RiskMathics ha abierto las inscripciones para su Risk Management & Trading Conference del próximo mes de junio en México.
Expertos como Marcos López de Prado, Head of Machine Learning en AQR Capital Management, Marco Avellaneda, de NYU y especialista en Quantitative Asset Allocation, Alonso Peña de la Universidad de Cambridge y Marshall Alphonso, matemático especialista en Artificial Intelligence for Finance, entre otros, asistirán a los debates y ponencias del congreso.
Traders, Funds Managers, Quants y administradores de riesgos están convocados a los cuatro días de la conferencia que tendrá lugar del 19 al 22 de junio de 2019.
La crisis Argentina fue tan repentina y sorprendió a tantos. ¿Cuál fue la dinámica y cuál es la luz de esperanza que comienza a aparecer? Todo empezó con el cambio de humor de los inversores. El pasado abril, en la reunión anual del FMI (Spring Meetings 2018), se dieron a conocer y publicaron dos reportes que fueron claves en la visión de los actores y participantes de los mercados de capitales mundiales.
El “Global Financial Stability Report” revelaba que los riesgos que amenazaban la estabilidad de corto plazo se habían incrementado. Y advertía especialmente que los mercados emergentes podían ser vulnerables a un “tightening” o estrechamiento repentino de las condiciones financieras globales. Por su parte, Maurice Obstfeld, Director de Research del IMF advertía en una conferencia de prensa en la que presentaba el “Global Economic Outlook Report” que los buenos tiempos presentes no durarían mucho más. Los riesgos de un endurecimiento de las condiciones financieras y de una desaceleración del crecimiento global incrementaban la amenaza general, particularmente considerando que los niveles de deuda globales se encontraban en niveles históricamente altos.
Y los riesgos se materializaron a velocidad. Dos países emergentes eran particularmente vulnerables a este cambio de escenario: Argentina y Turquía. La vulnerabilidad provenía de su frágil situación fiscal y externa.
Tomando el caso de Argentina, la combinación de los déficits gemelos y la falta de inversión extranjera en la economía real serían la combinación perfecta para que, ante el mencionado cambio de las condiciones financieras, los inversores del mercado de capitales salieran rápidamente y generaran una corrida cambiaria irreversible. Que combinada con una inflación creciente daban lugar a una realidad que debía ser atendida. En consecuencia, el gobierno se vio obligado a aplicar una serie de medidas. Entre las destacadas, la primera fue la vuelta al FMI, para solicitar el auxilio financiero necesario que permitiera atender las necesidades urgentes de financiamiento ante el cierre de facto de los mercados para Argentina. La segunda fue la corrección del tipo de cambio, que al estar sobrevaluado (en niveles similares a los del fin de la convertibilidad) impedía un equilibrio de las cuentas externas. Y la tercera fue el fuerte incremento de la tasa de interés local que trajo como consecuencia deseada el atractivo suficiente para que los inversores se quedaran en pesos y dejaran de correr hacia el dólar. Las consecuencias indeseadas de este conjunto de políticas están a la vista: fuerte devaluación y recesión.
Al día de hoy, estas duras políticas han comenzado a mostrar signos de reversión de los factores claves que provocaron la crisis. Y lo importante es que son correcciones que, de sostenerse en el tiempo, generarán condiciones propicias para el desarrollo económico. El primer buen signo es que cursamos el segundo mes de balanza comercial positiva. Los términos del intercambio aumentaron 0,7 % interanual en el 3° trimestre de 2018 y arrojaron una ganancia incipiente de 106 millones de dólares.
El segundo es que el gobierno ha recortado fuertemente el déficit primario y está encaminado a lograr déficit cero en 2019. El tercero es que la inflación está en tendencia claramente descendente, aunque lejos aún de guarismos que indiquen estabilidad de precios. El pico fue en septiembre 2018, cuando los precios registraron un aumento del 6.5% con respecto al mes anterior. En octubre ese mismo valor descendió a 5.4% y en noviembre a 3.3%.
Recuperados los signos vitales, Argentina podrá encaminarse hacia la recuperación de sus niveles de actividad económica. Sin embargo, al ser el 2019 un año de elecciones presidenciales la continuidad del rumbo planteado por Cambiemos deberá ser ratificado por el voto soberano de los argentinos.
Tribuna de Emilio Botto, Chief Investment Officer de BNP Paribas Investment Partners Argentina SA.
El año pasado supuso un desafío para la construcción de cartera y la rentabilidad. Si lo ponemos en perspectiva, entre 2009 y 2017, el análisis de Amundi muestra que, de media, cada año el 76 % de las principales clases de activos (incluyendo los ligados a la inflación, distintos bonos gubernamentales regionales, renta variable, divisas y materias primas) registraron desempeños positivos. En 2018, la historia cambió y ahora afrontamos un año sin precedentes en el que menos del 20 % de los activos han transitado un terreno beneficioso.
Los mercados han comenzado a tener en cuenta la ralentización del crecimiento global y las condiciones de liquidez más rígidas, en un contexto político más complejo de lo esperado, marcado por las disputas arancelarias y el populismo. Las consecuencias principales de esta nueva narrativa han sido las vulnerabilidades en las áreas más presionadas del mercado -como son los valores de crecimiento de las acciones y los mercados de crédito- y las circunstancias idiosincráticas de Argentina, Turquía o Italia.
De cara a 2019, las políticas de los bancos centrales serán, de nuevo, cruciales para determinar el sentimiento del mercado. Dada la ralentización del crecimiento económico y las débiles condiciones financieras, que la Reserva Federal estadounidense se alejase de un mayor endurecimiento monetario daría algo de oxígeno a los mercados. Además, lo más probable es que el Banco Central Europeo se encuentre cada vez más incómodo con una subida de tipos en ese escenario. Mientras, el riesgo de cometer errores en las políticas se mantendrá alto: ¿Cómo de lejos puede llegar Donald Trump con su política comercial? ¿Qué consecuencias podría tener en los precios y los márgenes empresariales? ¿Puede mantenerse el crecimiento de China? Todos ellos son elementos que pueden potenciar la volatilidad, pero también pueden llevar a mayores oportunidades en el mercado.
Creemos que, al menos en la primera parte de 2019, habrá espacio para asumir más riesgos en algunas áreas del mercado, dadas las atractivas valoraciones y el hecho de que ya ha quedado atrás la mayor parte del repricing de las rentabilidades de bonos. Que haya signos de una actitud más dócil por parte de la Fed podría representar un desencadenante positivo adicional. Creemos que una perspectiva constructiva en relación a los ingresos respaldará una recuperación en las acciones basada en la rotación temática.
Por ello, continuamos recomendando una visión selectiva, con el foco puesto en la calidad y las valoraciones (y, más avanzado el año, en los dividendos) de forma generalizada, con el mercado de renta variable estadounidense como opción central. Más adelante, buscaremos puntos de entrada para beneficiarnos de las dislocaciones de precios. Algunas zonas de interés son Europa, una vez haya desaparecido el riesgo relacionado con las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mayo, y los mercados emergentes, cuando se disipe la amenaza derivada de la subida de los tipos de interés y de un dólar fuerte y haya signos de una ralentización en Estados Unidos.
Ante un contexto de incertidumbre económica y política, continuaremos centrándonos en el manejo de los drawdowns, ya que la conservación de capital será la máxima prioridad de los inversores. Esto supone seleccionar valores y bonos con bases sólidas que podrían ser más resistentes ante las crisis del mercado y evitar la concentración en las áreas más arriesgadas del mercado, donde la sostenibilidad de los rendimientos podría estar amenazada.
Tribuna de Pascal Blanqué, Chief Investment Officer del grupo Amundi, y Vincent Mortier, director adjunto de Inversiones
Stephens, una firma independiente de servicios financieros, está patrocinando a Stacy Lewis y Gaby López. Las golfistas, miembros de la LPGA Tour, se unen a Austin Cook, Andrew Landry y David Lingmerth, como embajadores de la marca Stephens.
«Si bien son jugadores ejemplares, lo más importante para nosotros en Stephens es el fuerte sentido de carácter que Stacy Lewis y Gaby López han exhibido a lo largo de sus carreras y en sus vidas personales», dijo Warren Stephens, presidente, director ejecutivo y CEO de Stephens Inc. «Por lo tanto, estoy encantado de tenerlas como embajadores de la marca para nuestra firma».
«Me ha impresionado la forma en que hacen negocios y estoy emocionada por esta nueva asociación», dijo Lewis. «Estoy encantada de unirme al equipo de Stephens, junto con Stacy y los grandes jugadores del PGA Tour», dijo López. «Será divertido asociarse con otros golfistas de la Universidad de Arkansas y con una compañía comprometida con el estado».
Lewis se unió al LPGA Tour en 2009 y ha ganado 12 torneos hasta la fecha, incluyendo dos carreras principales, el Campeonato Kraft Nabisco y el Abierto Británico de Mujeres. En 2013, ocupó el puesto número uno en el mundo durante cuatro semanas y luego nuevamente en 2014 durante 21 semanas. Mientras estaba en la Universidad de Arkansas, fue cuatro veces All-American y ganó el campeonato individual de la NCAA en 2007. Al final de su carrera amateur, había ganado un récord de 12 torneos de la NCAA y era la jugadora número uno en el país.
López se convirtió en miembro del LPGA Tour en 2016 y representó a México en los Juegos Olímpicos de 2016. En noviembre ganó la LPGA de Blue Bay, su primera victoria en una gira. Siendo miembro del equipo de golf de la Universidad de Arkansas, ganó tres eventos y fue subcampeona del Campeonato NCAA individual en 2015. Además, López se enorgullece de asociarse con la Fundación Teleton, que se enfoca en brindar tratamiento a niños desfavorecidos con discapacidades médicas.
La unidad de Investment management, línea de negocios de inversiones de SURA Asset Management, acaba de suscribir una promesa de compraventa para adquirir el Edificio de las Artes en Santiago de Chile, que permitirá concretar la inversión total de su fondo de inversión SURA Renta Inmobiliaria II), que inició operaciones hace apenas un año, además de comenzar con la inversión de su fondo SURA Renta Inmobiliaria III, el que participará en esta transacción con el monto que supere el tamaño del fondo II.
El Edificio de las Artes está ubicado en el corazón del barrio Nueva Las Condes, complementará la cartera de activos que hoy cuenta con la Nueva Torre Santa María y un centro de bodegas situado en el sector de Izarra, Pudahuel, también en la Región metropolitana.
De esta forma, el fondo de inversión SURA Renta Inmobiliaria II quedará administrando activos por 122 millones de dólares. Este hecho, a su vez, marca el inicio de las inversiones del fondo de Inversión SURA Renta Inmobiliaria III, que ya cuenta con suscripción de promesas de inversión de inversionistas institucionales y no institucionales.
Con esta operación, SURA sumará una tercera inversión en el sector de Nueva Las Condes, dado que en 2016 adquirió en conjunto con el fondo de inversión alemán GLL, el edificio en donde hoy está ubicado ITAÚ, además de desarrollar junto con SENCORP la edificación de Nueva Córdova en la esquina de Cerro el Plomo con Alonso de Córdova.
El Edifico de las Artes se encuentra estabilizado en su ocupación y generando flujos de
renta a través de contratos con empresas de primer nivel. El activo inmobiliario de Clase A, cuenta con 23 pisos y una arquitectura de excelencia, dado que posee dos puentes y una plaza comercial en tres niveles, conectadas por escalas mecánicas, proveyendo equipamiento al sector como gimnasio, restaurantes, cafeterías, entre otros.
La unidad de Investment Management desarrolla una plataforma regional con modelos de operación escalables y con altos estándares en gestión de portafolios y riesgos, relacionamiento con clientes institucionales y desarrollo de productos Latam.
Acerca de los fondos de inversión SURA Renta Inmobiliaria
El fondo de inversión SURA Renta Inmobiliaria II contempla una estrategia de inversión con activos inmobiliarios de alto nivel, buscando generar flujos estables en el tiempo, mediante contratos de arriendos.
Por su parte, el fondo de inversión SURA Renta Inmobiliaria III, que acaba de lanzarse, es la continuación de éste, aunque con una orientación a un público principalmente institucional. Este producto, fue creado en base a positivas perspectivas para el mercado inmobiliario de cara a los próximos años.
Sobre la unidad de Investment Management
Investment Management es la Unidad de SURA Asset Management dedicada a la gestión de activos e inversiones para el segmento institucional. Nuestro conocimiento y presencia extendida en varios países de América Latina, articulada en una plataforma regional, nos convierte en un vehículo óptimo de inversión que conecta a la región con los mercados globales.
La unidad crea soluciones a la medida de sus clientes, buscando contribuir a su competitividad, para lo cual cuentan con más de 400 fondos de inversión en instrumentos de renta variable, renta fija, multi activos, seguros, mandatos, activos alternativos entre otros. Desarrollamos una plataforma regional con modelos de operación escalables y con altos estándares en gestión de portafolios y relacionamiento con clientes institucionales.
Acerca de SURA Asset Management
SURA Asset Management es una compañía experta en pensiones, ahorro e inversión con presencia en Chile, México, Colombia, Perú, El Salvador y Uruguay. Es una filial de Grupo SURA, con otros accionistas de participación minoritaria. A septiembre de 2018, SURA Asset Management cuenta con unos 135 billones de dólares en activos bajo administración pertenecientes a cerca de 20 millones de clientes en la región.
* Clientes y AUM incluyen a AFP Protección en Colombia y AFP Crecer en El Salvador, aunque no son compañías controladas, SURA AM posee una participación relevante.
A pesar de las condiciones de volatilidad de los mercados latinoamericanos, los gestores de activos tendrán una perspectiva estable durante el 2019, según el nuevo informe emitido por Moody’s investor sevices.
“El ritmo del crecimiento económico, el notable aumento en el volumen de activos bajo gestión, y comisiones de gestión estables son algunos de los factores claves que soportan nuestra perspectiva estable para los gestores de activos latinoamericanos”, afirma José Montaño vicepresidente en Moody’s. “Sin embargo, las perspectivas para la industria de gestión de activos argentina seguirán siendo negativas debido a la volatilidad y a la contracción de la economía del 1.5%”
El reporte de la agencia provee una visión detallada por país de la perspectiva estable. En Brasil, los inversores se han trasladado desde fondos de renta fija hacia segmentos de mayores retornos, incluyendo renta variable e inversiones alternativas. Moody’s espera que esta tendencia continúe durante el 2019, soportada por un crecimiento del PIB del 2%.
A pesar de la incertidumbre política en México, crecimiento del PIB del 2.2% y tipos de interés más altos continuaran a elevar los activos bajo gestión. El crecimiento económico estable de Chile del 3.6% favorecerán el crecimiento de activos en 2019. Adicionalmente, los activos bajo gestión aumentarán en Perú a medida que el PIB se expanda un 3.7%, el mercado laboral crezca y suban los tipos de interés. A la inversa, el crecimiento de activos en Bolivia se ralentizará ligeramente a medida que el crecimiento económico se desacelere al 4.3%.
El ritmo de adaptación de la región a plataformas digitales, aumento de ratios de eficiencia y atracción de un mayor número de inversores millenial son otros de los factores claves que justifican la perspectiva estable de Moody’s. En general, las bajas tasas de penetración abrirán el camino a un potencial de crecimiento mucho mayor en Latinoamérica.
BYMA, junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con el apoyo del Grupo Clarín, lanzan un Índice de Sustentabilidad que permitirá identificar y destacar a las empresas líderes en materia ambiental, social, de desarrollo sustentable y de gobierno corporativo (ESG-D, por sus silgas en inglés).
El índice tiene un carácter no comercial y evalúa el desempeño de las emisoras listadas en BYMA en los cuatro pilares ESG-D, en función de la información reportada y disponible al público en general. La metodología se basa en el IndexAmericas y el análisis de datos está a cargo de Thomson Reuters.
Se trata del primer índice de este tipo en Argentina, tendiente a promover la visibilidad de las empresas que presenten mejores prácticas, para que puedan acceder a nuevos tipos de financiamiento.
El objetivo es generar conciencia y sensibilizar al mercado de capitales respecto de los beneficios que implica reportar sustentabilidad: mejora de la capacidad para atraer capital, reputación y posicionamiento de la marca, y fidelización del capital humano.
Al respecto, el presidente de Bolsas y Mercados Argentinos,Ernesto Allaria, afirmó: “Estamos orgullosos de anunciar esta novedad para el mercado de capitales. Los valores corporativos de BYMA tienen que ver con el fortalecimiento interno en materia de ESG-D y la generación de herramientas para que las empresas sigan el camino de la sustentabilidad. Y añadió: “Con foco en la transparencia, este impulso hacia el desarrollo sostenible nos permitirá alinearnos a los estándares de las bolsas internacionales”.
Como parte de este compromiso, la bolsa local obtuvo en 2017 la membresía de Sustainable Stock Exchange Initiative (SSE) – una iniciativa de Bolsas de Valores Sostenibles de las Naciones Unidas. Asimismo, próximamente lanzará un panel de Gobierno Corporativo que incluirá acciones de empresas ya listadas en BYMA que adhieran a normas de buen gobierno.
Con este índice, BYMA refuerza su involucramiento con la evolución del mercado de capitales argentino.
El índice se basa en la metodología de IndexAmericas, creada por el Grupo BID, en alianza con S-Network Global Indexes, el Earth Institute de Columbia University; utilizando la data proveniente de Thomson Reuters.
El universo está determinado por las emisoras a las que Thomson Reuters realiza cobertura en materia de ESG, que sean argentinas y estén listadas en BYMA. Si bien los indicadores que se relevan son más de 400, la matriz evalúa 76 y promedia resultados obtenidos en los ejes:
Ambiental
Social
Gobierno Corporativo
Desarrollo Sostenible
El peso ponderado para cada pilar es:
Ambiental, Social y Gobierno Corporativo: 26,66% cada uno;
El mercado comienza el nuevo año contando con que el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra suban los tipos, acaparando otra vez las miradas de los gestores, analistas e inversores por dos motivos: cuál será el ritmo de las subidas y cómo digerirá el mercado la menor liquidez.
En principio, el consenso de mercado apunta que la Fed realizará al menos tres subidas, mientras que con el BCE y el Banco de Inglaterra se está descontando una subida. Respecto a Estados Unidos, desde Schroders apuestan por que la Fed lleve a cabo tres subidas de tipos de interés. “ Lo que llevará a los tipos de los fondos federales a un nivel máximo del 3% en junio de 2019. Prevemos que, posteriormente, se producirán recortes de tipos en 2020, a medida que la economía estadounidense siga ralentizándose”, afirman desde la gestora.
AXA IMva un poco más lejos y estima que los tipos se situarán entre el 3% y el 3,5% en 2019, aunque cree que la institución será cauta de cara a la evolución del ciclo. “La Fed probablemente no se adelantará a la desaceleración, sino a un ciclo de alzas. Creemos que para la Fed será más complicado decidir su política monetaria. Primero, la Fed no considera que vaya haber una desaceleración significativa entre 2020 y 2021. En segundo lugar, los países desarrollados están abogando por una política monetaria más restrictiva, incluso de cara a los niveles de desempleo, los salarios y la inflación. En tercer lugar, es probable que la Fed también tenga en cuenta las implicaciones de estabilidad financiera de una política más flexible”, argumenta en su documento de perspectivas para el próximo año.
Pese al horizonte común de subida de tipos, cada entidad llevará un ritmo diferente. Esto provocará una clara divergencia entre los principales bancos centrales. “La divergencia entre la Reserva Federal de Estados Unidos y el BCE ha sido un motor importante de los mercados en los últimos tres años. Es es probable que el BCE haga un balance de la desaceleración del crecimiento actual y existe el riesgo de que las subidas se posponga en 2020”, advierten desde AXA IM.
Por su parte, Schroders espera que el BCE ponga fin a su programa de compra de activos en enero de 2019 y suba los tipos de interés en septiembre. Según explica la gestora, “existe una gran probabilidad de que el BCE haya dejado para demasiado tarde la normalización de los tipos de interés y considere que ha perdido una oportunidad al no haberlo hecho el año pasado. La región podría verse atrapada en un entorno de tipos bajos y escasa munición monetaria para hacer frente a la próxima recesión”.
Otras gestoras, como Natixis IM, son más cautas y consideran que el BCE será lento en su subida de tipos. “No anticipamos ningún aumento en las tasas del BCE. Los bancos centrales desean mantener las tasas a largo plazo a la baja para reducir los riesgos en la economía”, matiza Philippe Waechter, economista en jefe de Ostrum AM, afiliada de Natixis IM.
A largo plazo, y según recuerda Ronald Temple, responsable de gestión multi-asset y US Equity de Lazard Asset Management, habría que introducir otro elemento en la ecuación de las decisiones del BCE: “Además de la incertidumbre en Europa, el mandato de Mario Draghi como presidente del BCE finaliza el 31 de octubre de 2019. El anuncio de su reemplazo será fundamental para evaluar la probable trayectoria de la política monetaria después de su retiro”.
Tendencia global
Para este año, el foco no solo estará puesto en lo que ocurra en Estados Unidos y en la Unión Europea, sino que la tendencia es mucho mayor y global. “La normalización de la política monetaria comenzó en 2018 y esperamos más subidas y bajadas a lo largo de 2019, primero veremos el fin del programa de compras por parte del BCE y luego las primeras subidas. También en el banco central de Noruega, de Suecia, de Candá e Inglaterra. Por lo que el próximo año veremos un escenario global de ajustes en la política monetaria”, apuntan des Unigestion.
Por ejemplo, Schroders ve claro que el Banco de Inglaterra llevará a cabo dos subidas de tipos el próximo año, “aunque ello depende de que el Reino Unido logre una salida ordenada de la UE con un periodo de transición para la economía”, matiza la gestora.
Según apunta John Stopford, responsable de la división Multiasset Income de Investec Asset Management, 2019 será probablemente un año desafiante para los mercados emergentes. Atravesando el décimo año de un mercado alcista en la mayoría de las clases de activos procíclicas. Un mercado bajista es probablemente una cuestión de tiempo. Las valoraciones no son mucho más persuasivas y el ciclo comienza a construir potenciales catalizadores para que se dé un mercado a la baja. Esto incluye una variedad de indicadores adelantados que, si la historia sirve de guía, podría sugerir que una recesión a finales de 2020 está comenzando a ser cada vez más probable.
Además, la política monetaria, que ha servido de apoyo a los precios de los activos durante gran parte de la década, está comenzado a ser menos acomodaticia. En particular, el programa de relajamiento cuantitativo está siendo gradualmente retirado a nivel global y la Reserva Federal de Estados Unidos ha comenzado a disminuir su balance y a incrementar los tipos de interés. El estrés que esto ha causado está siendo principalmente transmitido al resto del mundo, especialmente a aquellas naciones en el mundo en desarrollo que mantienen una posición de deudor neto con el resto de los países, en lugar de tener un efecto material en las condiciones financieras de Estados Unidos. Desafortunadamente para los mercados emergentes, esta ausencia de relajamiento cuantitativo junto con la implementación de una política fiscal proporciona a la Fed un motivo más para continuar con el ajuste de su política monetaria.
Otros factores potenciales de un entorno de mercado a la baja incluyen:
La escalada de los aranceles comerciales con el objetivo de contener el crecimiento de China como potencia económica
El potencial daño colateral de las enmarañadas políticas, por ejemplo, en Italia y Reino Unido
El tiempo juega en contra
El caso para adoptar una postura cada vez más defensiva en las carteras es, por lo tanto, bastante claro. El problema es que el inicio del próximo mercado bajista sigue siendo bastante incierto. Si a la expansión económica todavía puede continuar durante un año o más, entonces, el mercado de renta variable podría tocar nuevos máximos antes de alcanzar su techo. En general, los mercados de renta variable tienden a mostrar un rally justo antes de una recesión. Muchos inversores han sido cautelosos a lo largo de este mercado alcista y por lo tanto se han perdido una parte significativa de las ganancias como resultado. Existe un coste para el inversor, tanto como por reaccionar demasiado pronto como por hacerlo demasiado tarde, pero es probablemente más difícil de intentar reaccionar con anticipación.
En Investec Asset Management se sentirían más cómodos a la hora de decir que los mercados han tocado techo si los inversores se estuvieran considerando la posibilidad de alcanzar un nuevo rally, pero este no es el caso. Por lo que quizás, el mercado pueda continuar escalando el muro de las preocupaciones, tal y como lo ha hecho en la mayor parte de los últimos años. Afortunadamente, las opciones de compra call sobre renta variable, que proporcionan una manera de participar en el mercado si el rally de acciones continúa y a la vez protegen a la baja, siguen estando relativamente baratas en un contexto histórico.
En Investec creen que una estrategia sensata es vender futuros sobre la renta variable para cubrir parte de su exposición física en acciones y para después recomprar opciones call en el caso de que el mercado alcista continúe.
El caso de la deuda
Además, Investec opina que es demasiado tarde en el ciclo para tomar una fuerte exposición en deuda corporativa, dado el aumento de la incertidumbre. También son cautelosos sobre si los bonos del gobierno proporcionarán una cobertura si caen los mercados de renta variable. A priori, a Investec le preocupa que los bonos y las acciones sufran una oleada de ventas conjuntas si la política monetaria se vuelve más estricta y se convierte en el principal impulsor del movimiento del mercado, al menos hasta que los bancos centrales se vean obligados a cambiar de rumbo.
Las políticas del presidente Trump y la resultante divergencia en el crecimiento con respecto al resto del mundo siguen sirviendo de apoyo al dólar, lo que puede mantener la presión sobre los países con una posición más débil en su balanza de pagos, aunque algunas de las divisas de estos países pueden estar sobrevendidas. El yen japonés sobresale por encontrarse en estos momentos significativamente barato y por ofrecer un comportamiento defensivo natural en el caso de la renta variable sufra una caída, gracias al estatus que Japón mantiene como acreedor internacional.
En conclusión, la selección es más importante que nunca. Existen oportunidades de valor seleccionadas en muchas áreas y un enfoque bottom-up de selección parece ser cada vez más relevante en este momento del ciclo de mercado. Un enfoque en mantener posiciones con valoraciones atractivas y rentabilidades soportadas por unos flujos de caja sostenibles debería ayudar a apuntalar los rendimientos en un entorno de mercado difícil.
UBS estima que 2019 volverá a ser un año volátil y los inversores tendrán que buscar una mayor diversificación en sus inversiones, según el informe de perspectivas Year Ahead 2019 que la firma ha dado a conocer. El banco, que estima que el crecimiento económico global se desacelere en dos décimas, pasando del 3,8% al 3,6%, considera improbable que se produzca una recesión en 2019, aunque el precio de muchos activos financiero se ha ajustado reflejando esa perspectiva incierta.
Mark Haefele, jefe de inversiones de UBS Global Wealth Management, recomienda sobreponderación en renta variable global para el arranque de 2019. Sin embargo apunta que, dado que el ciclo está madurando, es necesario que los inversores diversifiquen y cubran las carteras para protegerse de la volatilidad y los riesgos políticos y de otra índole.
Haefele apunta igualmente en su informe de perspectivas para 2019 que es buen momento para aprovechar el despegue de estrategias como la de inversión sostenible, y explorar áreas de valor donde las cotizaciones de los activos financieros son excesivamente bajas Además, estima que los inversores «deberían conservar posiciones en renta variable global, pero han de planificar teniendo en cuenta que habrá volatilidad en el mercado. Una ligera desaceleración del crecimiento económico y de los beneficios empresariales no significa necesariamente que vaya a producirse una recesión. La reciente corriente de ventas ha dejado a una gama de activos con una valoración más interesante, pero los inversores también deben tener presente tanto el tenso entorno geopolítico como el endurecimiento de la política monetaria».
Las previsiones de clientes y de los profesionales divergen de cara a 2019. En su proceso de inversión, el CIO de UBS contrasta sus ideas con las opiniones de inversores profesionales. Las encuestas a inversores profesionales y a particulares de grandes patrimonios residentes en Estados Unidos revelan perspectivas divergentes para el año próximo: casi la mitad de los inversores profesionales piensa que la bolsa estadounidense irá a la zaga de los mercados globales el año que viene, mientras que dos tercios de los inversores particulares encuestados prevén que la renta variable estadounidense rendirá lo mismo o más que las mundiales. Además, alrededor del 50% de los profesionales encuestados anticipa que el dólar bajará frente al euro, frente a menos de una sexta parte de los inversores particulares encuestados.
Por otra parte, la clase de activo más popular entre los inversores profesionales de caraa 2019 es la renta variable de los mercados emergentes. Para los inversores particulares, sin embargo, es la renta variable estadounidense. Los inversores profesionales, no obstante, son más optimistas que los particulares respecto al potencial alcista que aún tienen las bolsas estadounidenses.
Asimismo, una pequeña parte de los inversores profesionales sondeados consideran el riesgo político estadounidense una amenaza mayor que factores como las tensiones comerciales ente China y Estados Unidos o las subidas de tipos de interés. Mientras tanto, los particulares están más preocupados por los riesgos políticos domésticos en Estados Unidos.
Finalmente, cuando se les preguntó que cuándo comenzaría la próxima recesión, la respuesta más habitual entre los inversores profesionales fue2021. La mitad de los inversores particulares encuestados prevé que la siguiente recesión comenzará en los dos próximos años.
Recomendaciones de inversión de UBS
Pese a recomendar la sobreponderación en renta variable global al comenzar 2019. UBS sugiere que es necesario cubrirse frente a la volatilidad utilizando sobreponderaciones tanto en bonos estadounidenses de duración media como en el yen japonés. Igualmente, se inclina por centrarse en empresas de calidad y evitando un excesivo riesgo de crédito.
Apuesta igualmente por explorar ciertas áreas de la renta variable tanto de Estados Unidos como de mercados emergentes, tales como renta variable del sector energético a nivel global y acciones de compañías financieras tanto en Estados Unidos como en China. La inversión sostenible sigue ofreciendo oportunidades de crecimiento a largo plazo, al igual que las acciones de mercados emergentes, la renta variable japonesa y los bonos soberanos de mercados emergentes denominados en dólares.
América
En 2019, la Reserva Federal estadounidense debería de aproximarse al final de su ciclo de endurecimiento monetario, y el apoyo del estímulo fiscal del país disminuirá. En este contexto, los déficits gemelos fiscal y por cuenta corriente probablemente pasarán factura al dólar. Dentro de Latinoamérica, los inversores deberían vigilar de cerca a Brasil, donde la administración entrante ha propuesto una serie de reformas que podrían mejorar la sostenibilidad fiscal del país.
Europa, Oriente Medio y África (EMEA) y Suiza
El Banco Central Europeo podría empezar a normalizar los tipos de interés en 2019, lo que prestaría apoyo al euro frente al dólar. Se necesita una clara recuperación del euro antes de que el Banco Nacional Suizo eleve sus tipos, aunque el franco suizo tiene un margen limitado para depreciarse frente al euro.
Dentro de los mercados emergentes de EMEA, el CIO de UBS considera que el reciente desplome del petróleo fue exagerado y prevé que los precios suban hacia el nivel de USD 85/barril en los próximos 6 a 12 meses, lo que apuntalaría las perspectivas para Oriente Medio. Sin embargo, los inversores deberían continuar diversificando globalmente para evitar riesgos políticos específicos en los mercados emergentes de EMEA así como en la zona euro y Reino Unido, que está previsto que abandone la Unión Europea el año próximo.
Asia Pacífico
El yuan podría seguir bajando en 2019 con las persistentes tensiones comerciales entre China y EE.UU, una desaceleración del crecimiento económico chino y una reducción del superávit por cuenta corriente como factores. En cambio, a resultas del programa ‘Abenomics’ en Japón, el yen está infravalorado en más de un 30%. Los rendimientos de los bonos japoneses también podrían subir al embarcarse el Banco de Japón en una lenta normalización de la política monetaria.