explica, “la pérdida de impulso en la mejora económica y el inicio de la normalización de la política monetaria podrían suponer un freno para los mercados de capitales, y se multiplican los indicios de que los inversores se muestran demasiado despreocupados e ignoran los riesgos geopolíticos”.
La renta fija es el activo más caro del mercado, ofrece un gran riesgo ante la normalización monetaria y pocas oportunidades. Éste es el discurso que oímos últimamente, pero ¿se puede obtener rentabilidad invirtiendo en deuda? La respuesta de los expertos de JP Morgan AM, en el marco del evento con prensa internacional que la gestora celebró recientemente en Londres, es positiva. Tanto desde una perspectiva tradicional –en la que hay oportunidades en segmentos como el high yield o la deuda emergente- como alternativa –donde las oportunidades están en la liquidez y los segmentos de menor calidad del mercado, así como en la adopción de una perspectiva de valor relativo que, por primera vez en la historia, permite ganar dinero con posiciones cortas en deuda-.
La perspectiva tradicional….
“El bono austriaco a 100 años se emitió con una rentabilidad del 2,18% y desde mediados de septiembre hasta ahora ha subido un 3%… y esto no es inusual. Cuando miramos el contexto de la renta fija, ésta es la sorpresa: nadie podía predecir que los bonos fueran el activo de mejor comportamiento en lo que va de año, superando en algunos casos –como el de la deuda emergente local, que se revaloriza más de un 14%- a las bolsas –el S&P 500 ha subido un 12%- y esto confunde a los inversores”, comentaba Nick Gartside, CIO internacional de Renta Fija Global, Divisas y Materias primas en JP Morgan AM. Así, la renta fija ha vivido hasta ahora un momento dulce, en el que los balances de los bancos centrales seguirán expandiéndose hasta finales de año… Pero eso podría cambiar: en un entorno de retirada de estímulos por parte de los bancos centrales, un crecimiento más fuerte y una inflación algo más alta a corto plazo, las dinámicas para el mercado de bonos podrían ser diferentes de ahora en adelante, con los inversores moviéndose entre el miedo y la codicia.
En primer lugar, la Fed, por primera vez en una década, empezará a reducir su tamaño. “Muchos inversores no han visto nunca un escenario en el que la Fed no haya estado comprando activos, lo que provocará un cambio dramático en la dinámica del mercado, con consecuencias desconocidas”, advierte el CIO. De hecho, habrá presiones alcistas sobre las rentabilidades de los bonos, cuando los bancos centrales empiecen a reducir sus balances y también porque en este entorno hay crecimiento, lo que hará que la Fed siga adelante con sus subidas de tipos en los próximos años: “La Fed subirá tipos en diciembre y lo hará otras tres veces en 2018, y eso no está en precio”, advierte, puesto que las yields aún están en niveles muy acomodaticios. El experto dibuja un escenario en el que el crecimiento mejora y en el que, aunque la inflación estructural sigue baja, la cíclica podría repuntar: “Hay una dicotomía entre la inflación estructural y la cíclica: la primera permanece baja, pero cíclicamente podríamos ver un repunte, pues en EE.UU. el crecimiento de los salarios es robusto”, dice, de forma que podríamos ver un ligero crecimiento en la inflación al final de año.
En este entorno, en el que Gartside espera rentabilidades del bono estadounidense en el 2,75% de aquí a final de año (movido entre las presiones de normalización monetaria en EE.UU. y los flujos de entrada por parte de fondos de pensiones y soberanos de todo el mundo, gracias a su atractiva rentabilidad), el experto recuerda que “no todos los bonos son iguales”, y explica que ve oportunidades en renta fija emergente y high yield, estadounidense principalmente.
“A pesar de los riesgos bajistas en algunos mercados como Brasil o Suráfrica, en agregado los mercados emergentes ofrecen indicadores más robustos, por lo que desde un punto de vista fundamental son atractivos”, explica el CIO. La otra buena noticia son las valoraciones: los tipos reales son atractivos frente a los mercados desarrollados, en mercados como Brasil, Suráfrica, México, Turquía, Indonesia…. Y además de los fundamentales, está la parte de las divisas, clave a la hora de obtener retornos, pues la deuda de estos mercados ha ofrecido un 15% de retornos en lo que va de año a los inversores estadounidenses, en medio de una depreciación del dólar frente a las divisas emergentes, y solo un 2% a los europeos, debido a la fortaleza del euro. Pero de aquí a final de año, el experto cree que la debilidad del dólar no irá más allá. “Aún vemos una fuerte oportunidad para la deuda emergente”, dice el experto.
La otra gran apuesta está en el high yield, con un riesgo bajo de default, mejores ratios de recuperación y mayores subidas que rebajas de calificación -sobre todo en Europa gracias a su dinámica de crecimiento (en los últimos tres-seis meses, en torno al 10% ha sido promocionado al universo de grado de inversión)-. Además, las compañías están usando la deuda que emiten sobre todo para refinanciar la deuda, en lugar de utilizarla para actitudes más beneficiosas para el accionista en detrimento del bonista (como apalancarse, pagar dividendos o recomprar acciones). Ahora, un 65% lo hacen para refinanciar su deuda, lo que beneficia al bonista, frente a solo un tercio que tenía este propósito antes de la crisis o en el año 2015, un año malo para el crédito.
En este entorno, y buscando las oportunidades adecuadas, los retornos que puede buscar un inversor pueden situarse en torno al 6%. “El high yield estadounidense ofrece un 5,75%, del que un 1,75% se debe al riesgo de tipos y un 4% al spread de crédito. Este mix puede cambiar (el spread podría moverse hacia el 3,5%, por ejemplo…) pero en la inversión en renta fija es posible pensar en un retorno cercano al 6%”. Pero, además de buscar valor en el activo, hay que invertir de forma dinámica –puesto que diferentes segmentos ofrecen valor en diferentes momentos del mercado-, flexible y sin restricciones, alejada de los índices: “Los índices ofrecen una peor relación entre riesgo y rentabilidad (bajas yields, altas duraciones) y muchos tienen un altísimo peso en valores relacionados con la deuda pública”, dice el CIO.
Gartside recuerda que, en el pasado, cuando las yields eran altas, los cupones dominaban el retorno que se obtenía en el activo, mientras las ganancias de capital suponían una parte muy pequeña, pero eso ha cambiado desde 2012, con rentabilidades incluso negativas en algunos segmentos de deuda pública, de forma que ahora los retornos están dominados por las ganancias de capital, lo que obliga a buscar esas ganancias allí donde se encuentren y evitar las pérdidas, con una gestión activa y dinámica que, además de invertir en los sectores más tradicionales de universo de deuda, le lleven también hacia los segmentos menos tradicionales, como el high yield o la deuda emergente. “Con una gama más amplia de oportunidades en renta fija, podemos lidiar con algunos de los retos que presenta el activo”, apostilla.
Una visión alternativa
Pero, para aquellos inversores que no vean salida en renta fija, es posible mirar el activo desde otro ángulo, desde una perspectiva alternativa, según explicó Oksana Aronov, responsable de Estrategia de Mercado del Equipo de Retorno Absoluto y Renta Fija Oportunista de JP Morgan AM. En un mundo el que la subida de tipos pondrá en jaque al activo, en el que los tradicionales refugios –como la deuda pública core- dejarán de serlo y en el que las rentabilidades del pasado “no se podrán replicar” de ahora en adelante, el equipo ve oportunidades no desde una perspectiva long-only sino con perspectivas long-short y de valor relativo. En parte, porque, defiende la experta, predecir los movimientos de los tipos a corto plazo “es una profecía fallida”, que casi nunca acierta, y de ahí el deseo de construir carteras con esos nuevos ángulos.
Aronov dibuja un escenario en el que los mercados de deuda se encuentran en niveles totalmente artificiales, donde “no hay gangas” y en el que los beneficios de diversificación de los sectores tradicionales de renta fija se han esfumado, debido a un aumento brutal de las correlaciones. “En 2015-2016 nos gustaba el high yield estadounidense, pero ahora muestra una alta correlación con la deuda pública y es un segmento más movido por los tipos de interés que por los fundamentales”, dice. Y tampoco le convence la deuda emergente, no por sus fundamentales, sino más bien por sus precios, los más caros en seis-siete años, tras haber recibido flujos de inversores que solo buscan retornos y no entienden los riesgos, de forma que podrían retirarse con las subidas de tipos de la Fed.
En un escenario de baja volatilidad, “vemos muy pocos nichos de valor en un activo que ahora se caracteriza por altas valoraciones y altas correlaciones”, añade. Por eso cree clave la “opcionalidad”, es decir, la posibilidad de tener en cartera liquidez, coberturas y otras estrategias con el objetivo de mitigar las caídas, en la medida en la que ve “peligros estructurales en los mercados de renta fija”: “Cuando se muevan los tipos, el mercado no está equipado necesariamente para soportarlo; no hemos estado nunca antes en este punto y no sabemos qué puede pasar”, añade, con el efecto añadido de los ETFs. “No es un mercado para ser un héroe”, explica, y por eso parte de sus carteras están en liquidez, a la espera de mejores oportunidades, y en un entorno en el que el mercado no paga por los riesgos. Sin embargo, en el lado corto sí que puede pagar: “Por primera vez en la historia, puedes estar corto en renta fija y ser pagado, eso es algo totalmente nuevo”.
Su estrategia (en el JPMorgan Investment Funds- Income Opportunity Fund) actualmente es de extremos: por un lado mantiene fuertes cantidades en liquidez (“no es basura”, dice) y por otro, ve compensación en el segmento de deuda high yield de menor calidad (CCC y B-), con mucho riesgo. Para la experta, tener una perspectiva de retorno absoluto en renta fija busca ofrecer retornos con baja volatilidad y baja correlación con la renta variable o fija tradicional.
Dado que es muy probable que la Fed suba los tipos de interés en diciembre, pese a la contracción en la creación de empleo vista en los datos de octubre, David Lafferty, estratega jefe de mercados de Natixis Global Asset Management, cree que es el momento de analizar la tendencia cambiante de los flujos monetarios a cargo de los bancos centrales y su efecto potencial en los portafolios de los inversores.
En su análisis, Lafferty recuerda que todo parece indicar que la presidente de la Reserva Federal, Janet Yellen, ha trazado una ruta para el endurecimiento de la política monetaria. Si bien aún se encuentra en etapas tempranas, la Fed ha estipulado claramente ya que su camino es el de la normalización de la política.
Al otro lado del Atlántico, el Banco de Inglaterra también da de que hablar. El Gobernador Joseph Carney está preparando a los mercados para su primer incremento de tipos en diez años. Carney podría estar minimizando la presión inflacionista derivada de la oleada de ventas de la libra esterlina, pero los futuros ya están considerando casi un 80% de probabilidades de un alza en los tipos de interés a finales del año.
“Claramente, los mercados no están preocupados todavía, y quizá por una buena razón. La caída del balance de la Fed está siendo seguida muy cerca, por lo que no deberá haber sorpresas. El margen de maniobra es gradual y suponen menos de una reducción del 10% en el balance de la Fed en el primer año. Visto en el contexto más amplio de las compras continuas de activos por el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, los activos globales del banco central no van a reducirse hasta el tercer o cuarto trimestre de 2018”, explica el estratega jefe de Natixis GAM.
La primera razón que da Lafferty es que nadie puede asegurar que incluso una modesta restricción cuantitativa y el alza de las tasas no precipitarán una crisis, ya que no existe ningún antecedente histórico. La segunda, es que este panorama asume que la inflación sigue en modo pausa. “Esta teoría podría ponerse a prueba en Estados Unidos si el desempleo continua a la baja y/o si los recortes fiscales de Trump y su ampliación del déficit llegan a ser realidad. Si la inflación se eleva más allá de lo esperado, los bancos centrales aumentarán las restricciones y los rendimientos se elevarán más dramáticamente”, añade el gestor.
“A corto plazo, desde Natixis GAM esperamos que la demanda orgánica se eleve más allá de cualquier desaceleración generada por la restricción cuantitativa. Todavía nos agradan los sectores corporativos y estructurados del mercado de bonos, pero los niveles del diferencial actual no garantizan asumir un excesivo riesgo crediticio”, afirma.
En este sentido, el equipo de la gestora prefiere la deuda con calificaciones BBBs y créditos bancarios al alto rendimiento, y los ABS/CMBS a los MBS de agencias.
“Independientemente de la asignación por sectores, los rendimientos a la baja, y presiones modestas al alza en las tasas de interés y diferenciales crediticios estrechos derivarán en retornos por debajo del promedio en todo el espectro de renta fija”, concluye.
La economía de la zona euro se acelerará de nuevo en 2017, por quinto ejercicio consecutivo, gracias a la sólida evolución de sus fundamentales y, al igual que el año pasado, el bloque será el principal impulsor del crecimiento global de entre los países desarrollados, por encima incluso de Estados Unidos.
Así lo señalan los economistas de Arcano, Ignacio de la Torre y Leopoldo Torralba, en su último informe macroeconómico, The Case of Euro(pe): La locomotora del crecimiento occidental, en el que analizan el positivo desempeño del consumo, las inversiones y las exportaciones europeas, así como el de indicadores adelantados y las mejoras en las previsiones de crecimiento de algunos de los principales organismos internacionales, para concluir que la zona euro crecerá por encima del 2% este año, el mejor dato desde la crisis.
Según Arcano, la reducción del desempleo y el incremento de los salarios han propiciado una recuperación del consumo en los ciudadanos europeos, lo que ha mejorado los índices de confianza del consumidor a niveles de máximos de varios años. En agosto, por ejemplo, alcanzó un máximo de diez años.
A su vez, los empresarios reaccionan ante la creciente bonanza aumentando sus inversiones. En el segundo trimestre de 2017, las inversiones de las empresas europeas crecieron a un ritmo del 3,6% anual. Mientras, en el sector exterior, el bloque monetario ha demostrado ser la plataforma de exportación más exitosa de la historia de la humanidad al registrar un superávit comercial cercano a los 500.000 millones de euros.
En este contexto, Arcano Research destaca no sólo que la zona euro lleva 16 trimestres consecutivos de expansión, sino que además, esta aceleración económica tiene tintes de sostenibilidad, tanto por el patrón equilibrado de dicho crecimiento, como por el moderado nivel inflacionario subyacente.
Los países protagonistas
Según el informe, mientras Alemania da muestras de solidez, Francia experimenta una mejoría e Italia vuelve a crecer, España seguirá sorprendiendo al alza en 2017 y liderará el crecimiento de los grandes países del bloque. El equipo de Arcano Research prevé que la economía española
crecerá este año ligeramente por encima del 3%, dejando en evidencia las previsiones de ralentización que manejaban los organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y OCDE) a principios de año. En concreto, la fortaleza del turismo, la pujanza del sector industrial, la inercia positiva de las exportaciones de mercancías españolas y el crecimiento del sector servicios, en especial de la actividad inmobiliaria, son los pilares sobre los que se sustenta el PIB español.
Potenciales riesgos
Según la opinión de Arcano Research, Europa será el continente más atractivo para invertir en los próximos años. De hecho, un indicador del incipiente atractivo de la región para los inversores es el incremento este año de la actividad en fusiones y adquisiciones: mientras en Europa han aumentado un 33%, en Estados Unidos se han reducido un 17%.
Ahora bien, la zona euro no está exenta de riesgos, aunque, según las estimaciones del equipo de Arcano, éstos no se manifestarán a corto plazo o, si lo hacen, no tendrán efectos intensos en las buenas perspectivas macroeconómicas. El equipo de Arcano señala que siguen existiendo riesgos de medio plazo para algunos países europeos, como España, vinculados a los todavía elevados niveles de desempleo y de deuda pública y externa o a la insostenibilidad del gasto en pensiones.
Entre los riesgos para el bloque monetario que podrían materializarse con mayor o menor posibilidad destacan: una potencial caída de los mercados financieros ante la prevista normalización de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo; el estallido de una nueva crisis crediticia por parte de alguna entidad del sistema bancario italiano, que mantiene elevadas cifras de créditos dudosos (cercanas al 12% del PIB del país); un repunte de movimientos populistas; o, la entrada en recesión de la economía china, uno de los principales destinos de las exportaciones europeas.
Dagong Global ha lanzado un servicio de análisis sin calificación en Europa. Un nuevo negocio que introducirá los servicios Credit Assessment (CA) y Scenario-Based Credit Analysis (SBCA) de la firma.
Credit Assessment (CA) es un servicio que ofrece análisis puntual de alto nivel sobre la solvencia crediticia de un emisor o instrumento de deuda basada en la metodología de calificación que Dagong aplica. En comparación con una calificación al uso, puede omitir uno o varios aspectos de esa metodología más tradicional o no cumplirlos en toda su extensión. Gracias a su metodología propia, el servicio Credit Assessment proporciona una calificación en un tiempo de respuesta más rápido.
Respecto al servicio de Scenario-Based Credit Analysis (SBCA), la firma proporciona una indicación en tiempo real sobre la calificación basada en un hipotético escenario potencial. El objetivo es comprobar el comportamiento en un evento descrito y ante un escenario hipotético que es potencial y no se ha materializado. “Por ejemplo, un escenario puede incluir una modificación de la estructura de la deuda o actividad de fusiones y adquisiciones”, explica la firma.
Según explica Andrew Wu, director de la Junta Directiva y Gerente General de Dagong Europe Credit Rating srl, “Estos servicios analíticos, que no son calificación, son servicios importantes y adiciones que se suman a nuestra oferta de calificación existentes. Dagong es un líder claro en información de crédito y servicios analíticos en China, y su expansión a Europa es una respuesta natural a las necesidades del mercado. Estos servicios nos permitirán responder mejor a la demanda de los inversores y ofrecer un análisis más específico sobre situaciones específicas”.
Dagong Europa Credit Rating srl (Dagong Global, Europa) se estableció en marzo de 2012 con oficinas en Milán y Frankfurt. Recibió la autorización de la Autoridad Europea de Mercado de Valores como agencia de calificación de crédito (CRA).
Schroders nombró a Frank Thormann como gestor de fondos en su equipo de Global Equities. Thormann reportará a Alex Tedder, director de Global Equities en Schroders.
Tedder comentó: «Frank es un inversor fuerte con un historial probado fundado en un conocimiento íntimo del mercado de valores de EE.UU., un componente importante de nuestras carteras globales. Él es un selector de valores genuino con un enfoque de inversión que es totalmente complementario al del equipo. Es una gran adición».
Thormann se une a Schroders luego de dejar Union Investment, con sede en Frankfurt, donde era un gestor de cartera global y trae consigo una experiencia de inversión de 17 años. Después de centrarse inicialmente en el componente norteamericano de las carteras de Global Equity, asumió la responsabilidad general de la gestión de cartera del Fondo de Acciones Globales Concentradas UniFavorit a principios de 2010. Durante su mandato, el fondo obtuvo una calificación de cinco estrellas de Morningstar. La estrategia creció de 190 millones de euros en activos, en el momento de la designación de Frank, a más de 2.000 millones de euros actualmente. Antes de unirse a Union Investment en 2008, Thormann trabajó en American Century Investments en Kansas City, donde fue analista multi-sectorial para el American Century Ultra Fund, así como para el AC Select Equity Fund.
Candriam Investors Group, gestora multiespecialista europea y propiedad de New York Life Investment Management (NYLIM), nombró a Koen Van de Maele como responsable global de soluciones de inversión y miembro del comité ejecutivo reportando directamente al CEO Naïm Abou-Jaoudé.
En su nuevo rol, Koen Van de Maele, que lleva más de 16 años en la empresa, se encargará del diseño de soluciones de inversión a medida, la revisión periódica de la cartera de productos así como la innovación de los mismos y del desarrollo, bajo la marca IndexIQ, de ETFs para el mercado de capitales europeo.
Naïm Abou-Jaoudé afirma: “Los inversores buscan asesoramiento de inversión personalizado para satisfacer sus necesidades concretas en un contexto de mercado en continua evolución. A través de nuestro departamento de soluciones de inversión, queremos ampliar aún más nuestra oferta adaptada para satisfacer las diversas necesidades de todos nuestros clientes. Estoy convencido de que Koen, con su amplio y profundo conocimiento de los mercados de inversión, será un catalizador importante para aportar aún más rendimiento e innovación al alcance de nuestros clientes».
Koen Van de Maele comenzó su carrera como analista cuantitativo de renta fija en Dexia Asset Management en 2001. En 2007 fue nombrado director general adjunto de renta fija.
Posteriormente en 2009 fue nombrado responsable global de renta fija y jefe Global de Ingeniería de Inversiones. Posteriormente director adjunto de inversiones, responsable de la optimización de los procesos de inversión de la compañía y la creación de soluciones de inversión a medida para inversores institucionales tales como fondos de pensiones y aseguradoras. Koen es graduado por la Universidad de Leuven y posee un máster en ingeniería (2000) y gestión industrial (2001).