Conforme pasa el tiempo la cuantificación de los daños generados por los terremotos de septiembre de 2017 va creciendo porque, si bien el numero de edificaciones que se cayeron durante los sismos es relativamente pequeño, es necesario derrumbar edificaciones que, aunque continúan en pie, están inservibles y representan un riesgo para la sociedad.
Los daños se han presentado en escuelas, hospitales, carreteras, iglesias y casas habitación. Hasta el momento se estima que la reconstrucción de todas esas edificaciones requerirá poco más de 47.000 millones de peso (cerca a 2.500 millones de dólares). La gran pregunta es: de dónde saldrán los recursos para financiar todas esas obras.
Hasta el momento se tienen 15.900 millones de pesos, de los cuales 8,2 provienen de recursos presupuestales, 5 de los seguros con que se contaban por parte de las instalaciones pertenecientes al gobierno y 2,7 del bono catastrófico, que es al final de cuentas un seguro que cubre los daños generados por fenómenos meteorológicos o terremotos. Por lo tanto, falta de financiar cerca de 32.000 millones de pesos.
El dinero que falta para financiar las obras de reconstrucción equivale aproximadamente al 0,1% del PIB. Ese monto se podría incluir en el presupuesto de gastos del gobierno federal de 2018 y aumentar el déficit público en esa misma magnitud lo cual no genera ningún desequilibrio fiscal porque, a pesar de ser una cantidad importante de dinero, cuando se pone en perspectiva en las finanzas públicas no resulta imposible de financiar.
La inversión física del gobierno federal ha disminuido consecutivamente, en 2014 representó el 4,8% del PIB, para 2018 se programa que sea 2,8% del PIB. Si se incrementa a 2,9%, no suena a una desviación desproporcionada, sobre todo que el aumento se iría a construcción, generando una derrama económica muy importante al fomentar el empleo directo e indirecto. Un programa agresivo de reconstrucción en los estados de Chiapas y Oaxaca, que fueron los mas afectados por los sismos, apoyaría la recuperación económica de la zona.
Otra posible fuente de financiamiento son las ganancias del Banco de Mexico, quien en los últimos años las ha aportado para mejorar el desempeño de las finanzas públicas. Durante 2017 dichas ganancias ascendieron a alrededor de 1,1% del PIB. Si en 2018 son de magnitud similar, con el 10% de las ganancias del Banco de México se podría financiar el faltante para realizar las obras de reconstrucción. Esto no es vender reservas del banco central para financiar las obras, es utilizar las ganancias que obtiene el banco central por el manejo de su tesorería para financiarlas.
En conclusión, si bien es una suma importante la que se requiere para reconstruir las edificaciones que destruyeron los sismos que se registraron en septiembre, debido a que las finanzas públicas se encuentran saludables, es posible financiarlas con gasto público sin crear un desequilibrio macroeconómico. Situación muy diferente a la que existía cuando el terremoto de 1985.
A pesar de que para las instituciones financieras ya fue todo un reto cumplir con el Foreign Account Tax Compliance Act (FATCA) durante su primer periodo de vigencia en 2015, FATCA es mucho menos complejo que el Common Reporting Standard (CRS). Así al menos lo creen Scott Freedman, director de estrategia de producto para soluciones AEOI de SOVOS Compliance, y el resto de panelistas que participaron en el Simposio Mundial de Impuestos celebrado este mes en Nueva York.
“La mayor dificultad es mantenerse al día con la forma en que se plasma el CRS en cada jurisdicción específica, incluidos requisitos adicionales de información, diferentes plazos, definiciones de residencia, leyes de protección de datos y portales a través de los que reportar,” sugirieron los expertos reunidos en SIFMA. “No hay una regla de minimis en CRS, pero los requisitos de informes aún pueden variar en las distintas jurisdicciones”.
Compliance: la calma antes de la tormenta
Todos los expertos estuvieron de acuerdo –relata el experto de la firma que recientemente entró en América Latina adquiriendo Paperless- en que el mayor desafío en su primer año de reporte bajo el estándar común (CRS) fue mantenerse al día con las especificidades de la jurisdicción, pero se preguntaban abiertamente cuál era realmente el riesgo del no cumplimiento: qué o quién, y cómo, se está asegurando de que se cumple en todas las jurisdicciones.
A diferencia de FATCA, CRS no utiliza la retención fiscal para hacer cumplir las normas sino las auditorías y sanciones. Aunque están apareciendo dos tipos diferentes de auditorías, la mayoría de las entidades financieras solo están familiarizadas con la que les afecta directamente (la de un regulador auditando una entidad financiera). Sin embargo, muchos reguladores están esperando a que se produzca el intercambio de información antes de realizar las auditorías.
La segunda auditoría comenzará poco después de que se haya llevado a cabo este intercambio y consistirá en una revisión entre iguales por parte de la OCDE al regulador, con el objetivo es garantizar que los datos enviados sean completos y precisos, de conformidad con CRS. Una vez completada esta auditoría, podría haber un aumento en la cantidad de auditorías a instituciones financieras por parte de los reguladores.
Hay un par de jurisdicciones que están emitiendo sanciones: Luxemburgo y el departamento de Ingresos internos de Hong Kong. Sin embargo, los expertos prevén que llegarán nuevas penalizaciones, ya que las últimas jurisdicciones están todavía en proceso de firmar su incorporación al CRS y establecer sus estructuras de sanción. Por lo tanto, las sanciones serán pronto una amenaza real para las Instituciones Financieras no de conformidad.
Creación de flexibilidad
En sus esfuerzos por alinear sus datos de acuerdo a los estándares del CRS, las IFs (Instituciones Financieras, por sus siglas en inglés) se apresuran a conseguir respuesta a sus solicitudes de auto certificación, pero es probable que las obtenidas sean incompletas, inexactas o contengan datos contradictorios a los de los W-8 solicitados a través de FATCA. Por tanto, muchas IF están buscando una forma mejor de gestionar sus datos.
Según Freedman, en SIFMA se puso de manifiesto que se observa una tendencia en las IF hacia la centralización de sus datos en un sistema central que permita cruzar datos entre líneas de negocios y vincular los procesos para los reportes AEOI (FATCA y CRS) con los informes de la serie 10 (1099 y 1042 -S).
“Las IF deben fusionar los procesos de recopilación de datos en una sola operación para evitar errores de comunicación y solapamiento, y en última instancia para evitar errores y sanciones. La clave es tener sistemas flexibles y adaptables, que permitan a las IF reaccionar rápidamente a cambios en umbrales y requisitos jurisdiccionales”.
Los expertos abogaron por un triángulo formado por tres grupos de negocio que trabaje conjuntamente de forma constante para centralizar y agilizar los procesos de elaboración de informes: impuestos, operaciones impositivas y TI. Ser ágil y estar preparado para el cambio atenuará significativamente el impacto de adaptarse a las regulaciones actualizadas y permitirá a las IFs mantenerse de conformidad a las normas y evitar tanto penalizaciones como realizar modificaciones costosas al proceso. En última instancia, la flexibilidad y adaptabilidad permitirán a las IF evitar la pérdida de reputación y cuentas de clientes.
Gestión externa
La automatización es un componente principal de la centralización de procesos, y muchas IF están buscando una solución AEOI automatizada. Dos importantes factores a tener en cuenta son la facilidad de implementación y cómo una solución se ajusta a sus procesos actuales. También hay que considerar qué equipo gestionará la solución y cuántas personas deben alejarse de sus tareas principales para gestionar el proceso de generación de informes.
En la industria, existe la tendencia a agregar ofertas de servicios gestionados a la hora de adoptar una solución automatizada. Esta fórmula sitúa la responsabilidad de los cambios y las adaptaciones rápidas del sistema en el proveedor de la solución, y no en la propia FI. Historicamente, las IF con servicios gestionados han cumplido mejor los plazos y su índice de aceptación de transmisiones ha sido superior. También pueden externalizar de forma efectiva la creación y mantenimiento de los procesos de generación de informes a un proveedor de soluciones, liberando a sus propios empleados para que continúen con sus tareas críticas y no se aparten de ellas por tener que reportar.
En resumen, concluye Freedman, “a medida que crezca y se desarrolle, CRS supondrá nuevos y más complejos retos para las IF y la clave para asumirlos será la flexibilidad y la adaptabilidad derivadas de la centralización de datos y procesos”. Además, las IF deberían considerar la externalización de los informes a un servicio gestionado y evitar que sus empleados se vean bloqueados por los informes tributarios. CRS no va consumir menos tiempo ni simplificarse en el futuro y, a medida que avanza, las IF deben estar preparadas para evitar penalizaciones y proteger su reputación y la de sus clientes.
El sector financiero sigue inquieto con la implementación de MiFID II y cómo las autoridades regulatorias españolas están haciendo su transposición. El 3 enero de 2018 entra en vigor y es una fecha, cada vez, más próxima en el calendario que apremia a las gestoras y entidad bancarias a trabajar para estar preparados.
“En todo lo que la normativa está clara y es precisa, las entidades están preparadas. Lo que preocupaba es lo que aún no está delimitado y traspuesto”, advertía Marta Oñoro, jefa del Departamento Legal de Allfunds Bank, quien se muestra optimista sobre el trabajo que gestoras y distribuidores de fondos están haciendo.
En opinión de Juan Alcaraz, general manager de Allfunds, “MiFID II marcará un antes y un después. Los bancos y gestoras que sepan posicionarse podrán ganar una cuota de mercado enorme tanto en España como en Europa. Aquellos que no le den importancia a la revolución que supone, creo que el próximo año van a sufrir bastante. Creo que los que están en ese cambio van a liderar las captaciones de fondos los próximos años”.
Con estas palabras Alcaraz se refería a las oportunidades que la nueva legislación ofrece durante un evento organizado por Allfunds Banks sobre cuáles serán las consecuencias de MiFID II, tanto para las gestoras como para los distribuidores de fondos, pero también cuáles son las grandes incógnitas que aún quedan por despejar.
Estrategia de Allfunds
Allfunds también cuenta con su propia estrategia para ayudar a su red de distribuidores institucionales con la implementación de MiFID II. En este sentido, Allfunds ha desarrollado herramientas y soluciones adicionales para ayudar a los distribuidores a la hora de incrementar su valor a los inversores, incluidas herramientas digitales que permiten la comparación de productos y herramientas de selección de fondos, ayudándoles además con la selección de clases de acciones para cada uno de sus negocios.
Entre sus puntos fuertes, Allfunds destaca su escala y especialización. “Como la plataforma de fondos más grande de Europa, el tamaño, la alta especialización y alcance de Allfunds significa que puede proporcionar enormes economías de escala junto con un solo punto de acceso para ayudar a los distribuidores y proveedores de fondos a minimizar costes a la hora de cumplir con sus obligaciones MiFID II”, explica.
Según la firma, cualquier distribuidor podrá encontrar respuesta a sus necesidades a la hora de implementar MiFID II, pudiendo acceder de una manera regulatoriamente eficiente a los 54.000 fondos y ETF que ofrece esta plataforma global.
Incógnitas ante MiFID II
Según explicó Oñoro, uno de los mayores debates que tiene la industria europea entre manos es sobre la definición del perfil de los productos y a qué tipo de clientes están orientados. “Necesitamos unas reglas que sean comunes para que todos puedan clasificar los productos de la misma manera. La idea es llegar a un modelo estándar de la información que permita a las gestoras enviar la información clara y a las distribuidores exponerla y comprenderla, sin que suponga un trabajo excesivo para ninguno de ellos”, apuntaba.
Un “trabajo excesivo” que gestoras y distribuidoras reconocen que se traduce en aumento de costes. “Las entidades tendrán que informar con más intensidad a los clientes antes de la inversión”, refiere Oñoro como uno de los costes a los que tendrán que hacer frente.
El segundo aspecto que más inquieta es cuándo el Gobierno elaborará y aprobará ese Real Decreto que concrete toda la implementación de MiFID II. “Los borradores están en Tesoro, se va a implementar a través de un Real Decreto que contemplará una nueva Ley del Tesoro. Los plazos de aprobación son muy apurados, pero no tiene sentido esperar hasta el 3 de enero para empezar a implementar cambios en las gestoras y en los bancos”, explicó.
¿Listos para MiFID II?
Distribuidores y gestoras coinciden en que no han esperado para ir implementando los cambios, sobre todos aquellos que afectan a su modelo de negocio y que están relacionado con el pago de retrocesiones y el asesoramiento. “En mi opinión, esto va a suponer cada vez que haya menos diferencia entre la banca privada y la banca premier, y de si estás preparado o no en tu red para asesorar a tus clientes. Si has hecho los deberes en esta parte, estarás listo para prestar el mismo servicio a tus clientes, pero con las modificaciones que tienes que hacer. La gran diferencia es si asesoras o no, y la importancia que va a tomar el cobro explícito”, apunta Álvaro Hermida, director de Desarrollo de Producto de Banca Privada y Banca Premier de CaixaBank.
Justamente el cobro por el asesoramiento fue uno de los temas que más se debatieron durante estas jornadas. Según defendió César Calvo, director de Desarrollo de Negocio y Desarrollo Corporativo de Bankinter, “culturalmente en España pagar por el asesoramiento no está tan implantado y ese cambio cultural costará. En la medida que ofrezcamos productos y servicios con un valor añadido, funcionará y se entenderá ese pago por el asesoramiento. Esto es un camino que empezamos a recorrer con el cliente y que nos queda años de trabajo para que se vea con naturalidad”.
En este sentido, desde Banco Sabadell, Guillem Cullerés, director de Productos de Gestión de Inversiones de la entidad, pone el foco en las propias entidades. “Lo importante no es si está preparado el cliente, sino si lo estamos nosotros para comunicar. Si lo hacemos bien, a lo largo ganamos por confianza”, concluye.
Fidelity International, una de las gestoras de inversión más importantes del mundo, ha anunciado el nombramiento de Antonio Salido como director de Marketing para Europa Continental.
Desde dicho puesto desarrollará la estrategia de Marketing de Fidelity en los 16 países europeos donde opera en estrecha colaboración con los equipos de marketing locales.
También formará parte del Comité Global de Marca y Marketing de Fidelity donde coordinará la estrategia de marca con las diferentes áreas funcionales y geográficas a escala global para dar mejor respuesta a las necesidades de los clientes.
Antonio procede de la oficina de Fidelity International en España, donde era el responsable de Marketing y Comunicación desde 2004, hasta que en febrero de 2017 se integró en el equipo europeo, como responsable del segmento de clientes wholesale. Previamente, ocupó cargos de responsabilidad en marketing, ventas y producto en el sector financiero durante más de 12 años.
Tras la publicación de la enmienda de la Comisión Europea al Reglamento de las Autoridades Europeas de Supervisión para otorgar más autoridad de supervisión a ESMA, EBA y EIOPA, en el caso de delegación de actividades a terceros, ALFI expresó su sorpresa y preocupación por el nuevo papel de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM o ESMA, por sus siglas en inglés) en el procedimiento de autorización de los acuerdos de delegación.
Denise Voss, presidente de ALFI, afirmó que «cuestionamos esta capa adicional propuesta en el procedimiento de autorización, que se requiere cuando un fondo quiere delegar parte de sus actividades en otros países. Esto es un incremento en la burocracia, alarga el tiempo de comercialización e incrementa los costos. Sin duda, esto tendrá un efecto negativo en la competitividad de los fondos de la UE en su conjunto y, en última instancia, en el inversor. No vemos ningún valor agregado en esto ya que los reguladores locales, al estar cerca de los administradores de activos y el mercado, se mantienen en la mejor posición para autorizar y supervisar los fondos y sus operaciones».
Y añadió que «la delegación es un modelo comercial comprobado que ofrece a los inversores de fondos, incluidos millones de inversores europeos, acceso a adminsitradores de activos expertos de todo el mundo. Este modelo ha funcionado bien en las últimas tres décadas desde la introducción de los UCITS, y es una práctica consagrada no solo en Europa sino en todo el mundo. Es parte integrante del sistema financiero mundial y es una característica inherente del modelo de fondo europeo que, a su vez, se reconoce como una historia de éxito en todo el mundo».
Los UCITS europeos cuentan con inversores residentes en más de 70 países, dentro y fuera de Europa. «El modelo de delegación ha sido bueno para los inversores europeos, en términos de opciones de inversión, y para Europa, en términos de puestos de trabajo creados en los centros financieros de toda Europa. Es difícil entender el fundamento de las propuestas de la Comisión, que afectan no solo a los administradores de activos y fondos de inversión, sino también a bancos, firmas de inversión y compañías de seguros, especialmente dados los objetivos de la Unión de Mercados de Capital, que ALFI apoya firmemente, que busca facilitar fuentes adicionales de financiamiento para el crecimiento económico y el empleo en Europa», concluye Voss.
Por fin llegó el tan esperado momento. El pasado viernes, los republicanos presentaron la ambiciosa reforma fiscal de Donal Trump. El objetivo, según explicaron durante su presentación a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, es lograr “un alivio masivo de impuestos para los estadounidenses”. Ahora bien, ¿cumplirá las expectativas del mercado?
La parte central de esta propuesta es reformar el impuesto empresarial, que se reduce para que las compañías estadounidenses tenga una menor carga fiscal y puedan ser más competitivas en los mercados internacionales. Según señala el plan, esta tasa se rebajaría un 20% para las compañías, y para los hogares, una reducción de los impuestos personales que bajarán tres puntos en las categorías fundamentales.
“Las expectativas para la reforma fiscal siguen siendo enormes, y también lo es el riesgo de fracaso. Después de todo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido no menos que el mayor recorte de impuestos en la historia y una reforma fiscal que hará que Estados Unidos vuelva a ser grande”, recuerdan desde Deutsche AM.
Según la agenda que los republicanos se han marcado, el objetivo es que la Cámara de Representantes apruebe el texto antes del Día de Acción de Gracias, para que el Senado realice la votación antes de fin de año.
La realidad de esta reforma es que los republicanos están sometidos a una gran presión en el Congreso y tienen como precedente el fracaso de su reforma del sistema de salud. Según advierte la gestora, “es probable que la falta de éxito de Trump en relación con estos dos proyectos clave sea un lastre, ya que afirma que nunca ha habido un presidente que haya aprobado más legislación, que haya hecho más cosas de lo que ha dicho”.
Efecto en el mercado
Según valoran desde Deutsche AM, “suponemos que un paquete de impuestos adoptado en algún momento en 2018 podría reducir la carga impositiva para las compañías del S&P 500 en hasta $ 10 para el índice en su conjunto”.
La firma esperaba que la tasa del impuesto corporativo se redujera del 35% al 25% Sin embargo, considera que este alivio fiscal no se reflejará directamente en las ganancias del S&P 500, ya que se deben tener en cuenta los siguientes factores.
“Primera que las ganancias nacionales antes de impuestos ascienden a aproximadamente al 60% del total de las ganancias antes de impuestos. Segundo que, incluso hoy, la tasa efectiva de impuestos para las compañías S&P 500 es solo del 29%; por lo que esperamos que termine en un rango del 21%-22% después de la reforma tributaria. Y por último, esperamos que las empresas tengan que transferir parte de sus ahorros impositivos a sus clientes”, señalan desde Deutsche AM.
En este sentido advierte que las ganancias después de impuestos podría verse reforzado por nuevas disposiciones sobre la repatriación de las ganancias corporativas de los Estados Unidos en el extranjero. “Esto podría conducir a mayores recompras de acciones. Sin embargo, mucho dependerá de los detalles. Creemos que las ganancias por acción podrían aumentar hasta en un 1,5% a medida que se reduzca el número de acciones en circulación”, apuntan.
Si generar riqueza es una meta para todos los negocios, parece que algunas empresas familiares conceden idéntico valor al objetivo de permanecer en el tiempo.Generación tras generación, cada una intenta pasar el testigo a la siguiente y preservar así la buena imagen de la familia.Creemos que esta combinación propicia una estrategia de asignación de capital a largo plazo consciente de los riesgos, motivo por el cual primamos estos grupos cuando se trata de acceder a oportunidades de inversión en mercados emergentes de todo el mundo.
Una estructura accionarial peculiar
Su peculiar estructura accionarial confiere a los negocios familiares una orientación largoplacista, a menudo ausente en las empresas cotizadas.El precavido consejero delegado que halle el equilibrio entre el riesgo y la recompensa tendrá la fortuna de seguir liderando una de estas últimas.Puesto que las primas y el precio de las acciones suelen ir de la mano, exigen mantener cierto dinamismo en términos de resultados. Desviarse de cualquier forma del objetivo de maximizar sistemáticamente los beneficios trimestrales abocará, con toda probabilidad, a la destitución. Así pues, los equipos directivos consideran una decisión completamente racional el preferir un fracaso convencional por seguir al rebaño y asumir un riesgo excesivo a no fracasar nunca.
Para muchos, el término «empresa familiar» es sinónimo de una pequeña o mediana empresa de ámbito local,pero este calificativo no refleja, sin embargo, su protagonismo en la economía mundial de nuestros días.No solo abarca grandes empresas como Walmart, Heineken, Tata Group y Porsche, sino que suponen el 30 % del tejido empresarial estadounidense, francés y alemán, con unas ventas superiores a los mil millones de dólares estadounidenses, según un análisis de Boston Consulting Group (BCG).
Su incidencia es mayor en los mercados emergentes:tal y como señalan los estudios de BCG, suponen aproximadamente el 55 % de las grandes empresas de la India y del Sudeste Asiático, y el 46 % de Brasil.Su gran presencia en el conjunto de oportunidades que manejamos, y nuestra fe en la capacidad que tienen estos grupos para generar riqueza sin propensión al riesgo,explican su enorme peso en la cartera.En conjunto, representan más de un cuarto del capital invertido y, a 30 de septiembre de 2017, copaban cinco de nuestras diez mejores posiciones. Estas inversiones pueden concretarse a modo de exposición a una única empresa cotizada, como es el caso de Uni-President Enterprises, o a varias de ellas sujetas al control de una misma familia,como ocurre con las acciones que mantenemos en Antofagasta, Quinenco yCompañia Cervecerias Unidas, que cotizan por separado.En todos los casos, se trata de empresas controladas mayoritariamente por la familia Luksic, afincada en Chile.
La clave: una estrategia selectiva
Cuanto más compleja es la estructura corporativa de un conglomerado, más posibilidades suele haber de que se produzca un desajuste entre los intereses de la familia que ejerce el control y los de los accionistas.De la misma manera, una estructura sencilla tampoco garantiza un equilibrio razonable.Para los inversores minoritarios, la clave de la cuestión radica en si confluyen o no el derecho de voto y acceso a flujos de tesorería y los beneficios financieros.
La confianza hay que ganársela y nosotros no nos limitamos a dar por sentado que, aunque el propietario sea una familia, vaya a obrar movido por el bien común y anteponer la buena administración a la codicia.El ejemplo del vicepresidente de Samsung, Jay Y Lee, que supuestamente sobornó a cargos públicos para lograr el visto bueno de las autoridades a la fusión de Samsung C&T y Cheil Industries, pone de manifiesto que no todas las empresas con raíces familiares adoptan una estructura firme de gobierno que vele por los accionistas minoritarios.
Para poner a prueba esta premisa con nuestro análisis inductivo, hemos formulado preguntas como las siguientes
¿Qué trato ha dispensado en el pasado esa familia a los accionistas minoritarios?
¿Qué negocios posee fuera del ámbito de la empresa cotizada? ¿Existen conflictos internos de intereses?
¿Se ocupa de la supervisión algún consejero independiente de confianza?
¿Lleva a cabo la familia actividades en el sector público? De ser así, ¿cómo se le adjudican los contratos o las licencias?
¿Qué opinión merece a los agentes no financieros, como las comunidades locales y las organizaciones no gubernamentales de protección del medioambiente?
Además de analizar la rentabilidad histórica, estas líneas de investigación nos ayudan a forjarnos una idea de calidad.Buscamos generar rentabilidad siendo conocedores de los riesgos, pues ello encaja con nuestro criterio de rentabilidad absoluta y no relativa en mercados menos estables, marcados a menudo por la debilidad del Estado de Derecho.
El beneficio de la incertidumbre
A diferencia de los equipos profesionales de gestores, que miran más por los resultados inmediatos y están sometidos a las presiones bursátiles, otro de los atractivos que ofrecen los propietarios que acaparan el control durante mucho tiempo, como ocurre con las familias, es su capacidad para tomar decisiones con visión de futuro, a veces contracorriente.Cuando un consejero delegado tiene ante sí un breve horizonte temporal, a veces toma decisiones en las que influyen las fluctuaciones a corto plazo —con frecuencia procíclicas— de los mercados bursátiles, capaces de minar a la larga el valor de una empresa,como sucede especialmente en los sectores cíclicos del mercado y de las materias primas.
La minera Antofagasta, empresa familiar chilena sujeta al control del grupo Luksic que, en julio de 2015, anunció la adquisición de un yacimiento de cobre de primer orden de manos de un operador que atravesaba dificultades económicas, es un ejemplo de estrategia a largo plazo.A diferencia de buena parte de sus competidores, había conseguido mantener un balance sólido en la última década, lo que le permitió maniobrar, mientras que otras empresas del sector, ante la presión que ejercían el abaratamiento de los precios del cobre y el apalancamiento de sus balances, se vieron obligadas a desprenderse de activos de excelente calidad.Esta operación contracíclica refleja exactamente el modo en el que, a nuestro juicio, deben actuar las compañías mineras, aunque ello exija contar con un equipo directivo capaz de resistir la presión inmediata del mercado, cualidad que, en este caso, encarna la familia.
Empresas resistentes a los ciclos
Asimismo, cabe señalar que este tipo de grupos que ejercen el control tiende a compartir nuestra apuesta por un planteamiento de inversión a largo plazoy que, además, se posicionan de esta manera siendo conscientes de los riesgos en lo referente al volumen de deuda que la empresa quiere y puede asumir.
En el ámbito de las finanzas corporativas modernas, se ve con buenos ojos endeudarse con sensatez, pues el apalancamiento financiero maximiza la creación de valor al multiplicar los rendimientos.Las empresas familiares, sin embargo, asocian deuda con fragilidad y riesgo:lo cual reduce el margen de maniobra en caso de contratiempo y puede suponer, además, la subordinación a los bancos o a los mercados de renta fija durante los ciclos de debilidad económica.
Intereses en sintonía
Los mercados emergentes ofrecen a las empresas un contexto muy característico, marcado por la evolución constante de las condiciones económicas, políticas, normativas y financieras.La prudencia que demuestran algunos grupos familiares les permite, en ocasiones, capear estas circunstancias y contribuir con ello a la creación de valor duradero.Apoyar a las familias que gozan de buena reputación es, a nuestro juicio, una forma importante de acercar intereses y ofrecer a los inversores rentabilidades con «conciencia del riesgo».
Glen Finegan es director de Renta Variable de Mercados Emergentes Mundiales en Janus Henderson Investors.
“La experiencia desarrollada durante más de 20 años para ayudar a responder a algunas de las mayores violaciones de datos ocurridas en el mundo nos permite ofrecer una solución novedosa para el fenómeno Fintech”, señaló Lucas Scortecci, director de Líneas Financieras de AIG, en la inauguración del evento en el que la aseguradora ha presentado sus novedades y soluciones: ‘La revolución digital en el fenómeno Fintech’.
Durante el evento, que se celebró en Madrid (España), se presentaron las novedades que se refieren fundamentalmente a la flexibilidad de las pólizas, los Servicios de Prevención y consultoría de riesgos. Durante la jornada no solo se explicó en qué consiste la revolución digital sino también los cambios normativos y la percepción del riesgo desde el punto de vista del cliente.
La firma defendió su intención de acompañar y asesorar a los clientes en el proceso de transformación digital, idea que fue reiterada también por Mario Díaz-Guardamino, director de desarrollo de negocio de la compañía en Iberia. Durante la clausura del acto, hizo especial hincapié en que “los corredores tienen un papel fundamental en la concienciación del riesgo cibernético”.
El evento se dividió en tres partes: una charla sobre la revolución digital impartida por Ramsés Gallego, experto en sistemas de seguridad de datos, estratega y ‘evangelista’ de la corporación internacional Symantec, que desarrolla y comercializa programas de seguridad informática, y dos mesas redondas, una sobre ‘Nuevas amenazas del ransomware y retos de la GDPR (Reglamento Europeo de Protección de Datos)’ y otra sobre ‘Fenómeno Fintech y aspectos regulatorios’.
Ramsés Gallego señaló durante su ponencia que “estamos viviendo un cambio de era” y emuló a Gandhi para decir que “el futuro depende de lo que hagamos hoy”. Todo ello para aconsejar a las empresas que se preparen porque “los ciberataques están justo aquí delante” y para evitarlos hay que tener las respuestas correctas. Incidió especialmente en el llamado internet de las cosas (IoT), citando estadísticas que apuntan que en 2020 habrá 50.000 millones de cosas conectadas a internet. “Mi reloj y mi teléfono saben más de mí que yo mismo”, reconoció, al tiempo que advertía que el internet de las cosas es también el internet de las amenazas y de los problemas. Y concluyó su ponencia usando una frase de la Madre Teresa de Calcuta para resumir que “no hacer nada no es una opción”.
En la primera de las mesas debatieron Olivier Marcen, responsable del producto de CyberEdge de AIG para la zona sur de Europa, María Vidal, Asociado Senior- IP & IT- de Deloitte Legal, y el propio Ramsés Gallego. Estuvo moderada por Carlos Rodríguez Sanz, responsable del producto de CyberEdge de AIG en España. Expusieron las principales amenazas cibernéticas, los cambios regulatorios que se avecinan y la solución aseguradora modular que ofrece AIG.
La fuerza de la tecnología
María Vidal se centró en explicar el nuevo reglamento europeo que entrará en vigor en mayo de 2018, MiFID II, que será directamente aplicable y obligará a las empresas a tener mucho más control interno de sus datos y los de sus clientes. “Las empresas van tarde en su adaptación, pero lo positivo es que están concienciadas”, comentó dando una de cal y otra de arena. Por su parte, Olivier Marcén analizó la evolución del ciberseguro, que, según él, “será el seguro del año”.
El panel que cerró el evento, centrado en el fenómeno Fintech, estuvo integrado por Teresa de Andrés, responsable de la Línea de Instituciones Financieras de AIG, Manuel López, socio de Ashurst, y Giorgio Semenzato, consejero delegado y cofundador de Finizens. Actuó como moderadora María Victoria Valentín-Gamazo, MLC leader de AIG, quien destacó que el Fintech es un fenómeno que ha crecido de forma exponencial en los últimos 4 años. En marzo pasado había en España unas 240 compañías fintech y 60 insurtech, 200 más que un año antes, según datos de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), que estima que al inicio de 2018 habrá más de 400. Manuel López explicó que es un fenómeno tan novedoso que muchas de sus actividades aún no están reguladas.
Teresa de Andrés fue muy contundente al señalar que los principales riesgos de las Fintech son la responsabilidad civil profesional y el riesgo cibernético. Para hacerles frente, recomendó un nuevo producto de AIG, el FintechEdge, que ofrece “una solución a la vanguardia para cubrir los riesgos profesionales, de gestión y ciber” para estas empresas. Además, enfatizó, “es un único producto modular donde las coberturas se adaptan a las necesidades de cada cliente. Una única póliza, un único recibo y todos sus riesgos financieros y tecnológicos cubiertos”. Y, como en todas las pólizas de esta compañía, los asegurados cuentan con asistencia durante las 24 horas del día los 365 días del año.
El evento, que se celebró en el hotel Eurobuilding de Madrid, contó con la participación de más de un centenar de corredores y clientes, quienes tuvieron la posibilidad de plantear sus dudas y necesidades personales a los ponentes en el transcurso de un coffework posterior a las intervenciones.
El Banco de Inglaterra elevó ayer los tipos por primera vez en más de una década. Así, el banco decidió pasar los tipos del 0,25% al 0,50%, apoyándose en una inflación que ya está en el 3%. En el seno del banco, no hubo unanimidad a la hora de tomar la decisión ya que pesa la incertidumbre que el Brexit genera. De todas formas, la institución prevé futuras subidas de forma gradual.
El Brexit y la menor crecimiento económico son, en opinión de las gestoras, los dos grandes obstáculos para esperar más subidas. “A pesar de la importancia simbólica del aumento de las tasas de ayer, este será un ciclo de ajuste muy superficial y gradual. Creemos que el Banco podrá elevar las tasas a lo sumo tres veces más en los próximos años, ya que la incertidumbre Brexit, el menor crecimiento potencial y el elevado nivel de crédito al consumo mantienen bajas las tasas de interés que la economía puede absorber sin volcarse”, apunta Jeremy Lawson, economista jefe de Aberdeen Standard Investments.
Una valoración que también comparte Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco, “A primera vista, el alza parece razonable ya que la inflación actualmente está en el 3%. Pero esto es una consecuencia de la temprana depreciación de la libra, y lo más probable es que sea de forma temporal, ya que hay poca evidencia de que se pueda producir una espiral de salarios y precios. Por el contrario, las ganancias reales se están estrechando”, explica.
Para Lawson, el Banco de Inglaterra mantendrá un ritmo intermedio entre el que marque la Fed por un lado y el BCE y el Banco de Japón por otro. “En los Estados Unidos esperamos al menos cinco aumentos de tarifas en los próximos dos años, a partir de diciembre”, explica como comparación.
El motivo de esta postura intermedia es claro: la economía del Reino Unido no muestra signos de aceleración en este momento, a diferencia de Estados Unidos y la zona euro. Esto explica, según Corneliseen, que “el Banco de Inglaterra haya declarado que los incrementos futuros tendrán lugar solo a un ritmo gradual y en una medida limitada. Por lo tanto, la subida de tipos puede considerarse como una debilidad.
Impacto en el mercado
En principio, los mercados ya descontaban que el Banco de Inglaterra subiría ayer los tipos y asumieron el mensaje que con ello se lanzaba: pese al mediocre crecimiento económico, el Reino Unido ha estado creciendo por encima de su límite de velocidad.
“Desde el referéndum Brexit, la economía sea comportado mejor de lo esperado, mientras que la inflación ha aumentado de manera pronunciada, en gran parte debido a la depreciación en libras esterlinas. Pero la institución considera que la capacidad de crecimiento de la economía ha sido golpeada por Brexit, por lo que no confía en que haya un gran margen de mejora. Ante la subida de tipos, dos de los nueve miembros del comité votaron en contra del aumento, destacando que aún existen riesgos sustanciales para la economía”, puntualiza Azad Zangana, economista europeo senior de Schroder.
Un mercado que, en opinión de Toby Nangle, director de Multi-Asset, EMEA en Columbia Threadneedle Investments, ya esperaba esta decisión. “El mercado casi había descontado por completo el aumento en las tasas de interés que el Banco de Inglaterra. Esto normalmente significaría que habría poca reacción. Sin embargo, la reacción inmediata fue que la libra cayera más del 1% frente a todas las monedas principales y que los rendimientos de los bonos del Reino Unido caigan bruscamente. Las acciones del Reino Unido se recuperaron, pero esto parece reflejar casi por completo el movimiento cambiario: obtuvieron una rentabilidad inferior a las acciones en el extranjero en términos de moneda común. La razón de esta reacción fue que el Banco dejó de lado su afirmación de que las tasas podrían necesitar subir más de lo que el mercado espera, y el mercado interpretó esto como una eliminación del riesgo de que este fuera el primero de muchos aumentos por venir”, explica.
Howard Cunningham, gestor de cartera de renta fija en Newton, parte de BNY Mellon, coincide en la valoración que hace Nangle y añade que la decisión estuvo “por debajo de las expectativas del mercado”.
“Desde nuestro punto de vista, es una medida valiosa, y es apropiado revertir el recorte de tasas de emergencia implementado en agosto de 2016, tanto para disipar la complacencia de que las tasas nunca subirán, y también para indicar que no habrá demasiada inflación. Sin embargo, estoy menos convencido de que un ajuste adicional es inminente, y anticipo que la inflación debería comenzar a disminuir, con la posibilidad de que la incertidumbre del Brexit pueda pesar sobre la actividad económica”, concluye Cunningham.
El crecimiento avanza de forma estable y se sitúa en tasas por encima de la tendencia en todo el mundo. Prevemos una inflación al alza en EE.UU., pero plana y en niveles reducidos en la zona del euro, lo que contribuirá a una mayor divergencia en materia de política monetaria. La notable estabilidad del crecimiento está dando lugar a una volatilidad moderada en los mercados, lo que constituye un terreno fértil para asumir más riesgo en valores de renta variable y emergentes.
La inflación constituye un componente esencial para las perspectivas de política monetaria y de los mercados. Nuestra nueva herramienta BlackRock Inflation GPS sugiere que la inflación subyacente de Estados Unidos volverá a aumentar hasta alrededor del 2%, lo que conferirá a la Fed la confianza para continuar con la normalización de su política. En la zona del euro, el retraso de la recuperación se traduce en que su economía sigue albergando una gran capacidad de producción inutilizada. Es posible que el Banco Central Europeo amplíe sus políticas ultra acomodaticias más de lo previsto por los mercados.
Creemos que la tendencia positiva del crecimiento impulsará los rendimientos de los bonos tras la caída derivada de un periodo de inflación moderada, las preocupaciones en el plano geopolítico y una reducción en las perspectivas de subidas de tipos por parte de la Fed. Aun así, creemos que cualquier subida de los rendimientos se verá limitada por factores estructurales, como el envejecimiento de la población, el exceso de ahorro y el anémico crecimiento de la productividad. En nuestra opinión, el dólar se verá apuntalado por la normalización de la política monetaria estadounidense y la posibilidad de que se produzcan sorpresas alcistas en el plano económico.
¿Cuáles son los riesgos? A medida que la Fed u otros bancos centrales retiren sus políticas de relajación cuantitativa, no pueden descartarse los errores políticos o la falta de comunicación. La economía china podría ralentizarse si el país ratifica las reformas sobre el crecimiento a corto plazo en un Congreso del Partido de gran relevancia. Los riesgos geopolíticos también acechan. No obstante, creemos que existen pocos desencadenantes que podrían desviar a los mercados de su tendencia de volatilidad reducida reforzada con un crecimiento sostenido.
Los rendimientos estructuralmente más reducidos sustentan nuestra visión positiva sobre la renta variable y otros activos de riesgo. Mantenemos una visión alcista en los mercados emergentes, ya que las valoraciones son interesantes, los inversores están regresando a este segmento y la renta variable de esta región cada vez se orienta más hacia las empresas de alto crecimiento. Nos gustan los valores japoneses y europeos y, en general, preferimos la renta variable a la deuda corporativa, donde se descuentan demasiados acontecimientos favorables. Priorizamos los factores de estilo de momentum y value en renta variable.