Según el reciente informe elaborado por el servicio de estudios de la superintendencia de pensiones, los fondos de pensiones chilenos aumentarían en 183% al final del periodo de proyección (2039) en el escenario central, hasta llegar a alcanzar 433.0000 millones de dólares lo que equivale a un 110% del PIB desde el 70% actual.
En términos de número de afiliados, el modelo estima un total de 12,8 millones de afiliados (cotizantes y pensionados) a 2039 lo que equivale a un aumento de 27% respecto al año 2016. En cuanto a los cotizantes llegarían a un máximo de 7 millones de personas, que corresponde a un 55% de los afiliados totales,
Debido a su importancia relativa en la economía, la Superintendencia de Pensiones ha desarrollado un modelo de proyección de fondos de pensiones para el periodo 2017-2039 cuyo informe está disponible en su página web. El modelo se basa en proyecciones a partir de celdas sociodemográficas definidas, utilizando tanto variables idiosincráticas como del sistema.
El análisis contempla otros dos escenarios en función de distintas rentabilidades y tasas de renta vitalicias. El escenario pesimista proyecta un volumen de 346.000 millones de dólares (88% del PIB) mientras que el optimista alcanza la cifra de 551.000 millones de dólares (139% del PIB).
Adicionalmente el informe realiza análisis de sensibilidad del escenario central en base a tres parámetros significativos. En primer lugar, se fija la densidad de cotización (tiempo que un trabajador cotiza durante su vida activa) en un 100% para los afiliados activos en el horizonte de proyección que resulta en un aumento importante en la acumulación de los fondos llegando a alcanzar en el 2039 un nivel 49% mayor que el escenario base. En un segundo escenario, se modela un crecimiento de afiliación de mujeres igual al de hombres que da lugar a un resultado menor al base, debido a que la tasa de crecimiento de los hombres es menor que la de mujeres lo que da lugar a un aumento de afiliadas activas menor. Finalmente, una tercera simulación, incluye el caso del incremento en la edad de retiro de las mujeres, la que se iguala a la de los hombres en 65 años, considerando un aumento de afiliados y un perfil de cotización para las mujeres similar al observado en los hombres entre los 61 y 65 años, siendo el resultado un 7% superior al escenario base.
Axel Christensen, estratega jefe de inversiones para América Latina e Iberia en BlackRock, y miembro del BlackRock Investment Institute, recientemente cambió su domicilio, de Santiago de Chile a Miami. A mediados de julio, participó en el 2018 Mid-Year Outlook organizado por el BlackRock Investment Institute en el Hotel Mandarin Oriental de Miami, compartiendo sus puntos de vista sobre los mercados latinoamericanos y las preocupaciones de los clientes de BlackRock en la región -fondos de pensiones en México, oficinas familiares en Brasil o compañías de seguros en Perú- están transmitiendo.
Después de prácticamente estar en territorio negativo, o cercano a cero en 2015 y 2016, el año pasado, el pronóstico de crecimiento del PIB para la región de América Latina comenzó a repuntar y está buscando un crecimiento de alrededor del 3% para el próximo año.
«Probablemente debido al aumento de la incertidumbre y los riesgos, la tasa de crecimiento final será inferior a un 3%. Pero me gustaría decir que el vaso se ve medio lleno cuando se miran las perspectivas de la región. En conjunto, los números se ven bien. Hemos visto una recuperación en el crecimiento. Además, la inflación, que ha sido un problema en el pasado, ha estado convergiendo muy bien con la zona objetivo de la mayoría de los bancos centrales de la región. El déficit por cuenta corriente, que es muy importante en un entorno de tasas de interés crecientes porque te dice qué tan expuesta está la región a los cambios en los flujos, y el saldo fiscal, es decir cuánto dinero gasta el gobierno en exceso en comparación con sus ingresos, probablemente sean todavía dos de las cuestiones más desafiantes «, explicó Christensen.
“Si se mira la región como un todo, diría que la imagen es un buen reflejo de un entorno relativamente enrarecido. Muchas de las economías de la región están muy sincronizadas con la economía de Estados Unidos, algo que esperamos que continúe. Si miramos las cosas a un nivel más específico, la región comienza a ser mucho más interesante, especialmente desde la perspectiva del riesgo. Probablemente, el riesgo al que la mayoría de los inversores están dedicando más tiempo mientras buscan oportunidades en América Latina es el riesgo político. Hay una buena razón para ello. Si miramos a los últimos doce a dieciocho meses, tuvimos un ciclo electoral muy ocupado. Hubo elecciones al Congreso en Argentina en octubre del año pasado. También tuvimos una elección general en Chile. Este año tuvimos elecciones presidenciales en Colombia y México, y el próximo octubre se realizarán elecciones generales en Brasil. ¿Y, adivinen qué? No sabemos quién va a ganar”, agregó.
En América Latina, BlackRock utiliza un índice específicamente creado para la región, al que denominaron ‘Incremento del populismo latinoamericano’.
«Nos preocupa que los cambios en el gobierno traigan reformas políticas en el espacio económico que no necesariamente encajen bien con el curso de los mercados financieros. Por ejemplo, el nuevo presidente en México que ha llegado con un mandato muy fuerte para cambiar las cosas. Nos preocupa que este cambio pueda significar una mudanza en algunas de las reformas recientes que el gobierno actual ha puesto en marcha, como la apertura del sector energético para los inversores privados. Y, por supuesto, en Brasil, estamos preocupados porque quien lidere el gobierno a partir del próximo año, tendrá que enfrentar decisiones muy difíciles desde el primer día de mandato para resolver una situación de déficit fiscal bastante elevado, además de una gran cantidad de deuda pública emitida para financiar ese déficit. Existe una gran preocupación por parte de los inversores sobre quién va a liderar estos países y si van a tomar decisiones correctas que eventualmente llevarán a las economías al crecimiento y, por lo tanto, a las empresas a prosperar. El contexto macroeconómico es bastante bueno, así que no es que nos preocupemos demasiado en un sentido general, sino que identificamos que existen desafíos específicos que pueden marcar la diferencia”.
América Latina en territorio verde
El mapa de calor de América Latina, la representación visual de los indicadores económicos que utilizan los colores rojo, amarillo y verde; y que BlackRock prepara para tener una mejor comprensión de lo que está sucediendo en la región, es en general una señal verde. Los indicadores macroeconómicos de las dos economías más grandes, Brasil y México, también son verdes, a pesar de su mayor exposición a la incertidumbre política.
México y Brasil
Los inversores en México están en un estado de ánimo de “esperar y ver”. Quieren ver cómo actúa el nuevo gobierno. Mucho se ha dicho durante toda la campaña, y los inversores quieren verificar hasta qué punto AMLO (Andrés Manuel López Obrador) cumplirá sus promesas electorales.
“Esta incertidumbre va a crear oportunidades interesantes. Como inversores, estamos viendo valoraciones en la renta fija y las acciones que no han estado en este nivel por algún tiempo. Un par de empresas mexicanas, que hemos visitado allí, ven que a corto plazo el nuevo gobierno mexicano puede traer buenas noticias en términos de aumento del consumo. En la medida que el nuevo gobierno quiere aumentar los salarios, las personas tendrán un mayor ingreso disponible para comprar bienes y servicios. También hay una ambiciosa agenda de inversión en infraestructura. Sin embargo, les preocupa que esto se traduzca en un gasto excesivo para el gobierno y que el efecto a largo plazo en la economía mexicana termine siendo negativo. No solo en términos de deterioro de la situación fiscal, sino también en términos de demoras en las decisiones de inversión, que pueden afectar el crecimiento económico, y eventualmente, aunque se tengan un par de muy buenos años iniciales, la economía mexicana podría terminar pagando unos costes financieros más altos debido a que los riesgos de mantener activos mexicanos aumenten”, aclaró.
El caso en Brasil es similar, BlackRock ve algunas luces verdes en el lado macroeconómico. Sin embargo, les preocupa el alto nivel de deuda que mantiene el gobierno y la incertidumbre sobre las elecciones. Hay 13 candidatos para la primera ronda a principios de octubre, el candidato favorito tiene un apoyo ligeramente cercano al 20%. Los inversores brasileños están esperando para ver quién gana.
Argentina y Venezuela en territorio rojo
Un par de países tienen, desafortunadamente, más luces rojas. Por supuesto, en Venezuela ha habido una situación económica muy difícil desde hace algún tiempo, en términos de riesgos geopolíticos e hiperinflación. Y luego, Argentina, que solía compartir más luces verdes con los otros países, ahora está señalando más factores en rojo. Recientemente, la situación se ha vuelto mucho más difícil, porque las tasas de interés han subido respondiendo a un nivel de inflación muy alto que se ha reflejado en la fuerte devaluación del peso argentino frente al dólar.
“Las perspectivas de crecimiento en Argentina son muy preocupantes: ¿en qué medida puede un país resistir tasas de interés tan altas? Es muy difícil que la economía argentina no se vea afectada en términos de crecimiento. También nos preocupa la situación de la cuenta corriente y su alto nivel de deuda. Pero, en todo caso, seguimos creyendo que el gobierno aún está firmemente comprometido con llevar adelante las reformas en la economía argentina, y necesita comenzar a resolver algunos de los aspectos más preocupantes”.
Afortunadamente, la mayoría de las otras economías de la región lo está haciendo bastante bien. Algunos de ellos están prácticamente en territorio verde en todos sus indicadores. Definitivamente, Chile, Colombia y Perú atraviesan una parte más favorable del ciclo. “Vemos crecimiento en la región andina. Gracias al repunte de los precios de materias primas muy importantes para la economía de estas regiones -siendo el cobre, debido a Chile y Perú, el petróleo, por Colombia- la situación parece bastante buena. Al mismo tiempo, si miramos a los mercados y sus valoraciones, mucha de esa buena situación ya está reflejada en el precio «, concluyó.
La libra esterlina muestra una gran sensibilidad a todo lo que tiene que ver con el Brexit. Ejemplo de ello es que la moneda vivió una ligera subida, de un 0,5% frente al dólar, tras la dimisión de David Davis, el conocido ministro británico para el Brexit, a principios de julio.
En opinión de Monex Europe, los datos macroeconómicos del Reino Unido vuelven a estar en primera línea. Son el centro de atención de los analistas que intentan medir cuál está siendo el impacto sobre la economía británica y su moneda en este largo camino que es la negociación para salir de la Unión Europea. “Los datos macroeconómicos del Reino Unido vuelven a ser el centro de atención antes de la decisión de tasas del Banco de Inglaterra en agosto”, apunta la firma.
Puede que las expectativas sobre la fortaleza económica del Reino Unido están algo infladas, en comparación con el sentimiento y riesgos políticos que arrastra la negoción de su salida de la Unión Europea. Lo más importante, según la firma, son los pasos que pueda dar el Banco de Inglaterra que, como el resto de las instituciones, espera la inflación crezca.
En opinión de Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum Asset Management y Dave Lafferty, estratega jefe de mercados de Natixis IM, el impacto más sorprendente de Brexit es el menor impulso al crecimiento que ha experimentado el Reino Unido desde el referéndum. “La dinámica se ha empañado y el Reino Unido no ha aprovechado la sólida mejora del crecimiento en la zona Euro durante 2017. El país está desconectado del resto de Europa, mientras que la zona euro es su principal socio comercial. En otras palabras, la recuperación europea no se contagió positivamente al Reino Unido”, sostienen.
Según su valoración las expectativas acerca del Reino Unido han cambiado drásticamente y el mercado doméstico no es lo suficientemente fuerte como para impulsar una sólida trayectoria de crecimiento. La incertidumbre continuará, lo que implica menores flujos de capital, y flujo de personas hacia el exterior, que derivará en menos capital humano y un menor gasto de capital.
De alguna forma, el ajuste por la desconexión con la Unión Europea ha comenzado. “Lo anterior significa que el Banco de Inglaterra no normalizará su política monetaria pronto. La tasa inflación está por alcanzar el objetivo del Banco de Inglaterra del 2% y el impulso económico es débil. Considerar el riesgo de una normalización sería una fuente más de debilidad para el Reino Unido. El esfuerzo principal a realizar es reducir la incertidumbre en general, desde las familias hasta los negocios y la inversión extranjera. Esto será crucial para una recuperación, pero la negociación actual con la Comisión Europea y la debilidad de Theresa May con el Parlamento no elimina el riesgo de un Brexit duro y una situación que tendría un impacto negativo persistente en la economía británica”, concluyen.
A lo largo del año, los inversores han asistido a una abrupta liquidación de los activos de los mercados emergentes que ha suscitado dudas sobre su perspectiva a largo plazo, a pesar de lo optimista de sus fundamentales. Entonces, ¿qué impulsa la debilidad de los activos de los mercados emergentes?
Según Goldman Sachs AM, los activos de mercados emergentes ya han sufrido tres oleadas de fuerte: la primera fue impulsada por el crecimiento global más lento, la segunda fue consecuencia de la inestabilidad política de países como Brasil y México, y la tercera surgió a partir de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
“Esta colección de vientos en contra ha despertado inquietudes sobre si la debilidad sufrido por los mercados emergentes es una señala del cambio en el ciclo. Nosotros no creemos que este sea el caso. El descenso de las monedas de los mercados emergentes ha sido muy coherente con el rendimiento del euro y otras monedas del mercado desarrollado frente al dólar estadounidense. Esto nos sugiere que la debilidad de los mercados emergentes se debe en gran parte a la gran fortaleza del dólar en lugar de a otros factores específicos. Creemos que la fortaleza del dólar refleja la divergencia en el contexto del crecimiento global, donde la economía de los Estados Unidos parece estar acelerándose mientras que el crecimiento se está moderando en otros países, incluido China”, explica la gestora en su último informe.
Desde la gestora apuntan que la paciencia será clave para no perder las oportunidades que siguen ofreciendo estos mercados, donde habrá que seguir observando la evolución de los valoraciones y su potencial rebote. “Sin embargo, creemos que, a largo plazo, merece la pena mantener los activos de mercados emergentes en la cartera porque seguimos viendo un fuerte crecimiento en ellos, una evolución demográfica favorable, una deuda baja y potencial de crecimiento en las ganancias corporativas”, sostiene el análisis de Goldman Sachs AM.
Como muchas otras gestoras, desde Goldman Sachs AM consideran que el universo de mercados emergentes continúa ofreciendo muchas oportunidades de inversión atractivas para los inversores activos, particularmente en un entorno donde el crecimiento en los Estados Unidos y la economía global sigue siendo expansivo.
Credit SuisseCapital Services publicó, recientemente, su encuesta semestral sobre el sentimiento inversor en hedge funds, realizada entre 275 inversores institucionales a nivel global, que representan 1,04 billones de dólares invertidos en hedge funds. Los participantes fueron encuestados acerca de varios temas, incluyendo las principales tendencias de la industria y las predicciones, así como sobre sus preferencias y planes en su asignación de activos para el segundo semestre del año.
Entre los principales puntos a destacar de la encuesta, cabe destacar que el apetito por la inversión en hedge funds continúa fuerte, habiendo sido testigos del mayor giro en positivo de la demanda neta entre las diferentes clases de activo que fueron encuestadas por Credit Suisse, y se encuentra a la par con la inversión en private equity como la clase de estrategia de inversión más atractiva a la hora de asignar activos en el segundo semestre del año. Esto representa un importante cambio con respecto a los últimos años, parece que los inversores estuvieran dispuestos a volver a apostar por los hedge funds, en términos de sentimiento positivo e interés.
Continuando con un momentum o impulso positivo, el 93% de los inversores esperan incrementar o mantener su exposición en hedge funds en el segundo semestre del año. Además, el entusiasmo por los hedge funds se ha visto influenciado por una confluencia de factores: un rendimiento superior, el entorno del mercado, unas estructuras de comisiones más alineadas y el extendido uso de soluciones hechas a medida y vehículos no tradicionales.
Conforme se avanza hacia un periodo que es más proclive a la inversión activa, con una mayor volatilidad, una menor correlación y una mayor dispersión en los mercados, merece la pena señalar que la demanda por las estrategias de gestión pasiva con enfoque únicamente en posiciones en largo ha disminuido, y que se espera que alcance el terreno negativo en la segunda mitad del año.
“Los inversores continúan teniendo un creciente apetito por los hedge funds gracias a una variedad de factores, incluyendo unas comisiones y términos más alineados, así como un uso personalizado de soluciones y vehículos no tradicionales, especialmente en cuentas gestionadas y de co-inversión”, comenta Joseph Gasparro, quien lidera el departamento de asesoramiento estratégico y de contenido de Credit Suisse Capital Services.
La inversión en estrategias macro discrecionales es la principal preferencia para el segundo semestre de 2018. A finales de 2017, ya se vio un giro positivo de la demanda, del 13%, hacia la inversión en estrategias macro discrecionales, pues los inversores prefieren una menor correlación con los activos de riesgo. Tras años de mercados prosaicos, la volatilidad ha regresado, proporcionando un entorno fértil para este tipo de estrategia.
La renta variable se sigue viendo favorecida, el principal catalizador de esta preferencia son los fuertes resultados empresariales, el regreso de la volatilidad, una menor correlación y un incremento de la dispersión. En contraste con el año anterior, existe una mayor divergencia en la demanda entre distintas sub-estrategias dentro de la renta variable: el interés por la renta variable emergente ha disminuido considerablemente con respecto a 2017, el sentimiento por esta clase de activo se ha visto afectado por la fortaleza del dólar y el incremento de las tensiones comerciales.
En comparación con el año anterior, la dispersión de las economías de los mercados emergentes y el rendimiento de los hedge funds será probablemente mucho más pronunciado. Aunque siempre es crucial, el entorno actual señala la importancia de la selección de gestores a la hora de determinar los rendimientos.
Por primera vez, las estrategias con factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, las llamadas ESG, aparecen en los diez primeros puestos de preferencia de inversión para el segundo semestre del año. Además, continúa generando interés, un 25% de los inversores tienen estrategias ESG en sus asignaciones.
“Hemos visto un aumento considerable de la demanda por estrategias macro discrecionales entre los inversores encuestados, conforme la volatilidad ha regresado a los mercados. Al igual que hemos visto hasta ahora, para el resto de 2018, esperamos que la renta variable continúe en lo más alto de las asignaciones de los inversores. También es notable la inclusión de factores ESG como una de las principales preferencias”, comentó Jaynita Sohi, co-responsable de la división estadounidense de Credit Suisse Capital Services.
El big data y la inteligencia artificial (AI) están ayudando a la inversión ambiental, social y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) para apoyarse en la inversión cuantitativa, hasta ahora una opción algo limitada y que no ha sido accesible para todos los inversores, según señala la última edición del informe The Cerulli Edge-Global Editión, elaborada por Cerulli Associates.
Según defiende las conclusiones del documento de la firma de investigación y consultoría, la combinación de ambas permite a los inversores acceder a grandes cantidades de información de fuentes objetivas, de forma frecuente y analizada, para acercarse a la inversión bajo criterios ESG.
“Los datos mejorados permiten a los gestores de activos integrar criterios ESG, lo que lleva a nuevos temas de inversión, como estrategias para impulsar este tipo de inversión o aquella de tipo sostenible «, afirma Justina Deveikyte, directora asociada de investigación institucional europea de Cerulli.
Deveikyte señala que, aunque la forma de interpretar la inversión responsable como algo que simplemente anula un efecto negativo ha terminado, la inversión bajo criterios ESG está luchando por capitalizar al máximo las inversiones cuantitativas, principalmente porque la falta de datos siempre ha mermado la capacidad de crear estrategias. Actualmente y a diferencia de los informes financieros, no existen pautas universales para establecer cómo son los informes ESG corporativos. Es más, la información aparece frecuentemente de forma fragmentada y con datos incompletos.
Según su experiencia, el hecho de que haya limitaciones en los datos provoca limitaciones en las inversiones cuantitativas de formas diferentes. Por ejemplo, las grandes empresas son mejores en divulgación que las pequeñas empresas y dado que la mayoría de los modelos de ESG penaliza aquellas compañías que no son transparentes con su propia información, por lo que podríamos caer en generar un sesgo de gran capitalización en las carteras.
En este sentido, “el uso de big data y de la inteligencia artificial está transformando radicalmente la recopilación de datos. Estos cambios han abierto la posibilidad de realizar inversiones bajo criterios ESG y cuantificar los fondos, que están ocupados desarrollando nuevos algoritmos para evaluar sistemáticamente las empresas”, defiende Deveikyte.
Cerulli cita el ejemplo de un gestor de activos que utiliza datos brutos y no estructurados para construir una “capa de entrada” inicial que combina los informes propios de las empresas con información externa extraída de los medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales, redes sociales y tendencias de Google. Utiliza más de 50.000 fuentes en 15 idiomas diferentes para crear una vista diaria de más de 7.000 compañías en el mundo.
“Un acceso enormemente mejorado a los datos está cambiando la forma en que los administradores de activos integran los criterios ESG, permitiendo nuevos temas de inversión. Por ejemplo, algunos gestores están usando el flujo de datos para introducir estrategias reactivas a corto plazo, tradicionalmente difíciles en este tipo de inversión debido al lento ritmo de cambio, acentuado por el retraso en la presentación de informes de datos», concluye Deveikyte.
La gestora Allianz Global Investors ha recibido la puntuación A+ por su enfoque general en “Estrategia ASG y Buen Gobierno Corporativo”, por segundo año consecutivo, según el informe anual de la Asociación PRI (‘Principles for Responsible Investment’ según sus siglas en inglés), que analiza cómo las compañías están progresando en la incorporación de factores ASG (medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo) en sus decisiones de inversión, y tiene como objetivo proporcionarles información para apoyar el desarrollo continuo de sus credenciales ASG.
Allianz Global Investors logró una puntuación ‘A’ en todas las categorías y la puntuación más alta posible, ‘A +’, en la de Estrategia y Buen Gobierno Corporativo (Strategy & Governance). Esta categoría engloba las políticas, objetivos y membresías en organizaciones ASG de Allianz Global Investors y considera cómo la empresa promueve interna y externamente los esfuerzos en esta área. Además, la compañía ha recibido también una “A+” en renta variable de infraestructuras (“Infraestructure Equity”), lo cual es un gran logro teniendo en cuenta que este año es el primero en el que participa en esa categoría, dice la gestora en un comunicado.
Steffen Hoerter, responsable global de ASG en Allianz Global Investors, ha comentado sobre los resultados: «Este año hemos fortalecido nuestra puntuación, entre otras cosas, respondiendo a más preguntas voluntarias e informando sobre ellas externamente, dando ejemplos de dónde los temas relacionados con factores ASG han tenido un impacto en las decisiones de inversión y participando por primera vez en el área de renta variable de infraestructuras. Es estupendo ver que estos esfuerzos han sido reconocidos por los PRI».
«Estamos convencidos de que los factores ASG son importantes impulsores del rendimiento de la inversión que solo se pueden implementar plenamente a través de un enfoque verdaderamente activo de la gestión de activos. Reconociendo el valor que los factores ASG pueden agregar a las carteras y a nuestros clientes, nos comprometemos a integrarlos en todas las decisiones de inversión y en todas las clases de activos de nuestra plataforma de inversión global».
Allianz Global Investors, una de las compañías pioneras en cuanto a inversión responsable de la industria de gestión de activos, es firmante de los PRI (Principios de Inversión Responsable) desde 2007. PRI es una de las iniciativas mundiales más importantes en el área de inversión responsable con más de 1.900 firmantes de más de 50 países que representan aproximadamente 80 billones de dólares.
Los días 5, 6 y 7 de septiembre se llevará a cabo en la ciudad de Cartagena, el 27° Congreso Latinoamericano de Fideicomiso, a cargo de la Federación Latinoamericana de Bancos Felaban, el Comité Latinoamericano de Fideicomiso Colafi y la Asociación de Fiduciarias de Colombia Asofiduciarias.
Se trata del mayor eventoque se realiza en América Latina sobre el tema, donde se abordarán los siguientes temas: el mercadeo de servicios fiduciarios y las oportunidades de la era digital; los riesgos y la responsabilidad asumida Vs la expectativa comercial de la empresa fiduciaria; La responsabilidad profesional del sector fiduciario; la fiducia pública y el entorno propicio para consolidar el negocio fiduciario en América Latina; la prevención de lavado de activos; la ingeniería financiera y como ha ido evolucionando el mercado fiduciario en América Latina.
En el congreso contará con la participación de más de 400 fiduciarios y profesionales de más de 10 países latinoamericanos de alto perfil, entre los que se destacan autoridades de gobierno, presidentes de entidades financieras, vicepresidentes jurídicos, vicepresidentes de inversiones, vicepresidentes de riesgos, directivos de entidades de infraestructura, entre otros.
El miércoles 5 de septiembre se dará inicio al evento con reuniones de networking conducidas por las Sociedades Fiduciarias dirigidas a los participantes extranjeros y el jueves 6 y viernes 7 se desarrollará el programa académico que contará con la participación de expertos internacionales y nacionales en el negocio fiduciario.
La crisis de confianza se profundiza, mientras continúa la crisis cambiaria que ha provocado una nueva subida del dólar el miércoles, a pesar de las medidas tomadas el lunes para hacer frente al vencimiento de Lebacs. La rápida reacción del gobierno ha sido saludada por algunos analistas, mientras otros llaman la atención sobre la necesidad de cuidar las reservas en dólares del Banco Central. Nadie sabe cómo saldrá Argentina de la encrucijada con los datos actuales: fuerte inflación, devaluación, economía en retroceso (o recesiva), déficit fiscal y altas tasas de endeudamiento.
Desde Itaú llegan algunas señales positivas. Los analistas de la entidad consideran que el gobierno argentino está tomando las medidas adecuadas: “Una diferencia clave entre Argentina y Turquía es la actitud que han tenido las autoridades para enfrentar la volatilidad en el escenario externo. Argentina ya está en proceso de realizar ajustes, con un gasto primario que se reduce en más de 5% en términos reales durante el primer semestre del año, una alta tasa de interés ex-ante real y la implementación de un acuerdo con el FMI”, señalan.
Pero los analistas de Itaú añaden: “En nuestra opinión, las medidas recientes solo serán suficientes para estabilizar el peso y otros precios de los activos si disminuyen las tensiones en los mercados financieros externos. De hecho, los rendimientos de Lebacs ya se han visto por encima del 45% en los últimos días, por lo que la tasa de política en 45% no implica un ajuste de política «de facto» significativo. Además, destacamos que la capacidad del banco central para intervenir en el mercado cambiario (tanto el futuro como el spot) enfrenta restricciones por parte del FMI, lo que significa que el poder del banco central para la intervención es limitado”.
Las emisiones de deuda son una amenaza constante para las reservas del Banco Central y ya equivalen al 87% del PIB. Mientras, los mercados de acciones no dan señales de actividad capaces de mejorar la inversión extranjera y la entrada de capitales.
Alberto Inga, director de inversiones de Megainver, señala que “Argentina desde hace unos meses está particularmente sometida a un flujo negativo de capitales, los que ni siquiera encontraron un piso al pasar de mercado de frontera a emergente o con el acuerdo con el FMI. Desde hace mucho tiempo, las acciones no paran de caer (incluso en muchos casos con precios de oferta), los bonos siguen reflejando permanentemente un incremento del riesgo país y la moneda, que si bien mostraba cierto retraso con relación al dólar, la fuerte devaluación también llevó a incrementos significativos de las tasas domésticas, con la finalidad de contener la depreciación. Por otra parte, el contexto externo no es favorable. Desde los conflictos comerciales internacionales, la situación de Turquía o la incertidumbre de Brasil de cara a las elecciones, profundizan este momento de Argentina. El resultado de todo lo que ocurre se refleja en una alta inflación, iliquidez del mercado y un incipiente corte en la cadena de pagos”.
Las medidas para deshacer el stock de Lebacs todavía suscitan interrogantes: “Habrá que ver los plazos a los que se emitan estas Letras, la liquidez que puedan tener y como se constituirán los nuevos “market maker” los que deberían dar precios y de alguna forma soporte al sistema. Esto es particularmente importante para los Fondos Comunes de Inversión. Hoy casi el 60% de la industria es Cash Management y si bien en los últimos tiempos los Fondos con liquidación en t+1 fueron perdiendo fuerza frente a los Fondos Money Market, fue mayoritariamente producto de la volatilidad de los primeros que al desarrollo de los segundos”, asegura Alberto Inga.
El director comercial de Gletir, Juan José Varela, también destaca estos interrogantes: “El tradicional inversor de Lebac estará obligado a comenzar a diversificar su posición en el instrumento, si busca lógicamente conservar pesos. La Lete será una de las opciones por su similitud con las Letras del BCRA, y en donde se apunta que la única diferenciación será el emisor (se cambia deuda BCRA a Tesoro). No obstante, insistimos que el caso de las Letras del Tesoro aún falta confirmar mecanismo de colocación, plazos y deberá armarse el mercado secundario (hoy prácticamente inexistente)”.
El equipo de análisis de Max Valores señala en un informe que las Lebacs se convirtieron en la cara visible del problema del dólar para el BCRA, casi como un estigma: “Nos quedan dudas que utilizar reservas para recomprar las Lebac sea la solución al problema, especialmente mientras los inversores parecen dudar del programa financiero hasta 2019”.
Desde esa firma se asegura que el anuncio de la reprogramación de las Lebacs, tendiente a sacarlas del mercado, “es prácticamente neutral para el mercado cambiario en el mediano plazo desde nuestro punto de vista, en tanto que la reducción del stock implica: o bien una caída en las reservas internacionales, lo que sería similar a una intervención por parte del Banco Central en el mercado de cambios, o un intercambio por Letes en pesos del Tesoro, implicando mayor presión sobre el dólar en el futuro”.
Los analistas de Max Valores señalan que “vender reservas es una medida peligrosa en el actual escenario donde los inversores muestran preocupaciones acerca de la capacidad del Gobierno de renovar el stock de Letes en dólares. A su vez, un intercambio de Lebacs por Letes en pesos implicaría una expansión monetaria, añadiendo presión sobre el tipo de cambio o las tasas de interés en el futuro. Las medidas del Gobierno pueden ser efectivas en el corto plazo, pero arriesgadas desde nuestro punto de vista, dado el contexto internacional y la expectativa de los inversores, que podrían llevar al Gobierno a enfrentar condiciones macroeconómicas todavía más desafiantes el próximo año”.
En un extenso informe publicado este miércoles, Balanz señala que “Argentina está entrando en una versión acelerada de la destrucción creativa de Schumpeter”.
“El economista austríaco Joseph Schumpeter (1883-1950) se hizo famoso por su teoría de “Destrucción Creativa” que describe de manera efectiva la forma caótica y a veces dolorosa en que el capitalismo genera progreso. Relacionado a esta construcción teórica es la progresión continua del libre mercado hacia la revolución y la innovación que inevitablemente lleva a pérdidas de empleo, quiebras de empresas e industrias que van camino a desaparecer. Con el paso del tiempo, la sociedad compensa estos costos mediante la creación de nuevas industrias, productos más avanzados y oportunidades de empleo con mejores salarios. La esencia de la destrucción creativa es que tenes que tirar abajo para construir”.
Los analistas de Balanz piensan que “la administración de Macri está impulsando consciente o inconscientemente hacia una situación a lo Schumpeter en una economía argentina que ha estado luchando contra la modernización y la apertura económica desde que Perón empoderó a los sindicatos del país en 1945. No nos cabe ninguna duda de que los esfuerzos del gobierno por revolucionar el sector privado argentino seguirán enfrentándose a la dura oposición del sector obrero organizado, especialmente el histórico sindicato de camioneros encabezado por Hugo Moyano. El equipo económico de Cambiemos está poblado con ex-CEOs y experimentados gerentes del sector privado que están convencidos de que el futuro de la Argentina depende de fortalecer los sectores económicos que puedan generar o atraer inversiones en dólares, impulsar las exportaciones y generar la creación de clusters (proveedores, infraestructura, etc.) que ayudará a construir un gran stock de capital”
Turquía se adentra en una crisis económica. El pasado 10 agosto, los activos turcos sufrieron una fuerte caída. La lira turca ha tocado mínimos históricos frente al dólar, y en lo que va de mes ha perdido un 23% de su valor contra la divisa estadounidense (en total una pérdida del 41% en lo que va de año). La reciente caída del mercado es atríbuible en parte a las tensiones políticas con Estados Unidos después de que el presidente Trump publicó en Twitter que duplicaría las tarifas sobre el acero y el aluminio importados de Turquía.
Pero, en realidad los problemas de Turquía, según apunta Lale Akoner, estratega de mercados de BNY Mellon Investment Management, se han estado gestando durante varios años: “Desde 2013, Turquía ha sido uno de los mercados emergentes más vulnerables debido a los problemas en los fundamentales de su economía, sus desajustes macroeconómicos, su incertidumbre política, la falta de decisión del banco central para subir sus tipos como respuesta a una elevada inflación que es atribuida a la pérdida de su independencia y sentido más laxo de una política heterodoxa”, comenta.
“A futuro, es posible que la inflación en Turquía siga creciendo y que empuje a la economía a una recesión acompañada de una posible crisis bancaria. Gran parte de la preocupación se centra en los bancos turcos, que han recurrido cada vez más al mercado mayorista extranjero para financiar su préstamos domésticos -cerca de un tercio de los préstamos bancarios se realizó en divisa extranjera, en su mayoría a empresas”, añade.
Por su parte, Craig Botham, economista de mercados emergentes en Schroders, cree que el principal problema de Turquía es su excesiva confianza en la financiación externa, que empeoró con respecto a 2013. “La financiación extranjera a corto plazo representa el 18% del PIB, y cerca de un 450% de las reservas en divisa extranjera del banco central. Los analistas han alertado desde el episodio del “taper tantrum” que esta exposición dejaba a Turquía muy vulnerable ante una parada en seco en el mercado de capitales extranjero, el pasado viernes 10 de agosto se materializaron esos miedos”.
En la opinión de Viktor Szabo, gestor de inversiones senior de Aberdeen Standard Investments gran parte del daño económico que está sufriendo Turquía es autoinfligido. “Turquía ha demostrado una y otra vez que no puede sostener niveles elevados de crecimiento sin emitir más deuda. Dado que los ahorros domésticos son tan bajos, esta deuda está en dólares estadounidenses y tiene el riesgo inherente de divisa que viene con esto. Así que no es ninguna sorpresa que los estímulos monetarios y de crédito que siguieron al golpe fallido de 2016 han llevado a un crecimiento rápido del déficit por cuenta corriente, la inflación está fuera de control y el país está al borde de una crisis monetaria. Las autoridades tendrán que subir los tipos tarde o temprano – realmente no tienen otra opción – pero la situación se ha ido tanto de las manos que van a tener que ir mucho más lejos de lo que habrían tenido que ir hace sólo tres semanas. Pero, Turquía todavía tiene un gran potencial. La economía en conjunto está razonablemente diversificada con una buena base de exportaciones. Sin embargo, la cuestión ahora mismo es la credibilidad y la única manera de subsanar la situación en el corto plazo es actuar”.
El efecto de Turquía en Europa
Por contagio, en la semana anterior, el euro también cayó un 2%, pues algunos de los mayores bancos europeos tienen una fuerte exposición a Turquía, un hecho que ha sido señalado por el Mecanismo Único de Supervisión del Banco Central Europeo. De hecho, también el pasado 10 de agosto, el euro tocó mínimos contra el dólar que no había alcanzado desde julio de 2017. El mercado de renta variable europea ha sufrido pérdidas y los bancos han cargado con gran parte de la caída.
“Europa es quien tiene una dominante exposición a Turquía a través del canal de préstamos bancarios. Por países, la exposición española a Turquía es aproximadamente el 6% del PIB, gran parte de ello eso es debido a que BBVA mantiene una posición importante sobre el segundo mayor banco privado turco. La exposición de Italia y Francia es menor, así como la de Reino Unido y Estados Unidos es trivial. La exposición de Turquía a través del canal comercial es bastante pequeña, y se reduce a los países vecinos de Europa del Este”, explica Akoner.
El riesgo en el sector bancario europeo parece estar concentrado en unos pocos bancos (BBVA, UniCredit y BNP Paribas). Entre estos tres prestamistas, el español BBVA, con un 14% de préstamos expuestos a Turquía, y el italiano UniCredit SPA, con un 4% de préstamos expuestos a Turquía, son los que mayor riesgo soportan por su exposición a Turquía. Otra cuestión importante que debe tenerse en cuenta es que ambos bancos se encuentran en la Europa periférica, lo que puede tener el potencial para recrear una crisis bancaria y soberana.
“Dada la alta exposición de BBVA, UniCredit y BNP Paribas a los bancos turcos, el precio de sus acciones ha experimentado bajadas en el rango de un 3%-4% en un solo día. Los mercados temen el abultado volumen de créditos vivos del sector corporativo turco con Europa y que la incapacidad de las empresas turcas para hacer frente a sus pagos desate una crisis en su balanza de pagos. Si bien estamos lejos de alcanzar un cuello de botella, la reacción del mercado muestra una mayor preocupación por un escenario de riesgo de cola que creemos es exagerado”, comenta Aneeka Gupta, analista de WisdomTree.
El efecto contagio en el resto de los mercados emergentes
A pesar de que la debilidad de Turquía será un nuevo golpe para los mercados emergentes, en general, el efecto de contagio sobre otras economías emergentes debería ser limitado.
Los países que han compartido similares vulnerabilidades con Turquía, los llamados “cinco frágiles”, como Brasil, India, Indonesia y Sudáfrica, han mantenido unos amplios déficits por cuenta corriente, y de hecho sufrieron las mayores caídas de divisa durante el “taper tantrum” de 2013. A excepción de Turquía, estos países han mejorado significativamente sus fundamentales desde el episodio del “taper tantrum”, por lo que Turquía no es necesariamente un país que represente al conjunto de la clase de activo.
“Por ahora, el resto de las economías emergentes parecen estar soportando parte del castigo por asociación, distintas divisas como el peso mexicano, la rupia india, el rublo ruso y el rand sudafricano se han depreciado. Turquía, en sí misma, representa un riesgo limitado para otras economías emergentes, las relaciones financieras y comerciales son menores que con los bancos europeos”, comenta Botham de Schroders.
En ese sentido, Aaron Anderson, vicepresidente senior de análisis de Fisher Investments,añade que las comparaciones con la crisis económica asiática ignoran varios puntos clave. “Las divisas de los mercados emergentes, incluyendo la Lira, no se encuentran tan vinculadas a las divisas de los países desarrollados como a finales de los 90, los balances soberanos de los países emergentes se encuentran, por lo general, en condiciones mucho mejores y las reservas de divisas extranjeras son notablemente sustanciales”.
Sin embargo, Turquía representa una preocupación que la mayoría de los inversores tienen en contra de los mercados emergentes: si la liquidez global disminuye cuando los bancos centrales del G-4 decidan endurecer su política monetaria, esto podría provocar unas condiciones económicas más difíciles. “Además, cabría tener en cuenta la posible escalada de la guerra comercial entre China y Estados Unidos: ¿qué cabe esperar del conjunto de la política comercial de Trump cuando Estados Unidos impone aranceles a un aliado de la OTAN?”, comenta Akoner.
La respuesta de las autoridades turcas
Las reuniones entre el regulador del sistema bancario y del banco central durante el fin de semana no han arrojado los resultados que el mercado estaba esperando. Aunque las recientes medidas anunciadas por el Banco Central de la República de Turquía tienen por objetivo facilitar la liquidez doméstica, no alcanzarán a restablecer la confianza del inversor internacional.
“Llegado este punto, la falta de una respuesta política creíble está forzando a los activos turcos a una caída en picado. Las tasas locales atraviesan ahora una subida cercana a los 900 puntos básicos para frenar la depreciación de la moneda. Sin embargo, dada la reticencia del Banco Central de la República de Turquía por seguir subiendo tasas en sus reuniones anteriores y los recientes comentarios del presidente Erdogan culpando a una conspiración internacional, en lugar de reconocer la gravedad de la crisis económica resultante de una economía sobrecalentada que se enfrenta a unas condiciones financieras globales más restrictivas, existe pocas esperanzas de un retorno a las políticas ortodoxas en esta etapa”, comenta Delphine Arrighi, gestora de las estrategias Old Mutual Emerging Market Debt, de Old Mutual Global Investors.
La credibilidad del marco institucional de Turquía ha sufrido un fuerte golpe. Según explica Ann-Katrin Petersen, estratega de inversión de Allianz Global Investors, para estabilizar la lira turca el Banco Central de la República de Turquía aumentó su principal tasa de referencia en unos 500 puntos básicos, hasta alcanzar un nivel del 17,75%, en los últimos meses. Sin embargo, esta actuación no ha sido suficiente para contener la inflación y prevenir que las expectativas de inflación se desestabilicen. “La decisión del Banco Central de la República de Turquía del mes de julio de no aumentar los tipos de interés, en combinación con la oposición de Erdogan a no subir los tipos, ha minado la credibilidad del banco central. Además, la fortaleza del marco institucional turco se ha puesto en cuestión dada la emisión de varios decretos por parte presidente Erdogan, así como el nombramiento de su cuñado, Berat Albayarak, como nuevo ministro de Hacienda y Finanzas”.
“El esperado discurso del presidente Erdogan exponiendo un nuevo modelo económico para Turquía acabó realizando más daño a los mercados financieros que ofreciendo apoyo. El discurso del presidente Erdogan carecía de cualquier forma de compromiso con los mercados internacionales y se hizo eco de un sentimiento de desafío y nacionalismo, al afirmar que estaba decidido a no caer preso de los lobbies de los tipos de interés. Erdogan cree que la crisis se puede enfrentar con medidas locales y con sacrificios por parte de los ciudadanos, que intercambien sus posiciones en oro y divisas extranjeras por liras turcas. No se han anunciado nuevas iniciativas políticas. Los mercados estaban esperando una subida mínima de 300 puntos básicos, sin embargo, el ministro de Hacienda y Finanzas, Berat Albayrak, no cumplió con las expectativas del mercado, explica Gupta.
Sin embargo, a pesar de lo complicado de la situación, siguen existiendo puntos a favor de Turquía. Según señala la gestora DWS, el gobierno mantiene un bajo nivel de deuda, del 31% del PIB, aunque la historia muestra que incluso ese tipo de margen no protege contra una posible crisis, y una lira más débil puede tener un impacto positivo sobre las exportaciones y el turismo. “La experiencia de Turquía gestionando crisis no debe ser subestimada. Las décadas anteriores han ofrecido al país numerosas oportunidades para aprender técnicas de gestión de crisis. Turquía puede ofrecer su importante posición geoestratégica y su pertenencia a la OTAN como cartas de negociación. Pero existen más remedios para hacer frente a la crisis, sin embargo, tememos que el país no desea tomar la medicina en estos momentos. Dos pasos en política monetaria serían recomendables: una fuerte subida en los tipos de interés para contener la inflación y la huida de capitales y la negociación de una línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional suficientemente grande como para aliviar las preocupaciones a corto plazo de los prestamistas extranjeros”, comentan.
En esa misma línea, Anderson, explica que Turquía es estratégicamente importante para la OTAN: “Turquía tiene mayor importancia militar y política para sus vecinos que en términos económicos. Ubicada en la intersección entre Europa, Oriente Medio y Asia. Por otra parte, al absorber a millones de refugiados procedentes de Siria y otras regiones, Turquía es importante para la Unión Europea, donde la inmigración sigue siendo un tema político candente. Si Turquía continuase su deterioro hasta el punto que el presidente Erdogan se viese obligado a buscar ayuda, estas cualidades estratégicas representarían piezas claves en la negociación”.
Las sanciones de Estados Unidos a Turquía
El empeoramiento de las tensiones políticas entre Estados Unidos y Turquía ha sido el golpe final para una situación económica ya difícil de por sí, con el colapso de la lira, que ahora alimenta una mayor preocupación por una crisis en la divisa y la deuda en toda regla, debido la cantidad de bonos denominados en dólares que han sido emitidos por el sector privado.
“Al duplicar los aranceles sobre el acero y el aluminio, el presidente estadounidense Donald Trump propició una caída de la lira en un 12,40%. Si bien Turquía no es un gran exportador de aluminio y acero, el anuncio del incremento de los aranceles por parte de Estados Unidos subraya que las negociaciones entre los dos aliados de la OTAN no tuvieron éxito”, explica Gupta.
Según Arrighi, la solución al problema turco podría pasar por incluir controles de capital, que parecen más factibles que una petición de ayuda al Fondo Monetario Internacional, aunque ciertamente no sería el remedio menos doloroso y podría precipitar una recesión, al tiempo que retrasaría el regreso de flujos de entrada al país.
“Un aumento considerable de las tasas, seguido de medidas drásticas de consolidación fiscal siguen pareciendo la opción más viable para volver a anclar la lira y rescatar a la economía turca del borde del abismo. Este caso es muy similar al de Argentina, con las concesiones que el país tuvo que realizar. Dudamos que la voluntad política en Turquía, por lo que podría ser necesarias mayores caídas para forzar la actuación política. Algo de resolución en la disputa política con Estados Unidos podría conducir a un alivio en el corto plazo en la moneda, pero es poco probable que sea sostenible si no va acompañado de acciones económicas creíbles”, concluye Arrighi.