Pixabay CC0 Public DomainTillahrens. China es el principal motor de riesgos para los emergentes, no Estados Unidos
En su última reunión, la Reserva Federal elevó los tipos de interés a corto plazo por tercera vez este año, lo que muestra el buen estado de la economía estadounidense, y probablemente los situará por encima del 3% este ejercicio. Desafortunadamente, el camino de los mercados emergentes no se escribe en América.
El ciclo de ajuste de los tipos en Estados Unidos ejerció una presión al alza sobre el dólar. Algunos países emergentes, que necesitan préstamos en dólares estadounidenses, podrían experimentar grandes desequilibrios externos con mayores costos de financiación. Turquía, Argentina y Sudáfrica son ejemplos. Las economías emergentes, que más han sufrido, son aquellas con fundamentales débiles, con déficits internos y externos, alta inflación y una fuerte dependencia de los préstamos externos.
Pero hay algo distinto en esta ocasión en comparación con otros ciclos de subidas de tipos, como en 1994: la correlación entre la tasa de fondos de la Reserva Federal y los riesgos de los mercados emergentes no es tan estricta. La trayectoria actual de aumento de tipos de la Fed para 2018 y 2019 no ha variado significativamente con respecto a lo previsto en marzo de 2017 (0.25% más que lo proyectado anteriormente) y, de todos modos, los mercados han tenido tiempo de digerir este problema. Además, las economías emergentes están fundamentalmente en mejor forma que antes: han adoptado divisas de libre flotación, tienen mayores niveles de reservas, menor inflación y mejores ratios de deuda, en muchos casos.
Sin embargo, es China el país que se ha convertido en el motor de riesgos más importante para los mercados emergentes. Dado su papel de mayor comprador de Asia, el comportamiento de China con respecto a las importaciones de otros mercados emergentes puede influir significativamente en el comercio mundial. Las tensiones comerciales son, sin duda, otro factor de riesgo para los activos de mercados emergentes. La idea de que el crecimiento en China podría ser más lento en los próximos años es simplemente problemática para estos países en general.
La combinación de varios riesgos sumados a la incertidumbre/preocupación política ha desencadenado volatilidad en estos mercados, así como la aversión al riesgo de los emergentes este año.
Tribuna de George Farré, director de Mercados Emergentes de La Française AM.
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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: MadameFurie. Desacelerando el riesgo antes del cambio de ciclo
Durante la última década, los inversores de todos los valores de deuda globales han tenido una buena racha, impulsada desde la crisis financiera por el ajuste extraordinario de la política monetaria de los bancos centrales globales. Recientemente, el camino extendido de la Reserva Federal de los Estados Unidos hacia la eliminación de su relajamiento cuantitativo a través de incrementos graduales en su tasa de política monetaria, junto con la reducción de su balance general, avivó la volatilidad en los mercados de renta fija. En 2019, según apunta Steven Oh, responsable de crédito y renta fija global en PineBridge Investments, Estados Unidos está listo para comenzar el final de su actual ciclo de ajuste, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BOJ) estarán en las etapas iniciales de su camino hacia la normalización.
Si bien el clima económico global debería seguir siendo ampliamente favorable para los componentes de riesgo de crédito de la renta fija en el próximo año, el ciclo se está acercando a su punto de inflexión, donde la mejora de las tendencias fundamentales se desplaza hacia lo neutral y las valoraciones en la mayoría de las clases de activos, van dejando poco margen para absorber los choques de riesgo de cola.
Cuatro tendencias a tener en cuenta:
A medida que se acerca 2019, los inversores deberían revisar su cartera, dada la posibilidad de que las siguientes tendencias se cumplan:
Normalización de la tasa global: la normalización de la tasa en Estados Unidos ha sido el tema principal en los mercados de renta fija en 2018, con una curva de rendimiento que se disparó hacia arriba. Unas tasas de interés más altas que ahora pueden estar por delante a nivel mundial, ya que tanto el BCE como el BOJ parecen estar listos para comenzar a ajustarse en algún momento en 2019 o 2020, aunque a un ritmo muy lento.
Un final del ajuste monetario estadounidense: el desacoplamiento de las tasas de interés que ha dominado los mercados globales desde que la Fed comenzó a elevar las tasas ahora puede ir en la dirección opuesta, ya que es probable que los Estados Unidos finalicen su ciclo de ajuste hacia fines de 2019 y posiblemente pasen a un sesgo de flexibilización para fines de 2020.
Unas valoraciones técnicas menos favorables en Estados Unidos: dado que su déficit presupuestario está en rápida expansión, Estados Unidos superará sustancialmente el billón de dólares de deuda para 2020. Estados Unidos tendrá que aumentar sustancialmente la emisión de deuda, incluso a medida que los rendimientos del Tesoro se vuelvan menos competitivos y la demanda externa retroceda a sus mercados locales. El posible desequilibrio en las condiciones de oferta/demanda podría ejercer una presión al alza sobre los rendimientos en un entorno de condiciones económicas debilitadas que suele ser beneficioso para los inversores en bonos.
Retornos más bajos, mayor volatilidad, dispersiones más amplias: hoy en día, las valoraciones de los precios del crédito y los continuos signos de que la expansión económica mundial se encuentra en su etapa más tardía están preparando el escenario para unas menores expectativas de rentabilidad a largo plazo y un potencial de volatilidad elevada. A medida que las mayores dispersiones que ahora se ven en los mercados emergentes se mueven hacia mercados desarrollados, las oportunidades deberían aumentar con la selección de valores.
Reducir el crédito con más riesgo
A pesar de que el clima de inversión ha permanecido favorable durante bastante tiempo y se ha visto ayudado por la política monetaria, no se debe olvidar que los ciclos crediticios no han muerto por completo. En cambio, el ciclo actual se ha alargado, con la crisis de la deuda soberana europea y el reciente colapso de los productos básicos como dos ejemplos recientes de oleadas de ventas en “mini ciclos” de vida relativamente corta, de los cuales el mercado se recuperó razonablemente rápido.
Hoy en día, los excesos del mercado han sido más moderados, pero si el apetito por el riesgo continúa aumentando, la probabilidad de que ocurra una desaceleración del mercado crediticio más volátil, que se prolongue más allá de una rápida caída del mercado y que provoque “oportunidades de compra”, aumentará. Esto implica que los inversores eventualmente podrán ser recompensados por reducir su exposición a los segmentos con más riesgo, que en general han superado la rentabilidad en los créditos de mercados desarrollados en los últimos años, y sugiere que deberían ser más selectivos al evaluar el potencial de rendimiento ajustado al riesgo.
Repensando las asignaciones a los bonos del Tesoro de Estados Unidos
En los últimos años, el mercado de bonos de Estados Unidos ha ofrecido una ventaja de rendimiento global sobre una base ajustada en el tipo de cambio que ha atraído a los inversores y ha sostenido los precios a pesar del ciclo de ajuste de la política monetaria de la Fed. Pero el aumento de los costes en la cobertura de las divisas ha deteriorado la ventaja del rendimiento neto y, a medida que el BCE y el BOJ comienzan a normalizar su política monetaria, se establece un escenario en el que los rendimientos europeos y japoneses son más atractivos para los inversionistas locales en relación con la deuda de los Estados Unidos, esto debería reducir la demanda global en un momento en que es probable que la oferta de bonos del Tesoro de Estados Unidos aumente a medida que la deuda pública aumente a sus niveles más altos.
Esta presión técnica podría tener importantes implicaciones para la capacidad de los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos, que podría disminuir durante la próxima recesión económica y estimular la economía. A menos que la Fed intervenga en su próxima iteración de flexibilización cuantitativa (QE), la flexibilización tradicional de la política monetaria puede dar lugar a una curva de rendimiento más pronunciada.
Si bien los bonos del Tesoro estadounidense deberían seguir sirviendo como un seguro contra los choques extremos del mercado, el desequilibrio entre la oferta y la demanda puede generar una mayor volatilidad que en el pasado reciente. Como resultado, se sugiere precaución. En los niveles actuales, PineBridge Investments prefiere los bonos del Tesoro estadounidense frente a otros bonos soberanos de mercados desarrollados, pero abogan por un perfil de duración relativamente corta y tratan de preservar el capital dentro del componente de refugio seguro.
Mirando de cerca los mercados emergentes
Con una mayor capacidad de expansión y crecimiento a largo plazo, inflación moderada y valoraciones relativamente atractivas después de la reciente volatilidad, los componentes de la deuda de los mercados emergentes se han vuelto más atractivos en medio de crecientes dispersiones entre regiones y segmentos. Por ejemplo, la volatilidad general ha aumentado en el índice de bonos de mercados emergentes de J.P. Morgan hasta la fecha, pero los rendimientos de la deuda soberana en puntos de acceso idiosincrásicos, como Argentina y Turquía, se han disparado considerablemente. Dado que el desbordamiento de la elevada volatilidad del dólar estadounidense y las incertidumbres arancelarias también son motivo de preocupación, los inversores deben ser selectivos en cuanto a las exposiciones de seguridad individuales y abordar la deuda de los mercados emergentes como un área de potencial de rendimiento incremental en lugar de buscar generar rendimientos mayores en los componentes de mayor riesgo.
Si bien PineBridge Investments cree que los mercados seguirán siendo muy favorables en 2019, las fuerzas negativas pueden surgir de forma rápida e inesperada. Como resultado, ser un poco más defensivo en el posicionamiento de la cartera tiene sentido en el entorno actual. Esto se traduce en una modesta reducción del riesgo en cada segmento, lo que reduce las altas exposiciones a la beta y reduce gradualmente los perfiles de riesgo de duración, especialmente en los mercados desarrollados fuera de Estados Unidos, centrándose en créditos de mayor calidad dentro de los diferentes segmentos.
En el crédito de grado de inversión, esto puede implicar recortar las asignaciones con calidad crediticia de BBB y en los sectores más cíclicos, pero también encontrar oportunidades de rentabilidad relativa en componentes tales como las obligaciones de préstamos garantizados (CLO) de mayor calidad. Históricamente, los tramos de la deuda CLO con calificación crediticia de A o superior no han sufrido pérdidas de capital si se mantienen hasta su vencimiento. Los créditos europeos y asiáticos cubiertos por riesgo de tipo de cambio también ofrecen oportunidades adicionales de exceso de rendimiento.
En la financiación apalancada, continuamos favoreciendo los préstamos garantizados de tasa flotante sobre los bonos high yield, pero los inversores deberían considerar la posibilidad de disminuir sus asignaciones en deuda calificada con mayor riesgo de CCC y las exposiciones de segundo grado. En Europa, los préstamos actualmente ofrecen una ventaja de rendimiento sobre Estados Unidos, si se considera el ajuste del tipo de cambio, pero los mayores riesgos de cola provocados por las desavenencias con el presupuesto italiano y los escenarios del Brexit exigen mantener una posición cercana a la neutral.
Dentro del crédito de mercados emergentes, los valores de grado de inversión con un retorno incremental pueden ser más prudentes que la deuda high yield, aunque en PineBridge Investments ven oportunidades seleccionadas entre empresas sólidas que se han visto atrapadas en la corriente descendente de la volatilidad soberana y las disputas comerciales globales. En el lado soberano, si la volatilidad continua, puede presentar oportunidades adicionales para invertir en valoraciones más atractivas.
Finalmente, es probable que los inversores quieran considerar emplear un enfoque más dinámico y más amplio de activos múltiples para la renta fija, uno que tenga agilidad y flexibilidad, con el fin de administrar y controlar los riesgos mientras captura oportunidades en un entorno de mercado cambiante.
Un año crucial por delante
Teniendo en cuenta lo que probablemente dependerá el futuro, en PineBridge Investments creen que no es conveniente sumergirse en las partes con más riesgo del mercado en este momento. De hecho, ahora parece prudente comenzar a reducir marginalmente el riesgo en todas las clases de activos y dentro de los diferentes segmentos. Esta inclinación levemente defensiva debería ayudar a los inversores a navegar mejor los cambios anticipados en un ciclo con rentabilidades esperadas más bajas, una mayor volatilidad y un retorno a la normalización de la tasa global mientras se posiciona para aumentar los niveles de riesgo en caso de que surjan riesgos inesperados.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: JacintaLluchValero. Previsiones para 2019: un crecimiento global ralentizado y un dólar debilitado, con la tasa de la Fed tocando techo a mitad de año
La economía mundial continúa expandiéndose, pero hay señales de que el crecimiento ha tocado techo conforme las economías de Estados Unidos, Europa y Asia se desaceleran. Schroders espera que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China persistan hasta bien entrado el próximo año, con unos aranceles más altos que crean un entorno con una mayor estanflación, es decir, con un menor crecimiento y una mayor inflación.
El crecimiento global del PIB se desacelera
Schroders prevé que el crecimiento económico se desacelere hasta un 2,9% desde un estimado de un 3,3% en 2018. Esta cifra está por debajo del consenso (3,1%) y en gran medida refleja la visión algo más pesimista de la gestora sobre la economía de Estados Unidos. Schroders estima el crecimiento del PIB estadounidense en un 2,4% en 2019, conforme el impulso de los recortes fiscales se desvanece, las tasas de interés siguen al alza y se sienten los efectos de la prolongada guerra comercial con China. Mientras que la reciente tregua de 90 días es bienvenida, Schroders permanece escéptico sobre las perspectivas de un acuerdo a largo plazo en temas tales como los derechos de propiedad intelectual. Por eso, desde Schroders ven una mayor desaceleración en el crecimiento global, estimado en un 2,5% para 2020.
En la Eurozona, Schroders prevé que el crecimiento se desacelere en la primera mitad de 2019 debido a los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Su pronóstico observa una desaceleración crecimiento del PIB desde un 1,9% en 2018 a un 1,6% en 2019. Asumiendo que el Brexit tiene un desenlace suave, Reino Unido debería experimentar una mejora en el crecimiento en 2019; en ese caso, Schroders prevé un crecimiento del 1,4%.
Para Japón, Schroders prevé un crecimiento del PIB del 1% en 2019, con muy pocos cambios con respecto a 2018. El comienzo del año parece que será robusto, respaldado por los gatos de reconstrucción tras los daños causados por el terremoto, las inundaciones y los tifones de 2018. Sin embargo, el IVA crecerá desde un 10% a un 8% en octubre y las anteriores subidas del IVA han tenido un impacto significativo en la actividad económica.
La foto en los mercados emergentes es mixta, con China y el conjunto de las economías asiáticas bajo presión debido a las tensiones comerciales y una demanda más suave en el sector tecnológico. Schroders prevé que el crecimiento de China se desacelere a un 6,2% en 2019 desde un 6,6% en 2018.
América Latina puede ser el punto brillante dentro de los mercados emergentes, con la economía de Brasil reforzándose ahora que finalizó el ciclo de elecciones.
La inflación al alza, impulsada por los mercados emergentes
A pesar de un crecimiento económico enfriado y unos precios del petróleo más bajos, la previsión sobre la inflación global de Schroders ha sido incrementada hasta alcanzar el 2,9% en 2019. Esto es un resultado de una mayor inflación en los mercados emergentes, donde la debilidad de las divisas está empujando los precios de importación.
En las economías avanzadas, Schroders ha recortado sus previsiones de inflación como resultado de una rebaja en Japón y en Reino Unido. En Japón, las menores previsiones de inflación incluyen factores excepcionales como un recorte del 20% en las recargas de telefonía móvil. En el Reino Unido, Schroders prevé una caída de la inflación desde un 2,5% en 2018 a un 1,8% en 2019. Esto se debe a unos menores precios en el crudo, así como la previsión de que la libra esterlina se fortalecerá contra el resto de las divisas, en el caso en el que se produzca un Brexit ordenado.
Para Estados Unidos, Schroders prevé que la inflación permanezca elevada en 2019 en un 2,7%. La proyección de la gestora refleja la típica capacidad ajustada que muestra la economía en esta etapa tardía del ciclo, así como unos mayores aranceles conforme la guerra comercial continua.
Las tasas de interés en Estados Unidos tocarán techo a mediados de 2019
Schroders anticipa tres subidas más en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, situando la tasa de interés de los fondos federales en techo del 3% en junio de 2019. Schroders asume que la Fed mirará a través de la inflación por encima de su objetivo en 2019 y pausará para tener en cuenta los efectos de un menor crecimiento en las subidas de los precios futuros. Es por ello que, Schroders espera recorte de tasas en 2020 conforme la economía se enfríe aún más.
En relación con el Banco de Inglaterra, Schroders espera dos subidas de tipos de interés para el año que viene, aunque esto dependerá de una salida suave de la Unión Europea con un periodo de transición para la economía.
Mientras tanto, se espera que el Banco Central Europeo (BCE) finalice su programa de compras en enero 2019 y comience a subir tipos de interés en septiembre. Este podría ser la primera subida bajo el mandato del presidente Draghi y podría ser su última, dado que deja el puesto en octubre.
Aunque se espera que el crecimiento de la eurozona se debilite en el próximo año, sigue estando por encima de la tendencia y es suficiente para un banco central interesado en subir los tipos de interés desde un nivel ultra bajo.
Un dólar más débil podría ser una ganancia inesperada para los mercados emergentes
En Schroders esperan que la combinación de un techo en las tasas de interés en Estados Unidos y el comienzo de una política más restrictiva en cualquier otro mercado resulte en un dólar estadounidense más débil en 2019. Aunque la diferencia entre las tasas de interés en Estados Unidos y aquellas de otros países siguen favoreciendo a Estados Unidos, los mercados de divisas muy probablemente ya lo han incorporado en sus precios.
Schroders cree que los mercados de divisas incrementarán su enfoque en el crecimiento de los déficits presupuestarios y en el balance por cuenta corriente de Estados Unidos, que pueden arrastrar la divisa aún más. El balance por cuenta corriente son las transacciones de una nación con el resto del mundo, incluyendo el comercio neto.
Para los mercados emergentes, un dólar más débil podría ser una ganancia inesperada en sus perspectivas. Aunque una escalada de la guerra comercial y de las perspectivas de un crecimiento global más lento no augura nada bueno, un dólar más débil podría ayudar a relajar las presiones en la región. En 2018, unas tasas de interés más altas y un dólar más fuerte exprimió a los prestatarios fuera de Estados Unidos, ejerciendo presión en las divisas de los mercados emergentes y forzando a los bancos centrales locales a ajustar su política monetaria. La fortaleza del dólar también debilitó el precio de las materias primas y perjudicó el comercio mundial.
En 2019 existe la posibilidad de que algunos de estos factores se relajen, lo que facilitará las condiciones financieras y dará respaldo a los activos de los mercados emergentes. Para la Eurozona este escenario es menos favorable, pues un euro más fuerte endurecerá las condiciones financieras, mientras que una desaceleración en Estados Unidos está arrastrando el crecimiento global. Ambos factores hacen más difícil que el BCE mantenga una subida de tipos. Existe una fuerte posibilidad de que el BCE haya postergado demasiado la normalización de los tipos de interés y contemple el año pasado como una oportunidad perdida. La región se podría ver atrapada con unas bajas tasas de interés y con poca potencia monetaria para combatir la próxima desaceleración.
INFORMACIÓN IMPORTANTE
No se debe depender de las previsiones incluidas, no están garantizadas y solo se proporcionan con relación a la fecha de emisión. Las previsiones de Schroders se basan en sus propias asunciones y estas pueden cambiar. Schroders no acepta ninguna responsabilidad por cualquier error o opinión y no asume ninguna obligación para proporcionar algún cambio en estas asunciones o en estas previsiones. Las previsiones y las asunciones pueden verse afectadas por factores económicos externos u otros factores. Las opiniones o visión prevista con anterioridad no debería considerarse asesoramiento o recomendación.
. El impacto de la transformación en los negocios financieros se analizará durante una conferencia en Montevideo
La transformación digital está cambiando los modelos de negocios en los mercados financieros. Los bancos y demás instituciones financieras enfrentan nuevos retos para desarrollar su propuesta de valor, consideran tres expertos convocados por la Universidad ORT y CPA Ferrere para una conferencia el próximo 6 de diciembre.
“Nuevos actores aparecen en escena para cumplir nuevos roles en los mercados financieros, como son las Fintech, Insurtech o los grandes jugadores como Google, Amazon, Apple y Facebook, entre otros. ¿Qué cambia respecto a la gestión de riesgos para las empresas? ¿Qué nuevos riesgos podrían surgir? ¿Cómo debería actuar el regulador financiero? ¿Las nuevas tecnologías podrían ofrecer oportunidades para una mejor gestión de riesgos?”, señala la invitación al evento.
Los conferenciantes serán, Bruno Gili, socio de CPA Ferrere con amplia experiencia asesorando a empresas del sector financiero, Jorge Ottavianelli, presidente de Banco Santander Uruguay desde marzo de 2018 y Guillermo Varela, quien dirige Handsoft S.A. desde hace 15 años, donde desarrolló soluciones para más de 100 empresas y 12 países.
La sesión tendrá lugar el 6 de diciembre a partir de las 8h30 de la mañana, en el Campus Pocitos de la ORT (Bvar. España 2633).
La inscripción previa es obligatoria. Para más información contactar: alumni.postgrados@ort.edu.uy
Proyecto del nuevo aeropuerto de México. El aeropuerto que está alterando los nervios en el mercado mexicano
La construcción de un nuevo aeropuerto en México está alterando los mercados financieros y causando la primera crisis del nuevo gobierno de Morena, con la bolsa y el peso bajo presión y una emisión de bonos con la que el presidente Manuel López Obrador trata de calmar los ánimos.
Según el índice S&P Dow Jones Latin America, publicado esta semana, debido al desempeño negativo de México, los índices bursátiles latinoamericanos revirtieron las ganancias obtenidas previamente, cerrando noviembre en rojo. Tanto el S&P Latin America BMI, como el S&P Latin America 40 bajaron en un 2%. El único mercado de la región que registró un desempeño positivo fue Perú.
Las turbulencias empezaron con la decisión de cancelar el mega proyecto del aeropuerto de Texcoco, una obra de 13.000 millones de dólares que estaba ya empezada y que fue polémica desde su inicio por su impacto ambiental y su enorme costo. El nuevo presidente se había mostrado contrario al proyecto durante la campaña electoral y lo sometió a una consulta popular (e informal) que lo rechazó.
La calificadora Moody´s señaló en un informe esta semana que cunde la preocupación de los inversores sobre “el proceso de toma de decisiónes” de la nueva administración.
“La decisión del presidente López Obrador de cancelar la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco impactó negativamente el sentir de los inversionistas y, combinado con mayores tasas de interés, podría afectar su disposición para participar en proyectos futuros llevando a una disminución de la inversión en infraestructura”, añadió la agencia con sede en Nueva York.
“Más allá de 2019, es difícil ver con claridad lo que está por venir, la evolución del perfil de crédito soberano de México dependerá de la capacidad de las autoridades para preservar la rectitud fiscal, promover el crecimiento sostenido y aumentar la credibilidad de la política”, señaló Jaime Reusche, analista soberano de Moody’s.
Para calmar a los inversores, el gobierno ha emitido una oferta para comprar los bonos de deuda emitidos para la construcción del aeropuerto, que ascienden a 6.000 millones de dólares. Las autoridades quieren evitar que los inversores que prestaron dinero para el proyecto se declaren en default y exijan el reembolso inmediato.
“El tema con los bonistas revela lo complicado que será ejecutar lo que quiere López Obrador”, dijo Benito Berber, economista jefe de Natixis para América Latina. “Esas ramificaciones legales y señales ambiguas forman parte de la prima de riesgo de AMLO que estamos observando en el mercado”.
La oferta de recompra del gobierno regirá hasta el 10 de diciembre, fecha en la que se podrá calibrar el éxito de la estrategia de López Obrador para cerrar la crisis abierta por la cancelación del aeropuerto.
Pixabay CC0 Public Domain. Banco Santander coloca una segunda serie de bonos con tasa flotante en el mercado local
Tras haber realizado una exitosa colocación en agosto, Banco Santander regresa al mercado de deuda local con una segunda serie de bonos en pesos con tasa flotante. La serie U3, que vence el 1 de junio de 2021, es por un monto total de 75.000 millones de pesos.
El instrumento, que paga intereses variables con cupones anuales calculados en función de la tasa cámara, Tasa cámara obtenida del Indice Cámara Promedio (ICP) que construye y publica diariamente la ABIF a partir de la tasa cámara interbancaria promedio informada por el Banco Central de Chile, más un spread, se emitió a través de un remate holandés, adjudicándose a un precio de 100,94, lo que representa un spread de 60 puntos básicos sobre la tasa cámara. En tanto, la serie está clasificada con rating local AAA por las agencias Fitch Ratings y Feller Rate.
Con este hito, la entidad continúa desarrollando el mercado de deuda en tasa flotante en Chile, generando una curva de instrumentos con características similares a diferentes plazos. Esto permitirá balancear su perfil de vencimientos y, al mismo tiempo, proveer liquidez al mercado. Cabe destacar que el desarrollo de este producto comenzó en 2017 y culminó con un extenso roadshow local en agosto de este año, gracias al cual los principales inversionistas conocieron sus características.
Para Emiliano Muratore, Chief Financial Officer de Santander, “la segunda colocación de este nuevo instrumento aumenta la oferta en el mercado de papeles que entregan protección directa al alza en las tasas de interés. La demanda demuestra también el trabajo realizado durante el año con los inversionistas para promover este tipo de estructura”.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Designer-Obst. Stranger things
¿Qué nos están diciendo los mercados? En las últimas semanas, hemos visto algunos desplazamientos masivos y hemos observado corrientes de fondo que, a veces, son difíciles de encajar entre sí. En efecto, los mercados han caído de forma mucho más sustancial que los datos económicos, que los giros en las condiciones de oferta y demanda en el mercado del petróleo y que los cambios en las perspectivas estratégicas en zonas importantes para el comercio global.
Pese a que los datos económicos han ido suavizándose y los miedos iniciales en torno a las futuras restricciones de oferta en el mercado petrolífero no se han materializado, resulta complicado explicar una corrección del 10% en los mercados de acciones y una del 20% en los precios del petróleo tras los máximos de septiembre y principios de octubre. Obviamente, todos los que llevamos más tiempo en los mercados hemos visto incluso “stranger things” que lo que ha ocurrido en el último mes, pero parece justo preguntarse qué está en juego en este momento.
Primero, probablemente resulte útil dar un paso atrás y evaluar dónde estamos en el panorama fundamental y qué ha cambiado este año. Desde mediados de 2016, ha habido una recuperación extraordinariamente intensa y cada vez más sincronizada. Pero esto cambió a principios de 2018: la dinámica cíclica global comenzó a repuntar y emergieron las divergencias en el ritmo de crecimiento entre las distintas regiones y sectores. En concreto, las regiones europeas, japonesas y emergentes se desvincularon de la fortaleza de la economía estadounidense.
Asimismo, nuestro “Global Cycle Indicator”, que registra la dinámica de más de 70 encuestas realizadas empresas y hogares, se suavizó en los últimos siete meses.
Esto supuso la retirada de un sólido soporte para los mercados financieros internacionales y, de esta forma, se abrió la puerta a la incertidumbre de los inversores y se permitió que los factores políticos y normativos tuviesen más influencia en el sentimiento del mercado.
Al mismo tiempo, la evolución de los indicadores no justifica del todo la tendencia negativa que se ha observado en los mercados desde el pasado febrero. De hecho, el crecimiento global, los beneficios corporativos y la confianza de empresas y hogares se han mantenido bastante bien este año y parece que van a consolidarse.
Los indicadores no dan motive para anticiparse a un escenario de recesión para 2019. Además, hay que hacer hincapié en que los ciclos económicos no mueren de viejos. Los parámetros históricos apuntan a comportamientos muy irregulares a lo largo del tiempo. Hay ciclos muy cortos, como a principios de los años 80 en Estados Unidos y Europa, y ciclos muy largos, como las últimas tres décadas en Australia o actualmente en EEUU.
Asimismo, aquellos indicadores que tradicionalmente suelen aparecer en el periodo previo a una recesión –la aceleración de las dinámicas salariales e inflacionarias, el excesivo apalancamiento del sector privado o las “sobreinversiones”- continúan ausentes.
Evidentemente, siempre existe la posibilidad de que haya un “shock negativo” en los mercados y, como consecuencia, un endurecimiento de las condiciones financieras, pero esta agria sensación no es tan severa ni duradera como para esperar una recesión.
Asimismo, las corrientes que se entrecruzan entre los distintos tipos de activos no son necesariamente compatibles si se miran desde una perspectiva “fundamental”. Por ejemplo, si la corrección en el petróleo estuviese provocada por una caída en el crecimiento de la demanda global, ¿por qué los precios del gas natural y un gran número de productos agrícolas están subiendo y no cayendo?
Esto no quiere decir que los miedos no estén jugando papel alguno en el panorama actual, dado que los sectores cíclicos están claramente retrasando a los defensivos, pero existe un matiz importante que explica el grado de volatilidad observado. También es interesante apuntar que, pese a la incertidumbre política en torno a Italia y las señales de una ralentización económica en ese país, sus activos están resistiendo.
Con todo, algunas “strange things” están ocurriendo en los mercados, pero no son lo suficientemente raras para que perdamos la fe en la relativa salud de nuestro sistema económico. Lo que sí podemos decir es que los riesgos son más altos de lo normal y que algo de cautela a corto plazo está justificada a la hora de invertir. Al mismo tiempo, todavía no hay motivos para alarmarse por la futura dirección de la economía internacional. De hecho, cuando se calme la agitación actual, podrían surgir oportunidades en nuevos mercados. No olvidemos que vimos “stranger things” en el pasado.
Tribuna de Valentijn van Nieuwenhuijzen, jefe de inversiones en NN Investment Partners
Pixabay CC0 Public DomainArielrobin. ¿Ha medido bien el mercado el impacto de la retirada de los programas de compras de los bancos centrales?
De cara a los próximos años, una de las principales preocupaciones de los gestores y analistas es cómo afectará la retirada masiva de los programas de compras de activos por parte de los bancos centrales. En este sentido, lo que más se analiza es las consecuencias que tendrá en la liquidez del mercado y en las valoraciones de los activos.
Las posibles consecuencias no deben ceñirse solo a la liquidez y las valoraciones, sino valorarlas en un espectro más amplio que incluya a los ahorradores, inversores, compañía y sus accionistas, gobiernos y a la economía en general. “La respuesta de los bancos centrales a la crisis financiera de hace 10 años pudo haber salvado al mundo de una depresión devastadora, pero también creó una serie de efectos imprevistos, desde un mayor endeudamiento a una mayor desigualdad económica. Mirando en retrospectiva lo que hicimos bien y lo que salió mal, ¿qué lecciones podemos sacar para el futuro?”, señala Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors.
La mayoría de los analistas coinciden en que estos programas de compras han tenido un efecto positivo para los mercados de renta variable, los bonos y los mercados en general porque generaron un marea creciente que ayudó a la industria financiera y a los inversores durante la crisis. En cambio, “resolvimos una crisis de deuda creando más deuda, lo que empeoró la desigualdad económica, fomentó la política populista y fortaleció el sentimiento antiglobalización”, añade Dwane.
Esto ha creado un efecto de riqueza en los mercados de acciones, bonos y propiedad, una «marea creciente» que ayudó a la industria financiera y a los inversores ricos. Sin embargo, de hecho, no ha ayudado a la economía global a recuperarse por completo. En cambio, resolvimos una crisis de deuda al crear más deuda, lo que empeoró la desigualdad económica, fomentó la política populista y fortaleció el sentimiento antiglobalización.
En opinión de Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, uno de los mercados más vulnerables para 2019 es el de renta variable norteamericano. “El caso es que en 2019, por primera vez en los últimos años, los bancos centrales van a ser vendedores netos de activos y no habrá el efecto liquidez que ha favorecido las valoraciones anteriormente. Ya hemos visto una caída significativa. En concreto en el índice S&P500 los beneficios esperados han pasado de cotizar a 19 veces a hacerlo a 15 y en 2019 se puede mantener esta tendencia, quizá no de manera tan dramática; pero la volatilidad aumentará”, argumenta.
A una perspectiva similar se tendrá que enfrentar la Unión Europea, aunque el Banco Central Europea (BCE) lleve otra velocidad en esta etapa de normalización de la política monetaria, sobre todo comparado con la Reserva Federal (Fed). Aún así, las gestoras se muestran cautas con Europa, dado el momento de eventos políticos que vive –en especial con el Brexit y con Italia–.
“Aunque que el Banco Central Europeo continúa con la finalización de su programa de compra de bonos para finales de 2018, tiene la intención de reinvertir los ingresos de los bonos con vencimiento adquiridos en virtud del programa durante un período prolongado, por lo que la política monetaria está preparada para permanecer acomodaticia durante la mayor parte de 2019, lo que debería mantener al euro significativamente más bajo. Seguimos siendo menos optimistas sobre la perspectiva de las acciones europeas hasta que se calmen los vientos políticos en contra”, explica el equipo de analistas de WisdomTree.
Dwane sostiene que hay que poner especial atención a los inversores, ya que el efecto que han tenido estos programas en ellos ha tenido que ver con su capacidad para asumir riesgos. “Las políticas QE y las tasas de interés a cero llevaron a los inversores a tomar más riesgos para obtener un rendimiento, y crearon una búsqueda de ingresos sin remordimientos. Al impulsar los rendimientos de los bonos cada vez más bajos, los bancos centrales interfirieron con la asignación de capital y fomentaron el uso del apalancamiento”, explica.
“Creemos que el impacto de la tecnología blockchain en la industria de la gestión de activos será muy significativa. Blockchain es una base de datos compartida sin una autoridad central. Esa es la innovación de blockchain que cambia las reglas del juego. Existen muchas bases de datos en el mundo y muchas contrapartes que operan unas con otras, pero tienen una autoridad central, una tercera entidad de confianza. Blockchain es un mecanismo de desintermediación masivo de estas terceras partes de confianza, y la industria de los servicios financieros está repleta de terceros de confianza. Blockchain ofrece una mayor velocidad, unos menores costes y un mayor grado de transparencia. Estos tres beneficios son la razón por la que el impacto de esta nueva tecnología será enorme no sólo para la industria de gestión de activos, sino también para cualquier otra industria relacionada con los servicios financieros”, comentó Matthieu Duncan.
Las implicaciones
En términos del impacto de la tecnología blockchain dentro de la industria de inversión, Matthieu Duncan identificó dos categorías de impacto: la primera categoría de impacto está relacionada con los activos en los que los gestores invertimos y la segunda, con la relación con el cliente.
“En el lado de los activos, blockchain va a tener unas enormes implicaciones en la operación de los activos, en las transacciones, en el ejercicio del voto y en las acciones corporativas. En esta parte del cambio no somos impulsores, sino tomadores del cambio. Por ejemplo, la bolsa de Australia ha anunciado que va a transferir toda su actividad operativa a través de un mecanismo de blockchain en el futuro. En el lado de la implicación en la relación con el cliente, creo que blockchain ofrece un enorme potencial para la gestión de activos. A lo largo del tiempo, los gestores de activos se han separado cada vez más del cliente final. Ostrum Asset Management, gestiona activos para millones de clientes con los que no tenemos una relación directa, a excepción de uno de nuestros clientes, el cliente con que realizamos la primera transacción de fondos mutuos dentro de una plataforma blockchain a nivel mundial en el verano de 2017, de la mano de Funds DLT, -una subsidiaria de la Bolsa de Luxemburgo que ofrece soluciones blockchain en la industria de la gestión de activos-. La capacidad de conocer al cliente final es una de las principales ventajas que ofrece blockchain a la industria de gestión de activos”, explicó Matthieu.
“En el momento que podemos saber quiénes son nuestros clientes finales, podemos conocer las causas de su comportamiento. Esto tiene enormes implicaciones a la hora de añadir valor para el cliente, por ejemplo, tendremos un mejor conocimiento de los eventos de liquidez. La industria de distribución de fondos de inversión es una tarta de múltiples capas, en las que los intermediarios incluyen costes, una menor eficiencia en tiempos y distancia con los clientes. Blockchain tiene el potencial de simplificar la cadena de operaciones de una forma muy significativa”, añadió.
La posible irrupción de las “FANGs”
Una de las principales barreras a la disrupción en la industria de la gestión de activos ha sido precisamente la complejidad de los mecanismos de distribución. Y, blockchain tiene el potencial de simplificarlos y abrirlos. La complejidad de esta cadena de distribución ha sido precisamente la que ha mantenido a las grandes empresas de tecnología, las llamadas FANGs, fuera de este mercado.
“Con anterioridad, los mecanismos de distribución eran muy complejos, pero en el momento en el que se puede crear un entorno digital con un mecanismo de distribución altamente simplificado, las FANGs entrarán en este mercado. Estoy absolutamente convencido de ello. En el futuro se podrá comprar fondos mutuos a través de Amazon o Google. Las FANGs viven de los peajes de la intermediación, no están tan interesados en la gestión de activos en sí. Si no han entrado antes es debido a los mecanismos de distribución que actúan como barrera, pero blockchain reducirá la barrera en el futuro”.
El genio ya está fuera de la lámpara
Como conclusión, Matthieu Duncan señaló que Blockchain solo ofrece ventajas para la industria de la gestión de activos. “Desde mi punto de vista, es muy importante que la industria adoptara la tecnología blockchain. Una vez que el genio está fuera de la lámpara es muy difícil que vuelva a entrar. Es una amenaza para muchos intermediarios, por lo que la adopción va a ser lenta. En el momento en el que un jugador de la industria tiene una ventaja tecnológica sobre el resto, entonces la adopción es irreversible”, concluyó.
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. Andorra sale definitivamente de la “lista gris” de paraísos fiscales de la Unión Europea
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) acordaron ayer excluir al Principado de Andorra de su lista gris de paraísos fiscales. Esto significa que la Unión Europea reconoce que el país no es en ningún caso susceptible de ser considerado como paraíso fiscal, sino que ya es un país “plenamente cooperante” y “normalizado” en materia financiera y fiscal, así como en cuestiones de lucha contra el blanqueo de dinero.
Según explican los expertos, se trata de un reconocimiento tácito de la Unión Europea a los esfuerzos llevados a cabo en años recientes por las autoridades andorranas para luchar contra el blanqueo de dinero y homologar su legislación financiera y fiscal a las de los países más avanzados y transparentes de su entorno. De hecho, el Ecofin ha adoptado esta medida después de analizar los criterios establecidos por el Consejo de Europa; la transparencia fiscal, el marco impositivo y la implementación de medidas contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios (BEPS).
Tras el anuncio, el ministro de Finanzas del Gobierno andorrano, Jordi Cinca, ha declarado que “el hecho de que el Ecofin haya reconocido públicamente que Andorra ya no forma parte de la lista gris ni de la lista negra que en su momento emitió la Unión Europea es un reconocimiento al trabajo realizado por Andorra a lo largo de estos últimos años, una labor que se ha centrado en la lucha contra el blanqueo de dinero, la cooperación en materia fiscal y el establecimiento de un marco fiscal homologable y comparable con el de cualquier país de nuestro entorno. Esto nos ha permitido, por ejemplo, firmar convenios de doble imposición con España, Francia o Portugal”.
No solo las autoridades han celebrado esta decisión del Ecofin, sino también el sector financiero del país. En este sentido, Esther Puigcercós, directora general de Andorran Banking, ha destacado que esta decisión “es la consecución de un objetivo fijado hace ya muchos años por todo el país, no solamente por el sector financiero y bancario”. Puigcercós añade que “solamente gracias a un esfuerzo y trabajo conjunto entre instituciones, gobierno y entidades bancarias se han podido adoptar los estándares internacionales más exigentes en materia de transparencia, hecho que se reconoce internacionalmente hoy de manera definitiva”.
Mejoras legislativas
Según Cinca, las modificaciones legislativas implementadas en este último año han permitido que Andorra se elimine del Anexo II de las conclusiones del Ecofin del 5 de diciembre del 2017, en el que fue incluida con 46 países más. Este Anexo II, mejor conocido como “lista gris”, dejaba fuera de la “lista negra” a las jurisdicciones que se habían comprometido en firme a corregir las deficiencias detectadas, siempre que estos compromisos se cumplieran antes de finales de 2018.
Una vez agotado el plazo concedido para realizar las correcciones mencionadas, los países que no hubieran cumplido con sus compromisos volverían a la “lista negra” de jurisdicciones no cooperantes en materia fiscal. En este sentido, Andorra debía modificar la Ley del Impuesto sobre Sociedades para suprimir dos de los regímenes fiscales especiales existentes y modificar dos otros.
Estas modificaciones entraron en vigor en mayo de 2018. Después de que en noviembre el Marco Inclusivo aprobase la evaluación favorable realizada por Global Fórum sobre prácticas fiscales perjudiciales respecto a los actuales regímenes fiscales especiales de Andorra, el Código de Conducta de la Unión Europea sometió a evaluación estas modificaciones.
Así ha sido cómo finalmente el Ecofin, teniendo en cuenta el informe del Código de Conducta, ha considerado hoy que los regímenes fiscales especiales de Andorra ya no tienen ningún componente que pueda ser considerado como potencialmente perjudicial. De esta manera, Andorra ha salido de la lista gris y se posiciona definitivamente como jurisdicción cooperadora en materia fiscal.