El enfoque asiático a la hora de invertir con criterios ESG
| Por Meritxell Sedo | 0 Comentarios
Para aquellos que desean incluir criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo -criterios ESG por sus siglas en inglés- en sus decisiones de inversión, Asia representa una de las mejores oportunidades para ganar exposición a empresas que pueden hacer una diferencia en el largo plazo. Según la opinión de Vivek Tanneeru, gestor de Matthews Asia, muchos de los problemas globales en materia de ESG no pueden ser resueltos efectivamente al no ser de que sean resueltos primeramente en Asia.
Las empresas pueden crear en ocasiones la ilusión de que están construyendo valor para el accionista, cuando en realidad, están haciendo todo lo contrario en el largo plazo. Un foco exclusivo en los beneficios a corto plazo puede causar a los observadores unas conclusiones erróneas sobre el potencial de la empresa. Una valoración adecuada de las necesidades que una empresa necesita incluir el impacto de los factores medioambientales y sociales de sus prácticas de negocios en todas las partes interesadas, no solo accionistas, sino también empleados, clientes y las comunidades en las que opera, así como sus socios en la cadena de valor, su asociación con la industria y con los reguladores.
Esto es lo que la incorporación de los criterios ESG al análisis de inversión busca alcanzar. Las empresas que cumplen con los criterios ESG generalmente operan sus negocios de forma que tienen un mínimo impacto en el medio ambiente y promueven un avance social y económico positivo. Los criterios ESG forman parte de un foco más amplio en la creación de valor a más largo plazo para el accionista.
Las empresas que actúan de forma responsable pueden identificar de una forma mejor y ejecutar las oportunidades de crecimiento en un periodo más largo de tiempo. De igual importancia es la habilidad de identificar mejor y gestionar los riesgos, obteniendo mejores resultados ajustados al riesgo para los accionistas.
Gestionando las consecuencias medioambientales del crecimiento
Bajo el impresionante crecimiento global de las últimas décadas, el Banco Mundial informa que la región de Asia del Este y el Pacífico representaron más del 30% del PIB global en 2016. De forma similar, la región de Asia Pacífico representó el 31% de la capitalización bursátil en 2017, según datos de Bloomberg. El crecimiento de Asia ha elevado a millones de personas del nivel de pobreza y ha creado una clase media vibrante. Un modelo económico que ha priorizado el crecimiento sin tener en cuenta las consecuencias, que ha llevado a un rápido deterioro del medioambiente. Asia representa el 85% del incremento de las emisiones de carbón globales registradas hasta 2015 durante un periodo de 25 años.
China es la segunda mayor economía mundial, y desde 2006, la que registra mayores emisiones de CO2. Sigue siendo un país relativamente pobre según los estándares de los países desarrollados. En 2010, China era tan rica como Estados Unidos en 1941, pero con una economía ocho veces más grande. Estados Unidos cuadruplicó su PIB real per cápita desde 1941. Si China, con una economía mucho mayor, fuera hacer lo mismo en las próximas décadas sin tener en cuenta el impacto medioambiental del crecimiento, muy probablemente empujaría la concentración atmosférica de CO2 más allá de las 450 partes por millón, un umbral crítico en el que los científicos atribuyen que el cambio climático global sería irreversible.
Para China y Asia, el cambio climático no es un concepto abstracto. Existe un coste real. Gran parte del CO2 emitido ha sido el resultado de quemar carbón para conseguir energía, que también emite partículas dañinas. No es una sorpresa que una amplia mayoría de los siete millones de muertes globales anuales debido a la polución en el aire ocurran en Asia.
Estas cuestiones presentan un enorme desafío. También presentan un gran potencial oportunidad de inversión. Los gobiernos, los reguladores y las empresas del sector privado se están preparando para abordar estos problemas críticos invirtiendo en cuestiones como sistemas de tránsito e infraestructura, eficiencia de la energía y tecnologías que alivien la contaminación. Los países asiáticos se encuentran entre los principales participantes en el desarrollo de energías alternativas y renovables incluyendo energía solar, eólica e hidroeléctrica.
La actitud de China y su comportamiento entorno a cuestiones medioambientales parecen estar cambiando. En 2015, el carbón generó menos del 70% de la energía eléctrica en China, un 10% menos desde 2011, y las emisiones de CO2 de China cayeron por primera vez en 15 años. Mientras que, las fuentes de energía de baja emisión, tales como la energía hidroeléctrica y la eólica aumentaron en un 28% la producción de energía.
Además del cambio climático y la polución, en la mitad de los hogares asiáticos no tienen acceso a agua potable y segura. Un estimado de 3.400 personas podrían estar viviendo en áreas con problemas de suministro de agua en Asia para el año 2050, según apunta el informe realizado en 2016 sobre perspectivas sobre el desarrollo del agua del Banco de Desarrollo Asiático. El informe llama a la inversión en infraestructura en agua y en instituciones en países desarrollados de la región. Una gran oportunidad de inversión existe conforme los países giran de un modelo económico que no se interesaba sobre las consecuencias a uno que sí lo hace.
Calidad de vida
En el sur de Asia, 1.500 millones de personas tienen un gasto sanitario menor a 100 dólares por año de media. Dada su falta de capacidad de gasto, proporcionar a la sociedad acceso a un cuidado de la salud asequible es una cuestión social crítica. Esta región tiene millones de casos de personas con hepatitis C, pero pocos son capaces de acceder a la medicina Sovaldi, de Gilead Sciences. El medicamento se valora a 1.000 dólares por píldora en Estados Unidos y el tratamiento dura 12 semanas, sumando un total de 84.000 dólares. Para que esta medicina esté disponible a todo el mundo, Gilead decidió su licencia a ciertos fabricantes de medicamentos genéricos que hacen que el tratamiento de 12 semanas esté disponible por menos de 1.000 dólares. Con su alta calidad, los negocios farmacéuticos y de biotecnología competitivos globales que han tenido una menor estructura de costes han permitido que Asia comience a solucionar el problema de un acceso asequible de forma rentable.
El acceso a la financiación es otra área en el que Asia presenta desafíos y oportunidades. Cientos de millones de personas se encuentran sin cuentas bancarias o sin acceso al crédito en Asia. En ciertas partes del Asia del Sur y del sudeste asiático, el acceso al crédito es abismalmente bajo. El crédito, incluso en pequeñas porciones, puede hacer frecuentemente la diferencia entre familias que se estancan en la pobreza sin perspectivas o posibilidades de tener una vida sostenible que les permita educar a sus hijos, pudiéndose tratar de una tienda de reparaciones de bicis en Yakarta o un carro de frutas y vegetales en un mercado de Manila. Esto representa una genuina oportunidad de inversión en Asia, conforme la micro-financiación y los modelos de préstamos basados en grupos han surgido en la región.
La igualdad entre sexos: a millas de distancia
La representación femenina en las juntas de gobierno corporativo parece estar mejorando, aunque con una amplia variabilidad en distintos puntos de Asia. Corea del Sur, se sitúa ampliamente por detrás, mientras que Tailandia destaca sorprendentemente, casi a la par con Estados Unidos. En Japón, donde el gobierno está realizando esfuerzos para mejorar los estándares de gobierno corporativo, se ha realizado bastante progreso, pero todavía necesita que se realice mucho más.
¿Dónde encajan los criterios ESG en Asia?
Asia se enfrenta algunos de los mayores desafíos en términos ESG, pero también está produciendo empresas que proporcionan una solución efectiva y frecuentemente innovadora. Con un horizonte en el largo plazo, así como con un foco en empresas con una fuerte propensión a reconocer y mitigar riesgos, invertir en Asia desde una perspectiva ESG tiene el potencial de ayudar a generar unos sólidos retornos ajustados al riesgo en el tiempo.