Históricamente, una asignación en la categoría de gran capitalización de crecimiento dentro de la clase de activo renta variable, representada por el índice Russell 1000 Growth, ha dado a los inversores una razonable oportunidad para ganar exposición a acciones de mediana capitalización, que, para este análisis se definen como empresas con una capitalización de mercado entre 2.000 millones de dólares y 25 millones, según se ilustra en el gráfico 2.
La ventaja de esta ineficiencia dentro de la clase de activo es que puede ayudar a diversificar una cartera, al menos desde el punto de vista de la capitalización de mercado. Sin embargo, debido principalmente al fuerte desempeño de una serie de acciones tecnológicas (y su consiguiente aumento en la capitalización de mercado) dentro del índice Russell 1000 Growth, los inversores actuales pueden estar menos capacitados para ganar exposición a las empresas de mediana capitalización a través de una asignación tradicional al índice de gran capitalización de crecimiento (cómo se muestra en el gráfico 1).
En nuestra opinión, el dominio de las acciones de gran capitalización de mayor influencia puede verse apreciado desde la perspectiva de cestas de capitalización bursátil, como se ilustra en el gráfico 2, donde la exposición a acciones de mediana capitalización en el índice Russell 1000 Growth ha disminuido desde un 39%, que era la composición del índice en 2010, a tan sólo un 19%, a 31 de agosto de 2018. Además, merece la pena señalar dónde se ha reasignado el cambio en porcentaje: lo que hemos observado es un incremento significativo en las acciones con una capitalización de mercado superior a los 300.000 millones en el índice.
Mientras desde el punto de vista de la perspectiva de la capitalización ha habido una falta de diversificación experimentada por el índice, es importante señalar que es este giro unidimensional en la exposición de la capitalización del mercado el que ha añadido una capa adicional de riesgo de concentración donde, como se ilustra más abajo, más del 30% del índice Russell 1000 Growth se enfoca en aquellas empresas con una capitalización bursátil superior a los 300.000 millones de dólares. El gráfico 3, lo pone en perspectiva.
En el año 2010, Facebook no era ni siquiera una empresa pública, su salida a bolsa fue en mayo de 2012, pero en la actualidad es la sexta empresa con mayor capitalización bursátil del índice, por detrás sólo de Apple, Alphabet, Amazon, Microsoft y Berkhire Hathaway.
Mientras la capitalización del mercado para las empresas de mayor crecimiento se ha acelerado de forma dramática desde mediados de 2016, dejando atrás las empresas de mediana capitalización, cómo puede progresar esta tendencia es algo incierto. Sin embargo, lo que sabemos es que una asignación en gran capitalización de crecimiento hoy en día proporciona una exposición mucho menor a empresas mucho menores dentro del espectro, y por lo tanto, una asignación dedicada a acciones de mediana capitalización crecimiento puede ser un componente clave dentro un marco de asignación exhaustivo de ahora en adelante.
Columna de Nicholas J. Paul, gestor institucional de carteras de inversión en MFS Investment Management.
Tuaisceart Éireann es el nombre en gaélico para Irlanda del Norte. Este enclave dentro de la isla de Irlanda, que sigue fiel a la corona y a la Casa de Windsor, está en proceso de convertirse en un símbolo del actual punto muerto en las negociaciones entre Reino Unido y Europa para las gestiones del Brexit.
El riesgo está ahora en su momento cumbre en cuanto a las discusiones con directivos del sector empresarial, que confirman la dimensión de la falta de preparación de las autoridades en Reino Unido. Ante el titubeo expresado por el liderazgo europeo en una cumbre informal en Salzburgo, la postura de Theresa May parece aún más frágil ahora.
May deberá tratar de salvar su pellejo en la conferencia del Partido Conservador el 30 de septiembre. Sin embargo, este factor no ha evitado que los mercados de renta variable sigan avanzando, especialmente el de Estados Unidos, que registró un flujo en ingresos récord –14.500 millones de dólares– hacia sus bolsas, pese a que las tasas de interés escalaron: el rendimiento de bonos a dos años alcanzó el 2,8% y la deuda a 10 años está actualmente en casi el 3,1%. Además los índices alcanzaron un máximo histórico.
Rotación hacia value
Desde DNCA, filial de Natixis IM, vemos tres catalizadores potenciales podrían detonar una fuerte rotación hacia las acciones value en el mercado de renta variable: la confirmación del aumento en las ganancias (especialmente en Europa), una tendencia al alza en las tasas de interés a largo plazo (como respuesta a la potencial presión inflacionaria y las tensiones salariales) y las elecciones de medio mandato en Estados Unidos, con una posible mayoría demócrata en la Cámara de Representes que podría brindar calma entre la retórica proteccionista de la administración de Trump.
¿Y Europa?
Europa se muestra como una entidad dispuesta a otorgar su voto de confianza y lista para imitar al desempeño incentivado por la renta variable en Estados Unidos, a pesar de múltiples obstáculos en las diversas negociaciones que actualmente se llevan a cabo (guerra comercial entre EE.UU. y China, Brexit, la presentación del presupuesto en Italia, el renovado impulso francoalemán por el proyecto europeo).
Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante para los inversores, ya que la intransigencia y terquedad de todos los interesados al rehusarse a lograr algún avance en estos temas estratégicos representa una amenaza real para la economía, aunque no sistémica en este punto.
Como afirmara el filósofo francés Montaigne, aceptar enfrascarse en una discusión implica correr el riesgo de cambiar de opinión al término de ésta. Quizá este adagio debería comunicarse al oído de los líderes políticos involucrados.
Igor de Maack es portfolio manager de DNCA, filial de Natixis IM.
En la antepenúltima reunión del año del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el consenso del mercado espera que la Fed anuncie un alza de tipos de 25 puntos básicos, situando la tasa de interés de fondos federales en un rango entre el 2% y el 2,25%, y anticipa una subida adicional en alguna de las dos siguientes reuniones del año, ya sea en noviembre o diciembre.
Además, en la reunión de septiembre se revelarán nuevas proyecciones económicas y las valoraciones de los participantes del Comité Federal de Mercado Abierto sobre política económica, es decir, una nueva entrega del famoso diagrama de puntos de la Fed, que se ha convertido en una herramienta de predicción sobre los posibles movimientos en la tasa de interés de fondos federales.
“Creemos que es probable que la Reserva Federal comunique que su política monetaria deja de ser acomodaticia, o que simplemente elimine esa palabra de su comunicado. En los recientes discursos realizados por miembros de la Fed se ha hecho hincapié en que las tasas están llegando a un nivel de neutralidad y que están en el camino de convertirse en política restrictiva dentro de una expansión económica continuada”, comentan desde el equipo de BofA Merrill Lynch Global Research.
“Esto se puede ver reflejado en el diagrama de puntos, cuyo riesgo aumenta en el largo plazo del 2,875% al 3,0%. También creemos que el diagrama de puntos de 2021, que será de nueva entrega, será algo más elevado que el de 2020, sitúandose en un 3,5%. Esto significa que la Fed está debatiendo si las tasas estarán al menos unos 50 puntos básicos por encima de la tasa de equilibrio a largo plazo. Los mercados esperan que la Fed tenga un tono más optimista, lo que podría no resultar en una reacción significativa en el incremento de tasas o en las proyecciones, especialmente si se tiene en cuenta cómo ha cambiado la cotización para 2019 de la Fed. Creemos que la Fed está comprometida a endurecer su política monetaria y esto debería resultar en una curva más plana con el transcurso del tiempo. Los mercados de divisas están esperando una Fed optimista y el dólar estadounidense se ha depreciado con la reciente anticipación de nuevas subidas de tasas”, explican.
De este modo, François Rimeu, responsable de multiactivo y estratega senior de La Française AM, argumenta que en su gestora esperan que el “punto medio” del diagrama de puntos permanezca prácticamente sin cambios con dos alzas más este año: entre ellas que la Reserva Federal incremente la tasa de fondos federales en 25 puntos básicos, (tal y como lo espera el mercado); tres en 2019 y una en 2020.
“También conoceremos las nuevas previsiones para 2021, que deberían ser similares a las previsiones para 2020. Las tasas de largo plazo cambiarán cuando un nuevo votante, el Sr. Clarida, exprese su opinión por primera vez; creemos que será revisado a la baja, pero sin un impacto significativo en los mercados”, aclara Rimeu.
Cuatro subidas en 2018
La parte que despierta más interés y, por tanto, resulta más interesante de la reunión de este miércoles será el comunicado posterior que efectuará Jerome Powell, ya que la subida en el mes de septiembre está del todo descontada. “Con esta nueva subida, la Fed habrá realizado tres alzas de tipos este año. Desde Degroof Petercam esperamos una nueva subida antes del cierre del ejercicio. La mayoría de los miembros de la FED secundan esta cuarta subida y el mercado le otorga una posibilidad cercana al 80%. Los datos macroeconómicos publicados recientemente refrendan este escenario. El crecimiento de la economía norteamericana se sitúa ligeramente por encima del 4% y el mercado laboral se encuentra en pleno empleo. Con estos datos, es fácil pensar que la decisión está tomada. Esperaremos para saber si los datos adelantados que posee la Fed siguen en esta línea o si, por el contrario, se empieza a vislumbrar una ligera desaceleración”, indica Juan Ramón Casanovas, responsable de la gestión de carteras privadas en Bank Degroof Petercam Spain.
En ese sentido, Franck Dixmier, director global de renta fija en Allianz Global Investors, espera que la Reserva Federal enfatice sobre la necesidad de llevar a cabo una normalización continuada de la política monetaria, realizando un total de cuatro aumentos en 2018 y dos más en la primera mitad del próximo año.
“Cada nuevo informe sobre el sólido crecimiento económico en Estados Unidos, así como el aumento controlado de la inflación, parece validar el enfoque de la Fed para normalizar la política monetaria de Estados Unidos. La actividad económica está en auge en los Estados Unidos y la Reserva Federal parece estar haciendo un buen trabajo al continuar con la normalización de la política monetaria sin perder de vista la inflación. Si bien el informe del IPC de agosto fue levemente inferior a las expectativas, el informe de empleo del mismo mes arrojó un sólido conjunto de datos. Las nóminas de EE. UU. han sido fuertes, el crecimiento de los salarios, situado en un 2,9%, es saludable y el desempleo se encuentra en un 3,9%. Incluso la medida más amplia de la tasa de desempleo, el informe U-6, cayó en agosto a un impresionante mínimo en 17 años”, señala Dixmier.
Según explica el experto de Allianz GI, esta convergencia de la actividad económica indica claramente que la economía de Estados Unidos está avanzando. Sin embargo, aunque la inflación tiende a subir, habiendo llegado al 2,7% en el mes de agosto, no está aumentando como para enviar una señal de advertencia a la Reserva Federal.
“Es importante enfatizar que la Reserva Federal no pondrá sus planes de alza de tipos en piloto automático. El FOMC será pragmático a medida que se acerque a la tasa neutral, una tasa que no estimula ni frena el crecimiento económico. Las estimaciones varían sobre cuál es la tasa neutral correcta, pero el presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, dice que es alrededor del 2,5%; otras estimaciones lo ubican alrededor del 3%, mientras que el rango objetivo para los tipos de fondos federales es en la actualidad entre un 1,75% y 2,00%. En cualquier caso, a medida que la Reserva Federal se acerque más a la tasa neutral, esperamos que permanezca inmune a la presión política, a medida que evalúa el camino seguido por la inflación y sus riesgos para la actividad económica de Estados Unidos. Al mismo tiempo, la Fed es consciente de los riesgos que se avecinan, como la escalada de las guerras comerciales, un Brexit difícil, una política contenciosa en Italia, el contagio en los mercados emergentes y la desaceleración en China”, añade.
“En general, la política de la Fed sigue siendo acomodaticia, a la vez que, claramente, no está detrás de la curva, y la Fed parece estar elevando los tipos a la tasa adecuada para mantenerse al día con la inflación. Hay que tener en cuenta que el FOMC comenzó las subidas al comienzo del ciclo económico actual, cuando no había inflación, porque confiaba en que la inflación volvería. Y la Fed tenía razón”, asevera.
La que sería la tercera subida del año, estaría en línea con el mensaje comunicado en las anteriores reuniones de la Fed, en un contexto donde el mercado ya descuenta con un 83% de probabilidades una subida adicional en diciembre, según señalan los expertos de Renta 4 Banco.
Concuerda con esta visión, Hans-Jörg Naumer, responsable global de mercados de capitales y research temático de Allianz Global Investors, que cree la subida de los tipos de interés es casi segura. “El mercado monetario anticipa ya esa subida y las expectativas respecto a sus tipos se han movido un poco al alza ajustándose a lo que se espera del FOMC. Será interesante ver hasta que punto la citada autoridad monetaria cambia su lenguaje y pasa a utilizar el adjetivo “neutral”, en lugar de “acomodaticio”. Tendrá que ir con pies de plomo, ya que no quiere que el mercado descuente que el ciclo de subidas terminará antes, pero sabe que se está acercando cada vez más al tipo de interés neutral”.
En esa misma línea, Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM, gestora afiliada de Natixis IM, también apuesta por un escenario de cuatros subidas de tipos en 2018 y aplaza las incógnitas para el 2019. “En las últimas actualizaciones de las proyecciones económicas y financieras realizadas por los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto en junio, se esperaban tres subidas de tipos en 2019, ¿cómo podríamos tener una idea más clara de lo que está por venir? Parece que para 2018 ya estuvieran confirmadas cuatro subidas por parte de la Fed. Mencioné este escenario a principios de año debido a la política fiscal expansionaría implementada por la Casa Blanca, y no he cambiado de opinión, la subida en la tasa de interés de fondos federales no es más que un modo de contrarrestar los desequilibrios creados por esta política que busca impulsar la demanda doméstica”, comenta.
Asimismo, Dave Lafferty, estratega global en jefe de Natixis IM, defiende que, en su opinión, la política de la Fed se aproxima a una fase más peligrosa a medida que se avanza hacia el 2019. “La tasa real de los fondos federales está alcanzando 0% por primera vez en 10 años ya que la tasa cercana al 2% finalmente está alcanzando a la inflación de casi 2%. Los créditos inmediatos ya no son dinero gratis. Quizá lo más importante es que la ruta esperada para la restricción de la Fed hacia el año próximo deberá llevar las tasas a más de r* (“r-star”), la frontera teórica donde la política de la Fed va de acomodaticia a restrictiva. Independientemente de que tan bien Powell difunde su mensaje esta semana, el logro de estas dos hazañas debe fungir como una advertencia de que los próximos 100 puntos base de restricciones serán probablemente mucho más dolorosos para los inversionistas que los últimos 100 puntos base”, explica el experto de Natixis IM.
Lectura positiva de la economía doméstica
Las previsiones económicas se actualizarán, pero nuevamente, sin cambios significativos, ya que el crecimiento y la inflación siguen una tendencia similar a la observada en agosto. Según apuntan desde el equipo de análisis de Ahorro Corporación Financiera, el PIB del tercer trimestre de 2018 podría mantener un fuerte ritmo de crecimiento, en torno al 3,2% inter-trimestral anualizado, después de haber crecido un 4,2% en el segundo trimestre de 2018, favorecido por la rebaja fiscal aprobada a comienzos de año. “Creemos que, con la tasa de inflación en el entorno del objetivo (el deflactor del consumo privado se sitúa en el 2,3% interanual y la tasa subyacente en el 2,0%), la fortaleza del crecimiento económico y los mínimos de la tasa de paro (3,9%) respaldan que la Fed siga subiendo los tipos de interés gradualmente”, comentan.
Por otra parte, esperan que las previsiones macroeconómicas permanezcan sin cambios sustanciales. “Las previsiones de crecimiento podrían no variar significativamente desde un 2,8% para 2018, a un 2,4% para 2019 y un 2,0% para 2020 y podría situarse en torno al 1,9% para 2021. Asimismo, no esperamos cambios sustanciales en las previsiones de inflación (medida por el deflactor del consumo privado) desde el 2,1% para el periodo 2018-2020 y podría situarse en el 2,2% para 2021”, adelantan.
De nuevo, Waechter, haciendo referencia al impulso en la demanda doméstica en la econonomía, sostiene que ésta refleja el impacto de dos factores: el primero es el impacto directo de los recortes fiscales y el aumento del gasto público, pudiéndose observar los efectos positivos de este enfoque de dos vertientes para la demanda. El segundo componente sería la política comercial que aspira a utilizar la producción doméstica para reemplazar las importaciones, lo que impulsa notablemente la demanda de bienes y servicios de las empresas estadounidenses. Es decir, la Casa Blanca ha adoptado un doble enfoque: por un lado, impulsa la demanda doméstica y en el otro, dirige esta demanda adicional hacia empresas estadounidenses en lugar de hacia importaciones. “Este impulso interno puede tener al menos dos consecuencias directas: la primera es el riesgo de inflación, porque la demanda es fuerte, y la segunda, es debida a los mayores aranceles en las importaciones. En el primer aspecto, una demanda más fuerte por los bienes y servicios estadounidenses empujará los precios al alza. Los aranceles del 20% en la importación de lavadoras ya han subido el precio de estos bienes en un 16,4%. El otro factor es que el incremento de la demanda doméstica llevaría a un deterioro del déficit externo de Estados Unidos, conforme la demanda crece de forma instantánea, pero lleva tiempo construir las fábricas, por lo que las importaciones crecen mientras tanto”, añade.
El impacto en los mercados emergentes
Sin embargo, hay otros gestores que confían en que la Reserva Federal estadounidense tome un tono más acomodaticio, pudiendo interrumpir su actual programa de subidas de tipos a finales de este mes, lo que proporcionaría a los mercados emergentes un respiro necesario y podría desencadenar un repunte de alivio en la región.
“Creemos que la última acta de la Fed mostraba un tono acomodaticio, por lo que ahora esperamos una subida adicional este mes y, de momento, ninguna más”, declara CarlEichstaedt, gestor de renta fija en Western Asset, filial de Legg Mason especializada en renta fija global.
Según apunta Eichstaedt, el contenido del acta de septiembre será clave, especialmente si la Fed elimina la palabra “acomodaticio” de su declaración, lo que podría constituir una señal de que pausará su ciclo de subidas de tipos. “No esperamos que retome el ciclo de subidas en diciembre, por lo que podríamos observar un repunte en el tramo corto de la curva de rendimientos, lo que sería positivo para los mercados emergentes y para la deuda corporativa”
Según el gestor de Western Asset, si se analiza esta crisis de los mercados emergentes y se compara con las anteriores, se puede ver que esta región se encuentra en una posición radicalmente distinta en este momento. “Los mercados emergentes, en general, han sabido reducir con éxito su dependencia a la deuda en dólares y no creemos que cuenten con un problema comparable al de las demás crisis. Por ello, en nuestra opinión, esta clase de activos cobra ahora más atractivo que nunca para los inversores, si bien entraña riesgos idiosincrásicos”.
Entre estos riesgos, se incluyen puntos de máxima relevancia, como Turquía y Argentina. “Turquía acaba de subir tasas como se esperaba hasta un 24%, y Argentina está tomando los pasos correctos, pero hasta ahora solo ha obtenido resultados negativos, pero otras áreas siguen siendo atractivas” afirma.
“Entre las posiciones que han sido favorecidas en las carteras de Western Asset, como la de la estrategia Legg Mason Western Asset US Core Bond, se encuentran países como México, Brasil, Rusia e Indonesia. Mucha de la caída en los mercados emergentes ha sido exagerada, el peso mexicano, por ejemplo, es la novena divisa más líquida del mundo, mientras que Rusia constituye ahora una inversión atractiva desde el punto de vista de las valoraciones y los inversores están recibiendo una mayor compensación por asumir ese riesgo”, agrega Eichstaedt.
A pesar de que nuevos aranceles han sido establecidos sobre las importaciones estadounidenses de productos producidos en China, éstas tuvieron poco impacto en los mercados, y el sentimiento inversor mejoró considerablemente. “Incluso el dólar cayó la semana anterior. La volatilidad del mercado se redujo, los mercados bursátiles asiáticos, incluyendo la Bolsa de Shanghai, subieron en un 4%”, explica Axel Botte, estratega de inversiones en Ostrum AM, gestora afiliada de Natixis IM.
“La deuda emergente denominada en dólares y la denominada en divisa local atrajeron flujos de entrada de nuevo. En lo que respecta a las divisas, el real brasileño se benefició de un contexto más de apoyo. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años aumentó en 9 puntos básicos a un 3,08%, antes de que el Comité Federal de Mercado Abierto mantenga su reunión de septiembre”, concluye Botte.
El consenso de mercado señala que hoy la Fed anunciará una nueva subida de tipos. Pese a la gran probabilidad de que esto ocurra, Bill Papadakis, estratega macroeconómico de Lombard Odier, ha analizado el entorno macroeconómico de Estados Unidos y señala los cinco motivos principales que podrían llevar a la Fed a cambiar de idea.
A medida que la expansión entra en su décimo año, las cicatrices de la crisis financiera mundial se desvanecen y las condiciones económicas se parecen cada vez más a las expansiones anteriores. Un largo período de crecimiento sostenido ha permitido a la Fed proceder con siete subidas de los tipos de interés, con la tasa de los fondos federales ahora en el 2% y es probable que continúe aumentando. En este contexto, la pregunta crítica para los inversores es cuánto más puede avanzar el ciclo y qué podría hacer que la Fed reduzca el ritmo o pare.
En opinión de Papadakis, la inflación, la desaceleración de la economía, la tasa de los fondos federales, unas perspectivas económicas más débiles y el aumento de las tensiones comerciales serían motivos suficientes para que la Fed se planteara si en septiembre debe subir los tipos. Sin duda, estos asuntos estarán en la reunión de mañana sobre la mesa.
La inflación: el objetivo del endurecimiento de la política monetaria es prevenir el sobrecalentamiento de la economía, es decir, que el riesgo de crecimiento no sobrepase su potencial. En este contexto, la evidencia sugiere que el proceso de ajuste de la Fed aún tiene mucho camino por recorrer porque la inflación, después de haber pasado un largo tramo por debajo del 2% durante las primeras etapas de la recuperación posterior a la crisis, ahora ha vuelto a su objetivo. Según Papadakis, “debido a un mercado laboral cada vez más ajustado, precios más altos de los productos básicos y el impacto esperado de los aranceles, es probable que la inflación interna aumente más en el corto plazo. La Fed reconoce que es posible que se superen sus previsiones, que actualmente son de un crecimiento para el consumo privado del 2,1% tanto para 2019 como para 2020”.
Desaceleración de la economía:por ahora la economía de Estados Unidos muestra pocas señales de desaceleración. El crecimiento del PIB en la primera mitad de 2018 superó el 3%, muy por encima de la mayoría de las estimaciones. Los estímulos fiscales en curso deberían seguir respaldando el crecimiento en los próximos trimestres y las estimaciones de la Oficina del Presupuesto del Congreso (CBO) apuntan a un aumento del crecimiento de alrededor de 0,3% en 2018 y 0,6% en 2019. “Además de una desaceleración del crecimiento, la Fed podría tener que detenerse si la inflación no se materializa. Si bien los datos más recientes de empleo y crecimiento sugieren que el riesgo de sobrecalentamiento está aumentando, el entorno actual puede ser menos propenso a los excesos inflacionarios que los ciclos anteriores. Asimismo, los riesgos del exterior a menudo se ven como un posible desencadenante de una pausa en el proceso de ajuste de la Fed. Desde este punto de vista, incluso si la economía de los Estados Unidos se mantiene fuerte frente a una política más estricta, los legisladores pueden reconsiderar su postura en función de sus efectos en otras economías” ratifica Bill Papadakis. Sin embargo, vale la pena señalar que la Fed tiene un alto nivel para permitir que desarrollos en el extranjero afecten su perspectiva de política. Históricamente, la Reserva Federal solo ha tendido a cambiar su postura en la medida en que las condiciones en otras partes presenten un serio riesgo de contagio a la economía de los Estados Unidos, como la crisis de la deuda soberana europea de 2011-2012.
Los fondos federales:la orientación actual de la Fed sugiere aumentos continuos de los tipos de interés hasta que la tasa de los fondos federales alcance el 3,5% en 2021, cifra más alta que el nivel considerado adecuado, que es de un 3%. Dada la dinámica positiva en el crecimiento y la inflación, es posible que la Reserva Federal reconsidere esta orientación y apunte a una postura más restrictiva en el futuro cercano. Esto es de particular importancia desde el punto de vista de la inversión ya que los mercados parecen estar mal preparados para tal escenario. El mercado de tasas de Estados Unidos sugiere que los inversores dudan seriamente de la orientación de la Fed, y esperan que los tipos alcancen un pico en 2019 en niveles ligeramente superiores al 2,5%. La sorpresa sería, por lo tanto, material, si la Fed efectivamente cumple con los ajustes que actualmente planea.
Perspectivas económicas más débiles:la razón más obvia para que la Fed cambie su curso sería una perspectiva económica más débil. Después de haberse tomado un tiempo para comenzar, el ciclo alcista ahora avanza con aumentos de tarifas trimestrales de 25 puntos básicos y continuas reducciones del balance a un ritmo anunciado previamente. “Esperamos que los efectos rezagados del endurecimiento de la política monetaria en el pasado, combinados con un dólar más fuerte, suavicen el impulso del crecimiento el próximo año. Aun así, creemos que se necesitaría un debilitamiento material de las perspectivas económicas para que la Reserva Federal cambie su enfoque actual. Nuestra expectativa del crecimiento es de aproximadamente un 2,5% en 2019, cifra que sugiere una política monetaria sin cambios. En este contexto, esperamos que la Fed pueda ofrecer tres subidas adicionales en 2019”, asegura Papadakis.
Aumento de las tensiones comerciales:el riesgo de una perspectiva económica más débil en los próximos trimestres aumentaría si los efectos de los aranceles y las tensiones comerciales resultan más perjudiciales para la confianza y la inversión que hasta ahora. Para Papadakis: “Esta es una posibilidad real dados los signos de escalada que hemos visto en ocasiones en la administración Trump. Aunque nuestro caso base sigue siendo que se evitará una guerra comercial, es difícil pronosticar la reacción de la Reserva Federal frente a un shock de oferta muy negativo ya que sus efectos debilitarían el crecimiento y elevarían la inflación, lo que plantea un dilema sobre la política más adecuada. Sin embargo, si las instituciones ven más riesgo para el crecimiento de la caída de la confianza que para el efecto inflacionario temporal, tendría sentido detener el ciclo”.
La presencia de mujeres en la industria de gestión de activos gana peso también entre los principales cargos de las firmas. En esta ocasión, Franklin Templeton Investments ha nombrado a Sonal Desai directora de inversiones del quipo de renta fija de la gestora, cargo que ocupará a partir del 31 de diciembre de 2018.
Tras casi una década en la gestora, Disai ocupará este nuevo cargo desde el que supervisará los equipos de crédito corporativo, deuda de mercados emergentes, préstamos bancarios, agregado global, bursatilizado, mercado monetario, multisectorial, local y las estrategias de renta fija local y a sus equipos, que gestionan un total de 157.000 millones de dólares en activos de renta fija para inversores de todo el mundo.
Según ha informado la gestora, esta promoción interna se produce con motivo de la jubilación de Chris Molumphy, que abandonará su cargo a finales de este año. Molumphy comunicó su intención de retirarse tras 30 años en la empresa y desde 2000 ocupando el cargo de director de inversiones del equipo de renta fija desde 2000 y 30 años con la empresa.
A raíz de este relevo, Jenny Johnson, presidente y director de operaciones de Franklin Templeton Investments, ha destacado las cualidades de Desai: “Aporta un gran liderazgo de pensamiento y una experiencia equilibrada y cultivada a través de su experiencia académica, con el FMI y como economista, combinada con sus muchos años de gestión de carteras y liderando nuestro equipo global de análisis macro. Somos extremadamente afortunados de tener un líder tan hábil listo para tomar el mando cuando Chris se retire. Sonal continuará guiando a Franklin Templeton Fixed Income Group en la entrega de opciones de inversión atractivas y un sólido desempeño para nuestros clientes”.
La promoción interna de Desai no es la único que ha anunciado la firma, sino que ha explicado que Calvin Ho ocupará su lugar como directora de investigación de Templeton Global Macro, y asumirá las responsabilidades de gestión de carteras de una serie de estrategias globales de Templeton Macro, informando directamente al Dr. Hasenstab.
Desai se unió a la firma en 2009 como directora de análisis de Templeton Global Macro. En este puesto, trabajó estrechamente con el Dr. Michael Hasenstab, director de inversiones de Templeton Global Macro, para liderar la agenda de análisis del equipo, enfocándose en el análisis macroeconómico regional y específico de cada país, así como modelos de valoración de tasas de interés y tipos de cambio, y riesgos crediticios en los mercados de deuda en moneda local y en moneda dura.
BlackRock y Thomson Reuters han unido fuerzas para lanzar un ETF que proporciona exposición a empresas de mercados desarrollados y emergentes que promueven prácticas de diversidad e inclusión. Se trata del iShares Thomson Reuters Inclusion & Diversity UCITS (Ticker: OPEN), que busca replicar al índice de rentabilidad total Thomson Reuters Global Large/Mid Diversity and Inclusion ex. Controversial Weapons Equal Weight.
El índice clasifica de manera transparente y objetiva a más de 2.000 empresas que cotizan en bolsa globalmente, y se compone de las 100 compañías con los lugares de trabajo más diversos e inclusivos, según lo miden 24 indicadores en cuatro categorías principales: diversidad, inclusión, desarrollo de personas y finalmente, noticias y controversias, abarcando un espectro más amplio de dimensiones de la diversidad que aspectos como el género.
Debra Walton, de Thomson Reuters comentó: «Establecimos este índice de Diversidad e inclusión hace tres años en respuesta a la creciente demanda de datos en apoyo de los mandatos de inversión de ESG… Estamos encantados de que BlackRock esté desarrollando el primer ETF que sigue al índice. Esperamos con interés traer esta asociación con nosotros a Refinitiv y trabajar con la industria en iniciativas similares basadas en ESG».
Brian Deese, de BlackRock, comentó: «La disponibilidad cada vez mayor de datos corporativos de sostenibilidad, así como el avance en la tecnología, ha permitido medir y comprender mejor las métricas, como la inclusión y la diversidad, desde una perspectiva de inversión. En BlackRock, nos comprometemos a ser líderes en el uso de nuevos datos y herramientas que ofrecen soluciones de inversión sostenibles a escala, que ayudan a mejorar los resultados financieros para nuestros clientes y aceleran la adopción de prácticas comerciales sostenibles en todo el mundo».
Por su parte, Rachel Lord, de BlackRock, añadió: «Sabemos que diversos equipos toman mejores decisiones, y esto en última instancia es bueno para los inversores. Estamos lanzando este Fondo en un momento en que un foco de atención está firmemente en las empresas para mostrar lo que están haciendo para mejorar la diversidad de su fuerza de trabajo, y como los inversores demandan nuevos fondos para expresar preferencias específicas dentro de sus carteras. Es un importante paso adelante en la evolución de productos que aprovechan el poder del cambio social para ofrecer resultados de inversión a largo plazo».
El fondo es uno de los 15 UCITS de BlackRock con temática ESG. Su costo es de 0,25%.
Luis Caputo, uno de los referentes de la administración macrista, dimitió este martes de su cargo de presidente del Banco Central de Argentina, lo que causó gran sorpresa e inmediatamente provocó la caída de las acciones y bonos argentinos, la subida del dólar y del riesgo país. Caputo será sustituido por Guido Sandleris, uno de los negociadores del acuerdo con el FMI.
La renuncia se produce en plena gira del presidente Mauricio Macri, quien se encuentra en Nueva York para negociar un préstamo con el FMI, reunirse con inversores y participar en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Caputo afirmó que su renuncia se debía a razones personales y según un escueto comunicado del Banco Central, deja el cargo: «con la convicción de que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional reestablecerá la confianza acerca de la situación fiscal, financiera, monetaria y cambiaria».
El texto oficial señala también que «Caputo le ha expresado al Presidente Macri todo su agradecimiento por la confianza depositada en él para ocupar diferentes cargos desde el comienzo de su gobierno; primero como Secretario de Finanzas, luego como Ministro de Finanzas y como presidente del Banco Central de la República Argentina durante este último tiempo».
Caputo estuvo tres meses al frente del BCRA, anteriormente fue Secretario de Finanzas y ministro de Finanzas. Fuentes del gobierno aseguraron al diario La Nación que su salida estaba prevista y guarda relación con la firma del acuerdo con el FMI, que probablemente se anuncie mañana miércoles.
Según la prensa argentina, en los últimos tiempos se habían producido tensiones entre Caputo y el FMI sobre cómo intervenir para manejar la subida del dólar.
El portavoz del FMI, Gerry Rice, reaccionó al cambio: «Tomamos nota de los anuncios de hoy sobre el cambio en el Banco Central de Argentina. Esperamos continuar nuestra estrecha y constructiva relación con el BCRA bajo el liderazgo de Guido Sandleris», declaró.
Goldman Sachs Asset Management está comprando deuda del gobierno turco y argentino al tiempo que incluye activos en sus carteras de los mercados emergentes que arrojan peores resultados en lo que va de año.
No en vano, los bonos de ambos países están liderando las ganancias mundiales en septiembre, y mientras Argentina está trabajando con el Fondo Monetario Internacional para reparar sus finanzas, Turquía se ha comprometido a dar respaldo a sus bancos.
Philip Moffitt, jefe de renta fija de Asia-Pacífico en Goldman Sachs Asset Management, declaró a Bloomberg que los bonos turcos y argentinos se han visto diezmados por la huída de los inversores, “a pesar de que las finanzas de las dos naciones siguen siendo sólidas”, dijo.
«Ha habido algunos eventos políticos locales disfuncionales, como los de Argentina o Turquía, y eso está impulsando a algunos inversores de los mercados emergenets a vender», dijo Moffitt. «Pero incluso lugares como Turquía, donde la política apesta, su financiación local y los balances soberanos locales son en realidad fuertes”
La decisión de Goldman se produce en un contexto de escalada de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, el repunte del dólar y la escalada de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que han afectado al atractivo de los mercados emergentes desde Turquía a Indonesia.
En los últimos meses, hemos sido testigos de dos fenómenos interesantes en India. El primero es el cambio considerable en los microindicadores del país, el segundo es el papel desmesurado de unas pocas acciones en la dirección de las bolsas. Ambos ofrecen información sobre por qué la selectividad es esencial para invertir en el mercado de valores de la India.
En los últimos años, la India ha disfrutado de buenas condiciones macroeconómicas principalmente impulsadas por una inflación moderada, tasas de interés más bajas y por los precios de las materias primas, una cuenta corriente manejable y una divisa en proceso de apreciación.
A pesar del contexto macroeconómico positivo, es decir, la salud de muchas empresas indias, tenía margen de mejora, dado que muchas sufren por el alto apalancamiento y la baja demanda de sus productos. Dejando de lado la micro, el mercado de renta variable (representado por el índice MSCI India) aumentó casi un 39% en 2017. Este aumento fue impulsado en gran medida por los flujos nacionales y extranjeros que perseguían los buenos datos macroeconómicos, pero que estaban ignorando el deterioro del micro del contexto.
Avancemos hasta 2018. Este año la macroeconomía se ha visto presionada en gran medida por la depreciación de la moneda y el aumento de los precios de las materias primas, mientras que el contexto micro ha mejorado considerablemente. Las compañías indias están avanzando y la demanda está volviendo. A continuación enumeramos algunas de las tendencias positivas que estamos identificando sobre el terreno.
Las inversiones nacionales en activos fijos han aumentado constantemente desde mediados de 2017. A finales del primer trimestre de 2018, la inversión doméstica en activos fijos como porcentaje del PIB alcanzó el 29%, cerca de 100 puntos base más que el promedio de los últimos seis trimestres. Esto se tradujo en una inversión anual adicional de 25.000 millones de dólares.
La utilización de la capacidad y la producción industrial se han recuperado. La utilización de la capacidad aumentó a l75,2% en el trimestre finalizado en marzo de 2018 desde el 74,6% en el mismo periodo del año anterior, mientras que el índice de producción industrial (PII) en la industria manufacturera repuntó 4,2 puntos.
Hemos sido testigos de pedidos sin precedentes en el sector de las infraestructuras. Estos han sido para carreteras, viviendas (positivas para el sector del cemento), generación de electricidad y otros. Además en el lado de los procedimientos de bancarrota están progresando. La resolución de los préstamos incobrables debería liberar capital que pueda reciclarse en la economía.
Un mercado impulsado por unas pocas acciones
El aumento del mercado en 2017 puede haber dado la impresión de que el repunte de la renta variable fue generalizado, ya que el 89% de las empresas del índice contribuyeron positivamente a los retornos del MSCI India.
Sin embargo, si miramos de cerca los detalles: una cuarta parte de los retornos del índice provino de solo tres compañías, que en conjunto representan una quinta parte del peso del índice. En resumen, los flujos replicaron el índice, y algunos pesos pesados, independientemente de sus fundamentos y valoraciones, movieron el mercado.
En 2018, a pesar de la mejora del entorno micro, el mercado ha caído en territorio negativo. Cuando examinamos los retornos, podemos ver un patrón similar pero a la inversa. Esta vez, solo el 28% de los componentes del índice contribuyeron positivamente a sus retornos.
Casi la mitad del retorno positivo –el 9%– fue generado por solo tres nombres que tienen un peso total de un cuarto del índice. En otras palabras, el 72% de los componentes del índice hizo caer el índice en más del 10%. Por lo que, podemos decir que, el mercado sigue impulsado por unas pocas acciones y el movimiento no tiene una base amplia.
La buena noticia para los inversores es que las valoraciones de una parte significativa del mercado parecen razonables después de la corrección. Esta puede ser una oportunidad para que los inversores entren en compañías que se beneficiarán de la mejora del contexto micro a valoraciones más bajas que antes.
Selección de empresas en un paisaje cambiante
Como inversores activos, seleccionamos compañías independientemente de si son parte del índice. Nuestra estrategia de inversión se centra en la selección de acciones bottom-up. En un mercado emergente como India donde los riesgos son abundantes, una comprensión profunda de las empresas a un nivel micro ayuda mucho. La fortaleza del modelo comercial, las personas que dirigen el negocio y la valoración a pagar son los tres criterios más importantes que evaluamos.
Nuestro portafolio incluye empresas que consideramos que están justamente valoradas y que probablemente se beneficiarán con la recuperación de la inversión nacional.
En términos de sectores, estamos sobreponderando el sector exportador (como las empresas de TI y las farmacéuticas) que se están beneficiando de la demanda global y una depreciación de la moneda local. Hemos reducido nuestra exposición a sectores defensivos, como el consumidor, porque consideramos que sus valoraciones son caras y porque creemos que estas empresas pueden no ser capaces de captar el lado positivo de la economía.
Creemos que nuestro enfoque para seleccionar cuidadosamente las empresas en este paisaje cambiante permitirá a los inversores capturar oportunidades. Más importante aún, este enfoque probado en el tiempo, perfeccionado en múltiples ciclos de mercado, sirve como un sistema integrado de gestión de riesgos para mitigar el riesgo de pérdida permanente de capital para nuestros inversores.
Siddhartha Singh es managing director de renta variable asiática de PineBridge Investments.
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Se suponía que este 2018 sería un año de recuperación para Brasil. La recesión más importante de su historia terminó en el segundo trimestre de 2017, cuando el gasto de los consumidores un creció 1.4%, después de nueve trimestres de retroceso. Durante los siguientes 12 meses, 1,300 millones de dólares se insertaron en la economía más grande de América Latina a través de fondos negociados en bolsa, lo que convirtió a Brasil en una de las 10 naciones más importantes entre los inversionistas.
Entonces la llegada masiva de dinero se detuvo. En julio, los fondos internacionales estaban saliendo más rápido que en cualquier otro lugar del mundo. El más grande de ellos, el ETF de BlackRock MSCI Brasil, sufrió una de sus peores salidas de capital desde su inicio de operación en el año 2000.
Gran parte del riesgo a la inversión se atribuye al vacío en las elecciones presidenciales del próximo octubre. El gran favorito entre varios rivales con un apoyo fragmentado es Luiz Inácio Lula da Silva, quien fuera presidente de 2003 a 2011, periodo en el que los mercados se dispararon y el Producto Interno Bruto creció un promedio anual de 4.1%. Pero Lula se encuentra encarcelado y recientemente fue excluido por el Tribunal Supremo de competir en las elecciones.
No es para preocuparse. Si la historia brinda alguna pista sobre lo que viene a continuación, los inversionistas pueden respirar fácilmente sin importar quién termine en el Palacio de Alvorada. Esto es porque en más de cuatro gobiernos desde los años noventa, tanto la moneda, como el Ibovespa Brasil Sao Paulo Stock Exchange Index, responden más al aumento y la caída de las valuaciones de los productos básicos, que a los caprichos de la política y su administración.
Con los precios de los minerales como la bauxita y los productos agrícolas como la soja a punto de subir, quien gane estará en el lugar correcto en el momento adecuado.
Hasta ahora, en este siglo, el Ibovespa y el real han fluctuado con oscilaciones en el Bloomberg Commodity Index, que alcanzó niveles récord en 2008 y una tendencia a la baja desde 2011, según datos compilados por Bloomberg. Eso ayuda a explicar por qué el periodo de Lula en el cargo sigue siendo el mejor de Brasil para la creación de riqueza: el real se apreció 113% frente al dólar, mientras que el mercado bursátil produjo un rendimiento total (ingreso más apreciación) 824% mejor que el índice de referencia para los mercados emergentes, de acuerdo con datos compilados por Bloomberg.
Ninguno de sus compañeros se acerca siquiera a esa actuación. Su predecesor, Fernando Henrique Cardoso, tuvo la suerte de atrapar un rally de materias primas cuando finalizaba el siglo XX (fue elegido en 1995) y desafortunado después de una recesión que llegó cuando estaba terminando su segundo mandato en diciembre de 2002. Como resultado, los inversionistas perdieron 6.98% en acciones contra el índice de referencia y 76.10% en reales. Ningún candidato tuvo una percepción tan favorable de parte de los inversionistas como Cardoso, quien lideró las encuestas durante los seis meses previos a las elecciones cuando el mercado accionario ganó 38.85% contra el índice de referencia y el real se fortaleció 18.75%.
Dilma Rousseff, una economista que fue la sucesora elegida por Lula, tuvo la desgracia de tomar posesión luego de que los precios de los productos básicos llegaran a su punto máximo, lo que socavó su agenda política. El mercado bursátil perdió 44.75% de su valor contra el índice de referencia para los mercados emergentes entre su toma de protesta en enero de 2011 y fue destituida en mayo de 2016. El real se depreció 52.33% durante el mismo período, según datos de Bloomberg.
Luego vino Michel Temer, que se benefició de seis meses de ganancias bursátiles y de divisas, ante las expectativas de que la destitución de Dilma por cargos de conducta criminal indebida resultaría en reformas fiscales anunciadas por su administración. Una vez que asumió el cargo, el Ibovespa continuó trabajando con un real relativamente estable hasta principios de este año, cuando se hizo evidente que era un jugador frágil con un gobierno aún manchado en disputa.
La correlación entre los ciclos de materias primas de Brasil y los mercados alcistas y bajistas no ha pasado desapercibida para algunos de los inversionistas más exitosos. Alaska Investimentos Ltda., propiedad del multimillonario Luiz Alves Paes de Barros, considera que las elecciones de octubre próximo son en su mayoría irrelevantes.
«Estamos en una posición de riesgo total», dijo Henrique Bredda, socio de la firma, que produjo un rendimiento total del 333% durante los últimos tres años con su fondo Alaska Black Master FIR BDR Nivel. El fondo superó al índice de referencia de Ibovespa en un 66% y es un perpetuo líder entre sus competidores desde 2013, según señalan los datos de Bloomberg.
Durante los últimos ocho años, Alaska Black Master convirtió sus participaciones en compañías de materiales básicos de bajos a altos de acuerdo con el índice de referencia, y las acciones discrecionales del consumidor igualaron el índice de referencia con sobrepeso, entre otras decisiones. La estrategia de Alaska es lo opuesto a muchos administradores de dinero, que consideran que las elecciones son las menos amistosas para los mercados en décadas.
«No hay que mirar la economía para tratar de predecir el rendimiento de las acciones de Brasil», dijo Bredda en una entrevista en agosto realizada en las oficinas de Bloomberg en Sao Paulo. «Se trata de productos básicos. Creemos que las materias primas subirán mucho».
En cuanto a quién ganará las elecciones, dijo: «No importa».
Matt Winkler es Fundador y editor en Jefe Emérito, Bloomberg News. Esta columna fue hecha con la colaboración de Shin Pei