El gobierno chileno sigue atentamente el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, y así lo expresó el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, durante el Sexto Seminario LatamFocus de BTG Pactual, celebrado en el Hotel W de Santiago.
“No sabemos hasta dónde puede llegar”, repitió varias veces el ministro, insistiendo en que los efectos del conflicto son todavía muy difíciles de medir.
A pesar de mostrar que no existe una relación directa entre el crecimiento económico mundial y el chileno, el ministro dejó claro que el menor crecimiento mundial derivado de esta crisis no beneficia a economía tan abiertas como la chilena. China y EE.UU. son los principales socios del país andino (27% y 15% de las exportaciones respectivamente). Igualmente constató que esta incertidumbre aumenta la volatilidad y tiene un impacto directo en el precio del cobre, que representa un 50% de las exportaciones chilenas, y cuyo precio se ha deteriorado en las últimas semanas.
Por otro lado reiteró la expectativa de crecimiento del gobierno del 3,5% del PIB para el año 2018 ligeramente más conservadora que las últimas estimaciones del Banco Central que lo sitúan más cercano al 4%.
Igualmente durante su intervención expuso los principales objetivos de su gobierno basados en recuperar la confianza y que se centran en crear empleos de calidad, recuperar la inversión, reducir el déficit estructural, estabilizar el ritmo de crecimiento de la deuda pública y mejorar el riesgo país. El ministro hizo hincapié en la necesidad de mejorar la productividad y explicó los planes de modernización del estado que conllevara una inversión de 500 millones de dólares durante los próximos 4 años.
El aumento de la popularidad de los servicios ‘home sharing’ como Airbnb ha secuestrado la industria hotelera en los últimos años, que ve amenazado su negocio.
Las cadenas se han dado cuenta de que los servicios de alquiler temporal de vivienda y sus tasas de reserva se han fortalecido de manera constante a medida que más viajeros optan por ellos en lugar de por las estancias hoteleras tradicionales. A cambio, los viajeros tienen que optar por opciones de alojamiento más rentables pero menos convencionales. Los propietarios ahora pueden incluso alquilar habitaciones individuales a los huéspedes, no hace falta alquilar toda la propiedad, y Airbnb ya ha dicho que quiere llegar a los 1.000 millones de reservas anuales para 2028.
Sin embargo, desde Eaton Vance creen que la amenaza de este tipo de servicios para la industria hotelera es exagerada. De hecho, la firma enumera en su blog varios factores que para ser optimistas sobre las perspectivas de las principales compañías hoteleras, y recuerda que no todos los operadores hoteleros son igualmente vulnerables a la posible disrupción que puedan causar estas compañías de alquiler de viviendas on line.
Para empezar, dice J. Scott Craig, REIT Portfolio Manager de Eaton Vance, los fundamentales de los principales operadores hoteleros de Estados Unidos siguen siendo muy sólidos. “Muchos vemos una dinámica de oferte-demanda favorable y un aumento de los ingresos por habitación disponible (RevPAR). De hecho, las tres compañías más grandes de gestión de hoteles en EE.UU. registraron un aumento en el RevPAR promedio de más del 4% en el último trimestre”.
Más comodidades
En segundo lugar, añade Craig, despué de hacer balance sobre los pros y los contras de estas nuevas opciones de alojamiento, muchos hoteles han buscado agregar o mejorar las comodidades con las que no cuentan las casas alquiladas. Estos servicios incluyen renovados centros de fitness y bienestar, mejores opciones gastronómicas en el mismo hotel y centros de negocios con las últimas tecnologías.
“Por último, y tal vez lo más importante, muchas de las principales ciudades han comenzado a presionar a las compañías de alquiler de casas con el argumento de que están haciendo que la vivienda sean menos asequible para las personas que realmente pretenden residir allí”, añade el gestor de Eaton Vance.
Las ciudades de Nueva York y San Francisco, por ejemplo, han sido mucho más estrictas en los requisitos de registro necesarios y en su cumplimiento para las viviendas de estas plataformas de alquiler, además de imponer límites al número de días que cada una puede alquilarse en un año determinado. “Como se pretendía, esto ya ha empezado a desacelerar el impulso de la aparición de nuevas casas en la plataforma, lo que es un signo positivo para las compañías hoteleras y los inversores como nosotros”, dice Craig.
“En general, a pesar de algunas preocupaciones sobre nuevos tipos de competencia, seguimos confiando en la capacidad de los operadores y propietarios de hoteles de alta calidad para generar buenos resultados”, concluye.
La reciente contratación de Santiago Arias por parte de Credicorp Capital está relacionada con el próximo lanzamiento de un fondo de renta variable de alcance regional, con el cual la firma tiene la ambición de aumentar su presencia latinoamericana.
“Credicorp quiere convertirse en una entidad de referencia en renta fija y variable tanto a nivel institucional como a nivel regional. Empezamos con fondos nacionales, en su región de referencia en la zona andina, y ahora, tras el éxito de sus fondos latinoamericanos de renta fija, se ha tomado la decisión de hacer lo mismo con renta variable”, explicó a Funds Society Santiago Arias, con una dilatada experiencia en los portafolios regionales.
El fondo de equity latinoamericano incluirá Brasil, México y Argentina, en un contexto favorable a la renta variable.
“Las acciones latinoamericanas tienen su lugar en las carteras de los inversores globales. Los países de la región, en general, están teniendo una recuperación importante y esperamos que tengan por delante varios años de buenos resultados, lo cual permitirá que haya mucha más inversión en acciones latinoamericanas. Es un momento positivo para este tipo de activo y coincide con una buena preparación de Credicorp para lanzar su fondo”, añadió Arias.
La firma tiene una visión positiva sobre Argentina, por los cambios que se están llevando a cabo, y sobre Brasil, donde se detecta una recuperación, independientemente del contexto político. En la región andina, se superó la crisis en Perú y en Chile las perspectivas son favorables.
Santiago Arias comenzó a trabajar en abril como portfolio manager en Credicorp Capital Chile, dejando su puesto de managing director en HMC Capital, cargo en el que estuvo dos años.
Formado en The School of Advanced International Studies (SAIS) de Johns Hopkins University, Arias fue portfolio manager cinco años en PineBridge Investsments, donde se desempeñó, entre otros, como co-head of Latin American Equities
HMC Capital, firma de inversiones y asesorías financieras especializada en activos alternativos, ha reforzado sus equipos regionales de inversión y distribución con dos nuevas incorporaciones. Fernando Manrique asume como head of equity, mientras que Yonatan Meyer se integra como head de alternativos en Chile.
Administrador de empresas de la Universidad San Ignacio de Loyola de Perú, Fernando Manrique, tiene más de 14 años de experiencia en el Sistema Privado de Pensiones en dicho país. Inició su carrera en 2005 como operador de acciones en AFP Horizonte, para luego encargarse del Portafolio Internacional y de Alternativos, ser Gerente de Renta Variable y ser miembro del Comité de inversiones de la misma AFP.
En 2013 pasó a ser Gerente de Análisis de Inversiones en AFP Integra y en 2014 pasa a formar parte de Prima AFP como Gerente de Renta Variable y miembro del Comité de Inversiones. Previo a su ingreso a HMC fue asesor financiero y de Gobierno Corporativo de iniciativas de Fondos Inmobiliarios (FIBRAs) en Perú.
Manrique tiene las certificaciones CFA y CAIA, además de estudios de Portafolio Management en Wharton Executive Education School.
Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Chile, Yonatan Meyer tiene una diversa trayectoria en el mercado financiero chileno. Se inició en LarrainVial en el área de estudios de renta fija corporativa, para luego pasar al área de distribución institucional. Posteriormente, se desempeñó en finanzas corporativas en Credit Suisse y en BCI, donde lideró el área de Innovación Financiera.
Yonatan tiene un Magíster en Gestión de Operaciones de la Universidad de Chile y un MBA de The Wharton School, University of Pennsylvania.
HMC Capital ha sido pionera en el desarrollo de oportunidades de inversión alternativa en América Latina, con más de 9.000 millones de dólares (USD 9 billion) en activos bajo administración y distribución.
Tras varios intentos fallidos, la dirección del banco HSBC parece haber retomado los planes de venta de algunas de sus filiales, especialmente la de Uruguay, que estuvo a punto de quedar en manos del Banco GNB Sudameris en 2014. Ahora, la agencia Bloomberg asegura que la entidad está organizando un repliegue internacional que afectaría a varios países latinoamericanos.
Fuentes cercanas al HSBC consultadas por Funds Society aseguraron que la filial uruguaya, donde trabajan 260 personas, no ha recibido ninguna noticia oficial sobre la posible venta. “Esto ya lo vivimos varias veces y ahora lo mejor es ser prudentes”, afirmaron.
El pasado mes de febrero, la prensa uruguaya había anunciado que un tercer proceso de venta estaba en marcha, y que dos instituciones estaban interesadas, entre ellas el Industrial and Commercial Bank of China.
Según Bloomberg, la llegada de John Flint al frente de HSBC el pasado mes de febrero está haciendo que la entidad se replanteé continuar con el repliegue de sus operaciones a nivel mundial, teniendo en el punto de mira más inmediato a las divisiones de wealth y asset management.
Flint ya dijo en una entrevista nada más acceder al cargo, que la consolidación de la industria era una razón de peso para considerar una fusión para este negocio o incluso alguna compra, de manera que pueda competir mejor con las grandes firmas de banca privada.
HSBC ha estado reduciendo su presencia en Latinoamérica desde hace algunos años. La entidad acordó vender sus operaciones en Uruguay, Colombia, Paraguay y Perú al Banco GNB Sudameris en 2014, pero la transacción no llegó a buen puerto.
Entre las divisiones que podrían tener el cartel de venta, según la información, estarían las operaciones de consumo más pequeñas como Bermuda, Malta o Uruguay.
Tras el primer trimestre de 2018, desde Degroof Petercam consideran que hay cuatro palabras que seguirán haciendo mucho ruido los próximos meses: confianza, robotización, envejecimiento y bitcoin.
Según Bruno Colmant, director de Análisis Macro en Bank Degroof Petercam, la primera palabra, confianza, estará ligada al euro. ¿El motivo? La confianza en el euro ha vuelto después de un Brexit y un 2017 que hizo tambalear sus pilares. “Después de los shocks de las hipotecas subprime y la crisis de deuda soberana, la confianza es innegable en la zona euro. Esto ha producido una mejora en los indicadores que muestran que tanto los hogares como las empresas son más optimistas. La culminación de esta observación se puede ver en la mejora del crecimiento económico de la zona euro”, explica.
La segunda tendencia es la robotización, motivo por el cual las profesiones vinculadas con el diagnóstico y la evaluación de datos desaparecerán. De hecho durante varias semanas, han proliferado las advertencias de los creadores de negocios mundiales sobre la inteligencia artificial y la proliferación de robots que ocuparan los puestos humanos.
“Deberíamos pensar que la digitalización, que esencialmente llevó a una automatización mejorada de las tareas humanas, en última instancia creó tantos trabajos como los que destruyó. Este podría ser el caso. La inteligencia artificial es diferente: son profesiones, principalmente de la clase media, que se verán alteradas porque un sistema cambiará las tareas de experiencia intelectual o, más generalmente, la experiencia. ¿De qué estamos hablando? Profesiones de diagnóstico: cuestiones legales, médicos no especializados, económica aplicada y pura, etc. Pero, en general, cualquier profesión de evaluación. El progreso es maravilloso pero requiere adaptación en términos de entrenamiento y flexibilidad profesional”, explica Colmant.
En tercer lugar, la gestora señala el envejecimiento poblacional como una clara megatendencia. En opinión de Colmant, “una población envejecida consume e invierte menos”. El envejecimiento de la población será un elmento común en todos los escenarios económicos que se consideren y estudien. “Una población más vieja consume e invierte menos. Incluso hay un incremento en la propensión a ahorrar, que frena el consumo. Este fenómeno es instintivamente entendible: después de una cierta edad, es difícil acumular ahorros preventivos. Además, las turbulencias tecnológicas están destruyendo la retención de empleo de los más mayores. La aritmética básica demuestra insostenibilidad de las pensiones y la falta de previsión política ha llevado a que no haya reservas. La falta de confianza en el Estado es deflacionaria en su naturaleza. Esto supone un comportamiento prudente que lleva al mantenimiento de los ahorros preventivos”, afirma Colmant.
Por último, llama la atención sobre el fenómeno bitcoin, que en su opinión seguirá dando mucho de que hablar durante este año. En este sentido advierte que, pese a la incertidumbre, las criptodivisas son una realidad; no son divisas, sino un tipo de activo.
“Actualmente, los gobiernos y las autoridades monetarias rechazan el bitcoin, que perjudica su capacidad para imponer su derecho soberano a acuñar dinero para subir tipos y asegurar su deuda. ¿Qué pasará el día de mañana? ¿Y si diéramos la vuelta a todo? ¿Y si las criptodivisas se convirtieran en divisas estatales sabiendo que se puede detectar cualquier transacción? Sería una dictadura monetaria. ¿Impensable? De ninguna manera, la historia de las divisas es una historia de monopolio estatal”, concluye Comant.
Según el informe mundial de fintech (World FinTech Report 2018) elaborado por Capgemini y LinkedIn en colaboración con Efma, el auge de las fintech continúa revitalizando la experiencia del cliente en el ámbito de los servicios financieros. Sin embargo, muchas de ellas han comprobado que están solas en su batalla para lograr el éxito.
Teniendo en cuenta esta conclusión que aporta el informe de Capgemini y LinkedIn, las fintech están cada vez más interesadas en establecer una colaboración simbiótica con las empresas tradicionales de servicios financieros a las que, en su día, pretendían desbancar. Sin duda, consideran que esta colaboración aporta fuerzas complementarias para ambas partes.
El informe, que se puede consultar al completo en este link, examina cómo las fintech están transformando la experiencia de usuario en los servicios financieros, centrándose más en el cliente y en el uso de las nuevas tecnologías, así como en el estudio del potencial de las relaciones simbióticas entre estas y las entidades financieras tradicionales y el papel creciente de las bigtech en este sector.
El informe defiende que las fintech impulsan la revitalización de la experiencia del cliente. A través de sus innovaciones tecnológicas, este tipo de empresas está enriqueciendo la experiencia de los clientes respecto a los servicios financieros. La elevada competencia y las exigencias cada vez mayores del consumidor están generando una demanda cada vez más acusada de simplicidad y personalización. Las fintech utilizan los datos de los clientes para ofrecer soluciones personalizadas y, a la vez, servicios digitales rápidos y disponibles en cualquier momento y a través cualquier tipo de dispositivo.
No obstante, según los resultados recogidos en el World FinTech Report 2018, los clientes de servicios financieros confían más en las marcas tradicionales que en las fintech. Así lo explica Penry Price, vicepresidente de Soluciones Globales de Marketing de LinkedIn: “Las fintech están encontrando el éxito gracias a una filosofía de centrarse en el cliente que corrige las carencias de las entidades tradicionales. Estas deficiencias abrieron las puertas a las fintech, pero la confianza en las entidades tradicionales sigue siendo importante para los clientes”.
La colaboración es positiva
Según el informe, gracias a estar libres del peso de los sistemas y culturas corporativas más tradicionales, las fintech han aprovechado las nuevas tecnologías para responder con rapidez a las demandas de los clientes. Los datos del informe muestran que un 90% de las fintech señala que proporcionar agilidad frente a sistemas tradicionales (legacy) y mejorar la experiencia del cliente son sus ventajas competitivas fundamentales; y un 76% señala su capacidad de desarrollar nuevos productos y servicios y su aplicación de la innovación a los productos y servicios existentes.
Su reto ahora es seguir creciendo y crear modelos de negocio económicamente viables. A pesar de que las fintech han conseguido captar cerca de 110.000 millones de dólares en financiación desde 2009, el informe se detiene en que muchas podrían acabar fracasando si no crean un ecosistema eficaz de colaboración ya que se enfrentan a retos como la expansión a otros mercados, conseguir la fidelidad del cliente y contener los costes operativos de escala.
Al mismo tiempo, las entidades financieras tradicionales están adoptando muchas de las mejoras propiciadas por las fintech en los servicios al cliente, sin descuidar sus fortalezas características como la gestión de riesgos, las infraestructuras, la experiencia en el ámbito regulatorio, la confianza del cliente y el acceso a capital. Ciertamente, fintech y entidades tradicionales ganarán al unísono con una relación colaborativa y simbiótica.
“Más del 75% de las fintech considera que su principal objetivo de negocio es colaborar con entidades tradicionales. Por esto, es fundamental que tanto unas como otras transformen sus modelos de negocio a través de la colaboración para impulsar la innovación, manteniendo a la vez la confianza del cliente. Sin un socio colaborador ágil y comprometido, las entidades tradicionales y las fintech se exponen al fracaso”, explicaAnirban Bose, responsable de la unidad de Servicios Financieros de Capgemini a nivel mundial y miembro del Comité Ejecutivo.
Identificar socios
En esta edición anual, el informe de Capgemini pone de relieve que la colaboración será esencial para promover el éxito a largo plazo tanto para fintech como para las empresas financieras tradicionales. Y el éxito en una alianza depende de encontrar al mejor socio y el mejor modelo de colaboración. Para crear alianzas sólidas, las empresas deberán superar las barreras que frenan la colaboración.
Según el World FinTech Report 2018, más del 70% de las fintech señala que la principal preocupación que les plantea la colaboración con entidades financieras tradicionales es su falta de agilidad, mientras que, para las empresas tradicionales, lo son el potencial impacto negativo en la confianza del cliente, la marca y el cambio de cultura interna.
“Para conseguir una colaboración satisfactoria, ambas partes deberán mantener una mentalidad abierta y emplear esfuerzos específicamente destinados a la colaboración. Las entidades financieras deben respetar la cultura de las fintech y evitar la pérdida de su agilidad, que es uno de los activos más importantes que aportan a los proyectos. El siguiente reto será seleccionar la fintech más adecuada con la que establecer esa colaboración”, comenta Vincent Bastid, secretario general de Efma.
Los grandes inversores institucionales globales han puesto sus ojos en los activos alternativos, principalmente se muestran cada vez más interesados en infraestructuras, real estate y capital riesgo. Esta es una de las principales conclusiones que arroja la quinta encuesta elaborada por BlackRock, “Global Institutional Rebalancing Survey”, a este tipo de inversores.
Según explica, Manuel Gutiérrez-Mellado, miembro del equipo de ventas retail e institucional de BlackRock para Iberia, “los inversores institucionales están moviendo sus posiciones más tradicionales en renta fija y renta variable hacia otro tipo de activos que puedan aportarles mejores retornos, ingresos en forma de cupón y/o una mayor diversificación para su cartera y en algunos casos protegerse contra la subida de tipos o la inflación”. Y los activos alternativos han sido la respuesta que han encontrado los grandes inversores institucionales.
El informe, elaborado gracias a las respuestas de 224 entidades globales que representan una muestra de 7,4 billones de dólares en activos bajo gestión, señala que los inversores institucionales consideran que se enfrentan actualmente a un entorno de bajos rendimientos y valoraciones relativamente altas para los activos de riesgo, por lo que han reaccionado protegiendo sus carteras, diversificando hacia otro tipo de activos y apostando por la gestión activa.
“Los inversores se encuentran ante la disyuntiva de asumir menos retorno o asumir un poco más de riesgo, siempre ajustado a su perfil. Y la respuesta ha sido elegir activos alternativos, en concreto inversiones más ilíquidas, porque pueden potenciar su retorno, aportar diversificación y retornos, y proteger su cartera. Además, este tipo de inversiones se ajustan a su perfil de inversores a largo plazo”, explica Gutiérrez-Mellado.
Por ejemplo, según los datos que arroja el informe, tres quintas partes de los inversores institucionales a nivel mundial (el 60%) espera aumentar sus asignaciones en infraestructuras y renovables. Otro de los activos que más atractivo tiene es el real estate y, al menos, el 42% de los encuestados señala que ha aumentado su asignación a esta clase de activos. Respecto al capital riesgo, el 43% afirma que buscará también aumentar sus posiciones.
En opinión de Gutiérrez-Mellado, el mayor desarrollo y evolución del mercado de activos alternativos ha permitido “ampliar el abanico de los objetivos que se marcan los inversores institucionales con este tipo de activos”. Es decir, desde BlackRock defienden que lo que tiene sentido a la hora de construir la cartera es identificar qué quieres conseguir al incluir este tipo de activos alternativos en la cartera.
“La gran evolución del mercado de activos alternativos permite al inversor institucional ser más específico con lo que quiere conseguir y sobre ello, identificar el cómo. Una consecuencia de esto es que los inversores institucionales se han vuelto más selectivos a la hora de elegir en qué manos dejará sus inversiones”, insiste Gutiérrez-Mellado.
Mover la liquidez
Tradicionalmente, los inversores institucionales han destinado entre el 10% y el 20% de su inversión a activos alternativos. Ahora, según los datos recopilados por BlackRock, están movilizando parte de su liquidez. Según explica este responsable de BlackRock, lo que significa esto es que los inversores institucionales están dispuestos a asumir algo más de riesgo, pero no de forma excesiva.
“Están seguros de que el crecimiento global sostenido continuará, pero no son ajenos al impacto de la inflación o las subidas de tipos en sus carteras; por lo que buscan diversificación, protección y estrategias alternativas que les aporte algo más de retorno. Esto les obliga a ser más rigurosos, selectivos y exigentes”, destaca Gutiérrez-Mellado.
Oportunidades en alternativos
Los inversores no son lo únicos que se muestran “rigurosos, selectivos y exigentes”; BlackRock también. “Puede que el universo de activos alternativos se haya desarrollado y ampliado, pero ahora mismo la oferta de proyectos atractivos es baja. Desde BlackRock creemos que hay parte de este tipo de activos que están muy mirados y algo caro, por eso buscamos en los mercados menos seguidos y quizás algo mas desconocidos, para que su valoración no juegue un papel tan determinante”, matiza.
Los tres activos alternativos a los que se están moviendo los inversores institucionales son el capital riesgo, el real estate y los activos de infraestructuras. Para Gutiérrez-Mellado todos presentan importantes oportunidades de inversión tanto para los inversores institucionales de países emergentes o de desarrollados.
“En el caso de las infraestructuras, creo que la ofertará crecerá según las intenciones manifestadas por gobiernos como el norteamericano, el japonés o el británico. También, dentro de las infraestructuras, destaca la energía renovable; también potenciada por la tendencia de las inversiones sostenibles”, señala.
Respecto al capital riesgo –que representa el 50% del capital invertido en activos alternativos–, a la gestora le gusta los proyectos de consolidación o escisión de las empresas; además de sectores dónde se están produciendo procesos disruptivos como el de salud, las telecomunicaciones y la tecnología, y las finanzas.
Otras las oportunidades que la gestora considera que existe es el crédito privado. “Este es un espacio en el que, tras la crisis, los bancos se retiraron y ahora hay bastante demanda de financiación. En particular nos gustan las pequeñas y medianas empresas y, aunque tenga un perfil de riesgo mayor, el crédito oportunista”, matiza Gutiérrez-Mellado
Por último, en el caso del real estate, pese a ser uno de los activos más tradicionales para los inversores institucionales, éstos se han vuelto más selectivos ante el entorno actual de valoraciones.
Aunque hay oportunidades, Gutiérrez-Mellado reconoce que no siempre es fácil identificarlas. “¿Cómo se buscan? Pues ampliando las zonas geográficas, el tipo de estrategia, cómo se estructuran estos activos dentro de la cartera y siendo más selectivos a la hora de saber qué es lo que quiere conseguir el inversor”, concluye.
En el último bienio se ha producido un alza en el sector de los artículos de lujo, a medida que prosigue la expansión de la economía mundial. Las ventas en China siguen una tendencia al alza con un repunte del crecimiento en Japón y en Europa. Las valoraciones también son interesantes: el sector exhibe un ratio precio/beneficio (PER) que ronda las 23 veces, aunque si se excluye Hermès, cuyo elevado PER de 40,53 distorsiona el resultado, el PER es de 20-21. Este múltiplo se compara con un intervalo histórico de 18-20 veces.
En los artículos de lujo, se han dado valores ganadores y perdedores. La joyería ha superado en rentabilidad a la relojería, y en todos los espectros, salvo en contados casos, las marcas francesas han revelado mejor comportamiento que las italianas.
Kering fue la empresa cuyos resultados despuntaron el año pasado, con François-Henri Pinault al mando. Su éxito se debe en gran parte al nuevo director general de Gucci, Marco Bizzari, y a un nuevo director creativo, Alessandro Michele. Este equipo transformó la marca de la empresa y lanzó nuevos productos, lo que desembocó un impresionante crecimiento de las ventas.
LVMH, con 70 marcas y la mejor dirección de su categoría, siguió cosechando buenos resultados. El consejero delegado, Bernard Arnault, y el director financiero, Jean-Jacques Guiony, impulsaron el grupo hacia la expansión de una serie de adquisiciones acertadas y rentables para producir una rentabilidad sistemática, a pesar incluso de la opinión de los pesimistas que afirmaban que esas adquisiciones eran demasiado caras.
La rentabilidad del sector muestra que este ámbito de la distribución minorista ha experimentado una recuperación en cuanto a su volumen. El volumen se antepone al precio; por tanto, si persiste la estabilidad económica y los acontecimientos geopolíticos no se desvían de la tendencia, deberíamos asistir a una cierta vuelta del poder de fijación de los precios. Por ejemplo, ¿cuánto pagaría una persona por un bolso? Según algunos artículos periodísticos, un bolso de segunda mano se vendió por 380.000 dólares en Christies, en Hong Kong. Por tanto, es posible que el poder de fijación de los precios ya haya llegado.
Principales riesgos
Existen tres riesgos fundamentales en cuanto al crecimiento futuro del sector. China representa el primero. En el año 2012, cuando el presidente Xi Jinping prohibió las dádivas extravagantes en las operaciones comerciales, las ventas de relojes sufrieron un revés; en algunas zonas, estos «regalos» representaban un 30% del mercado. Desde esta prohibición, el mercado se ha normalizado, pero resulta poco probable que volvamos a los máximos anteriores. Si en China se repite este tipo de medidas, los efectos serían igual de perniciosos. Sin embargo, dado que el Gobierno chino se centra más en el consumidor, parece poco probable que volvamos a esta situación.
En segundo lugar, se está produciendo una rotación hacia las experiencias de lujo en detrimento de la propiedad. Los viajes constituyen un sector especialmente agraciado, una tendencia que podría suponer una amenaza para las ventas de los artículos de lujo. Ahora bien, estos se encuentran más afectados por la amenaza de la desestabilización geopolítica o las alarmas sanitarias.
En tercer lugar, las modas cambian. El temor de los fabricantes de artículos de lujo estriba en que el consumidor ya no muestre predilección por los productos de una marca. Por suerte, estos cambios están claramente señalizados y el ciclo de esta moda cuenta con un recorrido razonablemente largo.
Fusiones y adquisiciones
Kering, LVMH y otros valores han demostrado que la agregación de marcas en una empresa produce economías de escala, lo que catapulta las ventas y la rentabilidad. Por tanto, prevemos la salida masiva en algunos valores pequeños (el proceso de consolidación propicia que el sector tenga robustez y madurez para asegurar el éxito de la inversión).
Estrategia de futuro
Hemos sido testigos de la expansión de algunas empresas en determinadas áreas lucrativas de la moda, como la entrada de Moncler en los artículos de punto, y conviene vigilar esta tendencia. Asimismo, las nuevas ideas del equipo directivo entrante también pueden favorecer a algunas empresas. Por ejemplo, la colección «Genius» de Moncler dada a conocer en la Semana de la Moda de Milán rompe con el ritmo de nuevos lanzamientos en el sector, dos veces al año, para presentar colecciones una vez al mes.
Apostamos por que la joyería seguirá superando a la relojería, y observamos signos prometedores de innovación en esta área. Se espera que Pandora, conocida por las pulseras y los abalorios en plata, saque su nueva colección «Shine» de joyería bañada en oro, que puede atraer a nuevos compradores así como a los clientes existentes.
Por último, estamos también observando los accesorios de lujo (moda y marroquinería de alta gama), que aprovechan un periodo intenso y continuo de auge.
Ann Steele es gestora de carteras senior de renta variable europea de Columbia Threadneedle.
El ingeniero de sistemas Hervé Falciani, más conocido por atribuírsele la distribución de la “lista Falciani” con nombres de clientes del banco HSBC en 2012, fue detenido ayer por la policía española en Madrid, tras llegar una orden de detención internacional desde Suiza. Desde el pasado 19 de marzo, estaba siendo buscado por las autoridades suizas.
A Falciani se le hace responsable de haber filtrado datos de 130.000 cuentas bancarias de ciudadanos de 180 países que obtuvo mientras trabajó entre febrero de 1997 y diciembre de 2007 en el banco HSBC Private Bank, en la sucursal de Ginebra (Suiza). Falciani fue acusado de un delito de robo de datos bancarios y condenado por espionaje económico, por lo que deberá cumplir cuatro años y 195 días de condena en prisión.
Según denunció la ICIJ (International Consortium of Investigative Journalists, según sus siglas en inglés), la sucursal suiza del banco británico HSBC tenía 106.000 clientes de 203 países del mundo que habrían ocultado a sus respectivas haciendas públicas más de 100.000 millones de dólares.
No es la primera vez que Falciani es detenido en España. En julio de 2012, ya fue arrestado en el puerto de Barcelona; sin embargo, las autoridades del país rechazaron su entrega a Suiza un año después por considerar que la información que desveló el informático se refería a actividad sospechosas de ilegalidad.