Los saltos que hicieron El Dow Jones (DJI), S&P 500 (S&P), Nasdaq Compuesto (NASDAQ), Russell 2000 (RUT) los días 15 y 16, parecen más bien reacciones técnicas por haber caído a la línea del promedio móvil (PM) de 200 días, que indicios de recuperación. Los índices cayeron una media de 8,60% desde sus máximos recientes (RUT, -11,26%; NASDAQ, 9,60; S&P, -6,93%; DJI, 6,62%). El RUT prosiguió 4,7% más allá del PM, fue el único que tocó y traspasó el PM 300, y, en proporción, fue tercero en magnitud de rebote. ¿Qué podríamos entender?
Es octubre y no cabe entusiasmarse mucho. Puesto que se tienen bien claras las razones de la baja (sobreprecios, alza continua de tipos de interés, indefiniciones sobre Brexit, nubarrones económicos y políticos sobre UE, amenazas comerciales, entre otras), y suficientemente asimilado que no se resolverán en el corto ni mediano plazos, aun con el paliativo de los resultados trimestrales, es difícil aceptar sin más que las alzas de estos días signifiquen vuelta rápida a los techos históricos. Los indicadores sugieren que hay espacio para bajas adicionales pues, en su ajuste, los índices no alcanzaron la zona de sobre-venta. Los rebotes podrían tomarse como un alto en la trayectoria de baja o tal vez como síntoma de estancamiento.
A juzgar por las cifras de retorno acumulado en cinco, tres, un año (de cierre a cierre de cada septiembre) y en 2018, se supone comprensible que desde hace meses se intuyera o trazara una toma de utilidades más sustanciosa que las previas. Véanse los datos redondeados:
El IPC, que rondó en agosto y septiembre el umbral de los 50.000 puntos, bajó en esta racha un tanto menos que las referencias de Wall Street. Su reacción positiva, por tanto, ha sido tibia, precisamente hasta la línea del PM 200, sin sacudirse el sesgo bajista. Con todo, ha dejado en dos semanas la mitad de los puntos que había ganado en cuatro meses. Huelga decir que su desempeño acumulado ha sido pobre: pérdida de 1% en un año; ganancia de 1% en 2018.
Si repasásemos el comportamiento de las bolsas en anteriores ciclos de subida de tasas por parte de FED, veríamos que el patrón de vuelta al alza precisa por lo menos de un semestre, no menos. En esta ocasión, se advertiría: siempre que los resultados coadyuven y los demás elementos no encallen. Por supuesto, el patrón conlleva vaivenes y recaídas que, en esta ocasión, si se dieran, coincidirían con el traspaso hacia y de la línea del PM 300, lo que puede ser malo para algunos e interesante para otros. Si nos atenemos a las señales técnicas, supondríamos que este PM marca un piso más duro y decisivo para Wall Street: si se alcanza y valida, el rebote inyectaría confianza; si se rompe, cuidado…
En cualquier caso, sea que la baja se pronuncie o devenga lateralidad, la historia de los octubres y la subida escalonada de réditos por decisiones de política monetaria, permite desinflar precios y entrar a niveles atractivos. He ahí lo interesante.
Andbank España lanza el servicio Wealth Planning, una nueva solución de planificación patrimonial personalizada diseñada para acompañar a los clientes durante toda su vida, adaptándose a los cambios que se puedan producir en su situación personal, laboral o patrimonial. Este nuevo servicio se puede contratar con un pago único de 600 euros para el primer informe.
Según ha explicado desde Andbank España, los clientes que contraten el servicio Wealth Planning informarán a la entidad de su situación patrimonial para que, mediante un proceso automatizado, se realice una proyección de su capacidad de ahorro y su capacidad para conservar su patrimonio en el futuro. En base a estos datos, se determinará cuáles son las mejores opciones para preservar el patrimonio del cliente y mantener su nivel de vida en el largo plazo, si bien se pueden contemplar otras opciones.
Este servicio tendrá en cuenta aspectos como situación personal y profesional, edad, fuentes de ingresos y gastos habituales del cliente, la previsión de ingresos y gastos futuros, así como la diversificación de su patrimonio en activos líquidos e ilíquidos y su nivel de vida, para establecer su capacidad de ahorro y de preservación del patrimonio, y planificar de manera adecuada su futuro financiero.
Además, el servicio Wealth Planning está diseñado para adaptarse a cualquier cambio que se pueda producir en la situación personal, laboral o patrimonial de los clientes. La entidades destaca que, gracias a esta flexibilidad, es un servicio capaz de acompañarles durante toda su vida, incluso hasta después de la jubilación o retiro, teniendo siempre en cuenta cuáles son las soluciones que mejor se adaptan a cada fase de la vida.
A raíz del lanzamiento, Marcelino Blanco, director de planificación patrimonial de Andbank España, ha explicado que “el servicio Wealth Planning es una solución de gran ayuda para que los clientes puedan garantizar la seguridad de cara a su jubilación y puedan planificar su futuro con la anticipación necesaria. España es uno de los países con mayor tasa de sustitución pública de las pensiones: en la actualidad el Estado cubre con las pensiones el 82% de los salarios medios. Pero dado el actual escenario de las pensiones en nuestro país, esto va a cambiar en la próxima década”.
Blanco justifica este nuevo servicio dado la proyección de la población española que, en 20150, contará con 76 pensionistas por cada 100 personas en edad de trabajar. “Es fundamental concienciar a la población sobre este tema y ofrecerles servicios adecuados y personalizados para planificar y asegurar un futuro financiero y patrimonial estable”, insiste.
Desde Andbank destacan que el servicio Wealth Planning es un nuevo ejemplo de su compromiso con la innovación, y refuerza su objetivo de situarse a la vanguardia de la industria para ofrecer a los clientes las soluciones que mejor protegen su patrimonio.
Nuevo banquero en Bilbao
El lanzamiento de Wealth Planning no ha sido la único novedad de la entidad esta semana. Hoy mismo anunciaba la incorporación de Unai Garate Martínez como nuevo banquero privado para su oficina de Bilbao. Esta incorporación está dentro del marco de la estrategia de la firma por reforzar el compromiso y la presencia de la entidad en la región y seguir mejorando la calidad del servicio que ofrece a sus clientes.
Unai Garate Martínez cuenta con más de 14 años de experiencia en la gestión de patrimonios y en el desarrollo de negocio de banca privada. Proviene de Credit Agricole Indosuez Wealth Europe, Sucursal en España, donde era gestor de patrimonios de banca privada. Anteriormente, trabajó en Caixabank como gestor de patrimonios y en el desarrollo de negocio en el País Vasco. Además, es licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto y cuenta con Certificación EFPA.
Según ha destacadoJaime Garciapons Pulido, director territorial de Andbank España, “ la incorporación de Garate Martínez refuerza la apuesta de Andbank España por incorporar a los mejores profesionales de la industria, poniendo a disposición de los clientes las soluciones de inversión que mejor se adaptan a sus necesidades en cada una de las regiones en las que estamos presentes”.
Tras el nombramiento de Unai Garate Martínez, la oficina de Andbank España en Bilbao, que está situada en la Torre Iberdrola ha registrado un crecimiento del 14% durante la primera mitad del año, cuenta con un equipo de profesionales compuesto por diez personas. Este equipo está dedicado a ofrecer las mejores soluciones de gestión de patrimonios para responder a las necesidades de los clientes de la región.
Abante lanza un nuevo fondo de autor creado y gestionado por un perfil profesional diferente al habitual de la industria. Se trata de Abante Biotech Fund, gestionado por Juan Martínez (ingeniero de telecomunicaciones) y Armando Cuesta (médico), un fondo de renta variable internacional que invierte en empresas de biotecnología o de ciencias de la vida.
Este tipo de fondo llega después de que el año pasado, la firma lanzara Abante Quant Value Small Caps, un fondo de inversión de bolsa global gestionado por el astrofísico Narciso Benítez. En opinión de Santiago Satrústegui, presidente de Abante, la gestora cuenta con el tamaño adecuado para poder presentar a sus clientes, en la medida adecuada siempre, este tipo de fondos creado por especialistas en determinadas áreas. “Dentro de nuestra filosofía de gestora de arquitectura abierta, estamos abiertos a escuchar las ideas de inversión de astrofísicos, médicos o de aquellos que tengan una buena idea”, ha señalado.
Su nuevo fondo Abante Biotech Fund, que comenzará a levantar dinero en las próximas semanas, está en esta misma línea. Se trata del primer fondo español de gestión activa que invierte en empresas cotizadas de este sector y su objetivo es batir al Nasdaq Biotechnology Index (NBI) en el medio y largo plazo.
En opinión de Joaquín Casasús, director general de la gestora de Abante, el sector biotecnología vive una gran revolución por el impulso de áreas de desarrollo como la edición genética o la nanotecnología. “La biotecnología es una de las llamadas megatendencias que actualmente observamos, en parte por estar tan vinculado con el fenómeno de longevidad de las sociedad desarrolladas. Este sector suele tener un comportamiento sin mucha relación con el momento del ciclo económico y, como peculiaridad, creemos que suele estar infrarepresentado en las carteras de los inversores porque requiere un análisis muy diferente del que habitualmente se hace en renta variable”, ha explicado Casasús durante la presentación del fondo esta mañana en Madrid.
Juan Martínez y Armando Cuesta, creadores de este fondo, explican que para abordar la inversión en este sector es necesario hacer una análisis no solo financiero de las empresas, sino comprender cómo es el ciclo de investigación, cómo es el campo científico en que desarrolla su actividad y cómo es su comportamiento financiero respecto al ciclo económico.
Abante Biotech Fund
El fondo estará invertido entre el 80% y100%, y estará compuesto por una cartera diversificada de valores, entre 30 y 40, cada uno de los cuales no pesará, inicialmente, más de un 5% en cartera y que se rotarán de forma activa.
El sector de biotecnología y ciencias de la vida no correlaciona con la macro, permitiendo así al inversor que tenga otros activos “poder diversificar y mejorar la gestión del riesgo”, tal y como destacan Martínez y Cuesta.
Los gestores han explicado que el proceso de inversión incluye un primer paso de selección de las mejores empresas por su relación entre rentabilidad y riesgo, para después hacer una due dilligence exhaustiva tanto científica como financiera. Los gestores hacen una valoración mediante un modelo propio para determinar el potencial de subida o caída de la compañía cotizada, para, finalmente, analizar el momento de entrada y la filosofía de inversión adecuadas en cada caso.
Martínez y Cuesta controlan el riesgo del fondo diversificando las inversiones por estrategia y horizonte temporal. Incluyen en su cartera compañías con al menos un evento científico importante en el corto plazo, empresas con ingresos estables y recurrentes en el sector de ciencias de la vida, tecnologías con capacidad de tener un impacto innovador en la forma de tratar una enfermedad y gestión activa de la liquidez.
Abante Biotech Fund completa la gama de fondos de autor de Abante, de la que forman parte Okavango Delta, Kalahari y Spanish Opportunities de José Ramón Iturriaga, Abante Pangea de Alberto Espelosín, Abante European Quality de Josep Prats y Abante Quant Value Small Caps de Narciso Benítez.
Tras su cambio de nombre, Merian Global Investors se centra en crecer. Hoy la gestora ha firmado un acuerdo estratégico e histórico con Ping An Asset Management, gestora de activos con sede en Hong Kong y subsidiaria de China Ping An Insurance Overseas, que profundiza en sus relaciones y busca nuevos proyectos comunes.
Según han explicado desde Merian Global Investors, ambas gestoras han firmado un memorando de entendimiento para iniciar una nueva asociación estratégica con el objetivo de unir sus habilidades y experiencia para beneficiar a sus clientes. Además, esta alianza visibiliza la intención de ambas gestoras de abrirse a nuevos desarrollos de negocio y buscar sinergias.
El acuerdo alcanzado supone que ambas partes trabajarán juntas para explorar oportunidades de desarrollo de negocio en el área de asesoramiento en inversiones, trader y distribución de fondos, incluyendo la posibilidad de intercambiar conocimientos y talento.
Ya existía una relación previa entre ambas gestoras. De hecho la gestión de Merian China Equity Fund fue subcontratada a Ping An AM en marzo de 2018, por parte de Merian Global Investors.
Según ha explicado Richard Buxton, consejero delegado de Merian Global Investors, tras anunciarse el acuerdo: “Estamos encantados de esta nueva alianza con Ping An Asset Management (Hong Kong). Hacer crecer nuestra presencia en Asia es uno de nuestros principales objetivos estratégicos y la oportunidad de asociarnos con una de las empresas de servicios financieros más grandes y respetadas de China es increíblemente oportuno. Creemos que el acceso al conocimiento local y a la experiencia en asesoramiento de uno de los gestores de activos chino especializado será un gran beneficio para nuestros clientes. Tengo plena confianza en que esta será una asociación muy gratificante y espero poder compartir más detalles sobre nuestra actividad conjunta a su debido tiempo «.
Por su parte, Hoi Tung, presidente de Ping An Insurance Overseas Holding, ha destacado que esta nueva relación estratégica “marca el comienzo de nuestra transformación para convertirnos en un verdadero gestor de activos para terceros, ya que solo gestionamos nuestro capital de seguros interno al aprovechar nuestra fortaleza en el conocimiento del mercado local y la experiencia en inversión. Estamos muy entusiasmados de cooperar con Merian Global Investors y esperamos continuar forjando una relación más profunda y sólida en el futuro”.
Tras la crisis económica, la inversión por factores ha ganando popularidad. Ahora, el factor investing es bastante común entre los inversores porque, según Allianz GI, es una solución para lograr una rentabilidad constante, para las estrategias de renta variable multiactivo, como alternativa a la gestión pasiva y para lograr una gestión activa más eficiente.
En opinión de Tanya Vasileva, especialista de producto en la gama de fondos Best Styles de Allianz GI, este tipo de estrategia sigue siendo gestión activa que pueden ofrecer a los inversores un retorno más consistente. “La idea es ofrecer un rendimiento constante gracias a que se pueden ajustar los factores según el entorno de mercado. Además, cada tipo de factor te proporciona rendimiento de una forma, por lo tanto, puedes controlar cómo generarlo en la cartera y sumarlo al alpha que logre el gestor”, explica Vasileva.
La flexibilidad que permiten los factores es uno de los argumentos de Vasileva para explicar su popularidad, ya que permiten adaptarse con mayor rapidez a un entorno macroeconómico cambiante, como es el caso del actual. Pero esta no es la única ventaja que, en su opinión, tiene la inversión por factores: “Permite también una mayor diversificación, entendiendo como un mix de factores con diferentes sensibilidades al entorno de mercado. Los factores están pensados para que en todos los contextos del mercado funcionen bien. Actualmente, permite un mayor equilibro y diversificación entre las posiciones cíclicas y defensivas en las carteras”. Además, desde la óptica del riesgo, la especialista de producto de Allianz GI defiende que los inversores se pueden beneficiar del factor investing como herramienta para gestionar el propio riesgo.
Sobre todo, considera que este tipo de estrategias se ha convertido en una buena alternativa a la gestión pasiva y como producto core para algunas carteras. “Para los gestores que les gusten los ETFs, pero no descarten la gestión activa, son una buena alternativa porque el inversor va a saber todo el tiempo cuáles van a ser las fuentes de rentabilidad de su cartera. Incluso son muy útiles para la parte core de carteras que quieren garantizar un rendimiento consistente o para hacer coberturas”, añade Vasileva.
Allianz GI materializa toda esta visión en sus estrategias Best Styles, que son fondos de renta variable multifactoriales que obtienen recompensas por exposición al riesgo de acciones para proporcionar buenas rentabilidades ajustadas al riesgo de los clientes. Bajo esta gama de productos, Allianz GI cuenta con 37.000 millones de euros de activos bajo gestión.
Amiral Gestion fortalece su negocio con dos nuevas incorporaciones para continuar con el crecimiento de la firma. Se trata de Pierre-Antonine Door, que ocupará el cargo de responsable de clientes institucionales, y de Jean-Christophe Drillaud, que será designado el nuevo director en marketing y comunicación.
Con motivo de este anuncio, Benjamin Biard, director de desarrollo de Amiral Gestion, ha señalado que “desde su creación Amiral Gestion ha puesto en el centro de su estrategia el desarrollo de un sólido equipo de gestión, dimensionado y motivado para detectar las compañías creadoras de valor a largo plazo. A día de hoy esperamos poder reforzar el servicio prestado a nuestra creciente clientela. La llegada de Pierre-Antoine y de Jean-Christophe nos permitirá responder a las exigencias de nuestros inversores en cuanto a transparencia y calidad de la información”.
Pierre-Antoine Door, que ocupará el cargo de responsable de clientes institucionales, ha estudiado derecho en la Universidad de Orléans y un Master en ESG Paris. Pierre-Antoine fue asesor entre los años 2000 y 2008 para distintas compañías del sector financiero (DC AM, Maaf Assurances, BNP Paribas CIB, Natixis AM, …). Participó también en el desarrollo de Tocqueville Finance de 2008 a 2014, así como de Metropole Gestion hasta 2017 para clientes institucionales.
Respecto a Jean-Christophe Drillaud, designado director de marketing y comunicación, ha realizado estudios de Ciencias Económicas y es diplomado por Kedge-Marseille. Jean-Christophe inició su carrera profesional en Société Générale AM como responsable de Marketing. Posteriormente se incorporó en 2005 a la oficina de París de Lombard Odier Investment Manager como responsable de relación con inversores. En 2007 se integró en el equipo de Marketing de OFI Asset Management donde ocupó distintas funciones hasta 2017, cuando es nombrado director adjunto del desarrollo internacional.
Los inversores se hayan en una delicada tesitura respecto a los mercados emergentes. Por un lado, muestran su aversión tras haber aumentado el riesgo en los últimos meses y en especial el efecto que tiene sobre ellos la fortaleza del dólar, pero por otro lado, siguen confiando en sus fundamentales y en las oportunidades que algunos activos pueden ofrecer. Ante este dilema, ¿cuál puede ser una buena forma de mantener cierta exposición a estos mercados?
La respuesta es sencilla para, Kathy Collins, gestora de fondos en Aberdeen Standard Investments: “La deuda corporativa high yield es un buen activo para mantener una exposición a los mercados emergentes con un mayor control del riesgo. Este tipo de activo ha demostrado tener un comportamiento relativamente más defensivo en comparación con la deuda pública en moneda local o en moneda fuerte, sobre todo ante eventos como la caída de las commodities, el efecto Trump o la salida de los inversores de las divisas”.
Según la experiencia de Collins como gestora del fondo Emerging Markets Corporate Debt de Aberdeen Standard Investments, las empresas han mejorado sus fundamentales en comparación con años atrás y se siguen beneficiando del tirón del crecimiento global, así como de la mejora del consumo interno. “Las compañías tiene un nivel de endeudamiento bajo, por lo que no tienen la necesidad de acudir al mercado para refinanciarse. Tampoco nos parece sensato pensar que los bancos europeos, que han prestado dinero a estas empresas, vayan a cortar el grifo ante una mayor volatilidad en algunos mercados, como Argentina o Brasil”, añade.
El argumento de Collins se sostiene con las cifras en la mano. Según explica, si tomamos como referencia los 16 principales países de los mercados emergentes (excluyendo a China), el crédito corporativo representa de media el 48% del PIB, 26 puntos por debajo si lo comparamos con Estados Unidos. “A la hora de valorar este activo y el nivel de endeudamiento, hay que tener en cuenta que los niveles de deuda crecientes no se pueden analizar aisladamente del negocio que respalda y de los flujos de efectivo que genera”, puntualiza.
En este sentido, apunta que no esperan defaults en esta clase de activos ni en países como Argentina o Turquía, gravemente golpeados desde el verano por los diferentes eventos geopolíticos; pero insiste en que la calidad de las empresas y la calidad de la deuda serán claves. Según Collins explica, “apostamos por una estrategia bottom up y por acudir en persona a conocer las empresas. Con cada empresas analizamos su industria, la compañía, el cash flow, la macro, la estructura, su valoración y los criterios ESG”.
Esta estrategia y visión se proyectan en el fondo Emerging Markets Corporate Debt de Aberdeen Standard Investments, que defiende una exposición a mercados como Guatemala, Brasil, Georgia, Argentina y Turquía; al menos más que el índice de referencia. Mientras que se mantiene infraponderado, también en comparación con el índice, a Colombia e Israel, y una exposición cero a Qatar, Corea y Hong Kong. “El fondo invierte en deuda corporativa high yield porque consideramos que ofrece una calidad alta con una relación riesgo/retorno atractiva. Esa es nuestra convicción”, señala.
La gestora no da la espalda a los principales riesgos para este mercado y los repasa uno por uno: la fortaleza del dólar, los riesgos políticos internos, el sentimiento negativo y la desaceleración de China, la guerra comercial y la tendencia global hacia políticas proteccionistas, entre otras. Pero aún así considera que esta “idiosincrasia” de riesgos “marcan un buen punto de entrada para los mercados emergentes”.
Por eso, Collins destaca que para lograr esa exposición a los mercados emergentes es mejor optar por la gestión activa. “En 2017 fue fácil seguir a los índices de referencia de estos mercados, pero en 2018 es más complicado y creemos que es necesario ser mucho más selectivos por todos esos elementos y vientos en contra”, concluye.
Para Mihir P. Worah, director de inversiones de asignación de activos y rentabilidad real de PIMCO, hay signos de sobra que indican un cambio de escenario en el panorama económico global. Lo que está generando un complejo entorno de inversión.
Los indicadores más obvios son la subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) y el aumento de la inflación en Estados Unidos, pero no son los únicos. “El orden comercial, que ha prevalecido a escala mundial durante décadas, se está viendo alterado. Varios indicadores económicos muestran indicios de recalentamiento, aun cuando la actual expansión estadounidense ha comenzado su décimo año. La volatilidad ha experimentado un repunte, puesto que algunos inversores descuentan un dramático desenlace, mientras que otros se muestran más optimistas, y esto, a su vez, está creando oportunidades de valor relativo”, explica P. Worah.
En su opinión, aunque los indicadores de recisión todavía no están emitiendo una señal roja de alerta, tarde o temprano habrá un cambio de tendencia y supondrá un giro de las carteras hacia posiciones más defensivas. “Esto, aunado a unas expectativas de mayor volatilidad, dispersión del mercado y riesgos de inflación, sugiere que los inversores deberían apostar por un proceso meditado de construcción de la cartera y unas inversiones oportunistas”, matiza.
Con este escenario, P. Worah propone cinco ideas de cartera para invertir en las fases avanzadas del ciclo:
Bonos con vencimientos más cortos. La gestora privilegia los bonos corporativos estadounidenses a corto plazo porque ofrecen actualmente unos rendimientos más atractivos (en comparación con años anteriores), gracias a las subidas de tipos de la Fed, acompañadas por unos diferenciales del Libor y de crédito más amplios. Debido a su vencimiento más corto, estos bonos no solo son menos sensibles al aumento de los tipos de interés, sino que además podrían exhibir un carácter más defensivo en caso de que se produzca una desaceleración o una recesión.
Cesta de divisas de los mercados emergentes. P. Worah considera que los activos de los mercados emergentes (ME) han afrontando un tortuoso camino en 2018, pero consideramos que el rezago es desproporcionado dados los riesgos actuales. En concreto, identifica una prima de riesgo inexplicable asociada a las divisas de los mercados emergentes, lo que lleva a la gestora a defender una inversión diversificada y con un tamaño apropiado debería formar parte de cualquier asignación de activos a largo plazo.
Oro. En su opinión, el oro ha mostrado una rentabilidad inferior con respecto a su media histórica probablemente porque, a corto plazo, las propiedades del oro como metal y como moneda están provocando su caída ante las tensiones comerciales y el fortalecimiento del dólar estadounidense, al imponerse sobre sus propiedades como reserva de valor a largo plazo. “Esto genera, a nuestro parecer, una oportunidad para incorporar en la cartera una cobertura frente a los episodios de aversión al riesgo a una valoración atractiva”, añade.
Gran capitalización frente a pequeña capitalización. En consonancia con el tema de elevada calidad para despuntar en esta fase del ciclo económico, y habida cuenta de los interesantes puntos de entrada, la gestora sobrepondera los valores de gran capitalización con respecto a sus homólogos de pequeña capitalización.
Primas de riesgo alternativas. El gestor considera que existe un vasto universo de estrategias en los mercados de renta fija y materias primas que pueden combinarse con valores de renta variable y divisas para construir carteras diversificadas que tengan como objetivo sacar partido de las ventajas de las primas de riesgo alternativas. “La incorporación de estrategias diversificadoras, pero líquidas, cobra importancia, ya que muchas estrategias que obtienen una prima de iliquidez, como invertir en private equity y venture capital, también presentan una beta elevada con respecto a los mercados de renta variable, lo que podría no resultar conveniente en la actual fase del ciclo económico”, matiza.
Después de cuatro décadas al frente de los mercados, James Swanson, veterano gestor y estratega jefe de MFS Investment Management, se retira a finales de este año. En la revisión de las perspectivas para el cuarto trimestre de la gestora, Swanson hizo un resumen de las lecciones que ha aprendido durante cinco ciclos completos de mercado y 33 años en MFS IM.
La primera cuestión que menciona Swanson es la irrupción de la tecnología en todos los campos y en especial en la industria de inversión. “Nunca hubiera podido imaginarme el alcance y la escala que la tecnología ha tenido en esta industria, en el proceso de descubrir precios, de ejecutar las transacciones, de determinar en qué compañía, A o B, merece la pena invertir. Pienso en los años 80, cuando se empezó a diseminar el uso de las computadoras, en cómo cambió nuestro trabajo, el análisis fundamental y el agregado de datos. Pero también quiero hacer una reflexión sobre el uso de la fuerza laboral entonces y ahora. En los años 80, cuando mi padre se retiró, trabajaba una de las mayores empresas de computadores. En aquel momento, la segunda empresa de mayor capitalización del mundo empleaba a cerca de 375.000 empleados. En la actualidad, la segunda empresa de mayor capitalización en el mundo también fabrica computadores, pero tan sólo emplea 78.000 personas. Un fuerte contraste sobre cómo utilizamos la tecnología y el capital humano”, mencionó Swanson.
En los 90, el surgimiento del trading diario en la Bolsa de Nueva York, la llegada del trading en línea y la llegada del ordenador personal, grandes cambios que permitieron llegar al trading de algoritmos y de alta frecuencia de este siglo. “Ahora, también el big data y la tecnología Blockchain supondrán un cambio masivo. Blockchain hará los mercados mucho más eficientes, mucho más transparentes, menos susceptibles de corrupción, hará que básicamente un registro universal y privado sea una realidad. La inteligencia artificial según algunos gurús reemplazará el análisis individual y los gestores de carteras, puede que sea cierto hasta cierto punto, pero yo soy un poco escéptico, porque mi mayor pesar es no haber aplicado más psicología como inversor. Consistentemente, a lo largo de mi carrera, ha sido el comportamiento humano, los sesgos colectivos, la manera de pensar de los humanos la que ha interferido en los resultados. Por ejemplo, ¿por qué tanta gente compra lotería o apuesta en los casinos, cuando obviamente desde un punto racional no tiene sentido. Al principio de mi carrera, se tenía la idea de que los mercados eran eficientes, que los mercados de capitales eran dirigidos por personas que racionalmente tomaban la mejor solución posible. Este pensamiento se mantuvo hasta la llegada de Daniel Kahneman, con su noción de que las personas construían sesgos que afectaban a los mercados y mostrando que no somos seres racionales a la hora de realizar inversiones. Existe un enfrentamiento entre el surgimiento de la inteligencia artificial y lo que sabemos sobre el cerebro humano, que es que acepta sesgos y distorsiones, así como pensamiento no racional. La tecnología no es un quorum ni un lugar donde encontrar todas las soluciones. La condición humana y la mente humana sigue siendo importante en cualquier tipo de análisis de inversiones. Existen muchos sesgos construidos en el comportamiento de los humanos y no creo que puedan solucionarse con algoritmos”.
Según Swanson, la segunda cuestión a tener en cuenta a la hora de invertir son los ciclos de mercado. Mientras en los años 40 un ciclo de mercado podía durar entre 2 y 3 años, en la actualidad los ciclos económicos han incrementado considerablemente su duración, muy probablemente gracias a la actuación de los bancos centrales. “Los ciclos son cada vez más largos, de hecho, estamos en segundo ciclo más largo desde la Segunda Guerra Mundial. Los ciclos del mercado seguirán dándose y el comportamiento de la Fed y los bancos centrales seguirá siendo determinante. Veremos nuevas políticas no ortodoxas, pero no creo que se pueda eliminar del ciclo el miedo y la complacencia que han guiado los mercados durante estas últimas décadas.
Cada vez que hemos alargado el ciclo, se ha construido más y más deuda. Hemos creado un sistema en el que cada vez que disminuimos las tasas de interés y se crean unas condiciones más acomodaticias, el mercado se aprovecha de ello. Y, ahí es cuando tenemos en cuenta las lecciones de Rogoff and Reinhart entran en acción. Cuanta más deuda se crea, algo que aparentemente pasa en cada ciclo debido a la intervención de los bancos centrales, la tasa de crecimiento potencial disminuye, llegando a punto en el que se penaliza a la siguiente generación, por el hecho de postergar el problema.
Sabemos que un incremento de tasas por parte de los bancos centrales tiende a preceder a una recesión, no son el único factor que contribuye al final del ciclo, pero parece aparecer justo antes de que termine el ciclo. Se puede argumentar que los bajos tipos de interés han contribuido a aumentar el rendimiento de las acciones, pero también no había otra alternativa. Los tipos de interés eran tan bajos que los inversores tuvieron que entrar en el mercado de renta variable. La cuestión radica en que, si la deuda del gobierno ha aumentado al final de cada ciclo como porcentaje del PIB, si disminuye el crecimiento económico cómo se para el incremento de la espiral de deuda. Los incrementos de los tipos de interés de la Reserva Federal han sido minúsculos en comparación con ciclos pasados que han llevado a una recesión, pero esta vez la deuda es mucho mayor, y no se sabe cuándo la subida en los tipos comenzará a desacelerar la actividad económica”, explicó.
En renta variable, Swanson recomienda centrarse en los flujos de caja, en los dividendos y en la reinversión de estos. Pero el factor más importante son los flujos de caja, porque con ellos las empresas tienen capacidad para pagar su deuda y los dividendos.
“Ahora, parece haber señales de debilitamiento en las valoraciones y en los fundamentales, incluso aunque la temporada de beneficios del tercer trimestre de 2018 haya sido fuerte. Puedo garantizar que en 2019 no se verá un crecimiento de los flujos de caja, medidos año sobre año, tan espectacular como en ejercicios pasados. Mi sugerencia es que se cambie la búsqueda de márgenes de beneficio por la seguridad del beneficio. Ahora es cuando creo que los inversores deberían poco a poco comenzar a migrar sus activos hacia bonos de calidad, porque creo que el ciclo del mercado puede peligrar en el próximo año y medio”, concluyó Swanson.
El nuevo gobierno que está por tomar posesión tiene muchos planes de inversión y de gasto social que demandan recursos para poder sufragarlos. Ante esa situación algunos legisladores del partido que va a estar en el poder propusieron utilizar las reservas internacionales para financiarlos.
Independientemente de los aspectos legales respecto a quien le pertenecen las reservas internacionales, no hace sentido económico utilizarlas para financiar gasto público. Las reservas internacionales son para intervenir en el mercado cambiario. Cuando el tipo de cambio era fijo, como lo fue en México durante largos periodos de tiempo en el siglo pasado, se utilizaban para asegurar que no se modificara la cantidad de pesos que se tenían que pagar por un dólar. Actualmente, en que el tipo de cambio es flexible, se utilizan para evitar que un evento temporal provoque variaciones bruscas en el tipo de cambio. De esa forma, Banco de México vende dólares para que el incremento de su precio no sea desmedido o compra los dólares para que no baje de manera artificial.
Para que las reservas internacionales se utilizaran para financiar los proyectos del gobierno, el Banco de México tendría primero que salir a venderlas en el mercado cambiario, lo que implica aumentar la oferta de dólares, baja el precio del dólar, o sea que se aprecia el peso. Pero al salir a vender los dólares, va a retirar los pesos de circulación, y al haber menos dinero en la economía se va a incrementar la tasa de interés y va a escasear el crédito. Una vez que se vendieron las reservas internacionales, el Banco de México tendría que comprarle bonos al gobierno para hacerle llegar los recursos, lo que implica que la deuda del gobierno tiene que aumentar.
Por lo tanto, la ocurrencia de utilizar las reservas internacionales para financiar el desarrollo termina afectando negativamente a la economía nacional. La baja del precio del dólar impacta negativamente a los exportadores y favorablemente a los importadores, convendría más comprar en el extranjero que en México y por lo tanto la producción en el país disminuye. La menor cantidad de pesos en circulación provocaría aumento en la tasa de interés, menos créditos y más caros para consumidores y productores, afectando negativamente a las actividades que dependen del crédito como la venta de automóviles y casas. Para tener acceso a los recursos el gobierno terminaría aumentando el valor de la deuda, o sea que es equivalente a gastar más pidiéndole prestado a Banco de México. Los períodos de mayor inflación que ha vivido el país, en la década de los ochenta del siglo pasado, fue cuando el gobierno tenía un elevado nivel de gasto, sus ingresos no le alcanzaban para cubrirlo y tuvo que emitir bonos y vendérselos al Banco de México para tener financiamiento. En esas épocas una llamada del Secretario de Hacienda era suficiente para que Banco de México tuviera que comprarlos, ahora la autonomía de Banco de México evita esa situación. Por eso es muy importante que los legisladores entiendan las implicaciones económicas de sus propuestas, la importancia de la autonomía del banco central y que la mejor forma de aumentar el gasto es subiendo los ingresos.