Abanca ha obtenido esta semana la licencia de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) para abrir una oficina en Miami y operar en Estados Unidos. Hasta la fecha, la red exterior de la firma contaba con 13 oficinas en 9 países.
La licencia que llega después de un año de trabajo en el proyecto, permitirá a Abanca desarrollar actividad total con empresas y no residentes, y en determinadas circunstancias desarrollar operativa con residentes de rentas medias y altas.
Miami es una ciudad con gran presencia de no residentes latinoamericanos, españoles y portugueses, colectivos en los que se centrará la estrategia de crecimiento de Abanca.
Con esta nueva apertura, el objetivo de Abanca es seguir creciendo en mercados de alto potencial y, como en el caso de Portugal, en el segmento de la empresa y de las rentas medias y altas.
La oficina de Miami, situada en la zona financiera de Brickell, abrirá antes de que finalice 2018 y contará con 12 empleados, cuatro españoles y el resto estadounidenses.
La autoridad monetaria del país norteamericano ha tomado en consideración para su decisión el nivel de solvencia de Abanca y su experiencia y modelo de gestión. La Fed destaca que el capital de Abanca está por encima de los niveles mínimos que requeriría el Acuerdo de Basilea y se consideran equivalentes al capital que se requeriría de una institución bancaria de los Estados Unidos.
Abanca está presente a través de oficinas de representación en Brasil, México, Panamá, Venezuela, Francia, Alemania y Reino Unido. Además, la entidad cuenta con centros en Portugal, con ficha bancaria propia, y Suiza, con oficinas de ambas modalidades.
Después de 32 años con Janus Henderson Investors, Tim Stevenson, director de Pan European Equities, ha decidido retirarse, aunque permanecerá con el equipo de forma transitoria hasta el primer trimestre de 2019.
El enfoque de la gestora basado en equipos permite que James Ross, co-gestor del Janus Henderson Horizon Pan European Equity continúe administrando el fondo.
Continuidad del proceso
El fondo seguirá con su estrategia de invertir en empresas europeas de alta calidad, que ha registrado buenos resultado a largo plazo. Ni el proceso de inversión y ni el objetivo del fondo cambiarán.
James ha trabajado directamente con Tim co-gestionando carteras paneuropeas de renta variable desde agosto de 2016 y ha trabajado junto a él como miembro del European Equity Team durante muchos años más en un papel anterior como gestor de fondos de renta variable del Reino Unido. James Ross acumula 11 años de experiencia en la industria financiera y cuenta con la designación de CFA.
«James tiene un entusiasmo y un conocimiento impresionantes de las empresas y las oportunidades que existen al invertir en Europa. Estoy muy contento de que asuma toda la responsabilidad de cuidar el capital de nuestros clientes en el complejo pero emocionante área de Europa. Quiero aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a todos los grandes colegas con los que he trabajado en mi carrera en Janus Henderson», declaró Tim Stevenson.
«He disfrutado mucho trabajando con Tim durante los últimos años; estoy entusiasmado con la perspectiva de asumir la responsabilidad exclusiva de nuestros mandatos después de su retiro. Tim dejará un legado de creación de valor constante para los clientes, que trataré de emular», dijo Ross.
Jair Bolsonaro lleva la delantera en las elecciones presidenciales de Brasil con el 46% de los votos. Más allá de sus opiniones tan divisivas en ciertos asuntos sociales (situación de la mujer, comunidad LGBT), sobre el acuerdo de Paris y la corrupción de los gobiernos anteriores, junto con su meta de acabar con la violencia endémica de Brasil al permitir a la población portar armas, ¿existen fundamentos económicos para esta victoria probable?
Dicha victoria tiene explicaciones económicas muy claras. La economía del país ha sufrido desde el 2014 con el colapso de los precios de las materias primas. La recesión de 2014-2015 y 2016 se prolongó demasiado, seguida de una opaca recuperación, que fue más una estabilización que un repunte real. El PIB del segundo trimestre de 2018 todavía cayó 6% por debajo que la cifra registrada el primer trimestre de 2014.
Esta drástica situación puede atribuirse a dos factores. El primero es la alta dependencia del país en las materias primas. Brasil gozó de una situación muy cómoda a inicios de la presente década cuando China se convirtió en su principal socio comercial.
Las oportunidades se incrementaron y los precios de las materias primas aumentaron, por lo que las ganancias eran abundantes y no se incentivó la inversión, lo que generó un fenómeno conocido como mal alemán, donde las ganancias de las materias primas eran tales que no había incentivos para invertir en negocios alternativos. Pero cuando el crecimiento en China empezó a ser más lento y los precios de los commodities se precipitaron, la economía brasileña no pudo adaptarse, por lo que cayó en una severa recesión.
El otro factor es que Brasil destinó recursos financieros considerable a financiar el Mundial de futbol de 2014 y las Olimpiadas del 2016, lo cual, en un país con un enorme déficit por cuenta corriente, añadió mucha presión a las finanzas. La financiación de infraestructuras pública remplazó a la inversión en producción, lo cual empeoró la situación del país aún más. Los brasileños han pagado un precio muy alto por el breve momento de gloria de su nación.
¿Resultaron afectados el empleo y el poder adquisitivo?
Si, el mercado laboral se contrajo y la inflación se elevó, y si analizamos el indicador de la encuesta Markit, el empleo no ha vuelto a los niveles de 2015, especialmente en el sector servicios, si bien el empleo se estabilizó en el sector manufacturero durante el año pasado, aunque a niveles bajos. Por tanto, los brasileños aún están pagando por la recesión.
El otro punto es el aumento en la inflación (casi 11% a principios de 2016) y el deterioro del poder adquisitivo ya que los salarios no subieron. El banco central emprendió medidas para contener la inflación y apretó la política monetaria con una tasa real de interés positiva, lo que pudo haber exacerbado y extendido la recesión económica del país.
Un análisis profundo de esta información –una larga recesión sin una recuperación real, mayor desempleo y un colapso en el poder adquisitivo – proporciona un mejor entendimiento de porque los brasileños decidieron rechazar al partido en el poder, aunque no justifica las decisiones tomadas.
¿Qué podemos esperar para la economía brasileña en el corto plazo?
La economía brasileña es todavía muy inestable y las encuestas más recientes sugieren que el riesgo de una recesión sigue elevado.
En términos más generales, la desaceleración de la economía global no pudo reforzar el impulso económico, si bien en lo que respecta a las materias primas, solamente los petroprecios siguen en tendencia al alza.
El nuevo presidente tiene una dura tarea ante sí ya que el país tiene expectativas muy altas, pero Brasil no es EE.UU.: ya no representa una potencia económica y antes debe reconstruirse, lo cual será un proceso prolongado. Existe un riesgo de que el cambio no llegue lo suficientemente pronto para mantener al electorado brasileño contento, en momentos en que las autoridades también están aplicando una línea más dura en la ley y el orden.
Philippe Waechter, Economista en Jefe de Ostrum Asset Management, filial de Natixis IM.
Pese a los posibles riesgos y populismos, el guión esperado por el mercado se cumplió y Jair Bolsonaro (PSL) pasa a la segunda ronda de las elecciones presidenciales de Brasil, donde se tendrá que en medir apoyos y popularidad contra el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad. El resultado tranquiliza al mercado, pero no disipa todos los riesgos.
Este resultado electoral es un clara indicación de hacia dónde va el viento político en Brasil, que no se desvelará hasta el próximo 28 de octubre. “Perder la presidencia realmente está en manos de Bolsonaro. Hoy habrá un fuerte repunte de los activos brasileños, ya que los mercados financieros asumen que Bolsanaro se convertirá en el próximo Presidente de Brasil en la segunda vuelta de las elecciones a finales de este mes. Más que nada, es un suspiro de alivio en el mercado que el candidato de la izquierda Haddad, cuyas políticas no habrían ayudado a Brasil a salir de su actual agujero económico, casi con toda seguridad no se convertirá en Presidente”, apunta Edwin Gutierrez, jefe de deuda soberana de mercados emergentes de Aberdeen Standard Investments.
El motivo es sencillo: gran parte del atractivo de Bolsonaro es el hecho de que no es parte del establishment político, que ha perdido totalmente su credibilidad en los últimos años. “También tiene un plan creíble de cómo enfrentar dos de los problemas económicos más urgentes de Brasil: el costo de su sistema de pensiones y su stock de deuda. Abordar estas cuestiones probablemente se ha vuelto más difícil como resultado de estas elecciones. Su partido ha ganado un bloque más grande en el Congreso que el que tenía anteriormente y los lamentables resultados de otros partidos podrían llevar a algunas deserciones, lo que debería ayudarle”, añade Gutierrez.
Este resultado ha permitido que los mercados brasileños continúen con su reciente rally, pues estaban preocupados con que el Partido de los Trabajadores pudiera volver a ocupar la presidencia. Sin embargo, Paul Greer, gestor de fondos en Fidelity International, advierte que Brasil tiene retos que van más allá de lograr un nuevo gobierno.
En su opinión, si en la segunda vuelta gana Bolsonaro, la euforia poselectoral no tardaría en desaparecer. “Las controvertidas opiniones de extrema derecha de Bolsonaro dificultarán que su administración pueda aprobar medidas legislativas dada la poca presencia de su partido, el PSL, en el senado (5% de los escaños) y en la cámara baja (10%)”.
Según el análisis que hace el gestor de Fidelity International, dejando de lado las elecciones, “pensamos que los saldos fiscales de Brasil seguirán deteriorándose y que la calificación soberana continuará su descenso hacia una calificación de B durante los próximos 12 a 18 meses. El crecimiento del país sigue por debajo de su nivel potencial y esperamos que se mantenga a ese lento ritmo durante el futuro cercano”.
Para Renta 4 Banco, lo preocupante es que, ante cualquier resultado final el próximo 28 de octubre, ningún partido tiene un plan claramente reformista. Sería algo necesario para controlar las cuentas públicas y reformar la seguridad social y las pensiones. “Aun así, y como hemos visto en México, donde el nuevo gobierno parece que se va a regir por la ortodoxia en sus decisiones económicas, no descartamos que algo similar ocurra en Brasil, lo que a su vez podría traducirse en una recuperación del real brasileño y ser positivo para valores con elevados intereses en la zona”, señala la entidad financiera en su último informe.
Tres consecuencias para los inversores en emergentes
Kim Catechis, responsable de mercados emergentes de Martin Currie (filial de renta variable de la gestora de fondos de inversión Legg Mason), habla de tres claras consecuencias para los inversores en mercados emergentes: en primer lugar, “los mercados se muestran recelosos, pero creen que Bolsonaro (que ha declarado que dejaría la política económica en manos de su ministro de Economía, Paulo Guedes) emprenderá una reforma de la seguridad social y relanzará los procesos de privatización”. En caso de alzarse con la victoria, explica en segundo lugar, “cabría esperar una drástica recuperación de los activos brasileños (renta variable, renta fija y divisas)”.
Y por último indica el reto “considerable” que tiene ante sí Brasil: “El crecimiento es débil y el desempleo está volviendo a aumentar. Si Bolsonaro quiere abordar reformas, procesos de privatización y la corrupción, se enfrentará a una dura oposición. En un país ya de por sí polarizado, los sindicatos se opondrán a las reformas y a las privatizaciones, y toda propuesta encaminada a combatir la corrupción conllevará un periodo de estancamiento político, dado que los burócratas dudarán en darle su visto bueno por si acaban entre rejas. Los mercados de capitales no tienen paciencia para pasar por ese trance”, aclara.
La deuda de mercados emergentes es una clase de activos en crecimiento, que cada vez es más interesante para los inversores institucionales. Además, los precios se han reducido este año debido a la fortaleza del dólar y otros factores técnicos. ¿Ofrece el sector una buena oportunidad de compra ahora, especialmente ante el aumento de las tasas de interés y la normalización de las políticas monetarias en los mercados desarrollados?
Una nueva investigación llevada a cabo por un grupo de estudiantes de la Sloan School of Management del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y supervisada por NN Investment Partners (NN IP) muestra que la asignación óptima a deuda de mercados emergentes en una cartera de renta fija en un entorno de tipos al alza es entre 8% y 35%, dependiendo del apetito por el riesgo de los inversores. Sin embargo, la ponderación de este activo en los principales índices de referencia de renta fija es muy pequeña en comparación.
El análisis comparó los perfiles de riesgo/rentabilidad de una gama de sectores de renta fija en otros periodos históricos de subidas de tipos en los últimos 15 años y estimó cuáles son las asignaciones óptimas para la deuda de los mercados emergentes en carteras de renta fija, dados ciertos niveles de tolerancia a caídas.
Las correlaciones entre las clases de activos se utilizaron durante los períodos de aumento de las tasas. La investigación concluye que incluso aquellos inversores con la tolerancia de riesgo más baja a las caídas –de 0%– en un período de un año aún se beneficiarían de una asignación del 8% a deuda de los mercados emergentes. Para una tolerancia de riesgo de caídas moderadas –retrocesos del 5%–, la asignación recomendada aumenta bruscamente al 26%. La asignación óptima para los inversores dispuestos a aceptar un riesgo de caídas del 15% es del 35%.
«La deuda de los mercados emergentes es una clase de activos bastante poco apreciada. Alentamos a los inversores a que vean más allá de las preocupaciones indebidas y examinen más detenidamente los datos. Las características históricas de riesgo y rendimiento de este activo son muy convincentes, especialmente cuando el rendimiento adicional puede actuar como un amortiguador contra los obstáculos creados por el aumento de los tipos de interés”, explicó Marcelo Assalin, responsable de deuda de los mercados emergentes en NN Investment Partners.
Un análisis previo realizado por NN IP revela los altos rendimientos ajustados por riesgo disponibles de deuda de los mercados emergentes. Primero, el perfil de riesgo-retorno es comparativamente favorable. A 31 de diciembre de 2017, los bonos soberanos locales de los emergentes registraban una rentabilidad casi idéntica al de la deuda high yield de las empresas estadounidenses, pero su calificación crediticia agregada era siete niveles superior. Además, el rendimiento de la deuda corporativa de los mercados emergentes fue casi un 2% superior al de la deuda corporativa investment grade de Estados Unidos, a pesar de tener una calificación crediticia solo dos niveles por debajo.
En segundo lugar, NN IP cree que la deuda de los mercados emergentes tiene ventajas estructurales. Por ejemplo, entre 1983 y 2016, la tasa de recuperación promedio de los bonos soberanos de este activo en los defaults por impago fueron aproximadamente del 54%, lo que fue significativamente mayor que el de la deuda corporativa. Además, no se han producido más de dos defaults de deuda soberana de emergentes en un solo año, y aunque los diferenciales de crédito tienden a estar correlacionados con las acciones estadounidenses, no hubo un aumento significativo de los incumplimientos durante la crisis financiera mundial de 2008.
«El mercado tiende a sobreestimar los riesgos asociados con la deuda de los mercados emergentes, lo que ha creado para el inversor paciente un riesgo más favorable y un intercambio de beneficios que otras clases de activos de renta fija», conluyó Assalin.
El principal desafío del vencedor de la primera vuelta de las elecciones brasileñas, Jair Bolsonaro, será construir una mayoría en el Congreso en caso de ganar la segunda ronda y llegar a la presidencia. Kim Catechis, responsable de mercados emergentes de Martin Currie (filial de renta variable de la gestora de fondos de inversión Legg Mason), considera que el proceso brasileño tendrá tres consecuencias muy claras para los inversores.
1. Los mercados se muestran recelosos, pero creen que Bolsonaro (que ha declarado que dejaría la política económica en manos de su ministro de Economía, Paulo Guedes) emprenderá una reforma de la seguridad social y relanzará los procesos de privatización.
2. En caso de alzarse con la victoria, cabría esperar una drástica recuperación de los activos brasileños (renta variable, renta fija y divisas).
3. Sea quien sea el ganador, tendrá ante sí un reto considerable. El crecimiento es débil y el desempleo está volviendo a aumentar. Si Bolsonaro quiere abordar reformas, procesos de privatización y la corrupción, se enfrentará a una dura oposición. En un país ya de por sí polarizado, los sindicatos se opondrán a las reformas y a las privatizaciones, y toda propuesta encaminada a combatir la corrupción conllevará un periodo de estancamiento político, dado que los burócratas dudarán en darle su visto bueno por si acaban entre rejas. Los mercados de capitales no tienen paciencia para pasar por ese trance.
En la parte positiva, cabe destacar que, aunque la inflación está repuntando, sigue situándose en niveles históricamente reducidos y Brasil no se encuentra en la primera línea de la cada vez más dura guerra comercial entre EE. UU. y China.
BBVA Bancomer colocó en la Bolsa Mexicana de Valores su primer bono verde, denominado BACOMER 18V. Los recursos de la son dirigidos al financiamiento de proyectos con un impacto positivo en el medio ambiente. El 55% destinado a proyectos de eficiencia energética, principalmente edificios sustentables con certificación LEED y el 45% restante a energías renovables (dos parques eólicos y un parque solar) distribuidos en todo el país.
La ceremonia de lanzamiento fue encabezada por Jaime Ruiz Sacristán, presidente del Consejo de Administración de la BMV y con la participación de Eduardo Osuna, vicepresidente y director general de BBVA Bancomer.
Osuna, vicepresidente y director general de BBVA Bancomer, destacó que la colocación “marca un hito en la industria financiera del país, ya que estamos anunciando la 1ra emisión de un bono verde que realiza un banco privado en México”. Y añadió: “Es para mí un motivo de gran orgullo que sea BBVA Bancomer el que toma la iniciativa en este tipo de acciones que tienen la finalidad de contribuir con la sustentabilidad del país y el planeta que habitamos. Esperamos impulsar a que más actores se sumen a estas acciones; el reto que implica el cambio climático debe atenderse con la suma de todos los esfuerzos posibles”.
Las calificadoras Fitch Ratings y Moody’s asignaron la nota “AAA (mex)” y “Aaa.mx” a la emisión por considerar un mínimo riesgo de impago y la fuerte capacidad crediticia del banco.
La cartera de proyectos que se financiarán con el bono verde debe cumplir con ciertos criterios internacionales, llamados Climate Bonds Initiative (CBI) que son más utilizados en mercados desarrollados; y los Green Bond Principles (GBP) que establece la Asociación internacional de Mercado de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés) que son más comunes en mercados emergentes como México y que están enmarcados en la estrategia global de cambio climático y desarrollo sostenible de BBVA.
La emisión fue por un total de 3.500 millones de pesos a tasa variable con un plazo a tres años. Adicionalmente, el banco colocó un bono convencional, a un plazo de cinco años, por otros 3.500 millones de pesos. Las dos emisiones contaron con una sobredemanda en conjunto de 1.4 veces, siendo la distribución de la oferta 100% nacional.
En México se han colocado 11 emisiones con características verdes, sociales o sustentables a partir del 2015 a la fecha, por alrededor de 155 mil millones de pesos. Estas emisiones la realizaron cuatro emisores de bonos verdes (entre los cuales se encuentra BBVA Bancomer), un emisor de bonos sociales y cuatro emisores de bonos sustentables.
La cartera financiada por el bono verde forma parte de un compromiso global de Grupo BBVA para mitigar el cambio climático. Este compromiso vislumbra el financiamiento a proyectos verdes de empresas e instituciones de todas las geografías en las que el Grupo tiene presencia.
En este sentido, además del portafolio financiado por el bono verde, BBVA Bancomer ha concretado en abril de este año el primer crédito corporativo verde formalizado en América Latina por 400 millones de dólares a través de un préstamo sindicado en conjunto con otras entidades. Los fondos otorgados están destinados al refinanciamiento de la construcción de tres parques eólicos en México. De la misma forma, BBVA Bancomer se encuentra trabajando en el financiamiento privado de varios proyectos verdes que se harán públicos próximamente.
Ha transcurrido ya una década desde la gran crisis financiera, y aunque el FMI reconoce que se han aprendido algunas lecciones y que el sistema financiero es en general más sólido, alerta que han surgido nuevas vulnerabilidades que no deben ser ignoradas.
Así pues, Tobias Adrian , director del departamento monetario del FMI, señala que el nuevo sistema financiero aún no ha sido puesto a prueba y aunque “las políticas monetarias acomodaticias siguen respaldando el crecimiento, los riesgos a corto plazo del sistema financiero mundial han aumentado en cierto grado en los últimos seis meses”
La deuda de los gobiernos, las empresas y los hogares se ha incrementado notablemente desde la crisis aumentando la sensibilidad del sistema financiero actual a ciertas vulnerabilidades presenten en el mercado. Las tensiones comerciales, la incertidumbre política y las presiones del mercado financiero son los principales riesgos a corto plazo que señala Adrian. En concreto, para los mercados emergentes, menciona el encarecimiento del endeudamiento externo, sobre todo para los países con menor calificación crediticia, debido al fortalecimiento del dólar y la subida de tipos de interés en Estados Unidos y apunta futuras dificultades a la hora de refinanciar la totalidad de su deuda en moneda extranjera.
El FMI ha cuantificado el impacto que una intensificación de los presiones sobres las economías emergentes tendría sobre los flujos de capitales, y que según los análisis que han llevado a cabo, podrían alcanzar niveles similares a los registrados durante la crisis financiera. “A medio plazo, hay una probabilidad de 5% de que las economías de mercados emergentes, excluida China, experimenten salidas de flujos de cartera de deuda de USD 100.000 millones o más “
Adrian incluye otros riesgos en la lista, como son, un brexit sin acuerdo, problemas de política fiscal en países muy endeudados de la zona euro y una normalización de la política monetaria a un ritmo mayor del previsto en las economías desarrolladas. No obstante, la nota concluye con una serie de recomendaciones de medidas proactivas que deberían tomarse entre las que destacan, para los mercados emergentes, la necesidad de mantener un nivel adecuado de reservas y su uso prudencial.
Hace casi un año que JP Morgan Asset Management lanzó en Europa sus primeros ETFs. En aquel entonces eran ETFs de renta fija y liquidez, así como de beta alternativa. Ahora, anuncia el lanzamiento de tres nuevos ETFs de renta variable de gestión activa para el próximo 16 de octubre, que se listarán simultáneamente en varias bolsas europeas: (London Stock Exchange, Deutsche Boerse Xetra, Borsa Italiana, SIX Swiss Exchange).
En un mercado con muchísimo potencial, con un estimado de 30 billones de dólares en activos bajo gestión para 2030, JP Morgan Asset Management cree que no llega tarde al mercado y lanza estos tres ETFs de renta variable que buscan corregir ciertos sesgos que los índices de referencia suelen tener:
JPM Europe Research Enhanced Index Equity (ESG) UCITS ETF (referenciado al MSCI Europe Index)
JPM US Research Enhanced Index Equity (ESG) UCITS ETF (referenciado al S&P 500 Index)
JPM Global Research Enhanced Index Equity (ESG) UCITS ETF (referenciado al MSCI World Index)
Los tres nuevos ETFs ofrecerán a los inversores carteras similares a sus respectivos índices (con un nivel de riesgo y construcción de la cartera parecidos a los del índice que replican) pero, lo más importante, es que cuentan con una ventaja añadida, a diferencia de una inversión “puramente pasiva”.
Estos tres ETFs aprovecharán la dilatada experiencia de JP Morgan Asset Management y su probada trayectoria en Research Enhanced Index (REI), a través de un proceso diferenciado de selección de valores basado en el análisis propio.
El experimentado equipo de analistas de renta variable de JP Morgan Asset Management, que está formado por más de 65 profesionales, distribuidos por todos los principales centros financieros del mundo, aporta su visión a los equipos de gestión. Empleando esta “ventaja informativa”, los gestores de las carteras implementan pequeñas sobreponderaciones en compañías que consideran atractivas e infraponderan las que consideran menos atractivas. En consecuencia, las carteras mantienen las características del índice, a la vez que buscan generar un exceso de rentabilidad.
Además, estos tres nuevos ETFs también presentan la novedad de ser los primeros que integrarán desde el principio de forma sistemática y explícita los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés), en el proceso de toma de decisiones de inversión.
Para integrar estos factores ESG, los nuevos ETFs de renta variable de gestión activa irán un paso más allá, aplicando un filtro de exclusión de determinados tipos de compañías basado en normas y valores.
“Estamos encantados de presentar los primeros ETFs ESG de renta variable de gestión activa. Es una novedad que tanto nuestros clientes como el sector estaban esperando. Estos ETFs intentan incorporar lo mejor de la gestión activa y de la pasiva y pueden jugar un papel versátil en las carteras, como el de conseguir exposición a ciertos mercados de renta variable con un coste eficiente”, afirmó Bryon Lake, responsable del negocio internacional de ETFs en JP Morgan Asset Management.
“Tras el lanzamiento de nuestros primeros ETFs europeos, del que se cumplirá un año este mes de noviembre, ahora ofrecemos soluciones en renta variable, renta fija y alternativos. Esperamos continuar aumentando nuestra oferta en los próximos años con estrategias de inversión de gestión activa, beta estratégica y gestión pasiva que aprovechan lo mejor de las capacidades de inversión de JP Morgan Asset Management”, concluyó Lake.
Edmond de Rothschild AM (EdRAM), gestora internacional independiente de origen francés, ha reforzado sus equipos de gestión de inversiones con tres promociones internas: Kris Deblander, Marc Halperin y Jacques-Aurélien Marcireau.
Así, Kris Deblander, quien trabaja en la compañía desde 2008, será el nuevo director de inversiones en renta variable y deuda corporativa, dejando su puesto anterior como director adjunto. Deblander, reportará a Philippe Uzan, director de inversiones. Kris se incorporó al equipo de Edmond de Rothschild Fund Income Europe el año pasado y ahora será su gestor principal. La transición respetará la continuidad de las inversiones, ya que el fondo ha tenido una estructura colegiada y transversal desde su creación.
Tras la marcha de Pierre Nebout, Marc Halperin ha sido nombrado codirector de renta variable europea junto con Philippe Lecoq. Ahora será el director general de Edmond de Rothschild Tricolore Rendement, junto con François Breton y Ariane Hayate, que llevan más de 10 años en el Grupo Edmond de Rothschild.
Halperin se incorporó a Edmond de Rothschild Asset Management, en Francia, en julio de 2009 como gestor de fondos de renta variable europea. Ha desempeñado un papel clave durante más de 10 años en su equipo de renta variable europea y un papel fundamental en la gestión de las estrategias EdR Fund Equity Euro Core y Euro Sustainable Growth.
Es licenciado por ESSCA, tiene un Máster en Mercados Financieros por la Universidad de Clermont-Ferrand y es miembro de la Sociedad Francesa de Analistas Financieros (Société Française des Analystes Financiers -SFAF). En 2001, se incorporó al Fondo de Garantía de Seguros Obligatorios (Fonds de Garantie des Assurances Obligatoires) de Francia como gestor de fondos inmobiliarios antes de ser ascendido a Jefe de Renta Variable en 2004.
Por último, Jacques-Aurélien Marcireau ha sido nombrado codirector de renta variable internacional, puesto que compartirá con Christophe Foliot. También ha sido nombrado director adjunto de inversiones en renta variable con un enfoque transversal en innovación.
Marcireau se incorporó al equipo internacional de renta variable de Edmond de Rothschild Asset Management (Francia) en 2009 como gestor de fondos. Es licenciado por el Institut d’Etudes Politiques de Lille y tiene un Máster en Economía y Análisis Financiero por la Universidad de Lille 2. Su experiencia en big data ha ayudado a Edmond de Rothschild Asset Management (Francia) a posicionarse como pionero en esta temática de la inversión. Es el principal gestor de la estrategia Edmond de Rothschild Fund Big Data.
Marc Halperin y Jacques-Aurélien Marcireau reportarán a Kris Deblander, ahora director de inversiones de renta variable y deuda corporativa de Edmond de Rothschild Asset Management. Estos nombramientos se han hecho efectivos de forma inmediata.