Se cumplen diez años de la crisis financiera que azotó el mercado en 2007. Desde entonces muchas cosas han cambiado, como por ejemplo: se ha producido una mayor regulación por parte las instituciones, el inversor ha desarrollado una mayor aversión al riesgo y han aparecido nuevos jugadores al calor de las tecnologías.
Ahora, mientras asistimos a uno de los ciclos más largos de la historia, los analistas se plantean cuál será el detonante que vuelva a traer un periodo de recisión o incluso una nueva crisis económica. Según el informe The Next Financial Crisis, elaborado por el departamento de Research de Deutsche Bank, existen tensiones en el sistema financiero que podrían crear problemas financieros y económicos a nivel global.
Lo primero que apunta el informe es que el sistema post-Bretton Woods es vulnerable a las crisis financieras. “Con una simple búsqueda en internet se puede ver que la frecuencia de las crisis se ha incrementado desde entonces. Ejemplos de ello son la crisis bancaria en Reino Unido (1975), las crisis del petróleo (años 70), numerosos defaults en países emergentes (años 80), la crisis de ahorros y préstamos en EEUU (finales de los 80 y principios de los 90)”, argumenta en sus conclusiones.
Según defiende en sus páginas, “hace falta mucha fe para asegurar que las crisis no continuarán siendo algo habitual bajo el sistema financiero originado en 1970”. Esta afirmación se argumenta en que el crecimiento exponencial y la liberalización han potenciado en gran medida esta tendencia. “Aunque vivimos en un mundo con una volatilidad extremadamente baja, el actual es un período especialmente vulnerable a las crisis”, afirma.
El reporte refiere que desde que el sistema de Bretton Woods colapsó a principios de los años setenta y se rompieron los lazos de las monedas con el oro para entrar en la era de las fiat currencies, las crisis financieras se han vuelto más regulares. “La disciplina que imponía al sistema financiero el hecho de que las monedas estuvieran ligadas a los metales preciosos dificultaba que se otorgaran créditos de la misma forma en que se hace hoy en día. Asimismo, dificultaba a los gobiernos poder contar con amplios presupuestos o altos déficits por cuenta corriente”, afirma en sus conclusiones.
Ostras tensiones
El informe también destaca que la frecuencia de los shocks financieros se ha incrementado en gran medida por los altos niveles de deuda en relación al PIB en muchos países desarrollados, hecho que se puede traducir en cierta tensión. “Desde 1969, salvo en el período 1998-2001, Estados Unidos ha tenido déficit cada año. Lo mismo ha ocurrido en Reino Unido, donde el plan para cuadrar las cuentas para el año 2025 o 2027 (aún por determinar) hará que haya déficit durante 24 o 26 años consecutivos”, apunta.
Según la visión de la entidad, China, Japón e Italia pueden ser los países donde se desencadenen las próximas crisis. En concreto, Italia es un serio candidato para entrar en crisis, “ya que se acerca a unas elecciones en un contexto en el que un partido populista cuenta con un gran apoyo popular, cuenta con una economía generacionalmente de bajo rendimiento, una carga de deuda comparativamente enorme y un frágil sistema bancario que sigue teniendo que lidiar con las existencias de deuda tóxica”, señala en informe. Para los analistas de Deutsche Bank, el país transalpino reúne los ingredientes para una posible próxima crisis financiera.
El entorno actual de mercado es propicio para el riesgo: así lo defendió John Bilton, responsable global de Estrategia y Soluciones Multiactivo en JP Morgan AM, en el marco del evento con prensa internacional que la gestora celebró recientemente en Londres. “Somos positivos porque nos encontramos en un entorno de crecimiento coordinado, ligeramente por encima de la tendencia post-crisis y que, aunque en la última parte del ciclo en EE.UU. (y en fases más tempranas en Europa, emergentes y Japón), aún durará, con un bajo riesgo de recesión el próximo año”.
Aunque sube lentamente, la inflación hasta ahora ha decepcionado y se mueve por debajo de las expectativas, de forma que los bancos centrales están adaptando sus políticas a la hora de acometer la normalización monetaria (desde la idea de cuándo necesitarían hacer para contener la inflación hacia cuánto pueden permitirse hacer en un entorno de menor inflación a la esperada), de forma que un excesivo endurecimiento monetario sería el mayor riesgo en el horizonte, mucho más clave que las tensiones geopolíticas, defiende el experto.
Pero la normalización es inevitable: “Este año hemos visto un alto crecimiento en el mundo desarrollado, con un patrón más sincronizado, pues ese crecimiento se ha dado sobre todo fuera de EE.UU., país que se encuentra en la última parte del ciclo; un escenario que requiere que los bancos centrales retiren sus estímulos para evitar la gestación de burbujas. El hecho de que la inflación sea baja no es un impedimento para que las autoridades monetarias normalicen sus políticas”, dice Bilton. En concreto, espera tres-cuatro subidas de tipos más de aquí a finales de 2018 por parte de la Fed, algo que el mercado todavía no refleja.
Los balances de los bancos centrales también han comenzado con la normalización pero progresarán lentamente, defiende el experto, que explica que dicha normalización impulsará al alza las primas de riesgo, pero matiza que éstas no llegarán a los niveles pre-crisis: “Los inversores piden ahora un 1% menos de prima que en el pasado, y cuando la Fed retire sus estímulos la prima volverá a subir pero para finales de 2018 prevemos un crecimiento de 30-40 puntos básicos en la rentabilidad de los bonos, en un entorno de normalización gradual”, comenta. Así, aunque no ve fuertes ventas en renta fija, en un entorno de inflación controlada, reconoce que habrá más vendedores que compradores en la deuda pública, lo que empujará las rentabilidades al alza, si bien de forma suave. De forma que los bonos seguirán siendo clave en las carteras para lograr una buena diversificación. “Los bonos aún tienen su lugar en las carteras y todo inversor debería pensar en la diversificación. El crédito es un activo que nos gusta (sobre todo frente a la deuda soberana) pero preferimos tomar riesgo de beta en renta variable”, matiza.
En resumen, este entorno de crecimiento global positivo, inflación contenida y normalización monetaria gradual (y necesaria para contener las burbujas) es propicio para el riesgo en renta variable, dice, pero siempre con una perspectiva de gestión activa y diversificación (las bajas correlaciones y la baja volatilidad crean oportunidades de diversificación). Aunque las valoraciones de las acciones son altas, no son extremas, defiende, sobre todo en comparación con los bonos: “La cuestión no es necesariamente si la renta variable es cara, sino si es cara con respecto a lo que trato de conseguir para mi cartera”, y explica que, comprando con un horizonte temporal de tres-cuatro años, son los beneficios los que importan –que mejoran en casi todas las regiones-, más que las valoraciones. “Aún hay un camino por delante para la renta variable, a pesar de los precios”, apostilla.
Oportunidades en bolsas emergentes
A lo largo de las conferencias, diferentes expertos explicaron dónde encuentran algunas de las oportunidades más atractivas en renta variable, si bien la gestora sobrepondera el activo de forma global. Una de las regiones donde hay más optimismo son los mercados emergentes, donde, según Richard Titherington, CIO y responsable de Mercados Emergentes y renta variable de Asia-Pacífico en la gestora, es clave mantener una gestión activa. “Lo que conduce las rentabilidades a corto plazo es sobre todo la beta, las valoraciones, pero cuanto más lejano es el horizonte temporal, mayor importancia cobran los beneficios y los dividendos. De forma que, cuanto más a largo plazo miremos, mayor importancia tiene la rentabilidad de las compañías individuales y menos cuenta la rentabilidad del mercado en agregado”. Y añade que, invertir a largo plazo, cuando mejor funciona la gestión activa, es clave en estos mercados: “A corto plazo funciona si eres trader o un especulador pero si lo que preocupa es el ahorro de cara al futuro, es necesario un horizonte mayor. En emergentes se obtienen mejores retornos cuanto mayor es ese horizonte”.
El experto, que defendió la importancia del análisis interno, dentro de la gestora, habló de un escenario con dispersión en los retornos, con grandes diferencias entre ganadores y perdedores, y por tanto, con “fantásticas oportunidades” para los inversores activos, puesto que los índices además ofrecen una sobreexposición a temas como materias primas y menos acceso a tendencias de consumo y urbanización.
En general, habló de un escenario positivo para estos mercados, con un crecimiento en situación de mejora y mayor que el de los mercados desarrollados; una situación de reflación “templada” de cara al futuro, lo que resulta beneficioso porque, al ser los beneficios corporativos más cíclicos, necesitan de inflación; una situación de recuperación en las divisas (pues el dólar no está fuerte); y riesgos, como el proteccionismo y China, sin demasiadas alarmas: “La mayoría es demasiado pesimista sobre China”, comenta. Y todo, en un contexto de valoraciones atractivas, a pesar del rally de este año. “Los mercados emergentes no están sobrevalorados y aún están en los estadios tempranos de la recuperación económica y de los beneficios”, por lo que prevé buenos retornos de cara al futuro.
Buenas perspectivas en Europa y EE.UU.
También en el mundo desarrollado hay oportunidades. En renta variable europea, Rajesh Tanna, gestor del equipo de Renta Variable Internacional, junto al también gestor Jon Ingram, y Malcolm Smith, responsable de dicho grupo, defendieron un entorno benigno en el que las bolsas europeas se verán beneficiadas, gracias a la recuperación económica y a pesar de lo que a primera vista podrían parecer obstáculos: “La recuperación global ayuda más a las compañías europeas de lo que frena la fortaleza del euro: esperamos que el crecimiento en los beneficios de las compañías continúe el próximo año”, defendían los expertos.
En EE.UU., las oportunidades también son notables, a pesar de lo que pueda parecer por los precios: “Muchos se han perdido el rally en las bolsas estadounidenses porque estaban centrados en una posible corrección en lugar de seguir la tendencia”, explicaba Susan Bao, gestora del Equipo de Renta Variable estadounidense en JP Morgan AM. La experta reconoció que las valoraciones en términos absolutos del S&P500 son las mayores en 25 años pero dibujó un péndulo imaginario, desde los niveles mínimos de 2008 hasta los actuales, con un movimiento continuado, debido a la existencia de tres catalizadores que pueden hacer subir aún más a este mercado: el primero, un escenario de bajos tipos de interés reales; el segundo, unas valoraciones más atractivas que las de los bonos (con una rentabilidad de beneficios –earning yield- del 5,7% en el S&P500 frente al 5,6% en bonos de baja calidad y alto riesgo de default); y, en tercer lugar, un escenario de crecimiento de los beneficios por acción de “un dígito alto o hasta un 10%”. La experta también aseguraba que “los mercados alcistas en renta variable suelen ser interrumpidos por una recesión”, algo que no ven en el horizonte, y hablaba de las políticas de Trump como favorables al activo (pues la reforma fiscal y la desregulación podrían beneficiar a las pequeñas y medianas empresas del país).
La experta dibujó un escenario con muchas oportunidades para los gestores activos y se decanta por un sesgo cíclico en la cartera, comprando nombres “deep value”, como financieras o firmas tecnológicas (capaces de ofrecer un alto crecimiento orgánico y con fuertes balances) y también sobreponderando oportunidades mal valoradas, algunos nombres ganadores en sectores como el del shale oil, o el retail. La infraponderación está en los llamados “bond proxies”, compañías correlacionadas con el comportamiento de los bonos y que se comportan más bien como éstos, con un sesgo defensivo y que en un escenario de bajos tipos han tenido mucho éxito pero cuya valoración no es sostenible: como ejemplos, REITS o el sector de consumo básico. “Los inversores están en consumo básico porque en un entorno de recesión puede ofrecer retornos estables, pero si no hay recesión, ¿por qué pagar tanto por ellos?”, se pregunta.
En los años posteriores a la crisis financiera mundial, los inversores en crédito se beneficiaron de un periodo de mejora en los fundamentales del crédito. Las compañías y los bancos fortalecieron sus balances y, en fechas más recientes, han cosechado unos beneficios al alza.
Pero conforme avanzamos en la segunda mitad de este año, no cabe duda de que el presente ciclo ha experimentado un vuelco. Estos puntos de inflexión suelen perjudicar a los poseedores de bonos. Se observan más casos de firmas en proceso de reapalancamiento y que están orientando los flujos de caja a favor de los accionistas en forma de dividendos o recompras de acciones, mientras que antes destinaban dichos flujos a la mejora de los balances y la reducción del endeudamiento.
Los beneficios se suelen utilizar para financiar operaciones de fusión y adquisición de carácter expansionista, y los ejemplos de ofertas especulativas están aumentando. En el último año, AT&T movió ficha por Time Warner; British American Tobacco hizo lo propio con Reynolds American, y Kraft Heinz intentó adquirir Unilever.
Aunque la última operación no llegó a completarse, obligó a la entidad objeto de adquisición a reapalancarse y destinar una mayor parte de su capital a los accionistas. Por consiguiente, el apalancamiento corporativo mundial ha tendido al alza en los últimos años pese a los sólidos beneficios, lo que se corresponde con un comportamiento típico en las postrimerías del ciclo.
La oferta de nueva deuda corporativa se ha mantenido robusta este año, lo que viene a reflejar el comportamiento empresarial mencionado más arriba. Ahora bien, esto es solo una cara de la moneda. La demanda procedente de una diversidad de inversores, tanto minoristas como institucionales, también ha seguido siendo elevada en Estados Unidos, Europa y el Reino Unido.
Las valoraciones del mercado parecen razonables
Además, hemos de tener en cuenta que los bancos centrales han bajado los tipos de interés hasta niveles próximos a cero y han emprendido políticas expansionistas, como la compra de bonos en general y bonos corporativos en particular. Por tanto, consideramos que el panorama estructural resulta propicio para el mercado.
El diferencial que percibimos por invertir en deuda corporativa se ha reducido de manera significativa desde principios del pasado año, por el que resulta tentador creer que el mercado está sobrevalorado. No obstante, en el contexto histórico del último decenio, los diferenciales corporativos se sitúan bastante cerca de la media.
Dentro de nuestras carteras con calificación investment grade, buscamos generar atractivas rentabilidades ajustadas al riesgo a largo plazo mediante un enfoque coherente, disciplinado y active que se centra en la selección de valores y emisores específicos. Nuestras decisiones se nutren de un análisis de crédito fundamental de tipo ascendente (bottom up), riguroso e independiente.
Un equipo de 15 analistas de deuda investment grade consagrados a este segmento del mercado emplea un enfoque desarrollado internamente y que permite obtener un profundo entendimiento de las dinámicas de los diferentes sectores y emisores.
Cada analista examina en torno a 30 emisores, lo que equivale a unas 470 compañías analizadas por el equipo en su conjunto. Así pues, ¿dónde identificamos ahora las oportunidades más atractivas y cómo estamos posicionando nuestras carteras en esta fase postrera del ciclo de crédito? Justo ahora se cumplen tres años del lanzamiento del Threadneedle (Lux) Global Corporate Bond Fund. La naturaleza cambiante del proceso de construcción de carteras desde el lanzamiento aporta una dimensión práctica a nuestro razonamiento.
No cabe duda de que el ciclo de crédito está registrando un punto de inflexión, y los diferenciales de la deuda corporativa se revelan algo menos atractivos que hace 18 meses. Sin embargo, la demanda inversora sigue gozando de fortaleza y la continua adopción de una política monetaria hiperexpansiva implica que la deuda corporativa seguirá constituyendo una pieza clave en la cartera de los inversores durante algún tiempo.
Hemos reajustado la construcción de nuestras carteras con el objeto de reflejar esta nueva realidad, si bien seguimos mostrando bastante optimismo con respecto a las perspectivas sobre la clase de activos en este último tramo del año.
Alasdair Ross es director de Crédito con calificación Investment Grade de Columbia Threadneedle.
En respuesta a los requisitos que entrarán en vigor a partir del 3 de enero de 2018 con MiFID II, las firmas de inversión deberán de identificar de forma exhaustiva a todas las partes de operaciones o transacciones. Por este motivo, Thomson Reuters ha lanzado el Servicio LEI Profiling, una solución dedicada a instituciones financieras para realizar un control del contenido del LEI (identificador de entidad legal) y ayudarles a cumplir con MiFID II.
El servicio de perfiles LEI de Thomson Reuters genera informes específicos de clientes, lo que ayudará a las instituciones financieras a evaluar la calidad de sus datos LEI guardados de clientes en los registros internos, de acuerdo con los requisitos de información de MiFID II. Según señalan desde Thomson Reuters, esto les permite “no sólo identificar positivamente las brechas que necesitan ser solventadas antes del 3 de enero de 2018, sino también mejorar la calidad de los datos dentro de sus universos de clientes”.
“Es la primera vez que una regla no LEI, no trade entra en vigor y eso está causando mucha preocupación en la industria», apunta Mark Davies, director global de RMS Data Services en Thomson Reuters. «Al utilizar el contenido, la tecnología y la experiencia que residen en nuestro servicio de perfiles LEI, las empresas pueden evaluar con rapidez y confianza su disposición a informar en virtud de la MiFID II y evitar el impacto negativo en sus relaciones con clientes que de lo contrario resultaría de identificadores perdidos», explica Davies.
Las nuevas normas europeas obligarán a los participantes en el mercado de la UE y de terceros países a obtener una LEI para realizar y liquidar una operación subyacente y extenderla no sólo a las contrapartes directas, sino también a los emisores instrumentos financieros.
Según explican desde Thomson Reuters, su nuevo servicio permite a los clientes identificar aquellas entidades que aún no han solicitado LEIs e, igualmente importante, donde las LEIs determinan su estatus. Tras suscribirse a este nuevo servicio, los clientes podrán enviar las entidades que les interesen a Thomson Reuters, para comprobar los registros LEI en la base de datos de Avox de Thomson Reuters, que mantiene una cobertura del 100% LEI –basada en actualizaciones diarias del Global Legal Entity Identifier Fundación–. Esta base de datos que supera ya las 2,5 millones de entidades y cubre múltiples jurisdicciones y diferentes tipos de entidades. Los informes resultantes, serán devueltos a los clientes.
Otros beneficios
Este no será el único beneficio. Según explica la firma, los suscriptores a este servicio también tendrán acceso a un contenido exhaustivo, ya que se realiza un mapeo diario que permite mantener las base de datos totalmente actualizada.
Además, contará con la experiencia de la firma, que aprovechará la misma tecnología y metodología que se ha utilizado para integrar y adaptar los archivos de datos del cliente en el servicio de datos con que se gestiona Avox. Y, por último, la firma destaca que supondrá una reducción de costes y tiempo. “Permite a las empresas concentrarse en el acercamiento proactivo del cliente”, matiza.
Tras el éxito de la primera cumbre realizada en Miami por el IESE Business School en 2015, la escuela de negocios internacional de la Universidad de Navarra celebró una jornada de conferencias el pasado 29 de septiembre en el hotel Ritz-Carlton Coconut Grove de Miami. Bajo el lema: “Thriving on Change: Achieving Growth in the Americas”, se sucedieron las presentaciones que hicieron referencia a los desafíos, disrupciones y oportunidades vinculadas con el crecimiento y la competitividad en el mundo actual en constante cambio y evolución tecnológica.
El evento contó entre sus asistentes con la presencia de ejecutivos senior de todo el mundo, incluyendo directivos, responsables de start-ups e inversores haciendo negocio en la región de las Américas, en total más de 250 personas que acudieron desde América Latina, Europa y Estados Unidos.
Marta Elvira, directora académica y profesora de Gestión Estratégica y de Personas en las Organizaciones del IESE, y Francisco Larenas, presidente del club IESE South Atlantic Regional Alumni Club y senior vice president en la división de Wealth Management de UBS en Miami, fueron los encargados de dar la bienvenida junto con Eric Weber, decano asociado y profesor del IESE.
“El IESE pone su foco en forjar los líderes del mañana, con un enfoque de impacto social directo en áreas como el desempleo juvenil, el desarrollo de las mujeres en puestos directivos, el desarrollo del continente africano y la ética corporativa”, destacó Weber durante su intervención.
A continuación, Steven Wietling, estratega jefe global de inversiones en Citi Private Bank, y Pedro Varela, profesor de economía en el IESE, se encargaron de dar un contexto macroeconómico. Wietling señaló que el dólar se encuentra en el pico de su ciclo de apreciación a pesar de que en el corto plazo se percibe un leve repunte, mientras que Videla hizo hincapié en el increíble tsunami de liquidez que en todo el mundo ha aniquilado el negocio tradicional de la banca al hacer desaparecer los diferenciales.
Después, Cesar Cernuda, presidente de Microsoft Latam y vicepresidente corporativo de Microsoft, Enrique Ostalé, vicepresidente ejecutivo y CEO regional en Reino Unido, América Latina y África de Walmart International, Romaine Seguin, presidente de UPS Internacional en la región Américas, debatieron sobre el lado positivo de la disrupción en las empresas globales. En su intervención, César Cernuda, enfatizó cuál es la clave para la globalización de las empresas: “Comunicación, comunicación, comunicación”.
En la última ponencia, Pankaj Ghemawat, profesor de Gestión Estratégica en IESE, explicó la hoja de ruta a seguir en la nueva globalización y cómo establecer estrategias duraderas en tiempos turbulentos. Ghemawat destacó a que el 75% del crecimiento del PIB en los próximos 30 años vendrá de economías emergentes y de este crecimiento, una gran mayoría vendrá de Asia emergente.
Además, los invitados contaron también con varios momentos dedicados a realizar networking, como el coctel que clausuró el programa. En resumen, una excelente oportunidad para conocer la comunidad empresarial de Miami.
Grupo Financiero Banorte (GFNorte) anunció que está en proceso de fusionarse con Grupo Financiero Interacciones (GFInter). Con esta operación, GFNorte se convertiría en el segundo grupo financiero del país por activos, cartera de crédito y depósitos.
Los accionistas de GFInter recibirían una combinación de un pago en efectivo por 13.700 millones de pesos y 109.727.031 acciones de GFNorte. Para concretar la operación, Banorte emitirá acciones adicionales por alrededor de 4% de las acciones actualmente en circulación. Los asesores de la operación son BofA Merril Lynch, Morgan Stanle, White & Case, y FTI Consulting.
Se espera que la transacción quede concluida en el segundo trimestre de 2018, sujeto a:
La aprobación que lleven a cabo los accionistas en asambleas generales extraordinarias de ambos grupos financieros, que se estima se celebren en diciembre.
La aprobación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con la opinión de sus instancias regulatorias y la opinión del Banco de México, así como la aprobación de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE).
La conclusión de las auditorías integrales.
Marcos Ramírez Miguel, director general de Grupo Financiero Banorte, comentó: “Con esta adquisición, Banorte se posiciona como líder en el financiamiento de las enormes necesidades de infraestructura de nuestro país, lo que representa una oportunidad única para impulsar la competitividad, atraer inversión y mejorar la calidad de vida de las familias mexicanas” añadiendo que esta operación refleja la confianza y el compromiso de Banorte en la estabilidad económica, fortaleza de las instituciones y en el futuro de nuestro país.
Con la adquisición Banorte se consolidaría como el segundo grupo financiero en México, y el mayor grupo en financiamiento de infraestructura en el país:
Los bonos durante mucho tiempo han desempeñado un papel esencial como tenencia fundamental en el núcleo de las carteras de los inversores. Los bonos y los ETFs de renta fija tienen el potencial de ofrecer ingresos y rendimientos estables que pueden compensar la volatilidad de las acciones en una cartera.
Pero, en los últimos años, los inversores han tenido dificultades para alcanzar sus objetivos de inversión en medio de los bajos rendimientos de los bonos, especialmente de los bonos del gobierno. ¿La causa principal? En respuesta a la crisis financiera de 2008, la Reserva Federal de EE. UU. –y otros bancos centrales de todo el mundo– recortaron las tasas de interés para alentar el crecimiento económico.
A pesar de que la Reserva Federal ya comenzó a elevar las tasas de interés, aún se mantienen por debajo de los promedios históricos. Un entorno de bajo rendimiento podría continuar con nosotros por algún tiempo debido a varios factores, incluidos los datos demográficos (el envejecimiento de la generación de los baby boomers tiene una mayor demanda de bonos, lo que puede mantener bajas las tasas de interés).
Además de proporcionar un potencial de ingresos, es importante destacar que los bonos y los ETFs vinculados a bonos pueden desempeñar múltiples funciones en una cartera.
Estos roles pueden incluir:
Flujo de ingresos recurrentes – No importa si un inversor busca aumentar su riqueza o ahorrar para su jubilación, generar ingresos en una cartera puede ayudar a que una persona esté más cerca de alcanzar un objetivo de inversión. Los inversores pueden recibir pagos de intereses a una cadencia regular, por lo general mensual, trimestral o anual, lo que puede proporcionar un ingreso estable y fortalecer el rendimiento total de su cartera.
Estabilidad por el valor nominal – Además de recibir un flujo de ingresos, los inversores en bonos reciben el valor nominal del bono al vencimiento, asumiendo que el bono se mantiene hasta el vencimiento y no incurre en incumplimiento. El reembolso del valor nominal del bono (una cantidad fija) en un momento determinado ayuda a proporcionar estabilidad a los inversores en su cartera.
Posible cobertura contra el riesgo – Los bonos y los ETFs de renta fija pueden ofrecer una cobertura potencial contra el aumento de la volatilidad del mercado de acciones. Históricamente, los bonos han sido más propensos a moverse en la dirección opuesta a las acciones. Por ejemplo, los inversores de renta fija han aumentado sus asignaciones a los bonos del Tesoro de los EE. UU. durante las ventas masivas en el mercado de acciones como una posible inversión de refugio.
A pesar de los desafíos que los inversores ETF de renta fija y bonos pueden enfrentar con rendimiento e ingresos a corto plazo, es importante recordar que las inversiones de renta fija pueden desempeñar un papel vital como tenencia fundamental a largo plazo en el núcleo de una cartera.
Si bien hay similitudes entre los bonos y los ETFs de renta fija, también existen diferencias entre las dos inversiones. Los inversores deben ser diligentes al investigar los mejores vehículos de inversión para sus carteras. Por ejemplo, los bonos individuales han establecido fechas de vencimiento, mientras que los ETFs de renta fija tradicionales no lo hacen. Los ETF de renta fija y los bonos pueden tener diferentes calendarios de distribución, a pesar de seguir la misma clase de activos, esto puede dar lugar a diferentes flujos de ingresos para los inversores. Los bonos individuales se negocian OTC, mientras que los ETFs se negocian en una bolsa. Además, los ETF de renta fija y los bonos pueden crear pasivos tributarios diferentes y, por lo tanto, los inversores pueden estar sujetos a una variedad de impuestos a las ganancias de capital ya sean federales y / o locales. El costo de propiedad es otra área donde los bonos individuales y los ETFs difieren, los inversores en bonos pueden enfrentar un costo de transacción e intermediación en el momento de la compra, mientras que un inversor de ETFs probablemente pagará tanto una relación de gastos como un costo de transacción.Usted puede comenzar a construir el núcleo o su cartera desde España o América Latina.
Build on Insight, de BlackRock
Considere cuidadosamente los objetivos de inversión de los Fondos, los factores de riesgo y los cargos y gastos antes de invertir. Esta y otra información se puede encontrar en los folletos de los Fondos o, si está disponible, los prespectos que se pueden obtener visitando las páginas de ETF iShares y Fondos Mutuos de BlackRock. Lea detenidamente el prospecto antes de invertir. La inversión implica riesgo, incluyendo una posible pérdida de capital. En América Latina e Iberia, sólo para inversores institucionales e intermediarios financieros (no para distribución pública). Este material es solamente para fines educativos y no constituye un consejo de inversión o una oferta o solicitud de venta ni una solicitud de una oferta de compra de acciones de cualquier fondo o acción y es su responsabilidad para informarse de, y observar, todas las leyes y reglamentos aplicables de su jurisdicción. Si se mencionan o infieren fondos en este material, dichos fondos no han sido registradas por los reguladores de valores de Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá, Perú, Portugal, España, Uruguay o cualquier otro regulador de valores en ningún país de América Latina o Ibérica y por lo tanto, no pueden ser ofrecidos públicamente en ninguno de estos países. Los reguladores de valores de cualquier país dentro de Iberoamérica no han confirmado la exactitud de cualquier información contenida aquí. No se puede proporcionar información al público en general en Latinoamérica o Iberia. El contenido de este material es estrictamente confidencial y no debe ser transmitido a terceros.
Venezuela está causando otro ataque de nervios en las mesas de trading esta semana. El lunes se registraron fuertes presiones vendedoras y los CDS (Credit Default Swaps) alcanzaron máximos históricos. Las aguas se iban calmando el martes, después de que Petróleos de Venezuela (PDVSA) cancelara los cupones de sus bonos de 2027 y 2037, que se vencieron el pasado 12 de octubre.
Pero el retraso en el pago desató las alarmas y tras mirar el libro con los próximos vencimientos, más de uno contiene ya la respiración. El viernes, el gigante estatal del petróleo, PDVSA, debe pagar 985 millones de dólares y seis días más tarde, el 2 de noviembre vencen 1.200 millones de dólares más. Este miércoles el precio del bono venezolano vuelve a repuntar.
Muchos analistas dan por descontado el default, pero las autoridades venezolanas han anunciado que ya están listas para cancelar la deuda. La posición de liquidez del país sigue extremadamente estresada. El trading de bonos venezolanos ha sido suspendido en mercados estadounidenses, agravando la situación. Aproximadamente, el 74% de la deuda venezolana está concentrada en tenedores de EE.UU. y Canadá.
El papel de Rusia y China
“El mercado descuenta que los próximos vencimientos se pagarán, ya que los bonos con vencimientos más cortos cotizan con precios superiores a 70. Sin embargo, cuánto más tiempo se mantenga el status quo, más cerca estará el país de un eventual ‘default’. Los retrasos en los pagos pueden indicar que los rusos (o los chinos) podrían estar usando esto como una táctica de negociación para conseguir mejores condiciones a cambio de su apoyo financiero”, explica Claudia Calich, manager del fondo M&G Global Emerging Markets Bond.
PDVSA busca obtener liquidez mediante canje de activos de Citgo con la rusa Rosneft, intentando hacer un bypass a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Pero muchos consideran que su situación es insostenible ya que la producción de petróleo está comprometida por falta de repuestos y mantenimiento, y podría caer todavía más en el futuro.
“De mis recientes reuniones con el FMI, parece que los chinos son reacios a continuar brindando asistencia financiera a Venezuela dada su exposición actual. Rusia ha proporcionado algo de financiación, incluso de su sector privado a través de Rosneft, y puede continuar haciéndolo por consideraciones geopolíticas: tener instalaciones de producción de petróleo muy cerca de Estados Unidos y poder obtener activos a precios reducidos. Sin embargo, no creo que ninguno de ellos continúe financiando este tipo de políticas económicas para siempre en ausencia de un cambio en el modelo económico que implique el fin de los subsidios al petróleo, un mejor entorno para el sector privado y la unificación del régimen cambiario, entre otras cosas”, añade Calich.
Alto carry trade
Para al equipo de mercados emergentes de NN Investment Partners, con posiciones en deuda venezolana, la estrategia ha sido la de enfocarse en los bonos defensivos de la curva pero tener una pequeña sobreponderación en el país, que atribuyen al alto carry.
Sin embargo, los expertos de la firma no ven riesgos sistémicos en este momento por un incumplimiento de Venezuela, ya que la precariedad de la situación está clara desde hace tiempo.
Pagar o caer
“La voluntad de pago permanece intacta, por lo que creemos que no van a incumplir con sus compromisos y, a diferencia del año pasado, han estado planeando durante un tiempo cómo reunir el efectivo necesario. El apoyo de China y de Rusia también puede jugar un papel importante, pero tras las sanciones de Estados Unidos, los riesgos operacionales son una preocupación”, reconocen.
«Seguramente Maduro está pensando que es más probable mantenerse en el poder si continua realizando los pagos, que si deja de hacerlo”. Esta es para el equipo de renta fija de Investec que participó en el evento Global Insights 2017, el principal motivo de que Venezuela siga pagando a sus bonistas. “Un gobierno básicamente populista y nacionalista continua pagando al exterior y no proporciona acceso a medicinas de su propia gente. Es la supervivencia del régimen”.
Investec cree que tras las sanciones de Estados Unidos, la reestructuración de la deuda es todavía más complicada. Creemos que tarde o temprano esto va a suceder. Venezuela se encuentran claramente en un entorno cada vez más complicado, ya que cada vez debe asumir unos pagos de intereses mayores».
Lo cierto es que pase lo que pase ahora, Venezuela seguirá dando que hablar en los mercados, ya que para lo que queda de año tiene pendientes 3.700 millones de dólares en liquidación e intereses de bonos soberanos y de PDVSA.
La Superintendencia de Pensiones de Chile emitió la norma que permitirá la inversión de los fondos de pensiones en activos alternativos; la reforma entrará en vigor el próximo mes de noviembre.
Así, quedaron establecidos los límites de inversión para los cuatro fondos de pensiones (A, B, C, D, E – ordenados en función del riesgo- y el fondo de cesantía). El fondo A (de mayor riesgo) puede tener como máximo un 10% de sus recursos invertidos en activos alternativos. Para el fondo E, en cambio, los activos alternativos no pueden representar más del 5% de su cartera.
Según la Superintendencia de pensiones: “El objetivo final de estos cambios es que los afiliados obtengan una mayor pensión. Con esta ley se busca una mayor diversificación de las inversiones, ampliar el universo de inversiones de largo plazo e invertir en forma directa en una mayor variedad de activos con eventuales ahorros de costos para los Fondos de Pensiones y de Cesantía Solidario”.
El Superintendente de Pensiones de Chile, Osvaldo Macías, señaló que “la rentabilidad es un elemento fundamental para construir una buena pensión. Un punto más de rentabilidad durante toda la vida laboral de un afiliado o afiliada puede aumentar en cerca de 25% el monto que recibirá al momento del retiro. Es por eso que estos cambios son un hito importante que contribuirá, en el mediano y largo plazo, a cumplir el objetivo de mejorar las pensiones”.
Las nuevas alternativas de inversión autorizadas en Chiles on: vehículos para invertir en activos de capital privado extranjero; Vehículos para invertir en deuda privada extranjera; Coinversión en capital privado y deuda privada en el extranjero; Acciones de sociedades anónimas cerradas nacionales, de sociedades por acciones nacionales (SpA) y de sociedades en comandita por acciones nacionales cerradas ; Mutuos hipotecarios endosables con fines no habitacionales; Bienes raíces nacionales no habitacionales sujetos a contratos de arrendamiento con opción de compra (leasing); Bienes raíces nacionales no habitacionales para renta; Participación en convenios de crédito (créditos sindicados). Puede descargar las resoluciones en los links:
¿Qué tiene en común el momento actual del ciclo con la década de los años 70? Para Ned Naylor-Leyland, gestor del fondo Old Mutual Gold and Silver, existen varios factores en la situación económica actual que guardan fuertes similitudes con lo sucedido a finales de esa década: una creciente inflación, una clase trabajadora desencantada, nuevas tensiones en Oriente Medio y la extinción de un sistema monetario.
Comenzando por la inflación, el gestor comenta dos términos a tener en cuenta: la estanflación conocida en inglés por el término ‘stagflation’ y la inflación escondida bajo el mismo precio, pero menos producto de los productos del supermercado o ‘shrinkflation’. “En Reino Unido, especialmente en las dos últimas semanas, la palabra estanflación ha vuelto a aparecer en la prensa, haciendo referencia a una situación en la que hay un crecimiento menor en la economía, pero hay inflación, siendo este el mejor entorno posible para invertir en oro. La principal razón es que el oro es una cobertura natural para la pérdida del poder adquisitivo del consumidor. En este tema se da una curiosa controversia, al mismo tiempo que las autoridades monetarias siguen diciendo que necesitamos una mayor inflación, los propios trabajadores del Banco de Inglaterra están amenazando con convocar una huelga porque sus salarios no están creciendo al mismo ritmo que el coste de la vida”.
Otra cuestión a tener en cuenta es cuando las empresas manufactureras mantienen los precios de sus productos, pero reducen la cantidad, la calidad o ambos para esconder el incremento de los gastos y la inflación, algo que se conoce como shrinkflation. “En Reino Unido, la chocolatina Toblerone es bastante popular, su tamaño fue reducido dejando el mismo precio y a los consumidores preguntándose qué había sucedido. Esto no sólo ha sucedido con la comida y es algo importante que hay que tener en cuenta, pues las estadísticas no reflejan la inflación real. Este fenómeno también se experimenta en los puestos de trabajo, que se categorizan de formas muy diferentes a las que se solía categorizar, afectando a los resultados de las estadísticas de empleo. Por lo que recomiendo que sean escépticos y tengan conocimiento de algo que está realmente sucediendo en el mundo real”.
Otro paralelismo, es el desencanto de la clase trabajadora, algo que obviamente se manifiesta en las huelgas, pero que también ha tenido repercusiones en la política. “A finales de los 70, un actor de serie B llega a la Casa Blanca, llegó sin carrera política previa, con el apoyo de la clase trabajadora media y media-baja de Estados Unidos, utilizando una campaña directa dirigida al electorado masculino en un momento en el que las personas estaban mucho más indignadas que en la actualidad. Unas motivaciones muy similares son las que conducen a Trump a la presidencia de Estados Unidos”.
Además, las nuevas tensiones en Oriente Medio junto con la extinción del sistema monetario actual son temas que ya se vivieron hace más de cuatro décadas, con la crisis de la OPEC y el colapso del sistema adoptado en Bretton Woods que supuso la cancelación unilateral de la convertibilidad directa internacional del dólar al oro.
“Los dos momentos de mayor relajamiento monetario en nuestra historia reciente son el programa de relajamiento cuantitativo conocido como QE y el ‘Nixon shock’, cuando el presidente Nixon comunicó por televisión que se suspendía la convertibilidad del dólar al oro, cesando así sus canjes de 35 dólares por onza y abandonando el patrón oro establecido tras la Segunda Guerra Mundial para las transacciones internacionales. La reacción directa de los inversores en ambos casos fue pensar que habría una fuerte pérdida en el poder adquisitivo del dinero y entraron a comprar oro. A pesar de que la respuesta fue correcta, los mecanismos de transmisión monetarios no son inmediatos. Tanto con al comienzo del QE como en el año 71, el precio del oro aumentó muy rápido por unos dos o tres años, para después corregirse en alrededor de un 50%. Entre el año 74 y el 76, los consumidores perciben que están perdiendo una gran cantidad de poder adquisitivo, el oro se dispara en un 700% – 800%. Si se regresa a la situación actual con la llegada el QE, podemos ver que hasta ahora el oro ha repetido el mismo comportamiento que en los años 70, con una subida inicial y una nueva corrección del 50%, pudiendo estar en la antesala de una fuerte subida”.
El regreso del oro
Para dar contexto a la situación actual, Ned Naylor recordó que tras el abandono del patrón oro, Nixon visitó al rey de Arabia Saudí y acordó dar protección militar a cambio de que el dólar se convirtiera en la única moneda en la que se comercializaría el petróleo y que se reinvertirían las ganancias en bonos del Tesoro. “Dos años después, la totalidad del mercado del crudo operaba con la divisa estadounidense, y esto creó un sistema que funcionó a base de petrodólares, que ha estado en vigor desde los años 70. Pero que en la actualidad se ve amenazado, particularmente por la actuación de China que está sorteando el sistema. Todo lo que sea ha visto en términos de geopolítica está relacionado con este punto, la pérdida del control del sistema de petrodólares. Hasta hace solo 3 años, todo el mundo seguía utilizando únicamente el dólar como mecanismo de transmisión para las ventas de crudo y gas a nivel global, pero esto ha comenzado a cambiar y no regresará al punto anterior. Existen tres posibles resultados a este entorno cambiante en el que todos ellos implican al oro, la solución oriental, la solución occidental y la solución global”.
Para explicar la solución oriental, el gestor se enfoca en la Bolsa Internacional de Oro de Shanghái para explicar cómo el sistema del patrón oro está regresando a China y el papel que Rusia, Irán, Catar y Arabia Saudí están desempeñando como productores de crudo. Estos países están vendiendo parte de su petróleo en renminbis para después convertir esta divisa en oro físico en el la Bolsa Internacional de Oro de Shanghái. “Es algo que está sucediendo ahora de una manera sustancial y que representa un enorme cambio con respecto al sistema monetario global. No esperen ver noticias en los grandes periódicos a cerca de ello porque es un giro estratégico muy importante en la cuestión de poder y es un regreso hacia un punto donde hemos estado anteriormente en la historia. No es algo nuevo, es el mismo patrón que se acordó tras la Segunda Guerra Mundial”.
La solución occidental pasa por tener más de un 25% de las reservas totales de los bancos centrales en oro, siendo éste el segundo mayor activo en su balance, estando soportada por el oro, aunque no esté explícitamente respaldada por el oro. “El oro es el único activo que no representa una obligación para la contrapartida. El euro tiene una enorme cantidad de oro respaldando sus activos, pues fue diseñado hace unos 15-20 años por los dirigentes de los bancos centrales en un contexto en el que solo se utilizaba el papel como instrumento monetario. En concreto, Alemania, Italia, Francia y Grecia tienen unas reservas de oro superiores al 60%”.
En último lugar, la solución global, muy probablemente tenga en cuenta el oro. El año pasado el Fondo Monetario Internacional admitió al renminbi como moneda aceptada dentro de los derechos especiales de giro (Special Drawing Units o SDR), generando un dinero más global, que reduce las fricciones y los costes de las transacciones, mejorando la capacidad de vigilancia de los países. De nuevo Naylor explica la importancia del oro en este modelo: “Este modelo no funcionaría si no estuviera el oro actuando como árbitro en medio de esta contienda, estableciendo disciplina y hacer que el modelo funcione correctamente. Esta inclinación por el oro está sucediendo en su mayoría en Asia y en Europa también se está yendo en esa dirección. Es posible que el periodo comprendido desde 1971 hasta hoy sea sólo una excepción”.
La llegada de las criptomonedas
En una portada de la publicación “The Economist”, con fecha de enero de 1988, la revista avanzaba la llegada de una divisa global utilizando un ave fénix con una moneda de oro colgando de su cuello, resurgiendo de las cenizas del papel moneda, prediciendo que la fecha de emisión sería 2018 y con un símbolo criptográfico, frecuentemente utilizado en la cultura de los hackers, en el centro de la moneda.
Según Ned Naylor, aquellas personas que no creen que la llegada de las criptomonedas no es una revolución no están comprendiendo bien lo que está sucediendo. “Bitcoin y Blockchain están cambiando todo el sistema de pagos, promoviendo una enorme desintermediación en el sistema financiero, en particular en Asia, donde se ha acelerado la aplicación de la tecnología Blockchain y del Bitcoin, que muy probablemente tengan consecuencias desinflacionarias”.
Para finalizar, el experto de Old Mutual habla de la parte positiva de la irrupción del Bitcoin y de la cadena de bloques o Blockchain, recordando a la gente lo que debe ser el dinero: un depositante de valor, una unidad de cuenta y método de cambio de valor. “Antes de 1971, el oro realizaba las tres funciones, pero fue siendo reemplazado por dinero de papel, que no es depositante de valor, pues no es un activo en sí mismo. A su vez, Blockchain resuelve parte de los problemas del oro, su portabilidad, su visibilidad y la facilidad con la que permite realizar transacciones, por lo que Blockchain está allanando el camino para que el oro resurja en el sistema financiero de manera formal como divisa global. El próximo sistema monetario será oro potenciado por la criptografía. Supone una enorme recompensa para el sistema cambiar a este tipo de monedas, con una supervisión total de los pagos”.